Delgado, M., Dussel, E. et al. - La dinámica del contacto. Movilidad, encuentro y conflicto [2009]

8/3/2019 Delgado, M., Dussel, E. et al. - La dinámica del contacto. Movilidad, encuentro y conflicto [2009]

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I T r a i n i n g S e m i n a r d e j ó v e n e s i n v e s t i g a d o r e s e n D i n á m i c a s I n t e r u l t u r a l e s

La dinámica del contactoMovilidad, encuentro y conflicto

en las relaciones interculturales

II Training Seminar de jóvenes investigadores en Dinámicas Interulturales



La dinámica del contactoMovilidad, encuentro y conflicto

en las relaciones interculturalesII Training Seminar de jóvenes investigadores en Dinámicas Interculturales



© Fundación CIDOB

Edición de las actas del “II training seminar de jóvenes investigadores en Dinámi-cas Interculturales”, organizado por el Programa Dinámicas Interulturalesde la Fundación CIDOB los días 1, 2 y 3 de diciembre de 2008.

Coordinación de la edición: Yago Mellado, coordinador del Foro de JóvenesInvestigadores en Dinámicas Interculturales (FJIDI) de CIDOB

CIDOB edicions

Elisabets, 1208001 BarcelonaTel.: 933 026 [email protected]

Impresión: Color Marfl, S.L. BarcelonaISBN: 978-84-92511-19-18Depósito Legal: B-46.507-2009

Barcelona, noviembre de 2009



PRESENTACIÓN 5

Yolanda Onghena

PANEL IESPACIOS DE/PARA LA INTERCULTURALIDAD:CONTACTO, TRÁNSITO, APROPIACIÓN 7

Caterina Borelli Introducción ............................................................................................................... 9

Manuel DelgadoSeres de otro mundo: Sobre la unción simbólica del inmigrante .................. 13Marta AlonsoChiítas, ashura y espacio público barcelonés: De los callejones

a la avenida ............................................................................................................. 23Omar Borrás

“Latinas y utboleras”: Itinerancias entre espacios deportivosde la ciudad ............................................................................................................. 33 Ariadna Solé

Espacios de muerte y diversidad religiosa: La presencia del Islam

en los cementerios y tanatorios de dos ciudades catalanas ............................ 45

PANEL IIIMAGINARIOS DEL CONFLICTO: VIOLENCIA Y MIEDOEN EL CONTACTO INTERCULTURAL 57

Iñigo Sánchez

Introducción ............................................................................................................ 59Cristina Sánchez-CarreteroLas instrumentalizaciones del miedo o los silencios desde el conicto .......... 63Vanessa Gaibar La vida en los márgenes: mujeres palestinas en territorio israelí .................... 69Sergio García

Identidad, violencia y resistencia: Hacia una reconceptualización

del miedo urbano ................................................................................................... 83Maria de Souza y Roberta de Alentar Un análisis de la violencia de género en la pareja:

Las noticias de las mujeres inmigrantes en la televisión de España ................ 95

SUMARIO



PANEL IIIMOVILIDAD, PARTICIPACIÓN Y POLÍTICAS PÚBLICAS:LA INMIGRACIÓN COMO DINAMIZADOR POLÍTICO E INSTITUCIONAL 107

Gladys LoperaIntroducción ......................................................................................................... 109Nicolás Barbieri La cultura con mayúsculas. Inmigración y cambio en las políticas públicas

culturales: la Declaración Universal sobre la Diversidad Cultural

de la UNESCO y la Agenda 21 de la cultura .................................................... 113 José Manuel JarqueArmonía discursiva sobre la política migratoria española:

Análisis crítico del discurso político y mediático sobre la ley

de extranjería (1985-2001) ................................................................................. 127Esther MartínezInterculturalidad de la administración pública a través

de las campañas institucionales de publicidad

en materia de inmigración .................................................................................. 147

PANEL IVCONTACTO Y DISTANCIA EN EL ORDEN POSTCOLONIAL 161

Luis Alfonso Herrera RoblesIntroducción ......................................................................................................... 163Enrique Dussel Contacto y distancia en el orden postcolonial ................................................ 167Ruth Bautista, Pablo Hoyos y Álvaro BrialesProesores rurales e investigadores occidentales:

misioneros de la multiculturalidad ................................................................... 175

José Antonio NizamaLa línea que nos une y nos separa: encuentro y punto

de quiebre ante el nuevo orden colonial ......................................................... 187Gisela Ruiseco y Liliana VargasLa Europa-ortaleza y su Otro (inmigrante) colonial: Un análisis desde las

propuestas del Programa Modernidad/Colonialidad Latinoamericano ..... 197

PANEL VMETODOLOGÍAS DE INVESTIGACIÓN INTERCULTURAL:EXPERIENCIAS, DIFICULTADES, ESTRATEGIAS 209

Andrea AvariaIntroducción ......................................................................................................... 211Tomás Rodriguez VillasanteMetodologías ¿Para qué? ¿Para quién? ........................................................... 215Elena TorremochaProcesos educativos integrales. Proyectos comunitarios de participación

ciudadana y educación democrática de personas adultas ............................. 227Mario SamaniegoEl “auera” del espacio intercultural como topos de la experiencia

intercultural .......................................................................................................... 239Silvia BarbottoEl Servicio Civil Nacional Voluntario como práctica de investigación

intercultural: Experiencias, difcultades, necesidades .................................... 251



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PRESENTACIÓN

Esta publicación ofrece el conjunto de ponencias y conferen-cias presentadas en el II Training Seminar del Foro de JóvenesInvestigadores en Dinámicas Interculturales (FJIDI), que tuvo lugar

en la sede del CIDOB los días 1, 2 y 3 de diciembre de 2008.

El Training Seminar de Jóvenes Investigadores en DinámicasInterculturales es un encuentro que pretende abrir un espacio críticode diálogo y dar visibilidad a las investigaciones de jóvenes investiga-dores. Por ello otorga una importancia central a la discusión, tanto conel especialista invitado en cada panel, como con los miembros del FJIDI(en este caso, autores de las introducciones de los mismos) y el resto

de asistentes.El I Training Seminar “La política de lo diverso: ¿Producción, recono-cimiento o apropiación de lo cultural?” cuestionaba las identidadesy los imaginarios como práctica intercultural; su construcción y suproducción; la relación entre institucionalidad e interculturalidad; asícomo los nuevos espacios para la negociación y las herramientas quedisponemos para su estudio.

El II Training Seminar, ante la creciente aceleración de la movilidady del intercambio, puso sobre la mesa los espacios de contacto, asícomo las dinámicas que se establecen en ellos. La presencia simultá-nea de significados distintos y la incertidumbre que esta diversidad

genera, dan lugar a la negociación o al conflicto como estrategiaspara transformar la incertidumbre del contacto en códigos conocidos.El miedo, la desconfianza y la indiferencia son parte del contacto tantocomo el afecto, la identidad y la cohesión social.

En este encuentro quisimos abordar por lo tanto las diferentes dimen-siones del contacto: ¿Cómo se articulan los espacios en los que sedesarrolla?, ¿Cómo se inscribe en el propio imaginario?, ¿Cómo setransforman las instituciones políticas y jurídicas?,¿Cómo se inscribeen un orden global?



PRESENTACIÓN

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Esta nueva publicación de las intervenciones del Training Seminarbusca ofrecer un paso más para seguir adelante en la reflexión y lainvestigación colectiva, reforzando la convocatoria periódica de esteencuentro y dejando constancia del trabajo realizado.

Yolanda Onghena

Coordinadora del Programa Dinámicas interculturales, CIDOB



PANEL IESPACIOS DE/PARA LAINTERCULTURALIDAD:CONTACTO, TRÁNSITO,APROPIACIÓN

• INTRODUCCIÓN

Caterina Borelli

• SERESDEOTROMUNDO.SOBRELAFUNCIÓN SIMBÓLICADELINMIGRANTE

Manuel Delgado

• CHIÍTAS,ASHURAYESPACIOPÚBLICOBARCELONÉS: DE LOS CALLEJONES A LA AVENIDA

Marta Alonso

• “LATINASYFUTBOLERAS”:ITINERANCIASENTRE ESPACIOS DEPORTIVOS DE LA CIUDAD

Omar Borrás

• ESPACIOSDEMUERTEYDIVERSIDADRELIGIOSA:

LAPRESENCIADELISLAMENLOSCEMENTERIOS YTANATORIOSDEDOSCIUDADESCATALANAS

Ariadna Solé

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9

Es en los espaciospúblicos dondeasistimos a la puestaen escena de lasidentidades de origen,la sociedad de desitnoo de aquéllo que surgefruto del contacto

Caterina Borelli

Doctoranda en Antropología, Universidad de Barcelona

[email protected]

INTRODUCCIÓN

Se ha dicho del primer panel del seminario que era la mesa “endo-gámica”: porque tanto los participantes como la coordinadoraprocedíamos del programa de doctorado en Antropología de la

Universidad de Barcelona, todos nosotros además habiendo trabajado,en mayor o menor medida, con Manuel Delgado, docente encargado deintroducir la mesa de discusión de los artículos. Desde luego la coinciden-cia no fue casual, puesto que el estudio del espacio público, en tanto quedimensión de la cohabitación de las diferencias y por lo tanto dispositivopara la inclusión o exclusión social, es uno de los ejes de investigación másconsolidados en el Departamento de Antropología del susodicho ateneo.Pero más allá de eso, la homogeneidad temática de las tres interven-

ciones tiene que ver con que todas se plantean preguntas acerca de lafunción identitaria que revisten los espacios de la ciudad, especialmenteen el contexto migratorio. Ya sea en el sentido de la reafirmación de lasidentidades de origen, como en el de la compenetración con la sociedadde destino, o incluso cuando el fruto del contacto no se parece ni a unani a la otra sino que ya es otra cosa, es en los espacios públicos dondeasistimos a la puesta en escena de dichas identidades.

En su intervención Marta Alonso analiza un caso de coexistencia en unmismo tiempo y espacio de actores de un ritual religioso musulmán y deespectadores pasivos no musulmanes. El ejemplo aportado es el de laashura, la festividad más relevante para los chiítas: tiene lugar el décimodía del mes de Muharraq, cuando se recuerda el martirio de Hussein.

Desde el año 2004 y hasta el 2007, la Asociación Cultural al Qaim orga-nizó el ritual de luto en torno a su sede barcelonesa en la calle Sant PereMitjà, contando con los permisos del Ayuntamiento. Sin embargo lasnumerosas quejas de los vecinos y comerciantes no musulmanes con-dujeron al consistorio a tomar la decisión de cambiar el emplazamientodel acto. Del recorrido entre las calles estrechas del barrio de Sant Pere,donde el contacto con los no musulmanes era constante, se ha pasadoa un espacio público amplio y totalmente controlable, el passeig de LluisCompanys. El cambio de ubicación de la ashura se convierte en un buenejemplo de cómo se establece la compleja relación entre inmigración,expresiones religiosas y lo que algunos llaman población autóctona. Apartir de este ejemplo concreto se plantea la cuestión de si la ciudad,



INTRODUCCIÓN

Los tres artículoshablan de momentosde visibilización, yasea momentánea (unritual religioso anual,encuentros deportivossemanales) o perenne,como en el casode los cementeriosmusulmanes

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que para algunos significa la vitrina del país, es un sitio de expresión deminorías: la autora considera oportuno matizar esta afirmación, puestoque se trataría de una expresión controlada con el propósito de interve-nir en el contacto entre sujetos ciudadanos.

Omar Borrás presenta un estudio realizado en Barcelona y cercaníassobre mujeres inmigradas procedentes de Latinoamérica que, en sutiempo libre, participan en campeonatos de fútbol amateur . La hipótesisde partida es que el deporte constituye un importante factor de visibi-lización y socialización. Los sujetos estudiados pertenecen a una clasesocial particularmente vulnerable por su precariedad laboral y económi-ca, por las dificultades vinculadas a su estatus legal, por la lejanía de sussoportes afectivos (algunas de estas mujeres son “madres transnaciona-les”). Dedican sus escasos ratos de tiempo libre a la competición depor-tiva, que les lleva a “pinchaguear” (ir a la cancha a practicar el fútbol)en distintos lugares de Barcelona a la vez. La pregunta que se plantea eshasta qué punto la práctica deportiva puede compensar los momentosde invisibilidad, generar nuevas sociabilidades y fomentar una mayor

participación social. Las conclusiones a las que llega el autor son, prime-ro, que la competencia futbolística de estas mujeres les permite visibili-zarse en su tiempo libre, en oposición a la invisibilidad que caracteriza elresto de su semana. Además las interacciones de las jugadoras que “sur-fean” la ciudad generan formas de sociabilidad diferentes de las mujeresque frecuentan un único espacio el fin de semana. También señala quelas sociabilidades de origen pesan menos que la condición social en ellugar de destino. Finalmente se reconoce que los espacios deportivosconstituyen lugares de sociabilidad e interacción casi imprescindibles, ymás en el caso de estas mujeres inmigradas.

El trabajo presentado por Ariadna Solé abarca la cuestión de la muerte

en relación con el hecho migratorio. La autora señala cómo a este temaha sido dedicada muy poca atención en el ámbito de los estudios sobreprácticas religiosas de la diáspora (en este caso, la de fe musulmana); sinembargo se trata de una temática de fundamental importancia, y más sila analizamos en contextos migratorios, puesto que da cuenta, por unlado de las significaciones que reviste la muerte “fuera de lugar” para lapoblación inmigrada, y por el otro de las políticas de reconocimiento dela pluralidad religiosa en las sociedades de destino. El problema de fondoes si aceptamos considerar el islam como parte de la identidad catalana:por eso la cuestión funeraria ha sido definida como “el núcleo duro dela integración”. El espacio vacío que dejan los difuntos deslocalizados,es decir, los que son repatriados a los lugares de origen, suplanta lavisibilización del islam. Dar opción a enterrar a los difuntos en las socie-

dades de destino según el ritual islámico, tanto si ese derecho es usadoo no, es por lo tanto una forma de manifestar la inclusión en uno delos momentos más transcendentes de la vida humana. En este sentido,la demanda de cementerios islámicos no respondería a una voluntad deaislamiento respecto a la sociedad de instalación, sino a un deseo de inte-grarse en ella con una identidad propia. Querer visibilizar lo religioso esuna forma de mostrar esta voluntad de organizar su vida en Europa sinpor ello sentirse extranjero.

Los tres artículos hablan de momentos de visibilización, ya sea momen-tánea (un ritual religioso anual, encuentros deportivos semanales) o



11CATERINA BORELLI

perenne, como en el caso de los cementerios musulmanes. Sin embargoen su intervención inicial, Manuel Delgado nos recordaba cómo el de lavisibilidad/visibilización de las diferencias es un tema espinoso cuandose habla de inmigración y a veces se puede revelar como un arma dedoble filo. Si por un lado es cierto que el reconocimiento de las diferen-cias que estructuran nuestras sociedades urbanas pasa por el derecho amostrarse de cada ciudadano, independientemente de su procedencia,creencias, ideología, orientación sexual etcétera, no es menos ciertoque cuando se trata de inmigrantes existe una peligrosa tendencia a lasobrexposición, es decir, a requerir que los inmigrantes estén constante-mente identificándose y esgrimiendo sus supuestas características identi-tarias. El peligro es que el inmigrante pierda ese derecho a la separaciónentre lo público y lo privado del que disfruta el ciudadano autóctono yque es la premisa necesaria de la participación a toda sociedad que sedefina democrática. Por eso Manuel Delgado invocaba una vez más laimportancia del derecho a la indiferencia, que no es más que el derechoa pasar inobservado y a no tener que estar constantemente dando cuen-ta ante los demás de quién uno es, qué hace y qué quiere de su vida.



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Lo interesante escómo uno de losgrandes maestrosde la literatura deterror del siglo XX,Lovecraft, incluía alos inmigrantes entrelas abominacionesindescriptibles

y amorfas queconstituían suparticular galería decriaturas

Este texto desarrolla en el plano

teórico algunas de las cuestiones

apuntadas en el Proyecto I+D

Análisis operacional sobre flujos

peatonales en centros históricos de

Portugal y España, financiado por

el Ministerio de Educación, Política

Social y Deporte español. Referència

SEJ 2006-12049.

Manuel Delgado

Profesor de antropología. Universidad de Barcelona Junta del Institut Català d’Antropologia

[email protected]

SERES DE OTRO MUNDO:

SOBRE LA FUNCIÓN SIMBÓLICA DEL INMIGRANTE

EL INMIGRANTE COMO ALIENÍGENA

Existe un relato breve de H.P. Lovecraft titulado “La Calle”, publicado ori-ginalmente en forma de libro en 1920. El cuento se inicia así: “Esa Callela crearon hombres fuertes y de honor; hom bres buenos y esforzados,de nuestra sangre, llegados de las Islas Bienaventuradas, al otro lado delmar...” Es fácil ver en lo que sigue una suerte de metáfora de la propiahistoria de Estados Unidos, que encontraba en aquella Calle imaginariaun escenario perfecto en que sintetizar lo que, desde el punto de vistaantimoderno de Lovecraft, había sido un proceso de degeneración, unadisolución paulatina de los valores fundacionales con que los puritanos

fugitivos de Europa habían empezado a levantar la nación allá por elsiglo XVII. Entre los primeros signos de su decadencia estuvo la apariciónen la Calle de gentes extrañas, torbas, malévolas: “Nuevos rostros apare-cieron en la Calle; rostros morenos, siniestros, de ojos furtivos y faccionessingulares, cuyos poseedores hablaban exóticas lenguas y trazaban sig-nos de caracteres conocidos y desconocidos sobre la mayoría de las casasanticuadas. Las carretillas atestaban el arroyo. Un hedor sórdido, inde-finible, reinaba en el lugar, y adormecía su antiguo espíritu” (Lovecraft,1996).Es fácil ver en esa imagen el rechazo de Lovecraft hacia lo que elnativismo racista norteamericano interpretaba como una detestable inva-sión de inmigrantes de razas y culturas inferiores. Pero lo interesante escómo uno de los grandes maestros de la literatura de terror del siglo XXincluía a los inmigrantes entre las abominaciones indescriptibles y amor-

fas que constituían su particular galería de criaturas.

Esa incorporación del Inmigrante al bestiario maléfico lovecraftiano–junto a Azathoth, Shoggoths, Tsathhoggua, el Gran Cthulthu y otrosinnobrables– no debería sorprender. En las historias de terror, de fantasíao de ciencia-ficción se prodigan todo tipo de monstruosidades físicas omorales –o ambas cosas a la vez– que llegan, procedentes del exterior, allugar de una determinada sociedad ordenada con el fin de desbaratarla,subvertirla o desolarla. Esos engendros pueden provenir de países remo-tos y exóticos –reales o imaginarios–, del universo exterior, del más allá odel submundo, pero siempre encarnan lo Extraño Absoluto, el ExtranjeroTotal, que, de pronto, bruscamente o de manera sibilina, irrumpe en



SERES DE OTRO MUNDO: SOBRE LA FUNCIÓN SIMBÓLICA DEL INMIGRANTE

1. Sobre la analogía entre inmigrantesy extraterrestres, no es casual quelos protagonistas de “Men in black”(1997) sean agentes de una unidadespecial de la policía de inmigración,o que “Alien Nation” (1988) imagineun futuro en el que los extraterres-tres se han incorporado a la sociedadterrícola y conviven con sus habi-tantes originales, son mostradosprotagonizando conflictos tipificablescomo “étnicos”.

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el cosmos social para que en su seno actúen todo tipo de energíascaóticas y disolventes. Drácula, King Kong, la Momia, Godzilla, FreddyKruger y todo tipo de zombies, fantasmas, sectas, demonios o extrate-rrestres, una inmensa galería de entes crueles y devastadores –solos oen ejército– vulneran las fronteras que nos protegen de una lontananzasiempre amenazante. Aunque acaso sea Alien el personaje que mejor ymás explícitamente –alíen es un anglicismo que, como se sabe, significa“ajeno”– resume ese horror viviente que ha irrumpido a la fuerza o seha infiltrado poco a poco en nuestro mundo para destruirlo o someterlo.

Así pues, nada extraño que en el estremecedor panteón lovecraftiano elinmigrante y el monstruo se confundan. No sólo porque buena parte denuestros monstruos son inmigrantes –es decir, entes que arriban de otropaís, de otra galaxia, de otra dimensión–, sino porque los inmigrantes nodejan de ser pensados y percibidos como deformidades hiperpeligrosas enlas que se hace real la pesadilla del protagonista de “Invasion of the BodySnatchers”, la mítica película de Donald Siegel del 1956, al que escuchamosgritarle a un mundo incrédulo: “¡Ya están aquí! ¡Los tenemos entre noso-

tros!”1. Al fin y al cabo los inmigrantes son alienígenas: alienigěna, quieredecir, en latín, “nacido en otro sitio”, y no en vano la primera acepción querecoge el Diccionario de la Real Academia Española para “alienígena” loconvierte en sinónimo de “extranjero”. Su percepción puede ser la de unacorporeidad inquietante que ha irrumpido de manera ilegítima en los esce-narios de nuestra vida de cada día, en espacios compartidos en los que nostopamos con ellos y ellas, con un aspecto fenotípico al que se encuentranasociados todo tipo de lugares comunes, en la mayoría de casos cargadosde implicaciones negativas. Son los y las inmigrantes: hombres, mujeres,niños y niñas hipervisibilizados, puesto que resulta imposible no repararen ellos y ellas, muchas veces de manera no muy distinta a como hacíaLovecraft en su cuento, es decir contemplándolos agitándose inquietantes

en esa Calle que son todas las calles, todas las plazas, todos los parques,todos los transportes públicos, etc., como el signo inequívoco del peligroinminente que todas las ideologías xenófobas –es decir alienófobas– presu-men que implica su presencia en nuestros paisajes cotidianos.

Cabría añadir un matiz a lo dicho. Es cierto que en tanto que alienígena,el inmigrante puede ser imaginado como criatura que trae consigo todolo que de temido existe en los mundos exteriores que nos circundanasediándonos. Pero esa misma condición es la que lo puede convertirtambién en un portador de todo tipo de esperanzas de renovación ocambio. En eso consiste la ambigüedad no sólo estructural, sino inclu-so estructuradora del monstruo, y también de su pariente conceptual,el inmigrante. La mitificación que el antirracismo conmemorativo y

trivializado hace del inmigrante, la manera como lo convierte en unaespecie de héroe civilizador que trae consigo virtudes de autenticidadmodélica, es de esa misma naturaleza que la que, en ciertos relatos, veen el monstruo la expresión física de una bondad y una verdad que los“normales” han perdido. El ser exterior que ha llegado hasta aquí es enquien se puede reconocer la posibilidad de una superación del presente,una mejora, incluso una liberación. Para el xenófobo, el inmigrante esel agente externo indeseable que desencadena la alteración o la enaje-nación de un orden deseado, pero el antirracista no deja de pensar entérminos parecidos, aunque sea invirtiéndolos, haciendo de su alterofiliala expresión de un deseo de que la intrusión del extraño sea el germen

Es cierto que en tantoque alienígena, elinmigrante puedeser imaginado comocriatura que traeconsigo todo lo quede temido existe enlos mundos exterioresque nos circundanasediándonos. Pero

esa misma condiciónes la que lo puedeconvertir también enun portador de todotipo de esperanzas derenovación o cambio



15MANUEL DELGADO

2. Por cont inuar con ejemploscinematográficos, una películaespañola expresa de manera espe-cialmente poética esa expectativaque el ser completamente otro, queviene de un exterior absolu-to, encarna. Lo hace, además,explicitando la equivalencia entre unmonstruo procedente de otro mundo–Frankenstein y el universo fantás-tico que exhibe en sus pantallas uncine ambulante en la Castilla de post-guerra– y un maquis fugitivo quellega huyendo de la Guardia Civil. Esapelícula, tantas veces reconocida, ycon razón, como una auténtica obra

maestra, es “El espíritu de la colme-na”, de Víctor Érice (1973).

3. Excelente trabajo el de Nadja Monnetsobre la visibilización de “inmigran-tes” en la actividad cotidiana de laPlaza de Catalunya de Barcelona;un ejemplo de cómo se produce lalocalización de ciertos “diferentes”,a los que se les escamotea el derechode distanciamiento y reserva y a unadistinción clara entre público y priva-do que los “no-diferentes” puedenreclamar como derecho (Monnet,2008).

para una transformación, incluso una redención moral de la sociedad.Nuestro repertorio de monstruos y otros alienígenas imaginados no deja-ría de proveernos de un buen puñado de ejemplos de cómo, en paraleloa como ocurre con el inmigrante, también en ellos se pueden depositarlas esperanzas de una salvación individual o colectiva. En el fondo, elextraño que hemos visto aparecer entre nosotros es la prueba vivientede que no sólo, como proclama el lema antiglobalización, “otro mundoes posible”, sino que ese mundo de algún modo ya está aquí 2.

CUERPOS EXTRAÑOS

Se podrían, a partir de ahí, desarrollar dos presunciones ya apuntadasantes en otros sitios. Una de ellas tiene que ver con la cuestión que seacaba de anotar: la manera como ciertas personas provenientes de paí-ses más pobres que han venido al nuestro a trabajar exhiben un aspectoexterno que es ya de por sí un estigma visible. En efecto, la persona“etnificada” es cargada con una cantidad tal de connotaciones peyora-

tivas y descalificadoras que su copresencia en un mismo espacio devienefuente casi automática de ansiedad, malestar o miedo, pero también aveces de una simpatía que no niega –antes al contrario– su excepciona-lidad, todo en consonancia con su estatuto de individuo estigmatizado,en el sentido anotado por Goffman (1988) en su célebre ensayo sobrelas identidades deterioradas y difíciles. Es por ello que el inmigrante esobjeto de una permanente tarea de focalización que hace inaccesiblepara él ese derecho a la consideración desafiliada que se supone quepreside y organiza las relaciones en público, es decir las relaciones condesconocidos en espacios de accesibilidad generalizada (Delgado, 2008).Se supone que el usuario de un espacio de esa naturaleza –lo que se daen llamar espacio público– no deja en ningún momento –y aunque sólo

sea de soslayo– de conceptualizar y juzgar las acciones y personajes quetiene ante sí o a su alrededor, de los que en condiciones de normalidadsólo espera una mínima inteligibilidad escénica. Ahora bien, todo estocambia en cuanto en ese espacio en principio regido por la indiferenciahacia aquellos con quienes no se prevé una acción cooperativa inme-diata, se detecta la presencia de una persona o un grupo de personasdesacreditadas o desacreditables socialmente, como por ejemplo “inmi-grantes”, a quienes reconoce como tales a partir de cualidades sensiblesinmediatamente perceptibles, suma de rasgos no eurooccidentales y ele-mentos aspectuales que denoten una extracción socioeconómica pobre3.

En estos casos, la interacción, aunque sólo sea visual, deviene casi demanera mecánica problemática, puesto que ese desconocido que está

ahí ya no resulta tan desconocido; pierde su derecho a esa instituciónque en el espacio público se supone que es el anonimato: ha sidoatendido, reconocido, escrutado, detectado, señalado, colocado bajovigilancia, ubicado en un estado de excepción que absorbe su persona alcompleto y que está en todo momento activado. Esa problematizaciónde que es objeto su mera presencia no tiene por qué estar justificadapor una determinada conducta objetiva, ni por su reputación en tantoque peligro. Su presencia en la calle o la plaza son mucho más que eso:implica una alarma ontológica, puesto que su estar ahí es el del Intrusoy la del Usurpador, prueba palpable de que el Mundo –el nuestro, porsupuesto– ha sido o está siendo invadido por instancias completamente

La persona“etnificada” es cargadacon una cantidad talde connotacionespeyorativas ydescalificadoras quesu copresencia en unmismo espacio devienefuente casi automáticade ansiedad, malestar

o miedo




4. Nada nuevo en tal apreciación. Unaespléndida película española, dirigi-da por Icíar Bollain en 1999, relatala peripecia de dos mujeres domi-nicanas que llegan a un puebloalcarreño para casarse con vecinosque las han conocido por corres-pondencia. Se recordará su título:“Flores de otro mundo”.

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extrañas, por entidades vivas que no sólo vienen de, sino que nos impo-nen universos incompatibles con el nuestro y el contacto con los cualeshabrá de resultarnos altamente perjudicial, cuando no letal. Son, en unsentido una vez más literal, seres de otro mundo4.

Es ahí donde procede recoger el segundo de los asuntos ya apuntadosanteriormente y pendientes de un mayor desarrollo teórico (Delgado,2002). Allí se teorizaba que la identificación del inmigrante en tanto quetal, lo que le convierte en acreedor de un determinado atributo siempredenegatorio, es que su desviación de la norma se origina en un excesoo en una carencia, una deformidad al fin, que hace de él un ser distor-sionado, dislocado, desquiciado, respecto de una normalidad de la que,en última instancia y paradójicamente, él vendría a ser garante. Al inmi-grante se le podría aplicar lo que escribiera Claude Kappler en su tratadosobre los monstruos medievales: “La Naturaleza se divierte: el monstruono constituye, a priori, una negación o una duda del orden que ella hainstaurado, sino la prueba de su poder” (Kappler, 1988: 18).

Esa premisa –la del foráneo deforme y amenazador como aval de lanormalidad– es la que permite traer a colación la vigencia de la famosadigresión sobre el extranjero de Georg Simmel (1977 [1927]), en la queel gran sociólogo alemán establecía que éste –el inmigrante en nuestrocaso– permitía hacer concebible aquello que siendo ajeno, era reconoci-do como presente. El extranjero es aquél, sostenía Simmel, que encarnael contrasentido de un ser que está al mismo tiempo cerca y lejos: cercafísicamente, pero lejos moralmente. Un habitante de otro país no es,en tanto permanezca en él, extranjero; lo es, cuando está aquí, en estelugar que no es el suyo, sino el nuestro, argumentará Simmel. Ni quedecir tiene que esa virtud del extranjero –alguien que está dentro, peroque no pertenece al adentro; que sintetiza lo que es al mismo tiem-

po remoto y próximo– en orden a representar todo tipo de peligrosexternos que se habían conseguido introducir en el seno mismo de lasociedad. Era a partir de ese Simmel, y de la insistencia de los primerosecólogos urbanos de la Escuela de Chicago en las figuras de la inva-sión o de la intrusión para referirse a las avenidas migratorias (cf., porejemplo, Park, 2002), que Isaac Joseph (1996) subrayaba cómo la figuraactual del inmigrante era ideal para pensar la desorganización socialdesde dentro, o, lo que es igual, para racionalizar todo un conjunto designos negativos del presente que, gracias a esa vecindad de lo comple-tamente externo, podían ser explicadas como consecuencia de su propiapresencia contradictoria, lógicamente inaceptable, imposible.

El inmigrante hace real el “más allá está aquí” o el “hay otros mundos,

pero están en éste” de los surrealistas. Su ambigüedad topológica –allí ,aquí –lo acerca a esa figura bien conocida por los antropólogos del ritualque es la del ser liminal: aquél al que se obliga a vivir atrapado duranteun cierto periodo –a veces toda su vida; incluso la de sus descendientes–en un territorio indefinido y sin marcas claras, que es el que se imaginaextendiéndose entre el lugar del que partió y el lugar al que se dirige yal que nunca acaba de llegar. Como el iniciado en los ritos de paso, elinmigrante es colocado en ese espacio intermedio en el que, como escri-bía Victor Turner en un texto ya clásico (2005 ), no es ni una cosa, ni otra. Como eterno neófito, ya no es lo que era; pero todavía no ha vistoreconocido su derecho a ostentar un nuevo estatuto o rango. Ese es, sin

El extranjero es aquél,sostenía Simmel,que encarna elcontrasentido de unser que está al mismotiempo cerca y lejos:cerca físicamente, perolejos moralmente



17MANUEL DELGADO

5. Sobre el papel ideológico del tiem-po en las formas verbales, (cf.Criado del Val, 1992).

duda, el caso del inmigrante, abocado a encarnar una entidad humanaen situación de liminalidad crónica: permanentemente en umbral –enese espacio que no es ni dentro ni fuera–, en suspenso, manteniendouna relación en todo momento ambivalente con las mediaciones socialesy las instituciones en que se halla, no obstante, sumergido.

El lenguaje ordinario le reconoce al inmigrante esa condición liminar ofronteriza, aplicada a un ser que no es que esté en una frontera, sinoque él mismo es esa frontera que mantiene en todo momento separa-dos y distinguibles el interior y el exterior de ese sistema social del queforma parte, pero en tanto que cuerpo extraño. Al inmigrante –como aladolescente o al amante– se le asigna no por casualidad una participoactivo o de presente convertido en sustantivo. Él no es alguien que hayacambiado de sitio, que antes estaba allí y ahora está aquí , por muchoque lo parezca, sino que es alguien que ya ha partido, pero todavíano le ha sido dado llegar. Está como en una especie de limbo interme-dio, moviéndose en su seno hacia nosotros, pero sin arribar del todo.Es percibido conceptualmente como en movimiento, en inestabilidad

perpetua, aunque no esté desplazándose, aunque se haya vuelto seden-tario. Bien podríamos decir que la ideología que hace del inmigrante unviajero atrapado en ese exterior del que nunca acaba de salir –es decircomo alguien ajeno a ese interior en el que está, pero en el que no haacabado de entrar en realidad– se ha hecho, siempre al pie de la letra,verbo entre nosotros. No en vano el participio activo es ese derivado ver-bal impersonal que denota capacidad de realizar la acción que expresa elverbo del que deriva –inmigrar , en este caso– y que, en tanto que tiem-po de presente, implica una actualización de esa acción, una y otra vezrenovada, la reinstauración de una peregrinación inaugural que nuncaculmina, que exige verse una y otra vez repetida, sin alcanzar en ningúncaso su destino final: ese ahora y aquí en el que está, pero al que no

pertenece

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. Eso explica que se reitere una y otra vez ese imposible lógicoque es el del inmigrante de “segunda” o “tercera generación”, puestoque la condición anómala de sus padres o abuelos, se ha heredado, a lamanera de un pecado original del que no todos conseguirán redimirse.

La analogía entre el inmigrante y el pasajero ritual es lo que trae denuevo a colación el papel del monstruo y lo monstruoso. En efecto, alteorizar sobre los ritos de paso, Victor Turner subraya el papel que jueganen ellos las representaciones monstruosas, a las que atribuye un papelesencialmente sociointelectual, por así decirlo, en el sentido de que actua-rían a la manera de una especie de mecanismo inductor de pensamientoal presentar los elementos clave de las relaciones sociales descompuestoso alterados, precisamente para resaltar su relevancia. Lo distorsionado o

desmesurado permite al neófito distinguir con claridad el valor de unosdeterminados factores de la realidad social que han sido deconstruidosy reorganizados para la ocasión y que invitan u obligan a especular acer-ca de todo vínculo social, sea éste empírico o metafórico. O, lo que esigual, la alteración monstruosa de las facciones del orden social actúa ala manera de los espejos cóncavos y convexos del Callejón del Gato, poremplear la figura que proponía Valle-Inclán en su Luces de Bohemia parareferirse a España en relación a Europa: devuelven una imagen defor-mada, pero altamente elocuente de los términos en que se produce ydesarrolla una determinada estructura social, pero viéndose a sí mismocomo su propia parodia, como su caricatura aberrante.

El lenguaje ordinario lereconoce al inmigranteesa condición liminaro fronteriza, aplicadaa un ser que no es queesté en una frontera,sino que él mismoes esa frontera quemantiene en todomomento separados y

distinguibles el interiory el exterior de esesistema social del queforma parte, peroen tanto que cuerpoextraño




El inmigrante permitiríahacer pensable unestado ideal de losocial que él mismoimposibilita, al tiempoque lo valida y avala,puesto que todoslos desarreglos, lasfragmentaciones,los desórdenes,

los desalientos, lasdescomposiciones,etc. que afecten a lasociedad podrán serpensados como elresultado contingentede esa presenciaanómala e indeseableque él encarna y queurge erradicar o cuanto

menos mantener bajovigilancia

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Es todo ello lo que permite contemplar al inmigrante constituyéndose enlo que Turner propone denominar “molécula semántica”, cuya imperfec-ción monstruosa convierte en útil para la conceptualización de esas otrasimperfecciones de ese orden social que, a través suyo, se daba a pensara sí mismo. La excepcionalidad que supone su presencia en el espaciopúblico puede compararse con la de la imperfección clasificatoria querepresentan los animales detestados en el Levítico, cuya naturaleza mal-dita resulta, según Mary Douglas (1990 ), de su inadecuación al tipo deespecie a la que en principio pertenecen, sobre todo por sus costumbreslocomotoras. El extranjero pobre –el inmigrante– es como los animalesmarinos sin aletas y sin escamas, los terrestres con manos en lugar depatas delanteras o que se arrastran, una especie de estridencia taxonó-mica que, justo a la luz –o a la sombra, si se prefiere– de su imperfección,era puesto al servicio del ordenamiento sistemático de las ideas, sobretodo a la hora de dilucidar las de perfección o unidad. Y lo mismo podríaargüirse siguiendo, en su polémica con Douglas, la interpretación de DanSperber (1975) sobre el papel que juegan los animales monstruosos –aligual que los híbridos y perfectos– en determinados dispositivos simbóli-

cos estudiados por la etnozoología. En definitiva, el inmigrante permitiríahacer pensable un estado ideal de lo social que él mismo imposibilita, altiempo que lo valida y avala, puesto que todos los desarreglos, las frag-mentaciones, los desórdenes, los desalientos, las descomposiciones, etc.que afecten a la sociedad podrán ser pensados como el resultado contin-gente de esa presencia anómala e indeseable que él encarna y que urgeerradicar o cuanto menos mantener bajo vigilancia.

LA DOBLE FUNCIÓN DEL INMIGRANTE

Es bien conocida la manera como acaso los dos grandes referentes de la

antropología social europea abordaron la cuestión de las clasificacionestotémicas y el papel privilegiado que en ellas merecían determinadosanimales o vegetales. Como se sabe, Radcliffe-Brown había defendidoque las especies totémicas alcanzaban su rango por la contribuciónestratégica que hacían al mantenimiento de la estabilidad social, aun-que fuera por razones tan elementales como las alimenticias. Es decir,el privilegio de que gozaban unas y no otras especies naturales en lataxonomía totémica y el trato ritual que imponían se correspondíancon la contribución que cabía atribuirles al sostenimiento del ordensocial, aunque fuera a través de su papel en la dieta básica de la queesa comunidad que los totemizaba dependía (Radcliffe-Brown, 1996).Frente a esa presunción, Lévi-Strauss sostuvo que los animales totémi-cos lo eran más bien por el papel que jugaban en tanto que operadores

simbólicos, adaptados de la observación del entorno para fines especu-lativos, es decir como objetos a disposición de un pensamiento que losempleaba para determinadas operaciones conceptuales, como podríanser las de hacer concebible el paso de la naturaleza a la cultura, porejemplo. Así, si desde la perspectiva del estructural-funcionalismo loselementos de la naturaleza vegetales totémicos eran “buenos paracomer”, la interpretación estructuralista los reconocía esencialmentecomo “buenos para pensar” (Lévi-Strauss, 1980 [1965], p. 162).

Ambas posturas pertenecen igualmente a la herencia teórica de ÉmileDurkheim, aunque una de ellas –la estructural-funcionalista de Radcliffe-



19MANUEL DELGADO

6. En realidad, Lévi-Strauss incluye elvalor teórico función simbólica enpocos momentos de su obra. Hayreferencias en los capítulos I, IX yX de Antropología estructural , quecorresponden a textos publicadosoriginalmente entre 1949 y 1951

(Lévi-Strauss, 1987: 68, 210 y 226).La noción sólo la retomará Lévi-Strauss veinte años más tarde, enel “Finale” del cuarto volumen desus Mitológicas, El hombre desnudo,y lo hará para mencionar cómo labeatitud que nos produce la risa es elpremio que recibe nuestra concien-cia de haber visto satisfecha dichafunción simbólica, mientras que locontrario de la risa sería entonces laangustia, que es la consecuencia denuestra incapacidad para conseguirlo(Lévi-Strauss, 1991:594-595).

Brown– lo fuera a sus énfasis más sociologistas –los que encontraron suculminación en Las formas elementales de la vida religiosa–, mientras lasegunda –la estructuralista de Lévi-Strauss– llevara hasta sus últimas con-secuencias alguna de las intuiciones intelectualistas contenidas en otrotexto no menos clásico del maestro francés: “Sobre algunas formas pri-mitivas de clasificación”, escrito conjuntamente en 1902 –y no es nadacasual– con su sobrino y ya entonces discípulo aventajado Marcel Mauss.Por decirlo de otro modo, la función que algo –lo que fuere– cumple alservicio de la preservación y la perduración de una organización de lasociedad no es incompatible con las tareas que le asigna a esa mismaentidad la actividad reflexiva del ser humano en orden a hacer inteligibleel mundo en que vive.

Es ahí donde contrastan dos acepciones del término función. Una enti-dad dada puede cumplir una función en el sentido organicista –el queadopta Radcliffe-Brown–, es decir en el de la tarea productiva y dinámi-ca que un órgano dado lleva a cabo al servicio del buen funcionamientode una determinada morfología estructural. Pero también puede cumplir

una función en el sentido lógico-matemático, es decir como relaciónentre variables mutuamente dependientes en el plano formal. Es en eseúltimo sentido que Lévi-Strauss puede hablar de “función simbólica”,adoptando ese valor de la glosemática, que lo entendería en tanto queequivalente de la función semiótica o capacidad que un signo tiene deexpresar un contenido inicialmente amorfo que le es externo, pero delque acaba siendo solidario (Hjelmslev, 1971: 73-74). No es cosa de dete-nerse en la génesis de la idea de función simbólica, tal y como ha sidoplanteada desde la antropología estructural6. Digamos, sólo, que éstaremite a un determinado tipo de operaciones cuya labor, ejercida desdeel inconsciente, es la de imponer formas dadas a contenidos cuales-quiera, con el objetivo no de remitir unos hechos a sus causas objetivas,

sino más bien de articularlos en una totalidad congruente y significativa,organizarlos de tal manera que el producto final permita integrar datoscontradictorios, ordenar experiencias fragmentarias poco o nada formu-ladas, objetivar sentimientos confusos, etc.

Por supuesto que la función orgánica y la función simbólica no sonincompatibles. Un objeto del mundo perceptible puede ser útil, e inclusofundamental, en orden al mantenimiento de una determinada estructurasocial, gracias a su papel en el plano tecnoecológico y tecnoeconómico,y al mismo tiempo convertirse en un instrumento al servicio de la inteli-gibilidad de la experiencia. El propio Lévi-Strauss proponía como ejemplola posibilidad de que en una misma consciencia convivan, de manera noexcluyente y hasta complementaria, la atribución de las causas de una

guerra a los avatares de un proceso de emancipación nacional y a lasmaquinaciones de los traficantes de armas, es decir al mismo tiempo amotivaciones de orden simbólico-identitario y estrictamente materiales(Lévi-Strauss, 1987: 199).

Así pues, el inmigrante es no sólo pieza fundamental de un sistema deproducción basado en la explotación humana o una garantía para elrelevo generacional, sino un auténtico personaje conceptual , en el sen-tido que Deleuze y Guatari sugerían para esa noción en su introduccióna Qué es la filosofía. Un determinado sistema de representación genera,como el filósofo imaginario al que se refieren Deleuze y Guatari, sus

La función quealgo –lo que fuere–cumple al serviciode la preservacióny la perduración deuna organizaciónde la sociedad no esincompatible con lastareas que le asigna aesa misma entidad la

actividad reflexiva delser humano en ordena hacer inteligible elmundo en que vive




Es a través de esatransfiguración que elextranjero explotadopasa a ser el nuevoGran Forastero:amenaza o esperanza,pero siempre alguiena quien controlar,perseguir, proteger ode quien esperar, pero

nunca como lo que es,sino como lo que seimagina que es, quesiempre es mucho másy otra cosa

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propios personajes conceptuales, es decir personalidades mediante lascuales un complejo social puede pensarse a sí mismo como otro, y comootro al que se encarga encarnar sus conceptos más fuertes, o acaso lafuerza misma de sus conceptos principales, vehículos al servicio de ladesignación no de algo extrínseco, “un ejemplo o una circunstanciaempírica, sino una presencia intrínseca al pensamiento, una condiciónde posibilidad del pensamiento mismo” (Deleuze y Guattari, 1991: 9).En tanto que personaje conceptual, el inmigrante representa lo hetero-nómico, es decir “los otros nombres”, que pueden corresponder no sóloal perfil de quien los concibe y habla de o con ellos, sino también a sunegación o su contrario. Como si el orden social y su autorepresentaciónencontrara en el inmigrante algo parecido a lo que Nietzsche encontrabaen Zaratustra o Platón en Sócrates. Alguien con quien dialogar, aunquefuera, como en nuestro caso, en términos polémicos, es decir con quienimaginarse antagónico e incompatible. Una oportunidad para que,como escribiera Kappler (1986: 13) sobre la relación entre monstruos yhumanos en la cosmología altomedieval, “el pensamiento confraternicecon su enemigo”.

Es a partir de ahí que el inmigrante puede asumir su papel no sólo comogarante de la renovación demográfica o mano de obra vulnerabilizadaal servicio de una estratégica economía informal, sino también comoartefacto simbólico-conceptual. Ello no cuestiona que el llamado “fenó-meno de la inmigración” sea sobre todo un fenómeno de explotación,al tiempo que una nueva prueba de la dependencia que las sociedadesurbano-industriales tienen con respecto de los contingentes de jóvenesque no pueden dejar de atraer desde afuera; pero sí que contribuye aexplicar porqué ese rol objetivo de la inmigración y los inmigrantes enrelación con las demandas del mercado laboral y de la lógica demográfi-ca tenga tan poca audiencia, merezca tan escasa relevancia pública, si se

lo compara con la que obtienen otros argumentos mucho más etéreosen los medios de comunicación, los discursos institucionales, los pronun-ciamientos militantes de cualquier signo o las apreciaciones populares.De espaldas a los datos objetivos, vemos primar por encima de todoconsideraciones morales que remiten a ese orden del universo que, parabien o para mal, el Inmigrante en funciones de operador simbólico ypersonaje conceptual pone en cuestión.

Nada hay de incompatible entre la función socioeconómica del inmigran-te y aquella otra que lo coloca entre comillas para ponerlo a significar. Alcontrario: la una requiere de la otra. Aceptemos la aseveración que haceMarvin Harris cuando, retomando el debate imaginario entre Radcliffe-Brown y Lévi-Strauss, nos dice que si ciertos animales son buenos para

pensar es porque antes han sido declarados buenos para comer, o,como él plantea, presentan una relación coste-beneficio práctico másfavorable (Harris, 1985:15). Trasladando ese punto de vista a nuestroterreno, podremos afirmar que si han venido miles de extranjeros a vivirentre nosotros no es para ponerse a disposición de nuestra especulaciónreflexiva, sino para atender requerimientos materiales hegemónicosde la sociedad que les recibe. Pero tales requerimientos, basados en lainferiorización masiva de una mano de obra barata, no pueden ser satis-fechos sin un conjunto previo o paralelo de operaciones retóricas quehan hecho de cada asalariado foráneo un inmigrante, esa figura queno tiene nada de objetiva, sino que resulta y depende de un proceso de



21MANUEL DELGADO

construcción política, mediática y también popular que lo convierte enleyenda, que lo mixtifica para reconocer en él nuevas versiones de viejasfiguras mitológicas, que son siempre variantes de la del “enigma venidode otro mundo”, por evocar el título español de un mítico film de serieB de los años 50. Es a través de esa transfiguración que el extranjeroexplotado pasa a ser el nuevo Gran Forastero: amenaza o esperanza,pero siempre alguien a quien controlar, perseguir, proteger o de quienesperar, pero nunca como lo que es, sino como lo que se imagina quees, que siempre es mucho más y otra cosa.

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1. Los nombres de los doce mesesdel calendario lunar musulmán son,por orden cronológico: Muharram,

Safar, Rabī -al-awwal, Rabī -ath-

thanī , Jumada-al-ula, Jumada-ath-

thani ī a, Rajab, Xaban, Ramadan,

Xawwal, Dhu-al-qada, Dhu-al-hijja.El número de los meses está citadoen el Corán ( At-Tauba, 9:36). Elinicio de la aplicación del calendariomusulmán data del año 622 des-pués de Cristo.

Marta Alonso Cabré

Doctoranda en Antropología Social. Universitat de BarcelonaCoordinadora del Grup de Recerca sobre l’Islam de la Diàspora del ICA

[email protected]

CHIÍTAS, ASHURA Y ESPACIO PÚBLICO BARCELONÉS:DE LOS CALLEJONES A LA AVENIDA

EL RITUAL ANUAL DE LA COMUNIDAD CHIÍTA DEBARCELONA

La población musulmana de Barcelona se divide, sin entrar en detallesde escuelas jurídicas, en función de las dos grandes ramas del islam; así,hay fieles sunitas y fieles chiítas, aunque estos últimos representan unaminoría dentro de la comunidad. En esta comunicación dejaré de ladoa los sunitas para centrarme exclusivamente en los chiítas, cuyo oratoriobarcelonés se encuentra en el barrio de Santa Caterina, concretamenteen la zona Norte, en la calle de Sant Pere Mitjà. Este centro religiosoanualmente organiza la celebración del ritual más relevante en el caso de

los musulmanes de su escisión: la ashura, que tiene lugar el décimo díadel mes de Muharram, el primer mes del calendario musulmán1, y que secelebra en conmemoración a la muerte de Husein, sucedida en Karbalael año 680 d.C. Dicho personaje, hijo de Ali y nieto de Mahoma, originóel chiísmo y, por tanto, la gran división de los musulmanes (suníes/chií-tas). En la mencionada ciudad santa iraquí, Husein se enfrontó junto con72 hombres a Jazid, proclamado califa de Damasco ese mismo año sin laaprobación de todas las escisiones islámicas, destacando en esta diver-gencia la rama alauita. La heroicidad que los chiítas atribuyen a Husein sebasa sobretodo en el hecho que él y su reducido séquito lucharon duran-te dos días frente a un ejército de 3.000 hombres. Pasados esos dos días,y según cuenta la tradición, los hombres que todavía vivían, entre ellosHusein, fueron torturados y asesinados.

Mientras que algunos sunitas conmemoran el día 10 de Muharram conun ayuno diurno voluntario y un posterior ágape familiar para recordar elabandono del arca por parte de Noé y asimismo la salvación de Moisésgracias a la intervención de Dios frente a los egipcios, los chiítas evocanademás el ya citado martirio de Husein. Así, el color negro es el protago-nista de la mayoría de los actores del ritual chiíta, y los llantos, así comoel auto golpeteo, son recurrentes. Los fieles corporizan una procesión enla que cantan letanías y eventualmente se golpean rítmicamente el pechocon una mano y después con la otra (esta acción se denomina matam).En los estandartes que sostienen hombres y niños y que encabezan eldesfile se puede leer el nombre de Husein, el de su hermano Abbas, y la

La poblaciónmusulmana deBarcelona se divideen función de las dosgrandes ramas delislam: así, hay fielessunitas y fieles chiítas,aunque estos últimosrepresentan una

minoría dentro de lacomunidad



CHIÍTAS, ASHURA Y ESPACIO PÚBLICO BARCELONÉS: DE LOS CALLEJONES A LA AVENIDA

Desde el año 2004y hasta el 2007, laAsociación Culturalal Qaim organizóel ritual de luto deHusein en torno asu sede barcelonesa,habiendo realizado lacomunicación previadel Ayuntamiento, que

dio consentimientopara ocupar la calleentre las 14h y las 17h

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característica frase de la ashura “todos los días son ashura y todos loslugares son Karbala”. Terminada la marcha, se da paso a una plegariaque se acompaña de discursos relativos al martirio, leídos por miembrosde la comunidad; ante tales disertaciones algunos de los oyentes suelenexteriorizar muestras de duelo y empatía con el mártir mediante lágri-mas y sollozos. A continuación, los practicantes se reúnen para comerconjuntamente. La repetición musical, gestual y temática es constantedurante la celebración.

Desde el año 2004 y hasta el 2007, la Asociación Cultural al Qaimorganizó el ritual de luto de Husein en torno a su sede barcelonesa,habiendo realizado la comunicación previa del Ayuntamiento, quedio consentimiento para ocupar la calle entre las 14 h y las 17 h. ElAyuntamiento de Barcelona dio los permisos de ocupación del espaciopúblico el año 2007 con una condición: que no hubiera un solo rastrode sangre en los cuerpos de los participantes. Es pertinente indicar queel ya mencionado golpeo repetitivo de los cuerpos de los asistentes(matam) culmina ocasionalmente con la aparición de sangre, que en

el contexto de este ritual los chiítas asocian simbólicamente al dolorinfringido a Husein. Volvamos al caso barcelonés. La comitiva salíadel oratorio, situado en la calle Sant Pere Mitjà, poco después de las14 h. Sostenían una reproducción de la tumba de Husein y diferentespancartas de tela conmemorativas para la ocasión, y se desplazaban,en dirección a Via Laietana, hasta la calle Mare de Déu del Pilar, pordonde accedían a Sant Pere Més Alt. La procesión discurría por estacalle hasta llegar a la plaza de Sant Pere, lugar en el que se hacían losparlamentos y la oración y desde donde volvían a la mezquita paracomer en comunión.

El trazo marca el recorrido de la procesión de la ashura en el periodo 2004-2007. La marcha tiene inicio

en la mezquita del Centro Islámico Al Qaim (C. Sant Pere Mitjà número 21) y finaliza en el mismo lugar,pasando por las calles Mare de Déu del Pilar, Sant Pere Més Alt, Plaça de Sant Pere y, lógicamente, Sant

Pere Mitjà. Se puede observar la estrechez de las calles. En el plano se distinguen dos tipos de vías: las

de tráfico restringido (fondo gris) y las de tráfico vehicular permitido (fondo blanco).

El año 2007, por ejemplo, y según los datos recogidos en mi trabajode campo, durante todo el recorrido, una pareja de la Guàrdia Urbana y una de los Mossos d’Esquadra precedieron a la comitiva. El mismoaño, los comerciantes de Sant Pere Més Alt se quejaron del acto, comotambién lo hicieron los trabajadores de un centro escolar concertadocon una entrada secundaria en esta calle; en ambos casos lamentaban



25MARTA ALONSO CABRÉ

Las numerosasquejas de los vecinosy comerciantesno musulmanescondujeron alAyuntamiento a tomarla decisión de cambiarel emplazamiento delacto; al menos esa fuela justificación oficial

Del recorrido entrecalles estrechas ydonde el contacto conlos no musulmanesera constante, se hapasado a un espaciopúblico amplio ytotalmente controlable:el passeig de Lluís

Companys

la falta de información (competencia del consistorio), la falta de seguri-dad y la excesiva estrechez de las calles para hacer un acto de este tipo.Otros, directamente, hacían críticas frontales al acto, basándose en laviolencia del mismo. La mayoría de comerciantes cerraron sus locales amedida que la procesión, de ritmo pausado, se acercaba.

Las numerosas quejas de los vecinos y comerciantes no musulmanescondujeron al Ayuntamiento a tomar la decisión de cambiar el emplaza-miento del acto; al menos esa fue la justificación oficial. Curiosamente,la Asociación Cultural al Qaim había propuesto a las instituciones elcambio del lugar de la celebración con el fin de alargar el período depermanencia en la calle; digo curiosamente porque el emplazamientosugerido fue el espacio anexo a Arc de Triomf, pero no fue hasta queintervinieron los comerciantes que el cambio tuvo lugar.

Recorrido por donde discurre la procesión desde la edición de 2008. El grupo sale de la sede de laAsociación Al Qaim, punto común con el anterior itinerario, y después se dirige al paseo Lluís Companys

pasando por la plaza de Sant Pere y por Rec Comtal (continuación de Sant Pere Més Baix).

Del recorrido entre calles estrechas y donde el contacto con los nomusulmanes era constante, se ha pasado a un espacio público amplioy totalmente controlable: el passeig de Lluís Companys. Las dos últi-mas ashuras, los años 2008 y 2009, tuvieron lugar allí, bajo la miradade técnicos del Ayuntamiento que controlaban el cumplimiento delas dos condiciones pactadas con los participantes. Mientras que en2008 éstas fueron dos -la ausencia de sangre y la no participación demenores en el acto-, en 2009 se impuso una sola restricción –el cubri-

miento del torso de los actores del ritual durante el transcurso de lacelebración–.

El cambio de ubicación de la ashura se convierte en un buen ejemplode cómo se establece la compleja relación entre inmigración, expresio-nes religiosas y lo que algunos llaman población autóctona. A partir deeste ejemplo concreto pretendo analizar un caso de coexistencia en unmismo tiempo y espacio de actores de un ritual religioso musulmán yde espectadores pasivos no musulmanes; reflexionaré si la ciudad, quepara algunos significa la vitrina del país (Oszlak, 1991: 29), es un sitio deexpresión de minorías (Sassen, 1998: 17).




La ashura esprobablemente unode los rituales másmediáticos a nivelmundial. En Españano es extraño quelas portadas de losperiódicos ofrezcanimágenes sanguinariasel día después del

ritual; suele tratarsede primeros o mediosplanos de hombresiraquíes con incisionesen la cabeza y con lacara cubierta de sangre

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DE LOS CALLEJONES A LA AVENIDA

La ashura es probablemente uno de los rituales más mediáticos a nivelmundial. En nuestro país, no es extraño que las portadas de los perió-dicos ofrezcan imágenes sanguinarias el día después del ritual; sueletratarse de primeros o medios planos de hombres iraquíes con incisionesen la cabeza y con la cara cubierta de sangre.

Derecha, una imagen de la ashura que se puede encontrar en la edición digital del diario gratuito20 minutos. La imagen de la izquierda corresponde al artículo del periódico ABC publicado el 29 deenero del año 2007 con el título de “La fiesta de la Ashura”.

No se puede negar que dichos retratos formen parte de la celebracióndel ritual que nos ocupa, pero es pertinente mencionar que se tomaun caso muy preciso, es más, un momento concreto de un caso entretantos otros, y se generaliza mediante él la ritualística no sólo chiíta sinola musulmana en general. Con estas imágenes, los medios de comuni-cación contribuyen a fomentar la visión que el imaginario colectivo tienede los practicantes musulmanes en tanto que salvajes, basado de mane-

ra general sobre todo en la idea que coartan la libertad de sus mujeres yque se autolesionan con ideas de fe y religión como trasfondo. A estasrepresentaciones hay que añadir titulares que mezclan la ashura confenómenos bélicos: “ Ashura doblemente sangrienta en Irak” (El Mundo,20/01/2008) y “S’acaba a l’Iraq una nova Aixura sagnant” (El Periódicode Catalunya, 20/01/2008); ejemplifican la asociación de la ashura conla sangre y con lo salvaje. Esta visión de los musulmanes aporta argu-mentos a la diabolización del islam, tendencia que opone la democraciay el islam como si fueran dos entes antagónicos y repelentes el uno delotro (López & Bravo, 2008: 813).

Las calles circundantes a Sant Pere Mitjà son estrechas, curvadas yocasionalmente zigzagueantes. Concretamente las calles por las que

transcurría la ashura entre los años 2004 y 2007 (como ya he apuntado,Sant Pere Mitjà, Mare de Déu del Pilar, Sant Pere Més Alt i plaça de SantPere) tienen la característica añadida de ser poco transitadas por vehícu-los motorizados y por la continuidad entre la calzada y la acera, rasgospropios de las vías semipeatonales. Estas particularidades son impor-tantes si pensamos que es debido a ellas que los actores de la ashura ocupaban totalmente la anchura de las calles, siendo prácticamente losúnicos protagonistas durante ese lapso temporal del espacio público porel que pasaban. Además, la estrechez del sitio contribuía a magnificarlos repetitivos cantos emitidos en árabe y en urdu, así como el ruidoresultante de golpearse el pecho con la palma de la mano. La cons-




Lo que había sidoun recorrido sinuosocon un principio y unfinal claros (a saber,el oratorio Al Qaimy la plaza de SantPere), se ha pasado aldiseño premeditadopor parte del poder deun recorrido rectilíneo,

delimitado y alejadodel acercamientopor proximidadcon aquellos quecomparten el día a díacon los vecinos chiítasdel barrio

tantemente difundida imagen de la inmigración en tanto que invasión(López, 2008: 815) influye en el acto de pensar este ritual por parte delos vecinos y transeúntes no musulmanes como una intrusión bárbara ala cotidianidad del barrio. El salvajismo asociado al islam se ve incremen-tado por la ausencia de límites geográficos más allá, obviamente, de lasfachadas de los edificios. Este panorama ayuda a entender muchos delos comentarios del vecindario y actitudes como las de algunos tenderosque bajaban las persianas de sus negocios a medida que veían cómo seacercaba la cabeza de la marabunta.

Por el contrario, los diversos espacios del passeig de Lluís Companysestán muy bien delimitados en función de sus usos. De forma simétri-ca, a ambos lados de la avenida se hallan las aceras de los viandantes,a un nivel distinto de las dos calzadas de un único sentido reservadasal tránsito vehicular; entre ellas, y operando a modo de eje de simetría,se encuentra una amplia zona peatonal elevada con respeto a las cal-zadas y franqueada por parterres de jardinería. En esta zona peatonales donde tuvieron lugar las dos últimas representaciones de la ashura.

Conjuntamente a las barreras geográficas aludidas (parterres, nivel alza-do, calzadas...) el Ayuntamiento impuso otro límite a los participantes:debían estar en el área comprendida entre un conjunto de vallas dis-puestas en forma rectangular. Lo que había sido un recorrido sinuosocon un principio y un final claros (a saber, el oratorio Al Qaim y la plazade Sant Pere), en el que el contacto con el resto del vecindario, aunquepor momentos problemático, era una realidad innegable, se ha pasadoal diseño premeditado por parte del poder de un recorrido rectilíneo,delimitado y alejado del acercamiento por proximidad con aquellos quecomparten el día a día con los vecinos chiítas del barrio. Para evitar polé-micas con la mayoría, se ha escondido el salvajizado ritual de la miradade los caminantes y de los conurbanos. En el caso que alguien tope

con esta práctica en la avenida, será consciente que es algo minoritariototalmente bajo control, algo que, como los cantos y gestos al unísonode los actores de la ashura, queda difuminado en el gran espacio que loampara.

Pero al passeig Lluís Companys no sólo se pretende mandar a los inmi-grantes; el consistorio trata de localizar ahí otros actos consideradoscomo potencialmente molestos, como ocurrió en la manifestación enrechazo a las políticas del Banco Mundial el 24 de junio del año 2001,cuando con el propósito de alejar este acto del centro de la ciudad yde las sedes de entidades bancarias, la Delegación del Gobierno enCatalunya y el Ayuntamiento de Barcelona propusieron que el recorridode los manifestantes discurriera entre la Plaza Tetuán y el Arc de Triomf,

pasando por el passeig de Sant Joan. Asímismo, la prensa ha recogidoen varias ocasiones la tentativa de la administración de desplazar lascelebraciones de la afición del Fútbol Club Barcelona al amplio y con-trolable espacio de Lluís Companys. Así, la problemática que en esteartículo se recoge no implica exclusivamente a los inmigrantes o a losmusulmanes, sino que es afín a cualquier tipo de grupo que contengacierta rareza.

El emplazamiento actual de la ashura es en un lugar urbanizado.Anteriormente, en cambio, se desarrollaba en un contexto de creci-miento urbano sin proyección. Ciertamente, el paseo de Lluís Companys




La fiesta, o en sucaso el ritual, puedeunir a los diferentesactores del espaciopúblico, creando unaespecie de comunidad.Pero también puededestacar las diferenciasentre miembros

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es resultado del proyecto de Ildefons Cerdà, aprobado en 1859 y quepretendía regular la ciudad. Y es que fue Cerdà quién acuñó el neolo-gismo "urbanización" en 1867, un concepto que conlleva la idea decierto cientificismo "de la organización de los espacios en las ciudades"(Mongin, 2006: 130). Este hecho no niega que ninguna actuación anivel urbano anterior a 1867 tuviera latente la voluntad de ordenarconscientemente un espacio, pero estimo significativo el dato históricoaportado para relacionarlo con el espacio concerniente a la ashura, unlugar pensado y repensado a nivel urbanístico, un lugar que no da pie alas sorpresas inherentes al caminar del viandante por los callejones. Unadicotomía que tiene cierto parecido a la presentada es la que apuntaNadja Monnet entre dos calles tan próximas geográficamente pero almismo tiempo alejadas simbólica y socialmente como Carders y Princesa(Monnet, 2002: 104). Ésta formaba parte de la propuesta de Cerdà, quela pensó con el fin de posibilitar la entrada de aire y luz en el barrio de laRibera. Ahora bien, no fue hasta mediados del siglo XIX que se abrió lacalle como respuesta a las demandas de calles más anchas y modernaspor parte de la burguesía pero también debido a razones funcionales:

se planeó recta y lo suficientemente ancha como para permitir el rápi-do acceso de los militares instalados en la Ciutadella a la plaza de SantJaume ante una eventual revuelta. Contrariamente, la calle Carders esmás estrecha, sinuosa y no cuenta con la distinción de nivel entre la cal-zada y la acera.

LOS SUJETOS BAJO CONTROL

La fiesta, o en su caso el ritual, puede unir a los diferentes actores delespacio público, creando una especie de comunidad. Pero tambiénpuede destacar las diferencias entre miembros. Se ha denominado el pri-

mer caso "fiesta centrípeta", y el segundo "fiesta centrífuga" (Delgado,2003: 42-43). En la ashura descubrimos centripetismo entre los actoresactivos en el ritual, es decir, entre los creyentes practicantes. Ahorabien, entre éstos y determinados vecinos o espectadores se da un pro-ceso de centrifugación que resalta las diferencias propias de las visionesislamófoba e islamofílica del panorama mundial, es decir, despunta lasincompatibilidades entre el islam y Occidente, en el primer caso toman-do como elemento a combatir el islam y en el segundo Occidente (López& Bravo 2008: 815). Tanto a nivel teórico como en prácticas como laque se viene comentando, lo que para unos representa lo sagrado, paraotros es simplemente inaceptable (Delgado, 2003: 38).

Con acciones del tipo de la que he descrito queda claro que el sujeto es

el lugar ideal para el ejercicio de la autoridad del Estado, para evidenciaraquello sancionado positivamente en el camino de la construcción iden-titaria de la nación y para castigar los actos discordantes a tal proyectode pertinencia nacional. Las restricciones referentes a la apropiación delespacio son una de las formas de que dispone el poder para ejercer sumando. Bajo este paraguas autoritario hay lugar para leyes de civismorelativas a la presencia de sujetos u objetos concebidos como imper-fectos: mendigos, prostitutas, comerciantes ambulantes, expresionesartísticas no institucionalizadas entre las paredes de algún museo... Unode los casos paradigmáticamente más polémico al respecto fue el de laaplicación de la Llei del civisme definida por el Ajuntament de Barcelona.




Una de las accionesllevadas a cabo por laautoridad es el controlde los flujos. Cerdà,como los posterioresarquitectos ingenieros,tenía ya presenteesta importancia deintervención estatal

Otra de las rarezas que la ciudad pocas veces absorbe es la de las expre-siones religiosas diferentes a la observancia dominante. Cada vez que,volviendo al caso musulmán, se intenta abrir algún oratorio nuevo,o que se solicita un espacio amplio para llevar a cabo oraciones pun-tuales de especial significado comunitario, o se requiere la oportunanotificación para ocupar la calle en ocasión de alguna manifestación, elconsorcio barcelonés cavila, entra en negociaciones con los solicitantes ylos vecinos "afectados". Con este gesto, decide de quién es el espacio yquién tiene que llevar a cabo una comunicación previa a la administra-ción para disfrutar de él, quién representa a la nación y quién tiene queesforzarse para adaptarse a ella, porque el inmigrante es percibido en elespacio público como un agente transformativo de la normalidad, de lacostumbre (Delgado, 2008: 360). El telón de fondo del espacio públicoes el mismo para todos, pero en función del perfil del actor o actoresprotagonistas la significación del mismo toma un cariz u otro (Delgado,2003: 40).

Una de las acciones llevadas a cabo por la autoridad es el control de los

flujos. Cerdà, como los posteriores arquitectos ingenieros, tenía ya pre-sente esta importancia de intervención estatal. Para ello, más que pensaren lugares emblemáticos, planificó una ciudad donde fuera posiblecaptar los flujos en un solo lugar, en un sitio contraído y confinado en símismo (Mongin, 2006: 141). Si se apela a la recurrente metáfora mag-mática, el tránsito por los callejones se asemeja al líquido que irrumpe entodo el espacio ocupable extensamente, llegando hasta el último recove-co. Antitéticamente, en lugares como los concebidos por Ildefons Cerdàpara la concentración de flujos, el líquido no se expande porque estácuidadosamente contenido en un recipiente de menor superficie quealtura. En el primer caso, el líquido contamina todo aquello que toca asu paso, mientras que en el segundo se evita dicho contagio. El cambio

de la sangre emanada por los participantes de la ashura en determi-nados lugares del mundo (en Barcelona, como ya he dicho, quedaprohibida la presencia de sangre en este ritual) por el genérico líquido esfácil; en el primer modelo la sangre infecta los lugares por los que pasa yen el segundo no. En definitiva, en el primero de los modelos los espec-tadores pueden asociar más simplemente la presencia de musulmanesen la ciudad con la idea de invasión, y en el segundo pueden tener máscómodamente la sensación de estar seguros en su entorno.

CONCLUSIONES

Entiendo que es pertinente captar este cambio de emplazamiento de

acuerdo con la convicción que la reproducción y ejecución de las acti-vidades colectivas son primordiales en el proceso de reconocimiento entanto que ciudadanos de primer grado de los inmigrantes de religiónmusulmana, en la medida en que constituyen las vías de configuracióncomunitaria por antonomasia que éstos utilizan como plataforma parasu relación con las instituciones municipales, autonómicas y del Estado.Considero que la proximidad física en el espacio público con personasde origen inmigrado o de religión musulmana no siempre se traduce enuna auténtica proximidad social. Compartir espacios, pues, no impideque se generen dinámicas segregadoras. A menudo, la visibilidad en elespacio público genera discursos de rechazo, como ocurrió en el caso




La Escuela de Chicagocalificó la ciudad deheterogenética: unametrópoli no puedeestar hecha sino degente de todo tipo,de toda procedencia.Por definición, en laciudad todo el mundoes inmigrante, o lo ha

sido, o es de segunda otercera generación

El espacio públicoes el amalgama dediferentes formas devida, por lo cual sederriba toda barrera deprecepto y es entonces

cuando surgen losconflictos

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de la celebración de la ashura en las estrechas calles próximas al Palaude la Música, donde fácilmente los vecinos y comerciantes no musulma-nes podían asociar la ocupación de la calle con la mediática idea de la"conquista musulmana" de Catalunya. Es en estos conflictos derivadosdel miedo en donde se evidencia que el espacio no es un producto sinouna producción, ya que es entonces cuando se generan las preguntas,dudas y pactos que definen efímeramente hasta nuevo aviso los usosdel espacio en cuestión. De manera general, y especialmente en los tanimportantes símbolos que representan los centros históricos de las ciuda-des, quien tiene más fuerza ocupa más espacio.

La Escuela de Chicago calificó la ciudad de heterogenética: unametrópoli no puede estar hecha sino de gente de todo tipo, de todaprocedencia. Por definición, en la ciudad todo el mundo es inmigrante,o lo ha sido, o es de segunda o tercera generación... todo el mundo hahecho el viaje iniciático o alguien de su ascendencia lo ha protagonizadoy, por eso, nadie se tendría que sentir extraño, intruso, porque todo elmundo es ciudadano en el mismo nivel. Pero la práctica difiere de este

idealismo, como he intentado demostrar en este escrito: hay residentes,como por ejemplo actualmente los musulmanes, que tienen menosderecho de elección en cuanto a la ocupación del espacio se refiere.Como defiende Oskar Oszlak, el derecho al espacio es, al fin y al cabo,equivalente al hecho de disfrutar de las oportunidades sociales y eco-nómicas asociadas al barrio donde uno vive. Si, todavía de acuerdo coneste autor, se pierden tales derechos, es probable que consecuentemen-te tenga lugar un desarraigo físico (Oszlak, 1991: 24).

Pero, aun así, actualmente en la práctica en la mayoría de ciudadesdel mundo se da esta diferenciación entre residentes. Como recuerdaFrancisco Javier de Lucas (1997), el Estado moderno se basa en la con-

traposición nacional/extranjero y la exclusión (hecho inherente en todacomunidad) de este último. Aquél que cree ser el ciudadano auténticoy legítimo imagina constantemente lo que en el pasado, antes de lallegada de los forasteros, fue la ciudad ideal, un enclave sin proble-mas del cual él podía disfrutar plenamente. La ciudad piensa todossus desórdenes, los desbaratamientos, como el resultado azaroso deuna presencia que hay que suprimir radicalmente: la del inmigrante, yespecialmente en nuestros días la del musulmán. Se puede decir que loque el racismo nombraba pureza de la raza ha dejado paso a la identi-dad cultural.

El espacio público es el amalgama de diferentes formas de vida, por locual se derriba toda barrera de precepto y es entonces cuando surgen

los conflictos. Una manera de combatir estas dificultades es la cons-trucción de pequeños territorios donde aquellas barreras de preceptosserán posibles, el hecho de agruparse el sujeto con seres en algúnaspecto afines a él; estas características comunes en este grupo son lasque permiten construir el Yo a partir de la diferenciación respecto delotro, reduciéndose éste a todo aquél desigual del Yo; por extensión, anivel de sociedad, el otro es el alcohólico, el indigente, el drogadicto,el inmigrante, el homosexual, etc. En palabras de Manuel Delgado, elmatiz en el caso del inmigrante es que él es el único visto como híbrido,es decir, existente fruto de un error, de un accidente y, como tal, hayque desterrarlo. El otro es un desconocido, un extraño, pero convive con




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MONNET, Nadja. La formación del espacio público. Una mirada etnoló- gica sobre el Casc Antic de Barcelona. Barcelona: Ica; Madrid: Catarata,2002.

MONGIN, Olivier. La condición urbana. La ciudad a la hora de la mundia-lización. Buenos Aires: Paidós, 2006.

OSZLAK, Oscar. Merecer la ciudad. Los pobres y el Derecho al EspacioUrbano. Buenos Aires: Humanitas, 1991.

SASSEN, Saskia. Los espectros de la globalización. Buenos Aires: FCE,1998.



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En el llamado “fútbollatino” se han idogestionando nuevasformas futbolísticasde participación, yse han olvidado quepertenecen a undeporte cuyas reglasprimigenias poco han

variado

Omar Borrás Tissoni

Doctorando en Antropología Social. Universitat de Barcelona

[email protected]

“LATINAS Y FUTBOLERAS”: ITINERANCIAS ENTRE ESPACIOS

DEPORTIVOS DE LA CIUDAD

Si bien la prctica del fútbol femenino “latino” en Barcelona estbastante generalizada por mujeres cuyo nivel futbolístico varía conla experiencia deportiva que han tenido en sus países de origen,

se ha escogido para el estudio a grupos de mujeres cuya competenciaen las habilidades futbolísticas les permiten un nivel de rendimientocomparativamente elevado, sin dejar de considerarse “amateurs”, comosostiene Chantelat (1996), cuando describe a los jóvenes deportistas que“surfean” la ciudad, yendo de un punto a otro para practicar deportesen exteriores urbanos. Esta característica particular de movilidad per-meabiliza la ciudad para ellas de una manera distinta respecto al resto delos deportistas, mujeres y hombres, cuya movilidad del fin de semana les

conduce a un solo espacio deportivo. La dinmica a la que estn sujetas,parecería acelerar el proceso de sus momentos vitales y también de suslogros personales en distintos mbitos, reconstruyendo sus vidas y alen-tando nuevas vertientes explicativas de éstas.

Los llamados “deportes postmodernos” de la ciudad, como el “ska-teboard”, el patinaje o las diferentes modalidades de ciclismo, entreotros, han encontrado en las nuevas modalidades futbolísticas un nuevocompetidor, por sus características poco asociadas a normativas esta-bles y oficializadas. Si bien el fútbol ha sido y sigue siendo el deporte“moderno” por antonomasia en el que las reglas antes de cambiarse sonmiradas con extrema rigurosidad por los gestores de la FIFA, poco cerca-nos a los cambios, en el llamado “fútbol latino” se han ido gestionando

nuevas formas futbolísticas de participación, y se han olvidado que per-tenecen a un deporte cuyas reglas primigenias poco han variado. Formasque se han ido generando en tanto que se tuvieron que adaptar a nue-vas necesidades en términos de espacios, de personas, de sociabilidades.

El deporte como “ocio” y el deporte como “trabajo” (Elías-Dunning,1992) en un todo que llega a “con-fundirse”, les permite disimular esadualidad, que van gestionando en virtud de las nuevas posibilidades quese les presentan. Las de generar recursos se solapan con las de recrea-ción y se mueven entre unas y otras en base a la reserva, el disimulo o elsecreto, todas estrategias que pueden facilitarles la consecución de susobjetivos, cualesquiera que estos sean.



“LATINAS Y FUTBOLERAS”: ITINERANCIAS ENTRE ESPACIOS DEPORTIVOS DE LA CIUDAD

La mujerlatinoamericana, porlos roles sociales quele toca vivir, ha sidoeminentemente viajeray según los destinosde donde procedan,migran ms que loshombres. La mayoríason mujeres de origen

humilde, muchas delas cuales ni siquierahicieron el proceso “delcampo a la ciudad”, yhan llegado desde laszonas rurales de suspaíses directamentea Barcelona.De laopacidad de susvisibilidades durante

la semana, son losdomingos cuandosalen de esa vidacondicionada por otraspersonas

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Siguiendo el hilo conductor de las relaciones entre protagonistas y suevolución desde febrero de 2007 en espacios y entidades, se pretendeconocer cómo se organizan estas mujeres deportistas y si la prcticadeportiva, los lugares y sus relaciones, son un medio para compensarsus momentos de invisibilidad, generando nuevas formas de sociabilidadque, adems, favorezcan una mejor participación social.

CONSIDERACIONES PREVIAS

A Barcelona le sucede algo parecido a aquello que los creadores de la“Escuela de Chicago” tuvieron el privilegio de ser los primeros en hacér-noslo notar. “Dado que la población de la ciudad no se reproduce a símisma, ha de reclutar sus inmigrantes en otras ciudades, en el campoy en otros países. La ciudad ha sido así una mezcla de razas, pueblos yculturas y un vivero propicio de híbridos culturales y biológicos nuevos.No solamente ha tolerado las diferencias individuales, sino que las hafomentado. Ha unido a individuos procedentes de puntos extremos del

planeta porque eran diferentes y, por ello, útiles mutuamente, ms queporque fueran homogéneos y similares en su mentalidad.” (Wirth, 1988;cifr. Delgado, 2003: 45). En el concepto hegemónico de “inmigrante”subyace la catalogación de la persona que ha venido a trabajar, por logeneral, de países cuyo desarrollo económico es inferior al que tiene elpaís receptor. No son “inmigrantes” las personas que vienen con unaposición económica desahogada, para ellas se utilizan otros adjetivosque, si bien pueden ser estigmatizantes, no enfatizan esa situación de“pobres” que a los “inmigrantes” se les asigna.

La mujer latinoamericana, por los roles sociales que le toca vivir, ha sidoeminentemente viajera y según los destinos de donde procedan, migran

ms que los hombres (Pedone, 2006: 175). Ellas, que conservan los roles“modernos” sobre el papel de la mujer en la sociedad, adems de lascaracterísticas propias de los espacios sociales en que les ha tocado viviren sus países, han empezado a aportar en su destino esa mezcla de rea-lidades que necesita la ciudad para funcionar. La mayoría son mujeresde origen humilde, muchas de las cuales ni siquiera hicieron el proceso“del campo a la ciudad”, llegando desde las zonas rurales de sus paísesdirectamente a Barcelona. La vida de estas mujeres se gesta en la opa-cidad de sus visibilidades durante la semana y son los días domingoscuando salen de esa vida condicionada por otras personas que les mar-can el ritmo y lugar donde se deben cristalizar sus encuentros. Personasa quienes tienen que servir para tener como contraprestación el ingresoeconómico que, en la mayoría de los casos, se traducir en remesas que

mandarn a sus países de origen. Sin embargo, en los lugares donde sedesarrolla la prctica deportiva, parecería que pueden mostrarse de unamanera distinta, en tanto que su competencia deportiva las avala.

Mujer, pobre y fenotípicamente distinta, son un conjunto de variablesque no les favorecen en la “sociedad de acogida”, por ello hay que des-cartar que los problemas propios de la mujer catalana sean también losde las mujeres que se trasladan a trabajar a Barcelona provenientes depaíses con un desarrollo socioeconómico distinto. La mujer inmigradatiene problemas que van ms all, porque “…su trabajo [est] condicio-nado por su subordinación en un mercado de trabajo segmentado por el



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OMAR BORRáS TISSONI

Las normativasreguladoras de laocupación de losespacios públicos hanpropiciado lentamenteel traslado del juegode los parques a losespacios deportivosconvencionales, yaantes de que esta

ordenanza fueraaprobada

género y la etnicidad, es la marginación y la invisibilidad en la jerarquíadel trabajo lo que constituye el marco de referencia de los problemas dela mujer inmigrante. Son, las condiciones estructurales las que originanlos problemas de estas mujeres” (Solé, 2001:208)

Muchas que no han regularizado su situación legal, ven incrementadassus dificultades; su condición de “ilegales” les inhibe para conseguir untrabajo con los beneficios de cualquier persona trabajadora. Sus “cre-denciales” son inexistentes, hecho que les impide algunas gestiones,como el alquiler de un piso o conseguir un préstamo. Los trmites “ofi-ciales” deben concretarse bajo la tutela de otra persona de confianza y,la baja formación, es un problema añadido para facilitar esas relacionescon las instituciones. Sirven al sistema pero, para darles el estatus de“ciudadanas” deberían tener el “reconocimiento social y jurídico porel cual una persona tiene derechos y deberes por su pertenencia a unacomunidad, en general, de base territorial y cultural… La ciudadaníaacepta la diferencia, no la desigualdad” (Borja, 2002). Esa desigualdadque podría ir alivindose en la medida que la convivencia con “dife-

rentes” vaya haciéndose presente en la comunidad y, quiz, el deportepodría ser una manera de favorecer esa convivencia.

Como sostiene Solé, al problema de la vida cotidiana se le ha de sumarlas relaciones de la mujer inmigrante con las instituciones, agravada enel caso de las que no han tenido la posibilidad de regularizar su estada.Estas mujeres tienen que cumplir con los requisitos de la “integración”lo antes posible para favorecer su participación social y económica,aún siendo enmarcados, muchos de estos requisitos, en una dimensión“cultural”. Pero si “una ciudad sólo puede reconocerse culturalmen-te como el fruto de herencias, trnsitos y presencias sucesivas, que lahan ido configurando a lo largo de lustros” (Delgado, 1988), la mujer

inmigrada debería tener esa posibilidad temporal de “adoptar” y a lavez “generar” cultura, y no tener que ajustarse a unas estructuras cul-turales inducidas asumiendo como suyos unos rasgos “característicos”que supuestamente tiene la llamada “sociedad de acogida”. La mujercuando llega no est en trnsito, aporta a la sociedad tanto como puedeaportar otra persona, ellas también son “configuradoras de sociedad”.

Esa tendencia de intentar que las personas recientemente llegadas seajusten a las formas, que se supone son las “correctas” de la sociedaddonde viven, se concreta mediante acciones en la calle y en los espaciosprivados. Las políticas de inmigración han puesto ciertas limitacionesa la participación social, en tanto que las personas inmigradas no ten-gan el perfil que se ajusta a los requerimientos de quienes detentan la

potestad de hacer cumplir las normas. En la “ordenanza de civismo”,aprobada por el Ayuntamiento de Barcelona a finales de 2005, se regu-la, entre otras, determinadas formas de uso de la calle. La organizaciónde actividades festivas o “parafestivas”, como en nuestro caso el fútbol,tampoco se escapa a las limitaciones de la ordenanza, si bien, en losespacios poco visibles, suele haber cierta permisividad en su aplicación.Las normativas reguladoras de la ocupación de los espacios públicos hanpropiciado lentamente el traslado del juego de los parques a los espaciosdeportivos convencionales, ya antes de que esta ordenanza fuera apro-bada. Según parece, se trata de que los espacios deportivos tengan las“garantías” de un espacio acotado que permita detectar quiénes son las




1. El campo de Viloma Montjuïc esutilizado desde hace casi cuatroaños por algunas redes socialesde familia y amistad procedentesdel Valle Bajo cochabambino, enBolivia. El espacio tiene la singula-ridad de que aun siendo un espacioprivado, est bajo las nuevas nor-

mas del Plan Metropolitano, esdecir que se usa como público. Losdomingos la hegemonía del mismola tienen las redes sociales mencio-nadas que gestionan ese lugar consus propios criterios. Su ubicaciónapartada y la prctica invisibilidadde sus ocupantes hace que la orde-nanza del civismo aprobada enenero de 2007 por el Ayuntamientode Barcelona no se cumpla de lamisma manera que se podría haceren otros lugares en que su presen-cia pueda ser motivo de discordia.

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personas que juegan, así como saber quiénes son las personas respon-sables de la organización. El discurso oficial tiende a “evitar conflictos”y promocionar los espacios abiertos o directamente públicos comoespacios “neutrales”, limitando sus usos a algunas personas, con la con-secuente restricción de las interacciones libres.

“LUGARES COMUNES”

Desde hace casi diez años, las redes sociales “latinas” comenzaron a orga-nizar ligas de fútbol que, a medida que iban aumentando en número porla constante llegada de personas, fueron incrementando en participación.También la organización de las mismas, producto de la experiencia, se fueperfeccionando. Las ligas femeninas, ms tardías que las de los hombres,aumentaron su presencia a pesar de que la relación entre la participaciónmasculina y femenina aún mantiene la diferencia de cinco a uno. Los cam-pos de fútbol, diseminados por la ciudad, han vuelto a tener el uso quetuvieron antaño a medida que los nuevos habitantes de Barcelona han ido

tomando el relevo de aquellos que en su momento también fueron “nue-vos”, ocupando algunos espacios de los que les precedieron, como los deinmigración interior española de los años sesenta.

Del total de aproximadamente treinta espacios de la ciudad y sus ciu-dades circundantes donde practican deporte las redes “latinas”, sonmenos de diez los lugares donde se organizan ligas femeninas. Loscampos suelen estar en el extrarradio de la ciudad y en los distritos demenos recursos: Nou Barris, Horta- Guinardó, Sants Montjuïc, Sant Martíy los municipios limítrofes de Barcelona, especialmente Hospitalet deLlobregat. La cercanía a las zonas de residencia es uno de los requisitosque las entidades organizadoras suelen tener en cuenta; los otros dos

requisitos importantes son la cercanía a una parada de metro y que hayalugar suficiente en las gradas para albergar al público. La fiesta necesitade la facilidad de reunión y el acceso suficiente. Cada entidad organizaentre tres y cuatro ligas: campeonatos de Navidad, de invierno, de vera-no siempre que el calendario lo permita.

Algunas entidades latinas reglamentan normativas que limitan la par-ticipación según la procedencia de las jugadoras; en las ligas de “CanBoixeres”, “El Gornal” en Hospitalet de Llobregat, en el campo de SantGenís o la que se organiza en Montjuïc1, se regula la participación de“extranjeras” –así les llaman a las jugadoras no bolivianas– en dos, omximo tres, jugadoras por equipo. De manera que las que juegan y notienen esa condición, la de ser bolivianas, suelen tener la otra condición,

la de ser jugadoras cuyo nivel futbolístico las destaca.

En un mismo día estas deportistas llegan a jugar hasta tres partidos endiferentes campos. Puede darse esa posibilidad porque, de forma ms omenos velada, son capaces de conseguir financiaciones que les facilitan lostraslados. No han cambiado sus hbitos, simplemente los han adaptado,porque en sus países también solían jugar con esta frecuencia. Puede darseel caso de que participen en el mismo equipo en una liga y, ms tarde, seenfrenten en otra con las mismas jugadoras que en el espacio precedente jugaron como compañeras. Esa situación de “interacciones encontradas”crea especiales momentos de relación. En un día son adversarias y com-

Desde hace casi diezaños, las redes sociales“latinas” comenzarona organizar ligas defútbol que, a medidaque iban aumentandoen número por laconstante llegadade personas, fueronincrementando en

participación



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La mayoría de estosdeportistas sontrabajadoras a tiempototal: al cuidado deancianos o con laboresen condición de“internas” de trabajosdomésticos, que lesroban el tiempo libreque otra persona

podría gestionar a sumanera

pañeras, luchan “con” o “en contra” de otras que en otro campo fueroncompañeras o adversarias, característica que favorece la multiplicidad desituaciones. El simbolismo encarna estas acciones al recorrer unos espaciospreviamente pactados que, a veces, coordinan en el momento y a los cua-les no siempre tienen certeza de poder llegar a tiempo.

El compromiso de algunas diverge con la disciplina cuando el fútbol dejade ser recreación para pasar a ser una obligación difícil de llevar. Sus tiem-pos de participación oscilan entre la necesidad recreativa propia por la cualhan optado y el compromiso con otras personas que pretenden contarcon su concurso. El gusto por la prctica futbolística est condicionadopor las necesidades personales de pasarlo bien, pero no siempre se esten la disposición de ir a jugar después de una dura semana laboral cuandose transforma en una obligación. La mayoría son trabajadoras a tiempototal: al cuidado de ancianos o con labores en condición de “internas” detrabajos domésticos, que les roban el tiempo libre que otra persona podríagestionar a su manera. Este aspecto cobra mayor dimensión cuando lamujer trabaja sin contrato, porque no pueden asistir a los entrenamientos si

es un día festivo o, si de improviso, tienen que cambiar su agenda porquesus jefes las reclaman para ir a trabajar. Esta condición inestabiliza su parti-cipación deportiva y limita las posibilidades que el fútbol les puede brindar.

Poco a poco estas jugadoras se han ido incorporando a las ligas oficiales.Actualmente hay tres equipos donde juegan “latinas” que participan enlas ligas organizadas por la Federación Catalana de Fútbol y los tres tienencaracterísticas particulares. El “Bolivia CD” conforma su plantilla solamentecon chicas bolivianas. Sus resultados hasta el momento no han sido hala-güeños, pero siguen en su convencimiento que deben participar solo chicasde esa nacionalidad. Las dificultades económicas les obliga a realizar losentrenamientos solamente una vez a la semana en un parque de Hospitalet

de Llobregat. Esta característica, cada vez menos habitual del uso del espa-cio público para la prctica deportiva, les favorece la libertad de horarios yevitar el problema que el “espacio deportivo convencional” les aporta, eco-nomizando tiempo y dinero. Si tienen que ajustarse a unos horarios parano coincidir con otros equipos, ven mermadas sus posibilidades de arreglarlos entrenamientos a sus tiempos. Los espacios convencionales en horariosde tiempo libre tienen poca disponibilidad.

Los otros dos equipos son “La Florida FC”, una entidad de Hospitaletde Llobregat donde alternan jugadoras latinas y españolas y la “UnióEsportiva Sants” una de las entidades “históricas” del fútbol cataln quecuenta en sus filas con jugadoras latinoamericanas en su casi totalidad.

DESDE LOS ESPACIOS FAVORECEDORES DE“MICROCLIMAS CULTURALES” A LAS INTERACCIONESEN LA “DIVERSIDAD”

“… En el plano sociológico, el mantenimiento –e incluso el endureci-miento– de una cierta fidelidad a formas determinadas de sociabilidady a unas pautas culturales que los inmigrantes llevan consigo allí dondevan, y que pueden formular de muchas maneras, les permite con-trolar mejor las nuevas situaciones sociales a las que tienen queadaptarse.” (Delgado, 1998). Los “microclimas culturales”, que habla




El espacio deportivoparece tener sumxima expresióncuando la gente quelo ocupa le da sentido,comprometiendosus expectativas,esperando cumplirlasy a veces olvidndoseque nunca estar

exento de tensionespropias de los ajustesnecesarios para laconvivencia. Sonlugares cargados desimbolismo cuyosobjetivos van msall de para lo que,presumiblemente,fueron creados

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Manuel Delgado, también se crean en los espacios que utilizan para eldeporte; son eventos simbólicos que suelen cristalizar a través de lasfiestas y los encuentros futbolísticos condicionados por las entidadesque los gestionan, con distintas “puestas en escena”, pero con los mis-mos objetivos de hacer que quienes asisten se lo pasen bien recreandodistintas formas de los lugares de donde vienen.

Las fiestas se organizan con pretextos variados; durante la temporada sepuede organizar la inauguración de una competición deportiva, o “el díade la madre”, creando esos “microclimas” que, contrariamente a lo quepiensan algunos portavoces de la posición oficial, no son un impedimen-to para la “integración”. El espacio deportivo parece tener su mximaexpresión cuando la gente que lo ocupa le da sentido, comprometiendosus expectativas, esperando cumplirlas y a veces olvidndose que nuncaestar exento de tensiones propias de los ajustes necesarios para la con-vivencia. Son lugares cargados de simbolismo cuyos objetivos van msall de para lo que, presumiblemente, fueron creados. Un ambiente quepuede ser la manera de poner en prctica ilimitadas relaciones mediante

microsociedades generadoras de nuevas estructuras.

Irónicamente, estas fiestas de “cultura popular” manifiestan una culturaque no es propia del lugar que les ha tocado vivir, pero tampoco perte-nece a los lugares de donde proceden las personas actuantes, porquelos orígenes de éstas son diversos. Las mujeres latinas proceden de uncontinente común y de países cuyas culturas pueden ser tan disímilescomo la geografía que las ha ayudado a crear. Sus socializaciones sontan diferentes que la generalización de “inmigrantes latinas” segura-mente pudiera llevar a simplificaciones que no se ajustan a la realidad.Adems, a partir de infinitas relaciones entre personas llegadas hacealgún tiempo y otras acabadas de llegar, se genera en las fiestas un con-

tinuus que nunca se detiene, porque van “mutando constantemente, lafiesta continúa siendo lo que permite afirmar lo mismo que, a la míni-ma oportunidad, se encargan de negar: el vínculo social, el orden decopresencias, la inalterabilidad de una cierta estructura convivencial…,intensifica límites, pero también los disuelve… promueve experiencias dehermandad, pero insinúa constantemente su fondo cruel…” (Delgado,2003:38).

Estos encuentros les sirve para que se sientan mejor en un lugar de“no distintos” y que conozcan por boca de otras personas, también ensituación de dispora, la sociedad a la que actualmente pertenecen. Sinembargo, en el caso que nos compete, estos lugares no son favorecedo-res de interacciones directas con otras mujeres no inmigradas. Cuando

salen de estos microclimas, las interacciones con otras mujeres “autócto-nas” o “inmigradas”, les dan “otras” experiencias que les permiten ser“reconocidas”, en primera instancia, como buenas futbolistas.

En la trascripción de algunos pasajes de la fiesta inaugural de la liga“ADLC” en el campo de “La Guineueta” donde se gestó el primer con-tacto de la mayoría de las protagonistas de este trabajo, en febrero de2007, se puede apreciar la importancia en el recreo de sociabilidades ypor tanto lo estructural que tiene la participación en estas celebraciones.Muchas de las personas que allí se presentaron, fueron haciendo susprimeros pasos en su nuevo destino, manteniendo las formas de sociabi-lidad y los rasgos culturales que ya traían con ellas.



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2. En las fiestas deportivas, se hacenecesaria la demostración de unaimagen de disponibilidad económi-ca, cambiando en pocos meses deindumentaria deportiva. Por estemotivo los directivos de los equiposse esfuerzan para generar formas definanciación que contribuyan a corrercon los gastos de “representación”para las ayudas económicas a futbo-listas o las fiestas organizadas por lasdirectivas para “hacer piña”.

La “Asociación Deportiva Latinoamérica Catalunya” (ADLC) estaba a puntode comenzar el acto de inauguración de su liga de fútbol en el campo de“La Guineueta” del distrito de Nou Barris con bailes típicos del Ecuador, un partido inaugural y un desfile de los equipos participantes. Unos momen-tos antes del comienzo, los jugadores y jugadoras se fueron acercando alos vestuarios, mientras esperaban su turno para entrar y probarse la indu-mentaria deportiva que la mayoría estrenaba para esa ocasión. 2

En la grada, la gente charlaba en pequeños grupos, mientras por losaltavoces sonaba el reguetón y la bachata, un marco musical casi imprescindible que en estas fiestas nunca falta para mediatizar losencuentros. Una vez que comenzaron a desfilar, el público en la tribu-na hacía comentarios sobre los que pasaban unos metros más abajo,en el campo de juego, con quienes les unía una relación de amistad, parentesco o de haberse visto en alguna oportunidad. De vez en cuan-do alzaban la voz para que la gente que desfilaba se percatara quehablaban de ellos y, otras veces, se dirigían a estas personas directa-mente, con comentarios que iban desde admiración a la broma, como

si quisieran dejarles en evidencia. Desde el campo, los protagonistasmás osados, se atrevían a contestar. Otros, los más, hacían caso omisoa dichas provocaciones y seguían su marcha como si no se percatarande los comentarios que estaba siendo objeto.

La grada, lugar indispensable para los organizadores de estos eventosdeportivos, se llena de gente: grupos de personas conocidas, de familias ytambién de niños que vienen y van, a veces atentos a lo que sucede en elpartido, otras veces dndole la espalda al espectculo. Allí se generan, comose producen en otros lugares de la ciudad, actividades societarias, porque“la sociedad no tiene una existencia previa, ni de exterioridad absoluta sobrela interacción de los individuos. La sociedad existe allí donde los individuos

entran en acción recíproca” (Simmel, 1939:13 ob. cit. Wilkis-Berger). Lasexperiencias que se gestan en los espacios deportivos son un aporte ms aesa variable, fluída y continuamente nueva, vida social. Las relaciones de lasmujeres protagonistas con otros, se ven incrementadas cuando la recreaciónde socializaciones pasadas no tiene otro lugar para ponerse en prctica:

En el palco, engalanado para los parlamentos con la senyera catalana,flanqueada a izquierda por la bandera ecuatoriana y a la derecha por una foto del Ché, se ubicaban las personas de reconocido prestigio,entre las que se encontraba el presidente de la liga, Marcos Correa, y un ex jugador de la primera división ecuatoriana de fútbol radicadoactualmente en Barcelona, José Moreno. Correa, en su discurso, des-tacó la importancia de ese tercer año de vida de la ADLC, así como los

objetivos logrados en los tres años precedentes, prometiendo algunos proyectos de futuro, entre los que destacaba la constitución de unaescuela de fútbol para niños que finalmente no llegó a cristalizar. Aúnno habían pasado dos meses del atentado de ETA en Barajas, el 30 dediciembre de 2006, donde dos ecuatorianos perdieron la vida mientrasdormían en su coche en el parking de la “T4”. El presidente de la ADLC les dedicó unas palabras y se hizo un minuto de silencio. Posteriormenteal juramento leído por José Moreno, jugadores y jugadoras, con solem-nidad casi militar, se comprometieron a participar con espíritu deportivo. Acto seguido dio lugar la festiva elección de la “señorita ADLC” y “seño-rita del deporte”, concurso en el cual participaban las madrinas de losequipos…

La grada, lugarindispensable para losorganizadores de estoseventos deportivos,se llena de gente:grupos de personasconocidas, de familiasy también de niñosque vienen y van. Allíse generan actividades

societarias, porque “lasociedad no tiene unaexistencia previa, ni deexterioridad absolutasobre la interacción delos individuos (…)"




3. En el mes de enero de 2007, el direc-

tor de “Servicios de prevención delAyuntamiento de Barcelona”, JosepMaría Lahosa, declaraba a la revistaCatalina: “Nuestro objetivo es queestos torneos se integren dentro delos torneos de fútbol que hay enBarcelona. No nos gustaría estar enuna ciudad donde exista el torneo defútbol latinoamericano o el torneo delos países del Este, sino que exista eltorneo de fútbol, y que los equiposse integren, al margen de que puedahaber algún equipo nacional…”(Andreo, 2007).

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El detalle de estos encuentros masivos nos permite entender la impor-tancia que tienen los espacios deportivos, espacios que se usan comocontinente de sociabilidades y de “presentaciones en sociedad”, dondelas mujeres tienen actuaciones que pueden recrear roles de géneroadquiridos en sociedades que, en la mayoría de los casos, son marcada-mente patriarcales. El secreto que encierra lo aparente, la complicidadpor la que pasan muchas relaciones, tienden a contradecir algunasformas estructuradas en origen sobre el papel de la mujer. Sus rolesde género a veces no coinciden con las endoculturaciones que estasmujeres tuvieron: el fútbol les favorece para “mostrarse en sociedad”tal como son y les permite ese doble beneficio, que se les conozca entanto buenas jugadoras y que se les “construya” como ellas quieren.Porque si bien al principio de esas presentaciones en público intentabandisimular algunas de sus preferencias fueron, poco a poco y en tantoeran muchas, tomando el valor de presentarse tal como son. Los lugaresde encuentro también permiten reivindicar sus opciones de vida entre sugente, –desde la forma de vestir hasta sus opciones sexuales–, en tantoque son “actuaciones” de corta duración, algo que en origen no sería

tan fcil. Da la impresión que van ganando espacios en tanto van pre-sentndose como son. Las resistencias a sus presencias no parece quefueran tan marcadas como en otros momentos, al contrario, pareceríaque muchas han ganado un “re-conocimiento” que antes no tenían.

Estas fiestas son patrocinadas con las aportaciones económicas de laspersonas participantes. Si bien es cierto que hay algunas entidades quetienen ayudas oficiales, por lo general la política de las administracionespasaría por “integrarlas” a las competiciones que se promueven desdelas instituciones catalanas. Tampoco parece que se hayan concretado,hasta el momento, políticas deportivas que faciliten la participación dela mujer inmigrada partiendo desde sus realidades.3 Específicamente

en el mbito del fútbol femenino, la automtica inclusión a los equiposautóctonos, no sólo impediría la visualización de estas jugadoras en susespacios en los distintos sitios de la ciudad, sino que limitaría su progre-siva inclusión en la llamada “sociedad de acogida”. Parecería que eseespacio intermedio en el proceso de integración a la sociedad catalanacomo son las ligas “latinas”, no tiene en las esferas oficiales, el eco quelas experiencias avalan. La “integración” oficial pasaría por la asimilaciónde las estructuras de la sociedad en que les ha tocado vivir. La automti-ca inclusión a los equipos autóctonos, impediría la visualización de estas jugadoras en sus entornos ms próximos, es decir en las competiciones“latinas” y, como anteriormente se explica, limitaría su progresiva inclu-sión en la llamada “sociedad de acogida”. El proceso, cualquiera sea,tiene unos tiempos naturales. Y, en todo caso, si el mismo no se cum-

pliese, no debería ser un problema que cada persona esté donde y conquien quiera estar.

DOS PROPUESTAS DISTINTAS DE INTERACCIÓN

Unos meses ms tarde, en la nueva temporada de la liga ADLC, no con-formes con la idea de hacer una “integración” en una sola dirección,tuvimos la posibilidad de facilitar el concurso de tres jugadoras catalanasal equipo “Luz de América”, uno de los ms reconocidos en dicha liga.Estas jugadoras ponían su cuota de “diversidad” por su condición de

Estas fiestas sonpatrocinadas conlas aportacioneseconómicas de laspersonas participantes.Si bien es cierto quehay algunas entidadesque tienen ayudasoficiales, por logeneral la política de

las administracionespasaría por“integrarlas” a lascompeticiones que sepromueven desde lasinstituciones catalanas



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Es evidente que lasrelaciones in situ vangestando nuevasformas estructuradasmediante laconvivencia, y estaopción de cambiarla condición de“locatarias” fue unaapuesta interesante

para facilitar estasinteracciones

“autóctonas” pero, adems, se hicieron conocer por algo ms impor-tante: cuando las jugadoras “latinas” ms destacadas del equipo nopodían asistir a los partidos por alternar en otros lugares en su continuaintinerancia por la ciudad, fueron ellas, las tres “españolas” como lesllamaban, quienes tomaron la responsabilidad de hacer que el equipomantuviese su nivel y consiguiera el primer lugar en la liga.

Hasta ese momento, prcticamente no habían participado “autóctonas”en los campeonatos que había organizado durante tres años la ligaADLC y la característica de acceder a jugar en grupo, es decir tres y conbuenos resultados, a pocas personas dejaba indiferente. Inmediatamentese comenzó a constatar el buen juego de las “españolas” fueron dejan-do su anonimato y la consolidación de esas incorporaciones hizo quelas rivalidades entre jugadoras y dirigentes, de unos y otros equipos,se incrementaran; el mejor nivel en la plantilla es un indicador para elprotagonismo que las diferencia y por el cual luchan. Los dirigentessuelen estar atentos a nuevas posibles jugadoras que alcancen a marcaraún ms la distancia con los equipos rivales, pero no siempre se puede

conseguir un buen fichaje. De ahí que las incorporaciones fueran tanimportantes para la parcialidad de este equipo.

El malestar en el equipo rival se concretó en una de las reuniones sema-nales para la gestión de la liga, cuando la representante del mismo, quese jugaba el liderazgo con el “Luz de América”, propuso en su interven-ción reconsiderar la participación de las tres jugadoras por su condiciónde “no latinas”. La propuesta, que fue desestimada por el presidentede la ADLC y la mayoría de las representantes de los equipos, invirtió lasituación, promoviendo una acomodación de los diferentes equipos a lanueva realidad de copresencias. Así fue que las jugadoras latinas fueroninteraccionando con las catalanas, hasta el punto que cuando alguna

de éstas no podía asistir, la mayoría preguntaba por sus ausencias. Esevidente que las relaciones in situ van gestando nuevas formas estruc-turadas mediante la convivencia, y esta opción de cambiar la condiciónde “locatarias” fue una apuesta interesante para facilitar estas interac-ciones.

“Señor, señor, mire cómo la domino, sáqueme una foto”, decíaEvelyn al verme pasar con la máquina fotográfica frente a la tribunaen el campo de La Guineueta. Mientras tanto, sin levantarse y suje-tándose con ambas manos en la grada donde se encontraba senta-da, golpeaba el balón con uno y otro pié sin ponerse de pié. Juntoa ella, unos cuantos hombres también de origen latinoamericano, laacompañaban cerveza en mano, sonriendo, quizás por la desfacha-

tez del reclamo a una persona que ella no conocía, o tal vez, por la proposición del mismo en plena destreza coordinativa.

Evelyn, antigua jugadora de la selección de Perú, era seguramente lams destacada del “Luz de América” que pasó a formar parte de la“Unió Esportiva Sants” en el mes de septiembre de 2008. También alter-na en otros equipos latinos, siempre que los compromisos con el equipoque le da soporte se lo permitan. Así como ella, otras chicas “latinas”que han dado el paso al fútbol cataln, añoran participar en las ligasdonde se hicieron conocer. Parecería que necesitan el soporte del grupode “no distintas”. Hasta ese momento algunas habían participado en




Parecería quela competenciafutbolística con quecuentan les permitevisibilizarse, gestionarinteracciones endiferentes lugares dela ciudad y ampliarsus posibilidadesde participación

y coparticipacióncon otras jugadoraslatinas y catalanas.Esta particularidad lasdiferencia con otrasmujeres inmigradasy deportistas quegestionan susmomentos de ocio enun espacio, limitando

las posibilidades derelaciones múltiples

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grupos reducidos en equipos de la Federación Catalana, pero estasinclusiones no fueron la motivación necesaria para que estas jugadorascontinuaran. Daba la impresión que no se sentían cómodas. Adujeronque estaban poco valoradas como jugadoras, adems de tener algunastensiones propias de grupos diferentes con otras jugadoras que les pre-cedieron.

Esta primera experiencia de participación conjunta de ms de veinte chi-cas latinas en una entidad histórica del fútbol cataln, la “Unió EsportivaSants”, donde solamente coparticipa una jugadora catalana, se gestó enabril de 2008 cuando nos pusimos en contacto para concretar la inclu-sión en sus equipos de chicas que jugaban en ligas latinas. Pensbamosque tener el respaldo de una entidad catalana de reconocido presti-gio les facilitaría a estas jugadoras itinerantes una nueva manera deservirse del deporte, con entornos distintos y mejores posibilidades com-petitivas, adems de las infraestructuras de una entidad ya consolidada.Pensbamos también que la posibilidad de interactuar con otras chicascatalanas podría favorecer la participación conjunta en un proyecto no

excluyente. De manera que nos pusimos manos a la obra y comenzamosa organizar el equipo: se realizó un partido de prctica en el mes de junio de 2008 contra el equipo de La Florida en L’Hospitalet. Alternaronlas chicas latinoamericanas que se iban a incorporar con las jugadorasque ya jugaban en el equipo de la “UES”, todas catalanas. La temporadaya había finalizado y prcticamente fue el único contacto que tuvieronunas y otras, adems de una cena de despedida de la temporada, dondeno asistieron todas.

La sorpresa fue cuando dos meses ms tarde, al comienzo de la tempo-rada 2008-2009, las jugadoras “autóctonas” que habían defendido loscolores de la UES dejaron de presentarse a los entrenamientos. En forma

masiva se vincularon a otra entidad de la misma categoría y, sin causaaparente, abandonaron la Unió Esportiva Sants. Las causas, mantenidascon mucha discreción, no salieron abiertamente a la luz, si bien algunas,de forma velada, objetaron la experiencia conjunta por la condición de“latinas” de las nuevas jugadoras. Es posible que el nivel demostradopor algunas jugadoras latinas hubiese hecho pensar a ms de una quesu puesto en la titularidad no estaba seguro, induciendo a sus compa-ñeras a tomar la misma decisión de marchar. Las interacciones entreunas y otras en otros equipos de la liga catalana, como el anteriormentemencionado de “La Florida”, se dan con naturalidad; sin embargo eneste caso, como compañeras, no se ha podido concretar. Sí como adver-sarias, y a pesar del abultado resultado a favor de la “UES” cuando setuvieron que enfrentar, unas y otras solamente exteriorizaron su rivalidad

en la esfera deportiva.

A MODO DE CONCLUSIÓN

Parecería que la competencia futbolística con que cuentan les permitevisibilizarse, gestionar interacciones en diferentes lugares de la ciudady ampliar sus posibilidades de participación y coparticipación con otras jugadoras latinas y catalanas. Esta particularidad las diferencia con otrasmujeres inmigradas y deportistas que gestionan sus momentos de ocioen un espacio, limitando las posibilidades de relaciones múltiples.



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El deporte de “altorendimiento”les proporcionaargumentos queles hacen sentirseorgullosas de sucondición, un aspectopsicológico importantepara soportar ladispora

Las socializaciones de origen no pesan tanto como la condición sociala la que se han visto relegadas en destino, aspecto mucho ms difícilde sobrellevar cuando no tienen regularizada su situación. Sin embargoel deporte de “alto rendimiento” les proporciona argumentos que leshacen sentirse orgullosas de su condición, un aspecto psicológico impor-tante para soportar la dispora.

La competencia profesional de técnicos y gestores deportivos, muynecesaria con equipos de mujeres no inmigradas, se hace especialmenteimportante cuando la vulnerabilidad social puede estar cercana, comoen estos segmentos de población. La mujer inmigrada tiene algunascaracterísticas semejantes a la autóctona, pero otras específicas de sucondición. Su asistencia pasa por tener profesionales en la gestión degrupos deportivos con un imprescindible respaldo formativo, aspectosque no siempre tienen en cuenta las entidades catalanas, limitadas porfalta de medios económicos.

También es necesaria la colaboración de la administración local y auto-

nómica a las entidades mediatizadoras de inclusión, como son lasentidades latinas. Apoyo que no tiene que pasar necesariamente porla ayuda económica, ni la automtica “inclusión” de éstas, sino por ladisponibilidad de recursos de diferentes tipos en el caso de que se soli-cite su colaboración. Se ha de tener en cuenta que la participación en lasociedad catalana mediante estos lugares de socialización, necesita deuna progresión marcada fundamentalmente por las necesidades de laspersonas involucradas, no por los deseos externos de otros grupos depoder.

Los espacios deportivos se transforman en lugares de sociabilidad, tie-nen un valor simbólico compartido y constituyen lugares de interacción

quasi imprescindibles. Allí se gestionan las nuevas estructuras sociales,favorecedoras de la dispersión en la sociedad de acogida, por lo tantono son lugares de exclusión como a veces se les pretende acreditar. Sonlugares psicológicamente necesarios y estructuralmente generadoresde sociedad donde se juntan con quienes quieren, de la misma maneraque deberían tener la posibilidad universal de, fuera de ellos, no sentirseestigmatizados, para también juntarse con quienes quieran.


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1. La facó paa elaba estetext se ha bted báscaete

a tas de etestas c epe-setates de ls depataets deccacó de estas epesas. Eel cas de Lleda, el úc cee-te cpal está estaddectaete p el Ataet,la Paea, etas qe la epe-sa feaa “La Lledataa” es laúca qe esta el sec deppas fúebes e la cdad. Así,se ha etestad al eete deesta epesa así c a ls es-psables del ceete cpalde Lleda, de la edía de saldpúblca del Ataet de Lleda.

Ariadna Solé Arraràs

Doctoranda en Antropología Social. Universidad de Barcelona

[email protected]

Espacios dE muErtE y divErsidad rEligiosa:

la prEsEncia dEl islam En los cEmEntErios y

tanatorios dE dos ciudadEs catalanas

La csldacó de Catala c dest de aces teaca-les la stalacó de ests ates cpta la ecesdad de plateasela cestó de s ete e est país. La teátca de esta ccacópetede cetase e el sla e las pesas adas de elóslaa. A pesa de qe ls ceetes se sed espacdad p la sblía católca, chs de ells se eceta e elcplej pces de cpa a ss sttces ds ccepts qe, a-qe afes, s ales: la etaldad la plaldad elsa. Tatade ealza a apxacó al la qe cpa la desdad elsa eals ceetes catalaes , especalete, a cal es la peseca delsla e ests espacs.

El pces de clsó del sla e ls espacs elacads c laete tee qe e c ls pdees públcs pe tab c ca-tas p pate de epesas padas adjdcataas de ls secs deppas fúebes. P t lad, pest qe s ls ataets lsespsables de taats ceetes, exste a espesta -taa a esta pbleátca a el catalá s qe la stacó es desae cada lcaldad. E ls cps e ls qe se ha tad cat-as c la esea de áeas e ls ceetes paa ls slaes,stas ha sd ft de ecaces ete ests cps pselss lcales.

Este estd pede ealzase s tee e ceta el plals de lasexpeses del sla e Catala, tat p s desdad tea, c

p la desdad de estateas de scpcó de la fe sláca e estpaís. S eba, peted e esta ccacó adpta el pt desta de las sttces lcales. Dada la desdad de staces e lsdstts cps catalaes se ha ptad p descb la stacó e dslcaldades ccetas: Bacela Lleda. E la captal catalaa, se cpade td l elacad c ls tales feas ds epesas pacal-ete patcpadas p el ataet: Sees Feas de Bacela (eadelate SFB) Ceets de Bacela. E esta cdad, exste espacpaa ls etes slaes eceteete se ha aad cetpaa la pepaacó de ls dfts seú el tal slác. E Lleda, lascatas e este setd s ás tídas exste ú espac ese-ad paa ls slaes e el ceete1.

La csldacóde Catala cdest de acesteacales lastalacó de estsates cptala ecesdad deplatease la cestóde s ete eest país



ESPACioS DE muErTE y DivErSiDAD rELigioSA: LA PrESEnCiA DEL iSLAm En LoS CEmEnTErioS y TAnATorioSDE DoS CiuDADES CATALAnAS

2. E el atícl 90 de la odeazadel Ceete mcpal de Lleda

se dca qe “l’Ajtaet hade peee cap espa de cacteespecal ds dels ceets qep plca ple pste-acó pe aó de eló, pe capalta casa.” (“El Ayuntamiento

no debe prever ningún espacio

de carácter especial dentro de los

cementerios que pueda implicar

privilegio o postergación por razón

de religión, ni por ninguna otra

causa” )3. S eba, el tea de la ete

ada, e patcla e elacóa la páctca de la eló sl-aa, ha eecd ceta atecóe Faca desde fales de ls 80.Pdes señala alas aptac-es ecetes c Attas-Dft Wlff (2005), yasse Chaïb (2000),Aathe Pett (2002) AtaeA (2006). E ts paísestab se ha elabad estdsdestacables c ls atícls deSaah Bkhalte (1998, 2001) eSza Kat gade (2002, 1998)e el re ud. E España,dspes tab de al-s ecetes tabajs qe haceecó a ls tales feasslács. Jd meas (2004), e

tabaj clect sbe la -acó aqí tata el tea dela ete, ls sfcads qe laeele lejs del la de -e la pefeeca p el lade seplta. Adeás, Sl TasCha (2006), e el ac de estd eeal sbe la c-dad aeba eslaade Sella, ha pblcad tab atícl cetad e la e-te; ccetaete, e el s delceete slá de la cdadadalza.

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De la sa fa qe e el cjt del Estad españl exste eCatala als ceetes c áeas sectes paa ls fealesslács. De hech, exste Aced de Cpeacó ete el Estadespañl la Csó isláca de España p el cal ls slaestee deech a dspe de espac esead e ls ceetescpales, e el qe ls dfts peda se eteads seú el t slá-c. E Catala, ectas ests espacs e Bacela, e áeae el ceete de Cllsela, e la lcaldad de maesa. Es dec, ela a pate de las lcaldades catalaas exste esta psbldad. E elcas de Lleda, p ejepl, ls espsables cpales afa habeecbd ebalete p esct, p pate de ú clect sl-á, deadas paa pde ealza ete slác.

Así, s be exste deechs eccds, exste tab dfcltadespaa ealza ete slá. Pqe este deech es sepellead a la páctca, pe tab p la stacó de exclsó qe aed sfe la pblacó qe l deada. Adeás, exste cdc-ates de tp leal qe dfclta qe ls feales peda ealzase e

est país seú las pescpces del isla. Pese al eccetde deechs e atea de desdad elsa, las pcpales bjecesleales a ls ts fúebes slaes s atbdas a cestes desald públca (Seles, 2006). E este setd, paa als epese-tates sttcales, cetas páctcas de ls slaes s a ecespecbdas c scas. P ejepl, el ít ctact c el cadáee el bañ tal se ctape al aspect asptc de las páctcas dela tatpaxa pfesal. L s scede c el ete s fet,phbd p se csdead ctaate paa el sel.

Adeás, la tecaldad de las lees paece ás e el setd deaatza el deech a la lacdad a eta la dscacó p ell,

qe a aatza qe ls dstts clts peda llea a cab sstales. Es dec, ás e el setd de feta la etaldad elsaqe la plaldad. El ceete de Lleda pede se de ejepl eeste setd. Allí, exste depataet llaad “ecc”. Setata de a dsó qe se ceó e teps de la dctada faqstac la deacó de “et” c setd de aacó dels -católcs. E ls añs 90 se le cabó el be pasó a llaa-se “ecc”. Desde etces, se hace dstces ete estedepataet ls deás. Es dec, las acces de la adstacóse ha dd a ela esta aacó p azó de eló pe ha cteplad la exsteca de espacs lbes de la sblíacatólca qe pea td el ceete2. C e la a pate dels ceetes catalaes, e el de Lleda ha a caplla e, cls e

a aplacó ecete, ls es depataets ecbe beselss fe decads c sblía católca.

MUERTE Y RITUAL

Det de la teátca eeal de las páctcas elsas slaas e ladáspa, ls tabajs elacads c la ete ls tales feasslács ha eecd escasa atecó e est país.3 Dsttas azespede explca la paqedad de estds e t a la ete. Bastatese ha hablad del alejaet haca la ete e el d ccdetal




8. El ebalsaaet es blate tds ls cass e qe el cadá-e ha de se etead pasadas 48has , p l tat, es blate cas de epatacó.

9. El Cá habla ch de ls

ts feas aqe sí habla dela blacó de la hacó etea. La ceacó tas f-as de eteaet, así ccalqe “altat” del ceps psctas. La cestó de lstales feas se ecetasbetd e ls hadizes, ddese detalla las páctcas feaas.Paa a explcacó detallada dels ts fúebes se pede csl-ta las bas de F. Haja (2006) m.Df (2003)

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ca del Estad lbeal, las expeses elsas. Esta ccacóse scbe e debate sbe espacs públcs de teaccó pell debes petas hasta q pt la ete es pcespúblc. Así, c se ha señalad, a de las ás acadas tede-cas espect a la ete e el d ccdetal es la patzacó delpces de ete-tal. Ates c L.v. Thas (1991: 79-93) hahablad de a “des-scalzacó” de la ete. ua acttd qe haceefeeca a dstacaet espect a ls bds, ls dfts el del. El tal se ele pad dscet. Al s tep, laete las taeas elacadas c ella s tasladadas fea del d-cl, especalete al ábt hsptala a las epesas feaas,ceddlas a as de pfesales. Es dec, sttcalzadas.

S la ete es pces pad la eló es exclda del espa-c públc, paece qe el cflct qeda eselt. S eba, laspaadjas de la acttd del Estad fete a las expeses elsasafecta la fa qe ta ls tales feas. E pe la,pqe la eló católca está asete e est espac públc,

estas sttces , ch es, de ls espacs de ete cls ceetes e cls ls hsptales. De esta fa, la exclsóde la eló del espac públc sele tee qe e c la exclsó deexpeses elsas -católcas, tdas de la sa fa. Esed la, pqe sea exact dec qe la ete es p-ces pad qe las sttces elacadas c la ete sespacs públcs. Ha qe tee e ceta qe las epesas feaass, a ed, pls lcales, qe la a pate de ceetess cpales qe s ls tabajades de la adstacó qeesdebe efecta sepe la hacó. Adeás, el ceete pede,s dda, se sed calfcad c la públc de epeseta-có de ea (uba, 2005).

EL FUNERAL ISLÁMICO EN CATALUNYA

La celebacó de tales feas slaes e Catala hade etedese c a sple epdccó de ls qe se pdcee ls países de e s c el ft de td tp de adaptaces,ecaces tasfaces paa adaptals al ctext catalá.

Sed la sececa clóca del tal, pestaes atecó, epe la, a la ealzacó del bañ tal de ls dfts. Se tatade t de pfcacó desps del cal el cadáe pede seaplad de e. Es el últ pces ates de eteal de

pel e el fet. Así pes, e cas qe haa qe ealza a atpsa ebalsaa el cadáe debe hacese ates del bañ8. Este pcesse ealza sepe e Catala, tat s el cep ha de se epatadc etead in situ 9.

El bañ sele se ealzad p pesas c facó elsa, aed el imam de la cdad, qe czca la sececa deltal qe tea expeeca e s páctca. Adeás, aqe calas excepces (ñs, ad je ts paetes cecas),debe se pesas del s sex qe el dft qees ealce lalpeza. El cep es laad tes eces sed de ccet

La celebacó detales feasslaes eCatala ha deetedese c asple epdccóde ls qe se pdcee ls países dee, s c elft de td tp

de adaptaces,ecaces tasfaces paaadaptals al ctextcatalá



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AriADnA SoLé ArrAràS

El Centre Islàmic deMontjuïc dspede a sala detaatpaxa pepaadapaa la ealzacó delbañ tal de acáaa efeadapaa la cseacó dels ceps

desps eelt c sda blac qe tab debe tee ascdces específcas. Paa pde ealzal e beas cdces esecesaa a stalacó de la qe dspe als taats catala-es (meas, 2004: 429). Báscaete, es ecesaa a sala c aesa de taatpaxa pe, sbetd, qe sea la dde este p-ces peda ealzase c tdad.

E el cas de Lleda, las stalaces de la epesa de secs fe-as “La Lledataa” dspe de a sala paa la ealzacó dellaad de ls ceps. Ataete exstía la adaptadpaa esta taea el tal se ealzaba e el pak del taat(vvAA, 2003: 31). Dfeetes lídees elss eclaa al ata-et qe se dfcaa esta stacó csdeada espetsa paac ls dfts. receteete, la epesa “La Lledataa” aóas eas stalaces dde se cstó a peqeña sala detaatpaxa aeja a la sala de taatpaxa pcpal a tas de la calse accede a ella. Esta sala dspe de a esa de al ddesta el cep, aa calete la sfcete tdad paa ealza el

pces. Ls especalstas e la ealzacó del tal s asads pel et del dft.

C e tas feaas taats catalaes, se tata de lapúblc sble paa las pesas qe sta el taat, s qe seeceta e a plata sbteáea e áea pada. El cas ba-cels es, e este setd, dfeete. E abl de 2007, SFB aó elCentre Islàmic de Montjuïc , a stalacó habltada paa la ealzacódel bañ tal las aces fúebes. SFB se ps e ctact cel Cete islc de Bacela, a de las ezqtas c ás tadcóe la cdad, paa la cstccó estó de este eqpaet.Tab hace s de la stalacó la azacó elsa pakstaí

mhaj l-Qa. Aqe cad se sa esta stalacó sepe ha eplead de SFB, s estas etdades las qe pee a ls especalstas se ecaa de s lpeza ateet. SFB ppca tabla tela blaca paa ele ls ceps desps del bañ.

Ates de s fdacó, el ceeal paa ls dfts slaes seealzaba e el pcpal taat de Bacela, stad e la calle Sáchde Ala. La stacó, s eba, ea códa, pest qe el bañtal se ealzaba e las sas salas de taatpaxa dde tabajahabtalete ls pfesales de la epesa. A pesa de qe se habltó espac cead c ctas, paece se qe se pdcía alascpatbldades c el ha c el t al de tabaj e lasala. Est cía especalete e el cas de las jees, cad ls ta-

bajades aes debía abada la sala etas daba el tal.

El Centre Islàmic de Montjuïc dspe de a sala de taatpaxa pe-paada paa la ealzacó del bañ tal de a cáaa efeadapaa la cseacó de ls ceps. Ls dfts pasa pe p eltaat de Sach de Ála, dde s ebalsaads cad ha deealzase a epatacó. ua ez ealzad este pces, s tasla-dads al Centre Islámic dde espea e la cáaa fífca hasta laha acdada c la epesa paa la ealzacó del bañ. S el dftha de se epatad, pede peaece allí s hasta pat haca elaepet, bastate ceca.




Seú SFB, el CentreIslàmic de Montjuïc

tee a eda de sde s cc dftsesales, es ccdete ls clectsslaes s spede calfcase deta

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Seú SFB, el Centre Islàmic de Montjuïc tee a eda de s des cc dfts esales, es ccd ete ls clects sl-aes s s pede calfcase de ta. Se tata, adeás, de eqpaet ch ás pblctad qe e el cas de Lleda. Saacó apaecó e la pesa tat lcal c estatal fetadas dsttas etdades slaas. Se accede desde lapúblc , aqe se tata de a stalacó dsceta, es pefectaetesble. Adeás, SFB se esta llsa de esta cata dspesta adala a cce c ptate aace haca la tdccó de laplaldad elsa.

ua ez ealzad el bañ, es habtal eza a acó p el dft.E el cas de Bacela, ates de exst el Centre Islàmic , la pleaa seealzaba e cases e pat del taat de Sach de Ála,dde la stacó ea códa pest qe se tataba de la depas de ablacas. El Centre Islàmic de Montjuïc tab ha apta-d slcó a este pblea: dspe de a a sala c espac paala acó, a stalacó paa ealza las ablces, alfbas paa el

sel e cls estates paa deja ls zapats.

P l qe se efee a la ceea de despedda, pste al bañ,pede ealzase e el ceete, el taat, la ezqta el dcl.S eba, eslta a ae cú e eta sal fets delas ezqtas acecase cches fúebes. E ala casó, tat eBacela c e Lleda, se ha tasladad alú fet a a ezqtapaa ealza allí la pleaa aqe se tata de a páctca habtal.

E cases pede ealzase tab e el ceete. Habtalete,acde al ceete sól ls hbes qe se stúa e flas detás del imam qe de la acó. Delate de tds se stúa el ataúd del df-

t. A dfeeca de tas pleaas, sta se ealza td el tep de pe.E Lleda, exste ú espac et paa pde ealza las cee-as. S ls pps tabajades del ceete ls qe p ppacata pede ta alas acces paa tata de aceca el ete- lcal a ls deses de ls sas slaes. Paa ls feles deeles dsttas a la católca, se cede espac paa hace las cee-as e áea ajadada ás es eta qe ha e el cetde als depataets del ceete, de la sa fa qe paalas despeddas lacas. Seú el dect del ceete de Lleda, sebaajó hace s añs la psbldad de ealza a sala ecca eel últ depataet qe se cstó, el de Sat Cst. El pect,s eba, está paad.

P t lad, el e taat de “La Lledataa” dspe de aa sala ltcfesal de espac ajadad s a s-blía elsa dde pede ealzase ceeas de calqe tpde cfesó ceeas lacas. Tab la a pate de las salasde ls taats de Bacela tee estas caacteístcas de etal-dad, c s ls síbls elss óles. S eba, seú lsespsables de SFB, pcs s ls slaes qe hace s de estassalas. De hech, el espsable de ccacó qe se etestó c- afó ecda sól a ceea slaa de a pesade elead el ecóc aa de ete póx.



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10. E Catala, ls secs fea-s se eceta elads pla le 2/1997, de 3 de abl sbesecs feas, qe e-

la báscaete las cpetecas.Allí se especfca qe las pesassaas tee deech a “ebe elssees e cdcs de espectea la ttat, a la dtat, a lescccs elses, flsòfqes cltals al dl de les pesesafectades.” (“recibir los servicios en

condición de respeto a la intimidad,

a la dignidad, a las convicciones

religiosas, filosóficas o culturales

y al dolor de las personas afecta-

das.” ) E el elaet se añade la

normativa de policia sanitària mor-

tuòria, el decet 297/1997 de 25de nebe, qe ela tatls ceetes públcs c lspads. Falete, ha qe aña-d ls elaets deazaslcales.

11. E el ceete de Lleda, pejepl, tal c se especfcae la odeaza del Ceetemcpal, la cpa de a cce-só se hace paa eta eeañs, etas qe s se alqla seatee al cta paad elalqle. De hech, la csdeacóleal de ls ests has cabapasads ls cc añs de la def-có pasad de se csdeadas

“cadáe” a “ests cadacs”seú el decet 297/1997 de 25de nebe de la geealtat deCatala.

12. Ha qe dec qe la stacó esdstta seú las lees ató-cas. Sl Tas Cha (2006)explca có e Adalcía se haapechad a ctadccóleal paa ab la peta a lsetes s fet. Aú así, lacdccó se debe efecta cfet el ete s ste sepete e tds ls cass.

P l qe se efee al ete, aú e ls ecads espacs slá-cs de als ceetes, debe efectase sepe c alseqeets leales qe bla a adaptal qe, e eeal, sasds p ls epesetates slaes qe deada estsespacs. Seú las pescpces slácas, el cep debe se etea-d ápda dectaete e la tea, s ataúd, e a tba etadahaca La meca. ésta pede se señalada de a fa seclla, pestqe se sste e el debe de ta a acttd de desta esa-có fete a la ete.

La leslacó phíbe etea ú cadáe ates de pasadas 24has desps de las 48 has s se le aplca ú td decseacó a sea ebalsaaet, efeacó celacó.10 Ls ctads tds de taatpaxa, especalete el ebalsaae-t, s pecbds p las pesas de eló slaa c aaplacó espetsa de ls ceps , de hech, s psctsp el sla. Tab eea echaz el hech de qe las sepltase Catala sea pepetas.11 Saa Bkhalte señala tab la

pepetdad de ls etes c de ls aets qe lsslaes ha esd paa eclaa ceete slá eSza (Bkhalte, 2001: 137).

El ataúd es, s eba, de ls pcpales esclls leales c qetpa las pescpces slácas e est país. Así, e el atícl 9 dela policía sanitaria mortuoria, se phíbe taspta, ha ceacadáees s fet12.

E el cas del ceete slá de Cllsela, las haces allíealzadas espeta tab la leslacó. Ls etes s ealzadsc fet las sepltas tee adeás eestet de hó.

La a patcladad del espac es, pes, la sepaacó espect a lastas sepltas la etacó. Así s, las tbas tee dseñfe secll al qe als patclaes añade peqeñas láp-das dcatas ts ads dscets. El espac está cedd al Ceteislc de Bacela qe cstó las sepltas esta s s.

Ceets de Bacela teee slaete e el et de ealzala hacó, qe pede se ealzada de fa pada. Tabals tabajades del ceete de Lleda sste e qe, aeces, s ls pps sas de eló slaa qe deseape ells ss el cep det del ch. Esta páctca estápetda pest qe debe se sepe la adstacó qe efectúela hacó, eleet qe da sbada ceta de la ecada

sttcalzacó de la ete.

P t lad, ts aspects del tal halla dfcltades qe sde tp leal. Seía el cas del ete e tea la etacó haca laqibla. éste se e dfcltad p la cstbe de cst ls ceete-s e fa de chs. P ejepl, e el cas de Lleda, ls etese la tea sól pede ealzase be e la úca fsa cú qetdaía qeda abeta, be s se adqee espac pad paa laealzacó de pateó, a pcó edeteete taa ps elead cste. E el cas de la fsa cú se ezcla ls dftsslaes c ls de tas cfeses.




13. Dad qe ls etes s cpe-teca cpal, la stacó aíadepeded de la lcaldad pe,e eeal, e tds ls cpsexste este tp de secs. Eel cas de Lleda, se tata de ce ete el ataet laepesa feaa “La Lledataa”p el cal, s ade se espsa-blza de ls asts del ete, elataet se hace ca. Paapde pta a este sec, es

ecesa fe de secsscales sbe la stacó ecó-ca del dft de s fala.Tat e Lleda c e Bacela,se tata de ceeas secllas ls etes sele ealzase els chs acís de las flas áseleadas. Excepcalete, seba, e Lleda pede pedseealzals e la fsa cú. EBacela, las fsas se tlza sla-ete paa ebca ls ests desepltas atas.

14. “Les ponemos un cestito de tierra”.

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Adeás, las haces e la fsa cú sól sele llease a cabe cas de etes de beneficencia. feales qe se ealza e el casde pesas de las qe se lcalza falaes de bajs ec-ss c cste es asd p ls ataets. mchas pesasde eló slaa se eceta e est país e a stacóecóca pecaa. E ests cass, ls clects de cpattas tas etdades pede ada a sfaa ls asts del tal. Seba, cad est ce, alas pesas tea sedeteadas acas a ete de beneficencia.13

La sepaacó de ls dfts slaes espect a ls de tascfeses es tab t de edcacó. Bkhalte (2001:138, 142) l señala, e el cas de Sza, c el pcpal aetpaa slcta ceetes slaes ssted, aú así, qe lejs detatase de ast de a pes dctal, adqee ptaca ea stacó de acó.

A pesa de tdas estas estcces, alas eces ls tabajades pe-

de acta p cata ppa paa cpl ls deses de ls sase la edda de l psble. u tabajad del ceete de Lleda, pejepl, decía efed a ls slaes: “Els posem un cabasset deterra” 14 det del ch. Tab se se la cstbe de etea elcep de lad pede teta etase det del ch.

CONCLUSIONES

La ete spe sepe et paa las scedades, al cal debe daa espesta tal qe eafe s chesó. S eba, la etee acó dfclta esta espesta sele se descta c ac-

tecet especalete desacad. Así, pede etedese c asbesó del de scal cltal et al fal de la da. Paa lasscedades de e las pesas cdades e dáspa, esteet spe la ecesdad de efetase a td tp de pedetsa la ealzacó del tal fea slá. Paa la scedad de sta-lacó, cftase a deadas paa las qe está pepaada a lasqe a ed se esta eaca.

Se ha st có ls espacs elacads c la ete e Catalaasste a pces de teaccó ete dsttas tadces el-sas páctcas tales, cpad tab aqellas de caáctelac. Adeás, c se ha señalad, este pces se elaca c et de a tascedeca. C chs ates ha apta-

d, l qe hace destacables a ls tales feas es s capacdad deeela saca a la lz ales teas cltales de a pfddad(Htt metcalf, 1979: 25).

P l qe aqí s cpa, la ete es la casó paa expesa la p-pa detdad a sea e efeeca al la de e al de stalacó.C afa Jd meas (2004), e el pe de ls cass expesa-d a fa de ecclacó c la scedad de e, e el sedc la expesó de a ltad teada e la scedad dde seha cstd e pect tal. Es be sabd qe la a patede slaes pta p epata ls ceps a s país de e. Las

La ete spesepe et paalas scedades, alcal debe da aespesta tal qeeafe s chesó.S eba, la etee acó dfcltaesta espesta selese descta c

actecetespecaletedesacad



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15. C señala Jd meas, haqe tee tab e ceta qetat s el cep es epatadc s se etea in situ, alaspescpces slácas s la-das (meas, 1999: 76). mchsfates jstfca estas tas-eses afad la ecesdadde adaptase a las lees a la ea-ldad lcal, ssted e qe elsla es a eló flexble ecas de ecesdad (darura) qe,p ell, se adapta a las psc-es deadas de ectase e país extaje, fea del dar

al-islam. Es dec, la epatacó ha de etedese c a eaespesta a la dcta sláca.

16. C ejepls, pdes ctaalas de estas edcacesapaecdas e la pesa. E la cdadde Lleda apaecó eceteetee la pesa lcal la edcacóde ceete slá ppate de la ascacó Atlas (“Atlaseclaa ceete pp paala cdad slaa”, La

Mañana, 1/05/08). P t lad,e las tcas apaecdas sbe laaacó del Cete islcde mtjïc, se apta c ls

espsables del Csell islcCltal de Catala, a seña-lad la ptaca de la eastalacó, apecha el actpaa slcta al ataetes espacs paa ls etesslaes (“Bacela be elpe cete pe pepaa dftsslas a Catala”, El Punt ,25/04/07; “mtjïc estea el p-e taat paa slaes, La

Vanguardia, 25/04/07; “Els sl-as de BCn ja tee taatpp”, el Periódico, 25/04/07)

señaladas dfcltades paa ealza ete slá e Catala pede explca p sí slas esta pefeeca, pe ls pedetse este setd ctbe a eccla las adscpces dettaasde ests ates c Catala.

P t lad, e chs aspects, el et a ás allá de la pcóddal se scbe e a pcó clecta (Chaïb, 2000: 22). Eeste setd, Atae A señala có, ete ls faceses de -e ael, la cdad pesa paa qe se llee a cab eststaslads al tep qe las pesas qe decde hase e Facas cpeddas c s ecaa a s detdad aeazad ala cdad a la aea qe l hace a ala ete (A, 2006:95-98). n ha dda, pes, de qe la pefeeca p la epatacó post mortem tee a desó dettaa qe a ás allá de la ces-tó elsa eaete dctal15.

La epatacó de ls ceps, adeás, se jstfca c aets efe-ds a la eló, pe tab al et al la de e, c el

ecla p pate de la fala. Pdes afa qe actúa c afa de cpl sbólcaete el et tee qe e c el aplcjt de ícls tasacales -tat de caácte ateal csbólc- ete el la de e ls clects pesas e la dás-pa. Así, ates c Aathe Pett (2002) afa qe esta páctca tee setd ás allá de la eeacó de ls eates-ates.

Actalete, a pesa de qe el s de ls espacs paa ls etesslaes e Catala deja de se ta, apaece a e-d deadas paa apla la psbldad de ealza tales feasslács e Catala.16 Deadas, s eba, qe chs esp-sables cpales de ls ceetes peseta c pc fes

caetes de tes eal.P td ell ce pde afa qe la escasa peseca del sla e lsceetes catalaes es sól ft de a cta hstóca. P elcta, ha de etedese e el ac de ls debates sbe la sbl-dad del sla e el espac públc qe a ed peseta la páctcade la eló slaa c cpatble dfíclete ecajable ela scedad catalaa. u debate e qe ls cflcts elacads c lataldad feaa se ha ated e pla ás es dscetqe es ecesa saca a la lz.

nea la psbldad del feal slác e Catala es a fa deexclsó qe eslta pc sble a pesa de s a ptaca s-

bólca. S aql al qe llaas ate es el qe se eceta eest país fea de la, s ete es a ete fea de la. Elet de ls dfts a s país de e pede se etedd ca fa de epaa esta aalía ped f a estad eteddc tast, s peseca e Catala. Así, edate la explsóde s cep tas la ete se expesa la explsó de ls slaesde tet al qe había peteecd ca. P el cta,da pcó a etea a ls dfts e est país seú el tal slá-c, tat s ese deech es sad c , es a fa de afestala clsó de esta pcó elsa tal e de ls ets ástascedetes de la da haa.

nea la psbldaddel feal sláce Catala es afa de exclsóqe eslta pc sblea pesa de s aptaca sbólca



ESPACioS DE muErTE y DivErSiDAD rELigioSA: LA PrESEnCiA DEL iSLAm En LoS CEmEnTErioS y TAnATorioSDE DoS CiuDADES CATALAnAS54

Pdes falza este atícl tasplatad a est país las pala-bas de yasse Chaïb sbe Faca cad afa qe el espac acíqe deja ls dfts deslcalzads splata la sblzacó del sla(Chaïb, 2000: 161). C señala Saa Bkhalte (2001: 145), la dea-da de ceetes slács espde a a ltad de aslaetespect a la scedad de stalacó, s qe las deadas paa sb-lza l els s a fa de sta esta ltad de aza sda e Epa s p ell eca a la páctca del sla.


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PANEL IIIMAGINARIOS DEL CONFLICTO:

VIOLENCIA Y MIEDO EN EL

CONTACTO INTERCULTURAL

• INTRODUCCIÓN

Iñigo Sánchez

• LASINSTRUMENTALIZACIONESDELMIEDO

O LOS SILENCIOS DESDE EL CONFLICTO

Cristina Sánchez-Carretero

• LAVIDAENLOSMÁRGENES:MUJERESPALESTINAS EN TERRITORIO ISRAELÍ

Vanessa Gaibar

• IDENTIDAD,VIOLENCIAYRESISTENCIA: HACIAUNARECONCEPTUALIZACIÓN

DEL MIEDO URBANO

Sergio García

• UNANÁLISISDELAVIOLENCIADEGÉNEROENLA PAREJA:LASNOTICIASDELASMUJERES INMIGRANTESENLATELEVISIÓNDEESPAÑA

Maria de Souza y Roberta de Alentar

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No debemos olvidarque el miedo yla violencia soncomponentesprimarios y esencialesde cualquier relaciónumana, no sólode aquellas quese producen entre

distintos sino tambiénde las que tienenlugar entre iguales, nosólo de aquellas quese producen desdeel odio, sino tambiéndesde aquellas quevertebra el afecto

Iñigo Sánchez Fuarros

Institució Milà i Fontanals (CSIC)

[email protected]

INTRODUCCIÓN

En su libro Encuentro con el Otro, Rysard Kapuscinki, el célebreperiodista y escritor polaco que io del viaje su modo de vida, vuel-ve una y otra ve sobre dos asuntos que no son incompatibles y que

conviene tener presente a propósito del tema que nos ocupa: que la rela-ción con el Otro es posible y que esta relación no est exenta de conflictoni de tensiones. De eco, no debemos olvidar que el miedo y la violenciason componentes primarios y esenciales de cualquier relación umana, nosólo de aquellas que se producen entre distintos sino también de las quetienen lugar entre iguales, no sólo de aquellas que se producen desde elodio, sino también desde aquellas que vertebra el afecto.

Fue precisamente el interés por pensar los miedos y las violencias, tantoreales como simbólicas, que estn presentes y condicionan nuestras rela-ciones en una sociedad crecientemente compleja y cosmopolita como laactual, la motivación inicial que impulsó la organiación de este panel.Las contribuciones de Cristina Snce-Carretero, en calidad de coordi-nadora y discussant del mismo, y de Vanessa Gaibar, Sergio García, Maríade Soua y Roberta de Alencar como ponentes, dieron cuenta, desdeenfoques distintos, de los múltiples matices que miedo(s) y violencia(s)adquieren en diversos escenarios: desde los check-points en la fronterarabe-israelí asta las manifestaciones espontneas de duelo en las esta-ciones madrileas tras los atentados del 11-M; del miedo como motorde transformación social en un barrio popular y obrero del extrarradiomadrileo, Carabancel, a las prcticas de representación de las mujeres

de origen inmigrante en las noticias televisivas relacionadas con la violen-cia de género.

Desde que Edward Said nos iciera entender al Otro como espejo quenos devuelve una imagen inversa de nosotros mismos, el anlisis de losmecanismos de construcción de la alteridad se an revelado como unaimportante erramienta de conocimiento de quienes la construyen.Las poderosas oposiciones entre “civiliación” y “barbarie”, “pure-a” y “contaminación”o “naturalea” y “cultura” que aparecen, porejemplo, en los discursos racialiados de la esclavitud dicen ms delos productores de estos regímenes de representación que de los suje-tos representados. El Otro, la alteridad, se convierte así mucas veces



INTRODUCCIÓN

Este miedo al Otropuede tener comoconsecuencia que, enciertas situaciones,la relación con laalteridad se base enel ejercicio de ciertasformas de violencia, oque ciertas formas deviolencia necesiten la

creación de un miedoal Otro para justificarsu ejercicio.

En la sociedadespaola, estos miedosse estn focaliando,de un tiempo a estaparte, y de manerapreocupante, sobre

el fenómeno de lainmigración

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en repositorio de nuestras propias fantasías, deseos y miedos. Es eneste sentido que, al comieno de su intervención, Cristina Snce-Carretero planteó la pertinencia de valerse del miedo como forma deconocimiento: “Mirar los miedos de frente” –dijo– “abre las puertas alconocimiento de nosotros mismos”.

Este miedo al Otro puede tener como consecuencia que, en ciertas situa-ciones, la relación con la alteridad se base en el ejercicio de ciertas formasde violencia, o que ciertas formas de violencia necesiten la creación de unmiedo al Otro para justificar su ejercicio. Violencia que, como a mostradoPilippe Bourgois, no es factual sino procesual: se nos presenta en diversasmodalidades y opera a múltiples niveles, en un continuo que va desde lasviolencias ms cotidianas, ésas que se producen en el mbito de las inte-racciones personales, asta la violencia estructural, aquélla infligida por laorganiación económico-política de la sociedad; de la violencia simbólica,internaliada por los sujetos y legitimadora de jerarquías y desigualdades,a la violencia política, que incluiría aquellas formas de agresión y de con-trol administradas directamente por el Estado.

Precisamente, las estructuras de poder, tal y como nos recordó Cristinaen su presentación, tradicionalmente an aprovecado o directamentecreado esos miedos para justificar la violencia de Estado o el recorte dederecos ciudadanos fundamentales. Los ejemplos son abundantes y afec-tan a todos los órdenes de la vida, especialmente en el nuevo orden globalcreado después de los atentados del 11-S. Miedo y violencia se conviertenen eficaces aliados al servicio de un determinado ejercicio del poder.

En la sociedad espaola, estos miedos se estn focaliando, de un tiem-po a esta parte, y de manera preocupante, sobre el fenómeno de lainmigración. Especialmente llamativo resulta el tratamiento informativo

de la misma, donde conflicto, miedo, violencia y justificación de la nece-sidad de un mayor control parecen ir de la mano. Lo que debería ser vistocomo una característica intrínseca de las sociedades actuales, la diversidadcultural, aparece representada como detonante o causante de fracturasimportantes en el seno de la misma.

Las ciencias sociales, y los resultados presentados en este panel son unbuen ejemplo, pueden y deben ofrecer elementos de reflexión que ayu-den a desmontar burdas manipulaciones de esta realidad compleja.

El material empírico que nos presentó Cristina Snce-Carretero proce-dente del proyecto de investigación “El Arcivo del Duelo”, centrado enlas formas de duelo colectivo después de los atentados del 11 de maro

de 2004 en Madrid, permite articular una istoria diferente, al tiempoque pone de manifiesto la potencialidad de las ciencias sociales paraofrecer anlisis ms finos y complejos de situaciones de “contacto inter-cultural” que aquéllas marcadas por el miedo, la violencia o el conflicto.En un momento de crisis como el vivido tras los atentados del 11-M,el estudio de las muestras espontneas de duelo reveló la existencia deun verdadero “espacio intercultural” en el que la diversidad cultural–un tercio de los fallecidos eran de origen inmigrante– no era percibidacomo algo problemtico, sino simplemente como un eco, tal y comodestacó Cristina. Mensajes aparecidos en los santuarios improvisadosde las estaciones del tipo “todos somos inmigrantes” o “todos somos



61IñIGO SáNChEz FUARROS

Los cuatro trabajos quefueron presentadosen este panel son unabuena muestra dedistintas posibilidadesde aproximarse alestudio del miedo y laviolencia en contextosculturalmente diversos

Madrid” así lo atestiguan, y ofrecen otro retrato de la metrópoli mestiacomo “espacio de conexión, identificación y unidad simbólica”. Estasevidencias empíricas contrastan, sin embargo, con el tratamiento de estesuceso en particular, y del fenómeno global de la inmigración en gene-ral, por parte de los medios de comunicación y de los discursos oficialesy las políticas que mantienen.

Todas estas cuestiones a las que me acabo de referir fueron abordadas,en mayor o menor medida, por otros tres trabajos que tuvimos la opor-tunidad de discutir en el marco de este panel.

El texto de Vanessa Gaibar nos propone una mirada al conflicto rabe-israelí desde la óptica de las mujeres palestinas que residen en territorioisraelí. El caso de estas mujeres, cuya lealtad se encuentra dividida entredos estados crónicamente enfrentados, nos ofrece un escenario intere-sante desde el que analiar, entre otros temas, los mecanismos mediantelos cuales una política estatal del miedo se traduce en leyes y prcticasconcretas que buscan excluir a una población minoritaria del acceso a

ciertos derecos; también permitía cuestionarse el papel que juega elmiedo al Otro como fuera que levanta fronteras, reales y simbólicas, enlas interacciones cotidianas entre israelíes y palestinos a uno y otro ladodel muro. La autora enfatia la condición de colectivo doblemente invi-sibiliado de las mujeres rabe-israelíes que estudia. En primer lugar, porsu condición de mujeres en una sociedad, la palestina, tradicionalmentepatriarcal, y que relega a las mujeres a un segundo plano. Y en segundo,por su condición de “palestinas” en territorio israelí, lo que les impidede eco su plena integración en la sociedad israelí como ciudadanas depleno dereco.

Por su parte, Sergio García plantea en su trabajo una cuidada reflexión

teórica sobre la inseguridad y el miedo urbano a partir de su experien-cia de investigación en Carabancel. Tomando como punto de partidalas investigaciones, entre otras, de Micel DeCertau, el autor proponeanaliar de qué forma los discursos de la (in)seguridad se articulancon las prcticas del miedo entre la población de este distrito madri-leo, uno de los ms densamente poblados y diversos de la ciudad. Eltexto se estructura en torno a una reflexión sobre tres conceptos clave:identidad, violencia y resistencia. Para el autor, la (in)seguridad es unconstructo social que requiere la elaboración de un discurso en el queun Nosotros apareca enfrentado a un Otro. Su anlisis discute si estosdiscursos identitarios se apropian del miedo cotidiano, capitalindolocomo discurso o bien si, por el contrario, se limitan a producirlo. Encuanto al segundo de los conceptos, la violencia, reconoce su carcter

polisémico, tanto en sus usos como en sus significados. Frente a la vio-lencia como dominación, ejercida abitualmente desde instancias depoder, el autor destaca la idea de “resistencia” y analia la capacidad decreación en este contexto. Es en los espacios de ibridación identitariadel barrio -aquellos donde se propicia el encuentro “oriontal” entre“autóctonos” e “inmigrantes”, “jóvenes” y “adultos”, “ombres” y“mujeres”- donde germina, según el autor, la resistencia como “energíacreadora”: en el encuentro entre el discurso egemónico y la potencia-lidad transformadora de las narraciones desarrolladas localmente. Sonesos los escenarios “en los que experimentar con la invención de nuevasformas de convivencia sin miedo al ‘miedo’”.



INTRODUCCIÓN

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Por último, la contribución de María de Soua y Roberta de Alencaranalia el tratamiento informativo y la representación de la mujer inmi-grante víctima de violencia macista en las noticias difundidas en cincocadenas de televisión espaolas a lo largo de 2007. Estamos ante uncaso que ilustra las políticas de la representación a las que se refiereCristina Snce-Carretero en su texto, y en concreto las representacio-nes de los medios de comunicación en las que violencia e inmigraciónaparecen con frecuencia asociadas. De eco, las autoras destacanla escasa representación de las mujeres inmigrantes en los medios decomunicación generalistas, invisibilidad que atribuyen a su doble condi-ción de mujeres e inmigrantes, y sealan asimismo que cuando aparecenlo acen asociadas a tres temticas principales: los sucesos, la prostitu-ción y la violencia de género. Conscientes del papel de los medios decomunicación como “constructores de realidad” y potenciales veículode transformación social, María y Roberta proponen la necesidad debuscar alternativas comunicativas en las que la violencia macista en lapareja no sea tratada simplemente como suceso, sino como un proble-ma social ms amplio. Al mismo tiempo abogan por desvincular este

tipo de noticias de la población inmigrante, para lo cual resulta impres-cindible romper el círculo vicioso que asocia inmigración con violenciaen el tratamiento informativo de las mismas. Con esta finalidad, lasautoras apuestan por ampliar el campo de representación de las muje-res inmigrantes acia temas que por regla general no son noticiosos,como la sanidad, la cultura o los asuntos de la vida cotidiana, y evitar losdiscursos reduccionistas en los que, con frecuencia, caen los medios decomunicación al tratar el fenómeno de la inmigración en nuestro país.

En resumen, los cuatro trabajos que fueron presentados en este panelson una buena muestra de distintas posibilidades de aproximarse alestudio del miedo y la violencia en contextos culturalmente diversos. Es

necesario seguir profundiando en modelos teóricos y líneas de investi-gación que nos ayuden a entender mejor sobre cómo opera este miedoy es in-corporado en los sujetos. Precisamente, el cuerpo como lugarde vivencia de la violencia y las performances del miedo en situacionesde conflicto son cuestiones que urge investigar, como también lo sonlos silencios que se activan desde el conflicto, tal y como nos recordóCrsitina Snce-Carretero al final de su intervención. Estos silenciosson, en sus palabras, una ventana para adentrarse en la otra cara de loque no se instrumentalia, para descubrir, en el caso de la temtica quenos ocupa, otras formas de vivir el “contacto intercultural”.



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1. Remo al aríclo de Ferrnd Maríny Fexa Pampols para n dealladoresmen bblogrfco sobre eseema (2004).

Cristina Sánchez-Carretero

Laboratorio de Patrimonio (LaPa)Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC)

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Las instrumentaLizaciones deL miedo o Los siLencios

desde eL confLicto

Ya desde los años sesena del sglo pasado el ema de la domesca-cón de la agresvdad, de la resolcón de conflcos y de la volencaral ha esado my presene y, ano en anropología como en

socología, son mchas las monografías y dversas anologías sobre el ema(Sheper-Hghes y Borgos 2004; Nordsrom y Robben 1992; Robben ySre-Oroco 2000; Schmd y Schröder 2001). El objevo de esa brevenrodccón no es repasar odas esas eorías1, sno qe, parendo de mspropos medos como forma de conocmeno, propongo na reflexón sobrelos concepos qe se nclyen en el ílo del panel y, en cada no de ellos,sgerré líneas de nvesgacón vncladas al anlss de las emocones en elconexo de los conacos nerclrales.

EL MIEDO COMO FUENTE DE CONOCIMIENTO

El medo dce ms de la persona o grpo qe lo sene qe sobre el obje-o/persona/lgar qe lo provoca. Así, el medo al qe se refere el ílode ese panel, es na valosa fene de nformacón acerca de los sjeosqe senen o padecen ese medo y de la socedad qe eme el llamado“conaco nerclral”. Hablar, por ano, del medo al oro es hablardel medo como forma de conocmeno ya qe mrar a los medos defrene abre peras al conocmeno de nosoros msmos, como hanmosrado los rabajos de Sandra Gl Arajo cenrados en n esdo com-parado de las polícas de negracón en las comndades aónomas de

Madrd y Caalña. Esa aora pare de la premsa de qe el medo aloro es en la base de las polícas públcas y qe la legslacón sobre ne-gracón dce ms sobre las poblacones qe las desarrollan qe sobre lascomndades “negrables”. De la msma forma, se pede parr de lahpóess de qe la expresón de los medos ane el conaco nerclralexpresa la forma de ser (de “ser socal”) del grpo qe eme al oro.

Al hablar de volenca no se peden dejar de lado las relacones de podery las relacones polícas qe son necesaramene asmércas en esasrelacones y qe no es n ema nevo en el anlss socal en nngnade las dscplnas de los qe esamos aqí presenes. Se ende a defnrvolenca como el so agresvo de la fera físca por pare de ndvdos

El medo dce ms dela persona o grpo qelo sene qe sobre elobjeo/persona/lgarqe lo provoca. Así,el medo al qe serefere el ílo de esepanel es na valosafene de nformacón

acerca de los sjeosqe senen o padecenese medo y de lasocedad qe emeel llamado “conaconerclral”



LAS iNStRuMENtALizACiONES DEL MiEDO O LOS SiLENCiOS DESDE EL CONFLiCtO

El medo es nnsrmeno deconrol o, en érmnosfocalanos, naherramena para lagobermenaldad; aravés del medo nosconsrmos –o somosconsrdos– comoseres socales y es

mporane enenderde qé forma el medose arcla en esaconsrccón, qe noes sólo na opcónndvdal, sno nabase esrcral

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o grpos en conra de oros, pero ambén hay oras formas de agres-vdad no físca: la verbal, la smbólca, la moral; qe peden hacer msdaño qe esa agresvdad físca. Adems, la volenca no se lma al sode la fera sno a la posbldad o a la amenaa de sarla, es decr, esaposbldad de sar na deermnada volenca abre las peras al con-cepo del medo y a la posbldad de s nsrmenalacón.

Denro del anlss del medo, n ema qe necesa rgenemene losesferos de nvesgacones de caldad es el de las acacones o perfor-mances del medo: ¿cómo acamos el medo?, ¿cómo domescamos laagresvdad en nesros propos cerpos? Porqe, en el fondo, el cerpoes el lgar desde donde se vve la volenca y donde se “n-corpora” elmedo. El cerpo es ambén el lgar desde donde se ejerce el poder ydesde donde aqéllos sn poder enen el lgar prmordal de expresónde la volenca: el cerpo. tano el conflco como la volenca peden serferas prodcvas y ser “acadas” y acvadas como feras de rans-formacón socal. uno de los ponenes en ese panel, Sergo García, esdesarrollando s ess precsamene sobre ese ema: la capacdad de

generar cosas nevas desde ahí. El medo, sn embargo, es dsno, yaqe s esenca es en la poencaldad de qe algo ocrra; en el emor.

El medo es n nsrmeno de conrol o, en érmnos focalanos,na herramena para la gobermenaldad; a ravés del medo nos cons-rmos –o somos consrdos– como seres socales y es mporaneenender de qé forma el medo se arcla en esa consrccón, qeno es sólo na opcón ndvdal, sno na base esrcral. Y yo ncl-so dría ¿qé ndsras del medo exsen? ¿cles son los agenes delmedo?, ¿qé hay ders de ese medo, de las polícas del medo y delos nenos de legslar ese medo?, ¿a qén le neresa qe el medose ncorpore en los magnaros del encenro nerclral?; ¿cómo nos

consrmos a ravés de ese medo? pero ambén, sobre los medos con-creos, ¿a qé se ene medo? ¿por qé se ene medo?, y, sobre odo,en el conexo del ema de ese panel, ¿a ravés de qé se ene medo?Esa úlma pregna ene relacón con los “magnaros del medo” o,como yo prefero llamarlo “las polícas de la represenacón del medo”.

DE LOS IMAGINARIOS “SENTIDOS” A LAS POLÍTICASDE LA REPRESENTACIÓN

Ms qe lar el concepo de los “magnaros” propongo qe se rea-lcen nvesgacones sobre las polícas de la represenacón qe enranen jego a la hora de reflejar la volenca en el rasfondo de la dversdad

clral, ya qe la palabra “magnaro” ndca la exsenca de n espa-co colecvo fera de los ndvdos qe, fnconando como conenedorcomnal, doara de exsenca a ceras mgenes qe dan forma a lamanera de ver la realdad de n deermnado grpo.

En esa línea, las nvesgacones cenradas en la represenacón en losmedos de comncacón de los dferenes agenes qe parcpan en elrnglo vcmaro-vícma-esgo es parclarmene relevane y per-me desarrollar modelos eórcos, como, por ejemplo, el modelo qees desarrollando Charles Brggs de “comncabldad”, adapacón delconcepo de Focal de “gobermenaldad” en el qe propone desa-



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CRiStiNA SáNCHEz-CARREtERO

2. Proyeco del Plan Naconal i+DHuM2005-03490.

3. El anropólogo esadondense JackSanno fe el prmero en emplearel érmno “sponaneos shrnes”para referrse a ese po de sana-

ros mprovsados (Sanno 1992).La palabra “esponneo” hacereferenca a la caldad no-ofcal ono-nsconal de esas mesrasde delo. Es decr, no sgnfca qe“srjan de la nada”, ya qe hay nclaro componene medco, snoqe no hay nngna nscón qesancone el hecho de r, en ese caso,a las esacones de ren, a deposarobjeos en memora de los fallec-dos (Sanno 2006: ). Véase ambénMargry y Snche-Carreero (2007) yGrder (2002).

rrollar oras formas de ser, de ser medcos, sn ssr n modelohegemónco por oro. Esos esdos van ms all de la enografía de larecepcón para pasar a na nvesgacón-accón en la qe se aende nosólo a la recepcón de los medos, sno a la posbldad de ransformar lasocedad a ravés de los msmos.

EL MIEDO Y EL CONFLICTO EN MOMENTOS DE CRISIS

Hablar de las polícas de la represenacón de la volenca y el medoen el conaco nerclral sgnfca enrar en n prmer nvel dedeonanes qe hacen qe el “conaco nerclral”, qe es na carac-erísca nrínseca a las socedades acales, clralmene dversas, seapercbdo como el orgen de algún po de crss. Es decr, los deonanesorgnaros de la crss qedan solapados por la sacón de “conaconerclral”, pasando a ser ésa úlma percbda como la casane dena deermnada sacón de conflco. Se nvsbla, de esa manera,el hecho de qe somos clralmene dversos y qe el llamado “con-

aco nerclral” es el rasfondo qe sbyace en calqer socedad.Es decr, no se raa de pensar qé ocrre cando hay conaco ner-clral, ya qe el conaco nerclral sempre se da. Ese gro deperspecva mplca varar el pno focal del orgen del conflco en elpropo conaco nerclral –ya qe sempre hay “conaco nercl-ral”– a los facores acvadores del medo qe llevan a pensar y vvr lassacones de conflco como acos provocados o deonados por esellamado “conaco nerclral”.

En n momeno de crss se pede ver en accón la acvacón de esos deo-nanes. Voy a lar el caso del proyeco de nvesgacón “El Archvo delDelo” cenrado en las formas de delo colecvo despés de los aenados

del 11 de maro de 2004 en Madrd, para explorar las represenacones dela dversdad clral en n momeno de crss concreo desde n ngloqe normalmene no se sele nrodcr: el de los espacos alernavosal medo. Ese proyeco ha mosrado cómo las accones concreas qe sepedían en los espacos públcos converdos en mprovsados sanarosenen ms qe ver con palabras como “amor” o “soldardad” y “pa”qe con campos semncos relavos al medo y al conflco; de ahí qe merefera a los prmeros como “espacos alernavos al medo”.

El Archvo del Delo, desarrollado por el Grpo de invesgaconesAnropológcas sobre Parmono y Clras Poplares (GiAP) del CSiC2,ha docmenado y organado na coleccón de cas 70.000 docmenosy ha analado las mesras de delo realadas en espacos públcos qe

veron lgar despés de los aenados del 11-M. El Archvo del Delonclye maeral foogrfco, e-mals, esmonos orales y los propos obje-os deposados en las esacones qe feron donados por RENFE al CSiC.En el momeno de la redaccón de esa nrodccón, na ve concldoel proyeco, se es gesonando el depóso defnvo de esos fondos en elArchvo Hsórco Ferrovaro, de la Fndacón de los Ferrocarrles Españoles.

Del anlss de esos fondos docmenales qe regsran las voces msefímeras de la socedad cvl, las voces qe normalmene no se conser-van, las voces qe se expresan por caces no ofcales, como los proposmemorales en las esacones3, se desprenden varas conclsones rela-

El Archvo delDelo, desarrolladopor el Grpo deinvesgaconesAnropológcas sobreParmono y ClrasPoplares (GiAP) delCSiC, ha docmenadoy organado nacoleccón de cas

70.000 docmenosy ha analado lasmesras de delorealadas en espacospúblcos qe veronlgar despés de losaenados del 11-M




4. Cas n erco de los fallecdos era deorgen exranjero. Sobre las represen-

acones de dferenes naconaldadesen los sanaros de las esaconesvéase Snche-Carreero (2006).

5. El esdo comparado de las ns-rmenalacones del parmonoclral en momenos de crss es elobjevo del proyeco de nvesga-cón “CRiC: Clral Herage andhe Re-consrcon of idenesafer Conflc) fnancado por elVii Programa Marco de la unónEropea, cyo nodo español del CSiCse coordna desde el Laboraoro deParmono (LaPa) del CSiC.

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vas al ema de ese panel sobre medo y conflco en el conaconerclral:

La dversdad clral es n hecho; es el rasfondo desde el qe se vve esemomeno de crss; el conaco nerclral, en ese conexo, no es algoproblemco n qe haya qe “resolver” de nngna forma. La dversdadclral smplemene “es” y qeda reflejada en na polfonía de voces aravés de las formas de delo expresadas en las esacones de ren4: desde“odos somos nmgranes”, a mesras de delo expresando dversasprocedencas, como “Brasl llora con España”, “Colomba se soldara conEspaña”, ec. Y donde la denfcacón oal se prodce en el marco de lolocal, de la cdad, del ren: “odos somos Madrd”, “odos íbamos en eseren”; dejando el plano de la nacón-esado, no para la denfcacón oal,sno para la soldardad, lo qe mplca n nvel denfcavo qe manenefroneras y dferencas, peso qe la denfcacón oal se reala con lacdad (“Ecador es Madrd”) y, sn embargo, n nvel eqvalene no se haenconrado en el plano de la nacón-esado. Es decr, menras qe enre lasfrases escras en las esacones, la denfcacón con la cdad de Madrd

es n ropo repedo, no ha aparecdo nngún mensaje qe esableca narelacón eqvalene al nvel de España, de la nacón-esado, qe dgan, porejemplo, “Ecador es España”; lo qe sgere neresanes conclsonessobre el papel de lo local, de la cdad, como espaco de conexón, denf-cacón y ndad smbólca.

La nsrmenalacón del medo alrededor del errorsmo, las ndsrasde ese medo y la vnclacón enre errorsmo nernaconal y cerosgrpos énco-relgosos son problemas de nvesgacón qe necesamosabordar de na forma profnda5. De manera prelmnar, en relacón conel proyeco de nvesgacón del Archvo del Delo, se pede planear lahpóess de qe la nsrmenalacón del medo en el caso de los aen-

ados del 11-S en Neva York –omando en cena la apropacón de losespacos públcos por la cdadanía— condjo a accones my dferenesde las desarrolladas en los espacos públcos en Madrd. La consrccóndel medo al oro (al errorsa, al asesno, a irak o a calqer “oro”) qe,de forma an efecva se nsrmenaló en el caso de los Esados undos,en el caso de Madrd, llama la aencón la mínma presenca de esa formade consrccón del medo al “oro” en los mensajes deposados en lasesacones. Las escasas alsones al conflco y al medo, en el caso deMadrd, se dlyen en n collage hecho de mencones a la posbldadde consrr n mndo dferene, a la pa como el objevo úlmo y alamor como na poderosa herramena de cambo socal. El Archvo delDelo, a ravés de los cas 70.000 docmenos qe conene, proporconadaos empírcos para analar el “abrao socal” expresado por la socedad

cvl despés de los aenados. De los senmenos qe recben n nombreen las ofrendas de las esacones de ren, el érmno qe ms se repees “amor”, pero, sn embargo, las deas ms repedas en los medos decomncacón sobre los aenados del 11-M en Madrd enen qe ver condversas faceas relavas al campo semnco del conflco: conflcos enrepolícos, conflcos en las comsones de nvesgacón, conflcos sobre lasformas de memoralacón públca de los aenados en los anversaros,conflcos sobre el jco, o conflcos enre asocacones, enre oros. Lasmencones a palabras como “pa”, “amor”, ec., prccamene se handesvanecdo de las “polícas de la represenacón” de los aenados. Esdecr, en los medos de comncacón el érmno qe se relacona con los

La nsrmenalacóndel medo alrededordel errorsmo, lasndsras de esemedo y la vnclacónenre errorsmonernaconal y cerosgrpos énco-relgososson problemas denvesgacón qe

necesamos abordarde na forma profnda



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CRiStiNA SáNCHEz-CARREtERO

En momenos de crss,ceros marcadoresdenaros se acvany el vínclo delorden senmenalnecesa conocerse,así como desarrollarherramenas mchoms sofscadas para elanlss de esos emas

Los slencosfomenados desdeel conflco oclanformas alernavasde vvr el conaconerclral qe sonposbles desde ladversdad clral,ejercda por cdadanos

de odo el mndo enlas esacones de renmadrleñas despés delos aenados del 11-M

aenados es “conflco” en múlples nveles y esferas. Ese raonamenoabre el camno a pregnas bscas qe reqeren de proyecos de nves-gacón en cencas hmanas y socales, como, por ejemplo: ¿qé hayders de los slencos qe desde esos conflcos se esn prodcendo?,¿cómo se gesona la represenacón en los medos de odos esos conflc-os?, ¿a qén neresa qe las ndsras del medo ssyan la mar desenmenos expresada en las esacones?

A modo de conclsones, reomo esas pregnas para señalar qedesde el Foro de Jóvenes invesgadores en Dnmcas inerclrales, aravés de la organacón de acvdades como la qe aqí nos reúne,con n encenro ner-clral e ner-dscplnaro, se es propcandola creacón de na sacón prvlegada desde donde desarrollar pro-yecos de nvesgacón qe generen modelos eórcos qe explqen elmodo en qe las emocones se acvan en momenos de conflco. Yaqe hablar de las nvesgacones sobre el medo es hablar del anlssde los senmenos. En momenos de crss, ceros marcadores den-aros se acvan y el vínclo del orden senmenal –mbrcado en la

corporedad a la qe hacía mencón anes– necesa conocerse, así comodesarrollar herramenas mcho ms sofscadas para el anlss de esosemas. Y es aqí, con esas ess docorales, donde se crea el espacopara desarrollar eorías qe crcen barreras dscplnaras.

Necesamos nvesgacones sobre las feras con poder de ransformarla socedad y lo vnclo a las nvesgacones de Sergo García sobre laposbldad de qe, en ese maremagnum del conflco y el medo enel conaco nerclral, se llege a accones de ransformacón socal.Qero ncdr en qe no esoy enrando en lo posvo o lo negavo deesas accones, es decr, en jcos de valor sobre la volenca, sno en lamporanca de realar nvesgacones sobre las feras de ransforma-

cón socal como lgares de empoderameno.una úlma línea de nvesgacón qe me gsaría señalar es el esdossemco de los “slencos” en el mndo acal, en la línea de las“enografías del slenco” qe se esn realando en los úlmos años(Kdron, 2009; Wajnryb, 2001; Bendx 2000). Los slencos qe se acvandesde el conflco son, a s ve, na venana para adenrarse en la oracara de lo qe no se nsrmenala. Las nvesgacones sobre el medoy el conflco en el conaco nerclral reqeren ambén mrar a loqe se slenca desde el conflco y los nereses qe hay ders de qe elfoco no recaga en oros aspecos, como en el caso qe he presenadode los memorales del 11-M, en el qe el foco medco, hasa ahora,no ha ncddo en el abrao socal qe ambén vo lgar despés de

los aenados. una conclsón qe se pede sacar de los slencos qeacompañan a los medos es qe s los cdadanos mnman ss medosno son an fclmene manplables o, en érmnos focalanos, sgobermenaldad no es garanada, por lo qe la nvsblacón deesas oras formas de vvr el conaco nerclral favorece la consrc-cón de sjeos smsos, sjeos domnados por las ndsras del medo.Los slencos fomenados desde el conflco oclan formas alernavasde vvr el conaco nerclral qe son posbles, como la qe acabo deseñalar de la búsqeda de foros de comncacón horonales, desdela dversdad clral, ejercda por cdadanos de odo el mndo en lasesacones de ren madrleñas despés de los aenados del 11-M.




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El miedo, comoconcepto másabstracto y subjetivo,y el terror, comomaterializacin deéste, actúan enescenarios de conlictocomo detonadoresde medidas decontrol activadaspara la creacin yreuerzo constante deimaginarios culturalessustentados en elriesgo y la inseguridad

Vanessa Gaibar Constansó

Alumna del Máster de Investigación Etnográica, Teoría Antropológica y Relaciones Interculturale. Universitat Autònoma de Barcelona

[email protected]

LA VIDA EN LOS MÁRGENES: MUJERES PALESTINAS ENTERRITORIO ISRAELÍ

Este trabajo pretende ser una aproximacin al juego identitario quedesarrollan las mujeres árabes israelíes, poseedoras de una identidad civilisraelí y una identidad nacional palestina. Como consecuencia de estadoble adscripcin, en su lugar de residencia, el Estado de Israel, no seles permiten alcanzar los derechos inherentes a su estatus de ciudadanasde pleno derecho. Esta tensin que se produce entre ambas identidadestiene su correspondencia en múltiples aspectos de la vida cotidiana conmaniestaciones de violencia y miedo. Vamos a ocalizar el análisis en treseseras, a partir de las cuales vamos a trazar la línea argumental: el siste-

ma educativo, la segregación del espacio público y los lugares de control o de paso (aeropuertos, ronteras y check-points).

El ámbito de la educacin permite aportar algunos ejemplos, a variosniveles, de la discriminacin que suren estas mujeres árabes israelíes. Lasciudades, o en el caso de las ciudades mixtas, los barrios de residenciamuestran la segregacin espacial de la poblacin judía y la “no judía”dentro de un mismo territorio. En Jerusalén se concentra toda esta com-plejidad y por ese motivo hemos optado por centrar la atencin en sulugar estratégico en el conlicto. Adentrarse en el trato dierencial quereciben unas y otras en los lugares de paso proporcionará claves inter-pretativas que permitan una mejor comprensin de la realidad de estasmujeres.

Los conceptos de violencia y miedo, ejes centrales del panel en el quese inscribe la discusin que sigue, y entendidos como enmenos socio-culturales, atraviesan todos los espacios ya expuestos. El miedo, comoconcepto más abstracto y subjetivo, y el terror, como materializacin deéste, actúan en escenarios de conlicto como detonadores de medidasde control activadas para la creacin y reuerzo constante de imagina-rios culturales sustentados en el riesgo y la inseguridad. Las ormas derepresentacin de estos enmenos producen una violencia continuadasobre las mujeres palestinas israelíes.



LA VIDA EN LOS MÁRGENES: MUJERES PALESTINAS EN TERRITORIO ISRAELÍ

1. La primera se produjo en Septiembrede 2007 en el marco del seminario“Women in Minorities – Networkingbeyond borders”, organizado demanera conjunta entre WomenAgainst Violence (WAV), con sedeen Nazareth, y el Servicio CivilInternacional (SCI) de Barcelona. Lasegunda ue en septiembre de 2008y tuvo por objetivo ampliar los cono-cimientos sobre el grupo estudiadoy establecer contactos con mujeres

judías vinculadas con el movimientopaciista, así como conocer asocia-ciones eministas que operan enCisjordania. En ambas ocasiones seha contado con el apoyo del SCI,

el Institut Català de la Dona (ICD)y la Secretaria de Joventut de laGeneralitat de Catalunya.

2. Esta idea se ha extraído de una inves-tigacin realizada por Claudia Aguilaren Bosnia Herzegovina durante elaño 2003. A pesar de tratarse de unarealidad muy distinta se ha conside-rado citarla ya que el uso excesivo ymalintencionado de los conceptosque aquí se emplean, en el contextobalcánico produjo unos devastadoreseectos que a día de hoy son conoci-dos por todas y todos.

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El presente estudio se apoya en dos tomas de contacto con el terreno1,dilatadas en un período temporal de un año, y en un análisis bibliográi-co de la literatura especializada elaborada al respecto. Esta investigacinse debe entender como un proceso en curso, al que le seguirán estudiosposteriores.

HACIA UNA DEFINICIÓN DEL CONCEPTO DE VIOLENCIA

La violencia, siguiendo a Philippe Bourgeois, tiene varios subtipos: la política, que sería la violencia ísica y el terror con objetivos deinidosadministrados por las autoridades oiciales o por quienes se les opo-nen; la estructural , deinida como la opresin político-econmicacrnica y la desigualdad social enraizadas histricamente, patentes enmúltiples eseras (econmica, demográica, laboral,...); la simbólica,que se reiere a la internalizacin de aquellas humillaciones y legitima-ciones de la desigualdad y del orden jerárquico que incluyen desde elsexismo o el racismo hasta aquellas expresiones íntimas del poder de

clase; y, por último, la cotidiana para reerirse a aquellas prácticas yexpresiones de la violencia que se dan a nivel micro-interaccional, yasean de tipo interpersonal, doméstica o delincuencial, y que han sidonormalizadas por la comunidad (Bourgeois, 2005:14). Estas ormasdistintas bajo las que puede tomar orma la violencia se dan de manerasimultánea en la cotidianeidad de las mujeres palestinas ciudadanas deIsrael, implicándose unas a las otras como si de círculos concéntricos setrataran.

DEFINICIONES, CONCEPTOS Y PERVERSIONES DELLENGUAJE

Estimamos esencial remarcar el signiicado que atribuimos a algunos delos conceptos que van a ser recurrentes a lo largo de este trabajo ya quesomos conscientes que algunos de ellos son utilizados indistintamentepara describir enmenos de muy distinta índole. Los conceptos étnico/a,nacin, nacional, racial, ciudadanía o ciudadano/a, como tantos otros,son piezas imprescindibles para poder enmarcar la realidad social queprocuramos radiograiar. Ya en el año 1991, Hobsbawm alertaba de queel término nacin no resultaba apropiado para analizar entidades políti-cas que se caliicaban como tales (Hobsbawm, 1991:202). Excede de loslímites aquí propuestos promover una discusin centrada en este puntopero creemos conveniente dar cuenta de esta perversin lingüística yaque el uso de estos conceptos está ligado a un mundo de signiicacin

que produce sus consiguientes eectos en las representaciones de lacolectividad, así como en sus percepciones y en las relaciones que en ellase establecen2 (Aguilar, 2003:100).

En los estudios consultados hemos observado un uso indiscriminado detales conceptos, incluso es recuente observar el intercambio de algunasde estas categorías como si se tratara de sinnimos. El uso de unos y node otros términos presenta, en la mayoría de los casos, un componentepolítico de denuncia y de reivindicacin social y de ahí nuestra decisinde mantenernos ieles a su marco conceptual. Por lo que se reiere ala signiicacin que nosotros le damos responde a un claro interés por

Los conceptos étnico/a,nacin, nacional,racial, ciudadanía ociudadano/a, comotantos otros, sonpiezas imprescindiblespara poder enmarcarla realidad socialque procuramosradiograiar




8. El in de la tregua, a inales dediciembre del 2008, entre el estadode Israel y el grupo político Hamás,elegido democráticamente por lapoblacin palestina de la Franja deGaza en las últimas elecciones, hadesencadenado en un enrentamien-to abierto que a día de hoy se hasaldado con la vida de más de nove-cientos palestinos/as – 200 de ellosmenores – , según datos de AmnistiaInternacional a 15 de Enero de 2009.

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IDENTIDADES EN JUEGO

To be a Palestinian in Israel is to be neither the sel nor the other; rather you are the sel and simultaneously its other (Warwar, 2002:116)

La situacin de la poblacin palestina que reside dentro de las ronterasdel Estado de Israel está determinada por una serie de actores. Estospalestinos y palestinas, el 20% de la poblacin israelí, son un ejemplorepresentativo de una “sociedad indígena” convertida en una insigni-icante minoría en su propio país (Ghanem,2005:79). Rabinowitz se hareerido a ella como “minoría atrapada” (“trapped minority”) remar-cando así, por una parte, su existencia como grupo no hegemnico quereside en un estado soberano dominado por los “otros”, y por otra,su posicin en la perieria territorial, demográica y política respecto a supatria. Esta combinacin de ambas posiciones la conina a una especiede limbo, en términos de espacio y tiempo (Rabinowitz, 2004:90). Bajoel prisma de la poblacin árabe y palestina no israelí, la “minoría nacio-

nal palestina” es vista como un elemento ambiguo y problemático, cuyoestatus y cuya lealtad con la nacin palestina están aún por determinar,mientras que a ojos del establishment israelí es vista como una amenaza.

Esta peculiaridad, comporta su exclusin del sistema social israelí y lacontinua negacin de su sentimiento de pertenencia a una comunidad“otra”, el cual se torna aún más acuciante en el caso de las mujerespalestinas israelíes. La tensin entre un régimen de género excluyentey un régimen de comunidad nacional incluyente determinan la situa-cin de estas mujeres (Herzog, 2004:237). Este vivir entre los márgenes,provoca que no se sientan ni dentro ni uera, que naveguen entre dossociedades sin pertenecer plenamente a ninguna por el vínculo que les

une con la otra. En sus propias palabras, “it is an experience o inclusionthat creates our exclusion” (Warwar, 2002:116). Su condicin de mujerpalestina no les permite su plena integracin en la sociedad israelí. Y sucondicin de ciudadana israelí no les permite establecer vínculos con suscompatriotas de los territorios ocupados.

La posicin de esta minoría nacional palestina, en la línea de uegoentre las dos naciones, provoca que la relacin entre ésta y el Estadode Israel se vea determinada por el curso que toma el conlicto árabe-israelí (Rabinowitz, 2004:89). De ahí que los dierentes acontecimientosdurante el período histrico que tiene como echa de partida la Nakba (1948), tales como la ocupacin (1967), las dos Intiadas (1987, 2000) ola coyuntura bélica en la que se encuentra a día de hoy la Franja de Gaza

(2009)8 no hagan sino potenciar esta enrevesada pugna de identidades.Por ello resulta pertinente contextualizar histricamente, aunque sea demanera muy breve, este tipo de representaciones (Nash, 2008:13).

Los acontecimientos del año 1948, concebidos por la poblacin palesti-na como la Nakba o destruccin del pueblo palestino y por la poblacinisraelí como el día de la creacin del Estado de Israel (14 de mayo),dejaron una vasta impronta en los imaginarios colectivos de ambos pue-blos. Para la poblacin palestina que qued dentro de las ronteras deIsrael supondría, además, el inicio de un nuevo estatus civil y un sinínde cambios que se iban a suceder de manera imparable. La creciente

Los acontecimientosdel año 1948,concebidos por lapoblacin palestinacomo la Nakba odestruccin del pueblopalestino y por lapoblacin israelí comoel día de la creacindel Estado de Israel (14

de mayo), dejaron unavasta impronta en losimaginarios colectivosde ambos pueblos



73VANESSA GAIBAR CONSTANSó

9. El concepto del Honor, ampliamenteestudiado en el marco de la disci-plina antropolgica (véase JulianPitt-Rivers para conocer sobre esteenmeno en el seno de la sociedadespañola), acostumbra a actuar comoun indicador a partir del cual se midela singularidad y la independenciadel grupo social. Este “Honor” sedeposita en los hombres pero sonlas mujeres las únicas que puedenperderlo.

participacin de las mujeres palestinas en la vida social, política y públicadentro de la sociedad palestina, y especialmente la de aquellas que seconvirtieron en ciudadanas israelíes, se vería truncada con los aconteci-mientos del 48, una pérdida que aect de manera muy notable a lasconquistas alcanzadas por las eministas palestinas hasta el momento(Espanioly, 1994:109; Ghanem, 2005:85).

La obligatoriedad de permanecer en casa, dictada por las leyes militares judías, y las imposiciones maritales aectaron de manera muy negativaal estatus del que gozaban, relegándolas a la esera privada y atribu-yéndoles el rol de mantenedoras de la cultura tradicional. Sería en estemismo contexto en el que resurgiría el concepto de Honor 9, bajo nuevosparámetros signiicativos. El peso que otorgaría el recién creado Estado alsistema de clanes o hamulot, convertido a partir de esta echa en el ele-mento de mediacin entre las dos comunidades, contribuiría a ortalecerun modelo social que propugnaba el prestigio social y la autoridad delos hombres. La exclusin de la poblacin palestina de la vida civil israelíy la visin del Estado como un agente hostil y represivo conducirían a un

progresivo coninamiento de la poblacin en las comunidades localesamiliares que, a partir de ese momento, serán vistas como proveedorasde soporte y seguridad. En este contexto patriarcal, las reivindicacionesde género quedaran relegadas a un plano secundario, al tiempo que seextremará la vigilancia sobre las mujeres, vistas como seres vulnerablesen un contexto de por sí inseguro (Herzog,2004:239).

Una lectura de la Nakba en clave de género permite advertir cmo esteacontecimiento se erige “como punto de inicio de una historia de pérdidaque las mujeres surirían de orma desproporcionada como madres y crea-doras de un hogar; y como divisor traumático del tiempo en los recuerdosde las mujeres” (Sayigh, 2003). Nusair relata cmo su madre y su abuela

toman esta misma echa y la convierten en un punto de reerencia a partirdel cual presentan un complejo entrelazado entre las eseras públicas yprivadas de sus vidas (Nusair, 2004:94). Algo similar sucede en el caso deAmal, cuando construye el devenir de la historia colectiva de la sociedadpalestina de Israel como una secuencia en su historia amiliar en la que lasmujeres toman un papel protagonista y ambivalente, como mantenedorasde la tradicin y como desaiadoras de ésta. Esta estrategia le permite ase-gurar su presencia en la narracin colectiva disolviendo los límites entre laseseras civil, política y personal. (Herzog, 2004:243).

La ocupacin israelí de los territorios de Gaza y Cisjordania, diecinueveaños después, pondrá las bases de un nuevo modelo social entre israelíesy palestinos sustentada en el binomio ocupante-ocupado en la que este

último quedará en posicin de subordinacin respecto al primero, erigi-do como depositario del poder. Esta relacin desigual, aún vigente en laactualidad, ha sido muy signiicativa a todos los niveles (social, político,econmico, cultural, psicolgico y moral) para mujeres y hombres, tantopalestinos/as como israelíes (Mayer, 1994:1).

Consideramos esencial incorporar la variable de género en el análisisdel impacto de este suceso en la poblacin que nos ocupa, así como lascategorías de clase, etnia o grupo nacional (Mayer, 1994:5). Cada grupopresenta unas peculiaridades y unos rasgos distintivos determinados, yen el caso de las mujeres palestinas de Israel esta omisin metodolgica

La exclusin de lapoblacin palestinade la vida civil israelíy la visin del Estadocomo un agente hostily represivo conduciríana un progresivoconinamiento dela poblacin en lascomunidades locales

amiliares que, a partirde ese momento,serán vistas comoproveedoras de soportey seguridad

Consideramos esencialincorporar la variablede género en el análisisdel impacto de este

suceso en la poblacinque nos ocupa, asícomo las categorías declase, etnia o gruponacional




10. Mariam Mar’i, directora gene-ral del Educational Center o EarlyChildhood & Development o theArab Child in Akka, Jaa and theTriangle, apunta que durante los pri-

meros años en los que se llevaron acabo acciones conjuntas entre muje-res judías y palestinas se prioriz lasituacin de la mujer palestina delos territorios ocupados, dejando delado la compleja situacin en la quese encontraban las mujeres palestinasen Israel

11. La discriminacin ejercida contra lasciudadanas “árabes israelíes” quedapatente en las mismas leyes y polí-ticas gubernamentales del Estadode Israel. Las conclusiones extraídasdel inorme realizado por el WorkingGroup on the Status o PalestinianWomen in Israel en torno al cum-

plimiento de la Convencin Contrala Violencia Contra todas las ormasde discriminacin contras las muje-res (CEDAW) en Israel , se centranen tres puntos concretos. La ausen-cia de una constitucin escrita, leybásica o estatuto de carácter ordi-nario que garantice explícitamenteuna igualdad real de la poblacinpalestina de Israel , disminuye elpoder de este derecho e impide quela minoría nacional palestina llegueadisrutarla, especialmente, en elcaso de las ciudadanas palestinasisraelíes, discriminadas doblemente,

por nacionalidad y por sexo. La altade una implementacin eectiva dela Women’s Equal Rights Law (1951)en el caso de las palestinas israelíes.Y en tercer lugar, la propia deinicindel Estado de Israel como EstadoJudío, de carácter inalterable en lamisma ley, que permite que éste llevea cabo una política de “razonablediscriminacin” que les aecta demanera evidente, limitando su capa-cidad para ejercer su derecho a laigualdad como mujeres (WorkingGroup, 2005).

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ha comportado que se pasaran por alto sus necesidades y problemáti-cas10 volviéndolas “invisibles”.

El dilema entre su identidad civil como “ciudadanas israelíes” y suidentidad nacional como “miembros del pueblo palestino” se veríaampliamente agudizado ya que, a partir de ese momento, las palesti-nas israelíes tendrán que lidiar con el dilema de sentirse parte de unasociedad que oprime a la nacin con la que ellas se identiican, a la vezque no reconoce sus necesidades particulares como minoría nacionaldentro del Estado de Israel. Espanioly destaca la Ocupacin (1967) y laIntiada (1987), como sucesos claves que actuaron como motor de la re-palestinizacin de la poblacin árabe israelí y de su toma de concienciarespecto al estatus dierencial de los/as palestinos/as de la Franja de Gazay Cisjordania. A partir de ese momento se incrementarán las demandasde los ciudadanos y ciudadanas árabes respecto a su situacin dentro delEstado y el derecho a la autodeterminacin de su pueblo.

Los enrentamientos continuos que viven sus compatriotas detrás de la

Línea Verde se transormarán en segregacin y “ ghetthoización” dentrode las ronteras israelíes (Mayer, 1994:21, Ibrahim, 2005:7). La mayoríade la poblacin palestina israelí intenta solventar este dilema exigiendoambas identidades: la palestina, aduciendo que son una parte integral deesta comunidad, y la israelí, debido a que las circunstancias histricas leshan hecho permanecer en este territorio. Sus demandas como “ciudada-nos/as israelíes” se centran en sus derechos civiles y en el ejercicio de suciudadanía en condiciones de igualdad, mientras que como palestinos ypalestinas piden derechos nacionales como minoría nacional dentro delEstado de Israel (Espanioly,1994:115).

Paralelamente, se produce una pugna entre estos dos mundos a los que

pertenecen, el “occidentalizado”, caracterizado por una ocupacin delespacio público como activistas para reivindicar sus derechos, y los desu pueblo, contribuyendo a su empoderamiento, y el de la sociedadPalestina más tradicional. Es en este punto en el que conluyen las pales-tinas israelíes y las de los Territorios Ocupados, en el conlicto internoque ambas suren al intentar encontrar el equilibrio entre su lucha porla liberacin nacional y su lucha por la liberacin social, especialmen-te en la medida en que el movimiento nacionalista palestino invoca lapreservacin de un pasado común y un modo de vida tradicional que,histricamente, ha relegado a las mujeres palestinas a la esera domésti-ca, colocándolas en un plano secundario (Mayer, 1994:7).

UNA CIUDADANÍA INCOMPLETA

La discriminacin11 que suren estas mujeres palestinas, que residen enterritorio israelí se estructura en base a tres niveles. Por nacionalidad,“como palestinas en territorio israelí”, y por sexo, biurcándose ésta endos, “como mujeres palestinas en territorio israelí” y “como mujeres en elseno de una sociedad patriarcal”. Dicha discriminacin se sustenta tantodesde el propio Estado, debido a actores políticos y estructurales quederivan en prácticas y políticas de carácter opresivo, como desde la propiaestructura patriarcal en la que se desarrollan, estando la misma legitimadapor una herencia social que preconiza la superioridad del hombre versus




12. Los datos aportados por este gruporespecto al año 2003 indican queel 14,7% de las mujeres palestinasisraelíes son analabetas rente al4,5% de sus conciudadanas judías,mientras que los hombres palestinosisraelíes se sitúan en un 6,2% renteal 2,5% de los hombres judíos.

13. Según el mismo estudio, el año 2003el porcentaje de palestinas israelíesque abandonaban sus estudios(9,5%) triplicaba el de las judías quelo hacían en el mismo curso (3,6%)

14. Siguiendo los datos del mismoestudio, el porcentaje de mujerespalestinas israelíes que recibían másde 16 años de escolarizacin ascen-día a un 7,1% rente al 19% de lasmujeres judías. Respecto a la pro-porcin de hombres, el porcentajeera de un 9,7% de los palestinosisraelíes rente al 20% de los judíos.

la inerioridad de la mujer, adjudica ciertos roles de género a las mujeres(esposa y madre), y las subordina a los hombres. La rase “I belong to aminority inside a minority inside a minority” condensa de manera muyprecisa cuál es el lugar en que se las ubica dentro de la sociedad (Espanioly,2002:106).

Herzog señala esta marginacin como el hecho social más relevante de las“palestinas israelíes” debido a su pertenencia a una poblacin minoritariaque no disruta de una plena igualdad civil y al hecho de que ocupe lasposiciones más bajas en un sistema social estratiicado por género y etnia(Herzog, 2005:205). Algunos de los estudios realizados en torno a la situa-cin de la “minoría palestina” de Israel se han centrado, precisamente, enla existencia de actores étnicos o raciales como impulsores de la discrimi-nacin. El uso de términos como “Ethnic Democracy” (Smooha, 1990), “Ethnocracy” (Yitachel, 1997) o “racialised citizenship” (Ghanem, 2005)permite a estos autores denunciar actitudes racistas que se apoyan en unproceso de deshumanizacin y demonizacin de la poblacin palestina quepermite al gobierno israelí emprender acciones de legítima deensa contra

el “enemigo”, ya sea interior o exterior (Espanioly, 2004:108). La críticade Herzog a los conceptos empleados por Smooha y Yitachel delata queambos conciben los sistemas étnico y nacional como neutrales, ignorandouna estructura de género que está proundamente arraigada en la culturademocrática israelí (Herzog, 2004:238).

EL SISTEMA EDUCATIVO: RAÍZ DE LA “DISCRIMINACIÓN”

Los datos aportados por varios organismos respecto al estatus de la mino-ría nacional palestina, y en concreto de las mujeres palestinas israelíes,indican que aún están muy lejos de alcanzar una igualdad de oportunida-

des. El año 2006 el Working Group on the Status o Palestinian WomenCitizens o Israel en su inorme The Status o Palestinian Women Citizenso Israel alertaba de que este sector de la poblacin era el que alcanzabalas mayores tasas de analabetismo12, concentraba un mayor porcentaje deabandono de los estudios13 y contaba con una menor presencia en el siste-ma universitario14.

Gran parte de las medidas implementadas por el gobierno israelí para paliarla desigualdad por razn de sexo no han tenido iguales resultados entre lapoblacin árabe-israelí y la judía. La campaña iniciada por el Ministerio deEducacin israelí para eliminar los estereotipos de género en los libros detexto es un claro ejemplo. Éstos persisten en un 60% de los libros de lasescuelas públicas árabes mientras que en los libros de texto judíos ya han

sido completamente eliminados (Working Group, 2005:51). En el caso dela aplicacin de la enmienda realizada el año 2004 en la Long School Day Law (1997), cuya propuesta principal era aumentar las horas lectivas en loslugares más desavorecidos del Estado con tal de omentar el trabajo de lasmujeres uera del hogar, tampoco ha corrido mejor suerte ya que slo estádisponible en un 10% de las escuelas árabes. El déicit de inraestructuras yservicios en las escuelas han impedido su correcta aplicacin.

En un nivel dierente, existen otro tipo de exclusiones más sutiles.Algunos estudios han apuntado que el criterio de admisin a la univer-sidad, denominado “ psychometric examination” , supone un obstáculo

Gran parte delas medidasimplementadas por elgobierno israelí parapaliar la desigualdadpor razn de sexo nohan tenido igualesresultados entre lapoblacin árabe-israelíy la judía




15. Un muro de contencin de tierraentre los barrios de Jisr Al-Zarqa yQisariya, en la norteña regin deSharon, y dos muros de cemento,uno que separa los vecindarios dePardes Snir in Lid t Moshav Nir Zvide la ciudad de Lid, y otro entre el

vecindario árabe de Jawarish y elvecindario judío de Gannei Dan,ambos pertenecientes al DistritoCentral de Israel.

16. Esta campaña liderada por el “TheAction Commite or Migdal” partíade premisas como éstas: “Dangerto Migdal and its residents!!! Wakeup!!!”, “They (the Arabs) are justwaiting or the right moment torealize their objectives”, “When ourdaughters cannot go outside anymore?”, “When apartment pricesstart to all?”, “When crime andterror arrive on our doorstep? ”

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para la poblacin palestina ya que su traduccin del hebreo al árabe noes sensible a la cultura y a la lengua palestinas. Algo similar sucede conla restriccin impuesta respecto a la edad mínima de 20 años para poderacceder a la universidad. Las chicas palestinas habitualmente no realizanel servicio militar, ya que el estado de Israel no se lo impone como obli-gacin legal, y por este motivo a los 18 años ya están en disposicin deingresar en la universidad. El lapso temporal de dos años que las obligaa esperar puede suponer para algunas de ellas perder la oportunidad deestudiar debido, entre otras cosas, a la actitud contraria de sus propiasamilias.

La asignacin dierencial de recursos entre un sector y el otro aectaa dierentes niveles que acarrean proundas desigualdades de baseestructural. La ausencia de inraestructuras, ya sean guarderías, redesde transporte o escuelas a su abasto, contribuye de manera muy des-avorable al desarrollo de la independencia de las mujeres árabes deIsrael que se ven rodeadas de actores externos, así como internos, queimposibilitan su plena incorporacin al mundo laboral. A la luz de los

datos presentados, se podría airmar que la realidad creada por la situa-cin econmica y la dependencia del mercado israelí, propiciada por laspolíticas gubernamentales, ayuda a consolidar este desigual sistema degénero (Herzog, 2004:244).

LA SEGREGACIÓN TERRITORIAL: ESPACIOS DE (DES)ENCUENTRO

Las relaciones entre la poblacin judía y la palestina en el Estado de Israeltambién tienen su correspondencia en la distribucin geográica-espa-cial de las dos comunidades. A nivel nacional, las y los árabes israelíes

se encuentran mayoritariamente localizados en la zona de Galilea, elTriángulo y el Neguev. Mientras que a nivel local, esta poblacin se acos-tumbra a vivir segregada en ciudades árabes o en barrios árabes en lasciudades mixtas. En los últimos tiempos, la separacin entre ciudades ybarrios árabes y judíos en las ciudades mixtas se ha visto reorzada porla construccin de muros que separan ciudades y vecindarios de ambascomunidades. El inorme Behind the walls denuncia la existencia de tresde estos muros en el interior del Estado de Israel15. Esta demarcacin deronteras tiende a crear la percepcin de un mundo binario apoyado enlas dicotomías judíos /as - árabes, mujeres – hombres y espacio público -espacio privado. (Herzog, 2004:240).

En las ciudades mixtas también se puede observar cmo una signiicativa

minoría palestina reside al lado de una clara mayoría judía. En ocasiones,estas “intromisiones” en barrios o ciudades “otras” puede tomar tintesbastante dramáticos como sucedi en marzo del año 2004 en la ciudadcostera de Migdal. La llegada de siete amilias árabes a esta localidaddespert una uerte oposicin por parte de los residentes judíos quedecidieron iniciar una campaña alarmista sustentada en el miedo y elterror16. El objetivo no era otro que alertar a la poblacin judía de las con-secuencias que iba a tener la instalacin de amilias árabes en la ciudad.Este miedo se diundi mediante la asociacin de todo tipo de atrocida-des y comportamientos criminales a la poblacin palestina israelí, unido alos miedos propios de la poblacin judía (como la inseguridad de las hijas

La asignacindierencial de recursosentre un sectory el otro aecta adierentes niveles queacarrean proundasdesigualdades de baseestructural

Las relaciones entre

la poblacin judíay la palestina enel Estado de Israeltambién tienen sucorrespondencia en ladistribucin geográica/ espacial de las doscomunidades




22. Se ha optado por hacer uso de estetérmino para englobar tanto a lospalestinos de los territorios ocupa-dos como a aquellos que tienen laciudadanía israelí. También se hahecho con la intencin de eliminarla connotacin política que se deri-va del término “palestino/a” y deeste modo poner énasis en una dis-criminacin de raíz étnica o comohan denominado algunos autores“racial”.

23. Lo mismo les sucede a aquellas yaquellos que han visitado un paísárabe o que han mantenido contactocon ciudadanas/os árabes israelíeso han pasado por territorio palesti-no, los pasaportes son examinadosuno a uno de manera milimétrica, losequipajes pasan por controles múl-tiples y las personas son sometidasa registros varios. Mi última visita alaeropuerto de Ben Gurion me supu-so 6 largas horas de espera, entre lasque se sucedieron varios registros de

equipaje y otros tantos ísicos.24. La inspeccin de seguridad empieza

en la puerta principal del aeropuerto,continúa en el check-in y culmina enlas líneas de rontera y de control depasaporte. En ocasiones, esta ins-peccin puede continuar en la zonade compras. En los últimos años sehan instalado escáneres digitales quepermiten un mayor control.

25. La organizacin del acto ue a cargode las asociaciones Isha l’Isha – HaiaFeminist Center y la Coalition oWomen or Peace.

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La segregacin entre la poblacin árabe22 y la judía-israelí en los pues-tos de control es constante (distintos lugares de paso – distinto trato).Y, en este caso, la discriminacin se torna completamente igualitaria,aectando a todas las personas árabes por igual, sea cual sea su edad,sexo o estrato social. Lo que supone para los palestinos y palestinas lar-gas horas de colas y aglomeraciones constantes23. El inorme Suspected Citizens denuncia este trato discriminatorio que reciben los palestinosy las palestinas israelíes en el aeropuerto de Ben Gurion, así como enotros aeropuertos internacionales, atribuyéndolo únicamente a la apa-riencia externa, al acento, al lugar de residencia o simplemente a suidentiicacin como árabes. Varias personas relatan su experiencia ytodas comparten la misma sensacin, sentirse ciudadanas y ciudadanosde segunda por ser automáticamente tratados como sospechosos por suidentidad étnica y nacional. Un trato dierencial que se vuelve aún másvisible cuando se viaja junto a poblacin judía, ya que, como relatan, seles separa del grupo y se les marca con etiquetas distintas antes de queempiecen a circular por los dierentes niveles de inspeccin24.

Todos estos ejemplos ponen de maniiesto la importancia de la cues-tin de la seguridad en Israel, situándose en el primer puesto de lalista de intereses del país. La ausencia del punto de vista de las muje-res en el debate público concerniente a esta cuestin, debido a lainsigniicante presencia emenina en los lugares de toma de decisin,promovi la organizacin del symposium “Security or Whom? An Alternative Conerence” . Este acto, organizado por varias asociacioneseministas25, puso en entredicho esta concepcin hegemnica de lanocin de seguridad a in de proponer una deinicin alternativa queincluya las experiencias de mujeres, niños/as y minorías nacionales.

CONSIDERACIONES FINALES

El devenir histrico del conlicto palestino-israelí ha tenido importanteseectos en la realidad social que viven a diario las mujeres palestinasisraelíes. La escalada del conlicto, con sus picos histricos de violencia,ha potenciado su dilema identitario sustentado en el binomio civil-na-cional, al mismo tiempo que ha aumentado su discriminacin, tanto enel interior de la sociedad israelí como en el seno de su comunidad deorigen.

La “minoría nacional” palestina ha sido partícipe del proceso deconstruccin de una nueva identidad colectiva que les ha llevado a die-renciarse de la “mayoría judía” y del resto de la poblacin palestina. El

reconocimiento de esta identidad particular a la que aluden les ha per-mitido dirigir su proyecto político en dos direcciones: el alcance de unaciudadanía israelí completa y el reconocimiento de un Estado nacionalPalestino.

Las mujeres palestinas de Israel son discriminadas doblemente, por etniay por género, y esto repercute en su pleno desarrollo como ciudadanas ycomo mujeres. A la vista del estudio que hemos realizado in situ creemosque nuevas medidas educativas, del espacio y relativas a la seguridad,por nombrar slo algunas, podrían mejorar la condicin de las mujerespalestina en el Estado de Israel.

Las mujerespalestinas de Israelson discriminadasdoblemente, poretnia y por género, yesto repercute en supleno desarrollo comociudadanas y comomujeres




La creciente participacin de asociaciones eministas, tanto árabes como judías, en la arena política y social está poniendo en entredicho los pilaresconstitutivos sobre los que se sustentan sus comunidades. La inclusin deestas miradas “otras” es una posible vía, quizás la única, para deconstruirdeiniciones conceptuales y modelos sociales que permitirán desmantelarlos esquemas binarios a los que venimos reiriéndonos a lo largo del artí-culo (hombre-mujer; palestino-israelí; dentro-uera).


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En los últiosaños heos idoacostubándonos alas eesentaciones delas gandes ciudadescoo inseguas. Losdiscusos hegenicosocedentes del ábitoeesaial, los ediosde counicacin laoltica ofesionalhan ido configuandoun aisaje ubanoiaginaio lagado deeligos

Sergio García García

Dpto. Antropología Social de la Fac. de Ciencias Políticas y Sociología.Universidad Complutense de Madrid

[email protected]

IdentIdad, vIolencIa y resIstencIa:hacIa una reconceptualIzacIón del mIedo urbano

En los últios años heos ido acostubándonos a las eesentacionesde las gandes ciudades coo inseguas. Los discusos hegenicosocedentes del ábito eesaial, los edios de counicacin laoltica ofesional han ido configuando un aisaje ubano iaginaiolagado de eligos. Esta no es una situacin nuea en la histoia occi-dental: el sugiiento de la eligin ieo, del Estado desués, fueosible gacias a un clia ideolgico de iedo que haca necesaia laexistencia de una entidad sueio que estableciea un oden (Delueau,2002b). En la teoa hobbesiana, el iedo no desaaece con el Estado

sino que iue la seguidad (Uibe, 2002). El Estado odeno conce-tado en el Estado libeal aanca con la oesa de seguidad; el Estadoneolibeal, libeándose de cietos cooisos aa la contencin socialque eiaente haba adquiido, uele a actualia la seguidad cooioidad en las agendas de la oltica ofesional.

Esta eactualiacin de la (in)seguidad ha sido eflexionada desde distintosuntos de ista en las ciencias sociales. Algunos han uesto el énfasis enla concecin de las angustias de cada tieo en foa de iedos ese-cficos (Delueau, 2002a), otos en el aance de las incetidubes en laodeniacin eflexia (Beck, 1998; Giddens, 2004; Inneait, 2004),en los desanclajes oducidos o la flexibiliacin del tabajo (Sennett,2000; Castel, 1997), en el etoceso de las olticas sociales en fao de

las eesias (Bauan, 2003 2006; Wacquant, 2001; Dais, 1992) o enla búsqueda de esacios de hoogeneidad difeenciacin social (Low,2004; Caldeia, 2000). Estas aotaciones coinciden en señala el etoce-so de las olticas de igualdad. Otos autoes han otado o focalia eloblea en la sociedad de control , sucesoa de la sociedad discilinaiateoiada o Foucault, oia de las sociedades ostfodistas (Hadt Negi, 2005; de Giogi, 2006): se tata de una nuea biooltica de gestindel excedente humano. Todas estas aoxiaciones, otas, esultan útilesaa un acecaiento a la (in)seguidad coo ealidad glocal : coo ideo-loga hegenica funcional a la conseacin de un oden coo ienciasubjetia de un estado de incetidube ás allá del auento o descenso“eal” de la iolencia.



IDENTIDAD, vIOLENCIA y rESISTENCIA: HACIA UNA rECONCEpTUALIzACIóN DEL mIEDO UrBANO

Caabanchel caga concieto estiga en eliaginaio adileño la inseguidadaeca se otode los eleentosinferiorizantes queenan a suase a suautoconceto baialdealuado

El miedo, lasensacin ntia deincetidube queaece habita en todaslas esonas, aunquecon intensidades significados difeentesen oentos distintos,es tansfoado en

palabra. Esta alabase institue en lugar

del otro, toando unsignificado diferente del esitu inicial quedio luga a la actuacindel iedo

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ETNOGRAFÍA DE LA INSEGURIDAD Y EL MIEDO

En una iea incusin en el tabajo de cao en el distito adileñode Caabanchel ude accede a algunas de las eesentaciones sobe lainseguidad de sus ecinos. Caabanchel caga con cieto estiga en eliaginaio adileño la inseguidad aeca se oto de los eleentosinferiorizantes que enan a suase a su autoconceto baial dealuado.A esa de las esignificaciones que uchos de sus ecinos ealiaban aadignifica su baio (designándolo coo “baio obeo” e iaginándolocoo “ás counitaio”), la eligosidad constitua un eleento esen-te en uchas de las naatias sobe el baio. Tas escucha de aneaeetitia el discuso sobe la inseguidad en sus calles, ás allá de lasexeiencias oias de las ácticas esaciales concetas, ude aeciaco este discuso constitua una esecie de estategia de autolegiti-acin en la coetencia o ecusos sociales escasos en el baio queonan en funcionaiento distintos actoes sociales, incialente aque-llos que se encontaban en ocesos biogáficos de deseodeaiento,eligiendo unos otros “eligosos” adecuados a la situacin (Gaca, 2008).

mediante estos discusos oiginados en los edios de counicacin eaoiados o los ecinos, éstos actuaban efoatiaente su ciu-dadana en un contexto que dificultaba su ejecicio (Caabanchel es undistito histicaente eobecido eiféico).

Sin ebago, estos discusos doinantes aenas infoaban de las ác-ticas concetas del iedo ntiaente iido. Es o esta an que edisuse a econcetualia el objeto de i inestigacin , aoándoeen la oba de michel de Ceteau, coencé a distingui ente los discursos de la inseguridad las prácticas del miedo. pese a que los discusosconstituen ácticas, alabas que se elean en contexto aa odu-ci efectos (Boudieu, 1985; van Dijk, 2005), e sio de la concecin

de de Ceteau del discuso coo aquel oden de enunciacin oiodel sistea escituaio, que se eite desde un lugar (de ode) taaestrategias, en contaosicin a la oalidad, eteneciente a los no luga-res, que actúa tácticas. El conociiento que no está en los discusos, sinoen los elatos (ácticas oales), infoa del undo de las eociones laeoia atáica excluida de la Histoia (Cassigoli, 2007).

Los discursos de la inseguridad no dan cuenta de una ealidad objetia(“el auento de la inseguidad”), sino de osiciones subjetias ante elundo social. Se tata de dicciones aticuladas de anea “coecta”,genealente en tecea esona, eitidas desde las agencias olticasofesionales, instituciones deás centos de ode (edios de cou-nicacin, etc.). El lenguaje escito es el eleado efeenteente o

los sisteas exetos, ésta es la lgica que deteina los discusos de lainseguidad. La escitua ha odido ionese de una anea abuado-a sobe la naacin oal: la “escitua que inade el esacio caitalia eltieo” (de Ceteau, 1993) lo hace en funcin de su caácte e-esenta-tio. El miedo, la sensacin ntia de incetidube que aece habita entodas las esonas, aunque con intensidades significados difeentes enoentos distintos, es tansfoado en palabra. Esta alaba se institueen lugar del otro, toando un significado diferente del esitu inicial quedio luga a la actuacin del iedo (de Ceteau, 1993). En la obseacin en las enteistas que lleo a cabo esto esecial atencin a la esenciade los discusos hegenicos en el baio a su aoiacin o ate delas esonas que lo habitan (“lo dice la tele”).



85SErGIO GArCíA GArCíA

Esa situacin eeiti ensa elesacio-tieo “salidadel colegio” cooun ubal ente dosesacios institucionales(escuela failia) queo ello está sujeto aultitud de ánicosoales. Se tata de

un teo atáico sobela édida de contoloal sobe los niños niñas que se ellenade contenido con undiscuso hegenicoactual

El iedo no se exociao la aaicin de

un otro (inigante, joen, nueo obe)sobe el cual caga laesonsabilidad de lasoias incetidubes:los discusos de lainseguidad que buscanun chio exiatoioson estatégicos enla confoacin de

identidades colectias(nacionales, étnicas,etc.) eo no aecenaliia la sensacin deteo

Estaos ante un caino de ida uelta de las alabas. Un ejelo deco el discuso hegenico se aoia del iedo etona al undooula con nueas alabas fue una situacin eciente en el tabajo decao en la cual un ade coen a fotogafiae con el teléfonoil tas habe toado o eiaente unas fotogafas en la uetadel colegio de su hijo. El ade se acec osteioente eguntándo-e en un tono desafiante si tena eiso aa tia fotos, a lo cual leesond que no cea que fuese necesaio. Tas atenuase la tensin alcoentale que se tataba de un estudio aa la uniesidad, e tans-iti que los ades estaban en aleta oque haban enido “unos deilegales”, “unos nais”, dando oaganda a los chaales “que si úbli-co que si iado”. pobableente, o el contenido no se tataba de“nais”, sino ás bien de un guo totalente ouesto, eo odeosaecia co el discuso hegenico teleisio, que ciinalia todala oltica que se ealice fuea del ábito institucional-ediático, esaoiado o este ade que as uede designa coo “ilegal” (coolos “inigantes”) toda accin que onga en iesgo su onooliocoatido con la escuela en el contol sobe sus hijos. (Un onoolio,

o cieto, que no es tal, teniendo en cuenta la cantidad de ensajesoagandsticos que su hijo ecibe a lo lago del da). Esa situacin eeiti ensa el esacio-tieo “salida del colegio” coo un ubalente dos esacios institucionales (escuela failia) que o ello estásujeto a ultitud de ánicos oales. Se tata de un teo atáicosobe la édida de contol oal sobe los niños niñas que se ellenade contenido con un discuso hegenico actual. Boudieu, conscientedel ael legitiado fundaental del lenguaje, obse co los acto-es ecuen a los lenguajes oficiales, cultos, a la gaática de la oal odel deecho aa justifica acciones ácticas que, sin ebago, obede-cen a lgicas coletaente distintas (Boudieu, 2008). El “discuso dela inseguidad” uede leese bajo estas eisas analticas. El eleo

de este lenguaje debe inteetase al iso tieo coo acto dedoinacin (al natualia los oios agentes el ecaniso de su sub-odinacin) de autonoa (al eaoiase del discuso aa defendesu osicin en el cao). paa de Ceteau, el discurso noatio funcio-na únicaente si se tansfoa en relato (de Ceteau, 2006). Cuandolos cueos enuncian la Le, la hacen ealidad, lo cual nos da algunasistas sobe co el discuso de la inseguidad hace eal la inseguidad.Esta Le es aoiada o este seño en su lucha de ode con otasesonas del entono, en este caso los jenes de estética iecisa queueden aebatale una ocin de contol sobe el iaginaio socialque le debe llega a su hijo.

peo aunque el discuso (del oden de la escitua) etone a la enun-

ciacin oal, ha oto tio de ácticas coorales que actúan el iedo.Se tata de ácticas oales de otas ás silenciosas. Estas ácticasno ueden se catadas o el texto, o el discuso de la inseguidadeitido en los edios de counicacin. El iedo no se exocia ola aaicin de un otro (inigante, joen, nueo obe) sobe el cualcaga la esonsabilidad de las oias incetidubes: los discusosde la inseguidad que buscan un chio exiatoio son estatégicos en laconfoacin de identidades colectias (nacionales, étnicas, etc.) eono aecen aliia la sensacin de teo. Se oda afia, sin ebago,que las incetidubes tienen que e ás con otas inseguidades queoceden de las luchas de ode en la histoia local, en la oia bioga-fa, en la eota infancia con su eactualiacin continua a lo lago de




La foa de acecaea las tácticaselacionadas conel iedo ate delas naaciones eniea esona de lassensaciones ntiasde teo, as coode la obseacinde las ácticas de

esacialiacin de loscueos en el esacioúblico de Caabanchel

La nocin de identidad antiene una fueteligan con la de sujeto. Si en algo seha caacteiado laodenidad ha sido

en la oduccin desujetos encuadados enidentidades de géneo,de clase, de nacin,etc., que se etendenfijas, sustanciales

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la ida en foa de desasosiego o la hiecoetitiidad en la cultuacaitalista o la édida de anclajes (en el undo laboal, afectio,etc.). La eaccin de este seño no uede leese únicaente coo unaeoduccin aniulada del discuso hegenico: es eso, eo tabiénuna aoiacin del discuso aa hace fente a su ealidad áctica. Eldiscuso sobe lo “ilegal” se tansfo en exesin oal con acentooula; su neiosiso en el habla, al igual que el o, delataba sucueo; la tecnologa de su il fue instuentaliada a odo de tácti-ca en el conflicto.

La foa de acecae a las tácticas elacionadas con el iedo ate delas naaciones en iea esona de las sensaciones ntias de teo,as coo de la obseacin de las ácticas de esacialiacin de loscueos en el esacio úblico de Caabanchel. Los aseos, las cone-saciones los coentaios alededo de fotogafas sobe el baio, laiolencia la seguidad, se conieten en útiles heaientas aa acce-de a las subjetiidades. Sin ebago, el iedo es algo ilegtio, quetata de ocultase. po ello, en ocasiones he elegido as ás elticas

aa acecae a su actuacin. Una de ellas es la obseacin de la inte-accin de los cueos que dan iedo con el entono: atiendo de queestos cueos acuulan un conociiento sobe el iedo ajeno juegancon su caital cooal ante la ausencia de otos caitales (“cuando een i caa de gitano se asustan”), odeos accede a las eociones delos cueos asustados en estas inteacciones.

A continuacin o a intenta exlica cuál es la senda en la que e headentado en la esente incusin en el tabajo de cao. Coenaa iagina algo ás que doinacin en el iedo es el objetio del e-sente tabajo. Encuadando el iedo dento del undo de las ácticas(oales silenciosas) estaeos en disosicin de accede a los escaes,

fugas esistencias a taés de la obseacin de las ácticas aa iás allá de las hegeonas accesibles ediante los discusos (Delgado,2007a). rossana reguillo, intentando inclui en el análisis del aconte-ciiento ubano tanto las estuctuas coo los ocesos, lana una delas eguntas que oientan la inestigacin: ¿ueden el iesgo el acon-teciiento genea ocesos de innoacin social? (reguillo, 2005). yohe otado o tansfoala centándoe en la iencia desde el actosocial: ¿pueden se la inseguidad el iedo caldo de cultio de oce-sos sociales enoadoes caaces de lantea altenatias a la situacinde desigualdad estuctual? No e encuento en disosicin de eson-de todaa a esta cuestin eo intentaé eflexionala a taés de tesconcetos que consideo fundaentales aa estudia los discusos de lainseguidad las ácticas del iedo: el de identidad, el de iolencia el

de esistencia.

IDENTIDAD

La nocin de identidad antiene una fuete ligan con la de sujeto. Sien algo se ha caacteiado la odenidad ha sido en la oduccin desujetos encuadados en identidades de géneo, de clase, de nacin, etc.,que se etenden fijas, sustanciales. Siguiendo consideaciones foucaul-tianas, los ecanisos de geneacin de subjetiidad han consistidoen el ensablaje de los sujetos a los cueos aa da luga a la figua




El Estado es el agentefundaental en laceacin de identidadesduante la odenidad,lo cual uedeoocionanos lasieas istas sobesus nculos con la (in)seguidad

podeos inteetalos discusos sobela inseguidadque olifeanen el caitalisotado coo unaeactualiacin de lasacciones de afiacinidentitaia al ás uoestilo hobbesiano

cental en los últios siglos en Occidente: el individuo. El indiiduo loes en la edida en que llea adheidas deteinadas acas oias deun sujeto. Esta adheencia funciona gacias a la incorporación de esascualidades, las cuales se actúan efoatiaente, sin necesidad ade esiones extenas, dando coo esultado la natualiacin de lasdifeencias. El efecto son identidades sociales que se aaecen cooesencias. Coo aunta rodigo paini, easando las teoas foucaul-tianas de la bio- la anatoo-oltica, la noedad del ocediientodiscilinaio es que ás que ohibi, incita, ás que destui, oduce, lo que incita a oduci es la esuesta a la egunta “¿quiénes soos?”(paini, 2007)

El Estado es el agente fundaental en la ceacin de identidades duan-te la odenidad, lo cual uede oocionanos las ieas istassobe sus nculos con la (in)seguidad. La constuccin social de la inse-guidad únicaente uede ealiase elaboando un discuso en el queun “nosotos” se encuenta aenaado o un “otos”. Esta nocin deinseguidad es la ediacin que a a alienta el conflicto inentado o

el Estado. En los discusos de la inseguidad en ciudades coo madidse aela ecuenteente a las identidades nacionales en conflicto coofacto de la iolencia la delincuencia. Siguiendo a Étienne Baliba, lasociedad se nacionali de foa tada, a que el Estado nacional existaantes de la ceacin de una nacin (Baliba, 1991). podeos inteetalos discusos sobe la inseguidad que olifean en el caitaliso tadocoo una eactualiacin de las acciones de afiacin identitaia alás uo estilo hobbesiano. ¿peo dan cuenta estos discusos del iedocotidiano o sileente lo oducen? Inteeto el iedo coo unaactuacin cooal eteneciente al undo de las ácticas de la oali-dad, coo tal, es ocasionalente aoiado o las agencias de aoode caitaliado a taés de un discuso que foa ate del oden

escituaio. Esta aoiacin es un acto de eesentacin taidoa quenos eite acecanos a la iolencia.

VIOLENCIA

La (in)seguidad ubana suge o el iedo a la iolencia. ¿peo quéiolencia? Según el discuso hegenico la equeño-delincuencial, sinebago ceo que es necesaio exandi el conceto de iolencia, coohace Boudieu con el conceto de “iolencia siblica” (la que se ejecea taés de las itudes) entendela coo doinacin. Este segundotio de iolencia está incooado al lenguaje. michel de Ceteau seefiee a la eesin de la alaba o ate de los odees olticos a

su aoiacin aa la ecantiliacin o ate de los odees econ-icos. po eso, el debate sobe la iolencia es taoso: se ealia conun lenguaje que a es el esultado de la isa. La anifestacin áselocuente de esta iolencia oculta es la ceciente distosin ente “lo quese dice” “lo que se hace” a ati del Siglo de las Luces. De Ceteaue una ueta abieta a la hoa de conoce “lo que se hace”: exloaen la insignificancia de “lo que se dice” (de Ceteau, 1999). La ctica ala odenidad de este auto iota sobe el lenguaje, entendido cooescitua, coo discuso. La édida de la elacin en esencia a atide su caácte e-esentatio taiciona el undo de las ácticas de laida cotidiana. más que efleja, hace.




1. Alessando de Giogi se efiee al“excedente huano” coo a aque-llos colectios que a no son útiles enel ostfodiso o eso dejan dese discilinables (de Giogi, 2006).

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Según de Ceteau, en los siglos XvII XvIII lo que iene a ocua el lugade la eligin coo fuente de oalidad de ética es la institucin esta-tal. Ante el aco dejado o la eligin, la nuea oal es la “an deEstado” que loga suea la dicotoa ente an iolencia de facto.Hobbes justificaá la iolencia del Estado aa alaca las otas iolenciasilegtias (de Ceteau, 2006), a las que o a designa aqu coo “io-lencias otas”, las que son, según ostulo, objeto de las olticas losdiscusos secuitaios.

La iolencia de Estado, siblica o fsica, es siee cooal. El terror ,que congela las alabas dificulta los ocesos de duelo, sigue siendoel ecaniso estatal aa acaba con las “iolencias otas” cuandolos ecanisos discilinaios no funcionan sobe los cueos. El teoinstaua el trauma coo no-exeiencia. El cueo necesita intega losaconteciientos, dotales de sentido, eo cuando los cueos se o-en, esta integacin esulta ás colicada. Las olticas de seguidadciudadana, de las cuales el Estado no es el único agente, esiguen ototaua: la utua del cueo social, su fagentacin, su desintega-

cin. Slo as, atoiados, los agentes sociales deandan ás autoidadaa “el ode” acetan razzias a igantes sin aeles en lugaescoo Caabanchel coo un al eno que afecta siee a “otos”.

El Estado su an no aecen se, entonces, ajenos a la iolencia. Enel aceo coún está asentada la idea de que la deocacia (entendidaen su sentido eesentatio libeal) iba a one los lites a la iolencia,eo un análisis histico centado en el siglo XX lo que lleaos delesente, nos sitúa en una esectia en la que las instituciones ol-ticas autodenoinadas deocáticas han sido las que ás uete hangeneado. La econoa oltica que genea este “exceso” suone unaacionalidad que ha eetido histicaente un oceso de eaacin

oal de la tagedia. La constuccin de la eligosidad de un colectiodeteinado esonde a lo que Hannah Aendt a teoi estudiando eloceso de consolidacin del naiso. Eeando o situa al guo encuestin en una osicin inoal, se le an aancando deechos , enocasiones, se finalia con el tio de gacia. Achille mbebe descibe unoceso siila en la necropolítica colonial ostcolonial lleada a caboen Áfica, caacteiada o una inicial iacin del nobe de los colo-niados (la lengua), una iacin de los deechos ciudadanos (olticos) una iacin final del luga (deslaaiento o exteinio) (mbebe,2003). Lo que queda es vida nuda, desoista de objetios, ida quelo es slo en su sentido biolgico, iada de la acción (Bunet, 2007).El ode no se ejece slo sobe cueos discilinables (biooltica), sinotabién sobe cueos heidos uetos (necooltica).

El sacificio es una de las acas de la acionalidad áctica que aunida a la discilina, tal coo la teoi Foucault, a la nuea gestindel excedente huano1. En las ciudades euoeas, buena ate de laoblacin igante constitue el guo de los sacificables. Se tata desacificios inoluntaios (coo el encieo en Centos de Intenaientode Extanjeos o su condicin de “ilegales”, en “estado de excecin”) de otos ás oluntaios a taés de la autocontencin la hie-coeccin (dado que sus ácticas cotidianas se jugaán con aoseeidad que las de la oblacin autctona). Los discusos de la inse-guidad juegan un ael fundaental aa legitia los sacificios

Las olticas deseguidad ciudadana,de las cuales elEstado no es el únicoagente, esiguen ototaua: la utuadel cueo social, sufagentacin, sudesintegacin

Los discusos de lainseguidad jueganun ael fundaentalaa legitia lossacificios inoluntaios aa one enacha los ecanisosautodiscilinaios de losoluntaios




2. Esto no significa que la esonaigante no esulte útil a la acionali-dad áctica del ecado de tabajo consuo, eidenteente, eo cooesona ás allá de su instuentali-dad econica, ese igante esultaincodo.

inoluntaios aa one en acha los ecanisos autodiscilinaiosde los oluntaios. peo adeás, aa las clases tabajadoas autctonas,el sacificio de ese esto suone tabién una contencin de las oiasácticas (aa no “cae” en ese “sub-undo” de clase que ahoa ocu-an “otos”) una osibilidad de conesin en agentes actios de esosecanisos, ejeciendo ode sobe quienes están inediataenteás abajo ediante la adocin de una identidad (nacional o local).Caabanchel uede se consideado un baio sacificado aa constuiun iaginaio de madid coo ciudad odeosa odena en las últi-as décadas. Quienes fueon sacificados en el oceso de constuccindel madid odeno (oblacin autctona oula) oseen un nueoguo en osiciones sociales infeioes a los que tansiti la cadena delsacificio. paeciea coo si uchas esonas quisiean foa ate dela “counidad de los inseguos”, una de las foas de ejece la ciu-dadana en baios coo Caabanchel. podeos considea el discusode la inseguidad, cuando es incooado a la oalidad de ecinos coolos de Caabanchel, coo una foa de ejece la teitoialidad. Estaoltica del teo a equeña escala (casi inisible), inducida desde aiba

aoiada desde abajo, lo es oque tata de instaua el taua coono-exeiencia, fagentando el cueo baial a taés de los uos deladillo de las nueas counidades ceadas de ecinos de los uosentales de clase etnia que se leantan. Se educen los esacios dehabla.

El discuso de la inseguidad no inteiene únicaente en el ábitoediático. Las inteenciones ubansticas del Estado sobe el baiosiguen una lgica de higieniacin segegacin. En la ciudad-concetoel asado ( desde una esectia eolucionista, el inigante es elasado) es un estobo que dificulta la higieniacin histica2. Sin eba-go, según de Ceteau Giad, los fantasas de oto tieo egesan

(nunca se fueon) (de Ceteau, Giad maol, 2006). viejos edificiossin estaua, oa tendida en los balcones, el chataeo en su cao, laanciana con la ieja induentaia, el niño en la calle sin adultos, el des-bocado jadn sin jadineo, el ábol centenaio… Se tata de fantasasque desestabilian el oden asético de los edificios del taado de lasnueas calles. Estos fantasas ueden aa la caocea de los coches,iegnando de ulneabilidad la solide del aceo.

peo los lanificadoes no siee aasan. Es o el intento de does-tica a los fantasas que en uchas ocasiones tatan de odenia loantiguo. Los ocesos de guentrificación, que siguen esta lgica, an-tienen la fachada la estetian según el citeio ieante aa laehabilitacin ( sustituen todo lo que ha detás, incluidos los obla-

does), onen un tendedeo en su “inteio”, ohben la ciculacin ola ona de los ehculos containantes (incluidos los de taccin anial),oocionan centos de da o auda a doicilio a las ancianas aa que“se algan o s isas” fuea de la calle, tutelan al “eno”, odanel jadn quitan “la alea” onen luces de naidad al gan ábol. Unnueo baio, ás joen, dináico, odeno cosoolita (en el queno caben igantes econicos, o cieto), floece: se estaua la segu-idad. La ecantiliacin de lo ubano ligada a estos ocesos seaade los lugaes a quienes los fecuentan. No deja asto de la cácel deCaabanchel, que foa ate de la eoia colectia, foa ate deesta lgica.

El discuso de lainseguidad nointeiene únicaenteen el ábito ediático.Las inteencionesubansticas delEstado sobe el baiosiguen una lgicade higieniacin segegacin

La ecantiliacinde lo ubano ligadaa estos ocesosseaa de los lugaes aquienes los fecuentan.No deja asto de lacácel de Caabanchel,que foa ate dela eoia colectia,

foa ate de estalgica




3. En Feud, lo siniesto (unheimlich)alude a la castacin al tea deldoble, el oto o que se hace dueñode nuesto oio o. El infante cons-tue este doble aa otegese deliedo a la castacin, a la uete,eo osteioente este doble seuele conta él: de se un aseguadode la sueiencia asa a conetiseen un ensajeo de la uete. Todaslas osibilidades de nuesta existenciaque no han hallado satisfaccin sonlas que aenaan. podeos inte-eta este lanteaiento coo laetaofosis de la fustacin oia

(lo no ealiado), conetida ahoa enalteidad. El doble, siniesto, ete-nece a éocas asadas: el doble setansfoa en un extanjeo (Feud,1919). resulta cuioso obseaco Feud asiila lo extanjeo conel asado, coo se hace en toda lanaatia occidental-colonial que seeactualia ahoa con la inigacin.El extanjeo iene del asado, essalaje ( as lo ueden concebi loshabitantes de Caabanchel que enen el extaño el ecuedo de lo quefueon a no quieen se: ecaios).

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Los odees suelenesea que se lesataque fontalente,eo se desestabiliancuando se les cuestionadesde osicionesineseadas oesonajes annios.Es desde el escatede la alteidad, no

desde la afiacin deuna identidad, desdedonde oongoensa en altenatiasdesestabiliadoas

Hasta aqu slo e he efeido a un significado osible de la iolencia:coo sinnio de doinacin. peo existe ota foa de acecase a laisa: inteetándola coo naciiento, innoacin, ceacin, coo“iolencia ota”. Al iso tieo, el iedo uede se abodado cooeocin no eesentable o los discusos de la inseguidad: coo“iedo oto”. Este “iedo oto” es cooal se elaciona con la “iolen-cia ota”, la que tiene que e con el aa, con la iolencia del encuento.No es asio, sino que uede inenta nueas foas de elacin uededa a lu ( todo naciiento es iolento). Es la iolencia oiginaia la quecada e es enos toleada o los odees, que elean cada e ásla iolencia (aqu s, coo sinnio de doinacin) aa iedi los naci-ientos. La iolencia ceadoa debe coena con el oio lenguaje,eo desistificándolo, eidenciando la iolencia que lo funda. Esta es latoa de conciencia de la iolencia (de Ceteau, 1999). Es la toa de con-ciencia del iedo. La fuea de la ceacin que iue iolentaente esuna foa de enta en el análisis de la esistencia.

RESISTENCIAConcibo esistencia coo caacidad de ceacin ese a las condicionesde doinacin. Un tio de tansgesin noatia osible consiste en elescae de las lgicas binaias. Los odees suelen esea que se les ata-que fontalente, eo se desestabilian cuando se les cuestiona desdeosiciones ineseadas o esonajes annios. Es desde el escatede la alteidad, no desde la afiacin de una identidad, desde dondeoongo ensa en altenatias desestabiliadoas.

Las lgicas binaias son aa Estela Seet una éoa de la eo-denidad que slo ahoa, en lena odenidad eflexia, eiean a

cuestionase disolese. La lgica siblica que constitu el géne-o consista en un a binaio, asculino/feenino, que ona enfuncionaiento una dináica elacional ente una categoa cental una categoa lite a taés del deseo de conquista de lo asculinosobe lo feenino con el fin de coletase, de la iosibilidad de ea-liase dicha conquista de anea absoluta (ues la isa consecucinde la absocin del lite equialda al esacio infinito a la nada, a lauete del deseo) (Seet, 2004). Lo feenino constitue dento de estalgica el objeto de deseo, eo tabién la edicin, o eso infundeiedo. La alteidad de la que es otadoa guada cietas siilitudes conel conceto feudiano de “lo siniesto”3.

Si ás aiba he lanteado una seaacin ente los discusos de la inse-

guidad (del oden escituaio) el iedo (del oden co-oal), ha sidoaa ostula la existencia de una eesentacin ilegtia de los ie-dos cotidianos o ate de las agencias de ao ode, que tatan decaitalialo oltica econicaente. De anea inesa, el discusouede etona a lo oal: ocue cuando los habitantes de un baio cooCaabanchel se aoian del discuso del noticieo aa alicalo a suoia ealidad en un contexto de coetencia o ecusos escasos. Sinebago, aunque esta accin desela la agencialidad de estos habitantesen sus aoiaciones (coo el ade de la ueta del colegio), fente aconceciones iseabilistas que les situaan coo sees asios aliena-dos o el discuso de la inseguidad, no constitue ás que un acto de




Si el iedo es losilenciado fente aldiscuso anunciado,habla del oioiedo se conieteen una accintansgesoa. Suonehabla desde lo queen la lgica siblicaes feenino (las

eociones) aaoe las baeasente lo ntio looltico

Cuando este elatodel iedo habla desdela iencia oia,conectándolo conotos iedos que no

tienen nada que econ la esencia de“otos” ah fuea, sinoah dento (o en laoia iel), la esonaenunciante coiena abaila con sus oiosfantasas

ea sueiencia no esenta esistencia alguna a las estategias deode de “aiba”.

Una edadea desestabiliacin ocede del olo feenino del odensiblico cuestiona la oia fontea que la seaa de lo asculino.Coo ha aguentado Judith Butle aa analia el sistea binaiosexo-géneo, la Le constitue su oia oosicin su subesin: “loiensable está coletaente esente en la cultua, eo cole-taente excluido de la cultua dominante” (Butle, 2007). La foa decitica ese oden consiste en desestabilia el binaio a taés de unaactuacin estatégica, una efoance eetida, altenatia.

El iedo, tal coo lo abodo, se actúa en lo cooal (en el coan cuolatido se acelea, en la iel enojecida, en el teblo del ulso) a odo deocediiento, eo la finalidad no está edeteinada. Su significadoestá abieto a la inencin. Una oltica de esistencia en elacin al iedosea, entonces, aquella que es otadoa de la resignificación aa oela cadena del sacificio, “de la sustitucin del esentiiento o la dean-

da de una justicia más allá del castigo” (matne de la Escalea, 2007).Una justicia más allá del castigo que ilica cuestionase o el oiooden social que no es un oducto acabado, egulado, sino el futo deun debate úblico, abieto hoiontal. El iedo coba entonces un caác-te actio o una esecie de asiidad actia. rainoich encuenta en laalaba otra, la que está fuea de la identidad, lo inaoiable, la esean-a (rainoich, 2006). Es la asiidad actia de la escucha en el encuentocon el otro la que eite atisba algo que oa la cadena iolenta deliedo, la de los sacificados que buscan ejece sacificios sobe otos. Laalaba, entendida coo oesa de oeni (Deida, 1997), no sieees taicionada cuando es taducida: ientas que los discusos de la inse-guidad ejecen una esecie de taicin al instuentalia los iedos de

las idas cotidianas, una ética una oltica del iedo que sitúe en ielano a quienes sufen ese iedo nos eiten a una oética (entendidacoo poiesis, ceacin). La escucha actia no asiilacionista de esa ala-ba etende inicia una descoloniacin en los cueos en el lenguajeque contibua a deconstui sus usos actuales que se cente ecisaen-te en las “fallas” de taduccin, en los usos eetidos que los odeeshan hecho de ella. Aqu estiba la iotancia de una etnogafa que bus-que esos significados otos del iedo.

Si el iedo es lo silenciado fente al discuso anunciado, habla del o-io iedo se coniete en una accin tansgesoa. Suone habla desdelo que en la lgica siblica es feenino (las eociones) aa oelas baeas ente lo ntio lo oltico. Escucha esta alaba sin hace

de ella un discuso, suone ota tansgesin al no intenta caitaliala.Cuando adeás, este elato sobe el oio iedo lo onuncia unafigua asculina, la estuctua que aeca antene este iedo ence-ado en la asiidad se disuele un oco ás. Cuando este elato deliedo habla desde la iencia oia, conectándolo con otos iedosque no tienen nada que e con la esencia de “otos” ah fuea, sinoah dento (o en la oia iel), la esona enunciante coiena a bailacon sus oios fantasas. y cuando adeás, estos elatos que no quie-en se taicionados, eesentados, se hablan se escuchan unos a otos eiean a efectua un nculo, a econoce elaciones de ode en susoios iedos a constui un conta-discuso, o un discurso de la con-




Los esacios dehibidacin identitaiaen el baio,coo sucede endiesos lugaes deCaabanchel, son losesacios de habla, losulones del baio,que dan luga a elatoseflexios que no son

ni oales ni discusios,sino abos: donde eldiscuso se encuentacon la naacin de laexeiencia esonalse halla la otenciatansfoadoa

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fianza en el baio (sin nega los oios iedos), la estuctua binaia dedoinacin a haciéndose cada e ás inestable.

Ha iedo, eo ha accin, elacin, desactiándose acialente la ato-iacin, el teo, que etende ionese desde las agencias de aoode aa auenta la deendencia de las isas. Coo aunta maiLu Esteban, todo eodeaiento social es eodeaiento cooal(Esteban, 2004). Estas ácticas cooales discusias son caaces deelaboa el duelo, de i integando esacialente el cueo indiidual elsocial, de desatoiase. La eoia nada que se one en juego esca-ta lo negado lo legitia: el discuso oficial deja aso al elato esonal.

Los esacios de hibidacin identitaia en el baio (en el encuento hoion-tal ente “autctonos” “igantes”, “hobes” “ujees”, “jenes” “adultos”…), coo sucede en diesos lugaes de Caabanchel, sonlos esacios de habla, los ulones del baio, que dan luga a elatoseflexios que no son ni oales ni discusios, sino abos: donde el dis-cuso se encuenta con la naacin de la exeiencia esonal se halla la

otencia tansfoadoa. peo no slo en el habla sus esacios, o otolado ostulo el intento de escucha en los silencios de las ácticas queaten del iedo lo esignifican (al actualo actiaente sin eoducila iolencia de doinacin): la violencia otra, la de la inencin de nueasfoas de coniencia de elacin. Los habitantes del baio que aúnactuando eetidaente con iedo su eatonalidad su ecindad salen ala calle “coo si” no lo tuiesen, o quienes hablan con sus nueos ecinos“coo si” fuesen “de aqu”, ueden esta legitiando el oio alesta(sin negalo) al iso tieo tendiéndole la ano aa sali a asea(a pasar ) a habla (a hallar ). Sin iedo al “iedo”, o ejo dicho, coniedo, sin ebago…


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El fenen de lanracn asa en

Espaa es u recene.Enre 1996 2005, lapblacn nrane seha ulplcad cas prsee, represenand lsexraners un 9,9% delal de 45 llnes depersnas que en en elpaís

Maria de Souza Badet*

Investigadora becaria del Migracom, Universitat Autònoma de BarcelonaDoctoranda en Comunicación Audiovisual y Publicidad.

Universitat Autònoma de Barcelona

[email protected]

Roberta de Alencar Rodrigues**

Doctoranda en Psicología Social, Universitat Autònoma de Barcelona

[email protected]

Un análisis de la violencia de género en lapareja: las noticias de las mUjeres inmigrantesen la televisión de españa

El fenen de la nracn asa en Espaa es u recene, a quese nca hace ens de una dcada. Enre 1996 2005, la pblacn

nrane se ha ulplcad cas pr see, represenand ls exran- ers un 9,9% del al de 45 llnes de persnas que en en el país(Padrn 2007). En esa nuea realdad rara de Espaa, las ueresnranes eercen un prane papel, pues en ese s períd, elnúer de ueres nranes auen de 269.087 a 1.738.576, uncrecen del 85%. En base a ess das, Espaa esá arcada pruna supreacía feenna en la pblacn exranera, aunque ls núe-rs arían seún renes de prcedenca, desde el 30,55% de pblacnde ueres prcedenes de Áfrca, hasa el 59,73% de Arca Cenral(Sall, 2007).

El análss presenad en ese ex sbre el raaen nfrade las ueres nranes en las elesnes espalas se basa en ls

resulads de ls esuds exsenes sbre el ea, desarrllads pr elMigracom en 2007. Las reflexnes análss de ese arícul cnsderanadeás las apracnes ercas de las nesacnes exsenes sbreeds de cuncacn, lenca de ner en la parea ueresnranes en Espaa. El refle de ls clecs de ueres nran-es en ls mass media presena caraceríscas nfraas específcasque erecen ser cuesnadas a fn de prer el cnac nerculu-ral de dchas ueres en la scedad espala (De, 2007; Nash, 2007;Rdal, 2007).

* Con el apoyo del Programa AlBan,

Programa de Becas de Alto Nivel

de la Unión Europea para América

Latina, beca nº E07D401061BR” –

2007/2010.

**Con el apoyo del Programa AlBan,

Programa de Becas de Alto Nivel

de la Unión Europea para América

Latina, beca nª E07D401883BR” –

2007/2010.



UN ANÁLiSiS DE LA vioLENCiA DE géNERo EN LA PAREjA: LAS NotiCiAS DE LAS mUjERES iNmigRANtESEN LA tELEviSióN DE ESPAñA

1. El cncep se basa en la dea de lque es real caba enre las persnasde acuerd cn ls dferenes cn-cens que enen, sea, de lque enenden pr realdad. (Berer Luckann, 1984)

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El arícul se cenra en las ncas de lenca de ner en la parea,usualene dennadas “de lenca dsca”, edas en 11elesnes espalas. En l se defende que el esud de enfque fre-cd pr la elesn auda a la cprensn del prane papel quels mass media eercen en la “cnsruccn scal de la realdad”1. Lseds de cuncacn cnsuen espacs fundaenales para eldebae de deas la neraccn scal, a que nfluen en las dscusnesde las plícas públcas sbre nracn lenca de ner en laparea. Ese aspec es al para la dscusn que prpne el presenearícul, pues que cnrbue a una er cprensn de la represen-acn ueres nranes en ls eds, a la búsqueda de un erraaen nfra, así c la nensfcacn del debae públcsbre la suacn de las ícas de lenca de ner.

ora usfcacn de la anud del prblea prpues es el hech deque en Espaa, el llaad “errrs dsc esá enerand ásícas rales que EtA” (Canera, 2004:s115). Seún das de uninfre del Cenr Rena Sfía (2007), 72 ueres ares de car-

ce as fuern asesnadas pr sus pareas en Espaa en el úl a.El 61,11% de las ueres asesnadas pr sus pareas eran espalas, elresane 38,89% prenía de rs países. En dch nfre llaa snebar la aencn, la cnsaacn de la sbrerrepresenacn de lasueres exraneras en un 300%.

El a 2008 cnsue, adeás, el A Eurpe del Dál inerculural,, racas a ell, el presene arícul cnrburía al debae, a la críca ala búsqueda de alernaas nfraas ás cpredas cn laneracn culural de ls clecs nranes en Espaa. Prer eldebae de c la elesn (prncpal ed de nfracn en Espaa)ranse la lenca de ner, puede audar al recncen scal

de la dersdad de acres scales realdades raras. Pr cns-uene, el presene arícul se presena c una herraena en fardel dál nerculural eurpe.

A cnnuacn, explcares el cncep de lenca de ner en laparea, cnexualares la suacn rara de las ícas de -lenca de ner, sus represenacnes en ls eds de cuncacn.Fnalene se arcularán las defncnes en las que se basa el presenearícul cn el análss de las ncas de lenca de ner en la parea,dfunddas en las elesnes espalas durane el a 2007.

EL ESCENARIO DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO EN LA

PAREJA

En ls úls as, las nesacnes sbre la lenca de ner en laparea han sd recurrenes, debd a su alcance edác en el cnexespal. Sn ebar, ran pare de ls esuds n relacnan la len-ca de ner en la parea cn ls fenens rars, ds cuesnesreleanes en el errr espal. meníar Salcd (2002) culpan de laescase de esuds de esa índle a la dea de que lenca de neren la parea es un prblea prad las ueres nranes n suelendscur prbleas prads cn descncds. Resula necesar cues-nar la creenca de que ls prbleas cnuales cpeen úncaene

En ls úls as,las nesacnessbre la lenca dener en la pareahan sd recurrenes,debd a su alcanceedác en elcnex espal. Snebar, ran parede ls esuds n

relacnan la lencade ner en la pareacn ls fenensrars, dscuesnes releanesen el errr espal




Parend de lacncepcn del nerc cnsruccnculural, se percbela lenca en laparea n c unprblea de nauraleasexual enre ach hebra, snc un fenen

hsrc, prducd reprducd pr lasesrucuras scales dednacn de ner refrad pr ladelía pararcal

El da puede ser unfacr que bsaculceel acces de las

ueres a ls sercse nflue en el prcesde esablecen adapacn a la nueaculura

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En el presene raba se pa pr el rn lenca de ner en laparea ulad en la Le 1/2004, el cual hace referenca a la lenca enpareas heersexuales de hbre a uer. Las esadíscas uladas nreelan la aresn en pareas del s sex en el send uer-h-bre, sn la prednanca de ueres nranes areddas a ans desus cpaers arnes.

Se pare del cnsens erc de abrdar el rn “ner” seún sucarácer relacnal, rechaand el deerns blc (Burn, 2004;Perera, 2004; Sc, 1995; Sre, 2001). Adr la densn relacnaldel ner pere drr la rada a la cnsruccn de las relacnes.

Parend de la cncepcn del ner c cnsruccn culural, sepercbe la lenca en la parea n c un prblea de nauraleasexual enre ach hebra, sn c un fenen hsrc, prdu-cd reprducd pr las esrucuras scales de dnacn de ner refrad pr la delía pararcal. tales prpscnes deuesranque las endencas de dnacn n esán nscras en la nauralea

asculna, sn que sn aprenddas edane la scalacn (Alberd,2005; Berer Luckann, 1984), a ras de práccas culurales c laescuela, ues eds de cuncacn.

La violencia de género en el contexto migratorio

C a se ha cnsaad en derss esuds, la pblacn nraneque llea a Espaa, pr l eneral, ra en busca de prundadesque n encuenra en sus países, presenándse la eracn c unaalernaa para erar la caldad de da. En el cas de las ueresnranes en Espaa, el rup de edad prednane esá enre ls 25

ls 35 as, y ls puess de raba de esas ueres se cncenran enel secr sercs (88%) (Sall, 2006).

Apland la perspeca de análss, Cale (2006) defende que enEspaa se da una endenca crecene a la exsenca de ueres enedad aca, cn auracnes de resdenca ndependenes, cpa-radas cn las auracnes cnceddas a ras de la rearupacnfalar. Ese da ndca que ls precs rars de las ueresque llean a Espaa sn prresaene ás ndependenes. Aunqueesn arcadas pr una fnaldad falar, la ran dferenca es que enla acualdad sn ellas las que enen el prans. De ese dh exse a un prane núer de ueres nranes que, cnsus suelds, susenan a sus falas, ben en Espaa ben en el país

de ren.

Enre ls facres que nfluencan la experenca nrara se encuen-ran ls recurss raíds del país de ren ls encnrads en lascedad de acda. De enre esas arables, meníar Salcd (2002)desacan la cupacn prfesnal, la educacn la red scal del país deacda. El da puede ser un facr que bsaculce el acces de lasueres a ls sercs e nflue en el prces de esablecen adap-acn a la nuea culura. Pr ra pare, las dfculades de adapacnabn pueden cnllear a que n se busque assenca en el ssea dejusca, para preerse de ls aresres.



99mARiA DE SoUzA BADEt y RoBERtA DE ALENCAR RoDRigUES

Ls eds decuncacneneralene abrdanla cuesn de nersn clardad se raade anera desuala ls sues susrelacnes scales

Derss esuds a

desrarn quels dscurss de lsmass media endena represenar a lasueres nranesc persnasdependenes,ecncaenenacas ascadas ala rearupacn falar

muchas eces ls prbleas esrucurales cnra ls que las ueresnranes luchan, c pr eepl, las plícas dscrnaras en elraba, pueden ser cnsderads prbleas ndduales (prbleas deadapacn). Ha que prcurar n enender el prblea de la lencade ner en la parea, ás aún en el cas de las nranes, de franddual, sn c un fenen que requere esraeas de enfrena-en drdas a las falas, a la cundad a la scedad c und (grss, 2001).

LA REPRESENTACIÓN DE LOS GÉNEROS EN LOSMEDIOS DE COMUNICACIÓN

Ls eds de cuncacn eneralene abrdan la cuesn de ne-r sn clardad se raa de anera desual a ls sues sus relacnesscales. Una nesacn realada pr Plar De (2005), a desrque, en Espaa, enre las persnas pransas de las nícas enc-nadas cn nbre prp, las ueres cnsuen sl el 21% enras

que el 79% resane sn hbres.

Las lacnes de la represenacn de las ueres en ls eds decuncacn en Espaa se cnsaa al bserar que la aría de lasenresadas perenecen al rup de aqullas de las cuáles n se nfr-a nralene n de su nbre n de apellds (12,5%).

Respec a su represenacn, eneralene aparecen ascadas a susrelacnes falares. Pr eepl, las ueres encnadas en caldadde espsa, adre, ha, crrespnden al 12,3%, la sa arable enls hbres esá alrededr del 1,3%. (De, 2007)

Ls prbleas lacnes del raaen nfra sn aún áscples cuand se ra desde la dble perspeca de ueres enranes. tal c curre cn las ueres en eneral, las ueresnranes cupan ens espac edác sus represenacnessn ladas. Ese hech enera rs prbleas scales, c la df-culad de recncen e neracn de ess clecs en sus nueasrealdades scales. Derss esuds a desrarn que ls dscurssde ls mass media enden a represenar a las ueres nranes cpersnas dependenes, ecncaene nacas ascadas a larearupacn falar.

or prblea percbd en la represenacn de ales ueres en lsmass media es la endenca a la heneacn de sus derss clec-

s scales culurales. Dcha endenca cnrbue a refrar uneserep de uer nrane ascad a ress enerales de parede aluns clecs. Pr supues, exse una heerenedad de lasueres nranes ás apla que la reraada en ls eds de cu-ncacn.

Aluns esuds han nesad abn la endenca de ls eds ancular la reranssn de las nranes cn prbleas de als ra-s, lenca prsucn. Ls nesadres nssen ass en queel raaen nfra debe r ás allá del especácul edác encnrar alernaas que desren la capacdad de las ueres para




4. El perd de la uesra del mra-c fue del 30 de abrl al 3 de unde 2007. Aquí se presenan ls resul-ads encnrads en ls eledarsde la nche en cnc cadenas esaa-les (Anena 3, Cuar, La Sexa, tele5 tvE) ses auncas (Canal 9,Canal Sur, EtB-1, telemadrd, tv3 tvg).

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desarrllar su prec de da en su nuea scedad de acda (De,2007; Nash, 2007).

La anera en que se denna a ls clecs scales es decsa en lacnsruccn de creencas culurales cpardas. En el cas de las ueresnranes, la pranca de las represenacnes culurales resde en sucapacdad de ehcular pauas de cpraen de ransr cdsclecs haca ellas (Nash, 2007). En ls esuds realads sbre el eaen ls eds de cuncacn, un de ls facres releanes es la pcapresenca de fuenes nfraas de ueres nranes. Es cnrbuea su aen , pr cnsuene, dfcula el recncen de la scedadaucna.

El escenario de la representación de las mujeres inmigrantes en 2007

El esud del Migracom 2007 cnsa que se ende haca una radaperdísca ás ulplar ens neáca de la nracn en

ls eds de cuncacn espales, en cpracn cn el a 2006.«Se habla ás desde “aquí” desde un “están entre nosotros” quedesde la perspeca del “cudad que ns naden” (Lre, 2007:7).

Sn ebar, en las eácas que cpnen el “están entre nosotros”se desaca el blque de sucess. C seala Lre (2007), ls edsde cuncacn aún n hacen “pedagogía de la realidad migratoria” n se neresan pr explcar las causas de la eracn. Úncaenenfran del cnex sclc que rdea el prces rar. Elesud presen sus prncpales blques eács: ls sucess en lsque aparece la pblacn nrane, las “cláscas” lleadas ncasde las eleccnes uncpales espalas relacnadas a la nracn. La

rada perdísca aún se cenr pr l an en eácas raaen-s nfras que n cnrbuen a la cpresn de la dersdad delas raecras nraras.

S se anala el raaen nfra de la nracn en las ncasde nracn en las cnc elesnes esaales ses auncas ana-ladas4 desde la arable ner, se percbe la exsenca de una radadferene enre hbres ueres. Dcha dsncn se cnsaa pr la dfe-renca de la candad al de ncas específcas pr ner. Pr eepl,respec a la represenacn sual, de las 427 ncas, 136 (31,8%) snncas exclusaene del ner asculn , apenas 48 (11,2%) delfeenn.

A parr de la uesra al del esud, se seleccnarn 70 ncas sbreueres nranes basadas en ds crers: ncas que hablan exual-ene de anera específca de ueres nranes / las ncas quesualene las represenan. La cnsderacn de ess ds crers fuefundaenal, pues así percbs que la uer nrane se presenexualene en 58 ncas, sualene en 45 (send el al de 70nícas a que alunas cbnan la represenacn sual la exual).

De las 70 ncas esudadas, 32 (45,7%) sn ncas de sucess, 23(32,8%) de lenca de ner en la parea, see (10%) de prsu-cn. Las ras ch ncas suadas crrespnden al 11,4% del al

A parr de la uesraal del esud,se seleccnarn 70ncas sbre ueresnranes basadasen ds crers:ncas que hablanexualene deanera específca deueres nranes

/ las ncas quesualene lasrepresenan




Ls mass media,a pesar de susesfuers, suenprducend ncasque cnrbuen a lahenacn de ls/ las nranes

Exse la psbldadde que ls eds

de cuncacnespales esnprducend de alunaanera dscurssreduccnsas sbre lasueres nranes su relacn cn lalenca de ner enla parea

ra u rae”. A pesar de que, en r en, la cadena nbr a laíca pr su país de ren, exse en esa frase un recncen de lauer c pare del luar. Facr que cnrbue a la dea de recnc-en del nrane c nerad a su país de acda.

Sn ebar, exsen alernaas de raaen nfra que puedenr ás allá de la sple nfracn de lenca de ner en la parea. Enla uesra de ncas analadas, exse una nca de tele 5, abn cnfecha del 10 de a, sbre la uere de una uer en Pala de mallrca,res eses despus de l currd. La níca es sbre nfra sbre elhech de que el cuerp de Ke olpa, de 39 as de edad, de renecuarana, aún n se ha rasladad a su país debd a ls ráes bur-crács necesars para la reparacn. A pesar de que la aen ncalrespnde al parn, al srar c se raslada el cuerp pr el cnrlde seurdad, la nca es desacable pr srar fs de la en prrasladarse hasa el país de ren de la uer, Ecuadr. En Ecuadr derncberura escucharn a la fala de la uer: has, adre herans.Adeás se sr la aldea dnde ían cenars de ls falares que

sealaban que la relacn de la parea a era lena en Ecuadr, exendls falares an sl el cuerp para pder enerrarla.

Esa nca presena una perspeca dferene pues fue la únca de las 70dnde ls reprers se desplaarn hasa el país de ren para s-rar el pun de sa la realdad cdana de la uer ecuarana quer a Espaa en busca de dner prundades para sus hs.

CONCLUSIÓN

Seún l expresad en el presene arícul, ls mass media, a pesar de

sus esfuers, suen prducend ncas que cnrbuen a la h-enacn de ls/las nranes. Suend a Nash (2007) en esepun, pdes sealar que se ha elucnad uch en el prcesde resn de las práccas dscursas cn respec a ls/las nranes,sn ebar, aún exse un dfc snfca en la resn del dscursedác sbre las ueres nranes. C prpuesa de slucn seprpne acrar la dsanca enre las raecras de sas su represen-acn en las ncas.

ora edda es aplar el cap de represenacn an de ueresc de hbres enend en cuena ás eas, ales c sandad,scedad culura. Se buscan adeás ncas que hablen del cnex und cdan de la scedad, enend en cuena las dferenes rea-

ldades raras. La heerenacn de las eácas seuraenepruea el respec de las culuras, cnrbuend así a nar lsanars del cnflc, cnsecueneene dsnuend la lenca el ed al cnac nerculural.

Cnsderas que ls mass media cnsuen un fenen scal nflu-ene en la culura en la cnsruccn de snfcads sbre el und.Cnsaas adeás que exse la psbldad de que ls eds decuncacn espales esn prducend de aluna anera dscurssreduccnsas sbre las ueres nranes su relacn cn la lencade ner en la parea.




La Red Esaal deoranacnes cnrala lenca de nerreela que, desdeener de 2008 hasasepebre de 2008,fuern 52 las ueresasesnadas a ans desu parea ex parea

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Seuraene, el can para superar las lacnes enre la realdadscal la represenacn nfraa de ners/ nranes, es la al-racn de la dersdad culural, respeand recncend la pluraldadde clecs scales plcads. A parr del cncen de dchsfacres se pueden prpner alernaas cuncaas, ales c pre-senar dcha eáca cnsderand que n se raa de “un cas ás delenca desca”, sn un prblea scal, n resrnd úncaenea la pblacn nrane.

La Red Esaal de oranacnes cnra la lenca de ner reelaque, desde ener de 2008, hasa sepebre de 2008, fuern 52 lasueres asesnadas a ans de su parea ex parea. De esa candad,20 ueres nranes fuern asesnadas pr sus cpaers arnes,cnsuend el 40% de ls cass. Dchs das ndcan que el prble-a sue presene en la scedad e nca a una cnsane bseracnde c la scedad en sus dferenes espacs de scalacn, alesc ls eds de cuncacn, esá cprendend un fenenan cple. A parr de aquí, se puede analar s exsen cabs en la

anera de afrnar el ea s ess cabs cnllean un debae scalás apl prfund de la cuesn.


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113

Nicolás Barbieri Muttis

Doctorando en Ciencia Política e investigador predoctoral.Universitat Autònoma de Barcelona-Instituto de Gobierno y Políticas Públicas

[email protected]

La cuLtura con mayúscuLas. InmIgracIón y cambIoen Las poLítIcas púbLIcas cuLturaLes: La DecLaracIónunIversaL sobre La DIversIDaD cuLturaL De Launesco y La agenDa 21 De La cuLtura

Culture is one of the two or three most complicated words in theEnglish language

(Raymond Williams)

Managing the irreconciliable is the standard fate of government (Aaron Wildavsky)

Las cias iniciales eflejan el ineés de ese aculo po dos fenenoselacionados ene s. En pie luga, el hecho de que la culua (en sus

difeenes acepciones) ha enido adquiiendo un ol an coplejo coofundaenal en el desaollo oganiacin de la sociedad. En ese sen-ido, los cecienes oiienos igaoios juegan un papel eleaneal i ipiiendo caios en la ealidad social dando pie a deaessoe las nueas desigualdades sociales soe la cisis de los odelosadicionales de coniencia. As, en segundo luga, se uele necesaiocopende po qué, a pesa de que las policas plicas culualesaién han coado una ceciene ipoancia (po lo enos en pasesoccidenales de capialiso aanado), en uchas ocasiones no hanpodido o saido esponde a los dileas, fecueneene ieconcilia-les, que ese nueo oden planea.

Ese aculo peende, enonces, apoa a la copensin soe cules

son los facoes que condicionan el caio la coninuidad en las pol-icas plicas, en conceo, las culuales. Consideaos que enendela dieccin los condicionaienos del caio en las policas es elpie paso hacia un anlisis s copleo soe sus consecuencias(Ga, 2007). Paa ello, se pesena un esudio de caso, a pai delanlisis del poceso de gesacin del conenido de la DeclaacinUniesal de la UNESCO soe la Diesidad Culual de la Agenda 21de la culua. Se aa de un caso social cienficaene eleane, aque peie idenifica analia dos eleenos claes paa enendela eolucin de las policas las insiuciones plicas culuales. Enpie luga, la adopcin po pae de los acoes que paicipan en

El autor es licenciado en

Humanidades, doctorando en

Ciencia Política e investigador

predoctoral por la Universitat

Autònoma de Barcelona (Instituto

de Gobierno y Políticas Públicas). Ha

trabajado en diferentes proyectos

de investigación sobre análisis de

políticas públicas, políticas cultu-

rales, tercer sector, participación

ciudadana y juventud. Escribe

actualmente su tesis sobre la evo-

lución de las políticas culturales en

Cataluña (1980-2008)



LA CULtUrA CON mAyúSCULAS. INmIGrACIóN y CAmbIO EN LAS POLítICAS PúbLICAS CULtUrALES:LA DECLArACIóN UNIvErSAL SObrE LA DIvErSIDAD CULtUrAL DE LA UNESCO y LA AGENDA 21 DE LA CULtUrA

La inigacin, coofeneno liple a la e inegal,foa pae de lasdifeenes condicionesque explican elnueo conexosocioeconico,un conexo queiplica consecuencias

ano en los iosadicionales desocialiacin coniencia (failia,escuela aajo) cooen el funcionaienode las insiucionessociales policas

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la foulacin de las policas de una idea de culua cada e saplia, expandida, onipesene. y en segundo luga, la necesidadque ienen los goienos de encona una nuea lgica de acuacinane su pogesia pédida de legiiidad paa ineeni en el capoculual.

Ese anlisis peie da cuena de co deeinadas policas culualeseflejan fenenos en ocasiones paadjicos difcilene econciliales.mienas se econoce la necesidad del dilogo en los pocesos de cons-uccin ideniaia, se anifiesa al iso iepo la incoodidad fenea posiles enfenaienos (incluso silicos) ene las paes iplica-das. Se da luga a pocesos de naualiacin de la diesidad culual de dilucin de su cace polico, de elaia desconfiana hacia lodifeene de inepeacin de la culua coo ecuso de econciliacingloal.

UN NUEVO CONTEXTO, ¿ ANTIGUAS POLÍTICAS?

Coo indica Casles (2004), los caios econicos, policos, ec-nolgicos culuales que se esn poduciendo en odo el undoponen de eliee la ipoancia de la desigualdad gloal coo claepaa enende los flujos igaoios inenacionales las policas enese capo. El oal undial de los iganes se ha dolado desde1975 el 60 po cieno del oal ie en pases desaollados. Lo quese denoina en algunos discusos policos “cisis de la igacin” espaa el auo una cisis de las elaciones Noe-Su en la fase acual dela gloaliacin, poocada po las difeencias desigualdades en eldesaollo. La inigacin, coo feneno liple a la e ine-gal, foa pae de las difeenes condiciones que explican el nueo

conexo socioeconico, un conexo que iplica consecuenciasano en los ios adicionales de socialiacin coniencia (fai-lia, escuela aajo) coo en el funcionaieno de las insiucionessociales policas. La sociedad en la que iios esula cada e sheeogénea, indiidualiada, ipeisile fgil (Suias, 2008). A laeosin del papel del Esado coo gaane de la seguidad econica social, se sua la declinacin de caegoas adicionales de idenifi-cacin colecia (clase, nacin, eligin, pofesin o failia). Fene aello, uena pae de la opinin plica en Euopa anifiesa su ansie-dad eo ane la peciida fagenacin de la solidaidad social de las idenidades colecias, que se inepean coo efeco de laceciene diesidad culual pesene en esos pases. As, se eaa alos iniganes coo copeidoes po los seicios sociales (educa-

cin, sanidad, ec.) po los puesos de aajo. Esa ansiedad, que enuchos pases se anifiesa en policas esicias con la gesin deoiienos igaoios, se explica enos coo espuesa acional alipaco de la inigacin per se, s coo funcin del caio ine-gal a niel socio-econico (bosswell, 2005).

¿Qué sucede, enonces, con las policas las insiuciones plicas?¿Cules son las espuesas que se genean fene al caio de conex-o? ms all de las encionadas edidas esicias en la gesin de losoiienos de pesonas, nos ineesa analia la eolucin de las poli-cas plicas que inenan esponde al feneno de la diesidad culual




tano la DeclaacinUniesal soe laDiesidad Culual(2001) coo laAgenda 21 de laculua (2004) noslo son docuenosoienadoes de laineencin plica,sino aién esulado

de la ineaccin enelas diensiones de unapolica plica

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adopada coo aco de efeencia po oganiaciones coo Ciudades Goienos Locales Unidos (CGLU), ha cuplido un ol cenal en la elao-acin de planes esaégicos de culua oas policas culuales a niellocal. Coo heos encionado, desde los años ochena la cica a laidea esingida de culua ipone una seie de eos a la accin de lospodees plicos a su legiiidad, asada en su oigen en el paadigaedisiuio del Esado de ienesa. As, la polica culual plica opapo pooe espacios de paicipacin expesin social couniaia,pesando especial aencin a los gupos s desfaoecidos en cuan-o a las capacidades necesaias paa la popia poocin culual. Aliso iepo, se usca consolida la idea de que las adinisacioneslocales esn en iguales o ejoes condiciones paa epende las aeasde poocin de la culua que las insancias cenales. La poxiidad,enendida coo la capacidad de las policas locales de ofece espues-as al iso iepo diesificadas e inegales, deocicas eficaces,es el pincipal agueno esgiido po las adinisaciones.

En definiia, el anlisis de una polica plica pae del econociieno de

las diesas diensiones que la coponen: aspecos silicos (esaegiasdiscusias acos de efeencia), de esilo (aciudes esaegias de losacoes), susanios (conenidos opciones de fondo), opeaios (odos aloes de gesin) (Goà Suias, 2002). Diensiones en ineaccin,que condicionan la eolucin de las policas. tano la Declaacin Uniesalsoe la Diesidad Culual coo la Agenda 21 de la culua no slo sondocuenos oienadoes de la ineencin plica, sino aién esul-ado de la ineaccin ene las diensiones de una polica plica.

EL CAMBIO Y LA CONTINUIDAD EN LAS POLÍTICASCULTURALES

¿Cules son los facoes claes paa enende el oigen conenido de lasespuesas policas a nueos conexos coo el que heos pesenado?Desde la inesigacin en ciencia polica, se ha desacado coo eleen-o clae paa analia el caio la coninuidad en las policas plicasel papel de las deandas sociales el de las aeas esucuales. Esapespecia pesena coo eleeno dinaiado de las policas lainadecuacin ene una insiucin (con sus eglas) oos eleenos dela ealidad social, ano a niel de los esulados conseguidos po las pol-icas plicas coo en lo que especa a la legiiidad de la ineencinguenaenal (Suias e. al., 2008). As, esula fundaenal pesaaencin a la anea en que se ha enido consuendo la legiiidad dela polica plica de la acuacin guenaenal en aeia culual.

Coo heos aanado, un conjuno de auoes ha pesado aencin aoo faco dinaiado de las policas plicas. Se aa de los caiosen los acos ideacionales, concepuales en las pcicas discusiasinsiucionaliadas. Los discusos pueden conene eleenos cogniiosque deuesen la eleancia coheencia de un pogaa polico, sien-do significaias las ineacciones en su fao. Ades, esas ideas puedencopoa eleenos noaios que cuaden con los aloes igenes oeegenes en las policas (radaelli Schid, 2004; Fische, 2003). As,se econoce que un polea social es una siuacin copleja, la defini-cin de los poleas sociales sucede en un conexo polico, inoduce




Enusiasado con elheedado pogesisouniesalisa al isoiepo con la olunadde econociieno delplualiso, el discusode la diesidad culualno loga despojase deun sesgo esencialisa,onologicisa, ni

apoco esalecelies a sus concepos,lo que le peiiaconsui copoisoss efecios a paide su espacio eico

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En definiia, la culua ha eolucionado hasa ansfoase en un ee-no elsico, onipesene, un espacio desde el cual se usca ineenien oda la esfea social polica. La idea los discusos soe la culuase han ensanchado de al anea que en ellos conie una pespeciailusada, huanisa euocénica, con un econociieno de la diesi-dad el plualiso an poco unoco que peie su insuenaliacin su aciado polico (en cuano a sus iplicaciones en el ejecicio delpode en la gesin de los conflicos sociales).

Enusiasado con el heedado pogesiso uniesalisa al isoiepo con la olunad de econociieno del plualiso, el discusode la diesidad culual no loga despojase de un sesgo esencialisa,onologicisa, ni apoco esalece lies a sus concepos, lo que lepeiia consui copoisos s efecios a pai de su espacioeico. En ese senido, la pespecia pagica de richad ro(2000) puede seinos coo heaiena de anlisis. Paa el filsofonoeaeicano, es pefecaene lido pooe que la culua de losdeechos huanos se uela cada e s auoconsciene podeosa,

peo las dificulades coienan cuando, paa deosa su supeioidad,se apela a algo ansculual. Que la culua de los deechos huanos seapaa uno oalene supeio no iplica la exisencia de una nauale-a huana uniesal (de la cual se deian esos deechos), de la isafoa que el espeo po la dignidad huana no pesupone la exisenciade algn aiuo disiniaene huano. No ha nada en la cane delse huano que lo haga digno, sino que la dignidad es una aiucinhisica, polica, un hecho culual, ano coo el alo de los deechoshuanos (ro, 2000).

tano la Declaacin Uniesal de la UNESCO soe la Diesidad Culualcoo la Agenda 21 de la culua, en ciea anea se espaldan en ese

ipo de discuso, defendiendo po ejeplo la inclusin social la posii-lidad de expesase con el agueno de que consiuen a la dignidadhuana. Poaleene, sea esa una de las aones que dificulan eldesplegaieno de esas policas plicas su aencin en la ealidad.Coo indica Geuss (2004), enende la polica geneal ajo la lene delos deechos es una ilusin de nuesa época. La docina de los deechoshuanos se elaciona con pofundas necesidades oios huanos,peo insisi en e el undo coo una coleccin de deechos es acep-a la fanasa de que lo que ceo que son is deechos se espeado.Se aa de un ineno de afease a un concepo de deecho naual sujeio, es deci, un a pioi, algo consideado coo aneio al cdi-go legal dado, aplicale a odos los sees huanos, que puede sedescuieo. Cuando en ealidad declaaciones coo las que esaos

esudiando no pueden se desligadas de una concepcin oal-noa-ia, polica en definiia. y se sae, las concepciones oales no soncopaidas uniesalene ni los acuedos policos gaanian dieca-ene una ipleenacin fiale apopiada. Si los deechos huanosaa e se ealian con plena igencia (algo siila podeos deci delos deechos culuales el espeo a la diesidad culual) su discusose ansfoa en la enaia ideolgica de asegua que la ano fan-asal de un pesene an idealiado coo inexisene sea capa deesangula el fuuo (Geuss, 2004).



121NICOLáS bArbIErI mUttIS

El ae la culua noson difeenes, sinoun poduco s quecopie po el iepo,ineés dineo delconsuido, quepo lo ano deendeosa su uilidadsocial econica(s all de lo

popiaene asico culual)

LEGITIMIDAD Y DILEMAS DE LAS POLÍTICAS PÚBLICASEN CULTURA

íniaene ligado con los discusos las ideas soe la culua, heospesenado peiaene un segundo faco dinaiado de las policasplicas. tano la Declaacin Uniesal de la UNESCO soe la DiesidadCulual coo la Agenda 21 de la culua pueden analiase cooespuesa a la inadecuacin ene las insiuciones policas plicas cul-uales igenes oos eleenos de la ealidad social. Ane la pogesiapédida de legiiidad paa ineeni en el capo culual, los goienosuscan encona una nuea lgica de acuacin. Analiceos algunos delos facoes que han condicionado esa capacidad de acuacin aiénlas esaegias guenaenales, pesenes en las iniciaias que esudia-os, sugidas paa inena ofece espuesas.

En pie luga, el nueo conexo socio-econico, donde el fenenode la inigacin iene un papel esucual, pone de eliee desigual-dades necesidades que equieen un aodaje inegal po pae de

las policas plicas. En aeia culual, el Esado usca la aencinde la diesidad ecie eclaos que no slo poienen de los secoesadicionalene inculados con el financiaieno guenaenal de laculua (aes escénicas isuales, sica, ec.), sino soe odo de quie-nes defienden la idea de culua inculada a las idenidades nacionales.

Esas ensiones se suan a las cicas de quienes, desde los años ochen-a, cuesionan diecaene la acuacin guenaenal en el io dela culua. Po un lado, en elacin al papel del llaado Esado culualfancés, se aguena que la culua epesena una nuea eligin deEsado que epecue soe el aneniieno del saus quo en el sise-a polico. La insiucionaliacin polica de la culua se califica coo

culualene peesa (Fuaoli, 1991). Po su pae, la legiiidad delas policas plicas culuales se e socaada an s en el undoanglosajn (Wu, 2007). La idea de culua coo deecho fundaenal,que necesia se gaaniado po el seicio plico, piede eeno enun Esado de ienesa deiliado (Wie, 2004). El ae la culua noson difeenes, sino un poduco s que copie po el iepo, ineés dineo del consuido, que po lo ano deen deosa su uilidadsocial econica (s all de lo popiaene asico culual).

Finalene, si as la Segunda Guea mundial, la polica culual elconao ene acoes plicos piados fueon de cace nacional,a pai de los años ’ochena los agenes de goieno local coienan aese legiiados paa deanda la cesin de copeencias ecusos,

ades de un esfueo de coodinacin po pae de las adinisacio-nes cenales.

¿De qué anea eaccionan enonces los difeenes nieles de goienoen la consuccin de una nuea lgica de acuacin en el capo dela culua? La polica culual se enfena al dilea de la conciliacinde lo econico lo nole, de lo que defiende el ecado de lo quesupuesaene defiende el Esado (mille ydice, 2004). Los goie-nos uscan un dole ipaco. mienas inenan pooe el desaolloaunoo de la indusia culual (donde concepos coo diesidad




Las policas culualesdeen encona unpuno de equiliioene el ineésplico piado,ocacin plica einsiucionaliacinde la culua. Unainsiucionaliacinexcesia, o la

pealencia excesiadel ecado cooasignado de ecusosculuales copoaiesgos osaculia eldesaollo dinico delos siseas culuales(Foo de AuoidadesLocales, 2004)

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excepcin culual ienen un papel polico fundaenal), asuen a-ién el ol de poecoes de las adiciones culuales de una nacin.Es una endencia que se plasa en los dos casos de esudio que ana-liaos. En la Declaacin Uniesal de la UNESCO soe la DiesidadCulual (aculos 8 9), se defiende que los ienes seicios culuales,poadoes de idenidad, no deen se consideados coo ecancas oienes de consuo iguales al eso. y al iso iepo, que las policasplicas culuales deen gaania la lie ciculacin de las ideas lasoas (UNESCO, 2001). y en su aculo 14, la Agenda 21 de la culuaafia que:

La adecuada aloacin econica de la ceacin difusin de los ienesculuales se coniee, en el undo coneponeo, en un faco decisiode eancipacin, de gaana de la diesidad , po lo ano, en una con-quisa del deecho deocico de los puelos a afia sus idenidades en laelacin ene culuas. (…) Es necesaio desaca la ipoancia de la culuacoo faco de geneacin de iquea desaollo econico. (Foo de Auo-idades Locales, 2004).

Las adinisaciones plicas asuen, en una isa polica, agu-enos uiliaisas, couniaisas, oalisas lieales. y al isoiepo, la necesidad de la consuccin nacional conina ecaendo enel Esado. Ahoa ien, en un conexo de gloaliacin, el Esado espeaque la idenidad colecia se fundaene en la ciudadana (coo pa-icipacin polica) a la e en la soeana indiidual (mille yudice,2004).

Ane la pogesia pédida de legiiidad, la esaegia planeada podifeenes goienos ha sido la de la desetatisation (Cai e. al.., 2003),es deci, la iniiacin de la ineencin dieca del goieno la

adopcin de esaegias coo la piaiacin o auonoiacin: agen-cias independienes, suco.naaciones, efoas insiucionales asa-das en el pincipio de arm’s lenght , ec. Palaas coo paenaiado,coopeacin, coesponsailidad o, en definiia, goenana, se uelenclaes. El uelaje del Esado no se considea conadicoio con la liead deecado. De esa foa el aculo 11 de la declaacin de la UNESCO iniaa “foalece la funcin piodial de las policas plicas en asociacin conel seco piado la sociedad ciil” (UNESCO, 2001), ienas la Agenda 21de la culua es an s explcia:

Las policas culuales deen encona un puno de equiliio ene el ineésplico piado, ocacin plica e insiucionaliacin de la culua. Unainsiucionaliacin excesia, o la pealencia excesia del ecado coo

asignado de ecusos culuales copoa iesgos osaculia el desaollodinico de los siseas culuales. (Foo de Auoidades Locales, 2004).

Finalene, paa algunos auoes coo Ga (2007), los caios econ-icos, sociales policos de fines de 1970 pincipios de 1980 lleana lo que denoina commodification de las policas plicas, as a lainsuenaliacin de la culua. Fene al poco peso esucual de laspolicas culuales (copaado con oas policas plicas), soe odoa niel local, los agenes culuales ecien deandas paa legiia susacuaciones con aguenos de ipo econico (apoacin al desao-llo, egeneacin eioial, ec.) social (foeno de la cohesin, de la




resula sugeene queen la Agenda 21 dela culua la “c” deculua esé escia eninscula, algo queno puede decise dela “D” la “C” en laDeclaacin Uniesalde la UNESCO soe laDiesidad Culual

El esado de la edadcon ascula paecaconsuido hacea iepo, con élalgunos concepos deculua. Apoechaese ipulso sin caeen el aco de aloeso en la llaada al

conseaduiso puedese una opounidadpaa ene en cuena.Ha que esapendiene de ello

ialidad de la sociedad ciil, ec.). Paa oos, las iejas foas de poli-cas culuales nacionales ceden eeno a un nueo paadiga sugidoen el io local (Cheo Wsoisi, 2000; rodgue moa,2005), que en ealidad es la sua de uchos de los aspecos a señala-dos: adopcin de una pespecia siséica de la culua, expansin delcapo de ineencin de las policas culuales, ineno de goienouliniel de la culua, ec. As, la Agenda 21 de la culua eafia, ensu aculo 10, la legiiidad de las policas culuales, de la ineencinplica en aeia culual, eclaando su iicacin con oas poli-cas plicas (sociales, econicas, aienales, uansicas) (Foo deAuoidades Locales, 2004). y se eiindica aién la ansesalidad delas policas culuales, la necesidad de doa a las insiuciones culualesde ecusos heaienas que peian influi en el eso de los iosde la planificacin uana. Finalene, se hace hincapié en las elacionesene culua, deocacia, ciudadana, coniencia, paicipacin cea-iidad. Se eniende que la paicipacin ciudadana en la ida culual, enconexos de poxiidad, esula clae paa el fuuo de la deocacia(Pascual, 2006).

CONSIDERACIONES FINALES

Con s nio de aplia que de conclui el deae soe la deia delas policas plicas culuales, esula ipoane ecoda que de unalecua cica del concepo de diesidad culual pesene en las dosiniciaias esudiadas no se deia el enospecio po sus popsios. Elcuesionaieno a cieo discuso econciliado uniesal que nauali-a los pocesos policos de consuccin ideniaia no significa aogapo la sacaliacin de las difeencias o el elaiiso asoluo. Sino sien llaa la aencin soe la elacin ene las pcicas discusias

(las ideas los poleas de la culua) la eolucin de los conenidos,opciones de fondo, esaegias e insuenos de ineencin de losgoienos en ese aso io. Soe la uilidad eal de una esaegiacoo la que heos descio. y, en definiia, soe la posile caducidad deilidad concepual pcica de las policas paa esponde a losdileas, uchas eces anagnicos, que las desigualdades de un nueooden de coniencia planea.

resula sugeene que en la Agenda 21 de la culua la “c” de culu-a esé escia en inscula, algo que no puede decise de la “D” la “C” en la Declaacin Uniesal de la UNESCO soe la DiesidadCulual. tal e, paa no acosuase a la inquieane fusacinde odo discuso uniesalisa que choca con la ealidad o, lo que no

es enos peligoso, aona el capo paa el ipeialiso culual,lo ejo sea eafia la culua con “c” inscula. As, el ae laculua enseñaan sin eoes las confonaciones éicas eséicassin que ecaiga exclusiaene soe sus policas la necesidad deesolelas. Las policas culuales podan efoa su legiiidad aliso iepo que su especificidad, coheencia uniocidad, ipulso aplicailidad. El esado de la edad con ascula paeca consui-do hace a iepo, con él algunos concepos de culua. Apoechaese ipulso sin cae en el aco de aloes o en la llaada al conse-aduiso puede se una opounidad paa ene en cuena. Haque esa pendiene de ello.




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José Manuel Jarque Muñoz

Profesor de Periodismo. Universitat Autònoma de Barcelona

[email protected]

ArmoníA discursivA sobre lA políticA migrAtoriAespAñolA: Análisis crítico del discurso político ymediático sobre lA ley de extrAnjeríA (1985-2001)

(A) “Y ce e tds sms cnscientes de e estams en nasitación de mecad de tabaj difcil, e hay espales e estnen sitación de desemple y e n sea aznable impta des-empleads, sin impta eclsiamente aellas pesnas eealmente el mecad de tabaj espal demande, es e a a eigiaccines psitias, dent de esta pltica de integación, paa eestas pesnas n se desanimen labalmente. [Sic]”

(B) “N paece aznable e en n mecad cm el espal, cn2,5 millnes de desempleads, sigams eciend a la cntataciónen igen”. […] “P ell, el póim a n y a llea al Cnsej de

Minists n catlg tan genes y ampli de cntatación en igen”.Las citas de aiba (A) y (B) petenecen a Aagón Bmbn, diect genealde Migacines del Gbien scialista en la cata legislata1, y al minis-t de Tabaj e Inmigación, Celestin Cbach2, espectiamente. Enteellas median diecisiete as y se han pnnciad en cntets scilógi-cs y ecnómics distints. N bstante, cnsean la misma tesis sbecóm enfentase al et de la inmigración y el mercado laboral español –tema del ejempl ppest– en na cynta de cisis.

N es n cas aislad de cincidencia discsia, y cm se msta, ams all de la pesmible cheencia discsia ente miembs de nmism patid. La cincidencia mstada en el ejempl, abe la peta a

la pegnta/hipótesis sbe si bena pate de las ppsicines idelógicasesenciales e se han pnnciad e igen las plticas migatiasse han mantenid inaiables desde la pimea legislación de la etapademctica sbe este tema (7/1985) hasta las sbsigientes efmas deeglaments y de leyes gnicas (4/2000 y 8/2000). Tambin inita inte-gase sbe si esta pesmible esencia proposicional sbe inmigaciónse limita a na sla fmación , p el cntai, es cmpatida, y en gad, p el cnjnt de las fezas plticas. Y, finalmente, si tiene algúntip de cntinidad y epecsión en el mbit de ls medis de cmni-cación, p se cmpatida asmida cm cieta, ente algnas de laspsibles pcines.



ArMoNíA DISCurSIvA SoBrE LA PoLíTICA MIGrATorIA ESPAñoLA: ANáLISIS CríTICo DEL DISCurSo PoLíTICoY MEDIáTICo SoBrE LA LEY DE ExTrANJEríA (1985-2001)

3. Este atcl es n pee aan-ce de n anlisis ms ehastiy cmplej e el at est ea-lizand y e spne el núclede s tesis dctal: El discurs

polític, mediàtic i de l’opinió de

la ciutadania sobre el marc nor-

matiu d’estrangeria a Espanya

(1985-2004): evolució, coincidèn-

cies i distàncies entre les tres esferesdiscursives y e diige el D. xaieGió.

4. El infme sbe Los musulmanes

en la Unión Europea: discrimina-

ción e islamofobia del obseatiEpe del racism y la xenfbia(EuMC) (2006), p cita n ejem-pl, mesta e “al magen de sigen tnic s fma de enfcala eligión, mchs mslmanesepes sfen disciminación ens tabaj, en la edcación y en elacces a la iienda”.

128

El pesente atcl petende msta na pimea apimación a esasppsicines idelógicas esenciales e cnfman el discs sbe lapltica inmigatia espala. Y l hace mediante el anlisis de ls disc-ss de las difeentes fmacines plticas y del psicinamient editialde ls medis de cmnicación3.

¿POR QUÉ ANALIZAR EL DISCURSO SOBRE LAS LEYES DEEXTRANJERÍA?

Las leyes de etanjea jegan n l cental en la cnstcción del disc-s clecti sbe la inmigación.

Las legislacines sbe etanjea eflejan, tal y cm defiende NancyFase (2006), e las sciedades epeas ien la incpación de lapblación inmigante de fma cnflictia. Pime, p la eiindicacióne algns gps indiids migads hacen paa e s clta seeipae –en alidez y ecncimient– a la ‘ficial’ de la sciedad de la

e acaban fmand pate. Segnd, las nmas de etanjea sn cn-flictias al implica tambin na discsión sbe el acces y paticipacióne ls nes cidadans pdn tene a ls ecss sciales; la eigen-cia, paa mchs, de s mej edistibción de manea e se slcinenlas injsticias sciecnómicas e ls inmigantes padecen de maneams damtica4. Y, finalmente, ests nes cidadans demandan pdepaticipa plticamente y en igaldad de deechs en las institcinessciales y administatias e cntibyen a mantene y e deciden sbess destins.

Inciden, pes, de fma cnflictia en la ida diaia de ls migantes aldetemina s estats scial; al ecnceles, negales, estingiles dee-

chs pltics e incls ecnómics, al facilitales ms mens el accesa deteminadas esfeas pfesinales, p ejempl. Tant e “la sitaciónde infeiidad de n esidente etanje se mantiene paa tda la ida(según la actal nmatia) a n se e ste adiea la nacinalidadespala” (Pajaes, 2005:18). P esta azón, el anlisis de ls discsssbe las difeentes plticas migatias pede ayda a detemina si lasciedad espala aanza en ahnda y cnslida estctas sciales einstitcinales mlticltales (Zapata-Bae, 2004:137), bien sigeencada en n mdel scietai alejad de esta pespectia.

P l e especta al cas espal, algns ates cm EnieSantamaa (2002), sstienen e la pimea ley de etanjea (7/1985)cntibyó a mdifica pate de la imagen pública e la cidadana espa-

la tena de ls inmigantes. Las sigientes efmas y eglaments hanaydad a edifica n discs sbe el inmigante e ha epectidadicinalmente en s pecepción pública, pime, cn calificatis epl-cits cm ilegal/legal, iegla/egla, etc.; , tambin, p la eglacióndel tiemp de esidencia en el teiti, en la distibción de ls secteslabales a ls e pede accede, en la ampliación limitación de ssdeechs pltics y asistenciales. Sbe td, y ms e la ppia ley, lsdiscss sciales e emegen entn a ella y s aplicación pctica –laaplicación cnceta de stas– cntibyen a efza cietas pecepcines imgenes públicas sbe el bjet e petende egla.

El pesente atclpetende msta napimea apimacióna esas ppsicinesidelógicas esencialese cnfman eldiscs sbe lapltica inmigatiaespala. Y l hacemediante el anlisis

de ls discssde las difeentesfmacines plticasy del psicinamienteditial de ls medisde cmnicación



129JoSé MANuEL JArquE MuñoZ

En la difsiónde mensajesdisciminatis sbela inmigación jegann papel fndamentalls actes e tienenmay capacidad deincidencia pesenciaen el ‘espacipúblic’ cm sn

las administacines,ls patids pltics,ls medis decmnicación ,incls, la piniónde ls cidadansecgida en fma desndes

En la difsión de mensajes disciminatis sbe la inmigación je-gan n papel fndamental ls actes e tienen may capacidadde incidencia pesencia en el ‘espaci públic’ cm sn las admi-nistacines, ls patids pltics, ls medis de cmnicación ,incls, la pinión de ls cidadans ecgida en fma de sn-des. Ls media tienen n papel fndamental en la difsión de lasnaatias e afectan a la inmigación, pime, en la epdcciónamplificada mitigada, e incls en la afna pública, de ls disc-ss e sbe etanjea y s eglamentación emegen tant desdela esfea pltica cm de ls sndes de pinión. Tal y cm apntaZapata-Bae, (2004:172) “[...] ls medis ppcinan agmentspaa jstifica discss sbe la inmigación y legitima fmas cn-cetas de gestina el pces de mlticltalidad”. Tambin es en lsmedis dnde se etalimentan cn ms feza y dimensión clectials esteetips pejicis sciales. S centalidad en las sciedadescntempneas ls cniete en na fente de legitimidad pública decietas pinines y temas elacinads al incpals en s agendatemtica.

En tas casines, n bstante, cntibyen a pne de manifiest y aenfatiza la cntibción de ls nes cidadans a la sciedad espa-la catalana, en nest cas, a desmnta esteetips e inclsa denncia la espnsabilidad e actes cm la administación ls pltics tienen en la difsión de ideas ales e atentan cn-ta na pltica de cniencia. Sian de ejempl, ane se pedenencnta mltitd de cass ms, la nticia de El País, el 24 de jnide 1990 y en la e da centa de las declaacines del p entncesDefens del Pebl cataln, Fedeic rahla, en las e sstena eel acism emanaba de la Administación. El mism diai ecge ens Anuario 2006, en na de ss efemides del dming 2 de ene

de 2005, e “el echaz hacia ls inmigantes ceció desde el 8% al32% dante el gbien del PP”. En ambas nticias se sgiee ela actitd del Ejecti de la Administación pede se cental en elefez atenación de ciets pejicis esteetips aceptadsclectiamente sbe deteminads gps.

A ten de l dich, n est de ms ecda e ls discss sbela inmigación –cm tds ls discss y ane paezca eidentea eces se bia– sn na pctica scial. Tal y cm afima MichaelMeye:

Ls actes sciales implicads en el discs n tilizan de maneaeclsia ss epeiencias y estategias indiidales; se apyan fnda-

mentalmente en macs clectis de pecepción a ls e llamamsepesentacines sciales. Estas pecepcines scialmente cmpatidascnstityen el ncl ente el sistema scial y el sistema cgnitiindiidal y adems pceden a la tadcción, la hmgeneización y ala cdinación de las eigencias etenas cn la epeiencia sbjetia(Meye, 2003: 44).

Se debea aadi tambin e, en este pces de pdcción clectias,hay actes cn ms pde de inflencia y ts, en cambi, e tan sólcntibyen a la aceptación y difsión actica de ests discss.




Metodología

En pime lga, paa cada n de ls dcments ecgids sbe ls pati-ds se ha pcedid a la etacción y ecpilación de tdas las ppsicinesde cada n de ls gps palamentais y e aptaban algún tip deinfmación esman el psicinamient agment pincipal de ssinteencines. P s cacte de sntesis, las llamams macppsici-nes (van Dijk, 1996: 55). Tambin se han ecpead las e, pese a n secentales, aptaban algna idea infmación eleante sbe el psicina-mient de cada n de ls actes. Al cnjnt de tdas ellas, eagpadasp temas, l denminams matriz ideológica de cada patid ya e cn-densa s psición, en este cas, sbe la inmigación.

Figura 1. Imagen ejemplo de la muestra política



ArMoNíA DISCurSIvA SoBrE LA PoLíTICA MIGrATorIA ESPAñoLA: ANáLISIS CríTICo DEL DISCurSo PoLíTICoY MEDIáTICo SoBrE LA LEY DE ExTrANJEríA (1985-2001)132

Figura 2. Imagen ejemplo de la ficha de vaciado por documento

una ez cnstidas estas matices hems cmpaad el discs sbe‘pltica migatia’ en la esfea discsia ente ls patids, pecentndns en ls cat ejes temtics ms eleantes: (a) cntlmigati; (b) ley de etanjea/pltica migatia; (c) deechs y debe-es de ls inmigantes; (d) unión Epea; y (e) eglaizacines. N seabda, p l tant, cestines e tambin apaecen en las maticescm ‘casas de la emigación’, ‘mecad labal’ ‘actitd de ls espa-les’, ente tas.

Paa el anlisis de ls editiales hems etad de cada n, al mens,

ds ppsicines e esmen s cntenid. una e sintetiza la tesispincipal y ta e sintetiza la estategia agmental en e se basa latesis. Adems, en mchs cass, hems ecgid tambin tas ppsi-cines cntenidas en el editial e hems estimad de al idelógican cand n fesen centales, as hems eitad deja de lad ideaseleantes pesentes en el tet.




Figura 3. Imágenes ejemplo de las proposiciones políticas por partido,

temas y lesgislaturas

Figura 4. Imágenes ejemplo de las proposiciones de El País




Figura 5. Imágenes ejemplo de las proposiciones de El País ordenadas por temas




7. En edad se tata de alg ms ecnsens y efleja l e paa lamaya de fezas plticas signi-fica pactica na ley de etanjea‘pagmtica’ l e impne el sen-tid cmún. En tmins de anlisisdel discs pda cespndesea la Da “cnjnt de epesen-tacines scialmente pedminantescya edad es incieta, tmadas casisiempe en s fmlación lin-güstica ciente”. (Chaada yMaingenea, 2005:190).

RESULTADOS: UNA ARMONÍA DISCURSIVA SOBRE LAPOLÍTICA MIGRATORIA

Del anlisis y ecnstcción de ls discss hegemónics paa cadana de las difeentes esfeas se btiene cm pincipal esltad e laaiedad de psicinamients pltics y meditics –a pati del estdide ls editiales– sbe la pltica migatia cnstityen, en esencia,‘acdes’ de na misma ‘amna discsia’. o en tas palabas, eisten alt gad de cnsens7, de na pate, ente patids; de ta, entels medis de cmnicación analizads, y, finalmente, ente las fezasplticas y ls diais de la mesta, sbe cóm debe gestinase elfenómen migati.

Figura 6. Tabla de resultados (proposiciones compartidas intra y entre las esferas

discursiva política y la mediática)

1. La pltica migatia debe basase en la canalización cntl de ls fljs; la lchacnta la inmigación ilegal y las mafias; la integación scial de ls inmigantes y lasplticas actias de cpeación y desall cn ls pases de igen.

2. La inmigación debe se denada y legal.

3. Espaa tiene e cmpli cn ss cmpmiss intenacinales y s papel de fnteas de la uE.

4. La sciedad espala tiene na capacidad limitada de acgida e depende de lasitación de s mecad labal y de las psibilidades de integación de las pesnasmigadas.

5. Spea la capacidad de acgida pede pca factas sciales y pblemas decniencia (btes de enfbia acism).

6. La uE debe tene na pltica cmún en inmigación y fnteas cn na filsfasimila a la espala.

7. La pltica migatia es na cestión de Estad, e se debe cnsensa y e ndebe tilizase de fma patidista.

8. Ls deechs de ls inmigantes deben ampliase y eipase a ls de ls nacinales.

9. Ls inmigantes deben asmi ls ales de la sciedad espala.

10. Las eplsines sn na medida adecada e debe hacese de aced cn la legali-dad y cn espet a ls deechs de las pesnas y al denamient jdic.

11. Las eglaizacines sn pcess psitis pe etadinais –n deben epetiseen n ft– paa acaba cn las blsas de inmigación iegla.

Fente: Elabación ppia

La sntesis antei, cm se ha dich, mesta cl es en esencia eldiscs aceptad de fma mayitaia p ls difeentes actes anali-

zads y cn incidencia en el espaci públic.

veams aha, n bstante, cn alg ms de detalle cóm se desplie-ga este cnsens y tambin las diegencias e eisten en el mbitpltic y el meditic. Epnems, pime, la sntesis de ls psicina-mients pltics sbe la pltica inmigatia; y, segnd, el esmen ycmpaación de las lneas editiales.




8. Paa la edacción de ls pefilespltics se ha apechad patede ls mateiales de la tesis dct-al e est escibiend el at, o.

cit. nota 1.

136

Síntesis del discurso de los grupos políticos sobre la políticamigratoria8

Ls difeentes actes n tienen la misma espnsabilidad, y tampcpes pde, en la difsión epdcción de discss. En el casde ls patids es eidente e las fmacines cn ms diptads enla cmaa (PSoE y PP) an a cntibi ms a la definición del discshegemónic en la mateia e ns cpa.

P t lad, se ha sepaad el discurso gubernamental (inteencinesdel pesidente del gbien, minists, delegads, etc.), del discs delest de gps palamentais. De esta fma, y en cass cm el PSoE,se pede apecia la plifna y difeencia de psicines si se es patidde gbien de psición. Tambin p l e especta al PP, e enls debates de la ley 4/2000 y en na sitación de maya elatia enla cmaa edó atapad en la inecia de n cnsens palamentaipgesista ess la inmigación. Sitación e cigió en el últimmment de la legislata y cn la pstei apbación de la ley 8/2000.

Finalmente, es necesai apnta e las inteencines de las f-macines plticas estn llenas de matices y de estategias discsiascndicinadas p el cntet de cada pca y ls scess ecientes,difciles de efleja en este esmen, pe e s sn ms eidentes en lasmatices ecnstidas paa cada gp.

El discurso gubernamental (gobiernos del PSOE y del PP)

N se ha inclid al CDS debid a e las pcas inteencines lca-lizadas sbe inmigación n aldan a ningn de ls cat mbits

temtics e a cntinación se epnen. La may pdcción a esteespect cespnde al gbien scialista, baj el mandat del calse apbó la pimea ley de etanjea la efma de s eglament(1996); y el PP, cn las leyes 4/2000 y la 8/2000.

(a) Sobre el control de frontera. Tant ls gbiens scialistas cm lspplaes cinciden en e el cntl de la fntea es na bligación yna pltica espnsable e aplican tds ls pases del mnd, y cnla e se cmple cn ls tatads y aceds intenacinales, cn maynfasis en ls de la uE y el espaci Schengen. La igilancia de ls m-genes espales se jstifica p na sitación e en ls as chentase cnsidea ya insstenible, p pate del gbien scialista, debid alas entadas “masias” e se dan a tas de ls pets y aepets

canais, de Ceta y de Melilla. Scialistas y pplaes cinciden en ees necesai fena y eita la entada de inmigación ilegal clandestina,pe tambin estingi el núme de inmigantes e peden eni defma legal, ya e Espaa tiene na capacidad de acgida limitada.

Según el discs gbenamental, sól se pd da n tat e intega-ción digns a ls etanjes si se cntiene s núme a las psibilidadeseales de integación y de ecss e tiene la sciedad espala. Estscntingentes de inmigantes deben eda cndicinads a la capacidadde absción del mecad de tabaj espal. As, ls difeentes gbie-ns tambin cinciden en e abi pactica na pltica de ‘petas

Las inteencinesde las fmacinesplticas estn llenasde matices y deestategias discsiascndicinadas pel cntet de cadapca y ls scessecientes, difcilesde efleja en este

esmen, pe es sn ms eidentesen las maticesecnstidaspaa cada gp




Tant PSoE cm PPplantean cm nanecesidad, y cmn lg candse cnsiga, llega aaceds de igilanciay cntl de fnteascn ls pases emisesde inmigación cm,p ejempl, ls e

se establecen cnMaecs

abietas’ es na iespnsabilidad e pejdica a ls ppis inmigantesy e pne en pelig s capacidad de integación y la cniencia enla sciedad espala –manifestacines acistas enófbas–. Ls dife-entes gbiens estn de aced en e se debe pde eplsa a lsinmigantes en sitación ‘ilegal’ ‘iegla’ y siempe cn espet a ley ya ls deechs hmans.

Tant PSoE cm PP plantean cm na necesidad, y cm n lgcand se cnsiga, llega a aceds de igilancia y cntl de fnteascn ls pases emises de inmigación cm, p ejempl, ls e seestablecen cn Maecs.

(b) La ley de extranjería. Ls difeentes ejectis cinciden en e la leyde etanjea es necesaia, y en difeentes mments, necesitada de naadecación a las neas cyntas nacinales epeas. En sntesis, lspilaes bsics de la ley de etanjea deben se: (1) el cntl de las fn-teas; (2) la canalización y denación de ls fljs migatis mediante lapltica de isads y cntingentes labales, en fnción de las necesidades

del mecad de tabaj espal y la capacidad de absción de la sciedadespala; (3) la adaptación y cmplimient de ls cmpmiss intena-cinales, sbe td cn la uE y Schengen; (4) la sanción de la inmigaciónilegal y meja del sistema de eplsines; (5) la lcha cnta las mafiase tafican cn pesnas; (6) la pesección, cntl y epesión del ta-baj clandestin y de la epltación de ls inmigantes; (7) na plticade cpeación y desall cn ls pases emises de emigación; (8) laeglación, ampliación de deechs de ls etanjes, y el espet p lsdeechs hmans; y, (9) el estml de accines paa la integación scial ylabal de ls inmigantes –paa la adaptación pgesia a ls eeimien-ts de na sciedad ‘mlticltal’, según el Ejecti del PSoE–.

La ley tambin –cinciden scialistas y pplaes– debe se na cestiónde Estad; e n sea bjet de tilizacines patidistas e pedan dii-di a la sciedad espala en esta mateia; y, p ende, fndamentadaen el mim cnsens ente tds ls gps palamentais, pe tam-bin de la paticipación de ls difeentes agentes sciales. Demanda ees cheente cn la lntad de e las plticas migatias se establez-can en fnción de bjetis y cn independencia del cl del Gbiene las deba desplega. Es deci, na pltica ‘cntinista’.

(c) Sobre derechos y deberes. Ls gbiens scialistas y pplaes estnde aced en amplia de fma pgesia ls difeentes deechs eafectan a ls etanjes e inmigantes. El eagpamient familia,p ejempl, se e cm n element psiti e pede faece la

estabilidad emcinal del inmigante en sitación egla y ayda a sintegación en la sciedad espala. Las pincipales bjecines de lsdifeentes gbiens se mestan en la eental etensión de cietsdeechs cnsideads ‘niesales’ ‘fndamentales’ a tds ls inmi-gantes cn independencia de s sitación administatia. El gbienscialista, p ejempl, manifiesta ss eseas a e la asistencia sani-taia cba tambin a ls inmigantes ‘n eglaizads’ p el gastecnómic e pede spne al Estad. o sbe deechs fndamenta-les cm el de helga, enión, asciación y sindicación, el PP plantea–alg difcil de cmpende– el ecncimient a tds ls inmigantespe sól la psibilidad de ejecel a ls e esidan de fma ‘legal’.




La maya de lspatids citadsapesta –calificadcm n mal menp algns– p nflj canalización/ denación de lainmigación, pe cnna base n estictia

a. 2. Control imprescindible acompañado de progresivos avances sociales: Gps cm Calición Canaia, Ciu PP cnsidean e es necesai,pime, n cntl eficaz de las fnteas paa enfca psitiamenteel fenómen migati y p espnsabilidad y sentid cmún cn lscnenis intenacinales. una migación n canalizada y n cntlada–‘petas abietas’– pede afecta a la chesión, la cniencia y la psi-bilidad de integación de ls inmigantes y e deie en na factascial, debid a e la capacidad de acgida de Espaa es limitada. Petambin, e se meje de fma pgesia ls deechs y cndicinessciales de ls inmigantes –sbe td, de ls e han entad de fmalegal. De este discs tambin paticipa el gp palamentai scialis-ta hasta 1996, a en e pasa a la psición, y mantend en dsismens acentadas en s psicinamient discsi en la psición.

a.3. Preocupación social, por encima del control: El Patid Andalcista,PNv, ErC, Esk Alkatasna (EA), BNG, Chnta Aagnesista (ChA),PCE, Iu, ICv, uv y el PSoE –en s ped en la psición– apestanp implsa n cambi de filsfa e pase de las plticas estictias,

bsesinadas p el cntl de fljs y cn na ientación ecesiamente‘plicial’, a ta impegnada de na may pecpación p las cndi-cines, y la integación scilabal de ls inmigantes e faezca laspatas paa na sciedad ‘mestiza’ ‘mlticltal’. La maya de pati-ds agpads en este epgafe defiende e la pltica de ‘inmigaciónce’ –implcita en n cntl fe de fnteas– es na falacia e nacaba cn la dispa de pesnas. La maya de ls patids citadsapesta –calificad cm n mal men p algns– p n flj cana-lización/denación de la inmigación, pe cn na base n estictia.

a. 4. Puertas abiertas: EA, ChA y PCE afiman de fma eplcita e napltica de petas abietas es psible y n implica – n ha implicad en

tiemps pasads– migacines masias hacia ls pases e la han pac-ticad.

(b) Ley de extranjería. En sntesis ls pilaes bsics cmpatids sbela ley de etanjea sn –cn ms mens acent en algns de sspnts y en fnción de la ientación idelógica de cada patid: (1)el cntl y/ canalización de ls fljs migatis; (2) planificación delcntingente de inmigantes en fnción de las necesidades scilabalesde Espaa y s capacidad de acgida; (3) plticas actias paa la intega-ción de ls inmigantes y may ecncimient de deechs; (4) lchacnta la inmigación ilegal y las mafias; (5) plticas de cpeación paael desall cn ls pases emises de emigación, y (6) espetsas cnls tatads intenacinales y amnizadas cn la nmatia cmnitaia

sbe la mateia –si bien gps cm Iu, IC, BNG, ente ts, citicanSchengen, tambin mian a la unión cand a pati del 2000 se da ncambi de ientación en s sen y se apesta p plticas migatiasms sciales diigidas a la integación de ls inmigantes.

P ta pate, la maya de fmacines tambin cmpate e la pl-tica migatia debe cnsidease de Estad –Ciu, CC y PNv eplicitanadems la necesidad de e paticipen tdas las administacines–, y seft del ms ampli cnsens palamentai y scial. La cestión deetanjea, p l tant, n debe tilizase cm n instment de des-gaste pltic e psibilite na psible facta scial en este mbit, y




Ls gps epesande fma mayitaiae se deben amplials deechs de lsinmigantes. Sinembag, paa el PP,Ciu e incls el PSoE(hasta 1996) el accesa cietas pteccinessciales est

cndicinad al hechde dispne de nasitación eglaizadaen el pas

Ls patids analizadscinciden en eEpa cndicinala pltica espalasbe inmigación y

cmpaten e hacefalta na plticacmún

140

debe tene nas estategias glbales e n dependan del cl plticdel gbien sin de ls bjetis pactads. Fmacines cm Iu e IC,p ejempl, denncian en algna casión la ‘apelación bsesión pel cnsens’, p pate de ls gps cn may pes en la cmaa, paaahga el debate, la ctica la psibilidad de ete fmas altenatiassbe cóm enfca la pltica migatia.

El PNv, ErC, BNG, Iu ICv citican e leyes ecesiamente pliciales yantiinmigatias dificltan a las pesnas migadas la legalización de spesencia en Espaa, facilitan s maginalidad y dan alas de legitimidad ala enfbia y al acism.

(c) Derechos y deberes. Ls gps epesan de fma mayitaia ese deben amplia ls deechs de ls inmigantes. Sin embag, paa elPP, Ciu e incls el PSoE (hasta 1996) el acces a cietas pteccinessciales est cndicinad al hech de dispne de na sitación egla-izada en el pas. ots, en cambi, (PA, ChA, PNv, ErC, EA, BNG, PCE,CC, Iu-ICv y PSoE [en la psición]), cnsidean e n pede habe

na esticción en fnción de la sitación administatia a seicis cn-sideads niesales –cm la sanidad la edcación–, y tampc a lsfndamentales e inheentes a las pesnas –cm el deech de enión,asciación, sindicación helga–. un ecte significa n etces hastala ley 7/1985, n atentad cnta la dignidad de las pesnas, la esti-plación de cidadans de pimea y de segnda, y el descdit de lsales demctics paa Espaa.

A la pa, e epesan la lntad de amplia y ecnce deechs –cnms mens esticcines–, PSoE (sbe td hasta 1996), PP, Ciu,PNv eigen a ls inmigantes la bligación de cnce ls debees de lasciedad de acgida y asmils, ya e facilitan la ida en demcacia

y –desde la pespectia de las fmacines nacinalistas– la hacen plalen tmins nacinales, lingüstics y cltales.

(d) Unión Europea. Ls patids analizads cinciden en e Epacndicina la pltica espala sbe inmigación y cmpaten e hacefalta na pltica cmún. Tambin destacan el papel e Espaa pededesempea en el sen de la unión y sbe la cestión de etanjea,al se n pas e atesa na tadición cm pas de emigación. Lasdifeencias, cm en el mbit estatal, estn en las lneas e debesegi esta pltica. PNv, EA, BNG, Ciu, Iu, ICv y PSoE (en la psición)aletan del pelig y e e la pltica epea se iente hacia ps-tlads defensis de ‘ftaleza’ cnta la inmigación. Iu e ICv anms all y cestinan de fma eplcita e el Estad espal deba

acta de igilante de la peta del s del Epa. AIC, PP y PSoE (hasta1996) apestan p efza las fnteas eteies de la uE y asmenacticamente el papel de Espaa en la cntención de la inmigacióne piene del cntinente afican. Finalmente, tdas las fmacinescinciden en e la pltica epea tambin debe cntempla, cm enlas ppestas nacinales, planes de cpeación cn ls pases en asde desall y e sn emises de emigación, y estimla plticas deintegación de ls inmigantes.

(e) Regularizaciones. Ls patids analizads cinciden en e ls p-cess de eglaización sn psitis al hace emege las blsas de



Tds ls diais dela inestigación –El

País, El Periódico, La

Vanguardia y Avui –han editializadsbe inmigación,ane cn asididady lmen tetal yagmental difeente


9. Se apecha en este apatad lsesltads btenids de na ines-tigación sbe medis y pensamch ms mincisa y cmplejaen la e el inestigad ha patici-pad: Gió Mat, x. (Di.) (2004).

inmigación iegla e integals en la sciedad. PP cnsidea e nabena pltica de inmigación n pede basase en eglaizacinespeiódicas, ya e implican n clima de impnidad y sn el mej estm-l –efect llamada– paa la inmigación iegla. En definitia, n debenepetise en el ft. Si embag, algns gps (Iu, ICv, PA, PNv) snpatidais de la genesidad en ls pcess de eglaización, la mejay fleibilización de ls tmites y de e se eisen si ha habid sspechasde mal fncinamient pejicis ente teitis.

Cnclida la sntesis del dics de ls difeentes patids pltics, ea-ms el de las lneas editiales de ls cats diais escgids.

Síntesis y comparación de las líneas editoriales sobre ley deextranjería9

Tds ls diais de la inestigación –El País (PA); El Periódico (EP); LaVanguardia (Lv); y Avui (Av)– han editializad sbe inmigación, an-

e cn asididad y lmen tetal y agmental difeente. Este inteseditial, adems, se acentúa y cncenta en ls as en ls e el debatepltic hace de la inmigación n tema cental. Es a finales de 1999 y pin-cipis del 2000, cn la apbación de la ley 4/2000 y s pstei efmacn la 8/2000 cand ls diais, ms all de la infmación, tambin sepsicinan en n debate cn tintes de cestión de Estad. Despliegan ndiscs e, en lneas geneales, se mesta faable a la integación ycntai al acism y la enfbia, pe en el e hay n núme imp-tante de caencias, sbe td en la medida e algnas lneas legitimanplticas inslidaias y disciminatias. Las pinines de ls difeentes dia-is en elación cn la pltica migatia peden sintetizase cm sige:

(a) Sobre la ley de extranjería. ls cat diais cinciden en e debeeisti na ley e egle la inmigación, e debe se cnsensada entels patids cn epesentación en el Cnges ya e –as l ceen estsdiais– se tata de na "cestión de Estad". La ley, cincidin ls ta-tis, debe espnde a las necesidades sciales y ecnómicas del pas deacgida (Espaa, Estad espal Catala, según las denminacinesecgidas de cada diai), as cm a la integación de ls inmigantes.ots agments e se esgimen gian entn al descens demg-fic, cm a las necesidades del sistema pdcti y, en algns cass,a ls tabajs e n desean ealiza ls "espales".

Ls diais, p el cntai, difieen en las alacines sbe las p-pestas del Gbien Azna sbe inmigación y sbe la ley 8/2000. Sól

La Vanguardia esta de aced cn las psicines del Ejecti y califi-ca, pese a defende la necesidad de cnsens, de escll las enmiendasa la ley. Ls ts medis –PA, EP, Av– se centan en la ctica de algnsaspects de la ley cm el n ecncimient de ciets deechs a lsinmigantes sin papeles de la pca peisión ineficacia en cestinescm ls ecss paa la epatiación de inmigantes.

(b) Sobre la regularización. Hay nanimidad ente ls cat tatissbe la necesidad de establece cntingentes de inmigantes y deeglaiza a etanjes. PA, vA y Av defienden na eglaización deaced cn las necesidades ecnómicas del pas; El Periódico, paa ei-




Tds ls diaisanalizads estn deaced en e la uEtenga na plticacmún en inmigacióny fnteas

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ta la maginación de indcmentads. P ta pate, en este aspecttambin hay diais (PA, PE) e enfatizan s ctica a la administación;hay ien e pelig en ls inmigantes indcmentads (vA) y ieneclama cmpetencias paa Catala paa establece cntingentes deetanjes (Av). En calie cas, ningún diai defiende eplcitamen-te la cncesión de papeles paa tds ls ‘indcmentads’: PA y vA nhacen efeencia a este tema y Av l pesenta cm n psicinamientingen y pc espnsable. P últim, falta deci e EP es el únice se mesta a fa, implcitamente –n eplcitamente– de tgapapeles paa tds ls inmigantes.

(c) Sobre derechos y deberes. Ls inmigantes deben disfta de dee-chs sciales, pe cn matices. Paa La Vanguardia y el Avui essdeechs se limitan a ls ecgids p el denamient jdic. El Periódico y El País, sin embag, en la negación de algns deechspltics (asciación, enión, aga, etc.) cm na lneación de dee-chs fndamentales. EP y PA cinciden en e la negación de cietsdeechs spne n agai paa ls inmigantes adems de dificlta

s pces de integación.

Cn espect a ls debees, vA y Av tatan cn ms asididad estetema. Ane desde pespectias nacinalistas difeentes, ls ds dia-is plantean el debe de ls ecin llegads de espeta las cstmbes la identidad de la sciedad de acgida. Finalmente, La Vanguardia tambin se msta pecpada p la mala imagen e pede feceBacelna ante las mestas de mendicidad clectia, en efeencia a lacncentación de pesnas de igen sbsahaian e penctan en laplaza de Catala.

(d) Sobre expulsiones. El País y Avui estn a fa de la eplsión de

inmigantes pe ealizadas –mantienen– de aced cn la ley y lsdeechs de las pesnas. El País, adems, denncia e ls citeissn las y de ddsa legalidad. La Vanguardia legitima las eplsinesal pesentalas cm na medida destinada a eita la enfbia, laepltación labal y la fmación de gets. P últim, El Periódico neplicita e est a fa y aade e adems de se iniable, la amena-za de eplsión faece la epltación y cndce a la delincencia

(g) Bondad de la inmigración. La inmigación es bena/psitia, siempey cand cincida cn las necesidades del pas de acgida. La inmi-gación es bena, p l tant, paa la ecnma y la demgafa, yls ecin llegads cmptan na ayda en el ejenecimient de lapblación, n incement de la natalidad y la cbeta de pests de

tabaj e la pblación atóctna n cpa.

(j) Europa como fortaleza. Tds ls diais analizads estn de ace-d en e la uE tenga na pltica cmún en inmigación y fnteas.El País y El Periódico en, n bstante, el pelig de n gi estictiepe a casa del cambi a la deecha en ls gbiens epes, ysn cntais a sancina a ls pases e pesntamente n clab-en. La Vanguardia y el Avui magnifican la imptancia de la cestiónmigatia al habla de leadas, y piden la aplicación esticta de la ley y delas esticcines.




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Otros recursos

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El País: http://www.elpais.com/global

El Periódico: http://www.elperiodico.com

La Vanguardia: http://www.lavanguardia.es

Avui: http://www.avui.es



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Las capaas deplicidad seiniacin de lasadinisacinesplicas en aeia deiniacin espndena ineeses plics ysciales. De anea

qe la plicidad siesiend n insenás de la ppaandadel paid de “n”y, al is iep, espae de na esaeiaelaia a plicaslales ajsadas adeech

Esther Martínez Pastor

Profesora de Ciencias de la Comunicación.Universidad Rey Juan Carlos de Madrid

[email protected]

InterculturalIdad de la admInIstracIón PúblIcaa través de las camPañas InstItucIonales dePublIcIdad en materIa de InmIgracIón

Ls fljs iais siepe han exisid. N sn ninna nedad. Lsis de la iacin espnden a difeenes casas, c pdescpa a as de la hisia. Sin ea, deeas pena-ns ¿p q aha ns pecpa an el ea de la iniacin ennes pas y, en eneal, en ls pases desallads?, ¿p q la pl-ica iene c pn de ia la iniacin?, ¿p q ls edis decnicacin y la pinin plica ienen an pesene ese ea en ssaendas? ¿p q se ilian infinidad de efeiss paa deninaal iniane cn palaas c el “”, “el cidadan iniane”

“el ne iniane”?Ane esas penas, qe cieaene se hacen chs inesiad-es, e cena en el aspec jdic y cnicacinal, paa adael ea desde na isin inedisciplina. Cn ese jei, analialas capaas pliciaias insicinales de las adinisacinesplicas diiidas a ls inianes c insens de ineaciny sensiiliacin de las plicas sciales. El pesene esdi pae dela peisa de qe las capaas de plicidad se iniacin delas adinisacines plicas en aeia de iniacin espnden aineeses plics y sciales. De anea qe la plicidad sie sien-d n insen ás de la ppaanda del paid de “n” y, alis iep, es pae de na esaeia elaia a plicas lales

ajsadas a deech.

De ah nes ines en cnce q capaas pliciaias insi-cinales en aeia de iniacin se esán difndiend y a qnecesidades plicas espnden, an a niel nacinal c ani-c, as c si hay n ac jdic ad hoc paa s jsificacin y pq se ha leislad al espec. Finalene, y desde el pn de isacnicacinal, se inenaá desenaa q peende la adinisacinplica cn esas capaas en la pinin plica.



Ls ds pieseleens qe pedenayda a cnsi nasciedad ineclal yqe se esán lleanda ca: las nasy ls edis decnicacin

149EStHEr mArtíNEz PAStor

1. vase la inesiacin ealiada pzapaa- bae ilada “Plicasdel discs se iniacin enEspaa: discss e-acis y dis-css p-acis en ls deaespalaenais” (2007) en la qe seanalia ls deaes palaenais enaeia de iniacin cnsidean-d c fenes de infacin lasiniciaias qe han enid na pse-i ineencin Palaenaia en elPlen del Cnes de ls Dipads

de las es lias Leislaas (vI, vIIy vIII Leislaas).

2. vase la Ley oánica 7/1985, de 1de Jli, se deechs y lieadesde ls exanjes en Espaa (ien-e hasa el 1 de fee de 2000) en la Ley oánica 14/2003, de20 de niee, de refa dela Ley ánica 4/2000, de 11 deene, se deechs y lieadesde ls exanjes en Espaa y sineacin scial, dificada pla Ley oánica 8/2000, de 22 dediciee.

en las aendas plicas y sciales c n ea adinisai qeslena (zapaa- bae, 2007: 10) y, p l an, de ascendenciaplica- scial. Sl a pai del a 2000, ls disins paids pli-cs cienan a cnsi n discs ppi se la iniacin qese cena pincipalene en n a cesines ás leislaias qe deplicas sciales, en el ea de las fneas, as c en fndaenael discs plic en la Cnsicin, ns paa defende y s paaliia ls deechs de ls inianes. Ls plics ienden a elaan discs ppi en aeia de iniacin sin ene n ensaje clase idenidades (zapaa- bae, 2007: 10-11.) qe se anifiesa enla ppia deninacin del iniane, p pae de ls paids pli-cs, c “exanjes, “clandesins”, “sin papeles”, “ileales” hasa ip de efeiss c “nes cidadans/as”, “pesnas”,“ls otros, fene a ls de aquí ” ls “nes cidadans inianes”. Apesa de esa cnfsin se pede deci qe acalene esas en lsinicis de n pces de cnsccin del ecnciien del fenen(zapaa- bae, 2007:10-11)1.

Adeás, es de ecnce qe nesa sciedad esá caiand fen-e al fenen de la iniacin, acalene se desallan nasqe esinan pcediiens adinisais c la nacinalidad, laesidencia ls isads, ene as, y se acian seicis de asisenciascial. medidas qe si paa alns se acecan a la ineclalidad, paas aes ás cics c De Lcas esán y lejs de se plicasineclales pqe sas ian al iniane c na heaienadel ecad lal. Sen ese a se le niea al iniane la psi-ilidad de se cidadan “pqe se exanjeia al iniane, se esi-aia cnelándle en s difeencia, c disin (exanje) y slc aajad il en nes ecad fal de aaj aq y aha”(De Lcas, 2003:8, 9). Incls en las nas jdicas la deninacin de

“exanje” esá siepe pesene, esiaiándle c disin alqe es nacinal2 y esa “exclsin insicinaliada del espaci plic, jsificada en ins axiáics (n sn cidadans: ¿c pdansel si sn exanjes?” (De Lcas, 2003: 12).

Si ien la aeialiacin de las nas n sn las ás aceadas n sepede nea el naal pces de ineclalidad en nes pas qese cnsye a as de es eleens difeenciads: l idelic silic, en l nai y en la paxis de l aneiene indicad(De Lcas, 2003:13). L idelic se anifiesa especialene en laedcacin y a as de ls edis de cnicacin. Ensea en la ial-dad, el espe y la leancia y difndi ensajes en la isa sinnaen ls mass media. Las nas jdicas f de n discs jdic pl-

ic cpeid cn la nea sciedad. Y la paxis, de l aneien-e dich, aeialiad en edidas elaias al aaj, iienda y sald,ene as. Dich es, e cena en ls ds pies eleens qepeden ayda a cnsi na sciedad ineclal y qe se esán lle-and a ca: las nas y ls edis de cnicacin. En ese análisis,deja de lad el ece eleen qe cnsiye la ineclalidad, lapaxis, p i ás allá del je analiad.

As, la cnicacin es n pila fndaenal paa esina la inecl-alidad. P ese i analia las plicas cnicacinales en ae-ia de iniacin desde n pn de isa nacinal c anic.




7. El acl 3.1 (LCPI) dispne qe“Sl se pdán pe cn-aa capaas insicinales deplicidad y de cnicacin can-d enan aln de ls siienesjeis: a) Pe la difsin ycnciien de ls ales y pin-cipis cnsicinales b) Infa

a ls cidadans de ss deechsy liacines leales, de aspecseleanes del fncinaien de lasinsicines plicas y de las cndi-cines de acces y s de ls espacisy seicis plics, c) Infa als cidadans se la exisenciade pcess elecales y cnslaspplaes, d) Difndi el cnenid deaqellas dispsicines jdicas qe,p s nedad y epecsin scial,eqiean edidas cpleenaiaspaa s cnciien eneal, e)Difndi feas de eple plicqe p s ipancia e ines as l

acnsejen, f) Adei de la adpcinde edidas de den seidadplicas cand afecen a na pl-alidad de desinaais. ) Annciaedidas peenias de iess qe cniyan a la eliinacin dedas de calqie naalea paala sald de las pesnas el pai-ni naal, h) Apya a secesecnics espales en el exei,pe la cecialiacin de p-dcs espales y aae inesinesexanjeas, i) Difndi las lenas yel paini hisic y naal deEspaa, j) Cnica paas yacacines plicas de eleancia e

ines scial”8. Sen el acl 3.2 (LPCI), las ca-

paas insicinales de plicidady de cnicacin se desallaánexclsiaene cand cncananes de ines plic y en elejecici de cpeencias ppias.

9. El acl 3.3. (LPCI) indica qe “Lascapaas insicinales cniiána fena la ialdad ene hesy jees y espeaán la diesidadscial y clal pesene en la scie-dad.”

10. Acl 3.4. (LPCI) expesa qe “Lascapaas insicinales se ajsa-án siepe a las exiencias deiadasde ls pincipis de ines eneal,lealad insicinal, eacidad, ans-paencia, eficacia, espnsailidad,eficiencia y aseidad en el as.”

11. Adeás, el acl 10 (LPCI) dispneqe dane el peid elecal de efend n deeá difndi-se ninna capaa de plicidadinsicinal paa eia el psile“a” del paid plicde n. P el cnai, en La Leyoánica 2/1980, de 18 de ene,se elacin de las disinasdalidades de efend, en el

annciane qe es la Adinisacin del Esad ss anissdependienes, el ensaje difndid en spes pliciais paads cedids y el plic jei qe sn ls desinaais de la plicidad,ls cidadans. Se exclyen de esa na la plicidad cecial y leal(acl 1.2 y 1.3). Cniene aclaa qe esa na ea necesaia dadqe la Ley 34/1988, del 11 de niee, geneal de Plicidad (LgP)deja fea de s ái de aplicacin das las dalidades pliciaiasqe n fean plicidad cecial c la plicidad scial, la pli-cidad elecal, la plicidad plica, la plicidad leal y la plicidadinsicinal. Adeás y a difeencia de la LgP, la LPCI aade la inen-cin de la plicidad insicinal qe es pe, infa, difndiy adei a ls cidadans de asns de ines eneal c nas jdicas, edidas de den y seidad plics, paini nacinal das paa la sald plica ene s fines (a. 3). tal c afiaaDesanes, infa es pe la paicipacin.

Ese esdi cenaá s ines en el capl pie de esa ley, dedi-cad a ls ensajes difndids a as de capaas insicinales

de plicidad, y qe de aced cn el peál iene c jei-s piiais, “aania la ilidad plica, la pfesinaliacin, laanspaencia y lealad insicinal en el desall (…)”. El jei deesas capaas dee espnde a n decál de jeis qe indica elacl 3.17 y siepe se dee espea el ines plic (acl 3.28),la ialdad de ne y de diesidad scial y clal (acl 3.39) yajsase a ls pincipis jdics de ines eneal, lealad insicinal,eacidad, anspaencia, eficacia, espnsailidad, eficiencia y aseidaden el as (acl 3.410).

P l an, las capaas insicinales ienen qe se de ilidad pli-ca en can qe ienen qe sei a ls cidadans y n a qienes las

peen y deen pe la diesidad clal. Es deci, n deense insen del gien de n paa ensala s plica. Anqees es difcil pqe na fa de hace ppaanda es a as de lacnicacin insicinal11. P ese i, la adinisacin plicaes qien dee ealia n plan anal paa s ejeccin y ealacin y, as,aania el áxi pech a ese ip de capaas insicinalesen aas del ines eneal e infa a ls cidadans en q y cse iniee el eai plic, de aced cn el pincipi de anspaen-cia. Asiis, ls ensajes de plicidad insicinal deen espea ladiesidad scial y clal pesene en la sciedad, c dispne en elacl 3.1 a) c al “pcin de la difsin y cnciien de lsales y pincipis cnsicinales” y, p exensin, de aced cn elacl 13 de la CE.

Las capaas insicinales de ineacin y de sensiiliacin espn-den a na esaeia plica peiaene diseada. tal y c dijisaneiene, de na plica de “fnea” se ha pasad a na plicascial en aeia de iniacin. Las capaas pliciaias sien cn insen y c n aene ás de ineacin en la plica delien. Es l cnsaas en ls Planes anales de la plicidad y lacnicacin insicinal en dnde ese ip de capaas ienen naan ipancia. La ley LPCI lia a cea na Cisin de plicidady cnicacin insicinal encaada de elaa cada a n Plan apai de las ppesas eciidas de ds ls iniseis en el qe se



INtErCuLturALIDAD DE LA ADmINIStrACIóN PúbLICA A trAvéS DE LAS CAmPAñAS INStItuCIoNALESDE PubLICIDAD EN mAtErIA DE INmIgrACIóN

acl 50 peie qe “dane elped elecal na capaa decaáce insicinal desinada ainfa a ls cidadans se lafecha de la acin, el pcediien- paa a y ls eqisis y áiedel p ce, sin infli, enninn cas, en la ienacin del de ls eleces”. Esa peisi-

idad de la ley, faece qe daneel peid elecal sl el ienpeda hace capaas pliciaias

jsificand qe es paa infa als cidadans.

12. En 2007 el minisei de AsnsSciales y del taaj jn cn laoaniacin Inenacinal de lasmiacines (oIm) lanan nacapaa de sensiiliacin a laplacin senealesa en eleisiny adis lcales cn el je dedisadi la iniacin en caycs.En ese cas el gien espalaps p ealia na capaaen desin. [En lnea] hp://www.elnd.es/elnd/2007/08/29/ cnicacin/1188376744.hl[Cnsla: 17 de sepiee de2008].

13. Adeás, de la capaa deplicidad paa lcha cna lainiacin iela en Senealde la Seceaa de Esad (497.000es) y de la pcin en las ni-esidades y difsin de jnadasse deech, iniacin e ine-acin de la Aaca geneal delEsad cn n cse de 22.446,38es.

14. En ese cas, la capaa de pli-

cidad iene c jei peenils iess laales y el miniseilana na capaa hacia ds liplicads, epesais y aa-

jades, ene ells se inclyen als jnales cn na iaen den iniane, inclyndls ctarget de la capaa, aj el lea:“365 das sin accidenes de aajsn ens das paa ds”. [Enlnea] hp://www.as.es/es/des-acads/EmPLEo/CAmPANAS/365DIAS/221007capana365dias.h[Cnsla: 15 de as de 2008].

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inclián y especificaán las indicacines necesaias se el jei decada capaa. En ls lis ds as, fechas desde qe se ealianess Planes, el ea de iniacin ha sid na de las piidades delgien. En el 2006 la nica capaa en aeia de iniacin fela qe se insen paa eia la iniacin ileal de ls Senealesesen Espaa12 (Infe de Plicidad y Cnicacin Insicinal, 2006)en la qe se inii 503.089 es. En el 2007, la Seceaa de Esadde Iniacin y Eiacin del minisei de taaj y Asns Scialesinii ds illnes de es en la capaa de plicidad se ini-acin (Infe de Plicidad y Cnicacin Insicinal, 2007)13, yen el 2008 se lan la capaa de sensiiliacin en el ái esaalse iess laales del minisei de taaj e Iniacin (cse de3,5 illnes de es)14 adeás del paa de en de inianesdel is inisei (3.2 illnes de es), anse a cninacin.

Capaa de sensiiliacin en el ái esaalse iess laales del minisei de taaj eIniacin Fene: hp://www.as.es/es/desa-cads/EmPLEo/CAmPANAS/365DIAS/221007capana365dias.h

Capaa de en de inianes delminisei de taaj e Iniacin Fene:hp://www.canalslidai./we/nicias/ nicia/?id_nicia=4077

De aced cn esas cifas se sea qe las capaas pliciaias enaeia de iniacin sn na cnsane en la plica del ien yqe, de hech, cada a a en aen s inesin. De las ennciadasaneiene, analiaes la ás eciene del a 2007 aj el slan

“tds difeenes. tds necesais” qe el gien lan a asdel minisei de Asns Sciales. El je de dicha capaa espn-de a ls peiss en el Plan Esaic de Cidadana e Ineacin2007-2010. En el lea “tds difeenes. tds necesais” el eje dela cnicacin sca ansii la ineacin de ls inianes enEspaa y caia la pecepcin de ls nacinales hacia aqlls. Se pe-ende ecea n escenai cidian y endiene a la ineclalidad.Licaene la ficcin esá esinada p na plica enaenalc pae de s esaeia plica. Ls inianes alan esa ca-paa y psiiaene.

En can a ls seens de plics qe apaecen, se pecie n clainen p epesena el ay cninene psile de la placin

espala. En pie la, la paidad de sexs: es hes y es je-es. Ene ls hes se desacan n en, n jen iniane y nancian. Y ene las jees: na je de edad edia, na adlesceney na iniane. En ds ells se jea cn ls sins silics paaepesena s target . De n lad, la fa de esi la chica jen cnn fla y n peinad desenfadad y, de , el ecs de ls essisales c en la lia iaen en la qe la je de edad edia yel chic iniane se dan la an c sl de n pac, de naced, de na decisin de cnsens qe, en definiia, es l qe seqiee la cn esa capaa (mane y vican, 2008), ase acninacin la piea pliciaia.




15. vase, Ley 18/2000, de 19 de dicie-e se plicidad insicinal deCaala.

16. vase, Ley 7/2003, de 20 de a,

de plicidad insicinal de laCnidad valenciana.

17. vase, Ley 16/2003, de 24 de a,se la aciidad pliciaia de lasAdinisacines plicas de Aan.

18. vase, oden Fal 1/2003, de 11de niee, se diecices decnaacin de la plicidad insi-cinal de la Adinisacin de laCnidad Fal de Naaa.

19. vase, Na Fal 2/1994, de 6 aildel Pas vasc.

20. vase, Ley 6/2005, de 8 de ail,qe ela la aciidad pliciaiade las Adinisacines Plicas deAndalca.

21. Ley 2/2007 de 9 de fee, e-lada de las capaas insici-nales ealiadas p ls ans dela Adinisacin de la CnidadAna de Canaias y p las es-anes enidades cpendidas en elsec plic anic canai.

22. Ley del Pincipad de Asias 6/2006,de 20 de jni, de Cnicacin yPlicidad Insicinales

23. El acl 3.5 dice as: “la plicidadinsicinal, adeás de se expli-caia de la insicin en s aclal, dee difndi ensajes qecniyan a iplica a ls cida-

dans y cidadanas en el pces decnsccin de na sciedad aan-ada desde el pn de isa des pes ecnic y scial yde s cnciencia cica. Asiis,dee ene siepe pesene en ssensajes na lnad chesina-da e ineada del cnjn dela sciedad”.

24. Anqe cniene ecda qe desdels as chena ha haid capa-as paa fena esa lena cla del lea de “El caalà, csa des” (el caalán, csa de ds).

Capaa 2007 “tds difeenes ds necesais” del minisei de taaj e Iniacin. Fene:hp://www.as.es/

Las Administraciones de las Comunidades Autónomas

Las nas anicas ienes en plicidad insicinal sn:Caala15, valencia16, Aan17, Naaa18, Pas vasc19, Andalca20,

Canaias

21

y Asias

22

. Analia cada na de ellas, s elacin cn lainiacin y las capaas pliciaias ealiadas en esa aeia.

Cenaes p el cas de Cataluña qe dispne de la Ley18/2000, de 19 de diciee se plicidad insicinal. En elacl 4. i) dice qe la plicidad insicinal “dee ela especial-ene p el espe a la diesidad, especialene la qe iene sien en anes ecnicas, clales, nicas, de ne, eliisas de ienacin sexal”. Es indica qe da capaa pliciaiadee ene en cena ds y cada n de ls cidadans qe ienen el eii caalán. La ley alde claaene a la ineclali-dad. Asiis, se eniende del acl 3.523 qe la plicidad es elehcl paa la la ineclalidad. Las capaas de plicidad

insicinal qe ha ealiad la genealia de Caala sn elaiasa plica y cla. En el pie cas, la capaa del Estatut epe-sena al iniane c n cidadan caalán ás, al ad de qehala caalán en el spot . mienas qe en el send cas, la capaa“Dna cda al caalá” (dale ceda al caalán) apesa p la plicalinüsica24 pcinand el s del caalán a as de ldees depinin y nis inianes haland en caalán. En aas capaasse inclye al iniane c n target ás den de la sciedadcaalana. La pecliaidad de Caala es qe n fece capaas deineacin difeenes de la deás cnidades anas. Caalaaps diecaene p la ineacin. (mane y vican, 2008).




28. Esa infacin ha sid faciliada pel Depaaen de Planificacin dela Dieccin geneal de Cdinacinde Plicas miaias de la Jna deAndalca. tain se pede e-ne infacin en la dieccin dela Jna de Andalca: hp://www.

jnadeandalcia.es [Cnsla: 12 defee de 2007].

156

Pe esa difeencia qiee pese cn el leitmotive qe ciea el ann-ci cn “toDoS (en ayscla) ss la fea de Aan” en el qecnflyen y cnien ds ls cidadans de Aan, sean de anes de aha, en la cnsccin de ese eii. En esa capaa el target sn as plics, aaneses acns e inianes, y el ensajefinal es de nin, pe qiá el slogan y el cdi isal n cnsienese ppsi, a pesa de qe el sl de la isa qiea eca “ale-a”, “diesin”, “espeana” en la ealiacin de ese fin c alpsile y eal. El incidi en la difeenciacin cn “ls nes aaneses”qiá n cnsia el ppsi de nin.

Navarra dispne de la oden Fal 1/2003, de 11 de niee, sediecices de cnaacin de la plicidad insicinal de la Adinisacinde la Cnidad Fal de Naaa. Esa ley indica sl el pcediienadinisai paa qe las adinisacines cnaen plicidad pe nde cáles sn ls jeis de las capaas insicinales. La infacinfaciliada en la web n indica qe haya haid alna capaa de plici-dad insicinal de ineacin sensiiliacin.

e País Vasco fe la cnidad pinea en esa aeia pqe en 1994pl la Ley Fal 2/1994, de 6 de ail, se Plicidad de Enidadesdel sec plic fal. En esa na se jsifica el as de la plicidadinsicinal en s peál: “(…) plicidad insicinal pede cnsi-i na fene de ines qe, p s ipe, pede ayda a pela infacin especfica del teii, es anale qe s disicin sehaa aendiend a ese ciei”. En esa na de an sl es acls seqiee deja cla la inesin de la plicidad y la disicin de la plici-dad ene ls difeenes edis de cnicacin, pe n especifica cálessn ls is paa ealia esa dalidad pliciaia qe se sencinacn el eai plic. Al ial qe en Naaa, la infacin faciliada en la

web n indica qe haya haid alna capaa de plicidad insicinalde ineacin sensiiliacin.

Andalucía dispne de la Ley 6/2005, de 8 de ail, qe ela laaciidad pliciaia de las Adinisacines Plicas de Andalca.El acl 3 a y eniende c aciidad pliciaia de lasAdinisacines Plicas aqella diiida a “Pe ales y cn-dcas qe cnsliden la decacia, la liead, la cniencia y laslidaidad” e “iplica a la cidadana andala en el jei de lana sciedad chesinada y aanada en can a cnciencia cicay pes ecnic y scial”. En as cass se eniende, cen la ley de Aan, qe se dee pe la ineacin. De hech,la Jna de Andalca eali el I y II Plan Ineal paa la Iniacin

en Andalca cy je es la ineacin de ls inianes28. Paaese ppsi paien de la peisa de qe ea necesai desin-cla la iniacin de la psicin silica ceada en la sciedadandala ediane el cai de acides pejicisas y eseeipsneais. Se p p el lea “C ”, qe inia a la eflexiny decnsye la difeenciacin ene ns y s, y p el eslan“Aanand hacia la diesidad… cainas hacia el f”, sian-d a ls nes cidadans inianes y a ls nacinales en nescenai psii en el qe as cnjnaene deen ece nla cain (mane Pas, 2007). A cninacin sas dsde ss anncis. A pincipi de 2009 lanaán na nea capaa.

En Andalca se pp el lea “C”, qe inia a laeflexin y decnsyela difeenciacin enens y s, y p eleslan “Aanandhacia la diesidad…cainas hacia elf”, siand a

ls nes cidadansinianes y a lsnacinales en nescenai psiien el qe ascnjnaene deenece n lacain




En Canaias el jeiea desa qeds ls pelshan sid en alnen inianesy qe dees seleanes cn lsdeá

Capaa 2006 “C ” Jna de Andalca. Fene: hp://www.jnadeandalcia.es

En ese cas la capaa fe lanada paa el plic nacinal cn el p-psi de sensiilia. En el cdi isal slaene se e la iaen pcdefinida de n he na je pe sin da dealles, p l qe enealidad pda se calqie pesna. Sin ea, el cdi exaldesela de qin se aa indicand “Kain” y “rsana” el ne deds inianes y aj el lea “c ”. La leca del cnjn delannci dice: Kai rsana es c . Adeás, el annci es clede qe, p n lad, es el cl cpai de la Jna de Andalcay, p el , eca adicinalene la espeana qe, en ese cas,

adica en la psiilidad de inea a ls inianes. La capaa jeasiláneaene cn el cdi isal y el exal. En la silea de nhe y na je qe pda se calqie pesna, n apaece nin-n as definid. mienas qe el cdi exal es el qe esa ladisincin ene ls de “aq” y ls de “all” a as de ls nes deien ae “Kai” y lain “rsana”.

Desde el a pasad, Canarias dispne de la Ley 2/2007 del 9 defee, elada de las capaas insicinales ealiadas p lsans de la Adinisacin de la Cnidad Ana de Canaiasy p las esanes enidades cpendidas en el sec plic a-nic canai. Al ial qe la ley nacinal, en el acl 1.3 dispneqe “Las capaas insicinales cniián a fena la ialdad

ene hes y jees y espeaán la diesidad scial y clalpesene en la sciedad”. Ese nfasis en el “espe a la diesidadclal” indce a pensa en la ineacin y leancia del iniane.Anes de esa na se hicien caeles se iniacin iliandn ece de na nicia de 1949 en la qe el ila ea “apesa-ds en veneela 160 inianes ileales canais”. El jei eadesa qe ds ls pels han sid en aln en ini-anes y qe dees se leanes cn ls deás. Acalene,n hay cnsancia de as capaas de plicidad insicinal enCanaias, sen la infacin ppcinada desde s gien.




En das las capaasde plicidadinsicinal se iendea la ineclalidadscand la acepacindel “” y sineacin

158

Capaa 2006 “Apesads en veneela”Fene: hp://qd.lsp.c/2007/01/apesads-en-eneela-160-inianes.hl

La ley ás eciene de plicidad insicinal es la del Pincipad deAsturias cn Ley del Pincipad de Asias 6/2006, de 20 del jni, deCnicacin y Plicidad Insicinales. La plicidad insicinaldee espnde a nce jeis ene ls cales n ppna qe elien dee pe, ene s, la cniencia y la slidaidad (a.2.a). Y el desall de la cnicacin insicinal deeá adecasede “ialdad ene hes y jees y espe de la diesidad scial yclal pesene en la sciedad” (a. 3.d). A pesa de qe en la ley espesene la ineacin c n jei y pincipi de la plicidad ins-icinal, la infacin enida en la web del Pincipad n esaninna capaa en esa aeia. Se eniende qe qiá se n sea n

jei plic dad qe Asias es na de las Cnidades jn cnExeada qe en ne de iniacin ecie.

CONCLUSIONES

Las plicas enaenales a as de las esaeias adpadas ie-nen c pn de ia la iniacin y na de ss heaienas esla cnicacin y, de anea especial, la plicidad insicinal. Dehech, cada e ás cnidades anas dispnen de na naespecfica de plicidad y cnicacin insicinal qe ela ss




La plicidad en naheaiena ás delien c aenescialiad y cedi paa alcanana esaicaplica acde cn lsjeis del paid den

inesines al aen de la ley nacinal. En el cas de qe n enanna na anica ealian capaas de ineacin y sensiili-acin aj la na nacinal, c es el cas de la Cnidad demadid, la Xna de galicia Islas baleaes.

La aya de las capaas de plicidad insicinal ienen cjei diiise al nsn a ls cidadans nacinales y a ls inian-es, anqe hay capaas qe ienen c target sl al iniane,c es el cas de la Jna de Andalca. Ls ensajes iliads en lascapaas selen ene ls adjeis “ds” y ls es “ss” paaiplica a ns y a s. Ls sjes qe panian ls anncis snenealene inianes pe cn n aspec ccidenaliad, cnn-and qe se inean en nesa sciedad c calqiea de nss.Y las iáenes de ss siepe selen se pies plans. Adeás,sn nesas las capaas qe jean cn ls eseeips y picsde las “caias” alees.

Las nas de plicidad y cnicacin insicinal cinciden en

la einla paa desina psiles capaas de iniacin alindica “pe la cniencia y slidaidad”, “ienesa scial”,“espe clas”, “espea la diesidad”, “cnsccin de nasciedad aanada” “ecnciien de neas clas”. Esespnde a las difeenes esaeias plicas y a la cnsccin deldiscs plic qe esá esándse, al y c afiaa zapaa-bae (2007).

En das las capaas de plicidad insicinal se iende a la inecl-alidad scand la acepacin del “” y s ineacin.

La plicidad en na heaiena ás del ien c aene sciali-

ad y c edi paa alcana na esaica plica acde cn lsjeis del paid de n.


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PANEL IV

CONTACTO Y DISTANCIA EN EL

ORDEN POSTCOLONIAL

• INTRODUCCIÓN

Luis Alfonso Herrera Robles

• CONTACTOYDISTANCIAENELORDEN POSTCOLONIAL

Enrique Dussel

• PROFESORESRURALESEINVESTIGADORES OCCIDENTALES: MISIONEROS DE LA

MULTICULTURALIDAD

Ruth Bautista, Pablo Hoyos y Álvaro Briales

• LALÍNEAQUENOSUNEYNOSSEPARA:ENCUENTRO

YPUNTODEQUIEBREANTEELNUEVOORDEN COLONIAL

José Antonio Nizama

• LAEUROPA-FORTALEZAYSUOTRO(INMIGRANTE) COLONIAL:UNANÁLISISDESDELASPROPUESTAS

DELPROGRAMAMODERNIDAD/COLONIALIDAD

LATINOAMERICANO

Gisela Ruiseco y Liliana Vargas

161



163

1. Véa Dussel, enriq. Política de la

liberación. Historia mundial y crítica.Madrid: Trotta, 2007.

Luis Alfonso Herrera Robles

Profesor-investigador, Universidad Autónoma de Ciudad Juárez,Departamento de Ciencias Sociales

[email protected]

INTRODUCCIÓN

e pan IV, contó con a participación d proor enriq D,qin no d o mayor tórico y académico d a to-ría dcoonia. e pnto d partida d intrvnción,

prgntar –dd na arga prpctiva hitórica– ¿qé igniica rxtranjro?, mima ctión q aordó dd na crítica a a tradiciónoccidnta q D nmarca como rocéntrica.

la “hopitaidad” j or q articó a poi rpta a aprgnta antrior. D, contrata a ida d hopitaidad n a tradiciónmoamricana y a hipánica d igo XVI, admá d a xitnt n

Orint. la conción ra a ata d hopitaidad d mndo modrnooccidnta rpcto a a otra tradicion xtra-ropa. la contrc-ción d “otro”, no ropo, igniicó –dic D– xción, convirtió a indio d a coonia amricana y a cavo aricano n n“no r”. Pro, no r, ra tar n a xtrioridad, a priria.

Introdc ntonc, dat q má adant o otro ponnt pon-drían or a ma, a ctión d otro-inmigrant y otro-indígna.Mimo q rán aordado dd “a mirada arqoógica” y “a mira-da tnográica”. D propo na “hitoria otra” or a Modrnidaddond o indio amricano on primr “no r” d a modrnidad, jntoa o cavo ngro captrado n Árica y comrciaizado n América.

D propon conocr a hitoria para rcprar a hopitaidad, nn antídoto contra rocntrimo. Y rconocr q n ondo dta hitoria, todo omo xtranjro, diyndo a órma prvra d acontrcción d otro, d otro como n no r. Ahora q raparc n dat contmporáno otro-inmigrant, tamo n timpo d rcrrira a hopitaidad d a ctra, ovidada y aandonada por rocntri-mo q impo Occidnt dd o inicio d a modrnidad.

Aí, t pan intgró a nocion, ida, concpto y catgoría qintntan ponr d maniito na “hitoria mndia y crítica”1 q no aa hitoria oicia q rocntrimo haía contrido para ta-

D proponconocr a hitoriapara rcprar ahopitaidad, n nantídoto contra rocntrimo. Yrconocr q n ondo d tahitoria, todo omoxtranjro, diyndoa órma prvrad a contrcción dotro, d otro como nno r



INTRODuCCIÓN

Drant década,a “poítica drconociminto” q mtictraimovndió comooción atrnativaa a dicriminación yracimo q éit yctor poparapicaan a otro-

inmigrant, otro-xtranjro, no nraidad, má q n“ao rconociminto”

164

ciminto d ordn coonia ropo n o igo paado. s diictadradica n rptra pitémica con aqo q crítica, ya q coo-niaimo ropo parc har rcorado ainto, raparcindo n ormato pocoonia. entonc a tara d t pan a d dvar anva orma d contacto y ditancia d nvo ordn coonia rpctoa o xtra-ropo, a contrcción d n “otro” ajno y pigroo.

Como coincidn o traajo prntado n t pan, a colonialidad del poder no d o principa concpto q no prmitn cono-cr cómo opra n a actaidad ta ógica pocoonia, in ovidar ancidad d rviar n a arga dración (longue durée) ta hitoriad atrnización inriorización d otro. lo vijo actor como indio, ngro, mato, y otra minoría como gitano, raparcnn dat ropo n inmigrant q provoca mido, a dcon-ianza y odio d o tacido ant o rcién gado d Américalatina, Árica y Aia.

Drant década, a “poítica d rconociminto” q mtictrai-

mo vndió como oción atrnativa a a dicriminación y racimo qéit y ctor popar apicaan a otro-inmigrant, otro-xtranjro,no n raidad, má q n “ao rconociminto”. sigindo apaara q Anía Qijano mncionó n México hac n par d año:“no tnmo a dónd ir, tamo adntro, pro n contra”, to traajo ponn d maniito ta ritncia a a nva orma d cooniai-dad y omtiminto q por n rv timpo cryron darticada.

en ntido, pdn ntndr o traajo invtigacion dntro panita q, dd o tórico y o mpírico, ncargand vidnciar a ditancia q procra nvo ordn coonia, vi-tando contacto y cando ét da, impr a aimtría o q o

caractriza, na vija ración ntr n “nootro” no y n “o”mao. la amada a a convivncia y torancia d mndo occidnta, v otacizada cando inmigrant, indio, ngro, mtizo,dic har dcidido qé hacr con rcro y proycto naciona.lo do mndo, occidnta y rto atrnizado por primro,prntan n a actaidad do proycto dirnt d o q crn,d r, mndo contmporáno.

la “mirada arqoógica” q no orc Joé Antonio Nizama, no con-vnc d q a tradición minaria q argaron na gran divridadd po amricano (andino, maya, aztca) prodcto d contactoy d dinámica ctra q ran part d mndo indígna q ar-gó na ctra matria compara a a d caqir ocidad y ctra

minaria ra d América, cando eropa aún ni iqira taa porinvntar. A ncontrar o do mndo, prodcto d t contac-to a drática diminción d a poación nativa. Y no dic:

Dmo ntndr momnto d ncntro d mndo andino y iérico como n proco q i in iga ntra originaria civiizacióncon d a nva ra “modrna” q n contino d racionno hac o q hoy omo, a vz convirt, t mimo proco,n nt originaria d mcha d a tara idoógica q irvn para adicriminación y marginación q padcn hata hoy n gran númro dntra poacion.



165

luIs AlfONsO HeRReRA RObles

Dmo tardipto adgitimarnoradicamnt rpctoa ntra imprconictiva poicion,tanto aqa gidacomo a hrdada porctión d ocidad,ctra o ca. Dido

a contant irdinámico d a vida,impr qdaránpacio q ritano tntáco dagna hgmonía

Por part, dd na “mirada tnográica”, Rth batita, Ávaro briay Pao Hoyo, ponn n vidncia q “traondo coonizador” d avija ida d “prza d angr” ig vignt n a poacion rrad boivia a iga q ocrr n na part d mndo andino. e nvoordn coonia, dirazado d “cooniaimo intrno” dicn, a nvaconigna n o amado miionro d a mtictraidad-cooniaidad,mimo q traadan mnaj coonizador a travé d tratgia dhiginización y patoogización d otro no occidnta. la cooniaidad dpodr d a q no haa Qijano n txto, tamién opra como nacooniaidad d r y ar, q tin como ojtivo n nvo jtocoonia n niño aymara d atipano oiviano.

la crítica a multiculturalismo oficialista q Rth, Ávaro y Pao ña-an n traajo d invtigación, na mtra má d t aorconociminto q ya adantáamo a inicio d ta prntación.Mtictraimo q dvin n indigenismo oficialista, initn n tdio. Y agrgan; “A o argo d igo XX, ta poítica hancaractrizado por tranormar gnocidio d a coonia n n etnocidio

itmático, omtindo a a ctra nativa a proycto modrniza-dor y ptamnt civiizatorio”. en propia atocrítica, or “mirada tnográica” no initn d manra contndnt.

Dmo tar dipto a dgitimarno radicamnt rpcto antra impr conictiva poicion, tanto aqa gida como ahrdada por ctión d ocidad, ctra o ca. Dido a contantir dinámico d a vida, impr qdarán pacio q ritan o tn-táco d agna hgmonía; dond ntndr conv ctionar yhacr rraccion q no vn a nva amitad y dncntro.

Aí, d cooniaimo intrno, no paamo a o nvo jto coonia

n a eropa d hoy: inmigrant, gún Ramón Groog, jtocoonia por xcncia. Propta d Gia Rico y liiana Varga, qi-n dd amado Programa Modrnidad/Cooniaidad n Américalatina d ditinto académico atinoamricano, no aydan a ntndrdntro d nvo ordn coonia, o ormato d dicriminación y racimon o q a han caractrizado como a “eropa-ortaza” y q irvpara contxtaizar pocooniaimo n t ado d Atántico.

Dd a atnta “mirada d otro-inmigrant”, van ponindo or a macoa q octan para imar na rcpción amitoa q no dja dr opchoa a contraponra con a raidad d inmigrant. Raidadpoco diimada con o d mtáora –como invaión, avión, avaan-cha oada– q o media an para rrir a coctivo d inmigrant

xtra-ropo. Coctivo q hacn aparcr como pigroo y ponn ajoprmannt opcha n ta ocidad d a vigiancia tota.

e por o q ntro panita incyn componnt coonia, ca, va a a igint airmación: “Y igindo n anáii poco-onia d mndo contmporáno, pd ñaar, q a rarticaciónd podr coonia dntro d capitaimo goa, rca hoy n namdida, or inmigrant”. Y no dicn con inqitd pranzadora,“a prta qda airta a a poiiidad d o q enriq D hapantado como Transmodernidad , na propta para prar pro-ycto modrno, inxoramnt igado a contra cara coonia”.



167

Me parece importanteabrir en la concienciaeuropea una reflexiónprofunda sobre uésignifica ser extranjeroy sobre ué actituddebemos tener ante elextranjero

Enrique Dussel

Profesor de Ética en la UAM/Iztapalapa y en la UNAM, México

[email protected]

CONTACTO Y DISTANCIA EN EL ORDEN POSTCOLONIAL

I

Un poco con temor y temblor me he propuesto hacer una meditaciónética y filosófica sobre el tema de ser extranjero. El ser en el sentido fuer-te de la palabra, el verbo. Debo decir ue esta meditación fue tambiénparte de un artículo ue trabajé en el año de 1976, cuando empecé miexilio en México después de haber sido 10 años extranjero como estu-diante en Europa (ser becario mantiene una cierta normalidad, pero serexiliado es más fuerte y aún lo es más cuando se es para siempre).

Me parece importante abrir en la conciencia europea una reflexión pro-

funda sobre ué significa ser extranjero y sobre ué actitud debemostener ante el extranjero. Es un tema ue da para mucho. El europeo estáen una esuizofrenia, porue al comportarse de una manera no éticaante el extranjero derrumba todos los pretendidos valores, no sólo de lamodernidad sino de la cultura occidental desde su origen, si es ue exis-te. Es por lo tanto necesario mostrar esa contradicción.

El código de Hammurabi, datado en unos 18 siglos antes de la eracomún, en un punto dado habla de la justicia hacia el huérfano, la viuday el extranjero. De los tres el más vulnerable no es ni el huérfano (hacer justicia con mi hijo es fácil, porue es hacer justicia conmigo mismo, perohacer justicia con el otro ya es más difícil) ni la viuda (hacer justicia conmi mujer es fácil puesto ue, en el machismo patriarcal de la época, soy

yo mismo, pero hacer justicia con la viuda es mucho más), sino el extranjero, ya ue estar en la fraternidad con el miembro de la sociedad a laue pertenezco y con la ue lucho por el bien común es normal, perohacerlo con el extranjero no; eso es la justicia en su sentido pleno.

Lo interesante de auellos códigos, superiores al derecho romano yal napoleónico, es ue no solamente era un derecho ue acogía a losmiembros de la sociedad, sino ue también se ocupaba de auéllos ueestaban fuera del derecho, es decir, el huérfano, la viuda, el extranjeroy el pobre. Esto le permitía realizar una crítica hacia sí mismo, poruesi alguien es pobre es porue no recibe los beneficios del sistema y sin

Transcripción de la intervención oral

realizada por el profesor Enrique

Dussel durante el encuentro en CIDOB




Hay cuatro fenómenossimultáneos: moderni-dad, capitalismo, colo-nialismo y eurocentris-mo. No hay modernidadsin colonialidad. Toda lariueza de Europa pro-cede de la acumulaciónde la riueza colonialy de la explotación del

obrero en la propiaEuropa, sacándole unplusvalor, como Marxmuestra tan bien

170

declara los derechos humanos en Francia, decreta el code noir , en el cuallos esclavos de Haití son reconocidos como esclavos. Al mismo tiempo.Es decir, una esuizofrenia completa.

Y el tercer otro fue en las guerras y ocupaciones coloniales en Asia,como la guerra del opio, ue impuso a la China el comercio del opio ueno uería aceptar.

Hay cuatro fenómenos simultáneos: modernidad, capitalismo, colonia-lismo y eurocentrismo. No hay modernidad sin colonialidad. Toda lariueza de Europa procede de la acumulación de la riueza colonial y dela explotación del obrero en la propia Europa, sacándole un plusvalor,como Marx muestra tan bien. Pero hasta a Marx se le escapa el problemacolonial. Aunue señala ya ue es en la explotación de la mina y de laplata donde empieza la explotación, él mismo no logra todavía integrarcabalmente cómo se produce la acumulación originaria.

En un libro sobre la filosofía de la religión, Hegel dice ue Inglaterra se

transformó en la misionera de la civilización en el mundo. Cínico esteHegel. Misioneros tiene un sentido sagrado, religioso; misioneros deuna causa, en este caso de la civilización humana en el mundo. Y en esemismo momento el colonialismo mataba indígenas, esclavizaba africanosy ocupaba el Asia. La colonialidad es la negación del ser del otro. EboussiBoulaga, un gran filósofo del Camerún tiene un libro magnífico tituladoLa crise du muntu -Muntu en suahili significa ser humano- en el uemuestra la escisión completa de un ser ue es humano pero al cual no sele atribuye la humanidad, porue es explotable. Es decir, al hombre de laperiferia se le puede explotar y se le puede robar su riueza porue total,él no la sabe usar. Como decía Locke, el gran fundador del liberalismo enel Segundo Tratado sobre el Gobierno Civil los indígenas tienen mucha

tierra pero no la trabajan como dios uiere. Claro, no la trabajan comoel dios anglicano de Locke y como Inglaterra uiere. La trabajan los indí-genas a su manera pero entonces, para Locke, esas tierras están vacíasy por lo tanto no es un robo tomar algo ue es inútil. De este modo justifica la conuista de América el señor Locke, al mismo tiempo uefunda el liberalismo. Asimismo señala, en el capítulo sobre la esclavitudue el fruto de una guerra justa, supone agarrar un botín y por eso hayue tomar esclavos. El filósofo parece ue estaba desvariando... ¿su inte-ligencia dónde estaba? Estaba en su bolsillo, porue el señor Locke teníainversiones en la trade of slaves. Ese es el cinismo ue se nos escapa.

Yo soy biznieto de un obrero alemán y de un obrero italiano. Soy frutode los pobres de Europa ue se fueron a América porue no podían

vivir. No es la primera vez ue ocurre en la historia. Aristóteles, hablandode Cartago ya señala cómo habiendo pocos ricos cada vez más ricos,y muchos pobres cada vez más pobres se envían a éstos últimos a lascolonias. También Hegel en la Filosofía del Derecho dice lo mismo (enrealidad estaba repitiendo a Aristóteles). Hegel señala ue Europa tienepocos ricos y muchos pobres y ue hay ue enviar por lo tanto a lospobres a las colonias para ue devengan clases sustantivas y, teniendopropiedades, puedan comprar la sobreproducción de Europa. Es decir,ue Hegel comprende el Estado sin contradicciones como Estado metro-politano, porue cumple con sus contradicciones en las colonias.



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ENRIqUE DUSSEL

Esos pobres ue Europalanzó a la periferia paraue pudieran vivir, ¿notendrían derecho devolver ahora a Europa?¿No tendrían derechoa decir: “miren, ahoranosotros estamospobres, pero, fruto deuién?”

quiero llamarsolidaridad al amordel otro comootro, más allá de lafraternidad, es decir,reconstruir el conceptode fraternidad paraconstruir otro concepto

Esos pobres ue Europa lanzó a la periferia para ue pudieran vivir,¿no tendrían derecho de volver ahora a Europa? ¿No tendrían dere-cho a decir: “miren, ahora nosotros estamos pobres, pero, fruto deuién?”. De los ue los explotan, como por ejemplo Repsol. Repsol esuna transnacional ue, gracias a ue Carlos Saúl Menem le regaló YPF(Yacimientos Petrolíferos Fiscales argentinos) por una traición del gobier-no, puede comprar gas del Perú barato y se lo vende carísimo a México.Eso genera pobreza en Perú y riueza en Europa. En realidad estamosproduciendo pobres en la periferia, pero cuando se nos vienen entonces¡ah! nos enojamos, o no los aceptamos o nos blindamos en las leyes dela Europa fortaleza.

En el siglo XVI vinieron a España 20,000 toneladas de plata. La platapasaba por la Torre del Oro del Guadaluivir, llegaba a Holanda y aFlandes y terminaba finalmente en China, porue los europeos no teníannada ue venderle a China, sino solamente comprarle pagando con laplata americana. En el archivo de Indias, Domingo de Santo Tomás, elprimer obispo de Charcas, escribe en el año de 1552 ue “se descubrió

una boca del infierno por la cual cada año inmolan una gran cantidadde gente, ue la codicia de los españoles sacrifica a su dios ue es el oroy es una mina de plata ue se llama Potosí”. Ustedes tienen ue pensarue miles y miles de indios entraban a las minas y nunca más salían.Perdían su vida en la mina y producían la plata ue venía a este reino,ue tampoco supo aprovecharla, porue al final terminaba en Flandeso en China. Todo eso hay ue contárselo a la gente, porue si no se locontamos se creen inocentes, se creen ue son ricos porue son inteli-gentes. Es necesario ue la gente tome conciencia de esa historia, paraue tenga hospitalidad hacia al otro.

quiero dar una última referencia de un libro de Derrida ue se llama

Políticas de la Amistad . La amistad es el problema de la fraternidad, perola fraternidad es, en el fondo, el amor a los hermanos por una comuni-dad. quiero llamar solidaridad al amor del otro como otro, más allá dela fraternidad, es decir, reconstruir el concepto de fraternidad para cons-truir otro concepto. Derrida es también finalmente eurocéntrico, a pesarde venir de Argelia y ser de origen judío. En su libro cita al poeta alemánTheodor Daübler las siguientes palabras “maldito el ue no tenga ami-gos porue sus enemigos lo juzgarán. Maldito el ue no tenga enemigosporue yo seré su enemigo el día del juicio”. La primera parte es fácil“maldito el ue no tenga amigos porue sus enemigos lo juzgarán”, esoes de sentido común. La segunda es un poco más complicada. ¿De uéenemigo se trata? El pobre, el emigrado, el otro, es visto por la sociedadcomo el peligro, porue no se han puesto en el mundo del otro, el de la

vulnerabilidad absoluta. Ni miedo tienen porue tienen ue sobrevivir.Eso sí ue es un ser-para-la-muerte, el ser extranjero. Ellos son los enemi-gos del sistema.

En una conferencia ue daba en San Francisco dije “un pueblo comoel norteamericano utilitarista y ue tiene el ejército más poderoso de latierra es un peligro para la humanidad porue el utilitarista uiere ser felizy ¿uién puede robarme la felicidad? El pobre es uién puede robarme loue yo tengo. Y, como el rico lo ue uiere no es solamente tener riueza,sino tenerla para siempre, entonces la seguridad es hasta la muerte ymás, hasta después de la muerte”. En el fondo al ue se le tiene miedo




La solidaridad no espues el amor en sí,sino la gratuidad delamor al otro comootro, aun poniendo encuestión a mi propiacomunidad. Algo deesto se ha de decira la gente y mostrarcómo la esencia de una

cultura debe ser ese“no olvidar ue fuisteextranjero en Egipto”

En el fondo todossomos extranjeros,pero para curar esaherida no hay más uela hospitalidad y lahospitalidad es abrir la

casa al otro para uepodamos no incluir alotro, adaptar al otro,sino transformar lasociedad para ue estéen su casa, ue es muydistinto

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es al ue está debajo y pone en cuestión mi vida. Ese es el enemigo delsistema. El ue se hace amigo del enemigo hace ue sus antiguos ami-gos sean sus enemigos. “Maldito el ue no tiene enemigos porue yoseré su enemigo el día del juicio”, es decir, maldito el ue no ha trans-formado sus amigos en enemigos haciéndose amigo del enemigo delsistema.

La solidaridad no es pues el amor en sí, sino la gratuidad del amor al otrocomo otro, aun poniendo en cuestión a mi propia comunidad. Algo deesto se ha de decir a la gente y mostrar cómo la esencia de una culturadebe ser ese “no olvidar ue fuiste extranjero en Egipto”. El europeomismo fue siempre alguna vez extranjero, porue de fuera vinieron losceltas, de fuera vinieron los fenicios, de fuera vinieron los romanos, deafuera vinieron después los visigodos y siempre tuvimos ue ser emigran-tes e ir componiendo eso ue es.

Esta nueva inmigración es una más de esas ue construyen la Historia.Me parece ue habría ue insistir un poco en el tema ético también y

mostrar ue ser extranjero es un existenciario, como diría Heidegger,humano como tal, porue en el fondo todos somos extranjeros, peropara curar esa herida no hay más ue la hospitalidad y la hospitalidades abrir la casa al otro para ue podamos no incluir al otro, adaptar alotro, sino transformar la sociedad para ue esté en su casa, ue es muydistinto. Europa tiene ue transformarse para ue el inmigrado esté ensu casa sin necesidad de integrarse a nada, sino siendo sí mismo. ¿Y porué? Ese es el problema ético, eso es lo ue hay ue discutir. Ahora bien,el ue pregunte ¿y por ué? ya empieza a preguntarse en su identidadde la Europa fortaleza.

IIEl tema de la interculturalidad, por supuesto, se plantea tanto auí comoen América. Cuando Bolívar escribe en su Carta de Jamaica “¿y uiénessomos nosotros?” dice de inmediato “no somos ni europeos ni parte deun pueblo originario”. Por supuesto se plantea mal la cuestión, pues sepregunta uiénes somos nosotros los criollos y no nosotros los pueblosoriginarios, ue eran la gran mayoría. Es decir, se preguntaba por la claseminoritaria y dominadora, ue no ha dejado de serlo hasta hoy. Hasta talpunto ue estamos ante el proceso del segundo centenario de la eman-cipación y yo estoy por lanzar una campaña para decir ue no hay nadaue celebrar. Hay ue criticar y juzgar la emancipación. La emancipación,como dice Carlos Mariátegui, de casualidad y Martí, está en el futuro y

se llama la segunda emancipación o la segunda independencia. El hechode ue un Evo Morales sea presidente nos augura esa nueva emancipa-ción real.

Hay un libro muy hermoso de Santiago Castro-Gómez ue se titula Lahybris del punto cero. El punto cero es ese punto desde el cual, sin servisto, se elaboraba toda la perspectiva del cuadro en el renacimiento.Es, en realidad, el ojo del pintor, el punto ue, pretendiendo no existirorganiza todo el cuadro. La hybris del punto cero significa por lo tantoese no darnos cuenta ue somos los organizadores, como el caso delcriollo ue, en el siglo XVIII en Colombia, tomando la Ilustración europea,



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ENRIqUE DUSSEL

Hay toda unametodología ue creoue es muy importantey de total actualidad: larecuperación coherentede la cosmovisiónde auellos pueblosoriginarios

la maneja en su favor. No es ya la Ilustración europea, ni tampoco esuna pura imitación, es una verdadera recreación donde el criollo tomael discurso europeo, lo racializa por segunda vez -porue ya está racia-lizado en Europa- y lo lanza para discriminar el criollo, de las otras razasen América y toma el concepto de ciencia europea y lo utiliza para des-acreditar todos los saberes indígenas. Santiago Castro-Gómez pone elhermoso ejemplo de un gran médico ilustrado colombiano ue, en elsiglo XVIII exporta a España un medicamento para eliminar la fiebre, ueen realidad no es descubrimiento suyo, sino una hierba ue los indígenasusaban para la fiebre y ue él lo hace pasar como fruto de la “ciencia”.

Si he sido duro en señalar el desprecio del otro, uiero señalar también,por supuesto ue, en América latina, todavía no hemos logrado la eman-cipación de los criollos ue son, más o menos, los ue siguen ejerciendoel poder desde Bolívar, San Martín, y demás hasta hoy.

Estoy por ello completamente de acuerdo en la importancia del conceptode pueblo o del bloue social de los oprimidos, como punto de partida,

porue son los pueblos originarios o los afrolatinoamericanos, son losmestizos, los pobres, los marginales, los ue realmente deben transfor-marse en actores de la historia, y ocupar los criollos un lugar también,secundario o al servicio de.

Podemos señalar otros ejemplos interesantes, como el caso de los jesui-tas. Clavijero, por ejemplo, al decretarse la expulsión de los jesuitas de losdominios españoles en el año 1767 se refugia en Italia. Cuando él escribela Historia de México no escribe la Historia de los criollos sino ue escribela Historia de los aztecas. ¿Por ué un jesuita criollo escribe la Historia delos aztecas? Para defender a América de la crítica auella ue decía ueÁfrica empieza en los Pirineos. Esta crítica insulta primero al África consi-

derándola, como decía Hegel, la tierra del no-ser, insulta después a Españae insulta además a América Latina. Lo ue el jesuita Clavijero uiere mos-trar es ue en América hay humanidad, pero no lo hace con respecto alos criollos sino ue lo hace con respecto a los indios y, por lo tanto, a lospueblos originarios mostrando la Historia del imperio azteca.

En estos días estamos celebrando el centenario de un hombre vivocomo Lévi Strauss. Este gran antropólogo se pasó decenas de años enBrasil estudiando la más simple de las tribus Tupinambas. Él logró sacarla racionalidad de un discurso simbólico, inventando lo ue se llamó elestructuralismo, al cual él mismo no le da hoy mayor importancia. LéviStrauss puede ser también un excelente ejemplo de lo ue estamoshablando, porue fue allá, se mezcló entre la gente, como se señala en

una de las ponencias de este panel, comió con ellos, durmió con ellos,los observó y fue desde adentro aprendiendo lo ue eran y desapren-diendo lo propio.

Hay toda una metodología ue, sin embargo, creo ue es muy importan-te y de total actualidad: la recuperación coherente de la cosmovisión deauellos pueblos originarios. No tenemos todavía una buena descripciónde la visión del mundo azteca, ni del inca, el aymara o el uechua. Y lanecesitamos. Está ya a punto de publicarse una obra enorme (más de 80autores, más de 1000 páginas) en la editorial siglo XXI ue se va a llamarEl pensamiento filosófico de América latina del caribe y los latinos 1300-




quiero insistir en lanecesidad de saberpensar como centro/ periferia, dominador/ dominado. No se tratapor lo tanto de un sis-tema binario moderno,sino de poner las cosasen su lugar, permitién-donos no caer en un

pensamiento posmo-derno ue pone encuestión ciertas cate-gorías universales y coneso crea una fragmen-tariedad ue impide lacrítica

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2000. No empieza con el 1400, empieza con el Nezahualcóyotl, Tlacaelel,con los grandes sabios del imperio azteca, los amautas y demás. Pero notenemos demasiado conocimiento de cuál era su visión en la vida coti-diana. Y lo ue pasa por ser la filosofía del náhuatl de Miguel Portillaestá muy lejos de serlo. Es fundamental esa reconstrucción porue se hademostrado ue hay todo un mundo rural en América latina, e inclusourbano, ue vive con pautas de ese mundo no pre-hispánico sino origi-nario, porue eso de “pre” significa ue la historia empieza después del“pre”, pero la historia empezó 30,000 años antes, cuando empezaron ainvadir los asiáticos nuestros continentes.

Hay por lo tanto toda una tarea por hacer. Otro trabajo significativo esel ue está realizando Joseph Sterman, un alemán ue residió en Boliviacon su mujer, sus hijos y, después de regresar a Alemania y trabajarcomo director de un gran instituto, después de estar en la cumbre de laacademia, decidió volverse definitivamente a Bolivia. Este hombre estáhaciendo las primeras descripciones de lo ue podría llamarse realmentela ontología del Patcha y cómo concibe la existencia el mundo aymara

(en realidad él trabaja más el uechua).

Para terminar, uiero realizar un comentario a propósito de la lógicabinaria ue se ha comentado en el debate. A veces se nos critica de estalógica binaria, pero hay ue acordarse de ue el pensamiento amerin-dio de los pueblos originarios, desde Alaska hasta tierra del fuego, sonbinarios. Es decir, omé en azteca, en náhuatl, significa dos. Y quetzalcoatl“uetzal” es la pluma y “coatl” el cuate, el otro, el gemelo, el ueestá junto a mí. Pero eso es la indicación simbólica. Desde un punto devista estrictamente unívoco y filosófico, Nezahualcóyotl y los grandespensadores aztecas le llamaban el Ometeotl ue es el “dos divino”. Elpensamiento de todos los indígenas del continente americano es el dos,

no el uno de Plotino, de Platón, del Upanishad. El problema del uno es¿cómo sale la pluralidad? No hay solución, esto es irracional, en el pen-samiento griego y occidental. En cambio el dos es más simple, por eso laChina ya tiene el dos como principio y de ahí sale por ejemplo para losaztecas los cuatro Tezcatlipocas; del dos sale el cuatro y el ocho y todo lodemás.

quiero insistir, para terminar, en la necesidad de saber pensar comocentro-periferia, dominador-dominado. No se trata por lo tanto de unsistema binario moderno, sino de poner las cosas en su lugar, permitién-donos no caer en un pensamiento posmoderno ue pone en cuestiónciertas categorías universales y con eso crea una fragmentariedad ueimpide la crítica. Para hacer una crítica de una cultura como la actual

globalizada, ue tiene sus universales, hay ue saber oponer un universalcrítico, desde la periferia, ue no niega en absoluto la pluralidad de lasculturas, sino todo lo contrario.



PROFESORES RURALES E INVESTIGADORES OCCIDENTALES: MISIONEROS DE LA MULTICULTURALIDAD

1. La negrita es nuestra.2. La negrita es nuestra.3. Quijano dice que para definir el

eurocentrismo ayuda partir de laasociación entre el etnocentris-mo colonial y la clasificación racialuniversal, para explicar porqué loseuropeos fueron llevados a sentirseno sólo superiores a todos los demáspueblos del mundo, sino, en parti-cular, naturalmente superiores. Esa

instancia histórica se expresó en unaoperación mental de fundamentalimportancia para todo el patrónde poder mundial, sobre todo alas relaciones intersubjetivas que leson hegemónicas y en especial desu perspectiva de conocimiento: loseuropeos generaron una perspectivatemporal de la historia y re-ubicarona los pueblos coloniados, y a susrespectivas historias y culturas, en elpasado de una trayectoria históricacuya culminación era Europa. VéaseQuijano, (2000).

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más lejos, uno de los personajes que dio a Bolivia sus primeras polticasindigenistas, Arguedas, afirma lo siguiente:

De no haber predominio de la sangre indígena, desde el comienzo habríadado el país orientación consciente a su vida, adoptando toda clase de perfecciones en el orden material y moral, y estaría hoy al mismo nivel que muchos pueblos más favorecidos por corrientes migratorias venidasdel viejo continente1. (Arguedas, 1959: 413)[...] no hubo la posibilidad de que el elemento étnico se renovase mer-ced al contacto con gentes de otras razas y cambiase de esta suerte laestructura de su misma composición, como fatal y necesariamente ha sucedido con los pueblos de la costa, muchos de los cuales ofrecen hoy una homogeneidad envidiable. Y entonces, por fuerza, los elementos predominantes de la raza, indios y cholos, fueron desalojando paulatina-mente, y no obstante los prejuicios de casta de las clases superiores, la poca sangre europea que quedó […]. Son los gobernantes cholos con su manera especial de ser y concebir el progreso quienes han retardadoel movimiento de avance de la República2. (Arguedas, 1959: 439-40)

Como vemos en este y tantos ejemplos, diversos personajes muestransus mejores intenciones, de donde se suelen destapar oscuros trasfondoscoloniadores con un marcado eurocentrismo3 que se refleja entre otrosaspectos, como en los ejemplos anteriores, en una concepción teleológi-ca de la historia, una noción intelectualocentrista de “cultura” o en unavisión economicista del desarrollo.

En un contexto mundial en el que se afianan discursos que pretendendesmarcarse del etnocentrismo, el paradigma del Choque de civiliza-ciones de Samuel Huntington –a lo que Edward Said (2001) contestócomo Choque de ignorancia– es lo que avalara la legitimidad del media-

dor, profesor o investigador, siempre que fuera capa de respetar la“diferencia cultural” entendida ésta como el origen del conflicto. ¿Quéentendemos por multiculturalidad e interculturalidad ? Walsh afirma quela multiculturalidad o multiculturalismo opera en el orden descriptivo,“refiriéndose a la multiplicidad de culturas que existen dentro de una sociedad sin que necesariamente tengan una relación entre ellas” (2002:2). Esta concepción se inspira en los principios liberales de individuali-dad, igualdad y tolerancia hacia el otro, donde cada cultura habra deconvivir pacficamente y tolerar la diferencia de la “cultura otra” paraevitar el conflicto. Otra mirada, la de interculturalidad , es aquella que“ se basa en el reconocimiento de la diversidad existente pero desde unaóptica céntrica de la cultura dominante y ‘nacional ’” (Walsh, 2002: 3).Walsh plantea que esta concepción hace referencia, en realidad, a lo

pluricultural . Siguiendo esto último, la diversidad cultural de los pases seadscribe como parte del patrimonio nacional incorporándose al modeloy estructura poltica blanco-mestia sin cuestionarla. En este no-cuestio-namiento del paradigma multicultural, que hemos llamado “ teatro dela tolerancia”, es donde se sitúa nuestro análisis del profesor rural y delinvestigador occidental.

Es aqu donde habra que explicar cómo el llamado indigenismo devieney se reestructura en un tipo de multiculturalismo oficialista que se con-funde con las reivindicaciones de la “diferencia” desde los “diferentes”y desde los “respetadores de la diferencia”. Dentro de las lecturas inte-




4. Por supuesto se sobreentiende que

quienes han controlado y definido elsignificado oficial de “normalidad”respecto al “otro estigmatiado” seubican históricamente en las elitesblancoides que reproducen bastar-damente las formas eurocéntricas deadministración poltica que estruc-turaron las instituciones del aparatoestatal desde la fundación del Estadoboliviano. No afirmamos que tal defi-nición haya sido interioriada portodo boliviano/a, a pesar de que tratede imponerse a través, entre otros,de la escuela.

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En este contexto entra la escuela rural, la cual prepara a los jóvenes parala migración, enseñándoles desde las maneras de ahorrar agua en lacisterna del WC -objetos inexistentes en la comunidad- hasta criterios demodelado de su personaje en el escenario urbano donde, por ejemplo,deben esconder su lengua y costumbres rurales para acceder a otrosroles y discursos relacionados directamente con el nuevo contexto. Deesta manera, se va elaborando la legitimidad del fenómeno migratorio.Entre las estrategias ofrecidas para enseñar matemáticas por un profesorde la escuela de Achica Baja, encontramos ésta:

A un alumno que no le gusta estudiar y quiere salirse para ser chofer,le proponemos una simulación contextualizada en un surtidor de gaso-lina. Le ponemos en situación, tiene que pagar los litros con los que hallenado el depósito. El profesor deliberadamente le engaña con el cam-bio para demostrarle lo trascendental del estudio, del saber.

En otra reunión, en la escuela Limani, se extrae la siguiente narración deotro profesor:

Yo no puedo dormir por la noche cuando dos o tres alumnos no vanbien. En este medio no se puede trabajar personalizado con el alumno.No puedo personalizar. Tenemos un horario establecido de lunes aviernes ¿Qué vamos a hacer con los demás alumnos? Tengo problemasmás con los hijos de doña Elvira. Yo me fui en bicicleta hasta la casa.Han llegado comentarios mal intencionados al día siguiente. “el profeesta yendo con otra intención…”. Pero ya he escuchado malos comen-tarios. El maestro tiene que vivir en el medio. Yo estoy dispuesto aquedarme. Yo me debo a los niños. Pero no tenemos cuarto. Yo quieroquedarme. Necesito mi espacio, mi propio cuartito, como mi labora-torio , para trabajar con los niños rezagados.

En este tipo de situaciones, son clave los procesos de violencia simbó-lica provenientes de un nivel macrosocial y que se materialian en lasdistribuciones espaciales que permite la institución y en la relación pro-fesor-alumno. Como indica Canessa, “La posición social del profesor enla comunidad depende de no ser miembro de la comunidad; es decir,de representar otro mundo, y enseñar a los niños cómo desenvolverseen ese mundo.” (2006: 160). Existen indudablemente nexos que hacenposible la comunicación, pero en ésta podramos describir, siguiendoa Goffman (1963), a un modelo de profesor rural –entre otros posi-bles- como personas con un estigma aceptado, quienes se sitúan asentre los “normales” y los “estigmatiados”4. El profesor rural repro-duce “interculturalmente” la cultura legtima y suministra un modelo

de normaliación, a través de la institucionaliación y estabiliación de símbolos de prestigio –“limpiea”, vestido, calado, modismos urba-nos…– relacionados con la vida ciudadana en la urbe, y símbolos deestigma asociados a lo indio, lo sucio, lo lento. Si los niños están “lim-pios” pueden ingresar en el aula, en donde este concepto de limpiease segrega de una cotidianidad agrcola que se vive en las comunida-des. En relación con el vestido requerido ocurre de forma parecida. ”...el vestido es una prolongación de la superficie corporal... y en tanto el cuerpo es normado, la vestimenta también” (Salaar, 1998: 18). El cal-ado también cumple una función normaliadora relevante. “Esos piescon tierra y llevando abarcas son símbolos; funcionan como una meto-

El profesorrural reproduce“interculturalmente”la cultura legtima ysuministra un modelode normaliación,a través de lainstitucionaliacióny estabiliaciónde símbolos de

prestigio –“limpiea”,vestido, calado,modismos urbanos…–relacionados con lavida ciudadana en laurbe, y símbolos de

estigma asociados a loindio, lo sucio, lo lento



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RUTH BAUTISTA, ÁLVARO BRIALES Y PABLO HOYOS

5. Foucault sitúa históricamente la

invención de las disciplinas “LasLuces, que han descubierto las

libertades, inventaron también las

disciplinas” (1975: 205), cuya cul-minación es la inauguración de laescuela-internado de La Mettray en1840. “¿Por qué Mettray? Porque

es la forma disciplinaria en el estado

más intenso, el modelo en el que

se concentran todas las tecnologías

coercitivas del comportamiento. Hay

en él algo “del claustro, de la pri-

sión, del colegio, del regimiento””

(Foucault, 1975: 273)

nimia de la identidad india...” (Canessa, 2006: 157). A través de losmodismos aprendidos en la jerga urbana –elementos diferenciadoresde los aymaras del campo– y creciente situación económica, accedena un estatus social más elevado, que en la comunidad puede acabarpor ser un anhelo para algunos individuos de su edad que siguen tra-bajando la tierra y viviendo sin liquide económica. De esta manera, elmaestro aprovecha su estigmatiación como “indio” para recibir bene-ficios secundarios.

As, este modelo de profesor enseña en castellano contenidos sobre lolargo y ancho de la República boliviana, aprovechando las nuevas peda-gogas disciplinarias5, dejando atrás la “poltica del garrote” y acelerando“democráticamente” los procesos de desetnización (Pati, 2000). Comodice Dussel (2008), en las escuelas latinoamericanas, “uno estudia su propia inexistencia.”

Los modos descritos en los que el maestro rural modela al alumno siempre se superponen a muy diversas formas micropolticas de resis-

tencia, como el absentismo o la pasividad respecto de las órdenesdel profesor. Por tanto, a pesar de las normas que rigen el contextoescolar, éstas pueden no ser llevadas a cabo al ser reinterpretadas porel “estigmatiado” de manera diferente a la expectativa del maestro,sin que ello implique necesariamente consecuencias negativas en elalumno, quien no asumira la categora de “estigmatiado”. Si se daninterpretaciones en ese sentido no se producira la creencia en el propioestigma.

El problema del estigma no surge aquí sino tan sólo donde existe unaexpectativa difundida de que quienes pertenecen a una categoría dadadeben no sólo apoyar una norma particular sino también llevarla a

cabo. También es posible que un individuo no consiga vivir de acuerdocon lo que efectivamente exigimos de él, y a pesar de ello permanezcarelativamente indiferente (…) protegido por creencias propias sobre su identidad, siente que es un ser humano perfectamente maduro y normal, y que, por el contrario, nosotros no somos del todo humanos.Lleva un estigma, pero no parece impresionado ni compungido por ello. (Goffman, 1963: 16)

Estas resistencias corporales revierten lo peyorativo. Si “no opinan”, “nohablan en público”, o si una alumna “es lenta, es terca… no puede”podramos analiarlo no como miedo o sumisión, sino como resistenciaa conformar espacios y escenas que no les son propios (Scott, 1990). Deesta manera, las imposturas moderniantes pueden ser resistidas a un

nivel cotidiano. Estas terquedades podran ser las que a largo plao y enúltima instancia generen autonomas reales y no formales.

En todo este panorama, consideramos que las identidades en los Andesdeben ser entendidas no sólo como complejas, sino como conflictivasen su despliegue, pues llevan consigo la huella de la inscripción colonialgenerando una trama compleja de afirmaciones, que se combinan conprácticas de autorechao y negación. Esta matri de comportamientosno sólo afecta a indgenas, sino que también determina a los mestios-criollos y sustenta una estructura de “desprecios escalonados”, cada unoafirmándose contra el grupo inferior.

Las identidades enlos Andes deben serentendidas no sólocomo complejas, sinocomo conflictivas ensu despliegue, puesllevan consigo lahuella de la inscripcióncolonial generandouna trama compleja de

afirmaciones, que secombinan con prácticasde autorechao ynegación




9. Tal distinción carece de fundamento,como hace notar Levi-Strauss (1978)–contrariamente a Malinowsi y Levy-Bruhl-.

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Tales fenómenos objetivados concuerdan (o construimos su concordan-cia) con los enfoques teóricos y metodológicos que traemos con nosotrosen nuestra caja de herramientas, explicándolos desde nuestros discursosilustrados y excluyentes. En esta relación construida queremos poneren duda el cálculo ajustado sobre los efectos posibles que conllevara larelación misma, ya que pensar en una “coloniación unidireccional desubjetividades” resultara desmesurado e ingenuo, puesto que estara-mos obviando “el arte de la resistencia” (Scott, 1990) a las pretensioneshegemónicas de los discursos por parte de individuos anónimos y colec-tividades. Pareciera que nosotros pudiéramos acaparar una subjetividadinamovible, por nuestra supuesta condición “desinteresada” e “intelec-tual”, frente a otras formas de pensamiento “salvaje” o “primitivo” 9.As, la dicotoma esencialista individualismo racional vs. colectivismomitológico puede conllevar efectos homogeneiadores. Citando a Paos:

Desde luego, en toda formación social podemos determinar rasgosholistas e individualistas; el inconveniente está en la atribución, a partir de estos rasgos, de un carácter monolítico a una entidad de amplia

escala como es la sociedad en su conjunto. Trabajos críticos (…) hancuestionado la homogeneización de las sociedades exóti cas que así se lleva a cabo, y la reducción de las formaciones socio-subjetivasespecíficas. Algunos autores, como Spiro, han subrayado, además, la simplificación de la sociedad “occidental” que esa visión dual efectúa.La imagen del “sí-mismo occidental” como esencialista, autónomo,limitado, estable, permanente, unitario, etc.(2008: 151):

Sin embargo, cometeramos un grave error si supusiésemos que todas lassubjetividades se relacionan en un igualitarismo pluralista y democrático,por lo que no podemos obviar que los procesos históricos de violenciasimbólica pueden ser objetivados como formas de dominación sedimen-

tadas, cuasi-materiales y, por tanto, susceptibles de ser objeto legtimode análisis. Por el contrario, s creemos –en términos generales– en laimposibilidad e inutilidad de un análisis “neutral” respecto a las formasdel self o de la experiencia individual o colectiva al estilo de la antropolo-ga clásica, donde se reproducen las formas de imposición e intromisiónque las mismas plataformas institucionales –tales como la universidad ylas ONGs– inevitablemente promueven.

Sin esa “objetivización” del “cuerpo” como “naturaleza”, de su expul- sión del ámbito del “espíritu”, difícilmente hubiera sido posible intentar la teorización “científica” del problema de la raza. Desde esa perspec-tiva eurocéntrica, ciertas razas son condenadas como inferiores (…) son objetos de estudio, “cuerpo” en consecuencia, más próximos a la

“naturaleza”. (Quijano, 2000: 224)

¿HACIA UNA EPISTEME POSTILUSTRADA?

Tras lo señalado anteriormente y lo que exponemos para finaliar, con-cluimos que toda investigación trans-cultural legtima debe cumplir trescondiciones fundamentales: 1) partir de la asunción del hecho colonial como realidad histórica que atraviesa transversalmente el presente; 2)asumir que la realidad colonial está en proceso, y por tanto, se constru-ye, para as superar la reificación en que suelen caer las categoras de

Cometeramosun grave error sisupusiésemos quetodas las subjetividadesse relacionan en unigualitarismo pluralistay democrático, porlo que no podemosobviar que los procesoshistóricos de violencia

simbólica pueden serobjetivados comoformas de dominaciónsedimentadas, cuasi-materiales y, por tanto,susceptibles de serobjeto legtimo deanálisis



187

1. Hg q efeec e pcpl cl e el eqelógc, e l cee e-pec je e e e ecpl.

José Antonio Nizama Benites

Arqueólogo. Curador del Museo de Sitio Ernst W. Middendorf (Lima)

[email protected]

La Línea que nos une y nos separa: encuentro ypunto de quiebre ante eL nuevo orden coLoniaL

¿Q e, q ep el e? E l eó el e-p, el epc, el pee y l elce cle, l gph he eele y elece le

y fe c f e ec e “epc” y e ef- e pcl fee l peec e l eá. Pee fe, l e qe el l qe e e y e , c-ye e ee pec le pefce e cc qe pee leccó y pl el eqece ee ec. El epge c exle, el epc ee c ge h qee ce fcó, pe l elg y l cce qel el l qe ee el ppel ec e l eccó qe -

á ee cc el qe hl.Hy e qe l cl1 e h ell l, l ele, e l qe l e, y el eg qelógc cf ee e y gle p el c e l pc pehpác, p-clee e e c epecfc el áe , el e e e ele. E hech eá qe l eccó c gp h h e y eá epe peee c pec e l ác cll. Y e jee e eccó lqe p l c e e l .

Cc, flec, , y eá elce qe lg e e- lg e ee e ee l e e gp h qe l

cp, h p e epe e e l eg y ál e cl el, el c je e e lg pe qee e pel ec. Hy e e cce ch e epel gc, pecee, l l pcee e ecpecó e le ele, ece cp p cp p ec h qe, qe fge, cec c e á l cc-e e l f e e qell cee hy epec.

El ell e l cl qelógc qe hy cce, cee y e ee e gp; el e e e- ele, e pcl e ceác, l h cp

Hy e qe lcl e hell l,l el e, el qe l e, y eleg qelógc cf ee e ygle p el c e

l pc pehpác,pclee ee c epecfcel áe , el e e e ele



La LínEa QuE nos unE Y nos sEPara: EnCuEntro Y Punto dE QuiEbrE antE EL nuEvo ordEn CoLoniaL

Eá y cl, ll e l eec,el peee álgqe eee e gplce e l e fe cc, y fepcfc le.E pecee e ee

cc, e ee pe ece, qe eg ch e le elee qepá leg ep, l eg lcl e c e ell

188

pe e ell h qe g l hell e l elce qe,e ee e, h e lgee á e eplce; e l f qe pee leee y eee e- e peec, fcó epcó, e el pclqe epee e gp epecfc fec p el cc,flec e . Y e l l cl el e eeel, qe pee cce ól l ee qe fec gp e pcl qell qe h fec eá exe y l g úe e plce e e l.

aeá, el eg y ál e l eec qelógc pee -e qe l lg e el pce e ell el pehpác, c e eg có c el e y eec, l pe e fccó (egcó), g cll,y p e e pe, ee epe peee c ecec c, cep e el pee ee g plce qe ee e cclc e l c-ece e elg. E e pe e egcó, l cl

e pe pe e l ec plc, ecóc,cle y ele e ep –l c l hce l ic e eltwy, y c 800 ñ e l W, hce e 2000 ñe qe ell l Ch– p leg e ecec, pe elege e e e ell clle ó ylcle egle. E el f e ell lcle, y e-elce, el e l ác cll e l clcó .

aq eá y cl, l l e l eec, el peee álgqe e ee e g plce e l e- f e cc, y fe pcfc le. E peceee ee cc, e ee p e ece, qe e g ch e

l e elee qe pá leg e p, l eg l cl e c e ell.

E elcó ce e ep e g “fccó” cll ype pe e ege e l lcle; pe-ce epee e e c cclc, cl, e ee ec, hhy; pe cl, e cex y ele y feee, ecl chye. L pcl e e ác e el pce cll ,c e qe l qe pcp e ell e eeele ee e cp p le, e qe le eje, e e ccec gegáfc pe qe cf l el, c epc cec l lle, l ee y lce ñ; qe l e qe c fe fc

le e e, e, y ú l e e y eee pe, epc e ece. t ell e eee e cp, ó el qe c pc-le p pee y l e cjepec l ce el ep, el epc y l ee h, qep e e l e e l l, l pe qe cplee, e eje qe e l e expee el pe-e ge (reye, 2008).

El ccep e l l e peee e l ee el plc, ecóc, cl, l y elg e e plc-



189José antonio nizama bEnitEs

El peecll pe cel ccep e ll, e l pepe cplee,pl e pe cl y lel qeecce leel “ ”

e ee e el twy. aeá, el peg fel le, l pch, c fee e , e ge, e ec,e c cpe el cel, e eecl e f e. t l e p ec l ce e ecpc yecó, já cpe p l epñle e l ece ccep c l e e ppe p e pel. Eepg el pee ge p e e e p lpcó e e f e pe el .

E eee qe el e , e e l lleg e l epñle,y h fc p l ic y e e ell p ee e pcl ác cll e l ae; pe lg h efeee e el e c qe e cg l eccó e eepce cl qe e cec e 10,000 ñ e expeece el e .

El cc e y ele, eg e e e l - y/ cce e el qe e ell l elce e e

plce e e l ó epñl, l cl gfc e efecel ece ee “ ”, c cl c pp pg,je lee h ece el el y peee e e-le y feee. Hy qe eee el e el ece el y el hp, c el c e pce qe e lge g clcó c el e e e “e” qee ee c e elce hce e l qe hy , e e cee, e fee g e ch e l elógcqe e p l ccó y gcó qe pece lpel el Peú y qe pece h hy g úe ee plce. L ó pj p e qee e el“álg” ecll qe e ee e pel, leá-

e ee qel e y e f y egl l elce eqll c l ec lleg e e.

El pee cll pe c el ccep e l l, e lpe pe cplee, pl e pe cl y lel qe ecce lee l “ ”.

E e ee pec e qe e cfg e e y c-e e línea qe e e fe e elece ee el pcecl y el e e Epñ; pe qe e cc-có qe, l y hce epece páccee l l ee cl y ej l eee e e e lpeó qe leee eá c p el ep y el l. n

e ól fe fc y epl, elógc, p-y e el pe e e l e epñle. El “” q qe exe, l p e he pe e ccó ee h.

Ce e qe l ep e l lleg e l epñle eltwy e ec fc el eee, el ce el qe ch ece c e e p, pel c, e e e c cl c el cflc eeHác y ahlp, qee e p el eech e el póxp c ce e Hy Cápc, pe. E có e e-




2. te c lg e 4.000k y exeó áx e200.0000 k2

190

l plc e e le p el eee lee eqell plce cfe qe h e l pec p e e l fe; ch e l cle e le el l el e, cf e eg f qe c llegó.

El twy pe eá cll, c E lc, qe cpe á e ce gp feee(Ep, 1997), e l c, e y el, e ee e2, qee h ex l pe p e e e- ec y eeg, lg e ell pcfc y ch le; e l f qe pel lleg ce ey ce gc l l elec p -e, y e c (qll qe fec eec) e ce e, e ep y e p ele.

Pee e fc cle qe e pee e ep fl, eltwy llegó cf gcó plc y ecóc

y ól, el e eeg y efec p el cl y pe-che e l ec, expeec y lg lc p l eácee e ep e cl e qell á g.

E ccec lc lcl el twy e peee e el gp . Epñ, e el ep e l ó,ec c e cl ge e ecq p l cl hexpl y j e e, el qe e ech p e e plce, eceee e l e-, cel, hee, geg, y áe, ee ; e qeeEpñ ec pe clle qe lc lle-g l “e ” j c l ó.

a clce e el e l clcó y e e expe-ec pe, e l qe h pcp e e cl l lg e l h e epec e. Qe e ee cl y e eee ece qe, e e c, l h el Peú e c e el thy e l ic y ú e c l lleg el epñle, gee e e á e 10,000 ñ á; ly c h c p l eá pel el .

re el p e l ó, el e e cll lpl có e e e y e le e pc e-lógc c el e y c p jfcl, c el qe leg yl “pe” (bce, 2007) y flece ú á pe,

ecce y e e l expeechóc gl. E pe l e e pe e,l , qe cl e eáe pfee e lplce e qe lleg e cl jfc ell - e e fee c e l y pe e l c e ee e e.

L e e , e l pe ceg cl e l e y lc l eñl Qj (2007) plc, e e l qe ecll el pe, l l clógc e l epe,l ““ e pcp, leg l “eg” y “e” c-

El twy pe cll, c E lc, qecpe á ece gp feee e l c,e y el, e ee e

Epñ, e el epe l ó, ecc e cl ge e ecqp l cl hexpl y j e e,el qe eec hp e

e plce,eceee e le, cel, hee,geg, yáe




a l eccóel e plcel twyle ge, ccecece, l ele ecóc,cl y elg, ycl lppel el c

có e fee y “cllee” p. Leg cell l có qe ejece y l ccó qe e e e .

L cecec e ee ece e cófc p eltwy. u e l cece, el pe y á p-e e l eeg e l epñle, y qe cá el pe qee el g e, e l cp y ee el c; qeepee el e y eql el , ce ele plc, cl y ecóc e el twy, ce l ceec elg, pe e ce hj el sl y pep ell el e e c l eech y eeeqe ell ce. s cp y pe ee gfcó ól lepcó fc el gee l eccó e l ce e el e, e cel e l fg el c.

n e fcl ge el ecce qe eó e l plce l cce l ee el c, ce el ex y el p e cc-có ee el celee e l e y l e e l he; el c

e el ce el ee (Pee, 2004); y epcó gfc- l ecexó c e eó fel, l, p .ae e có, el ee e epeccó e l.

a l eccó el e plc el twy le ge,c cecec e, l el e ecóc, cl y el-g, y cl l ppel el c. E e hce áeee epec l ec , qe fc cl el gee e e elce e peec eley ólc p l ecó e ee ele y e , l pcp e l ecó y ecpc. P ell eee e ec qe e l e el fce

el pe. C l ecó, e elcó el geec l pel (Pee, 2004), e e e peee c e peg, p l pccó e ee ele e e-le e p y exceee qe ele el e yl e c. aee el c, el e e e ee yec e ee p cple, pl l ec y e-ye l elce e pe e e ell. C l epñlelleg l e, el ec y l ppe c ccep e c-lcó e qe pel.

Cecec e l ccó lc e l ó fe el egqe fe l plce e e, e ee epc qele e pp y l cl le lg eá ee e epe p

cel g. se epc e j, l e e cl, epc púlc, ceele c; fe -, el e, y cpe elj y egpe l e “ecce e ” qe e cye ee úcle plcle ce p lle ej cl e-gáfc, ecóc y plc, c e l l egel ee plce.

o ec e cl, y ge e ch hcl plcó , fe l có e l ece; e lecce, pe ú epñl (el ecee) pcp-




3. “C g” epc gqe p e c p f-ce le, cccefcle e cl je, eh l e ce -c e e plce.

192

e e el pce e cq e e e e eefce c el e l qe le h ece c ec-pe p l ec pe l C, c l ccó qe fe c y egel; e e e jfc l peec epñl e e el e : “cl” l ( rwwk, 2002).

al eg e e y el pe el qe e je eplce, e le fcó ch á ge elc- l pec egáfc e l , fec e ppceexe. s l c e c có, ee ellpe eñl l lec ejec e l pe cfce elcc y qe cú p c; l lec ejec e l j f l qe e e e plce, eel cp y pcplee e l explcó e; l efeeefecc p l epñle y l qe e e expe c c l efe le, efeee c l el, elpó y l gpe, ee , qe e expe y cce

pcplee e l el ll e cce ch á cál,l pp eclcó e l ec gfcó l p- e el cl e l pccó y ecó e le, cóe l y el pece e h qe c ee l he. E fce c lecó e l plcó e el e px el 90% e pe e 100 ñ.

P úl y e pe, ee eeee l qegfcó l eccó el e elg el twy,ceec cp ee ch e e l peec y c. L pel el Peú cce el e qe l e

c ó e l fce le, l , ec.,e pp y e ce Hc3, lge qe cel ge e ce, epc e cexó c cey e qe e ce e je e cl lg ece exe e flyee c l ácl. Ee e c-elgfe c e e y le p l e epñle,qe e ee ec e c e e expeech e cl l; p ell e c l e c-pñ e “expcó e l” pl p l c cee el gl Xvii, de e e e e p e cl pel l l egel qe, e el f, ep ce elg, c el e e p-pe e l ee e l qe e c qell epc g

ll Hc l có p ecpe l e ll ee.

a e e el eg e e y el eeec gp, l leg y ce eá c pe e lqe e pp e.

ve pe e e pác, qe el ece ee l eefcó e ch, qá e l plcó .Y e qe p el l el gp y e e e-pecó p e clcó, egál ylleál epcó. E e el c el eg e

L plcee ecó pee ece eefc c“”, qe jc l “eg” yleg l “e”,fe ce ele

pcó e fey có feel cl




E ee cexc cpe p le, el , ele y el eg, ecá epe el gl e lce fcl

E elg

ceceá, e h eele, l Hel Peú páe l e cee elce cleqe e h ce,ee l cl hl cl (bce,2007.)

e, c l có e y epeccó l qeqe expe c el eee c gp, yegp j cce e ecl, ce e pe- e e pp e.

L plce e e có p ee ece e efc c “”, qe j c l “eg” y leg l“e”, fe ce ele pcó e fe- y có fee l cl, qe eech f pp á llá el elec p el e e. E c fe- epj l , peece ll lej e l el eh hcee le y c ell h, cl y e. Lceg “” ge c el ppó e hgee fe-e l plcó ec y ec e expee clle “cl e epeec” (Fle, 2005). aqe cc,l có e ccó c l e pee ppe peec y cec c l plcó epñl, pe fl-ee l pe e l fe el p pc e l cl;

eg e cec c e e e el fcl e l cl, elece cl epc feecp el ell e l ce e c gp.

dee el l peec el cpee fc e eecplej e elce qe ee lg e l ó epñl,ell cye l qe p ef c el “ece ” e- e ee ece. Leglee ce fe l , l“eg” l e ecl e c l fl e l ecl cl, pe fe jee px ell y l cec e l cóe gcó e l qe e je l qe peó y eg-có ee gp, cpe ce y eefcáe e l

flec .E ee cex c c pe p l e, el, el e y el eg, e cá epe e l gl e lce fcl; l excepce e l qe fl pe-eecee l pe lc e e l cl, e ceeá l egle ee l he e pcp p l -g c, pe clle y ecóc.

E elg c eceá, e h e ele, l Hel Peú páe l e ce e elce cle qe eh ce, ee l cl h l cl (bce, 2007.); e- e l cl, c he , e e e l pe e

e pce e eje, fcó y cflc cll eel “”, epñle, “cll” y “eg”, leg, e el pe e lrepúlc, e eá c lge feec l ccóhc e plce, e p qe e eá fec p e- pe c l peec e gp e ge pceee eEp y a. u pce qe h c el el p cple-ee e le cp c ql e hce gl.

s eg, l p e e fce le c pl elce e pe ee cl y cl, el ee ccó c ee l elg el c,




c ej ecl y fee e eqece (Lópe, 2007). El eg hóc h eeñ qe l ecll- e ple y e el l el cc peee.

E ce qe l qe h ee e y ic, ch e epñle, pe cy h e h eg e y pe qe fele p elecce y cccó e e e.


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La EuROPa-fORtaLEza y Su OtRO (inmiGRantE) COLOniaL: un anáLiSiS dESdE LaS PROPuEStaSdEL PROGRama mOdERnidad/COLOniaLidad LatinOamERiCanO

1. arro Escobr propoe ese o-

bre pr ls propess e grpo e eórcos Loercos(Erqe dssel, Wler mgolo,aíbl Qjo, Sgo Csro-Góe Ró Grosogel, ereoros) qe él ple, copoe perspecv eergee pr lerprecó e l oer, glo-bl erec ese aércL. Ver l respeco: Escobr, a.(2003). mos Cooceos eOro oo, El progr e ves-gcó moer/CololLoerco.

198

L cerclrl qe vveErop se coo ecero ere osos, e el cl pre percbe lor coo ec,eror, cvl pelgros

S señl cóo elcololso oeroo se correspoósolee co elsoeeo eloro por l er,so qe plcó, eoo, l cosrccóe l speror eOccee

orlo e pleeo polícs -grcó ls cles, coo eors coes e l Co Erope, h so copñs e creeo e el scrso rcs qe soc l grcó co proble-s, legl, cre, volec es clrles relgoss (Vdjk, 2006).

de es er, l c erclrl qe vve Erop se coo ecero ere os os, e el cl pre percbe l or cooec, eror, cvl pelgros. E ese seo, te Vdjk (2006) observ qe h prlelsos ere los scrsos sobre lspersos o-eropes reseo e Erop el oo e qe los ero-peos hbl escrbe sobre píses, clrs gees er e Erop.E bos csos se r e scrsos qe ee qe ver co l proc-có e “oro” eror Occee.

Ese rbjo bsc explorr cóo se cogr es problec, pr-r el lee eórco e los Esos Poscololes e prclr e lpropes el Programa Modernidad/Colonialidad en América Latina1.

Co el e segr ss es, os cerreos clee e lgospos clves e l eorí poscolol e l eorí poscolol l-oerc. nos eresr scr cóo se proce ese l lógccolol ese “oro” e Occee, osro coo es cosrccóprclr geer sere e cooís e ls qe Erop el ooccel occelo, se coloc e poscó e sperorepséc prr e ecso locróco qe cosre s-c e el epo, ere socees qe so coees.

dscreos cóo ese ecso qe se hll e el cero e lo qelos eórcos loercos eo La colonialidad del poder ,perece co re los úlos qeos ños pr clr-

se ho, e el gro co el qe el eóeo e l grcó secocepl e Erop e los evos scrsos qe srge co él.terreos esr rgecó propoeo l posbl e qe prr e l r qe os pere los poslos e ls propessposcololes loercs, se pe geerr ero e l socee cog er s e copreer l gre.

EL OTRO DE OCCIDENTE

Pr coer es scsó es posble recorr qe ero e l r-có e los esos poscololes, es l ve l gr e Ewr S, lqe ec co or clr el proble e po e oro, qe se

ecer e los líes el proeco oero. Ese oro es el sjeo colo-l, cosro prr e scrso prclr, coo el Otro inferior de Occidente. E s exo “Orelso”, S señl cóo el colols-o oero o se correspoó solee co el soeeo el oropor l er, so qe plcó, e oo, l cosrccó e l speror- e Occee:

de er bse cose, l esreg el Orelso hepeo e es speror e poscó lexble qe sú Occeee sere cople e posbles relcoes co Oree, s qeOccee per c s vej (S, 1978: 27)




L erec escover e eser e vlorcó, los grposqe posee orse cooceoerees lseropes ser vsoscoo “oro”–corpre e l

or occel–

200

esoes, erles sbjevs, e l exsec socl co escl socel. Se org l prr e aérc. Co lcoscó e aérc (L), e el so oeo e el sooveo hsórco, el eergee poer cpls se hce l,ss ceros hegeócos se locl e ls os ss sobre elalco —qe espés se ecr coo Erop —, coo ejescerles e s evo pró e ocó se esblece bé loer l colol (Qjo, 2000: 93).

Lo qe Qjo propoe, plc qe l colol rl oelo cogvo, l or qe qere el cooceo eropeo, laracionalidad local de la cultura europea, es eclr coo el “ver-ero cooceo”. L erec es cover e es er e vlorcó, los grpos qe posee ors e cooceo erees ls eropes ser vsos coo “oro” –corpre e l oroccel. El proceso pee ser reso coo l orgcó ero-cérc/oer e l h e cooís; qe ese qell ecvlcó/brbre hs l e esrrollo/ sbesrrollo, reproce l

e e l speror e Occee.

EL DISCURSO ALOCRÓNICO

Cosrccoes coócs coo rcol/oero hce reere-c socees e erees esos e esrrollo, eso es, sse erees eporles, pesr e covvr e so epo.Johes fb (1983, 2006 b), e s críc l re rcol el ropologí, hbl el scrso “locróco” coo el resle el prcc e hblr el “oro” colocolo e epo so l eqél qe es hblo.

Co l egcó e l coee e el epo, se eg bé lsle epséc el o, l coexsec e el epo elespco e erees ors e procr cooceos (Csro-Góe& Grosogel, 2007). E el gro resle, los sses o occ-eles e cooceo se percbe coo eegos el progreso,ícos, rcoles, coo sos e el pso e l oer(S, 1978; Csro-Góe 2005b).

E l roccó el exo El Giro Decolonial , Sgo Csro-Góe Ró Grosogel (2007) señl qe ese proceso sepr ísl losos polos e l cooí Occee/Oro e Occee, cosréoloscoo ees epeees cerrs, esbleceo “erecs

coesrbles” ere el coloor el coloo, erecsqe e s oeo ero úles pr legr l expolcó colol(Csro-Góe, 2000) qe ho coú proceo “oro” rre-ebleee lejo el “osoros” occel.

L egcó e coee cre ecso eológco: al nocompartir el mismo tiempo histórico y vivir en diferentes espacios geográficos, el destino de cada región es concebido como no relacio-nado con ningún otro (Csro-Góe & Grosogel 2007:15). Es ecr,“Erop” se cocbe cosre coo c sl e l oer;coo “scépc ogeer”, or hsórcee s coc-



201GiSELa RuiSECO GaLViS y LiLiana VaRGaS mOnROy

Ese otro, qe srels cosececs e lvsó ercolel rbjo, o sólo seve oblgo rbjre cocoes eexplocó sgeols ps e lossses e proccóeolberles, so

qe es, ebo s ppercócrecee, se vechs veces oro egrr pr splrls eceses elerco lborl el“Prer mo”

o lgo co ors clrs (Csro-Góe, 2000: 152). tbé elOro s “rso” se ísl. S pobre es rb sí so, seccó s rerso, lo qe pere gorr ls roes hsór-cs e los probles qe ere. E plbrs e Ró Grosogel:

[La] negación de la coetaneidad en el tiempo es típica de las formu-laciones eurocéntricas que conceptualizan el tiempo en etapas de lahistoria y expulsan hacia el pasado las formas de producción en la periferia no-europea para liberar de responsabilidad a los centros europeo/euro-norteamericanos de la explotación y dominación que ejercen sobre la periferia no-europea ayer y hoy. En la ideología hegemónica,la pobreza del mundo no-europeo se explica por su «atraso», «subde- sarrollo», «formas primitivas», borrándose la coetaneidad temporal delas relaciones centro-periferia, europeo/no europeo en la división inter-nacional del trabajo. (Grosfoguel, 2008: 19).

El scrso locróco rbj sí, recee pr jscr el sseecoóco globl, pes l clr s percepcó coo ol, lo

exclp. Ese otro, qe sre ls cosececs e l vsó er-col el rbjo, o sólo se ve oblgo rbjr e cocoes eexplocó sgeo ls ps e los sses e proccó eol-berles, so qe es, ebo s ppercó crecee, se vechs veces oro egrr pr splr ls eceses el ercolborl el “Prer mo”. Ese oveo s ebrgo, ese el s-crso (locróco) oe, se sgc coo hí e s pobre sbesrrollo, es ecr e s prop ecec.

LA MARCA DEL INMIGRANTE

Pr copreer s plee l cooí e l qe heoshblo, es posble recorr qe Bover e Sos Sos, escrbel peseo Occel coo “peseo bsl” (2007).Ese po e peseo hce scoes ere lo eropolo locolol, bos qe so sepros por “líes rcles” qe ve l soce e os. así, lo qe crcer l peseo bsl, esl posbl e co-presec e los os los e l líe. “Ese”lo e l líe (Occee) prevlece goo el cpo e l relreleve, s ll e l líe sólo h exsec e vsbl.

de lo e l líe es el cooceo rcol (verero o lso) el oro el cooceo poplr, e lo es el erecho legl,lgo l coro socl el oro lo sólo exse bo legl, s

lees, jríco, qe crcerb l v e ls colos. Coo ejeplo,señlreos l gr proj e l époc colol: el ge el scrsols e l lber, coexse srge e er prlel co el cre-eo el coerco e esclvos rcos (fb, 2006). Es preeproj se eee ejor s se r ese ls press el pese-o bsl, pes bos eóeos hsórcos so crs e l soe, ss los opesos e “líe rcl”, qe vsbl- rel ree or.

El oro lo e l líe, el lo qe es esb lejo el ‘Prermo’, er e el “oree” o e el “sr”, se rsl Erop




L Erop-orlecerr ss persc ve s,rgeoqe sólo perel er legl qel greqe se js ss ecesesprocvs

Los cos el“Prer mo”qe se hll úsergos eel gro elpeseo bsl locróco, oecer gúproble e cepr

sos pos ecí coerecs bé ess erechos

202

co lleg el gre (e Sos Sos, 2007b), crgo co sesg e scec rso, lo qe se relej e l percepcó qee él ee l soce qe lo recbe. u eso hecho e Clñ porel Cero e ivesgcoes Socológcs (CiS), e vesgcósobre ls crceríscs rbs los gres el “tercer mo”cocle: “(...) los cles ecer eleeo coú oos, prr el cl so cogros coo erees: ellos so rsos;osoros ( el reso el o esrrollo) o” (Colecvo iOE, 1992:113, e Brceño 2004: 210).

aclee, qe Erop cep l eces e l grcó preer s ecooí, l ve “coepl ls persos greslerlee, coo sple o e obr br (ejor s leeclc) s erechos” (SOS Rcso, 2008: 1). L eces e“o e obr” o se hce coheree co sposcó pr rerechos ls persos qe lleg splr ess eceses. así, e-ro e los erroros “prer ss”, líe ve bé lsoce e os: pr los gres el coro socl o es vlo, so

cos e seg clse. S cocó e Oro pere qe prellos o vlg los sos erechos.

L Erop-orle cerr ss pers c ve s, rgeoqe sólo pere l er legl qel gre qe se js sseceses procvs. y s ebrgo, los qe es oblgos llevr exsec serg por ser “legles” bé sple ecesesel erco lborl eropeo. Es clro qe h copbl pro- ere los proceeos srvos pr reglrr l scóe los gres el coeo el erco e rbjo (SOSRcso, 2008). Es copbl resl coveee pr ls eco-oís “prer ss”, pes recoocer l gl e cí

e oos los gres sporí cbr co o e obr br ss qe l cpl le es el (Sche, 2003).

de es er, los cos el “Prer mo” qe se hll úsergos e el gro el peseo bsl locróco, oecer gú proble e cepr sos pos e cíco erecs bé e ss erechos. Los epresros se prove-ch e l scó ()legl socl el gre, s qe eso plee proble éco, qe se pre e l pres e s eror,reproceo el gro e Oro rso sscepble e serexploo (Sche, 2003: 5). Coo ejeplo e lo sco hsese po, l soccó SOS Rcso escrbe e s ore l elcso e l ve e Csll-L mch el es e sepebre e

2008, el cl segú l soccó, pee ser vso coo eblecoe l scó e explocó lborl qe ebe cepr ls persosexrjers e scó rreglr:

Ls coopervs e grclores e l regó corro e or legl ceeres e rbjores rreglres, co el beeplco el Gobero,qe ese el prer oeo eclró esr speso osrr “lx lexbl posble” e los proceeos e corcó elos rbjores, prcplee e orge búlgro ro. y eso leror eosrcó e l hpocresí el Gobero, “lexble” e elcorol roero l hor e explsr persos e scó rreglr,




L qer opee orecer lerv l scrsoqe coe l Orogre, pesse re el sogro oero/ colol qe l erech

“xee lexble” co so los epresros qees pe lex-bl (SOS Rcso 2008b: 5).

L scó jríc lborl el gre se pee crcerr eo-ces, coo resle e distancia inconmensurable co l poblcóqe lo recbe, co poc posbl e eccó ere los polosqe se cosre ese l colol el poer. El gre seecer rreebleee s ll e l líe qe rc el pes-eo bsl.

Heos hblo hs qí e cóo se cosre Oro slo el“osoros” occel. al so epo e seprbleee, e el g-ro coóco, coo lo scos es, se cosre “osoros”qe es elo preseo coo ejeplo segr. Se prese l pro-p clr vlores coo ee oolíco qe poco ee qe ver col vre e eslos e v covccoes qe se e ‘Occee’ (Vdjk, 1997) o, ecr ver, e clqer or clr. Ess cosrccoesse pee observr e geerl e l proccó políc e los pros e

Erop. tbé e qéllos e rcó progress, los cles, qe sebsee e segr reórc rcs beree hosl l gre,sí perper l cosrccó el Oro, s orecer scrso ler-vo l e l erech, coo vereos cocó.

LOS LÍMITES DE LA IZQUIERDA

E Espñ, coo e chos píses eropeos, los pros e exre- erech sele oclr el escoeo socl e l poblcó,rgéolo cor l poblcó gr. mers o, los prose rcó progress o logr procr scrso lervo,

prece s be esr recos poscó eesv. Ls posbl-es e lch cor el scrso xeóobo se cerr e l crec epropess polícs ese l qer.

Es scó es preocpe pero, coo qereos rger, o essorpreee. L qer o pee orecer lerv l scrsoqe coe l Oro gre, pes se re el so grooero/colol qe l erech. E plbrs e Ró Grosogel:“l qer/ blc/ erocer h so cóplce e los procesos eocó rcl explocó colol proc por l colol elpoer” (Grosogel, 2008: 23).

L cvlcó occel se h jco sí s el oopolo sobre

es coo eocrc, lber, o gl, ese l qer seeee ese gro hs. Coo lo heos sco, esoecó e l cvlcó occel hce pre el scrso locró-co el brso qe ee l “osoros” occel, colocolo el c e l h.

E es líe e es, e s ervecó e l XVii Cbreiberoerc e Sgo e Chle (2007), el presee espñol JoséLís Roríge zpero reclcó: “ gr pre e ls ejores es(...) sobre los erechos l g e oos, sobre l gl, sobre lcoe el bsolso (...) se ecer e ls es qe e




El scrso occelhs eeocrc lberlso creeoces poscóprvleg prOccee síreproce lgrsboro pr loses

204

e l revolcó rces, e erroro eropeo. y eso o es s qe crcsc hsórc. Hs Crlos mrx er eropeo.” Es clroqe pr zpero, ero e lgo qe prece hcer pre el “seocoú” e Occee, éss so prebs rrebles el rol prvlegoe Erop ero el o.

S ebrgo, segú lss e los scrsos polícos e Erop noreérc, relos por te V djk (1997), qe e chose los ebes prleros cerc e es “écos” ls scsoesgr lreeor e l porc e vlores hros e olerc,eq hospl; se l l so epo eors coo le “ols qe lleg ese el sr”, qe corbe crer cl elr, co el so e verbos coo: vsó, lvó, vlch, prhblr e l grcó, creo ge e esesr pelgroco se le l lleg el gre Espñ (Brceño, 2004).

dscrsvee, ese po e eors llev coclr qe h l ece-s e eeer Occee ree esos “oros” qe se g

sos jeos los vlores hss. El scrso occel h-s e eocrc lberlso cre eoces poscó prvlegpr Occee sí reproce lgr sboro pr los es. Prclrr ese hecho, los lss e dv Sler (2006) os pee r eeer cóo co el proceso scrsvo co el qe Occee cos-re s ro eocrco: pr eper, se excle e ls hsorseocrcs globles los eveos sgcvos o occeles; srv qíe ejeplo el oscreceo e l Revolcó H. Sler señl -bé, cóo el scrso ocl e Occee e l eocrc coo sor logro, goro s recor hsórco e el qe s be s crce-rísc h so l e cbr co expereos eocrcos; lee, segor bé, ls rcoes o occeles e ecsoes colecvs

eocrcs poplres. Se r e s, e l propcó geopolíc el “eocrc” por pre e Occee.

E el scrso políco se polr eoces, los os los e l lcolol: se gor ls corbcoes e los gres l ecooíers qe se les clp el esepleo, se hbl e ss crceríscs,gs coo esecs ovbles (V djk, 2006). L xeoobse orl e erees secores socles, epsoos e rcso socleesr “el clo e prejcos geerlcoes qe se esproceo e l soce qe crl persos colecvos ebse crceríscs coes” (SOS rcso 2008). Poeos coclrqe el scrso qe clsc l gre coo Oro eco eeror rves os ls gs polícs.

EL INMIGRANTE: UNA RELECTURA DESDE LAMODERNIDAD/COLONIALIDAD

a ese po, es peree pregrse por lervs ree l s-có qe heos escro. Bsco propess e sl, recorreosqe ero e ls scsoes el Programa Modernidad/Colonialidad en América Latina, l experec oer es sólo l cr vsble el pro-ceso e colocó, qe es l ve, s lo oscro (mgolo, 1995).L colo serí eoces, ecesr coexsee co l oer




Se r e hcer gro, qeporí perr pleeo qeesíe ls ecoes percepcoesexclees qeorece ls scsoespolícs el “Prermo”, cose

oro po e eceroere os, qeo esé eeropor l colol elpoer

o solee cosecec e ell (Csro-Góe, 2005). Esoexplcrí e be e, qe o se posble ecorr sl lproble, ese scrsos hereeros el peseo oero.

Es eoces vble ecr qe, s l hcer lss sobre specos e loer, se hce ecesro ocprse bé el copoee colo-l, prlelee, lss e l cocó posoer ls evsors qe qere el cplso globl, o es copleo s ocpr-os e s speco (pos)colol (Csro-Góe, 2007). y sgeo lss poscolol el o coeporeo, se pee señlr qe lrerclcó el poer colol ero el cplso globl, rece ho,e be e, sobre el gre.

El scrso locróco qe h servo pr borrr l resposblel cero e relcó co l ser qe se e l perer el sse- o, h slo bé l gr el gre s ecesrcoexó co es Erop-orle e l qe heos hblo. desoese scrso, eso es, señlo s posbl pr pesr erees

oos e exsec coo coeeos, se hce bé posble repesrl gr el gre e evo seo, qe se leje e s esg-có e el sbesrrollo.

Se r e hcer gro, qe porí perr pleeo qeesíe ls ecoes percepcoes exclees qe orece ls sc-soes polícs el “Prer mo”, cose oro po e eceroere os, qe o esé eero por l colol el poer.u ecero e qe lee se recooc l resposbl eOccee e lo qe él so h eo coo el rso l pobreel “tercer mo”. L per qe ber l posbl e lo qeErqe dssel h pleo coo Transmodernidad , propes

pr sperr el proeco oero, exorbleee lgo s corcr colol:

El proeco rs-oero es co-relcó e lo posble pr lmoer; es ecr, es co-relcó e solr (…) el Cero/ Perer, mjer/Vró, verss rs, verss es, verss clses,H / terr, Clr occel/Clrs el mo Perérco ex-colol, ecéer; o por pr egcó, so por incorporación ese laler (dssel, 2000).


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PANEL VMETODOLOGÍAS DEINVESTIGACIÓN INTERCULTURAL:EXPERIENCIAS, DIFICULTADES,ESTRATEGIAS

• INTRODUCCIÓN

Andrea Avaria

• METODOLOGÍAS¿PARAQUÉ?¿PARAQUIÉN?

Tomás Rodriguez Villasante

• PROCESOSEDUCATIVOSINTEGRALES:PROYECTOS

COMUNITARIOSDEPARTICIPACIÓNCIUDADANAY

EDUCACIÓN DEMOCRÁTICA DE PERSONAS ADULTAS

Elena Torremocha

• EL“AFUERA”DELESPACIOINTERCULTURAL COMO TOPOS DE LA EXPERIENCIA INTERCULTURAL

Mario Samaniego

• ELSERVICIOCIVILNACIONALVOLUNTARIOCOMO

PRÁCTICA DE INVESTIGACIÓN INTERCULTURAL:EXPERIENCIAS, DIFICULTADES, NECESIDADES

Silvia Barbotto

209



211

Una investigaciónintercultural no estaráen manos de “unos uotros”, debe respondera las inquietudes,necesidades de laspartes involucradas,cuestionando/ comunicando

lo relacional, lasrelaciones dedesigualdad, poder...

Andrea Avaria Saavedra

Doctoranda en Antropología Social y Cultural en la Universidad de Barcelona

[email protected]

INTRODUCCIÓN

En este II Training Seminar del Foro de Jóvenes Investigadores enDinámicas Interculturales se recogen las últimas inquietudes delgrupo en torno a la cuestión de lo intercultural. Este capítulo,

sobre la base del trabajo presentado en la mesa sobre “Metodología deinvestigación intercultural: experiencias, dificultades, y estrategias” nohace más que poner el acento en un aspecto fundamental a la hora depensar, y aproximarnos a lo intercultural: lo metodológico.

Unas semanas antes del seminario realizamos un taller para introducirel tema que convocaba al mismo. Esa tarde los cuestionamientos queorientaron la discusión se centraron en intentar responder a la pregunta

¿investigación intercultural o investigación en contextos interculturales?,la reflexión se orientó en aclarar, matizar, o al menos “mirar”: lo quehacemos y cómo hacemos investigación cuando hablamos de intercul-turalidad. Esa tarde coincidimos en afirmar que la cuestión interculturalresponde a una aproximación teórica epistemológica e ideológica quepone en tensión y evidencia nuestros orígenes (culturales-epistemológi-cos) y contrasta con aquello (con quienes) intentamos describir, explicar,acercarnos. Generalmente estamos insertos en realidades múltiples ycomplejas en donde se suceden una multiplicidad de aspectos de géne-ro, raza, edad, clase, etc., que se constituyen en compuestos contextosinterculturales, y en la práctica tendemos a dar cuenta por separado deéstos. En consecuencia solemos hacer más bien investigación en contex-tos interculturales, más que a describir la complejidad de lo intercultural

(de lo relacional) en que estamos contenidos e involucrados a la hora deaproximarnos a la investigación.

Una investigación intercultural , responde más bien a la necesidad -implícitao explícita- de cambio y diálogo, a la posibilidad de aportar-cuestionar-transformar las relaciones de desigualdad implícitas en las relaciones dediversidad. Una investigación intercultural no estará en manos de “unosu otros”, debe responder a las inquietudes, necesidades de las partesinvolucradas, cuestionando/comunicando lo relacional, las relaciones dedesigualdad, poder, etc., contenidas, y apuntando al cambio de éstas.



INTRODUCCIÓN

Nos reunimos con laintención de pensar enmetodologías para ode la interculturalidad.Las experiencias,dificultades yreflexiones de cadaautor nos permitiránofrecer algunasluces de cómo

hacer investigaciónintercultural

212

Otros cuestionamientos relacionados con esta cuestión son: ¿Cómo sesitúa o debiera situarse el /la investigadora en lo intercultural?, ¿de quémanera se incluye la condición “compartida/diferente” con el otro: degénero, clase, raza, inmigración, etc. en la investigación intercultural?,¿Cuáles y a través de que metodologías, mecanismos de registro y comu-nicación de la información es posible describir la tensión/dinámica entreinvestigador e investigado en contextos intertculturales?, en síntesis, ¿esposible generar una investigación que dé cuenta de la “relación”, de lainteracción, de lo intercultural?.

Si bien la mesa del seminario no intentó responder a las inquietudes quenos convocaron esa tarde previa de trabajo y discusión, nos reunimos enese lugar con la intención de pensar en metodologías para o de la inter-culturalidad. Las experiencias, dificultades y reflexiones de cada autornos permitirán ofrecer algunas luces de cómo hacer investigación inter-cultural .

En el siguiente capítulo se exponen los trabajos presentados, y la

introducción a la mesa hecha por Tomás Villasante, quien parte susreflexiones con dos preguntas que son fundamentales a la hora de plan-tearse una investigación y en especial la investigación intercultural, ¿paraquién y quién hace investigación?, preguntas epistemológicas que nosiempre se hacen explícitas a la hora de hacer investigación.

El trabajo de Silvia Barbotto en este sentido, más que acabar las reflexio-nes, inicia la revisión de su experiencia y esboza algunas luces, desde supropia vivencia como europea e italiana, respecto a los cuestionamientosposibles a la hora de enfrentarse con el otro/sí mismo en un contextointercultural, en donde las tensiones de clase, raza, género, o el origense hace visibles. Pone así en evidencia las tensiones y diferencias, así

como las complejidades que emergen al hacer voluntariado o realizar unacercamiento a la investigación acción participativa, como es su caso. Sutexto, primeras aproximaciones a sus reflexiones, encierra incluso la com-plejidad de describir una experiencia en un idioma distinto al materno. Elaprendizaje desde el trabajo de voluntariado en Brasil, destaca el uso deformas de aproximación a las necesidades y realidades de las personasdesde un marco participativo que incorpore una exploración previa a ladefinición de intervención social. Destaco del texto también, el esfuerzode hacer una autocrítica y autorreflexión que al menos subraya desde susubjetividad, lo que ella llama choque cultural, el enfrentamiento entredos contextos diversos en interacción.

Las experiencias como fuente de conocimiento son la base de reflexión

de Elena Torremocha, quien desde el cuestionamiento en torno a la inter-culturalidad como marco epistemológico, recoge su propia experienciacomo profesora de castellano, para mirar reflexivamente su experiencia,identificar críticamente su aproximación prejuiciada hacia “otro”, sobrelas formas,“costumbres y actitudes”. Desde allí la autora afirma la impor-tancia de no substraer el rol de quien investiga del contexto relacional,subrayando el espacio de aprendizaje y construcción colectiva. Ella poneénfasis en la “labor del investigador” en tanto, no sólo, constructor deconocimiento, sino de generación de procesos, plantea la “intervenciónen distintos contextos a partir de la implicación en los mismos desde undeterminado rol”.



213ANDREA AVARIA SAAVEDRA

Mario Samaniego nospresenta una reflexiónque cuestiona losespacios articuladospara el logro de la“interculturalizaciónde las relacionesinterculturales”. Para elautor, la investigaciónintercultural se

genera en el espaciointercultural, sobrela base del diálogoabierto, del contactodesde y en la diferencia

En su texto la autora enfatiza la necesidad de promover procesos partici-pativos al interior de la escuela, reconociendo las necesidades y realidadde las escuelas de adultos, y como parte de los procesos educativos, entanto procesos dinámicos y cercanos, cotidianos, que se sitúan desde labúsqueda de un diálogo permanente. Del reconocimiento de una reali-dad que permite ser reflexionada y problematizada para su conocimientoy transformación: “praxis transformadora”. Ella destaca la importanciade la construcción de un proyecto común educativo- de un currículocompartido- que emerja de la convivencia y valoración de las relacionesdemocráticas, que las refuercen, así también subraya la importancia ynecesidad de generar un proceso que sobre la base de la Investigación-Acción- Participativa pueda permitir desarrollar un procedimiento quefavorezca enfrentar la complejidad de escenarios de educación adulta,en donde la diversidad es una realidad cotidiana.

Por su parte Mario Samaniego nos presenta una interesante reflexión,en donde cuestiona los espacios articulados para el logro de la “intercul-turalización de las relaciones interculturales”, debate que orienta sobre

experiencias de investigación, nos lleva a mirar “fuera” de estos espaciosgenerados por la empresa privada, los gobiernos locales, la sociedadcivil, en donde se destaca el rol y presencia de las comunidades/ orga-nizaciones indígenas en la región de la Araucanía, Chile. La revisión deexperiencias de investigación sirven al autor como pilares sobre los cualeshace circular la reflexión y discusión que le permitirá, al final, proponeralgunos ejes en torno a la investigación intercultural. Para el autor ésta segenera en el espacio intercultural, sobre la base del diálogo abierto, delcontacto desde y en la diferencia. Un elemento fundamental a la hora depensar la investigación intercultural será el de “superar las restriccionesque le impone la autoreferencialidad institucional”; otro aspecto impor-tante es la naturalización del conflicto, como espacio de crecimiento, de

reconocimiento de la pluralidad, que favorece el conocimiento del otro,en donde se hace evidente la tensión, que abre hacia sí mismo y haciael otro. Finalmente Samaniego nos propone salir de las convenciones,salirnos de la estructura, pues es en este intersticio donde se producecotidianidad, historia, reflexividad. Hacer conscientes el sentido de lainvestigación (para qué se investiga) y para quién investigamos, es decir“democratización de su gestión y resultados”, dar sentido a los resulta-dos y generar procesos metodológicos participativos son fundamentalespara pensar/hacer investigación intercultural.

Tomás Villasante plantea, subrayando de modo diferenciado a MarioSamaniego, el énfasis en la metodología, en el uso de la Investigación-Acción-Participativa para resolver la tensión epistemológica que nos hace

preguntarnos para qué y quién. Subraya tres aspectos que se relacionancon la tensión contenida en estas preguntas, por un lado la necesidadde explicitar los intereses en juego, el segundo relacionado a la imposi-bilidad de la neutralidad en donde se deben explicitar las necesidades yconocimientos de las partes involucradas y las subjetividades subyacien-tes. Un tercer elemento es la identificación del conflicto y cambio para loque se requiere una buena “escucha”.

Tomas Villasante, subraya cinco puntos donde enfatiza aspectos meto-dológicos de modo de superar la tensión de quién y para qué se haceinvestigación, se centra en darnos algunos puntos clave para mirar la pro-



INTRODUCCIÓN

Quedan en los textosexperiencias, miradasdiversas sobre el “papelde la metodología”,sobre el proceso deinvestigación

214

puesta de metodología participativa. En primer lugar desvelar los interesesen juego, hacer autocrítica, cuestiones que permitirán no sólo aclarar laspreguntas y objetivos iniciales, sino un plan de trabajo. En un segundopunto subraya la necesidad de abrir la participación al “grueso de lapoblación”, no solamente a los sectores organizados. Un tercer aspectosubrayado es la generación de procesos de “devolución” de la informa-ción, de modo que no sólo se ponga al alcance la información recopiladasino que se abra un nuevo debate desde la interpretación de lo recogido.Un cuarto elemento es la construcción de “ideas fuerza” que permitan eltrabajo intersectorial de modo de intensificar la base participativa. Otroaspecto es potenciar una articulación democrática, y operativa de los pro-cesos. Y finalmente, un proceso y metodologías de seguimiento, es decirun plan debe contemplar procesos de retroalimentación.

Quedan en los textos experiencias, miradas diversas sobre el “papel de lametodología”, sobre el proceso de investigación. Queda en lo cotidianoel desafío de construir procesos que no sólo den cuenta, sino que for-men parte de una aproximación y de un ejercicio que favorezca procesos

creativos y dinamizadores, que reflejen la riqueza de la interculturalidaden su dinámica y multiplicidad, que permitan dibujar la complejidad yflujo de lo relacional.



215

N hy nnnpsbl e nnvestcón netl,espsn, encls est ns pecentcentfc

Tomás R. Villasante

Profesor Emérito de la Universidad Complutense y miembro del CIMAS

[email protected]

Metodologías ¿Para qué? ¿Para quién?

En l fmcón y en ls pps nvestcnes n se selen cn-se ests pents e fm explct y t-ctc. Y snemb ns pecen lns qe sn fnmentles p

enc clqe nvestcón clqe pces scl. El qehy n petensón e “bjetv” l men e ls ctes nvl-cs en ls pcess scles cnses ¿es psble? El qe hyn petensón e escpcón e ntepetcón l men e ls nten-cnles e ls ecmencnes p l ccón ¿es psble? En lsnveses mchs veces se plnten ls nvestcnes cm s nnflyese el pmt (ecnómc, mnsttv, etc.) e l msm,cm s n nflyesen ls pejcs e ls pps tcncs en ls se-

ñs y en ls ntepetcnes, y cm s cn clqe pblcón ese lmsm plc l metl, pes se p spest (en l my els css) qe ls pblcnes n tenen ss pps esttes p n nfmcón. Pe p n nlss fn e nests pps nvest-cnes cnvene hcese ests pents.

Tnt en nvestcnes e tp cntttv, cm en ls e tp c-lttv, hy ns pees e ecsón qe n se scten. Selen estmplcts, y se p hech qe ls css eben se s, sn pensns cent e ls nflencs y sess qe estn csn, pecs-mente p n hcels explcts. N hy nnn psbl e nnvestcón netl, espsn, e ncls est ns pece nt-centfc. En t tp e cencs exste l psón p el cncment,

y ls hpótess ms mens ess, etc., sn necess. L qehce centfcs ss pests es l jstfccón metlóc p scmpbcón, y ls eccnes, nccnes, y tnsccnes qe sepcen y e ls qe hy qe se cnscentes. L pe qe ns peeps es n se cnscentes e ls pels qe ence n hceseests pents pevs.

Qen se hce ls pents epstemlócs bscs, ¿p qn?,¿p q es t este pces?, pee se cnscente e óne semete, y pee peve ls fms e cntest ls efects ptencl-mente pejcles. P lcnz n my e “bjetvzcón”



METodoLogíaS ¿Para Qué? ¿Para QuiéN?

Vlms mchls metlsptcptvs, pqepten e tene encent ls feentesctes scles qetenen nteesesen ls pcess envestcón entevencón

L llm “cmncentfc” n es nt bjetv, sn nsete e tenencsen spt, p l qeqen pmeve nnvestcón peeest pyn ns ts tenencs e

“pe” y e “sbe”

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clc cntles y mts qe le ceqen n el l mspetv psble. P es vlms mch ls metls ptcp-tvs, pqe pten e tene en cent ls feentes ctes sclesqe tenen nteeses en ls pcess e nvestcón e ntevencón.Pqe ntes e plntese tcncs e tp clttv cntttv, seplnen ls pblems pevs: ¿qn mn q? ¿Cóm se peencntest ls efects netvs e ls nteeses en je? N es sóln cestón e tc e el, es n cestón metlóc bs-c l qe plntems.

A) Siempre hay un promotor, un cliente, un empresario, una uni-versidad, una ONG, etc. que es quien marca unos tiempos y unosrecursos en los que se encuadra un proceso . Y p ejempl, ntess tene tmbn n p qn y n p q, ún cn pezcqe es n pct qe el/l ect/ e tess y pesn qe l elzl peen hce cn cet tnm. Es p btene n en lcem, pe n sl. Hy ns temps qe se peen vncl

n plz ft e pfes, hy n tem qe pee ntees n l “cmn” e pfeses qe l jzn, hy ns bjetvs epest e ls pesns qe ntevenen, hy n ptencl tl elnóstc y e psbles ppests qe cnten, ls pesns est-s peen sentse ss n, pe sbe t l qe se je es elpest cmc.

P es n tess es my stnt e n nfme p n ayntment, e n tbj p mpls n empes (y epene e q tpe empenment se tte), y my stnt e n estte e nmvment scl, p ejempl. N es tnt qe “qn p mn”,pes nqe hy l e ve en est, sempe hy n men e

mnb, y ests pcess n sn tn mecncs, cm qe el jefe,el pfes, el ente pltc, vyn ec l qe se pne enel nfme. Pe cn mens s qe se ve fect el temp eeccón, qe es n cestón esencl. ¿de q vve el nvestments l nvestcón?¿Cóm mc est e fm ms mens cnscente t el pces? Ests sn cncnntes qe sehn e pne ebte y qe se hn e tene en cent, pes n esl msm hce n nfme p pqe hy ln enc qetene, qe spne e fnnccón p hce n nvestcón evs ñs.

En el tem e ls pmtes e n nvestcón sempe hy ncntccón qe eslve ente qn “epesent” y qn “sbe”.

un pltc elect p n c, p ejempl, ns pee epesent ymnej n pespest ecnómc p becs p enc npyect, pe n tene pq sbe el tem. incls n ctetcpee tene ntes en n tem cncet, pe qen cb p pfn-z en l es qen pee ecle meses y ñs cncel fn.El sbe es l qe hy qe cnst en ls pcess, y el eqlb enteqen mn p s jeq y qen sbe p el temp y eccón,n es fcl e estblece. L llm “cmn centfc” n es nt bjetv, sn n sete e tenencs en spt, p l qe qenpmeve n nvestcón pee est pyn ns ts tenen-cs e “pe” y e “sbe”.




S hbtlmente sesele n estcntttv pme,p l enel els númes; y le sentent pfnz cnn est clttv,sól se ejn lsspects ptcptvsp el fnl, s es qe

qe temp y ns.Nsts pmeplntems l pteptcptv, pqens el cntexte ls veespents ¿p q? y¿p qn?

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mles e vts, n peen ecle tnt temp y cncment cmls qe estn ps p ell. Sn emb s ppel l cnsemsmpescnble, pes p s eccón vlnt sben mst ls l-es y sntms e ls qe pt.

Y est es my mptnte, pes n e e enfqe l pncp cn-cn t l nvestcón. P el mc es mpescnble qe elpcente óne cee qe est el l qe mtv l vst, y qemeste spscón cmb l stcón. P ls cencs scles hyqe etect óne estn ls cnflcts y sbe qnes sn ls qe estnspests ppc n cmb. Ts sms “bles lenjes”cn empezms n pces, ms n pnón pe ún n ec-ms t l qe llevms ent. incls pqe n sbems fmll, pqe l nmbms e n fm qe ceems qe ts entenencm nsts (pe qe en el c cl le n ntepetcónben stnt). alns entes y lns vlnts peen hce entelctes ncles, peen b cmns l pces.

Pe l ms mptnte es pe lle ls lenjes y psts e lssectes e l pblcón n nzs (qe selen se cec el 90%).L cnfsón e l qe cstmbn ec seún ls stcnes ces,sele llev enñ e ls pfesnles y e ls pltcs, y ún elns entes. N bstn tcncs smples e ece ls pmests pnnes s qeems n cncment cmplej qe pemtqe l tnsfmcón e l stcón se el. P lle ls psts yesttes e ests sectes hce flt n pces ben señ y ncet expeenc en sbe escch ms ll e l pme qe se ce.L ente ennc vees ms tvles ms e pes en fncón e lqe ntepet e nests pents. Tmbn se pentn ¿p q yp qn? e l qe estms hcen.

¿PARA QUÉ ESTAS INVESTIGACIONES?

P ests znes n hcems clqe tp e nvestcón s qeems ms ll e ls vees spefcles tvles, s qeems lle nóstcs cpces e sev p tnsfm ls stcnes pblem-tcs. S hbtlmente se sele n est cntttv pme, p lenel e ls númes; y le se ntent pfnz cn n estclttv, sól se ejn ls spects ptcptvs p el fnl, s es qeqe temp y ns. Nsts l hcems l evs: pme plntemsl pte ptcptv, pqe ns el cntext e ls vees pen-ts ¿p q? y ¿p qn?, ese h enfcms ts ls tcncs

necess el pces. Slems cntn cn pfnzcnes cltt-vs, p bns znes ms pfns qe l ente tene nqe nse tev sep ecls. Y le, s es neces cntfc ess psc-nes, y se pee plc n encest, sbe pcentjes, etc.

N ns bst n escpcón ntepetcón sól cn lns ts qesempe jz el pfesnl. Hcems “evlcnes cetvs” ent elpces p qe l pp ente mplc se qen estblezc ls stn-cnes, sep sep ls pnnes mnntes (ls e l my), e tsemeentes (qe peen se e mns, pe cpces e b cmns nevs mys). L veems ms elnte, pe est es my stnt e



219ToMáS r. ViLLaSaNTE

N bst l benvlnt e qeehce ptcpmentecn l cmn lspms, pes hyqe sbe hcelcncen lscntccnes e lsqe ptms. L enten qee ptcp

pqe smplemente sel nvte ell

qe ls pfesnles se ejn en jeces e l ntepetcón e ls ts e ls elts. Tenems expeenc e qe l ente encent ss p-ps znes mch ms pfns qe qenes les mn pentementeese fe. Y sen ptnsts e ss pps nóstcs, nqels pfesnles hyn pep l metl, l ente entncesent e fm ms petvmente el cncment.

Ests fms e cnstccón el cncment llevn tmbn l cns-tccón e l ccón. a l ente n le ntees tnt n tess ctlcm eslve ss les, nqe n tene pq se ncmptblesmbs css. Cn l ente ptcp en ls pents ncles, en ls pnnes czs y cntpests, en ls evlcnes y nlsse cnjnt, y en n pespectv e ccón, entnces l ente tmpscnes e my stnt mne qe en n cens en n encest, ncls en n entevst bet. S l qe est en je es sc lpctv, entnces l petv e l nvestcón cnstye veesms efcentes. apecen psbles lnzs cnjnts e ccón, seencmnn hc “bens pctcs”, y en sm enn tmbn en

n my pest el pfesnl qe est l sevc el pces. N essól benefc p l cmn, es tmbn benefc p el cnc-ment y p ls pfesnles.

SEIS ELEMENTOS Y DISTINCIONES METODOLÓGICAS

Ms ll e ls metls e ls cencs scles e tp cntttvy clttv, se jstfcn en este cs ls metls ptcptvs.Tnt p l fmcón p l ccón, cm p ls benefcs slblesqe se peen hce lle ectmente ls cmnes bjet eeste plntement. Ls nóstcs e tp nmc cn ts em-

fcs epemlócs sn n ben bse e efeenc, y tmbnqells nóstcs bss en entevsts bets, l bsevcón p-tcpnte, ps e scsón, pe n sempe se tcln p ps se elements petvs e l plnfccón y l ccón ptcptv. Eneste cs ns ppnems qe ls nóstcs sen y en s ptcpt-vs y qe se tclen en el msm pces cn l ccón slble qese espe cnst clectvmente.

de ts fms hy mchs vcnes ente ns metls p-tcptvs y ts, y q bevemente qeems cl p cl e ellsns nclnms. N bst l ben vlnt e qee hce ptcp-mente cn l cmn ls pms, pes hy qe sbe hcelcncen ls cntccnes e ls qe ptms. L ente n qee

ptcp pqe smplemente se l nvte ell. aems hy mchsslctes ptcp en ls spects ms vs e l v scl, ypcs sn ls qe cnsen qe l ente el cmún les peste tencón.P t l l ptcpcón scl n es sól qe c mch ente n ct p lún mtv especl, sn qe se tt e n pcesqe se lt en el temp y cnect cn ls neceses lcles, y qese etene en elbecnes y tms e ecsón clectvs, y n smple-mente en pl ns ts pcnes qe se le pesentn.

P est vms pesent lns stncnes qe petenemseslve cn nest metl, y qe l hcen feente e ts




En ls metlsptcptvsppnems n pmeps metlócsbe l tctce l qe venmshcen, ese lsstnts nteeses en je

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hbtles en ls pms e cpecón scl, e py cm-nes, e sl cmnt, etc. Metls cm l plnfccónesttc, el mc lóc, etc., hn s tens en cent q,pe sól cm n efeente pme ps qe en mchs csnesse qe n pc spefcl, p n espne ls pents ms efn qe l expeenc ns h ven mstn qe eben hcese.¿Cóm cmbt etemns pejcs qe ls nvestes y pl-nfces tenems ntes e nc n pces? ¿Cóm ms ll els ees e sccnes e nsttcnes fmles, p lle sectesmptntes e l pblcón n nz? ¿Cóm evlve ls -nóstcs p qe n se qeen en ntecmb e nfmcón, y psen se elements e cetv scl, y e nevs lnes spes?¿Cóm nzse en ees ptcptvs? ¿Cóm se ls esbese mpevsts, cnjn nces y mnte?

1. antes e metens en ls pcess en s, bets ls cmnescn qe se vy tbj, hy qe hce n tbj ncl e ne-

ccón y clcón e ls bjetvs ms explcts y e ls fms especón e ls pejcs qe ns vn mc t el pces. Lscncnntes ncles e clqe pces n estn tn sól en ls ev-encs e tp efc, hstóc, emf, ecnm, etc. Estnen c v pz p, m p, bjv, p bj, y mpb. Ls fses encs cn qe se selen escb ls pble-ms y ls bjetvs selen encb n see e cnflcts n explcts,qe peen mnn el pces s n se sben c y tt. N esqe hy qe hce teps en pfn ntes e empez clqepces ptcptv, pe tmpc se nens pensn qe tsls ptcpes qeen l msm p hbe esct n cment ncl

en cmún.En ls metls ptcptvs ppnems n pme ps met-lóc sbe l tctc e l qe venms hcen, ese lsstnts nteeses en je. El hcens cnscentes, nqe sempeest es eltv y cn stnts s e pfn, e ls pnts ept e c ptcpnte ceems qe es n ben fm e ebjls elsms y jstns l mxm psble ls eles cn ls qehems e tbj. dvess tcncs ples eben cmpñnsp ej l ms cl psble l elmtcón e ls pblems, ls pe-nts ncles, ls bjetvs eneles, el pln e tbj. Tnt eseel pnt e vst el enc y l nsttcón qe l hce, cm ese lstcncs mplcs, y e ls ptencles benefcs el pm. P

nest pte ptms l qe llmms “estls tnsctvs” e“cetv scl”, es ec, spstvs qe pemtn mvese en st-cnes e cet netemncón, pt e lún “nlz hstóc”lcl cn cpc e ele lún cmn clectv y cetv vble.

2. ot stncón qe ppnems, cn espect ls fms hbtlese l llm ptcpcón cn, es n qens en el llmmen-t ls sccnes entes qe pen est sentse fectsp el tem e ls bjetvs. En nests scees l pte nze l pblcón es n mn snfctv, pe n ej e se n




Ns pece mymptnte bns ennests metls l ente nnz en ssvess sectes yees e cnvvencctn, p pelle l es

mn. Y el e epesenttv n es fcl e etemn, encls n ns pece nteesnte ent en ess ebtes e letme ns cnt ts, pes l fnl sól cbn p sl ún ms vs-nes ent e l cmn cnse. Ns pece my mptntebns en nests metls l ente n nz en ss ve-ss sectes y ees e cnvvenc ctn, p pe lle l ese l pblcón. P tnt n hce llmments ptcp en nestslcles ppósts, sn ms ben cecns pent ectmente l ente ne est, en ss les e elcón y cnvvenc.

P ell se pc hc mp c c, el tp e sc-ms, etc., qe ns pemtn sbe e ls“cnjnts e ccón” qe estn pesentes en c stcón cncet.N sól est ns pemt n pme cecment c cs, sntmbn sev p etll n mest elcnl e ls “pscnesscsvs” qe nteesn p n tbj e cmp sstemtc. Esec, qe pms ece, hst “st l mest”, ls feentessectes scles y sbe cles sn ss pscnes y esttes vtles

e c l pblemtc señl. N espe qe venn nsts,sn cnce ls cntccnes en qe vven y se mestn ls nte-eses en je, tnt ls fnes cm ls pests, tnt ls feentescm ls nfeentes. Tllees, ps e scsón, entevsts, en-nes fmles e nfmles, cnvescnes y cmentcón e t lqe ntees l pyect.

3. En ts fms ptcptvs se sele hce “evlcnes” lpblcón e l nfmcón ec, e ls nóstcs p ejempl,p znes e tc y e fsón e ls msms. Est es pstv sbet p qe n se qeen ls tbjs en el cncment sól e

ns pcs pesns, cm men sele scee. Pe n ns pecesfcente, y pensms qe se pee fece ns fms e “evl-cón” qe sn ms nteesntes, y p es les llmms “cetvs”. Nse le pee evlve l ente t l nfmcón cm n cmentpes y fcl e entene p n my, y tmpc ns pececnvenente hce n eccón cn n ntepetcón smplfc sólp nest pte. Ppnems qe se pen evlve clectvmentelns fses sstncles, esps e n tbj e ntepetcón tc-nc, pe qe n ezcn el espect e ntepetcnes sn qe lmplen, qe pemtn n nev ebte ente l pblcón sbe ¿pq jms l qe jms? Y s pe ve l qe hy e emeente,ms ll e ls fses tópcs y ls lems mnntes.

L qe petenems es pesent n nlss bet, en jes e fsescn pscnes cnts y cntcts, el tp e ls “tetlems”,p qe ls ps y clectvs pen ecnst ls nóstcs ps msms. de fm qe se pe pfz c b-m, y cv cm, -m hb (mchs veces ces y mnqes). aems se tte estblece elcnes csles ente ls pscnes pts, cómnflyen ns en ls ts, y qnes peen eslve c n e ls“ns ctcs” qe se vn estblecen. En ls “fljms” se pe-en entecz ls lócs ecsvs e css y efects, e tl mneqe pms pz clectvmente cles sn ls spects sstnc-




de est mneespems qe lst-nóstcs senms ptcptvs yelsts, pe tmbnqe l msm tempse est cnstyenn “sjet clectv”ms ll e lsfeencs ncles e

ls ctes e clqepces scl.

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les qe eben se tens p s efect mltplc. de est mneespems qe ls t-nóstcs sen ms ptcptvs y elsts,pe tmbn qe l msm temp se est cnstyen n “sjetclectv” ms ll e ls feencs ncles e ls ctes e clqepces scl.

4. L plnfccón e pcess ptcptvs ns llev e n nóst-c ncl l eccón e n Pln qe peten se petv. a estsefects se selen cnst mess temtcs en ls Plnes esttcsp cnstyen ppests p c n e ls sb-tems qe elnóstc hy etect. Est pece neces p pe pfn-z en ls cmplejes e c snt, ne ls spects tcncsse selen cmplc en cestnes jcs, pespests, etc., peel pel e este m e pcee es tecnctz t el pces.Es ec, qe ess mess, s ccte e especlzcón cnptmente expets, y el lenje y cnten n se ppp l ptcpcón e sectes pples. P es, n mntenen

s neces, se ben tse e metls p cntn, y nntensfc, l ptcpcón e ls bses scles. ot pblem qe sesele es l sectlzcón y n cncón ente ns pms yts, cmpten ncls, ms qe lle n ntecón en n p-ces elmente nt.

Nest ppest es cnst ptcpmente i-Fz cc mp pbcó c c, fm pm p pc c cm ccác. Es ec, n e cpz e mvlz emtvmente en p e lúnbjetv centl el pces, cpz e ltn sectes snfctvse ls mps e elcnes, e ls cnjnts e ccón. objetv qe

se nte n ñ, p ejempl, eje e n cmpñ qe n lsstnts spects sectles qe se estn tbjn en ls mess espe-clzs. L cncón, p l msm, n se tnt n enón eepesentntes e ls stnts sectes, sn mvlzse en c spectespecfc jnt cn ls ctves nts e l e-fez ltn-. Es l e y l te qen cn ms qe ls ennes, qe ent cs sven p cpl c tbj especl l mch enelnte.

5. P ests tes hce flt n nzcón petv y emctcqe se cpz e espne lclmente ls ets plntes. N esfecente qe exst este tp e nzcón, sn ms ben lns

óns el pe lcl sectl e tp cnsltv y enelmenten pc tfs en s fncnment. L cestón n es cmb nnm p t, en ebtes ntens en ls mnstcnes, snqe ebems tm pevmente nt el sc-m qe hy slel t-nóstc y ctlzl, p ve cóm se peen nz“ hc” ls cnjnts e ccón en mess e tbj, ennes etlle e cent e b, smbles, etc. Es n te e --zcó, y x y v p fm cv p c pvm.Ne sb, slv qenes se plnteen cm ntóncs cn el pcesy se texclyn.




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El propósito queatraviesa la reflexión esque el conocimientoy los resultados dela investigaciónintercultural sirvan aprocesos abiertos parala transformación y

mejora efectiva denuestros contextoscotidianos

Elena Torremocha

Socióloga y Técnica Comunitaria. PDC La Salut

[email protected]

PROCESOS EDUCATIVOS INTEGRALES PARA AFRONTAR ELRETO DE LA DIVERSIDAD: PROYECTOS COMUNITARIOS DEPARTICIPACIÓN CIUDADANA Y ESCUELAS DEMOCRÁTICASDE PERSONAS ADULTAS

Con la presente comunicación se pretenden plantear una serie de estrate-gias que puedan ser útiles para afrontar el reto de la creciente diversidadcultural en nuestras sociedades. El propósito que atraviesa la reflexión esque el conocimiento y los resultados de la investigación intercultural sirvana procesos abiertos para la transformación y mejora efectiva de nuestroscontextos cotidianos.

Es importante aclarar que el punto de partida de los argumentos quese desarrollan no se restringe al ámbito académico. El trabajo que aquí

presento no es resultado de una investigación, sino que está planteadocomo una reflexión a partir de diversas experiencias concretas y algunasaportaciones teóricas en el campo de las metodologías participativas y dela educación democrática de personas adultas.

El origen de mi interés por el tema planteado surgió a partir del tra-bajo desarrollado en una escuela de personas adultas y, más concre-tamente, como formadora de castellano para extranjeros. Tambiénes resultado de la colaboración en algunas experiencias de desarrollocomunitario y local.

Hay diversas cuestiones que me he ido planteando y a las que intentarédar respuesta en la presente comunicación: ¿qué procesos pueden dar

lugar a que el reconocimiento del otro se convierta en una realidad, sinrenunciar a la búsqueda de la igualdad ni al hecho de la diferencia?; ¿esimportante tener en cuenta la opinión, saberes y experiencias de las per-sonas de otras culturas a la hora de definir las metodologías de trabajoen los proyectos de acogida e integración?; ¿cómo podemos incorporarlas diferentes perspectivas y necesidades a la hora de establecer los obje-tivos y contenidos programáticos en la escuela?; ¿qué metodologías sonmás eficaces para trabajar en situaciones de interculturalidad dotándo-nos de un sentido de transformación?

***



PROCESOS EDUCATIVOS INTEGRALES PARA AFRONTAR EL RETO DE LA DIVERSIDAD: PROYECTOS COMUNITARIOSDE PARTICIPACIÓN CIUDADANA Y ESCUELAS DEMOCRÁTICAS DE PERSONAS ADULTAS

Los movimientosmigratorios han dadolugar a sociedades cadavez más complejas yhan generado debatesy respuestas diversasa esta crecientediversidad

Esta diversidad cultural

puede ser origende conflictividad,pero también puedeser la base paragenerar dinámicascomunitarias en lasque la comunicacióny el diálogo se sitúenen el centro de lasrelaciones, dando

lugar a procesos deenriquecimiento mutuo

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Desde hace algunas décadas en Europa, especialmente desde los años80, ha venido aumentando progresivamente el flujo de la inmigración.En el Estado español, aunque este proceso ha tenido su mayor augedesde la década de los años 90, la diversidad cultural no es un hechonuevo si tenemos en cuenta la presencia de la cultura gitana desdehace más de quinientos años. Además, podemos decir que existe unacultura mayoritaria que, sin embargo, no es homogénea, pues se obser-van diversidades a nivel regional.

Los movimientos migratorios han dado lugar a sociedades cada vezmás complejas y han generado debates y respuestas diversas a estacreciente diversidad. Ahora bien, no hay que olvidar que en socieda-des con fuertes asimetrías como la nuestra, la situación interculturalsiempre contiene, en mayor o menor medida, elementos inherentes dedesigualdad que no son únicamente de índole cultural, sino tambiénsocioeconómica y política.

En el contexto español, hay barrios y distritos que han vivido, con

mayor intensidad que otros, la coexistencia de la cultura mayoritariacon culturas minoritarias, bien, desde hace tiempo, con la culturagitana, o bien, recientemente, con la llegada de personas inmigrantes.Esta diversidad cultural puede ser origen de conflictividad, pero tam-bién puede ser la base para generar dinámicas comunitarias en las quela comunicación y el diálogo se sitúen en el centro de las relaciones,dando lugar a procesos de enriquecimiento mutuo.

LA INTERCULTURALIDAD

En un marco de relaciones interculturales se da una interacción entre per-

sonas y/o grupos, que se encuentran en el mismo territorio, cuyas identi-dades se han conformado en marcos culturales de referencia distintos. Sinembargo, no podemos hablar de identidades elementales y únicas, sinode identidades complejas y dinámicas que se construyen y transforman através de múltiples pertenencias y diversos aprendizajes (Bermúdez et al.,2002). El marco sociocultural de referencia es decisivo en la construcciónde la identidad, pero cada persona lo reinterpreta continuamente, dandosentido a sus diferentes situaciones vitales a través de un proceso activoy creativo de construcción de nuevos significados.

En principio, toda interacción intercultural supone un enriquecimientomutuo, pero también se puede establecer sobre la base de la desigual-dad y de las dificultades de relación y comunicación y constituirse en

fuente de conflictos. La identidad, entonces, puede convertirse en unobstáculo en la relación, ya que el marco de referencia actúa comofiltro en la percepción que tenemos del otro, que muchas veces seconstruye a partir de distorsiones, generalizaciones, estereotipos y prejuicios (Bermúdez et al., 2002). No comprender al otro normalmentegenera desconfianza y, en muchas ocasiones, lo desconocido es vistocomo una amenaza potencial. Es, en estas situaciones, en las que seproduce un mayor riesgo de tensiones, malentendidos y conflictos. Si,además, no existe apenas diálogo y comunicación en la interacciónintercultural es muy difícil que estas representaciones previas puedanllegar a modificarse y, con ellas, los conflictos y desigualdades.




1. En el año 2006 SOS Racismo lanzóuna campaña por el derecho alvoto de las personas inmigrantes,cuyo objetivo principal es que elreconocimiento del derecho a votose vincule a la residencia y no a lanacionalidad. http://www.sosracis-momadrid.es

230

profundamente sobre mis propias costumbres y actitudes, así como lasde las personas de otras culturas, además de llevarme a percibir ciertasconcepciones previas que, sin saberlo, tenía del otro. A partir de estecontacto pude llegar a visualizar las características que había atribuidoa los demás, en gran medida determinadas por las propias referenciaspersonales y culturales. A medida que la frecuencia en las relaciones sefue intensificando, las percepciones previas fueron modificándose. Estaexperiencia me permitió ser consciente de que la riqueza de las cuali-dades individuales no responde de manera unívoca a un marco culturaldeterminado. Es probable que tal proceso personal, que en buena medi-da es también social, no hubiese tenido lugar a partir de una observaciónrealizada desde el exterior.

Así, considero que el rol del investigador en situaciones de interculturali-dad no puede ser sustraído del ámbito de lo relacional, además la capa-cidad de cambiar nuestra mirada hacia los demás, descentrándonos delpropio marco de referencia, depende en gran medida de la interaccióncon el otro. Las experiencias prácticas me han llevado a cuestionarme el

papel del investigador como un sujeto ajeno a lo concreto y a lo cotidia-no de las dinámicas que investiga. En tal caso, esa figura aparece comoalgo externo y distante, el producto de la investigación es resultado deuna interpretación en la que no participan los propios sujetos implicados.El investigador que irrumpe en un territorio cuenta con ciertas herra-mientas metodológicas, pero no con los saberes cotidianos, ni con lasdiferentes subjetividades y experiencias de la población que lo habita. Nose trataría entonces de “enseñar” o “instruir” a nadie, sino de aprendery construir colectivamente, desde los diferentes saberes, un conocimien-to que pueda ser útil a la población.

Entiendo que la cuestión más importante no consiste en establecer una

definición de qué es cultura o identidad, sino ser capaces de generarmarcos de actuación en la gestión de la diversidad que tengan en cuentano sólo la dimensión cultural y socioeconómica sino también la política yque vayan más allá de los simples discursos retóricos en torno a la demo-cracia y la igualdad. La labor del investigador no sería entonces única-mente la construcción de conocimiento, sino, sobre todo, la intervenciónen diferentes contextos a partir de la implicación en los mismos desde undeterminado rol.

ESPACIOS PARA LA INTERCULTURALIDAD: LOSPROCESOS DE DESARROLLO COMUNITARIO COMOPROCESOS EDUCATIVOS INTEGRALES

El modelo actual de democracia representativa implica un tipo de partici-pación política basada principalmente en la elección, cada cierto tiempo,de una persona o partido político en el cual se delegan las decisiones.Es un modelo que prima a las mayorías sobre las minorías y del que seexcluye a todo el que no es considerado como ciudadano de pleno dere-cho. Si el principal canal de participación en la vida pública es a travésdel voto y el reconocimiento de ese derecho va ligado a la nacionalidad,se está negando a una parte cada vez mayor de la sociedad el ejerciciode derechos políticos básicos en igualdad de condiciones1.

Las experienciasprácticas me hanllevado a cuestionarmeel papel delinvestigador comoun sujeto ajeno alo concreto y a locotidiano de lasdinámicas que investiga

Entiendo quela cuestión másimportante noconsiste en estableceruna definición dequé es cultura oidentidad, sino sercapaces de generarmarcos de actuaciónen la gestión de la

diversidad que tenganen cuenta no sólo ladimensión cultural ysocioeconómica sinotambién la política




La diversidad culturalconsigue ser percibidaentonces como unbien en sí mismo,ya que en esteintercambio con el otro la comunidad enterapuede enriquecerseconstantemente

232

la realidad es en gran parte función de su manera de entender el mundo. Sise potencia la comprensión del mundo en el que las personas viven, pero nocomo realidad abstracta que está fuera de ellas, sino en sus relaciones conél, esa realidad se presenta no ya como algo estático sino como algo queestá en continua transformación, en proceso (Freire, 2003).

El conocimiento implica, pues, tomar la realidad como problema ysometerla a reflexión, para volver a la práctica con una acción capaz demodificarla (Alonso, 2003). Se rompe así la dicotomía entre objetivismo ysubjetivismo, entre conocimiento práctico y conocimiento teórico, entrereflexión y acción, constituyéndose como procesos inseparables que danlugar a una praxis transformadora.

Por ello, las personas y grupos que se integran en los procesos de desa-rrollo comunitario lo hacen no sólo como sujetos que cuentan con unacervo de conocimiento práctico sino también como sujetos de acción,ya que es mediante nuestros conocimientos como actuamos socialmen-te. Estos agentes, que se constituyen como protagonistas de su realidad

cotidiana, realizan nuevos aprendizajes en el marco de la reflexión colec-tiva: se generan nuevos conocimientos sobre el tema que se debate perotambién sobre la metodología de trabajo (Martí, 2006). El conocimiento,por tanto, no se alcanza en soledad, sino en la relación, se trata de unabúsqueda colectiva en la que el diálogo se sitúa en el centro del proceso.

La diversidad cultural consigue ser percibida entonces como un bien ensí mismo, ya que en este intercambio con el otro la comunidad enterapuede enriquecerse constantemente. Esto no significa que tengamosque renunciar a nuestra identidad ni que se deban aceptar prácticasculturales que atenten contra los derechos de personas, grupos o colec-tivos. Se trata de superar esencialismos, adoptando la percepción de que

las culturas e identidades están en continua transformación. Las personasque participan en el desarrollo de estos procesos comparten sus propiasexperiencias, conocimientos y habilidades, generando nuevos significa-dos colectivos de la realidad para poder actuar sobre ella. Son procesosde transformación del entorno social, pero también de las culturas eidentidades. En ellos no sólo cambian y evolucionan las culturas minori-tarias sino también la dominante y mayoritaria. De ahí la importancia detrabajar en la promoción de asociaciones formales de personas de otrasculturas y redes asociativas que las incluyan, así como espacios inclusivosdonde esas personas y grupos puedan realizar aportaciones y participaren un plano de igualdad, sin por ello renunciar a sus diferencias.

ESPACIOS PARA LA INTERCULTURALIDAD:LAS ESCUELAS DEMOCRÁTICAS

He hecho hincapié en la idea de la educación como un aprendizaje per-manente , de manera que el conocimiento se produce más allá del centroescolar y se da en una diversidad de momentos educativos. Se trata, portanto, de una responsabilidad compartida por toda la sociedad y portodos los agentes que la componen. Sin embargo, esto no quiere decirque los centros escolares no puedan y deban abrirse a nuevas prácticaspara mejorar la calidad de la enseñanza, renovar su relación con el entor-no más inmediato y favorecer la democratización en todos sus espacios yámbitos. La institución escolar es parte de la sociedad, relación que hace



En las escuelas depersonas adultasse producen ungran número deinteraccionesinterculturalescaracterizadas porsu intensidad, por loque se constituyen enespacios en los que

se pueden trabajarde forma privilegiadalas relacionesentre culturas eidentidades diferentesa través de procesosdemocratizadores

233ELENA TORREMOCHA

3. La Ley Orgánica de Educación(LOE) que entró en vigor en mayodel 2006 (BOE num. 106 de 4 demayo de 2006, página 17163) intro-dujo en el curriculum de Primaria ySecundaria la asignatura “Educaciónpara la Ciudadanía y los DerechosHumanos”.

que lo que ocurre en la escuela esté interconectado con la vida de laspersonas. Los centros escolares también pueden constituirse en focos detransformación de la vida cotidiana.

Por tanto, un proceso de desarrollo local que implique a todos los agen-tes de la comunidad supone, en principio, avances más significativos quesi nos restringimos al ámbito de la escuela. No obstante, nos podemosencontrar con que en estos procesos se trabaje principalmente con ins-tituciones, entidades, asociaciones y grupos formales, y también convecinos a título individual; sin embargo, estos procesos no siempre estánsuficientemente conectados con redes informales, que son las que engran medida vinculan a los y las inmigrantes y otras minorías culturales.En cambio, en las escuelas y, en particular, en las escuelas de personasadultas, se producen un gran número de interacciones interculturalescaracterizadas por su intensidad, por lo que se constituyen en espaciosen los que se pueden trabajar de forma privilegiada las relaciones entreculturas e identidades diferentes a través de procesos democratizadores.

La educación con adultos ha estado normalmente relegada a un segun-do plano de importancia. Es importante tener en cuenta que este tipode educación no se centra únicamente en el ámbito de la lecto-escritura,sino que supone el desarrollo de la educación como formación per-manente y como extensión de la educación no reglada, además deposibilitar la reincorporación al sistema educativo formal para todosaquéllos que en un momento determinado quedaron fuera del mismo.En estos centros hay un número creciente de personas procedentes deotras culturas que acuden a ellos para aprender la lengua del país deacogida, iniciar procesos de alfabetización (incluyendo la alfabetizacióndigital), terminar la educación obligatoria o realizar cursos para poderacceder a una educación superior.

A pesar de que este trabajo centre su atención en las escuelas de adul-tos, creo que la extensión de la democratización en el ámbito escolar nose debe ceñir únicamente a este campo, sino todo lo contrario. Los niñosy adolescentes son actores “políticos” cuya voz también debe incluirseen todo proceso democrático y, especialmente, en las escuelas.

A menudo encontramos un abismo entre los valores democráticos y lasprácticas educativas en muchos centros y escuelas. Se nos dice que laescuela fomenta la diversidad y, al mismo tiempo, se practica la sepa-ración del alumnado por niveles y capacidades. Se presta también unaescasa atención a la dimensión intercultural en las programaciones yprácticas escolares, aunque está adquiriendo importancia la enseñanza

de contenidos y valores democráticos, así como cuestiones de solidaridady convivencia con otras culturas, como es el caso de la integración en elcurriculum educativo español de la asignatura de “Educación para la ciu-dadanía y los Derechos Humanos”3.

Una verdadera educación democrática con enfoque intercultural debebasarse en el respeto a las identidades de cada grupo y partir del reco-nocimiento del valor de la cultura del otro. Esta orientación requiereque las diversas culturas entren en contacto y se conozcan para podersuperar las percepciones y certezas previas. En lo concreto de mi expe-riencia pude comprender que cuando el punto de partida se sitúa en laconvivencia y el respeto es fácil generar complicidades y relaciones de




El proyecto y programaeducativos deben estarabiertos a una revisiónconstante, ya que larealidad social y lasdiferentes percepcionesque tenemosde ella tambiénestán cambiandocontinuamente

La crecienteheterogeneidady complejidad denuestras sociedadesactuales planteanuevos desafíos ala hora de construirmarcos de actuaciónque trabajen por

la igualdad, perorespetando y valorandolas diferencias

236

Todas las personas que forman parte de la comunidad educativa tienenderecho a participar en los órganos y procesos de toma de decisiones.Es importante que los miembros de otras culturas puedan sentirse for-mando parte de un proyecto que ellos mismos están contribuyendo aconstruir. La comunidad educativa está formada no sólo por profesoresy alumnos, sino también por familiares, personal no docente del centroescolar, activistas y miembros de la comunidad más amplia.

Esta participación tiene que ser real y no solamente simbólica e implicar atoda la comunidad educativa en cada fase del proceso y en cada ámbitode la escuela. La fase previa de investigación, análisis y diagnóstico parala elaboración compartida del contenido y curriculum educativos, debeincluir asimismo una negociación entre los miembros de la comunidadeducativa en torno al proyecto de escuela y al aprendizaje que se quiereconseguir, de los objetivos que se pretenden alcanzar y de las normasque guiarán el proceso. El proyecto y programa educativos no se puedenimprovisar sobre la marcha, aunque sí deben estar abiertos a una revisiónconstante, ya que la realidad social y las diferentes percepciones que

tenemos de ella también están cambiando continuamente.

CONCLUSIONES

La creciente heterogeneidad y complejidad de nuestras sociedades actua-les plantea nuevos desafíos a la hora de construir marcos de actuaciónque trabajen por la igualdad, pero respetando y valorando las diferencias.

Como se ha planteado, los procesos de desarrollo comunitario educati-vos integrales se constituyen como un eje de trabajo fundamental para:

favorecer el reconocimiento y valorización de la cultura del1) otro porparte de la sociedad de acogida, superando prejuicios, distorsionesy/o generalizaciones previasposibilitar dinámicas en las que el diálogo y la comunicación se cons-2)tituyan en la base para la convivencia intercultural y el reconocimien-to mutuo. A través de estas dinámicas se generan nuevos significadoscolectivos y se potencia la construcción de una definición amplia delnosotros, así como una nueva identidad compartida que incluya lasidentidades particularesgenerar nuevos modelos de participación democrática que favorez-3)can la construcción colectiva de un determinado proyecto comúnde transformación. Es importante que, a través de una participacióninformada y crítica, todos los miembros de la comunidad podamos

intervenir en la vida pública y en el proceso de toma de decisiones

Asimismo, la democratización de los centros escolares debe hacerse a travésde la apertura de los órganos de decisión a toda la comunidad educativa yla construcción de un curriculum compartido. Si consideramos que todaslas personas de la comunidad tienen algo que aportar entonces se debetrabajar en la promoción y valoración de las habilidades y conocimientosque las personas de diferentes culturas tienen, para que se visibilicen y seanreconocidas como sujetos de conocimiento. Si esto va acompañado de laapertura a la participación y el diálogo en los órganos de decisión, entoncespodemos decir que se les potencia como sujetos de acción.



237ELENA TORREMOCHA

Cuando se reconoce a los miembros de otras culturas como expertosvivenciales y como agentes comunitarios, se establecen las bases paragenerar dinámicas que incorporen a estos sujetos como protagonistas desu vida cotidiana, participando de manera igualitaria en la construccióny reconstrucción de proyectos comunes junto a otros miembros de lacomunidad. De esta manera, aumenta su implicación, su responsabilidady su sentimiento de pertenencia, sin que por ello tengan que renunciar alderecho a ser diferentes.


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239

1. La reó de la Aracaía e úa alr de Chle y cye el err-r aceral del ebl ache.La acaldad de ea reó eble eederla al are de ahra de relace erécaarcada r a clara aería deder.

Mario Samaniego

Filósofo, Universidad Católica de Temuco, Chile

[email protected]

El “afuEra” dEl Espacio intErcultural como topos

dE la ExpEriEncia intErcultural

Aalzar l eac arclad, crad y decrad, eecer cdada y rce de veacó read al lrde la erclralzacó de la relace cale, e el áb écrcalee, cye el bjev de ea ccacó. Eecí-caee, el aál e cera e la cdce y rlía qel eac ada rechaza ara reder al reccee cló de la da erecva qe haba errr (eccre, la Reó de la Aracaía, Chle1); e decr, c qé ecra cad e bca eac úblc líc de dál- “ara la erclraldad”. El aál e elabra a arr de l

hallaz eerad e d rce de veacó y ece-r razad r ebr de la cedad cvl qe reve lacvveca erclral. La veace e ha cerad e larelace cale ere erea rvada y cdade díea,y e rce de lacacó cal ara el dearrll lcal e err-r c ra blacó díea; e e, e l rce de erac-có dcad, clye la erea rvada, el ber ceral, lber lcale y la cedad cvl, e la qe e rae deacarla reeca y rl de la cdade y razace díea. Eee arc, e decrbrá la edlía deñada e leea-da de cara a la ceccó de eac y eereca erclrale,aí c bldade y lace.

D la hóe a dearrllar: E rer lar, el é de eacrerad ara el ecer erclral deede de la cdcercedeale y eelóca bre la qe e ere, aí c dela eeca de lrar acerd areav ere l acre qeae el eac. E era eereca, la erclraldad cdál y aredzaje ere dver e ce de ldardad yrecrcdad, eere c ayre bldade e el más allá del líede l eac qe cra la caldade ecóca, ce-íca y líca vee; e decr, la rareó de l rcedeécc y cale y de l e eéc y éc-líc, qecra a rr l eac d, arecera er a de la clave

Los hallazgos que han permitido

la elaboración de esta comunica-

ción son producto del proyecto de

investigación “Estudio sobre las

Relaciones entre Proyecto Social,

Indicadores de Desarrollo Sustentable

y Desarrollo Humano y Contextos

Locales en la Región de la Araucanía",

financiado por la Dirección General

de Investigación de la Universidad

Católica de Temuco, Proyecto DGIP

UC Temuco Nº 2006-1-01. Esta comu-

nicación no hubiera sido posible sin

la colaboración de los colegas Dra.

Noelia Carrasco, Dra. Teresa Durán y

Dr. Álvaro Bello, todos ellos acadé-

micos de la Universidad Católica de

Temuco.



EL “AfuERA” DEL EspACio intERCuLtuRAL Como topos DE LA ExpERiEnCiA intERCuLtuRAL

La eraeaedlócadeñada de cara allr de eerecay/ eacerclrale aecada r ldv écc ecale qe lacre arcae e

l eac acarreac

240

ara la eereca de la erclraldad. nera ee hóe ereere al hech de qe la eraea edlóca deñada de caraal lr de eereca y/ eac erclrale aecada r ldv écc e cale qe l acre arcae e leac acarrea c.

DESCRIPCIÓN DE PROYECTOS Y APROXIMACIONESMETODOLÓGICAS

A cacó e decrbe l ryec de veacó bje de aál- y edlía, razad r de acre arcae.

Empresas forestales y comunidades indígenas

Ee ryec e dearrlla e el ce de alcacó de la de-ada “plíca de Bea Vecdad”, qe la erea reale eá

deñad e leead e la Reó de la Aracaía, e ede erar zar l clc qe aee rcalee c vec díea. Ea acó habla de ecer ereryec de dearrll y racaldade dvera qe earía blada eedere, aceare y crear cdce ara qe ab ea e-able. E ca crar, e rbable qe el ec erearal decle,y qe la cdade erda aú á a dedad éca c arrae la era y errraldad.

L bjev de ee ryec bca, e rer lar, decrbr y aa-lzar el el de dearrll re r el mofin (mdel frealierclral), e el arc de l reeree e ac cclrale

lcad, clyed e ell l relav a la eó de l recrarale y la arcacó de l cee clrale; e edlar, reccer y dcr arcavaee el ecal del mofinreec de la bldad de dearrllar relace erclrale a la lzde la lía de cdade y de dcadre de dearrll, -arc-laree el dearrll ha éc- hy dble. La varablecerale bje de aál ería: a) t de cdade: la c-dade ache rece dereca, deeded de hra, de re errral, de l rce de ervecó, y r acre. b)Derecacó ere del de ervecó dede la erea re-ale, cderad la da arace reee e el ceacal. c) u del cce clral, ya qe ée va adqred ev ea, qe le ere eablecer eva relace c el

cce clral ccdeal. d) maeace deara aela rea de la erea reale, y crae bervablee l acre de cdad, y e) facre qe acla y/ de laleeacó del mofin. La crredee eraea edló-ca ha d la ee: aál de dcr cale, lícy eórc–clrale bre el edabee y la relace eréca, rce erác (bervacó y dál) e cdade qe hacad la leeacó del mofin e crdacó c la ereareal, y la de rabaj arcav ara la decacó y dcóde la rcale varable lcada e la leeacó del mofin,dede la eereca de la cdade y de la erea real. E



La rea deveacó aóa ccer córear ea eódede deva ceíc cal,ed bjeveeral creder laeó eee erela lóca qe ea

la crccó de ldcadre cale,aí c , y lalóca a ravé de lacale e errea y/rede al acde aqélla, r arede l acre caledede reecvce de vda

241

mARio sAmAniEgo

2. “Ed bre la relace ereryec cal, dcadre dedearrll ha y eabley ce lcale e la ix Reóde la Aracaía”, acad r lauverdad Caólca de tec.

decr, la rea cela el dearrll de rce de vea-có erác–arcav y aalíc, clyed el dearrll derce de bervacó arcae, de dál y de clabracó cla cdade a rabajar, aí c de aál del cj de varablede rer y ed rad qe eda err adar a vó áceíca y, r a, calee eble bre la relace erecdade ache y erea reale. para l aerr, e ha r-e cderar la clejdad qe hy ae la errelacó erevarable ale c breza ache, ae de eereca c elcee erclral, aí c a cera eló de erecvade dearrll edóe y eóe dervada del ve díea eChle y e Aérca Laa.

Gobiernos local y central, y sociedad civil

Ee ed ryec2 cye eerz r vclar y ccardcla (arlía, lía, ecía y clía) recada

r aec relav al cae cal y dáca ra-zava de la cedad. E ccre, ea veacó ha daad e lrce de crccó de l ryec cale a arr de la erac-có ere l dv cale y l aar cclrale.se ea qe l dv cale e arcla y ea aarr de l dcadre e a re ara valrar y rearla a de dece. El aar cal, r are, eería adáca erdeedee, cdcada r la vó cal qeryeca la crccó cal dede l aráer qe l dcadreeablece, y dede l eree qe eere de l r celcale. La rea de veacó aó a ccer có rearea eó dede de va ceíc cal, ed bjev

eeral creder la eó eee ere la lóca qe ea lacrccó de l dcadre cale, aí c , y la lóca aravé de la cale e errea y/ rede al ac de aqélla, rare de l acre cale dede reecv ce de vda.

para abrdar ea eáca e dearrllar d eraea edló-ca. E rer lar, ara daar y creder l dae ylóca qe byace a la crccó de dcadre, e r lzara erecva decrcva. E ed lar, reec del a-ar cal, e crró el de a edlía eráca qeerera rerar el ed cú qe ccbe e errea la realda-de delada r l dcadre. para l eec de la ccacó, cerare e la eda eraea r er la qe eá drda

a erear la eáca qe cvca: la edlía eráca,abcada a develar có l ce lcale e vcla c la ree-e cale y líca cra e la lóca de l dcadre.

Dede la arlía del dearrll e re el ejercc de la e-raía cal c éd qe: a) describe acre, ce,arc cceale de reereca y, b) interpreta la relacó ere é.Dede ea erecva, ería ble deñar y alcar eraea qedeqe, decrba e erree la relace ere cceeecalzad, ed cú e dcadre de dearrll. De acerd aEcbar (1998), la eraía debe baare ece e el eae de la




3. El ecer realzad e la r-era eaa de eebre de2008, e razad r la RedCdadaa Chle paí mlclral yla uverdad Caólca de tec

242

ecace lcale bre la cdce qe va á allá del ryec- de dearrll y de la ace ccrea. E ea veacó, ealcó ea erecva e el eae de la relace ere el dcadrc crc drd dede el cce eecalzad haca eled cú. se eó r á allá de ace ccrea y dc-r l rce de crccó cceal del dearrll a ravé del del de dearrll ha y dearrll eable. Dede ee de va, l dcadre de dearrll cría l ecaa ravé de l cale el del cara la realdad, hacéde are deella y erad dreccadaee haca a aldad ívca.

Ea ereó de la eraía ceráea, llaada eraía -cal (Ecbar, 1996), rbleaza la arcacó del cceceíc e la crccó de l rce de dearrll. Del d, cea el rl del ceíc y qehacer, a arr de l ra-de raca de l del de ceracó y raereca eclóca.s alcacó eó ece adar a có reec de lareacó y la edlía lzada ara cdcr rce de dea-

rrll. La bae dceal de a có e a ereó bjeva-da del cce qe rdce ra de cceca cal , formatos para que la gente se comprenda a sí misma y comprenda sus problemas.La reacó edlóca decra, eró reccer l del delacacó y decbrr la aera e qe la rácca del dearrll -ye ra de ver y hacer.

Actores de la Sociedad Civil

pr úl reeñare breveee elee qe era rec-rr la reace y dáca de ecer cdada cerad

y read a la cvveca erclral

3

. E el ecer arcardree de razace y ard líc díea de d- aíe de Aérca Laa, adeá de acadéc, car delEad, ara y ere clrale, ere r acre. El ecerreedía, a ravé de dál razad e r a re ea eá-ca, ecrar vía y eca c el bjev de erclralzar lacvveca cdadaa.

La rera ea v c bjev debar e r a la relacó erecdadaía, dverdad e erclraldad. La rea qe rearel debae, ared de la rea de qe e Chle la dverdad clral,la erclraldad y el carácer lclral ha d ceeeereccd, er la ee: ¿E ble ear e a cdadaía

da baada e la erclraldad y el ree a la dereca?, ¿qée l qe ala ara lrarl?, ¿qé bácl (reeca, rejc,ere) ee y có e ede rear?, ¿qé area y acce edebe ereder?, ¿cále l acre clave e ee rce?

La eda ea debaó bre l alcace de la erclraldad e eláb cecóc. La cvveca erclral ól vlcra elcarácer clral de la relace, de ella e derva abé ra devda qe bca eeder la relacó c l aeral, c l recrarale y el ed abee, c la ecía y la ra de rdc-có. La erelace er: ¿Cál e el are de la dverdad y de

El ecer reedía,a ravé de dálrazad er a re eaeáca, ecrarvía y ecac el bjev deerclralzar lacvveca cdadaa



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4. E er ca, la relace er-clrale, relace re-eórca,relace e qe eh de ddver e vcla dalócaeec a dcó de aerra yrecreacó.

la erclraldad e el áb de la ecía?, ¿qé ac ee laerclraldad e el áb rdcv, e la relace cale y el vícl qe eablece la era c el errr y recr?,¿e ede ear e del alerav de dearrll baad e laerclraldad?, ¿có e ede erear e del al ercady l rce lbale?

El úl de l debae aalzó l aec rav, leale y jríd-c de a cdadaía erclral. ua cedad dvera y lclralqe ara a la crccó de a cdadaía erclral debe bcarl arrel ecear ara relar la relace ere d r,da clra y ra de vda. u arc rav baad e ladverdad y la dereca clrale debera bcar e rer lar elrecce de dedade y ledad de la dereca ara leear a cedad dde ea dereca ea cva de derecheecíc. Aí e ceó bre ¿e ble lrar recce- de la dereca y la dverdad e ce de aldad?, ¿cál eel arc jrídc qe reqere er aí ara avazar e ea area?,

¿cál e el are de l derech díea y del arc jrídc er-acal a ee rce?, ¿qé áb debera er bje de eréde ev arc jrídc? y ¿qé acre rrar de la dverdadreqere hy de arc jrídc adecad?

SOBRE LOS LÍMITES DE LA INVESTIGACIÓNINTERCULTURAL

se ae qe l deñ reeñad c aerrdad, adecad al bjev qe la veace y dál ere. s ebar,e ecear reare dede a erecva á eeral, qé e re-

ede c la veacó erclral y/ bre l erclral, adeáde abere ad e ala erecva eórca y líca reec del qe ea la relace erclrale4. Der del abac de blereea, decare re qe de alú d rereea dvercae eelóc, éc y líc reec del ac de ccer. E rer lar, la á cláca y cheree c ea- eelóc reala de la ceca, dcaría qe la verdad bjeva yrahórca e la ea a lrar. tradcd a era eáca, dríaqe c la edlía crredee a ee eqe eeló-c, e ede dar cea rraee de la acó líca, ecóca,cal, ec., de la relace ere r clralee derecad.Clar eá, qe el aál de l relad adqrrá cacó arael veadr, y ecearaee ara l vead. E ee ca

hablaría de veacó e ce de dverdad cal y clral.ua eda rea, dcaría qe á qe drre al ccebjev de aqell qe erea de la alerdad, la veacó debe-ría creder la erbjevdad crada e la raa de relaceere r dver. E ee ca, a la lz de era eereca, edría arar qe la veacó ede creder la racaldad deje y acre, e decar la dclade y líe de a erbjevdad crda erclralee. pr úl, la aldad de laveacó, ce e ear relace erclrale, debédeara ell eerar cce erclral e a c-crccó deeva dcrvdad y aerra a eva ra, l relad baae

ua cedad dveray lclral qeara a la crccóde a cdadaíaerclral debebcar l arrelecear ara relarla relace ered r,da clra y

ra de vda




5. Debd a la hra de dacóvvda r la cdade díe-a, la crccó de dedad yadqcó de derech, cyeel deaí rrar ara éa, reca del dearrll de relaceerclrale.

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e a. Evdeeee, la d úla reea dría ercrcada e ea ceíc, er ea rbleáca la dejare delad r rblea de eac, a cad ee ch qe decr brela erclraldad de cce, deó hy y relevae y re-ee ara eeder al e la relace eréca. Al cj deea reea la dearía veacó erclral.

¿pr qé ea reea? sbre d, ¿có jcar e reladc aleadre? Recrde qe ral y elícaee, d lacre arcae y la bae écca y adrava de l rcedecr, dca qe de l bjev cerale qe bca eda-e la relace y la veacó, e erclralzar la a relac-e, el eac úblc y la a caldad. Recrda e,rqe aradjalee la lóca y erace de la cal-dad úblca (ber ceral y lcal), rvada (erea rvada) y a-bé éca, la qe ede cr bácl ara l rce deerclralzacó, adeá de cdr e l rce de veacó,reádl a aclar racó relava a l qe he dead

veacó e ce de dverdad cal y clral. La razó el-cava de l aerr, ree e el la edlóc, a caarqe c edeca rcal de la caldad ceíca y líca,la elabracó de verdade derable bre la bae de la lee-acó de éd héc dedcv, dclaría la eraccó jade ea lóca c la lóca qe daea la vda cal aadadede la hra cealzada y la relevdad ra de l acrecale. L decr ería ereó edlóca de l d acreercrale (rcedeal ral y eclzacó de la vdacal) qe edre á adelae, y qe e era ó dcl-aría la ceccó de l bjev de la veacó erclral. Del d, e ha dd evdecar, qe r are de la cdade

díea, ee de rce e cye e eac y rdadde revdcacó y ralece de ryec e dedad éca,-acd ecearaee erclral5-, acó creble a la lzdel de relace eréca qe hórcaee ha vvd.

Dearrlle la arace relava a l acre ercrale eña-lad. s e acea qe la radcó lberal cra la rcal arzclíca de la derdad, delead dede la acal ca-ldad la ía de la cedad chlea, erá rbleác ararqe la dcó ere l úblc y l rvad e eje aalíc y eí-rc ara deerañar el deevlve cal y la bldadede cdadaía. L úblc c l cú a d l cdada eabrdad dede la eraldad y la heedad ral, aerad r

el derech y c reee de jca. L rvad e cab, c-ría el eac e qe e ea la deree arace c qe ldvd e de ae la vda, y cra la ccece debe y elcdad. De ee d, l úblc dría acar y eerrzarla radce vale arraada e deerad errr. Dedel úblc, arecera craee qe la vda eá r hacere (vdac ryec cal der crad dede l cú), y qe eehacere ól e ble e ala el carácer val c qe e re ld háb y radce qe ha dad y da de ed e h-ra a dvd y r, crad el h y dae de ladverdad e aeace.

s e acea qela radcó lberalcra la rcalarz clícade la derdad,delead dede laacal caldadla ía de lacedad chlea, erá rbleác

arar qe ladcó ere lúblc y l rvade eje aalícy eírc aradeerañar eldeevlvecal y labldade decdadaía



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La ra deóercral reeee la cearcae, qe eedecva racade cara a la bldad bldad deeerar cceerclral, e laeccacó de la

vda cal, la qee cj c elrcedeal,cra arazóqe dcla laeereca de vcerveee de vdadvera eecal ehórcaee ada

La radcó de l úblc e la radcó lberal y rcedealral y neutral , erea éca y lócaee la caldad de lea ceíc y líc, aca ecarada de lear y a-car l rce de veacó, crcaca éa qe hace qe lacdce cale ara la eeracó de cce, arqe dedeel c de l rce reeree qe ede llear a acar clíe. Rawl (1998) e a rereeae del lberal, crye del de ce ara abrdar la realdad del lral, del qee cye bre la dea de la razó úblca; e e, el de la razóe el eac úblc. para l cdada, erá raze úblca la qebca el be úblc, ea, l qe debería er be ara d, ee, l j. Jca qe dría dar baae de la lraldad de raz-e y ccece de be; aqella e la qe l be ól l e araal, bre la bae de raze arclare qe r e dvdarcla al err de la cedad cvl. E ea acó e edebvar la ee errae, ¿có caar la raze úblcay rvada? La reea de Rawl ce e arazar a ley acrdea l qe ee la ayría de l cdada, qe debería a vez re-

ear a la ría. pr a, l qe e bca e lrar ce aarr de la raze úblca, qe eé r eca de l aareee e la ccece cvle del be. para la radcó lberal ldecv la araía rcedeale de crer ral de j-ca qe era ce líc e cedade lrale. El lberalde ee d, rechazaría la ee cale de vda c ee deardad rava. C cececa, la erclraldad eevale ara la eraccó cal, ecera dclade ara ereóy aeralzacó.

La ra deó ercral reee e la ce arcae,qe ee decva raca de cara a la bldad bldad de

eerar cce erclral, e la eccacó de la vda cal,la qe e cj c el rcedeal, cra arazóqe dcla la eereca de vce rveee de vda dvera e-ecal e hórcaee ada. La raracó ceíc éccaqe vv, ha e a dcó de hbre y jere a ca-dad de ed jaá ñada, er l e rrevaee e ha dredced a ráccaee , deerad del de vda y deryec cal (Ared, 1987). De ee d, e aará e ececa(e eecal, e la relace ecceíca qe e eablece c eler) reec de al, qe ed arclar (deerada cce-có de vda) e veralza, erdéde c ell, el ed, derechy ecaldade de la dverdad cclral e dvdaldade.ialee e ede rdcr a alacó de ed y e, e

e, qe l ed e cya e e y r a, qe la de-ó éc-bólca qe rea ecalee la accó, qedeedada a la lóca y e cr e el ed. pr úl, e eárdced creceeee a azacó del dearrll ec-lóc, al qe alee e acda l ed (Eeberría, 2007).E á, la razace e clejza e ralece y de der, e la edda e qe crra eclía la cale hay bldad de clejzacó, déde dar la acó de qeacre, ce, rce, y cce de la razace, qedeedada a l reqere de la eclía, arclaree lade ed rde.




6. C e qere decr, qe eca de qe l erclral qeraer realzad, l rcede yrdc cv qe ee lace qe dreca dreca-ee arca e l rce, ldelaza y eerrza.

246

E ee ead de acó, la leeacó de la eraea ed-lóca e ve aecada r la reace qe dee la deeercral y razacal (deedee de la rera e ra edda)ravae e l eac de veacó. mayree, la cdecaécca y líca reqere car c racó cclral del c-e de dverdad cclral e ed, c reqere de reeree eelóc y edlóc, la qe e rceada edaecrer ecaaee erclrale6. C e e lra ecaca dede el de va de l qe eablece y bca la bae y rcedede l ryec, aí c abé reec de l eree de alarcae: araer recr ara ryec de dearrll, jcar y hacereable ryec arclare, revdcar dedade, ec. s la ve-acó e cab, ede a eerar cce y cdce ara laeeracó del dál erclral, dría dcar clave razac-ale, eelóca y edlóca qe caracerzaría y arclaríal eac y dál eree. Dad qe, al c e ha adelaa-d, la eereca erclral eere de la a de la rareó de lrcede líc y écc calzad, e ede ree-

ar l ee eje-rea ara dcó.

CAMINANDO HACIA LA INVESTIGACIÓNINTERCULTURAL

u eac erclral, c rdc de la eraccó ere je yr qe rce a dáca ara la eereca erclral, debecre dede el lral, y a ravé del dál y la aeca de aaeda redeerada, crar el ree ara la eacóde cdadaía dada e d de la vda qe dala ere í.

H. Ared, aea r dál c der, eedd c caacdadde car rce ev e el d, r de la erbjevdad, deldál qe e reccer la eecal lraldad haa c c-dcó del dál, de la aldad de l d qe e l qe byaceal derech de d a rare e dereca y arar de ee d dedad. Ee ería el úc der qe e verdad e arere, elqe re de la erbjevdad dalae, der eaad del dee deqerer vvr j. (Ecrbar, 2006) “Vvr e d real y dalar cer eejae , e eeca, a y la a ca” (Ared, 1997)C e, el dál e reea c el ra dazadr ara la ercl-ralzacó de l eac, dál qe ed a fre Beacr(2003), e dearrlla dede la erecva eecale e hórca del dalae. El dál da la bldad de erar e cac c

r hbre y jere, de carr el d de la vveca y hacerdel eac de la erclraldad el d de ecer c el “r”dede r ear e el d. Dál qe ee c crrela lacdcó lóca y ácca de la realdad, la qe c ced ree-recal de la verdad, ca e ede er úca y abraca, lral,cvvecal, erbjeva y raáca, e rede a a clejadverdad de eree y e, qe debe er cclad y acrdad ra e cleja dverdad de acre cale. L ced deldál erclral y la eereca erclral e dearrlla rcal-ee á r la vía del cac ere la clra, de la derecay ebldad haca el r, qe r l rce ccv qe ee

u eacerclral, crdc de laeraccó ereje y r qerce a dácaara la eerecaerclral, debecre dedeel lral, y a

ravé del dály la aecade a aedaredeerada,crar elree arala eacó decdadaía dadae d de la vdaqe dala ere í




7. s be e cer qe deeradaedlía rca ara deerad de cce-, r ejel la edlíaarcava rcra a ayrvlcracó de l arcaedede bjevdad qe l deñdecrv ead y rceaddede la eadíca, e lcaecearaee qe e la éccay éd je el lr de

la ea clíca de la ve-acó.

8. ua racaldad, -véae iEsE ytb. Interculturalidad: un desafío, La: Caaa, , 1994.-, e a ae-ra de rereear y cdcar, eú rde lóc, l elee qeblza la vveca de la realdadqe ee r ara hacerlacreble. Y rde lóc, ela aera arclar c la errde leaje e relaca ere íla are qe ce l e-cad y la rce.

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caldad éca bla a ercabar e e r a eqe ya eá deerad. Y aqí radca e era ó el radeaí ara la veacó erclral: la ceca e hech calcalzad, có rceder ara acceder a la vda de l e-d dede l qe e delea la cvveca ere erreace,eeded qe la erreacó e la edacó hórca del ed.Có hacer veacó a arr de la eó ere có dedv cale y ed re-eórc; dch de r d,có acceder y ecar aqell qe la caldad eerrza rca ede valzar, dad qe ra recree el de; có la arcacó de l d de la vda e rcede veacó, qeda e úl ér edad a l e-rav éc qe rdea la cdcó cal de la veacó.

A d de ccló, eede qe la deó edlóca e la qe reraee eraa el lr de l bjev qe ere la veacó erclral. n l éd y écca lqe caalee rdce deerad cce r7; r el

crar, el ed de (ara qé vea) y la decra-zacó de eó y relad (ara qé vea), cyela clave de é reec de la aeralzacó de la veacóerclral. L decv ce e eer cceca del ed qeqere dar a l relad, y caacdad ara ear l rceedlóc de aera arcava. La veacó erclraleere e la edda e qe el ce cal e qe e lleva acab l rca. E cececa, l eerz ara qe ee deveacó ea hech, aa r ecar la cdce e-dlóca, er bre d adrava y razacale qe vaa lr e el rce veav. o ea, e el deñ edlóc,er eecalee e l ér de reereca, e jea er dea-

í. Ee dál y ecacó ere acre, ería ya e í ejercc e r de la veacó erclral, qe adeá, ealú rad rede a la erclralzacó de la caldad, rca la ecacó ere racaldade8 dvera (la qe eeqe er eclvaee éca) ede erelar el líe dede el calea y acúa a có. La ea r a, ce e raladarla cdce del afuera c eac rvlead ara la vea-có erclral, -eac dde la eqa e raa e la relacecara a cara ere acre, dde la eraía aralza l de yclc, dde e vlza l d eh e je qeady alad el hrze de bldad de cada de ell-, al adentro del eac cal qe ace el rce de veacó.


AREnDt, Haah. L orígenes del totalitarismo. madrd: AlazaEdral, 1987.

– ¿Qué es política?. Barcela: padó, 1997. p.52

EsCoBAR, Arr. La invención del tercer mundo. Construcción y deconstrucción del desarrollo. saa fé de Bá: gr Edralnra, 1996

Y aqí radca eera ó elra deaí arala veacóerclral: la ceca e hech calcalzad,có rceder araacceder a la vda

de l ed dedel qe e deleala cvveca ereerreace,eeded qe laerreacó e laedacó hórca deled



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mARio sAmAniEgo

– (1998) “Arlía y Dearrll”. Revista Internacional de CienciasSociales. unEsCo. (E líea) (Cla vebre de 1999) h://www.ec.r/j/rc154/ecbara.hl.

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Se aa e nancava el gobenoalano qe acla alos jvenes asa naño en el eanjeo,noalene en asesen esaollo, aaoece s acacnen na cona e

acoga

Silvia Barbotto

Doctoranda en Comunicación Interdisciplinar. Universidad de Valencia

[email protected]

El SErvicio civil NacioNal voluNtario como prácticadE iNvEStigacióN iNtErcultural: ExpEriENciaS,dificultadES, NEcESidadES

INTERCULTURALIDAD Y PARTICIPACIÓN

Ese aclo se oone aa el ea e la neclala ese naaoacn nesclnaa qe ncle asecos concavos anoolgcos, as coo secos socolgcos. El logo e na ne-clala conaa, acava eocca, anqe s alcanceoal sea na esece e oa, se basa en na concacn el soo. La esaega o lo ano, lca la geneacn o el nceeno eesaco-oenos e habla, e esccha, e necabo, e accn a-cava en los cales nevengan acoes socales e eene ogen ena (Gobeno, ONG’s, asocacones, colecvos, esonas acla-

es, ec.)El abajo es elaconao con la eeenca eaeoal el SevcoCvl Naconal Volnao (SCNV) en el eanjeo. Se aa e na nca-va el gobeno alano qe acla a los jvenes asa n año en eleanjeo, noalene en ases en esaollo, aa oece s ac-acn en na cona e acoga.

A neso enene ha qe eleona sobe esa ncava en énose neclala s onaene e lo qe se ho hasa ahoa,o vaas aones: en e lga, oqe esos jvenes enen qeeala ane s esanca na nvesgacn oa esa eaaosaa el choqe clal, al qe noalene se enenan, aa qe e-

an oena aecaaene s oa accn acava. En segnolga, heos e se conscenes e la esonsabla oencalaqe esas esonas encean en ese o e eeenca: la oancae los sgncaos qe llevan consgo coo anssoes e la oacla, aa eleja lo s elene osble la eala e los hechos no oena os nnaos, aclaene cano, a la vela,e-ansen la oa cla al as e ogen. En ece lga, el esoebe aboase ese na esecva neclal oqe la nvesga-cn eva a la accn, es (o ebea esa) conca o úllesacoes ovenenes e vesas clas qe, o lo ano han e a-baja jnos, oeca aca en n conjno coonao e negao.



EL SErViCiO CiViL NACiONAL VOLuNtAriO COmO práCtiCA dE iNVEStiGACióN iNtErCuLturAL:ExpEriENCiAS, difiCuLtAdES, NECESidAdES

El SCN nace coosscn el sevcola. Ee senon sevco oblgaoo oseoeneas a se volnao.fe en 1972 cano,ane la esn eoganacones ola no volenca, se

oso la objecne concenca coocca alenava alsevco la

252

En las es eaas, enen n ol naenal las ONG qe hacen eeacn ene el Gobeno, los jvenes qe acúan las conaese acoga.

dveos nesa eoscn en es aes: en la ea encon-aeos na esccn e qé es el SCNV, as coo e s coneohsco, geogco olco; aboaeos el conceo e necl-ala la necesa e neaccn e úlles clas aa qe seogne. En la segna ae se escbe la eeenca e cao, ec-eno a ejelos eseccos e nvesgacn ss consecencas eneaccn con los acoes qe en ella se aan. Aboaeos asso,en esa ae el ael e la concacn s eseccaene, elceo, e la accn. En la ecea ae se oece na aa n ocos ala el SCNV ss oesas e nvesgacn, coo oooe acacn eocca aaa. un ane va ecao al aelel nvesgao s cooso éco. resla o lo ano n caocolejo en el cal eeencas, esaegas claes encenan nesaco e scsn.

¿QUÉ ES EL SCNV? Y ¿POR QUÉ RELACIONARLO CONLA INTERCULTURALIDAD Y LA INVESTIGACIÓN?

El SCN nace coo sscn el sevco la. Ee seno nsevco oblgaoo oseoene as a se volnao. fe en 1972cano, ane la esn e oganacones o la no volenca, se o-so la objecn e concenca coo cca alenava al sevco la.Esa alenava ono esl se ola solcaa o ae elos jvenes alanos, alcanano en 1999 la ca e 110.000 solces.La oa le qe lo egla elca s base éca, lanenolo “coo

ejecco al eecho e la lbea e ensaeno, e concenca eelgn, oonénose al eleo e las aas aa el logo e na soce-a eocca”.

En ao e 2001, el palaeno alano aob la le n.64 qe haceel SCN n sevco volnao, abeo a jvenes e 18 a 28 años.dane el e año solaene 181 esonas se acogeon a ese oe oesa, sn ebago el año sgene ascen eennaene a7.865 en 2003 se alcan la ca e 22.743 esonas. Los núeossgen ceceno e anea eeaaene sgncava, hasa llegaa se s e 40.000 jvenes o año, lo cal anesa la necesa eacacn acva en la socea en ss obleas.

Los secoes eeenes van ese la assenca a la sal, la anacn,la oocn clal o la negacn neclal. paa los jvenes qeecen eala s sevco en el eanjeo (slo n eqeño ocenaje:en 2006 slo 493 volnaos e los 45.890 nscos) la acacn es noco eene, es eben esa eaaos aa enenase al choqeclal eben se caaces e solcona cesones colejas. En esecaso, el escenao vaa ese la cooeacn al esaollo, al aoo ensacones e os-conlco, o la leenacn e so esonsa-ble abajos abenales.



253SiLViA BArBOttO

Neso neésse cena en lasesonas ecaenelcaas,conseaas coooanes ecsossblcos, caacese esablece enesa nvel ansnaconal.En ese seno,

eneneos el SCNVcoo na ccaneclal acava

En ese o enecabos laneclala oaoa coneno:inter sgnca ene,

ene os o senaes, cosas,alabas, esonas.La eogava aaqe se consa elentre es la aacne la lca ollca sseacn

A esa e se el gobeno el ooo ncal e esa esaega - snona aq en lo qe eso lca- oos agenes e nscones jegan n ael naenal en cha oganacn e nevencn: eneoos acan asocacones alanas eanjeas, enes conales-o-vncales ONG’s. Sn ebago, neso neés se cena en las esonasecaene lcaas, conseaas coo oanes ecsos sb-lcos, caaces e esablece enes a nvel ansnaconal. En ese seno,eneneos el SCNV coo na cca neclal acava.

Ese eo, sgeno la lnea e anlss nvesgacn-acava, seoca e co vven el se nganes las esonas qe, ejan s hoga,aa a oos ases a nvesga abaja; es ec, co se enenanal choqe clal, co se eaan a solcona las claes , sobeoo, en el lga e qén se onen. Seno el ljo ansnaconal caa ves nenso, cenaé ese aclo en la eeenca el SCNV coo nacca oencal e oocn acacn el éoo nvesgavo-a-cavo, oneno el ejelo e esos jvenes qe ane n año vvencoo los “oos” e nenan na al o la eenca qe lca

el se ognao e oo lga, el habe naco ceco con oos eeenesclales. Se aa e na enqeceoa osbla e eeenase a sso eno e n coneo eene, as coo e se n ecso acvoaa la oocn e oas clas al volve a s oo as; la consc-cn e na eocaca acava ola, o seso neclal,eqee e esas eeencas esaegas e negacn e nvesgacn.

En ese o e necabos la neclala oa oa coneno:inter sgnca ene, ene os o s enaes, cosas, alabas, eso-nas. La eogava aa qe se consa el entre es la aacn ela lca o llca s seacn; inter necesa la esencae os naes s conscn no lca la eclsn n e na n

e la oa, sno qe conse la base aa qe las os se elaconen.Enconaos ah el abajo o hace: avoece elacones hanas con-ceas, galaas, naenaas en la accn acava.

Nesa hess es qe las esonas qe se esecalan ane naño en na eeenca e cooeacn nenaconal en el eanjeo,esecalene en ases en esaollo, consen n gan ecso ela-conal. Al even esecalsas e la neclala, vva en énose nvesgacn concea, nclen en s sos nnas oencalaesesaégcas cbeno n ael naenal a nvel oal e noal,co aco. La nvesgacn ebe se ae e n oceso esonal,eo es abén ae e los ocesos e seleccn ogaacn elos enes o las asocacones lcaas.

Los oecos aenan consaneene según las necesaes. Losooes e la ncava een se esonas snglaes qe leenaneqeños oecos eno e n enono lao o ben oganaco-nes s escaas en el seno e na oblacn ao. La accnebe, en calqe caso, esa asocaa necesaaene a la nvesgacn, o lo ano, ebe alcana los objevos enos o los acoes l-caos. A connacn elcaé nos ejelos conceos, qe oceonane eeenca e SCNV en Basl.




dos esonas eeene ecacnclal qeneacúan, eca onecaene, anlga a na aléccaneclal qe esoane caaceacon eqa eaa

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INVESTIGACIÓN DE CAMPO Y RELACIONES PERSONALES

Un año de SCNV en la Baixada Fluminense

dane n año esve vveno abajano en la cona eJa pavea, dca e Caas, eea e ro e Janeo. m a-bajo esaba gesonao ese el CESC pojec e iala el poecoLuAr (ONG Basleña); Conné oecos a eeaos o oosvolnaos el año aneo, see acoañaa o esonas loca-les a eeas en el abajo. dane la esanca ve la osblae conoce chas esonas e eenes baos, abaja con ellas aa ellas, esablece elacones e asa e ona conana.

una ve ealaa la a e la esanca, caa volnao ena la oo-na e one en cca n oeco oo qe esonea ana necesa anesaa o ae e la oblacn. En el lga habana esece e ceno clal qe congegaba a nños aolescenes

a avés e acvaes eceavas-conscvas: oeca na alenavaa la calle a lo qe lcaba en cano a volenca esgo. paa lasaes haba ocas acvaes caa a eclaaban la volna elcase abén ellas. Solcaban, ane oo, algo elaconao conel ceo, con el oveno. Conseano las necesaes genes,los ganes obleas e alenacn, sal e egaacn scaesene en los habanes e la ona, se ens en ogana n go-esés llaao “maes e oveno”- qe se cenaa en esecao e anea acva. Ese go ee a enconase es veceso seana. Se ealaban acvaes scas aa la ejoa el ceo se convocaban eeos qe aasen eas conseaos oan-es o ellas. Esa oesa e na ene las chas oganaas

esés e na nvesgacn conjna, ene los colaboaoes laoblacn neesaa.

Comunicación y contacto intercultural en la construcción delcuerpo social

dos esonas e eene ecacn clal qe neacúan ec-a o necaene, an lga a na alécca neclal qe esoane caacea con eqa eaa. Hablaos e éoonvesgacn-accn acava cano, anes e la nevencn,se eala na nvesgacn en ona e lo qe se va a hace cano la nevencn no es el n en s so sno qe se el

eslao e aqella elacn evaene ceaa. Sobe oo no sesleene n hace o ae el no aa el “oo”, sno qe con-ss en n eso na accn ealaa en conjno.

En ese no es necesao, aa ensa las elacones necla-les, noc n ane sobe el conceo e ceo s sncnene ceo nval socal. En el oeno en qe n ceoclal, aes e nval se econoce abén socal (eno ena socea con úlles clas), eege la neclala. Losocesos e conoceno e sgncacn el nvo coo noso, lcan conna-sconna, as-enlaces, son




El señoenoenolgco sveaa coene lasvvencas analanolas caacescaseoconales saconales. Esnecesaa naac eca,la cal aena las

osblaes econen elacn,qe sone elesaollo e lacaaca neacvacon el “oo” aesavoece el eleo ela eacn

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Esa es la ac a con la cal se eben aboa no slo losoecos el SCNV, sno abén la va aa, en la oa cla,en el enono aaeneene s conoco: esla al ve s clesa na eala “oa” jso o la caaca e oa esa os-a eena, e ea, qe obseva la eala e na oa negal acane con n ojo nevo.

Ha chos nsenos qe een avoece la nvesgacn qeene el oso e escb, escb, enene o escocaalgnas accones-sgncaos eenecenes a lo neclal e caaeeenca. La naalea e la eala socal es coesa oencones ecléccas qe vaan según el coneo el as es, olo ano, ceaa o la neaccn hana. tabén en la naaleael se hano. Son los sees socales los qe esablecen sgncaos an seno ano al lengaje vebal coo al no vebal. po ello esoane anala ae e los scsos llevaos a cabo o oasesonas, la ae no vebal as coo ss cooaenos cos-bes. Las enevsas (oales e noales) son oanes ebo a

s cace vebal, scsvo elco: sn ebago, chos ooslengajes llevan sgncaos cncos o sblcos, s cles e a-c a neso oa.

toas las noacones sacaas a avés e la escocacn ellengaje esco, vebal no vebal, enen qe se eelaboaas elaaas eneno en cena qe, a esa e la oa e los aoselcaos o los enevsaos (cano los ha), el oo en qe seolan las egnas o las esecvas ese las cales se oan lasoos, nlen sobe el eslao obeno. El éoo el ocs goes neesane oqe aena las osblaes e elacn eneaccn. fnalene, es beno oa en cena na aoacn

hsca, qe e na ejo conealacn el aconecen-o qe se es vveno o el go con el qe se es elaconano.

El seño enoenolgco sve aa coene las vvencas anal-ano las caacescas eoconales saconales. Es necesaa naac eca, la cal aena las osblaes e conen ela-cn, qe sone el esaollo e la caaca neacva con el “oo” aes avoece el eleo e la eacn. La vsn e la eoaes sobe oo agca. En el ssea e sgncacones e acosneclales se neelaconan úlles coneones, enaes eencas, llevano a se veaes solaene las qe se encenanevencaas en el so coneo, en el ljo e las neacconessocales eo abén en obsevacones soscones.

paa qe haa concacn e neaccn neclal es necesaoensa en n ealengaje qe ea la a accn e losos lengajes en conaco, coo na oa e eva o ec los al-enenos: cano s ona es la ncoensn, s necesaaesla se la esenca e na conen qe ea neven ceanoeqvalencas, s qe eencas.

Aes e la eaacn, esoscn obsevacn, en el oen-o el conaco enan en jego el ceo los senenos.



257SiLViA BArBOttO

CONCLUSIONES

El objevo e ese aclo ha so lanea el SCNV coo n ejeloe cca e nvesgacn e la neclala. En ese seno lan-ea la necesa e aboalo a nvel acaéco aa oe eloa sncn, ona ss conenos ejoa ss oas. Se aboaonalgnos ejelos e s esa en cca e co anes e na accnneclal hace ala na nvesgacn el so o. paa qe haalcacn, es necesaa na oa e conscenca, n eso e las -claes las esaegas qe oan solcona las sas. El conaconeclal es noalene acoañao o la ngacn, ega-cn haca/ese eenes ases. paa avoece n conaco ealeneneclal es necesao ala la elacn a avés e nvesgacones accones aecaas. Las sas enen qe basase en la eocacaalcaa, en la aa clal, en la sensbla eca, en la con-cacn b- o llaeal. Nesa aea ha so lanea na e las nnasosblaes e concea esa aclacn gacas al ecso el SCNV:haa ala aenase con s ona en oas oalaes esa-

egas laas. Se aa sleene e oece na oesa caa enega la nvesgacn ola en el oceso neclal.


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Delgado, M., Dussel, E. et al. - La dinámica del contacto. Movilidad, encuentro y conflicto [2009]

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