DECLARÁC ION SOBRE LAS PREVISIONES DE DEFENSA … · en el programa de material cnunciado hace mts...

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CESEDEN DECLARÁC ION SOBRE LAS PREVISIONES DE DEFENSA 1966 PARTE 1 REVISION DE LA DEFENSA (Presentada al Parlamento por el Secretario de Estadopara la Defensa por Orden de Su Majestad. Febrero 1966) LOND RES BOLETIN DE INFORMACION N2 4 - IV

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CESEDEN

DECLARÁC ION SOBRE LAS PREVISIONES DE DEFENSA 1966

PARTE 1

REVISION DE LA DEFENSA

(Presentada al Parlamento por el Secretario de Estado para la Defensapor Orden de Su Majestad. Febrero 1966)

LOND RES

BOLETIN DE INFORMACION N2 4 - IV

NOTA

Este año, la declaracin sobre las Prevfsknes de Defensa se ha publi

cado en dos portes. La 19, es un informe sobre el anlisis o revfsin de la de —

fensa y su perspectiva alcanza la prxima d&ada. La 29 parte, se refiere a —

las previsiones para el prximo periodo 1966 — 67. Su horizonte se reduce a —

los problemas del presente y del futuro inmediato.

—- e — — —

5UMARO

PgínaCapttu!o : Propsito de! anlfsis

Ltmiteseconomjcos . 1Despliegue de fuerzas . 2

Capfl-ulo II : La posicin militar de InglaterraLas Naciones Unidas y e! Desarme5LaNATOylaDefensadeEuropa.6Fuera de Europa8ElMediterrneo9El ente Medio y e! Lelcino Oiiente9Otras zonas •lo

Capftulo III: La dotaci6n de medios para nuestras FuerzasLaArmodcdelaprximad&acki11El futuro de 1a Fuerza Britnica de Portaaviones11La sustftuci&, de los aviones Canbura12Avkci& de caza y ataque terrestre14Avfacin de reconocimiento marfljmo15Transporte areo15Consecuencias para la industria acron6utica15Defensa Nacional16

Capttuló IV: Conclusfn16

— — — — o — — .

Capftulo1

PROPOSITODELANÁLISIS.

1. Al hacerse cargo de sus func fones, en octubre de 1 964, el Gobierno decidic —

llevar a cabo un examen de amplias perspectivas de las necesidades do la defensa en la prxma d&ada, con dos objetivos: disminuir el esfuerzo impuesto a laeconomta inglesa por el programa de defensa que habfa heredado y dar forma auna nueva textura de la defensa para los años 70.

2. La fortaleza militar llene escaso valor si se alcanza a costa de la salud de laeconomfc9 Los planes de defensa del Gobierno anterior habtan impuesto una —

carga excesiva tanto sobre los recursos nacionales como sobre las divisas extran

jeras. Corno ya subrayamos en el Plan Naciona (directiva 2.724), el conti —

nuar invirtiendo en la defensa ms del 7% del Producto Nacional Bruto, causa1 1 # 1 •# . —ria graves aanos a ia economia bntanica, en una ocasion en que necesitamos

un rp ido aumento de produccin para poder exportar ms e importar menos;enque la industria tiene que renovar sus medios y modemizarse y que existe unacrecknte escasez de mano de obra. Se intenta, en consecuencia, reducir losgastos de defensa para 1.969—70 a un nivel estable de un 6% dci Producto Na—cional Bruto, mejorando asr nuestras probabilidades de competir con xifo conotros paises exportadores.

Ltmiteseconm fcos.

3. El Gobierno, en consecuencia, fije un Itmite de inversn de 2.000 millonesde libras, segGn precios de 1.964, a alcanzar en 1.969—70. En otras palabrasintentamos que nuestro programa, dentro de tres años, no cuesto realmente msque el de hace dos años. Esto supone una reduccin de 400 mfl Iones de libras,o sea, del 16% de los gastos que el Gobierno anterior preveta para 1.969—70.Se ha avanzado ya algo hacid ese objetivo, gracias a los cambios efectuadosen el programa de material cnunciado hace mts de un año. El 5 de agosto de1.965, anunciamos que habfamos conseguido avanzar m& de medio camino hacia nuestro objetivo para 1.969—70 (de 2.400 millones de libras a unos 2.180millones), sin disminuir nuestras posibilidades para llevar a cabo el actual des

-2—

plkgue de obflgaciones militares. La rev!sin de la defensa ya esta obteniendoresultados sobre los gastos pblfcos. Segn se expuso en el Cap0 1, 2 Parte deesta declaracin, suponiendo una continuidad de precios, los calculos para —

1.96&-67 caen por debajo de la cifra ltmite de 2.000 millones de Ubras,

4, Pero estos cambios, aunque obtengan una reduccin importante en los gastos sinprdida de la eficacia militar, aligerando consecuentemente ¡a carga sobre losrecursos de la naci&, no reducen en nada el coste excesivo de la defensa en —

divisas. Ni contribuyen a resolver el segundo problema en importancia que in-.dujo al Gobierno a realizar fc revisin de la defensa: el excesivo alargamentdde nuestro potencial militar.

Desplieguedefuerzas

5. Aunque nuestros compromisos polfticos se han reducido en ¡os ltimos años, losque subsisten han impuesto mayores cargas militares, puesto que el potencial mlitar de ciertos paises se ha incrementado durante el mismo pertodo, especialmente en forma de suministros de material perfeccionado., procedente del extranjero.En consecuencia, el grueso de nuestras fuerzas de combate fuera de Europa, hanpermanecido sujetas a misiones operativas por todo el mundo0 En varias ocasiones, en Inglaterra no ha habido unidades de la reserva estratgica disponibles0Ello nos ha ob! ¡gado a hacer uso de nuestro derecho a retirar fuerzas que presta-.ban sus servicios en Alemania, de acuerdo con el tratado de Bruselas, para poder atender ci otras exigencks temporales en ultramar.

6, Las fuerzas armadas han respondido a una serie de contingencias imprevistas conpaciente eficacia. Pero el precio ha sido alto. Persona! perteneciente a los 3Ejrctos ha tenido que actuar durante mucho tiempo en condiciones diftciks, —

sirviendo en el extranjero durante largos periodos, muchas veces, alejados de —

sus familias.

7. Las cifras siguientes, dan idea del esfuerzo realizado:

ARWDA

Promedio de empleo de los destructores y fragatas.

“3-

Recorrido Horas de Dios compio Proporcfnanuo! desplazamen tos en des — mar a puertornillas) to(anuaks) plazamiento

1.956—57 27.600 1.950 81 1:41.963—64 33.450 2.430 142 1:1,5

EJERCITO

Nmero de unidades y hombres enviados a ultramar en expedicck—nes de emergencia o independientes.

Grandes NGrneros DestinosUnidades en Unidades individuales Total

1.963 8 4.000 600 4.6001.964 1.6 8.000 1.200 9.2001.965 ‘17 8.500 1,400 9.900

REAL FUERZA AEREA

Desplazamientos de emergencia de formaciones operativas a teatres de ultramar (incluyendo destacamentos de aviones y unidades Regimentalesde la RAF).

Formaciones Numero de aviones

1.963 13 581.964 22 911.965 26 157

8, En estas condiciones, ni el reclutamiento ni el reenganche han alcanzado los objetivos filados; esto a su vez ha aumentado la carga sobre nuestros Ejrcitos yaexcesivamente alargados. Este sobrealargamiento ocasiono las m& da?íosas consecuencias en el planteamiento total de nuestra polrHca defensiva. Ademas derestrgir nuestra capacidad militar para onfrontarse con lo imprevisto, limito —

nuestra libertad poiflica para alustar gradualmente nuestro programo de defensade acuerdo con las circunstancias. Incluso una restriccin relativamente reducida de nuestro actual esfuerzo defensivo puede significar que se tenga que desistir de algunos de nuestros actuales compromisos en el extranlero. Al planear la

forma de cubrir el vaci de 180 millonesde libras en 1.969—70, que an confl.nuaba en el pasado mes de agosto, no solamente nos dispusimos a decidir qu —

compromisos polrncos debfamos abandonar o comp,j.ircflfr sino tambi&i alimitar la serie de misiones militares que pueden imponer los que an quedan.

CapftuloII

LAPOS fc IONMILITARDEINGLATERRA

1 La defensa no debe imponerse a Ja polflica exterior, sino servirla. Las fuerzasmilitares deben fijarse en funcin de esta premisa. Al mismo tiempo, el perfeccionamiento de la tcnica del armamento, al cambiar la naturaleza de Ja estrategia y la t&tica, influye constantemente sobre las opciores que se presentanal Gobierno, en su polflica exterior.

2. Nos vemos obligados a planear los rasgos principales de nuestra pofttíca de defensa con una d&ada de anticfpacin. Er desarrollar y adoptar uq nuevo sistema de armamento de mportancia, se invierten por lo menos diez afos y otroscinco, en montar en el extranjero los medios paro su empleo. Pero adems,nunca es posible prever qu cambios polfticos o tcnicos pueden producirse míen —

tras tanto. Por ello, la polttica de la defensa, tiene que basarse en supuestosque hay que revisar constantemente y que son m& inseguros cuanto mayor es laantfcipacin con que se prevn. El resultado del Defence white paper3’ (Libroj3lanco de la Defensa) de 1.957, destaca los peligros de ser excesivamente dogm&ico con respecto al armamento y al desarrollo de los acontecimientos poiflLcos.

3. Al mismo tiempo, el Gobierno debe tomar decisiones firmes, basadas en las me

Íores predicciones que puede hacer, De otro modo, despardiciorfa sus recursosen ¡ntentos mal calculados para prevenir urja serie demasiado amplia de contingencias y no podr prepararse adecuadamente para ninguna, por encima de to

p’ . . .do, el puede, y debe, decidir e terminos amplios que papel puederepresentar Inglaterra en el mundo en un plazo de diez años y el que te toca osus fuerzas armados, para acompañarla en o! mismos En resumen: tiene que decidír (as posibilidades militares que podr& encajar con ms sentido en la escena polftica.

LasNacionesUnidasyeldesarme.

4. La historia reciente subraya la importancia que tiene para Inglaterra, como paralos dem& paies, el fortalecer a las Nacknes Unidas como el principal instrumento del mantenimiento da la paz. Inglaterra ya presta una conti1bucin importante a las fuerzas de las Naciones Unidas en Chipre y ha ofrecido otras unidades para el apoyo logitico de una fuerza de aquel organismo, siempre que sean necesarias en el futuro. Los desacuerdos polftkos, no solamente entre las grandes potencias, sino tambi&, entre las pequeñas, han impuesto limites a la autoridad delas Naciones Unidas, para el mantenimiento de la paz y por otra parte la falta decolaboracin de muchos pcfses ha restringido la eficacia de dicho organismo enesta esfera. Pero continGa siendo un objetivo destacado de la poiflica inglesa elayudar a las Naciones Unidas a ampliar su efectividad en los afios venideros.

5. La mayor parte de las grandes potencias reconocen que su propia seguridad slopuede mantenerse a la larga poniendo fin a la carrera interracional de los arma—metos. La tendencia de la tcnica militar sugiere que la supervivencia de lahumanidad depender de los progresos hacia el desarme general y completo. Pe—ro este no podre conseguirse de modo repentino. Mientras tanto, debemos ¡ntentar medidas limitadas de desarme y control de armas para reducir los peflgros dela situacin presente. El problema ms urgente e inmediato es de tener una mayor difusin de las armas nucleares. En consecuencia, tratamos de intemacionaUzar nuestras fuerzas estratgicas nucleares para disuadir de su proliferacin, —

fortaleciendo la alianza,

6. La carrera de armamentos convencionales entre las pequeñas potencias contin&incontrolada, imponiendo graves pe 1 iros. al desarrollo ecormico y estabilidadpolflca de las mismas.

Tambin en este caso, la nica resolucin satisfactoria serfa un —

acuerdo ¡ntemacional para controlar tanto la próduccin como la distribucinde los armamentos. Esta es tambn una de las miras ¡mportantes de la polfticainglesa.

7, Mientras tanto, no podemos basar, e condiciones de seguridad, nuestra poltfi—ca defensiva para la prxima dcada en el supuesto de que nuestras objetivos —

ser alcanzados en su totalidad. Debemos preparamos para continuar viviendoen un mundo en el que las Naciones Upidas no han asumido an la responsabilia..dad, efectiva del mantenimiento de la paz y en el que an cotin& la carrerade los armamentos.

—6-.

LaNATOyladefensadeEuropa

8. En un mundo en tal situacin el fin primordial de nuestras fuerzas armados ser defender la libertad del pueblo ¡ngls. La seguridad de estas islas depende aún, dmodo primordial de impedir la guerra en Europa0 Por esta razn, consideramos —

vital para nuestra supervivencia la continuacin de la alianza del Atlntico Norte0

9. La experiencia de la NATO, en la ltima dcada, indica que el peligro de unaguerra deliberada en Europa, a cualquier nivel, es reducido, mientras el agresoren potencia crea que su iniciritiva conducir a una rplica nuclear. La probabilidad de esta reaccin reside principalmente en la solidaridad entre los miembrosnucleares y no nucleares de la NATO. Esta depende a su vez, en gran parte, delconvencimiento de los miembros no nucleares de que en caso de conflicto, las armas nucleares ser& empleadas o no, de acuerdo con las necesidades de Ici alianza como un conjunto.

10. En el Consejo de la NATO reunido en Atenas en 1962, se establecieron las normas generales del posible empleo por la NATO de armas nucleares en legflima —

defensa. En la asamblea de Ottawa, en 1963, se aprob el incrementar la participacin de Oficiales de las paies miembros en el planeamiento y el control nucleares. Ainque no se observan stntomas de que el convencimiento de una rpEica nuclear se encuentre por debelo del nivel requerido para disuadir de ia agre—sfn en Europa, requiere un amplio estudio ia forma en que se tomarta la dcci —

sien para utilizar armas nucleares en un posible conflicto y la doctrina estrctgica que detorrninarta su empleo. Una funcin importante del Comt especkl deMinistros de la Defensa, que se reuni por primera voz en Noviembre de 1965,es la de reducir al mtnimo cualquier ambL.jad sbre esta pimtos.

11. Cuando se haya llegado a un acuerdo general sobre los principios y procedimientos por los que la alianza debe controlar el empleo de sus armas nucleares, serf&il alcanzar un entendimiento sobre la conveniencia de organizar algunas deestas armas dentro de una fuerza cokctva y en consecuencia, cmo llevarlo acabo. Creemos que nuestras propuestas de una Fuerza Nuclear Atlntica conti—nan siendo la base para una discusin en este terreno, puesto que pueden pro—porcknar firmes garcintfas contra la proliferacin de armas nucleares dentro dela alianza.

12, Mientras se avanza haciaeLdesarrne, la nfca alternativa al estado actual de de

—7—

pendenca de la NATO, con respecto a las armas nucleares, serfa una vigorizocian masiva de sus fuerzas convencionales en Europa Occidental. Pero inclussi Inglaterra estuviera preparado para soportar las cargas econmicas de esta altemativa, la NATO en su conjunto no esta dispuesta a hacerlo. De cualquierforma, una decisn de la NATO e incrementar sus fuerzas convencionales deesta forma, acelerarta la carrera de armamentos en Europa, puesto que probo.blemente las potencias signatarias dl Pacto de Varsovia reaccionari’an en correspondencia, Y tampoco supondrfa protecci$n, si el agresor decidiera ade’lantarse en el empleo de las armas nucleares.

13. Por otra parte, una vez que las armas nucleares se emplearan en Europa, aun —

que fuese a escala limitada, es casi seguro que, a no ser que el agresor decidiese repentinamente cesar en la lucha, la contierda se convertiría rpidamen.te en un conflicto nuclear general, en el que se yerta envuelta la totalidad —

de lasfuerzas nucleares de Amrica. La guerra terrestre regular serta pronto —

¡mposibk Por ello, hemos Instado a la alianza para que abandone los prepcrativos militares que radican en el supuesto de que una guerra general en Eq-’ropa podrfa duiar unos mei.

14. Al çnsmo tiempo, la NATO debe mantener suficiertes fuerzas convencionales —

para enfrentarse con conflictos en pequeña escala ei ci teatro do operacioneseuropeo sin recurrir aWom&icamente a las armas nucleares, cuando los oftge —

nos del conflicto sean indeterminados y los prop&itos del enemigo obscuros.El nmero de formaciones terrestres ya disponibles es suficiente probablemente,si estn adecuadamente guarnecidas, instruidas y equipadas. Pero se r)eceSitams apoyo arao para estas operaciones convencionales. La alianza podrfa a—fenderlo sIn necesidad de gastos adicknales totales, siempre que esta dspuesta a reducir el nGmero de aviones de ataque nuclear de gran alcance que ac —

tualmente mantiene para incrementar las fuerzas estratgicas americanas en laguerra general.

7

15, En la situccfn actual, creemos acertado el mantener nuestras fuerzas terrestsn Alemania’ aproximadamente a su ‘nivel actual hasta que se haya lleado”a acuerdos satisfactorios sobre el control de armqmento en Europa, siernpr? quese encuentré un médio dé satisfacer el coste en divisas, de estas füerzas. Coneste propsito haremos gestiones con nuestros aliados en la NATO. Fortaleceremos nuestro apoyo areo a las fuerzas convencionales terrestres en Alemaniaa costa de alguna reducci6n en nuestra aviacin de ataque estacionada alif.Esperamos efectuar algunas reducciones en la importancia de nuestras fuerzasnavales encuadradas actualmente en la NATO. Sobre estos cambios, consul—torenios CI nuestros ciulodós.

—8—

FueradeEuropa

16. A primera vista, parece menos probable una amenaza directa a nuestra supervivencia procedente del exterior de Europa. Aunque tenemos importantes intereses ecornmicos en el Oilente Medio, Asia y otras partes del mundo, la fuerza militar noes elmodo m& adecuado de protegerlos y aquellos, por stsolos, no justifican pesados gastos de defensa por Ingaterra. Sin embargo, tenemos un cierto nmerode obligaciones, que no podemos abandonar unilateralmente o a corto plazo; algunos de estos compromisos continuaran vigentes en la prxfma d&ada. Pero a—dem&, Inglaterra comparte con otros paies el inters general de mantener encuanto sea posible la paz mundial. Este ¡nters justifica, por encima de todo,nuestra presencia militar fuera de Europa.

17. Gran parte de Africa, el Oriente Medio y Asia, atraviesan un periodo de cambiosrevolucionarios que pueden sobrepasar, en ocasiones, ias fronteras, Durante los. —

ltimos años, la amenaza de la paz ha sido mayor fuera de Europa que dentro de —

ella. Cuando esta inestabilidad desemboca en una guerra abierta, puede poner enpeligro no soto los intereses econmicos en la zona sino incluso la paz del mundo.Las grandes potencias pueden sentirse tentadas a intervenir y, al hacerlo, chocarentre st, últimamente hemos visto, en ms de una ocasin, como un conflicto local en un pats lejano a amenazado con complicar a las grandes potencias en un —

enfrentamiento directo, amenazando la paz mundial.

18. Las fuerzas britnicas fuera de Europa pueden ayudar a reducir ese peligro, la experiencia reciente, tanto en Africa como en otros lugares, ha demostrado que nuestra capacidad para prestar rpida ayuda a gobiernos amigos, incluso con fuerzas —

reducidas, puede impedir catstrofes de gran extensin. En algunas partes del mundo, la sola presencia de las fuerzas britnicas ejerce por st sola efectos disuasoriossobre el conflicto local. Ningn pafs con sentido de responsabilidad ¡nternacio —

nal renunciarta a esta posfcin, sin razones convincentes, a menos que estuvieraconvencido de que otros puedan y quieran asumir un puesto similar.

19. No obstante, el mantener todas nuestras misiones y posibilidades militares actualesfuera de Europa, impondrta un esfuerzo inaceptable a nuestras fuerzas, ya dema —

siado alargadas, y una carga demasiado pesada para nuestra economta nacional ynuestras reservas de divisas. Por todas estas razones, hemos decidido que, aunqueInglaterra deba mantener un ¡mportante potencial militar fuera de Europa, en el —

futuro debe ajustarse a ciertas limitaciones generales. En primer lugar, lnglate —

rra no llevar a cabo operaciones de guerra ¡mportanfes sino en cooperacin consus aliados. En segundo lugar, no aceptaremos la obligacfn de prestar ayuda mi

Utar a otra pais a menos que esta dispuesto a proporcionarnos los medios de apoyo —

que necesitamos para que dicha ayuda sea ef-tiva y oportuna. Finalmente, no seintentar mantener medios de defensa en un pars independiente, contra sus deseos.

20. No podemos prever con precisin la cuantfa de las fuerzas brit&,icas que hayan deestar desplegadas fuera de Europa en una fecha determinada de Ici prxma d&ada,pero para aliviar la carga que nuestras fuerzas han sufrido durante tanto tiempo y —

para aumentar la relaci& de servicio en la metrpoli con respecto al de ultramar,—0 0 0 0 - •sera necesario mantener mayares efectivos en el Remo Unido y confiar en la rapidez

del refuerzo por aire al exterior. No obstante, es conveniente tomar algunas decisiones sobre el despliegue actual de nuestras fuerzas

ElMediterrneo

21. Tenemos una responsabilidad directa con respecto a Gibraltar y un acuerdo defensivocon Mafia. Tenemos tambien un tratado con Libio, un compromiso de apoyo al — —

CENTO y responsabilidades en Chipre. Continuaremos cumpliendo estas responsabilidades y obligacknes al propio tiempo que hacemos economfas importantes en nuestros contingentes de Chipre y Malta. En principio empezaremos este año a reducirconsiderablemente, la gucrnicin del Ejrcito y las Fuerzas Areas en el campo deaviacin de Nicosia, Proyectemos conforme al art. 6 del acuerdo de Defensa en —

trar en deliberaciones con el Gobierno de Malta para la reducci& de las fuerzas —

britnicas en los años inmediatos; sin embargo se mantendrn una serie de instalaciones de defensa. En Gibraltar, continuaran mantenindose la guarnicin, el carnpo de avíacin, el arsenal marflimo y otras instalaciones.

ElOrienteMedioyelLejanoOriente

22. M& hacia el Este, confinuciremos cumpliendo nuestros compromisos con nuestros a —

liados desempeñando nuestra parte en la defensa de los intereses del mur!do libre. —

Pero la carga debe repartirse de modo ms equitativo que en el pasado; e intenta—remos hacer ¡rnportcintes economtas desplegando nuestrcs fuerzas de un modo m& —

realista, de acuerdo con las circunstancias poli’icas en que con mayor probabilidadactuaremos.

23. Esta previsto que Arabia meridional se ¡ndependice en 1968, y no creemos oportunomantener al 111 medios de defensa despus de que esto suceda. Por lo tanto, pensamosretirar para entonces nuestras fuerzas de las bases de Aden y ast lo hemos informadocf gobierno Federal. Incrementando ligeramente fluestras fuerzas estacionadas en el

— lo..

Golfo P&sico, podremos cumplir nuestras restantes obligaciones en el Oriente Medio.

24. El mayor peligro para la paz en la prxima dccda quiz resida en el Lejano Oriente y en Asia Meridional, pudiendo resultar amenazado directamente algunos de losmiembros de la Commonwealih. Creemos que es justo que Inglaterra cotinGe rncn—teniendo una preseñcia rrflitar en esta zor.cz0 Su efec’vdad depender principal —

mente de los acuedos a que lleguemos en los aflos venideros con nuestros asociadosen la Commonwealth y otros aUados, Tan pronto como las condkknes lo permitan,estableceremos algunas reducciones en las fuerzas que mantenemos e dicha &ea,Tenemos medios e ¡.nstakc iones de apoyos militares en Mclasia y Singapur, corno —

tienen tambi nuestros asociados Austrclk y Nueva Zelanda y esperamos mantenerlos mientras los Gobiernos de Malasia y Shgapur estn de acuerdo e ello, en condiciones aceptcbles, En prevfsi& de que llegue un di’a en que no nos sea posible —

utilizar libremente estos medo, hemos empezado a dkcuflr con el Gobierno do Áustralia las posibflidades pr&kas de tener rned:os de apoyo militar en dicho pcs, sifuese necesario.

Otraszonas

25. Mn ser necesario por algún tiempo mantener importantes fuerzas en Hong Kong,—pero tenemos la esperanza de poder aliviar nuestros compromisos para la defensa denuestros territorios dependientes menores, algunos de los cuales pronto alcanzaran —

su independencíc No pretendamos mantener gucricione en la Guayana Inglesa oen los territorios del Sur de Africa por mucho tienio protecci&i de territorosinsulares en los oc&no Anticc, Indico o Pacico, co ser proporcioncdprontamente desde nue3rc. zonas rns impcr tes de do ¡egue.

Copftulolii

LADOTACIONDEMEDIOSPARANUESTRASFUERZAS,

1. Bajo la perspectiva de los comprcmsos politicos y cEflgaciones militares que prev,e! Gobierno ha podido lomar alguras decisiones ¡mporantes en la dotacin de me—dios a nuestras fuerzas El objellvo principal ha ido llegar al equilibrio entre cantidad y calidad Nuestras fuerzas deben posoer siempre las armas y equipo necesarios para la continua misin del mantenimiento de la paz en el mundo; es tambin e—sencial que tengan armas de! tipo ms moderno que permitan disuadir al enemigo deelevar el nivoi de un conflicto localizado a un grado que pueda amenazar la paz delmundo. Estamos decididos a mantener un apropkido equilibrio de potencialidad en —

los dos aspectos citados.

— u —

LaArmadadelaprximad&ada

2. La “Royal Navy” empleare, las técnicas m& modernas, especialmente por lo quese refiere a la propulsn nuclear y los proyecfl les dirigidos, Cuando la fuerza —

submarina de impulsi6n nuclear dotada de proyectiles Polaris, alcance su comple—ta capacidad operativa en 1969—70, la “Royal Navy” recibir de la “Royal Air Force” la completa responsabilidad de la contrfbucin britnfca a las fuerzas nucleares de la alianza de la NATO, El coste de empleo de la fuerza de Polarisser inferior al dos por ciento del presupuesto total de la defensa, En los primeros aPSosde la prxima dcada contamos con tener tambjn en servicio cuatro submarinos decaza y ataque (“Hunter — Kilier”) de propulsin nuclear que, por su gran autono—mia e inmunidad a la deteccin, constituirn una contribucin ¡mportanttima anuestra defensa antisubmarinaQ Completaremos la conversi6n de los cruceros ,dola clase “Tiger” para el transporte de helicpteros antisubmarinos y planeamos unnuevo tipo de buque para sustituir a aquellos0 En breve ordenaremos que el pri—mero-de una nueva clase, m& poderosa de buques dotados de proyectiles drigi—dos — el destructor tipo 82 — sea equipado con el arma guiada de superficie a cf--re “Soadar”, el arma antisubmarina “lkara” yel nuevo radar “Anglo—Dutch”, pa,.feccionaremos una peque?a arma guieda do superficie a superficie a emplear contra buques lanzadores de misiles. Nuestra flota anfibia — los buques de “comando”y buques-de asalto de transporte de “comandos” de la Royal Marine (lnfanterí’a deMarina) — fortalecer grandemente nuestras fuerzas fuera de Europa.

3. La actual fuerza de transporte persistir hasta bien entrada la prxima d&ada, Fero no construemos el portaaviones de nuevo modelo (CVA 01) ya que ese barco —

no podrra entrar en servicio antes de 1973, y para entonces, nuestros compromisossubsistentes no lo necesitaran y las funciones, para las cuales lehabrtamos nacesifado, seran desempenadas en otra forma, segun se expone despues.

ElfuturodelaFuerzaBritnicadePortaaviones

4. Las condiciones bajo las cuales pretendemos que operen nuestras fuerzas fuera deEuropa se concretaron en el p6rrafo 19 del capflulo anterior. Existen limitaciones en el empleo de nuestras fuerzas actuales. Estas limitaciones, probablemente aumontarn. Esta ha sido la perspectiva de nuestra resolucfn del caso paramantener una fuerza britn lea de transporte (portaaviones) en el Lejano Orienteen la prSxima dcada, La experiencia y el estudio, han demostrado que salo —

existe un tipo de operacfn para el cual serian indispensables los portaaviones.Se trata del desembarco, o retirada de tropas contra una fuerte oposfcin que —

sobrepase el aLcance de nuestra cobertura a&ea con base en tierra, Es una imposickn de la realidad el reconocer que nosotros, sin la ayuda de nuestros aliadosno podríamos confiar en llevar a cabo operaciones de este tipo en la pr6xf ma dcada, incluso en el caso de que pudramos permitirnos el poseer una fuerza de —

Portaaviones superior.

.12..

5. Pero la mejor fuerza de portaaviones a que podemos aspirar en el futuro serfa muyreducida Los cinco portaaviones que heredamos del anterior Gobierno, queda —

rn reducidos a tres en el transcurso de unos cuantos años4 Incluso en el caso dconstruir el “CVA 01”, la fuerza se limitarfa a tres buques durante los años 70El coste total de esta fuerza serfa unos 1.400 mfllones de libras, en un period ediez años0 Con este presupuesto, salo podremos tener un portaaviones estacrdo permanentemente en el Lejano Oriente, y otro disponible normalmente cr nplazo de 15 di’as. No creemos que esto pueda proporcionar una compensactri suficiente a nuestros gastos.

6. Tambi&i creemos que estas misiones, para las cuales puede resultar necesar1i laaviacifl transportada a fines de la prxima dcada, pueden Ilevarse a cob.. rseconmicamente, de otros modos. Nuestro plan es que, en el futuro, la aviocliSn,operando desde bases terrestres, puedan hacerse cargo de las funciones de reconocimiento activo y defensa area, desempeñados anteriormente por el portaaviones,en lo escala reducida que prevemos requerirn nuestros Compromisos, en la segundamitad de la prxima d&ada. La protecci&i, inmediata antisubmarina de la fuerzanaval se prestare por helicpteros que operaran desde buques pero no desde porto—aviones. La aviacin embarcada, alerto avanzada, continuara operando desde —

los portaaviones existentes y posteriormente desde bases terrestres. La capacidadde ataque contra buques enemigos ser proporcionada por los misiles guiados desuperficie-superficie ya mencionados en el p&rcifo 2

7. Con objeto de disponer de tiempo para dar uno nueva forma a la Armada y dotarla de los elementos necesarios para la plena capacidad de los portaaviones, adjudicamos gran importancia a que sigan con su fuerza actual hasta cdentrarse los —

ms posible en la prxima d&ada, Contir?ucr, por lo tanto, la compra de aviones “PHANTOM para la Armada, aunque a escala reduddci. El 0Buccaneer-MK 2” proIongar sus servicios • En el portaaviones “ Ark Royal” se harn —

importantes reajustes a partir de fines de este año, para permitirle prestar sus funciones con estos dos tipos de aviones hasta 1974—75. La reducd& gradual clefArma Mrea Naval (Fleet Air Arm) se dispondr cuidad6samente para salvaguardar las carreras de los oficiales y marineros que tan buenos servicios han prestadoa la Naci&i; para lo cual se vienen estableciendo las &denes convenkntes.

Lasustitucindelosaviones“Canberra”

8. La clave del poder disuasorio de nuestras fuerzas armados, radico en nuestra posibilidad de lograr una cierta previa sobre las intenciones de un enemigo por el reconocimiento y el ataque a distancia conveniente a sus fuerzas ofensivas, en ca

— 13 —

so de necesidad. Esta misin les fue asignada a los aviones 11Cabrra° desde losprimeros aPios 50; pero ya no pueden conflnuarla en condiciones de seguridad despu& de 1970 • A mediados de la prximc d&cada, esperamos que los aviones an9ifranceses de ala variable puedan hacerse cargo de estas y otras misiones. Tantodel punto de vista operativo como industrialmente, estos aviones son la mdula denuestro programa de aviacin a largo plazo. Pero si no se quiere dejar a la “Ro —

ya! Air Force” carente durante unos cinco años de los medios ms importantes desu potencialidad, deben tomarse medidas para llenar este vacio. Por ello, hemosdecidido adquirir de los Estados Unidos, 50 aviones “F—lll A”. Hasta que sepueda disponer de los aviones anglo—franceses, de ala variable,- los “F—l 11 A” —

se suplementaran en la misin de choque con los bombarderos en V. que cesarande tomar parte de nuestra contribucin a las fuerzas estratgicas de la alianza —

cuando los submarinos “Polaris” entren en servicio.

9. En 1970 no habr otro avin disponible capaz de igualar el rendimiento del “F—1 11A, Los dos nicos competidores son uno posible evolucin del “Mirage IV”,francos, con un motor Spey Rolls—Royce y una version perfeccionada del Buccaner MK 2”. El proporcionar al “Mirage IV” el rendimiento deseado, significarta otorgar al que actJalmente es un bombardero nuclear a gran altura para clima templado ¡as caracteriticas necesarias para el ataque convencional a bajo ni-.ve! en un clima tropical. El avin tendrtci que fabricarse, en su mayor paste, enFrancia, lo que supondrta.un gasto importante de divisas. Inglaterra tendri quesoportar por st sola el coste total de los trabajos de ¡nvestigacin y perfeccionamiento. En resumen: tuvimos que descartarlo por razones de fecha de entrega,-costo y rendimiento, ya que no habri’a estado disponible hasta por lo menos dos —

años despus que el “F—llI A11 su coste habrta sido mayor, e incluso, sT:hubie-.ra sido aceptable en otros aspectos, habrfa sido deficiente el alcance y restringido a largas pistas de cemento. La versi& perfeccionada del “Buccaner”, —

habrta entrado en servicio incluso m& tarde, sin poder compararse en rendimiento con el “F—lll A”, especialmente en las misiones de reconocimiento..

10. En abril de 1965, llegamos a un acuerdo con el Gobierno de los Estados Unidos,para la opcin al av&i “F—lll A. Ahora, hemos decidido formalizar un pedido de 10 de estos aparatos, al que seguir otro por 40 en abril de 1967. Lasdisposiciones que el Gobierno estadouflidense torne cerca de los fabricantes conrespecto a sus propios avknes, sern do ap!icacin a los que encarguemos nosotras, lo que nos asegurcr en ellos por consiguiente, iguales caracteristcc3 y —

rendimiento que las exigidas por el Gobierno de los Estados Unidos, Estamos sotisfec has de estos acuerdos. Tenemos garanfizada la entrega de los 50 “F—l 11 A0no ms tarde de enero de 1970. El precio mximo pór aparato besico de 5,95 millones de dlares USA, es decir, unos 2,1 millones de libras, cubre el costo de

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fabricacin y una contribucin a los gastos de ¡nvestigacin y perfeccionamiento, aplicados al total de la adquisicin, que se satisfar en condiciones de creditos que se extienden hasta 1977. Tambin se llegara, tan pronto como seaposible, a un acuerdo sobre el precio tope para los cambios necesarios en los —

aviones b&icos de la Royal Mr Force. Estos cambios se reducirn al mtnimo,pero ¡ncluir& una ¡nstalacin britnica de transmisiones

11. Hefnos dado los pasos necesarios para segurar que el coste en divisas de los —

“F—lTl A” se compense totalmente por ventas de equipo brft&icos. Se han —

tomado las disposiciones necesarias para que las empresas brit&iicas compitansi.n discriminacin en las contratos de defensa de los Estados Unidos para ele—mentos de equipo y mantenimiento unificados conjuntamente por los dos Gobiernos, acordndose los objetivos totales que el Reino Unido ha de cumplir. Anualmente se revisaren los avances efectuados hacia el logro de esos objetivos.. Como primer paso, el Gobierno de los Estados Unidos facilitare a Ingraterra la o—portunidad de optar a la construccin de medios navales auxiliares por valorde unos 50 millones de dlares.

12. El Gobierno frcncs ha sido informado de nuestra decisin Le hemos dado seguridades concretas de que no afectare al programa anglo—francs para el desarrolb de los aviones de ala variable y parc el de un avíSn de enfrenamiento y a—taque de corto radio de accin, conocido como “Jaguar”.

Aviaci&,decazayataqueterrestre

13. Los aviones de caza actuales de la Royal Mr Force son el “Javelin” y el “Lightniñg”. En el plazo de unos pocos aPios el “Javelin” desaperecer mientras queentrar& en servicio ms aparatos “Lightnig”.

14. El avin de apoyo al Ej&cito, de ataque al suelo y corto radio de accn es el“Hunter”, que tendr que ser reemplazado para el aPio 1970i--Cucndo comprabamos a principio del año 1965 que su sustituto previsto, el “P—1154”, serta demasfado costoso y entraría en servicio demasiado tarde, abandonamos el proyecto.Como anunciamos en aquella ocasin, pensamos usar en lugar de aqul, -unacombinaci& del pcrato crnericano “Phantom” y el ingls “Y. LO. L. P—1 127”.Ms tarde adoptaremos una versin de ataque del “Jaguar” cinglo—francas paraque los “Phantom” puedan reemplazar a ¡os “Lightning”.

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A . •# .iwiacion de reconocimiento maritimo

15, Nuestros planes en este aspecto siguen siendo los que se dieron a conocer el añopasado0 La fuerza de reconocimiento marftfco de largo alcance se corpone deaparatos “Shackleton” MK 2 y 3. Esta previsto la sustituc’&i de los Shackle—fon MK 2 por una versn del Comete, adaptada especialmente a la mZsinmarrtima, Actualmente existe un compromiso firme de f±ricacin de este arn,que ertrar en servicio a fines de esta d&ada,

TransporteMreo

16, Nuestra estrategi depender cada vez m&, a medida que disminuyen nuestrasbases en ultramar, de la movilidad area., El Gnico cambio en los planes exis—tentes para la fuerza de transporte estratgico es el empleo de algunos C 130 —

para compensar deficienckis en el rendimiento del “Belfast”, Efectuaremos me¡oras ¡rnportantes en nuestros transportes por heRcpteros0

Consecuenciasparalaindustriaaeron&.sflca

17, El programa prev la fabrkacin continuada, en el Reino Unido, de los avo—nes Lighting, Belfast, VC—10, Buccaneer, Andover, Basset y Jet Provost0 Apcirte del C—130 yel F—11IA, todos los aviones para los que se han propuesto especicamente nuevos tipos, sern equipados con motores ¡ngleses. La contribu —

cian britnica en la produccin del Phantom ha alcanzado el 45%, E! M!nite—rio de Defensa abonare tambin a la industria britnica aeroespacia! u’io 130mflknes de libras anuales, durante los prximos diez años para repueos, mantenimiento y trabaos de reparacin. Se prev un cambio posterior del iccaneer MK 2 para acomodar el misil aire—tierra AJ 168, y habr ¡mportcnks / nuevos-programas de aviacn para la industria britnica respecto a los avonesgb—franceses de ala variable, y el cvin de entrenamiento y ataque anglo—Eranc& “Jaguar”, el P1127 yel Cornet marttimo. Segn se describe en la 22 Parte, Cap. VII de esta declarac&i, intentamos una firme expansi& de venta deaviones y equipo britnicos. Constituye u buen comienzo, ci acuerdo para —

vender un sistema de defensa aerea a la Arabia Saudi.

18. Este programa proporcionarfa suficiente apoyo a la industria ceronutica comopara permitirla desarrollarse en un largo plazo sobre las ltneas propuestas ene1 informe del Comit Plowden. Su adopcin conseguir un ahorro total de —

unos 1.200 millones de libras sobre el programa decenal de aviacin militar —

que heredamos en 1.964.

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Defensanacional.

19. Hemos efectuado una revisin completa de nuestra defensa nacionaL Hemos decidido restringir nuestros preparativos de la defensa civil a los que tienen mayorprobabilidad de contribuir con eficacia a la superVivencia nacional. Tambinhemos decidido estabecer una Fuerza de Defen Nional para completar, encaso de un ataque nuclear, la cuantía fundamental de fuerzas regulares y de lareserva con que debe contarse normalmente en nuefro pais. Nuestros planes seanunciaron en el Parlamento el dta 2 de febrero de 1966.

CapítuloIV

CONCLUS ION

1 • En resumen, hemos planeado una reduccn de las misiones que debemos tomar anuestro cargo en la prxima d&ada y hemos tomado deciones importantes sobrenuestro armamento y equipo. Hemos comer?zado la reorganizacin de nuestras —

fuerzas de reserva. Se efectuaran planos para ajustar a largo plazo el volumende los ej&citos, teniendo en cuenta el proceso de dsminucin de nuestros compromisos.

2. En el Capa 1 de la 22 Parte de esta declaracn se expone que, sogn el cku—lo de previsiones, el gasto para 1966—67 es ¡nferior al fijado como objetivo dereduccin para 1969—70. Las decisiones que hemos tomado en el curso de la revisi8n de la defensa señalan el camino para lograr nuestro objetivo en el mismo1 969-’70 Mantendremos los gastos tan ialtorables como sea posbk en los —

años intermedios y en la prxima dcada. Siempre hemos reconocido que la revisiSn de la defensa debe ser un proceso conttnLtc, y parte permanente de nuestra conducta polftica.

3. Por lo que se refiere a nuestros compromisos, podremos mantener nuestra contribuc en Europa aproximadamente al rivel actual, pero salo si se encuentraalgGn medio para enfrentarse con su coste en divisas. Haremos ahorros importantos en el Mediterrneo, pero reduciremos nuestros compromisos en el &ea,incluyendo los relativos a Libia y CENTO. En el Oriente Medio, cederemosla base de Aden y nos desembarazaremos de todo lo que no sea la esencia misma de nuestras obligaciones con los Estados del Golfo Prsico En en lejano

- 17».

Orknfe, intentaremos jugar un papel importante y constructivo en el mantenimknto de la paz, siempre en estrecha cokboracin con nuestros alkdos y los asociados de la Commonwealth; pero hcbr que aplicar algunas limitaciones respecto alvolumen y naturaleza de nuestro esfuerzo militar en dicha zona.,

4, Las fuerzas de que podremos disponer con este presupuesto reducido de defensa sern moderadas, fkxibles y eficaces0 Contaremos, por medio de nuestros avionesy de los submarinos Polaris con una importante fuerza estragica para contribuira los acuerdos internacionales. Nuestras fuerzas en Europa no permitirn colaborar destacadamente en apoyo de la esratogia realista de la NATO. Podremos —

cumplir las misiones de defensa y seguridad interna que surjan en territorios protegdos y dependientes, apoyando cuando sea necesario, las operaciones de los Estados Unidos, Los submarinos accionados con energfa nuclear, los destructoresde! tipo 82 y los aviones F-1 1 lA y Phattom, se cuentan entre el material msavanzado del mundo y, tendrn una gran fuerza disuasoria con respecto a una —

guerra limitada.. Nuestras unidades del Ejcito, helicpteros, fragatas y las —

fuerzas anfibias, tendrn gran efectividad en ia diaria rnisn del mantenimientode la paz.

5. En resumen, hemos podido realizar ¡mportates ahorros en dinero y divisas a carnbio de una reduccin, relativamente pequeria, de nuestra capacidad militar. Amedida çue e! panorama de nuestros compromisos se perFie, ceder la tensin denuestras fuerzas, sin sacrificar la velocidad de nuestra Feaccin cinte un conf lic—to, Si actualmente el precio de la defensa es muy elevado, por lo menos obtendremos el mejor provecho de

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