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NARRATIVATEATRO

1) Manuel Rivas, El lpiz del carpintero?2) Manuel Puig, Boquitas pintadas3) Henry James, Otra vuelta de tuerca4) Henry James, Los papeles de Aspern5) Marco Denevi, Rosaura a las diez6) Gabriel Garca Mrquez, Crnica de una muerte anunciada7) Oscar Wilde, El retrato de Dorian Gray8) Gastn Leroux, El misterio del cuarto amarillo.9) Juan Rulfo, Pedro Pramo10) E.T.A. Hoffmann, El Voto (terror)

1) Carlos Gorostiza, El puente2) Jacinto Benavente, Los intereses creados3) Federico Garca Lorca, Bodas de sangre4) Alejandro Casona, Los rboles mueren de pie5) Roberto Cossa, Yepeto6) Roberto Cossa, Gris de ausencia7) Mauricio Kartun, El partener8) Gmez Masa, Temstocles en Salamina(comedia se puede fotocopiar )9) Roberto Arlt, La isla desierta

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NARRATIVATEATRO

1. Robert Louis Stevenson, El diablo en la botella2. Antonio Santa Ana, Los ojos del perro siberiano3. Gabriel Garca Mrquez, Relato de un nafrago4. Horacio Quiroga, Cuentos de amor de locura y de muerte5. Horacio Quiroga, Cuentos de la selva6. Vasconcelos Mauro, Mi planta de naranja lima7. Tolkien J.R.R. El Hobbit8. Oscar Wilde, El fantasma de Canterville 1. Nal Roxlo, La cola de la sirena2. Alejandro Casona, La sirena varada3. Osvaldo Dragn, Los de la mesa diez4. Federico Garca Lorca, La zapatera prodigiosa5. Federico Garca Lorca, Yerma6. Alejandro Casona, Prohibido suicidarse en primavera7. Federico Garca Lorca, Doa Rosita la soltera8. Gregorio de Laferrere, Jettatore9. Rabindranath Tagore, El cartero del rey

CANCIN DE LA VIDA PROFUNDAHay das en que somos tan mviles, tan mviles, como las leves briznas al viento y al azar. Tal vez bajo otro cielo la Gloria nos sonre. La vida es clara, undvaga, y abierta como un mar.

Y hay das en que somos tan frtiles, tan frtiles, como en abril el campo, que tiembla de pasin: bajo el influjo prvido de espirituales lluvias, el alma est brotando florestas de ilusin.

Y hay das en que somos tan srdidos, tan srdidos, como la entraa obscura de oscuro pedernal: la noche nos sorprende, con sus profusas lmparas, en rtiles monedas tasando el Bien y el Mal.

Y hay das en que somos tan plcidos, tan plcidos... (niez en el crepsculo! Lagunas de zafir!) que un verso, un trino, un monte, un pjaro que cruza, y hasta las propias penas nos hacen sonrer.

Y hay das en que somos tan lbricos, tan lbricos, que nos depara en vano su carne la mujer: tras de ceir un talle y acariciar un seno, la redondez de un fruto nos vuelve a estremecer.

Y hay das en que somos tan lgubres, tan lgubres, como en las noches lgubres el llanto del pinar. El alma gime entonces bajo el dolor del mundo, y acaso ni Dios mismo nos puede consolar.

Mas hay tambin Oh Tierra! un da... un da... un da... en que levamos anclas para jams volver... Un da en que discurren vientos ineluctables un da en que ya nadie nos puede retener!

Porfirio Barba Jacob