Dejar irDejar irTexto de AJCG Texto de AJCG ® Septiembre 2008® Septiembre 2008

Dejar ir implica tener conciencia de nuestra

temporalidad, de nuestras limitaciones y

de nuestras oportunidades…

Dejar ir es soltarse, incluso alejarse de aquello que consideramos puede hacernos más felices, más plenos, mejores personas…

Dejar ir es una manera de crecer, a veces

dolorosa y en otras un deleite incomparable…

Dejar ir es soltar las amarras del puerto seguro, es arriesgarse a la aventura de navegar por la vida sin alguien, sin algo, sólo con el equipaje de mano…

Dejar ir es aprovechar de la experiencia lo

que me deja y decidir qué necesito hacer con

eso que me está pasando…

Dejar ir cuesta mucho, duele en el alma y en el corazón, principalmente si es algo o alguien que consideramos necesario o insustituible… pregúntate si realmente lo es

Dejar ir es estar dispuesto a seguir en el camino a pesar de

los que ya no están, los que decidieron

alejarse, las circunstancias que no

pueden volver a darse…

Dejar ir es estar a la expectativa de lo que viene, es tener la esperanza de que lo nuevo puede ser mejor que lo que se tenía o lo que se fue…

Dejar ir es soltar lo “malo” y lo “bueno” que

hemos vivido para estar dispuestos a

nuevos aprendizajes…

Dejar ir es permitir que nuevas alternativas se presenten en mis decisiones, en mis acciones y en mis pensamientos…

Dejar ir es creer en que uno mismo es capaz

de estar con lo que se vino al mundo, tanto

con virtudes como con defectos…

Dejar ir es saberse pleno, sin limitaciones, sin ataduras de aquello que ya no es, que ya no está o lo que simplemente dejó de existir…

Dejar ir es abandonarnos en las manos del Padre, es permitir que Él nos

indique el camino, es tener fe en Dios y

sobretodo en lo que nos permitimos ser…