Decálogo buen trato_castellano_18_04_09

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Autoras: Ana Fernández Barreras

Eva Gómez Pérez

Traducciones: Euskera: Ainhoa Ruíz Roteta

Gallego: Marta Tarrío SalvadoCatalán: Jordi Mallol i Comas

Ilustración: Eneko González Yagüe

www.ekilikua.com

Maquetación e Impresión:Grupo Enea Comunicación

www.grupoenea.com

Depósito legal -

Queda prohibida la reproducción total o parcial de esta publicación sin la autorizaciónexpresa de la Federación de Asociaciones para la Prevención del Maltrato Infantil.

FAPMI ES MIEMBRO DE:

1.

El siglo XX ha sido considerado, en muchos aspectos, el siglo de la infan-cia. La redacción y aprobación de la Declaración de los Derechos del Niñopor la Asamblea General de la ONU el 20 de Noviembre de 1989 consti-tuyó el punto de partida que ha permitido la progresiva incorporación deestos derechos al marco jurídico de los países que la han suscrito.

En España, desde 1990, fecha en que se ratifica la Convención, se hanhecho importantes esfuerzos para que el cumplimiento de estos derechossea una realidad. La Federación de Asociaciones para la Prevención delMaltrato Infantil desde su constitución ha tratado de apoyar a las adminis-traciones públicas en este objetivo tratando de aportar las reflexiones yactuaciones que permitan promover el buen trato a la infancia de nuestropaís.

El material que se presenta a continuación titulado “Decálogo para el buentrato a la infancia. Diez buenas prácticas en la educación familiar” trata deincidir en este objetivo común. Puesto que la familia sigue siendo el con-texto fundamental para la socialización y la formación de la personalidadde cada niño y niña, pensamos que la posibilidad de reflexionar sobrenuestro papel como padres y madres desde un referente común, como es

el de las necesidades y los derechos de la infancia, constituye unpunto de partida importante.

Queremos agradecer a C.A.V.A.S CANTABRIA (Centro deAsistencia a Víctimas de Agresiones Sexuales yPrevención del Maltrato Infantil) el haber facilitado a

FAPMI (Federación de Asociaciones para Prevencióndel Maltrato Infantil) este valioso material. Tambiénal Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales (MTAS)quien ha subvencionado este documento que ahoratienes en tus manos.

INTRODUCCIÓN

DECALOGO DEL BUEN TRATO A LA INFANCIA Y A LA ADOLESCENCIA

2.

A menudo, nuestroshijos e hijas no respon-

den a la imagen idealque tenemos decómo debieran ser.

Esto no significa quehayamos fracasado en

nuestra tarea como padres y edu-cadores o que seamos desa-fortunados porque nuestros

hijos sean de tal o cualmanera.

1 Aceptar incondicionalmente a nuestros hijos e hijas

3.

Debemos aceptarlos con sus virtudes y sus defec-tos porque no hay unos hijos mejores que otros, sinodiferentes entre sí. Al igual que nosotros como per-sonas somos únicas, cada niño y cada niña tienensus propios rasgos que les caracterizan.

La incondicionalidad significa no poner condicio-nes, aceptar a nuestros hijos e hijas como son,demostrándoles diariamente que, a pesar de todo,les queremos y estamos orgullosos de ser sus padresy que incluso, en aquellas situaciones en las que noaprobamos su conducta, estamos a su lado enseñán-doles y apoyándoles.

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4.

La aceptación también implica amor."Te quiero tal y como eres" es el men-saje que debemos transmitir a nues-tros hijos e hijas. Si se sienten queri-dos y aceptados en su familia, van asentirse seguros para afrontar la vida.

Es muy importante que nues-tras relaciones con ellos

estén impregnadas deternura, miradas,

besos, abrazos,caricias, palabras

cariñosas...

2 Proporcionarles amor y afecto

5.

La familia es el primer contacto que un niño o niña tienecon el mundo. Su personalidad va a depender, en granmedida, de las relaciones y sentimientos que experi-menten en ella.

Nosotros somos el espejo donde se miran nuestroshijos. Son nuestras palabras, conductas, actitudes yafectos los que determinarán la imagen que tengan de símismos, es decir, su autoestima. Una buena autoestimaresulta fundamental para vencer las dificultades de lavida con optimismo.

Es importante recordar que independien-temente de la situación de pareja en la quenos encontremos, nuestros hijos e hijasnos necesitan física y emocional-mente. Según la Declaraciónde los Derechos del Niño,nuestro hijo “tiene el dere-cho de mantener contac-to con sus padres, aun-que éstos estén separa-dos o divorciados".Nuestros hijos debenpoder seguir contandocon ambos, con supadre y con su madre,por eso debemos seguirdiciendo “nosotros” enlas cuestionesrelativas anuestro hijoo hija, ase-gurándoleque puedeseguir contan-do con el apoyo y lacomprensión de los dos.

Recordad que por el bien de nuestros hijos no debe-mos descalificarnos en su presencia ni utilizarles como"moneda de cambio" para fastidiar o conseguir que elotro cónyuge haga tal o cual cosa.

Los niños y niñas que padecen la separación traumá-tica de sus padres manifiestan problemas psicológicosque afectan a su desarrollo. Para evitar a nuestros hijoseste sufrimiento es imprescindible que lleguemos a pac-tos y acuerdos que les aseguren nuestra presencia en su

vida cotidiana de una manera armóni-ca y no conflictiva.

DECÁLOGO DEL BUEN TRATO A LA INFANCIA Y A LA ADOLESCENCIA

6.

Aceptamos y queremos a nuestros hijos e hijasincondicionalmente pero estableciendo con ellosunos límites coherentes y consistentes para que

sepan qué pueden o no hacer. A la hora defijar los límites debemos ser razona-

bles: no podemos ni prohibir ni auto-rizar todo. Tenemos que analizar sihay razones de peso para mante-ner o no ciertas normas. Las nor-mas y límites deben revisarse a

medida que nuestros hijos e hijasvan madurando, adquiriendo nuevas

habilidades y autonomía personal.

Cuando somos firmes y consistentescon las consecuencias de las con-ductas de nuestros hijos y no noscontradecimos, les estamos ase-gurando un ambiente predeci-ble. Para los niños y las niñas esuna necesidad aprender que suconducta produce consecuen-cias concretas en condicionesconcretas. Por ejemplo si les pro-

metemos una recompensa o uncastigo debemos cumplirlo. La con-

secuencia será más eficaz, es decir elpremio o el castigo, cuanto más inme-

diata sea a la conducta de nuestro hijo.

3 Establecer límites razonables

7.

Hoy en día sabemos que "pegar" no es una forma de educarporque genera agresividad y confunde; da a enten-

der que es una forma adecuada para resol-ver conflictos. Ni el castigo físico ni el

emocional enseñan porque no ofre-cen alternativas a las conductasinadecuadas.Los niños y las niñas aprenden loque ven y viven, no sólo lo que

les decimos. Una de las formasbásicas de aprendizaje es la

imitación, por eso, debe-mos tener presente que

nuestras actitudes y con-ductas serán su mayorinfluencia. Desde quenace, para nuestrohijo o hija, somos susprincipales modelos.Debemos recordarque mantener las nor-mas no debe de estarreñido con el cariño yel afecto. Debemosacostumbrarnos areconocerles lascosas que hacen

bien. ¡Es mucho máseficaz que prestar siempreatención a las que hacenmal!.

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8.

El juego es un elemento esencial para el desarrollo de losniños y niñas y forma parte de su crecimiento. Los niños yniñas deben poder jugar sin estar sometidos continuamente alcontrol de los adultos. La libertad es esencial para el juego.Los límites que muchas veces los padres y madres impone-

mos a sus juegos (no mancharse, no jugar con la tie-rra, el agua, los elementos naturales, no asu-

mir ciertos riesgos...) impiden su adecua-do desarrollo y es, mediante esta inten-

sa interacción con el mundo, comolos niños y las niñas aprenden

rápidamente y desarrollan lascapacidades físicas, sociales ymentales que necesitan paradesenvolverse en la vida.

La infancia, sobre todo enlas ciudades, sufre soledaden sus vidas y en sus jue-gos. Nuestra tendenciapara paliar este mal escomprarles muchos

juguetes aunque luegocomprobamos, desespera-

dos, que apenas les hacencaso porque un niño con

muchos juguetes no esun niño que juega y se

divierte más.

4 Respetar su derecho al juego y a tenerrelaciones de amistad con sus compañeros

9.

Lo que un niño o niña necesita para jugar es un amigo o compañero de juego. Los seres humanos,somos seres sociales y por tanto necesitamos el contacto con los demás para ser felices. Como padresy madres debemos pensar que tan importante como comer o dormir es, para el buen desarrollo denuestro hijo o hija, jugar y relacionarse con sus amigos. La relación con los iguales es un factor fun-damental para aprender a comunicarse. Debemos planificar nuestro tiempo para fomentar en nuestroshijos las relaciones sociales y afectivas con sus iguales.

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10.

Aceptar, querer, ponerlímites... tiene mucho que

ver con valorar la autono-mía de nuestro hijo o hija. Eldesarrollo de todas suscapacidades y el fortaleci-miento de su personalidadpara afrontar cada una delas fases evolutivas de su

crecimiento exige que levayamos conce-diendo, progresiva-

mente, unamayor indepen-dencia.

5 Respetar y fomentar su autonomía

11.

La tendencia natural de los niños es querer hacerlas cosas por sí mismos. Esta disposición es muypositiva y necesaria para aprender y mejorar díaa día. Desean que les animemos, les alentemos ytengamos un poco de paciencia cuando muestransu interés por enfrentarse a nuevos retos.

No debemos correr el riesgo de sobreprotegerlospensando que les ayudamos. Protegiéndoles lesenseñamos a protegerse a sí mismos pero sobre-protegiéndolos sólo les enseñamos a depender denosotros.

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12.

Los niños, sobretodo en los primerosaños, necesitan nues-tra protección para

evitar riesgos realescomo los accidentes

domésticos, las agresio-nes, los accidentes en la

escuela, en la calle, etc. Laprotección implica dotar a los

niños y niñas de los conoci-mientos y habilidadesnecesarios para poderafrontarlos de forma ade-cuada.

6 Protegerle de los riesgos reales o imaginarios

13.

Sabemos que los peligros existen y que nosiempre vamos a poder evitarlos, aunquehagamos todo lo posible. En estoscasos, lo importante es enseñarlesa reconocer los riesgos y a evitarlos posibles peligros. Esimprescindible que manten-gamos una buena relaciónde afecto y comunicaciónque les permita acudir anosotros cuando seenfrentan con algúnproblema que nosaben solucionar.Debemos evitar cul-pabilizarles cuandoles ocurre algo así.

Los niños y niñas tam-bién tienen algunos mie-dos imaginarios, y tambiénpara estos miedos necesitannuestra protección. En esosmomentos, lo más impor-tante es escucharles,comprenderles y tran-quilizarles; debemosevitar verbalizaciones yconductas violentas quefomenten sus miedos.

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14.

Lo primero que necesitamos com-prender es que la sexualidad es laforma en la que nos sentimos y expre-

samos como personas de uno uotro sexo, desde el mismomomento del nacimiento. En

cada etapa de la vida nuestrasexualidad se va manifestando de

forma diferente.

Los niños y niñas expresan susexualidad a través del cono-cimiento de su cuerpo y delde los demás. Desde quenacen van aprendiendo queel cuerpo es una fuente ina-gotable de sensaciones pla-centeras. Dar y recibir cari-

cias, el contacto físico, losbesos y abrazos... les resultanmuy agradables y con elloaprenden formas adecuadasde mostrar sus afectos.

7 Aceptar su sexualidad y ofrecer una imagen positiva de la misma

15.

La curiosidad por todo lo referido al sexo (las diferencias fisiológicas entre niños y niñas, las conductassexuales, etc.) les llevan a preguntar y a jugar imitando muchas de las conductas que observan a diario. Losniños y niñas no son seres asexuados, tienen necesidad de contacto físico, de realizar juegos y de imitarconductas. Debemos hacerles sentir que sucuerpo es bonito, que no existe ningunazona fea, sucia o mala para no hacerles vivircon culpabilidad las sensaciones que experi-mentan.

Vivimos en una cultura contradictoriaen lo que se refiere a la sexualidad,sobre todo cuando se habla de lasexualidad de los jóvenes. Por unlado, se siguen manteniendonumerosos prejuicios sobre lasexualidad y sus usos, pero almismo tiempo, y fundamental-mente desde los medios de comu-nicación, se sobredimensiona ycomercializa.

Los padres y las madres, comoprincipales educadores de sushijos, tienen una gran responsabili-dad en la educación sexual desus hijos e hijas; su pre-sencia activa, afectuo-sa y de respeto hacialos dos sexos es fun-damental para su equi-librado y completo desa-rrollo.

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16.

Para tener una buena relación esimprescindible una buenacomunicación. Nuestrashijas e hijos deben sentir-se escuchados y acepta-dos cuando hablan connosotros.

Es importante que lospadres y madres seamoscapaces de ponernosen su lugar y com-p r e n d e r l o s .Recordad que unniño no es unadulto enp e q u e ñ o .Situarnos ensu lugar espoder "poner-nos en sus zapa-tos" para ver elmundo desde ahí;es escucharles conseriedad y con sim-patía.

8 Comunicación y empatía

17.

Si escuchamos, comprendemos y actuamos coherentemente ante las demandas de nuestros hijos e hijas estaremos con-tribuyendo a que aumenten la seguridad en ellos mismos. Los niños son capaces, si están acostumbrados, de escucharlos razonamientos y argumentos de los otros. Debemos enseñarles con el ejemplo y la experiencia. Escuchar y ser escu-chado, atender las necesidades de los demás exponiendo igualmente las nuestras, actuar pensando no solamente ennosotros sino también en las consecuencias que nuestros actos pueden tener en los demás, no querer para los demás

lo que no se quiere para unomismo.. todo esto es parte

fundamental de los valo-res que contribuirán amantener con ellosbuenas relaciones.

Escuchar a nuestroshijos es mirarles a los ojos

y, sobre todo, no tener prisa. Alos niños y niñas hay que darles

tiempo, hay que estar conellos. Nuestra forma de vidaexige demasiada rapidez,demasiada prisa. Las perso-nas adultas lo sufrimos conmanifestaciones de estrés yansiedad pero, un niño o unaniña no pueden ni debentener este ritmo frenético.

La infancia necesita tiempopara comer, para jugar, para

experimentar, paracomunicarse, paraamar, para seramado... en definitiva,tiempo para crecerfeliz y sano.

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18.

Los niños y niñas tienen derecho a participar enla toma de decisiones de los asuntos que les afec-tan directamente. Es un derecho recogido en laConvención de los Derechos del Niño y en nuestralegislación.

A veces, no tenemosen cuenta las propuestas de nues-

tros hijos e hijas por el simple hecho de que no sonadultos, pero si nos parásemos a escucharles nosdaríamos cuenta de que sus ideas no son tan"infantiles".

9 Participación

19.

Nuestro compromiso como padres y madres es educar a personas con capacidad de reflexióny de participación. Nuestras sociedades democráticas precisan este tipo de ciudadanos y ciu-dadanas. Pero a participar y reflexionar se aprende con la práctica. Hoy en día sabemos que alos niños y las niñas, cuando se les informa y se les da oportunidad de hablar con seriedad,teniendo en cuenta sus pensamientos y opiniones, dicen cosas que, muchas veces, son un ver-

dadero desafío para los adultos.

Los niños y niñas, no son las personas demañana, son las personas de hoy. Ellos están

viviendo su vida en este momento, tal ycomo lo hacemos nosotros y por

tanto, tienen derecho a opinar ya decidir sobre la misma.

Es importante que sea-mos conscientes de

que no son adul-tos pequeños,

tienen susp r o p i a snecesidadese interesesdiferentes alos de losa d u l t o s .D e b e m o srespetarles y

cons ide ra rque, como en

otros casos, lasdiferencias cuan-

do son respetadasnos ayudan a todos a

mejorar y a entenderla vida mejor.

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20.

El ritmo de la vida actual provoca que dis-pongamos de poco tiempo para dedicarnosa nuestros niños y niñas. Y sin embargo, los

niños necesitan tiempo compartido. Tiempode afecto, de comprensión, de establecimien-

to de límites, en fin, tiempo para todo lo quehemos hablado en los nueve puntos anterio-

res.

Muy relacionado con el tiempo quededicamos a nuestros hijos e hijas estáel consumo. Vivimos en una sociedadconsumista en la que se tiende a medira las personas por lo que tienen en lugar

de por lo que son. Esto es uno de los retosa los que nos enfrentamos tanto como per-

sonas como en la educación de nuestroshijos e hijas: hacerles comprender que lovalioso está en las personas y no en los obje-tos.

En la actualidad, la publicidad trata de manipu-lar nuestro mundo de sensaciones y sentimien-

tos. Nuestro consumo ha dejado de estar presididopor la necesidad y utilidad de lo que compramos, el

fin ahora es provocarnos satisfacción personal por laposesión de lo adquirido. Sin embargo, somos cons-

cientes que esta satisfacción es aparente y efímera. Loconstatamos cuando accedemos a comprar anuestros hijos e hijas todo lo que piden para aban-

donarlo al poco tiempo sin haberlo disfrutado.

10 Dedicarles tiempo y atención

21.

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22.

�MAGANTO MATEO, J.M Y BARTAU ROJAS, I (2004):

Corresponsabilidad familiar. Fomentar la cooperación y responsabilidad de los hijos.Ed. Pirámide.

�OCHAITA, E Y ESPINOSA, M.A. (2004):

Hacia una teoría de las necesidades infantiles y adolescentes. Necesidades y

Derechos en el marco de la Convención de Naciones Unidassobre Derechos del niño.

Ed. Mc Graw Hill.

�LÓPEZ SÁNCHEZ, F (1995):

Necesidades de la infancia y protección Infantil.

Ed. Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales.

Bibliografía recomendada

23.

�Niños/as, juegos y juguetes.(2005)

Ed. Asociación Catalana para la Infancia Maltratada (ACIM), Barcelona.

�MARTÍNEZ VILLANUEVA, F (2005):

Mediación entre niño y TV ¡Lo que los padres podemos hacer!

Ed. Asociación Pro Infancia en Navarra (APROIN).

�GÓMEZ PÉREZ, E Y FERNÁNDEZ BARRERAS, A. (2005):

Promoviendo el bienestar Infantil. Cuestiones prácticas sobre

establecimiento de límites, medios de comunicación y consumo.

Ed. Centro de Asistencia a Víctimas de Agresines Sexuales yPrevención del Maltrato Infantil. (Cavas Cantabria).

�DIESTRE BURGUETE, A.; MARTÍNEZ BELDA, E; JIMÉNEZ MILLÁN, M.A.Y MAS BANACLOIG, E.

Guía para madres y padres para los que quieren y quieren más. APREMI Asociación de la Comunidad Valenciana.

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24.

Teléfonos y direcciones de interés

Asociación Andaluza para la Defensa dela Infancia y la Prevención del MaltratoInfantil (ADIMA)Av. Hytasa, 5, 1º A 41006 SevillaTel.: 954 63 63 [email protected]

Centro de Asistencia a Víctimas deAgresiones Sexuales y Prevención delMaltrato Infantil (CAVAS-Cantabria)Avda. Reina Victoria, 33, entresuelo39004 SantanderTel.: 942 21 95 [email protected]

Asociación Catalana para la InfanciaMaltratada (ACIM)Gran de Gràcia, 241, 1º 08012 BarcelonaTel: 93 511 44 16www.acim.es [email protected]

Asociación Madrileña para laPrevención de los Malos Tratos a laInfancia (APIMM)C/ Corregidor José de Pasamonte nº 628030 MadridTel: 607 73 23 [email protected]

Asociación para la Defensa de laInfancia y la Juventud de Castilla y León(REA)C/ Manteria nº 11, 2º B 47004 ValladolidEmail: [email protected]: 626 167 531 - Fax: 983 219 004www.asociacionrea.org

Asociación de la Comunidad Valencianapara la Promoción de los Derechos delNiño y la Prevención del MaltratoInfantil (APREMI)Apdo de correos nº 176 46960 Aldaia (Valencia)[email protected]

Asociación Pro Infancia en Navarra(APROIN)C/ Virgen del Soto nº 7, bajo31009 PamplonaTel.: 699 46 98 09www.aproin.org [email protected]

Asociación Asturiana para la Atención yel Cuidado de la Infancia (ASACI)C/ Gascona nº 9, 2º E 33011 Oviedo (Asturias)Tel: 985 21 33 [email protected]

Asociación Murciana de Apoyo a laInfancia Maltratada (AMAIM)C/ Puerta Nueva, 22, entresuelo P. 530008 MurciaTel.: 968 20 11 87www.amaim.org [email protected]

Asociación Vasca para la Ayuda a laInfancia Maltratada (AVAIM)Paseo Zarategi, 100 (Ed Txara 1)20015 San SebastiánEmail: [email protected] Tel/Fax: 943 24 56 16www.avaim.org