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Multiservicios Emanuel

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CUENTOSTo conejo y to coyote.(Cuento) Haba una vez un conejo que iba cantando la, la, la, la, la, la, la corre y salta de aqu y all; El conejo que estaba muy cansado descanso en un viejo rbol cando de pronto apareci don coyote dando unos chillidos espantosos y le dijo al conejo:-Oye, conejo que haces debajo de ese rbol!-Estoy descansando, Descansando dijiste! -Oye porque no vamos a cortar aquellos elotes que estn del otro lado de esa colina, o mejor hagamos un trato quieres.- un trato dijiste! Si un trato dije!-Esta bien cual es tu trato; vayamos y el que corte ms se queda con todo.-Trato hecho, coyote!Llega el coyote a buscar elote y dice:-Ese conejo es muy tonto no sabe que el va ser mi banquete.Dice el conejo: Algo muy serio ha pasado! Me tiene muy preocupado!

El cielo se viene abajo y estoy pasando trabajo. -Tengo hambre Y de pronto le grito a coyote; -Ahora voy compadre le contesta el conejo inocentemente. No se tarde usted, compadre! Aqu lo voy a esperar, tengo ganas de comer dijo to coyote, apenas que venga el tonto conejo me lo como en un ratito, de tanto esperar to coyote sinti el cielo muy pesado y no se haba dado cuenta que el conejo se haba burlado de l quitndole todo los elotes ya que to conejo sospechaba de to coyote.

As termin el coyote sin conejo y sin elotes, al derecho o al revs quieres que te lo cuente otra vez.

El ratn de la tienda.(Cuento)Cierta vez un ratn entro de noche en una tienda. Olisque todas las cosas buenas que haba all: mantequilla, tocino, salchichas, queso, pan, pasteles, chocolates, manzanas, nueces y zanahorias frescas.

Lo primero que hizo fue sentarse en sus patitas traseras, mover el rabito en el aire y silbar de gusto. La cuestin era: por donde empezar?Decidi roer un paquete de mantequilla, pero por u lado ola tan bien el tocino, y por el otro, ola tambin el queso!Decidi empezar a roer el queso, pero por un lado ola tambin la salchicha y por el otro, ola tambin a chocolate!Decidi roer el chocolate, pero por un lado, olan tambin a pasteles, y por el otro, olan tambin a mantequilla! El pobre ratoncito corra de un lado a otro. No saba, es que no saba por dnde deba empezar a roer. Y a todo esto se iba haciendo de da, y la gente entr en la tienda. Nada ms entraron y echaron fuera la ratoncito. As que el ratn dijo a los otros ratones:

No vuelvo a ir ms a la tienda. Justo cuando empiezas a comer, te echan!

La rara zanahoria:(Cuento)

Haba una vez un abuelito que sembr una semilla de zanahoria el abuelito la regaba y la regaba y le deca; - crece zanahoria crece grande.

Un da, el abuelito quiso hacer una rica ensalada y fue en busca de la zanahoria trat de arrancarlo, jalo y jalo pero no pudo arrancarlo y entonces llam a la abuelita y los dos trataron de arrancar la zanahoria pero no pudieron, entonces la abuelita llam a la nieta y los tres agarrndose de la cintura y entre todos trataron de arrancar la zanahoria pero no lo lograron.

Despus vieron pasar al un leador y le pidi les ayudara ha arrancar a esa zanahoria y el leador les ayudo pero no pudieron arrancarla; luego fueron a llamar al perro de la casa y los cinco trataban de arrancarlo cuando zas! Todos cayeron luego se levantaron a ver la zanahoria y la levantaron y con ella prepararon la rica ensalada y el abuelo estaba feliz porque haba cosechado una zanahoria enorme.

El buey que no quera trabajar.(Cuento)

Un seor tena un burro y un buey que dorman en el mismo lugar. Un da el buey habl con el burro, quera un consejo para no trabajar tanto. El burro le aconsej que se hiciera el enfermo y se negara a trabajar.

El seor oy cuando el burro aconsejo al buey; al da siguiente cundo el buey no quiso levantarse, fue a traer al burro y lo puso a trabajar con la carreta. Esto no le gust al burro y pens en la manera de resolver el problema.

En la noche cuando regres al campo, le dijo al buey que el dueo lo vendera al carnicero porque ya estaba viejo y enfermo. Le aconsej que volviera al trabajo para que no lo mataran.

Al otro da, el buey se despert muy temprano y se puso a trabajar. El seor, que lo haba escuchado todo, se re en la forma que el burro resolvi el problema.

Hombres de Madera. (Cuento)

El Popol Vuh (libro sagrado de los avisos), es nuestra fuente principal de informacin sobre las creencias de los mayas.

Fue en tiempo en donde solo exista el mar y el cielo. En el mar en el fondo en el habitaban dos Dioses, el creador y el asesor de formas, medioces, el creador y el hacedor de formas, meditaba acercarse de la vida del hombre, de acuerdo con la ayuda del corazn del cielo est confirmado por las tres divinidades que son: cachuh Huracn, el Relmpago, Chips Cachulh (el rayo) y la raza cahl (el trueno) fueron creando la tierra, las montaas, los rboles: tambin crearon las diferentes clases de animales cada una diferente para poder habitar, pero deba crear un ser con entendimiento y haba para que lo adorar el hombre.

Decidieron consultar a otros Dioses, dos ancianos divinales que podra leer el futuro de todas las cosas, juntos hicieron hombres de madera y mujeres de madera, estos tuvieron cuatro hijos y dispensaron por toda la tierra. Pero tampoco estos de la madera tenan entendimiento causaban inmensas inundaciones, y tambin enviaron cuatro pjaros inmensos para que los atacarn, ellos trataron de huir pero no lo lograron pes hasta males que convena, con ellos estaban en su contra por los malos tratos recibidos.

El Caballo AmaestradoUn ladron que rondaba en torno a un campamento militar, robo un hermoso caballo aprovechando la oscuridad de la noche. Por la maana, cuando se dirigia a la ciudad, paso por el camino un batallon de dragones que estaba de maniobras. Al escuchar los tambores, el caballo escapo y, junto a los de las tropa, fue realizando los fabulosos ejercicios para los que habia sido amaestrado.Esta caballo es nuestro! Exclamo el capitan de dragones. De lo contrario no sabria realizar los ejercicios. Lo has robado tu? Le pregunto al ladron.Oh, yo...! Lo compre en la feria a un tratante... Entonces, dime como se llama inmediatamente ese individuo para ir en su busca, pues ya no hay duda que ha sido robado.El ladron se puso nervioso y no acertaba a articular palabra. Al fin, viendose descubierto, confeso la verdad.Ya me pareca a m exclamo el capitn Que este noble animal no podia pertenecer a un rufian como tu!El ladron fue detenido, con lo que se demuestra que el robo y el engao rara vez quedan sin castigo.

La Ratita BlancaEl Hada soberana de las cumbres invito un dia a todas las hadas de las nieves a una fiesta en su palacio. Todas acudieron envueltas en sus capas de armio y guiando sus carrozas de escarcha. Pero una de ellas, Alba, al oir llorar a unos nios que vivian en una solitaria cabaa, se detuvo en el camino.El hada entro en la pobre casa y encendio la chimenea. Los nios, calentan-dose junto a las llamas, le contaron que sus padres hablan ido a trabajar a la ciudad y mientras tanto, se morian de fro y miedo.-Me quedare con vosotros hasta el regreso de vuestros padres -prometio ella.Y as lo hizo; a la hora de marchar, nerviosa por el castigo que poda imponerle su soberana por la tardanza, olvido la varita mgica en el interior de la cabaa. El Hada de las cumbres contemplo con enojo a Alba.Cmo? ,No solo te presentas tarde, sino que ademas lo haces sin tu varita? Mereces un buen castigo!Las demas hadas defendian a su compaera en desgracia.-Ya se que Alba tiene cierta disculpa. Ha faltado, s, pero por su buen corazon, el castigo no sera eterno. Solo durara cien aos, durante los cuales vagara por el mundo convertida en ratita blanca.Amiguitos, si veis por casualidad a una ratita muy linda y de blancura des-lumbrante, sabed que es Alba, nuestra hadta, que todavia no ha cumplido su castigo...

El Cedro VanidosoErase una vez un cedro satisfecho de su hermosura. Plantado en mitad del jardin, superaba en altura a todos los demas arboles. Tan bellamente dispuestas estaban sus ramas, que parecia un gigantesco candelabro.Si con lo hermoso que soy diera ademas fruto, se dijo, ningun arbol del mundo podria compararse conmigo. Y decidio observar a los otros arboles y hacer lo mismo con ellos. Por fin, en lo alto de su erguida copa, apunto un bellisimo fruto.Tendr que alimentarlo bien para que crezca mucho, se dijo.Tanto y tanto creci aquel fruto, que se hizo demasiado grande. La copa del cedro, no pudiendo sostenerlo, se fue doblando; y cuando el fruto maduro, la copa, que era el orgullo y la gloria del arbol, empezo a tambalearse hasta que se troncho pesadamente. A cuantos hombres, como el cedro, su demasiada ambicion les arruina!

La Gata EncantadaErase un principe muy admirado en su reino. Todas las jovenes casaderas deseaban tenerle por esposo. Pero el no se fijaba en ninguna y pasaba su tiempo jugando con Zapaquilda, una preciosa gatita, junto a las llamas del hogar. Un dia, dijo en voz alta: Eres tan cariosa y adorable que, si fueras mujer, me casaria contigo.En el mismo instante aparecio en la estancia el Hada de los Imposibles, que dijo:Principe tus deseos se han cumplido.El joven, deslumbrado, descubrio junto a el a Zapaquilda, convertida en una bellisima muchacha.Al da siguiente se celebraban las bodas y todos los nobles y pobres del reino que acudieron al banquete se extasiaron ante la hermosa y dulce novia. Pero, de pronto, vieron a la joven lanzarse sobre un ratoncillo que zigzagueaba por el salon y zamparselo en cuanto lo hubo atrapado. El principe empezo entonces a llamar al Hada de los Imposibles para que convirtiera a su esposa en la gatita que habia sido. Pero el Hada no acudio, y nadie nos ha contado si tuvo que pasarse la vida contemplando como su esposa daba cuenta de todos los ratones de palacio

El Lirio Sobre la verde orilla del ro haba crecido un bello lirio. Alta y erguida sobre su tallo, la flor reflejaba sus blancos ptalos en el agua y el agua quiso apoderarse de ella.Cada onda que pasaba se llevaba consigo la imagen de aquella blanca corola, y transmita su deseo a las ondas que an no haban llegado a verla. Y as, todo el ro empez a agitarse, inquieto y veloz. No pudiendo apoderarse del lirio, tan bien plantado y alto sobre su robusto tallo, las olas se lanzaron furiosas contra la orilla, hasta que la riada arras toda la ribera, y tambin el lirio puro y solitario.Las pasiones desorbitadas de los hombres, son tan difciles de contener como las olas desatadas.