Deportivamente Hablando N°10

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10° edición de la revista digital Deportivamente Hablando.

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Venimos a este mundo no por casualidad.

No venimos a sobrevivir, venimos a vivir.

Venimos a conocernos,

a buscarnos, a encontrarnos.

Venimos a sentir, a pensar,

a equivocarnos, a aprender,

a acertar, a crecer.

Venimos a caminar, a recorrer,

a adentrarnos en el camino que optemos.

No venimos a correr,

no venimos a sufrir, no venimos a llorar.

Venimos a disfrutar, venimos a reír.

No venimos a mendigar ni tampoco

venimos a mezquinar nada a nadie.

Venimos a dar.

Es la educación que recibimos, la reconocemos

son nuestros principios y valores,

y lo aplicamos con orgullo.

Venimos a ser.

No venimos a someternos

ni a los caprichos ni a las pretensiones de nadie.

No venimos a que nos repriman, venimos a ser libre.

No venimos para ser callados

no venimos a ahogarnos en silencios.

Venimos a expresarnos este bien o mal.

Venimos a seguir la luz del sol

pese a que estos tiempos

sean demasiados locos

y todos los días cambie de estación.

Venimos a florecer, no a marchitarnos

Venimos a este mundo a experimentar, venimos a realizarnos.

Venimos a hacer nuestro camino, a escribir nuestra historia; buscamos armonía.

Estos son nuestros versos y así lo expresamos.

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Miércoles 31 de octubre – sábado 3 de noviembreSe desarrollará el Campeonato Argentino de Handball Junior, organizado por la Confederación Argentina de Handball, en el Polideportivo de Chapadmalal. Habrá presencia de jugado-res marplatenses.Viernes 2 de noviembre – domingo 4 de noviembreSe llevará a cabo en Mar del Plata el Torneo Abierto de la República de Squash, organizado por la Asociación Marpla-tense de Squash Rackets, en homenaje al dirigente reciente-mente fallecido Ricardo Roude. El certamen, que se desarro-llará en los complejos Club de Raqueta y Casal Squash, contará con cerca de 200 participantes y repartirá 10.000 pesos en premios. Viernes 2 de noviembre – martes 6 de noviembrePor sexto año consecutivo se celebrará en Mar del Plata la Final Nacional de los Juegos Evita 2012, organizados con-juntamente por la Secretaria de Deporte de la Nación y Deporte Mar del Plata. Participarán de la etapa decisiva más de 13 mil jóvenes y adultos de todo el país, de los cuales hay 10 marplatenses confirmados en atletismo y tejo. Sábado 3 de noviembreSe lanzará el proyecto “Surf por la inclusión”, entre las 13 y las 16 horas, en el Balneario Bahía Estrada (Av. Félix U. Camet y Estrada). Se trata de jornadas solidarias de surf y playa que cuentan con el apoyo de Deporte Mar del Plata, la subsecretaría de Políticas Sociales de la Municipalidad, la

Mutual de Trabajadores Municipales, la Fundación Surfrider Mar del Plata y el Museo Bruzzone.Martes 13 de noviembre – miércoles 14 de noviem-breTendrá lugar en Mar del Plata el programa “Carrera para atletas”, en el Salón de Usos Múltiples del Estadio Atlético "Justo Román", organizado por el Comité Olímpico Argen-tino (COA) a través de su Comisión de Atletas. Se dictarán dos talleres: "Técnicas para la inserción laboral y búsqueda de empleo" y "Técnicas de administración del tiempo". Los interesados en participar de las charlas, pueden confirmar su asistencia al correo electrónico [email protected]

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No fue una mañana más de actividades como cada domingo en el Corredor Saludable. En esta oportunidad, ellas fueron mayoría, en la “Correcaminata por la vida”, organizada por el Instituto Radiológico, “Valoricemos la vida”, la Secretaría de Salud y Deporte Mar del Plata, en el marco de las actividades realizadas por el “Día Internacional de la Lucha contra el Cáncer de Mama”. Miles de mujeres, hombres, y vecinos de la ciudad se reunieron en la Plaza España para participar de esta actividad que apuntó a la concientización y a la prevención del cáncer de mama, como así también a la importancia de controles periódicos y de un diagnóstico prematuro para poder realizar un tratamiento acorde. El tiempo acompañó a la correcaminata y las chicas de todas las edades se divirtieron y se informaron.

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Mientras se redactaban estas líneas, las estrofas de “Todo un palo” sonaban en los parlantes. Y una frase de esa can-ción marca el espíritu de esta nota. Porque los protagonis-

tas así nos lo hicieron notar. Deportivamente Hablando tuvo el agrado de dialogar con uno de los integrantes del equipo de Quad Rugby Mar del Plata: Rodrigo Romera.

Pero, primero lo primero. ¿Qué es el Quad Rugby? La historia dice que el Quad Rugby o Rugby en silla de ruedas es un deporte de equipo para deportistas con capacidades diferentes. Fue desarrollado en Canadá a finales de la década del 70. Actualmente, es practicado en alrededor de veinte países y es, además, un deporte Paralímpico. La disciplina se juega en una cancha oficial de básquet. Hay cuatro juga-dores en cada equipo. Se hacen try o gol al cruzar la línea de ingoal del adversario, la cual está entre dos conos ubicados a una distancia de ocho metros. La ofensiva debe pasar o picar el balón cada diez segun-dos. Tienen diez segundos para poner a jugar el balón -el mismo es similar a la pelota de vóley-, doce para cruzar la mitad de la cancha, y cuarenta para convertir el try, lo que hace que sea un juego dinámico y vistoso. El contacto entre silla de ruedas es legal y permitido, lo que sería la equivalencia del tackle, pero el contacto directo con el adver-sario no es permitido.

Todos los jugadores de rugby en silla de ruedas son lesionados medulares y es así como las reglas de este juego requieren que los deportistas que lo practican tengan una discapacidad que afecte total o parcialmente ambas extremidades inferiores y superiores. Es un deporte mixto, con hombres y mujeres compitiendo en el mismo equipo. El Quad Rugby se juega bajo techo, sobre una superficie (can-cha) de madera. Y está regulado por la International Wheelchair Rugby Federation (IWRF), creada en el año 1993.

Rodrigo Romera, que se desempeña como defensor en el único conjunto marplatense de Quad Rugby, nos contó que la idea de armar un equipo fue de José Luis Campo, director deportivo del Círcu-lo Deportivo de Lisiados (CIDELI). “José hace rato quería generar un equipo de Quad Rugby. Y recién hace tres años y medio que vino la Selección de Quad Rugby de la Argentina acá a Mar del Plata. Se hizo una clínica y a partir de ahí se formó este equipo”, contó Rodrigo haciendo referencia al evento que se realizó en Mayo del 2009 con el aval y la participación de la Fundación Rugby Amistad de Buenos Aires y la UAR, a través de su área de Desarrollo, siendo el objetivo principal: promocionar y difundir este deporte.

Acerca del reclutamiento de jugadores, Rodrigo manifestó que “no tenemos una política uniforme. De hecho, todavía tenemos que desarrollarlo un poco más a eso. Se hace este tipo de cosas como difu-

sión. Se trata de buscar a las personas que tienen afección en los cua-tro miembros que son los que pueden jugar. Nosotros si bien apun-tamos a que haya personas afectadas en los cuatro miembros, la idea es que venga toda persona que le interesa jugar. Independiente-mente que después no pueda competir. El reclutamiento tenemos idea de ir a INAREPS y tener relación con las otras ONG”.

Mucho se preguntarán ¿qué diferencias hay entre el rugby con-vencional y el adaptado? Las diferencias son varias, pero “lo que tiene parecido es el espíritu del rugby. Esta cuestión de la adrenalina que es choque de una silla con la otra, en el rugby cuerpo contra cuer-po. Y tiene de bueno que es el primer deporte de grupo para afecta-dos en los cuatro miembros. Y eso refuerza el espíritu del rugby”.

“Uno de los resultados que benefician hacer este deporte es la rehabilitación. En lo personal puedo decir que desde que empecé Quad Rugby volví a tener un movimiento en los brazos que antes no tenía. Yo me movilizo en silla de ruedas motorizada y la perdida de la propulsión de la silla de ruedas me había complicado un poco. Hacer este deporte me ayudó a conseguir mayor movilidad. Y no solamen-te a mí, a los demás chicos”, confesó Romera con humildad y pacien-cia.

Al ser una disciplina que se practica en sillas de ruedas, éstas deben ser especiales. Son sillas que tienen seis ruedas. Dos ruedas grandes bien inclinadas para generar mayor estabilidad y tienen cua-tro pequeñas tipo rollers; dos adelante que cumplen la función de una silla de ruedas común y dos atrás para que haya mayor estabili-dad y que sea más difícil que se vuelquen. A la vez, hay dos tipos de silla de ruedas. Las de ataque y las de defensa. Las de defensa tienen unos ganchos para poder agarrar las de ataque. Y las de ataque tie-nen una barrera para derribar, de una manera, al resto. Los jugadores están agarrados de las piernas y de la cintura. Y por eso no sufren

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algún riesgo físico porque “el golpe es como en todos los deportes. No es un golpe que pueda condicionar la salud, ni nada por el estilo”.

“Nosotros tenemos cinco sillas. Cuatro de ellas nos las dio el selec-cionado de Quad Rugby de Argentina. A partir de donaciones, pudi-mos comprar una nueva. Todas las sillas son caras y éstas no salen de esa regla. Estamos hablando de unos diez mil pesos por silla. Y noso-tros usamos las sillas que tenemos y podemos. En realidad las sillas deben ser hechas a nuestras medidas. Por ejemplo, a mí medida, a mí ancho, mi largo, muy distinta a otra persona”, reveló el defensor ante la escasez de una herramienta fundamental como son las sillas de rue-das.

Los entrenamientos del equipo de Quad Rugby de Mar del Plata, según explicó Rodrigo son: “Movilidad en la silla de ruedas. Después con pase de pelotas y las estrategias específicas del rugby. Todos los entrenamientos terminan en un partido. Eso es parte de lo lúdico”.

El equipo se divide por defensa y ataque. Cada uno tiene una clasi-ficación a partir de la funcionalidad motora de cada uno. Para eso tienen un puntaje, un número. Va de 0,5 a 3, 5. La suma de los cuatro jugadores en la cancha, no puede sobrepasar los 8 puntos. Entonces, se trata de buscar una cuestión estratégica en relación a la funcionali-

dad de cada uno. Y eso se va determinando en relación del adversario.La ausencia de rivales es un escollo para el conjunto marplatense.

“Se complica porque en Mar del Plata somos el único equipo. Habría que formar más equipos. La única opción es viajar a Buenos Aires y no estamos en condiciones de hacerlo todavía. Todo se desarrolla más en Buenos Aires que acá y en otros lugares. Nos pasa a nosotros, a la gente de Córdoba, Rosario, Mendoza. Sufrimos esa cuestión. Los chi-cos que nos ayudan se sientan en sillas y juegan con nosotros. Está bueno porque los integramos a este deporte”, expresó.

Luego, aclaró que no se sienten discriminados pero que “la discri-minación tiene que ver con todas las cosas que nos cuestan o que no están preparadas para que nosotros desarrollemos el deporte”. Y

agregó: “Cuando las personas convencionales se juntan para jugar un partido de fútbol, por ejemplo, llegan en colectivo, van en sus autos, en motos. A nosotros se nos complica un poco más. Tene-mos por suerte la ayuda de CIDELI y de SERVISA que nos acerca. Pero es todo un tema. Nos gustaría tener más facilidades”.

El Quad Rugby, por su parte, heredó el tercer tiempo y ellos apro-vechan “para compartir un momento entre nosotros porque no tenemos otro equipo. Pero le damos mucha importancia a eso”.

El grupo de rugby en sillas de ruedas marplatense, se junta una o dos veces por semana en la sede del PAMI (Salta y Balcarce). O sino, entrenan en la Plaza España donde tuvimos el agrado de com-partir unos “verdes” con ellos. Así son, simples, sencillos, alegres. Esperan cumplir sus objetivos: “Aumentar la cantidad de jugadores. Tener las sillas de ruedas necesarias y específicas para cada uno. Y que se armen varios equipos”. Ellos viven, sólo les cuesta vida.

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“Para mí significa mucho. La verdad que

estoy muy feliz con lo que se pudo lograr. Ya se había logrado dos veces esto, uno en cade-tes y otro en juveniles. Yo era muy chico, lo veía y decía ̀ me gustaría llegar a esto´ y por suerte se pudo lograr”. Simple, claro, verás. Así es Santiago Giogetti. Con apenas 17 años describió el primer logro deportivo importante en su vida. Un chico que se crió en el club Peñarol de Mar del Plata. Sus raí-ces florecen y se expanden en la institución ubicada en Garay 2524. Él fue una pieza más de ese grupo que derrotó a Boca Juniors por 59-50 y se consagró Campeón del Hexago-nal Final de Liga Junior, para lograr ser el mejor equipo del país en la categoría Juveni-les.

El plantel vencedor se completa con: Nicolás Campidoglio, Julián Morales, Lucio Castellani, Andrés Mateo, Pablo Alderete (MVP del torneo), Ramiro Ciganek, Ignacio Britos, Franco Rissio, Nicolás Madrid, Pedro Monacchi y Nicolás Giménez, bajo el mando del entrenador José Bonfiglio.

Santiago que se desempeña como base con su 1,80 m, reveló que las claves de la

obtención del título estuvieron en “el trabajo en equipo” y en el partido final: la defensa. “Creo que la defensa fue lo que nos llevó a ser campeón. Estuvimos en conjunto, nos llevamos muy bien los catorce jugadores. Porque hay dos que rotan que son cadetes”, apuntó.

-¿Con qué intensidad vivieron esa final contra Boca?

-La verdad con una intensidad muy gran-de. Estábamos en la pieza con Andrés Mateo, apagamos la tele a las doce y nos acostamos a las dos de la mañana. Tenía unos nervios y unas ganas de jugar que se notaba. Y después lo supimos llevar e hici-mos un buen partido.

-¿Cómo fue la charla del entrenador antes de la final?

-Dijo que juguemos tranquilos. Tanto el entrenador como el ̀ Negro´ Echeverría dije-ron que “si perdíamos no pasaba nada por-que ya era muy bueno lo que habíamos logrado. Y si ganábamos la final era como los dioses”. Entonces, con esas palabras fuimos muy tranquilos. Pudimos sacar el partido ade-lante.

-¿Salió como lo planificaron en la cancha?

-Sí. Nosotros lo planificamos con una defensa dura. Una defensas triángulo al tira-dor y al base. Y creo que salió muy bien. Ellos no podían convertir. No podían hacer su ata-que, se volvieron locos y no hicieron nada.

-¿Cuáles eran las expectativas de principio de temporada? ¿Se imagina-ban ganar este título?

-No. La verdad que no. Sabíamos que teníamos un buen equipo. A principio de año sabíamos que otros equipos tenían muy bue-nos jugadores. Creíamos que podíamos lle-gar lejos pero nunca tanto. Nosotros quería-mos pasar lo que hicimos el año pasado, que había sido semifinal de provincia. Y aparte

justo se nos fue Salva que era el capitán y muy importante para el equipo. Pero lo supi-mos aprovechar, tanto ganando minutos, otros jugadores que se destaparon y des-pués se nos dio.

-Fuiste de menor a mayor en el tor-neo

-Sí. Arranqué como suplente. No tenía más de 10 minutos. Después por la lesión de Ramiro Ciganek, pude tener más minutos. Jugué tanto de uno como de dos. Y contra Boca terminé jugando 18 minutos.

-¿Fue un golpe duro la lesión de Rami-ro para el plantel?

-La verdad que sí. Estábamos muy preo-cupados porque Ramiro era un arma clave tanto en la defensa como en ataque. Era el jugador en el que nosotros nos concentrá-bamos para defender. Y el “Ruso” en la maña-na del viernes, se lesionó un jueves, nos dijo que “con la lesión de él teníamos que suplir muchas cosas”. Y también nos dijo que teníamos que hacer más partícipe del goleo a Julián Morales, Nico Madrid y a mí. Nos

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teníamos que poner más duros.Muchos chicos tienen distintas motivaciones por las cuales se dedican a un deporte en par-ticular. Para Giogetti el click de volcarse al bás-quet fue a los cuatro años. “Mi papá me llevó cuando tenía cuatro años a ver un partido de Peñarol, donde estaba Pittman, Bunn, fue en el 99. Y al otro día me preguntó si quería jugar al fútbol o al básquet. Y cuando fui a ver ese par-tido dije ̀ cómo me gusta el básquet`. Enton-ces, me trajo a Peñarol y empecé a jugar”, con-fesó con una sonrisa en su rostro.“Como jugador me gusta mucho Facundo Campazzo. La verdad, empecé a jugar al bás-quet por Pittman. Me encantaba como juga-ba. Y la primera vez que lo vi, le dije a mi papá `me gusta ese negro´, teniendo cuatro años. Pero como referente, lo tengo a Campazzo. Creo que tiene todo lo que un base debe tener y lo que yo aspiro llegar”, expresó Santiago a la hora de marcar un exponente en su posi-ción. Y luego, aclaró que pretende tomar algu-nas características de Facundo: “Él tiene mucho más piernas que yo. Es más rápido. Pero intento copiar la lectura de juego y la defensa que es un monstruo defendiendo”.

-¿En qué parte del juego prestás más

atención como base?-Ahora que estuvimos entrenando

mucho, en la defensa. La verdad que se me metió la defensa en la cabeza. Estuvimos entrenando un mes tres horas por semana defensa, defensa. Ahora creo que la defensa gana campeonatos. Pero también un base tiene que mirar todo, mirar cuándo puede tirar al aro, cuándo tiene que frenar la pelota y cuánto falta; entregar bien los pases, un poco de todo.

-Como base, ¿cuánto influye lo psi-cológico cuando vas perdiendo?

-Creo que mucho. La verdad que si vos te bajoneás cuando vas perdiendo creo que estás perdido. Eso es lo que no nos pasó con-tra Sionistas que íbamos perdiendo por 16 puntos faltando 10 minutos y ninguno dijo “este partido está perdido”. Lo sacamos adelante y lo pudimos ganar en el suplemen-tario.

-Cambiando de tema, ¿cómo fueron

tus sensaciones al jugar unos minutos en la Liga Sudamericana?

-Todavía no lo puedo creer. Pensé que ni iba a estar en el banco. Pero por la lesión de dos jugadores pude estar. Estoy muy con-tento. A parte se medió que pude entrar. No todos los chicos tienen esa suerte y a mí se me dio.

-¿Cómo fue esa experiencia de sal-tar de una Liga Junior a un partido de elite como la Sudamericana?

-Se nota mucho. Jugar con esos mons-truos, al principio, me puso muy nervioso. Al principio me temblaban las piernas y cuando entré no me respondían. Pero después me relajé. Todos los jugadores son muy buenas personas, te ayudan. Y después es todo muy diferente. El juego es muy fuerte, las cortinas muy fuertes. Pero es una muy buena expe-riencia. En el vestuario me di cuenta la men-talidad ganadora de los jugadores. En parti-cular Leo (Gutierrez) y el “Oveja” (Sergio

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Hernández), no les gusta perder a nada.-Vos que viviste todo el proceso

desde Cebollistas hasta la Liga Junior e incluso debutaste en la Liga Sudameri-cana, ¿cuál creés que es la característi-ca principal de las divisiones inferiores de Peñarol?

-La fundamentación. Con el “Negro” Echeverria se trabaja todo eso y muy bien. Se trata de inculcar a los chicos la defensa, dri-blar fuerte. Peñarol es uno de los equipos que

más jugadores ha sacado con mejor técnica individual.

-¿Cómo es el nivel de las divisiones inferiores de los clubes de Mar del Pla-ta?

-Me parece que Mar del Plata está muy bien posicionada a nivel país. Pero Córdoba, Bahía Blanca y en Capital están un poco mejor posicionados. En la Capital tienen muy buenos jugadores que son parte de la Selec-ción Argentina. Peñarol está haciendo un

muy buen trabajo a nivel institucional. Domingo Roble con la ayuda de todos está haciendo muy bien las cosas. Y se ve refleja-do en todo lo que gana. Sale campeón en todas las categorías.

-¿Cuáles son tus objetivos como deportista?

-Llegar lo más lejos posible. Si es una liga, donde se pueda jugar, voy a estar contento porque voy a jugar de lo que me gusta. Des-pués, cuando esto se termine intentar estu-diar algo para no cortar y tener alguna carre-ra.

La humildad del joven base lo llevará a cumplir los sueños deseados. De hecho, el último fin de semana también tuvo su bau-tismo en la Liga Nacional de básquetbol, en Polideportivo Islas Malvinas, cuando el “Mil-rayitas” superó a Lanús 84-65. Y a la hora de manifestar su devoción por el club, Santiago no sintió vergüenza y disparó: “Peñarol sig-nifica mucho. Además de jugador, soy hin-cha. Voy a la cancha desde los cuatro años y la verdad que toda mi familia es muy fanáti-ca. Mi papá trabaja en parte de la dirigencia de las inferiores y mi mamá se hizo fana por venir a verme jugar. Peñarol es una gran fami-lia. Hice muchos amigos en el club”.

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De un autor inquieto nacen ideas inquietantes. Ése es el primer eslabón de la cadena. El interés y la pasión acompañan el proceso de investigación y producción de la obra. La misma

historia, la verdad ocultada o simplemente no contada, le aportan un sabor particular al proceso. Más aún, si se trata, como en este caso, de una historia desconocida para gran parte de los integrantes de la comunidad marplatense.

El Parque y sus secretos, “un ensayo sobre la historia del primer hipódromo marplatense, el nacimiento de Parque Municipal de los Deportes, la hazaña de los XII Juegos Deportivos Panamericanos y sus héroes, el COPAN ´95, las obras panamericanas y el EMDeR”, la flamante publicación del locutor y periodista Jorge Dimitriadis, viene a suplir una necesidad histórica. El autor realizó una minuciosa investi-gación, recurrió a las fuentes, descubrió la verdadera cara de los sucesos y se topó con anécdotas de antaño que resalta en su libro.

Jorge trabajó algunos años como personal jerárquico municipal en el Ente Municipal de Deporte y Recreación. En ese tiempo, su curiosidad innata por todo lo que lo rodea lo impulsó a preguntar algunos detalles a quienes se desempeñan ahí desde hace años, a averiguar en qué contexto se organizaron y realizaron los Juegos Panamericanos de 1995, entre otras cosas. “Yo tenía una idea prima-ria de lo que eran los panamericanos hasta que comencé a bucear en aspectos no conocidos. Vine a la biblioteca del Concejo Deliberante y pedí los primeros boletines oficiales. Comencé a revisar, a investigar y descubrí que la historia de los panamericanos no es como se contó, ni es como se desarrolló. Si no que tenía otra faceta y que no era sola-mente el Parque de los Deportes. Debajo estaba el Hipódromo. Y con el hipódromo historias de encuentros y desencuentros políticos y económicos, y los aprietes de todo tipo para hacer lo que no le querían permitir”, narra Dimitriadis sobre la génesis de su obra.

El autor hace hincapié en la importancia y el valor que tiene para los marplatenses que estas historias salgan a la luz. Y sostiene que “esto no es el fin de algo. Esto es el principio. Es un punto de partida que yo pongo porque no había una historia sobre estas cosas del Parque Municipal de los Deportes. Entonces, lo que me interesaría es que de acá en adelante surgieran inquietudes que permitieran incorporar a una base de datos mayor cantidad de referencias que se puedan verificar. Relatos de gente que atestigua y que asegura que esto era así. Si entre todos podemos aportar algo vamos a tener una historia diferente”.

Durante la presentación del libro en el Honorable Concejo Delibe-rante del Partido de General Pueyrredón, donde se reconoció la obra como de interés municipal, ante la presencia de gente amiga, colegas,

y representantes del gobierno municipal, el propio Jorge Dimitriadis no dudó en comentar brevemente una parte de la historia oculta de los juegos panamericanos de 1995, una injusticia histórica para Mar del Plata desde su perspectiva: “Nosotros teníamos el 100% de las acciones porque los panamericanos se otorgan a ciudades, no a países. Pero hubo cambio de intendente. El intendente deter-minó los arreglos con el gobierno nacional, el gobierno provincial y, entonces, quedamos con un 20% de las acciones, 40% la nación y 40% la provincia. Y como acá quedó una parte importante, la gente tiene que saber que hay muchas cosas más que, con el dinero de los panamericanos de Mar del Plata, se hicieron fuera de la ciudad de Mar del Plata”.

En ese contexto, Jorge destacó la actitud de los cinco aventu-reros que concurrieron a Barbados en noviembre de 1986, la comitiva marplatense que, con el intendente Ángel Roig a la cabe-za, renunció a la candidatura y le sirvió la organización de los Juegos Panamericanos de 1991 a Cuba, pese a haber superado en instancias anteriores a Córdoba y Rosario. Nuestros representan-tes hicieron oídos sordos a la presión norteamericana y nació una amistad con Cuba. Es más, el jefe comunal se aseguró la organiza-ción de la edición de 1995, sabiendo que no iba a ser el encargado de inaugurarlos.

“Seleccioné lo que me parecía más adecuado para que la gente conociera”, reconoce Jorge. Y anticipa una segunda edición para el año que viene, siempre y cuando aparezca el apoyo económico, tan necesario en estos días, sobre todo fuera del circuito comercial. “Las publicaciones que aparecen en Mar del Plata, las solventamos los que queremos escribir un libro”, finaliza Jorge, realista e ilusiona-do con poder contar más anécdotas y secretos del Parque Munici-pal de los Deportes.

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El rol del psicólogo deportivo tiene que

“ver con un lugar de trabajo y entrena-miento psicológico y mental con el

deportista, asesoramiento y entrenamiento con aquellos entrenadores que tengan más interés en cuestiones psicológicas, asesora-miento a padres en el ámbito del deporte infantil, trabajo con dirigentes que también cumplen un rol muy importante en este aspecto, en un lugar que tiene que ver con la preparación del deportista de élite para el momento del retiro, la rehabilitación y la preparación para volver a competir luego de alguna lesión. Incluso en alguna situación de algún trastorno psicopatológico vinculado con el deporte”, explica Mariano Damián Parisi, Licenciado en Psicología por la Univer-sidad Nacional de Mar del Plata, Magister y Especialista en Psicología de la Actividad Física y del Deporte por la UNED de Madrid.

El marplatense ejerce actualmente como docente adjunto en la cátedra de Teoría y Técnica de Grupos en la Universidad Atlán-tida Argentina. Y es docente responsable de la cátedra: Psicología Aplicada al Deporte en los cursos de capacitación para entrenadores del Instituto Superior de Formación Técnico Docente Arístides Hernández, del EMDeR, donde recibió a Deportivamente Hablan-do para este interesante “feedback” que sumergirá a más de uno en el apasionante ámbito de la psicología deportiva.

El propio Mariano reconoce que “es un área relativamente nueva. Desde el lugar del deporte pensamos cuáles son las herramien-tas disciplinarias y los comportamientos que pueden incorporar no sólo un deportista para aumentar su rendimiento y su bienestar practicando deporte, si no también todos aquellos que rodean al deportista: entrenado-res, dirigentes y padres”. En ese sentido, Mariano Parsi ha trabajado individualmente con entrenadores y deportistas de elite de

diversas especialidades. Como autor ha publicado el libro: Psicología de los Entrena-dores Deportivos. Además, en el ámbito privado ejerce como Psicólogo Clínico de Niños y Adolescentes.

“Una cosa es ser psicólogo y otra cosa es ser psicólogo deportivo. El psicólogo depor-tivo es aquél que tiene una formación de posgrado, una especialización específica-mente en esa área”, diferencia contundente-mente, respecto a las malas experiencias que puedan haber existido en el pasado, vincula-do al trabajo en conjunto de deportistas o instituciones con psicólogos clínicos con escasa capacitación en este ámbito.

-¿Por qué se decidió a seguir esta especialización?

-El deporte ha tenido un lugar muy importante en mi vida. He nacido en esta ciudad y desde que tengo memoria mis juegos estaban muy vinculados al deporte. He jugado al fútbol en categorías inferiores en el club Kimberley hasta los 14 años. Luego incursioné en deportes como triatlón y atletismo, incluso a nivel federado en algu-nos torneos nacionales. Y había allí cuestio-nes en las que yo tenía más interrogantes y preguntas que respuestas, vinculadas a cuáles son los factores psicológicos involu-crados que afectan directamente el rendi-miento. Sin tener el fundamento teórico, veía como cualquier deportista, como cual-quier entrenador por la propia práctica, que había allí cuestiones vinculadas a variables como la motivación, como el stress, como la ansiedad, como el nivel de energía antes de competir, lo que llamamos activación en psicología, que influían notablemente en el rendimiento y que podían propiciar una determinada predisposición mental que terminara influyendo no sólo en el resultado, sino también en lo físico, en lo táctico, en lo estratégico, incluso en lo técnico. Y además

de los efectos de practicar deporte. C uáles son los efectos a nivel psicológico de practi-car determinados deportes y deportes aéro-bicos. Mar del Plata, nuestras costas, nues-tras plazas, se ve cada vez una mayor canti-dad de gente involucrada en el deporte. ¿Qué es lo que allí se juega? ¿Cuáles son los efectos psicológicos vinculados con el bie-nestar? Lo que puede empezar como una indicación médica, como una motivación, se termina convirtiendo en una necesidad que mucha gente va diariamente a buscar antes de ir a trabajar o cuando terminan su activi-dad laboral. Algo que allí encuentran, ateso-ran y renuevan día a día. Y hay algo muy ligado a la esencia y a la propia naturaleza humana. Esto de volver a conectarnos con quien alguna vez fuimos. A volver a manejar nuestros nuevos ritmos. Esos ritmos que se ven diariamente, que vamos allí como lleva-dos de las narices por los ritmos que nos imponen nuestro trabajo, nuestra familia, nuestras responsabilidades, incluso la tecno-logía que, si bien se propuso hacerle más fácil la vida al hombre, le impone otros ritmos: el celular, el automóvil, la computadora, que muchas veces nos alejan de los lugares donde encontramos la calma, justamente en la agitación de volver a correr, volver a nadar, de volver a hacer una actividad que desde la psicología del deporte se fundamenta un poco en lo que se denomina hipótesis de la distracción, que justamente el apagar el celular, estacionar el auto, no escuchar más que nuestras propias voces internas y o la de nuestro ocasional compañero de trote, nos permite distraernos de todos estos eventos que nos generan stress, ansiedad y en defini-tiva, aumenta nuestro estima.

-¿Y qué beneficios trae, por ejemplo, la simple práctica de salir a correr?

-Trae beneficios a nivel del propio con-cepto de la autoestima, el aumento de la

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cepto de la autoestima, el aumento de la confianza en uno, cambios en relación a la mirada de uno mismo. Se ha visto que hay disminución en el ausentismo laboral y que hay una disminución de la ansiedad. Disminu-ción de la depresión, de la irritabilidad, de la ira. Un aumento del rendimiento sexual. Múltiples beneficios tanto físicos como psicológicos. También es interesante esto de correr en grupos. De esta manera se corría primitiva-mente. Iba corriendo la persona con más experiencia de la tribu, detrás de los alimentos y las presas, y atrás iban empujando los más jóvenes. En la psicología de los grupos hay una corriente psicosocial que plantea que el hom-bre en grupos originariamente antecede al individuo. Es decir que, el hombre debe ser pensado en grupo y ésa es una condición que tiene que ver con el hombre gregario, que no podemos vivir solos. Hay algo que nos com-promete en la acción ligada al grupo. No es lo mismo salir a correr a las ocho solo, después de una jornada laboral, que saber que a las ocho hay alguien más u otros esperándote para salir. Correr con otros es un factor moti-vacional. También es una condición grupal. Hay mucha gente que va a los grupos por

distintas motivaciones y muchas pasan por lo social. Creo que esto de la contención es algo que lo da esta piel del grupo. Cualquier grupo deportivo tiene que pasar por esta condición de ser un grupo para pasar a ser un equipo. Hay cuestiones que son visibles que tiene que ver con la indumentaria, con ciertos códigos que hacen como la repre-sentación interna que cada uno pueda tener de ese grupo.

-En los grupos que ha trabajado, ¿ha encontrado alguna resistencia a la ima-gen del psicólogo deportivo? ¿Cómo hace para romper esa resistencia?

-Creo que es normal que, con aquello que se viene a insertar a un grupo de trabajo desde un aporte disciplinario nuevo, pueda haber cierta resistencia. Pero fundamental-mente esto está más presente en los adul-tos. Yo tengo la posibilidad de trabajar con deportistas jóvenes y deportistas de élite, y con entrenadores jóvenes y están como más abiertos, más naturalizados porque ya se está hablando más. Es normal, un poco por desconocimiento y un poco por asociar la figura del psicólogo a la locura que haya algunas resistencias. La psicología del

deporte no aborda cosas como los miedos infantiles o los traumas de nacimiento, si no variables psicológicas que están ligadas al rendimiento, que son las que habitualmente escuchamos hablar a los entrenadores y los deportistas en los medios de comunicación. Ellos mismos se refieren a que fue muy importante la unión del grupo para este éxito deportivo, fue muy estresante la situa-ción deportiva, estoy motivado, estaba excesivamente relajado. Ésas son cuestio-nes sobre las que trabaja un psicólogo direc-tamente con un deportista o asesorando al entrenador. Porque no sólo enseña cuestio-nes tácticas y técnicas, si no también cues-tiones que tienen que ver con lo psicológico, que ellos transmiten también determinadas actitudes y determinados valores. Pensan-do en el lugar del deporte, a veces se platea que automáticamente transmite valores positivos como la salud, la educación, la sociabilización. Algo que les intento trans-mitir a mis alumnos como para advertirlos es que el deporte también puede ser un lugar de enfermedad. Hay deportistas que termi-nan enfermándose. Se ven deportistas con trastornos alimentarios, estresados con el

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tistas con trastornos alimentarios, estresa-dos con el deporte, que no han visto un lugar donde el deporte les pueda enseñar cosas que no se enseñan en otros ámbitos. La búsqueda de la profesionalización a edades muy tempranas puede generar educación pero también ignorancia, si un chico no ve un profesor o deja la escuela. Esto de advertir que el deporte puede trans-mitir valores o contravalores, que el depor-te puede ser una herramienta, y que como cualquier herramienta puede ser utilizada en forma positiva o negativa, nos cura en salud.

-¿Cómo se debe aplicar la psicolo-gía del deporte en edades tempranas?

-Hay un trabajo muy importante que se puede hacer a nivel preventivo y educativo formando y capacitando a gente con una sensibilidad y conocimientos hacia a aspec-tos psicológicos, que son los que luego van a transmitir a esos niños que se inician en un deporte. No sólo conocimiento técnicos y tácticos de ese deporte, si no también muchas otras cosas que tienen que ver con actitudes, con valores, con una determina-da motivación hacia el deporte que puede ser lo que en el argot psicológico denomina-mos motivación hacia la tarea o hacia el resultado. Puede haber un entrenador que con su manera de evaluar, con su manera de comunicarse en el entrenamiento, en la competición, genere un clima hacia el resul-tado o un entrenador que oriente motiva-cionalmente a un niño o un grupo de niños hacia la competencia personal. Es decir la superación personal respecto a uno mismo. La motivación orientada hacia el resultado, donde los dos niveles serían ganar y perder, aplicada en el deporte de iniciación es una motivación de riesgo que puede hacer que muchos chicos que llegan motivados a hacer deporte, se nos vayan rápidamente del deporte. Esto es algo que habría que evitar y está en nuestras manos que los chicos no dejen el deporte por causas que tienen que ver con que el entrenador ponía sólo a los mejores, los entrenamientos eran aburridos o se ponía un excesivo énfasis en el resultado. Allí es importante pensar cuál es el rol y el lugar de cada agente psicosocial que está involucrado en el deporte. Y en el deporte de iniciación hay un triángulo muy importante que tiene que ver con los padres, con los entrenadores y con los deportistas. Es un lugar donde la psicología del deporte puede asesorar tanto a entre-

nadores como a padres acerca de cuál puede ser la manera de comunicarse con sus hijos y sus deportistas. ¿Quién quiere lo mejor para sus hijos que sus padres? Pero, a

veces, veo en el ámbito del deporte muchos chicos que van a buscar un lugar para aprender, para divertirse y para competir, que terminan dejando el deporte porque lo viven con mucho stress y con mucha pre-sión. Y esa presión muchas veces tiene que ver con los mensajes que les da el entorno.

-Junto al mundo del deporte está el mundo del dopaje que va paralelamen-te, ¿cómo se trata el tema?

-La motivación en edades muy tempra-nas, ligadas al resultado, es una motivación de riesgo porque, además de propiciar el abandono, puede propiciar que si un chico tiene la percepción de que si gana es un fenómeno puede recurrir en determinada instancia de su carrera deportiva a sustan-cias dopantes. El gran riesgo del deporte infantil y juvenil justamente es copiar mimé-ticamente este modelo del deporte profe-sional, en donde existen estas cuestiones. ¿Cuál es el fin último del deporte profesio-nal? Ganar. El deporte es competición, es rivalidad. Por eso es difícil el tema de los valores en el deporte porque en el deporte profesional ganás vos o gano yo. El deporte es una pirámide en la cual empiezan muchos y queda uno: el mejor. Alguien describió muy bien al campeón deportivo como los restos del naufragio. Es una pirá-mide excluyente. Pero el deporte infantil es otra cosa. Se necesitan otros entrenadores en este ámbito. Ahí está el peligro, la con-tradicción y el riesgo de reproducir este modelo del deporte súper competitivo.

-Y la responsabilidad cargada sobre el jugador, ¿también lo hace guiarse por esos caminos?

-El peso que puede llevar en sus espal-das un deportista súper profesional, con cuestiones más allá del deporte, termina influyendo a veces en la cancha, pero fun-damentalmente en la persona. Y muchas veces el entorno puede ayudar a aliviarle esa carga. Esto lo veo trabajando con deportistas jóvenes. El proyecto aparece

sólo por el deporte. Seré un deportista, llegaré a primera o no seré nada. Y muchas veces, esto termina trayendo secuelas, incluso en el deporte profesional.

-Me quedó la frase “seré un depor-tista o no seré nada”, ¿tiene que ver con un razonamiento binario de los blancos y los negros que se presenta mucho en la Argentina?

-En esta lógica binaria de la orientación motivacional hacia el resultado en la que hay dos niveles, gana o perder, si un joven estuvo motivado desde el entorno, el entre-nador y los padres, sí. Vamos a suponer que a este chico le va muy bien en las categorías infantiles. Pero qué pasa si a un jugador de tenis que gana el 80% de los partidos, ése porcentaje se revierte y estuvo sostenido en su deporte desde este lugar de la motiva-ción hacia el resultado. Es más fácil que deje el deporte. Es más difícil lograr una motiva-ción, una autoconfianza, en un niño con este tipo de orientación hacia el deporte muy centrado en ganar o perder. Es más fácil, pensando en los matices, orientando hacia la tarea. Es decir, orientado hacia objetivos de realización. Si un deportista corre los 100 metros en once segundos, debe tratar de correr en diez y pico. Porque eso depende de su control. Si un entrenador le hace ver esto, valora su esfuerzo perso-nal, la mejora individual, esto está en sus manos. Si él va a entrenar, si se esfuerza, si no falta, si va motivado a entrenar, proba-blemente baje su marca. Ahora, ganarle al otro ya no depende sólo de él. Depende también del rival, de determinadas circuns-tancias, que puedan ser climáticas, pero que escapan a su control. Entonces, la orienta-ción motivacional hacia la tarea es una función clave. Es una de las formas de lograr que los chicos sigan haciendo esto. Pocos llegarán a vivir del deporte. Pero si el resto, esa gran cantidad de chicos reciben expe-riencia gratificantes, idóneas, con profesio-nales capacitados y con sensibilidad en el aspecto psicológico que les permitan tener experiencias iníciales gratificantes, en rela-ción al deporte, es más probable que tenga-mos adultos no sedentarios. Y esto tiene un

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impacto, en su vida, pero además en una sociedad, incluso en términos de prevención de salud. Pero si pensamos en aquellos que sí llegan al deporte, también es interesante pensar este tipo de cuestiones. ¿Qué pasa si ponés las fichas en un lugar y no lográs el objetivo? Ahí sería más fácil ver el lugar de desamparo en el que puede quedar un sujeto que se le transmitió este mensaje de serás un deportista o no serás nada. Se lo puede llegar a creer. Pero qué pasa si logra el objetivo. Si pone las fichas en el deporte y consigue eso. Incluso, algo que yo he observado con la práctica profesional es que muchas veces el mayor rendimiento deportivo se encuentra en circunstancias que el deportista no espera-ba, cuando como más relajada y en una etapa de la temporada en la que no existe mucha presión.

-¿Cuál es la diferencia entre trabajar con un deportista individual y con un equipo?

-Yo no he trabajado mucho tiempo con equipos deportivos. Sí con deportistas de deportes colectivos que han hecho un trabajo psicológico, generalmente sin que los entre-nadores lo supieran. La diferencia fundamen-tal entre el deporte individual y colectivo es que en el caso de deportista individual es en él en el que recae muchas veces la carga, por ejemplo, los resultados deportivos. Es en él en el que cae el éxito deportivo o el fracaso deportivo que no se puede compartir con un equipo. Lo que tienen los deportes colectivos es que las diferencias individuales de alguna manera se borran porque el entorno es tan fuerte y esto tiene que ver con llevar el peso con otros, en situaciones que pueden ser potencialmente estresantes. En deportes como el fútbol, las cuestiones que tienen que ver con la motivación colectiva, por ahí es más difícil manejarlo porque hay que coordinar lo colectivo con lo individual. No poner todo el énfasis en lo colectivo, si no también buscar un delicado equilibrio. Es muy importante trabajar desde el punto de vista psicológico, el control emocional del futbolista. Trabajar sobre cuáles son las necesidades psicológicas en función de cada circunstancia y cada deporte. Hay momentos y situaciones claves en cada deporte que son las que marcan muchas veces la diferencia en deportes de élite, entre ganar y perder.

-¿Cuán importante es la confianza para los deportistas individuales?

-La confianza tiene que ver con un estado de fortaleza psicológica, en el cual yo soy

consciente de los recursos que tengo para cumplir con éxito el objetivo deportivo. Pero también de los problemas que se me puedan presentar y qué es lo que tendría que hacer antes esos problemas que se me presentan. La confianza funciona como un antídoto para el stress.

-Dentro de su trabajo imagino que es muy importante el feedback con el deportista y el entrenador.

-Sí. El ámbito de trabajo del psicólogo deportivo no pasa exclusivamente por el consultorio, si no que yo trabajo en este ámbito, en la pista, en el natatorio, en los lugares de entrenamiento y en los lugares de la competición, para que el deportista entre-ne las habilidades que el psicólogo deportivo le puede enseñar, para que las aplique en el entrenamiento. Pero también que las ponga en práctica en la situación de competencia. Y en esto de ir a observar y trabajar con el deportista in situ, también es fundamental la mirada y el feedback con el entrenador, siempre a partir de la autorización del deportista. El psicólogo deportivo puede ser demandado espontáneamente por el deportista, con la autorización del atleta se puede tener comunicación y alguna entre-vista con el entrenador y con los padres incluso. El psicólogo deportivo puede ser parte de un cuerpo médico. Puede ser parte de una institución o club. Hay varios lugares de inserción y varios ámbitos de aplicación: el deporte infantil, el deporte de alto rendi-miento y el deporte de ocio y salud.

-¿Cómo ves el nivel del deporte de base en Mar del Plata?

-Yo creo que Mar del Plata a nivel infraestructura, de escenarios deportivos, no tiene nada que envidiarle a ningún sitio de Sudamérica. Aquí mismo donde se realiza-ron los Juegos Panamericanos nos han quedado unas infraestructuras que han sido bien cuidadas y utilizadas. Incluso han propi-ciado este uso que se le da al natatorio, que gran cantidad de gente se haya acercado al deporte. Yo hablaba un poco de la calidad y en manos de quién están estos deportistas. Yo creo que ahora se está volcando desde el EMDeR una mirada también a la formación

de estas personas que están en contacto con esta gran cantidad de deportistas que se acercan a este centro de alto rendimiento que tenemos aquí. Y ojalá que alguna vez se ponga en funcionamiento desde este lugar, no sólo con los escenarios, sino también con los profesionales idóneos que ya estamos

trabajando aquí en el EMDeR. Porque en relación a la calidad, y a la formación y la capacitación en distintos aspectos como fisiológicos, sociales y psicológicos lo que se puede lograr es que sea más rentable la intervención psicológica. Yo le puedo ense-ñar a un grupo de niños a manejar el stress pero lo que habría que advertir allí es quién genera stress, por ejemplo, en un niño de siete años que está nervioso porque juega una final. Uno puede no dormir porque se juega la final de la Champions o la final olímpica, pero no dormir porque jugás una final intercolegial, allí lo que hay que hacer es trabajar con el entrenador y con los padres porque ellos generan climas motivacionales que pueden hacer que un niño duerma tranquilo y que vaya a divertirse y a compe-tir. Creo que es mucho más rentable en el deporte infantil poder trabajar desde estos lugares de formación y capacitación con los entrenadores y con los padres, a través de reuniones, charlas, muchos más rentables desde el punto de vista educativo y preven-tivo. Lo otro sería ya como un punto de vista curativo y terapéutico. Creo que es mejor un gramo de prevención que un kilo de curación.

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odo aquél que deba viajar del norte al sur de la ciudad, o viceversa, posiblemente se haya subido a la línea 553, que une el fin de la avenida Constitución con el puerto marplatense. Y

quienes sean habitúes de ese recorrido es probable que más de una vez hayan viajado con Carlos Gabutti, chofer de la 25 de mayo y capitán de Kimberley en el Torneo del Interior (TDI). Carlos es uno de los protagonistas retratados en El otro fútbol, el largometraje de Federico Peretti, que se estrenó la semana pasada en la sala Melany de Mar del Plata.

“El otro fútbol no es sólo un documental sobre fútbol, es vivir en carne propia un mundo signado por el despojo y el olvido, pero con una amplia oferta para aquel valiente que esté dispuesto a explorar-lo. Barrio, improvisación, sacrificio, situaciones que parecen haber salido de un cuento, lugares inverosímiles, personajes difíciles de encontrar en otro ámbito, pasión y la certeza de contar con un privilegio que en Primera y en Europa no se consigue: saber que siempre se tiene una maravillosa historia más para contar”. De La Quiaca a Ushuaia. De Corrientes capital a Chilecito. De norte a sur y de este a oeste. Los cuatro puntos cardinales de la extensa geogra-fía argentina fueron enlazados por una misma pasión: el fútbol. No precisamente el Fútbol Para Todos, si no el fútbol de todos, de cada uno, el verdadero, el auténtico fútbol de cada fin de semana. Torneos de AFA, torneos del interior, ligas regionales, cientos de equipos y miles de apasionados hinchas, devotos de una única pasión, mate-rializada en diferentes instituciones.

Federico Peretti, la cabeza de este proyecto que sigue recorrien-

do salas a lo largo y a lo ancho del país -y que pronto saldrá a la venta en DVD-, se desempeña como reportero gráfico del ascenso desde hace 5 años. Su cercana vinculación con el fútbol de los sábados y su pasión por la redonda, lo impulsaron a recorrer miles de kilómetros en los últimos tres años -tiempo en el que se extendieron las filma-ciones- junto a su compañero Fernando Prieto, encargado de la investigación y las entrevistas.

“Nosotros, como fanáticos del fútbol, lo que queríamos era conocer cómo se jugaba al fútbol en otras partes del país. Cómo se jugaba en Ushuaia, en La Quiaca. La verdad que no conocía el mundo que se ve en la peli porque no lo había visto en ningún lado. Cuando lo conocí en Capital Federal y Gran Buenos Aires dije ́ wow, si esto me vuelve loco, me imagino lo que debe ser en La Rioja, en Catamarca o en algún lugar así´”, comentó Federico sobre sus primeras impresio-nes en el mundillo del ascenso.

De imágenes fijas al cine. Del libro a la pantalla grande. Todo comenzó con la publicación -de una selección de fotografías- homónima a la película que vino después. En ese sentido, el director de El otro fútbol explicó que “fue difícil pasar de una imagen fija al movimiento del cine. Yo igual, antes de laburar como fotógrafo, ya trabajaba en cine. Tenía experiencia ahí. Pero la verdad que nos costó. De los tres años de filmación que tuvimos, como uno nos encontró cómo hacer para realmente transmitir bien lo que noso-tros vivíamos. Y que la gente que viera la película conociera un poco el ascenso. Fuimos como a 300 partidos. Entonces, en el medio un

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poco le agarramos la mano a qué detalles buscar, a no prestarle sólo atención al partido, que eso lo ves en cualquier lado, si no más a lo que pasa afuera. Fue un poco ir descubriéndolo sobre la marcha”.

Y el producto final los dejó gratamente sorprendidos. Sobre todo, por las diferentes adversidades que debieron sortear durante el extenso período de filmación: “Siempre nos acordamos del primer partido, que fue una de las historias que se ve acá. Fernando Ramos, el hincha que pasa a ser director técnico de un equipo. Ésa fue la primera historia que filmamos. Y estábamos ahí y nos acordábamos que en ese momento no teníamos ni el auto todavía, que después nos ayudó bastante para hacer los viajes. Y estábamos en una estación de tren, en zona oeste de Buenos Aires, con la cámara. Y el primer día de filmación llovía. El partido cambió de lugar. Nos tuvimos que ir a otro lado. En ese momento era todo incertidumbre y no teníamos ni idea de cómo iba a parar el proceso, a tenerlo terminado, estrenado en el cine, y que la gente lo pueda ver”.

El otro fútbol es un popurrí de historias, anécdotas y postales futbolísticas de todo tipo, sin una línea temporal que perseguir, filmado en los escenarios más disímiles de nuestra geografía con una notable diversidad cultural y los más pintorescos personajes de nuestras pampas, de la ciudad y del arrabal, que naturalizan sus actitudes cotidianas ante la mirada de las cámaras.

Canchas de tierra en el norte argentino. Canchas de césped sintético para combatir con la pelota en los pies las bajas temperatu-ras en la región más austral de nuestro territorio. Pequeños potre-ros. Canchas escondidas entre montañas. Estadios con tablones de madera. Las miserias del Conurbano Bonaerense. El Monumental de Núñez. Hinchas apasionados en todas partes. Clásicos regionales. Rivalidades que se mantienen desde tiempos remotos. Nieve. Sol radiante. Viento arrasador. Lluvias torrenciales. Ingredientes que enriquecen cada locación, cada personaje, cada historia. Y eso es lo que más enorgullece a sus realizadores, quienes están “muy felices por haber podido terminarlo y también por haber podido compartir-lo con el público”.

“Uno ve al jugador del ascenso o, más que nada, de las ligas locales y decís ́ uy, pobre tipo. Tiene que trabajar y encima ir a jugar y a entrenar´. Y yo creo que cuando ven la película les cambia un poco eso. Dicen ́ bueno, el tipo lo disfruta. Es como un complemento más de la vida que tienen´. Es algo que está buenísimo. Fijate que, en la película, en muchas partes, toda la gente se ríe de cosas que pasan. Entonces, no es sufrido. Es trabajoso. Hay que entrenar. Coordinarlo con el trabajo y el estudio es dificultoso. Pero vos te das cuenta que

la que gente que aparece en la peli, aunque jueguen en La Quiaca en una cancha que no hay césped, hay pura tierra y demás, la pasan bien. Están haciendo la pasión que tienen que es jugar al fútbol. Está buenísimo. Eso es lo que a mí me sorprendió. Es como que lo ves y te quedás con una sonrisa”, indicó el director y productor de El otro fútbol, en relación a los efectos que generan en los espectadores e incluso en ellos mismos las típicas postales en movimiento de nues-tro fútbol de tierra adentro.

Los kilómetros acumulados durante el proceso de filmación fueron posibles gracias a un subsidio recibido de parte del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), luego de la corres-pondiente presentación del proyecto. El propio Federico reconoció que “no nos sobró ni un mango. De hecho, tuvimos que poner plata de nuestro bolsillo. Pero, de otra manera, hubiese sido imposible costear una semana en Ushuaia, el avión, el alojamiento, la comida. La verdad que sin eso, no podríamos haber hecho la peli. Así que fue fundamental para que podamos hacerlo afuera de Buenos Aires. Si no lo íbamos a hacer igual pero hubiera quedado en el ámbito metropolitano. Y la verdad que lo que más ganas teníamos era de ir por todo el país”.

Tanto Federico como Fernando, no sólo quedaron satisfechos con El otro fútbol, si no que han recibido muy buenas críticas del público, en las diferentes salas del país que se proyectó el documen-tal. Además, la difusión a través de importantes medios de comuni-cación capitalinos de alcance nacional, le dio un marco interesante entre los apasionados por el deporte más lindo de todos, incluso fuera de las fronteras de nuestro país. Y eso alienta la creatividad y la inventiva de estos jóvenes realizadores que ya piensan en una revancha, en una segunda parte que complemente a su predeceso-ra. “Nos quedaron tantas historias afuera, inclusive por filmar, no sólo de las filmadas. Muchas cosas por filmar y no sólo acá. Nos escribe gente de otros países por Facebook y nos dicen ́ uy, acá pasa esto, como pasan en la película de ustedes´. Entonces, estamos pensando por ahí de hacer algo más fuera de Argentina”, adelanta Federico Peretti. Mientras tanto, El otro fútbol, el verdadero, el auténtico estará presente, como cada fin de semana, en el barrio, en el potrero, en la cancha, con los personajes de siempre, con la misma pasión, el mismo espíritu, con historias nuevas para contar y con esas anécdotas que no tienen fecha de vencimiento. Pero que posiblemente quedarán en el olvido de las masas, ante la ausencia de las cámaras.

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El mundo grita su nombre. España se arrodilla ante él. Los rivales lo ven pasar y, sin chance de marcarlo, lo único que les queda es aplaudir… Muchos se preguntan ¿Cuál es el techo de este

pibe? ó ¿Ya es mejor que Diego Maradona? Algunos lo comparan con Michael Jordan, por la importancia que tenía éste en los Bulls y la cantidad de títulos que logró.

Lio, como le suelen decir, escribe su propia leyenda. Su universo es una “casa gigante” que contiene diversos cuartos y que en cada uno de ellos se encuentra la puerta cerrada, y que con tan solo abrirla se podrá ver las diferentes variables del astro argentino. Un infinito de jugadas que aparecerán innovadas y explayadas en el terreno de juego, ciento de defensores y de arqueros humillados y una gran expectativa de lo que vendrá. El rosarino siempre tiene algo en su galera. Sorprende con su talento todos los fines de semanas con la camiseta del Barcelona. Podríamos citar una frase de un tema de las Pastillas del Abuelo y definir la personalidad de Messi con que “su droga es vivir a pleno, se pica con humildad, fuma consejos ajenos y aspira sinceridad”.

Hay un cuarto donde se aloja “la pulga” del Barcelona, y en otro el Messi de la selección argentina. Parecía que un gran valle los separaba y sólo una persona podía unirlo: Él mismo. Por eso, el fútbol es tan apasio-nante e inestable. Un día lo comparan con Dios y otros, como el traidor de su patria. Del infierno al cielo en un año. Hace un poco más de 365 días, Leo Messi tocó fondo en Argen-tina tras encadenar dos decepciones consecu-tivas en los inviernos de 2010, por el Mundial, y del 2011, por la Copa América. Las críti-cas eran incontables y exageradas, tanto de la afición como de la prensa. Al día de hoy, en 2012, el crack de la albice-leste las ha enterrado definitiva-mente y ahora son todos elogios.

“Mentira", "fracaso" o "inven-to" eran algunas de las palabras que se asociaron a Messi después de que la Argentina cayera en los cuartos de final de la Copa América frente a Uruguay desde los once metros, en la ciudad argentina de Santa Fe. En aquella ocasión, su padre, Jorge Messi, tuvo que salir ante los medios argentinos para defen-

der a su hijo. Tras admitir que "Leo está muy mal", primero lamentó que la afición silbara al crack, para después cargar contra los perio-distas. "Lo que más molesta es lo que dice la prensa, que crea situa-ciones que nadie espera. Le echan nafta al fuego. La prensa argenti-na puede criticar, porque es lógico y Argentina está jugando mal. Pero hay gente que critica que Lionel no canta el himno a los cuatro vientos...", apuntó.

Ahora, Lio encadena exhibiciones, agota los adjetivos de todos los analistas y el público no para de corear su nombre, incluso durante los calentamientos previos a los partidos, como sucedió antes del duelo ante Uruguay por las Eliminatorias Sudamericanas. Algunos, ya se atreven a mencionarlo como nuevo “Dios” del fútbol. Un adjetivo que envolvió a Maradona entre sus fieles. Sin embargo, la humildad de Messi lo hace terrenal. Lejos está ese dogma sobre las espaldas del rosarino. Pero él se lo ha ganado. En esta fase de clasificación para el Mundial de 2014, Lio y Argentina ya tienen pie y medio en Brasil. En los cinco partidos disputados en 2012, Messi ha marcado cinco goles y la albiceleste ha sumado cuatro victorias y sólo un empate, en Perú. Por fin ese cariño que recibe en España lo obtiene de su país.

El techo de este sobrenatural futbolista, aún no se conoce. Va camino a seguir batiendo records deportivos. Y si tan solo pudié-ramos descifrar el pensamiento humano. El aura de sofisticación que rodea a los concertistas, y en contraste con la figura poco refinada del jugador de fútbol, desde el punto de vista neuroló-gico no existen mayores diferencias entre las habili-

dades del uno y del otro. Ambos poseen un alambrado neuronal

sofisticadísimo, un cerebro único capaz de ejecutar complejas secuencias de movimientos, con precisión asombrosa. Semejante nivel de perfección y maestría solo

se alcanza si esas destrezas motri-ces se desarrollan desde muy tempra-

no en la vida. Y entre miles que lo intentan, sólo un puñado de privilegiados logra el

virtuosismo que el desempeño profesional en ambas actividades exige. Entre ellos está Lionel

Messi. Si sería tan fácil jugar al futbol como lo hace él. Esos cuartos ya están unidos y formaron uno. Porque hoy “el pequeño saltamontes rompe pare-des con el bocho una vez más”.

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La ciudad de Mar del Plata se merece contar con un estadio de las características del José María Minella. Por historia, tamaño, ubicación geográfica e importancia a nivel social y turístico; “La

Feliz”, pese a ser una localidad joven en comparación con otros centros urbanos que formaron parte del Virreinato del Río de la Plata o incluso fundadas durante el proceso colonizador del territo-rio americano, no pasa inadvertida en ningún mapa político de la República Argentina.

Lejos de parecerse a la monstruosa Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Rosario, Córdoba o el mismo Gran Mendoza, Mar del Plata tiene sus propios encantos y figura entre las diez ciudades más pobladas del país. En su rol de anfitriona de importantes aconteci-miento deportivos, congresos, cumbres, festivales y demás, el estadio mundialista José María Minella se roba el protagonismo -junto a otros escenarios ubicados en el Parque Municipal de los Deportes- como la inmensa estructura de cemento que funcionó como sede de la Copa del Mundo de fútbol de 1978, organizada por la Argentina, por aquél entonces dirigida por el nefasto gobierno cívico-militar, encabezado por Jorge Rafael Videla.

Aunque durante años su utilización fue escasa, hoy en día los equipos marplatenses representativos en los torneos de AFA le dan vida al estadio. Sin embargo, generalmente, y sin ánimos de ofender susceptibilidades partidarias, pocas veces las tribunas se ven colma-das. Las excepciones a la tendencia son el superclásico del verano, disputados casi religiosamente en cada temporada estival entre Boca y River, y los aislados choques amistosos de los seleccionados argentinos locales en la ciudad balnearia.

Nadie duda de la fidelidad de los hinchas de Aldosivi ni de Alvara-do. Su apoyo incondicional cada fin de semana, en la popular de siempre, le aporta esencia al fútbol marplatense. El caso de Unión es diferente. El club de la calle 9 de julio es una institución de barrio con poca tradición, en relación a los dos anteriores, y eso se traduce en un ambiente cuasi familiar, con una convocatoria muy reducida.

“En lugares como Mar del Plata, las representaciones locales ocupan una posición completamente subalterna frente a los llama-dos equipos grandes o equipos nacionales”, expresó el antropólogo Gastón Julián Gil en la sexta edición de Deportivamente Hablando. Esto quiere decir que, la comunidad marplatense -en su mayoría- no está ajena a la pasión futbolística pero los marplatenses somos hinchas de los equipos populares de Buenos Aires: Boca, River, Independiente, San Lorenzo y Racing. La nacionalización de los clubes porteños y algunos de otros grandes centros urbanos dificul-ta la creación de fuertes lazos identitarios, al menos en términos

masivos, con instituciones locales, en ciudades medianas como Mar del Plata.

Es posible que muchos de los que asistan a la cancha sean hinchas de un equipo nacional y otro local. La centralización del fútbol argentino y las pobres actuaciones de los equipos marplaten-ses en los viejos torneos nacionales dibujaron este presente. Mien-tras en otras épocas, el viejo estadio Gral. San Martín era colmado por marplatenses, según cuentan quienes peinan canas, para un clásico local como Kimberley - San Lorenzo, hoy en día la convoca-toria en la Liga Marplatense se traduce en un puñado de amigos y familiares.

Los equipos marplatenses que participan en los torneo de AFA, por su parte, no terminan de territorializar la localía en semejante estadio. La inmensidad de las gradas, la distancia del público con los protagonistas, las dimensiones del campo de juego, el estado del césped, entre otras cosas, son características que no perjudican al local pero tampoco al visitante, acostumbrado a climas hostiles en otras partes del país, en escenarios muchas veces precarios. Por ese motivo, como sucede con los equipos platenses en el Estadio Ciudad de La Plata, tanto Aldosivi como Alvarado sueñan con la cancha propia. Un escenario que los identifique y en el cual se sientan como verdaderos anfitriones.

Que se entienda. No hay nada de malo con el José María Minella. Su presencia y su utilización le dan vida deportiva a la ciudad. Se trata de un contexto histórico y social que debilitó la formación de identidades locales. En ese marco, el estadio Mundialista adquiere un papel secundario. Y por sus características de estadio grande, difícilmente los clubes marplatenses, salvo que protagonicen sólidas

Sudor y lágrimas

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La larga cinta parecía quedar corta, mientras Ángel la desenrollaba prolijamente por el inmenso puño derecho de “La Parca” Sosa. El Club

Regatas de Quilmes no tenía lugar ni para un alfiler en aquella velada. El cuadrilátero, las luces y las señoritas que se paseaban con los carteles que anunciaban futuros rounds en la pelea preliminar; distaban mucho de la elegancia y el erotismo que genera ese placer llamado

Las Vegas. Pero el club Regatas tenía lo suyo. Y había que ser muy macho para pelear en ese ambiente, se decía para sus entrañas Sergio. En Las Vegas no hay bombos, ni camioneros que te escupen y se acuerdan de tu madre. En el Regatas todo ese tumulto parecía rebotar en el techo dos aguas y entrar al fondo de tus oídos hasta quedar en la mente un largo rato. A “La Parca” lo tenían loco recordándole la mano que le metió “Topadora” Páez en su tercera pelea como profesional. Todo ese ambiente fotografiaban las grandes pupilas verdes del pequeño sparring de “La Parca”, hasta que un ruidoso grito despabiló el sueño del jovencito. Era la voz ajada y gutural de Ángel, ya gastada gracias al efecto que los Benson & Hedges y el whisky criadores habían producido en su garganta.: “A ver pendejo si te despabilás y me alcanzás los guantes Corti. Acá tenés que estar, no mirando los culos fláccidos que están dando vueltas arriba del ring”.

Ángel le puso los guantes a “La Parca” y movió la cabeza señalando el vestuario del campeón, “Anestesia” Godoy. Todos allí sabían lo que la pelea significaba: “Tené cuidado con el apercá de Godoy, Parquita… Salí rápido de los jabs y bailotea. Si vo' boxea, so' campión”, le dijo Ángel largando un poco de saliva por el hueco del diente que le faltaba. “La Parca” golpeó con fiereza sus dos puños, le guiñó un ojo a Sergio y le dijo: “Maravilla, ahora vas a poder decir que entrenás con el campeón metropolitano ´La Parca´ Sosa”. Sergio lo palmeó y se sonrió deseándole suerte.

La inmensa risa de Maravilla se mantuvo hasta el duodécimo round de la pelea. “La Parca” estaba dando una verdadera exhibición hasta que un potente derechazo del campeón le hizo trizas el mentón y el ego. Sosa quedó mirando el rincón atónito pero consciente. Los gritos de Sergio y Ángel le exigían que se levante. “La Parca” los relojeó al mejor estilo Carlitos Monzón cuando observó el reloj del Luna, unió las rodillas y apoyó los puños en la lona. Cuando parecía que se incorporaba, los miró desafiante y se desplomó en el piso.

Nadie entendía nada. Nadie entendía nada, menos Maravilla. Los miles y miles de mexicanos

bramaban inconscientes por la euforia y el gozo que daba la cerveza Corona y el olor a muerte deportiva de ese argentino que había disminuido y convertido en una simple historieta al hijo de la leyenda durante todo ese combate.

Bailoteos, golpes de frente, castigos “en salida”, esperas entre las cuerdas para castigar cuando hubiera un hueco. Una alegoría de su apodo era su producción en esta velada. Había sufrido mucho en la vida para que este muchachito que tenía todo servido no le diera una chance de demostrar. Por eso, su ego de gran boxeador se permitió vaticinar que lo quería hacer sufrir. Y lo hizo en toda la noche. Pero justo ahora, no había tiempo ni siquiera para recordarlo. O sí. En realidad, diez segundos apenas. Miró inconsciente las luces de Las Vegas y vio las del Regatas. Y en la sonrisa deformada de Chávez la de “Anestesia” Godoy cuando volteó a su ídolo “La Parca” Sosa. Y recordó las palabras que éste le dijo muchos años después de aquella pelea, ante el reclamo de lo ocurrido aquella noche.

“¿Sabé por qué no me levanté? Porque pensé que no tenía por quién hacerlo. Vo´ te podés levantar por tus viejos, por tus hijos o por algo polenta ¿me entendés? Yo no tenía nada más que mi orgullo, y si bien yo sé que lo recontra cagué a trompadas, que lo bailé, que el título era mío porque se lo demostré en el ring, yo no iba a dejar que nadie diga que 'La Parca' Sosa fue campeón cayendo. Era un pendejo creído, yo. Hoy me arrepiento. Por Angelito, por vos, por mí también; qué te voy a macanear. Porque uno demuestra más huevos levantándose de mil caídas en la vida para ir a buscar lo que es suyo, lo que se ganó. Por error no me levanté”.

Así se concibió la octava maravilla. Sergio se incorporó y se bancó un minuto de antología. Ya lo había hecho por su viejo en Manchester y ahora pensó en el ídolo caído. Pero no se “macaneó” a él mismo y se levantó también por los años de albañil, de mozo, de vivir con lo puesto en España y por ese tipo que le dijo que se dedicara a otra cosa. “Le faltaba la música de fondo de Eye of Tiger para ser Rocky”, dijeron algunos especialistas. O los bombos y los petardos del club Regatas.

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