Debió prohibirse a los trabajadores de Concytec exhibir símbolos religiosos en la institución

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  • 7/30/2019 Debi prohibirse a los trabajadores de Concytec exhibir smbolos religiosos en la institucin

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    A18.EL COMERCIO

    OPININ

    VIERNES 3 DE MAYO DEL 2013

    Ayer el Gobierno anunci que habadecidido que Petro-Per no ad-quirira los activos de Repsol. AlCsar lo que es del Csar: aunquesu intencin inicial fue andar por el

    camino errado y su estrategia comunicacionalno fue la adecuada, el Gobierno finalmente to-m el rumbo correcto y eso hay que saludarlo.El presidente, sin duda, ha hecho lo mejor parael pas.

    Lamentablemente, parece que la recientesensatez que el nacionalismo ha exhibido enel Ejecutivo no ha sido contagiada a su ban-cada parlamentar ia. Y es que Jaime Delgado,

    congresista y portavoz de Gana Per, junto conotros seis miembros del oficialismo, ha pro-puesto un proyecto de ley que, de aprobarse,tendra efectos nefastos en la economa de lasfamilias peruanas.

    El objetivo de este proyecto de ley dice sersalvar la economa personal y familiar de laspersonas natura les que no puedan pagar susdeudas con el sistema financiero. Cmo se lasha ingeniado para tratar de hacerlo? Pues muysimple: autorizndolas a que no paguen sus

    deudas. Tan sencillo como eso.El proyecto plantea que, para evitar pagar

    una deuda, lo nico que tendra que hacer eldeudor es declararse insolvente argumentan-do, por ejemplo, haber asumido gastos im-previstos. Luego de ello, el Indecopi entraraa mediar estableciendo un esquema de pagojusto que evite el perjuicio a los consumido-res (ambigedad que se podratraducir como: escogiendo elesquema de pago que le parezcamejor al funcionario de turno).

    El seor Delgado, como acos-tumbra, ha empaquetado este

    proyecto con un brillante papelde regalo, le ha colocado un enorme lazo y se loha dedicado al consumidor peruano, a quien di-ce querer defender. Lo irnico de esta situacines que, si a alguien perjudicar su proyecto, esprecisamente a los consumidores.

    Uno de los criterios que influye en la tasa deinters que cobran las entidades que prestan di-nero es el r iesgo de que el deudor no pague en lostrminos pactados. A mayor probabilidad de queel deudor incumpla, ms alto es el inters que la

    entidad cobra para compensar el mayor riesgo.Eso explica por qu, por ejemplo, los crditos deconsumo suelen tener tasas ms altas que aque-llos respaldados por fianzas o por una hipoteca,o por qu a una persona con mal historial credi-ticio le es ms difcil conseguir un prstamo. Porello, de aprobarse el mencionado proyecto lastasas cobradas por las entidades financieras a

    las personas naturales se eleva-ran, pues se incrementara laposibilidad de que los deudores nopaguen sus deudas.

    Quines, entonces, sufrirnms de aprobarse el proyecto del

    seor Delgado? Pues las familiasde menores ingresos, que usualmente tienen me-nos capacidad de pago que el resto. Ellas, graciasal congresista nacionalista, veran reducidas susposibilidades de acceder a un crdito para, porejemplo, comprar una casa o poner un negocioque les permita mejorar su calidad de vida.

    De aprobarse el proyecto, adems, justospagaran por pecadores. Y es que por culpa delos malos pagadores que usen la ley en su favoraumentarn las tasas para todos, incluyendo a

    los buenos pagadores.Todos queremos que las familias peruanas

    puedan acceder a crditos en mejores condi-ciones. Pero para lograr eso, las iniciativaspopulistas son contraproducentes. Lo que senecesita es promover una mayor competenciapara que las entidades financieras ofrezcanmejores productos y menores intereses. Y,paralelamente, reducir los costos irrazonablesque imponen la ley y el Estado a las operacio-nes de crdito. Por ejemplo, lograr que el PoderJudicial permita cobrar las deudas de manerams expeditiva, pues no olvidemos que ocupa-mos el mediocre puesto 115 de 180 pases en

    la categora cumplimiento de contratos delrnking mundial Doing Business.

    El proyecto del seor Delgado puede queest lleno de buenas intenciones. Pero, gene-ralmente, las buenas intenciones no bastan. Yalgunas otra s veces no solo no bastan, sino que

    juegan en contra. Este ltimo, precisamente, esel caso de la iniciativa del congresista autode-nominado defensor de los consumidores, queresultara ser un arma que apuntara, nada ms

    y nada menos, a quien pretende defender.

    EDITORIAL

    HUMOR PROFANO

    [] Los contratos se parecen mucho a las camas de agua: no es posible, como se sabe, poner peso en un lado de una cama de agua sin esperar que el agua [...] no se vaya a inflar otra parte de la cama [].Editorial de El ComercioSeguros?/ 23 de noviembre del 2012

    EL TBANO

    - DAMITA DE HIERRO -

    El mircoles, Cuba solicit ante la ONUla clausura de Guantnamo por viola-ciones a los derechos de los prisione-ros. Enterarme de esto me hizo esgri-mir una sonrisa, pues me llen de un

    orgullo (casi) maternal escuchar de la boca de unrepresentante del Gobierno Cubano las palabrasderechos humanos.

    Esta noticia se suma a las otras buenas nuevasque ya nos llegaban el ao pasado de un gobiernoque est recorriendo un camino seguro hacia lademocracia. Y es que ahora los cubanos pueden

    vender autos, obtienen permisos para viajar fuerade Cuba (con lo que se espera con mucha ilusinque baje en algo la cifra de los miles de cubanos queanualmente arriesgan su vida tomando un bote a

    Miami) e incluso han cambiado la relacin de aospor presidente (si antes era de uno cada 60 aos,ahora es de dos cada 62 aos). Cuba progresa.

    Tengo, por lo dems, la sincera esperanza de

    Patria, democracia o muerte!que la reciente intencin de luchar por los dere-chos humanos se desarrolle. Permtanme, porello, darle una sugerencia al Gobierno Cubano:centrar su atencin ya no solo en los 166 deteni-dos en Guantnamo, sino tambin en los 57 milpresos que se encuentran en crceles de la isla. Es-toy segura de que si les destinan el mismo esfuer-zo que los llev a viajar hasta la sede de la ONU,lograrn darle a sus prisioneros mejores condicio-nes carcelarias, aprendern el arte de distinguir alos verdaderos criminales de los disidentes polti-cos y despedirn a los agentes del orden que des-obedeciendo directivas del Gobierno cometenarrestos arbitrarios contra activistas de derechoshumanos, periodistas y disidentes.

    Un defensor que no defiendeEl proyecto para permitir que no se paguen las deudas terminara perjudicando a los propios deudores.

    CONTRAPRODUCENTE

    Quines sufrirn msde aprobarse el proyectodel seor Delgado? Pueslas familias de menores

    ingresos.

    L

    ejos de dejar sin efecto su deci-sin de prohibir a sus trabaja-dores exhibir smbolos religio-sos, la presidenta del Concytecha publicado un comunicado

    pretendiendo justificar dicha medida.Sostiene que las expresiones religiosas nopueden realizarse en los espacios pblicos, comoConcytec, sino que deben reservarse a las esferasprivadas de las personas. Una situacin preocu-pante porque significa que una funcionaria delEstado se resiste a cumplir con las normas consti-tucionales y legales que garantizan lo contrario.

    En efecto, la Constitucin garantiza el dere-cho fundamental de toda persona a la libertadreligiosa y precisa que el ejercicio pblico de lasconfesiones es libre (artculo 2:3). La Ley de Li-bertad Religiosa (Ley 29635) seala tambin queel ejercicio pblico y privado de este derechoes libre (artculo 1) y que la libertad de religincomprende, entre otros, el derecho a practicarde forma individual o colectiva, en pblico o en

    privado, los preceptos religiosos de su confesin,sus ritos y actos de culto (artculo 3). Reiterada-mente, pues, la Constitucin y la ley garantizanel derecho de toda persona a expresar su religio-sidad tanto en los mbitos pblicos como en losprivados. Una conclusin confirmada por nuestroTribunal Constitucional. S, as como se lee: enun proceso de amparo donde se pretenda que elPoder Judicial retirase los smbolos religiosos quepudieran existir en sus instalaciones, el TribunalConstitucional record que si bien la laicidades incompatible con un Estado que se consideredefensor o protector de una determinada con-fesin, al mismo tiempo es incompatible conun Estado que promueva el atesmo o el agnos-ticismo o el destierro del mbito pblico de toda

    expresin de origen religioso. Por ello,el Tribunal Constitucional desestim lademanda y seal que la incompetenciadel Estado ante la fe y la prctica religio-sa no significa la promocin del atesmoo agnosticismo con la eliminacin desmbolos religiosos de la esfera pblica

    o la imposicin de una ideologa antirreligiosa,ignorando las tradiciones que responden a la for-macin histrica, cultural y moral del Per (Exp.06111-2009-PA/TC).

    Esta sentencia nos recuerda la distincin entrelaicidad y laicismo, exhortndonos a no incurriren confusin. Y es que la laicidad significa queel Estado acta y toma sus decisiones con inde-pendencia frente al fenmeno religioso, perorespetando siempre la posibilidad de que las ma-nifestaciones religiosas se expresen libremente yque sus razones, desprendidas de su raz religio-sa, puedan incorporarse a los mbitos pblicos.El laicismo, en cambio, es la negacin de todocontacto con lo religioso, el rechazo de cualquier

    argumento o manifestacin de ndole religiosa,que prohbe la religiosidad o la reduce a mbitosexclusivamente privados. Por ello, mientras el Es-tado laico es afn a una sociedad plural y toleran-te; el Estado del laicismo es propio de un rgimenbeligerante, antidemocrtico y excluyente.

    Defender la libertad religiosa en armona con lalaicidad es, en definitiva, defender la libertad detodas las personas. Si hoy permitimos que el Es-tado o un particular invadan la libertad religiosa,maana podran hacer lo mismo con la libertadde expresin, de opinin u otras esferas de lalibertad. Se confirma as que la decisin de la pre-sidenta del Concytec, adems de ser jurdicamen-te invlida, es polticamente peligrosa. Estamostodos notificados.

    I

    mportante y valiente la decisin to-mada por la titular del Concytec. Ennuestro pas estamos acostumbra-dos a declarar principios, pero no acumplirlos. La propia Constitucin

    es una muestra de ello, creada a medi-da de un rgimen cuasi dictatorial porun Congreso ttere, el cual no tuvo mejor ideapara promulgarla que invocar a dios todopo-deroso (ver prembulo). Ms aun, el inciso 3del artculo 2 es muy vagaroso en su mencindel ejercicio pblico de todas las confesiones,siempre que no ofenda la moral n i altere el or-den pblico. Resulta muy sencillo aferrarse apalabras tan subjetivas para justificar accionesen un sentido u otro. Por ello, a cualquier pro-testa con un ca riz de anticonstitucional ante lasana medida del Concytec se le puede oponer elcariz de constitucional y empezar as una dis-cusin bizantina.

    Lo ms preocupante es la naturalidad conque las fuerzas conservadoras y medievales se

    oponen a esta atinada medida. Ello se sustenta,sin duda, en la condicin del Estado Peruano desimple colonia ideolgica de la religin cat-lica. Se dice que la Constitucin, al establecerla libertad de cultos, le adjudica la condicinde laico, pero no es as. El art culo 50 otorganotorias concesiones de excepcin a la igle-sia catlica, y en la prctica sigue vigente elilegal concordato con el Vaticano. Este acuer-do, establecido por un decreto entre gallos ymedianoche por el dictador Francisco MoralesBermdez pocos das antes de dejar el poder,fue la base de otro decreto, firmado por AlbertoFujimori en 1991, y ambos son la base para queel Estado Peruano emplee varios millones desoles del dinero de los contribuyentes para sub-

    vencionar a la iglesia catlica. Mientendescaradamente quienes califican esteconcordato como refrendado o apro-bado, pues todo acuerdo entre estadosdebe ser aprobado por el Parlamento, yello jams ha ocurrido en nuestro pas.

    El Estado Peruano es confesional eincluso aprueba el adoctrinamiento de la niezmediante un curso de catequismo catlico eu-femsticamente llamado Religin. Ha habidoun tmido avance con la reciente Ley de Liber-tad Religiosa, pues los padres pueden ahoraexonerar a sus hijos de ese curso, pero su solaexistencia es un claro indicador de la promocinideolgica del Estado Peruano de una religin enparticular. El propio presidente de la Repblicaasiste a actos religiosos, se nombra a sacerdotescomo mediadores en conflictos, las iglesias nopagan impuestos, el Tribunal Constitucional(compuesto por magistrados creyentes) apoyala consagracin religiosa del Estado... Por donde

    veamos, encontraremos ejemplos de cmo el Es-

    tado y la iglesia estn mezclados en nuestro pasde manera contaminante.

    La religin es nicamente para la v iviendao el templo de quien la practique. Solo un Es-tado sin religin garantiza que los ciudadanosprofesen las religiones que deseen. Le duela aquien le duela, un Estado laico (completamenteseparado de las religiones) es la mejor garantapara ingresar a la modernidad que este nuevosiglo exige. Dado que la legislacin peruanano apuesta por ello con claridad, el inteligenteavance de funcionarios como la seora Gise-lla Orjeda nos da razones para ser optimistas.

    Apoymosla sin ambigedades. Y si ello motivauna tan necesaria discusin sobre la laicidad,tanto mejor.

    Para quitarse el sombrero- REYNALDO BUSTAMANTE ALARCN -

    Presidente del Instituto Solidaridad y Derechos Humanos- IVN ANTEZANA QUIROZ -

    Presidente de la Asociacin Peruana de Ateos (Aperat)

    Polticamente peligrosa

    DEBI PROHIBIRSE A LOS TRABAJADORES DE CONCYTEC EXHIBIR SMBOLOS RELIGIOSOS EN LA INSTITUCIN?

    - MARIO MOLINA -