DE UN DIÁLOGO ACERCA DEL HABLA0001

33
Levemente cantan las aguas en la tarde que declina Y mas oscura verdea la selva en la orilla, alegria en el rosado viento; El tierno himno del hermano en la colina de la tarde.

description

Heidegger, M. Trad. Yves Zimmermann

Transcript of DE UN DIÁLOGO ACERCA DEL HABLA0001

Page 1: DE UN DIÁLOGO ACERCA DEL HABLA0001

Levemente cantan las aguas en la tarde que declinaY mas oscura verdea la selva en la orilla, alegria en el

rosado viento;El tierno himno del hermano en la colina de la tarde.

Page 2: DE UN DIÁLOGO ACERCA DEL HABLA0001

1. Usted conocia al conde Shuzo Kuki. Estudio durante variosanos con usted.

1. Murio prematuramente. EI maestro Nishida compuso su ora-cion funebre; trabajo durante mas de un ano en este supre-mo homenaje a su alumno.

I. Tengo la satisfaccion de tener fotografias de la tumba deKuki y del bosque donde yace.

1. Conozco el jardin del templo de Kyoto. Con frecuencia mu-chos de mis amigos visitan conmigo la losa sepulcral. Eljardin fue fundado hacia finales del siglo doce por el sacer-dote Honen, sobre la colina este de la entonces imperialciudad de Kyoto, como lugar de meditacion y recogimiento.

I. De este modo el jardin sagrado es el lugar adecuado para eltempranamente fallecido.

1. Asi es. Todo su pensamiento estaba centrado en 10 que losjaponeses llamamos Iki.

I. En los dialogos con Kuki solo he podido intuir de lejos 10 quedice esta palabra.

1. Despues de su regreso de Europa, el conde Kuki dicto cursossobre la estetica del arte y de la poesia japonesa. Estos cursosse publicaron como libro. En este texto intenta dilucidar, conayuda de la estetica europea, 10 que es el arte japones.

Page 3: DE UN DIÁLOGO ACERCA DEL HABLA0001

j I J.

I.

-d.

I.

J.

I.

J.

justificado y es incluso ventajoso el perseguir sistemas con-ceptuales europeos.

Ante la tecnificacion y la industrializacion del mundo entero,parece que no haya ya alternativa posible.Tanto el nombre como 10 que nombra derivan del pensamien-

to europeo; de la filosofia. Por ello la reflexion estetica debeen el fondo permanecer extraiia al pensamiento del extremooriente.

En efecto. Pues siempre queda una posibilidad, que - vistodesde nuestro modo de ser asiatico - el mundo tecnico quenos arrastra no pueda ir mas alia del primer plano y ... que ...

Sin duda tiene usted razon. Con todo, los japoneses estamosobligados a recurrir a la ayuda de la ~ste5ica.

... por este hecho, el verdadero encuentro con el modo de sereuropeo no tiene lugar, pese a todos los intentos de igualarsey de confundirse.Nos proporciona los conceptos necesarios para poder asir 10

que viene a nuestro encuentro como arte y poesia.

Asi parece. Porque desde el encuentro con el pensamientoeuropeo se ha evidenciado una incapacidad del habla nuestra. Yo seria el ultimo en atreverme a eIIo, ~por que, de 10 con-

trario, hubiera venido a Alemania? Pero veo sin cesar elpeligro que, al parecer, el conde Kuki no pudo dominar.

Le falta la fuerza delimitadora con la que los objetos puedenser representados los unos respecto a los demas en un ordenclaro, es decir, en relaciones mutuas de jerarquia y subor-dinacion.

AI peligro de que la riqueza conceptual que el espiritu de laslenguas europeas tiene dispuesto, nos induzca a rebajar aque-IIo que viene a requerir nuestro modo de ser a algo indeter-minado e intangible.~Considera usted seriamente esta incapacidad como un de-

fecto empobrecedor de su habla?Con todo, amenaza un peligro aun mayor. Nos concierne aambos y es tanto mas amenazante cuanto mas disimulado.Su pregunta merece ciertamente una reflexion a fondo desde

el momento en que el encuentro entre el mundo extremo-oriental y el europeo se ha hecho inevitable.

Ha tocado usted aqui un punto de frecuente controversia conel conde Kuki; a saber: si para los extremo-orientales esta

EI peligro amenaza desde un ambito que no sospechamos peroen donde, precisamente, debieramos hacer su experiencia.

Page 4: DE UN DIÁLOGO ACERCA DEL HABLA0001

J. Asi, usted ha hecho la experiencia de este peligro; de 10 I.contrario no podria atraer nuestra atencion sobre el.

I. No en todo su alcance, pOl' supuesto; pero 10 he vislumbrado; J.concretamente en los dialogos con el conde Kuki.

\J. ~Hablo usted con el de esto?

I.I. No. EI peligro surgio pOl' si mismo en los dialogos, en la

medida en que estos eran dialogos.

J. No entiendo 10 que usted quiere decir.

I. Nuestros dialogos no eran discusiones academicas, prepara- 1.das y organizadas. Cuando algo parecido iba a suceder -como en los trabajos de seminarios - el conde Kuki perma-necia en silencio. Los dialogos a los que me refiero surgiancomo un juego libre, en nuestra casa, a donde el conde Kuki I.acudia a veces con su esposa que, para esta ocasion, lucia unfestivo traje japones. EI universo asiatico resplandecia enton- 1.ces mas vivo y el peligro de nuestros dialogos se hacia masclaramente presente.

J. Aun no comprendo 10 que usted quiere decir.

\I. EI peligro de nuestros dialogos se ocultaba en la propia

hahIa, no en que dialogabamos ni tampoco en la manera encomo 10 intentabll.!llos.--

J. Pero el conde Kuki dominaba excepcionalmente bien el ale-man, tanto como el Frances y el ingles.

I. Es cierto. El podia decir en lenguas europeas 10 que se cues- I.tionara. Nosotros intentabamos dilucidar la cuestion del Iki;pero con ello me permanecia cerrado a mi el espiritu delb,abla japones, y me 10 sigue estando hoy.

J. Las lenguas del dialogo 10 forzaban todo a un ambito europeo.

Lo que intentaba el dialogo era decir 10 esencial del arte y dela poesia del extremo-oriente.

Ahora creo comprender mejor d6nde yislumbra usted el pe-ligro. La lengua del dialogo destruia incesantemente la posi-bilidad de decir 10 que estao_a_en~uesti6n.

Hace algun tiempo nombre - con poea fortuna - el hablacomo la casa del ser. Si el hombre vive. pOI' su habla, en elrequerimiento del ser. entonces los europeos vivimos presu-miblemente en una casa muv distinta a la del hombre delextremo-oriente.

En eI supuesto de que .. aqui y alia, las lenguas no seanmeramente distinlas, sino que desde su fundamento mismosean de esencia diferente.

Dice usted con razon «casi». Porque, despues de todo, seguiasiendo un dialogo y, como puedo suponer., excitante. Conocasi6n de 105 trabajos de seminario que hizo con nosotros enla universidad de Kyoto., eI conde Kuki volvia siempre sobreestos dialogos con usted. Esto se producia sobre todo cuandoinsistiamos en conocer con mayor c1aridad la razon que IelIevo a Alemania a estudiar con usted. Su libro Ser y Tiempoaun no habia aparecido entonees. Pero varios profesores,entre ellos nuestro muy venerado profesor Tanabe, se fuerondespues de la primera guerra mundial a estudiar la fenome-nologia con Husser! en Freiburg i.B. Es as) que mis compa-triotas Ie conocieron a usted personalmente.

Lo que recuerda es cierto. En esta epoca yo era asistente deHusser! y Ida regularmente con 105 estudiantes japoneses suprimera obra capital, las Investigaciones 16gicas. EI maestroya no tenia entonces en mucha estima su obra publicada acomienzos de siglo. Yo tenia, sin embargo, mis razones paradar preferencia a las Investigaciones 16gicas a modo de intro-

Page 5: DE UN DIÁLOGO ACERCA DEL HABLA0001

duccion ala fenomenologia. Y el maestro tolero generosamen-te mi elecci6n.

Y el libro Ser y Tiempo, aparecido en 1927, 10 dedique aHusserl, porque la fenomenologia ofrecia la posibilidad deun camillo.

Nuestros profesores asistieron -creo que en el ario 1921 - auno de sus cursos. Trajeron una transcripci6n del mismo alJapon. EI titulo rezaba, si no me equivoco: «Expresion yapariencia» (Ausdruck und £rscheinung).

1. Me parece, sin embargo, que la tematica de «habla y ser»permanecia relegada a un segundo plano.

I. Alii permanecia ya en el curso de 1921 indicado POl',usted.Lo mismo sucedia con las preguntas acerca de la poeSla y delarte. Era la epoca del expresionismo y siempre tuve presen-tes estos ambitos pero, mas aun (y esto desde mis ariosestudiantiles, antes de la primera guerra mundial) la poesiade Holderlin y Trakl. E incluso antes, durante los ultimosarios del liceo - en el verano de 1907 - me tope con lacuesti6n acerca del ser, en forma de disertacion de Franz vonBrentano, el maestro de Husser!. Lleva pOl' titulo: «De lasignificaci6n multiple de 10 existente segun Aristoteles»; estafechado 1862. Fue el Dr. Conrad Grober, mi amigo paternalv compatriota - el que mas tarde fuera arzobispo de Freiburgi.B. - quien me 10 ofreci6. A la saz6n, era sacerdote de laiglesia de la Trinidad en Constanza.

Este era, por 10 menos, el tema del curso. En cuanto alprofesor Kuki, debia tener sus razones particulares para ve-nil' conmigo a Marburg.

Creo, ciertamente, que las razones hay que buscarlas en estecurso cuya transcripci6n fue objeto de mucha discus ion en elJapon, asi como tambien en otras partes.

Las transcripciones son sin duda fuentes equivocas; el cursoera, ademas, muy incompleto. Con todo, en el se inicio elintento de ir pOl' un camino del que yo ignoraba a dondeconducia. Solo las perspectivas que abria en 10 mas proximome eran conocidas pOl'que me atraian incesantemente - apesar de que el horizonte se desplazara y se oscureciera confrecuencia.

Mis compatriotas debieron vislumbrar algo de ello. Siemprese oia que sus preguntas giraban en torno al habla y al ser.

I. Aqui 10 tiene; puede uster verlo y leer la in.scrip~i6n .quereza: Mi primer hilo conductor a traves de la fllosofla gnegadurante los arios delliceo. No Ie relato to do esto para hacerlecreer que ya sabia entonces aquello pOl' 10 que aun hoy sigopreguntando. Quizas a usted, como profesor de hteraturaaleman a que conoce y aprecia particularmente la obra deHolderlin, se Ie confirme un verso del poeta en la cuartaestrofa del himno del Rhin:

Esto no era dificil de reconocer; ya en el titulo de mi trabajode habilitaci6n de 1915, «La doctrina de las categorias ysignificaciones de Duns Scoto», se evidellciaron ambas pers-pectivas. «Doctrina de las categorias» es, en efecto, el nom~bre tradicional para el examen del ser de 10 existente; y«doctrina de la significacion» quiere decir la gramatica espe-cuLativa, la meditacion metafisica sobre el habla en su rela-cion con el ser. Aun y asi, estas relaciones eran todaviaopacas para mi en aquella epoca. 1. EI preguntar acerca del habla y del ser quiza sea un obse-

quio del rayo de luz que Ie ha alcanzado.

Page 6: DE UN DIÁLOGO ACERCA DEL HABLA0001

· I. ~Quien podria pretender que Ie fuera destinado semejanteobsequio? Solo se una cosa: la meditacion acerca del habla ydel ser determina desde el comienzo mi camino de pensa-miento; pOI' esto el examen de su lugar permanece relegadoa un segundo plano. Quizas el defecto fundamental de milibro Ser y Tiempo sea que me haya atrevido a ir demasiadolejos demasiado temprano.

de mis conferencias sobre Holderlin y que dedica su medita-cion particularmente a la poesia, tiene usted un oido masfino para las preguntas que yo dirigia a sus compatriotashace cerca de treinta y cinco anos.

No sobreestime usted mis capacidades, porque desde nuestrapoesia japonesa tengo aim dificultades en entender la poesiaeuropea en su propia naturaleza.

1. En cambio, no se podria sostener 10 mismo a proposito desus ideas acerca del habla. I. Pese a que existe el peligro que encierra en si nuestra con-

versacion en aleman, creo, con todo, haber aprendido entretanto 10 suficiente como para poder preguntar mejor quedecenios atras.

I. En menor medida, quiza; solo veinte anos despues del escritode habilitacion me atrevi, en un curso, a dilucidar la cuestionacerca del habla. Esto ocurri6 en la misma epoca en quecom unique en los cursos las primeras interpretaciones de loshim nos de Holderlin. Durante el semestre del verano de 1934di un curso cuyo titulo rezaba: «L6gica». De hecho, consti-tuia una meditacion sobre el Myos en el cual indagaba acer-ca de la esencia del habla. Luego pasaron todavia cerca dediez an os hasta que estuve en condiciones de decir 10 quepensaba - aun hoy falta la palabra apropiada. EI horizontey la perspectiva para el pensamiento que se esfuerza encorresponder a la esencia del habla permanecen - pOI' 10 querespecta a su entera amplitud - todavia velados. POl' esto noveo todavia si 10 que intento pensar como esencia del habla,llega a ser tambien suficiente para la esencia del habla extre-mo-oriental; ni tampoco si al fin - 10 que a la vez seria elcomienzo - una esencia del habla puede llegar ala experien-cia pensante que obsequiara un aval para que el decir euro-peo-occidental y el extremo-oriental puedan entrar en undialogo dentro del cual cante aquello que brota de una mis-ma Fuente.

1. En aquella epoca, las conversaciones de mis compatriotascon usted iban en otra direccion como consecuencia de sucurso.

I. POI' eso Ie pregunto ahora: ~Que razones tenian los profeso-res japoneses y luego, particularmente, el conde Kuki, paradedicar tanta atencion a la transcripcion de este curso?

1. Solo puedo hablar de las exposiciones que hizo Kuki. Nuncame parecieron del todo claras; tratando de caracterizar elpensamiento de usted, se referia con frecuencia a la expre-sion «hermeneutico».

I. Hasta donde yo recuerdo, utilice pOI' vez primera esta deno-minaci6n en un curso ulterior, en el verano de 1923. Ha-cia esa epoca comerice los primeros borradores para Ser yTiempo.

1. El que, sin embargo, quedaria ocultado a estos dos mundosdel habla.

1. A nuestro juicio el conde Kuki no logro nunca explicar demodo satisfactorio esta denominacion, ni el sentido de lapalabra ni su significacion segun la cual usted habl6 de unafenomenologia hermeneutica. Kuki se limitaba a subrayarque el titulo designaba una nueva direccion de la feno-menologia.

I. As! es. He aqui pOI' que me resulta tan grata su visita. Puestoque ya ha traducido al japones dramas de Kleist y algunas

Page 7: DE UN DIÁLOGO ACERCA DEL HABLA0001

Esta debe haber sido la impresion que produda. Sin embar-go, 10 que para mi estaba en cuestion no era una direcciondentro de la fenomenologia, ni tampoco el hacer algo nuevo.Mas bien intente pensar mas originariamente la esencia de 10que es la fenomenologia y de este modo restituirle propia-mente su pertenencia a la filosofia occidental.

... deviene verdadero presente. - Ylas tarde encontre la deno-minacion «hermeneutica» en Dilthey, en su teoria de lasciencias historicas del espiritu. La hermeneutica era familiara Dilthev desde la misma fuente, es decir, de sus estudios dela teologia, en especial por 5U trabajo sobre Schleiermacher.

Por 10 que se de filologia, la hJ~r1J1~!l.emiG1!eSI,lI1a ciencw..quetrata de los fines, caminos y reglas de la .interpretacion- deobras Iiterari~~~

1. La respuesta a su pregunta esta en la introduccion a Ser yTiempo (7 C). Pero estoy dispuesto a decirle algo mas sobreeI para retirarle al empleo de este nombre la semblanza de 10fortuito.

1. La no cion de «hermeneutica» me era familiar desde misestudios de teologia. En aquella epoca estaba particularmen-te involucrado en la cuestion de la relacion entre la palabrade la Escritura Sagrada y el pensamiento especulativo de lateologia. Era, si usted quiere, la misma relacion, 0 sea, entrehabla y ser, solo que velada e inaccesible para mi, tanto queen vano busque por muchos desvios y extravios un hiloconductor.

J. Conozco de modo insuficiente la teologia cristiana como paratener una vision de conjunto de 10 que usted indica. De todosmodos, una cosa es manifiesta: usted, por su procedencia ysus estudios de teologia, tiene un origen muy distinto deaquellos que desde fuera leen alguna cosa para saber 10 quepertenece a este ambito.

Sin esta procedencia teologica no hubiera llegado nunca alcamino del pensamiento. Pero procedencia tambien es siem-pre porvemr.

Primero, y de modo determinante, se constituyo con la inter-pretacion del libro de los libros, la Biblia.En las obras postumas de Schleiermacher se publico unaseccion titulada: «Hermeneutica v critica, consideradas par-ticularmente con referencia al :\I'uevo Testamento» (1838).Tengo esta referencia a mana y Ie leo las primeras dos frasesde la «lntroduccion general» :«Hermeneutica y critica, ambas disciplinas filologicas y doc-trinas de arte, pertenecen juntas porque el ejercicio de unapresupone la otra. En general, la primera es el arte de biencomprender el discurso de otro, principal mente el discursoescrito; la segunda es el arte de juzgar correctamente laautenticidad de textos y extractos de textos y de verificarlosa partir de testimonios e indicaciones suficientes.»

Si ambos se llaman mutuamente y si la meditacion se fami-liariza en semejante llamar ...

Asi la hermeneutica, convenientemente amp Iiada, puede de-signar la teoria y metodologia de cualquier genero de inter-pretacion, por ejemplo las artes plasticqs.

~Emplea usted el nombre de «hermeneutica» en este ampliosentido?

Si permanezco dentro del estilo de su pregunta debo contes-tar: la denominacion «hermeneutica» es empleada en Ser yTiempo en un sentido todavia mas amplio; pero mas ampliono significa pura y simple ampliacion de la misma significa-

Page 8: DE UN DIÁLOGO ACERCA DEL HABLA0001

cion a un ambito de validez aun mayor. «Mas amplio. signi-fica: procedente de aquella amplitud que brota de la esenciaoriginaria. En Ser y Tiempo ..!:!erI1!entSuticano significa ni la

J

doctrina del arte de la interpretacion, ni la -interpretacionmisma, sino mas bien la tentativa de determinar, ante todo,10 que es la ~nterpretacion a partir de 10 que es hermeneutico.

Pero entonees, ique significa: «\0 que es hermeneutico»?No me atrevo - por grande que sea la tentacion - a sospe-char que usted emplea ahora «hermeneutico» de modo arbi-trario. Sea como sea, 10 que me importa es recibir de usteduna autentica explicacion, por as! decir, del empleo que hacede esta palabra; de 10 contrario para m! seguira siendo oscu-ro des de donde fue encaminada la meditacion del conde Kuki.

«Adelante», (vorwiirts), dice usted, pero no en el senti do deprogreso, sino ... como decir ... tengo dificultad en encontrarla palabra adecuada.

«Ante. (vor) - esta proximidad mas proxima que traspasa-mos continuamente, pero que cada vez nos sobresalta conuna nueva extraiiez cuando la percibimos.

Con mucho gusto respondere a su demanda. Solo que nodebe usted esperar demasiado. Porque la cuestion es enigma-tica y tal vez ni siquiera se trate de una cosa.

Y que par esto dejamos escapar de la mirada para atenernosa 10 que es corriente y uti\.

Cuando 10 proximo - tan prontarnente traspasado tienemas bien tendencia a hacernos volver atras.

o de un estado de cuestion (Sach-Verhalt). Pero con talesdenominaciones desembocamos pronto en la insuficiencia.

Pero esto solamente cuando ya tenemos, de algun modo, envista aquelIo que nuestro decir quisiera alcanzar.

Me resulta dif!cil comprender esto si debo pensarlo a partirde 10 que usted ha dicho sobre ello hasta ahora en sus escritos.

No se Ie habra escapado que en mis escritos ulteriores noempleo ya la denominacion «hermeneutica •.

Mas es a esto que usted ha seiialado al nombrar el presenteque brota desde la llamada mutua de procedencia y porvenir.

Lo que usted supone 10 veo de pronto quizas mas c1aramentecuando 10 pienso a partir de nuestra experiencia japonesa.De todos modos, no estoy seguro si usted tiene en vista 10mlsmo.

Abandone una posicion anterior, no para cambiarla por otra,sino porque tambien la anterior era solo un alto en un cami-nar. Lo permanente de un pensamiento es el camino. Y loscaminos del pensamiento cobijan en S! esto misterioso: pode-mos, en elIos, caminar hacia adelante y hacia atras, inclusode modo que solo el caminar atras nos conduce adelante.

A nosotros, los japonenses, no nos extraiia dejar en 10 inde-terminado 10 que uno tiene propiamente por proposito; masaun, el volver a cobijarlo en 10 indeterminable.

I I Esto, en mi opinion, es parte constitutiva de todo dialogoacertado entre gente que piensa. Un dialogo as! conlIeva elpoder de cuidar no solo que 10 indeterminable no se escape

Page 9: DE UN DIÁLOGO ACERCA DEL HABLA0001

sino que despliegue su fuerza reuniente de modo aun masluminoso en el transcurso del dialogo.

1. Esta posibilidad de acertar es 10 que faltaba en nuestrosdiaIogos con el conde Kuki. Nosotros, los mas jovenes, exi-giamos con excesiva inmediatez que satisfaciese nuestro de-seo de saber mediante informaciones comodas de manejar.

EI querer saber y la avidez de explicaciones no conducenjamas a un pensamiento inquiridor. Querer saber es siemprela pretension enmascarada de una autoconsciencia (Selbstbe-wusstsein) que se remite a una razon inventada por si mismay de la racionalidad de esta razon. Querer saber no quiereprecisamente detenerse en 10 que es digno de pensar.

Aquello de 10 que conversabamos estaba ya desde el princi-pio forzado hacia el dominio de la representacion europea.

Asi, de hecho, solo queriamos saber en que medida la esteti-ca europea es apropiada para elevar a mayor esclarecimientoaquello a partir de 10 cual nuestro arte y nuestra poesiaobtienen su esencia.

I. Por el modo como eI conde Kuki dilucidaba esta palabrafundamental: Iki. Hablaba del resplandecer sensible por cuyovivo arrebato algo de 10 supra-sensible lIega a traslucir.

Expuesto asi, Kuki ha tocado, a mi parecer, aquello de 10que hacemos la experiencia en el arte japones.

Su experiencia se mueve, por tanto, en la diferencia de un~~~-do-sensible yde un mundo suprasensible. Sobre esta&ferencia descansa desde hace tiempo 10 que se denominametafisica occidental.

Tenemos para ello una palabra que ya indique antes, lapalabra Iki.

Con su indicacion respecto a la diferencia que rige la meta-fisica, seiiala usted la fuente del peligro del que hemos ha-blado. Nuestro pensamiento - si puedo lIamarlo asi - bienconoce algo parecido a la diferencia metafisica; pero la dife-rencia y 10 que por ella se diferencia no se dejan asir conayuda de los conceptos metafisicos occidentales. Nosotrosdecimos Iro, esto es, color, y decimos Ku, 0 sea, 10 vacio, 10abierto, el cielo. Decimos: sin Iro, ningun Ku.

I. Cuantas veces he oido esta palabra de la boca de Kuki sinentender, no obstante, 10 que en ella se dice.

1. Con todo, para Kuki, eI Iki debe haber alcanzado nuevac1aridad gracias a 10 que usted entendia por «hermeneutico».

Algo asi senti, ciertamente, si bien jamas pude seguirle ensus intuiciones.

Esto parece corresponder exactamente a 10 que dice la doc-trina europea, es decir, metafisica del arte, cuando represen-ta esteticamente eI arte. EI aCa{hp;6v, 10 sensible que puedeser apercibido deja traslucir el vOT]1:6v,10 no-sensible.

Ya ha dicho usted 10 que se 10 impedia: el habla del dialogoera el habla europea; cuando de 10 que se trataba era deaveriguar y pensar la esencia extremo-oriental del arte ja-pones.

1. Usted comprendera ahora hasta que punto era grande paraKuki la tentacion de determinar el Iki valiendose de la este-tica europea, 0 sea, segun la indicacion de usted, de determi-narlo metaflsicamente.

I. Mayor era y sigue siendo mi temor de que en este camino seen mascara la verdadera naturaleza del arte extremo-oriental

Page 10: DE UN DIÁLOGO ACERCA DEL HABLA0001

1. Muchos yen en este proceso el triunfo de la razon (Jlernunft).~No fue proclamada diosa a finales del siglo XVIII durante larevolucion francesa?J. Comparto del todo sus temores, pues Iro nombra en efeeto el

color pero al mismo tiempo apunta esencialmente a mas quea 10 sensiblemente perceptible, de la clase que sea. Ku nom-bra 10 vacio y 10 abierto, pero en realidad apunta a otra cosaque 10 meramente suprasensible.

I. Cierto. Pero se va tan lejos en la idolatr1a de esta divinidadque hay como una compulsion a denigrar como irracionalto do pensamiento que rechaza la presuncion de la razon encuanto presuncion no originaria.

Sus indicaciones, a las que solo puedo asistir des de lejos,agravan mi inquietud. Pero mayor que este temor es la espe-ranza de que nuestro dialogo, iniciado en recuerdo del condeKuki, puede prosperar.

1. La intocable supremacia de la razon europea se cree confir-mada por 10 exitos de la racionalidad que el progreso poneconstantemente ante nuestros ojos.

J. ~Quiere usted decir que nos podria aproximar aim mas a 10indecible?

I. A tal punto ciega el deslumbramiento que ya no puede versecomo la europeizacion del hombre y de la tierra roe en susraices todo 10 esencial. Parece como si todas las fuentesdebieran agotarse.I. De este modo ya nos seria acordada una nqueza: muchas

cosas dignas de ser pensadas.1. Un ejemplo llamativo de 10 que usted dice es la pelicula

«Rashomon», conocida en el mundo entero. ~La ha vistousted?

I. Porque ahora veo todavia mas claramente el peligro: la len-~_l!-c!~.JJlle.stra conversacion destruye continuam~nte l~.posi-J:Ulidad .dedeciraquello de 10 que hablamos.

I. Afortunadamente S1; pero por desgracia una sola vez. Creohaber percibido 10 fascinante del mundo japones, 10 que Ieconduce a uno hacia 10 misterioso. Por esto no entiendo porque cita usted justamente esta pelicula como ejemplo de laeuropeizacion que 10 consume todo.

J. Porque el habla misma decansa sobre la diferencia metafisi-ca de 10 sensible y de 10 no-sensible, en la medida en que loselementos de base, sonido y escritura por un lado, la signifi-cacion y el sentido por otro, sostienen la estructura del habla. 1. Nosotros, los japoneses, encontramos excesivamente realista

la representacion; por ejemplo, las escenas de duelo.Al menos en el horizonte de la representacion europea. ~Su-cedera 10 mismo entre ustedes?

Poco. Pero, como ya indique, es grande la tentacion de va-lerse de la ayuda de modos conceptuales europeos.

1. Esta clase de cosas poco aparentes - que dificilmente puedepercibir la mirada europea - fluyen abundantes en la pelicu-la. Pienso en una mana calma que descansa y en la cual serecoge un contacto que esta infinitamente alejado de cual-quier palpar, y que ya ni siquiera puede ser llamado gesto,

Se refuerza por un proceso que yo llamaria la completaeuropeizacion de Ii tierrl:ly<Ie! homblt . --. --.-----

Page 11: DE UN DIÁLOGO ACERCA DEL HABLA0001

en el sentido como creo entender su empleo de la lengua.Pues esta mana ewi imbuida y esta llevada por una llamadaque la llama desde lejos y que llama todavia. Esta manareposa en la amplitud de una invocacion que Ie viene desdeel silencio.

este representado en la pelicula, 10 reduce al ambito de aque-110 que usted denomina 10 objetuante (Cegenstandige). La pe-licula como objetualizacion filmica ~no es ya una consecuenciade una europeizacion que se expande cada vez mas alia?

I. Pero al ver tales gestos, que son distintos a nuestros gestos,todavia no comprendo por que puede usted tomar esta peli-cula como ejemplo de una europeizacion.

I. Un europeo solo comprendera con dificultad 10 que usteddice.

1. No es comprensible porque me he explicado de modo insufi-ciente. Pero para poder hacerlo, necesito precisamente de sulengua.

1. Bien cierto, ante todo porque 10 que esta en primer plano enel Japon es enteramente europeo, 0 si usted quiere, nortea-mericano. En cambio, del segundo plano del mundo japones,mejor dicho, de 10 que este mundo es en si mismo, puedeusted hacer la experiencia en el teatro No.

I. Mientras hable de «realismo», su discurso es el de la metafi-sica y se mueve usted en la diferencia de 10 real, entendidocomo 10 sensible, y 10 ideal, entendido como 10 no-sensible. 1. En el criterio de los japonenses es un trabajo que va al fondo

yes, de lejos, el mejor que puede usted leer sobre el teatro No.1. Tiene usted razon. Sin embargo, con la indicacion acerca del

realismo no me referia ya a 10 masivo de la representacion,aqui y alia, de todos mod os inevitable teniendo en cuenta losespectadores no japoneses.Al hablar del realismo de la pelicula queria indicar, en elfondo, algo distinto: que el mundo japones, en general, veniacaptado en 10 objetual de la fotografia y que este mundoestaba dispuesto propiamente para posar ante ella.

1. Deberia usted asistir a un espectaculo No. Pero esto es aundificil mientras no logre habitar el modo de ser japones. Paraque usted pueda - aunque desde lejos - percibir algo de 10que determina al teatro No, quisiera ayudarle a avanzar conuna observacion. Usted sabe que el escenario japones es vacio.

Si he comprendido, 10 que usted quiere decir es que el mun-do del extremo-oriente y el producto tecnicamente esteticode la industria cinematografica son mutuamente incom-patibles.

1. Gracias a el solo se necesita entonces de un leve gesto parahacer aparecer, desde una singular tranquilidad, algo pro-digioso.

A esto me refiero. Cualquiera que sea la cali dad estetica deuna pelicula japonesa, el mero hecho de que nuestro mundo

Page 12: DE UN DIÁLOGO ACERCA DEL HABLA0001

POl' ejemplo, cuando debe aparecer un paisaje de montanas,el actor levanta lentamente la mana abierta y la mantienequieta, sobre los ojos, a la altura de las cejas. ~Me permitemostnirselo?

1. No obstante. en esta formula reside el peligro de que serepresente el recogimiento como una reunion que tiene lugar

?osferiormente ...

J. ) ..en lugar de hacer la experiencia de que todo .portap,; aportar y portar-al-encuentro no surge mas que del re-fogimiento.

Se 10 ruego.(El japones levanta la mano y la mantiene tal como 10 ha descrito).

No hay duda de que este es un gesto incomprensible para uneuropeo.

1. ! Si tuvieramos la suerte de pensar el gesto en este sentido,[donde irlamos a buscar 10 propio que del gesto me hamostrado usted?

Ademas, el gesto descansa menos en el movimiento visible dela mana ni, de entrada, en la posicion del cuerpo. Es difkilde decir 10 que es 10 propio de aquello que en su lengua sellama Gebarde (gesto).

J. En un mirar el mismo invisible que se «porta», as! recogido,al encuentro del vacio; que en el Y pOI' eI la montana haga

j su aparicion.I

l.' El vacio es entonces 10 mismo que la nada, es decir, estepuro despliegue que intentamos pensar como 10 otro en rela-cion a todo 10 que viene en presencia y a todo 10 que seausenta.

Pero esta palabra tal vez sea una ayuda para hacer la expe-riencia verdadera de 10 que esta pOI' decir.

Ciertamente. Por esto, en el Japon, comprendimos en el actola conferencia (f'Que es La me tafisica?, cuando en 1930 nosllego una traduccion que se arriesgo a hacer un estudiantejapones que habia asistido a sus cursos. Aun hoy nos sorpren-de y nos preguntamos pOI' que los europeos pudieron caeI' enla cuenta de tomar la Nada en un sentido nihilista. Paranosotros, el vacio es el nombre eminente para 10 que ustedquisiera decir con la palabra «ser» ...

J. Intencionadamente, sin duda, no dice usted: de un portal'que sea nuestro; de nuestro comportamiento.

1. Porque aquello que propiamente .porta», se «porta» primerohacia nosotros.

J. Mientras que nosotros, en contrapartida, solo «portamos»nuestra parte a su encuentro. ... en una tentativa de pensamiento cuyos primeros pas os son

aun hoy ineludibles. Ocasion6, porcierto, una gran confusionque se halla en el fondo mismo de 10 que se cuestiona yrelaciona con el empleo de la palabra «sep. Dicho propia-mente, esta palabra pertenece al lenguaje de la metafisica,cuando yo, en cambio, daba con ella titulo a la tarea quehace aparecer la esencia de la metafisica y que la hace tomarasi su lugar dentro de sus limites.

1. Con 10 que aquello que se «porta. hasta nosotros ha 'porta-do> ya en su aporte nuestro portar-al-encuentro. .

J. Llama usted entonces gesto al recogimiento que originaria-mente une en silo que Ie portamos-al-encuentro y 10 que elnos aporta.

Page 13: DE UN DIÁLOGO ACERCA DEL HABLA0001

Cuando habla usted de una superacion de la metafisica, ~serefiere a esto?

A esto solamente. No se trata de destruir, ni siquiera derenegar de la metafisica. Querer estas cosas seria una preten-sion pueril, una denigracion de la historia.

I. Sin duda tal vez por mucho tiempo y solo de modo queintentemos cuidadosamente desenredar la confusion.

1. Para nosotros siempre ha sido, de lejos, motivo de sorpresael que no se cesara de atribuirle a usted una actitud derechazo hacia la historia del pensamiento vigente cuando,por el contrario, todo su esfuerzo tiende unicamente a pre-parar una apropiacion originaria de la misma.

I. Pero el camino que conduce hasta ellos no se deja jalonar, nitampoco planificar como una carretera. EI pensamiento rin-de tributo a un modo de construirse de un camino que yocasi quisiera llamar prodigioso.

I. Y que, si esta apropiacion puede tener exito, puede y debeponerse en cuestion.

1. En este camino los obradores regresan, a veces, a los terrenosde obra abandonados 0 incluso regresan aun mas atras.

1. Que el debate sobre esta cuestion no haya encontrado aun subuena via, se debe - aparte de otros motivos - principalmen-te a la confusion inaugurada por el empleo ambiguo de lapalabra «sep.

I. Me maravilla su vision penetrante de la naturaleza de loscaminos del pensamiento.

I. Tiene usted razon; pero donde se crea mas confusion escuando, una vez ocasionada, se la atribuye a mi propia ten-tativa de pensamiento en cuyo camino se conoce claramentela diferencia entre «sep entendido como «ser de 10 exi.stente.y «sep como «sep en su sentido propio, esto es, de suVerdad (el claro de luz, Lichtung).

1. En este ambito tenemos una rica experiencia; pero no hasido expuesta de forma metodologica-conceptual, ya que des-truiria la vivacidad de los pasos del pensamiento. Por 10demas, usted mismo me ha brindado la ocasion de ver conmas claridad el camino de su pensamiento.

1. ~Por que motivo no abandono usted categoricamente y des deun principio la palabra <sep, dejandola exclusivamente allenguaje de la metafisica? ~Por que no dio usted de entradanombre propio a esto que, por el camino de la esencia deltiempo, buscaba como <sentido de ser>?

1. Aunque sea usted parsimonioso en el uso de la palabra «ser>,ha vuelto a emplear recientemente esta palabra en un con-texto que me es cad a vez mas proximo, pues me aparececomo 10 mas esencial de su pensamiento'. En la Carta sobreel Humanismo caracteriza usted el habla como la <casa delser>; hoy, al comienzo de nuestro dialogo usted mismo hahecho alusion a este termino. Y, recordando esto, debo seiia-lar ~ue nuestro diaIogo se ha desviado notablemente de sucammo.I. ~Como puede el que busca dar nombre a 10 que busca t-oda-

via? EI encontrar reside en el decir confiador (Zuspruch) dela palabra nombradora. I. Asi parece. Pero, en verdad, aun estamos por llegar a su

cammo.

Page 14: DE UN DIÁLOGO ACERCA DEL HABLA0001

J. De momento no soy capaz de percibirlo. Intentabamos dialo-gar ace rea de la interpretacion estetica que hacia el condeKuki del Iki.

no tam poco quiere producir un concepto sobre la esencia delhabla - para gran pesar de los filosofos euyo mal humor soloencuentra en semejantes palabras la ruina del pensamiento.

Lo intentamos y, haciendolo, no pudimos evitar el tomar enconsideracion el peligro de tales conversaeiones.

A m! tambien me da que pensar su frase «Casa del seT>,aunque por motivos distintos. Porque presiento que toca laesencia del hahla, pero sin atentar contra ella. Pues si 10 quese precisa es que dejemos su voz a aquello que determina,esto no significa en modo alguno que no debamos meditaracerca de la esencia del habla. Solo es deeisivo el modo porel cual esto se intenta.

Hemos reconocido que el peligro reside en la esencia ocultadel habla.

Y, haee un instante, usted empleo el termino de «casa delseT> que intenta aplintar a la esencia del hahla.

I. Por esto me armo ahora de valor para formular una pregun-ta. que me agita desde hace mucho tiempo y a la cual suinesperada visita casi me obliga.

I. Y probablemente solo porque, sin saberlo bien, obedecimosa aquello 'que solamente, segun sus palabras, puede asegurarla fortuna de un dialogo.

J. No espere demasiado de mi capaeidad para seguir sus pre-guntas. Nuestro dialogo me ha enseiiado entre tanto cuanpoco pens ado esta aun todo 10 que concierne a la eseneia delhabla.J. Es este indeterminado que determina (Jenes unbestimmt

Bes timmende) ...I. Ademas de que, para los pueblos de extremo-oriente y Euro-

pa, es fundamentalmente distinto 10 que concierne a la esen-cia del habla.

J. Tambien es distinto 10 que usted llama «eseneia». ~Como,entonces, puede nuestra meditacion encontrar su camino has-ta los espacios ahiertos?

Por 10 pronto de modo que desde el princlpIO no exijamosdemasiado. Por esto me permito someter a su consideracionuna pregunta que aun es del todo provisional.

Es 10 que determina nuestro dialogo. Y, no obstante, no nosesta permitido tocarla.

J. Me temo que incluso a esta no se la pueda contestar si nodejamos de lado el peligro de nuestro dialogo.

Es cierto que no, si entiende usted por ello el asir en elsentido del asimiento que efectuan las estructuras conceptua-les del pensamiento europeo.

Page 15: DE UN DIÁLOGO ACERCA DEL HABLA0001

1. Entonces, pregunte usted.

I. ~Que entiende el ~undo japones pOl' habla? Preguntado conmayor cautela: ~Hay en japones una palabra para 10 que I.nosotros denominamos habla? Si no ~c6mo hace usted l~_experiencia de 10 que, para nosotros, se llama el habla?

J.1. Hasta ahora, nunca nadie me ha hecho esta pregunta. Me

parece, ademas, que en nuestro mundo no se presta ningunai hili atenci6n a 10 que usted pregunta. POI' eso debo rogarle que

me consienta algunos instantes de reflexi6n.

(EI Japones cierra los ojos, inclina la cabeza y se abandona a una larga I.medilaci6n. EI Inquiridor espera a que su huesped retome eI dialogo).

1. Hay, en japones, una palabra que, mas que dejarse utilizarcomo nombre para el hablar y el hahla, dice la esencia del 1.hahla.

Esto mismo es 10 que exige el asunto en cuesti6n puesto quela esencia del habla no puede pertenecer al orden del habla.

de Holderlin. Por entonces tambien traduje el Pentesilao deKleist y su Amphitryon.

Asi pues. la esencia de la lengua alemana debe haberse ver-tido sobre usted como un torrente.

Esto mismo ocurri6. A menudo, a 10 largo de la traducci6nhe tenido la impresi6n de ir y venir entre dos esencias delenguas distintas, pero de tal modo que a veces lucia una luza mi encuentro que me presagiaba que la fuente para laesencia de dos lenguas radical mente distintas era la misma.

Entonees no buscaba usted un concepto universal en el cuallas lenguas europeas y las lenguas extremo-orientales hub ie-ran podido hallar su comtin denominador.

En absoluto. Y ahora que usted habla de «senar», esta ex-presi6n liberadora me anima a decirle la palabra mediante laque la esencia del habla nos esta... como diria ...

Muy de lejos siento un parenteseo de nuestra palabra - laque ahora vino a mi mente - con su termino.

Esto es, ciertamente. Pero, al mismo tiempo, temo que laearaeterizaci6n del termino «easa del ser» como «senar» noseonduzca a ambos a elaborar este termino hacia un conceptorector donde 10 recluyamos todo.

Me parece que aeaba usted de pronunciar una palabra clave,algo asi como la palabra del enigma.

Entonces, «senar» 1 seria el rasgo fundamental de toda pa-labra.

S610 ahora que se habla de «senar» se concreta para m! 10que ya presentia cuando lcia su Carta sobre el Humanismoy traducia al japones su confereneia sobre el himno Regreso Porque eI modo de la representaei6n conceptual anida con

demasiada faeilidad en todos los generos de experienciashumanas.

Page 16: DE UN DIÁLOGO ACERCA DEL HABLA0001

lIncluso cuando el pensamiento es no-conceptual? J. Nosotros comprendemos demasiado bien que un pensadorpreferiria retener la palabra-por-decir (das zu-sagende), nocon el fin de guardarla para S1 mismo, sino, al contrario,para lIevarla al encuentro de 10 que es digno de pensar.

lncluso en este caso. Recuerde solamente como usted aceptoal instante como apropiada la interpretacion estetica del Ikide Kuki pese a que se fundamentara en el modo de represen-tacion europea, es decir, metafisico. I. Esto es 10 propio de las seiias. Son enigmaticas. Nos «senan»

el acuerdo. Nos «seiian» el rechazo. Nos «seiian» atrayendo-nos hacia aquello desde 10 cual, de improviso, se «portan»hasta nosotros.

Si Ie comprendo bien, usted qUiere decir que el modo derepresentacion metaf1sico es, desde cierto punto de vista,ineludible.

J. Usted piensa entonces el «senar» en su comun pertenencia a10 que explico por la palabra «gesto •.

Y, sin embargo, raras veces logramos mensurar el alcance desu vision.

Segun sus indicaciones las seiias y los gestos son diferentesde signos y numeros - todos los cuales pertenecen a la me-tafisica.

Porque Kant no pudo desarrollarla mas alIa de la metafisica.La dominacion intacta de la metafisica se organiza inclusoen 10s lugares donde no la esperamos - en la elaboracion dela logica en 10gistica. Las seiias y 10s gestos tienen su sede en un espacio esencial

distinto si me permite este termino incluso para mi capcioso.

J. Lo que usted deja entrever me confirma una conjetura quehe sostenido durante mucho tiempo. Es ilicito to mar su frase«casa del ser» como imagen fugaz que nos ayuda a imaginarcualquier cosa; asi, por ejemplo: la casa es un habitaculoedificado de antemano y en cualquier parte, dentro del cualpodria colocarse al ser como objeto transportable.

Ciertamente. Y el ataque a la esencia del habla que se ocultaen este proceso - tal vez el ultimo ataque que viene de estelado - pasa desapercibido.

Tanto mas cuidadosos debemos velar por los cammos queconducen hacia la esencia del habla.

Seria incluso suficiente si tuvieramos la fortuna de trazar,aunque solo fuera lateralmente, un sendero hacia este camino.

1. Esta representacion se derrumba si pens am os en la ambigiie-dad de la palabra «ser» antes mencionada. Con esta expre-sion no me refiero al ser de 10 existente representado metafi-sicamente, sino a la esencia del ser, mas exactamente, a 10duplo de ser y ente - entendida esta Duplicidad (Zwiefalt)como digna de ser pensada.

Que hablara usted de «senar» parece indicar un senderohacia tal camino.

J. Si atendemos a esta observacion, entonces la frase «casa delser» nunca podra lIegar a ser un reclamo.

Page 17: DE UN DIÁLOGO ACERCA DEL HABLA0001

I. Demasiado, en efecto, demasiado a 10 que aun no ha ma-durado.

1. Usted qui ere decir tan maduro que, como la fruta, se cae delarbol. Me parece que no hay tales palabras. Y un decir queespera eso, no corresponderia a la esencia del habla. Ustedmismo es el ultimo en pretender tal decir.

I. Es un honor excesivo. Le devuelvo el cumplido por la supo-sicion de que esta usted mas proximo a la esencia del hablaque todos nuestros conceptos juntos.

1. No yo, sino la palabra por la que usted me ha preguntado,esta palabra que ahora, bastante animado, ya no quieroretenerle.

En esta observacion entreveo que la palabra aun sin pronun-ciar para la esencia de 10 que nosotros llamamos «habla»,nos traera una sorpresa que ni siquiera ahora esperamos.

J. Puede ser. Con todo, esta sorpresa - que Ie alcanza a ustedcon la misma fuerza que me cautiva a mi desde que formulosu pregunta -, esta sorpresa necesita de la posibilidad dedesplegarse en toda su amplitud.

J. Animado por su indicacion de que la palabra es «seiiar> y nosigna en el sentido de mera significacion.

Las seiias necesitan del espaclO mas amplio para moverselibremente ...

I. Esto es 10 que nuestra lengua llama «vacilacion». Advieneverdaderamente cuando 10 que es lento esta llevado por elpudor. Por esto yo no quisiera incomodar su vacilacion conninguna precipitacion inoportuna.

1. Hablando asi, me ayuda usted mas en mi esfuerzo de decirla palabra de 10 que puede saber.

I. No quiero disimularle que me deja usted en un estado degran agitacion, tanto mas cuanto hasta ahora he buscadoinutilmente una respuesta a mi pregunta entre expertos ylingiiistas. Pero para que su reflex ion pueda moverse libre-mente, sin que usted tenga casi parte en ello, cambiemos elreparto, yo me ocupare de responder, y en primer lugar, a supregunta acerca de la hermeneutica.

Donde no hemos prosperado mucho en la explicacion de 10hermeneutico. Le he contado historias mas bien para mos-trar como habia llegado a emplear esta palabra.

Mientras que yo habia constatado que ahora ya no utilizausted este nombre.

Y, finalmente, yo destaque que 10 hermeneutico como epitetode la «fenomenologia», no significaba, como acostumbra, lametodologia de la interpretacion, sino esta misma.

1. Fue aqui don de nuestro dialogo se perdio en 10 indetermina-do.

Page 18: DE UN DIÁLOGO ACERCA DEL HABLA0001

De todos modos, Ie agradezco que vuelva de nuevo a lahermeneutica.

nes, segun la frase de Socrates en el dialogo Ion de Platon(534 e), EQIl'YjVtlsdmv l"WV1'tEWV,«Mensajeros son de losdioses».

Le tengo un carino so afecto a este pequeno diaIogo de Pla-ton. En el lugar que usted indica, Socrates lleva las relacio-nes mas lejos aun: augura que son los rapsodas los quellevan a conocimiento las palabras de los poetas.

Al hacerlo, quisiera enlazar con la etimologia de esta pala-bra; vera que mi empleo de la palabra no era arbitrario sinoque era, ademas, apto para clarificar en su intencion el ex-perimento que procuraba hacer con la fenomenologia.

De todo ello se deduce claramente que 10 hermeneutico noquiere decir primeramente interpretar sino que, antes aun,significa el traer mensaje y noticia.

1. Tanto mas me sorprende que entretanto haya abandonadoestos dos terminos.

I. Esto no ocurrio, como muchos creen, para denegar la signi-ficacion de la fenomenologia, sino para dejar mi camino depensamiento sin nombre.

I. ... en la medida en que en 10 publico no se puede pasar sinetiquetas.

1. Pero esto no debe impedir que explique con mas rigor aim elsustantivo «la hermeneutica» y el adjetivo «hermeneutico»,terminos abandonados entre tanto.

I. Lo intento de buen grado, pues la explicacion puede desem-bocar en una dilucidacion.

Exactamente en este sentido. La expresion «hermeneutico»deriva del verbo griego EQIl'YjVEUELV.Esto se refiere al sustan-tivo I::QIll]VEV£,que puede aproximarse al nombre del dios'EQlltl£ en un juego del pensamiento que obliga mas que elrigor de la ciencia. Hermes es el mensajero divino. Traemensaje del destino; EQIl'YjVEUELVes aquel hacer presente quelleva al conocimiento en la medida en que es capaz de pres-tar oido a un mensaje. Un hacer presente semejante devieneexposicion de 10 que ya ha sido dicho por los poetas - quie-

Porque es el el que me ha llevado, con su ayuda, a podercaracterizar el pensamiento fenomenologico que me abrio elcamino hasta Ser y Tiempo. Se trataba, y todavia se trata, dellevar a la luz el ser de 10 existente; no ciertamente ya almodo de la metafisica sino de forma que el ser mismo liegueal resplandor. EI ser mismo - esto quiere decir: el presenciarde 10 presente, (Anwesen des Anwesenden), esto es, la Dupli-cidad de los dos desde su simplicidad. Esta simplicidad es laque, interpelandole, requiere al hombre ser respecto a suesenCIa.

EI hombre realiza asi su esencia de hombre en la medida enque corresponde a la invocacion de la Duplicidad, haciendo-la cons tar como mensaje.

Lo que prevalece y 10 que «porta» en la relacion del serhumano con la Duplicidad es, en consecuencia, el habla. Esella la que da voz a la relacion hermeneutica.

Entonces, cuando yo Ie pregunto acerca de 10 hermeneuticoy cuando usted me pregunta acerca de la palabra para 10 queentre ustedes se llama habla, nos preguntamos mutuamente10 Mismo.

Page 19: DE UN DIÁLOGO ACERCA DEL HABLA0001

I. Esto es manifiesto; por esto podemos tranquilamente confiaren la corriente inaparente de nuestro dialogo ...

I. No querra usted decir aqui que, desbordados de curiosidad,nos hagamos una mutua auscultacion, sino que, por el con-trario ...

... dejemos que se lib ere cad a vez mas ampliamente en 10abierto 10 que pide ser dicho.

I. Lo que suscita facilmente la impresion de como SI todo sedeslizara en 10 arbitrario de 10 que no obliga.

1. Podemos prevenir esta impresion si atendemos a 10 que an-tiguamente enseiiaban los pensadores, dejando que estos ha-bIen con nosotros en nuestra conversacion. Lo que digo aho-ra, 10 he aprendido de usted.

I. Lo que ha aprendido asi ha sido, a su vez, aprendido alescuchar el pensamiento de los pensadores. Cada uno, cadavez, esta en dialogo con sus antepasados; y mas aun, massecretamente, con sus descendientes.

1. La esencia historica - entendiendo esta palabra en un senti-do mas profundo que el sentido corriente - de todo dialogopensante no necesita, sin embargo, organizarse al modo delas ciencias historicas, que cuentan 10 acaecido a los pensa-dores y 10 que estos han pensado.

Desde luego que no. Pero para nosotros, hombres de hoy,puede lIegar a ser una necesidad urgente el preparar talesdialogos, exponiendo propiamente 10 que han dicho pensado-res anteriores.

Cosa que puede degenerar facilmente a no ser mas que unaocupacion.

Podemos prevenir este peligro mientras nos esforcemos enpensar segun el modo del dialogo.

Yaqui, como se dice en su lengua, hay que sopesar cad apalabra.

Y ante todo ver si la palabra es sopesada cada vez en su pesototal, que a menudo permanece secreto.

Me parece que satisfacemos esta regIa no escrita, aunquedebo confesarle que soy alguien que pregunta con poca for-tuna.

I. Esto 10 hacemos todos. Pese a nuestra gran circunspeccion,nos deslizamos sobre tantas cosas esenciales - tambien aho-ra. en esta conversacion que nos ha llevado a dilucidar 10hermeneutico y la esencia del habla.

1. En este momenta no veo donde hemos negligido el cuidadoen el em pIeo de las palabras.

I. A veces nos damos cuenta de ello bastante tarde, pues lacarencia, de hecho, no proviene tanto de nosotros, sino deque el habla es mas poderosa y por tanto de mayor peso quenosotros.

Usted decia que el habla es el rasgo fundamental en la rela-cion hermeneutica del hombre con la Duplicidad de la pre-sencia y de 10 que es presente. Respecto de esta indicacion,yo deseaba decir algo, pero 10 hare cuando usted haya rnos-trado 10 que hemos dejado sin pensar en este contexto.

:\1e refiero a la misma palabra «relacion». Con ella, Bezug,pensamos en Beziehung. en el sentido de «relacion». A esto

Page 20: DE UN DIÁLOGO ACERCA DEL HABLA0001

conocido 10 podemos designar en un sentido vado, formal yutilizarlo como notacion matemMica. Piense en el procedi-miento de la logistica. Pero en la frase «el hombre esta enuna relacion hermeneutica con la Duplicidad» podemos oirla palabra «relacion» tambien de un modo completamentedistinto. Lo debemos incluso si pensamos en 10 que ha sidodicho. Presumiblemente no sera posible de manera inmedia-ta, sino con tiempo y despues de larga reflexion.

Porque la Duplicidad misma es la que despliega la claridad,es decir, el Claro 1 en cuyo interior devienen discerniblespara el hombre 10 que esta presente en tanto que tal y lapresencIa ...

... para el hombre que en su propia esencia se halla en larelacion, esto es, en la puesta en uso de la Duplicidad.

Por esto ya no podemos decir: en relacion a la Duplicidad,pues ella no es objeto de la representacion sino el prevalecerde la usanza.

As! no importani si de momento entendemos el Bezug en susentido habitual de relacion.

Si usted quiere, pero de entrada esto es insuficiente - siadmitimos que la palabra Bezug, tal como antes la emplea-mos, debe llegar a ser una palabra base en 10 que dijimos.Decimos igualmente Bezug cuando hablamos de la demanday del suministro de mercandas necesitadas. Si el hombn~esta en el Bezug hermeneutico, esto significa precisamenteque el no es una mercanda. Al contrario, 10 quela palabraBezug quisiera decir es que el hombre es requerido en suesencia; que el hombre pertenece, en tanto que hombre quees, a una puesta en uso (Brauch) que Ie requiere.

De 10 cual, sin embargo, no hacemos la experiencia directamientras nos representamos 10 duplo como la simple diferen-cia que resulta de la comparacion que intenta contrastar 10presente y su presencIa.

Cuando soy capaz de seguirle en el diaIogo puedo lograrlo.S6lo estoy perdido, pues la manera en que emplea usted laspalabras «puesta en uso» y «relacion» ...

Hermeneuticamente, es decir, en el sentido de portar a cono-cimiento; en el sentido de custodiar un mensaje.

No 10 niego. Pero me parece que en el campo en el queandamos solo alcanzaremos 10 que nos es originariamentefamiliar si no tememos el paso par 10 extrano.

EI hombre esta «en la relacion» (im Bezug) significa entonces10 mismo que: el hombre despliega su esencia de hombre enel «requerimiento de la puesta en uso» ...

~Como entiende usted 10 «originariamente familiar»? ~Noquerra decir 10 que nos es conocido de entrada?

... y que - hasta donde yo pueda ver - no puede ser explica-da en terminos de la presencia misma, ni en terminos de 10que esta presente, ni tampoco desde la relacion entre ambos. 1. Lichtung: Claro. De coslUmbre el termino aleman significa «claro de

bosque». Aqui se trata manifiestamente del lugar donde adviene la claridad, 0 seaen el Claro (T).

Page 21: DE UN DIÁLOGO ACERCA DEL HABLA0001

Tengo que confesarle que aqui se equivoca usted. El curso.Expresi6n y aparienciw (lno era el titulo mas bien Expre-si6n y significaci6n?) era altn pasablemente controvertidopese a que permanecia determinado por 10 que ahora deno-minamos el caracter historico del dialogo pensante.

En cualquier caso, 10 que me importaba era hacer visible 10totalmente Otro que yo habia presentido de modo obscuro,por no decir confuso. Tales saltos juveniles pueden facilmen-te llegar a ser injustos.

La palabra <expresion. en el titulo es el nombre para aque-llo que usted oponia. Porque su mirada en la esencia delhabla no se queda en el caracter fonetico y escritural de laspalabras, en aquello que se concibe como el caracter expre-sivo del habla.

Aqui la palabra <expresion. se entiende en el sentido limita-do de la apariencia sensible. Pero incluso aqui, cuando aten-demos al contenido de la significacion de formaciones fone-ticas y escritas, se concibe el habla como expresiva en sucaracter.

lEn que medida? El habla, entendida en su plenitud designificacion ha trascendido ya siempre al aspecto sensible yfisico del fenomeno fonetico. El habla, en tanto que sentidosonante y escrito, es algo en si supra-sensible que excede sincesar 10 meramente sensible. El habla entendida asi es en simisma metafisica.

Estoy de acuerdo en todo 10 que dice. Pero esta esenciametafisica del habla solo aparece si ha sido entendida antescomo expresion. Aqui, expresion no significa ya solamentelos sonidos enunciados y los signos de escritura impresos.Expresion es simultaneamente exteriorizacion.

Page 22: DE UN DIÁLOGO ACERCA DEL HABLA0001

I. En la epoca de este curso, todo el mundo hablaba del Erleb-nis, de la experiencia vivida - incluso en fenomenologia.

1. Un celebre libro de Dilthey lleva por titulo Das Erlebnis unddie Dichtung (Experiencia vivid a y poesia).

I. «Experiencia vivida» indica siempre: retrotraer a un Yo lavida y 10 vivido. La experiencia vivida como el reenvio de 10objetivo al sujeto. Incluso la conocida experiencia vivida en-tre un Tu y un Yo pertenece al dominio metafisico de lasubjetividad.

1. Este ambito de la subjetividad y de la expresion que formaparte de ella es el que ha abandonado usted cuando ~entrado en la relacion hermeneutica con la Duplicidad.

I. (' Por 10 menos 10 intente. Se trataba de poner en cuestion el1 rol canonico de las representaciones rectoras que, bajo losrl nombres de «expresion», «experiencia vivida» y «conscien-

; cia» determinan el pensamiento contemporaneo y Ie dan su\.tono.

Pero entonces ya no comprendo como podia usted elegir eltitulo Experiencia y apariencia. Pues ~no debia anunciaruna oposicion? «Expresion» es la exteriorizacion de una in-terioridad y se refiere a 10 subjetivo. «Apariencia», en cam-bio, denomina 10 objetivo, si puedo aqui referirme al uso deKant, segun el cual las apariencias son los objetos de laexperiencia. En el titulo de su conferencia usted mismo se hacomprometido a la relacion sujeto-objeto.

to convencionaL vias que retroceden a ambitos apenas per-ceptibles. Ademas, desmarcarse de este modo respecto a latradicion viene ya moderado por el mero hecho de que laaparente voluntad revolucionaria busca ante to do recuperarde modo mas originario 10 que ha sido. En la primera paginade Ser y Tiempo se habla ponderadamente de «repeticion».Esto no significa la reiteracion uniforme de 10 que siempre esidentico, sino al contrario: juntar 10 que se oculta en 10antiguo.

:\Tuestros profesores y mis amigos en el Japon siempre enten-dieron sus esfuerzos en este sentido. EI profesor Tanabe vol-via con frecuencia a una pregunta que usted Ie planteo unavez: ~por que no se dedicaban los japoneses a reflexionar (acerca de los venerables inicios de su propio pensamiento enlugar de correr avidamente tras la ultima nove dad de la J

filosofia europea? De hecho, esto sucede aun hoy. /

Sus objeciones son en cierta medida justificadas, aunque solofuera porque en este curso muchas cosas no podian dejar deser confusas. Nadie puede, de un solo salto, tomar distanciadel predominante circulo de ideas; especialmente cuando setrata de las vias arraigadas desde hace tiempo del pensamien-

No es facil ir en contra de eso. Llegado eI momento, talesprocedimientos se ahogan en su propia esterilidad. En cam-bio, 10 que necesita de nuestra concurrencia es algo distinto.

Atender alas huellas que indican al pensamiento el ambitode su fuente.

Las encuentro solo porque no proceden de mi y son discer-nibles solo escasas veces, como un eco casi inaudible queprocede de una invocacion lejana.

De 10 que dice entiendo que en la distincion Expresi6n yapariencia ya no se basa usted en la relacion abjeto-sujeto.

Eso podra verlo aun mas claramente si observa esto queahara quisiera anadir a su indicacion sobre eI cancepto kan-

Page 23: DE UN DIÁLOGO ACERCA DEL HABLA0001

tiano de la apariencia. La.determinacipn kantiana reside en~.

el acontecimiento de que todo 10 presente se haya hecho ya, objeto de representacion.,. 1.

1. Tal como 10 piensa Kant, en la apariencia debemos tambienhacer la experiencia de un «estar-en-frente» (Gegenstehen).

" I.I. Esto es necesario, no solo para entender correctamente a

iiiilKant, sino sobre todo para hacer la experiencia originaria delaparecer de la apariencia, si puedo expresarme de este modo. 1.

ii'1. iComo sucede esto?

I. Los griegos fueron los primeros en hacer la experiencia y enpensar como tales los <j:JalV0I-tEVU, los fenomenos. Pero a ellosles era del todo extrano acunar en una obstancia 10 que es I.presente, 0 sea, en un «estar-en-frente»; <j:JU(VEO{tUl quieredecir para ellos que un ser asume su resplandor y que apa-rece en este resplandor. La apariencia permanece asi como 1.rasgo fundamental de la presencia de todo 10 que es presen-

ill' te, en la medida que asciende a la desocultacion. I.

1. iEmplea usted, por tanto, la segunda palabra del titulo Ex-presion y apariencia, en el sentido griego?

1.I. Si y no. Si, en la medida en que para mi el termino de

apariencia no denomina los objetos en tanto que objetos, ni I.aun como objetos de la conciencia, 10 que siempre quieredecir conciencia -de-sl.

Desmarcarse respecto a Kant no es suficiente. Porque inclusodonde la palabra «objeto» se emplea para 10 que es presentecomo 10 que se sostiene en si mismo, e incluso donde serechaza la interpretacion kantiana del «estar-en-frente», seesta muy lejos de pensar la apariencia en el sentido de losgriegos - si no fundamentalmente, aunque de modo muy

ocultado - en el sentido de Descartes: en terminos de un Yoen tanto que sujeto.

Ahora bien, su «no» da a entender que usted tampoco piensala apariencia en el sentido griego.

Tiene razon. Lo que aqui es decisivo es dificil de hacer vi-sible porque requiere una vision simple y libre.

Es manifiesto que esta vision es todavia escasa. Pues, pOl' 10habitual, su determinacion de la apariencia se asimila indis-criminada con la de los griegos; y se da por establecido queel pensamiento de usted tiene pOl' unico fin un retorno alpensamiento griego,_~~._,!oincluso al presocratico.

Esta es una opinion evidentemente insensata aunque apuntaa algo cierto.

Para conte star a su pregunta con la debida brevedad, quisie-ra atreverme a emplear un termino al que aguardan, deinmediato, nuevos malentendidos ...

Cierto, si pOI' ello no causara un nuevo retraso en nuestraconversacion cuya duracion es limitada porque usted quierecontinual' manana su viaje a Florencia.

He decidido ya permanecer un dia mas aqui, en caso de queme pennita usted hacerle otra visita.

Nada me seria mas entranable. Con todo, aun ante unaperspectiva tan agradable mi respuesta deb era ser breve.

iQue hay, pues, de su relacion con el pensamiento de losgriegos?

Page 24: DE UN DIÁLOGO ACERCA DEL HABLA0001

Hoy, nuestro pensamiento tiene por tarea pensar 10 pensadopor los griegos de modo aun mas griego.

1. Y comprender as! mejor a los griegos que ellos mism~.

I. No, no es esto precisamente; pues todo gran pensamiento seentiende mejor a sf mismo, es decir, en los !imites que Ie sonasignados.

1. ~Que significa entonces: pensar de modo aun mas griego 10que fue pensado de modo griego?

I. Esto puede explicarse facilmente dirigiendo la vision sobre laesencia de la apariencia. Cuando la presencia misma es pen-sada como aparecer, entonces reina en la presencia la emer-gencia hacia 10 claro, entendi_do como desocultacion (Unver-borgenheit). -Lo desoculto se deja ver en el descobijar entendido como elclarear (Lichten). Pero en tanto que advenimiento apropia-dor (Ereignis) el clarear mismo queda sin ser pensado desdetodos puntos de vista. Entrar a pensar 10 no pensado quieredecir: emprender de modo mas originario 10 que ha sidopensado pOl' los griegos; verlo en la esencia de su proceden-. ,cia. A su manera, esta vision es griega, y no 10 es ya respectoa 10 que percibe ni puede serlo jamas.

I. Me parece que a esta pregunta ya no tenemos respuesta.Tampoco nos serviria de nada en la medida en que tan solose trata de apercibir en su propia procedencia el aparecercomo esencia de la presencia.

Si logra usted esto, entonces piensa la apariencia de modogriego y a la vez de un modo que no es griego. Decia usted- al menos con este espiritu - que el ambito de la relacionsujeto-objeto se abandona cuando el pensamiento entra aconsiderar la experiencia citada en la que aparece la verda-

Diflcilmente. Pero ha dado usted con algo esencial. Pues enla procedencia del aparecer llega al hombre aquello en 10cual se cobija 10 duplo de presenciar y de 10 que es presente.

Aunque velada como tal, la Duplicidad se Ie ha ofrecidosiempre al hombre.

1. Y esto sucede sin que el hombre repare propiamente en elhecho de que siempre presta ya oido a este mensaje.

1. Esto 10 denominaba usted antes: el hombre esta en unarelacion (Bezug).

I. Y esta relacion se llama hermeneutica porque trae conoci-miento de este mensaje.

A esto 10 denomina usted ser-hombre, si aun ad mite ahora lapalabra «ser».

EI hombre es el mensajero del mensaje que Ie dirige el deso-cult~miento de la Duplicidad.

Hasta donde soy capaz de seguir 10 que usted dice, presientoun parentesco muy oculto con nuestro propio pensamiento,precisamente porque su camino de pensamiento y su modode hablar son tan «otros». !.., I' 'J

Page 25: DE UN DIÁLOGO ACERCA DEL HABLA0001

que solo puedo controlarme porque permanecemos en el dia-logo. Sin embargo, hay una pregunta que no puedo dejar dehacerle.

\

1. Mas tarde, tambien en Ser y Tiempo, su dilucidacion delhabla sigue siendo parsimoniosa.

I. Con todo, despues de nuestra conversaci6n, tal vez querrausted leer mas atentamente la secci6n 34 de Ser y Tiempo.

I. La pregunta acerca del lugar donde entra en juego el paren-tesco que usted ha presentido.

1. La he leido muchas veces y siempre lamente que fuera tanbreve. Sin embargo, ahora creo percibir con mayor distinci6nel~lea.n~eQ~.ql.l.e 10 hermeneuticQ y el habla-te~gan parte enel mismo conjunto.

En direcci6n hacia una metamorfosis del pensamiento que,evidentemente, no Se deja establecer como un cambio delcurso de un barco, y menos aun como consecuencia de laacumulacion de resultados de investigaciones filos6ficas.

~a ~mplitud es 10 ilimitado que se nos muestra en el Ku, queslgmfica el vacio del cielo. .

Entonces el hombre, en tanto que mensajero del mensaje deldesocultamiento de la Duplicidad, seria, a la VeZ, el quecamina el limite de 10 ilimitado .

... que ?o puede cobijarse en otra cosa mas que en la voz quedetermma y da temple a su esencia.

J. Lo que nosotros ahora decimos - perdoneme el «nosotros. -ya ~o se dej~ ~ilucidar por el hilo conductor de la represen-taclOn metaflslca del habla. Presumiblemente sera por estoque usted quiso dar a entender que se distanciaba de estarepr~sen~acion al dar a su conferencia el titulo «Expresion yapanenCla •.

1. Entretanto me resulta cada vez mas enigmatico c6mo el con-de Kuki se pudo imaginar encontrar en el camino de pensa-miento de usted una ayuda para sus tentativas en la estetica,puesto que su camino deja tras de si, junto con la metafisica,toda la estetica que tiene su fundamento en ella.I. EI c~rso entero no era mas que alusi6n. No hice mas que

segUir unas huellas imprecisas, pero las seguia. Estas huellaseran una promesa casi inaudible que anunciaba una libera-cion hacia 10 abierto, a veces era oscura y desorientadora, aveces como un rehimpago de subita intuici6n que luego,durante mucho tiempo, eludia toda tentativa de decirla.

I. Pero de tal modo que ahora solamente estamos en condicio-nes de meditar la esencia de 10 estetico v remitirlo dentro desus limites. .

Page 26: DE UN DIÁLOGO ACERCA DEL HABLA0001

Tal vez era esta la perspectiva que atrajo a Kuki; pues erademasiado sensible y demasiado reflexivo como para ocupar-se de la computacion de nuevas doctrinas.

iReside el arte en 10 que es artlstlCO, 0 bien es inversa larelacion? Hablar de «artistico» revela siempre la prioridaddel artis ta ...

Empleaba el termino europeo «estetica», pero en .reaJid.adpensaba y buscaba algo diferente ...

... como sujeto que permanece retenido a una ohra entendidacomo su ohjeto.

Pero tal vez ahora podni usted circunscribir mejor 10 que laseiia velada de esta palabra nos indica.

1. Pero solo cuando usted haya precisado la esencia de 10 es-tetico.

1. Esto ya se ha hecho a 10 largo de nuestro dialogo, precisa-mente ahi donde no hablabamos propiamente de ello.

1. iQuiere usted decir cuando dilucidabamos la relacion su-jeto-objeto?

iEn donde sino? POI' 10 estetico 0, digamos, pOI' medio de laexperiencia vivid a y dentro de su ambito canonico, la obrade arte se cambia en objeto de sentimientos y de representa-cion. Solo cuando se ha convertido en objeto, puede la obrade arte estar en la exposicion yen eI museo ...

Este marco es tan traidor, es decir, tan abarcador, que tam- Vbien es capaz de capturar cualquier otra experiencia del artey su esencia.

... y, al mismo tiempo, ser susceptible de evaluacion y deestimacion.

1. La abarcara, pero jamas se la apropiara. POl' esto temo,ahora mas que antes, que cualquier esclarecimiento del Ikipuede quedar atrapado en las redes de la representacionestetica.

1. La cali dad artistica Ilega a ser un factor destacado en laexperiencia contemporanea del arte moderno.

1. La determinacion de 10 que es artistico se efectua, sin em-bargo, referida a la creatividad y a la maestria.

No bien ha dicho usted esto y ya estamos de Heno en laestetica: piense en eI ensayo de Schiller sobre Gracia y Dig-nidad. Este ensayo, asi como las Cartas sobre la educaci6nestetica del hombre que Ie siguen, esta escrito des de el dia-logo que Schiller sostuvo con la estetica de Kant .

Si estoy en 10 cierto, ambos textos se convirtieron tambien enun impulso decisivo para la estetica de Hegel.

1. POI' esto mismo seria pretencioso persuadirnos ahora de quenos hemos adueiiado de la esencia de la estetica con la ayudade algunas observaciones.

1. Aproximadamente puedo, sin embargo, intentar entresacarla palabra Iki traducida pOI' «gracia., fuera de la estetica,esto es, de la relacion sujeto-objeto. Entiendo ahora «gracia»

Page 27: DE UN DIÁLOGO ACERCA DEL HABLA0001

no como «gracioso» en el senti do de un estimulo (Liebreiz)que encanta ...

I. ... 0 sea, no en el ambito de 10 que estimula, de las impresio-nes, de la ata8'YJaL~ - sino ... ?

1. ... mas bien en una direccion contraria; pero se que con estaindicacion todavia permanezco atrapado en el ambito es-tetico.

Teniendo presente esta reserva, puede, de todos modos, lll-

tentar la dilucidacion dellki.

Iki es la brisa del silencio del resplandeciente encantamiento(Iki ist das Wehen der Stille des leuchtenden Entzuckens).

I. EI encantamiento (Entzucken) 10 entiende usted entonces li-teralmente como un arrebato; como 10 que arrastra (Hinzuk-ken) hacia el silencio.

I. EI encantamiento es de la misma especie que el «sellar» quesellal~ a 10 lejos: un <sellar» que invita a partir 0 que invitaa venir.

1. Mas, el <sellar> (Der Wink) es el mensaJe del velamientoesclarecedor.

Asi, toda presencia procederia de la gracia, en el sentido delpuro encantamiento del silencio invocador.

1. Dado que me presta oido, 0 mejor dicho, alas suposicionesy tanteos que propongo, me despierta un sentimiento deconfianza que me \leva a abandonar la vacilacion que meretenia hasta ahora de contestar a su pregunta.

I. Se refiere usted. ala pregunta acerca de la palabra que, enja:po-nes, dice 10q~en05-otros europeos' denominamos« habla»-:-

Hasta ahorl! tenia pudor de decir esta palabra, porque deboclar- un~ iiaduccion en la que nuestra palabra para «habla»parece configurarse como .i:nero ideograma: algo que perte-nece al ambito delas representaciones de conceptos; pues laciencia europea y sufilosofia intentan asir la esencia delhabla solo por mediode conceptos.

ba denomina las hojas, pero tambien y a la vez los petalos.Piense en los petalos del cerezo y en los petalos del ciruelo.

~Y que quiere decir Koto?

Esta es la pregunta mas dificil de contestar. Con todo, 10 quefacilita la tentativa es que nos hemos atrevido a dilucidar elIki: el puro encantamiento del silencio invocador. La brisadel silencio que apropia este encantamiento invocador, es 10que gobierna la venida de este encantamiento. Pero Kotosiempre denomina al mismo tiempo 10 que cada vez encanta,o sea el encantamiento mismo, 10 que de modo unico, encada instante irrepetible, viene a resplandecer con la pleni-tud de su gracia.

Koto seria entonces el advenimiento apropiador del esclare-cedor mensaje de la gracia.

jMagnificamente dicho! Solo que la palabra «gracia» puedeextraviar con demasiada facilidad el modo de representaci6nactual...

Page 28: DE UN DIÁLOGO ACERCA DEL HABLA0001

I.

,"

"11

c..~. "

~,,I. " 1.

,/\"

, I.,I·

liberaci6n. Me parece de mayor ayuda retornar a la palabragriega xaQL~, que encontre en la her~?sa cita de .SOfocles, alfinal de la conferencia de usted .poetlcamente Vlve el hom-bre ...• y que traduce pOI' Huld, la inclinaci6n benevole~te.Esta palabra habla mas del advenimiento, como una bnsa,del silencio del encantamiento.

1. Kata - el advenimiento apropiador del esclarecedor mensajede la benevolente inclinacion que hace emerger.

Y algo mas que alli quiso decirse pe~o que n? pudo conte~-plarse en el marco de esta conferenCia. La xaQL~ se denoml-na en ella 'tlx'touaa - 10 que hace-venir-delante. Nuestrapalabra alemana dichten, que procede del aleman antiguotithan, dice 10 Mismo. Asi, la palabra de SOfocles nos hacesaber que la misma inclinacion benevolente es poeti~a; esella la que propiamente poetiza, el brotar del mensaJe deldesocultamiento de la Duplicidad.

1. ... y, ademas, de aquello que necesita del resguardo de 10 quecrece y de 10 que florece.

I. ~Entonces, que dice Kata ba en tanto que nombre para«habla» ?

Necesitaria mas tiempo del que permite el dialogo para re-flexionar acerca de las nuevas perspectivas que me ha abier-to con esta observacion. Pero una cosa veo de inmediato: suobservacion me ayuda a decirle con aun mas claridad 10 quees Kata.

1. EI habla, entendida a partir de esta palabra, es: petalosprocedentes de Kata.

Esto me parece indispensable para poder pensar adecuada-mente, y en unisono con usted, la palabra japonesa Katapara .habla •.

I. Palabra maravillosa y pOl' ello inagotable para nuestro pen-samiento. Denomina algo distinto de 10 que nos presentan losnombres en ten didos desde la metafisica: lengua, yAwaaa,lingua, langue y language. Hace tiempo que empleo conprudencia la palabra «habla» cuando reflexiono acerca de suesenCla.

1. Recordara seguramente el momenta de nuestra conversacioncuando Ie nombre las palabras japonesas de Ira y Ku que,supuestamente, correspondian a la distincion de a\'a8Tj'tov yVOTj'tov. Ira significa mas que color y mas que todo 10 quepuede ser percibido pOI' los sentidos. Ku, 10 abierto, el vaciodel cielo, significa mas que 10 supra-sensible.

Creo haberla enc~I1.!r~99.;. pero quisiera qeJenderla de ser q..._.ui:if;'za-aa'coino~etlqueta y de sercorrompida como designa-cion de un concepto.

La palabra die Sage, Decir. Significa el decir, 10 que el decirdice y 10 que ewi pOl' decir.

Page 29: DE UN DIÁLOGO ACERCA DEL HABLA0001

I.

Ilil

1.j.'~

Presumiblemente 10 mismo que mostrar en el sentido de: de-jar aparecer y dejar relucir, pero en e! modo de «senar».

mo ya 10 habla presentido Kant, como usted mismo ha mos-trado.

1. Die Sage no es, entonces, el nombre para e! decir de loshombres ...

... sino, mas bien, para aque! ser esencial al que hace alusionsu palabra japonesa Koto ba: das Sagenhafte, 10 que tiene elcaracter del Decir ...

... en cuyo «senar» solo ahora, gracias a nuestro diaIogo hellegado a estar comodo; y veo tambien mas claro 10 bienencaminado que estaba el conde Kuki, dirigido por usted, ensu tentativa de reflexionar acerca de 10 hermeneutico.

Debe usted reconocer a la par, la necesaria insuficiencia demis directrices; pues es solo con la mirada puesta en laesencia de la Sage, del Decir, que comienza para e! pensa-miento aque! camino que conduce fuera de la mera represen-tacion metafisica para llevarnos a atender las senas del men-saje, cuyos mensajeros quisieramos propiamente llegar a ser.

Si no, por 10 menos hacia ella se encamina desde el momentaen que busca el camino hacia 10 que - como veo ahora masclaramente - nuestra palabra Koto ba quisiera aludir.

Para poder someternos a esta alusion, deberiamos tener masexperiencia de la esencia del habla.

No tanto porque conduce hacia 10 lejano sino porque condu-ce a traves de 10 proximo.

Me parece que los esfuerzos en esta direccion acompanan sucamino de pensamiento desde decenios, de formas tan diver-sas, que esta usted suficientemente preparado como paradecir algo acerca de la esencia del habla en tanto que Sage,Decir.

Que es tan proximo; durante mucho tiempo ha estado tanproximo a nosotros, japoneses, la palabra aun sin pensarpara e! habla: Koto ba.

Pero sabe usted tambien que solo los esfuerzos propios noson nunca suficientes.

Petalos que proceden de Koto. La imaginacion quisiera ex-ten~~[§~~,a.:arnbitos sin conocer ~an"doesta"palabra illiciil sud~cir. ,-

Esto es cierto. Con todo, 10 que la fuerza mortal no puedelograr por sl misma podemos alcanzarlo mas facilmente siestamos plenamente dispuestos a obsequiar 10 que desde nos-otros mismos estemos intentando, aunque no haya llegado ala perfeccion.

Solamente podria extenderse si se la soltara en medio de lamera representacion. Pero donde brota como fuente de! pen-samiento, mas me parece recoger que extenderse. Esto mis.

Me aventure a hacer unas observaciones provisionales en laconferencia titulada «EI habla» 1 que di en el transcurso delos ultimos anos.

He leido comentarios e incluso una transcripcion de estaconferencia.

Tale~t!"_1!1J2.GripciQlleJ;.,.ind1J.s()las mas escrupulosas, son, comoya he dicho, fuentes ambiguas y cualquier' transcripcion de

~"'-" .

Page 30: DE UN DIÁLOGO ACERCA DEL HABLA0001

esta conferencia es, en cualquier caso, una desfigura~J~!!_<;Ie_§!.~aecif.-

1. Nosotros, los japoneses, tenemos una comprenslOn innatapara esta clase de retenimiento que usted manifiesta, si mepermite esta expresion. Un secreta solo es secreta cuando nisiquiera aparece el hecha de que rein a un secreto.

I. No es un juicio sobre las transcripciones, smo sobre unaconfusa caracterizacion de la conferencia.

I. Tanto a los superficiales y presurosos como a los circunspec-tos y meditativos debe parecerles como si en ninguna partehubiese secreto.

Mas, nos hallamos rodeados del peligro, no solo de hablardel secreta en voz demasiado alta, sino incluso de desencon-trarnos con su manera de prevalecer.

Si aqui pudiera contestarle, toda la oscuridad que rodea elcamino estaria esclarecida. Pero no puedo contestar. Es estamisma razon la que hasta ahora me ha disuadido de dejaraparecer en forma impresa esta conferencia.

1. Pero, ~es por ello licito esquivar sin esfuerzo ni riesgo elhablar sobre el habla?

Seria inoportuno si Ie preguntara por esta razon. A juzgarpor la manera en que ha oido usted nuestra palabra japonesapara <habla» y despues de 10 que ha surgido acerca delmensaje del desocultamiento de la Duplicidad y del ser hu-mana portador del mensaje, sol~£uedo intuir vagamente 10que significa de metamorfosear la pregunta acetca del-hablaen una meditacion sobre la esencia de la Sage, del Decir.

I. De ningun modo. Debemos esforzarnos continuamente porsemejante hablar. Lo que es as! hablado no podrei, natural-mente, jamas tomar forma de tratado cientifico ...

1. ... porque el movimiento del cuestionar al que se reqUiereaqui se entumece con demasiada facilidad.

I. Esta seria la menor de las perdidas. Hay otra cuestion quepesa mas: saber si hay jamas un hablar sobre el habla.

Debe perdonarme usted si soy parsimonioso con las indica-ciones que pudieran quiza conducir a una dilucidacion de laesencia del habla.

Para ello seria preciso caminar hasta la localidad (Ortschaft)donde se halla la esencia del decir.

Ante todo, esto. Pero me refiero ahora a algo distinto. Lo quesuscita mis reservas es la creciente comprension de 10 intoca-ble que el misterio del Decir nos vela. Poco se gana con lamera clarificacion de la diferencia entre decir y hablar.

Hablar sabre el habla convierte casi inevitablemente el hablaen un objeto.

Page 31: DE UN DIÁLOGO ACERCA DEL HABLA0001

I. En efecto, en la medida en que hablar de un circulo siemprepermanece en 10 superficial.

I. ... de tal modo que el hablar vendria invocado desde suesencia y conducido hasta ella.

I. Decididamente, quisiera evitar tanto una exposicion comocualquier hablar sobre el habla.

1. Todo depende entonces de alcanzar el correspondiente Decirdel habla.

1. Me parece que ahora nos movemos en un circulo. Un dialogoacerca del habla debe estar llamado por la esencia del habla.~Como puede ser capaz de ello, si el dialogo mismo no entraprimeramente en una escucha que alcanza de inmediato laesencia?

I. Un dialogo que, en su origen, permaneceria apropiado a laesencia del Decir.

1. Entonces no podemos llamar dialogo a cualquier conversa-cion ...

J. Este circulo existe en todo lugar de 10 hermeneutico, es decir,segun su explicacion de hoy, existe donde prevalece la rela-cion entre mensaje y andanza del portador del mensaje.

I. ... en caso de que, de ahora en adelante, oigamos esta pala-bra de tal modo que nos nombre el recogimiento en la esen-cia del habla.

I. ELportador del mensajedebe ya prJ)Venir del mensaje. Peroa la vez deb~ hiiber ido hasta el. --

J. ~No dijo anteriormente que este circulo era inevitable; que,en lugar de evitarlo como una supuesta contradiccion logica,habia que andarlo?

I. Quisiera dejar abierta esta cuestion y solo indicar que laclase del dialogo se determina por aquello desde donde estansiendo invocados los aparentemente unicos hablantes - loshombres.

I. Asi es. Pero el necesario reconocimiento del circulo herme-neutico todavia no significa, representandose como conocidaesta circulacion, que se haya hecho la experiencia originariade la relacion hermeneutica.

1. Alli donde la esencia del habla en tanto que Decir se dirigiese(se dijese) a los hombres, £iI, el Decir, produciria el verdaderodialogo ...

Page 32: DE UN DIÁLOGO ACERCA DEL HABLA0001

'" que no dirfa «sobre. el habla sino que dirfa de ella, comonecesitada y puesta en uso pOl' su esencia.

del mensajero - y brillara a su encuentro - aquella amplituddonde llega a su resplandor la esencia del Decir.

Y aquf serfa, pOl' de pronto, de importancia menor que eldialogo estuviera presente ante nosotros en forma escrita 0

haya resonado en palabras pronunciadas alguna vez.

1. Deberia tener lugar un apaciguamiento que calmara el vien-to de la vastedad hacia la estructura del Decir invocador.

1. En todas partes juega la correspondencia velada entre elmensaje y la andanza del porta dol' de mensaje.Ciertamente - pues la cuestion que importa es que este ver-

aadero'dialogo, sea escrito,-sea habla:do,' permanezca en-'unconstante venir. 1. En nuestra antigua poesfa japonesa, un poeta desconocido

canta la fragancia entremezclada de petalos de cerezos ypetalos de ciruelos en la misma rama.La andanza de semejante dialogo deb era tener caracter pro-

pio, de modo que habrfa en el mas silencio que conversacion.I. Asf imagino el despliegue mutuo, del uno al otro, de la

vastedad y del silencio en el mismo advenimiento del mensa-je del desocultamiento de la Duplicidad .

... porque hablar y escribir sobre el silencio ocasiona discu-. . .SlOnes permClOsas ... 1. ~Pero quienes, hoy, oirian en esto un eco de la esencia del

habla que nuestra palabra Kola ba nombra: petalos quecrecen des de el resplandeciente mensaje de la inclinacionbenevolente que da a luz?

... y quedarfa el preludio permanente al verdadero dialogodel habla.

I. ~Quien podrfa encontrar en to do esto un esclarecimiento Utilde la esencia del habla?

1. Esta esencia no se encontrara jamas mientras se exijan orien-taciones bajo forma de frases rectoras y teoremas.

En efecto - mientras que no Ie sea acordado al hombre elpuro andar del portador de mensaje, del que necesita delmensaje, que dice confiadamente al hombre el desocultamien-to de la Duplicidad.

1. Con todo, mas de uno podrfa ser incluido en el preludio deuna andanza de portador de mensaje, tan pronto se hallaradisponible para un dialogo del habla.

Suscitar esta andanza del portador de mensaje, y mas aun,andarla, me parece todavfa mas incomparable y diffcil quedilucidar la esencia del Iki.

1. Me parece como si ahora nosotros mismos, mas que hablarsobre el habla, hubieramos intentado dar algunos pasos enuna marcha que se confia a la esencia del Decir.

I. Que se dice hacia ella. Alegremonos si. adem as de parecerlo,es as!.

Page 33: DE UN DIÁLOGO ACERCA DEL HABLA0001

J. ~Pero no pensara usted la despedida como perdida y comonegacion?

... que, como decia usted recientemente, perdura como 10otorgante ...

... .que nos ppn.e ,en uso y nos.necesita como portadores.-.lk..•.-.-_.---mensaJe.