Ilustración por Death Burguer

Vivimos en una era bastante interesante. El mundo, al menos estadísticamente, está mejor que

nunca; cada vez hay menos pobres. Menos analfabetismo y mortalidad. Cada vez se vive mejor. Sin

embargo, no siempre lo vemos así. Los problemas parecen estar en todos lados. El mundo no es feliz.

Vivimos en un mundo de desigualdad y contrastes; donde para muchos, su mayor problema es tener

una mala inversión que les haga perder unos cuantos millones y del otro lado, vemos gente

trabajando hasta morir; gente que trabaja tantas horas y con trabajos pesados. Con un salario que

sólo les alcanza para comer y con suerte de no acabar muertos mañana.

Cyberpunk, Latinoamérica

y el futuro

Por System

Ilustración por Death Burguer

¿Por qué veneramos a los ricos y a los pobres los tratamos como si no existieran o si fueran seres de cuentos de hadas que siempre están felices a pesar de las carencias y los problemas emocionales y de delincuencia que tienen que sufrir? Siempre nos apasionamos de las historias que leemos en la red.

Constantemente nos causa impacto cualquier asesinato o balacera en Estados Unidos, mientras que las balaceras y miles de muertos cada mes en nuestros pueblos lo vemos como algo normal, sin importancia. Sólo decimos “así nos tocó vivir”.

Vemos lo que pasa en Japón o Corea. Creemos que el Cyberpunk ya existe. nos apasiona y nos da miedo al mismo tiempo como la tecnología está cambiando nuestro mundo; como todo está definiéndolo gracias a algoritmos que desarrollan mega corporaciones multimillonarias que tienen a miles de programadores trabajando como esclavos.

Nos apasionan sus líderes. Los vemos como grandes innovadores. Los veneramos como dioses; creemos que el mundo es un mejor lugar gracias a esos multimillonarios que viven en otro mundo, lejos de nosotros.

Para ellos, somos solo una estadística que puede hacerles más millonarios… pero para nosotros, son dioses. El cyberpunk ya está aquí. No es con luces neón ni con historias interesantes; el cyberpunk está aquí.

Mientras lees esto, leyes alrededor del mundo están siendo aplicadas para que la privacidad cada vez más sea un delito. Mientras lees esto, en China cada vez tienen más tecnología para poder detectar quien se porta bien y quien se porta mal para ellos. Mientras el gigante americano está en decadencia, el gigante asiático emerge.

En Latinoamérica, la región olvidada, el supuesto prometedor futuro nos pega fuerte. Una región donde hay tan poca gente que sepa de informática y la poca gente que sabe algo es una rata de las corporaciones… ¿cuánta gente usa Linux o sabe programar en Latinoamérica?

Nuestros gobiernos nos quieren mantener estúpidos y lo están logrando. Pero, mientras estamos preocupados por poder salir de la pobreza y poder tener una vida tranquila sin que los narcos o

los pandilleros nos maten, tenemos un mayor problema frente a nuestros ojos.

En nuestras manos, el tiempo corre; nuestra región no está preparada para cuando la inteligencia artificial nos quite todos nuestros empleos. Nuestra sociedad está siendo moldeada por lo que las grandes corporaciones quieren. Adictos al porno y la comida basura, a la ignorancia y mediocridad.

Ilustración por

Death Burguer

Hay algunos iluminados que creen que la meta es tener dinero; pensamiento individualista que nos traerá aún más problemas. Como si con tener mucho dinero se alcanzara la felicidad o el llenado del vacío con el que nacimos en esta era, donde ya no tenemos que cazar para comer. O luchar para defender nuestro pueblo ni tener que formar una familia para poder alcanzar el significado de nuestra existencia.

Donde Dios ya no está y ha sido remplazado con el dinero. Y pasa el tiempo… día a día, perdemos nuestras vidas frente una pantalla que nos da luz azul que nos hace no poder dormir. Desperdiciamos nuestra energía sexual frustrada con el mayor catálogo de pornografía que jamás pensaríamos que existiese.

Nos quejamos de no poder salir e inventamos conspiraciones para poder hacer lo que queremos… pero olvidamos que estamos encerrados en nuestra burbuja y no salimos de ella. Nuestra burbuja propiciada por la tecnología y el internet. Fuente inalcanzable de placer; el mayor avance de la humanidad. Y no quiero decir que estamos mejor sin ella.

Claramente el mundo ha mejorado. Pero nuestro pueblo latinoamericano no está listo y lo va a pagar muy caro. Nuestra única interacción social es mediante mensajes y emoticonos de miles de bits que forman un texto que significa cualquier estupidez en cuestión de segundos sin cansancio y sin esfuerzo, sin emociones… ¿para qué necesitamos la interacción real? ¿Para qué tenemos que luchar con el sentimiento de tener nervios de hablarle a aquella persona que nos gusta?

Ahora puedo enviarle un mensaje y, en el mejor de los casos, platicar unas cuantas horas hasta que alguno de los dos se aburra al darse cuenta que las pláticas son vacías y similares a las veinte más que ha tenido el mismo día.

Aprende a programar, usa Linux, descentraliza todo lo que usas, deja de entrar a las redes sociales que no sirven para nada. Bórralas si es posible. Apaga tu Smartphone. Cierra esa página porno para siempre y sal a

la calle. Háblale a esa persona y recuerda que para morir hemos nacido, el sentido de la vida lo encontramos en nosotros mismos. Hay un mundo inmenso allá afuera. Vive y aprende a que la tecnología no debe dominarte. El cyberpunk ahí está. No es como lo queremos ni tampoco como lo merecemos, pero el futuro nos dirá que sucederá. Simplemente es cuestión de prepararse. Sal y pon alguna canción en tus audífonos y pon atención al paisaje. Y por favor, recuerda que no todo está mal.