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1 CURSO DE FILOSOFÍA DEL LENGUAJE MAESTRA: Ma. Teresa Muñoz Sánchez PARTE 1 FILOSOFÍA ANALÍTICA DEL LENGUAJE IDEAL Una de las posibilidades al abordar el problema del lenguaje desde la filosofía, podría ser considerar todo lo que los filósofos hacen cuando reflexionan, en tanto filósofos, acerca del lenguaje. Ahora bien, la perspectiva desde la que aquí se aborda la filosofía del lenguaje es aquella que se inaugura cuando los filósofos tratan de esclarecer los conceptos básicos que utilizamos cuando reflexionamos sobre el lenguaje. Así, un filósofo del lenguaje intenta determinar qué es el lenguaje, qué quiere decir que una expresión lingüística sea significativa, etc. En este curso nos ocuparemos en especial de la filosofía analítica en sus dos vertientes: la filosofía analítica del lenguaje ideal y la filosofía analítica del lenguaje ordinario. Apuntaremos, al final del curso algunas ideas sobre la corriente hermenéutica fincada en el ámbito cultural germano. EL PROGRAMA ANALITICO Siete etapas:

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CURSO DE FILOSOFÍA DEL LENGUAJE

MAESTRA: Ma. Teresa Muñoz Sánchez

PARTE 1 FILOSOFÍA ANALÍTICA DEL LENGUAJE IDEAL

Una de las posibilidades al abordar el problema del lenguaje

desde la filosofía, podría ser considerar todo lo que los

filósofos hacen cuando reflexionan, en tanto filósofos, acerca

del lenguaje. Ahora bien, la perspectiva desde la que aquí se

aborda la filosofía del lenguaje es aquella que se inaugura

cuando los filósofos tratan de esclarecer los conceptos básicos

que utilizamos cuando reflexionamos sobre el lenguaje. Así, un

filósofo del lenguaje intenta determinar qué es el lenguaje, qué

quiere decir que una expresión lingüística sea significativa,

etc. En este curso nos ocuparemos en especial de la filosofía

analítica en sus dos vertientes: la filosofía analítica del

lenguaje ideal y la filosofía analítica del lenguaje ordinario.

Apuntaremos, al final del curso algunas ideas sobre la corriente

hermenéutica fincada en el ámbito cultural germano.

EL PROGRAMA ANALITICO

Siete etapas:

1. Los precursores: Frege; "Sentido y referencia" 1887

Los empirio-criticistas: Mach y Avenarius

2. El atomismo lógico: 1er. Wittgenstein y Russell

3. El Círculo de Viena y la Escuela empirista de Berlín: Carnap,

Schlick, Neurath, etc.

4. La Escuela polaca: Lukasiewiz, Tarski.

2

5. Teoría analítica de la Ciencia: Hempel, Nagel y Stregmüller.

6. Filosofía Analítica del Lenguaje ordinario o fenomenología

lingüística: 2do. Wittgenstein, Austin, Ryle y Strawson.

7. Las corrientes postpositivistas: Kunt, Lakatos y Feyerabent.

Ideas clave:

A. filosofía analítica del lenguaje ideal

1. En toda dilucidación teórica es necesario conocer los conceptos

con los que operamos. Para conocer el mundo estamos mediatizados

por el lenguaje, y fundamentalmente por los giros del lenguaje

cotidiano.

2. No podemos quedarnos en la riqueza del lenguaje cotidiano, que

a la vez es vago y confuso. Cuando nuestros objetivos son

teoréticos, el lenguaje ordinario no puede ser tenido como base

sino que debemos buscar un lenguaje ideal, científico.

B. filosofía analítica del lenguaje ordinario

3. Es necesario hacer una reconstrucción consciente del lenguaje, fundamental para hacer fenomenología del lenguaje.

4. Lo sepamos o no todo uso del lenguaje implica una determinada

ontología (estudio del ser del ente, la esencia de las cosas).

EL MÉTODO DEL ANÁLISIS

Una definición formal de análisis, muy general, que es correcta

pero no elucidatoria es la siguiente: el análisis consiste en el

hallazgo de los elementos últimos. A esta definición podemos

agregar una serie de características también generales.

Caracterización de la noción de análisis:

3

1. No es un ejercicio verbal, es decir, en esta corriente de la

filosofía no se trata de hacer análisis sintáctico sino de

rastrear el orden lógico del lenguaje.

2. Solo pude ser de lo complejo. De este modo los filósofos

analíticos presuponen que el lenguaje es un conjunto de elementos

que mantienen relaciones. Estos elementos son, por un lado las

proposiciones (atómicas o moleculares) y los nombres.

3. Es como una definición.

4. Puede ser correcto o incorrecto (en las primeras épocas)

5. Puede aplicarse a una variedad de cosas. En este caso al ámbito

del lenguaje, por ello,

6. tiene que ver con la lógica

7. Debe detenerse en algún lugar. Busca los elementos últimos.

LÓGICA MATEMÁTICA O LÓGICA SIMBÓLICA

Rasgos:

1. Se trata de un "cálculo", es decir, de un método formal que

consiste fundamentalmente en que las reglas de las operaciones se

refieren a la "forma" de los signos y no a su 'sentido',

exactamente igual que en matemáticas.

2. Se parte de la construcción de un sistema puramente formal, y

sólo después le buscan una interpretación en el lenguaje

cotidiano.

3. Las leyes se formulan en lenguaje artificial, que consiste en

símbolos semejantes a los matemáticos. La novedad con respecto a

la lógica aristotélica está en que también las constantes se

simbolizan.

4. Representantes: George Boole, El análisis matemático de la lógica, 1847. Augustus De Morgan, Lógica Formal, 1847. De la

4

segunda generación C. S. Peirce, 1867, Gottlob Frege 1879 y G.

Peano 1888.

Frege fue el primer lógico que se propuso elaborar un método

para solventar los problemas que genera el lenguaje al

pensamiento. Su propuesta condujo a vincular la noción de

análisis de la que hablábamos más arriba con la lógica

matemática.

Esta propuesta fregeana tiene como consecuencia una

redefinición de la filosofía misma, a saber:

La filosofía se ocupa, como uno de sus principales cometidos, de analizar el lenguaje para superar los obstáculos lógicos que éste tiene.

Esta propuesta tiene a la base los siguientes presupuestos:

1. Toda expresión es nombre de alguna entidad.Esta tesis acabó colocando a los lógicos en problemas porque nos

enfrentaríamos en ese caso a un mundo superpoblado, y sería

preciso sostener, por ejemplo, la que si la frase “El actual rey

de Francia es calvo” es porque existe una entidad a la que

corresponde el nombre “actual rey de Francia”.

Por este tipo de problemas es que Russell introduce una serie de

modificaciones a la propuesta fregeana.1 Entre ellas:

2. la existencia de símbolos incompletos, es decir, expresiones que forman parte de una oración y contribuyen al significado de

ella pero no son nombres (en el sentido en que Frege los había

definido, es decir, como expresión de una entidad).

1 Véase, B. Russell, “Sobre el denotar” en una compilación editada por Alejandro Tomasini Bassols, Significado y denotación. La polémica Russell-Frege, México, Interlínea, 1996, pp. 19-22.

5

Más tarde Wittgenstein, en el Tractatus2, también arguyó en contra

de Frege que para que una oración sea significativa no tiene que

ser nombre de nada. Wittgenstein y Russell coinciden en que:

3. El significado de un nombre consiste en el objeto que nombra; el significado de una oración, en el hecho o situación que describa.Por ello, se concluyó que las proposiciones de la Filosofía no

eran proposiciones con sentido, ya que no eran proposiciones

empíricas.

4.La filosofía no es, pues, un saber sustantivo sino una actividad.

La noción de filosofía en estos pensadores no será, de ningún

modo, uniforme. Frege y Russell conciben la filosofía mediatizada

por un lenguaje ideal que nos permita tomar distancia de los

enredos conceptuales.

Wittgenstein, concibió el análisis lógico como el método

para de establecer los límites de lo que se puede decir con

significado.

Esta propuesta sería interpretada por el Círculo de Viena:

5. El significado de un proposición es el método de su verificación.

De manera que,

6. la filosofía pasó a entenderse como sintaxis lógica del lenguaje.

1. TEORÍAS INGENUAS DEL DENOTAR: G. FREGE Y B. RUSSELL.

G. FREGE (1848-1925)

2 Wittgenstein, Tractatus Logico-Philosophicus, Madrid, Alianza, 1985.

6

1.1. “SENTIDO Y REFERENCIA”

Gottlob Frege publicó la Conceptografía. Un lenguaje de fórmulas,

semejante al de la aritmética, para el pensamiento puro, en 1879.

La intención de este libro era construir un instrumento que

permita al filósofo detectar las trampas que el uso del lenguaje

inevitablemente tiende al pensamiento.

Uno de los aspectos fundamentales del pensamiento de Frege

es su crítica de la lógica tradicional. El principal reproche que

le hace Frege a ésta es que cae en el psicologismo, es decir,

emplea conceptos como sujeto y predicado, que son conceptos

psicológicos disfrazados de otra cosa. Frege opina que estos

conceptos pertenecen al ámbito de comprensión de las oraciones y

no son relevantes para la verdad o falsedad. Rechaza la tradición

lógica en lo tocante a la distinción entre sujeto y predicado.

La Lógica, para Frege, no es un juego de signos, sino una

ciencia de "pensamientos" objetivos.

En "Sobre sentido y referencia"3 se preocupa de distinguir en el

signo entre: denotación, lo denotado por el signo, y sentido, modo de representación. Cuando Frege, en "Sentido y referencia"

introduce precisamente la distinción entre sentido y referencia,

caracteriza los sentidos como "modos de presentación" de la

referencia, modos de presentación que conforman la ruta obligada

hacia el referente. Así, por ejemplo, la referencia de "la

estrella vespertina" es la misma que la de la expresión "estrella

matutina", no así el sentido de ambas expresiones. Sin embargo, no

podemos acceder a esa referencia más que por medio del inevitable

rodeo de sus diversos "modos de presentación": los sentidos

3 Se puede encontrar este artículo traducido en la ed. cit., pp. 13-18.

7

determinan por completo cual es la referencia en cuestión y, por

eso, la referencia será, entonces y en todos los casos,

necesariamente indirecta.

El principio de la determinación de la referencia, por parte del sentido, puede expresarse también en tanto principio de la

referencia necesariamente indirecta.

Definición de denotación de un nombre propio

La denotación de un nombre propio es el objeto mismo que designamos por medio de él; la imagen que tenemos en tal caso es totalmente subjetiva; entre ellos está el sentido, que no es subjetivo como la imagen pero que, sin embargo, no es el objeto mismo.4

El sentido y la denotación de las oraciones aseverativas:

Una oración contiene un pensamiento. Para Frege el pensamiento es

el sentido de la oración. ¿Y la denotación?, el valor veritativo

de la oración. La verdad o falsedad de una proposición se

determinan por medio de las condiciones de significatividad.

En el artículo que estamos trabajando, “Sobre sentido y

referencia” Frege distingue:

Signo === Nombre

Denotación === Objeto

Sentido ===== La conexión entre ambos

Denotación === Objeto denotado

* Nombre propio Imagen ===== Algo interno, subjetivo

Sentido ====== Algo objetivo

Denotación: valor veritativo

4 G. Frege, "Sobre sentido y detonación" en Moro Simpson, Semántica filosófica: Problemas y discusiones, Ed. siglo XXI, Madrid, 1973. En Tomasini, op. cit., p. 17

8

* Oraciones aseverativas Sentido: pensamiento

Imagen: algo interno y subjetivo

La idea clave para nuestra temática es que Frege distingue entre

significado (sentido, en su terminología) y denotación. Considera

que hay objetos a los que se refieren los nombres propios5. La gra-

mática, la lógica viene determinada por la realidad. Por ello el

lenguaje pasa a primer plano como problema filosófico y la línea

de resolución es el simbolismo. Las palabras son nombres de obje-

tos. La combinación de palabras permite formar proposiciones. De

manera que las proposiciones son combinaciones de signos simples.

Una de las implicaciones de esta teoría del nombrar es que

estamos suponiendo dos niveles en el lenguaje: el mental (ámbito

del pensamiento) y el público. El lenguaje se convierte así en

medio de expresión del pensamiento. Todos estos planteamientos se

verán rechazados en los primeros parágrafos de las Investigaciones

Filosóficas.

“Nombre” para Frege es un término técnico y puede significar

dos cosas: lo que conocemos como sujeto de la oración y la oración

misma. No distingue entre los nombres que aparecen como sujetos y

que son simples (Miguel) y los que aparecen como sujetos, pero son

compuestos (el rey de Francia). Para él tanto nombres como

descripciones, si aparecen como sujetos de la oración, son

nombres. (Veremos que este aspecto será revisado por Russell a fin

de evitar afirmar la existencia de descripciones tales como “El

actual rey de México” y de objetos que no existen)

Las oraciones son “nombres complejos”. Distingue también,

dentro de la oración, el predicado que es un signo diferente del

nombre cuya referencia no es un objeto sino un concepto.

5 En este sentido podría decirse que Frege es un realista.

9

El concepto de existencia.

Para Frege, como ya vimos, todo sujeto de una oración es un nom-

bre, al que podemos calificar de “simple”. En contraposición a

los nombres simples están los “nombres complejos”, es decir, las

oraciones. Una oración está compuesta por nombres, pero también

por predicados, que aunque son signos no son nombres. La referen-

cia de un predicado no es un objeto sino un concepto. Para dar

cuenta de la noción de existencia Frege recurre a las nociones de

argumento y función. Una función es una expresión “insaturada”,

es decir, a la que algo le falta. (Lo que le falta es efectiva-

mente el nombre). De manera que la noción de existencia es intro-

ducida a través del simbolismo (]x)fx, es decir, a través del

cuantificador existencial. La existencia no es pues, un predicado

como cualquier otro sino un predicado de segundo orden. Los jui-

cios de existencia expresan propiedades de conceptos y no de in-

dividuos. Por ello, cuando decimos que algo existe, no se está

atribuyendo propiedad ninguna de este algo, sino que se está pre-

dicando algo de un concepto. Por lo general, diría Frege, se

confunden propiedades de conceptos con propiedades de individuos.

BERTRAND RUSSELL (1872-1970)

1.2. TEORÍA DEL DENOTAR RUSSELLIANA

La apuesta de Russell: las proposiciones de la matemática pura no

son contingentes sino necesariamente verdaderas. Esto le llevó a

intentar definir los números naturales en términos puramente

lógicos y a desarrollar un sistema de lógica suficientemente rico

para que las proposiciones aritméticas fueran deducibles de él.

10

Así publicó, Los principios de la matemática, 1903 y, junto con

Alfred N. Whitehead, Principia Mathematica, 1910-1913.

El plan original de Russell era justificar primero el

conocimiento matemático reduciendo las matemáticas a la lógica,

pasar después a los principios abstractos de la física y

gradualmente al resto de las ciencias, mostrando de hecho que el

conocimiento humano forma un todo coherente y continuo en el que

quizás se incluyan la ética y la religión. Pretende la

justificación lógica del conocimiento.

La filosofía del lenguaje de Russell brota de la aplicación

del simbolismo de la lógica cuantificacional al lenguaje natural.

Así, los nombres son signos simples, cuya función es indicar que

se quiere hablar de un objeto para indicar algo de él.

En 1900, elaboró la teoría de la proposición en la que

distingue: nombres propios, adjetivos y verbos. Los demás son

términos sincategoremáticos, es decir, conectivas lógicas no

relevantes semánticamente:

Nombres propios Cosas

Adjetivos Significan algo----Términos-----Indican Predicados

Verbos Relaciones

Predicados y relaciones son conceptos. Las proposiciones son la

conjunción de (nombres propios) y conceptos.

Aunada a esta teoría y como consecuencia de la teoría de las

descripciones Russell propone la distinción entre conocimiento

directo y conocimiento por referencia. Esta vinculación se apoya

en el supuesto russelliano de que debe haber una conexión esencial

11

entre el lenguaje y la realidad de manera que al estudiar

lógicamente el primero podamos hacer inferencias sobre la segunda.

1.3 Teoría de las descripciones

En Principios de la Matemática Russell defendía que todo lo que

podía nombrarse era un término y un término podía ser sujeto

lógico de una proposición. Cualquier cosa que pudiese ser sujeto

lógico de una proposición podía ser nombrado. En principio, uno

podía usar nombres par referir no sólo a particulares existentes

en cualquier lugar y tiempo, sino también para abstraer entidades

de todos los tipos, desde las no existentes como el actual Zar de

Rusia hasta las entidades mitológicas como los cíclopes. Este

planteamiento da lugar a un mundo super-poblado. Russell lo

variará en “On Denoting” donde se ocupa del problema de cómo una

no-entidad ser sujeto de una proposición.

La Teoría de la Descripciones de Russell es desarrollada para

mostrar que aquellas expresiones clasificables en descripciones

definidas y/o indefinidas no son nombres, ya que no representan

nada en el mundo. No es necesario que denoten para ser

significativas.

La Teoría de las Descripciones consta de un principio y unas

nociones primitivas. El principio se enuncia como sigue:

Las frases denotativas nunca tienen un significado en sí mismas, pero... toda expresión en cuya expresión verbal ocurren tiene un significado6

Este principio implica que toda expresión que no puede ser

analizada es un nombre genuino y tiene como significado el objeto

que denota.

6 Russell, Lógica y conocimiento

12

Las nociones: Variable (x, y), función proposicional (una

expresión que contiene un o más variables y que se convierte en

una oración tan pronto como sus variables reciban valores - x es

un hombre, x es un padre de, etc.), cuantificación (todos, algún,

un).

Frase denotativa: una frase denotativa es una parte de una oración y no posee significación propia. Es una expresión de la forma “el

tal y tal”, “todos los tales y tales”. Contiene las nociones

primitivas. Las frases denotativas son símbolos incompletos. No

necesitan tener referencia y son irrelevantes para el significado

de las oraciones que las contienen, pudiendo eliminarse de ellas.

Nombre genuino: Son aquellos nombres que representan directamente al objeto denotado. Se definen por un acto de ostensión. Un nombre

propio no dice nada acerca del objeto al que se refiere, sirve

meramente como una etiqueta para representarlo.

Russell califica su teoría como teoría del denotar y también como

teoría lógica. La estructura de esta teoría es similar a la

estructura de un cálculo lógico y, lo que es más importante, que

se trata de una teoría acerca de la forma lógica de las

proposiciones.

* El problema es cómo puede una no-entidad ser sujeto de una

proposición. Ejemplo: El actual rey de Francia es calvo.

* Supuesto: El significado de un nombre tiene que identificarse

con el objeto denotado por el nombre.

* La solución que ofrece en la teoría de las descripciones es que

las descripciones definidas e indefinidas no pueden usarse del

13

mismo modo que los nombres. No es necesario que denoten algo para

que sean significativas.

Veámos brevemente qué nos dice Russell en “0n denoting”

(1905)

“On Denoting”

Supuestos:

1. el significado de un nombre tiene que identificarse con el

objeto denotado.

2. Las frases denotativas tienen las mismas propiedades que los

nombres.

3. Los sujetos gramaticales del lenguaje natural pueden ser

nombres, por una parte, y expresiones generales, esto es,

cuantificadas, por otra.

Nombres: Homero, Jesús, Antonio, Luisa, Teresa, etc.

Expresiones generales, descripciones o “expresiones

demostrativas”: “Todos los mexicanos” “Algunos hombres” “El actual

rey de Francia”

Para todas estas expresiones complejas hay una formulación

equivalente en el lenguaje de la lógica cuantificacional.

Las descripciones son indefinidas cuando de lo que se habla es de

todo o todos, de ninguno, de algunos o por lo menos de un objeto.

Descripciones definidas, son las referidas a un objeto en

particular.

Centauro es una descripción definida. Existe un x tal que x

tiene patas y cuerpo de caballo y x tiene tronco y cabeza de

hombre y x tiene capacidad de trotar y x tiene capacidad de

14

pensar, hablar; y para todo y tal que y tiene (...) entonces x es

igual a y.

Con esta descripción hemos recogido dos notas: existencia y

unicidad.

Afirmamos existencia de una variable. “Ser es ser valor de

una variable ligada” (Quine), es decir, de toda variable afirmamos

un predicado del que es función: x es la variable; ser capaz de

trotar es función (F); en toda descripción la existencia es

predicado de segundo orden (Existe un x tal que, - en el caso de

descripciones definidas-, o bien, para todo x, -para descripciones

indefinidas-.

Para Russell, si un signo es un nombre debe efectivamente nombrar

algo. Esto no pasa siempre con las descripciones. Lo importante en

este punto es que “si al usar un nombre se puede plantear

legítimamente el asunto de si existe o no existe el objeto en

cuestión, entonces la expresión de que se trate en el fondo (esto

es, desde un punto de vista lógico) no es un nombre sino que sólo

lo es aparentemente.7”

Si realmente fuera un nombre, la cuestión de la existencia no podría

surgir, porque un nombre tiene que nombrar algo o no es un nombre.

(Russell, Lógica y conocimiento, p. )

El uso del nombre presupone una relación cognitiva que Russell ca-

lifica de “conocimiento directo”. Así, esta propuesta conduce a

Russell los nombres genuinos, que son nombres propios en sentido

lógico. De este modo identificará los verdaderos nombres propios

7 Tomasini, A., Enigmas filosóficos, México, Interlínea, 1996, p. 75

15

con los deícticos (sobre todo a los demostrativos como “esto”) y a

sus denotaciones las llamará “particulares egocéntricos”.

En este último caso el tema de la existencia no puede

lógicamente plantearse. Por ello, la existencia se puede plantear

únicamente de las descripciones, encubiertas o no.

La tesis que sostiene es que las descripciones definidas o indefinidas no pueden usarse en le mismo modo que los nombres. Es

decir, no es necesario que denoten para ser significativas. Con

esta afirmación resuelve el problema de cómo puede una no-entidad

ser sujeto de una proposición. Ejemplo: “El minotauro es un ser

mitológico”.

El análisis russelliano es un análisis de proposiciones, no

de partes separadas de la proposición. Dentro de una proposición

se examina el status y el funcionamiento de descripciones y de

nombres propios.

Las dos notas que analiza son la denotación o referencia y el

significado.

“Las aportaciones más importantes de la Teoría de las

Descripciones son: 1) que los enunciados del lenguaje natural

tienen, oculta tras su forma gramatical, una estructura totalmente

distinta; 2) que los nombres propios son símbolos enteramente

diferentes a los símbolos incompletos: los nombres propios

denotan, esto es, su significado es un objeto, en tanto que los

símbolos incompletos no tienen significado considerados

aisladamente; 3) que la existencia es una propiedad de funciones

proposicionales y, por ello, puede ser vista como un predicado,

pero sólo de descripciones; 4)que estrechamente vinculada a la

descripción semántica mencionada, surge una distinción

epistemológica: conocimiento directo-conocimiento por descripción.

Finalmente la teoría sugiere la posibilidad de un lenguaje

16

perfecto, es decir, de un lenguaje que reflejaría fielmente la

realidad y en el que todo símbolo tendría significado. En dicho

lenguaje las reglas de construcción de enunciados estarían

dictadas por la lógica, pero el vocabulario tendría un carácter

privado.”8

En su texto “Conocimiento directo y conocimiento por descrip-

ción” se retoman los ejes de la teoría de las descripciones. Vea-

mos:

La cuestión que le preocupaba a Russell es ¿cómo puede una no

entidad ser sujeto de una proposición? Para dar respuesta a esta

cuestión distingue nombres genuinos o lógicamente propios de

frases denotativas (también llamadas descripciones) Se trata de

símbolos incompletos. Sólo son símbolos completos los nombres

propios en tanto incorporan el significado y la denotación en la

acción de nombrar. Así, “toda expresión que ya no puede ser

analizada es un genuino nombre y tiene como significado el objeto

denotado.”9 Los nombres propios no asignan una propiedad a un

objeto simplemente lo nombran. En cambio las frases denotativas

son aquellas que, pese a ocupar el lugar del sujeto en la

proposición, no son nombres ya que no denotan un objeto del mundo.

Esto plantea un problema: Hay oraciones que son significativas y

además tienen la forma sujeto/ predicado y sin embargo su sujeto

no denota un objeto del mundo.

En este artículo Russell se ocupa de demostrar que la

denotación no es un componente de la proposición de modo que no es

contradictorio que existan proposiciones cuyo sujeto no denote.

8 Alejandro Tomasini, Una introducción al pensamiento de Bertrand Russell, Universidad Autónoma de Zacatecas, Zacatecas, 1992, p. 76.9 Alejandro Tomasini, Los atomismos lógicos de Russell y Wittgenstein, UNAM/Instituto de Investigaciones Filóficas, México, 1994, pp. 44-56, p. 48

17

Tal es el caso de frases como ‘el actual rey de México’ o ‘el

cuadrado redondo’.

Los momentos de la argumentación de Russell son los

siguientes:

1. Mostrar la diferencia entre un mero nombre y una

descripción o frase denotativa.

2. Pese a que las descripciones o frases denotativas no son

nombres, su significado es relevante para las proposiciones en las

que aparecen

3. La denotación de estas frases denotativas no es entonces

parte de la proposición en la que aparecen. Al objeto real no lo

necesitamos para que la proposición sea significativa.

4. Necesitamos conocer directamente los componentes de la

descripción o frase denotativa, pero no necesitamos conocer

directamente la denotación.

Con esta teoría eliminó el uso referencial de los falsos

nombres, al tiempo que concluyó que un término adquiere su

significado en el contexto de la oración. Así, la proposición pasa

a ser entendida como vehículo de conocimiento.

Hay, pues, dos tipos de conocimiento: el directo vinculado

con los nombres propios; y el conocimiento por descripción,

vinculado con las descripciones

1.4. Teoría de los tipos

La teoría de los tipos dice que ciertos tipos de símbolos no se

pueden combinar: por ejemplo, “la clase de los hombres es un

hombre” es un sinsentido (trabajar con Kenny)

18

Tesis que supone la definición ostensiva

La propuesta russelliana tiene a la base la noción de definición

ostensiva. Esta a su vez supone una serie de tesis:

1. La posibilidad de un análisis único y último. Es así porque se

concibe al lenguaje como un todo acabado y estático en que cada

expresión tiene su lugar. Tenemos entonces, proposiciones

moleculares, cuyo significado depende de las proposiciones

elementales que las componen, que a su vez dependen de la

verificación. En último término, en el análisis de

significatividad llegamos a los indefinibles.

2. La definición ostensiva se concibe como explicación de los

signos simples, indefinibles o primitivos.

3. Los nombres, entonces, pueden ser definidos intra-

lingüísticamente a través de definiciones verbales o, en caso de

los indefinibles (“Esto”), por medio de la definición ostensiva.

4. La filosofía se encarga de clarificar el sentido de las

proposiciones combinando análisis y definición ostensiva.

Aspectos lógicos de la definición ostensiva

1. Es la base del lenguaje. Conecta lenguaje y realidad.

2. Características: es final, se remite a la mostración y no puede

ser ambigua.

3. Relaciona palabra y objeto.

4. El significado es una “entidad”

5. Tiene carácter normativo. Presenta, sobre la base del

isomorfismo, todos los aspectos del correcto uso de una expresión

indefinible.

Teoría ingenua de la referencia. Principios básicos:

19

1. Todo término singular denota un objeto.2. Algunos términos singulares denotan objetos que no existen.

(Para resolver este problema, “Teoría de las descripciones”)

3. El objeto denotado es el objeto correcto. Siempre hablamos de

lo que queremos hablar. (Este punto lo rechaza Russell: “El actual

rey de Francia”).

4. Los objetos pueden tener propiedades aunque no existan. (“Santa

Claus tiene la barba blanca”)

5. La referencia de un signo complejo es función de las partes.

6. El significado de una oración es una función del significado de

las partes.

7. Dos términos de un enunciado de identidad son intercambiables,

“salva veritate”. (Nueve es el número de los planetas. Nueve es

necesariamente superior a siete. El número de los planetas es

necesariamente superior a siete).

8. Los nombres propios tienen notación pero no denotación. “Esto”

Hay enunciados de identidad que son informativos. Para explicar

esto Frege distingue sentido y referencia. Ejem: “La estrella de

la mañana = La estrella vespertina”.

Relación de las teorías del nombrar de Russell y Frege

En muchas de las teorías clásicas, la nominación ocupa un lugar

privilegiado porque se supone que al nombrar un objeto, el sujeto

cognoscente tiene acceso, gracias a un acto mental particular, a

un objeto real, un elemento último de la realidad. Al nombrar se

establecería una relación especial entre un signo y un objeto.

Frege fue el primero en oponerse a esta concepción. Para ello

señaló que la condición de significatividad de un nombre se fijaba

a través del “principio contextual”. Este afirma que sólo en el

contexto de una oración tiene un nombre sentido.

20

Para Russell esta propuesta es válida a excepción de en los

nombres propios en sentido lógico que si recordáis fijan su

sentido exclusivamente por definición ostensiva. Al usar un nombre

en sentido lógico uno ya sabría a qué objeto está apuntando mental

o físicamente.

Es clave señalar que Frege distingue significado y referencia.

Russell identifica significado y referencia. Veremos como

Wittgenstein elimina la dicotomía.

Por otro lado, es importante en ambos filósofos, la propuesta de

que un nombre es un símbolo incompleto. En realidad un nombre es

una descripción definida. De manera que es la oración el vehículo del significado. Ninguna parte del lenguaje menor a la oración tiene significado; el significado de los nombres está en función

de las oraciones.

La referencia de la oración es su valor de verdad. Como vimos,

para Frege, el sentido de la oración es un pensamiento que expresa

su contenido objetivo. Un hecho es un pensamiento que es verdade-

ro.

Clave: Asumir que todo lo que afecta a la relación entre ideas

concierne únicamente al lenguaje. Allí donde se habla de ideas hay

que hablar de términos. Lo que está en juego es el significado de

los términos.

21

1.5. Atomismo lógico

El atomismo lógico puede considerarse un sistema de filosofía

completo que tiene como fundamento el principio de atomicidad:

Cualquier enunciado que sea acerca de complejos puede resolverse en un enunciado acerca de sus constitutivos y en las proposiciones que describen de manera completa a los complejos." (Wittgenstein, Tractatus, 2.0201)

De él hay dos versiones, la de Russell y la de Wittgenstein, si

bien ambas tienen un mismo método: el análisis. El fundamento del

atomismo lógico está dado por el análisis. Se podría definir el

atomismo lógico, como la filosofía que resulta de la adopción del

análisis y sus consecuencias.

“La expresión atomismo lógico es el nombre de un sistema

filosófico completo cuyo punto culminante es una determinada

metafísica y cuya base es una cierta lógica”10. Veamos:

De la Teoría de las Descripciones, a través de la teoría del

significado, se desprende la necesidad de distinguir entre dos

tipos de conocimiento -conocimiento directo y conocimiento por

descripción- y, paralelamente, entre dos tipos de entidades:

entidades que realmente existen (pues son denotadas) y entidades

construidas con base en aquellas.

Conocimiento directo, 1) es personal, es decir, privado. 2) Es inmediato. 3) Proporciona certeza, ya que se basa en una relación

directa del objeto con el sujeto. Desde esta certeza podemos

reconstruir todo nuestro conocimiento empírico.

10 Alejandro Tomasini, Ibid. p. 77.

22

Toda proposición que podamos comprender debe estar por completo constituida por objeto que conocemos directamente en la experiencia (o, también, por objetos que son datos inmediatos de nuestra conciencia) (Russell)

El problema es determinar qué tipo de objetos pueden ser los

significados de los nombres propios en sentido lógico, o sea, qué

tipo de objetos conocemos y cómo podemos conocerlos directamente.

Este tipo de conocimiento nos remite a un tipo de objetos a los

cuales tenemos acceso de forma directa los datos de los sentidos. Los sense-data. Los sense-data forman un tipo especial de objetos.

Son los objetos obtenidos a través de la sensación.

El sistema de Russell es aplicado. Se vincula al conocimiento con

la experiencia. Teoría de las descripciones: Russell mediante su

teoría de las descripciones pretende revelar parte de un lenguaje

dado. Parte del supuesto de que el significado de un nombre debe

identificarse con el objeto que dicho nombre denota. La cuestión

de si un signo es un nombre está ligada, pues, con la cuestión de

si existe un objeto al que se refiera.

Ahora bien, una teoría del conocimiento que se restringiera al

conocimiento directo sería insuficiente. De hecho, el conocimiento

directo es uno de los tipos de conocimiento, el más básico, pero

podemos conocer de manera diferente. Así, “los tigres de Malasia”

no los conocemos directamente, pero sabemos que son felinos. El

problema es explicar en qué consiste dicho conocimiento y qué tipo

de proposiciones conocemos cuando el conocimiento adquirido se ex-

presa mediante enunciados verdaderos en los cuales intervienen

símbolos incompletos. Si recordamos en su artículo titulado “Sobre

el denotar”, Russell sostiene que los hechos nunca contienen a los

objetos referidos por frases denotativas, sino a los objetos nom-

23

brados por expresiones que “definen” a las frases denotativas. Nos

dice Russell:

(...)cuando hay algo de lo que no tenemos conocimiento directo de modo inmediato, sino únicamente definición por medio de frases denotativas, entonces las proposiciones en las que esta cosa queda introducida mediante una frase denotativa no contienen realmente a esta cosa como un elemento constitutivo, pero contienen en cambio a los elementos constitutivos expresados mediante las diferentes palabras de la frase denotativa11

Así, en resumen:

1. El conocimiento por descripción es reducible al conocimiento

directo;

2. El conocimiento por descripción involucra un conocimiento de

verdades, a diferencia del conocimiento directo que es un

conocimiento de objetos.

3. Puesto que la cosa “definida” por la frase denotativa no

existe, cuando tenemos un conocimiento por descripción de algo lo

que tenemos es conocimiento no de objetos sino de propiedades o de

relaciones de las cuales tenemos un conocimiento directo.

Lo importante en este punto es darse cuenta cómo el problema del

conocimiento a pasado a ser un problema de lenguaje. No es posible

conocer cosas sin un lenguaje.

¿Cómo concibe Russell una proposición atómica? Se trata de una expresión en la que sólo ocurrirían nombres propios en sentido

lógico y símbolos para propiedades y relaciones. Los nombres

propios que nos interesan son símbolos simples, lo que significa

que no están compuestos de otros símbolos ni los contiene y su

11 B. Russell, Lógica y conocimiento, pp. 55-56. Citado por Tomasini en op. cit. p.97

24

principal característica es que denotan. De este modo Russell

explica el significado de las proposiciones atómicas que están a

la base de nuestro lenguaje. Con ellas y las reglas de la lógica

podemos analizar las proposiciones moleculares y, finalmente,

reconstruir el lenguaje.

Una completa elucidación filosófica de determinado lenguaje

consiste, desde esta perspectiva, primero en enumerar los tipos de

frases significantes en ese lenguaje, y luego en exponer las

relaciones de equivalencia vigentes entre frases de diversos

tipos.

Tal sistema de definiciones revela la estructura del lenguaje en

cuestión.

El sistema de Wittgenstein aparece como elaborado enteramente a

priori y representa la versión radical del atomismo lógico.

¿Cómo concibe Wittgenstein una proposición elemental? Es una

concatenación de nombres. Los nombres de Wittgenstein son, por lo

menos en algunos casos, equivalentes a los nombres propios en

sentido lógico de Russell. Las concatenaciones de nombres expresan

hechos atómicos o estados de cosas. Así, aplicando la propuesta

del isomorfismo del propio Wittgenstein, tenemos que los hechos

elementales o estados de cosas son concatenaciones de objetos.

La paradoja del análisis

Según lo expuesto, el análisis es instrumento y supuesto

fundamental del atomismo lógico como sistema filosófico. Esta

herramienta fue puesta en duda por una paradoja: La paradoja fue

formulada por Lanfford “La paradoja del análisis” Rv. Mind, núm.

53, 1944, pp. 263-267. En este artículo se plantea que si el

25

análisis del concepto es verdadero, lo que nos da es lo que

conocemos pues ya está en el concepto. Luego un resultado

analítico conceptual no puede ser informativo. Si el análisis nos

proporcionara nueva información semántica, transformaríamos el

concepto.

El análisis es dilucidación y clarificación.Frege y Quine ofrecieron soluciones a esta paradoja. También

Wittgenstein. Veamos:

Al analizar nuestro lenguaje reflexionamos sobre nuestro aparato

conceptual. Nadie nos ha dicho en muchos caso qué significan los

conceptos en orden a una teoría explicativa. Hemos aprendido

conceptos al hilo del aprendizaje materno. Por ello no tenemos un

bagaje cristalino. No tenemos una claridad total. Tenemos una red

deshilachada y en muchos casos opaca. El análisis nos puede ayudar

a comprender las relaciones entre los conceptos de que

disponemos.

Nuestros conceptos nos son útiles pese a la falta de nitidez. Con

el análisis no aumentamos la información acerca del mundo, no

descubrimos algo sobre el mundo sino sobre nuestra concepción del

mundo, sobre nuestro modo de concebirlo.

Este planteamiento nos lleva a rechazar la posición de la fi-

losofía como disciplina de primer orden. Se impone un imperativo

de claridad y concreción en filosofía. Partimos de la pregunta:

¿Cuáles tienen que ser las condiciones de Verdad necesarias y

suficientes para proposiciones de la forma “S sabe que P”?

26

RUSSELL Y FREGE ACTIVIDADES EN GRUPO1. ¿Cómo definirías la Teoría del conocimiento? Destaca su método

y objeto.

2. ¿Qué relación podría establecerse entre filosofía del lenguaje

y Teoría del conocimiento?

3. ¿Cuál es la función del análisis lógico en filosofía, según

Russell?

4. ¿Qué es un lenguaje ideal?

5. ¿Qué relación podemos establecer entre la lógica matemática o

lógica simbólica y la filosofía del lenguaje?

6. ¿Cómo define Frege la denotación?

7. Expón la teoría del denotar de Frege y compárala con la de

Russell?

8. ¿Qué es y cómo se caracteriza la definición ostensiva?

9. Explica la teoría de las descripciones de Russell.

10. Explica la filosofía del Atomismo Lógico de Russell.

27

UNIDAD II TRACTATUS LOGICO-PHILOSOPHICUS DE LUDWIG WITTGENSTEIN (1889-1945)

La teoría que Wittgenstein propone en el Tractatus, conocida como

teoría pictórica, tiene a la base la teoría denotativa de los

nombres, según la cual el significado de un nombre es el objeto

que denota. Esta teoría presupone que el lenguaje tiene como

función la representación de los hechos del mundo, que son

entendidos como estados de cosas. Se trata de un reflejo, una

pintura de los hechos. La función primordial del lenguaje es

representar, retratar el mundo, y será tarea de la filosofía

desvelar por medio del análisis, la auténtica estructura lógica

del lenguaje que se encuentra oculta tras su uso cotidiano, y es

la que permite a este cumplir su función. Si el lenguaje puede

representar es porque comparte con el mundo una misma forma

lógica. El análisis nos mostrará la verdadera esencia del lenguaje

que será la esencia del mundo.

El análisis lógico en esta concepción se concibe como algo

sublime, en tanto nos permitirá determinar los límites de nuestro

conocimiento que son los límites del mundo. Aquello que está más

allá de los límites de mi lenguaje no es inteligible, no lo puedo

conocer.

La noción de mundo: mundo es la totalidad de los hechos que son entendidos como estados de cosas. Son además,

completamente aislados independientes unos de otros. Wittgenstein

junto con Russell defiende un particularismo atomismo. La noción

de proposición depende de esta concepción atomista: en el

lenguaje, las proposiciones corresponden a estados de cosas; de

28

manera que la relación que se establece entre el lenguaje y el

mundo es representativa: las proposiciones son retratos de los

hechos del mundo. Entre el lenguaje y lo representado hay algo en

común que el análisis lógico se encargará de sacar a la luz. Lo

que posibilita que una proposición sea retrato de un hecho es la

forma lógica (& 2.17 y 2.18, Tractatus)

Wittgenstein entiende, como Frege y Russell, toda proposición

como función de verdad, de sí misma como en el caso de las

proposiciones elementales, o de otras, como en el caso de las

proposiciones moleculares. El valor de verdad de las proposiciones

moleculares depende de la verdad o falsedad de las proposiciones

elementales. Esto puede calcularse con ayuda de las tablas de

verdad. El valor de verdad de las proposiciones elementales

depende, en parte, de que su estructura lógica sea isomórfica con

la estructura de los hechos del mundo que retraten. Ahora bien,

existen otros tipos de proposiciones, más bien pseudo-

proposiciones, en el sentido que se explicará seguidamente, se

trata de las proposiciones de la lógica y de la matemática. Las

proposiciones de la lógica son tautologías.(&6.1, Tr) Se trata de

proposiciones que no pueden ser confirmadas ni falsadas por la

experiencia. Ellas son las que determinan lo que puede ser dicho

con sentido, los límites de la significatividad, los límites del

mundo. De ahí, como señalé más arriba, el carácter de fundamento

que presenta la lógica en esta perspectiva. La lógica no nos dice

nada del mundo, nos muestra lo que puede ser dicho. Ahora bien:

4.1212 “Lo que puede ser mostrado, no puede ser dicho”.

Esta es la tesis fundamental del Tractatus: la distinción entre

mostrar y decir.

29

Rasgos característicos del Tractatus

La preocupación fundamental de Wittgenstein a lo largo de toda su

trayectoria es determinar qué puede ser dicho con sentido. Por

ello, pretende la dilucidación del lenguaje para determinar que

es lo decible y qué lo indecible. Las características

fundamentales de su primera propuesta filosófica de análisis del

lenguaje son las siguientes:

Esencialismo: todos los lenguajes para ser posibles tienen que tener la estructura de la lógica extensional (condiciones

trascendentales de significatividad lingüística)

Semanticismo: se explica el significado acudiendo a las

condiciones de verdad.

Atomismo sintáctico: la independencia lógica de las

proposiciones elementales

Ahistoricismo: no interesan las condiciones histórico-

sociales de producción del lenguaje

Isomorfismo: la relación entre los hechos del mundo y las proposiciones es de idéntica forma lógica.

La obra se puede dividir, siguiendo la propuesta de Jacobo Muñoz

en la introducción al Tractatus en:

1. Metafísica atomista y descriptiva del mundo (1-2.1)

2. Epistemología: Teoría de la figura (2.1-3)

3. Lógica: análisis lógico del lenguaje (3.1-6.1)

4. Lógica o teoría del ciencia: aplicación del análisis al

ámbito efectivo del lenguaje o del conocimiento (6-7)

2.1. Metafísica atomista o atomismo lógico.

1. “El mundo es todo lo que es el caso.”

30

2. “Lo que es el caso, el hecho, es el darse efectivo de estados

de cosas.”

Según esto, el mundo es la totalidad de los hechos y puede

descomponerse en cada uno de ellos (como el lenguaje en

proposiciones) para su análisis. Los hechos son estados de cosas

posibles, y los estados de cosas, conexiones o combinaciones, sin

más, de cosas u objetos que pueden existir o no existir, esto es

pueden darse y no darse. Es decir, un estado de cosas existente

es siempre un hecho.

1.1.“El mundo es la totalidad de los hechos, no de las cosas”

Aquí nos encontramos con la oposición de Wittgenstein a la pro-

puesta russelliana. Los elementos últimos del mundo no son las

cosas sino los estados de cosas en las que éstas tienen necesa-

riamente que ocurrir. En cada cosa “esta escrita”, podríamos de-

cir la posibilidad de su ocurrencia en un estado de cosas. Las

cosas son siempre en un estado de cosas. 2.011 “Poder ser parte

integrante de un estado de cosas es esencial a la cosa.” “Decir

que el mundo es una totalidad de cosas sería omitir que las cosas

encajan unas con otras. Las cosas existen sólo en los hechos”12.

Un aspecto importante a destacar es la noción de espacio ló-

gico. Veámos:

2.013 “Cualquier cosa está, por así decirlo, en un espacio de po-

sibles estados de cosas. Puedo representarme vacío ese espacio,

pero no la cosa sin el espacio.”

El espacio lógico no es un espacio físico, sino el espacio

de posibilidad de los hechos. Esto es, lo estados de cosas, las

combinaciones de objetos de las que hablábamos anteriormente,

pueden darse o no darse. El que se den efectivamente y cómo se 12 H. O. Mounce, Introducción al Tractatus de Wittgenstein, Madrid, Tecnos, 1993, p. 33.

31

den no es asunto de la lógica sino de las ciencias; el asunto de

la lógica es su posibilidad. Su posibilidad en el espacio lógico

y éste no es un hecho del mundo sino su condición de posibilidad.

Así, el espacio lógico se muestra no se puede decir. Que los he-

chos se relacionan formando el mundo es lo que muestra el espacio

lógico.

Así, tal como se señala en el primer parágrafo del Tracta-

tus, el mundo es la totalidad del os hechos. Estos se dan en el

espacio lógico. Los hechos se componen de objetos que se relacio-

nan entre sí de un determinado modo13.

La realidad está conformada por todos los estados de cosas

posibles, esto es, el ámbito lógico de posibilidad de los mundos;

los hechos, todos los hechos posibles forman el mundo.

Aquí es importante señalar que los objetos no son para Wi-

ttgentein, ni las personas ni los objetos físicos de la experien-

cia, ya que estos son siempre complejos (una silla: el respaldo,

el asiento, la madera, los átomos y así sucesivamente) Los obje-

tos de Wittgenstein son absolutamente simples. ¿Cuáles son estos?

Nunca proporcionó un ejemplo. Los objetos eran un requisito del

lenguaje.

Esto implica que, paralelamente, los elementos últimos del

lenguaje no son los nombres propios en sentido lógico, aquellos

que denotan u ostentan un objeto simple, sino las proposiciones

atómicas, aquellas que retratan el elemento último del mundo,

esto es, el hecho.

2.2. Teoría pictórica o teoría de la figura

13 Todos los enunciados que acabamos de comentar no son enunciados acerca del mundo sino de cómo tiene que ser el mundo si ha de tener sentido, si ha de poder ser representado en el lenguaje.

32

Wittgenstein, en lo que ha dado en considerarse su primera época,

preocupado por los límites de lo que puede ser dicho con sentido14

propone la doctrina acerca del carácter representacional del lenguaje, según la cual el lenguaje describe el mundo, lo retrata. Esto es posible gracias a que las proposiciones son retratos de

los hechos que componen el mundo. La explicación de esta propuesta

constituye el núcleo central de las preocupaciones de Wittgenstein

en el Tractatus.

Así, como hemos visto, el mundo, para Wittgenstein, es la

totalidad de los hechos, que son entendidos como estados de cosas.

En el lenguaje, las proposiciones corresponden a los estados de

cosas, de manera que la relación que se establece entre el

lenguaje y el mundo es una relación representativa: las proposiciones son retratos de los hechos del mundo.

La teoría pictórica que Wittgenstein propone en el Tractatus tiene a la base la teoría denotativa de los nombres, según la cual

el significado de un nombre es el objeto que denota. Esta teoría

presupone que el lenguaje tiene como función la representación de

los hechos del mundo. Se trata de un reflejo, de una pintura de

los hechos. Describir el mundo tal cual es significa retratar sus

hechos, que son, por así decirlo, sus componentes. Si somos buenos

retratistas las proposiciones serán verdaderas.

Aquí nos aparece un supuestos fundamental para comprender toda

la elaboración teórica posterior: entre el retrato y lo

retratado, es decir, entre la proposición y el hecho del mundo hay

algo en común y es función del análisis lógico sacarlo a la luz.

14 "El libro quiere, pues, trazar un límite al pensar o, mas bien, no al pensar, sino a la expresión de los pensamientos... el limite solo podrá ser trazado en el lenguaje, y lo que reside mas allá del limite será simplemente absurdo" Cf. prologo a las Philosophiche Untersuchungen

33

2.17 Lo que la figura ha de tener en común con la realidad para poder figurarla a su modo y manera -correcta o falsamente- es su forma de figuración. (...)2.18 Lo que cualquier figura, sea cual fuere su forma, ha de tener en común con la realidad para poder siquiera -correcta o falsamente- figurarla, es la forma lógica, esto es la forma de la realidad.15

Tenemos entonces, como concepto clave, la forma lógica que es

forma de la representación o figuración y, a la vez, forma de la

realidad. Ella es la que posibilita que una proposición sea

retrato de un hecho del mundo.

Aún podríamos añadir algo más, las proposiciones son

complejos de nombres de la misma manera que los estados de cosas

son conjuntos de objetos. Así, a cada uno de los nombres que

forman la proposición le corresponde un objeto en el estado de

cosas. El objeto a que corresponde es el significado del nombre.

Nos encontramos aquí con la teoría denotativa de los nombres que

Wittgenstein pondrá en crisis en las Investigaciones Filosóficas.

Ahora bien, esto no significa que una proposición sea un nombre

complejo. No se puede señalar su significado como algo externo a

ella. “El significado o sentido de la proposición es interno a la

proposición; está en la proposición como la escena retratada por

un cuadro está en el cuadro.”16

“En otras palabras, la relación entre un proposición y su

sentido es interna. El sentido de una proposición hay que buscarlo

en una ordenación de los signos físicos; no hay que buscarlo en

algo que corresponda a esa ordenación, en una entidad

sobreañadida, sea en el mundo empírico o en algún mundo cuasi-

empírico.”17

15    ? Wittgenstein, L Tractatus logico-philosophicus, (trad. e intr. Jacobo Muñoz e Isidoro Reguera) ed. Alianza Universidad, Madrid, 1987, p. 25 y 27.

16 H.O. Mounce, op. cit., p. 4017 Ibid., p. 42

34

Recordemos que la posibilidad de un estado de cosas estaba dada en

la cosa misma. Así, los objetos tiene una forma lógica, esto es

existen en el espacio lógico. De manera que existe una relación

necesaria entre la forma de la proposición y la forma del hecho

del mundo. Una proposición comparte su forma lógica con el hecho

del mundo al que retrata. Así, son necesarias dos condiciones más

para dar razón de la posibilidad de la Teoría pictórica: la

estructura de la proposición es la misma que la estructura del

hecho, es decir, son isomórficas y el número de los elementos de la proposición es el mismo que en el hecho.

La función primordial del lenguaje es representar, retratar

el mundo y es tarea de la filosofía desvelar, por medio del

análisis, la auténtica estructura del lenguaje que se encuentra

oculta tras su uso cotidiano. El análisis nos mostrará la

verdadera esencia del lenguaje que es, de acuerdo a lo expuesto,

la esencia del mundo.

Cuatro condiciones fundamentales para que las proposiciones

puedan retratar los hechos del mundo son las siguientes:

Teoría denotativa de los nombres: en una proposición a cada

nombre le corresponde un objeto, que es lo que el nombre

significa,

Isomorfismo: la estructura de la proposición es la misma que

la del hecho del mundo.

El principio de idéntica multiplicidad lógica: hay el mismo

número de cosas en el hecho del mundo que elementos

intervienen en la proposición.

La forma lógica: hay algo en común entre la proposición y el

hecho del mundo.

35

Mediante estas cuatro condiciones se puede afirmar la tesis del carácter veritativo-funcional del lenguaje: la totalidad de las proposiciones elementales y la lógica bastan para que comprendamos

qué estructura tiene el mundo, de qué objetos se compone y cuáles

son los límites de la significatividad y, por ende, de la

factualidad.

Las proposiciones elementales son las que nos permiten

percibir con mayor claridad el carácter pictórico del lenguaje. El

resto de las proposiciones son funciones de verdad de las

proposiciones elementales.

Teoría de la figura

“2.1. Nos hacemos figura de los hechos.”

“3. La figura lógica de los hechos es el pensamiento.”

El mundo, del que se ocupa en los primeros parágrafos, es

figurado por el pensamiento y el lenguaje (que es vehículo del

pensamiento).

Figurar es representar en el espacio lógico los hechos del mundo. Todo figurar es posible porque entre la figura (lenguaje o

pensamiento)y lo figurado(los hechos del mundo) hay algo en

común: la forma lógica. Esto es lo que busca el análisis lógico

y, el Tractatus en último término.

La figuración es la posibilidad de retratar el mundo. Esta posibilidad se materializa en el lenguaje.

La forma lógica es la forma de figuración y al mismo tiempo la

forma de la realidad. (Filosofía del lenguaje y Metafísica)

El pensamiento supone un paso intermedio entre mundo y

lenguaje. El pensamiento es la figura lógica de los hechos, de

36

ella es el lenguaje su manifestación sensible. El lenguaje es lo

que podemos percibir y analizar.

2.3. Lo místico

La cuestión que el autor del Tractatus pone sobre la mesa es

desde dónde puede trazarse el límite del conocer. Éste se

establece, como señalé, a raíz de la imposición del orden lógico

como criterio de significación, atendiendo precisamente a aquello

de lo que no se puede hablar.

El yo ocupa con respecto al mundo una posición transcendental, no

pertenece al mundo sino que es un límite del mismo, una

“presuposición de su existencia”. No es un objeto por tanto no

puede ser el referente de un nombre, no puede ser dicho.18 Así,

pues, el solipsismo del Tractatus ha sido calificado de “crítico”

o “transcendental”, en el sentido de que el sujeto que se muestra

en él no es un objeto del mundo sino un presupuesto del mismo19.

Se trata entonces de un solipsismo sin sujeto, es el yo quien

delimita y posibilita el mundo en virtud de su carácter de

límite; pero, también, precisamente por ello, no es relevante

fenomémicamente sino transcendental, metafísicamente20. Es un

límite ontolinguístico, por supuesto, no cosmológico. Por ello,

el filósofo vienés considera el solipsismo correcto pero

18 Sigo en este punto la interpretación de García Suárez, op. cit, pp. 44 y ss. Desde una perspectiva distinta, Eugenio Trías señala en la Lógica del límite, op. cit., que ”Ese sujeto, a diferencia Kant, no instituye desde más allá del límite del mundo, un tribunal transcendental desde el cual se critica y se juzga, y se propone, lo que se da a conocer y pensar.” p. 369. 19 García Suárez, op. cit., p. 4920 Véase, Pilar López de Santa María, Introducción a Wittgenstein. Sujeto, mente y conducta, Barcelona, Herder, 1986, especialmente, apar. II, “El sujeto como límite del mundo”, pp. 54-66.

37

indecible (Tractatus, & 5.62). El yo no pertenece al mundo, y por

ello, tampoco al lenguaje. No se puede decir, sólo se muestra, en

tanto límite mismo. “El sujeto no pertenece al mundo, sino que es

un límite del mundo” (Tractatus &5.632). No es que el sujeto

constituya la realidad, sino que la posibilita.

No estamos tratando con el sujeto de la psicología sino con

un sujeto de naturaleza ontolingüística. Es una necesidad lógica

que el sujeto metafísico sea inextistente, ya que es condición de

posibilidad de todo lenguaje posible.

Lo místico se encuentra más allá, tanto de lo que puede ser

conocido como de lo que puede ser dicho con sentido. Lo que está

afuera de mí sólo se muestra, de ello propiamente yo no puedo

hablar, aunque sea lo importante. En este ámbito, sólo cabe el

silencio. En el límite del espacio lógico que estructura el mundo

se sitúa lo transcendente, la lógica, la ética y la estética.

Todo lo que puede decirse en el lenguaje es función de lo que

las proposiciones elementales pueden decir, y ellas son

combinaciones de nombres que representan objetos. Si mundo y

lenguaje coinciden, si sus límites se superponen es porque ambos

están regidos por las reglas de la lógica. Como dijimos, la

noción de orden lógico funciona como criterio delimitador. De

manera que “El método correcto de la filosofía sería éste: no

decir nada más que lo que se puede decir, (…)”21

Esta labor de carácter crítico transcendental se mantiene en

el segundo período de su obra. En el prólogo a las

Investigaciones filosóficas Wittgenstein señala

El libro quiere, pues, trazar un límite al pensar o, más bien, no al

pensar, sino a la expresión de los pensamientos… el límite sólo podrá ser

21 Ludwig Wittgenstein, Tractatus logico-philosophicus, (Intr. y trad., Jacobo Muñoz e Isidoro Reguera), Madrid, Alianza Universidad, 1987

38

trazado en el lenguaje, y lo que reside más allá del límite será

simplemente absurdo.22

Tras haber establecido las condiciones y los fundamentos de todo

lenguaje con sentido señala: “6.4 Todas las proposiciones valen

lo mismo”, es decir, nada, porque todo valor y sentido últimos

están fuera del mundo. Dios está fuera del mundo, al igual que la

ética y la estética. Todo esto es inexpresable pero se muestra,

es lo místico. Lo místico se muestra al sentimiento ante ciertas

intuiciones que colocan al individuo fuera del espacio y el

tiempo, es decir, más allá de la lógica, del lenguaje y del

mundo.

2. 4. Análisis lógico

Es importante señalar llegados a este punto que tanto la

metafísica como la epistemología son constructos dependientes del

análisis lógico. [Pensar: nombres, proposiciones elementales,

proposiciones moleculares y forma general de toda proposición.]

Pero además, también la teoría de la verdad va a depender del análisis lógico, ya que el valor de verdad o falsedad de las

proposiciones moleculares depende sólo de la verdad o falsedad de

las proposiciones elementales, y ello se calcula en tablas de

verdad. El valor de verdad de las proposiciones elementales

depende sólo de su forma que debe ser idéntica a la del hecho del

mundo que retrata. Por tanto, en ultimo término la confirmación

radica en la experiencia. Pero, !atención! Wittgenstein nunca dio

un ejemplo de proposición elemental y no le interesaba la

existencia o no existencia del mundo, por tanto, él nunca asumió

una posición verificacionista. Wittgenstein se limitó (!?) a

22 Ludwig Wittgenstein, Investigaciones filosóficas, Barcelona, Crítica/UNAM, 1988, [1ª. ed. en ing/ale. 1953](las cursivas son mías)

39

señalar las condiciones lógico-formales que el análisis lógico

establece para determinar el sentido de una proposición, su

posibilidad de verdad. Como ya dijimos, se trata de una propuesta

enteramente a priori.

2.6. La tarea de la Filosofía

La filosofía no tiene una propuesta sobre el mundo como las

ciencias. No existe un lenguaje filosófico. La filosofía son un

conjunto de clarificaciones. La filosofía es una praxis analítico-crítica una actividad que consiste n la clarificación lógica de las proposiciones. La filosofía no es una ciencia sino

una práctica intelectual clarificatoria. Se trata de fijar los

límites de lo que puede ser dicho con sentido.