Defensa -Nath x Su

21
“DEFENSA” Caminaba por los solitarios pasillos del Instituto Sweet Amoris, la noche se cernía sobre mí, las sombras jugaban con mi imaginación, alterando la realidad…Naaaa, estaba buscando mi cel, que había olvidado en una de las aulas, como era viernes, definitivamente no podía esperar hasta el lunes para recuperarlo. Cuando llegué a casa después de clases, comí algo ligero y luego fui a mi habitación para leer un rato. Ese día no tenía planes de nada con nadie, así que después de terminar tres capítulos de mi libro, pensé que llamar a Rosalya antes de su cita con Leigh era buena idea. Y sí que fue buena, ya que si no se me hubiese ocurrido, ni por enterada que mi cel no estaba. Recordé que Armin estaba jugando con mi móvil después de que Boris había decomisado su psp. Cuando llegó la hora de regresar a casa, Armin me entregó el cel, pero estaba ocupada discutiendo con Castiel, así que lo tomé y dejé en una banca. Lugar donde esperaba se encontrara todavía. La verdad es que el instituto sí es algo lúgubre por las noches, a veces dejan alguna luz prendida, sin embargo por ser fin de semana, todo se queda en total oscuridad. Mientras camino por el pasillo, sólo iluminado con la tenue luz de la luna que entra por los cristales de las ventanas, me pregunto por qué es tan fácil entrar y salir de este lugar. No hay mucha seguridad, a veces la puerta se encuentra abierta, y si es el caso que esté cerrada, no hay cadenas ni candados, con sólo meter la mano por los barrotes y abrir, es más que suficiente. Probablemente la explicación sea que Castiel y Lysandro vienen y dejan abierto. O tal vez Nathaniel pasa más tiempo del que supongo en este lugar.

description

Sucrette descubrirá un secreto de Nathaniel.

Transcript of Defensa -Nath x Su

Page 1: Defensa -Nath x Su

“DEFENSA”

Caminaba por los solitarios pasillos del Instituto Sweet Amoris, la noche se cernía sobre mí, las sombras jugaban con mi

imaginación, alterando la realidad…Naaaa, estaba buscando mi cel, que había olvidado en una de las aulas, como era viernes,

definitivamente no podía esperar hasta el lunes para recuperarlo.

Cuando llegué a casa después de clases, comí algo ligero y luego fui a mi habitación para leer un rato. Ese día no tenía planes

de nada con nadie, así que después de terminar tres capítulos de mi libro, pensé que llamar a Rosalya antes de su cita con

Leigh era buena idea. Y sí que fue buena, ya que si no se me hubiese ocurrido, ni por enterada que mi cel no estaba.

Recordé que Armin estaba jugando con mi móvil después de que Boris había decomisado su psp. Cuando llegó la hora de

regresar a casa, Armin me entregó el cel, pero estaba ocupada discutiendo con Castiel, así que lo tomé y dejé en una banca.

Lugar donde esperaba se encontrara todavía.

La verdad es que el instituto sí es algo lúgubre por las noches, a veces dejan alguna luz prendida, sin embargo por ser fin de

semana, todo se queda en total oscuridad. Mientras camino por el pasillo, sólo iluminado con la tenue luz de la luna que entra

por los cristales de las ventanas, me pregunto por qué es tan fácil entrar y salir de este lugar. No hay mucha seguridad, a veces

la puerta se encuentra abierta, y si es el caso que esté cerrada, no hay cadenas ni candados, con sólo meter la mano por los

barrotes y abrir, es más que suficiente. Probablemente la explicación sea que Castiel y Lysandro vienen y dejan abierto. O tal

vez Nathaniel pasa más tiempo del que supongo en este lugar.

Page 2: Defensa -Nath x Su

Llego al aula B, y entro, busco en todas las mesas, pero nada. En eso recuerdo que no era el aula B en la que estaba

discutiendo con Castiel. Salgo y mis pasos me llevan hacia al aula A; entro en dicha aula y todavía no he comenzado a buscar

cuando de pronto escucho un ruido extraño. Respiro profundo y salgo a investigar.

Me detengo antes de caminar por el pasillo. La verdad es que no quisiera encontrarme con Castiel o Lysandro, peor aún… con

ambos.

Siempre me burlo un poco de Lysandro por ser tan olvidadizo, así que no necesito que me devuelva las bromas, aunque creo

que él no lo haría, pero no sería tan divertido cuando le haga notar su falta de memoria si descubre que soy más o menos igual

que él. Por otro lado, Castiel, ese chico me saca de mis casillas, parece que su objetivo principal es tomarme el pelo y criticar

todo lo que hago o dejo de hacer. Sin contar que es un pervertido, siempre mira mis pechos. Dice que soy una tabla de

planchar, pero bien que se entretiene si llevo algún escote un poco pronunciado.

Claro que si de pervertidos hablamos, nadie le gana a Armin… bueno, él más bien es muy pícaro, no disimula cuando le gusta

algo, o le divierte. Alexy siempre le recrimina su actitud, pero creo que esa forma de ser, ya es parte del encanto del gamer.

Los gemelos se han convertido en mis mejores amigos, pasamos mucho tiempo juntos, ya sea en su casa o la mía. Kentin a

veces se une, pero últimamente pasa casi todo su tiempo con Violeta. Al parecer la hermosa chica de cabello que hace honor a

su nombre, ha conquistado al ojiverde, logrando que de una vez por todas olvide su enamoramiento conmigo.

Mi mente dejó de navegar en la distracción de los recuerdos al escuchar un golpe proveniente de la Sala de Delegados.

Sin pensarlo, como casi siempre, salgo disparada hacia el lugar donde se escucha el ruido. Cuando estoy frente a la puerta, la

encuentro entreabierta, y precisamente en el momento que voy a echar una miradita, empieza a llamar mi móvil de forma

estruendosa ya que al estar todo en completo silencio, hace parecer que tiene micrófonos por todos lados. Alcanzo a escuchar

un ligero ruido, sin embargo cuando entro en la sala, no hay nadie. Me aventuro a asomarme por la ventana abierta, ya es de

noche y no veo absolutamente nada, sólo percibo el sonido de alguien corriendo, que se pierde en la distancia. También un

olor conocido llega a mi nariz. El móvil vuelve a llamar y corro para contestar.

-“¡Honey Sucrette! ¿Se puede saber dónde estás? Tus amigos vienen a buscarte y resulta que la señorita no se encuentra en su

habitación”- era la enfadada voz de mi madre.

Page 3: Defensa -Nath x Su

-Mamá, te dije que olvidé el móvil en el instituto y que vendría a buscarlo, está muy oscuro y me ha costado trabajo

encontrarlo, si no es porque llamas, seguiría en la búsqueda- contesté con calma.

“Y sabría quién estaba en el instituto a estas horas”. Pensé.

-“¿Eh, me dijiste que irías al instituto? No lo recuerdo, disculpa, Alexy y Armin están esperando por ti”- que luego no

pregunten por qué soy tan despistada.

-Diles que me encuentren en el parque, que los veo en el área de juegos infantiles, por favor- pedí a mamá y colgué.

Alexy me abrazaba de forma asfixiante mientras Armin dejaba su psp de repuesto a un lado.

-Estás loca, Honey, cómo puedes ir tu sola al instituto siendo tan noche y con la poca seguridad que tiene- me reprochó Alexy

aflojando un poco su abrazo.

-Tú sí que buscas aventuras, podría ser un asesino o un espía y lo has interrumpido en su misión- obviamente el que dijo eso

fue Armin.

Nos encontrábamos junto a los columpios, me senté en uno de ellos cuando Alexy me soltó y comencé a mecerme. El gemelo

de cabello azul me imitó. Armin estaba sentado en el suelo.

-Pues quien haya sido, escapó por la ventana. Primero pensé que se trataba de Nathaniel, pero si hubiese sido él, no tendría

razón alguna para salir corriendo- comenté a los chicos –Además, la sala olía a alcohol, lo que es más extraño todavía- terminé.

-Tal vez algún borracho erró el camino y al escuchar que había alguien más, se asustó y huyó- reflexionó Alexy.

-O quizás fuera Castiel, que estando ebrio llegó para golpear a Nath, y luego se espantó y se fue- Armin tenía teorías

interesantemente ridículas.

Aun así, Alexy y yo lo consideramos por un momento, apenas unos segundos, para luego desechar la idea por completo.

-No, en caso de que Castiel tomara tanto hasta perder la perspectiva, no creo que su prioridad fuera llegar al instituto para

golpear a Nath. Eso lo haría en sus cinco sentidos- opinó Alexy.

-Y si por algún motivo se hubiese embriagado en el instituto durante sus ensayos con Lysandro, me queda más que claro que

Lys no permitiría que hiciera algo tan estúpido, aparte de que sólo era una persona. Y no creo que quien estaba en la sala haya

Page 4: Defensa -Nath x Su

ingerido alcohol, se necesita estar completamente lúcido para reaccionar tan rápido, salir por la ventana y desaparecer-

concluí, ante la aprobación de Alexy.

Después de bromear con varias hipótesis, desde fantasmas y zombis, hasta alienígenas, seres interdimensionales y viajeros en

el tiempo, nos dirigimos a mi casa, para tomar chocolate y galletas que mamá había prometido a los gemelos.

El fin de semana pasó de forma veloz, como todos los fines de semana. Me encontré con que era lunes y estaba parada frente

a la Sala de Delegados. Entré sin llamar, como era mi costumbre. Melody estaba parada en la ventana con mirada extraña. De

pronto la imaginé vestida de ninja, brincando por la ventana y volando a través del patio del instituto. No pude contener la

risa.

-¿Eh, de que te ríes, Honey? Disculpa no escuché cuando llamaste a la puerta- exclamó Melody un poco sonrojada.

-No hay problema, me reí de algo que dijeron en los pasillos. Qué miras con tanto interés- cuestioné a la chica.

-Mmmm, mira, ven, es que… creo que esto es sangre, pero no entiendo cómo es que llegó aquí- la voz de Melody sonaba

extrañada.

Me acerqué a la ventana y en uno de sus lados había un poco de sangre, como si alguien con la mano ensangrentada se

hubiera detenido apenas de ese lugar, dejando una pequeña marca. Mi cerebro empezó a girar en torno a los programas de

CSI que hace tiempo veía. De pronto me imaginé entrando con un portafolio de metal, donde guardaba todo lo necesario para

procesar la escena del crimen.

La voz de Melody hizo que regresara al momento.

-Entonces qué opinas- preguntaba Melody.

“Si supieras que no tengo ni idea de lo que hablas”, decía en mi mente.

-Emmmm, si, tal vez…- contesté al azar.

-Es lo único que puede ser, algún animalito herido que quiso buscar refugio, pero al estar la ventana cerrada, no pudo entrar y

su sangre quedó aquí- explicó Melody señalando el lugar donde se encontraba la mancha.

-Exacto, no puede tratarse de otra cosa- apoyé a Melody.

Page 5: Defensa -Nath x Su

Me retiré y esperé a que la chica saliera de la sala de delegados. Confirmé que la sala estuviera completamente vacía y entré,

rogando a la buena suerte que esta vez no me abandonara.

Lo que había dicho Melody era una posibilidad, a menos que… Sí, había encontrado una pequeña gota de sangre cerca de una

de las sillas, lo que indicaba que:

a) La señora de la limpieza no hacía bien su trabajo.

b) Alguien sangrando había estado dentro y no sólo fuera.

Ahora, un animal hubiera hecho algún ruido de animal, ¿verdad? Un aleteo, un maullido, ladrido o lo que fuera. Y estaba el

asunto del olor a alcohol, no creo que un animal hubiera entrado para usar el botiquín de emergencias que guardan en la

sala… ¡El botiquín!

Ese día estaba muy oscuro y no me percaté de nada más que la presencia y huida de alguien. Me acerqué al lugar donde

guardaban el material de curación, en la parte baja de uno de los muebles de la sala. El alcohol no estaba por ningún lado.

-¿Se puede saber qué haces ahí?- la voz de Nath tenía un filo divertido.

-¡Ay!- me quejé cuando al levantarme mi cabeza chocó contra uno de los bordes del mueble.

Nathaniel me miraba divertido, aunque quiso disimularlo.

-Vine a buscar unas aspirinas, fui a la enfermería, pero no hay nadie, como siempre- dije con voz un poco nerviosa.

-Sí, la enfermera deja su puesto a cada rato. Odio a esas personas que nunca están cuando se les necesita- Nathaniel tenía una

leve sonrisa en sus labios.

-¿Sí verdad?- el sarcasmo inundaba mis palabras.

-¿Y las encontraste?- quiso saber Nath.

-¿Eh, qué?- mi voz salió demasiado aguda.

-Las aspirinas, Honey. Que si ya encontraste las aspirinas- Nathaniel parecía cansado.

-Ah, no. Apenas las iba a buscar cuando llegaste- exclamé.

Page 6: Defensa -Nath x Su

Nathaniel se acercó y empezó a buscar él mismo. Se levantó y puso en mi mano un par de aspirinas.

-Creo que después del golpe que te has dado, necesitarás doble dosis- dijo con una sonrisa.

Estaba por salir cuando recordé algo.

-Eh Nath, ¿sabes que puedo leer la mano?- exclamé mientras tomaba sus manos sin pedir permiso.

Nath se sonrojó un poco pero no retiró sus manos.

Puse sus manos palmas arriba, revisé primero la derecha y luego la izquierda. Estaban limpias. Tuve que improvisar.

-Esta línea es de la vida, al contrario de lo que se piensa, no indica lo corta o larga que ésta será, sino más bien, si será fluida y

sin muchos problemas, o por el contrario, difícil y con obstáculos- expliqué mientras la recorría con uno de mis dedos.

“Y por lo que veo, la tuya no es nada fácil” pensé, al comparar la línea de Nathaniel con la que mostraban en una revista que

había leído hace poco.

-Esta de aquí es la línea de la cabeza, indica tu forma de analizar las situaciones, me dice que eres metódico, analítico, piensas

mucho las cosas, no te dejas llevar por tus impulsos, pero muy en el fondo, te gusta realmente experimentar cosas nuevas,

aunque no te lo permites muy a menudo- esto realmente lo dije pensando en el concierto. Nath había estado fantástico y se

notó que lo disfrutó un montón.

-La línea que ves aquí- señalé a un curioso Nathaniel –es la del destino, si la tienes muy marcada, se supone que un alto

porcentaje de tu vida, es decir situaciones acontecidas, están regidas por el destino. En cambio sí es muy tenue o inexistente,

significa que tú mismo diriges tu vida por el camino que mejor te plazca- la línea en cuestión era marcada en algunos puntos y

tenue en otros.

-Es extraño- habló Nath – esa línea no la tenía, me di cuenta que comenzó a formarse poco después de tu llegada al instituto-

me miraba con una ceja levantada.

-No, no, a mí no me culpes de lo que te pase- exclamé divertida.

Proseguí con mi intento de quiromancia.

Page 7: Defensa -Nath x Su

-Y llegamos a la línea del corazón, en la que se supone que puedes detectar desde enfermedades hasta enamoramientos- dije

mientras pasaba suavemente mis dedos por ella –Me dice que eres reservado en ese ámbito, no te enamoras ni ilusionas

fácilmente, pero cuando encuentras a la persona indicada, lo haces de forma intensa, el enamorarte quiero decir- no

terminaba cuando Nath retiró su mano de las mías en forma brusca.

Me sobresalté un poco y al posar mi mirada en su rostro, observé que estaba completamente rojo. Acto seguido se giró, así

que sólo podía ver su espalda.

-Y-yo no c-creo en esas cosas, r-realmente son tonterías. Es m-mejor que te vayas a clases- no pronunció nada más.

Salí de la sala de delegados un poco confundida, no entendía qué demonios había pasado.

Nath siempre lograba confundirme, era un chico muy dulce, calmado, inteligente, respetuoso, pero en ciertos momentos, se

volvía completamente diferente, alguien irritable, hasta ofensivo de cierta forma. También agresivo disimulado, como cuando

golpeó a Castiel con la baqueta de la batería. Tenía mis dudas, a veces estaba segura que el rubio sufría desorden de

personalidad o algo así.

Cuando me di cuenta, las escaleras que se encuentran al final del pasillo estaban justo frente a mis ojos. ¿No se suponía que

mi clase era en el aula B? Demonios, esto de andar en las nubes no me beneficiaba en nada.

-¿También quieres leer mi mano?- la voz de Castiel logró sobresaltarme un poco.

-¡Claro que sí!- confirmé. No estaba por demás checar sus manos, así me aseguraría que no había sido él quien estuvo en el

instituto el viernes por la noche.

Sin esperar respuesta, tomé sus manos y las observé detenidamente. Una pequeña herida en la palma de su mano derecha

llamó mi atención.

-Castiel, cómo fue que te lastimaste la mano- interrogué al pelirrojo.

-Siempre queriendo saber todo- bufó el chico mientras quitaba sus manos de las mías.

Me tomó del cuello y me dirigió a clases. Al parecer el de ojos casi plateados hoy sí tenía ganas de estudiar. Rosalya hizo señas

para que me sentara junto a ella.

Page 8: Defensa -Nath x Su

-Quiero pedirte un favor- amenazó Rosalya, y es que los favores que pedía, siempre resultaban algo extraños.

-De qué se trata- quise saber.

-Un conocido de papá viene de visita a la ciudad, parece ser que intenta encontrar a un viejo amigo de la infancia. Su hijo lo

acompaña, y mi padre tiene esa loca idea de que debo servir de guía turística al chico. Le comenté a Leigh y dijo que no había

problema, siempre y cuando él nos acompañara. Así que el favor que necesito, es que vengas con nosotros. Sería incómodo

para ese muchacho estar sólo con Leigh y conmigo, así que te imploro nos acompañes, para que seas quien platique con él. Te

prometo que si resulta ser una plasta te liberaré inmediatamente. Además sólo serán dos días, el viernes y sábado entrantes-

Rosalya recitó aquello sin respirar y en un susurro, para no ser escuchada por el profesor.

Tomó mi mano e imploró con la mirada. Ahora sabía por qué Leigh nunca podía negarle nada a mi amiga.

-De acuerdo, pero esta sí me la vas a deber- acepté un poco forzada pero resignada.

Las clases terminaron y corrí por el pasillo para interceptar a Castiel, tenía que inventar algo muy bueno para saber de qué

forma el pelirrojo se lastimó la mano. Para variar y por no faltar a la costumbre, choqué con alguien.

-Sucrette, a dónde te diriges tan abruptamente- pronunció Lysandro mientras me tomaba de los hombros para evitar que

cayera sobre mi trasero.

-H-hola Lysandro, esperaba alcanzar a Castiel…- detuve mis palabras cuando me percaté de algo color púrpura en de la mano

izquierda del albino.

-¿Cómo te hiciste eso en la mano, Lys?- indagué

-Oh, esto- comentó el chico de ojos bicolor pasando uno de sus dedos por la herida cicatrizada –No lo recuerdo, hace unos

momentos trataba de recordarlo- terminó, quedando pensativo con el ceño fruncido.

Genial, simplemente genial, tenía dos sospechosos, uno con memoria de teflón y otro que quizás ni bajo la peor tortura

confesaría. Suspiré.

-Algo no va bien- dijo Lysandro más como una afirmación que como pregunta.

-Está frustrada porque no ha podido leer mi mano- exclamó Castiel detrás de mí.

Page 9: Defensa -Nath x Su

-Tal vez. Si me dices cómo te hiciste es herida, puedo pasarla por alto y leer correctamente las líneas principales- había

decidido jugármela por todo.

-Oh, eso no es ningún misterio, se lastimó jugando con Demonio- la voz de Iris indicaba que había sido algo muy gracioso.

-Déjalo Iris, no tienen por qué enterarse- pidió Castiel. Lo cual era extraño, ya que Castiel no pide, prácticamente ordena.

-De hecho, ahora me siento algo curioso- exclamó Lysandro con una encantadora media sonrisa.

-Bueno, no es para tanto. Ayer una prima dejó en casa a mis sobrinos para que ayudara a cuidarlos. Como son muy inquietos,

decidí que lo mejor era llevarlos al parque. Y ahí fuimos. Después de un rato llegó Castiel con Demonio. Se la pasó lanzando

una vara para que el perro la buscara y la llevara hasta él. Pero creo que a Demonio no le gustó ser el único que corriera de un

lado para otro, y después de unas cuantas vueltas, no quiso entregar la vara a Castiel, haciendo que este lo persiguiera por

todo el parque. Cuando por fin logró darle alcance, Demonio no quería entregar la vara; Castiel la jalaba y Demonio no la

soltaba, hasta que la mano de Castiel terminó lastimada. Corrí para curar su herida, ya que al llevar niños al parque, me equipé

con un pequeño botiquín de curaciones- Iris concluyó así su relato sobre la gran aventura del parque.

Aun no entendía del todo la relación entre Iris y Castiel. El pelirrojo era un poco diferente con ella que con los demás. A Iris no

podía negarle nada, y nunca la hacía enojar. En fin, con esto quedaba explicada la herida del pelirrojo. Lo que me llevaba a

sospechar de Lysandro.

-¡Lysandro, te estaba buscado! ¿Cómo va eso?- era Rosalya que se acercaba a nuestro pequeño grupo.

-Hola Rosa, eh, disculpa, a qué te refieres con “eso”- preguntó extrañado el albino.

-A la cortada en la mano que te hiciste el sábado con las tijeras- recordó Rosalya a Lys.

-Oh, así fue- comentó Lysandro observando su mano.

No podía ser cierto. En cuestión de segundos me había quedado sin sospechosos.

-Qué pasa, Honey, de pronto parece que algo te molestó- quiso saber Iris.

-Nada, nada, recordé que no había terminado unas tareas. Bueno, me marcho, quedé esta tarde con Alexy y Armin en su casa,

así que todavía tengo que pasar a la mía para dejar mis cosas y hacer los deberes- expliqué mientras me retiraba.

Page 10: Defensa -Nath x Su

-Tengo la impresión de que pasas demasiado tiempo con ellos- las palabras de Lysandro tenían un toque de reproche.

-Tal vez, la verdad es que me divierto mucho con ellos- aseguré y salí para dirigirme a casa.

-Entonces Castiel y Lysandro quedan eliminados de la lista de posibles culpables- sentenció Armin.

-No necesariamente, no sabemos de dónde procedía la sangre, dimos por hecho que era de una mano, pero quizás la mano

sólo estaba manchada con sangre de algún otro lugar- dijo pensativo Alexy.

-O tal vez era sangre de otra persona, no precisamente de quien se encontraba en la sala de delegados esa noche. Quién sabe

si exista una escena del crimen oculta en alguna parte- insisto, las teorías de Armin a veces me producían escalofrío.

-Como sea, aun no tengo idea de quién se encontraba esa noche ahí, y sobre todo, por qué salió huyendo- exclame algo

frustrada.

Los gemelos y yo pasamos lo que quedaba de la tarde jugando y preparando muffins de chocolate.

Al otro día ya había perdido la esperanza de saber qué demonios había sucedido la noche del pasado viernes. Al entrar al

instituto me encontré con Nathaniel, le ofrecí un muffin de los que había preparado la tarde anterior con los gemelos. Como

que hicimos demasiados y llevé bastantes a casa, así que decidí llevar al instituto y repartirlos entre los chicos.

Cuando me giré y alcé el brazo para buscar el muffin, golpeé sin querer uno de los costados del rubio, haciendo que éste se

cimbrara de dolor. Nathaniel puso una mano en el lugar donde le pegué, y no sabía si era mi imaginación, pero me pareció ver

que su camisa se teñía de rojo. El chico me dio una estúpida excusa y se retiró rápidamente.

De acuerdo, ahora no sabía qué diablos pensar.

La semana pasó y pronto era viernes y yo me encontraba esperando a que Rosalya, Leigh y el hijo del conocido del papá de mi

amiga, pasaran por mí. Estaba molesta porque no pude hablar con Nathaniel, parecía que se escondía. Pero con él nada era

seguro.

Escuché detenerse un automóvil frente a mi casa. Efectivamente se trataba del extraño y mis amigos. Tomé mi bolso y bajé las

escaleras antes de que mi madre gritara llamándome.

Page 11: Defensa -Nath x Su

El chico resultó ser algo mono y muy simpático. Dijo llamarse Harry y fue lo bastante amable como para disculparse por el

hecho de vernos obligados a distraerlo mientras su padre se encargaba de sus asuntos. Le dijimos que no era ninguna molestia

y que no se preocupara. Dimos un paseo por la tienda de Leigh, y luego por toda la ciudad. Leigh nos invitó al cine y luego a

cenar. Llegó la hora de ir a casa, Rosalya y Leigh me entregaron sana y salva a los brazos de papá, que fue el que salió a

recibirme.

El sábado temprano, llamaron a la puerta de mi casa. Realmente me sorprendí al ver de quién se trataba. Era Harry, que pedía

permiso a mi padre para llevarme a dar una vuelta. Subí para arreglarme lo más rápido que pude (si ponerse unos jeans y

playera limpios, y pasarse el cepillo por el cabello puede considerarse como “arreglarse”), y salimos de casa con dirección al

centro de la ciudad.

-Lysandro, el hermano de Leigh, fue realmente amable al decirme que te gusta frecuentar una fuente de sodas en específico,

porque realmente amas los batidos que ahí preparan- comentó Harry con una sonrisa.

-¿Lysandro dijo eso?- exclamé de forma interrogante.

-Jajajajaja, sí, lo hizo, sólo después de que le prometí que te cuidaría y jurarle que amo realmente a mi novia- el chico se veía

realmente divertido.

-Ah, sí- dije un poco sonrojada – Lysandro puede ser un poco sobreprotector- no era una disculpa, sino la pura realidad.

-Es bueno que tus amigos se preocupen por ti, y te cuiden. ¿Tienes hermanos?- indagó Harry.

-No, soy hija única. ¿Y tú?- pregunté de vuelta.

-Por parte de mi madre soy hijo único. Tengo varios hermanos y hermanas por parte de mi padre- contestó con gran

naturalidad.

-Me gustaría tener un hermano, o hermana. Pero a falta de, tengo a mis amigos- continué, sintiéndome afortunada por ellos.

Llegamos a la fuente de sodas, estuvimos platicando mientras tomábamos nuestros deliciosos batidos acompañados de unos

pastelillos. Me contó que tenía una novia a la que quería mucho. Que el padre de Rosalya de ninguna forma les había

permitido hospedarse en un hotel, así que eran invitados en la casa de Rosalya. Que se había tomado la libertad y confianza de

ir a buscarme porque me encontró muy simpática, sin poses artificiales; cuando se encontró aburrido ya que Rosa y Leigh

Page 12: Defensa -Nath x Su

estaban en la tienda de ropa, fue hasta ahí, encontrándose con Lys que se había puesto a la defensiva cuando Harry había

manifestado el deseo de salir a pasear conmigo.

Rosa y Leigh se desocuparían hasta pasada la tarde, y él quería salir a conocer un poco la ciudad, así que pensó que yo era la

compañía ideal, ya que le habían dicho que si salía con el hermano de Leigh lo más seguro es que terminaran extraviados

ambos. Lo que le había causado bastante gracia pero prefería no arriesgarse.

Estaba en el mismo grado escolar que nosotros, le gustaba la música, la naturaleza y estaba contra cualquier tipo de violencia.

Era precisamente por ello que no acompañaba a su padre en la búsqueda del amigo que este ansiaba encontrar. Al parecer el

amigo perdido había sido un boxeador famoso, que por una lesión importante tuvo que colgar los guantes, dedicándose en sus

ratos libres a ser entrenador en un gimnasio de box. En estos momentos su padre creía haberlo localizado y se dirigía, si no es

que se encontraba ya, en el mencionado lugar.

Cuando salíamos de la fuente de sodas para ir al parque, su móvil comenzó a sonar. Era su padre, solicitando su presencia en

un conocido gimnasio, famoso por entrenar a algunos de los mejores boxeadores del país.

Harry se notaba incómodo por tener que asistir a un lugar como ese. Así que cuando pidió que lo acompañara, asegurando

que sería sólo por un momento, no pude ni quise negarme.

Llegamos al sitio y el padre de Harry ya nos esperaba. Después de las formales presentaciones, comenté que prefería esperar

fuera, ya que mi presencia no era requerida por tratarse de algo familiar. Lo genial del asunto es que frente al gimnasio se

encontraba una plazuela, con mesas, sillas, bancas, un kiosco y diferentes puestos ambulantes de comida y postres. Le dije a

Harry que me buscara en ese lugar cuando terminara con sus asuntos. Fui a sentarme en una banca que daba exactamente

frente al gimnasio. Me entretenía viendo a unos pequeños niños que jugaban con un globo, cuando algo, o más bien dicho

alguien, llamó mi atención.

Se trataba de Nathaniel, que con la cabeza baja y una especie de mochila, se dirigía hacia el gimnasio. Pero no entró por la

puerta principal, sino que siguió derecho y dobló en la esquina.

Intrigada, lo seguí, y observé que entraba por la puerta trasera. Decidí acercarme un poco más y me topé con que la puerta no

se había cerrado por completo, así que eché un vistazo dentro. Nathaniel se colocaba guantes y una especie de protección

para cabeza y rostro. Un hombre se acercó a él y lo golpeó en un hombro.

Page 13: Defensa -Nath x Su

-Pensé que no vendrías, llegas tarde, no sé qué fue lo que hizo que faltaras al primer entrenamiento, pero en la casa

arreglamos cuentas. Tienes el día libre, un viejo amigo ha venido a visitarme y espero a tu hermana porque quiero presentarla

a él y a su hijo. Como sanción a tu falta, mañana tendrás que venir a limpiar todo el gimnasio, sin réplicas ni pretextos. Ahora

vete, entrenaremos en casa- concluyó el hombre que supuse era el padre de Nath.

Corrí a donde me encontraba anteriormente, me senté en la misma banca que había ocupado un momento antes y esperé por

Harry. Minutos después vi pasar nuevamente a Nathaniel, ahora con una expresión completamente diferente, se veía aliviado.

Después de un rato llegó Harry.

-En verdad espero que me disculpes, resulta que el amigo de mi padre ha traído a una chica extremadamente molesta y odiosa

que se me ha pegado como chicle, no puedo deshacerme de ella sin molestar a mi padre y quizás al suyo- se lamentó mi nuevo

amigo.

A sabiendas que se trataba de Amber, no pude más que compadecerme del chico.

-No te preocupes, lo más probable es que pases una tarde espantosa- exclamé sin poder contener la risa – Si esa chica es

como dices, la que lo siente soy yo, vas a tener que pasar por toda una experiencia en su compañía. Por mí no tengas cuidado,

regreso a casa y le diré a Lysandro que llegué bien y que tienes compromiso con tu padre- aseguré con una sonrisa y a la vez

pena por el muchacho.

-Eh, no pensé que lo tomarías tan bien, eres realmente genial. Espero poder verte antes de marcharnos, pero con esa tal

Amber, no creo poder entrar al baño sin que me siga. Logré escaparme porque recibió una llamada- Harry estaba realmente

enfadado y apesadumbrado.

-No hay problema, y en verdad que lamento que te lleves tan mala impresión de la ciudad- dije y nos despedimos con un

abrazo y la promesa de mantener contacto. Harry quería presentarme a su novia y a su mejor amigo. No sabía si eso llegaría a

suceder. Pero guardaría un buen recuerdo de Harry.

Ahora tenía que planear muy bien lo que haría el día de mañana.

Llegué a casa y lo primero que hice fue llamar a Rosalya y explicar con detalle lo que había acontecido, exceptuando la parte

de Nathaniel. Le pedí que dijera a Lys que ya estaba en casa y que todo había estado como él lo esperaba. Rosa quería que

hiciésemos planes para el día siguiente, pero me disculpé con el pretexto de que me había atrasado en el ensayo que el Sr.

Page 14: Defensa -Nath x Su

Farrés había pedido que entregáramos el lunes. Rosa dio un pequeño grito y dijo que no lo recordaba, y también estaría todo

el día ocupada haciendo el dichosos ensayo.

El domingo por la mañana, salí temprano rumbo a un lugar en el que de una forma u otra, encontraría respuesta para muchas

de mis dudas. Llegué y comprobé que no había nadie. Así me senté en una silla junto a una mesa, tomando un delicioso café,

mientras esperaba a que Nathaniel hiciera acto de aparición.

Empezaba a cansarme y pensar que el rubio no llegaría, cuando lo vi a lo lejos. Su cabello brillaba y resplandecía a la luz del sol

matinal. Llevaba puesta una playera ajustada sin mangas, lo que dejaba al descubierto los músculos de sus brazos, que sin ser

prominentes, eran más y mejores de lo que hubiese imaginado. Su espalda ancha y fuerte se distinguía entre los demás, la

cintura estrecha hacía que su cuerpo luciera sumamente atractivo… y deseable. La verdad es que Nathaniel siempre me había

gustado, pero su forma de ser me desconcertaba, como en la playa, que en vez de enojarse con Dake, la tomó conmigo. En

ciertas ocasiones se asemejaba mucho a Castiel. Eso lograba que me mantuviera al margen. Además no tenía idea si Nath

sentía algo por mí, o por lo menos si le gustaba, no sólo como amiga.

Lo seguí a distancia e imploré porque la puerta quedara entreabierta como un día antes. Y así fue. Entré de manera sigilosa y

esperé. Me oculté detrás de unos casilleros, esperé hasta escuchar que Nathaniel comenzó a silbar. Ruidos de cubetas se

dejaron oír por todo el lugar, que a pesar de no ser muy grande, sí tenía los mejores equipos y aparatos para entrenar.

Decidí salir y confrontar al rubio de una vez por todas. Pero no esperaba encontrar un Nathaniel con el torso desnudo y unos

minúsculos pantaloncillos/shorts, que permitían la vista completa de unas poderosas, musculosas y marcadas piernas. El

sonrojo me cubrió y casi olvido la razón de mi presencia en ese lugar.

-Pero qué demonios haces tú aquí- realmente estaba enojado cuando se percató de que no estaba solo – ¿Honey, eres tú? –

cuestionó en un tono un poco más suave cuando avancé unos pasos hacia él.

-Eh, sí, hola- fue lo único que atiné a decir en ese momento.

Nathaniel se acercó a mí, pude ver la ira creciendo en su mirada.

-Tienes dos segundos para explicar el motivo por el que te encuentras en este lugar- dijo con voz contenida que destilaba un

severo enojo.

Page 15: Defensa -Nath x Su

-Escucha Nathaniel, si quieres que te explique y te aseguro que es una gran explicación, primero tendrás que calmarte- de

alguna manera tenía que lograr que se tranquilizara o no podría obtener las respuestas que buscaba.

El chico de orbes color miel respiró profundamente cerrando los ojos, apretando el puente de su nariz. Al parecer esa técnica

lograba relajarlo. Pasados un par de minutos, abrió sus ojos; esos ojos que desde el día que los contemple por primera vez no

dejaba de ver, dormida o despierta; me tomó de la mano y me llevó a donde se encontraba el ring de boxeo.

Hizo que trepara, lo que ocasionó un poco de diversión, ya que me enredé al momento de atravesar las cuerdas y quedé

colgando de ellas. Nath me ayudó a liberarme y caímos juntos en la lona. Después de reír por unos instantes, Nathaniel guardó

silencio, esperando mi grandiosa explicación. Ambos estábamos sentados en esos banquitos que asignan a los boxeadores.

Suspiré. Dicen que el que no arriesga, no gana, así que… Pero Nath se levantó, hizo una seña indicando que lo esperara un

momento y se retiró. Regresó vistiendo un pants/chándal. Otra seña indicando que podía empezar a explicarme.

-Nath, te vi- comencé con esas palabras- la otra noche, en el instituto. Estabas sangrando y te llevaste el alcohol contigo.

Melody descubrió una mancha de sangre, pero supuso que pertenecía a algún animal. No dije nada, quería preguntarte

primero qué había pasado, pero me has evadido desde que… leí tu mano. Mira, no es que te esté vigilando o acosando, ese día

olvidé mi móvil en una de las aulas, por estar discutiendo con Castiel, así que en la tarde quería llamar a Rosalya y fue cuando

recordé dónde lo había dejado- trataba de que mi voz no delatara lo nerviosa que estaba por asegurar algo, de lo que todavía

tenía alguna duda.

-Así que tu cel fue lo que escuché- con esas palabras, quedaban confirmadas mis sospechas.

-Sí, sólo que saliste huyendo por la ventana, y no tenía idea del por qué. No quise llamarte a gritos para no alertar a nadie-

derechito al infierno por tanta mentira, o por lo menos eso diría mi abuelita.

-Y estás aquí por… - inquirió Nath.

-Rosalya me pidió que la acompañara a ella y a Leigh este fin de semana, porque un amigo de su padre estaba de visita en la

ciudad y había sido comisionada para entretener al hijo de este. Esta persona, este señor, venía buscando a un antiguo amigo

de su infancia, un afamado boxeador retirado antes de tiempo por una lesión. Ayer yo estaba acompañando a Harry, así se

llama el hijo de esta persona, cuando recibió una llamada de su padre, pidiendo que viniera aquí. Yo esperé fuera y te vi

Page 16: Defensa -Nath x Su

cuando llegaste, quería hablar contigo así que te seguí… y sin querer escuché algo de lo que, supongo es tu padre, te dijo-

terminé con voz baja, pero sosteniendo la mirada del rubio.

-¿Qué escuchaste exactamente?- quiso saber.

-Sólo que por alguna razón tenías que venir a hacer limpieza o algo así- aquí definitivamente no quise entrar en detalles –Así

que decidí venir y conversar en este lugar, donde no puedes esconderte de mí- concluí.

Nathaniel soltó un profundo suspiro, luego pareció considerar si confiar en mí, o no.

-Mi padre llegó a ser la figura del boxeo más prometedora del país. Joven decidido y dedicado, de voluntad férrea, disciplina

inmejorable. Totalmente decidido a ser campeón del mundo. Una noche, durante una de sus peleas más importantes, en uno

de los descansos recibió la noticia de que mamá estaba luchando, por su vida y por la mía. El parto era de alto riesgo. Al

parecer esto lo desconcentró un poco y la pelea terminó en empate. Decidió culparme por aquello, ya que su gran amor a mi

madre y a él mismo, le impedía culpara a alguien más. Le costó algo de trabajo volver a tener esa gran oportunidad; la noche

que por fin estaba programada otra gran pelea, nació mi hermana, sólo que esta vez no le dijeron nada, sino hasta el final de la

misma, que por cierto ganó. Así que siempre ha considerado a Amber como su amuleto, la portadora de buenas noticias, etc –

hizo una pequeña pausa y luego prosiguió. -Aun así pasábamos momentos geniales a su lado.

-Una tarde antes de la pelea por el campeonato, sufrió un accidente. Mamá lo convenció de dejarme tomar clases de piano,

ella era la encargada de llevarme e ir a recogerme a la casa de la profesora. Sin embargo esa tarde Amber había hecho un

desastre en la casa y mi madre pidió de favor a mi padre que fuera por mí. Alguien alcoholizado no se detuvo a tiempo en una

señal de alto y chocó con el auto de mi padre, del lado donde éste iba manejando. Una de sus manos quedó prensada. Los

doctores dijeron que nunca recuperaría su fuerza, y las fracturas no se harían esperar en caso de algún golpe fuerte. Mi padre

nunca volvió a ser el hombre que era. Se volvió iracundo, impredecible. Conmigo se comportaba como si no existiera. Yo era

muy pequeño y culpaba a mi hermana. Así que me desquitaba con ella. Una ocasión, Amber me golpeó y gritó que yo no era

su hermano, que era adoptado y sólo vivía con ellos por caridad. La ira me cegó y la noqueé de un derechazo. No quiero entrar

en detalles sobre lo que pasó después. El caso es que me hicieron comprender que Amber era mi hermana y debía protegerla

sobre todas las cosas. Eso y el total consentimiento en todo lo que hace por parte de mis padres, ha hecho de ella lo que es

hoy en día. Después de aquello, me prometí a mí mismo tratar de mantener la calma en todo momento. Sin embargo, a veces

es muy difícil, sobre todo porque siempre tengo presente el rechazo de mi padre y la poca voluntad de mi madre para

Page 17: Defensa -Nath x Su

solucionar la situación. También a partir de aquel día, soy el costal de entrenamiento de mi padre. Debo soportar sus golpes,

que aunque son con una sola mano, sí llegan a hacerme daño. Mi especialidad es la defensa, como podrás comprender. No me

gusta pelear, aunque sé lo suficiente como para no dejarme amedrentar por cualquiera- al decir esto Nathaniel me observaba

atentamente, los dos pensábamos en Castiel, por supuesto.

En ese momento, recuerdos llegaron a mi mente, como la vez que Nathaniel y Castiel estuvieron a punto de llegar a los golpes.

Aunque Castiel se miraba amenazante, Nath no lucía para nada asustado o algo semejante. También en la playa, cuando me

defendió del acoso de Dake, el rubio tenía los puños cerrados y sus nudillos estaban blancos por la furia contenida. Luego las

marcas de golpes en su espalda, que descubrí cuando me oculte en los vestidores de los chicos para tratar de ver el tatuaje de

Lysandro. Amber había dicho que “eso” le había sucedido en su casa. Y por último algo que no había tomado en cuenta;

durante la visita de Debrah y su relato de lo que había pasado tiempo atrás, ella mencionó algo que dijo Kim cuando lograron

separar a Castiel y Nath. Kim comentó a Debrah que se necesitaron tres personas para detener a Nathaniel, que nunca había

pensado que fuera tan fuerte. Ahora todo tenía sentido.

Cuando Nath continuó hablando, volví a la realidad del momento.

-El día de la carrera de orientación- prosiguió el chico –mi padre estaba muy molesto por haber llegado tan tarde. Cuando mi

hermana le dijo que había sido porque mi pareja y yo nos habíamos perdido, su enfado se acrecentó, decidiendo que era

tiempo de un entrenamiento especial. El resultado fue lo que accidentalmente contemplaste en los vestidores –hubo otra

pequeña pausa –Y llegamos al viernes de la semana pasada. Mi padre me obligó a servir de costal a un chico nuevo, que sin

dejar de ser bueno, es demasiado agresivo. Notificaron de una llamada urgente a mi padre y el chico aprovechó para

“demostrar” el excelente boxeador que es. Me golpeó tan fuerte que logró abrir una herida en mi costado- llegó a mi mente la

escena donde ofrecí un muffin a Nath y sin querer lo lastimé, me sentí fatal -Desafortunadamente mi padre la toma conmigo

cuando de vez en vez, alguien me lastima en serio. Así que aguanté hasta el final y con cualquier pretexto me fui por mi lado,

entré en el instituto para curar mi herida y no molestar a mamá y que fuera a reclamarle a mi padre. Cuando me estaba

aplicando la curación, escuché unos ruidos, pero no les di importancia, después estaba seguro que había alguien al otro lado

de la puerta, fue en el momento que sonó tu móvil y salí de ahí, porque no quería tener problemas y no sabía de quién se

trataba- con esto Nath dio por terminada la confesión. Se puso de pie y yo con él.

Page 18: Defensa -Nath x Su

Avancé hacia él lentamente, por si rechazaba mi cercanía, no dijo nada. Sólo me contemplaba. Sin mediar palabra alguna, le

quité con mucho cuidado la chamarra, sonreí cuando me di cuenta que no tenía puesta otra prenda debajo de ésta. Acaricié

lentamente la ya casi imperceptible herida, sentí como su piel reaccionó a mi contacto, erizándose bajo mis dedos. Su

respiración se aceleró y su temperatura se elevó.

-Honey, yo… - trataba de decir algo, pero no se lo iba a permitir.

-No digas nada Nathaniel, no uses tu defensa conmigo, dame la oportunidad de estar cerca de ti, de entrar en tu ser y

conocerte completamente- pedí al chico, hablándole muy quedo al oído.

-N-no sé cómo ni cuándo sucedió, pero ya estás dentro de mí; más no quiero que salgas lastimada por mis traumas y

problemas. Además pensé que tú y Lysandro… - Nath temblaba por alguna razón.

-Lysandro me ha adoptado como su hermana pequeña- dije abrazando al rubio por la espalda y acariciando su abdomen- ¿Es

que no te has dado cuenta que sólo me gusta una persona?- dije parada de puntitas, con mis labios sobre su cuello. A veces los

chicos pueden ser tan… tan… ellos.

Nathaniel me agarró los brazos y tiró de ellos, acercándome más a él. Su cabeza se inclinó hacia atrás mientras yo acariciaba

sus duros pectorales. Las manos del rubio buscaban mi cuerpo y lo recorrían hasta donde su incómoda posición se lo

permitiese. Mis labios besaban cada pedazo de piel que alcanzaban, mis dientes mordían aquí y allá.

Nuestros cuerpos estaban cada vez más calientes y clamaban por algo más que caricias fugaces, la boca se me hacía agua al

pensar en el sabor de la de Nath. Mis manos quemaban por las ansias de recorrer todo su cuerpo. Mi piel sentía frío donde las

manos del chico no hacían contacto.

De pronto Nathaniel tomó la iniciativa. Se giró, buscando mi boca, nuestros alientos se mezclaban, su respiración era la mía y

mis jadeos se volvieron su oxígeno. Al primer roce de nuestros labios mi cuerpo se sacudió de placer.

Los besos se hicieron cada vez más profundos y sentí que la ropa que nos cubría era absolutamente innecesaria. Nathaniel

pensaba lo mismo, porque unos instantes después sentí cómo mi vestido resbalaba hasta llegar al suelo. Mis manos llegaron al

pantalón de Nath y lo quitaron con facilidad, ya que era de esos que tienen botones a los lados.

Page 19: Defensa -Nath x Su

Nathaniel mordía mi cuello, inhalaba mi aroma. Sujetó mi cabeza por la parte posterior y me besó, su lengua entró tan

profundo como pudo, su saliva era un néctar que resbalaba por mi garganta, hubo un instante en que sentí que éramos sólo el

y yo en una inmensa nada.

Tocó el turno de caer a mi sostén. Mis senos se aplastaron en el amplio pecho de Nath, provocando que él exhalara un jadeo

acompañado de una especie de gruñido. De alguna manera ya estábamos acostados sobre el ring. Aquello que Nath tanto

odiaba, ahora lo haría muy feliz.

Sentía a su lengua jugar con mis pezones. Luego su boca los succionaba, sus dientes daban pequeñas mordidas. Sus manos

recorrían mi cuerpo, acariciaban cada parte de él. De improviso, Nath me tomó por ambas muñecas y elevó mis brazos sobre

mi cabeza. Acto seguido comenzó a lamer mis axilas después de contemplarme por unos segundos. Primero trate de evitarlo,

pues soy tan cosquilluda que no me sentí capaz de soportarlo, pero sorprendentemente, entre más lo hacía Nath, más lograba

encenderme. El deseo me dominó por completo, haciendo que mi cuerpo se volviera mucho más sensible. Cuando por fin me

soltó, cada una de mis células gritaba por la necesidad de sentirlo dentro de mí.

Los besos se hicieron más lentos, más mojados. Logré moverme un poco y llegué hasta donde ansiaba. El miembro de Nath

esperaba ansioso mi boca, pero lo hice esperar. Primero lo tomé en mis manos, lo que pareció gustarle; para después pasar mi

lengua por toda su longitud. Nath jadeaba fuertemente y trataba de dirigir mi cabeza, pero no se lo permití. Pasaba mi lengua

por sus piernas e ingles, también succionaba sus testículos. Así estuve martirizándolo por un momento.

Por fin introduje su miembro en mi boca, lamiendo al mismo tiempo con mi lengua, succionando, sacando y metiéndolo de

ella, mordiendo ligeramente, pasando la lengua una y otra vez por el orificio de la punta. Lo que parecía volver loquito a Nath.

En el instante en que pensé que Nath ya no podría más, me sorprendió de nuevo. Poniéndose sobre mí y volviendo a

besarme.

-Cómo has logrado contenerte- pregunté algo admirada.

-Estoy acostumbrado, no tienes idea de las veces que tenido que luchar con el deseo, como ese día en la playa, o en la carrera

de orientación. En cambio, durante mis sueños es más… estimulante- rió de forma algo pervertida.

Me tomó por la cintura y se giró para colocarme sobre él. Una de sus manos exploraba hacia el sur, llegando a mi intimidad,

mientras sus labios apresaban y soltaban mis pezones, para luego pasar su lengua por ellos y terminar succionándolos.

Page 20: Defensa -Nath x Su

Con su mano dirigió su miembro a mi abertura, comencé a mecerme un poco, hasta que me acostumbré a la presencia del

invitado de honor. Poco a poco fui subiendo y bajando, el deseo me embargó de nuevo y por fin permití que Nath entrara

completamente en mí. Al principio dolió bastante, pero cuando pasó, comenzamos a disfrutar en serio. El roce del miembro de

Nath en mi interior era simplemente exquisito, las sensaciones que me causaba eran indescriptibles. Uno de sus pulgares

acariciaba de forma circular mi clítoris, provocando que me estremeciera de placer. Las envestidas de Nath se hacían cada vez

más fuertes y profundas, haciendo que mis pechos rebotaran de un lado a otro. Y entonces fue lo percibí, algo grande se

acercaba. También Nath lo sintió, entonces me acostó de espaldas, separando mis piernas y elevando una de ellas. Algo se

apoderaba de mí, llegaba por todos lados, haciendo que me estirara y contrajera, mi respiración se detuvo por un minuto

mientras ondas de placer recorrían mi cuerpo en sucesión continua. Quería gritar pero mis mandíbulas estaban trabadas, sólo

podía escuchar los jadeos, quejidos y gruñidos de Nath. También sentía sus sacudidas. Los dos nos fuimos relajando poco a

poco.

Después de que el clímax había pasado, seguimos besándonos y cubriéndonos de caricias uno al otro.

Nos metimos a bañar para vestirnos y ponernos a hacer la limpieza del lugar. Aquel sitio que tan malos recuerdos tenía para

Nath, ahora había sido mudo testigo de la pasión que nos consumía.

Salimos del gimnasio ya entrada la tarde. Nos encontrábamos en el parque, compartiendo un beso, cuando alguien se aclaró la

garganta muy cerca de nosotros.

-Honey Sucrette, espero que tengas preparada una excelente excusa por haber faltado a nuestra cita para ir de compras- Alexy

fingía estar muy molesto y Armin nos observaba con mirada que exigía saberlo todo cuanto antes.

-Créanme, tengo la mejor de todas- aseguré a los gemelos, sonriendo feliz.

Era alguna hora en la madrugada cuando el sonido de mi móvil logró despertarme.

-Hola Honey, espero que no sea muy tarde para pedirte algo- dijo la voz de Nath.

-Y qué es lo que quieres pedir- pregunté con curiosidad.

-¿Quieres ser la novia, de este loco desesperado, que desde el instante mismo en que te vio entrar por la puerta de la sala de

delegados, supo que eras la chica ideal para él?- solicitó con voz profunda.

Page 21: Defensa -Nath x Su

-¡Claro que si!- contesté feliz –Y para la próxima será a dos de tres caídas sin límite de tiempo – dije con voz sexy.

-Te recuerdo que practico boxeo, no lucha libre- comentó divertido Nath.

-Nunca es tarde para cambiar- sentencié y colgué, para seguir durmiendo y soñando con él.

FIN.