1C U E S T I O N A R I O P R I M E R T R I M E S T R E

Este cuestionario pretende recoger las conclusiones de los traba-jos para la preparación del Encuentro Diocesano de Laicos que los distintos grupos de seglares de la Diócesis están realizando sobre la base del material formativo que se ha elaborado y distribuido con este fin.

Estas conclusiones se integrarán en un documento de partida sobre el que se trabajará el día del Encuentro Diocesano de Laicos que toda la Iglesia de Córdoba celebraremos el próximo 7 de octubre de 2017.

Todos los grupos de laicos de nuestra Diócesis están invitados a contestar este cuestionario, bien colectivamente o de forma indi-vidual, y remitirlo a la Secretaría del Encuentro a través de su Par-roquia, o por correo postal al Obispado de Córdoba (C/ Torrijos, 12. 14003 Córdoba), o a través de correo electrónico encuentro-delaicos2017@gmail.com o de cualquier otro medio disponible. Asimismo, en la página web www.diocesisdecordoba.com, en el apartado Encuentro Laicos’17, estará disponible un formulario on-line, a través del cual también se podrá contestar el cuestionario.

Cuestionario primer trimestre

IDENTIDAD Y MISIÓN DEL LAICO Y LLAMADA A LA EVANGELIZACIÓN

Nombre:

Responde a este cuestionario...:

A título individual

De forma colectiva:

Grupo parroquial

Movimiento o asociación eclesial

Hermandad o cofradía

Seglares vinculados a carismas religiosos

2 E N C U E N T R O D I O C E S A N O D E L A I C O S 2 0 1 7

«Por su parte, los sagrados Pastores reconozcan y promuevan la dignidad y responsabilidad de los laicos en la Iglesia. Recurran gustosamente a su prudente consejo, encomiéndenles con confianza cargos en servicio de la Iglesia y denles libertad y oportunidad para actuar; más aún, anímenles incluso a emprender obras por propia iniciativa.» (Lumen Gentium, 37)

2.- ¿En el ámbito en el que vivo nuestra fe dentro de la Iglesia, se reconoce el papel de los laicos y se promueven su dignidad y responsabilidad? En nuestro ámbito eclesial los laicos pueden aportar poco y su labor se limita a suplir aquellas tareas a las que el sacerdote no

puede llegar por falta de tiempo.

Nuestros pastores recurren a nuestro consejo a través del Consejo Pastoral Parroquial u órganos consultivos similares.

En el ámbito de la Iglesia en el que me muevo, con frecuencia se les encomiendan a los laicos responsabilidades en servicio de la Iglesia.

En nuestro ámbito eclesial los laicos tenemos libertad y oportunidad para actuar; más aún, como exhorta la Lumen Gentium, se nos anima incluso a emprender obras por propia iniciativa.

Otra respuesta:

1.- Con independencia de la naturaleza del grupo, parroquia o movimiento en la que vivo nuestra fe, ¿Qué relación tengo con otros grupos, movimientos, parroquias o con nuestra propia diócesis? Tengo poca relación. Vivo mi fe individualmente y mi relación con la parroquia se limita a la recepción de los sacramentos.

Vivo nuestra fe en una comunidad que me ofrece cuanto necesito, por lo que mantengo muy poca relación con otras realidades eclesiales.

En mi grupo estamos abiertos a cuantas iniciativas dentro de la Iglesia puedan aportarnos algo o necesiten de nuestro apoyo.

Otra respuesta:

«Un peligro eclesial que acecha a toda agrupación de seglares es la de pensar que el grupo en el que vive y alimenta su fe es imprescindible en la Iglesia y es el mejor de todos los que existen. Desde esta actitud se entra en rivalidades y competitividades impropias de quienes se sienten miembro de un Cuerpo, en el que todos somos necesarios y nadie es imprescindible. Una actitud así se cuida sólo de lo propio, de sus obras, de sus apostolados. Y no se integra en el conjunto. Es lo que el Papa llama frecuentemente autorreferencialidad, que tarde o temprano lleva a la esterilidad pastoral» (Hacia el Encuentro Diocesano de Laicos. Carta Pastoral de Mons. Demetrio Fernández, Obispo de Córdoba).

3C U E S T I O N A R I O P R I M E R T R I M E S T R E

4.- En el nuevo contexto social en que hoy nos movemos todos estamos llamados con urgencia a la misión evangelizadora. ¿Qué actuaciones pastorales podrían involucrar aún más a los laicos en esta «Iglesia en salida»?

Es necesario encontrar en nuestras comunidades eclesiales espacios en los que los laicos puedan expresarse y actuar asumiendo su responsabilidad.

Necesitamos una espiritualidad misionera que nos motive a reconocer y aceptar nuestra vocación laical.

Otra respuesta:

3.- ¿Cómo llevamos a la práctica en el ejercicio de nuestras responsabilidades específicas en el mundo profesional, social, económico, cultural y político, la misión a la que los laicos estamos llamados por Dios? Hoy en día es muy difícil conciliar fe y vida, por lo que, en muchos aspectos, nos vemos obligados a relegar nuestras creencias al

ámbito de lo privado.

Intento ejercer mis responsabilidades de la mejor manera posible, sin ocultar mi identidad cristiana, tratando de dar así un buen testimonio.

En mi ámbito eclesial tratamos de formarnos en la doctrina social de la Iglesia y que ésta oriente nuestra forma de actuar en los ámbitos profesionales, sociales, etc. en que nos movemos.

Otra respuesta:

«A los laicos corresponde, por propia vocación, tratar de obtener el reino de Dios gestionando los asuntos temporales y ordenándolos según Dios. Viven en el siglo, es decir, en todos y cada uno de los deberes y ocupaciones del mundo, y en las condiciones ordinarias de la vida familiar y social, con las que su existencia está como entretejida. Allí están llamados por Dios, para que, desempeñando su propia profesión guiados por el espíritu evangélico, contribuyan a la santificación del mundo como desde dentro, a modo de fermento.» (Lumen Gentium, 37)

«La nueva evangelización debe implicar un nuevo protagonismo de cada uno de los bautizados. Esta convicción se convierte en un llamado dirigido a cada cristiano, para que nadie postergue su compromiso con la evangelización, pues si uno de verdad ha hecho una experiencia del amor de Dios que lo salva, no necesita mucho tiempo de preparación para salir a anunciarlo, no puede esperar que le den muchos cursos o largas instrucciones.» (Evangelii Gaudium, 120)

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6.- Es una realidad en nuestro entorno que un número importante de cristianos, que han recibido en su momento los sacramentos de iniciación, viven su fe al margen de la Iglesia (“cristianos no practicantes”), ¿qué medidas pastorales pueden acometerse para evitar su distanciamiento de la Iglesia y cómo facilitar el regreso de estos hermanos a la práctica sacramental y la plena comunión con la Iglesia?

Sería necesario potenciar la formación de grupos de niños y jóvenes en los que estos continuaran viviendo su fe tras las catequesis de iniciación cristiana.

El abandono de la práctica sacramental es un problema de vivencia de la fe en la familia. Habría que apostar por una pastoral dirigida a acompañar a las familias de forma integral.

Sería necesario buscar espacios de acogida para aquellos fieles que han vivido distantes de la Iglesia y que en un momento dado sienten la inquietud de regresar a la casa del Padre.

Otra respuesta:

«Recordemos el ámbito de «las personas bautizadas que no viven las exigencias del Bautismo»[12], no tienen una pertenencia cordial a la Iglesia y ya no experimentan el consuelo de la fe. La Iglesia, como madre siempre atenta, se empeña para que vivan una conversión que les devuelva la alegría de la fe y el deseo de comprometerse con el Evangelio.» (Evangelii Gaudium, 14)

5.- ¿En qué podemos mejorar los laicos de nuestras comunidades parroquiales para llegar a ser un instrumento más eficaz para la Nueva Evangelización?

La alegría es la actitud que debe brillar en nuestras comunidades y debe reflejarse en todo lo que hagamos.

Debemos mantener siempre nuestras puertas abiertas; todos pueden participar de alguna manera en la vida eclesial, todos pueden integrar la comunidad.

Los laicos necesitamos una formación integral que al mismo tiempo que nos permita una buena formación doctrinal, nos haga profundizar en nuestro amor y ser un testimonio más claro del Evangelio.

Otra respuesta:

«La pastoral en clave de misión pretende abandonar el cómodo criterio pastoral del “siempre se ha hecho así”. Invito a todos a ser audaces y creativos en esta tarea de repensar los objetivos, las estructuras, el estilo y los métodos evangelizadores de las propias comunidades.» (Evangelii Gaudium, 33)