Daniel Alcides Carrión García

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Daniel Alcides Carrión García Mártir de la Medicina Peruana. Le tocó estudiar medicina en una época complicada para nuestro país, estábamos en guerra con Chile, Lima era ocupada por los enemigos, además se sufría una enfermedad conocida como la verruga peruana, Daniel Alcides Carrión sacrificó su vida para investigar esta enfermedad. Posguerra del Pacífico, se encontró en Carrión, un héroe científico. Daniel Alcides Carrión, en 1885, se ganó un merecido sitial junto a los más grandes referentes de la medicina en el Perú. Junto a Hipólito Unanue o Cayetano Heredia, es una de las figuras claves de la historia de nuestra medicina. Para la ciencia, el demuestra la inoculabilidad de una enfermedad y demuestra que un mismo germen puede producir en la misma persona dos enfermedades distintas, demostrando por primera vez esto en el mundo. Nació en Pasco en 1857, esta ciudad albergaba grandes minas de plata, había sido declara en 1840 como opulenta ciudad. Hasta hoy se debate si Carrión nació en la misma ciudad de Cerro de Pasco o en el pueblo de Quiulacocha. Su padre fue el médico y abogado José Baltazar Carrión y Torres, natural de Loja, Ecuador; su madre, Dolores García, había nacido en Pasco, pero tenía orígenes huancaínos. Baltazar llegó al Perú escapándose de su país debido a persecuciones políticas. Fue nombrado cónsul de Ecuador en Cerro de Pasco. Además se dedicó a negocios vinculados a la minería. Los padres de Carrión nunca llegaron a casarse. Su nombre de pila fue Daniel Carrión García, su segundo nombre se lo pondría muchos años después.

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Daniel Alcides Carrión García

Mártir de la Medicina Peruana. Le tocó estudiar medicina en una época complicada para nuestro país, estábamos en guerra con Chile, Lima era ocupada por los enemigos, además se sufría una enfermedad conocida como la verruga peruana, Daniel Alcides Carrión sacrificó su vida para investigar esta enfermedad.

Posguerra del Pacífico, se encontró en Carrión, un héroe científico. Daniel Alcides Carrión, en 1885, se ganó un merecido sitial junto a los más grandes referentes de la medicina en el Perú. Junto a Hipólito Unanue o Cayetano Heredia, es una de las figuras claves de la historia de nuestra medicina.

Para la ciencia, el demuestra la inoculabilidad de una enfermedad y demuestra que un mismo germen puede producir en la misma persona dos enfermedades distintas, demostrando por primera vez esto en el mundo.

Nació en Pasco en 1857, esta ciudad albergaba grandes minas de plata, había sido declara en 1840 como opulenta ciudad. Hasta hoy se debate si Carrión nació en la misma ciudad de Cerro de Pasco o en el pueblo de Quiulacocha.

Su padre fue el médico y abogado José Baltazar Carrión y Torres, natural de Loja, Ecuador; su madre, Dolores García, había nacido en Pasco, pero tenía orígenes huancaínos. Baltazar llegó al Perú escapándose de su país debido a persecuciones políticas. Fue nombrado cónsul de Ecuador en Cerro de Pasco. Además se dedicó a negocios vinculados a la minería. Los padres de Carrión nunca llegaron a casarse.

Su nombre de pila fue Daniel Carrión García, su segundo nombre se lo pondría muchos años después.

Cerro de Pasco, zona aurífera que se remonta a tiempos del Virreinato, lo que la hacía que sea muy cosmopolita, visitada por muchísimos extranjeros. Daniel estudió en la única escuela municipal de ese lugar y más tarde en el colegio San Ramón de Tarma, de esta forma, su vocación para la medicina se fue desarrollando entre mineros y comerciantes.

Su padre murió cuando él tenía 8 años de edad, en un accidente, cabalgando, el revolver se le disparó y falleció. Fue adoptado por su padre político que lo trató como un hijo. Su madre se unió con Alejandro (Alejo) Valdivieso Riofrío, que era sobrino del padre Carrión, pasando a ser padrastro del pequeño Daniel. Del matrimonio de ellos nacieron dos hijos: Teodoro y Mario. Alejo era un próspero comerciante de Cerro de Pasco. Alejo se mostró siempre como un verdadero padre para Daniel. Alejo vio en su hijo adoptivo una gran actitud y capacidad para los estudios, fue así que juntos dejaron Cerro de Pasco, partieron montados en

mulas y guiados por arrieros, se dirigieron hasta San Bartolomé donde abordaron el vagón de primera clase del ferrocarril trasandino rumbo a Lima.

Carrión fue inscrito en el colegio Nuestra Señora de Guadalupe, el colegio más importante de la época, allí estudió la secundaria entre 1873 y 1876; por aquellos años el colegio Guadalupe funcionaba en el local del antiguo estanco de tabacos, ubicado en la calle Chacarilla, muy cerca del local principal de la UNMSM. Tuvo un buen desempeño en el colegio con notas sobresalientes.

Convencido de su deseo de ser médico, Daniel decidió postular a la UNMSM, el paso previo era ingresar a la Facultad de Ciencias de esa universidad que funcionaba en la casona de San Marcos, que gozaba de muy buena reputación y tenía profesores prestigiosos. Por esos años, el decano de la Facultad de Ciencias era el polaco Uladislao Folkierski.

Daniel aprobó los exámenes de ingreso. Tendría como compañero de clases al sobresaliente Federico Villareal. Siendo estudiante de la Facultad de Ciencias, Carrión adoptó su segundo nombre, Alcides, nombre con el que pasaría a la posteridad. En el año 1878, se matriculó con el nombre de Daniel A. Carrión, esta A se debía a Alcides, sobrenombre del héroe mitológico Hércules, que representaba la fuerza.

Después de dos años en la Facultad de Ciencias Matemáticas y Ciencias Naturales, se presentó a la Facultad de Medicina de San Fernando, pero ciertas circunstancias hicieron que no aprobara ese ingreso. Justamente se matriculó en tercer año de la Facultad de Ciencias en 1879, año en que Chile declara la guerra al Perú. Estudiaría su carrera en circunstancias trágicas para el país (Guerra con Chile). En ese contexto en septiembre de 1879 llegó a Lima el contingente militar la columna Pasco; el joven estudiante fue a saludar a sus paisanos antes que partieran del Callao rumbo al sur.

Luego de un intento fallido, Carrión ingresó en 1880 a la Facultad de Medicina de la UNMSM, se trataba de un año complicado, la guerra con Chile, iniciada en abril de 1879 trajo consigo la derrota de la marina y ejército en la campaña del sur y por consiguiente una fuerte desazón en la ciudadanía.

La población observaba con estupor que lo inexorable se acercaba, la marcha de las fuerzas enemigas hacia la capital.

En 1880, al inicio de la Guerra, Carrión fue reservista del batallón N° 18 y atendió a muchísimos heridos.

En 1881, las tropas chilenas invadieron la capital de nuestro país y ocuparon varios edificios públicos, entre ellos el de la Facultad de Medicina. Además

ocuparon el Hospital Dos de Mayo donde los estudiantes de medicina de San Fernando hacían sus prácticas, pero a pesar de ello los estudios de medicina no se vieron paralizados. Los implementos médicos se guardaron en casa de algunos médicos, la matricula se realizó en la casa de un médico. Los profesores dictaban clases en sus domicilios o en otros espacios públicos.

A pesar de las terribles dificultades propias de la guerra, Alejo Valdivieso nunca dejo de costear los estudios de Carrión en Lima, el joven estudiante siempre estuvo al día en el pago de sus pensiones, además vivía y vestía de manera digna. Pero la buena posición económica de Alejo se había visto debilitada por la ocupación chilena y por las posteriores guerras internas que estallaron una vez terminada la ocupación.

Entre 1870 y 1880, se produjo un gran desarrollo para la ciencia en general, en EE.UU, y Europa, por ejemplo Luis Pasteur había realizado experimentos en las llamadas enfermedades de los vinos y en la búsqueda de la vacuna contra la rabia.

Cuando se terminó la ocupación llegaron las noticias de grandes experimentos, pues la medicina peruana estaba atrasada, pero Carrión tuvo muy buenos profesores. Tras la firma del Tratado de Ancón, se reiniciaron las actividades académicas en San Fernando. El balance de la ocupación chilena fue devastador, no había mobiliario para las clases.

En 1880, Carrión puso en su hoja de matrícula que vivía en la calle Ayacucho. En 1884 y 1885 vivió en el hotel “El Globo”. Vivía en el centro de la ciudad gracias al apoyo de su padre adoptivo.

En 1884 Daniel solicitó apoyo a Alejo para irse a completar sus estudios de medicina en Francia, país muy desarrollado en esa materia. Su padrastro le dijo que ante la crisis era muy complicado, le pidió que continuara sus estudios en Lima y en un futuro pensase salir del país.

Miguel Iglesias ordenó la reapertura de la UNMSM y del colegio Guadalupe, que fue ensombrecida por una crisis con Andrés Avelino Cáceres y la academia en San Fernando.

Cuando Carrión termina sus estudios hay un conflicto entre el presidente Miguel Iglesias con la Facultad de Medicina de San Marcos, renunciando un número importante de profesores.

Los profesores y estudiantes que salieron de San Fernando formaron una asociación llamada la Academia Libre de Medicina, una institución que va a dedicarse a fomentar estudios científicos, investigaciones en salud.

El 29 de julio de 1885, cuando se instaló la academia, el doctor Manuel Odriozola convocó a un concurso público sobre la verruga peruana. Daniel venía investigando acerca de esta enfermedad desde 1881. Esta convocatoria estaba abierta también a extranjeros, por ello el médico chileno Vicente Izquierdo, fue un seguro rival para Carrión.

Carrión quería demostrar que la verruga peruana era producida por un germen que era inoculable. Estaba muy interesado en la investigación, especialmente en el caso de la verruga y la fiebre infecciosa que era conocida como fiebre de la Oroya que se había extendido en la serranía y habían causado gran cantidad de víctimas. El objetivo de Carrión era encontrar la relación entre la verruga y la fiebre de la Oroya, por ello este concurso le cayó como “anillo al dedo”.

Cuando Carrión cursaba sus estudios universitarios surgió un tremendo brote de la fiebre de la Oroya, en el transcurso del ferrocarril trasandino entre San Bartolomé y Surco. Ya estando de estudiante, agarró sus estudios de clínica y encontró pacientes con verruga; describía en sus historias como el paciente tenía dolores de huesos, fiebre, etc.

En este concurso o con el objeto de ganar este concurso es que Carrión decide experimentar el mismo con la enfermedad. Siendo estudiante del sexto año de medicina, Daniel Alcides Carrión tomó una decisión temeraria, experimentar en sí mismo, en su propio cuerpo, la condición transmisible y las manifestaciones de la enfermedad de la verruga.

Luego de investigar durante cuatro años el virus de la verruga peruana y de reunir toda la información posible acerca de ella, Daniel quería experimentar sus primeras fases; la excusa perfecta para este arriesgado experimento era el concurso de la academia, así que el joven estudiante de medina de solo 28 años decidió inocularse el virus de la enfermedad a través de la sangre de un enfermo y así experimentar en sí mismo.

Ahí es donde Carrión se propone descubrir la etiología de la verruga peruana y él leyendo esa avalancha de noticias se da cuenta que para poder demostrar la naturaleza infecciosa, lo primero que hay que hacer es demostrar la inoculabilidad.

El 27 de agosto de 1885, se inoculó la verruga peruana en el hospital Dos de Mayo; la inoculación estuvo a cargo de su colega y amigo el Dr. Evaristo Chávez-

Según Jorge Basadre, en 1885, el sacrificio del joven de medicina conmovió a la población. Daniel no le comentó a su mamá su intención de inocularse este virus, sin embargo, é, el 8 de septiembre le escribió una carta en la que mencionaba a

sus hermanos, Teodoro y Mario, y manifestaba su esperanza de salir con vida del experimento.

Cuando se inoculó le virus, ninguno de sus profesores fueron a verlo