CUENTOS PARA LEER Y COLOREAR -...

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CUENTOS PARA LEER Y COLOREAR

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CUENTOS PARA LEER Y COLOREAR

PRÓLOGO

CUENTOS MÉDICOS “LEER PARA ESTAR BIEN”

La lectura no sólo proporciona información, sino que forma, educa.

Un niño con el hábito de la lectura está preparado para aprender por sí mismo toda la vida y resolver los diferentes problemas académicos y personales que se le presenten.

La campaña Leer para estar bien ha tenido como objetivo a lo largo de estos años lograr que los niños comiencen a interesarse por la lectura desde temprana edad, también que las madres y padres sean conscientes del beneficio que genera la lectura en el desarrollo del niño. Esto lo hemos podido lograr a través de los pediatras como promotores de la lectura, sumando esfuerzos con las instituciones de pediatría más importantes del país, llegando así a incidir de manera significativa en los pequeños y sus padres.

La idea de realizar estos cuentos médicos es principalmente, informar a los padres de familia y a los niños sobre temas que puedan resultar importantes como prevención, conocimiento o educación complementaria. A través de un grupo de expertos, y por recomendación de estas instituciones pediátricas, hemos adaptado temas de relevancia para la salud en la niñez mexicana para convertirlos en cuentos, que, además de fomentar la lectura y divertir, puedan servir como valiosas lecciones.En esta primera entrega, el tema desarrollado es el bullying, debido a la importancia que ha cobrado el tomar conciencia de este conflicto social. Este material apoya también a los pediatras sumados a la causa, ya que facilita material de lectura para seguir promoviendo este hábito, con lo cual, brinda a sus pacientes la dosis de lectura necesaria para estar bien.

También le contó que no tener cabello la hacía sentir muy extraña, pero Kolmin le dijo que se veía genial, como una rockera o alguna estrella de punk, y aunque a ella le dio risa, Kolmin sentía que no tener cabello la incomodaba, por lo que se le ocurrió que, si se rapaba para verse como ella, tal vez su nueva amiga ya no se sentiría tan diferente a los demás. Preguntó a sus papás si lo podía hacer y estuvieron de acuerdo.

Con esta idea en la cabeza, Kolmin platicó con los niños que iban al hospital y los invitó a raparse, los que tenían cabello largo podrían donarlo para hacer pelucas para los enfermos, y aunque estuvieron dudosos al inicio, al entender la importancia y la forma como afectaba la pérdida de cabello a los pacientes aceptaron. El fin de semana acudieron a una estética que el medico les recomendó, donde podrían donar su cabello y los raparían gratis. Cuando salieron de la estética camino al hospital para visitar a los enfermos algunas de las personas con las que se encontraban los miraban extrañados, no se explicaban porque se habían rapado. Una muchacha los detuvo para preguntarles que les había pasado. Kolmin le explicó porque se habían rapado y la muchacha les dijo que ella también quería participar, e incluso comenzaron una campaña en galaxia Maraha para que todos los habitantes sanos se raparan y así, los enfermos no sintieran la necesidad de usar pelucas.

Y así fue: los habitantes sanos de Maraha pusieron manos a la obra para que los enfermos supieran que no estaban solos. Si bien la enfermedad era muy dura y el tratamiento podía llegar a ser agotador, toda la galaxia estaba con ellos apoyándolos y esto, fue un factor importante para que pudieran trabajar en su recuperación.

FIN

Escuadrón de Prevención de Accidentes

Te voy a contar una historia, y debes prometer ayudarme a difundir este mensaje. Ayer mientras dormía, me vino a visitar en sueños el ¡Escuadrón de Prevención de Accidentes! Fue maravillosos conocerlos. Se presentaron conmigo y me contaron todo lo que hacen.

El Inspector Burbuja se encarga de revisar que el escuadrón haga bien su trabajo y que nuestra casa sea un lugar seguro, porque es donde más tiempo pasamos cuando somos chiquitos, y nos protege de accidentes.

Por Karla Puga

Tropezón Pom Pom me explicó que para evitar caídas debemos

hacer cosas que nos ayuden a estar más seguros. Por ejemplo, la cuna de mi hermanito bebé,

debe tener barrotes altos y cercanos por donde no pueda

meter su cabeza y atorarse, y como puede llegar a ser muy

travieso, es importante que no tenga almohadas altas o

juguetes que pueda usar como escalón para brincar de su cuna,

porque seguramente no la podrá brincar y se podría caer

de cabeza. ¡Y ese golpe puede ser muy

peligroso!

Pensando en esto, Kolmin organizó a sus amigos con los que había ido al hospital y cada tercer día después de clases y de terminar sus deberes se reunían en su casa y juntos iban al hospital. Estando ahí, conoció a una paciente que era una niña de su edad. Eso lo sorprendió mucho porque pensaba que solo a los adultos les daba cáncer. Kolmin se acercó a ella y comenzaron a platicar, la tarde se les fue y se tuvieron que despedir, pero Kolmin le prometió que volvería a visitarla pronto.

Al llegar a casa, Kolmin le platicó a su mamá que había conocido a una niña en el hospital y que le había caído muy bien, era muy divertida y contaba unas historias muy buenas, pero podía ver que se sentía mal; parecía que algo le dolía.

También me dijo que la mesita donde le cambian el pañal y lo visten debe ser curva, como la forma de una cuchara, o tener un barandal para que no se vaya a rodar y se caiga.

Para evitar caernos de las escaleras, debemos tener un barandal que tape su entrada, así no podremos rodar para abajo y cuando queramos bajar o subir por ellas, necesitaremos avisarle a mamá o papá para que abran el barandal y ellos nos podrán vigilar al hacer esto.

Las caídas de lugares elevados fue lo primero que me platicó Tropezón Pom Pom, pero le pregunté qué podría hacer para evitar caerme desde mi altura. Cuando mi mamá me compró unos zapatos nuevos, muy bonitos de charol negro, los quise estrenar y parecía que estaba en patines porque me resbalé por el piso de la cocina y choqué con la mesa.

Tropezón me dijo que es importante que el suelo de la casa no sea resbaloso y a veces no es que el material sea resbaloso como tal, pero los líquidos con los que se limpia hacen que se vuelva resbaloso y ¡ya lo creo! El moretón que me quedó en el brazo demuestra que el piso se volvió resbalosos.

También me dijo que, si hay alfombra en algún lado de la casa, esta debe estar bien sujeta al suelo y no tener arrugas porque ahí se te puede atorar un pie y puedes caerte, y de igual forma los cables que tengamos deben estar bien amarrados para que no pueda pasar lo mismo que con la alfombra.

En la regadera es importante usar un tapete que se llama “antideslizante” para no resbalarse con la combinación de agua y jabón.

No fue fácil reclutar a otros niños que quisieran ir a visitar a los pacientes, los papás de algunos pensaban que se podían contagiar y se resistían a permitirles ir. Sin embargo, con información en mano Kolmin les enseñó que la enfermedad no era contagiosa y que visitarlos les ayudaría a tener mejor ánimo.

Kolmin reunió a un grupo de 10 niños que fueron al hospital. Al principio algunos se asustaron de ver a los pacientes sin cabello, algunos inclusive sin cejas. No entendían porque si la medicina les estaba ayudando se veían tan mal, pero uno de los doctores les explicó que la quimioterapia mataba células malas y también buenas, y por eso se afectaban otras partes del cuerpo.

Kolmin le preguntó al doctor que podían hacer para ayudar a los pacientes, a lo que el doctor respondió que podían platicar con ellos, leerles un cuento y para los que habían perdido el cabello podían organizar una colecta de cabello para poder hacerles pelucas, ya que con el tratamiento pasarían meses para que pudieran recuperar su cabello.

Los médicos decidieron llamar a esta enfermedad cáncer, y al

hecho de que se brincara a otras partes del cuerpo le

llamaron metástasis. Los científicos encontraron un

tratamiento que podía funcionar para poder curar la enfermedad llamado quimioterapia, aunque

cuando la enfermedad ya había brincado a otras partes del

cuerpo era más difícil que se pudiera curar.

Los pacientes que recibieron tratamiento y estaban aún en

etapas tempranas pudieron recuperar su salud, sin embargo,

la medicina afectaba otras partes de su cuerpo: sentían que no tenían ganas de hacer nada,

sus ojos se hundían y su cabello se caía.

Uno de los pacientes Storms tenía un hijo de 8 años, Kolmin,

que solía visitarlo durante su tratamiento, y viendo que los

otros pacientes se sentían muy mal, decidió juntar a un grupo

de niños para visitarlos y animarlos.

Me explicó que si la casa tiene ventanas de donde pueda

llegar a caer, estas deben estar cerradas con un seguro que los niños no podamos abrir o tener

barandales donde no nos quepa la cabeza entre los

barrotes porque nos podemos quedar atorados ahí.

Después de todo lo que me contó Tropezón Pom Pom,

quería saber más. ¡Nunca me imaginé que en casa pudiera haber tantos riesgos! Así que

me presentaron a Lola Protectora, la encargada de

enseñarnos a prevenir heridas, quemaduras y choques

eléctricos.

Lola me explicó que, para evitar heridas, debemos dejar cosas peligrosas como cuchillos, tenedores y cosas filosas o con puntas filosas lejos de los niños, porque nos pueden hacer daño. Lo mejor sería tenerlas en un closet con llave o con otra forma de seguridad.

Los electrodomésticos que se calienten o tienen aspas como batidoras o ventiladores también deben estar resguardados para que no los podamos usar, ya que en estos se nos puede atorar un dedo y… algo muy malo puede pasar.

Para evitar quemaduras al bañarnos, Lola me dijo que es importante revisar la temperatura del agua, en particular cuando vamos a bañar al bebé y ésta no debe superar los 37°.

Las tres colonias habitaban Galaxia Maraha y aunque parecían convivir en armonía, una enfermedad empezó a afectar a los Globbs en mayor medida, aunque también algunos Troopers y Storms enfermaron.

Al principio, los doctores no sabían de qué enfermedad se trataba, porque los enfermos mostraban síntomas en diferentes partes del cuerpo. Tuvieron que hacer análisis y estudios para poder determinar si se trataba de la misma enfermedad en todos los pacientes y después de semanas en las que un grupo de médicos y científicos trabajaron arduamente para poder encontrar las causas de la enfermedad, descubrieron que era: las células del cuerpo se estaban reproduciendo de forma desordenada y con más rapidez de lo que deberían. Esto ocurría de forma inicial en cierto lugar del cuerpo que la enfermedad estaba atacando, pero descubrieron que podía brincar de una parte del cuerpo a otra.

En la cocina, es importante que los mangos de los sartenes y ollas siempre apunten hacia adentro de la estufa y nunca hacia donde esta el paso, así como los líquidos calientes, ya que podemos chocar con ellos y se nos pueden caer encima y quemarnos. Cuando vamos a comer y cuando vamos a darle el biberón al bebé, hay que verificar que la temperatura sea adecuada para no quemarnos la boca.

Mi hermanito es muy curioso y le gusta meter los dedos en todo lo que encuentra, así que le pregunté a Lola como podríamos evitar que se electrocute si mete un dedo a un enchufe, y me dijo que podemos usar protectores para que esto no ocurra.

Así mismo los enchufes no deben estar sobrecargados y periódicamente papá y mamá los deben revisar para asegurarse que estén en buen estado.

Lo ideal sería tener un detector de humo en casa, porque si algo se prende en fuego, este nos avisaría y nos daría tiempo de salir.

¡Wow! Quedé impresionado con todas las recomendaciones de Lola Protectora. Era casi hora de que el escuadrón se fuera, pero aún quedaba alguien más por conocer: Sofocón Sansón, el encargado de prevenir intoxicaciones y ahogamientos. Pero antes de que me explicaran que hacía, quise saber que era una intoxicación, nunca había escuchado sobre eso.

Así que Sofocón Sansón me explicó que una intoxicación ocurre cuando ingieres algo que le hace daño a tu organismo y te puede provocar desde una diarrea horrible hasta la muerte, en el peor de los casos.

¡Eso me asustó mucho! ¿ Y cómo podemos prevenirlo? Sofocón Sansón me explicó que, para prevenir una intoxicación, debemos mantener productos de limpieza, insecticidas, abonos y otros productos por el estilo en envases adecuados, nunca vaciarlos en envases de refrescos porque los podemos confundir y siempre tenerlos en una repisa alta que no podamos alcanzar los niños.

Al lado de su colonia, vivían los Globbs. A ellos no les gustaba hacer ejercicio, les encantaba comer cosas fritas, mucha carne y nada de frutas. Además, poco les importaba cuidar su piel del sol, ya que decían que el sol era para disfrutarlo y querían aprovecharlo al máximo.

Al lado de los Globbs vivían los Troopers, quienes cuidaban su cuerpo y su alimentación, pero les gustaba darse gustos de vez en cuando comiendo pastelitos y otras delicias y una de sus actividades favoritas era salir a acampar al bosque.

Con respecto a las medicinas, mamá y papá nos deben explicar que son medicamentos y que solo

debemos tomar los que indicó el doctor, porque no son dulces, y consumidas en exceso también

nos pueden hacer daño.

Para las intoxicaciones por comida, debemos siempre estar

al pendiente de las fechas de caducidad, los que tengan que

estar refrigerados mantenerlos a la temperatura adecuada y revisar

que no tengan moho u hongos, lo que nos indicaría que el alimento está caduco y nos puede hacer

daño. ¡Y no solo eso! Algunas plantas también pueden ser

tóxicas, así que antes de que se compre alguna planta nueva

para el jardín o la casa, hay que verificar que no sea tóxica.

Toda está información es genial, pero justo cuando pensé que ya sabía todo lo que tenía que aprender de la prevención de accidentes, Sofocón Sansón me dijo que aún no habíamos terminado mi entrenamiento, aun quedaba por aprender sobre la sofocación, el ahogamiento y el ahorcamiento.

Sofocón Sansón me explicó que estos ocurren cuando el aire ya no te entra y te empiezas a ahogar; te puedes poner morado y si dejas de respirar puedes tener consecuencias graves. Un sofocamiento ocurre cuando un objeto extraño, como comida sólida que no se mastica bien, o algo muy pequeño se puede atorar en la garganta, por eso importante no comer cosas como aceitunas, caramelos o frutos secos cuando somos pequeños, porque tienen el tamaño justo para atorarse en nuestra garganta.

Galaxia Maraha y una extraña enfermedad

Había una vez, una lejana galaxia que estaba habitada por diferentes grupos de humanos que vivían en colonias agrupadas de acuerdo a su estilo de vida.

Estaban los Storms: cuidaban a su cuerpo como un templo. Hacían ejercicio de forma regular, comían de forma balanceada, usaban protector solar para proteger su piel de los rayos del sol y sabían la importancia de visitar al médico de forma regular para hacerse estudios y comprobar que estaban bien de salud.

Por Karla Puga

También aquí encontramos cosas como bolsas de plástico, alfileres o agujas, que a veces los adultos sostienen con la boca, pero si nosotros no sabemos cómo hacerlo, se nos pueden meter a la garganta y sofocarnos.

En lo que se refiere a los juguetes, estos deben tener el tamaño adecuado para la edad que tenemos y de preferencia que no tengan partes pequeñas que nos puedan caber en la boca porque se nos pueden atorar en la garganta.

El ahogamiento, por otro lado, ocurre cuando quedamos sumergidos bajo el agua y no podemos respirar, por esto es importante que los niños nunca estemos solos en una bañera, que no haya cubetas con agua sin vigilancia y cuando vayamos a la alberca o si tenemos una alberca inflable en casa, siempre la usemos bajo la supervisión de un adulto.

Papá y mamá también parecían más delgados, de su cintura ya no se asomaba tanto su panza y Sofía ahora podía brincar más alto y correr más rápido. La familia se dio cuenta que los hábitos alimenticios que tenían antes habían provocado que subieran de peso y con esto, habían puesto en riesgo su salud. No era fácil comer de forma sana porque los alimentos dulces y fritos eran sus favoritos y aunque aún los seguían disfrutando, solo los comían una vez a la semana. Papá se sentía mejor y aunque aún tenía que inyectarse su medicina y tomar sus pastillas, su presión arterial había disminuido gracias a los cambios en sus hábitos alimenticios y de ejercicio que habían realizado como familia.

FIN

Y en lo que se refiere al ahorcamiento, este ocurre cuando algo aprieta tu vía aérea impidiendo el paso de aire a tus pulmones. Para evitarlo no hay que ponerle collares, cadenas o lazos alrededor del cuello a los bebés, y en particular mientras duermen, aunque esta recomendación también aplica para niños más grandes porque nos podemos atorar con algo y el collar nos puede ahorcar.

¡Ahora si! Mi entrenamiento está completo. El Inspector Burbuja me dijo que tengo toda la información necesaria para unirme al Escuadrón de Prevención de Accidentes y desde mi casa, ayudar a que tengamos un entorno más seguro. Y aunque no quería que el Escuadrón se fuera, me dijeron que tenía que despertar para llevar su mensaje a muchos más niños y que ellos a su vez, se encontrarían con más reclutas de prevención de accidentes en otros sueños.

FIN

Al principio no fue fácil comer de esta nueva forma, todo sabía

insípido y Mateo extrañaba sus galletas y pastelitos, pero

conforme pasaron los días, se volvió más fácil comer frutas y

verdura, y cada vez podía hacer un poco más de ejercicio en el parque. También se dio cuenta

que su ropa parecía estar regresando a su tamaño normal; ya no le apretaba tanto, y en la

clase de deportes ya podía realizar los 25 saltos en la cuerda que antes no podía e incluso las

manchas de su cuello y axilas parecían estar desapareciendo.

Villa Oso y el ojo blanco

¡Bienvenidos a Villa Oso! Un lugar fantástico donde vivo con mi familia. Aquí vivimos osos de peluche, de todas las especies: pandas, pardos, polares, malayos, negros y el que tiene el nombre más gracioso, el de anteojos.

Mi mejor amigo es justo uno de la especie de anteojos. Su especie se llama así porque alrededor de los ojos su peluche es blanco y parece que siempre estuvieran usando anteojos. Desde que nacimos nuestras familias eran amigas y tuvimos suerte de nacer con una semana de separación por lo que más que amigos, somos como hermanos. Yo me llamo Padi y mi amigo, Roki.

Cuando entramos al kínder, tuvimos suerte de estar en el mismo salón y ¡como nos divertíamos en clases! Cuando fue mi cumpleaños número 4, mis papás me hicieron una fiesta muy divertida: comimos pizza, partimos una piñata, soplé las velitas de mi pastel y no podían faltar las fotografías con todos los invitados.

Por Karla Puga

Papá les dijo que a partir de ese día tendrían que hacer cambios en sus hábitos de alimentación y

de ejercicio, porque si seguían comiendo como lo hacían y no

hacían ejercicio diario, todos podrían enfermarse. Dentro de los cambios que harían, ya no tomarían refrescos ni jugos de

fruta, tomarían agua de frutas sin azúcar adicionada y agua

simple. Los alimentos fritos que tanto les gustaban los cambiarían

por guisados hervidos o asados. Los pastelitos, cereales, dulces y

galletas que comían diario ahora solo podrían consumirlos una vez

a la semana y lo más importante, todos tendrían que hacer

ejercicio de forma diaria. Saldrían a caminar, a andar en bicicleta o

inclusive, usarían los aparatos de ejercicio que había en el parque.

Al día siguiente, me puse a ver con mamá las fotografías de mi fiesta y todos se veían muy contentos, pero algo me llamó la atención: Roki se veía diferente a los demás en las fotografías. En una de ellas todos teníamos los ojos rojos, como suele pasar cuando te tomas una foto con flash, pero a él se le veía un ojo rojo y el otro de color como blanco o amarillo… eso era muy extraño. Le pregunté a mamá porque se veía así su ojo y ella no sabía, por lo que buscamos información en internet para saber porque pasaba esto.

Encontramos mucha información que no sabíamos de donde venía, así que nos enfocamos en buscar información publicada por doctores e instituciones que fueran confiables. La información que encontramos nos asustó un poco porque ese ojo de color amarillo o blanco podía ser indicativo de un tipo de enfermedad llamada retinoblastoma, que es un tipo de cáncer, que afecta a los niños menores de 4 años principalmente.

Mamá les explicó que papá y ella estaban pasados de peso, por eso su ropa se había encogido y les dolían las rodillas y la espalda. Mateo, pensando que su ropa se había encogido también, le preguntó a mamá si las machitas que tenía en el cuello podría estar relacionada con esto y mamá le dijo que sí. El doctor les había dado un folleto con información sobre las alteraciones que produce el sobrepeso en el organismo y esas manchas podrían ser causadas por una resistencia a la insulina… tendrían que llevar a Mateo al médico para que lo revisara también.

Mamá y yo no sabíamos que hacer. ¿Cómo le podíamos decir a la mamá de Roki que posiblemente estaría enfermo sin siquiera saber con certeza esto? Pensamos que lo mejor sería no decir nada, quizá ese reflejo en el ojo de Roki solo fue un efecto de la cámara, pero encontramos en la información que buscamos que la detección temprana de esta enfermedad puede significar la diferencia entre que el paciente pierda el ojo, o inclusive que salve su vida. También encontramos una App que se llama Cradle que puede ayudar a detectar el retinoblastoma, aunque no sustituye la evaluación de un médico.

Yo no quiero que Roki esté enfermo, que pierda su ojo o algo peor. Mientras buscábamos más información, mamá estaba muy pensativa. Por un lado, queríamos conocer más de la enfermedad para saber como podría evolucionar, y por otro ella estaba pensando en que podría decirle a la mamá de Roki. ¡Qué decisión más difícil para mi mamá! Sin embargo, sabiendo que la detección temprana es muy importante para que el tratamiento sea exitoso, mamá se armó de valor y me dijo que iríamos a casa de Roki esa misma tarde. Yo la acompañé porque quería jugar con mi amigo, y así mi mamá podría hablar con su mamá sin que estuviéramos interrumpiéndolas.

Antes de ir a verlos, bajamos la App de Cradle y aprendimos a usarla. Mamá llevó toda la información que encontramos para podérsela mostrar a la mamá de Roki y salimos de casa. Los dos estábamos muy nerviosos pero sabíamos que estábamos haciendo lo correcto.

Cuando llegamos, Roki y su mamá se sorprendieron un poco de vernos, pero nos invitaron a pasar. Nuestras mamás fueron a tomar un café a la cocina y Roki y yo subimos a jugar a su cuarto.

Dos días después, los papás de Mateo regresaron del doctor y le dijeron a Sofía y Mateo que tenían que hablar con ellos.

El doctor les había dicho que los niveles de azúcar de papá eran muy altos, y desafortunadamente tenía una enfermedad llamada diabetes tipo 2, además de que su colesterol y triglicéridos también estaban muy altos. Su presión arterial también estaba elevada y por esto es que se había sentido tan mal. Los niños no entendieron muy bien todo esto, pero mamá les explicó que de ahora en adelante papá tendría que usar una medicina que se inyectaba para poder controlar su azúcar y también necesitaría medicamentos para controlar lo demás. Pero el doctor les había dicho que lo más importante era que tenía que cambiar sus hábitos alimenticios porque si no lo hacía, las medicinas no surtirían efecto y papá se podría poner muy grave.

Mamá le enseñó a la mamá de Roki las fotos de mi cumpleaños, y le dijo que a mí me había llamado la atención el ojo blanco que se le veía en la foto y que investigamos más al respecto. Le enseñó la aplicación y la información que encontramos y la mamá de Roki comenzó a llorar. Le platicó a mi mamá que cuando era pequeña, uno de sus primos tuvo ese problema, pero no lo detectaron a tiempo porque desafortunadamente en esa época no había cámaras tan a la mano ni internet para buscar información y le tuvieron que quitar un ojo, por eso ahora usaba un parche y todos lo conocíamos como El Pirata.

El Pirata empezó con ese brillo blanco en su ojo pero nadie lo notó. Después de tener sus dos ojos normales, empezó a tener estrabismo… se puso bizco, pero sus papás no le dieron mucha importancia porque pensaban que El Pirata estaba jugando.

En el consultorio, le habían tenido que hacer algunos exámenes a papá porque no era normal que alguien de su edad tuviera esos síntomas, y tendrían los resultados en unos días. Esto asustó a los niños porque no sabían que papá estaba enfermo, así que esperaron ansiosos los resultados para saber que tenía.

Ese día, mientras Mateo se bañaba, se talló el cuello cuatro veces para quitarse la tierrita que su compañero le había dicho que tenía, y se dio cuenta que sus axilas también estaban sucias. Las talló y las talló pero ¡las manchas no se quitaban! Mateo se asustó porque parecía que estaba percudido, como sus calcetines blancos cuando están viejitos, y no sabía que hacer. No le quiso decir nada a mamá porque ya estaba preocupada con el malestar de papá, y pensó que quizá con un par de bañadas más en las que se tallara muy bien se le quitarían.

No fue hasta que a El Pirata le empezó a doler mucho un ojo que lo llevaron al médico. El diagnóstico del médico fue un retinoblastoma y el dolor lo estaba provocando un glaucoma, esto quiere decir que la presión del ojo estaba alta y por eso le dolía.

Le hicieron un tratamiento para tratar de salvar su ojo pero no funcionó, así que lo más importante ahora era salvar su vida, y aunque El Pirata perdió el ojo, conservó la vida. Nunca imaginé que por esto El Pirata no tenía un ojo.

La mamá de Roki le platicó a mi mamá que cuando El Pirata estuvo en el hospital, le explicaron a toda la familia que si no lo hubieran llevado a revisión cuando el ojo le empezó a doler, en poco tiempo su ojo hubiera comenzado a hacerse hacia afuera. Si esto ocurría era indicativo que la enfermedad del ojo se había expandido a otros lados del cuerpo, principalmente al cerebro y en esa etapa de la enfermedad, se podía perder la vida.

Sin tiempo que perder, la mamá de Roki le agradeció a mi mamá por haberle mostrado las fotos y por haberse tomado el tiempo de buscar información útil. La mamá de Roki buscó al especialista que atendió a El Pirata, pero ese médico ya se había retirado y le recomendó a un colega que se especializaba en esa enfermedad.

Con una cita para el día siguiente, llevaron a Roki a revisión y el diagnóstico del doctor fue que tenía un retinoblastoma. El doctor le explicó a la familia de Roki que este tipo de cáncer puede pasarse entre familiares o no necesariamente.

Al parecer El Pirata se lo pasó a Roki, pero mi amigo tuvo más suerte porque el destello blanco de su ojo es la fase inicial de la enfermedad y se puede tratar con menores consecuencias.

Mateo se sintió muy triste. No solo no pudo completar el circuito, varios de sus compañeros se rieron de él porque estaba muy rojo, no podía respirar y se asomaba su panza por afuera de su playera. Además, un niño le dijo que parecía que no se bañaba porque tenía el cuello sucio. Mateo corrió a los vestidores, sintiéndose muy triste porque él se bañaba diario, así que no entendía a que se refería su compañero con esto.

Para tranquilizarse, decidió comerse el lunch tan delicioso que mamá le había enviado y cuando lo terminó, se sintió mejor. Ya listo para irse a casa, mamá tardó más de lo normal en pasar por él y Sofía a la escuela, los hermanos pensaron que mamá los había olvidado, pero cuando finalmente llegó por ellos, les explicó que papá se había sentido mal en la oficina y tuvo que llevarlo al doctor.

Cuando mi mamá me contó que Roki tenía esa enfermedad, me puse muy triste y comencé a llorar. Yo quiero mucho a Roki y no quiero que nada le pase. Mamá al verme así me explicó que gracias a que vimos las fotos de mi cumpleaños y me dio curiosidad ver que era el ojo blanco de mi amigo e investigamos más al respecto, pudimos contribuir a que lo diagnosticaran a tiempo.

Cuando estuve más tranquilo, le pedí a mamá que me llevara a visitar a mi amigo, aunque esté enfermo sigue siendo mi mejor amigo y yo quiero estar con él durante su tratamiento para que sepa que siempre seremos amigos, aunque alguno de los dos esté enfermo.

Cuando llegamos a su casa, pensé que Roki estaría conectado a una máquina o a algo así, pero su mamá me explicó que el tratamiento comenzaría en dos días mientras le hacían otros estudios y tendría que faltar algunos días al kínder para poder recibir el tratamiento y ver cómo evolucionaba.

Sabiendo que aún faltaban unos días para su tratamiento, subí a jugar con mi amigo y antes de irme esa tarde a casa, le prometí a Roki y a su mamá que yo pondría mucha atención en clases para que mientras él está en tratamiento, yo aprenderé por los dos en el kínder. Y así, cuando Roki regrese a clases, que esperamos sea pronto porque se detectó a tiempo su enfermedad, no se habrá perdido de nada porque todo lo que la maestra nos enseñe yo lo voy a aprender por los dos.

FIN

¿Qué era eso? Y al amarrarse los tenis ¡no podía alcanzar sus pies!

Era como si algo le estorbaba para poder hacerlo, pero, ¿qué?

Mateo pensó que el sol había encogido sus shorts cuando se

secaban después de que se lavaron y seguro era eso lo que le

impedía alcanzar bien sus pies. Eso le había pasado a papá y mamá

cuando terminó el verano, toda su ropa se había encogido y por eso ahora tenían pedacitos de panza

asomándose por los lados de su cintura ¡el sol era muy travieso con

su ropa!

Después de luchar unos minutos, Mateo por fin pudo amarrarse los tenis, y salió de los vestidores para el gran evento. Todos los competidores estaban ya esperando la primera prueba: tendrían que correr 100 metros de un camino plano, después tenían que brincar la cuerda hasta completar 25 saltos, de ahí, tendrían que hacer 15 sentadillas y 15 lagartijas y finalmente, sortear unos conos hasta llegar a la meta. Cuando el profesor de deportes sonó la campana de inicio, Mateo salió disparado, ya que soñaba con ser el ganador de esta competencia. Corría lo más rápido que podía pero sus compañeros lo rebasaron en los primeros 25 metros y Mateo ya estaba cansado. Al llegar a saltar la cuerda, solo pudo completar 5 saltos y sentía que no podía respirar. Cuando después de varios minutos pudo terminar los saltos, el profesor sonó su silbato porque los primeros 5 lugares ya habían llegado a la meta.

Todo sirve para algo(cuento sobre bullying)

Había una vez, una extraña ciudad donde los habitantes eran animales de diferentes especies. La ciudad era extraña porque constantemente cambiaba de clima: un día hacía calor y había selva y plantas por todos lados, y al día siguiente, todo parecía un desierto. Pero a pesar de que el clima era así de cambiante era sin lugar a dudas un lugar magnífico.

Los animales vivían agrupados en diferentes colonias, y cada colonia tenía un líder.

Por un lado, estaba la colonia de los reptiles. Ahí vivían tortugas con grandes caparazones, cocodrilos y lagartos con dientes muy afilados, iguanas que vestían de camuflaje de vez en cuando y algunas serpientes que se arrastraban para llegar a todos lados.

Por Karla Puga

¡Mi ropa se encogió!(cuento sobre obesidad y sobrepeso)

Después de mucho esperarlo, el gran día por fin había llegado: la inauguración del Torneo Deportivo Escolar.

Mateo estaba muy emocionado por participar en las diferentes actividades que habría en el Torneo, y ese día, mamá le había preparado un desayuno muy rico para que tuviera mucha energía: jugo de naranja, fruta picada con miel y granola, tacos de milanesa y un vaso de leche con chocolate. Y por si le daba hambre con tantas actividades, mamá le había enviado un lunch delicioso: un sándwich de jamón con queso amarillo, mayonesa y mostaza, un refresco de cola y un pastelito de vainilla cubierto con chocolate. Su hermanita, Sofía, desayunó lo mismo que Mateo, aunque ella no haría ejercicio ese día.

La hora de la inauguración se acercaba y cuando

Mateo se estaba cambiando el uniforme por

su ropa deportiva, notó algunas cosas extrañas de las que antes no se había

percatado: su playera y sus shorts parecían haberse encogido, le quedaban

más justos que antes y a los lados de su cintura ¡se

estaban saliendo partes de su panza!

Por Karla Puga

Al norte de la colonia de reptiles estaba la colonia de las aves. Ahí vivían loros que hablaban sin parar, guacamayas que tenían un hermoso plumaje, tucanes que volaban como aviones espía y águilas y halcones con una vista y unos picos enormes.

Al este estaba la colonia de los mamíferos, y ahí vivían elefantes que se bañaban con su propia trompa, leopardos que corrían a gran velocidad, osos con grandes garras que les permitían pescar en el río y cebras que parecían estar disfrazadas con un pijama de rayas.

Al oeste de las colonias, estaban los centros comerciales, la escuela central, el hospital y los edificios de gobierno.

Aunque todos los habitantes parecían vivir en paz, había tantas diferencias entre ellos, y el clima traía tantos cambios de forma inesperada, que sin saber bien por qué, empezaron a surgir problemas.

Había días donde nadie hacia su trabajo y la ciudad comenzaba a verse sucia; todos discutían en las calles y peleaban sin siquiera entender de dónde venían esos sentimientos de querer herir a los demás.

Después de un rato donde algunos animales siguieron criticando a otros, se dieron cuenta que lo que pensaban de los demás no era real. Se habían hecho una idea de los demás sólo por lo que veían, pero no en lo que en realidad ocurría.

Cuando el león estaba por dar por terminada la sesión, el lagarto lo interrumpió. Le pidió perdón al elefante por haberlo juzgado y por decir que le daba temor, y a su vez, el elefante dijo a las serpientes que estaba arrepentido por haber pensado que eran flojas y así se hizo una cadena donde todos pidieron disculpas por haber pensado que las cosas eran de la forma en la que pensaban cuando no era así.

Moraleja: todos somos diferentes, tanto física como emocionalmente, pero esto no debe ser razón para criticar a los demás y hacerlos sentir mal ya que como se muestra en la historia, nos podemos hacer una idea en la cabeza sobre alguien y esta idea puede estar equivocada.

FIN

El líder de los mamíferos, un feroz león que tenía una melena dorada hermosa, convocó a los demás líderes para que platicaran de la situación, y después de un tiempo donde discutieron muchas cosas, decidieron que lo mejor sería reunir a toda la población para hablar de los problemas que había en la ciudad.

Y así sucedió: una tarde en la que el sol brillaba muy alto, se reunieron todos para tratar de encontrar una solución a los problemas.El primero en hablar fue un lagarto: le dijo al elefante que le causaba temor porque su piel estaba arrugada, tenía unas orejas gigantes que no servían para nada y una trompa que se movía sin control.

El elefante, aunque se sintió ofendido porque no podía hacer nada para alisar

su piel, le dijo al lagarto que sus orejas tenían una función muy especial:

cuando hacía mucho calor, las movía para crear una corriente de aire que refrescaba a los demás. Y su trompa

también tenía una función: cuando las lluvias inundaban la ciudad, él la usaba

como manguera para poder sacar el exceso de agua y que así, no hubiera

inundaciones en la ciudad.

Todos los animales se quedaron sorprendidos, no tenían idea que las aves habían descubierto esos patrones en el aire y con esto podrían preparase mejor para enfrentar el cambiante clima. Y mientras todos seguían sorprendidos por la labor que cada quien hacía, una guacamaya rompió el silencio para acusar a las tortugas de flojas.

Les dijo que caminaban tan lento que podían pasar días y ellas casi no se movían de lugar y, además, se metían a su caparazón para tomar siestas que duraban horas. Las tortugas se sintieron ofendidas porque efectivamente caminaban muy lento, ¡eso no dependía de ellas! Sus patas eran muy cortas y sus cuerpos pesados, pero habían descubierto que con su lento caminar, podían aplanar las calles y así lograr que estas se vieran parejitas y sin agujeros o baches que pusieran en peligro a los demás habitantes.

A pesar de que sabían que su labor era muy importante, una tortuga pequeña comenzó a llorar porque no le gustaba que los demás la juzgaran sin saber lo que en realidad hacía. Su mamá tortuga la consoló y le explicó que no podía permitir que la opinión de los demás la afectara de esa manera ya que la estaban juzgando sin conocer en realidad lo que ella hacía por los demás.

Las serpientes se enojaron. Ellas sí pasaban mucho tiempo arrastrándose por los diferentes lugares de la ciudad, pero no estaban de paseo. Al cambiar de piel, dejaban esa capa de piel vieja por la tierra y esta ayudaba como abono para que el pasto creciera más bonito y fuerte.

El elefante se sorprendió al saber que los paseos de las serpientes tenían un fin que era muy útil para la ciudad, no se lo había imaginado. Se dio cuenta que había juzgado a las serpientes pensando que eran flojas cuando la realidad era todo lo contrario.

Cuando las serpientes se tranquilizaron, no dudaron en hablar de las aves. Ellas veían que los tucanes, los loros, las guacamayas y las águilas pasaban la mayor del tiempo volando dando vueltas y haciendo acrobacias para divertirse.

Las aves comenzaron a hablar al mismo tiempo y fue gracioso porque solo se escuchaba ruido y nadie entendía nada de lo que decían, así que fue su líder tucán el que pidió silencio para hablar. El tucán les explicó que las aves volaban alrededor de la ciudad, pero que las acrobacias que hacían eran una forma de comunicación entre ellas.

Los cambios de clima estaban provocando que los recursos naturales se acabaran, y las aves descubrieron patrones en la presión del aire que les indicaba como cambiaría el clima en los días siguientes. Las vueltas que daban en el aire era su forma de comunicación: si volaban en picada, quería decir que el clima cambiaría a frío. Si daban vueltas como remolino, significaba que vendrías lluvias y si volaban hacia arriba, vendría una ola de calor.