«DEN Y SE LES DARÁ»

Jesús nos revela la novedad del Evangelio: Dios Padre ama en forma personal a cada uno de sus hijos, con un amor “desbordante” y le da la

capacidad al ser humano de poder abrir el corazón a sus hermanos siempre con

mayor generosidad.

PERO Son palabras exigentes:

«TENEMOS QUE DAR ALGO DE LO NUESTRO. PUEDEN SER BIENES MATERIALES,

PERO TAMBIÉN ACEPTACIÓN, MISERICORDIA, PERDÓN,

CON AMPLITUD DE CORAZÓN TRATANDO DE IMITAR LA GENEROSIDAD DE DIOS».

La imagen de una abundante recompensa volcada sobre nuestro regazo

nos hace comprender que la medida del amor de Dios por nosotros es la

medida de un amor sin límites y que sus promesas se cumplen

más allá de nuestras expectativas.

«LES VOLCARÁN SOBRE EL REGAZO UNA BUENA MEDIDA, APRETADA,

SACUDIDA Y DESBORDANTE» (LC 6,38)  

¿Nunca te pasó que al recibir el regalo de un amigo sentiste la necesidad de retribuirlo?

Si algo semejante te sucede a ti, podrás imaginar lo que pasa con Dios,

Dios que es amor. Él retribuye siempre todo regalo que

ofrecemos a nuestros prójimos en su nombre. Está claro que Dios no se comporta así

para que nos enriquezcamos. Lo hace porque cuanto más tenemos,

más podemos dar; para que -como verdaderos administradores de los bienes de Dios-

hagamos circular cada cosa en la comunidad que nos rodea.

Ciertamente Jesús pensaba en primer lugar en la recompensa que

obtendremos en el Paraíso, pero lo que sucede en esta tierra

es ya preludio y garantía1.

1Obras de Chiara Lubich 5; Ciudad Nueva, Roma (2017) pp. 108-110. 

CHIARA LUBICH

«VIVO EN UN BARRIO MUY POBRE Y ESTABA AHORRANDO PARA COMPRARME UNOS BOTINES DE FÚTBOL. ES UN DEPORTE QUE ME GUSTA MUCHO Y QUE JUEGO A MENUDO YA QUE FORMO PARTE DEL EQUIPO DE MI COLEGIO».

«UN DÍA UN SEÑOR VINO A MI CASA A PEDIR DINERO PORQUE TENÍA QUE ENTERRAR A SU HIJO.

PENSÉ QUE ERA JESÚS. ME ACORDÉ DEL DINERO QUE TENÍA AHORRADO Y SE LO DI.»

«TRES DÍA DESPUÉS MI TIA ME REGALO LOS BOTINES DE FÚTBOL QUE QUERÍA COMPRARME».

M. | Valencia

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