De la sumisión a la participación ciudadana

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DE LA SUMISIÓN A LA PARTICIPACIÓN CIUDADANA -Denisse Dresser Cuando escucho esta conferencia o este tipo de temas recuerdo un “chiste” que decía algo como lo siguiente: …Cuando Dios creó el mundo decía: -a México le voy a dar biodiversidad, costas, petróleo, tierras fértiles, buenos climas… Entonces un ángel le comentó: -Pero Padre, es demasiado en un solo lugar, eso no es justo para el resto del mundo- a lo que Dios contestó: -Tienes razón, pero a México le daré mexicanos y con eso ya nada de lo anterior servirá de mucho… Suena degenerativo para uno mismo como mexicano, pero ciertamente nos encontramos en “el país que todo se puede”, “el país de las maravillas”, el país en el que vale más tener un amigo con un muy buen puesto, que tener la disposición y la capacidad de realizar un trabajo con pasión y dedicación. Estamos en un país en el que rápidamente podríamos salir adelante todos y estar colocados en un mejor nivel socioeconómico, claro, si los “altos mandos” se dedicaran a trabajar y no a pagarle a otros para que hagan su trabajo lo que, evidentemente, resulta mucho más caro para el país, porque ni si quiera sugiere un gasto para ellos sino más bien un gasto para el erario público. Denisse habla del gran error existente dentro del sistema educativo mexicano, lo que después se vuelve un problema en el sistema social y que al final de todo cae dentro de un círculo vicioso que solo representará un obstáculo que nosotros mismos nos estamos poniendo desde un principio y que va en contra de lo

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Primera entrega del curso Formación Ciudadana de LEPRI

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DE LA SUMISIÓN A LA PARTICIPACIÓN CIUDADANA

-Denisse Dresser

Cuando escucho esta conferencia o este tipo de temas recuerdo un “chiste”

que decía algo como lo siguiente:

…Cuando Dios creó el mundo decía: -a México le voy a dar biodiversidad,

costas, petróleo, tierras fértiles, buenos climas… Entonces un ángel le

comentó: -Pero Padre, es demasiado en un solo lugar, eso no es justo para el

resto del mundo- a lo que Dios contestó: -Tienes razón, pero a México le daré

mexicanos y con eso ya nada de lo anterior servirá de mucho…

Suena degenerativo para uno mismo como mexicano, pero ciertamente nos

encontramos en “el país que todo se puede”, “el país de las maravillas”, el

país en el que vale más tener un amigo con un muy buen puesto, que tener

la disposición y la capacidad de realizar un trabajo con pasión y dedicación.

Estamos en un país en el que rápidamente podríamos salir adelante todos y

estar colocados en un mejor nivel socioeconómico, claro, si los “altos

mandos” se dedicaran a trabajar y no a pagarle a otros para que hagan su

trabajo lo que, evidentemente, resulta mucho más caro para el país, porque

ni si quiera sugiere un gasto para ellos sino más bien un gasto para el erario

público.

Denisse habla del gran error existente dentro del sistema educativo

mexicano, lo que después se vuelve un problema en el sistema social y que

al final de todo cae dentro de un círculo vicioso que solo representará un

obstáculo que nosotros mismos nos estamos poniendo desde un principio y

que va en contra de lo que cualquiera de nosotros soñamos para nuestra

vida. Para mí, la clave está en el sistema educativo, en la inversión que se

tenga en él, pues ya lo dijo Pitágoras: “Educad a los niños y no será

necesario castigar a los hombres”.