DE TELÉGRAFOS. -...

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Núm. 4. AÑO Vni.—15 de Fefcrero de 1868. Í.33. ¿S* REVISTA. •••:..;.: DE TELÉGRAFOS. PRECIOS DE SUSCRIC1ON. En España y Portugal 6 rs. a! mes. En el Extranjero y Ultramar 8 rs. id. . PUNTOS DE SUSCRI01ON. En Madrid., en la Redacción y Administración, calle de la Aduana, núm. 8, cuarto 3." En Provincias, 8n las estaciones telegráficas. Constantes en nuestro deseo de mejorar en cuanto sea posible la publicación de nuestra REVISTA, correspondiendo así á las señaladas pruebas de benevolencia de sus abonados, comenzamos con este número la inserción de una serie de artículos sobre el montaje de estaciones. Este trabajo, que juzgamos de marcado interés, exige el grabado de mu- chas láminas, y como consecuencia da ello, sacrificios para el periódico que acepta gus- toso, en aras del vivo deseo que le anima de alcanzar la estimación de todas las personas entendidas en telegrafía. Faltaríamos tam- bién á uñ deber de gratitud si no consigná- semos nuestro agradecimiento á este nuestro amigo y compañero el Sr. Cappa, autor de este trabajo y otros varios que ya han visto la luz pública. MONTAJE DE ESTACIONES. La distribución de; los aparatos telegráficos y sus accesorios constituyendo tina estación no exige grandes conocimientos, poro siií embargo, no es tan sencilla como parece á primera vista. Sin contar la manera material de ligar unas á otras las diferentes partes que forman una mesa de aparatos y de que hablaremos oportunamente, es por sí (legran utilidad: 1.° saber á primera vista el destino de cada conductor; 2.° conocer el juego de los conmutadores, y 3." la rápida investiga- ción de cualquier avería. ¿Le basta al tele- grafista la práctica de la manipulación? Inútil es contestar á esta pregunta; por más que no se exijan á esta clase extensos cono- cimientos acerca de la física y mecánica es indudable que al menos les es de suma ne- cesidad el completo estudio de su aparato y la disposición de una estación; á esto objolo contribuiría notablemente la uniformidad, es decir que las estaciones destinadas ¡i pres- tar un mismo servicio estuviesen dispuestas en la misma forma, cuestión de mucha im- portancia á mi ver y que ppdria obtenerse á muy poca costa. Claro está, que entre las mil disposiciones qué sé dan á Jos aparatos sobre la mesa, alguna ha de presentar vsfin- :sté; pues, es nuestro

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Núm. 4. AÑO Vni.—15 de Fefcrero de 1868. Í.33. ¿S*

R E V I S T A . •••:..;.:

DE TELÉGRAFOS.PRECIOS DE SUSCRIC1ON.

En España y Portugal 6 rs. a! mes.En el Extranjero y Ultramar 8 rs. id. .

PUNTOS DE SUSCRI01ON.

En Madrid., en la Redacción y Administración, callede la Aduana, núm. 8, cuarto 3."

En Provincias, 8n las estaciones telegráficas.

Constantes en nuestro deseo de mejorar encuanto sea posible la publicación de nuestraREVISTA, correspondiendo así á las señaladaspruebas de benevolencia de sus abonados,comenzamos con este número la inserción deuna serie de artículos sobre el montaje deestaciones. Este trabajo, que juzgamos demarcado interés, exige el grabado de mu-chas láminas, y como consecuencia da ello,sacrificios para el periódico que acepta gus-toso, en aras del vivo deseo que le anima dealcanzar la estimación de todas las personasentendidas en telegrafía. Faltaríamos tam-bién á uñ deber de gratitud si no consigná-semos nuestro agradecimiento á este nuestroamigo y compañero el Sr. Cappa, autor deeste trabajo y otros varios que ya han vistola luz pública.

MONTAJE DE ESTACIONES.

La distribución de; los aparatos telegráficosy sus accesorios constituyendo tina estación

no exige grandes conocimientos, poro siiíembargo, no es tan sencilla como parece áprimera vista. Sin contar la manera materialde ligar unas á otras las diferentes partesque forman una mesa de aparatos y de quehablaremos oportunamente, es por sí (legranutilidad: 1.° saber á primera vista el destinode cada conductor; 2.° conocer el juego delos conmutadores, y 3." la rápida investiga-ción de cualquier avería. ¿Le basta al tele-grafista la práctica de la manipulación?Inútil es contestar á esta pregunta; por másque no se exijan á esta clase extensos cono-cimientos acerca de la física y mecánica esindudable que al menos les es de suma ne-cesidad el completo estudio de su aparato yla disposición de una estación; á esto objolocontribuiría notablemente la uniformidad,es decir que las estaciones destinadas ¡i pres-tar un mismo servicio estuviesen dispuestasen la misma forma, cuestión de mucha im-portancia á mi ver y que ppdria obtenerse ámuy poca costa. Claro está, que entre lasmil disposiciones qué sé dan á Jos aparatossobre la mesa, alguna ha de presentar vsfin-

:sté; pues, es nuestro

y. ;'•> \

sfílobjeto, -elegir una disposición i la vez corno-:¡'4ída, clara y permanente, procurando estas4,»condiciones conla<economíaposible.

í ' : 7 ; : ESTACIÓN EXTREMA.

Una estación sencilla de esta ola%8B§e|-sita los aparatos siguientes: paraiéydé, ¡falrvanóme tro, manipulador, receptor y con-mutador depila..Estos aparatos se disponen generalmente

? sqMe ,una^me.sa|É>aj|i¡zada de negra, d cuyoi- táblgcoíse^é ojbi|irj. de.hule cop! oéjetój de;{ -ejifir qaéiseSbnbá§Hi stas mancj|is:de Jiii-¡ ta;, etp., las dimensiones más propias sonJ 4vm50 de largo y 0, m,80 de anchura. El

receptar se dispone casi en el centro de lalongitud del tablero, de forma que entre ély la arista anterior: de la mesa quede unadistancia de, 30 centímetros, suficiente paracolocar una cartera y. la hoja en que se escribeel despaoho. El • manipulador y los demásaccesorios, en la disposición que manifiest;.el;dibujo, cuidando de orientar el ¡/alvanó-niett'fi,, 63 iepjr,,,.qje;,,?^, .e.st;a.dg1,d i,:repos<3¡

iLainarciia dala oprríente en esta, estaciónOS la,más senoilla.de todas: una vez salvada¡a distíincia qoe media entre las dos estacio-nas, átravés del conductor de línea, la cor-riente llega al botón de la dqrgol a.en el.j»<f-í>;«j:<{ gí j.-.p.»». Jo; oual,r^oibe ;el,flomljre., ele,^f§QM,:4ler,líneq;.de.este.boton pasa por lasÍamun(ipaoifiries,:.|nteriflr|js,..al. botpn de5lai?g;\iípr4§,, liamaxta ág,aparato, desde elcu<al.rflar,cha á tpayés del. conductor,tendiclosobre la .mesa, al 'i/típMUónmtro, recorre elil,9;dol carrek/mulíxplifiador, llega, ai, fotón-,

':: ifóilinm, dpi manipulador, marcado en ej•:* ||||ijp,c,ptt la inici»}, L. De gste, y por m.e-'{|i4(fe;i|,poai.unicacipn;nmtáli:Qíj infriar pasa,* |li:|aJ||B,ea,j qjie en,estado4e reposa,le dejaf§^jí^^^:bo0í4fiapár^q r6n|esentaili}Jn^^dj^de eLejjaí por, un. epn^uptórpfiícj^í^¡bót^,deiíf,ipa^B\ íéceptor, r|cor,i;e,lps,caj?re||s dej^aparatoj ¡prpil uetgnclo.la. ínjarttapiofi

j4eLihif^r^,y,J^|i^|p¿ip^jp,ertó|ipa,¡dp; í§if§f

el cual un nuevo conductor la dirige al suelo.Tal es la marcha de las corrientes recibiendo.

En la trasmisión, la corriente parte delpolo positivo de la pila, y de este llega porel conductor correspondiente á uno de los tresbotones del conmutador circular, sobre elcual es|ará previamente apoyada la mani-vela, y desde el cual llega al botón p delmanipulador. Al trasmitir, este bolón comu-nica con la palanca por la cual pasa la cor-riente y sale al botón L, después al t/alva,,-nómelro, al botón de la izquierda en el pa-rara yo y por las comunicaciones interioresal botón de la derecha, desde cuyo punto sedirige á través del conductor de linea.

El conmutador de pila puede suprimirse,mando solo se comunica con una estación

única, pero en hilos escalonados, en quehay que estar en relación con varias esta-ciones situadas á distancias variables, es delompleta necesidad, emplear para cada una'le ellas un número de elementos de pila,en relación á su distancia, exponiéndose delo contrario á destruir los receptores y ámandar corrientes insuficientes.

Con frecuencia se observa, que bien porel estado de las líneas, o" por otras causas,las corrientes no llegan á la estación cpnfuerza suficiente á mover la palanca del apa-rato; en este caso seria de gran utilidad in-terponer en el circuito una aguja A, que enrazón i. su sensibilidad, permitiría tomar ála yista' las observaciones de la otra estaciónal menos en la parte necesaria para el reme-dio de una avería. La disposición de estaaguja está marcada en línea de puntes, enel dibujo, indicando, de este, modo que solqes un' aparato suplementario, pero no deabsoluta necesidad.

TRASMISIÓN SIMULTÁNEA DE DOS DESPACHOSPOR UN MISMO HILO. •

Se ha da,ej<?,el n.omhre de. telegrafía dobleá la trasmisión simultánea de dos despachospor un mismo hila. J31 estudio ,dp, este partedé l a telegrafía es muy, i m p é r t a t e j a p l a

ciencia, y muy instructiva por las ingenio-sas investigaciones que han conducido á 1resolución dol problema.

Como la trasmisión simultánea de dodespachos por un mismo hilo puede haceraen igual sentido y en sentido opuesto, puediconsiderarse de dos maneras la telegrafía doble, que se distinguen con las denominadonesde telegrafía doble propiamente dickafjde telegrafía doble con trasmisión de sentidc

Parece natural, para la telegrafía dobltde sentido opuesto, disponer en los dos extre-mos de la línea dos pilas de igual fuerza, cu-yos polos del mismo nombre comuniquen conel hilo y envíen á la línea comentes de sen-tido contrario. Sin embargo, como se tuvoocasión de observar quo cada vez que los cir-cuitos de dos pilas se encontraban cerradossiguiendo opuesto sentido por un.misnio lulo,se anulaban las corrientes, se creyd irrealízablo la telegrafía doblo.

El hecho de l,t coexistencia do muchasondas luminosas ó sonoras simultaneas, lasnumerosas relaciones existentes entro la elec-tricidad, la luz y el sonido, y sobro todo elhaberse notado que, en una estación telegrá-fica de muchas líneas, un solo hilo de tierracomún á todos los hilos de la línea basta paraconducir á través dol suelo, hasta su puntogenerador, las diferentes corrientes, y permi-te excluir toda idea de mezclas d fusión dedichas corrientes, produjeron en el doctorGintl, Director entonces de telégrafos austría-cos, el convencimiento deque en un conduc-tor podían propagarse aisla lamente dos cor-rientes sin turbarse ni alterarse, y que, porconsiguiente, la telegrafía doble era realiza-?ble. Esfa opiniqn, que el dootorGintl trato" deconfirmar con diferentes experimentos, (véan-se las Actas de las sesiones de la Aeaditmade ciencias de Viena, tomo XIV, pág, 401; elMurió 4s la Union de los ingenieros ans-(riacoS) 1855, pág. 136; el periódico Fe-legnpié^o^em,, atto 2.°, pág. 202; el Dia-rio defísieay /mfttepiátlcas, aüo 1.', pági-na 101; el Diario, oliUcnico de Dinfflef,tgg»o CXXXVUI, pág; 80), fijé vivamente.

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cuito son completamentelíiÉlpi^llll^í^fsus resultados. . • .,• ,., , \ ',t

Sin embargo, i, pesar de unaísé.rie da-fe-liees ensayos hechos en; grande encaja;; ^0r

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fey#Má|;fl«:M; ^egra%i4o|J¿;.spii5mJT.

impo;s|4 |||mi|5,¿én .$M^$MMá^ty$&/

36No puede, pues, utilizarse este método hastahaber encontrado el medio de combinar losdos sistemas de telegrafía doble.

Si consideramos la telegrafía doble bajoel punto de vista económico, vemos que losgastos son más considerables que con el sis-tema sencillo. Necesítanse, en efecto, dos te-legrafistas para servir un mismo hilo, encar-gado uno de-la trasmisión y otro déla recep-ción. Estos dos telegrafistas pierden mástiempo que si estuviesen encargados en dife-rentes líneas.

Por otra parle, la economía que resulta dela supresión de un hilo de línea queda anu-lada por los gastos ocasionados por el costode adquisición y entretenimiento de. aparatosmás complicados y numerosos que en el ser-vioio sencillo Los aparatos de telegrafía dobleestán también más sujetos que los otros á lasinfluencias de corrientes inducidas IÍ esta-ñas, (véase Tratado de ¿as aplicaciones dela electricidad, Glooíenor, París y Luja,.1861, pág\ 189), do lo que resultan averias yperturbaciones. En la telegrafía doble la ave-ría de un solo lulo paraliza casi tanto el ser-vicio como la interrupción de dos conductoresen la telegrafía sencilla.

151 sistema de comunicaciones que debenestablecerse para la telegrafía doblo, no exigeaparato especial. Si en la descripción de losaparatos de cuadrante, dolos aparatos quí-micos, tipográficos, afectos al servicio de ladoble trasmisión, se nota alguna.difefenciade detalle con el modo de instalación de latelegrafía doble con los aparatos Morse, lascomunicaciones esenciales son siempre lasmismas.

Digamos algunas palabras del principioy de' los sistemas-tipos de la telegrafía do-ble. No basta, en telegrafía doblo, que lascomunicaciones estén establecidas como enel sistema ordinario, de modo que en el mo-mento, de la trasmisión, es decir, de la emi-sión de corriente por medio del manipulador,quede el receptor aislado de la línea, paraevitar que dicho receptor repita los despa-Ohoá trasmitidos d dé lagar á errores 6 des-arreglos; sino qué es esencial que las cor-

rientes puedan producirse por la influenciade la corriente do llegada, sin que el receptorobedezca á la acción de las corrientes de par-tida.

Un método particular, pero que no per-tenece á la telegrafía doble, permite trasmi-tir dos despachos por el mismo hilo, utili-zando, pura expedir otro despacho, los inter-valos de tiempo que separan las señales dela primera trasmisión, durante los cuales nohay corriente en la línea. Sistemas de estaclase fueron, propuestos en 1851, pero norecibieron ninguna aplicación práctica. Enla telegrafía doble no hay pérdida alguna detiempo que provenga de dependencia entrelas dos trasoiisiones; las corrientes- circulansimultáneamente por el conductor. Al doctorGintl se debe la primera solución (Juliodo 1853) de la telegrafía doble, con trasmi-sión de sentido inverso. El receptor de la es-tación de partida se hallaba libre de la ac-ción de la corriente de trasmisión que ema-nase de la misma estación por medio de lacontra-corriente de una segunda pila. Nys-trom (Diciembre del855), ZurrNedden (line-ro de 1855) presentaron análogas soluciones.Frischen (Marzo de 1854), Siemens y Halske(Setiembre de 1854), Edlund (Marzo'de 1854)y Morón (1863) trataron de conseguir elmismo resultado por medio de una deriva-ción de la corriente de línea. Con el mismoobjeto también, empleo" Kohl (1862) dos re-levadores, Schreder (1862) hizo uso de Unresorte y Frischen (1863) propuso dos pilas.

La primera solución de la telegrafía doblepropiamente dicha, se debe también al doctorGinll, que depositó el 19 de Julio de 1853,en la Academia de ciencias de Viena, un.pliego cerrado que contenia la descripción desu método, y del que no se ha hecho men-ción después, 7'elei/rap/ien-vertm, II, 219;/ / / , 55). En el mismo aíio propusieron Starkey Siemens el uso de tres corrientes del mismosentido y de diferente intensidad.

Kn octubre de 1855, comunico' el doctorBernstein. á la redacción del Tekgraphen-ver&in la descripción de un sistema que,modificado después, fue ensayado en la esta-

clon central de Berlín y dio buenos resulta-dos. Con este sistema se podían tambiénutilizar los dos medios de telegrafía doble.Bosscha (Octubre de 1855), Kramer (Febrerode 1856), Schreder (1860) utilizaron cor-rientes de sentido opuesto.

En estos métodos el receptor comunicade diferentes modos con el circuito; la diver-sidad de comunicaciones es lo que constitu-ye la diferencia característica de los sis-temas.

DocroB ZETZSCHE.

(Tratado de aparatos impresores yatítográficos y de la telegrafía doble.)

Dejando i su autor la responsabilidad de derlasconsideraciones, inseríamos á continuación un ar-tículo sobre la telegrafía privada, debido i la plu-ma del díré.;tor del Cosmos, y que creemos leeráncon gusto nuestros lectores.

DE UNO A OTBO LADO DEL ESTRECHO.

Está averiguado en el continente europeo, que,los más imperioso-smotivos de orden público se opo-nen absolutamente al uso de telégrafos privados.Ningún gobiei no respondería del día de mañana,si los particulares, que se comunican por medio delcorreo, pudieran cambiar entro sí despachos íele-grálicos por medio de un hil > que á ell >s solos per-teneciera y que pusiese sus residencias en comuni-cación instantánea.

Yo no sé cómo están hechos los ingleses; perolo que es subversivo á este lado de la Mancha notiene inconveniente alguno al otro.

Allí, una compañía formada con ese objeto laCompama del Tetéi/ra/o privado, á la petición decuaiuui ra y mediante un precio de alquiler fijo,establece entre los puntos que este cualquiera le de-signa, un hilo déla longitud pedida, y á los extre-mos de la línea, en el salón, en el despacho, en latienda, en el tallerinstala el aparato necesario parala recepción y trasmisión de despachos.

De modo que, todo abonado tiene su hilo parti-cular- qtoe solo él puede usar y que hace hablarcuando le parece oportuno para decir lo que quiereá quien Se le antoja, sin formalidad, sin vigilancia,sin intervención, sin confidentes, sin testigos, sintiempo perdido, sin vejación, sentado á. su aparatocomo nos sentamos nosotros á nuestro bufete yma-

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niobrando con el manipulador como nosotros conla pluma. •

El ciudadano quo veranea corresponde así des-de su casa de campo con su casa en la ciudad; dosamigos, dos colaboradores, separados por toda laextensión de la ciudad, se aproximan asi uno áotro; por este meilio cada casa central se pone encambio permanente de datos y noticias con sus su-cursales.

Eslo se hace en Londres y en o!ra3 muchas ciu-dades de la Gran Bretaña; esto sa hace en Man-chesler, en Liverpool, en Glasgow, etc., porqueas ciudades industriosas del Norte son las que,gracias á sil iniciativa habitual, han tenido las pri-micias do esta magnífica innovación; esto se hacede barrio á barrio, de la ciudad á los arrabales, deciudad á ciudad.

Kl Banco de Weslminster comunica a-i con lo-dos los establecimientos que de él dependen, y losJemas bancos se apresuran A seguir su ejemplo.Y aun más |cosa increiblel se permite quo la Agen-cia Renler vierta por este canal sus noticias, ver-daderas ó falsas, sobre la mesa da redacción de losperiódicos. '

Esta tolerancia, que constituirla en todas lasdemás parles una inexcusable imprudencia, no esen Albion sino justo homenaje tributado á la ilus-tración del indígena, tan particular es ¡a pasta de(pie está heeho John BuIL Bien pronto tendrá élUntos telégrafos, como nosotros timbres y campa-nillas, que se han reconocido que no ofrecen peli-gro en manos menos Capaces do libertad. ¡Ahí cuanurgiilloso debe estarse de ser inglés al considerar eltelégrafo privado; porque sucede con el telégrafoprivado lo que con las armas de fuego, que no soconfian á los niños.

Voy á exponer como se obtienen estos magnífi-cos resultados, y bien sea que el lector espere quenos hagamos dignos con el tiempo de las ventajasque disfrutan los hijo-i do Albiou, ó bien que losconsidere como el privilegio de nna-especie supe-rior, á cuya posesión nunca podamos aspirar nos-otros como no sea en alguna de nuestras futurasIrasformaeiones aquí abajo, ó allá arriba, en unoy olro caso, creo que no carecerá de interés unacorta indicación del telégrafo privado.

E! telégrafo, era coja augusta y peligrosa, nopodia convertirse en utensilio de casa sino á condi-ción'de simplificarse; no podía ofrecerse á todo elmundo el telégrafo do las grandes líneas cuyo usorequiere un aprendizaje. Por otra,parte,, la idea deproporcionar ua hilo particular á todo ciudadano

(¡awqaefia y podía permitirse ese lujo ó comodi-dad no se presentaba á primera vista, como de muyfácil realización; basta se llegó á declararlo impo-sible.

Uodaa • las dificultades técnicas fueron vencidaspor el ilustre físico Mr. Wheatstone; la Compañía¿el telégrafo; privado se encargó de vencer las deexplotación y ahora todo marcha perfectamente delmodo siguiente:

Kt manipulador tiene cierto parecido de formacon.an reloj. Su órgano más aparente es un cua-drante en el que están distribuidas las letras delalfabeto y las cifras atabes.

Llevando Cada uno de estos signos á una posi-ciOB'deíerlninada, lo que so verifica por medio deuna pequeña'palanca, cavia el operador á una cur-riente eléctrica que, al otro extremo de la linea,atrae «na aguja sobre la scflal correspondiente deun indicador. Con un poeo de costumbre, se llegana expedir 150 letras por minuto.

Se había dicho que el telégrafo privado seriaforzosamente de un uso muy limitado, porqueámé-flos de ooexponerse á conversar uno solo, seria ne-cesario mantener á los extremos de cada línea unapersona siempre dispuesta á contestar á la llamadadel instrumento. ¿.A, quién alegraba esta objeción?Alosquelaihaoian. Pero Mr. 'Wheatsloue puso'tér-mino a su satisfacción inventando un aparato queImprime los despachos en caracteres ordinarios so-bre-hojas de esta ¡io.

Ya no hay necesidad de un centinela junto alindicador para apoderarse del despacho al verlo; nohay que hacer más que coger el despacho y leerle,y!á':la verdad que Mr. Wheatstone no ha podido in-ventar un autómata que pueda hacer eso; iperohayaquí tantos electores y elegibles que no son capa-csa tampoco de hacerlo!- ' Hablemos ahora de los hilos.. ün centenar do hilos privados, reunidos en haz,

pera aislados cuidadosamente por una.onvoltura deoaulchouc, forman un cable. Los cables se cruzande modo que forman entre si triángulos equiláterosde nnós 500 metros de lado. Están sostenidos porpostes eolocados á 200 metros unos de otros Sobrelos tejados de las casas.

Encada intersección angular hay un poste deretención y registro para mantener la tensión ydardfrecoion & cada hilo particular, en el momento enque" sale del cable para ir 4 su destino. Examinan-do ano de estos postes se ven partir de él multituddo conductores qirt se dirigen á estaciones parti-

A pesar del gran número dehilos contenidos enun mismo cable, no hay dificultad alguna en ponerla mano sobre el que necesite reparaciones, porquelos postes que, comn hemos dicho, están á200me-tros unos de otros, están provistos de placas agu-jereadas con agujeros pequeños por los que pasacada hilo separado en aquel sitio del cable común.

Como estos agujeros están numerados, puede re-ducirse la corriente eléctrica, cuando hay que ha-cer averiguaciones sobre el estado de la línea, áuna longitud de 200 metros, en ciiyo trayecto &aele estar necesariamente comprendida laaveria quebaya de repararse.

Tales son los medios con que ha podido hacersedel telégrafo un instruníonlodoméstico.Itastaahora,en el continente solo los Jefes de los Estados comu-nican entre sí de ese modo. ¿Mereceremos que al-guna vez se nos trate en este punto como reyes ócomo ingleses? ¿O continuaremos siendo incapacesde usar lo que hemos sido capacesde crear, de ma-nera qu8 el sie vos non vobis sea la fórmula exactailo ID que es debido á ese estado de infancia que.constituye (se nos lo ha dicho bastante para que nopodamos ignorarlo) el rasgo dominante del carác-ter francés?

VÍCTOR MEUNIER.

GEOLOGÍA COMPARADA;

ESTUDIO SOBRE LOS METEOROMTOS.{Continuación.)

Constitución química de los meteoritos.

Ya hemos visto en los numeroros análisis quí-micos que hemos presentado en los,artículos ante-riores que los meteoritos contienen gran número docuerpos simples. Conviene, para llegará descubrirdespués, si es posible, el origen y modo de forma-ción de estas interesantes rocas, hacer una lisia delos elementos que contienen.

Revisaremos los cuerpos simples de que se tratasiguiendo, como.es natural, si orden adoptado enla clasificación química habitual.

I. Oxígeno.—En todos los meteoritos^ exceptolos hierros propiamente dichos. , .

II. Hidrógeno.—Unas veces condensadp senci-llamente, como en. el hierro de Leuar.to, según eltrabajo del Si'. Th... Graban; otras Combinado yaen forma de agua, ya en estado de sales amoniaca-les en los meteorilos carbonosos.

III. Aeoe.—Descubierto prinaeramenteíporBeE-zelius en el meteorito de Alais y encontrado después

en los demás meteoritos carbonosos donde existe eoestado de amoniaco. El Sr. Boussingautt ha demos-trado la existencia del ázoe en el hierro meteoricode Leuarto donde entra quizás en la constituciónde un azotara.

IV. Azufre.—Existe un estado de sulfuro dehierro en la mayor parte de los hierros meteórieos.SB le encuentra en ciertas piedras on estado desul-furo de nkfuel; existe en estado de sulfalo en losmeteoritosearbonosos; porúltinio,los Sres. Woehlesy de Haidin'ger lo señalan en estado libreen la pie-dra do Cold Bokkeweld.

V. Selenío. Se encuentra, según John, en elhierro dé Bitburg.

VI. Cloro..—-Existe en muchos hierros en esta-do de cloruro. Según mía comunicación verbal de]Sr. Maskelyne, conservador del British Museum,basta horadar el hierro de Cambrorpe (Australia)para ver salir un líquido verde que no es sino pro-tocloruro de hiwro. Faekson ha eneonlrado 1,4-80por 100 de cloro en el hierro de Crámborne, Cier-tos meteoritos, y especialmente las piedras carbo-nosas contienen cloruros alcalinos, y clorhidrato deanjoniaco.

VII. Fluor.—La presencia del flúor es dudosa.Parece indicada por la presencia de la apatita se-ñalada en la piedra de Juvinas por Ramraelsberg,y en los meteoritos de Liltle, Piney y Forsyth, porShepard.

VIH. Fósforo.—En la mayor parte de los hier-ros meteórieos existe un fosfuro doble de hierro yníqu»l. Aun no está bien determinada la presenciade los fosfatos.

IX. Arsénico.—Los Sres. Fischer y Duflos hanencontrado este metaloide en el hierro de Braunau.El peridotdel hierro de Atacama contiene tambiénarsénico; Barcells le ba encontrado en el meteoritode Nuiles. Muy fácil nos seria prolongar machomás esta enumeración.- X. Carbono.—Existe libre en estado amorfo

en los Meteoritos carbonosos; en formado grafito enmuchos hierros. Se cree que furma también ea'r-baros metálicos. Forma ácido carbónico que da lu-gar, por ejemplo, 4 la breuncrita de la piedra deOrgueil. Por último, entra tambied en los meteori-tos carbonosos, como elemento constituyente do

s orgánicos.XI. Silicio.—Es uno do los cuerpos más abun

dantas en los meteorolifos pétreos cuya base estformada, como es sabido, por ,una,mezcla de diferentes silicatos. .,' .••'.. ' . •.

XII. Potasio.—«ExEstetóinHisb.o&meteoritos,. ya

in estado de sulfato, ya en, el descloruro, yaen 8nde una manera que aun no es bien conocida y qui-zás lo sea sencillamente por isomoríismo en los sili-;atos de magnesia.

XIII. Sodio Se encuentra en lasmismas con-diciones que el potasio.

XIV. Litio.—Se ha visloen muchas piedras porprocedimientos expedroeóspieos, Bunsen lo ha en«contrado también en la piedra de Juvinas y eBílaide Parnallee. Engelbach le seBala on el meteoritode Cold Bokkeweld. Por últimq, existe en la piedrade Odeu. #

XV. Estroncio.—Por medio del análisis espec-tral encontró también Engelbach elestronoio.ea,lapiedra de Cold Bokkeweld. i ¡

XVI. Calcio:—Existe en muchos silicatos me-teórieos; pero como elemento secundario. íaurenceSmith le encontró en el hierro de Newton Co, Ar-kansas.

XVII. Magnesio.—Representa un papel muyimportante'en la generalidad de los meteoritos pé-treos; existe también ya en estado de peridot, yáen,el dé peróxiny en muchos hierros.

XVIII. Aluminio.—Existe en algunos Berros;forma parte de muchas piedras, y representa-e] jjáipeí preponderante en los meteoritos Uamados.aí»-minosos, de los que los de Juvinas, Jonzacy Stan-neru representan los tipos mis caracterizados.

XIX. Glucio.—Dudoso. Ha sido señalado porVon Holger en el hierro meteorico de Bohumilitz;pero Berzelim niega su presencia..

XX. Manganeso.—Exfsle en algunos, hierros yen muchos meteoritos pétreos.

XXI. Hierro.—Es sin duda alguna el cuerpocuya presencia es más constante. Ningún meteoritoestá desprovisto de él: hay lugar para dudar quefalte en algunos en estado metálico.

XXII. Cromo.—-Aleado con ciertos hierros, en-tra en la composición de algunos silicatos. Formaen muchas piedras pequeños granos dé hierro cro-mado.

XXIII. Níquel.—Nunca falta, tomismo que elhierro á quien acompaña con notable constancia.Su papel, habitualmente secundario; es preponde-rante en el hierro de Octibbeba Co, según el aná-lisis de Taylor.

XXIV. Cobalto.—Acompaña coa mucha fre-cuencia al níquel, pero siempre en muy corta pro-porción. ' (Se continuará.)

, Nuestras Hwas recibirán m bceve uaa l» . i «aatable con el nuevo aislad» inveníadopor el. se/.

7

40;

flor Zapata que coma saben nuestros lectores ha si-do aprobado y subastado.

El 51 de Enero último se llevó á efecto la subas-ta anunciada para la adquisición de 40.000 aisla-dores de este sistema, habiéndose presentado enesta corte siete proposiciones por los tipos siguien-tes én escudos—1,500—1,440—1,500—1,205—1,(30-—1,090 y en Vitoria único punto donde hahabido lieitadores uno por 1,293 y otro por 0,998,cuya proposición, la más venlajosa'de todas, fuelecha'por D. Justó Montoya vecino de aquella ca-pital, á quien se ha adjudicado «fie servicio.

En la subasta se presentaron proposiciones porvarias1 casas extranjeras entre ellas una de D. N.Schomburg, fabricante do porcelanas de Berlín áquien fue adjudicado provisionalmente.

M. Worlhley, presidente de la Atlantic Tele-graph Gompany, dijo en la última Asamblea gene-ral de accionistas que, segim roptUiuVis observacio-nes, cuánta mayor era la profundidad a que oslabasumergido un cable, tanto mejor funcionaba este,y que un cabio sumergido ¿4,800 metros de pro-fundidad ofrece mucha más seguridad que las líneasterrestres.' Al terminar su discurso declaró qué no Había

q iie teñiéí tohcurrencia importante ninguna, y que& pesar (Je las garantías ofrecidas por el gobiernofrancas, ninguna compañía se ha constituido aunpara unir directamente A Francia con los Estados-Unidos.

Él Journal des Telegraphes cree ([lia los conce-sionarios do la linea proyectada entre lirest y Nue-va-York no tardarán en desmentir1 la última aser-ción del honorable presidente de ln Atlantic Tele-grapli CtHnpmy.

Con los dos hilos establecidos enlre Terranovay la Nueva Escocia, para ti servicio de cada unode los dos cables que atraviesan el Atlínlion, losproductos de la línea trasatlántica llegan á 100.000reales pof dia; trasmllense por el cable de 15 a 20palabras por minuto, en vez de las 15 que primiti-vamente so habían calculado.

«Los trabajos de esta línea establecida para servirá. la mala de las Indias se impulsan con la mayoractividad, líl hilo que lá constituye pertenece ex-clusivamente al gobierno inglés; á este "hilo seunirá pronto otro destinado al servicio interior deItalia.»

El padre Deuza ha dirigido á la Academia deciencias de París una Memoria sobre el valor dela electricidad y del ozono, según los experimentosbecbos en JIonealisli en tiempo de cólera. De estosha deducido:

1." Que la electricidad falló enteramente, óapenas se hizo sensible, desdi el 25 de Agosto bas-ta el 6 de Setiembre (dias en los que ul cólera hizomás estragos en Turin). Después de esta época, tomóuna marcha regular, aumentando la electricidad áconsecuencia, sin du.la, de las tormentas que seexperimentaron en aquellos dias.

2." Que el ozono disminuyó también desde el 28de Mayo, si bien de una manera menos sensible ymis incierla, nj elevándose de nuevo hasta la se-gunda década de Setiembre, según resulta de lasobservaciones hechas durante estos dias.

'En el Giwnale diiVapoli encontramos nuevosdetalles sobre la extraña concesión hecha por elgobierno italiano á una compañía inglesa. Estacompañía ha obtenido privilegio exclusivo para eluso durante So anos de un hilo telegráfico que atra-viese en toda su extensión el territorio italiano.

El gobierno inglés ha establecido en todo elReino-Unido un servicio de telegrafía meteorológi-ca, calcado sobre el sistema francés. La sociedadreal do Londres ha nombrado un comité que vigilala redacción de los despachos, con arreglo á los do-cumentos que llegan á la dirección de comercio(Bjardof traite). Este comité trasmite franco i lospuei tos ó estaciones de pesca que tienen estacióntelegráfica el anuncio de los cambios atmosféricosque se señalan en las. costas ó en las cercanías delpaís. Estos despachos se hacen públicos por mediodo las seflalos del almirante l'ilz-iíoy, y á no ha-ber orden en contrario, permanecen visibles en las56 horas posteriores á la recepción de los telé-gramas.

A este fin han principiado 4 funcionar desde 1.°de Euero cinco grandes observatorios, enFalmoulh,Kesr, Stonghurst, Arniag y Glasgow. Estos esta-blecimientos se aumentarán hasta siete en el próxi-mo mes de Marzo;

MINISTERIO DE LA GOBERNACIÓN. .

REAL ORDEN.

limo. Sr,: En vista de la demanda presentadacontra la líeal orden do 17 de Abril, úliimo, refe-rente á los pases de circulación expedidos por ese

centro directivo á favor de los empleados del cuerpode Telégrafos, para viajar por las vias férreas dela compañía de Zaragoza á Pamplona y Barcelonala Sección de lo Contencioso del Consejo de Estadoha informado lo siguiente:

«Eicmo. Sr.: Esta Sección ha examinado la de-manda de que se acompafia copia, presentada enla Secretaria general del Consejo en 14 de Octubreúltimo por el Ur. D. Ricardo Alzugaray, en nom-bro de la compaüía de lo* ferro-carriles de Zara-goza á Pamplona y Barcelona, reclamando por lavia contencioso -administrativa contra la Real ordendictada por el Ministerio del digno cargo de V. E.en 17 de Abril inmediato anterior, relativo á lospases de circulación expedidos por la Dirección general de Telégrafos á favor de los empleados delramo.

Resulta de los antecedentes, que adjuntos Sede-vuelven, que á consecuencia de instancias de lascompañías concesionarias de ferro-carriles en ex-plotación, en las que después do indicar qne la Di-rección general de Telégrafos se arrogaba faculta-dos que no tenía al expedir pases de circulación,solicitan que, respecto del cuerpo de Telégrafos, sehaga lo dispuesto para el de Caminos en 2 de No-viembre de 1865, se dictó la Rijal orden da 15 d.1.Junio de 1865, por la que se mandó circular á la:empresas las disposiciones siguientes:

1.a La Dirección general de Telégrafos oxpe-dlri anualmente á los Inspectores Jefes de los dis-tritos, al Secretario y i lus Inspectores generalesun billete de libre circulación en toda clase de tre-nes y coches, expidiéndoselo al Director general elVicepresidente de la Junla superior facultativa.

2." Tendida derecho á pase oficial de libre cir-culación :

Primero. Los Subinspectores Jefes de las sec-ciones para dentro.del trayecto de las mismas.

Segundo. Los Capataces para sus trayectos ylos dos colaterales,' Tercero. Los Celadores encargados de la vigi-lancia de las líneas.

Cuarto. Los funcionarios nombrados en comi-sión, sean cualesquiera sus categorías, cuando parael desempeño de aquellas tengan que atravesar unoó más trayectos situados en via férrea; entendién-dose como comisión del servicio las traslaciones deun punto á otro.

5.* Lospáses de los funcionarios comprendidosen las tres primeras categorías se expedirán porlos Inspectores del distrito, á que correspondan: para

firmado por el Director general del cuerpo, 6 porlos Inspectores de disfrito para los funcionarios 4sus inmediatas órdenes; debiendo en uno y otrocaso consignarse en dicho pase: Comisionado por laDirección general, y en las traslaciones: por con-veniencia del servicio.

4.a Los funcionarios comprendidos en üas tresprimeras categorías no podrán viajar más allá delos limiles que sus funciones les marquen dentro dela demarcación. . .

5." Los Inspectores de distrito podrán expedirtambién pases de circulación para dentro del mis-mo distrito á los Ingenieros y Auxiliares á sus ór-denes, así como á cualquiera otro individuo del dis-Irito cuando lo crean conveniente para asuntos delservicio, dando cuenta previamente á la empresa.

6." Los Inspectores participarán á la empresa óempresas que corresponda la expedición da todopase el (lia mismo en que se verifique.

7." A petición de la Direciion general de Telé-grafos, las compañías remitirán á la misma, y ilos dislrítos que en dicha petición se les señale, unnúmero determinado de pases en blanco, que se lesdesignará, impresos y contrasenados de la maneraqué las mismas compañías juzguen conveniente, conel lin de que se entregue á cada empleado el quele corresponda , y quede algún pasa sobrante paralos que nuevamente sea necesario expedir.

8.* Los Inspectores cuidarán de recojcr, inuti-lizar y devolver á las empresas los pases que que-den sin efecto por fallecimiento, traslaciob ó sepa-ración del respectivo empleado, asi como de do-volver también á fin de cada año los pases que enblanco resulten sobrantes y los que caduquoo porhaberse renovado.

).' Los pases oficiales se renovarán el dia 1."de Enero de cada año, y las Inspecciones llevaránun registro especial de pases expedidos oon nume-ración rigorosa, y en el que conste categoría ynombre del funcionario en cuyo favor se expide, asícomo el objeto de su expedición.

10. Luego que un empleado cese en Sil deslinopor cualquier, causa, ó sea trasladado, entregará alJefe respectivo el pase personal, el cual será inuti-lizado y deviiello por dicho Jefe a la compañía.

11. Aunque no es de temer el menor abuso, so•ecomienda A los Jefes autorizados para expedir lospases la mayor circunspección, en esta parte delservicio, que cuidarán de cumplir por .sí. mismos.

.12. La Dirección general de Telégrafos daráconocimiento á cada compañía .del personal quoconstituya las Snbinspecciones,telegráficas encía-

vadas e» sos lííeas en 1." de Enero de cada asno,haciéndolo desde' luego por esla vez tan pronto co-mo se circulen estas disposiciones, para que los pa-ses se extiendan con sujeción a lo que en la relaciónse marea: y

13. Tienen derecho á viajar en coches de pri-mera oíase todos los Jefes é Ingenieros del cuerpofacultativo, Auxiliares mayores, primorosy segun-dos; en coches de segunda clase los Auxiliares ter-ceros, Telegrafistas y Escribientes, y en terceraclase los- Capataces, Celadores, Conserjes y Orde-nanzas.

Que con motivo de no haber querido reconocerlos pases do circulación expedidos por la Direccióngeneral de Telégrafos A favor de lus individuos delcuerpo, y de haber pedido por otra parte la com-pañía demandante á ese Ministerio en 27 de Seliem-bre del 86S y 4 de Abril del présenle ailo la dero-gación gubernativa de la oxpresada Real orden dela de Junio de 1863, bajo el concepto de que estadisposición infringe las condiciones especiales do suconcesión, se instruyó el oportuno expediente, que(lió por resultado que se expidiera, de acuerdo conlo propuesto por la Dirección general del ramo yJunta superior facultativa, la Iteal orden circularimpugnada por la demanda, que estableció.'

Ü.° Queja empresa del ferro-carril de Barcelo-na a. Zaragoza reconozca los pases de circulaciónexpedidos pm\ la Dirección general do Telégrafosfavor de los empleados del ramo.

2.° Que tienen derecho & la franquicia concedi-da por la ley general do ferro-carriles lodos los em-pleados comprendidos en la Real orden citada de15 do Junio de 1863, pudiendo transitar en cual-quior clase de trenes lo? encargados de. la vigilan-cia y reparación de las lineas cuando lo orean con-veniente para el servicio.

3." Que la Dirección general de Telégrafos seala única pue expida los pases en la forma y con laextensión que considere necesaria.

4.° Que quede en su fuerza y vigor la Real órden do la de Junio, reclamada en todo lo que noesté en contradicción con lo que so previene en lapresente disposición.

S.* Que los Gobernadores civiles cuiden de ha-cer cumplir esta resolución en todas sus partes á lasempresas de ferro-carriles de España, siempre quese reclame su auxilio por cualquiera do los emplea-dos del cuorpo de Telégrafos.

Que contra esta Real disposición so ha interpues-to la actual demanda, «n la que manifiesta la. com-

gido el art. 15 del pliego general de condiciones desn concesión, que establees el trasporte gratuitosolo para los empleados del telégrafo en el caso deque el Gobierno lenga establecido el servicio espe-cial , y en que la expendieron de billetes es un de-recho privativo que solo las compañías pueden ydeben ejercer, so pena de que se cometan innume-rables abusos.

La Sección, en virtud de lo expuesto:Vistu el art. 1 i del Real decreto de 20 de Junio

de 1858, que obliga á recurrir á la via contencio-sa como único medio legal de impugnar las Realesresoluciones que causen estado y se consideran grar-vosas.

Considerando que las medidas adoptadas en laReal orden que se impugna por la presente dtman*da, relativas á la obligación impuesta á la compañíarecurrente' de reconocer todos los pases de circula-ción expedidos por la Dirección general de Telégra-fos á favor de los empleados del ramo, son en esen-cia las mismas que se consignaron en la Real ordendo lSde Junio de 1865, que sin embargo de in-flingir también, á juicio de la compañía, las condi-ciones especiales de su concesión, no la reclamó enel tiempo y forma,establecida, aun cuando de suexpedición tuvo oportuno conocimiento adminis-trativo :

Considerando qne en este concepto, y sin entrara examinar la naturaleza é índole de las referidasReales órdenes, que siendo la de 17 de Abril ulti-mo en realidad una reproducción de la de 15 deJunio de 1865 en cuanto á imponer i la empresademandante la mencionada obligación (objeto fun-damental de la presente reclamación contenciosa),y estando dicha Real árdea de 15 de Junio consen-tida por la compañía en el hecho de no haberlacombatido en la via y términos legales, no puedehoy aspirar á que se abra el juicio sobre esla porhaber quedado ejecutoriada, ni sobre la ley de 17de Abril que forma con ella un todo indivisible;

La Sección, por íanlo, es de parecer que debede declararse la improcedencia de la actual de-manda.» •

Y habiendo resuelto S. M. la Reina (Q. D. G.)de acuerdo con el preinserto dictamen,, se lo parti-cipo á Y. I. de Real orden para su inteligencia yefectos consiguientes. Dios guarde a V. t muchosaños. Madrid 25 de Enero de 1868,— González

i-r-Señor. Director general de Telégrafos.

WGÍAC[#KB-AUXIMOSH&TKOS M TEtÉ&EAFOS-

"Sin perjuicio de dar cuenta én la próxima Juntageneral de la situación y estado d« la Asociacióndesde su reforma, como prescribe el Reglamento,la Comisión directiva, siempre deseosa de ta mayorpublicidad, cree conveniente á los intereses déla

- Asociación y a su* estabilidad hacer conocer, si biensumariamente, su estado en el trascurso de los seisprimeros meses, que es el siguiente:

RIESES.

AgostoSetiembre—Oct'ubce.. . .Noviembre...Diciembre....

CARGOmscmpciOHEs.

429434431433428431

ESCUDOS.

257,400260,400288,600289,800286,800288,600

1.53,1,600

Por donativo hecho í la Asociaeioo por losin»dividuos suscritos para dar media paga á los

• aííBQrnumeranos, como sobranta al terminarasta susoricion 104,616

TOTAL CAUGO , 1.746,248

DATA.

Por saldo de escritorio en la antiguaAsociación.. . , , . , r, 8,246

Por quebraoto de giro y sellos de cor-reo en la misma. 0,300

' Entregado á la viuda del asociado DonPedro Gaspar, poseedor que ora dela inscripción núm. 237 , , , . 200*006

TOTAL DATA. .• -2O8>546

Existencia 6 a ^n de Biciernbre último. 1.^3.7,700

Como se ve,y habiendo tenido la suerte de queen este espacio de tiempo solo haya fallecido, unasociado, el eslado de la Asociación no puede sermás placentero y próspero, y casi puede decirsequa se halla asegurada su estabilidad, que lo estaráde hecho, cuando en el fondo de \i Asociación hayatmaíxlsténcfa suficiente á ponerte a salvo de todas{as eventualidades qué puedan surgir, y que. laComisión' directiva reputa bastante sea «1 importede las cuestaciones c,«respQna¡enJe?.íáJí0do uq aflo:tínicamente le toea observar que la'existencia an-

43.tortor puede,n« ser totalmonie .exacta,, perquéenella ne halla embebido lo que, óbrala en poder de.los Jefes délas subinspecoiones, y esta suma puedavariar en alguna inscripción que fcaya.sln'o aban-donada por su poseedor.

Madrid 31 de Diciembre* 1867.-rBl Conta-dor, José. D6.vih.~V,° B.°—51 fecsidenie, PureaBfKO,

DISCURSO ÍRGSIIlfOlAD0 :PORMR.» R. GROVE.

(Conlinoacion.)

Por la experisncia nos vemos forzados qui-za de una maner.a indubitable á cree.r en la conti-nuidad como en uno de tantos efectos de los que a,nuestra vista tienen lugar; si uno de estos senospresenta como aqómalo, en seguida nos esforzamosen encontrar su causa después de haber .(lazado suhistoria y compulsado sus circunstancias, esto os;,tratamos de relacionarlo cpn fenómenos ya conocí-*dos; ¿deberemos, pues, desechar ta! línea de conduc-ta por lo qué hace al pasado? ¿Será laudable el bus-car explicación á los presentes cambios por mediode la observación, de las experiencias, y de la ana-logía, y no ha de ser permitido el aplicar igual mé-todo de investigación á la pasada historia de la tier-ra y de los restos orgánicos que en su seno conser-va? Si al presente doseohamos toda repentina, mani-festación de materia ó de fuerza, toda formaciónsúbita de,organismos complejos; si sabemos ahoraque gracias al calor del sol asimilan los vejélalestus gases y tierras amorfas de que se nutren, cuan-do se trata del mundo antiguo, deberemos negar laacción de fuerzas semejantes? Diremos que enton-ces no alumbraba el sol, ó que sus rayos caian so-bre distintos materiales?

Si estamos convencidos de que la contínuidad.esuna ley de la naturaleza, la verdadera expresión dela actividad soberana, aunque humildemente con^fesemos nuestra impotencia para explicar el porquede la tendencia gradual impresa en la estructura yformación de los sores materiales, no habremos de _suponer por ello la existencia do una intervenciónsspecial de| poder creador en todo cambio difícil docomprender, ya por lo remoto, ó ya por lo aislado;deberemos sí tratar do reconstruir su historia pormedio de sus reliquias, y cuando encontremos unabrecha nq la queremos salvar por medio <lo un mi-lagro. La filosofía no conoce encontrados' criterios,y.sñ sota mira es k( verdad. Pero si al que estudialos teüóThehos físicos le eg permitido un i

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admiración, |cuánto mayor será esta al contemplar'el ordenado desarrollo, la necesaria correlación delos elementos del Cosmos, que el recurrir a miste-rios , convulsiones ó cataclismos! Pero la doctrinade la continuidad no ha de aplicarse tan solo á losestudios físicos. ta misma idea que nos lleva á en-contrarla en el campo estrecho del microscopio, co-mo en el vastísimo de los espacios celestes, en loin-finitamente grande, como en lo infinitamente pe-queño, debeguiarno3 lambien al considerar la his-toria de nuestra raza; la idea revolucionaria de losderechos naturales del, hombre, y délos á priorillamados primeros principios, ofrece más estrechabase y menos sólido fundamento para raciocinaracerca do los adelantos humanos, que el estudio delos cambios graduales y progresivos traídos por cir-cunstancias, necesidades y costumbres distintas.Nuestro lenguaje, nuestras instituciones sociales,nuestras leyes, p>r más que cueste á nuestro orgu-llo, son efecto del trascurso de los siglos, productode lentas mejoras y resultados de continuos esfuer-zos. Por forluna en este país, aunque nuestros escri-tores filosóficos no siempre lo reconozcan, la expe-riuncía práctica nos lleva más bien á mejorar queá. innovar, siguiendo asi la ley de la naturaleza yevitando cataclismos. Ls superioridad del hombresobre losdemas anímalos que habitan el planeta, delcivilizado sobre el salvaje, y del- más civilizado so-bre el que lo es menos, está on proporción con laamplitud de sus ideas acerca del pasado y del futu-ro. La memoria profundiza más atrás, la predic-ción penetra más adelante á medida que el conoci-miento avanza. No posee únicamente el hombre !a

memoria personal, queávoluntad lleva á su mentelos sucesos de su vida individual; posee lambien tahistoria, quees la memoria de su raza: tiene la geo-logía, que es la historia del planeta: tiene la astro-nomía, que es la geología de otros mundos. ¿No-nace de aquí la convicción á que tengo aludido deque cada forma material lleva en sí misma los do-cumentos de su pasada historia? ¿Y e<ta convicciónno procede de la noción de continuidad? ¿Las hue-cos de las rocas no atestiguan la acción. de lasolas, sus lechos estratificados no muestran las len-tas disposiciones á que debe su formación, y losrestos orgánicos incrustados en ellas no acusan laexistencia de seres vivientes en el tiempo de aquella?

(Se continuará.)

SUMARIO.Montaje de estaciones.—Trasmisión si-

multánea de dos despachos por un mismohilo.—De uno á otro lado del Estrecho.—Geología comparada: Estudio sobre losmeteoroütos.— Ministerio de la Goberna-ción : Real orden concediendo pases decirculación expedidos á favor de los em-pleados del Cuerpo de Telégrafos paraviaj ar por las vías férreas de la Compa-ñía de Zaragoza á Pamplona y Barcelona.— Asociación de Auxilios mutuos dolCuerpo de Telégrafos: Estado de cargo ydata de Julio á Diciembre de 1867.—Dis-curso pronunciado por Mr. W . R. Grove.—Movimiento del personal.

Ailii)ínislr.itlor y Editor responsable, ü . JOSÉ VELA,

MADRID, lSes.-Est. tipográlico de EstradHiedra, 5 y 7.

, Díaz y López.

MOVIMIENTO DEL PERSONALEN LA PRIMERA QUINCENA DEL MES DE FEBUERO.

CIASES.

Subinspector 2 . ° . . .! Mem

lilniriIdom 3 o . ,Olirál a.»Aifvilini* i ^ilUSMiur 1* 4 i * * . . .

Mein i.'Telegrafista (.<>...Idtlll ,Mein ,ídem 2."ManídemLienídem

TRASLACIONES.NOMBRES,

>. Leopoldo Palman... . . . . ,í). FrniiciscoCaíipzaiie Yacn,13. Antonio Camino, . . , , . ,1), Emilio Pamles y Pació.D. MiRuel Moreno CurrucliagaD. Juhfin do Suda....D. Agustín Martin (¡aray. . . .D Ezequiel García Aroma...D. Fugenio. Avuso. . . . . . .n . Celestino ValderasI). Dionisio Sánchez Morenol>. Faustino Martín HernándezD. Antonio Roca y Vil la . . . .l>. José García y Ploía'D. Francisco Mar.quez Delgado

PROCEDENCIA.

Salamanca. . . .Zaragoza. .„ . . . -Mdilnd^uptriiuincrfirio[ 'em

Teruel. .i. . . .Vittiría . . . . . . .Valladolíd. . . . .O v i l l a . . . . . . . .Mañanares.. .SuoernümeraríoVitoria[Mal)i litado . . ,Loja . . . . . . . . . . . .

DESTINO.

Zaragoza.SalamancaÍÍÍJOD

CarrolA adujar...TtíNief. . ,Zaragoza. '.BiibdOwífa..Manzanares......Sevillal u e í v a . . . . . . . . . .BilbaoAná&jar.. j

Aotepera,,,.,.,

OBSERVACIONES.

Accediendo á sus deseos.Ídem.ídem.Por razón deí servicioMem,Accediendo ásus deseosPor razón deí servicio.l.iem..Accediendo á sus deseos.

t enniita. - , rPor ratón del servicio.Ídem.ídem.Accediendo á sus deseos,,: