Definición de Pathos en Filosofía

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Definicion de pathos, de la pasión del hogar de los sentimientos en la filosofia de nietzsche tal como la lee deleuze.

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Definicin de pathos en filosofa

En la busqueda del sentimiento filosfico nos hemos sumergido en una investigacin que va desde las condiciones primarias del objeto hasta el anlisis de las condiciones de existencia materiales de los hombres y pasando por un apendice temtico de lo que significa la concepcin antimaterialista del mundo.

En esta travesa hemos logrado romper algunos paradigmas; por ejemplo el de idealismo como concepcin de una subjetividad de consciencia haca uno o ms objetos. La categora histrico filosfica ignora que la concepcin de idealismo no procede por la idea a la puesta en acto de la idea; la filosofa antigua no distingue de ninguna manera esta causa ms que por la unilateralidad del ser; pero no existe como causa jurdica o social de ninguna manera. El nico idealismo posible es el idealismo econmico pues es el nico acto en que existe una idealizacin es decir, cuando desde una condicin material se hace una proyeccin haca un objeto informe.

Para la subhistoria, la definicin del idealismo es un autntico caso de clasificacin filosfico. Es muy acorde al ejercicio de rastreo de la subhistoria el entender y explicar el estado de idealizacin con su condiciones de accin afines a su naturaleza peridica de consecucin.

La condicin natural de la subhistoria es su oposicin perspectiva a la unilateralidad del ser; en este sentido, mira la historia del objeto por cara opuesta a su lectura ontolgica. Esta oposicin perspectiva consiste en descubrir la categora natural de los objetos en su movimiento contrario recproco en que son ledos por el sujeto trascendente de la filosofa y en donde la regla de tres: objeto=percepcin=sujeto esconde el movimiento de los objetos exteriores a su lectura. Tal movimiento, tanto el de la subhistoria como el de la unilateralidad del ser es un movimiento ontolgico y psicolgico; son dos caras de una moneda que vuela en el aire a velocidades uniformes; velocidades imperceptibles para la percepcin cerebral y en donde cada lado de la moneda recibe un sello de acuerdo a las pulsiones que en los giros afectan cada una de sus fases. Al ser unilateral le corresponde nombrar cada uno de los signos y las marcas que a la monedad son conferidas; a la subhistoria, le corresponde definir, inventar y explicar los contenidos que cada uno de estos sellos y signos corresponde.

Tratndose de un movimiento psicolgico y ontolgico, la historia de la ontologa y la psicologa juegan un papel fundamental. Esta historia, que es la historia de acciones y de desacciones, de pathos y antipathos de los ltimos ses siglos, resume sus desarrollos destemporales e interpretativos en la historia filosfica y psicolgica de la invaluable Francia intelectual de la segunda mitad del siglo XX y encuentra su climax de accin y desaccin en una obra maestra la cual ha sido calumniada, vulgarizada y utilizada ideolgicamente por empiristas de la tica individual y referente a la cual, nuestro trabajo es desvelarla en todo su sentido de interpretacin: Diferencia y Repeticin de Gilles Deleuze.

A este respecto y como habamos dicho, la mirada de la subhistoria como perspectiva de la filosofa, sus interpretes sus personajes y su historia, es y debe ser transversal a la diferencia y la repeticin. Histricamente transversal, histricamente opuesta a los paralelismos de la repeticin y filosficamente un resorte de presupuestos a las apariciones de la diferencia en los escenarios conceptuales y virtuales de la repeticin.

Nos corresponde entonces hablar un poco ms, profundizar en un concepto interpretativo de la subhistoria. Este profundizar, corresponde a hablar del carcter histrico de la subhistoria. La filosofa siempre ha leido la historia por registros y causas materiales de los hechos acorde a la simplificacin de la causa por el registro del filsofo y del pensamiento, ha hecho de toda causa un suceso aislado pero afiliado a fenomenos discordes a la naturaleza del pathos; es decir ha hecho de la desviacin del pathos un registro de la realidad trascendente y de esta manera ha hecho un antipathos. La filosofa ha hecho ms eco de las preontologizaciones y de las desacciones que de la filosofa misma, ha concedido ms importancia de los prejuicios haca al filsofo desde el registro que del filsofo mismo. A este respecto, la labor de la subhistoria es construir una filosofa autntica en una perspectiva de coherencia con la existencia de la publicidad y la idea filosfica, con un antipathos y un pathos. De otra parte, histricamente, a la subhistoria le corresponde leer el estado de la repeticin en la filosofa y su accin psicolgica en posicin anversa a la segregacin y exclusin de la empresa histrico filosfica. Por tal asunto, diferencia y repeticin se constituye en el modelo del emplazamiento de una filosofa deshistorizada desde el punto que busca la ruptura y reconstruccin del pathos y el antipathos en proyeccin a una autntica imagen ontolgica y fenomnica de la filosofa.Lo primero que debemos hacer es responder a la pregunta del pathos; para ello, vamos al primer punto de nuestra exposicin:

DEL PENSAR COMO FORMA DE PATOLOGA SUPERIOR. DEFINICIN DESDE LA RAZON ENCICLOPDICA DEL PATHOS. PATHOS Y PENSAMIENTO.

Para hablar del pensar como forma de patologa superior es necesario hablar del pensamiento como intencin del pensar un presupuesto. Deleuze nos introduce en un recorrido desde el Kantismo, pasando por el spinozismo, el existencialismo, hasta llegar al psicoanlis y al eterno retorno. Al acto de presupuestar en torno a este ncleo histrico Deleuze lo denominar presupuesto subjetivo. La presencia de una buena voluntad de la filosofa en el discurso ha de cuestionar seriamente la caracterizacin tpica de la filosofa como pensar que quiere ser sin presupuestos.

Para este cuestionamiento, existe una antinonia Deleuzeana: la intempestividad del pensar y la oposicin a lo intempestivo.En palabras del autor, esta antinomia se traduce de la siguiente manera:

si acaso no ser el intempestivo la figura del ideal que se trasluce en todo autntico pensador. Porque es precisamente el intempestivo quien trata, antes de otra cosa, de romper con la forma quien hace de su pensamiento un dardo dirigido contra aquello que

Siendo tal la condicin del intempestivo, de la oposicin tcita a lo intempestivo debemos decir: [Qu ocurre, por el contrario, si nos dejamos conducir por el sentido comn en el asunto del pensar? ocurre que pensar no es sino reconocer; que la filosofa se pliega bajo la monarqua de la representacin y que su discurso adopta de modo eminente la forma, a menudo hueca por convencional del , cuando no la del ]

Esta antinomia, que se traduce en un cuadro esquemtico en que uno es igual a uno y uno es igual a su repeticin es la que constituye la actividad y el pensamiento filosfico como un acto de repeticin inexacta, como un ente bifuminado, circular pero ahistrico. As mismo, existe para la representacin de la idea filosfica un cuerpo, un pathos que circula tangencialmente las ideas y en los espacios geomtricos en donde el circulo no lee la representacin atemporal de las ideas existe la desaccin de su lectura; su antipathos.

Deleuze define el pathos de la siguiente manera:

[Lo que nos fuerza a pensar es precisamente aquello que es inaplicable a un objeto. Lo que slo puede ser sentido, o recordado, o imaginado, o concebido-el ejercicio extremo de una facultad, su exceso especfico, que nos enfrenta no con tal cualidad sensible de un objeto, sino con un signo de la sensibilidad; no con un ser sensible, sino con el ser de lo sensible.]El pathos ser entonces el reconocimiento del objeto. Histrico filosficamente, este reconocimiento tendr una denominacin en la filosofa Deleuzeana: Empirismo trascendental. Tal ejercicio, concebido como ejercicio extremo de una facultad que puede bien definirse como un uso de las facultades en comunicacin disjunta, en lugar de sometidas al concordato dictado por el sentido comn en pro del reconocimiento. A este reconocimiento dispar, lo hemos denominado el encuentro del pathos y el antipathos; su funcionamiento ontolgico lo hemos explicado anteriormente.

De su parte, el sentir del pathos desde la tan tergirversada razn enciclopdica debe ser definido a partir de las dos esferas del pensamiento que anteriormente hemos abordado: el antiguo y el moderno. Para ello, Deleuze nos ofrece una descripcin hecha desde su actividad filosfica:

El pensamiento moderno nace del fracaso de la representacin, a la vez que de la prdida de las identidades y del descubrimiento de todas las fuerzas que actan bajo la representacin de lo idntico.

En nuestro trabajo, que es el de la subhistoria, el identificar las relaciones diferenciales en la representacin estructura el ncleo de toda la actividad de clasificacin de la filosofa pues es a partir de la representacin diferencial de la historia y del objeto pensado como hacemos filosofa.

El pathos se construye y se constituye bsicamente a travs de tres elementos: El sentido de la idea(sentimiento) el concepto puesto por el sujeto trascendente en accin de flexin e inflexin por sobre el exterior y la representacin del cuerpo por sobre el plano geomtrico; tal es, la definicin clsica del pathos. Pero esta definicin tiene un campo subjetivo de accin, estos tres elementos actan en un campo suprageomtrico en donde el cuerpo realiza la accin del filosofr: la fuerza del pensar se manifiesta en la reciprocidad del objeto con su microuniverso circundante. En este plano, el filsofo se convierte en el sujeto trascendente que acciona los devenires aritmticos y pone un sello al concepto y a la idea aplicada.

En la bsqueda de las relacin diferencial en la filosofa nos encontramos con una agradable paradoja. El texto de la premonicin de Parmnides nos indica que debemos seguir dos vas: La que indaga por la psique y la que indaga por el ser. Preguntando por la psigologa y por la ontologa como presupuesto esencial de la bsqueda, vamos al camino en que el ente se parte en dos y cuatro mitades; luego en ocho. La primera bsqueda de parmnides era por la felicidad. En segundo orden jerrquico estaba el saber.

Como a nuestra bsqueda, la felicidad est valga la redundancia terminolgica al saber de cada uno; con ms veras y en aras de la diferenciacin buscaremos el saber.

En ese punto, en donde la regla de tres es elevada a dos y luego a tres es donde la filosofa ya no pregunta por el objeto sensible sino por el objeto aprehensible en un plano geomtrico circular(de cuatro y nueve). Ms an, en el devenir artmtico es en donde se emplazan las relaciones diferenciales pues son los devenires artmticos los que reemplazan las ideas por conceptos y en donde la especialidad social y la natural socialidad de la vida encuentran diferentes puntos de convergencias y en donde un concepto no se repite a velocidades iguales sino paralelamente anversas.

Justamente, en este paralelismo dispar es donde el trmino ad hoc permite las relaciones diferenciales y en donde nace un concepto llamado la diferencia o lo diferente.

EL FRACASO DE LA REPRESENTACIN. EXPLICACIN DEL TRMINO AD HOC COMO EMPLAZAMIENTO DE LAS RELACIONES DIFERENCIALES.

Sobre la cita que un poco antes hemos referenciado debemos hace algunas acotaciones contextuales que son puestas por el mismo Deleuze como rgimen de su exposicin de la repeticin y la diferencia:

1)En la exposicin temtica del extenso prefacio aparece un concepto con una gran partcularidad: un concepto de diferencia sin negacin. El concepto se explica porque la diferencia no est subordinada a lo idntico, no llegara tericamente a la oposicin y la contradiccin.

2)Un concepto de repeticin de lo mismo el cual equivale a que las repeticiones fsicas, mecnicas o desnudas;Repeticiones de tal tipo, hallaran su razn de ser en las estrcturas ms profundas de una repeticin oculta en las que se camufla y se encuentra disfrazado un

Es este diferencial oculto lo que en nuestra busqueda nos interesa traslucir. Sin embargo, esta cita no tendra un sentido pleno ni tampoco la busqueda sino atendemos a una indicacin especfica del autor en este caso de la repeticin:

[Las dos lineas han venido a confluir de manera espontanea, la razon es que los conceptos de diferencia pura y repeticin compleja parecen en todos los casos converger y confundirse. Se explcita y se pone en el horizonte un fenmeno: a la divergencia y el descentramiento perpetuos de la diferencia, aparecen estrechamente ligados un desplazamiento y un camuflamiento de la repeticin(pags 32-33)]El emplazamiento de la relacin diferencial de los pueblos con los especialistas se producen, desde la perspectiva de la subhistoria por la aparicin de una repeticin cclica dentro o por sobre los emplazamientos diferenciales en la repeticin espaciotemporal de la vida social.

Recordemos que el trmino ad hoc tiene dos caras o dos posturas dentro del concepto: una postura negtiva y una postura postiva. Estas dos caras constituyen el lado anverso de la moneda del concepto.Para finalizar este punto, una espaciotemporalidad diferencial cambia permanentemente, es decir, deviene artmeticamente en costumbres y desreferenciaciones individuales que influyen casualmente y permanentemente en las colctivizaciones sociales.

LOS DOS ORDENES DE LA GENERALIDAD: SEMEJANZA E IGUALDAD, CONSTRICCIN FRENTE AL ESPECIALISMO.

Antes de hablar de los dos ordenes de la generalidad, hablemos brevemente de la generalidad. Lo primero que tenemos que decir es que la repeticin no es equivalente a la generalidad. Lo que explica esta inequivalencia es que la repeticin hace parte de la diferencia.

[La generalidad presenta dos grandes ordenes: el cualtativo de las semejanzas y el cuanttativo de las equivalencias. Los ciclos y las ecuaciones son sus smbolos respctivamente.

Importante sealar, no obstante que la generalidad expresa un punto de vista segn el cual los trminos resultan intercambiable entre s y mutuamente sustituibles. Hay que saber: El intercambio o la sustitucin de los partculares define nuestra condcta.

Por ejemplo los empiristas se amparan en lo anterior y no se equivocan cuando presentan las ideas generales como ideas partculares en s mismas, a condicin de adjuntarles la sensacin de poder sustituirlas por cualquier otra idea partcular que se les parezca bajo una relacin verbal.

En cambio y para sentar la posicin: Para Deleuze, la repeticin no es una conducta necesaria y fundada en relacin con lo que no puede ser sustituido. La repeticin como conducta y como punto de vista afecta a una singularidad inintercambiable, insustituible. Los reflejos, los ecos, los dobles, las almas no pertenecen al dominio de la similitud ni al de la equivalencia; del mismo modo que no hay, sustitucin posible entre gemelos, tampoco hay posibilidad de intercambiar sus almas. Si el intercambiar sus almas. Si el intercambio es el criterio de la generalidad, el robo y el don lo son de la repeticin. Hay una diferencia econmica entre ambos.(pag 37, 38)

Ahora, para hablar ms concretamente de la semejanza y la igualdad, establezcamos la carcteristica de la repeticin: repetir es comportarse, pero por relacin a algo nico o singular, que no tiene semejante o equivalente.

Otra carcteristica que posee la repeticin es que siempre puede ser representada en condiciones extremas. Deleuze dice: siempre es posible la repeticin como una semejanza extrema o una equivalencia perfecta.(pag 38)]

cal es el suceso que marca la diferencia entre generalidad y la repeticin?

[Contraponemos la generalidad como la generalidad de lo partcular y la repeticin como universalidad de los singularidad](pag 38)

Finalmente: [El hecho de que se pase gradualmente de una a otra no impide que exista una diferencia de naturaleza entre ambas](pag 38)

La generalidad, Marca los hechos partculares en que las repeticiones poseen una carcterstica en donde un ciclo representa un comportamiento, en este sentido, los pueblos y los individuos sufren un fenmeno de constriccin frente a los especialistas. Para comprender este fenomeno, debemos ver la constriccin en la generalidad desde los dos puntos de vista: desde la repeticin y la diferencia y desde la subhistoria.

Veamos como entiende Gilles la constriccin frente al especialismo:

[Segunda distincin de la generalidad y la repeticin, desde el punto de vista de la ley: La generalidad pertenece al orden de las leyes. Esto aunque la ley determina solamente la semejanza de los sujetos que le estn sometidos y su equivalencia con los trminos que designa. Por otra parte, la ley no funda la repeticin, muestra ms bien el modo cmo la repeticin viene a resultar imposible para los sujetos puros de la ley: los partculares. Los ltimos resultan condenados al cambio, sealan una forma vaca de la diferencia, una forma invariable de la variacin.

La ley constrie a sus sujetos a no ilustrarla sino al precio de sus propios cambios. En ese punto, es notable que hay tantas constantes como variables por la ley. Tambin, tantas permanencias y perseverancias como flujos y variaciones en la naturaleza, sin embargo, las perseveraciones no resultan mejores que la repeticin.

Las constantes de las leyes son analgicamente temporales variables de leyes ms generales un poco a la manera de los ms duros roquedos(peascos, rocas duras) convertidos en materia blanda y fluida en la escala geolgica de un millon de aos.

La accin de la ley concluye en lo siguiente: a cada nivel, es por relacin a los grandes objetos permanentes de la propia naturaleza cmo el sujeto de la ley experimenta su propia impotencia para repetir y descubre que esta impotencia est comprendida en el objeto, reflejada en el objeto permanente en donde lee su condena; la ley reune el fluir de las aguas con la permanencia del ro.](pag 39)

En el ambito de la subhistoria, hemos de leer la constriccin desde la ley de cambio de la existencia colctiva. Para ello, nos ser muy propicio valernos del concepto Marxiano de movimiento histrico.

En la translacin histrica de costumbres y prcticas que constituyen el aspecto histrico de la subhistoria; la sujecin jurdica a la ley social y a la ley econmica es el fenmeno que explica en trminos preeliminares las constriccin. De su parte, el movimiento histrico no es nica y esencialmente un elemento de lectura de leyes econmicas, por el contrario, es un elemento de lectura de la historia humana en general y de las contravenciones legales y morales en la existencia de los hombres.

El movimiento histrico de Marx, es el que clasifica los sistemas econmicos y tributarios en direccin de su relacin con los derechos vitales de los hombres, clasifica tambin a modo de lectura la historia de los fenmenos polticos y psicolgico morales de la historia y sus reductos geogrficos. De su parte, la poltica de lectura de la subhistoria es la de la lectura de los fenomenos histricos, polticos y psicolgicos en concordancia de sentido con la filosofa y su reflexin permanente sobre la humanidad y sus acciones filosficas y antifilosficas, de autodominio y de autodesbordamiento. A tal poltica de lectura, encuadra bien la creacin de un subgenero que expresa la fusin entre la lectura socialista de la economa poltica y la lectura de la filosofa de la subhistoria: Movimiento subhistrico de la filosofa.

Tal movimiento, no lee fenomenos como apropiacin de conceptos y sistemas. El movimiento subhistrico de la filosofa describe las translaciones histricas en torno a las ideas filosficas, en este caso, de acuerdo al nucleo interpretativo de la repeticin y la diferencia. De esta manera, la lectura de la subhistoria se establece como transversal en comprensin histrica a los fenomenos de repeticin y a la aparicin de la diferencia tal como habamos estipulado.

Para hablar dirctamente de la constriccin frente al especialismo tenemos que decir lo siguiente:

Desde la ptica del estudio del fenmeno moderno del poder, la ley es algo general; es decir, es un fenmeno generado por la masa. En la antigedad al contrario, la ley no es un fenmeno de la masa, pero tampoco es un fenmeno de la Aristocracia y la clase superior. En la antigedad, el fenomeno de la ley obedece a la clase que es mediadora del poder; es decir a la clase de los legisladores. En la ciencia moderna conocemos la legislacin como ciencia superior del derecho la cual emite el resultado de un acuerdo en direccin pragmtica a un grupo o esfera social determinada; pero en la antigedad, la legislacin no se prescribe a la misma condicin.

En primer lugar, porque en la antigedad la ley no se dicta de manera racional sino autocrtica, bien sea por el squito a la divinidad o acorde a las necesidades materiales del culto mgico. En segundo lugar, porque la legislacin no hace parte en la antigedad de la iure sino de la estratificacin y esttificacin del poder en pro de una determinacin ya sea comercial o militar. En la antigedad, la masa no partcipa de la ley; simplemente se subsume a ella.

A este respecto, la constriccin frente al especialismo puede tratarse de dos maneras: En la modernidad, el colectivo se constrie frente al especialismo por medio de la ley que dicta la referenciacin haca la legislacin material social(la masa constrie al colctivo). Esta constriccin, determina el comportamiento individual por la categora psicolgica de la determinacin de consciencia y actua de dos maneras: la consciencia colctiva constrie al especialista que hace pesar sobre el comportamiento colctivo las determinaciones de la masa. La segunda manera en que actua es que el especialista constrie al colctivo haciendo un doble efecto de conspiracin sobre la masa: el colectivo constrie las desreferenciaciones individuales poniendo la actividad de la masa en un fenmeno de contradiccin frente a lo general; los colctivos constrien a la masa por constriccin mltiple.

En la antigedad los fenmenos de constriccin ocurren de manera smilar pero cambia la forma y la direccin del especialismo. El especialista no tiene poder en la antigedad; simplemente habilidad de mediacin frente a la legislacin. Tampoco existe el fenmeno de mltiple constriccin, nicamente el fenmeno de constriccin del colctivo haca el individuo referenciado. Sin embargo, esto no sucede porque el especialista no tenga poder, sucede porque la esttificacin no permite el aglomeramiento de la masa.

Con la descripcin simple de la constriccin en las dos esferas de pensamiento que comprenden el nucleo interpretativo de la subhistoria hemos trminado nuestra exposicin. Sin embargo, nos resulta imposible dejar al hilo de la imaginacin el fenmeno de la constriccin y no prestar atencin a un principio de lectura y descripcin que explica cabalmente el fenmeno de la constriccin y que Deleuze deja esbozado correctamente en el desarrollo de su exposicin temtica y al final de su prefacio. Prpongo entonces que veamos como entiende nuestro autor este concepto llamado principio de exoreferencia:

[Todo ocurre como si la repeticin apuntara, instantaneamente, entre dos generalidades a dos generalidades.

Con ello, nos arriesgamos an, a tomar por diferencia de gradual lo que es una diferencia de naturaleza. Esto ya que la generalidad no representa ni supone ms que una repeticin hipottica: dadas las mismas circunstancias, entonces... frmula que significa: en el marco de dos totalidades semejantes se podr siempre retener y seleccionar aquellos factores idnticos que representan la igualdad esencial de los fenmenos.Imagen de Steve Tain

An as, no se muestra lo que supone la repeticin, ni lo que hay de categrico o de legal en la repeticin. Lo legalmente vlido son las veces de potencia de cada primera vez, sin que haya que pasar a una segunda o tercera veces.

Esencialmente la repeticin remite a una potencia singuar que difiere por naturaleza de la generalidad, incluso cuando se sirve, para poder aparecer, de la transicin artficial de un orden general a otro.] (pag 40-41).

Digmoslo de dos maneras: 1) la repeticin sufre una modificacin de una potenciacin indefinida o definida por el gradual que lo hace transitar de un punto a otro de la generalidad; de esta manera es, como decamos un principio de referencia de cuatro puntos; cuando se trata del emplazamiento del especialismo por mediacin del trmino ad hoc es una referencia de nueve. 2) El comportamiento del individuo por sobre el colctivo o, al interior del colctivo sufre una referenciacin geomtrico geogrfica. El aspecto geomtrico de esta referenciacin es el de la elevacin de la potencia de tres a nueve o de cuatro a ocho segn la divisin correspondiente al circulo. El aspecto geogrfico refiere a la ley material a la que se subsume el colctivo segn la epoca, el siglo y el estilo de vida que establece la produccin cultural, material y literario filosfica.

Este principio de exoreferencia, que mide las conexiones geomtricas y geogrficas del ente es el principio de lectura del ser.(cuatro y ocho). Cuando mide las mismas conexiones geomtricas y geogrficas por la divisin del ente(3 y 9) es la cara opuesta del ser; es decir, la destemporarizacin del concepto que hemos denominado subhistoria; Deleuze da cabida a la comprensin del concepto de las dos maneras y con esto nos paramos transversalmente frente a la diferencia y la repeticin sealando el lado filosfico de la subhistoria.

Con esta exposicin hemos terminado los artculos del presente ao. Muy temprano, en el ao siguiente, volveremos con la exposicin de los temas de diferencia y repeticin as como la ampliacin de los tpicos recientemente tocados.