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de gradaciones, pero el hecho esencial es que en los paisajes en equilibrio los elemen- tos abióticos son, dentro de ciertos límites, estables, y la intervención humana, aunque puede ser importante, no llega nunca a alte- rar de manera arave el eauilibrio entre los elementos físicos y los biológicos mantenién- dose la tendencia a evolucionar hacia el equi- librio. Los paisajes en desequilibrio se ca- racterizan por un predominio de los procesos de erosión, transporte y acumulación de de- r rub io~ y con ellos una movilidad de las ver- tientes; esta modificación de los elementos físicos determina una regresión de los ele- mentos biológicos: vegetación, hojarasca, capa de humus, nivel freático superior. Cier- tas formas de erosión superficiales que en un principio no resultan espectaculares s i bien no movilizan grandes cantidades de ma- terial, son de una importancia capital, ya aue actúan sobre la frania biolóaicamente

nación del territorio. Al estudiar los elemen- tos naturales en función de sus interrelacio- nes se nos manifiesta su valor y la utilidad que el hombre puede obtener de él. Es pues una ciencia del medio ambiente y una cien- cia antropológica.

En las sociedades preindustriales. la explo- tación de la naturaleza por el hombre era relativamente lenta y poco efectiva y por tanto no ponía en peligro la integridad de los diversos paisajes, por lo menos a corto plazo. A pesar de ello hemos heredado de nuestros antepasados grandes áreas desfo- restadas con la consiguiente erosión y pér- dida de fertilidad del suelo. Hoy día, con el desarrollo acelerado de la técnica, la influen- cia del hombre es muy profunda y rápida y la desestructuración de las unidades muy fuerte. Por ello han surgido en muchos paí- ses aritos de alerta de científicos aue inten-

activa de la vertiente restaido elemktos bió- tan &nsibilizar a nuestca sociedad dbl peligrg=,,k ticos al conjunto. Sus causas pueden ser de que está c o r r i e n d o ~ ~ ? ~ $ $ $ ~ $ ~ $ ~ & ~ &4a oriaen natural. como es el caso de las uni- ~*" ,S&@*~rrr - --: dades en equilibrio precario o que evolucio- nan muy lentamente, pero casi siempre es- tán agravadas por la acción humana, que actúa sobre estos espacios sin tener en cuen- ta su fragilidad y desencadenando procesos aprender a actuar nosotros mismos como de dearadación oosiblemente irreversibles. oarte intearante de la naturaleza. De ahí la M Este es el caso de los países Recesidad-del estudio integrado del paisaje, mediterráneos. Otras veces es únicamente la con sus elementos físicos. biológicos y hu- acción humana la responsable de la degra- manos combinados e interrelacionados. dación de un paisaje, como en la explotación abusiva de los recursos nat~rales..:i,gy~~~~;~;~~:.*~i'Raymond F. Dasmann, miembro de la Unión

;i:j'l:pt>;$$~~,'U~lnternacional para la Conservación de la Na- Se trata, en resumen, de delimitar tipos de $,Xturaleza y los Recursos Naturales. con sede paisajes en función de su sistema de evo- [:<,,-,;en Suiza, y discípulo del geógrafo americano lución, de su estadio de desarrollo y del sen- ;&Carl 0. Sauer, define el término =conserva- tido general de la dinámica, que puede ser $~z:ciónn como el uso racional del medio para progresiva o con tendencia al equilibrio. re- $$lproporcinar un alto nivel de vida a la huma- gresiva o con tendencia al desequilibrio y ,$+%,nidad. No se trata pues de abstenerse de en casos muy raros estable clímax. :@$#utilizar la naturaleza sino de conjugar su uti-

$$%lización con su conservación, de actuar y Si fijamos nuestra atención en los factores %%beneficiarse de lo que la naturaleza nos ofre- antrópicos, podemos decir que la interven- ' *$ce con conocimiento de lo que se lleva en- & ción humana sobre el paisaje en unos casos tre manos, de no destruir aquello que es

3- . - bi"& h: ,>.!(..t -: -- : . . , < y . *&j. :. ,

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1 no comaromete el eauilibrio del coniunto y %&g$esencial ara nuestra vida. m 1 en otro; casos sí. E S ~ O depende tanto de la !$$

intensidad de su acción como de la fuerza I,~JEI aaricultor. el hombre aue deoende muv 1 del equilibrio preexistente. Un paisaje fuer- @@$directamente de la naturaleza, ha' sabido. e;

temente equilibrado con una acción humana mu muchos casos, explotar sin arruinar. Ejemplo débil, mantiene su equilibrio. Un paisaje bien $*>%de ello son los bancales construidos en las estructurado con una acción humana fuerte , l$$l , lc- a d eras de las colinas para evitar la erosión tiende a recuperar el equilibrio. Un paisaje @:del suelo y que podemos observar en mu- débilmente equilibrado con una acción huma- -2s chos lugares de nuestro país y en la mayo- na débil. ouede recuDerar el eauilibrio. Un "t:-lría de oaíses mediterráneos. El eauilibrio del

1 paisaje debilmente equilibrado i o n una ac- ~T?>~paisaje'puede ser alterado por caisas aienas I( ción humana fuerfe.::~s~uf,~e~,una,degradación i:.:.ial hombie, bien por agentes físicos como los irreversible. ;;. ~1 :,. ~ ..;,.,, 9 : ; ~ ~ , . ..,. -5-.:movimientos tectónicos. las erupciones vol-

, ' . . .. :.. .. -, .> - , .. . <,::-:'rcánicas o las fuerzas climáticas, bien por No vamos a entrar en la discusión del mé- todo del profesor Bertrand. Lo que nos pa- rece importante subrayar es el hecho de que se intenta un estudio global del paisaje, de que el paisaje aparezca como un objeto de estudio bien definido por sí mismo y que reclama una puesta a punto metodológica.

Otro aspecto importante es la concepción del paisaje como una estructura en la que, si bien los elementos que la componen han de ser estudiados y conocidos. lo importante es su comportamiento como un todo en el que la variación de uno de los elementos hace cambiar el conjunto.

Esta concepción hace posible la utilización de métodos de análisis multivariables que permiten precisar su organización y su diná- mica, y en un futuro más o menos próximo llegar a definir los balances geoquímicos y los flujos de materia y energía que lo ca- racterizan. Por otra parte esta concepción dinámica y estructural del paisaje es funda- mental a la hora de actuar sobre él pues Done de manifiesto su fragililad y por tanto la necesidad de conocer su dinámica para aue no se desencadene un proceso de degra- dación. Así pues, el estudio integrado del paisaje aparece como una ciencia aplicada ya que desemboca hacia problemas de orde-

?:-?,agentes biológicos como pueden ser las pla- *e&$ b:r gas, pero se trata en general de casos ex- '+:e;-cepcionales. +> En la mayoría de los casos es ?:'>el hombre el responsable de la destrucción

?.del paisaje cuando antepone sus intereses :'3:cparticulares e inmediatos a los de la comu- ;:;nidad y su futuro.

la conservación del medio ambiente realidad es necesario que lleguemos

encimiento de que la naturaleza es imonio social y de que no .sólo nos bienes materiales sino también bienes ales. Estos bienes inmateriales son de enes: biológicos, en cuanto que reper- n nuestra salud .física y psíquica al onarnos ámbitos no contaminados y cto directo con la naturaleza; estéti-

cos, como el goce del espíritu ante la belleza del paisaje. y científicos, ya que proporciona el marco para la investigación y la pedagogía. El desconocimiento de ello lleva a un conflicto entre el aprovechamiento inmaterial y el ma- terial, con un claro predominio de este último.

de Viladrau

Desde un punto de vista económico, el pai- Otra clase de paisajes son los utilizados con saje debe ser considerado como un capital fines recreativos. En este caso la ordena- que produce unas rentas. Es lógico que se ción del espacio debe ser en extremo cui- utilicen estas rentas, pero el consumo del dadosa. De no ser así, se corre el peligro capital es a todas luces antieconómico y re- de destruir aquello que se ha ido a buscar: presenta un despilfarro. Esto último sucede el medio natural. En un reciente trabajo, el cuando se producen alteraciones irreversibles profesor Oriol de Bolós señala una serie de que llevan a una degradación o d cuenta a este del paisaje natural.

Este es un con-

Fuerte expansión en todos los órdenes, ne- mente falaz. El gran valor, incluso crematís- cesita una planificación en la utilización de tico, del paisaje forestal como lugar de es- los recursos naturales y del espacio. Si para parcimiento del ciudadano y como centro de la construcción de un edificio se recurre a turismo, se sostendrá y aumentará s i el bos- arquitectos e ingenieros, para tratar a un en- que mantiene su aspecto natural y las ins- fermo se llama al médico y para solucionar talaciones humanas se sitúan en sus bordes un pleito se busca un abogado, parece Iógico o en los claros preexistentes, como pueden que para la explotación de la naturaleza y ser los campos y masias abandonados. En la utilización de¡ espacio se requiera el ase- soramiento de ,científicos y técnicos conoce- dores de la materia, como pueden ser por ejemplo geógrafos, botánicos y ecólogos.

Según su utilización podemos clasificar los paisajes en diversos tipos, cada uno de ellos con unos principios de ordenación propios que mantengan su equilibrio.

segundo lugar. la parte de terreno urbanizado debe limitarse siempre a una pequeña por- ción del total, pues el mosaico uniforme de comodidades de seres vivientes que compo- ne el paisaje natural puede conservar lo esen- cial de su estructura entre los núcleos habi- tados, s i éstos se hallan muy distantes entre sí. La urbanización a base de viviendas uni- familiares tiene el inconveniente de que ocu- pa una enorme extensión. Incluso en países

Las grandes ciudades son el paisaje en que con una larga tradición en este sentido como transcurre la vida cotidiana de la mavor Dar- por ejemplo Inglaterra, los encargados de la te de la población de un país. Si bien han ordenáción d e l territorio o arquitectos del ocupado extensos espacios naturales, su paisaje han llegado a las mismas conclusio- atracción sobre la población ha hecho que nes. En una superficie surcada por una den- volvieran a quedar en estado natural muchos sa red de caminos y en la que las viviendas territorios rurales en los Que el paisaje Due- estén a poca distancia unas de otras la ve- de evolucionar libremente; de nuevo; hacia su estado primitivo. La ciudad ha de ser un lugar agradable para todos en el que los des- plazamientos no constituyan un problema, el aire sea respirable y los espacios verdes abundantes tanto en el interior como en el exterior. Lo mismo cabe decir, aunque en menor escala, de los pueblos.

El lugar en que transcurre la vida laboral también constituye un paisaje. Este puede ser de índole industrial o agro-silvo-pastoral. En ambos casos es necesaria la planificación. Un área industrial no ha de ser necesariamen- te un lugar en el que se acumulen los des- echos e impere la contaminación atmosféri- co. Las soluciones existen, sólo hace falta

getación natural no puede subsistir.

Como criterio general para los paisajes des- critos [urbanos, idustriales, agrarios, recrea- tivos) puede establecerse que en todos los casos es necesario que los paisajes natura- les constituyan el armazón básico del país, mientras las áreas urbanizadas no deben re- presentar más que enclaves, más o menos extensos, pero siempre aislados, rodeados por todas partes de grandes extensiones de paisaje natural.

Nan Fairbrother, miembro del Instituto de los arquitectos del Paisaje de Londres, distin- gue, dentro de los espacios dedicados al es- parcimiento, varios tipos para conseguir un

una legislación adecuada y la inversión de menor perjuicio para 'el páisaje y un- mayor una pequeña Parte de 10s beneficios que la beneficio Dara todos, Que corresponden a di- misma industria reporta. ES además necesario ferentes categorías de'usuarios:' que las industrias queden concentradas en lugares Pertinentes Y que las vías de com! Areas cerca de las ciudades para vacacio- nicación y líneas eléctricas no crucen el pals nes fines de semana de una gran parte de de manera anárquica. , la póblación. Se trata de un eipacio densa-

mente poblado y urbanizado. El paisaje agrícola, como el silva-pastoral, ha de ser utilizado sin que se comprometa el del mismo tipo pero con menos de,,- equilibrio que de por sí tiene, es decir, sin sidad de lugares más pintores- que se produzca una sobreex~lotación Y sin cos y más en contacto con la naturaleza. aue Pase de manera incontrolada a otro t i ~ o de u'tilización. Areas en las que se conserva el paisaje na-

tural para aquellas personas que gustan de las caminatas, acampadas, etc.

7. Abetos Y hayas el las laderas del Turó de I'Home [Montseny]

8. Macizo del 9. St. Llorenc

Corredor del Munt Cavalls

Areas en las que se' conserva el paisaje na- tural, sin carreteras ni lugares para pernoc-

tar, para los que prefieren la naturaleza en estado salvaje.

Finalmente, además de los paisajes descri- tos, es necesario que existan lugares dedica- dos a fines científicos y culturales. En este grupo se incluyen los paisajes naturales úni- cos que deben ser protegidos. Deberían exis- t i r por lo menos un ejemplo de los diferen- tes paisajes naturales de una región. Los Par- ques Naturales y las Reservas Naturales cum- plen esta función. Otro caso de este grupo es el formado por los lugares que tienen un interés histórico y cultural y que deben ser protegidos como patrimonio que son de la comunidad.

Para llevar adelante una política de protec- ción de la Naturaleza hace falta tener unos criterios ecológicos muy claros. pues de lo contrario se corre el peligro de que acciones en principio bien intencionadas lleven a una alteración del orden natural. Ejemplo de ello es el intento de crear un parque de recreo en las orillas del lago de Bañolas, caso estu- diado por el Dr. Bolós. Este estanque es el único ejemplo de paisaje lacustre que hay en Cataluña en las tierras bajas. Si bien los sectores oriental y meridional, los más csr- canos a la población, están ya urbanizados y han perdido por tanto la vegetación natu- ral, los sectores occidental y septentrional, desde Porqueres hacia el norte, conservan casi intacto su carácter natural. En este sec- tor, la zonación ofrece un modelo perfecto de las formaciones lacustres europeas. Si se pierde, nuestros estudiantes de Geografía y de Biología tendrán que i r al extranjero para hacerse cargo de lo que es un lago en el aspecto de la vida vegetal y animal. En con- tra de lo que algunos puedan creer, no es ayudar a la naturaleza el suprimir las zonas selváticas e intransitables, sino que por el contrario esto representa destruirla. Es un hecho grave la incapacidad o la insensibili- dad de muchas personas ante la belleza que tiene la naturaleza por sí misma y en sí misma, valorando sólo el rendimiento eco- nómico a corto plazo. Otros ejemplos de pai- saje natural en peligro es la montaña del Montseny. La singularidad del Montseny se debe a su altitud y a la proximidad del Me- diterráneo, que sin ser muy elevada (1712 m en el Turó de I'Home) se destaca de los demás relieves de las cordilleras costeras catalanas y que determina un clima variado y con él una diversificación altitudinal de la vegetación. En sus faldas van proliferando las urbanizaciones a base de viviendas uni- familiares, las cuales ya se ha dicho que en- trañan. a no muy largo plazo, una destruc- ción del bosque. Los ejemplos pueden mul- tiplicarse. Sólo hace falta recordar la urbani- zación anárquica de nuestras costas debida al -boom* turístico.

La creciente oleada expansiva no puede ser controlada más que proporcionándole cauces para que fluya. Hay que formular, a nivel científico e interdisciplinar, una política de uso del suelo que sea adecuada a las nece- sidades de toda la sociedad, y hay que de- sarrollar un sistema administrativo para con- jugar esta política con los métodos adecua- dos. Por último, es necesaria una educación en todos los niveles para que cada ciudadano conozca las leyes elementales que rigen en la naturaleza y sepa desenvolverse en ella sin destruirla.

M. de B. / M. S.

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