Cunillé Luisa Atlántida

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8/10/2019 Cunillé Luisa Atlántida http://slidepdf.com/reader/full/cunille-luisa-atlantida 1/26  A T L Á N T I D A  de Lluïsa Cunillé PERSONAJES EL  ELLA MUJER  1  Ella y Él están sentados a una mesa de un bar frente a una copa y junto a una ventana.  ÉL.- ¿Qué hora es? ELLA.- Faltan diez minutos. ÉL.- Nos tomamos la copa y subimos.  Pausa. ELLA.- ¿Tienes cigarrillos? ÉL.- No. ELLA.- Cogemos luego en la máquina. ÉL.- Oye...si nos invitan a cenar decimos que ya tenemos un compromiso. A Gloria ellos no la conocen, ¿verdad? ELLA.- No lo sé.  Pausa. ÉL.- No lo querías con hielo, ¿verdad? ELLA.- No, ya está bien así... Sabes...no estoy muy segura de que conozcan a Gloria. Es mejor decir que vamos a casa de tu madre. ÉL.- No, pensemos en otro sitio. (Pausa larga) ¿No te tomas la copa? ELLA.- Sí. (Pausa) Estoy pensando que quizá no podremos fumar arriba... ÉL.- Los dos fuman, creo. Recuerdo haber fumado en verano en el balcón...  Pausa. ELLA.- (Mirando por la ventana, arriba) No se ve ningún balcón... ÉL.- Aquí no, pero hay uno detrás.  Pausa. ELLA.- Esta mañana en el metro vi cómo le robaban el monedero a una mujer... Me quedé tan sorprendida que ni siquiera la avisé.  Pausa. ÉL.- ¿Qué línea era? ELLA.- Cuando reaccioné las puertas del vagón ya estaban abiertas. ÉL.- ¿Había mucha gente? ELLA.- Era la línea cuarta. ÉL.- Adónde ibas... ELLA.- A una tienda de muebles. Leí que había liquidación y fui a echar un vistazo. ÉL.- ¿Y por qué fuiste en metro? ELLA.- Ya había llevado el coche al taller. ÉL.- ¿Y compraste algo? ELLA.- No, no vi nada que me gustase.

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 A T L Á N T I D A  de Lluïsa Cunillé 

PERSONAJES 

EL ELLA MUJER  

1  Ella y Él están sentados a una mesa de un bar frente a una copa y junto a una ventana. 

ÉL.- ¿Qué hora es?ELLA.- Faltan diez minutos.ÉL.- Nos tomamos la copa y subimos. Pausa. ELLA.- ¿Tienes cigarrillos?ÉL.- No.ELLA.- Cogemos luego en la máquina.ÉL.- Oye...si nos invitan a cenar decimos que ya tenemos un compromiso. A Gloria ellosno la conocen, ¿verdad?ELLA.- No lo sé. Pausa. ÉL.- No lo querías con hielo, ¿verdad?ELLA.- No, ya está bien así... Sabes...no estoy muy segura de que conozcan a Gloria. Esmejor decir que vamos a casa de tu madre.ÉL.- No, pensemos en otro sitio. (Pausa larga) ¿No te tomas la copa?ELLA.- Sí. (Pausa) Estoy pensando que quizá no podremos fumar arriba...ÉL.- Los dos fuman, creo. Recuerdo haber fumado en verano en el balcón... Pausa. ELLA.- (Mirando por la ventana, arriba) No se ve ningún balcón...ÉL.- Aquí no, pero hay uno detrás. Pausa. ELLA.- Esta mañana en el metro vi cómo le robaban el monedero a una mujer... Me quedétan sorprendida que ni siquiera la avisé. Pausa.ÉL.- ¿Qué línea era?ELLA.- Cuando reaccioné las puertas del vagón ya estaban abiertas.ÉL.- ¿Había mucha gente?ELLA.- Era la línea cuarta.ÉL.- Adónde ibas...ELLA.- A una tienda de muebles. Leí que había liquidación y fui a echar un vistazo.ÉL.- ¿Y por qué fuiste en metro?ELLA.- Ya había llevado el coche al taller.ÉL.- ¿Y compraste algo?ELLA.- No, no vi nada que me gustase.

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 Pausa. ÉL.- Yo estuve hablando con mi madre por teléfono... Me dijo que en verano se va devacaciones con una amiga. Pero no quiso decirme con qué amiga.ELLA.- ¿Te dijo adónde se iban?ÉL.- Cuando no le hago caso se inventa que conoce a gente y que la invitan a todas partes.ELLA.-

 Cuando yo era pequeña hacía lo mismo, me inventaba amigas y decía que me iba asu casa.ÉL.- También me dijo que de vez en cuando le venían arcadas, que tenía el estomagorevuelto.ELLA.- Podrías pasar mañana un momento a ver cómo está.ÉL.- Por teléfono incluso hacía como si le vinieran las arcadas.ELLA.- Quizá fuera cierto... Pausa. ÉL.- Ojalá no tuviéramos que ir a ninguna parte...ELLA.- ¿Quieres que llamemos para decir que no vamos?ÉL.- ¿Tan tarde?ELLA.- (Mirando por la ventana) De todos modos no hay nadie aún... Pausa. ÉL.- (Mirando por la ventana) Quizá nos esperen a oscuras...ELLA.- No se ha encendido ninguna luz desde que estamos aquí.ÉL.- Cuánto falta...ELLA.- Cinco minutos. ¿Cómo no llevas reloj?ÉL.- Me lo he dejado en el trabajo. (Pausa) ¿Qué querías comprar en la tienda de muebles?ELLA.- En realidad sólo fui a mirar. Fui muy pronto para no encontrar gente.ÉL.- ¿Y esa mujer?ELLA.- ¿Qué mujer?ÉL.- La mujer del metro... ¿Al final se dio cuenta de que le habían robado el monedero?ELLA.- No lo sé, bajé antes que ella... Si volviera a ver al ladrón seguramente lereconocería, le vi muy bien la cara. Pausa. ÉL.- Mi madre preguntó por ti. Cómo estabas...ELLA.- ¿Le diste recuerdos?ÉL.- Creo que quería saber si aún seguimos juntos. Tú le caes muy bien...ELLA.- Hace tiempo que no nos vemos...ÉL.- Pero se acuerda de ti, no sé... (Pausa) ¿Por qué escondes las manos bajo la mesa?ELLA.- Qué...ÉL.- No sé por qué me pone nervioso que la gente esconda las manos bajo la mesa...ELLA.- No las escondo...ÉL.- En la Edad Media estaba prohibido esconder las manos en presencia de alguien. Lasmanos debían estar siempre bien a la vista. Lo leí en un libro de historia.. (Pausa) ¿No mecrees?ELLA.- ¿Sabes qué me dijo tu madre la última vez que la vi?ÉL.- Qué...ELLA.- Me preguntó si alguna vez había hecho un sacrificio por alguien...ÉL.- ¿Un sacrificio?ELLA.- Sí...ÉL.- Y tú qué le dijiste...

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ELLA.- No lo recuerdo... Pausa. ÉL.- Por qué no vienes mañana...ELLA.- ¿A casa de tu madre?ÉL.- Sí, y así me acompañas...ELLA.-

 Mañana trabajo todo el día...ÉL.- Pensaba ir por la tarde...ELLA.- A qué hora...ÉL.- No sé, depende... ¿Sabes que quieren levantar otro puente sobre el río? Los delAyuntamiento me han alquilado no sé cuántos coches porque mañana ponen la primera piedra sobre el río.ELLA.- Por la tarde tengo que ir a enseñar una casa y queda un poco lejos. Espero tener elcoche arreglado para mañana.ÉL.- Seguramente colapsarán el centro.ELLA.- ¿Es por la tarde?ÉL.- Y eso que del Ayuntamiento al río no hay ni un kilómetro...ELLA.- ¿Pero es por la tarde?ÉL.- No, por la mañana... ¿Tú crees que aquí tendrán aspirinas?ELLA.- ¿Te duele la cabeza?ÉL.- Un poco. He pasado junto a una máquina taladradora y tengo un pitido en la cabeza.ELLA.- ¿Un pitido?ÉL.- Sí, cuando todo está en silencio lo siento en ambos oídos...ELLA.- Mañana ya se te habrá pasado. Pausa. ÉL.- ¿Por qué no te tomas la copa?ELLA.- Ya me la tomaré.ÉL.- Una copa, si te la tomas después de diez minutos que te la han servido pierde elcincuenta por ciento de su efecto. Pausa. ELLA.- (Mirando por la ventana) Cómo sopla el viento...ÉL.- Mientras no llueva...ELLA.- No parece muy nublado... Pausa. ÉL.- ¿Estás muy cansada?ELLA.- ¿Parezco cansada?ÉL.- Sí, un poco.ELLA.- Quería pasar por casa para ducharme y al final no he pasado...ÉL.- Yo también vine directamente del trabajo... ¿La camisa se ve sucia?ELLA.- ¿La camisa?ÉL.- Sí, si se ve sucia..ELLA.- No...ÉL.- Debería instalar una ducha en el trabajo... Claro que con un baño tan pequeño no sédónde la metería... (Pausa) ¿Cuánto puede costar un piso aquí?ELLA.- Depende...ÉL.- Más o menos...ELLA.- ¿Te gusta este barrio?ÉL.- ¿Y a ti?

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ELLA.- Queda demasiado cerca del río...ÉL.- Hace años que no se desborda el río...ELLA.- Hay mucha humedad...ÉL.- ¿En un ático también se nota la humedad?ELLA.- Los pisos cercanos al río no son demasiado altos... No tiene más de tres pisos de

altura y el ático. Pausa. ÉL.- ¿Tú recuerdas cuándo se desbordó el río?ELLA.- Aún no vivía aquí...ÉL.- ¿Ah no?ELLA.- Cuando llegué ya hacía un par de años de aquello...ÉL.- Yo sólo recuerdo que llovía mucho y que no me dejaban salir de casa. (Pausa) ¿Cómoes la casa adonde irás mañana?ELLA.- No lo sé, aún no la he visto. Sólo vi unas fotos...ÉL.- ¿No te da miedo abrir un día la puerta de una de esas casas y encontrarte a alguiendentro?ELLA.- Ya me encontré a alguien.ÉL.- ¿Un ladrón?ELLA.- No, a alguien de la casa que no esperaba encontrar.ÉL.- Y a un ladrón...¿nunca te has encontrado a ninguno?ELLA.- Antes de entrar procuro hacer mucho ruido para que tengan tiempo de irse...ÉL.- ¿Y si no se van?ELLA.- Siempre se van. La verdad es que temo más a los perros, sobre todo cuando estánsueltos...ÉL.- ¿Te ha mordido alguno?ELLA.- Aún no, pero sí que me han ladrado unos cuantos...ÉL.- Una vez me encontré a un gato dentro del motor de un coche. Al parecer buscaba elcalor del motor. Imagínate si llego a ponerlo en marcha sin mirar antes dentro... Pausa. ELLA.- Si quieres mañana a mediodía te llamo para quedar e ir a ver a tu madre...ÉL.- A mediodía no sé dónde estaré...ELLA.- Te puedo llamar al móvil...ÉL.- Lo he perdido. No sé dónde lo tengo...ELLA.- Pues llámame tú a la oficina...ÉL.- ¿A mediodía?ELLA.- Sí, a las dos o dos y media...ÉL.- ¿No tienes miedo de que te pida un sacrificio?ELLA.- Qué...ÉL.- Mi madre, que te pida mañana el sacrificio...ELLA.- Qué sacrificio...ÉL.- No lo sé...uno...ELLA.- ¿No quieres que vaya?ÉL.- Claro, yo lo digo por ti...ELLA.- A ti te ha pedido uno...ÉL.- ¿Un sacrifico? No...ELLA.- Debe de añorar a tu padre...ÉL.- ¿Después de tanto tiempo? No, no creo que sea eso.

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ELLA.- Cuando yo me inventaba eso de las amigas lo que más rabia me daba es que nadieme creyera...ÉL.- ¿Quieres decir que tengo que fingir que creo todo lo que me dice?ELLA.- Quizá sea cierto que se irá de vacaciones con una amiga...ÉL.- ¿Y por qué no quiere decirme con quién?ELLA.-

 No lo sé... (Pausa) Deberías empezar a pensar dónde iremos nosotros devacaciones... Claro que las mejores vacaciones siempre han sido las que hemos planificadomenos, ¿verdad?ÉL.- (Mirando por la ventana) Mira...han encendido una luz... Pausa. ELLA.- Es en el piso de al lado.ÉL.- Cómo lo sabes...ELLA.- En cada rellano hay dos pisos. Lo he visto en el portero automático. Tú has venidoun par de veces, ¿no?ÉL.- No, sólo una vez y ya hace un par de años, cuando aún no tenían el piso arreglado...ELLA.- Y cómo es...ÉL.- ¿El piso? No lo recuerdo muy bien... Sólo recuerdo el balcón de atrás... Pausa. ELLA.- ¿Aún te duele la cabeza?ÉL.- Sí...ELLA.- Pide la aspirina...ÉL.- Sí, ya la pediré... Pausa. Él sonríe. ELLA.- Qué ocurre...ÉL.- Estaba pensando que si mañana quisiera podría alquilar al alcalde un coche sinfrenos...ELLA.- ¿El alcalde no tiene un coche oficial?ÉL.- Sí, pero lo usa en muy pocas ocasiones... Lo más seguro es que mañana coja uno delos míos.ELLA.- ¿Pero conducirá él?ÉL.- No, debe de tener un chófer que lo llevará a todas partes...ELLA.- ¿Tú irás?ÉL.- Claro que lo chóferes deben de revisar los frenos... Así que al final no servirá denada...ELLA.- ¿No irás?ÉL.- Adónde...ELLA.- Al río, con los del Ayuntamiento...ÉL.- No, no iré. Demasiado lío. Además alguien tiene que quedarse por si acaso.ELLA.- ¿Por si acaso?ÉL.- Sí, por si necesitan más coches, o hay algún problema a última hora... Pausa. ELLA.- (Mirando en su bolso) ¿Tienes monedas para el tabaco? Sólo llevo billetes...ÉL.- Tampoco llevo...ELLA.- Es igual, cuando paguemos ya pedimos cambio... (Saca una cosa del bolso) Mira...ÉL.- ¿De dónde lo has sacado?ELLA.- Lo compré en el pasillo del metro..

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 Ella da cuerda a una especie de muñeco y ambos lo miran hasta que se termina la cuerda. Él coge el muñeco y lo observa de más cerca. ELLA.- Se da cuerda por aquí...ÉL.- No, miro de dónde es...ELLA.- No sé, me ha hecho gracia... Creo que es la primera vez que compro algo en el

metro. Pausa. Él le devuelve el muñeco. ÉL.- Lo puedes colgar en el cristal del coche...Oscuridad. 

2. 

 Él y Ella están en la calle junto a un teléfono público. Ambos fuman. Al principio sopla unaráfaga de viento. ELLA.- (Con el auricular en el oído) No contesta nadie...ÉL.- ¿No hay el contestador puesto?ELLA.-

 No. Pausa. ÉL.- Qué hacemos...ELLA.- Esperemos cinco minutos y volvemos a llamar.ÉL.- ¿Seguro que era su número?ELLA.- El que me diste tú...ÉL.- Qué puede haber pasado...ELLA.- No sé...ÉL.- Es extraño que no haya el contestador puesto. Pausa larga. ELLA.- (Mirando arriba) Sí que vuela bajo ese avión...ÉL.-

 (Mirando arriba) Sí...ELLA.- Adónde crees que va...ÉL.- Al aeropuerto...ELLA.- Cómo lo sabes...ÉL.- Porque vuela muy bajo...ELLA.- Quizá acaba de despegar...ÉL.- Quizá sí... Pausa larga. ELLA.- No, tenías razón, va al aeropuerto... Pausa. ÉL.- ¿Volvemos a llamar?ELLA.- Aún no han pasado los cinco minutos. (Pausa) ¿Dónde perdiste el móvil?ÉL.- Si supiera el lugar no lo habría perdido...ELLA.- Quizá alguien te lo haya cogido y ahora mismo esté llamando a medio mundo...ÉL.- Lo di de baja.ELLA.- ¿Hoy?ÉL.- No, hace un par de días. (Pausa) ¿Te has fijado que ese edificio tiene cuatro pisos?ELLA.- Cuál...ÉL.- Dijiste que cerca del río no había edificios de más de tres pisos...ELLA.- No, dije tres pisos y el ático...

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 Pausa. ÉL.- Al menos aquí no están todas las aceras levantadas... Cerca del trabajo está todolevantado... No hay ni una acera que se salve..ELLA.- Están cambiando las conducciones de gas de toda la ciudad.ÉL.- ¿Del gas?ELLA.-

 Sí, hace ya días que empezaron a levantar las calles...ÉL.- ¿Pero cómo es posible que las cambien todas al mismo tiempo?ELLA.- No lo hacen al mismo tiempo, es por barrios creo...ÉL.- No me imagino lo que deben ser veinte máquinas taladradoras trabajado al mismotiempo... (Ella se sienta en la acera) Te vas a ensuciar...ELLA.- No está sucio. Pausa. ÉL.- ¿Te aprietan los zapatos?ELLA.- En realidad sólo me aprieta un zapato.ÉL.- No parecen nuevos...ELLA.- No, no son nuevos. Pausa. ÉL.- Antes regaban las calles por la noche...ELLA.- Qué...ÉL.- Las calles...antes las regaban por la noche...ELLA.- En verano aún las riegan, me parece... Pausa. ÉL.- ¿Sabes cómo me divertía cuando era pequeño y llovía? Tiraba cosas junto a la acera ylas perseguía hasta que llegaban a un desagüe, y cuando estaba a punto de caer dentro lassalvaba.ELLA.- Mira...un gato... (Pausa) ¿Lo ves?ÉL.- No... Dónde está...ELLA.- Debajo de ese coche... (Pausa) Ya se ha ido... (Pausa) Una vez en casa tuvimosuna gata que sólo se dejaba tocar por mi hermana, al resto no nos dejaba ni acercarnos...Era toda negra con una mancha de color blanco en la barriga... De noche sólo se le veíanlos ojos... Pausa. ÉL.- ¿Cómo está tu hermana?ELLA.- Bien supongo, hace días que no nos llamamos...ÉL.- ¿Aún vive con Carlos?ELLA.- Sí. Pausa. ÉL.- ¿Qué le ocurre al zapato?ELLA.- No sé, me aprieta la planta del pie... (Pausa) ¿Te has fijado que tú tambiénescondes las manos?ÉL.- Qué...ELLA.- Las manos... Tú también las escondes en los bolsillos...ÉL.- No es igual...ELLA.- Por qué no...ÉL.- Ahora estamos en la calle...ELLA.- ¿En la Edad Media se podían esconder las manos en la calle?ÉL.- Claro, piensa en aquellas capas que llevaban hasta los pies....

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ELLA.- En la Edad Media llevaban armaduras...ÉL.- Entonces se podía hacer cualquier cosa en la calle. Era dentro de las casas que habíaque ir con cuidado.ELLA.- ¿Eso también lo leíste en ese libro de historia?ÉL.- Sí, aún andará por casa de mi madre... Cuando vayamos lo buscaré y te lo mostraré.ELLA.-

 No sé si mañana podré ir. Tendría que ser a partir de las diez.ÉL.- ¿De la noche?ELLA.- Sí...ÉL.- No creo que nos abra la puerta tan tarde...ELLA.- No puedo antes...ÉL.- Por la noche no abre la puerta a nadie.ELLA.- Pues voy otro día que vayas tú... El fin de semana si quieres... Pausa. Él se acerca al teléfono, marca un número y después de unos momentos cuelga. Pausa. Vuelve a marcar un número. Pausa. ÉL.- Hola...soy yo... ¿Por qué has tardado tanto en contestar? (Pausa) Cómo estás...(Pausa) ¿Quieres que le llame yo? (Pausa) Puedo pasar un momento mañana... Pero tendríaque ser a partir de las diez... Lo digo porque... (Pausa. Pone una moneda en el teléfono. Pausa) No...es que he puesto una moneda... Estoy llamando desde la calle... (Pausa)  Nada... Oye... (Pausa) Oye, seguramente vendré con alguien, con Marta... (Pausa) Sí, ahoraestá aquí conmigo... (Pausa) Por qué... (Pausa) Sí, pero... (Pausa) Dímelo a mí y ya se lodiré... (Pausa. A Ella) Quiere hablar contigo...mi madre...ELLA.- Para qué...ÉL.- No lo sé...no quiere decírmelo... Ella se acerca al teléfono. ELLA.- Hola... (Pausa) Sí, ¿cómo está? (Pausa) Sí, es cierto... (Pausa) ¿No le parecetarde? (Pausa) ¿Cómo? (Pausa) Muy bien... (Pausa) Claro... (Pausa) Sí, aún está aquí...¿Quiere que se ponga? (Pausa) Qué... (Pausa) Sí, muy bien... (Pausa) Sí... (Pausa) Hastamañana... (Pausa) Adiós... (Cuelga el teléfono) ÉL.- Qué te ha dicho...ELLA.- Que le parece bien que mañana vayamos a las diez. Pausa. ÉL.- ¿No te ha dicho nada más?ELLA.- Quiere pedirme algo.ÉL.- Qué...ELLA.- Me lo dirá mañana.ÉL.- ¿No se lo has preguntado...?ELLA.- Sí, pero no me lo ha dicho.ÉL.- Quiza sea aquel sacrificio...ELLA.- ¿Por qué la llamaste?ÉL.- Por si mañana podíamos ir a partir de las diez, si le iba bien a ella... (Pausa) Si no teapetece no vamos...ELLA.- Sí, ya le he dicho que iríamos. Pausa. ÉL.- Qué hacemos...ELLA.- Te has ensuciado...ÉL.- Dónde...ELLA.- Te habrás apoyado en algún lado...

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ÉL.- El teléfono no está muy limpio... Pausa. ELLA.- Tu madre parecía estar bien...que no tuviera arcadas...ÉL.- No...a mí también me ha dicho que se encontraba mejor. Me he olvidado de decirle lodel puente...que mañana colocan la primera piedra del puente... Seguro que le habría

gustado verlo por televisión.ELLA.- ¿Lo dan por televisión?ÉL.- Sí, pasan todo lo que tiene que ver con la Exposición Universal.Sopla una ráfaga de viento. ELLA.- Faltan seis meses aún para la Exposición Universal, ¿verdad?ÉL.- Cinco y medio... (Pausa) Qué hacemos... Podemos volver y llamar al timbre otra veza ver si han llegado ya...ELLA.- Si no contestan al teléfono quiere decir que no están.ÉL.- Quizá mientras vamos lleguen ellos...ELLA.- Quizá nos hayamos confundido nosotros, puede que no fuera hoy cuandoquedamos...ÉL.- Claro que era hoy, hablé con Eduardo hace una semana y quedamos para hoy,seguro...ELLA.- Pues entonces les debe de haber ocurrido algo...ÉL.- Qué...ELLA.- No lo sé... (Pausa. Ella se dispone a llamar por teléfono) ÉL.- Qué haces...ELLA.- Llamo a mi hermana...ÉL.- Por qué... Pausa larga. ELLA.- (Cuelga el teléfono) Tiene el contestador puesto... Si estuviera podríamos haberido a su casa...no vive muy lejos...ÉL.- Al menos tiene el contestador puesto.. (Pausa) Podríamos dejarles una nota debajo dela puerta... ¿Tienes un papel?ELLA.- ¿Qué vas a poner?ÉL.- Pues...que hemos venido y que no estaban... Y que nos llamen... ¿Tienes el papel? Ella busca en su bolso y saca una libreta pequeña. ELLA.- (Mientras Él escribe) Será mejor que la dejes en el buzón...la nota...ÉL.- También pongo tu nombre...ELLA.- Qué...ÉL.- Debajo...pongo nuestros nombres...ELLA.- Sí, muy bien... (Pausa) ¿Te has fijado en ese coche...?ÉL.- Qué coche...ELLA.- Hay alguien dentro, ¿verdad?ÉL.- Sí...ELLA.- Desde que hemos llegado está ahí... Pausa. ÉL.- No creo que haya podido oír nada...está demasiado lejos...ELLA.- ¿Qué es un hombre o una mujer?ÉL.- No lo veo bien... (Pausa) Tiene la antena levantada, estará escuchando la radio...ELLA.- ¿Oyes algo?ÉL.- No...

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ELLA.- Yo tampoco...ÉL.- La tendrá baja. No todos los que llevan radio en el coche la ponen alta...ELLA.- ¿Por qué le defiendes?ÉL.- No le defiendo... No tengo por qué defenderle... (Sopla una ráfaga de viento y se leescapa el papel que tenía en la mano. Se agacha para recogerlo del suelo)  Se ha

manchado... (Intenta limpiarlo con la mano) No podemos dejarla así en el buzón...ELLA.- Escribe otra...ÉL.- Te toca escribirla a ti...ELLA.- ¿A mí?ÉL.- ¿Tienes un bolígrafo?ELLA.- Sí, creo que sí...ÉL.- Pues venga...escríbela... (Le devuelve la libreta) ELLA.- (Saca un bolígrafo del bolso) ¿Qué has puesto tú...?ÉL.- ¿Quieres copiarlo?ELLA.- No, es igual...ÉL.- No...toma... (Le da el papel. Pausa) ¿No entiendes la letra?ELLA.- Sí... Ella se pone a escribir la nota. Oscuridad. 

3. 

 En un parque Ella se columpia mientras Él está de pie. El Columpio chirría. ÉL.- Hace mucho ruido...ELLA.- Qué...ÉL.- El columpio...hace mucho ruido...ELLA.- ¿Aún te duele la cabeza?ELLA.- Un poco.

 Ella deja de columpiarse y se queda sentada en el columpio. ELLA.- Es más divertido cuando los pies no tocan el suelo.ÉL.- ¿De pequeña te columpiabas aquí?ELLA.- Sí, pero había otro columpio, no era este mismo columpio...ÉL.- No recuerdo haber venido nunca a jugar aquí de pequeño...ELLA.- Dónde jugabas...ÉL.- Generalmente en la orilla del río...ELLA.- A mí me quedaba demasiado lejos...ÉL.- Mi escuela estaba bastante cerca del río...ELLA.- Sí, recuerdo que un día me la enseñaste... Pausa. ÉL.- Seguro que de pequeños más de una vez debimos de cruzarnos por la calle...ELLA.- ¿Nosotros?ÉL.- Sí, lo que ocurre es que íbamos distraídos...ELLA.- Claro...Sonríen. Pausa. ÉL.- ¿Esa estatua también estaba?ELLA.- Sí...ÉL.- De quién es...ELLA.- No lo sé...

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ÉL.- ¿Nunca te subiste?ELLA.- ¿A la estatua? No, es demasiado alta...ÉL.- Es más alto el tobogán...ELLA.- Pero el tobogán tiene una escalera... (Pausa) Todos esos árboles de allà noestaban, sólo esos dos de allí...ÉL.-

En mi escuela sólo había un tobogán oxidado y siempre estaba ocupado por los másmayores... (Pausa) Ha caído una gota...ELLA.- ¿Llueve?ÉL.- No lo sé... Pausa. ELLA.- No parece que vaya a llover aún...ÉL.- Ojalá hubiera traído el coche...ELLA.- Podemos coger un taxi...ÉL.- La verdad es que no recordaba que habías llevado el tuyo al taller... Pausa. ELLA.- Espero que lo tengan arreglado para mañana...ÉL.- Qué...ELLA.- Digo que ojalá lo tengan arreglado para mañana, el coche...ÉL.- No sé si podré dejarte uno para mañana...ELLA.- ¿Por la tarde tampoco?ÉL.- Por si acaso no cuentes con él...ELLA.- Si no tuviera que ir tan lejos no me importaría coger un taxi... Pausa. ÉL.- ¿Sabías que yo trabajé unas semanas de taxista?ELLA.- ¿Tú?ÉL.- Sí, un amigo mío tuvo un accidente y durante unas semanas me pasó su taxi...ELLA.- ¿Cuántos años tenías?ÉL.- No sé, veinticinco años...ELLA.- ¿Y trabajabas mucho?ÉL.- ¿A qué te refieres?ELLA.- Si llevabas a muchos pasajeros...ÉL.- Sí, no estaba mal... Lo que ocurre es que tenía que pasar la mitad de lo que ganaba ami amigo, el dueño del taxi... Pausa. ELLA.- Una vez trabajé en la recepción de un hotel, un verano solamente...ÉL.- Sí, creo que ya me lo dijiste...ELLA.- Por la noche la gente me llamaba por teléfono para pedirme las cosas másextrañas...ÉL.- Qué cosas...ELLA.- ¿No te lo conté?ÉL.- No, eso no... Pausa. ELLA.- Recuerdo a un hombre que a medianoche me pidió que le reservara un billete deavión para irse a primera hora de la mañana, y al día siguiente cuando bajó a desayunar norecordaba haberme pedido nada...ni siquiera haber descolgado el teléfono para llamar...ÉL.- Debía de ser sonámbulo...ELLA.- A veces alguien llamaba al ascensor desde arriba y luego no bajaba nadie...

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ÉL.- ¿Cuánto tiempo trabajaste en ese hotel?ELLA.- Varios meses...ÉL.- ¿Un verano?ELLA.- Un verano y todo un otoño. Pausa. ÉL.-

¿Adónde te gustaría ir de vacaciones?ELLA.- ¿Y a ti?ÉL.- No lo he pensado aún...ELLA.- Podríamos ir a la costa, tengo ganas de bañarme en el mar.ÉL.- ¿A un hotel o a un apartamento?ELLA.- Si cocinas tú vamos a un apartamento...ÉL.- Entonces te tocará ir a comprar a ti...ELLA.- Claro...ÉL.- Quizá sea mejor que vayamos a un hotel...ELLA.- Por qué... Alquilamos un apartamento pequeño, de una sola habitación para notener que limpiar mucho...ÉL.- ¿Te cuidas tú de buscarlo?ELLA.- Sí, mañana me pondré en ello. Buscaré uno que esté cerca del mercado...Sonríen. Pausa. ÉL.- ¿Quieres que mañana llame yo a los del taller para que se den prisa con tu coche?ELLA.- No...estoy pensando que quizá vaya pasado mañana a esa casa, por un día no creoque pase nada...ÉL.- ¿Seguro?ELLA.- Es cuestión de hacer un par de llamadas a primera hora...ÉL.- Si no fuera por lo del puente no habría ningún problema...ELLA.- También podría ser que el coche estuviera arreglado mañana por la mañana...(Sopla una ráfaga de viento. Pausa) ¿Sabes qué es lo que más miedo me daba de aquelhotel donde trabajé? Pausa. ÉL.- Qué...ELLA.- La piscina... El reflejo azul que entraba por la ventana desde la piscina no podíasoportarlo.ÉL.- Debía de ser un buen hotel si tenía piscina...ELLA.- Siempre que podía apagaba los focos del interior de la piscina... Aunque nunca se bañara nadie los dejaban encendidos toda la noche... Pausa. ÉL.- Cuando yo conducía el taxi lo que más miedo me daba era que subiera algún borracho... Por suerte nunca cogí a ninguno. Claro que yo no trabajaba de noche...ELLA.- ¿Y la lluvia?ÉL.- ¿La lluvia?ELLA.- ¿No te daba miedo que se pusiera a llover mientras conducías el taxi?ÉL.- No, porque entonces tenía más trabajo, si llovía casi tenía el doble de trabajo...ELLA.- Conocerías muy bien la ciudad...ÉL.- No creas, muchas veces tenía que preguntar la ruta a los clientes, y más o menossiempre llegábamos...ELLA.- ¿Y ahora?ÉL.- ¿Ahora?

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ELLA.- ¿Qué te da miedo de tu trabajo?ÉL.- Pues...que alguien no me devuelva un coche o que lo tire por un barranco o algo así... Pausa. ELLA.- En esa calle vivía una amiga mía...ÉL.- ¿En ésa?ELLA.-

 Sí. Pausa. ÉL.- ¿Y la amiga que te inventaste dónde vivía?ELLA.- En realidad me inventé varias amigas, no siempre iba a casa de la misma...ÉL.- ¿Y en tu casa nunca supieron que era mentira?ELLA.- No, nunca se lo dije.ÉL.- ¿A tu hermana tampoco?ELLA.- Sí, a ella sí, pero como era mucho más pequeña que yo se lo conté unos añosdespués. Pausa. ÉL.- Siempre me ha parecido que no le caigo muy bien a tu hermana...ELLA.- ¿Por qué lo dices?ÉL.- No lo sé, es una sensación...ELLA.- A mí nunca me ha dicho nada...ÉL.- ¿Habéis hablado alguna vez de mí?ELLA.- Sí, claro...pero ella nunca me ha dicho que le cayeras mal ni nada... Pausa. ÉL.- ¿Cuántos años os lleváis?ELLA.- ¿Con mi hermana? Siete.ÉL.- Creí que os llevabáis menos... La verdad es que no os parecéis mucho...ELLA.- Ella se parece más a mi padre y yo a mi madre...ÉL.- ¿Y yo a quién me parezco?ELLA.- ¿Tú? A tu padre... Pausa. Ella sale de escena. ÉL.- Adónde vas...ELLA.- A mirar de quién es la estatua. Pausa. Oscuridad. 

 Ella y Él están sobre un puente que atraviesa un río. ELLA.- ¿Qué has tirado?ÉL.- Una piedra...ELLA.- ¿Tú no hueles a gas?ÉL.- ¿A gas? No...ELLA.- Deben de ser las obras...ÉL.- Quizá sea el río...ELLA.- No, huele a gas... (Pausa) Podríamos coger un taxi aquí...ÉL.- ¿Aún te duele el pie?ELLA.- No, un poco. Pausa. ÉL.- Allí parece que hay alguien que también espera un taxi.ELLA.- Dónde...

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ÉL.- Allí...al final del puente... (Pausa) En ese lado construirán el nuevo puente.ELLA.- ¿Tan cerca?ÉL.- Éste lo dejarán para los peatones y por aquel sólo transitarán coches. Pausa. ELLA.- Se ven grúas por todas partes.ÉL.-

 Dentro de cinco años habrá cambiado todo...ELLA.- La verdad es que ahora estoy vendiendo más casas que nunca.ÉL.- Yo también tengo mucho trabajo, quizá incluso debería contratar a alguien.ELLA.- Me podrías contratar a mí...ÉL.- ¿Y tu trabajo?ELLA.- ¿Y si te contratara yo?ÉL.- ¿Para vender casas?ELLA.- Seguro que lo harías muy bien...ÉL.- ¿De verdad me contratarías?ELLA.- Por què no... Pausa. ÉL.- ¿Cuántos años tiene que tener una casa para que sea antigua?ELLA.- ¿Antigua?ÉL.- Sí...ELLA.- Depende de la casa...ÉL.- ¿La casa de mi madre es antigua o es vieja?ELLA.- ¿Tu madre quiere vender la casa?ÉL.- No que yo sepa. De todos modos la casa no es suya, es de mi tío. Pausa. ELLA.- Quizá quiera hablarme de eso mañana...ÉL.- No lo creo.ELLA.- Qué quiere pedirme entonces...ÉL.- Ya te lo dirá mañana...ELLA.- ¿Pero tú lo sabes...?ÉL.- No, a mí no me ha dicho nada...ELLA.- Quizá nos lo quiera pedir a los dos...ÉL.- ¿El sacrificio?ELLA.- Sí, lo que sea... Pausa. ÉL.- ¿Cuántos metros dirías que hay hasta abajo?ELLA.- No lo sé...ÉL.- Cuando se desbordó el río el agua llegó hasta la plaza del Ayuntamiento.ELLA.- Debió ser impresionante...ÉL.- En realidad yo no lo vi... Pausa. ELLA.- No parece que venga ningún taxi...ÉL.- Si fuera sábado ya habrían pasado un montón... Pausa. ELLA.- Aquel hombre ya se ha ido... Pausa. ÉL.- Puede que no esperara ningún taxi. Quizá esparaba a que pasáramos nosotros parasaltar del puente... No sería la primera vez...

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ELLA.- Entonces quizá hemos impedido que se matara...ÉL.- O se habrá ido a otro puente...ELLA.- No, seguro que se lo ha pensado mejor y ha vuelto a su casa...ÉL.- No, lo más seguro es que tuviera un cita con alguien y le hayan dado plantón...(Sonríen. Sopla una ráfaga de viento. Pausa) ¿Has tenido alguna aventura con alguien

desde que estamos juntos?ELLA.- Qué...ÉL.- Sí has tenido una aventura desde que estamos juntos...ELLA.- No. ¿Y tú?ÉL.- No.ELLA.- Si la hubiera tenido no te lo habría dicho.ÉL.- La verdad es que yo hace unos meses estuve muy cerca... Te lo quise contar entonces pero no sé por qué no lo hice...ELLA.- Yo una vez también estuve a punto y tampoco te lo dije.ÉL.- ¿Con quién?ELLA.- Era un amigo que hacía años que no veía... Ocurrió hace tiempo...ÉL.- Lo mío hace un par o tres de meses...ELLA.- ¿Y por qué no lo hiciste?ÉL.- No lo sé... ¿Y tú?ELLA.- Hacía poco que tú y yo estábamos juntos y bueno... tampoco estaba muy segura...ÉL.- ¿Quieres decir que ahora sí lo harías?ELLA.- No lo sé...quizá sí...Sonríen. ÉL.- Seguro que si un día tuvieras una aventura sería en una de esas casas que te tocavender...ELLA.- La mayoría de esas casas están vacías, son frías y no tienen cortinas...ÉL.- Y cómo les paras los pies...ELLA.- Procuro no encerrarme en ninguna habitación con nadie. Ya tuve un susto al principio...y desde entonces he aprendido mucho...ÉL.- De qué susto hablas...ELLA.- Hace mucho tiempo, ni nos conocíamos aún...ÉL.- Qué pasó...ELLA.- Se puede decir que tuve que escapar por piernas...ÉL.- ¿En serio?ELLA.- Sí...ÉL.- ¿Y no lo denunciaste?ELLA.- No...fue al principio de empezar a trabajar y no quería que nadie lo supiera...ÉL.- Por qué nunca me lo dijiste...ELLA.- Te lo digo ahora... Además, creí que si te lo contaba me dirías que cambiase detrabajo o algo parecido...ÉL.- ¿Y no pensaste en dejarlo después de aquello?ELLA.- Sí, pero no lo hice...ÉL.- Tendrías que habérmelo dicho...ELLA.- No se lo dije a nadie... Pausa. ÉL.- Sabes...los dos deberíamos trabajar hasta la Exposición Universal y luego dejarlo.ELLA.- Qué...

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ÉL.- Tomarnos un año sabático... Entre los dos tendremos bastante dinero... Podríamoshacerlo...ELLA.- ¿Y después del año sabático?ÉL.- Después quizá podríamos montar algo juntos...ELLA.- ¿Quieres dejar el alquiler de coches?ÉL.-

De todos modos después de la Exposición Universal habrá una recesión muy fuerte,ya sabes... Seguro que entonces no venderás ni la mitad de casas que vendes ahora... Y conel alquiler de coches pasará igual...ELLA.- ¿Has pensado qué te gustaría hacer...?ÉL.- No, de hecho se me ha ocurrido ahora... Las mejores ideas siempre me vienen en lunallena...ELLA.- (Mirando arriba) Dónde está la luna... Ah, sí... (Pausa) Al final el viento se hallevado las nubes... Pausa. ÉL.- Al final no me has preguntado con quién estuve a punto de tener una aventura...ELLA.- Con quién...ÉL.- Fue en un viaje... En el mismo bar del hotel tomando una copa...ELLA.- Lo tenías fácil...ÉL.- Sí, porque además los dos viajábamos solos... El recepcionista recuerdo que no nossacaba el ojo de encima y el camarero incluso bajó la luz y puso música...ELLA.- ¿Estabáis solos en el bar?ÉL.- Era como si todo el mundo ya supiera que íbamos a liarnos...ELLA.- ¿Todo el mundo?ÉL.- Sí, el camarero y el recepcionista... Ella tenía que levantarse al día siguiente muytemprano, y me dijo que subía a la habitación pero que aún tardaría una hora en ir a dormir.ELLA.- Y tú no subiste...ÉL.- Me quedé una hora en el bar y luego subí a mi habitación. Pausa. ELLA.- ¿No te gustaba?ÉL.- Sí... No sé, creo que estuve esperando a que el camarero se fuera porque no quería queme viera subir enseguida...pero como no se fue...ELLA.- ¿Así que no subiste por culpa del camarero?ÉL.- Sí, en cierto modo sí... (Sonríen) Y tú...¿por qué no te liaste con aquel amigo?ELLA.- Quedamos en que nos llamaríamos para vernos un día pero ninguno de los dosllamó al otro...ÉL.- ¿Cómo se llamaba?ELLA.- Víctor, por qué...ÉL.- No...por si había llamado y quizá hubiera contestado yo, y de algún modo le hubieradesanimado...ELLA.- ¿Tú en su lugar te habrías desanimado?ÉL.- Quizá sí...Sonríen. Pausa larga. ELLA.- Antes, cuando he llamado a mi hermana sí que estaba...ÉL.- Qué quieres decir...ELLA.- No estaba el contestador puesto, se ha puesto ella y entonces he colgado... Derepente he pensado que no me apetecía ir a su casa... Pausa. 

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ÉL.- La verdad es que a mí tampoco me apetecía mucho...ELLA.- Y por qué no me lo has dicho...ÉL.- Me ha parecido que tú sí querías... (Mirando a un lado) Un taxi libre... A ver si vienehacia aquí... Pausa. ELLA.-

 ¿Adónde vamos?ÉL.- ¿Adónde quieres ir?ELLA.- No lo sé...ÉL.- Tenemos tiempo de decidirlo hasta que llegue al puente...Sopla una ráfaga de viento. Oscuridad. 

 Él y Ella están en un callejón sin salida, en la parte de atrás de un edificio, junto a una puerta entrabierta. Más allá hay otra puerta más pequeña y vieja. De fondo se oye el ruidode gente y música. Los dos se disponen a fumar.  ÉL.-

 Oigo el pitido en ambos oídos.ELLA.- ¿No será que viene de dentro?ÉL.- No, es el pitido de antes pero más bajo... Como si viniera un tren pero aún estuvieramuy lejos... Pausa. ELLA.- ¿Y de qué lado viene el tren...?ÉL.- De ése, me parece...Sonríen. Pausa. ELLA.- ¿Has bebido mucho?ÉL.- No, no mucho. ¿Y tú?ELLA.- Una copa y basta...ÉL.-

 Yo me he tomado dos pero la mayor parte era hielo... Pausa. ELLA.- Quizá no deberíamos fumar...ÉL.- Por qué...ELLA.- Aún huele a gas...ÉL.- Por aquí no se ve ninguna acera levantada...ELLA.- ¿Tú no hueles nada?ÉL.- Sí, algo... (Pausa) ¿Con quién hablabas antes?ELLA.- Con la relaciones públicas... Creo que ella sí que estaba algo bebida...ÉL.- En el lavabo había alguien llorando.ELLA.- ¿En el lavabo?ÉL.- Se había encerrado en un wáter. Era un chico muy joven...ELLA.- ¿Le preguntaste qué le ocurría?ÉL.- Llamé a la puerta y entonces dejó de llorar...ELLA.- El lavabo de señoras estaba lleno de gente fumando... Pausa. ÉL.- De qué hablaste con la relaciones públicas...ELLA.- De nada, de la discoteca... Al parecer el dueño de la discoteca también quiereaguantar hasta la Exposición Universal y luego cerrar.ÉL.- No parece que les vaya mal...

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ELLA.- No, pero se ve que hay que hacer obras en el edificio y resulta es muy caro...ÉL.- ¿Quiere vender el edificio?ELLA.- Eso no me lo dijo... Pausa. ÉL.- ¿Le diste una tarjeta?ELLA.-

 Me la pidió ella...ÉL.- ¿Cómo és que siempre te piden tarjetas?ELLA.- ¿A ti no te las piden?ÉL.- Yo nunca digo en qué trabajo...ELLA.- ¿En serio?ÉL.- Sí...ELLA.- ¿Y si te lo preguntan?ÉL.- ¿A ti siempre te preguntan en qué trabajas?ELLA.- Depende...ÉL.- ¿Y después siempre te piden una tarjeta?ELLA.- Era una relaciones públicas, las relaciones públicas tienen que ser amables con lagente... (Pausa) ¿Tú de qué hablas con los desconocidos?ÉL.- Qué...ELLA.- ¿Cuándo conoces a alguien de qué habláis?ÉL.- ¿De qué hablamos?ELLA.- Seguro que hay un momento en que el trabajo sale en la conversación, ¿o no?Quizá de lo que se trata es de retrasarlo más o menos tiempo... Puede que tú consigasretrasarlo más que yo... Debe de ser cuestión de proponérselo, supongo...ÉL.- Fue mi madre quien un día hizo que me diera cuenta... Me dijo que si iba a verla no lehablara más de trabajo. Por lo visto siempre que iba a verla le hablaba de lo mismo...ELLA.- Lo tendré en cuenta cuando vaya mañana...ÉL.- No, quizá de tu trabajo no le importe hablar... Como hace tanto tiempo que no te ve... Pausa. ELLA.- ¿Y qué crees que quiere pedirme?ÉL.- Ya te lo dirá mañana.ELLA.- Por qué no quieres decírmelo...ÉL.- Puede que quiera que la acompañes a ella y a su amiga de vacaciones...ELLA.- ¿A ti te lo ha pedido?ÉL.- No... Pausa. ELLA.- Tú sabes lo que de verdad quiere pedirme, ¿no es así?ÉL.- No lo sé...si lo supiera te lo diría... (Pausa larga) ¿Bailamos un poco?ELLA.- ¿Tú quieres bailar?ÉL.- ¿El pie? ¿No te duele?ELLA.- No... Ambos se ponen a bailar cogidos junto a la puerta entrabierta de donde sale la música. ÉL.- Casi no se oye la música... Pausa larga. De pronto la puerta se cierra de golpe y la música deja de oírse. Ambos dejande bailar y Él se acerca a la puerta para intentar abrirla pero no lo consigue, despuésllama con los nudillos. ELLA.- ¿No se puede abrir?ÉL.- Alguien ha cerrado por dentro...

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ELLA.- Habrá sido el viento...ÉL.- Ahora no hacía viento... Él vuelve a llamar a la puerta. Pausa. ELLA.- No habrá nadie cerca... Pausa. ÉL.-

 Qué hacemos... Pausa. ELLA.- Podemos ir por delante y volver a entrar...ÉL.- ¿Tú quieres volver?ELLA.- ¿Y tú?ÉL.- No sé, ya es un poco tarde... Pausa. ELLA.- ¿Esa puerta crees que es de la discoteca? (Se refiere a la puerta más pequeña yvieja) ÉL.- Cuál...ELLA- Ésa...ÉL.- No lo sé... (Ella se acerca a la puerta pequeña y llama un par de veces. Pausa)  ¿Vamos?ELLA.- Sí... (Ambos se disponen a irse. De pronto se enciende una luz al otro lado de la puerta pequeña y ambos se detienen. Se abre la puerta pequeña y sale una mujer) Perdone...creí que no había nadie...MUJER.- ¿De parte de quién vienen?ELLA.- ¿Cómo? Pausa. MUJER.- Han llamado ustedes, ¿no?ELLA.- Perdone...me he equivocado...ÉL.- Lo siento... Pausa. MUJER.- ¿Entonces no han venido a ver las ruinas?ÉL.- ¿Cómo dice?MUJER.- Las ruinas...ÉL.- Perdone, no le entiendo...MUJER.- ¿Son extranjeros?ELLA.- No, somos de aquí... Pausa. MUJER.- ¿No han venido por las ruinas?ELLA.- ¿Qué ruinas?MUJER.- Hace tiempo me dijeron que enviarían a alguien a verlas, pero aún no ha venidonadie.ÉL.- Nosotros hemos salido ahora de la discoteca, por esa puerta...MUJER.- Qué pasa... ¿Hay fuego?ÉL.- ¿Fuego?MUJER.- En la discoteca...ELLA.- No, lo que ocurre es que hemos salido fuera a fumar y se nos ha cerrado la puerta por culpa del viento... Pausa. MUJER.- ¿Van juntos?

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ELLA.- Qué...ÉL.- Sí, si vamos juntos...MUJER.- ¿Y por qué han llamado?ÉL.- La verdad es que pensábamos que era una puerta de la discoteca...MUJER.- La puerta de entrada es por delante..ÉL.-

 Sí,, gracias... Pausa. MUJER.- ¿Conocen al dueño de la discoteca?ÉL.- No... Pausa. MUJER.- ¿Usted tampoco?ELLA.- No, pero conozco a la relaciones públicas...MUJER.- ¿La conoce bien?ELLA.- No, de hecho la he conocido hoy...MUJER.- ¿Y le ha dicho algo de mí?ELLA.- ¿De usted?MUJER.- Sí, si le ha dicho algo de mí...ELLA.- No...MUJER.- ¿Y de las ruinas?ELLA.- No, tampoco...MUJER.- A ellos no les interesa nada que alguien venga a ver las ruinas...ÉL.- ¿Qué ruinas son?MUJER.- Las que hay aquí debajo... Pausa. ELLA.- ¿Usted vive aquí?MUJER.- Esto antes era una fábrica. Cuando me separé de mi marido él se quedó con la parte de arriba y yo con el sótano. Luego él montó la discoteca.ELLA.- ¿Su marido es el dueño de la discoteca?MUJER.- Sí, pero él no viene nunca por aquí... ¿Verdad que hoy no estaba?ELLA.- ¿En la discoteca? No...MUJER.- Ha montado una discoteca como podía haber montado cualquier otra cosa. Al principio quiso comprarme el sótano para construir un aparcamiento pero no llegamos a ponernos de acuerdo porque además fue cuando yo descubrí las ruinas...ÉL.- ¿En el sótano?MUJER.- Las descubrí de casualidad...cuando quise enterrar a mi gato en el sótano, noquería tirarlo a la basura como hace todo el mundo e hice un agujero en el sótano yentonces encontré las primeras ruinas... De eso hace ya tres años... Pausa. ELLA.- ¿Ha llamado al Ayuntamiento?MUJER.- Claro, pero siempre me dicen que enviarán a alguien, que espere y no toquenada... Pero cómo quieren que espere... ¿Ustedes esperarían?ELLA.- ¿Son muy antiguas las ruinas?MUJER.- ¿Quieren verlas? Pausa. ÉL.- Es que es un poco tarde...MUJER.- Seguro que no han visto nada parecido. Yo cuando las vi por primera vez no podía creerlo. Nunca había visto nada igual... Y luego, mirando fotos de otras ruinas no he

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encontrado nada que se le pareciera, nada... Si no fuera porque necesito que aparten lasmáquinas excavaría yo sola las ruinas...ÉL.- Qué máquinas son...MUJER.- En el sótano hay todavía máquinas de la antigua fábrica metalúrgica. Sonmáquinas muy pesadas y yo sola no puedo arrastrarlas, haría falta una grúa por lo menos...

 Pausa. ÉL.- Yo mañana quizá vea al alcalde un momento... Si quiere puedo decirle algo...MUJER.- ¿Verá al alcalde?ÉL.- Sí...MUJER.- ¿En el Ayuntamiento?ÉL.- No, en otro lugar...MUJER.- ¿Conoce mucho...al alcalde?ÉL.- No, no le conozco...pero puedo decirle...MUJER.- ¿Trabaja en el Ayuntamiento?ÉL.- No, no trabajo allí... Pausa. MUJER.- (A Ella) ¿Usted también estará?ÉLLA.- ¿Yo?MUJER.- Sí, con el alcalde...ELLA.- No, yo no le veré...MUJER.- (A Él) Si me dice a qué hora se verán podría ir yo un momento... No lesestorbaría para nada, se lo prometo...ÉL.- Es que no sé bien a qué hora será, no depende de mí...MUJER.- Entiendo...ÉL.- Además será un momento, sólo le veré un momento y basta...MUJER.- Entonces le daré a usted una cosa para que se la muestre...ÉL.- ¿Cómo?MUJER.- Espere que vuelvo enseguida...ÉL.- Oiga...MUJER.- No tardaré nada...ÉL.- ¡Espere...! La Mujer sale por la puerta pequeña que queda entrabierta. Pausa. ELLA.- Me parece que cree que trabajas en el Ayuntamiento..ÉL.- Ya le he dicho que no... (Pausa. Ella se acerca un poco a la puerta) ¿Ves algo?ELLA.- Sólo una escalera y una luz al final. Pausa. ÉL.- ¿Te parece que sólo hay esta puerta?ELLA.- ¿Qué?ÉL.- Que baje al sótano...ELLA.- No lo sé... Pausa. ÉL.- Seguro que no es la primera vez que alguien encuentra unas ruinas... Y con tantasobras como hay ahora...ELLA.- ¿Te has fijado en sus manos? Las tenía llenas de cortes... Pausa larga. ÉL.- No parece que vuelva...ELLA.- La relaciones públicas me dijo que el dueño de la discoteca estaba de viaje...

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ÉL.- Seguro que son amantes...ELLA.- Quién...ÉL.- El dueño y la relaciones públicas...ELLA.- No lo creo... La relaciones públicas se me ha insinuado...ÉL.- ¿A ti?ELLA.-

Ya te dije que estaba un poco bebida...ÉL.- Antes no me dijiste que se te había insinuado... ¿Por qué no me lo has dicho?ELLA.- Como le di la tarjeta no quería decírtelo...ÉL.- Y por qué se la has dado...ELLA.- Se la he dado antes de que se insinuara... (Pausa. Él se empieza a reir) Qué pasa...(Pausa) Por qué te ríes... (Pausa) ¿Se puede saber qué te hace tanta gracia...?ÉL.- Es que yo tampoco te he dicho una cosa...ELLA.- Qué... (Pausa) Qué cosa...ÉL.- En el lavabo ha ocurrido algo...ELLA.- Qué...ÉL.- Aquel chico...ELLA.- ¿Qué chico...?ÉL.- El del lavabo...ELLA.- Ah, ése... (Pausa. También se ríe) Qué ha pasado...ÉL.- Casi nos peleamos....ELLA.- ¿Tú y ese chico?ÉL.- Sí... Pausa. Ambos al final dejan de reírse. ELLA.- ¿Por qué os habéis peleado?ÉL.- Me pidió dinero para la máquina de los preservativos y yo le dije que no...ELLA.- ¿El chico que lloraba?ÉL.- Sí, el del lavabo...ELLA.- ¿Te ha querido robar?ÉL.- No, ya te he dicho que me ha pedido el dinero...ELLA.- ¿Y entonces por qué os habéis peleado?ÉL.- No nos hemos peleado... Sólo nos hemos levantado la voz y ya está... No sé, quizá ibadrogado...ELLA.- ¿El chico?ÉL.- No había nadie más en el lavabo...ELLA.- Y después qué ha pasado...ÉL.- Nada, yo he salido del lavabo... Pausa. ELLA.- Qué hacemos...ÉL.- ¿Quieres irte?ELLA.- Quizá ya no volverá... Pausa. ÉL.- Esperemos un minuto más y nos vamos... (Pausa. Ella mira en su bolso) Qué buscas...ELLA.- (Saca el muñeco de la escena 1) Nos esperamos hasta que se termine la cuerda...ÉL.- Qué...ELLA.- Cuando se acabe la cuerda nos vamos...

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 Ella le da cuerda al muñeco y lo deja en el suelo. Ambos miran el muñeco hasta que setermina la cuerda. Pausa larga. Ella coge el muñeco del suelo y entonces aparece la Mujer por la puerta. MUJER.- Perdonen si he tardado mucho pero no he encontardo ningún papel paraenvolverlo... (Da una cosa a Él y luego a Ella)ELLA.-

 ¿Es para mí?MUJER.- Sí... Pausa. ELLA.- Es muy bonita...MUJER.- Son dos piedras de un collar que encontré casi al principìo... Estaba hecho de piedras como ésta y de trozos de metal muy afilado... Parece imposible que alguien se lo pusiera en el cuello sin hacerse daño...ELLA.- Puede que no fuera un collar...MUJER.- Sí, casi estaba entero...se veía enseguida que era un collar... No, lo que pienso esque no debía ser para lucirlo sino para otra cosa... (Pausa) ¿A usted también le gusta?ÉL.- Sí, es muy bonita...MUJER.- Con la luz del sol brilla de un modo muy especial... (Pausa) Ahora que lo piensodebería haber traído otra piedra porque si ésta tiene que dársela al alcalde...ÉL.- Es igual...MUJER.- Si acaso se la enseña y basta, no hace falta que se la de...ELLA.- Toma...la mía...ÉL.- No, es igual...ELLA.- Dale ésta al alcalde...ÉL.- No, no hace falta... A Ella se le cae la piedra al suelo. ELLA.- (Mirando al suelo) Dónde está...ÉL.- ¿Se te ha caído?ELLA.- Sí... (Los tres miran por el suelo) No puede haber ido muy lejos... Pausa. MUJER.- Si no la encuentra puedo ir a buscar otra...o puede venir mañana... De día seguroque la encontrará enseguida...ELLA.- Es que mañana no puedo venir...MUJER.- ¿No tiene que volver a la discoteca?ELLA.- ¿Mañana? No...MUJER.- (A Él) ¿Usted tampoco?ÉL.- No, mañana seguro que no... Pausa. MUJER.- ¿Se han conocido en la discoteca?ÉL.- ¿Cómo?MUJER.- Si se han conocido en la discoteca...ÉL.- Sí...MUJER.- ¿Mientras bailaban?ÉL.- Sí... Pausa. MUJER.- ¿Cómo es la discoteca...? ¿Se ve arreglada?ELLA.- ¿Nunca la ha visto?MUJER.- No...

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ELLA.- No está mal...MUJER.- ¿La música no les parece que está muy alta?ELLA.- Sí, un poco... Pausa. MUJER.- Imagino que dentro no se debe poder hablar mucho con tanto ruido...ELLA.-

 No, no se puede hablar mucho...MUJER.- Y aún así se han concido...ELLA.- Sí... Pausa. MUJER.- Yo tengo un hijo que a veces viene a la discteca... Él se puso del lado de mimarido desde el principio... Claro que yo en su lugar quizá habría hecho lo mismo... De vezen cuando se arrepiente y viene a llorar a la puerta del sótano pero cuando oye que subo laescalera vuelve arriba enseguida... Pausa. ELLA.- Aquí está... (Coge la piedra) MUJER.- A ver... (Ella le enseña la piedra)  Pausa. ELLA.- ¿No le duelen las manos?MUJER.- ¿Las manos?ELLA.- Si no le duelen...MUJER.- No, ahora ya no. Al principio sí, pero ahora ya me he acostumbrado.ELLA.- ¿No trabaja con guantes?MUJER.- Sólo cuando saco la arena, después cuando cojo los objetos y los limpio lo hagosin guantes para no romperlos... La mayoría son muy frágiles... Le devuelve la piedra a Ella. Pausa. ÉL.- Por qué no me apunta en un papel su nombre y la dirección de aquí y también se lodaré al alcalde...MUJER.- Muy bien... (Pausa) ¿Tiene donde pueda escribir...?ÉL.- Sí... (Le da papel y bolígrafo. Pausa) Creo que he visto a su hijo en la discoteca...MUJER.- ¿Ahora?ÉL.- Sí, estaba en el lavabo...MUJER.- ¿Cómo sabe que era mi hijo?ÉL.- Se le parece...MUJER.- Quizá ha llamado a la puerta y no le he oído... A veces con el ruido de arriba, ysi estoy muy al fondo del sótano no oigo si llaman a la puerta.ELLA.- Pero a nosotros sí nos ha oído...MUJER.- Porque en ese momento estaba cerca de la escalera, he tenido suerte...ÉL.- ¿Suerte?MUJER.- Sí, de oírles llamar... (Pausa. Devuelve el bolígrafo y el papel a Él) Bueno,gracias por todo... (Les estrecha la mano a ambos) Buenas noches...ELLA.- ¿Usted se queda?MUJER.- Sí.ELLA.- ¿No quiere que la acompañemos a su casa?MUJER.- No, aún me quedaré un rato...ÉL.- ¿Vive muy lejos de aquí?MUJER.- Al otro lado del río.ÉL.- Podemos acompañarla si quiere... Nosotros también tenemos que cruzar el río...

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MUJER.- No, prefiero quedarme un rato más. Pausa. ÉL.- Bueno, buenas noches...ELLA.- Buenas noches... Pausa. MUJER.-

Perdone...¿puede darme su teléfono?ÉL.- ¿El mío?MUJER.- Sí, me gustaría llamarle mañana para saber cómo le ha ido con el alcalde...ÉL.- Si quiere ya la llamaré yo...MUJER.- Es que no tengo teléfono... Si me dice una hora puedo llamarle entonces...ÉL.- Es que no estoy mucho en casa...MUJER.- ¿Y en el trabajo? Podría llamarle allí...ÉL.- Le daré el número de mi casa... (Saca el bolígrafo y el papel)MUJER.- Es muy amable... (Pausa. Mientras escribe) ¿En qué trabaja?ÉL.- ¿Yo?MUJER.- Sí...ÉL.- De hecho no trabajo en nada...MUJER.- ¿Está en el paro?ÉL.- No, me he tomado un año sabático...MUJER.- ¿Sabático?ÉL.- Sí, un año de descanso por decirlo de algún modo...mientras pienso qué quierohacer...qué clase de negocio quiero montar luego... Pausa. MUJER.- (A Ella) ¿Y usted en qué trabaja?ELLA.- En un hotel... En la recepción...MUJER.- ¿Vive allí?ELLA.- ¿En el hotel? No...MUJER.- Debe de ser muy agotador...ELLA.- Sí, un poco... Pausa. MUJER.- (A Ella) Si viene otro día le enseñaré las ruinas... Y a usted también, claro...ELLA.- ¿Por qué no me las enseña ahora?MUJER.- ¿No tiene que irse?ELLA.- ¿Son muy grandes?MUJER.- ¿Las ruinas? No, no mucho... (A Él) ¿Usted también quiere verlas ahora?ÉL.- No, tengo que irme...es tarde...MUJER.- ¿No le importa bajar sola?ELLA.- No...MUJER.- Pero me sabe mal por usted...ELLA.- ¿Por mí?MUJER.- Que tenga que volver sola...ELLA.- Ya cogeré un taxi... Por aquí hay muchos.MUJER.- (A Él) ¿Usted ha venido en coche?ÉL.- No, a pie...pero vivo cerca...MUJER.- Ya le llamaré mañana...ÉL.- Sí...MUJER.- Buenas noches...

Page 26: Cunillé Luisa Atlántida

8/10/2019 Cunillé Luisa Atlántida

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 Él sale de escena. Pausa. MUJER.- (Caminando con Ella hacia la puerta) Vaya con cuidado con los escalones... La Mujer y Ella desaparecen por la puerta pequeña. Oscuridad.