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N°4 | ENERO - FEBRERO 2017 | www.revistadiversidadcultural.com

DIVERSIDADCULTURAL

DIVERSIDAD

CULTURAL

2017

Eduardo García Ayala: Lo no Dicho, comentario sobre políticas públicas de los derechos reproductivos de poblaciones

indígenas, especialmente mujeres

Grandes pendientes a 15 años de la Conferencia Mundial de

Durban

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Revista Diversidad Cultural | Enero-Febrero 2017 | Número 4

Editorial ...............................................................................3

Radicalización del aula en EU ...........................................4

La magia de San Pascualito que protege contra la mala jornada .....................................................11

Zoot Suit o más Chucote .................................................19

Discriminación y Racismo en México .............................21

Nacionalismos exacerbados de hoy ................................27

El pueblo afromexicano y su reconocimiento constitucional ..................................................................30

Índice

Consejo Asesor Fernando I. Salmerón C.

Consejo Editorial Javier Peñalosa Castro

Dirección de Información Rodolfo Martínez

Colaboradores Anne Köster Eduardo García Ayala Ana Laura Gallardo María Bertely Nick Tafoya Bibiana Riess

DIRECTORIODIRECTORIO


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EditorialLa intolerancia, el miedo a la diversidad y el afán de encerrarse en lo conocido y lo cercano son factores que degradan la convivencia y li-mitan el desarrollo de la Humanidad en todos los órdenes.

A menos de un siglo de distancia de la Segun-da Guerra Mundial, soplan en el mundo vien-tos que las lecciones históricas parecían haber apagado hace tiempo. La discriminación y el racismo aparentemente han resurgido de sus cenizas para enseñorearse en la escena mun-dial.

Hoy no son los judíos y los gitanos, sino los musulmanes, los mexicanos y los afrodescen-dientes quienes concitan el odio alentado des-de la vesania de los supremacistas blancos que periódicamente quieren quedarse solos en el dominio del mundo.

Donald Trump ha sembrado la semilla del odio entre los niños blancos, que comienzan a sen-tirse superiores por el solo hecho de tener la piel menos pigmentada que algunos de sus compañeros, y que están aprendiendo a odiar a quienes son diferentes por el solo hecho de serlo.

En este sentido, resulta sobrecogedora la vi-sión que se desprende del artículo publicado en este número de Diversidad Cultural por Anne Köster, en el que nos muestra el “efecto Trump” entre mexicanos o hijos de mexicanos que están resintiendo los embates suprema-cistas alentados por quien será el hombre más poderoso del mundo.

Parece imposible que en pleno siglo XXI exista intolerancia hacia quien tiene una apariencia diferente por sus rasgos y su color de piel, el piensa diferente, el que habla diferente, el que viste diferente, el que tiene distintos gustos, el que tiene una religión diferente o no tiene re-ligión, el que vive en lugares humildes en los que escasean los servicios.

A lo largo de la historia, el recrudecimiento de la intolerancia ha devenido en guerras san-grientas que no tienen ganadores claros y que no dejan lecciones perdurables sobre la inutili-dad de la violencia física o psicológica ejercida contra nuestros semejantes para tratar de im-poner un punto de vista, por más descabellado que éste resulte.

Sitios como el magnífico Museo de la Toleran-cia ubicado en la Avenida Juárez de la Ciudad de México nos recuerdan cómo algunas de las guerras más encarnizadas tienen su origen en el odio, el racismo y la estupidez, y cómo el sal-do de estos enfrentamientos es terriblemente sangriento e inútil.

La maquinaria racista está en marcha, y sólo la inteligencia, y la tolerancia podrán lograr que no adquiera proporciones catastróficas.

Por lo pronto, si bien no hemos llegado a los extremos que se barruntan con Trump, las ex-presiones de racismo y odio menudean, y hay mucho por hacer para frenarlas y, en contra-parte, propiciar un ambiente de inclusión, to-lerancia e identificación con el otro.


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Artículo de Opinión

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La diversidad racial en las escuelas de Estados Unidos (EU) es una rea-lidad desde hace muchas décadas. Según el Pew Research Center, en 2014 los grupos racialmente mino-rizados superaron por primera vez

en número a los de los blancos en las aulas. Aparte de este dato, se puede ver en el gráfico 1 que tam-bién se dobló la cantidad de alum-nos latinos entre 1997 y 2014, así que actualmente uno de cada cua-

tro alumnos es latino, Esto equivale a casi 13 millones de niños y jóve-nes. Si el 64% de todos los latinos en EU tienen raíces mexicanas, eso equivale a 8.3 millones alumnos méxico-americanos.

La radicalización en aulas de escuelas de Estados Unidos

Por: Anne Köster

• ¿Qué ha pasado en las aulas de EU con los alumnos mexico-americanos después del voto por Trump?

Este gráfico demuestra todos los actores del ámbito escolar, adminsitrativo y político que pueden ser discrimina-dores o discriminad@s.

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Durante su campaña electoral, Trump promovió una política migratoria conservadora cargada de retórica populista y discriminatoria. Mencionó específicamente a los mexicoamericanos en sus discursos, los calificó como narcotraficantes, criminales y violadores y advir-tió que realizaría deportaciones masivas. Además, pla-nea construir un muro en la frontera méxicoamericana para limitar el narcotráfico y la inmigración desde el sur.

La elección de Trump como nuevo presidente de EU causó preocupación entre los mexicoamericanos que viven en EU, así como entre sus familiares, amigos y socios en México por el futuro incierto de las relacio-nes entre ambos países y las situaciones individuales de quienes viven en EU sin tener ciudadanía americana o permiso de residencia.

En este artículo se analiza específicamente cómo cam-bió el clima en las aulas con ptrfesencia de estudiantes

mexicoamericanos durante la campaña y posterior elec-ción de Trump. También se busca explicar las causas de la creciente radicalización del alumnado blanco frente a ellos, y finalmente se proponen algunas acciones para evitar la profundización de estas actitudes negativas.

Cambio

Según una encuesta del equipo Teaching Tolerance, del Southern Poverty Law Center (SPLC), más del 90% de 10,000 actores educativos reportaron efectos negativos de la candidatura y elección de Trump en el ánimo de los alumnos y en sus interacciones. Además, la gran mayoría opina que va a haber un grave impacto en el clima escolar a largo plazo.

En los resultados del sondeo se observó un aumento drástico de la violencia verbal y hasta física —incluidos insultos, amenazas y hostigamiento— del alumnado

Gráfica 2: la situación demográfica en escuelas de EU, Southern Poverty Law Center, 2016.

DEMOGRAFÍA EN ESCUELAS DE ESTADOS UNIDOS

70% o más de alumnos blancos

Menos de 70% de alumnos de un solo grupo racial

70% o más de alumnos de un grupo minorizado

Cambio del Clima esColar después del voto por trump

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blanco hacia sus compañeros de grupos minorizados, tales como los latinos, afrodescendioentes y musulma-nes, entre otros. La mayoría de tales casos ocurrieron en escuelas con una matrícula de blancos mayor al 70%. La gráfica 2 señala que casi la mitad de las 98,454 escuelas que existen en EU cuentan con esta situación demográfica.

En las escuelas mixtas, sin mayoría de ningún grupo ra-cial, se nota una segregación racial más profunda y resenti-mientos entre los diferentes grupos. Eso se traduce en una pérdida de confianza entre los alumnos y en interacciones más conflictivas.

En las escuelas con un alumnado en el que predomi-nan los grupos minorizado, los docentes detectaron en 80% de los casos un increnmento en la ansiedad

por parte de los alumnos. Tienen miedo de que la elec-ción de Trump afecte sus vidas. Además, los docentes notaron que su capacidad de aprender y enfocarse en las clases disminuyó como consecuencia de una trau-matización. Estos estudiantes se identifican colectiva-mente como víctimas y comparten la preocupación de que ellos y sus familias sean deportados o separados, y de que su futuro sea poco esperanzador.

Estos datos implican que el resultado de la elección pre-sidencial afecta al clima escolar de diferentes maneras, en función de la demografía que exista en cada escuela.

Ejemplos de una radicalización del alumnado blanco

Entre los alumnos más atacados se encuentran los

ejemplos de radiCalizaCión del alumnado blanCo

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mexicoamericanos. A continuación se presenta una lista con ejemplos de qué les sucedió en sus escuelas después de la elección de Trump.

- En varias escuelas de diferentes estados del país, los alumnos blancos han dicho a sus compañe-ros de origen mexicano que sus padres van a ser expulsados del país y que ellos van a estar ex-pulsados de la escuela. Ocasionalmente les han dado cartas falsificadas de deportación.

- En una secundaria de Indiana les comentaron que Trump va a lanzarlos al otro lado del muro, y que ya no pueden esperar el día en que ellos y todos los demás brownies (pasteles de chocola-te, en referencia al color oscuro de la piel de los mexicoamericanos) se hayan ido.

- En una preparatoria de Tennessee un grupo de alumnos comentó a su docente que ya no nece-sitan clases de español porque Trump mandará a todos los mexicanos de regreso a México.

- En una primaria de Colorado un alumno de Bos-nia ha dicho que quiere que gane Trump para poder deshacerse de todos los mexicanos que hay en Estados Unidos.

- En una preparatoria en California una persona anónima ha pintado una esvástica con las pala-bras ‘Make America Great Again’ (hagamos de América una gran nación de nuevo) en el escri-torio de un maestro de español.

- En una secundaria de Massachusetts un grupo de alumnos blancos preguntó en voz alta a todos los alumnos mexicaomericanos que encontró en los pasillos si están legalmente en EU.

En un sondeo, 672 de un total de 1,500 encuestados mencionó la palabra deportación y 476 se refirieron a la construcción de un muro en la frontera entre Mé-xico y EU. Estas cifras indican que la gran mayoría de expresiones negativas están dirigidas a los mexicoa-mericanos. Es de llamar la atención que los alumnos blancos reproducen los discursos de Trump con las mismas palabras que usó en su campaña.

Según el departamento federal de educación pública, la radicalización es un proceso en el que individuos

o grupos sociales rechazan drásticamente las normas sociales vigentes y apoyan a la construcción de un sis-tema político diferente.

Con respecto a esta definición, las interacciones des-critas por los participantes en la encuesta se pueden calificar como radicalizantes, porque los alumnos blan-cos (como individuos y como grupo) cambiaron drásti-camente su manera de interactuar con sus compañeros minorizados y expresan su apoyo a la nueva agenda política de Trump. Su cambio de actitud resultó en un cambio del clima escolar, pasando de ser respetuoso, pacífico e inclusivo a ser caracterizado por el odio, la violencia, la discriminación y la segregación.

El Origen de la

¿Pero cómo explicar la radicalización del alumnado blanco frente sus compañeros mexicoamericanos y otros grupos minorizados?

el origen de la radiCalizaCión

Estimado Donald Trump por favor permite que los mexi-canos se queden aquí, podrían ser nuestros padres

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Las explicaciones del llamado ‘efecto Trump’ —la ra-dicalización de la población blanca tras la elección de Trump y el efecto de ello en las escuelas— se basan en la idea de que los alumnos blancos se apropiaron de las opiniones y actitudes que percibieron en sus casas. Para entender entonces por qué los alumnos blancos reproducen la retórica utilizada por Trump durante su candidatura y por qué radicalizaron sus actitudes, es necesario saber quiénes son sus padres y por qué mo-tivos se radicalizaron y votaron por Trump.

Según las estadísticas electorales, los blancos fueron los únicos de todos los grupos raciales que votaron mayoritariamente por Trump. Un 90% del total de los votos por él, fue blanco. Son blancos de todas las edades, de clase media (con un promedio de ingre-so anual entre 50,000 y 100,000 dólares) o media-alta (entre 100,000 y más de 250,000 dólares), de ambos géneros (en 2012 un 44% de las mujeres votó por los republicanos y en 2016 un 42%) y ubicados en zonas rurales o en pequeñas ciudades de todo el país. Cuan-to menos educados, más votaron por Trump –un 70% de todos los blancos sin preparatoria lo apoyaron–. El

segmento más grande de los electores que votaron por él fueron hombres de 45 o más años con preparatoria terminada o un nivel educativo más bajo.

En su artículo, Doug Saunders presenta cinco argu-mentos para explicar los votos republicanos y la radi-calización de los blancos:

Según él, los blancos perciben como injusto que la po-lítica social de los demócratas y sus programas de apo-yo faciliten la transición de los inmigrantes de la clase baja a la clase media, porque ellos deberían lograrlo con esfuerzo propio y sin ninguna ayuda gubernamen-tal. Este sentimiento de injusticia y de desventaja tiene el potencial de convertirse en envidia y odio hacia los inmigrantes y otras minorías que se benefician de pro-gramas sociales.

Otro argumento se basa en la lógica del ‘efecto halo’. Significa que los blancos que viven en zonas predomi-nantemente de blancos, sin contacto con otros grupos raciales, y los que pasan, debido a procesos econó-micos ocurridos en su entorno, por rápidos cambios, tienden a sentirse amenazados por los desconocidos.

EL EFECTO TRUMP

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Por lo tanto, creen más fácilmente en discursos políti-cos populistas en contra de minorías, se apropian de ellos y los reproducen.

De acuerdo con el enfoque psicológico de la tolerancia del extremista, las personas blancas temen a cambios políticos y sociales, y por eso tienden a favorecer la estabilidad, el orden y la autoridad para garantizar co-modidad y seguridad. Entonces votan por aquel can-didato que les promete mantener —o, en el caso de EU, regenerar— el status quo. Con su eslogan electoral ‘Make America Great Again’, Trump prometió a los es-tadounidenses blancos reestablecer en EU el pasado, donde su poder y privilegio fueron un espacio seguro para este grupo.

No solamente ellos, pero, sobre todo, los blancos con un bajo nivel educativo tienden a identificarse con la concepción ética de una nación que está profunda y

exclusivamente vinculada con su propio grupo racial. Cuando se empoderan los grupos minorizados, los blancos se sienten amenazados en su identidad racial y su superioridad por el simple hecho de ser blancos. En los últimos ocho años, Obama —como presidente afroamericano del partido demócrata— empujó mu-chas políticas en favor de este empoderamiento de las minorías. Al sentirse amenazados en su posición de poder, los blancos decidieron apoyar políticas en contra de los demás grupos raciales y votar por el can-didato republicano.

Los blancos que usaron a los inmigrantes como chivos expiatorios para justificar sus problemas económicos individuales en vez de culpar a la situación económica nacional y mundial, votaron por Trump porque creen que la realización de sus propuestas de una política migratoria restrictiva pueden resolver sus propios pro-blemas económicos.

Para poder evitar una más profunda radicalización de los alumnos blancos en las escuelas de EU, el SPLC propone cinco medidas que puede llevar a cabo el per-sonal escolar:

1. Fijar su posición: Por medio de cartas, se co-munican claramente los valores de la escue-la, las expectativas sobre inclusión y respeto mutuo y las visiones para la convivencia en la comunidad escolar.

2. Cuidar a los lastimados: Se asegura que los docentes estén preparados para manejar los temores, agobios y traumas de los alumnos que forman partre de grupos minoritarios, causados por experiencias de hostigamiento (bullying) o exclusión por el efecto Trump. Se informa a la comunidad escolar que exis-ten un plan y los recursos necesarios para atender a los alumnos emocionalmente afec-tados.

3. Reforzar estrategias en contra del hostigan-miento: Se anima a toda la comunidad a es-tar alerta para frenar el acoso, las molestias y reproducciones de estereotipos y se le re-cuerrdan por escrito los valores y principios de la escuela.

4. Animar a todos a actuar: Se comunica a los docentes y alumnos qué se espera de ellos: que actúen cuando se den cuenta de cual-quier situación de maltrato. Por ejemplo, se puede interrumpir a alguien que dice algo que resulte en un estereotipo, hacer pregun-tas con una actitud tranquila, corregir infor-mación falsa y apoyar para que los demás tomen tales medidas.

5. Prepararse para la crisis: Capacitar a toda la comunidad escolar sobre el correcto manejo de situaciones críticas, tales como actos de violencia verbal y física, y cómo mantener seguro el espacio escolar.

ideas para disminuir la radiCalizaCión de los alumnos blanCos

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definiCiones importantes para entender la interCulturalidad

La interseccionalidad o discriminación interseccional se define como el cruce de varios aspectos por los que una persona puede ser discriminada. Estas categorías de discriminación son social y culturalmente construi-das en contextos específicos e interactúan simultánea-mente en niveles múltiples.

Cuanto más alta y frecuente es la correlación de los di-ferentes objetivos de discriminación, más sistemática-mente se construye y mantiene la desigualdad social. Así, los modelos clásicos de opresión social basados en etnicidad (racismo), religión (discriminación reli-giosa), discapacidad (capacitismo), género (sexismo), identidad de género (transfobia, binarismo) y muchos

más, ya no se dan de manera aislada, sino que se inte-rrelacionan en un sistema de opresión social.

Un ejemplo de ello sería una mujer joven afrodescen-diente, judía, lesbiana, con VIH y madre soltera que trabaja por un salario menor que el mínimo. En un sis-tema opresivo, ella sufriría exclusión y estigmatización por varios aspectos y características individuales que son interseccionalizados.

* Estudiante del doctorado en Educación Intercultural, Universidad Europea Viadrina, Fráncfort, (O), Alemania / Instituto de Investiga-ciones en Educación | Universidad Veracruzana | Xalapa | México | [email protected]

En el artículo se analizaron las razones, formas y es-trategias en contra de la radicalización de los alumnos blancos en las escuelas de EU, y específicamente de sus actitudes verbal y físicamente violentas frente a alumnos mexicoamericanos debido a la candidatura y elección de Donald Trump como nuevo presidente de ese país. Este proceso de radicalización de los alumnos blancos se da por la apropiación y reproducción de las actitudes de sus padres, quienes están en favor de las propuestas políticas de Trump y es de su interés rees-tablecer los privilegios que tuvieron en épocas pasadas por ser blancos.

Existe la esperanza de que las actitudes y expresiones radicalizadas por parte de los alumnos blancos debido al efecto Trump disminuyan tan rápido como aumen-taron, porque así ocurrió en el caso de los ataques a los musulmanes después del 11 de septiembre de 2001. Según el Pew Research Center, había 93 casos de violencia hacia ese grupo religioso registrados por el FBI en 2001, y el año siguiente se registraron sólo 34 casos.

Pero, en todo caso, es importante que las escuelas —específicamente sus líderes y docentes— se preparen para manejar situaciones violentas y para atender las necesidades de los afectados. Diseñar e implantar la estrategia requerida para crear un ambiente escolar in-cluyente, respetuoso y pacífico, implica dedicar a ello muchos recursos y esfuerzos. Para que sea exitosa, se recomienda planear intervenciones de no discrimina-ción, de manera sistemática y continua, en todos los niveles escolares, así como en los ámbitos organizacio-nal, del personal docente, de la práctica pedagógica y de la comunicación. Debe darse seguimiento a estas actividades mediante la intervención de los docentes y la persona que juegue el papel de líder.

Una condición básica para erradicar y prevenir la dis-criminación en la escuela es que quien funja como líder escolar sea un modelo a seguir para los demás integrantes de la comunidad escolar, con una apertura a la no discriminación; con inclusión y respeto a todos. Así animará a los demás a actuar en consecuencia y se creará un espacio escolar seguro en el que todos se sienten integrados, valorados y apreciados tal como son.

ConClusión

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Hay calles que no deberías de recorrer, ahí el recuerdo aguarda con filosas uñas, otras deberías ignorar, ahí las sombras abrazan el alma, la mayoría espera que pases para atrapar los latidos de tu corazón y jamás dejarte escapar, casi todas permanecen envueltas en la oscuridad de la no-che, hora en la que agonizas por haber sido maldecido mil veces desde tu origen, sólo por haber tomado el fruto pro-hibido del árbol del bien y del mal que te podía convertir —

según la serpiente— en un dios, pero resulta que casi todos tus actos están salados porque hay que pagar con dolor, angustia, soledad tal atrevimiento. Sin embargo, en Tuxtla Gutiérrez, los 17 de Mayo, aunque te de miedo el carretón de San Pascual Baylón o San Pascualito puede pasar por tu casa y terminar de tajo el terror de todo presente, llena miseria que lleva invariablemente hacia la muerte.

En su templo, construido por los zoques en 1948 y clausu-

La magia de San Pascualito que protege contra la mala jornada

Por: Débora Cortés

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“La catedral católica, apostólica, ortodoxa, mexicana, independiente de San Pascual

Bailón da la más cordial bienvenida a quienes visitan este santuario en el corazón de

Chiapas”

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rado por la Secretaria de Hacienda en 1959 por influencia de “los auténticos católicos”, tus demonios que te siguen tal cual sombras en la madrugada. Pueden ser exorcizados con un conjuro en latín por su arzobispo y patriarca de la Iglesia católica, apostólica ortodoxa independiente de México, Ser-gio Carrillo Hidalgo, quien habla, además de inglés, francés,

mam y actualmente aprende tzotzil.

En el templo de San Pascualito, y sólo ahí, la carga pesada de ser un mortal que se enfrenta a enfermedades, desem-pleo, desamor, soledad, locura, desigualdad, marginación, humillación, violación, no sólo se quita con un conjuro en latín; también es necesario una buena rameada con albaha-ca, hierba que ahí mismo puedes comprar. El ritual comple-to vale 50 pesos, y ayuda considerablemente a sobreponer-se a toda clase de maltrato. Además, evita visitar repetidas veces al terapeuta de moda, a quien le pagas por hablar y al final, casi siempre, terminas igual de tonto.

Todas las vicisitudes que los endebles condenados a vivir

enfrentamos, los zoques le llaman mala energía, pero, afor-tunadamente, en el templo de San Pascual la magia todavía existe, tanto es así que con unos cuantos ramalazos de alba-haca, combinados con latín, son capaces de traer de vuelta nuestro poder personal y así poder desafiar a todas las feas fieras malignas que amenazan con destruirnos. Segura es-toy que por esa cantidad ningún doctor en psicología egre-sado de Harvard, que no entiende de hambre o frío, puede lograr en minutos tal resurrección.

Entro sin velo y, antes de continuar, alguien me advierte que debo usar uno. Acepto y pregunto por el guía espiritual del templo: inmediatamente, a unos pasos de mí, alguien me responde y me dice —soy yo, así que ahí mismo, en don-de la magia existe junto con el mito, que no es más que un esqueleto que hace tiempo nadie ha podido ver, orquesta-mos la entrevista.

DC: ¿Cuál es la diferencia entre la iglesia que usted re-presenta, la Iglesia católica y las evangélicas?

Rogelio: La iglesia nuestra nació de la Iglesia católica Ro-mana, la cual ha sufrido reformas y nosotros nos queda-mos con lo tradicional, con lo antiguo. La diferencia con la nuestra es que no nos gobierna el Papa ni acatamos las reformas que ellos publican, nosotros somos acéfalos. Con los evangélicos no tenemos ninguna semejanza.

Nosotros respetamos todas las religiones, todos los cre-

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dos, y todos los que quieran venir a nuestro templo son bienvenidos y valemos todo bautismo hecho en nombre del padre, del hijo y del espíritu santo, hecho en cual-quier iglesia. Tenemos comunión con la iglesia luterana y anglicana.

Más que marginados, hemos sido discriminados por quienes consideremos nuestros hermanos; siempre he-mos sido objeto de muchas críticas por parte de las esfe-ras religiosas y políticas. Para ellos es como si no existié-ramos, lo mismo que le pasa a los evangélicos.

Respecto de la cantidad de fieles —dice seguro— no tene-mos un padrón de devotos, aquí no se firman boletas de admisión, pero registro de bautizos tenemos muchísimos en nuestros archivos y no sólo son de Tuxtla, tenemos de Oaxaca, de muchos estados de la república, incluso de Estados Unidos.

Los devotos a nuestro santo son muchísimos, lo notamos porque la iglesia está abierta de 7 a.m. a 7 p.m. y todo el día es un ir venir de gente

Por otro lado, es preciso aclarar que ésta se edificó con el dinero de los indígenas zoques, aunque tenemos un origen en la Iglesia católica. Son devotos de San Pascual Baylón desde 1902, cuando se hablaba de que en un anexo de la catedral de San Marcos había aparecido un carretón con un esqueleto de madera. Los más devotos fueron los indígenas, la gente del mercado, los más hu-mildes; sin embargo, el párroco de ahí por considerar este fenómeno un culto a la muerte lo mandó a la iglesia El Calvario, lugar en donde la devoción aumentó por ubi-carse a un costado del mercado de Tuxtla.

La verdad no sabemos cómo llegó la réplica a ese lugar, si alguien lo sabe que lo cuente, aunque se dice que fueron los frailes franciscanos quienes lo llevaron…

Lo de la rameada es una costumbre zoque que no es úni-ca en nuestra Iglesia, en Yucatán llegan los sacerdotes mayas a las iglesias católicas a hacer su ritual; no es pri-vativo nuestro.

En un contexto donde la política era quemar santos

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para iluminar consciencias, el esqueleto de San Pascual Baylón se salvó de ser quemado; se dice que un indíge-na zoque de nombre Antonio Morales, conocido por ser un gran brujo, para evitar tal tragedia, dormía con dicha replica. Años más tarde —14— hubo otra quema y nuestro santo se salvó otra vez. Claro, fue escondido hasta en el monte, luego de esas vicisitudes se le hizo una enramada,

ahora es un anexo de la iglesia, para protegerlo y rendirle culto. En esos tiempos todo lo sagrado fue profanado.

Ya se había ido muy lejos, así que se planteó la idea de hacer una iglesia para él y se comenzó a organizar fiestas populares, kermeses, rifas, venta de cervezas. El primer presidente pro-construcción fue don Rubén Palacios jun-to con su esposa.

En 1948 se inició la construcción de nuestra iglesia, pero en 1959 la Secretaría de Hacienda la clausuró. La clausu-ra ocurrió por un pleito que hubo con los feligreses de la iglesia de Guadalupe, quienes quisieron tomar y quemar la de San Pascual.

Los indígenas zoques lo defendieron con agua caliente, machetazos, piedras —no hubo muertos—. Era lógico, a ellos les había costado, a nosotros nadie nos da nada.

DC: ¿Cuál es el trasfondo de querer desaparecer las imágenes de un pueblo que tiene hambre?

Rogelio: Es producto de la intolerancia religiosa: asesi-nan sacerdotes, monjas, se ha perdido el respeto por lo sagrado; recientemente han estado robando ostias para cultos satánicos; ha influido mucho lo que la gente ve en internet, ahí se ha encontrado muchas cosa contra

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la religión con ideas marxistas, comunistas que piensan que la religión es un estorbo para el desarrollo de la hu-manidad. Esas doctrinas se vienen desarrollando desde hace muchos años que se fanatizan y llegan a hacer cultos como el Kux Klus Klan, que matan por odio religioso.

DC: ¿Cómo explica el hecho de que los indígenas zo-ques han defendido a capa y espada a San Pascual Baylón?

Rogelio: Creo que es normal que en medio de tanta vio-lencia, tanta discriminación que aún sigue existiendo, uno se identifique con un ser que nos abra los brazos, que nos cobije en nuestras tristezas; muchos indígenas me han contado que fueron corridos de los templos por sus creencias, por su origen étnico.

Saber que alguien está de nuestra parte en medio del pesar hace que uno se haga a su lado y San Pascual no ha defraudado a los pobres porque éstos han recibido muchos favores por su intervención.

DC: ¿Qué opina la iglesia del papel que representan, que juegan las mujeres en la sociedad?

Rogelio: La mujeres para nosotros son importantísimas —lo dice seguro— son las que generan el cambio, son las primeras educadoras, respetamos mucho el papel de la mujer en la sociedad y esperamos que exista una presi-denta, yo no veo impedimento alguno.

Por lo tanto reprobamos todo acto de violencia hacia las mujeres, hacia los hombres porque también ellos son violentados. Somos como San Francisco respetamos toda forma de vida

DC: ¿Qué opina del aborto?*

Rogelio: Es un asesinato; nunca vamos hablar contra la vida, fueran cuales fueran las circunstancias, incluso aun-que sea producto de una violación.

A las mujeres que quedan embarazadas después de una violación, nosotros ofrecemos ayuda espiritual, indepen-

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diente de la ayuda profesional adecuada; como iglesia tenemos la responsabilidad de hacerlas conscientes de que si ya pasaron por un pesar no es necesario pa-sar por otro como el de cortar la vida a alguien. La vida para noso-tros es un regalo de Dios.

* Respecto a las feministas que están a favor del aborto manifiesto mi res-peto, pero no comparto su opinión; me llama la atención que el 70% de mujeres que se practicó un aborto, después de que se promoviera fa-mosa ley, eran cristianas, mismas que salieron a la calle a manifestarse con pancartas que decían “no al borto”; a veces uno se deja llevar por la euforia, así como cuando viene el Papa, pero luego ni se acuerdan de ir a misa.

Un poco así son los movimientos feministas que se llevan a cabo más por emoción que por con-vicción.

Una mujer convencida de sus va-lores, principios religiosos, no lo hace, no importa las circunstan-cias, de lo contrario sólo son cató-licas de membrete

Al concluir —acepta con resig-nación— que la Iglesia de San Pascualito tuvo una época de oscurantismo como lo tuvo la Iglesia católica porque fuimos acusados de ser devotos de la santa muerte, hoy viene mucha gente, hasta banca nos hace fal-ta. No tenemos nada que ver con el esoterismo, nos avocamos más a la misión evangélica que por obligación tenemos..

Reseña

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Wacha, carnal. Zoot Suit comienza en el año 1943 con golpes de racismo estructural gringo en contra de la pachucada. La ya clásica pieza teatral de Luis Valdez representa el problema del racismo extremo en contra de los pachucos en Estados Unidos durante los años de la Segunda Guerra Mundial, y coloca como contexto referente el caso de Sleepy Lagoon, sucedido en California en esos años.

El segundo acto es en el año 1965, cuando el joven dramaturgo chicano Luis Valdez se encontró con el líder campesino César Chávez. Entonces surgió el que muy poco tiempo después fue el teatro campesino, expresión política cultural del sindicato de la United Farm Workers en Estados Unidos.Ya sábanas ése que en esos años la lucha social de las organizaciones chicanas tenía su centro en la defensa de los derechos civiles de los campesinos

norteamericanos, pero ya antes, al principio de la década de los cuarenta, se habían violado los derechos civiles de la pachucada, carnal. Como resultado de esas luchas anteriores, rebosantes de brutalidad policiaca y militar, dos décadas después el movimiento campesino encontró en el teatro el medio de comunicación para expresar su cosmovisión del mundo y sus diversas maneras de manifiestarse mediante las artes escénicas.La conjunción de las dimensiones humanas, políticas e ideológicas que caracterizaban a cada uno de estos personajes, César Chávez y Luis Valdez, los dos luchadores sociales, abrió el paso a la construcción del teatro campesino, que tuvo, entre otras obras, su notable producción Zoot Suit.Luego de su presentación teatral, la pieza fue adaptada al cine, y de esa adaptación surgió la película que a principios de la década de los ochenta del siglo pasado fue presentada en la Ciudad de México al público de la Muestra Internacional de cine de la Cineteca Nacional con rotundo éxito.

Zoot Suit o más Chucote• Los pachucos ante el racismo en Estados Unidos

Por Nick Tafoya

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Reseña

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Zoot Suit se sostiene sobre el eje de la crítica al racismo norteamericano, el cual Luis Valdez logró mostrar en esta pieza con toda la violencia e irracionalidad que le caracterizan, mediante una conjugación magistral propia de su alquimia teatral, colocando al centro del escenario al pachuco y su elegancia desbordada, con ribete y su manera intercultural de hablar: Ya sábanas paquetes de hilo, si montas un camello... ¡pus sóbale la joroba! Construida sobre la estructura de su magistral interpretación de la dramaturgia de Bertolt Brecht, sus efectos de distanciamiento del público con la irrealidad teatral y los símbolos mexicanos antiguos del pueblo náhuatl, el dramaturgo chicano Luis Valdez logra hacer de su obra Zoot Suit, tanto en el teatro como en el cine, un llamado a la conciencia respecto de la brutalidad desatada por la minoría étnica que encabezan los miembros del Ku Klux Klan en Estados

Unidos, tanto en la época de los pachucos como ahora, en contra de las minorías multiculturales; especialmente contra las de origen mexicano. Naranjas agrias, limones verdes. En Zoot Suit el pachuco tatachea la rebeldía convertida en resistencia cultural y lingüística; con una estética original que se viste con tacuche, leontina, pantalón balón, calcos bien chaineados; que se habla, se baila y se canta con canciones de otro gigante de la pachucada, el músico y compositor Lalo Guerrero, también autor de otras piezas clásicas del borlo, como Chicas Patas Boogie, Tin Marín de do pingüé, Mari Juana Boogie y Los Chucos suaves. En otras palabras, como diría el espíritu del pachuco interpretado por el actor Edward James Olmos en la versión cinematográfica de Zoot Suit: ¡Más chucote que la chingada. ¡Pos órale!

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Durante el segundo semestre de este año he-mos sido sorprendidos por la vehemencia de las posturas racistas y discriminatorias de la persona que hoy es el presidente electo del Estado más poderoso del mundo. Esta fasci-

nación enfermiza, sin embargo, nos hace ol-vidar la presencia de posiciones y opiniones discriminatorias y racistas en México, con las que convivimos de manera cotidiana y a las que resulta cada vez más urgente poner freno.

Discriminación y racismo en MéxicoPor Fernando I. Salmerón Castro

http://aristeguinoticias.com/3103/mexico/la-discriminacion-y-el-racismo-en-el-espejo-articulo-de-miguel-pulido/

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Véase, por ejemplo el artículo de Miguel Puli-do “La discriminación y el racismo en el espe-jo”, publicado el 22 de diciembre en Aristegui Noticias, sobre el trato que se da en México a las trabajadoras domésticas, en el que muestra que los propios mexicanos que han emigrado perciben la misma discriminación a ambos la-

dos de la frontera.

La primera llamada de atención está en los re-sultados de la Encuesta Nacional sobre la Dis-criminación (ENADIS 2010), que muestra con datos precisos algunas de las manifestaciones más graves del problema.

http://www.conapred.org.mx/userfiles/files/Enadis-2010-RG-Accss-002.pdf

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Por ejemplo, el 60% de los mexicanos entrevis-tados —seis de cada diez— consideraron que la riqueza es el factor que más divide a la socie-dad, con independencia del nivel socioeconó-mico al que pertenezcan. Al mismo tiempo, el 74.5% de los entrevistados sostuvieron que no estarían dispuestos a permitir que en su casa vivieran personas con discapacidad, 64.7% que rechazarían a personas de otra religión, 63.9% a personas de otra raza, 60.2% a personas con una cultura distinta y 58% a personas extranje-ras o con ideas políticas distintas de las suyas.

Todos estos elementos hablan de intolerancia, miedo y desprecio a la diversidad en la socie-dad mexicana. Todos ellos, sin embargo, se reducen significativamente a medida que avan-zan los niveles de escolaridad.

Otras pruebas de discriminación y racismo apa-recieron también con claridad en la ENADIS. Por ejemplo, el 88.2% de los entrevistados con-sideró que se justificaba pegarle a una mujer, y el 87.7%, pegarle a un niño para que obedezca. Las reacciones frente a la agresión sufrida por

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la senadora Ana Gabriela Guevara hace unos días se entienden bien en este contexto. Esto deja ver que en el último lustro poco hemos cambiado estas actitudes y maneras de pensar.

Una segunda llamada de atención está en la propia reflexión que publicaron algunos de los actores y participantes en la lucha por la igualdad y contra la discriminación en 2012. Desde la presentación, Ricardo Bucio subraya que, a nueve años de la entrada en vigor de la Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Dis-criminación, y a un año de la Reforma Cons-titucional en Derechos Humanos, había aún mucho por hacer en términos de cambios lega-les, políticos, económicos, sociales y culturales para promover los derechos de las personas que sufrían la discriminación. Clara Jusidman reseña muy brevemente en ese mismo volu-men las razones por las que algunos organis-mos de la sociedad civil se organizaron para

luchar por la visibilización y la defensa de los derechos humanos de las personas que experi-mentan situaciones de discriminación. Desgra-ciadamente, cierra este texto con una reflexión

muy poco optimista que hoy puede suscribirse sin temor a equivocarse:

“Lamentablemente la situa-ción de guerra interna y de polarización política en que nos encontramos no parece ofrecer muchas esperanzas para seguir avanzando en ese camino. Por el contra-rio, las miradas progresistas sobre la no discriminación están siendo derrotadas por las miradas conservadoras que han logrado introducir cambios legislativos e insti-

tucionales que nos regresan a tiempos de intolerancia y de la imposición de valores y de la legalidad de las elites dominantes: masculinas, católicas, blancas, urbanas y afluentes”.

En este sentido es que podemos afirmar que hoy estamos mejor. Las indicaciones que ates-tiguamos en la vida cotidiana sobre formas variadas de discriminación y racismo son muy amplias. Como ha afirmado reiteradamente Olivia Gall, los mexicanos no reconocemos plenamente la discriminación que ejercemos, por motivos de clase, raza o etnia, contra los pueblos indígenas, los afrodescendientes, las minorías y los extranjeros. Mientras no seamos capaces de aceptar que la discriminación y el racismo por estos motivos existen en la socie-

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dad mexicana, no será posible enfrentarlos con éxito. La legislación y otras políticas pú-blicas para este efecto sólo pueden tener éxito si logramos llevarlo a la práctica cotidiana, de manera de erradicarlos verdaderamente del lenguaje, las actitudes y las costumbres.

En un libro reciente que lleva por título el Mi-rreynato, Ricardo Raphael se propuso retratar a los herederos de las fortunas mexicanas que llegaron a ocupar lugares de privilegio sin ha-ber intervenido en el proceso y sin preguntar-se siquiera si deben algo al resto de la sociedad por las excesivas prerrogativas que disfrutan.

El lado encumbrado de la desigualdad se cen-tra en estos personajes, denominados mirre-yes, que el autor considera no deben verse como un síntoma aislado, sino como la prin-cipal manifestación de una enfermedad social que hoy recorre a México: “una sociedad que se volvió incapaz de establecer controles sobre

su élite más pudiente y la corte que le acompa-ña”. Con todo, sostiene, muchos de los rasgos de ostentación, corrupción, impunidad y dis-criminación de estos personajes permean, en distinto grado, a toda la sociedad mexicana, y todos tenemos cierta tendencia a dejarlos pasar sin rebelarnos. Parte de las razones que sopor-tan este sistema tienen que ver con la creciente desigualdad del mundo contemporáneo. Esta inequidad es muy evidente después de los años ochenta del siglo XX, y está asociada al retiro del Estado como mecanismo de bienes-tar para todos. En los países periféricos, como México, este desequilibrio es más pronuncia-

do, y debe su ferocidad a la forma en que las instituciones públicas “se han diseñado para que la estructura de oportunidades favorezca a unos cuantos y deje marginada a la gran ma-yoría”. Así, hemos construido un régimen que tiende “al privilegio y el cierre social sin que su población más numerosa haya sido capaz de

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modificar tal circunstancia”. Esta edificación tiene elementos estructurales (como el salario mínimo y el aparato distributivo) y elementos culturales, que se refieren a las prácticas idio-sincráticas e ideológicas. En ambas pautas es necesario hacer cambios de manera urgente.

En el renglón cultu-ral del pentagrama, debemos hacer frente a la discriminación y al racismo en el ám-bito de la tensión no resuelta entre el Mé-xico imaginario y el México profundo que describió Guillermo Bonfil en 1987. En su momento, este texto innovador sostuvo que la lucha se daba entre “un país minori-tario que se organiza según normas, aspi-raciones y propósitos de la civilización oc-cidental que no son compartidos (o lo son desde otra perspecti-va) por el resto de la población nacional”. Hoy, a casi treinta años de esta publica-ción, podemos apreciar que el país se encami-na hacia la intolerancia, el miedo, el desprecio y la desconsideración de la diversidad. Estos avances tienen un doble efecto: Por una parte, polarizan cada vez más a una gran mayoría de

la población pauperizada y sin las herramientas mínimas que otorgan la educación y la concien-cia ciudadana, y una minoría privilegiada con aspiraciones extranjerizantes, predilección por la ostentación y el derroche. Por otra parte, ellos

mismos promueven el desprecio del otro, la discriminación y el racismo.

Si hemos de avanzar en la lucha contra la discriminación y el ra-cismo, desde lo local hasta lo global, es in-dispensable consolidar la participación social y la construcción de ciudadanía; también lograr transformacio-nes estructurales en los esquemas salariales y de redistribución por la vía de los impuestos y el gasto público, pero no es menos importan-te abrir espacios a la diversidad y al recono-cimiento del otro. Una lucha clara y decidida

en estos tres ámbitos puede darnos la solidez éti-ca y la cohesión social necesarias para hacer fren-te a los embates del coloso del norte dirigido hoy por un puñado de los hombres más ricos, racistas y discriminadores del mundo.

Si hemos de avanzar en la lucha contra la discriminación y el racismo, desde lo local hasta lo global,

es indispensable consolidar la

participación social y la construcción de

ciudadanía

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La xenofobia, las limpiezas étnicas; los feminicidios; los asesinatos políticos y religiosos; el racismo, los atentados terroristas, son las expresiones actuales de la violencia desatada en el mundo. Todas esas expre-siones propias de la humanidad, tienen sus orígenes en épocas que se pierden en la noche milenaria.

Son horrendos aquellos regímenes que en el mundo imponen su fuerza militar y su dinero, su poder y su credo, como es el caso del magnate Donald Trump y su corte de ku klux clan sacados de la oscuridad del racismo norteamericano.

El oscuro y vacío abismo que habita el interior de los seres humanos, es el huevo de la serpiente, que re-presenta simbólicamente la acumulación de tus odios, los míos y los nuestros, y está entretejido en la trama social exacerbando los ánimos de las masas; operando con distintos mecanismos, por distintos canales efec-

tivos, inyectando el mismo veneno contenido en los colmillos durante una eternidad cíclica.

En el pasado sucedió que en la República de Weimar germinó el huevo de la serpiente, nacionalismo exa-cerbado por el nacismo, fenómeno complejo de la sociedad alemana y su cultura, que sufrió su propia mutación, transformándose de república democrática a dictadura totalitaria.

Entre aquella época y ésta, la única diferencia es que hemos evolucionado, Trump lleva en su vientre el mis-mo veneno, pero es más letal efectivo, con la intención de completar un ciclo de horror sin compasión; Hitler frente a esta serpiente es un niño jugando a la guerra. Al resto de los mortales con caja fúnebre al lado, al parecer sólo nos queda rezar, en el caso de que seas religioso, o morder el pan duro de cada día. El sue-ño del entretenimiento y el confort – música ligera,

Nacionalismos exacerbados de hoy Por Rodolfo Martínez Martínez

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televisión, cine, cuentos de periodistas que se casan con príncipes, la sopa nissin - instalado en la mente colectiva de las masas trabajadoras, probablemente sea un recurso de sobrevivencia, dentro de la cual el dolor tiene sentido y justificación.

En el caso que exista duda de que el veneno inyectado en aquella ciudad logró, inmunemente, llegar a nues-tras vidas es la quema de libros, que inició por órdenes del régimen el 10 de mayo 1933; hoy en día ese mismo fenómeno se puede ver en la falta de lectura en la po-blación, es casi lo mismo, pero más sutil, porque no se nota. Los libros en nuestra época no fueron quemados físicamente, los borraron de nuestras mentes con unas de las armas más alucinantes del sistema, los medios de comunicación de masas, hoy poder mediático.

En las aulas algunas materias como literatura, civismo y filosofía no son apreciadas y menos en el mundo de

la realidad que hay que enfrentar el hambre con ma-nuales que mágicamente te resuelven la vida. Trump ya los tiene a la venta y dice: Hágalo usted mismo.

De frente a estos escenarios en los que se conjugan el pasado vuelto en presente, es oportuno recordar que entre los autores cuyas obras fueron condenadas a las hogueras del nacional socialismo estaban las del filó-sofo Walter Benjamin y el dramaturgo Bertolt Brecht.

Ambos autores fueron perseguidos por el nacismo porque entre sus obras hubo no pocas de entre ellas que contribuyeron a desmontar las entrañas ideológi-cas del fanatismo y la violencia del autoritarismo nazi, con las armas de la crítica, evidenciando la violencia y la mentira como políticas de estado del tercer reich.

Entre ambos se cultivó una amistad estrecha y sincera basada en la solidaridad y la simpatía que ambos se profesaban mutuamente. Esas razones hacen profun-

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damente significa la nota que Bertolt Brecht colocó en su diario de trabajo en el mes de agosto de 1941, dedi-cada a resaltar la muerte del doctor Walter Benjamin y su obra inclusa por efecto de su suicidio.

En su ensayo Para una crítica de la violencia, Benjamin desmonta el aparato de la violencia institucional del derecho como la manera formal del poder para con-trolar la vida, muy arraigado y entretejido con el mili-tarismo en las entrañas de la nación alemana.

El odio de los nazis hacia Walter Benjamin se sustenta-ba en la cercanía de éste con el pensamiento filosófico

hebreo, así como en su inclinación por el materialis-mo histórico que fueron las vías de conocimiento que llevaron a Walter Benjamin a advertir en sus obras la catástrofe por venir que entrañaba el nacional socia-lismo.

Esos autores proscritos por el nacismo, así como sus obras, hoy se mantienen vigentes debido a que el irra-cionalismo que entonces criticaron en el nacionalismo exacerbado de los nazis, se renueva en el presente, aunque ahora con mayor odio y mayor poder de des-trucción. Por eso no me cabe duda pensar que si Hitler viviera con Trump estuviera.

El pensamiento filosófico hebreo, así como en su inclinación por el materialismo histórico que fueron las vías de conocimiento que llevaron a Walter Benjamin a advertir en sus obras la catástrofe por venir que entrañaba el nacional socialismo

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Las organizaciones que representan al pueblo afro-mexicano reclaman, con justicia, su reco-nocimiento constitu-cional, porque en la actualidad éste no se expresa con plenitud en el ejercicio de sus derechos humanos.

El reconocimento de la identidad del pue-blo afromexicano es un camino largo y sinuoso, porque los operadores de nues-tro sistema económi-co, político y social le escatiman ese de-recho. Tan es así que, como mexicanos, no damos crédito a la idea de tener antece-dentes negros. Esta-mos enamorados de los blancos.

Durante mucho tiem-po el Estado contribu-yó a la invisibilización del pueblo afromexi-cano mediante un complejo proceso de blanqueamiento —que el maestro Bolí-var Echeverría estudió

detalladamente, dejando ver el aporte cultural e his-tórico de los negros a nuestra nación—, construcción de do-minación que permi-tió ocultarlos durante siglos.

Hasta hace poco, este pueblo no había sido contabilizado por el Instituto Nacional de Estadística, Geo-grafía e Informática (INEGI). De hecho, el registro formal inicia con el conteo inter-censal de 2015, según el cual en México hay un millón cuatrocien-tos mil afromexica-nos, que representan el 1.3% de la pobla-ción total. Este dato contribuye a la cons-trucción del próximo censo de 2020, en el cual la presencia afromexicana tendrá un reconocimiento estadístico de mayor precisión.

El resultado de este conteo inicial aportó datos indispensables

El pueblo afromexicano y su reconocimiento constitucional

http://www.conapred.org.mx/documentos_cedoc/Derechos%20colectivos%20y%20reconocimiento%20constitucional.%20Ax.pdf

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para lograr que los dere-chos de la población afro-mexicana se incluyeran en las políticas públicas del Estado mexicano —deman-da central de este grupo étnico—, y contribuyó a que nuestras leyes los re-conocieran, mediante los derechos colectivos y cul-turales.

No hay que olvidar que este reconocimiento, que inicia con un conteo, tam-bién es un compromiso del Estado mexicano ante ins-tancias de la Organización de las Naciones que se hi-cieron efectivas después de la reforma constitucional de 2011.

Pese a los años de someti-miento a la invisibilización, los obstáculos enfrentados y la franca discriminación racial hacia este grupo, y gracias al esfuerzo de sus organizaciones, de acadé-micos comprometidos y de algunas instituciones gu-bernamentales, ya cuenta con un instrumento indis-pensable para defender su posición en este territorio que también es suyo. Se trata del libro Derechos colectivos y reconocimien-to constitucional de las poblaciones afromexicanas, editado en la colección Legislación sin discriminación (CONAPRED-MEXICO-2015).

Con este documento de excepcional valor para Méxi-co, los autores María Elisa Velázquez, Gabriela Iturral-de Nieto y Sergio Ramírez Caloca contribuyen impe-cablemente a esclarecer la identidad de todo un país.

http://www.conapred.org.mx/documentos_cedoc/Derechos%20colectivos%20y%20reconocimiento%20constitucional.%20Ax.pdf

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