“Nuestra cabeza es redonda para permitir al pensamiento cambiar de dirección"

Francis Picabia (1879-1953)

6

7

Hace ya un siglo que en Europa se advertía un profundo desencanto por parte de los artistas delante de las corrientes artísticas de esos años, entre otros, basadas en el tradicional formato de la pintura y la escultura; rebelión extendida de frente al convencionalismo político, social y cultural de la época. Detonantes como la primera Guerra Mundial, provocaron enorme tensión, muchas ciudades quedaron en ruinas, urgía emprender su reconstrucción. El espíritu imperante además de la desesperanza era protestar ante los conflictos que enmarañaban aquella sociedad, pero tampoco se podía volver a lo mismo, había que reestructurar el esquema de la producción del arte. Fueron tiempos de auge para la industria siderúrgica, surgida para fabricar armamento, pero en el plano civil permitió escalar la reconstrucción y

8

el ángulo recto fue clave, evitando las formas abigarradas del pasado. En la segunda mitad de esa década -1916 para ser preciso-, en el terreno de las artes visuales y el literario surgió un movimiento denominado Dadaísmo, cuyo lenguaje lo aportaron los artistas migrantes o en el exilio; en otra arista y como un signo más del reacomodo cultural se replanteó la enseñanza-aprendizaje del arte, el diseño y la arquitectura con la Bauhaus, fundada en Weimar, Alemania, en 1919.

9

El Cabaret Voltaire

En febrero de 1916 en la ciudad de Zurich, Suiza –debido a su neutralidad ante la guerra-, surgió una tribuna para los desplazados por aquellas fatídicas confrontaciones: el “Cabaret Voltaire”, sede para un movimiento que en principio atraía a todos los géneros artísticos, pero al mismo tiempo devolvía la espira de la contradicción contra las raíces mismas del arte. En dicho juego de paradojas, trasciende que los poetas Richard Huelsenbeck y Hugo Ball, intentando darle nombre al establecimiento donde se reunían a producir y escribir poesía, crítica, música, teatro, arte con nuevos medios como el collage, la fotografía, el cine, al tomar un diccionario alemán-francés y abrirlo al azar, lo primero que encontraron fue el vocablo

10

DADA, que en adelante marcó esos impulsos de trasgresión, de anti-arte, de protesta, de desacomodar las fichas del tablero para reemprender una táctica distinta delante de las estéticas que resultaban insoportables para los miembros del grupo, quienes apreciaban lo absurdo y carente de valor manifestando con esa actitud un repudio hacia el establecimiento del arte mismo.

11

El Dadaísmo

El escultor Hans Arp y el poeta Tristan Tzara se unieron a los fundadores del teatro Voltaire para abrazar aquel espíritu discordante, desmitificador; muy pronto lo internalizaron estableciéndose a finales del 1916 en Colonia, luego en Berlín, posteriormente en Nueva York y París, uniéndose al movimiento artistas como Max Ernst, Francis Picabia, Man Ray y Marcel Duchamp.

Uno de los principales caracteres de los dadaístas, el cual permanece aún en el arte de nuestros días, fue el talento editorial de crear publicaciones, producir libros y revistas. El mencionado escritor rumano Tristan Tzara publicó en esos años la revista DADA, cuyos dos números iniciales aparecieron en Zurich

12

en 1917, el tercero en 1918, y los 4 y 5 conocidos como la “Antología DADA”, fueron los últimos en publicarse en aquella ciudad suiza, antes de establecerse en París y ser asumida por las revistas surrealistas. Otra de esas publicaciones fue la “391”, revista que apareció en enero de 1917 en Barcelona, establecida por Francis Picabia quien publicó las primeras cuatro ediciones hasta 1924. El título deriva del periódico “291” de Nueva York, dirigido por Alfred Stieglitz, en el cual Picabia fue colaborador. Se comenta que la “391” contó con importantes contribuciones de Man Ray y Marcel Duchamp, pero permanecía esencialmente la expresión del ingenioso y energético Francis Picabia quién escribía con un lenguaje agresivo quizás influido por Alfred Jarry y Guillermo Apollinaire. Se comenta además que aquel

13

entusiasmo editorial de Picabia, lo llevó a publicar otros proyectos como el “Manifiesto Canibal Dada” publicado en 1920.

14

El “Ready-made”

Los dadaístas berlineses habían dado un mayor énfasis al fotomontaje y el collage, como los demás artistas de la tendencia se sirvieron de la práctica caligráfica libre -tipografía o “lettering”-, pero también utilizaron el poema fonético e irónico, el disfrute por el fragmento y el detalle, además del cartel de crítica política. Sin embargo, uno de los aportes significativos a la transformación del arte fue el “objeto encontrado”, rescatado de los desechos urbanos en aquella era de la mecanización e industrialización, esos fueron sus principales acercamientos a la expresión del tiempo y el uso de nuevos recursos creativos. Ocurrió en 1917 cuando Marcel Duchamp dispuso que un objeto, por elección del artista, podía ser elevado a la

15

dignidad de objeto artístico; de esa manera bautizó lo que en adelante conocemos como el “Ready-made”. En Nueva York, Duchamp exhibió su famosa “Fontana” o urinario, el ensamble de la “rueda de bicicleta” sobre un banco o asiento, y el “secador de botellas”, encendieron los ánimos del mundo artístico de aquellos años. Lo que él buscaba en principio era acercar el arte a la realidad y ese legado caló profundo en movimientos posteriores como el Arte Pop, el Arte Povera y el mismo Arte Conceptual.

16

Qué permanece de ese espíritu en la actualidad

A pesar de la creciente complejidad y transformación de los sistemas de pensamiento del lado de la comunicación y la evolución de esos medios en la corriente universal, en nuestro país se advierten también sus resonancias, con el auge del Arte Conceptual en los últimos veinticinco años del siglo anterior; pero de igual manera avivó otra crisis de proporciones insospechadas que produjo otra remezón en el entorno cultural, social y político. El germen de la paradoja impera en la vida urbana actual en forma de violencia, desacato, desacierto, desesperanza, hacinamiento, sumado a nocivas actitudes como el facilismo, el “valeverguismo”, el inmediatismo. En el

17

plano económico es sensible el alto costo de la producción, el desempleo compunge a las capas marginales empujando al desencanto ante la esfera política y social. En los territorios del arte contemporáneo prevalece lo críptico, que parece esconder los significados de lo artístico, tanto que el arte actual pareciera estar dirigido únicamente a entendidos, coleccionistas, o un mercado de arte cuya bonanza no alcanza para llegar a estos bordes tan periféricos de la geografía global. Yo me pregunto: ¿No es acaso el temperamento y sensibilidad de este siglo XXI, acorde para celebrar el centenario de un movimiento como el Dadaísta que infundió aquellos aguerridos gritos en los albores del XX?

En los últimos veinticinco años, pero sobre

18

19

20

todo en la última década, en el país se experimenta un arte que observa profundas grietas en la sociedad, esas problemáticas sociales, desventajas y desigualdades sufridas por las minorías observadas por preferencias sexuales, situaciones de género, segregación, hasta pobreza y marginación son agentes desestabilizantes que infunden contenido al arte. Hoy más que nunca se registran tales acometidas en tanto el artista que en aquellos tiempos románticos del pasado se sumía en una torre de marfil a esperar la visita de las “musas”; hoy se ve obligado a encerrarse en el taller, sin materiales ni posibilidades de trabajar debido al alto costo de los insumos y las alternativas reales de proyectarse o hacer circular su obra. Por efectos de la crisis imperante, las personas no adquieren bienes artísticos

21

como sucedía años atrás, y eso lo reciente la cultura misma. Nos miramos a los ojos de los demás para percibir un signo de expectación y a veces de indiferencia o disfrazado como si nada sucediera. Todos lo sabemos, pero nadie lo comenta ni analiza por lo menos a viva voz.

En el plano internacional del mercado del arte -aunque no estamos exentos de la problemática-, permitió el arraigo de ciertas prácticas que disfrazan males como el lavado de dinero, el (des)inflamiento de precios para alivianar las cargas impositivas, o las influencias para estar o no estar dentro de determinadas colecciones cercanas a la llamada “cultura oficial” y de los grandes consorcios comerciales e industriales, en manos de personas quizás creativas pero

22

sin espuela, para enfrentarse a tácticas tan agresivas como las hegemónicas y para conducirse en esas rutas que amplíen la visibilidad al arte actual. El artista se conduce compungido a merced de la fiera incertidumbre. El Caos, que en un principio contribuyó a energizar el flujo de aquellas expresiones creativas de un siglo atrás, hoy nos engulle hacia la deriva de lo incierto, pero desguarnecidos.

23

Centenario del Dadaísmo: una apropiación actual

Importante detenernos a reflexionar evocando un siglo de transformación del arte, para analizar las diferencias y/o coincidencias y sus referencialidades. Hoy en día los artistas se apropian de aquellas nociones y maneras de solucionar la técnica y el contenido, a través de la lectura de lo circundante, de sus poéticas observadas en el tratamiento de los materiales del entorno y del constructo “in situ” donde se exhiben o que son parte misma de la expresión del momento o del cuestionamiento que implica la obra.

Rolando Castellón (Managua, 1937), residente en el país desde la década de

24

los años ochenta del siglo pasado (quien vivió su infancia y adolescencia en Barrio México, San José), es el mejor ejemplo de un artista –no en residencia, que es una práctica muy actual para trabajar en el taller teniendo recursos para esa finalidad, con becas o apoyo proveniente de instituciones u entes no gubernamentales que impulsan la investigación y producción cultural-, sino que él es un artista “en resistencia”, con lo que implica hoy en día hacer arte desde la llanura de lo privado y la no oficialidad. Con amplio reconocimiento tenido al desempeñarse -en la segunda parte de la década de los noventa-, como Curador Jefe del Museo de Arte y Diseño Contemporáneo dentro del equipo de la desaparecida Virginia Pérez-Ratton; en la actualidad lo vemos organizar y curar muestras en varios espacios alternativos

25

del país: la Galería de la Universidad VÉRITAS, el Museo Municipal de Cartago, el Museo Nacional de Costa Rica con las tres muestras “MAYINCA Cartografías” y “MAYINCA Tiestos de una Cultura”, o con el proyecto “átlÁntis´centrAmérica”, en distintos espacios expositivos de la capital, como también en el exterior, tal es el caso de DIQUIS, una muestra de arte contemporáneo costarricense montada en 2015 en las ciudades de Lisboa y Porto, Portugal.

Respecto a estas iniciativas, con la muestra en Porto -bajo uno de sus seudónimos reconocidos como Moyo Coyatzin-, instaló una propuesta evocativa de Marcel Duchamp; apropiación de sus íconos emblemáticos por medio de carteles, revistas, libros, fotocopias, objetos y otros materiales encontrados en

26

el lugar pero dándole el encaje propio del arte contemporáneo, cuando se potencia el espacio, aprovecha y saca ventaja expresiva y comunicativa aprovechando esas contingencias provocadas por el tiempo, el cual modifica o agrede las cualidades sensoriales de la materia y el espacio. No es que el artista viajó a Portugal llevando lo necesario para instalar en base a la noción o idea que ya merodeaba en su pensamiento, él reinventa el sitio, observa las cualidades del lugar, objetos y materias encontradas para producir la idea. Imagino verlo en las bibliotecas de aquella ciudad lusitana esculcando libros, sacando fotocopias, en las labores de documentación tan necesarias para luego potenciar su apropiación “in situ”.

Exhibe ese compendio creativo en “Una

27

cierta falta de coherencia”, una edificación del casco antiguo de aquella urbe marítima, e imprime su propia sensibilidad a los objetos y a la lectura del lugar, del barrio y los lugareños. Por otro, selecciona para esta particular instalación el servicio sanitario, sirviéndose de los simbolismos del “retrete” y del lavatorio –tan afines a la “Fontana” u otros objetos utilizados por Duchamp-, se dispone a incrementar la lectura manteniendo las tuberías y otros testimonios de la inclemencia del tiempo para con lo construido y el carácter extremo de la arquitectura del sitio, insumo muy cercano al arte contemporáneo.

En una especie de “statement” sobre esta intervención relacionada con el Dadaísmo, presentándose en esta oportunidad con el pseudónimo conocido como “E´mundo

28

Chevón”, publica en L´Hoxa, publicación libre de la revista “L´FATAL on line”, lo siguiente:

“Dadaism as a DOGMAism (El Dadaísmo es un DOGMAtismo)

Esta propuesta semihistórica, semirevi-sionista o semidocumental pretende ser una semiparodia / seria, que cuestiona sí el anarquismo Dadaísta (1916) fue en realidad importante o simplemente un pseudo movimiento artístico de un grupo de inconformes con la historia, que no nos ha llevado a ningún lado, pero que con el paso del tiempo se volvió una realidad absoluta. Esto nos trae el siglo XXI el cual es dominado por la informalidad, caos, y el tecnicismo virtual, y la ausencia de creatividad

29

real en LA ERA digital, y su orientación conceptual de consumismo absoluto que tuvo el poder de terminar con la historia, por lo menos en referencia al arte visual. Esta clarividencia se da con no poca asistencia de parte del ex–pintor “Monsieur M.D. D´ujhamp” y su ubicua presencia, “acciones performativas” (ajedrez) y “readymades” como representantes verídicos de lo que hasta ese “entonces” llamábamos “obra de arte”, una descripción a la cual deberíamos de asignar una nueva nomenclatura para este nuevo tipo de expresión “virtual”.

“Art is Dead”, decimos algunos. “Viva la Pepa” decimos otros.

30

Este ensayo lúdico no es un ataque acerca de un personaje en particular que se haya destacado sobre los demás de un grupo histórico que cambió el rumbo y pensamiento del arte occidental hasta el presente, sino más bien enfatizar la importancia de personajes que han quedado rezagados, si no olvidados, como es el caso del artista y teórico francés Francis Picabia (QEPD), quien fuera uno de los precursores serios del movimiento, y cuya extensa obra artística es poco accesible, e igual sucede con sus escritos creativos y teóricos, y en general conocer más a fondo su pensamiento intelectual”.

Con las excusas pertinentes

31

E´mundo Chevón, Etnology enthusiastPS/ Cualquier parecido a personajes reales, es intencional / e´mc

Quisiera interpretar que lo expuesto en “Una cierta falta de coherencia” en Porto 2015, y que Castellón exhibirá en versión video en junio 2016 en Branner / Spangenberg Gallery, Redwood City, California, se trata de un Duchamp bajo otro manto de contradicciones o paradojas que atañen al tiempo actual, a la materia ante lo inminente de lo espacio-temporal quizás desposeído o vacío, pero que en adelante encuadra esas obras mediadas por el sentido de la instalación, como la conocemos en tanto es técnica artística de estos tiempos. Exhibe esa sintaxis donde el mínimo objeto, piedrita, fragmento de madera, o terrón desperdigado

32

o caído de una grieta en la pared, es recompuesto y dispuesto para cohesionar una armonía distinta y que probablemente desentona, sin embargo, al pasar por sus manos va a ser cargada de la energía que lo caracteriza. Respecto a este último aspecto, vuelvo a citar una frase demasiado utilizada en mis escritos, pero necesaria para definir al “catador de belleza” –Yourcenar, traducción de Julio Cortazar (2003)-, quien termina encontrándola donde quiera:

… “y goza, al tener en sus manos esas obras maestras fragmentarias, manchadas o rotas, un placer de entendido que colecciona a solas una alfarería que otros creen vulgar”.

El artista se apropia del lugar, materiales y

33

documentaciones de la obra duchampiana desde una actitud crítica o confrontativa de la experiencia, y con su actitud trasgresora -tan cercana al movimiento en cuestión y a la celebración del centenario-, él es aquel que se pelea consigo mismo y con todos los demás atizado por un humor negro y mordaz, pero también a través de la reconsideración de la materia y del objeto. A propósito me recuerda a Janis Kounellis (Mondatori 1998) cuando se refería a la (in)materialidad de la arcilla, el hierro, el papel, la madera u otros materiales para la creación artística. “Todo es materia” -afirmaba el artista griego que se reunió entre otros con el italiano Mario Merz para posicionar la instalación y el objeto dentro de la actitud del Arte Povera-, donde lo importante es comprender el concepto y la naturaleza de lo material, lo que se puede

34

hacer con la materia: “plasmarla –decía Kounellis-, para que adquiera significado y a su vez resulte significativa”.

Como una partícula de polvo es al planeta entero (tal y como expresa aquel antiguo aforismo oriental), entre esas cuatro paredes del sanitario nuestro artista nicaragüense-tico se apropió del pensamiento dadaísta, pero ese gesto se le devuelve y, por efecto rebote, lo hace a él, en tanto nos relaciona con su obra entera: en su manera de doblar o rasgar los cartones, papeles y cartulinas, su forma de esgrafiar con carbón, lápiz o incluso con lodo, que es su materia preferida: tierra y agua. Al reconocer ese pensamiento y tratar con dicha poética los materiales, al gozar una sola de sus piezas ingresamos a su taller. Y como en todo taller del artista se nos repara,

35

somos transformados en nuestras actitudes y reflexiones respecto al arte, de esa manera emerger con una nueva carga o energía para afrontar el camino.

36

Para Concluir

Recapitulando acerca del espíritu del Dada en la actual metodología de investigación y producción creativa, quisiera comentar que es cierto que aún nos desvela cercanas actitudes al asumir posturas de resistencia respecto a otra nueva guerra; a la guerra del mercado, hegemonías y persistencias del poder entronizado en la cultura mundial en estos liminares del siglo XXI.

Queda testimoniado que cien años después a los artistas contemporáneos nos desvela producir publicaciones, libros, revistas, y que hoy en día, ante el altísimo costo de los insumos y mano de obra para la industria gráfica, pero también ante una actitud ecológica, aprovechamos los

37

medios tecnológicos como las redes para que trascienda el pensamiento crítico y la documentación de nuestros procesos creativos.

Y ya para terminar, se dijo que ingresar al taller del artista nos regenera, empodera, ofrece renovadas energías para el camino. Explico que en mi caso personal caminar es sinónimo de pensar, analizar, observación crítica; en tanto pensar es una acción futura, realizada en el presente pero sustentada en la memoria del pasado.

38

Referencias

-Yourcenard, M. Memorias de Adriano, 2003. Buenos Aires: Sudamericana.-Kounellis, J. y Zotti, F. Dal Papiro al Computer, 1988. Milán: Mondatori.

Bibliografía

-Océano-Instituto Gallach. Historia del Arte. Siglo XX. Barcelona: Océano.-Thomas, Karin. Diccionario del Arte Actual. 1982. Barcelona: Labor.

Dadaísmo (1916-2016) de Luis Fernando Quirós, se terminó de imprimir en el mes de Abril de 2016, como parte del programa ALTER ACADEMIA de

Fundación Teorética.

Esta primera edición de 30 ejemplares es una producción de Ediciones 1390, bajo la supervisión

de Adrian Flores Sancho.