Demarcaciones Políticas y Fábulas de Identidad-ponencia

13
PONENCIA PARA “EL GIRO ANIMAL”. BUENOS AIRES, AGOSTO DEL 2010. Demarcaciones políticas y fábulas de identidad Paola Cortes-Rocca San Francisco SU 1. Cinismos Me interesa el modo en que la ficción literaria más reciente, presenta y al mismo tiempo interviene en los modos de reconfiguración del vocabulario y el terreno de lo político. Voy a detenerme, entonces, en algunos aspectos de dos novelas, La virgen cabeza de Gabriela Cabezón Cámara (2009) y La boliviana, de Ricardo Strafacce (2008). Son relatos que toman como punto de partida uno de los efectos más visibles de la contradicción globalizadora: el flujo de capital e información y la fijación espacial de las desigualdades sociales y económicas. Al identificar como escenario privilegiado desde el cual producir una reflexión política contemporánea --la villa--, se trata de ficciones que problematizan al protagonista del discurso político: no parece tratarse del Estado que se sugiere ausente y en proceso de retirada, ni nociones clásicas de masa, pueblo, etc., ni siquiera parecen recuperar la figura más o menos orgánica del trabajador, el proletariado o el militante. 1

description

Demarcaciones Políticas y Fábulas de Identidad-ponencia

Transcript of Demarcaciones Políticas y Fábulas de Identidad-ponencia

Page 1: Demarcaciones Políticas y Fábulas de Identidad-ponencia

PONENCIA PARA “EL GIRO ANIMAL”. BUENOS AIRES, AGOSTO DEL 2010.Demarcaciones políticas y fábulas de identidad

Paola Cortes-Rocca

San Francisco SU

1. Cinismos

Me interesa el modo en que la ficción literaria más reciente, presenta y al mismo

tiempo interviene en los modos de reconfiguración del vocabulario y el terreno de lo

político. Voy a detenerme, entonces, en algunos aspectos de dos novelas, La virgen

cabeza de Gabriela Cabezón Cámara (2009) y La boliviana, de Ricardo Strafacce

(2008). Son relatos que toman como punto de partida uno de los efectos más

visibles de la contradicción globalizadora: el flujo de capital e información y la

fijación espacial de las desigualdades sociales y económicas. Al identificar como

escenario privilegiado desde el cual producir una reflexión política contemporánea

--la villa--, se trata de ficciones que problematizan al protagonista del discurso

político: no parece tratarse del Estado que se sugiere ausente y en proceso de

retirada, ni nociones clásicas de masa, pueblo, etc., ni siquiera parecen recuperar la

figura más o menos orgánica del trabajador, el proletariado o el militante.

Se trata de ficciones políticas que señalan no sólo la crisis de los relatos

nacionales, de los discursos de la militancia de los 70s, de los espejimos del

neoconservadurismo de las décadas siguientes, sino también, de las políticas

identitarias más recientes. Incluso problematizan el lugar del populismo tanto

como modelo de inteligibilidad como de modo de acción en la discusión

contemporánea sobre el campo político latinoamericano.

Son relatos que no celebran ninguna de las fábulas del neoliberalismo pero

tampoco se construyen como crítica, diatriba o injuria de esos núcleos. Por eso, creo

que son los verdaderos relatos cínicos de este fin de siglo: actúan una aceptación

1

Page 2: Demarcaciones Políticas y Fábulas de Identidad-ponencia

PONENCIA PARA “EL GIRO ANIMAL”. BUENOS AIRES, AGOSTO DEL 2010.perversa del estado de cosas y lo eyectan hacia el futuro, acentuándolo en su

aceleración. Con una voz socarrona, se esmeran por producir utopías incluso si

socarroamente postulan el movimiento irremediablemente expansivo de la periferia.

2. Canción animal

En La virgen cabeza, la comunidad villera de El Poso cría peces en un

estanque construido a tales efectos; En La boliviana, los habitantes del Barrio de

emergencia Las ranas, subsiste gracias a la ingesta de estos anfibios que se

reproducen en el riachuelo contaminado que bordea el barrio. Mi primera hipótesis

de lectura es un poco traída de los pelos, lo admito. Consiste en leer ambos relatos

en un diálogo por ejemplo con el texto de Rosas, Administración de estancias y demás

establecimientos pastoriles en la campaña de Buenos Aires o con Instrucción del

estanciero, de Hernández.

Y es que en estas ficciones de finales de la primera década del siglo, la cría de

animales es una suerte de regreso al modelo “agrícolo-ganadero” del siglo XIX, es

decir, una consideración de lo animal como mercancía, como parte del ahora

degradado circuito de producción y acumulación de capital antes agropecuario,

ahora pasado por agua. En aquellos textos decimonónicos, había un espacio que era

al mismo tiempo, una unidad económica, política y cultural la estancia y en estos

también: la villa. En esos textos, esa geografía era además una miniatura del espacio

nacional. En estas novelas también la villa es, pese a sus límites y alambrados, una

miniatura de la nación e incluso de la región. En ambos, las geografías producen

subjetividades, en un caso el estanciero y sus peones, en estos otros, los villeros y

sus líderes: una hermosa chica boliviana, en uno de los relatos y, en el otro, una

pareja conformada por Cleopatra, la travesti que habla con la virgen, y la periodista

que fue a cubrir el milagro y se transformó, gracias al milagro del amor, en su

2

Page 3: Demarcaciones Políticas y Fábulas de Identidad-ponencia

PONENCIA PARA “EL GIRO ANIMAL”. BUENOS AIRES, AGOSTO DEL 2010.amante y en la narradora de la historia, además de una exitosa letrista de la opera

cumbia que abre cada capítulo de la novela.

El núcleo de esa economía política y subjetiva que es la estancia es la vaca,

como mercancía por excelencia. Es la vida convertida mansamente en objeto,

aparece como por arte de magia, caída de los cielos o de la prosperidad de la tierra.

Es también la articulación visible entre el circuito del intercambio económico y el de

la vida, la reproducción y la muerte. La vaca subrayaba, ahondaba, especificaba todo

aquello que distinguía lo animal y lo humano. En ese régimen de signos y de

prácticas en el que se inscribía, la vaca era propiedad y el estanciero propietario; la

vaca era pesada y apacible obediencia, el arriero decisión y velocidad. Dotada de una

visión amplia dicen 360 grados, el animal no percibe lo que está arriba de su

cabeza; alineado a la máquina, el matarife y los martillos mecánicos del matadero, se

ubican precisamente ahí, en ese punto en el que coinciden la falta de percepción

bobina y el golpe donde el animal deja de ser vida para transformarse en bifes,

camperas de cuero y otros objetos de venta.

En la economía subjetiva y política de la villa, en el pasaje de la ganadería a la

piscicultura, no sólo se deja atrás un modo de producción. También se erosiona,

punto por punto, este conjuntos de diferencias que separaban el orden de lo animal

y el orden de lo humano. Santo Tomás explica que en el paraíso (el de Adán y Eva o

en el que vendrá luego con la resurrección de los cuerpos), ya no habrá necesidades

corporales. El momento de contacto con el orden de lo divino es justamente el que

se ahonda la diferencia ontológica entre lo humano y lo animal o, en lenguaje de

estancia, en el que se distinguen las vacas y los cristianos. En La Virgen Cabeza,

ocurre todo lo contrario. Cleopatra, la travesti que habla con la virgen, explica que la

santa madre le dijo que deben ser pescadores, como los apóstoles. Así deciden criar

carpas porque, como ellos, no tienen un régimen de alimentación ligado a la

propiedad de la tierra: “cualquier porquería comen, lo que comíamos nosotros le

tirábamos, pancho, choripán y se lo comían con chimichurri y todo” (67).

3

Page 4: Demarcaciones Políticas y Fábulas de Identidad-ponencia

PONENCIA PARA “EL GIRO ANIMAL”. BUENOS AIRES, AGOSTO DEL 2010.En su libro La vaca. Viaje a la pampa carnívora, Juan José Becerra señala que

“las escuelas públicas incluían en sus cursos inferiores un ítem llamado Composición

tema la vaca” (…) ese ejercicio curricular era la primera experiencia del pequeño

escolar con la escritura” (35). La vaca no sólo daba la leche, también daba letra o

más específicamente, exhibía ese régimen político y práctico que insiste en marcar

las diferencias entre lo animal y lo humano. De un lado queda la carne (que

sabemos, finalmente va a parar al matadero) y del otro el mundo del espíritu y de la

escritura.

En la ficción de Gabriela Cabezón Cámara, en cambio, la lógica que

caracteriza el orden de lo humano y de lo animal construye una circularidad que se

roza con lo utópico o que, en el lenguaje de la religiosidad popular de la novela,

homologa la villa al paraíso. “Todo se reproducía, parecía Ámsterdam El Poso entre

tanta agua y tanta flor y tanto humo de marihuana, pero nada se multiplicaba como

las carpas en nuestro mundo (…) Nosotros cogíamos también, claro, pero no nos

reproducíamos, pasó lo propio de la abundancia: nos dedicamos casi exclusivamente

al placer. Y a comer carpa en guiso, con chimichurri, en chop suey, en puchero” (81).

No se trata de un proceso unidireccional sino circular. La reproducción

animal que conduce a la abundancia y al placer es también efecto de ciertos

atributos que ya están en la comunidad de El Poso. Duplica la asociación de

albañiles, putas, machos, travestis, niños, sirvientas, periodistas, chicas de la

facultad, el chino del supermercado, uno que antes era de la Side y Susana Giménez

que vieja y paralítica que vuelve a caminar gracias a un milagro que le hace la virgen.

La reproducción animal redobla la mescolanza entre el discurso militante y

religioso, el de las asociación civil, los partidos políticos, la televisión; el menjunje de

letras de cumbia y referencias a los mitos clásicos que se evocan con insistencia. o

finalmente. Las carpas que se eligen porque comen cualquier porquería como sus

criadores, y que abren el espacio a la abundancia y al placer, se multiplican

finalmente porque “en el barroco miserable de la villa, cada cosa siempre arriba,

abajo, adentro y al costado de otra, todo era posible. Y eventualmente, divertido: de

4

Page 5: Demarcaciones Políticas y Fábulas de Identidad-ponencia

PONENCIA PARA “EL GIRO ANIMAL”. BUENOS AIRES, AGOSTO DEL 2010.tanta superposición, todo cogía con todo” (111). Si todo era posible, si hay espacio

para imaginar nuevas utopías políticas, ese espacio es el que da lugar la

configuración de, en palabras de la novela, “una alegre multitud” de sujetos que no

son idénticos, que siguen siendo diferentes entre sí y que no por eso dejan de estar

juntos.

La imaginación política de La virgen cabeza, descansa en desestimar una

serie de diferencias entre cuerpo y escritura, subsistencia y agencia, hombres y

animales o finalmente vida calificada y vida en estado puro, en tanto diferencia

ontológica. Para interrogar en cambio y lo formulo en términos de Agamben, el el

misterio (ya no esencial) sino práctico y político por el cual esos dos ordenes se

presentan como separados. Y diríamos que para la novela, esto no es un misterio.

Cuando la abundancia y el barroco divertido se terminan, cuando la villa es

desalojada, con topadoras, policías y los muertos que los nuevos emprendimientos

urbanísticos siempre traen, la narradora recuerda ese “tiempo de bocas abiertas: las

de las carpas que hacían “o” y trataban de tragar todo lo que se les cruzaba; su forma

de estar en el mundo era tratar de comérselo.(…) Y el mundo se las comía a ellas: ahí

estábamos nosotros con el corazón contento de carpas y cagándonos de risa, sin

pensar demasiado en que también nos devorarían: desde sus helicópteros, los

dueños de las cosas nos verían igual que veíamos nosotros a las carpas” (95).

Lo que distingue la vida calificada y la pura vida no está antes sino que

resulta de la economía que distribuye cuerpos, mercancías y capitales. No es una

diferencia ontológica, sino propone la novela un efecto práctico y político del

orden de la propiedad y de la clase. El que devora, no es, sino que ocupa

provisoriamente el lugar de lo humano. Es el dueño de las cosas (de las vacas, de las

carpas, de los que explota). El otro, el que no es dueño de nada, no es dueño ni

siquiera de su propio cuerpo. Ese ocupa el lugar del animal que, como bien

sabemos, finalmente va a parar al matadero.

5

Page 6: Demarcaciones Políticas y Fábulas de Identidad-ponencia

PONENCIA PARA “EL GIRO ANIMAL”. BUENOS AIRES, AGOSTO DEL 2010.Se trataría de efectos de humanización y animalización, que la novela

reacomoda imaginando nuevas asociaciones y nuevas configuraciones subjetivas y

apostando por una lengua que (he aquí la herencia de Aira), se acelera y se lanza

hacia al futuro. Cuando la abundancia y el barroco divertido se terminan, cuando la

villa es desalojada, nuestras heroínas, luchadoras incansables, levantan lo que

queda, lo meten en una bolsa del Coto y se lo llevan a otra parte. Lo que queda,

obviamente, es una suerte de significante vacío que se llena de muchas cosas y que

funcionó como nexo de la comunidad. Es la cabeza de la virgen, que es rubia como

Evita y como Susana. La virgen que, según explica, la travesti, siempre fue una mujer

valiente porque “no sabés lo que era pretender hablar siendo una madre judía

soltera de quince años” cuando “ni siquiera habían inventado las idishe mame, (…)

un quilombo era, les parecía más tremenda de lo que les parezco yo ahora” (92).

2. Si Evita viviera

Vuelvo a comparar el imaginario decimonónico creado alrededor de la

estancia y las ficciones contemporáneas que giran en torno a la villa. Esos textos

organizaban también, un quiebre temporal. Esos textos decimonónicos identificaban

también un quiebre temporal. Antes estaba el mundo colonial en retirada, ahora y

hacia adelante, el moderno capitalismo agrícola-ganadero. Estas novelas también

tienen un pasado que funciona como marco de referencia y contra el cual se

confronta el presente.

Se trata de momento, a mediados de los cuarenta, en el que un conjunto de

animales que ponen sus patas en la fuente de la plaza y se identifican igual que el

ganado como cabezas, ocupan la escena política. Es el momento que en Argentina

podría identificarse como la consolidación de la biopolítica, el momento en el que el

sujeto político por excelencia ya no es el ciudadano en tanto vida calificada, sino la

sino la población en tanto conjunto de cuerpos que anudan necesidades e instintos.

6

Page 7: Demarcaciones Políticas y Fábulas de Identidad-ponencia

PONENCIA PARA “EL GIRO ANIMAL”. BUENOS AIRES, AGOSTO DEL 2010.Es la época de la patria peronista con su retórica del cuerpo, la salud, la

reproducción, el deporte, y el conjunto de relatos y mecanismos destinados a la

administración de lo viviente.

Decía que estas dos novelas, La Boliviana y La virgen cabeza mantienen un

diálogo con el peronismo o con ese momento de consolidación de la biopolítica en

Argentina, para señalar una nueva transformación. La historia de La Boliviana se

desarrolla en el Barrio de los Sapos. Este lugar es precisamente un espacio que ha

quedado excluído de cualquier política de administración de los cuerpos. Allí no

llega el Estado, no hay escolarización, ni ley, ni salud. Por supuesto y aquí reside la

utopía cínica de la novela, “en el barrio no había autoridad policial ni puesto

sanitario, lo cual no constituía ningún problema porque, por una parte casi nadie

delinquía (y los que lo hacían se iban a practicar sus fechorías a otros sitios), y, por

otra, los habitantes del Barrio de los Sapos nunca se enfermaban” (11). Los

habitantes no se enferman porque viven a orillas de un riachuelo contaminado y su

única dieta la constituye los sapos radiactivos que nadan en esas aguas podridas.

Lo que ingresa a la villa ya no es la administración del estado sino el Dr. Clavel

Karrufa, un famacotraficante con pedido de captura en cincuenta países, pero al

mismo tiempo, asesor free-lance de los más importantes laboratorios del mundo”

(16) y una media docena de investigadores del Conicet pasados a las filas del

farmacotraficante” (17). Simplemente invade el barrio porque advierte que “a partir

del contacto con toda clase de porquerías, los sapos se habían hecho inmunes a todo,

inmunidad que trasmitían a quienes comían de su carne magra y de gusto ácido.

Aislando los anticuerpos de los sapos, pensaba el científico, podían extraerse

vacunas, pastillas y tisanas contra todos los males de este mundo” (16). Obviamente,

su presencia trae cierta prosperidad económica porque Karrufa paga un peso el sapo

y cincuenta pisos más por día fijos a todos los que quisieran trabajar en el carneado.

Aunque como bien explica la protagonista de la novela, “el científico estaba

enfermando a toda la población al cambiarle al dieta de sapo por los manjares de

rotisería” (27).

7

Page 8: Demarcaciones Políticas y Fábulas de Identidad-ponencia

PONENCIA PARA “EL GIRO ANIMAL”. BUENOS AIRES, AGOSTO DEL 2010.Ambas novelas localizan el espacio de político como un espacio de

desamparo, en el hueco que deja un Estado en retirada. En ese espacio, una serie de

cuerpos a la intemperie, traman nuevas alianzas, nuevas formas de intervención y de

asociación. Hay cierta graciosa melancolía en La virgen cabeza y la frase de una de

sus protagonistas: Si Evita viviera… seríamos peronistas. La Boliviana elige una

dirección distinta y proyecta el futuro como un peronismo retro.

María Luján, la protagonista del relato, moviliza a toda la comunidad para

expulsar a los invasores. Gracias a su belleza, consigue que un soldado del cuartel le

preste un tanque. Y dos amigos de su marido, suman otra gente. López, persuade a

los dirigente para que todo el movimiento obrero, la CGT inclusive, tomara cartas en

el asunto” (26), Díaz, “aburrido del besamanos al que recurrió su amigo” sale a

recorrer los barrios y logra reclutar otros veinte hombres, “todos militantes, todos

clasistas y combativos como él” (35). La operación es un éxito.

Atrás quedó la época en la que la lógica política hacía coincidir Estado,

Nación y territorio, así que todos quieren que María Luján sea presidenta. No se

puede porque nació en Bolivia. Así que se barajan algunas explicaciones como que

formamos todos parte del mismo virreynato ( lo cual es anacronismo y un error). Se

sugiere a Bolivia anexarse a Argentina, cosa que el país hermano rechaza (los diarios

titulan “Se agrandó Chacarita”), finalmente la solución es IN-VA-SION. María Luján

renuncia antes de ser elegida y así se mantiene la paz en Latinoamérica.

8