Vocabulario de Lengua Chol (México). Un vocabulario de Marcos
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CULTURA CHOL
Las celebraciones de Santo Domingo de Guzmán, es una de las más tradicionales
que puedan realizar los pueblos choles de la Sierra tabasqueña, el antiguo templo
y convento de Santo Domingo en
Oxolotán son una muestra,
Comitán, Palenque, Pichucalco,
etc. De igual forma han iniciado
con tradicionales ferias que
muestran lo mejor de sus raíces
indígenas. Este lunes fue
inaugurada la feria del poblado
Oxolotán en honor al santo varón.
Vestimenta:
Las mujeres utilizan una falda de
color azul obscuro o negra que
llega hasta la altura de los tobillos. A la altura de la cadera, se colocan listones
rojos. Llevan una blusa que presenta bordados muy llamativos. En el caso de los
hombres, estos visten calzón, camisa y llevan bolsas de piel o bejuco. Un detalle a
destacar es que tanto hombres como mujeres caminan descalzos.
En la antigüedad los matrimonios eran arreglados por las familias desde la infancia
de los contrayentes. Una vez casados el novio
debía ayudar al suegro en sus labores durante un
período de seis meses o tres años. Esto último se
mantiene en la actualidad.
Entre sus creencias se encuentra el culto a la
Tierra. A la cual consideran como madre de la vida
y por ello, le realizan cultos en su honor. Desde tiempos remotos, los choles se
destacaron por ser hábiles agricultores y sus ritos y costumbres giran en torno a la
cosecha del maíz. Un resabio de ello, puede verse incluso hoy en día cuando se
realizan ritos para conmemorar la muerte del “dios del maíz” (antes de realizar la
plantación). En época de siembra, se celebra la fiesta de la Santa Cruz que
guarda relación con las lluvias y la producción agrícola. Cuando el maíz es
cosechado tiene lugar la fiesta de Santa Rosa, el 30 de agosto. A pesar que el
maíz continúa siendo su alimento sagrado en la actualidad se dedican al cultivo
del café. Es muy común que en estos rituales se sacrifiquen animales.
Su santuario más importante es el del Señor de Tila, localizado en la ciudad
homónima.
La explicación que tienen acerca del origen de la vida en la Tierra es el maíz. Este
es el alimento sagrado y es considerado el principio y fin de la vida.
En el aspecto cotidiano sus creencias ejercen gran influencia e intentan explicar
muchos aspectos de la vida con estas. Por ejemplo, consideran que la
enfermedad es producto de las infracciones que un individuo comete y cumple la
función de ser un castigo. También consideran que puede ser provocada por
petición de algún integrante de la comunidad a los dioses. La actividad de los
curanderos, chamanes,
etc. es muy requerida entre
estas personas.
CULTURA TLAPANECA
La base de la organización social es la familia nuclear, constituida por padre,
madre e hijos. Un hombre casado tiene la obligación de cumplir con el sistema de
cargos de la comunidad, participando en una mayordomía, en la comisaría, en la
iglesia o en la escuela. La mayordomía es una institución importante, tanto por las
fiestas como por el trabajo agrícola, ya que
todos cooperan física y económicamente
por igual; existe un trabajo de ayuda mutua
conocido como naguma xtaja en el que
todos los socios se ayudan sin
remuneración económica. Los cargos de
una mayordomía son: socio, mayordomo
primero y auxiliar, mayor primero y auxiliar,
mayor tercero y auxiliar, mayor cuarto y
auxiliar. Todos los cargos duran entre uno
y dos años según las normas de la
comunidad. Los Quemadores de Vela
están presentes en toda la mayordomía para presentar las peticiones de los
socios ante el santo festejado.
Los cargos municipales o comisariales son designados por el conjunto de la
comunidad de manera democrática; los más sobresalientes son: comisión o topil,
comandante, secretario, comisario y suplente.
Los cargos están relacionados entre sí en el ámbito político y el religioso. Siempre
están respaldados por un consejo de ancianos. Cuando alguien no cumple con los
cargos es llevado ante las autoridades para ser encarcelado o multado
económicamente. En ocasiones se le quita el terreno comunal que tiene en su
poder.
Explican los fenómenos naturales por medio de mitos tales como el de la creación
del sol (Akha'), la luna (Gon') y el dios del fuego (Akuun mbatsuun'), los cuales
nacieron juntos en la orilla del río y fueron criados por Akuun ñee, diosa del
temascal y portadora de la dualidad frío-calor.
En la actualidad se notan claramente tres elementos religiosos entre los me'phaa:
El primero lo constituyen las prácticas asociadas con el ciclo agrícola, en donde
interviene la adoración a deidades originales; el segundo aquellos elementos
católicos que se combinan con los valores originales y el tercero debido a la
influencia de las religiones evangélicas o protestantes que han influido a diversos
grupos en algunas comunidades. Estas prácticas religiosas fueron introducidas por
el Instituto Lingüístico de verano, Visión Mundial y otros misioneros formados en la
Escuela Bíblica, tanto en México como en el extranjero.
Existe una gran diversidad de fiestas
que tienen su base en la organización
religiosa de cada comunidad. Cada
fiesta tiene de fondo una deidad
original que posteriormente fue
sustituida por algún santo católico
durante la evangelización. En cada
fiesta hay diferentes danzas como
los Chareos, Moros, Doce pares de
Francia, Danza del tigre, la Danza del
vaquero, los Apaches o Mecos,
Danza del zopilote, etcétera. Cada
fiesta constituye un momento de
convivencia con otros grupos, ya
sean mestizos, mixtecos o nahuas.
Hay una forma de ayuda entre las
comunidades conocida como "mano
de vuelta", que consiste en que sin
remuneración económica una
comunidad lleva músicos a otro
pueblo, el cual se ve obligado a
reponer ese trabajo de la misma
manera. Cada fiesta está a cargo de
una mayordomía formada por socios
que cooperan económicamente de
manera igualitaria. Los miembros de
la mayordomía trabajan fuera de la comunidad, de manera cooperativa, con el fin
de recaudar fondos para costear la fiesta.
CULTURA MIXE
El sistema de fiestas de la región mixe es importante por varias razones: se
celebran eventos de carácter
religioso cristiano en honor a
un santo patrono en donde
generalmente subyace un
culto prehispánico; vinculan y
refuerzan los lazos de unión
entre localidades, genera el
ascenso social al interior de
la comunidad al desempeñar
cargos (como son las
mayordomías) y, por último,
propicia el comercio e
intensifica las relaciones
sociales interregionales. Las
fiestas que se celebran en la
zona alta y media de la
región ayuuk se caracterizan
por el enfrentamiento entre diversas bandas en "duelos musicales". Las danzas
cumplen funciones de integración comunitaria. Los carnavales permiten el
relajamiento social del grupo; finalmente encontramos las peregrinaciones, que
por lo general se realizan al exterior de la región a sitios sagrados como Santa
Catarina Albarradas, San Pablo Güila Tlacolula, Otatitlán, en Veracruz y a visitar el
Cristo negro de Esquipulas en Guatemala.
La vivienda tradicional, construida con techos de palma, de dos aguas, paredes de
tabla o bajareque y piso de tierra, ha ido desapareciendo a un ritmo muy
acelerado. Actualmente, las casas son construidas con paredes de adobe, block,
ladrillo y piedra, techos de teja, lámina
galvanizada, de asbesto o de concreto y
pisos de cemento.La casa-habitación es,
por lo general, de forma rectangular.
Tienen un espacio destinado a la cocina-
comedor y uno o dos cuartos como
dormitorios, almacén o estancia. La
mayoría de las viviendas cuentan con un
patio y/o traspatio destinado al cultivo de
algunos árboles frutales, plantas de ornato
y medicinales, y un espacio más para los
animales de carga. La falta de drenaje y agua entubada son dos de los principales
problemas a los que se enfrentan los ayuuk.
La música puede considerarse como la principal actividad artística que cultivan los
ayuuk. En cuanto a artesanías, podemos encontrar el telar de cintura, el cual se ha
mantenido en Tamazulapam, Tlahuitoltepec y Cotzocón; mientras que Mixistlán,
Tamazulapam y algunas rancherías de Ayutla, se caracterizan por la producción
de alfarería.
CHONTAL DE TABASCO
El Baila Viejo, de El Caballito Blanco, de El Gigante y el Caballo y la Ceremonia
del Maromo.
El Baila Viejo: Esta danza se interpretaba antiguamente en velorios, ofrendas, al
inicio de la siembra y de la cosecha, para conjurar plagas y epidemias, en pro de
la cría de animales domésticos; sólo podían participar varones jóvenes y castos.
La danza es originaria de Nacajuca y actualmente sólo se baila el 24 de julio en
honor de Santiago Apóstol, en Tucta; el 25 de diciembre, en Guaytalpa, para la
Navidad, y el 14 de agosto, en Tecoluta, para la vírgen de La Asunción. También
se representa en Villahermosa, en la popular colonia Atasta.
Los personajes son dos o cuatro danzantes que bailan descalzos. Portan sobre la
cabeza máscaras talladas en madera de cedro con
largas cabelleras de jolocín que representan los
rostros de ancianos y ancianas. Llevan en la mano
derecha un chinchín, instrumento musical
semejante a una maraca, hecho con jícara rellana
de piedrecillas, y en la izquierda, un abanico que
les sirve para reverenciar al santo patrón.
Consiste en bailar rutinariamente en círculos y cada
vez que el danzante queda frente al altar, hace
reverencias y emite fuertes gritos en señal de júbilo. Comienza a las ocho de la
noche, después del rosario, y dura hasta el amanecer. La música se compone de
varios sones interpretados con tambores y pito de carrizo. Antiguamente la música
se ejecutaba con una flauta de carrizo llamada pochó y como instrumentos de
percusión se utilizaban tunkules.
El Caballito Blanco: Se baila en Tamulté de las Sabanas, Centro, y en Quintín
Arauz, Centla, los días 4 de julio y 4 de octubre para celebrar a San Francisco de
Asís, patrón de esos poblados. Es de origen chontal y representa la batalla entre
un guerrero tabasqueño y un jinete hispano.
Antes de la ceremonia los danzantes acuden a las casas de la comunidad a
recoger las ofrendas para el altar o para el caballito.
El caballito que se encuentra en el Museo de Cultura Popular fue objeto de un
cuidadoso ritual para que el santo patrono de Quintín Arauz permitiera su
fabricación y posterior traslado a donde se exhibe.
Esta danza antiguamente era bailada por un solo guerrero con máscara, en honor
del dios Kantepec. Entonces la música era interpretada por un pito y un tambor.
Actualmente sus sones se interpretan con una banda de música de viento.
El Gigante y el Caballo: Esta danza chontal, conocida también como Baila
Gigante, es originaria de Tecoluta, Nacajuca, y se remonta al inicio de la Colonia,
cuando a propósito de la evangelización los religiosos aprovechaban ceremonias y
ritos de los indígenas para transformar el sentido de sus creencias paganas hacia
el cristianismo.
Participan el niño David y el gigante Goliat ataviados con máscaras de madera
talladas y policromadas, con cabelleras de jolocín; el Señor Santiago va dentro de
un caballito blanco hecho de jahuacte y manta. Antiguamente la música era
interpretada con tambores de cedro y cuero de venado, y un pito con boquilla de
cera, llamada flauta pochó. Ahora la danza se acompaña con zapateos y marchas
ejecutadas por una banda de música de aliento.
La danza se baila frente a los altares de cada casa donde se recogen las ofrendas
para ser llevadas después a la iglesia.
Las flores, frutos, velas o palias que componen las ofrendas se entregan a los
ofrendadotes, ancianos rezadores, quienes interceden con la virgen
comunicándole que la familia viene a entregarle lo mejor de su cosecha, para
obtener su protección.
Ceremonia del Maromo: En la época colonial, en la ahora Villa Tamulté de las
Sabanas se llevaba a cabo la fiesta a Tamul Cantepec, dios de la agricultura, una
ceremonia en la que se ofrecían ofrendas de comida, música, danzas y ofrendas
de la tierra llamadas enramas.
La danza de El Tigre formaba parte del ritual y era ejecutada por un guerrero y
cuatro tigres, quienes dramatizaban una pelea; cuando los tigres ganaban, lo
amarraban a un poste y simulaban sacrificarlo. Esto se llevaba a cabo en el
bosque de Cantepec y en la cueva del mismo nombre. Por su ritual se sacrificios
de aves y la ingestión de bebidas rituales embriagantes, fue prohibida por el monje
Villela en 1731, con la amenaza de que quien la bailara recibiría cien azotes.
Desde entonces la ceremonia de El Tigre quedó fragmentada y la danza cambió
de nombre siendo interpretada hasta la fecha sólo por el guerrero; para protegerla,
los ancianos de la mayordomía le pusieron el nombre de Maromo y es quien
actualmente lleva a la iglesia la comida de ofrenda. Es el Kooyac, el danzante que
va a la cabeza y en ocasiones, cuando se encuentra con el caballito blanco pelea
con él.
Esta danza se preserva en Tamulté de las Sabanas durante la fiesta de San
Francisco de Asís que se lleva a cabo del 2 al 4 de octubre. Del mismo modo en la
comunidad de Buenavista, del 12 al 13 de junio durante la fiesta de San Antonio
de Papua.
La ceremonia actual se constituye de novenario, en el que se lleva a cabo la
preparación de las velas que se entregan desde el día 4 en procesiones que van
de la casa del patrono, a la iglesia.
De acuerdo a la investigadora Rivera Virgilio, tres meses antes se lleva a cabo la
preparación de la bebida ritual llamada guarapo, y el 12 de junio culmina el rito del
Maromo con la preparación de la comida tradicional que se llevará a la iglesia a
las doce del día.
El danzante lleva la procesión de la iglesia a la ermita del patrón. De retorno, a
medio camino, se encuentra con el caballito y después de escenificar una batalla
ambos personajes levan la comida a la iglesia, donde será ofrecida en lengua
chontal para después ser compartida con toda la comunidad.
En su trabajo de investigación, Jorge Priego Martínez señala que es posible que la
tradición musical de Tabasco se remonte a más de dos milenios en el tiempo y se
origine en la legendaria civilización Olmeca.
Estas manifestaciones musicales se enriquecieron siglos después con los aportes
de la cultura Maya y posteriormente adquirieron la influencia Mexica, ya que en
Tabasco se asentaban fuertes contingentes militares de Moctezuma, los llamados
cimatanes.
Escribe Priego: "Estamos convencidos de que la verdadera música indígena de
Tabasco se perdió para siempre. La que ha llegado hasta nosotros puede ser que
mantenga algunas características de aquélla, pero es innegable que el influjo de la
música europea -española, principalísimamente- fue transformando la interpretada
por los indígenas tabasqueños.
"Apoya nuestra opinión el hecho de que algunos de los tamborileros que
acompañan la dan de El Caballito Blanco, por ejemplo, ya no interpretan la música
original de ésta, sino el son de El Toro, de indudable origen mestizo, derivado
directamente del zapateado español o de las seguidillas, tan en boga en la Nueva
"Pero si la auténtica música indígena tal vez no llegó hasta nuestra época, los
instrumentos con que fue siempre tocada sí podemos conocerlos y aún
escucharlos, gracias al celo tradicionalista de los indígenas chontales y choles.
Estos instrumentos son los mismos que utilizaron los mayas del periodo clásico:
de percusión y de aliento".
Ilustra el investigador en el sentido de que los instrumentos musicales de
percusión que utilizan los músicos indígenas de Tabasco son el tunkul, los
tambores, las conchas de tortuga y los chinchines. Los musicólogos Sachs y
Horns Bostel dividen éstos en dos grupos: idiófonos, o sea de percusión sin
membrana, como el tunkul, las conchas de tortuga y los chinchines, y
membranófonos , es decir, los que tienen membranas o cueros, como los famosos
tambores de los tamborileros.
Se les llama a estos instrumentos de percusión, porque el sonido se genera por la
vibración que causa la propia percusión, o se el golpe que recibe el instrumento,
ya que percutir es golpear.
El tunkul es un tronco ahuecado con dos lengüetas en la parte superior, una más
corta que la otra, que al percutirse emiten diferentes sonidos.
Las conchas de tortuga, principalmente de hicotea, se golpean con un asta de
venado y se utilizan para interpretar la danza de Los Blanquitos, de Tenosique.
El tambor, principal instrumento de percusión de nuestros tamborileros, está
elaborado a base de troncos huecos con cuero de venado en cada costado, el
cual se sujeta por medio de un bastidor que se ata con cuerdas, dispuestas en
forma tal que permiten afinar el instrumento. El tambor mayor, de voz grave, es
llamado macho, y el menor, de sonido más agudo, hembra.
Los otros instrumentos musicales de nuestros indígenas son los llamados de
aliento de viento, como se les conoce comúnmente. Sachs y Horns Bostel los
llaman aerófonos. Los tres nombres que reciben están íntimamente ligados con su
naturaleza, ya que en ellos el sonido se genera por medio del aire en vibración, el
que proporciona el hombre el soplar o hacer pasar su aliento a través del propio
instrumento. Los principales de origen precolombino que se usan en Tabasco son
las flautas, el caracol y los silbatos. El caracol se utiliza aún en algunas
comunidades para convocar a la gente; era el instrumento guerrero que llamaba a
filas y transmitía las órdenes de batalla. Los silbatos se usaron también en la
guerra para hacer grandes bullas y así impresionar al enemigo, y en épocas de
paz, como hasta la fecha, fueron juguetes de los niños o de uso en fiestas
profanas y religiosas.
Por lo que hace a las flautas, si bien
en épocas pretéritas se elaboraron
de hueso, de barro y de carrizo, las
que conocemos actualmente en uso
únicamente son las de carrizo en dos
variedades: la llamada flauta chul de
los mayas, flauta de pico o pitu de
los chontales, parecida a la flauta
dulce, parte del haber musical de la
humanidad, ya que fue conocida por
todos los pueblos de la tierra, y es la
que utilizan los tamborileros de
Tabasco. La otra flauta es la que
llaman pochó, por ser con ella que se acompaña la danza de este nombre
originaria de Tenosique. La flauta pochó tiene una boquilla de pluma fijada con
cera.
De la unión de la flauta de carrizo y los tambores nació la bella música de los
tamborileros indígenas de Tabasco.
De estos instrumentos nuestro inmenso Carlos Pellicer dice:
...ella es pájaro vegetal, humilde caña en la que el soplo humano es capaz de
fascinantes cristalerías. Aire con agua de todo sentimiento. El tambor es el tronco
incendiado y el aire hueco resuena a golpes de manos duras de madera envuelta.
La flauta pájaro y el tambor felino. La música y el ruido. El ave sobre todo el mar.
La palabra ofrenda proviene del latín offerenda que significa cosas que se han de
ofrecer. Es una dádiva o servicio es muestra de amor y gratitud, ofrecida a Dios o
a cualquier divinidad para implorar su auxilio o alguna cosa que se desea y de esa
manera cumplir con un voto y obligación.
La ofrenda puede ser cualquier ofrecimiento como animales, alimentos, bebidas u
objetos de valor.
Según versiones de algunos ancianos, cuando se iba a tumbar un monte para
hacer milpa, antes de dar un paso lo primero que hacían era una ofrenda a Dios
como respeto a la naturaleza y a la montaña; luego, para implorar que en ese
lugar se dieran buenas cosechas, se quemaba un poco de maíz o se ofrecía
alguna comida especial. Las mismas prácticas tenían que hacer cuando
sembraban o cuando se cosechaba.
Antiguamente todas las personas que salían a trabajar a la montaña hacían una
ofrenda. Como caso concreto tenemos el hecho de que cuando se cortaron las
vigas que actualmente tienen las iglesias, antes de salir a tumbar los árboles se
hacían ofrendas que consistían en llevar al altar un pavo cocido. En ocasiones
también se ofrendaba carne de cerdo o de pollo, ofrenda que era presentada por
los ancianos de la comunidad y se le pedía a Dios que los cuidara para que no les
fuera a ocurrir un accidente, ser devorados por un tigre o mordidos por una
serpiente.
La madera que se buscaba eran la caoba y el caracolillo. Cuando partían a la
montaña llevaban una cruz grande y al llegar al lugar donde se localizaba la
madera buscada hacían una choza para pasar la noche y ahí veneraban la cruz.
Antes de la llegada de los españoles era una tradición hacer ofrenda a los dioses
para que hubiese abundante cosecha y buena salud para el pueblo. Se
acostumbraba hacer la ofrenda en la primera cosecha. Posteriormente de la
llegada de los españoles a la actualidad se adoran santos traídos de España,
como es el caso del patrono de Tucta, que es el señor Santiago de Galicia, en
escultura que lo representa montado en un caballo blanco, como un hombre de tez
blanca y barba cerrada; en una mano lleva una bandera y en la otra una espada;
debajo de las patas de su caballo hay un hombre. Dicha escultura es a la
semejanza del español representando la época de Las Cruzadas.
Para celebrar el día de este santo en el pueblo se hacen enramas nueve días
antes de la fiesta, la enrama consiste en llevar a la iglesia productos como maíz,
cacao o algún animal como ofrenda para beneficio de la iglesia, que los devotos
amarran a lo largo de un palo que adornan con joloche y hojas de palma; el
mayordomo reúne a un grupo de fieles que parten de la iglesia a manera de
procesión acompañada de música de una pequeña banda, entre cantos, rezos y
cohetones, con la única finalidad de buscar las enramas a las casas de quienes
las van a ofrecer al santo patrono u otros santos.
Una vez ahí, se hace una ofrenda ritual para los familiares, rezador y amigos
invitados; la entrega de las enramas es acompañada en algunas ocasiones con
música de tamborileros.los dueños de la casa tienen la obligación de obsequiar
bebidas como guarapo, chorote o agua de horchata.
Finalmente se regresa a la iglesia de la misma forma y se deposita la ofrenda
encima de un petate que se coloca frente al altar.
El mero día del santo patrono se ofrece una misa y después de este acto, la
ceremonia, además de grandes comidas.
En los pueblos chontales de Nacajuca existen festividades dedicadas al santo
patrono y otros santos, que requieren para su realización la asignación de
funcionarios organizados en mayordomías. El patrón o mayordomo de cada
pueblo es el encargado de gestionar y organizar las festividades religiosas, con la
cooperación física y económica de acuerdo a las posibilidades de los habitantes
de cada comunidad. Este funcionario es elegido por el pueblo, siempre y cuando
realice las actividades que le fueron encomendadas conforme a las tradiciones y
costumbres de cada poblado, por un periodo de tres años o de lo contrario puede
ser cambiado en menos tiempo.
Entre otras festividades destacan por su importancia las dedicadas al mes de
noviembre, donde se recuerda a los muertos con ofrendas, rezos y altares
religiosos bien adornados, que los habitantes de las comunidades colocan en sus
casas.
Las celebraciones a los santos patronos son actos que caen dentro de lo ritual, ya
que su objetivo principal es propiciar la veneración de las imágenes de los santos
con danzas y múltiples ofrendas para que los habitantes de cada poblado puedan
esperar tranquilos y confiados que les vaya bien durante todo el año, que tengan
una buena siembra y una abundante cosecha, además de bienestar familiar.
A las festividades patronales llegan devotos del santo o quienes van a cumplir una
promesa o manda hecha a dicho santo. Otros van únicamente con el afán de
divertirse, hacer negocios instalando un puesto donde ofrecer sus mercancías, ya
que en estas fiestas se une lo divino con lo profano y siempre se acompañan de
una feria popular en la que no faltan juegos mecánicos, juegos de azar, música y
baile.
Para estas ocasiones se adornan con especial cuidado exterior e interior de la
iglesia, utilizando cadenas de papel de china con los colores de la Bandera
Nacional y banderitas que son del mismo papel, nada más que picado y en
diferentes colores. Son los hombres quienes se encargan de arreglar todo, ya que
a la mujer no se le tiene permitido participar en estos menesteres.
Las ceremonias en las iglesias de las comunidades chontales se desarrollan
según los esquemas tradicionales con la celebración de la misa, la cual alcanza un
gran esplendor y la gente asiste gustosa a ellas con sus mejores ropas,
aprovechando los jóvenes esta oportunidad para escoger y conseguir pareja.
Aparte de las actividades religiosas y la pequeña feria, la conmemoración se
alegra con bailes, corridas de toros y en ocasiones con carreras de caballos,
aunque no en todos los pueblos chontales se realiza este tipo de eventos.
Generalmente durante la primera noche de la fiesta o velación que tiene cada
comunidad chontal se comienza con las ofrendas rituales que se hacen en honor
del santo patrono (por lo regular se realizan por promesas); los velorios nocturnos
comienzan desde la víspera. Durante estos festejos se baila la danza El Baila
Viejo y entre otras la de El Gigante y el Caballito, acompañada de música
autóctona que procede de tambores de madera y una flauta de carrizo.
Cuando es en la casa del patrón o mayordomo, es él quien se encarga de repartir
entre los asistentes al convivio la bebida de balché o guarapo y la tradicional
comida de uliche, además de los sabrosos tamalitos de frijol envueltos en hoja
Cabe señalar que en la casa donde era la fiesta las mujeres tenían por costumbre
comer en un apartado y los hombres en otro. No podían estar juntos.
En las comidas que organizan durante las festividades religiosas realizan una
ceremonia muy especial que consiste en que el más anciano sahuma con incienso
al santo que se celebra, se arrodilla y le pide maíz, plátano, yuca, calabaza,
etcétera, esto es los diversos productos con que se alimentan, o lo que es lo
mismo, le piden tener buenas y abundantes cosechas.
Al día siguiente, en la mera fecha de la celebración, desde muy temprano se dejan
escuchar los llamados voladores que llevan en sus puntas bombas de mecate que
explotan en el aire, para iniciar la ceremonia de las enramas a partir de las doce
del día.
Para estas fiestas llegan peregrinaciones de pueblos cercanos que llevan algunas
enramas como regalo. Cuando a ellos les corresponda festejar a su santo patrono,
la comunidad devolverá la visita de la misma forma. Esta reciprocidad de
obsequios es una costumbre entre los pueblos chontales.
Después de estas actividades se utilizan los servicios de un rezador o rezandero
que en su nativo dialecto chontal emite el ofrecimiento a Dios, mientras que los
cantos y rezos son pronunciados en español, llevando en sus manos un
sahumerio con incienso, comenzando la reverencia al santo patrono y después
hace lo mismo a los cuatro puntos cardinales, para luego arrodillarse y venerar en
el altar al santo que se celebra.
Los donadores y demás habitantes del pueblo llevan consigo ramitos de albahaca
y flores que tallan alrededor de la imagen del santo que se celebra, con los que
enseguida se hacen las famosas limpias, que consisten en pasarse las hojas y
flores por todo el cuerpo, en la creencia de que el santo les purifica, librándolos de
todo mal. Después el rezador hace las funciones de intermediario a favor de los
donadores ante el santo patrón.
Cabe mencionar que en las fiestas de las iglesias los tamborileros apenas tocan
en algunos momentos rituales como la bajada y subida del altar de los santos que
se celebren.
Por lo general, la fiesta del pueblo finaliza al término del baile popular que casi
siempre es amenizado por un conjunto musical; por lo regular, el sitio donde se
realizan tales eventos es la explanada del parque, donde participa toda la
comunidad.
Estas celebraciones, más que fiesta religiosa, son motivo de esparcimiento que los
indígenas aprovechan para salir de la vida monótona.