Cuentos del reino de las sílabas
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CUENTOS DEL REINO DE LAS SÍLABAS
"EL CUMPLEAÑOS DE PAPÁ"... en el reino de la tra, tre, tri, tro,
tru
Cuando el padre de Patricia cumplió treinta años se fueron a
celebrarlo a la sierra en tren.
Allí encontraron un tremendo tronco para sentarse.
Patricia era una niña muy traviesa, le gustaba montar en trineo,
y era muy tragona y trasto.
Patricia tenía cuatro años y le encantaban las truchas.
Cuando llegó con su papá a casa se pusieron a jugar tranquilos
en el centro de la habitación a las construcciones y tocaron la trompeta. Después se comió tres trozos de tarta.
A la hora de acostarse su papá le leyó un trabalenguas.
Fue otro día de cumpleaños muy entretenido.
Esther Sánchez Caumel. 1º de Primaria. C.P. Zulema (Alcalá de Henares )
"LA PLAGA"...
en el reino de la pla, ple, pli, plo, plu
Mientras mis amigos y yo nos bañábamos en la playa nos atacó una plaga de langostas. Nosotros salimos corriendo hacia la
plaza, planeando cómo escapar de ellas.
Mi amiga María resbaló con una cáscara de plátano y se cayó.
Yo fui a buscar a su madre que estaba escribiendo con una
pluma de plata. Cuando volvimos, las langostas se habían
comido a todas las plantas que había en la plaza pero a mis
amigos no les había pasado nada.
Rubén Velasco, 2º de Primaria
C.P. Zulema (Alcalá de Henares)
"LA POCIÓN"...
en el reino de la gra, gre, gri, gro, gru
Había una vez un ogro que se llamaba Gregorio. Tenía muchas
greñas y eso le hacía mucha gracia a un grillo que sólo pesaba
unos gramos. Él, que se llamaba Gregoriano, vivía con Gregorio
en una gran cabaña con muchas grecas a la orilla de una ruta
que iba hacia Granada. Un día decidieron escribir a su amiga Granadina, que era griega,
con grafito diciéndole que le enviarían una grapadora que grapa
grapas granates. Luego se lo enviaron en un grueso sobre.
Aquel día comieron espinacas gratinadas y para el postre
desgranaron una granada y se la comieron.
Después, Gregorio gruñó a Gregoriano porque no quería fregar
los platos.
Pasando el tiempo, Gregorio se hacía viejo y Gregoriano se preocupaba por él.
Decidieron ir a ver al Hada Gracia. Gracia les dijo que Gregorio
necesitaba la poción multijugos, pero sólo se conseguía en el
Bosque Prohibido.
Fueron, con un poco de miedo y no la encontraron por ningún
lado.
Gregoriano se puso a llorar porque no quería que su amigo
Gregorio se muriera.De repente Gregorio dijo: -¡ Mecachis !
Y Gregoriano le preguntó que qué pasaba. Y era que las
lágrimas de Gregoriano se habían convertido en la poción
multijugos.
Gregorio la bebió y se convirtió en él mismo pero con veinte
años menos.
Y vivieron felices y comieron espinacas gratinadas. Carmen Gutiérrez Elvar, 4º de Primaria C.P. Zulema (Alcalá de Henares)
"EL PINO DE LAÑO"... en el reino de la ña, ñe, ñi, ño,
ñu
Dalaña y Laño vivían con sus padres ,la señora Petraña y el
señor Liaño, y con su abuela doña Toña.
El cuñado del señor Liaño vivía en una cabaña en la montaña de
Miscañanduña , rodeado de ñúes, ñandúes, ñacurúes y plantas
como el ñame, el ñandubay y otras.
Dalaña y Laño eran extremeños, pero vivían en Cataluña, sus
padres eran madrileños y su abuela de Logroño.
Laño creía que su abuela estaba ñampeada, sería por los años. A Dalaña le gustaban las castañas y la piña y a Laño el ñoqui y
la ñora.Un día Dalaña y Laño cogieron un paño y se metieron en
el baño. A Laño se le movía un piño y, Dalaña... ¡ras!, se lo
quitó con el paño. Después de esto marcharon a la montaña.
Estaba nublado. Laño se empeñó en echar el piño al río Miño.
Laño se puso ñoño y entonces llegó Begoña y les acompañó al
Miño. Echaron el piño y se fueron a coger ñorbos y leña.
De pronto sintieron ñáñaras al oír un ñu, se acercaron y le llamaron Ñañoñeñiñú.
Ñañoñeñiñú les condujo hacia su rebaño, allí Laño soltó la leña y
encendió el fuego. Por la tarde Laño, Dalaña y Begoña se fueron
y prometieron a Ñañoñeñiñú volver.
El señor y la señora Ibáñez, padres de Begoña, invitaron a Laño
y Dalaña a comer castañas y piña y se quedaron allí.
Al anochecer llegaron a su casa y encontaron al pequeño Iñaqui,
hijo del cuñado del señor Liaño. Iñaqui se empeñó en acompañar esa noche a sus primos y se
quedó a dormir.
¿Qué aventuras les sucederán mañana a Laño, Dalaña, Begoña,
el pequeño Iñaqui y Ñañoñeñiñú?
Yo no lo sé, suéñalo tú.
Éste es el:
FIÑAL (¡Huy!, perdón, es que con tanta ñ )
Este es el:
FINAL (Ahora sí).
Sara Pérez Miguel, 1º E.S.O.
C.P. Zulema (Alcalá de Henares )
"LOS PAYASOS GORDINFLONES"... en el reino de la fla, fle, fli, flo,
flu
Había una vez dos payasos que eran muy gordinflones y que
actuaban en el circo.
Uno se llamaba Flip y otro Flop. A Flip se le daba muy bien tocar la flauta y a Flop se le daba muy bien tirar flechas a la diana.
Flip y Flop tenían flores en el sombrero.
Cuando Flop llegó a casa descansó un poco y después se comió
un flan muy rico, y Flip, cuando llegó a casa se tumbó en el
sillón y después tocó la flauta. Miriam Ortiz, 1º de Primaria
C.P. Zulema (Alcalá de Henares )
"BLANCA Y SU CABALLO"... en el reino de la bla, ble, bli, blo, blu
Había una vez una noble y sociable niña llamada Blanca, que
vivía con sus amables papás en un pueblecito cerca de un
robledal.
Blanca tenía un caballo llamado Ombligo, pero un día Ombligo
se rompió una patita.
Blanca estaba muy triste y decidió ir sola al bosque. Había
muchos robles, el cielo estaba nublado y al lado del camino vio unos cables blancos. La niña los siguió y cuál sería su sorpresa
cuando apareció una casita blanca en medio del bosque, ¡vaya
casa! exclamó Blanca. La puerta estaba blindada.
Se oyó un murmullo, Blanca se asomó a una ventana y vio a un
blandito oso de peluche sobre la cama ¡qué raro!, el osito
parecía hablar, pero no se veía a nadie más en la habitación.
De repente hubo un resplandor y vio que un hombre hasta
entonces invisible , era quien hablaba con el osito.
Blanca dio unos golpecitos sobre el cristal ¡Blum,blum! El
hombre invisible se giró. De repente alguien la cogió por la
blusa, la niña se moría de miedo. Era el osito quien la agarraba. A Blanca le parecía imposible todo aquello. El osito le dio
amablemente un bloc y le dijo que anotara un deseo y se le
cumpliría.
Blanca no lo dudó , pensó en su caballo y rápidamente escribió:
"Que se cure la patita de Ombligo".
Luego hubo un resplandor y la casa desapareció.
Cuando Blanca regresaba a su casa se encontró con Ombligo
galopando por el camino, cerca del robledal. ¡Ya estaba curado Ombligo!
Eva Avilés, 3º de Primaria C.P. Zulema (Alcalá de Henares )
"EL PROBLEMA DE CLAUDIA"...
en el reino de la cla, cle, cli, clo, clu
Claudia se levantó en un día claro. Después de hacer sus tareas
fue a dar de comer a sus gallinas cluecas. Como buena ciclista
cogió su bicicleta y se fue a clase.
Después de clasificar sus trabajos y sujetarlos con un clip, sonó
la campana y salió como un ciclón. Cogió su bicicleta, pero no
contó con el clavo que había en la calzada y cayó al suelo
herida.
Enseguida vinieron a ayudarla y la llevaron a una clínica. Al mirarla, el doctor Clemente y la enfermera Clara dijeron que se
había roto la clavícula.
La enfermera le dio un poco de agua para que se le pasara el
susto, pero Clara no quiso porque sabía a cloro.
Claudia reclamó un dulce por lo bien que se había portado
cuando le pusieron la escayola y el doctor le regaló un chicle de
sabor a clorofila.
Claudia estaba apenada porque ya no podía ir a su club social a
dar sus clases de claqué donde era muy buena cliente. Irene Alarcón, 5º de Primaria
C.P. Zulema (Alcalá de Henares)
"LA EXTRAÑA PLATAFORMA"...
en el reino de la pla, ple, pli, plo, plu
El mes pasado, una plataforma plateada se aproximó a Alcalá de
Henares, justo encima de la Plaza Cervantes que iba a ser
aplastada. Entonces cogí mi equipo de plaguicida ,un escudo de
plomo y una espada plegable. Llamé a mis amigos y con un
planeador alcanzamos la plataforma. Nos separamos pero una plancha de plata atrapó a mis amigos.
Tenía que planear algo, pero una planta gigantesca que salió de
la plataforma me cortó el paso. Desplegué mi espada y se la
clavé. La planta en vez de atacarme me preguntó el Pretérito
pluscuamperfecto del verbo flacucho y, como no existía no lo
dije. Por esto entramos en un pleito poco placentero y me echó
un chorro de plutonio. Cuando me tocó (no sé cómo), rebotó
hacia ella y la fulminó. Seguí adelante y me encontré en un plutoniano en un plinto.
Decía Decía que era un plurilíngüe y se hacía llamar Mister Plus.
me dijo. Me dijo que, si le ganaba en ese plato
pluricolor, soltaría a mis amigos pero, si no, nos cebaría a
plátanos hasta nuestra plena obesidad. El plebeyo me insultó y
se puso a hacer play-back. le golpeé y dejó de hacer play-back
para atacarme con una pastilla de plata. Me protegí con mi
escudo de plomo y le supliqué que no me hiciera nada. El plutoniano se lo planteó y dijo:
- De acuerdo, pero si limpias bien el polvo.
- Dame un plumero.
Me dio un plumero y le dije que me iba a limpiar la planta baja.
Me puse a hacer un plan mientras limpiaba (un motor) y me fijé
demasiado tarde en un letrerito que ponía: "Relleno de plutonio,
no pasarle ni el plumero". Fui corriendo, sin sentido y me
estrellé con un pluviómetro donde se estaba bañando el
plutoniano. El pluviómetro se desplomó y el plutoniano se dio
por vencido y andando al estilo de un play-boy llegó hasta la
plataforma y liberó a mis amigos. El muy plebeyo añadió :
-Me vuelvo a Plutón, pero me planteo volver con un plan mejor
para aplastarte. Se fue y no le he vuelto a ver.
Francisco Sequera Molina, 6º de Primaria C.P. Zulema (Alcalá de Henares)
"JUAN"... en el reino de la pla, ple, pli, plo,
plu
Juan es un niño plebeyo que siempre va acompañado de su
perro y gran amigo Pluto.
Juan realiza un complicado trabajo para un niño de su edad.
Trabaja en un restaurante fregando platos y con Pedro, su jefe,
tiene que andar con pies de plomo.
Sandra Cañal Jiménez, 2º Primaria C.P. Zulema (Alcalá de Henares)
"EL NIÑO TRAVIESO Y TRISTE"...
en el reino de la tra, tre, tri, tro, tru
Un niño travieso, un día estuvo triste porque hizo una travesura.
Había sido muy gorda y estaba muy triste.
Para divertirse un poco cogió su trineo y se tiró por una colina y
tropezó con una piedra y su trineo se rompió en mil pedazos. Su
padre se lo había hecho con un tronco que trajo de la
trituradora de madera. Se lo vendió un trabajador
tremendamente grande. Se lo trajo el día trece.
En el tremendo trompicón se tropezó su hermana con otra
piedra. Era una traviesa niña con trenzas de color de trigo.
Trasteó en su trastero y encontró otro trineo, y dijo:
-¡Ostris, otro trineo!
"LA RANA QUE NO CROABA"...
en el reino de la cra, cre, cri, cro, cru
Había una vez , una laguna , en la cual habitaba una rana
llamada Cristina.
Cristina tenía dos amigos: Cristian y Crisógono, pero también tenía un problema: no sabía croar.
En el colegio todas las ranas menos Cristian y Crisógeno se
reían de ella . En el recreo, se tomaba su crema cremosa de
plantas y moscas y luego iba a buscar a sus amigos. Si sus dos
amigos no venían, ella se sentía muy sola y triste y las demás
ranas la decían que fuera a jugar con ellas para que hiciera de
criada. La pobre Cristina no tenía más remedio que obedecer,
porque si no se lo decían a la profesora. -¡Qué crueles son conmigo! -se lamentaba Cristina-. ¡Hasta la
profe me regaña!
Un día Cristina decidió cruzar la laguna e ir a otro pueblo. Ella
había oído que en ese pueblo había una escuela en la que se
aprendía a croar.
-Se van a enterar los cretinos de mi cole cuando aprenda a
croar -se decía.
Llamó a Cristian y a Crisógono y les preguntó: -¿Queréis cruzar la laguna conmigo?
-No sé si mis padres me dejarán. Creo que cruzar la laguna es
muy peligroso -dijo Cristian.
-Bueno, yo sí que voy, seguro, pero me tendré que llevar
muchas croquetas, croasanes y cremas de cebolla cruda. Ya
sabéis que no puedo estar sin comer mucho rato. Además será
divertido, haremos un crucero -dijo Crisógono.
-De acuerdo, se lo preguntaré a mis padres -confirmó Cristian.
Cristina se puso muy contenta cuando sus padres le dijeron que
sí podía ir.
Al día siguiente Cristina, Cristian y Crisógono ya estaban
preparados.
Cristian se había llevado sus cromos de las "ranas acrobáticas". Crisógono no mintió, se había llevado un montón de cremas de
cebolla cruda, croquetas, croasanes...
Cristina se había llevado sus muñecas ,su crin de caballo de la
suerte y su crema para el pelo.
Entre los tres crearon una barquita con varios nenúfares. Les
quedó bastante bien.
Era un perfecto crucero. Para remar, ellos se turnaban. La que
menos remó fue Cristina porque era la que tenía menos fuerza. Cuando cruzaron la laguna encontraron un pueblo muy bonito.
El pueblo se llamaba Cristalino.
Cristina le preguntó a la primera persona que vio:
-¡Hola! Por favor, ¿me podría decir dónde se encuentra la
escuela para aprender a croar?
- Sí, bonita, está justo cruzando esa esquina. Si queréis os
puedo llevar yo, soy la directora del centro.
- Vale, muchas gracias, ¿cómo se llama? -le preguntó Cristian. - Yo soy la señorita Cristal -contestó la profe.
- Nosotros somos Cristina, Cristian y Crisógono -dijo Cristina.
- Bueno , ya que nos hemos conocido, vamos a la escuela. Pero
tenéis que saber una cosa, esta escuela se llama Croa-croa y
tiene contraseña. La contraseña es: CRA-CRE-CRI-CRO-CRU.
Al cabo de unos días en la escuela Cro-croa, Cristina aprendió a
croar, gracias al apoyo de sus compañeros y de la señorita
Cristal. -Gracias señotita Cristal -le dijo Cristina- Nosotros tenemos que
cruzar la laguna e ir a casa.
- Bueno , que os vaya bien - se despidió la señorita Cristal.-
¡Adiós!
-¡Adiós! -dijeron las tres ranas.
Cuando ya se despidieron de Cristal, las tres ranas fueron a
buscar su barquita. Estaba en perfecto estado.
Subieron en ella y por el camino vieron a unas crías de pato
muy bonitas. Por ese tramo fueron un poco más rápidas
porque... ¿quién sabe si los patos tendrían hambre?
Cuando cruzaron la laguna y llegaron a su casa, sus padres se
pusieron muy contentos a ver que Cristina ya croaba.
Al día siguiente en el colegio no se burlaron más de ella , porque
era la que mejor croaba de todas . Las demás ranas le pidieron
perdón y ella les perdonó. Cristina ya no tuvo más problemas con sus compañeros ni con su profe.
Al final Cristina fue la mejor en la clase de croar y fue muy feliz.
Esther de Frutos Sanz
5º de Primaria C.P. Zulema (Alcalá de Henares)
"LAS AVENTURAS DE DAVID Y DANI"...
en el reino de la da, de, di, do, du
En una ciudad de Indonesia vivían Dani y David, que eran dos
hermanos parecidos. Siempre estaban durmiendo, se levantaban a las tantas y no hacían nada. Hasta que un día
encontraron una carta dorada y empezaron a leerla con mucho
entusiasmo. La carta decía que el que la encontrara e hiciera
todo lo que ponía en ella, viviría muchas aventuras.
Los dos hermanos decidieron que harían todo lo que en ella
pusiera, además como ya eran mayores de edad, pues Dani
tenía dieciocho años y David diecinueve no tendrían que pedir
permiso a sus padres para que les dejasen irse de aventuras por todo el mundo.
Estaba todo decidido iban a ser detectives por sesenta y dos
días.
Corriendo fueron a la tienda de Doroteo, que era un señor
regordito y risueño, el que vendía de todo.David y Dani pidieron
una avioneta verde y pagaron por ella doce mil euros.
Guardaron en la avioneta todas sus cosas, los dulces que tanto
gustaban a David, los dátiles que entusiasmaban a Dani, sus
discos, discmans y todo lo que creyeron que les haría falta en
un viaje de aventuras como el que estaban a punto de realizar.
Salieron a las diez en punto de la mañana siguiente. En el
trayecto se les rompió el mapa que llevaban para guiarse y
tuvieron que aterrizar en Madagascar. Allí conocieron a un viejo
que tenía un doberman llamado Dado de color anaranjado. El
viejo les dijo que si querían al perro se lo regalaba. David y Dani
pensaron que sería una gran ayuda llevar consigo un doberman para que los defendiera en caso de emergencia. Dado corrió
hacia una arboleda llena de cardos, iba olfateando algo.
Llegaron a un puente y Dado empezó a gruñir, había olido a un
oso pardo. El oso fue a por David hasta que al final le mordió.
Cuando volvieron vieron al viejo que se estaba muriendo, le
había dado una diarrea por un producto del supermercado. Dani
se dirigió al Ayuntamiento a denunciar a los propietarios del
supermercado. Cuando murió el viejo, el supermercado les pagó a Dani y David una indemnización de veintidós mil euros.
Entraron en la casa del viejo y encontraron un diario plateado
donde decía que los herederos eran Dani y David. La herencia
era un avión que era demasiado grande para dos personas. Pero
su avioneta estaba averiada.
Decidieron seguir su viaje en su nuevo avión, cuando llegaron a
Nueva Delhi descansaron en un hotel y miraron los mapas de la
ciudad. Decidieron quedarse unos días y disfrutar de los museos de dinosaurios, los budas de bronce y todas las maravillas que
podían encontrar en esta ciudad. También aquí conocieron a
otros dos detectives Eduardo y Águeda de los que se hicieron
muy amigos y les dijeron que si les gustaba ser detectives con
ellos. No se lo pensaron dos veces y decidieron que sí.
Al día siguiente Dani , David y Dado fueron detrás de Eduardo y
Águeda porque estaban buscando a un malvado bandolero
llamado Dámaso que robaba a los ricos su dinero y sus diamantes. Dado empezó a olfatear hasta que llegaron a una
cascada . Siguieron a Dado y entraron a una cueva que estaba
desierta hasta que oyeron voces. Corrieron para encontrar un
pasadizo que conducía a las voces, miraron a ver quién era.
Vieron a Dámaso y a un diablo llamado Nadal.
Eduardo y Águeda dispararon a Dámaso y quedó herido en el
suelo. El diablo desapareció, Dámaso sacó su arma pero Dado le
desarmó mordiéndole un poco. Eduardo sacó las esposas para
arrestar a Dámaso y lo llevaron a la cárcel.
Daniel Selva Real y Alejandro Olmo Herrera
6º de Primaria C.P. Zulema (Alcalá de Henares )
"LAS AVENTURAS DE LA F"
La f fregaba el suelo con la fregona. Cuando terminó de fregar
la casa,
fue al campo a ver a las flores y vio una flor fea, feísima. Volvió
a casa
a recoger a su amiga Florinda y las dos se fueron a la feria, se
montaron
en un teleférico y después subieron a un elefante del tiovivo. La
f y su
amiga Florinda se tomaron un café en la cafetería.
Al día siguiente, f y Florinda salieron a un safari con la familia.
Vieron
elefantes, focas, jirafas, delfines y se fueron a cenar huevos
fritos con
patatas fritas, de postre tomaron fruta: fresas y frambuesas.
Felices, se
fueron a su casa a dormir.
Cuento realizado por:
Los alumnos de Infantil de cinco años B
C.P. Zulema (Alcalá de Henares )