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El Chullachaqui Había una vez en la ciudad de Contamana vivían una familia, dentro de esa familia tenían 2 hijos varones Sebastián y Julio de 12 y de 14 años, los dos siempre iban al monte buscando carne, aves todas clase de frutas, etc. y el hermano mayor casi no traía nada pero Julio siempre traía a cantidades de animales del monte. Derrepente un día no apareció a casa y la familia preocupado se fueron a buscarlo en el monte, pasaron los días y días buscándolo y no podían creer que estaba perdido. Después de un largo tiempo la familia siguió buscándole en el monte y en ese que estaban buscándolo se les ocurrió hacer un tiro con la escopeta para que Julio los oyera y detrás de ellos Julio apareció con los ojos rojos, desorientado y gritaba. Su familia lo amarraron y lo llevaron al curandero, pasaron los días y Julio iba recobrando su conciencia y él pudo contar lo que le paso empezó diciendo ¿que se había encontrado con una hermosa señorita (chullachaqui) que siempre estaba con bota pero pudo ver que uno de ellos era delado en momento ella, le dijo que le iba a dar todo el paraíso de la selva pero a cambio de que Julio se internara con ella al monte el aceptó diciéndole que primero tenía que regresar a su casa llevando algunas cosas para su mamá, y es así como él llegaba con cantidades de animales para su familia, la señorita (chullachaqui) le daba todo lo que él necesitaba, Julio no contaba nada por ella se le había parecido un día ella decidido a llevarle, es cuando él desaparece, todo el tiempo que estuvo con ella le dio todo. Pero cuando ella oye el tiro (chullachaqui) pensó que Julio le había traicionado diciéndole a su familia es por eso que ella lo suelta y al soltarlo el apareció detrás de su familia como loco, la familia empezó a oír que golpeaba los árboles (aleta) muy fuerte después de soltarlo a julio era la chullachaqui pero en ese momento la familia no sabía, sólo lo

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El Chullachaqui

Había una vez en la ciudad de Contamana vivían una familia, dentro de esa familia tenían 2 hijos varones Sebastián y Julio de 12 y de 14 años, los dos siempre iban al monte buscando carne, aves todas clase de frutas, etc. y el hermano mayor casi no traía nada pero Julio siempre traía a cantidades de animales del monte. Derrepente un día no apareció a casa y la familia preocupado se fueron a buscarlo en el monte, pasaron los días y días buscándolo y no podían creer que estaba perdido.

Después de un largo tiempo la familia siguió buscándole en el monte y en ese que estaban buscándolo se les ocurrió hacer un tiro con la escopeta para que Julio los oyera y detrás de ellos Julio apareció con los ojos rojos, desorientado y gritaba. Su familia lo amarraron y lo llevaron al curandero, pasaron los días y Julio iba recobrando su conciencia y él pudo contar lo que le paso empezó diciendo ¿que se había encontrado con una hermosa señorita (chullachaqui) que siempre estaba con bota pero pudo ver que uno de ellos era delado en momento ella, le dijo que le iba a dar todo el paraíso de la selva pero a cambio de que Julio se internara con ella al monte el aceptó diciéndole que primero tenía que regresar a su casa llevando algunas cosas para su mamá, y es así como él llegaba con cantidades de animales para su familia, la señorita (chullachaqui) le daba todo lo que él necesitaba, Julio no contaba nada por ella se le había parecido un día ella decidido a llevarle, es cuando él desaparece, todo el tiempo que estuvo con ella le dio todo.

Pero cuando ella oye el tiro (chullachaqui) pensó que Julio le había traicionado diciéndole a su familia es por eso que ella lo suelta y al soltarlo el apareció detrás de su familia como loco, la familia empezó a oír que golpeaba los árboles (aleta) muy fuerte después de soltarlo a julio era la chullachaqui pero en ese momento la familia no sabía, sólo lo llevaron a Julio amarrado. La familia nunca más permitió que sus hijos fueran al monte. 

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La Runamula

Cuando no hay luna y la noche sin estrellas provoca miedo al más valiente.

Cuando el ruego de los mecheros tiembla agitado por la brisa que estrella silbidos contra los techos de hojas de shebón, cuando los zancudos flojean buscando su diario alimento; cuando el sabio Urcututu llora tristezas ajenas y el Maquía murmura oraciones inventadas quien sabe si por Dios o el diablo, entonces una furtiva sombra cruza las calles, rozando levemente el suelo con sus pies descalzos.

Busca la Iglesia cuya cruz blanquea en la oscuridad. Una puerta se abre y la sombra entra a la parroquia. Entonces, el Urcututu, cuyos ojos ven el destino, vuela hacia el

Campanario y ora largamente. De repente, otra sombra cruza la plazoleta, casi arrastrándose entre las pomarrosas, mientras se abre una ventana. Compadre por aquí, y la sombra recta como una serpiente por la pared de madera. Comadre ¿y dónde está él?, hablan bajito. Se fue a chapanear.

Entonces el Urcututu, que todo lo ve, se posa en la pomarrosa más alta de la Plaza y llora su agorero canto.

El miedo se apodera de los que duermen cuando se oye un relincho cerca de la Iglesia. Calla, le dice Joshé a la mujer que está desvistiéndose, el cura y la Pirica están saliendo.

Salen a galope, hacia la trocha de la orilla del rió, una hermosa yegua negra, un blanco jinete. La Pirica, hermosa morena beata que todos los días reza, y el cura que la confiesa, un español colorado, van juntos en el pecado.

De pronto, otro galope alborota la Plazoleta. Es la Mañuca con su compadre Teocho. Dice: Joshé, recia yegua negra, jineteada por un bulto negro, que brinca locamente sobre los matorrales. Ven aquí y deja a las ronamulas en paz, dice la mujer, apretando sus labios rojos, carnosos, sensuales. Y mientras Joshé, completamente desnudo, entra al mosquitero, siente muy cerca la fragancia de las blancas y duras carnes de su comadre Teresa Poiquiñas. Sonríe excitado. Entonces el Urcututu, pájaro de la noche que todo lo sabe, posándose en el techo de esa casa, llora, larga, burlonamente.

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LA YACUMAMA

Dentro de los innumerables mitos que se cuentan en el interior de la Amazonía, relatos que gracias a la tradición oral han sobrevivido desde tiempos inmemoriales; tenemos a la leyenda de la Yacumama, la gran serpiente que acecha en los ríos y lagos dispuestos a devorar a quienes despreocupadamente surcan sus aguas. El nombre de esta serpiente mitológica significa “Madre del Agua” y se dice que encarna al espíritu protector de las aguas del Amazonas. Si bien generalmente vive en el fondo de los ríos donde se alimenta de animales acuáticos, llega un momento de su vida en que al incrementar su peso, ya no puede reptar para cazar a sus veloces presas. Entonces emerge a la superficie y busca un lugar para vivir permanentemente. Consigue, con su poderosa cola, un espacio lo suficientemente amplio cerca de un río o lago – de los muchos que existen en el lugar- y ahí... espera. El gran poder de atracción que ejerce con su mirada enigmática, le permite atraer a sus víctimas hacia esa pequeña área de territorio, marcado y vigilado delante de su enorme cabeza. Cualquier ser viviente - incluido los humanos - que, por descuido, pasan cerca de su escondite, apenas pueden distinguirlo, pero cuando descubren el peligro que les acecha ya es demasiado tarde para escapar, porque el gigantesco animal lo atrapa rápidamente con su poderosa mandíbula, enrollándolo al instante con su enorme cuerpo hasta triturarle los huesos y devorarlo de inmediato no importando si su presa aun este viva. Saciada su hambre, vuelve a su refugio, donde le espera un largo y plácido sueño. Cuando caza en el río ataca las embarcaciones hasta hacerlas naufragar haciendo perecer ahogados a sus pasajeros que terminan como alimento. Se dice que al emerger del agua el animal produce un inmenso remolino, dejando al descubierto su descomunal cabeza, que descansa sobre un cuello erguido que sobresale amenazadoramente a una altura de hasta cuatro metros, desplazándose silenciosamente por el centro del río o lago, zambulléndose de trecho en trecho, hasta llegar cerca de su presa y atacarlo. Estos relatos alejados de la realidad se basan en un hecho real como es la existencia de las anacondas, enormes ofidios que habitan en la selva alimentándose de roedores, huevos, tapires, peces y manatíes. Sin embargo, se han reportado casos de humanos que fueron atacados y que terminaron siendo sus presas, aunque muy raramente .Se han llegado a capturar algunas de gran tamaño, una de la cuales media 11.55 m de longitud, 123 cm de circunferencia y un peso de 285 kg. A pesar de ello, están en peligro de extinción debido a la destrucción de su hábitat así como a la caza furtiva por quienes la consideran un riesgo para el ganado doméstico y los niños, sin tener en cuenta el papel que juega en el control de las plagas de roedores y que todo lo que se dice de ellas es

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producto de la imaginación, ya que son pacíficas por naturaleza, lejos de esa imagen estereotipada que lamentablemente se tiene hoy en día.

EL BUFEO COLORADO

Al delfín rosado del Amazonas la gente lo llama, simplemente, bufeo colorado y así lo distinguen de sus otros hermanos que son de color gris. La leyenda de que el bufeo, como ser o duende “encantado” que es, puede transformarse en un hombre “gringo” al que le gustan las mujeres jóvenes. Así, con esa apariencia, suele presentarse a la fiesta en la que participa la chica elegida. Como viajero de paso, baila y enamora a la muchacha, invita a beber a todos los participantes y así se gana la simpatía general. Pero él no come ni menos bebe licor, porque si se emborracha, se rompería el encantamiento y se descubriría quién es. 

Cuando la muchacha ya es la enamorada del bufeo, él la colma de regalos y atenciones. La visita siempre por las noches y se marcha antes del amanecer. Así poco tiempo, la mujer enamorada empieza a mostrar una conducta extraña, porque quiere permanecer todo el tiempo junto al río y si ésta situación no es notada a tiempo por sus familiares y no la mandan a curar a un buen chaman, puede terminar desapareciendo, ya que en su deseo de estar siempre junto a su gringo “bufeo” enamorado, terminará arrojándose al río para no salir jamás. Y así convertida en una hermosa SIRENA.

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LA DONCELLA DE LA LUPUNA

Las tribus de la selva amazónica coinciden en señalar

que el árbol de la lupuna tiene en su base una gran

puerta invisible a los ojos humanos, que sirve para

comunicar los mundos existentes. Esta puerta es un

pasaje o tránsito de seres del mundo de los hombres y el

mundo espiritual amazónico. Por esta puerta ingresan y

salen seres mitológicos de la selva madre y en especial

se habla muchas veces de una hermosa doncella que

habita en el árbol y que representa el espíritu esencial de la lupuna. Esta doncella

fue una vez una gran curandera, una mujer medicina y protectora de las plantas y

los animales del bosque amazónico.

Cuenta la leyenda que en tiempos antiguos esta curandera presenció la muerte de

su esposo por la mordida de una serpiente venenosa, ella era una joven inexperta

y no lo pudo curar, la vida de su esposo se apagó entre sus brazos sin poder

salvarlo. Luego de recuperar el ánimo perdido dedicó toda su vida a curar las

mordidas y picaduras de serpientes y otros animales ponzoñosos. Era la mejor

curandera en ese sentido. Ella descubrió por ejemplo que un remedio natural para

mordeduras de serpientes era utilizar los tubérculos de la planta jergón sacha a

modo de cataplasma, si la víctima se curaba incorporaba dicho sea de paso el

espíritu de la serpiente como su animal protector y en adelante tendría mayor

inmunidad ante picaduras similares.

Cuando su hijo mayor creció y se hizo curandero como su madre, sufrió la

picadura de una extraña serpiente al cual no encontraron antídoto eficaz, como su

madre no pudo encontrar a la víbora causante de esta tragedia no pudo hacer

nada sino optar por una medida muy radical, pues en su visión haciendo uso de

tabaco, el espíritu de esta planta le dijo que si quería que su hijo viviese debía ella

dejarle su espíritu como trueque en la base de la lupuna. Como ella no dudó de lo

debía hacer ofrendó su propia vida a fin que su hijo encontrase de nuevo su salud.

De ese modo su hijo se recuperó a tiempo y su madre a quién no volvió a ver

físicamente ocuparía un lugar de honor en el reino del bosque y desde entonces

viviría por siempre en el árbol de lupuna. La doncella de la lupuna es un espíritu

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que siempre protege y está atenta de todo lo que sucede en el gran bosque verde.

Observa todo lo que pasa y ampara con su potente energía a todos sus hermanos

menores sean plantas o animales de la selva.

EL NIÑO VALIENTE INTERNADO EN NUESTRA SELVA

Esto sucedió en la Amazonía donde existen frondosos árboles gigantes, donde

habita celosos de su ser, los SACHA-RUNAS.

Cierto día un niño mitayero aún inexperto pero audaz, quien por seguir los pasos

de un hermoso venado, se adentró demasiado en la espesura de nuestra selva y

al caer la noche se dió cuenta que era incapaz de dar con el camino de regreso.

al verse perdido se armó de valor y decidió subir a las ramas de un enorme

árbol(oje) al cual subió sin dificultad. Ya una vez en la copa del árbol y a eso de la

media noche capto un retumbar de tambores que cada minuto lo escuchaba más

claro, helándosele la sangre. 

El niño miraba desesperadamente y al comprobar que se acercaba al árbol una

multitud de hombrecillos de piel rugosa, gris y vientres abultados .Cada uno de

ellos llevaba un tambor que golpeaba estruendosamente y en la otra mano una

antorcha que alumbraba nítidamente. Agobiado y sin voz el niño solo observaba la

fantástica danza que pronto los hombrecillos empezaban a ejecutar al rededor del

árbol cantando. 

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El Paucar

Había una vez un pueblo del rio unión vivía en niño campa. Que siempre usaba

pantalón negro y camisa amarillo y era muy sabia las comentaba le pusieron como

chapa " el lengua larga " y solía burlarse de la flaqueza del prójimo por la que se

hizo del mal querer todos esperaban darle un mal castigo.

Es una de esas ocasiones canto que una anciano llamada momallico era una una

runamula que los viernes en la noche volaba y montada sobre una escoba y llena

la noticia en el conocimiento de la anciana y como era hada disfrazada de anciana

decía aplicarle un castigo al incorregible niño una tarde de sol de verano el niño

apoderado de " lengua larga " él iba corriendo por un camino limpio y ancho

llevando las falsas noticias y se encuentra con el anciano momallico que con una

varita que llevaba en la mano le dio un pequeño golpe en la cabeza convirtiéndole

en un pájaro de color negro y amarillo y de su vestido al que llama 

"paucar" el muchacho convertido ya en pajaro no se evitó el defecto lo que tenía ,

pues continuaba con su noticia por eso cuando canta un pájaro es buen auguro y

anuncia la llegada de cartas visitas buenas noticias el paucar e el pájaro muy

inteligente tiene la habilidad de imitar los cantos de algunos animales en especial

cocoreo de los gallinas y los llama de los campesinos por eso en algunas tribus a

dar a dar de comer a sus hijos al cerebro caliente de ee pequeño aves con el

preposito de que sea inteligente y aprenda todas las cosas que les enseñe este

pájaro tiene presente el castigo que le impulsa momallico por eso construye su

nido en los arboles más altos . A las caserones de avispas para su defensa.

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El Boquichico

Las vacaciones de fin de año no las gozo tanto como las vacaciones de medio

año 

mis padres siempre me espera a fines de julio. Él está muy viejecito, pero es

siempre muy cariñoso conmigo; vive en su fundo a orillas del río marañón. Nos

cuidamos de frutas, aunque hace mucho calor. Y en el día nos cuidamos de

mosquito, por las noches, de los zancudos.

A las seis de la tarde, cerramos las puertas de los dormitorios; los zancudos se

quedan afuera. Escuchamos que zumban, pero no pueden entrar, pues las

ventanas están cubiertas con tela metálica. Hay abundante agua, tanto en el

marañón como en la quebrada.

Todos los días me baño y nado en las quietas pozas de la quebrada o en el río. En

los meses de julio y agosto, el agua es muy limpia, cristalina de color azul verdoso.

Es tan limpia que podemos ver los peces del río cuando retozan en la orilla.

Un día mi abuelito dijo a: "ya hemos comido carne de res, chancho, pavo, cuyes,

me gustaría comer un boquichico. Lleven la escopeta, ojala que caiga un

boquichico. Uno bueno está saliendo a la orilla 

Mi tío César cogió el arma, se fue al río. Yo lo seguí con cierto temor, pero con

gran interés que hacía con la escopeta 

Era un pez grande, blanco, de lomo negruzco, de ojos amarillo, inquietos,

escamas plateadas

sin colmillos, de boca redonda como pico de botella su nombre era boquichico 

El boquichico salto, se quedó dormido para siempre mostrando su pansa

blanquísimo, lo cogimos y lo llevamos a casa.

Pesó 5 kilos. Nunca antes comí un pez delicioso fue grata experiencia en mis

vacaciones preferidas. Nunca lo olvidare sin embargo, voy pensando sobre la vida

de los animales dentro del agua. Que tampoco olvidare aquella mirada del

boquichico desde el fondo del río. Parecía decirnos: ¡cómo anhelo que los

hombres vivía también en la claridad del agua!"

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El Río y el Carrizo

Desde siempre el río pasaba por el mismo sitio y desde siempre el carrizo crecía

en la orilla. Un día, cansado de hablar con los peces, el río se puso a conversar

con esa caña hueca y larga que silbaba cuando el río ere muy fuerte.

- ¿Quién eres?, le preguntó

- Yo soy el carrizo, ¿y tú?

- Yo soy el río. Vengo de aquella cumbre donde la nieve es eterna; allí nací,

delgadito, delgadito como un fino hilo de plata. A medida que voy bajando, voy

creciendo con el agua de la lluvia y, así, la vida va naciendo a mi paso bajo la

forma de un valle.

Aves, zorros, vizcachas y otros muchos animales calman la sed en mis aguas,

para regar sus sembríos, los agricultores me llevan por canales.

- ¿Y cuándo descansas?

- Descanso cuando llego al océano pacífico. ¡Ah!, ¡qué más inmenso!

- ¿Y, estas contento?

- Si, porque soy parte importante de la naturaleza.

- ¿Por qué me preguntas?, ¿acaso tu no estas contento de ser un carrizo?

- Yo estoy contento, pero tengo mucho miedo de desaparecer sin dejar rastro.

Hace años, nosotros crecíamos felices, alegres, juguetones, gracias a tus aguas

teníamos buena talla y éramos gruesos. Pero vino el hombre, se llevó los carrizos

más fuertes y con ellos techó su casa, después vinieron los niños y cargaron con

los carrizos pequeños para hacer sus cometas. No se salvaron ni los carrizos más

delgados porque con ellos tejieron sombreros y canastas, entonces: ¿cómo no

sentir miedo, si cada día somos menos y ya no crecemos con la misma talla de

antes. Mírame a mí, soy débil, solo sirvo para sacuara de cometa. ¡Cómo me

hubiera gustado ser una balsa para conocer el mar del que tú me hablas!

- No temas, amigo mío – le dijo el río – vengo de jugar con los niños de muchas

escuelas que estaban de excursión y vi como acariciaban a los indefensos

carricitos, ellos hablaban de cuidarlos, decían que serían sus protectores para

verlos crecer como antes.

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- ¡En serio!

- ¡sí, en serio!

- ¡Qué suerte! El hombre se ha dado cuenta de lo útil que soy y se ha propuesto

cuidarme.

- Así es, amigo carrizo.

- ¡Gracias amigo! Gracias por darme tan buena noticia.

El Cedro con sus hermanos del Sol

Crecían unos hermosos cedros llamado árbol de fina y buscada madera que daba

majestuosa sombra alrededor de los peces voladores.

En la frontera entre la infancia en la adolescencia, nos reunimos LOS TIGRES

para escuchar versión de la creación del mundo. La expulsión del paraíso la

búsqueda de la tierra prometida pero en ese instante el árbol crecía por el rugido

de todos los tigres.

Si, de una vez cuando se presentaba algunos, pero ya sabes cómo son los indios

de tan poco hablar todos éramos felices como viviéramos en un universo separado

del resto del planta, por las tardes bajo la sombra venían los indios pero los tigres

los hacían correr pero en ese instantes los indios se empezaron a molestar con los

tigres y empezaron a atacar y uno y otro empezaron a caerse fueron matando a

uno y otro, pero en ese instante el árbol empezó a frotar y empezaron a elevarse

uno por uno y se fueron levantado pero cada vez se fueron creciendo uno de los

incas se dio cuenta y empezó a correr y el árbol se convirtió en una persona y lo

empezó atacar y hasta que lo mato. 

Pero como el árbol brotaba como si fuera una tiniebla empezó a llover fuerte como

queriendo decir, porque se atacan entre hermanos del sol eso fue como queriendo

arrebatarle la vida si no son nidios es por eso que les ataqué hermano del sol y es

por eso que me mato hermanos del sol chau hermano los veré en el más allá es

así como termina la historia.

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La Anaconda y el Curioso

Se dice que en medio de la selva existe una laguna de agua torrentales, color

negra en el cual existe una anaconda pero a 9 m del lago se encuentra ubicado el

caserío de ,"ILUMLLULLAPI" la cual los habitantes que vivían siempre tenían

temor a la anaconda en dicho lago pero no todos eran temeroso en excepción del

niño "Juan el Curioso" lo decían el curioso porque el único niño que no tenía

miedo, un día Juan escuchó a unos jóvenes diciendo que a 9mt se allá el lago de

color negro donde se encontraba la anaconda y entonces al oír eso él se fue de

camino con un amigo al lago negra, y al llegar vio algo brillante y era la cola de la

anaconda que estaba mojada y los rayos de sol lo hacían brillar y el de muy

curioso que era se escondió detrás de la raíz de un árbol, y vio como la anaconda

se revolcaba en aquel lago y entonces él se puso a pensar "si yo lo mataría mi

gente ya no pasaría los sustos y él dijo yo seré el valiente que salve a mi pueblo"

entonces él salió al frente y dijo anaconda ven por mí y en ese entonces la

anaconda vino hacia él y el saco una espada y lo pico cuando la anaconda lo tenía

enroscado y él lo mato y desde esos momentos lo nombraron el niño valiente del

caserío y toda los pobladores de aquel caserío vivieron felices.

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El miedo

Cierto día estuve pasando por un bar, iba mal vestido, sucia y con una apariencia

desastrosa, pero me atreví a mirar hacia adentro quizás buscando un amigo que

mitigara mi hambre, en una de las mesas vi que había 4 personas y una de ellas,

sin que yo le ofendiera, me dijo ¿Que miras desgraciado? ¡Lárgate de aquí! "Bah,

serás mujer para que yo te mire, pedazo de sonso" le conteste. Eso fue suficiente

para que uno salga corriendo y apuntándome con una pistola me dejara

moribundo. "no te muevas o te mato". El miedo me paralizo y él se acercó a mí y

con el caño del arma me dio un golpe tan fuerte que me rompió la cabeza. 

Inmediatamente sentí que la sangre fluía por mi sien derecho, pero advertí que

volvía a levantar su pistola e instintivamente levanté mis brazos para protegerme y

escuche con estupor un disparo que rosaba mi omoplato; en esos instantes, sentí

que ardía toda mi espalda y el terror terrible 

me sobrecogió.

Corría desesperado sintiendo que la muerte me oprimía y en vez de buscar un

hospital, un médico o un amigo, fui a refugiarme en la oscura covacha, donde vivía

drogándome para esperar ahí al fin de mi perra vida. 

Pero no morí, porque la bala solamente roso mi cuerpo. 

Vivíamos en el tiempo del terrorismo y yo seguía pesar de todo mis desgracias,

consumiendo las drogas y robando para poder comer.

Recuerdo que una vez en el mercado de Tingo María estuve hurtando algunos

objetos para venderlos y, con ella, seguir comprando el veneno que era mi

obsesión. Como ya no era la primera vez que esto ocurría me agarraron y me

dieron una tremenda paliza, me arrastraron completamente desnudo por la pista

hasta dejar mi carne viva toda mi espalda y luego me amarraron en un poste hasta

que vinieron los dirigentes del mercado quienes eran terrorista, y ellos tenían que

resolver que harían conmigo. 

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LA LUPUNA

 Había una vez un árbol de lupuna una de las más originales y hermosa de la

selva amazónica "tiene madre". 

Dicen que este árbol esta poseído por un fantasmagórico. Los árboles bellos y

raros como la lupuna, es uno de los más altos del bosque amazónico tiene un

ramaje gallardo y su tallo es color plomizo. Los madereros lo extraen como

especie de madera y comercialización, siembra de yuca, plátano o abrir caminos

como la lupuna tiene madre se obtiene de cortarle el frondoso árbol es un ser que

habito una mujer blanca, rubia y muy bella en las noches de luna ella sube por el

árbol hasta la parte alta de la copa y canta su triste melodía de angustia y dolor,

derrama su voz clara y melodiosa llega a la plenitud de los hombres y animales

que habitan cerca a ellos puedan como hechizados. 

Los cocamas previenen a los jóvenes de tal voz por que quien escuchas no debe

ir hacia la mujer, por unos dicen no pueden regresar jamás mueren esperando a la

hermosa y bella dama y otros dicen que les convierte en árbol.

La hermosa lupuna ubicada en corteza antigua que une Pucallpa con el balneario

de Yarinacocha es patrimonio histórico de Ucayali. 

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EL SILVIDO DEL TUNCHI

Una noche, don PEDRO REGALADO antiguo dicharachero riojano, héroe de mil

aventuras se dirigió a un velorio de las afueras de RIOJA. Después de atravesar

oscuras huertas y caminos débilmente iluminados por la luna pase el tiempo no

tenían aún luz eléctrica, don Pedro llego al casa de los deudos, tomo asiento y,

entre café cargado y trago aguado, angelotas y ocurrencias, chistes de velorios y

de todos los colores como se estila en tales ocasiones fe pasando el tiempo y

acordándose la media noche, ah caray ya es tarde, yo mejor me voy regresando

dice don Pedro a su inter locutor, sintiendo así grande su cabeza. EL otro le

contesta casha-casha. Pero no te vayas por ese naranjal tremendo oscuro, donde

ahí anda el tunchi. Dice don PEDRO, envalentándose derrepente a causa del

trago.-acaso yo le tengo miedo a ese sinvergüenza- y moviendo teatralmente los

brazos se alejó junto a ese lado, ante las inquietas miradas ni que decir cruzando

el naranjal escucha, un silbido fin, fin don Pedro echa a correr y el tunchi le

persigue silbando cada vez más fuerte de repente para en seco se voltea y a

pesar de la oscuridad agarra fuerte al tunchi en voz alta dijo aja ya he dicho q tu

eres un llullamperillo te voy amarrar y mañana te vamos a conocer quien eres.- así

lo hizo DON PEDRO lo amarró en el guayabo más fuerte y grande de su huerta y

al día siguiente fueron a conocerlo y el muy pícaro se había escapado con todo y

guayabo de ese modo, la gente alegra su vida poco a poco modifican sus temores

y vivencias con los seres sobre naturales como en el caso de don Pedro y el

Tunchi.

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