Deportivamente Hablando N°12

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12° edición de la revista digital Deportivamente Hablando.

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iles de comunicadores, soldados partidarios, opositores de la “corpo” y políticos oportunistas esperan con ansias el

Mfamoso 7 D: el 7 de diciembre de 2012. Una fecha que supone, como si se tratase de una jornada apocalíptica, el fin de

una era para ceder terreno al paraíso. Una fecha taladrada minuto a minuto por los medios oficialistas. Una fecha

rechazada rotundamente por los medios hegemónicos. Una fecha que sugiere el big bang de la lucha mediática que mantiene el

Gobierno kirchnerista con el Grupo Clarín.

Las expectativas generadas en los polos de la contienda política, con el poder como trofeo, han sido desmedidas desde el

vamos. Sobre todo, por el extremismo de los intérpretes, especialmente aquellos personajes que no hacen más que confundir con

sus discursos públicos.

La flamante Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual (26.522) fue celebrada por el grueso de los comunicadores hacia

fines de 2009, sobre todo por el gran número de jóvenes que transitan sus primeros pasos por esta hermosa profesión. La sanción

de la misma supone mayores oportunidades laborales debido a la democratización de los espectros de radio y televisión, como así

también por la desmonopolización de los grandes grupos mediáticos.

En ese sentido, según expresa la nueva ley -que, por cierto, aún no se aplica correctamente en su totalidad-, el Grupo Clarín

debería desprenderse de una gran cantidad de medios. Es decir, para ajustarse a la nueva reglamentación deberá desinvertir y

respetar la cantidad de medios permitidos por la ley.

Más allá de todas las medidas iniciadas por Héctor Magnetto y sus secuaces para evitar la llegada del 7 D, parece que no hay

vuelta atrás. Enhorabuena, Clarín deberá cumplir con la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. Sin embargo, la realidad

mediática no cambiará demasiado.

Clarín seguirá siendo el grupo de medios más grande del país. Posiblemente sus señales continuarán como líderes en su rubro. El

diario queda fuera de esta batalla, al menos hasta que se promulgue una Ley de Medios Gráficos, como reclaman algunos

trabajadores de medios alternativos como: La Garganta Poderosa, Barcelona y MU.

A esa bolilla podríamos incluir la ausencia de otra ley, igual o más necesaria que las anteriores: la Ley de Acceso a la Información

Pública. El proyecto recibió la media sanción del Senado en 2010 y, desde entonces, no ha sido tratada por la Cámara de Diputados

de la Nación. Lamentablemente, el proyecto de ley perderá el estado parlamentario y los argentinos no podremos gozar de un

derecho humano fundamental para el correcto ejercicio de la democracia.

Por lo pronto, el 7D sigue en el centro de la escena. La 26.522 era una ley por demás interesante que se traduce en importantes

avances en materia de medios, más allá del trasfondo político del caso, que evidentemente existe, con claros beneficios para una de

las partes. Sin embargo, no creamos que todo vaya cambiar. No creamos que todo será color de rosas. No creamos que vendrá una

etapa oscura.

Como promotores de una pelea de boxeo. Como en un tráiler de largometraje hollywoodense. Tanto el Gobierno como Clarín

intentan aportarle dramatismo al día. Seguramente los propios medios se encarguen de generar conflictos dentro del gran

conflicto e intentarán contar su verdad de los hechos.

Pero como suele ocurrir con aquellas fechas que predicen el fin del mundo, el 7D posiblemente sea un día más.

Edición n° 12 - Año 1 - Noviembre 2012 Tirada quincenal Publicación digital de distribución gratuita

Directores generales: Agustín Casa y Maximiliano Czajkowski.Redactores: Agustín Casa y Maximiliano Czajkowski.Diseño y diagramación: Ezequiel Buda.Fotografía: Yésica Pérez.Colaboran en esta edición: Gustavo Pernas.Agradecimientos: Eduardo Puppo, IAE Club, Deporte Mar del Plata, Club Náutico Mar del Plata, Nautilus club, . Departamento Comercial: (0223) 156240537, [email protected]ón gratuita en Internet: www.deportivamentehablando.wordpress.com y http://issuu.com/deportivamentehablando. Correo de lectores: [email protected].

Sábado 1° de diciembre y domingo 2 de diciembreMar Chiquita Vóley, representante marplatense en la Liga A1 femenina de vóleibol, será local en su gimnasio de la calle Belgrano 3963 ante Universidad Nacional de San Juan, el sábado a las 21.30, y Sociedad Unión Eléctrica, el domingo a las 20. Los encuentros corresponderán a la 5° y 6° fecha del certamen, respectivamente.

Sábado 8 de diciembre y lunes 11 de diciembreBuenos Aires Unidos será local en el 5° weekend de la Liga Argentina de Vóleibol. El equipo marplatense, impulsado por la Secretaría de Deportes de la provincia de Buenos Aires, recibirá el sábado a La Unión de Formosa, a partir de las 21, y el lunes a Sarmiento Santana Textiles (Chaco), desde las 22. Ambos cotejos se disputarán en el Coloso de Parque Luro, estadio del Club Once Unidos.

Domingo 9 de diciembreSe llevará a cabo el 23° Maratón ciudad de Mar del Plata. La actividad comenzará a las 8 hs en el circuito que se extende-rá entre la Base Naval y la Plaza España. Habrá numerosas categorías divididas en tres distancias: 42k, 21k y 10 k. Se esperan cerca de dos mil competidores.

Domingo 9 de diciembreSe desarrollará la 6° Copa W. A. M. Championships Mar del

Plata 2012, organizado por la Asociación de Taekwando W. A. M, y homenaje al Gran Maestro Yong Chae Ku. El certamen de disputará durante toda la jornada en A. P. A. N. D. (Ruta 2 y Río Negro) con numerosas categorías divididas según el sexo, la edad y el peso.

Lunes 10 de diciembreSe celebrará la XXIV edición de los premios “Lobo de Mar” al Deporte y la Cultura, organizados conjuntamente por el Círculo de Periodistas Deportivos de Mar del Plata y la Fundación Toledo. La ceremonia comenzará a las 20.30 y se desarrollará en las dependencias del Hotel Costa Galana.

Cientos de patinadores de diferentes edades disfrutaron de una hermosa jornada en el Paseo Adolfo Dávila, en el cierre anual del Circuito Municipal de Patín. También presenciaron las actividades algunos curiosos sobre ruedas que se encontraron con la misma mientras practicaban su hobby. Acompañó la iniciativa Nora Alicia Vega, ícono del patín carrera marplatense y de nuestro país. Además, los chicos de MDQ Rollers hicieron una exhibición de slalom y los presentes pudieron participar en diferentes circuitos de habilidades y pruebas de velocidad.

José Meolans y Eduardo Otero visitaron por primera vez Mar del Plata con sus Clínicas de Natación. Los ex nadadores profesiona-les, que comenzaron con este proyecto hace cuatro años por

diciembre de 2008, brindaron dos intensas clases prácticas, enfoca-das en el estilo crol, en las instalaciones del Nautilus Club, ubicado en Colón y Champagnat.

De esta manera, un gran número de marplatenses y vecinos de la zona se acercaron a la pilera para aprender de los expertos, en unas clínicas que son un éxito a lo largo y a lo ancho del país, e incluso a nivel sudamericano. A tal punto han sido influyentes Me.olans y Otero para una camada de jóvenes nadadores que, Mar del Plata recibió un grupo de chiles que voló directamente hacia la ciudad balnearia para absorber los conocimientos y las experiencias de dos de los nadado-res argentinos más representativos de las últimas décadas.

En la jornada del viernes, destinada a la presentación de la clínica ante la prensa y los inscriptos en las actividades, Deportivamente Hablando asistió al Nautilus Club y dialogó con los disertantes de las clases. “La misión de las clínicas es principalmente multiplicar el deporte. Tratar de venir a aportar nuestro granito de arena al agua y que ese granito de arena no se hunda. La verdad que tratamos de acompañar a cada uno de los nadadores que eligen este deporte y poder mostrar que no hemos hecho grandes proezas, si no mucho trabajo y que seguramente no están tan mal encaminados. Todo lo contrario, están muy bien encaminados. Y venir a multiplicar eso, que no hay grandes secretos, si no mucho trabajo, constancia y nada más que eso”, señaló Eduardo Otero, otrora récordman argentino de estil espalda durante once años (1997-2008).

“Tratar de que los que estén participando puedan vivenciar lo que era un día de trabajo y quizás un poco más porque tratamos de ser lo más abarcativos posible en ese sentido, con lo que tiene que ver con el estilo crol y que, a partir de eso, sea un aporte lo más pro-vechoso posible para los que estén participando”, añadió José Meo-lans, campeón del mundo en los 50 metros libres en Moscú 2002.

Respecto a la metodología de trabajo, Otero fue muy claro al explicar que “las clínicas son 100% prácticas. Trabajamos desde el ejemplo, para qué usamos cada ejercicio, por qué nos sirvió, tratar de acompañarlo con alguna anécdota, alguna experiencia y que todo es aplicable. Y principalmente hacerle una devolución a las inquietu-des que tenga cada uno de los chicos o no tan chicos que participan, poderle dar una devolución enseguida y que esa devolución a ellos le pueda llegar. Nosotros podemos hablar todo el día de natación por-que nos encanta hacer este deporte. Pero lo importante es que poda-mos ser claros con los que participan y que los que participan hagan su análisis”.

Convencido de la manera que han adoptado para llegarles a los andadores que asisten a cada clínica, en los distintos puntos del país y la región, Meolans remató: “Desde la práctica se van haciendo las explicaciones y la gente que está presente lo puede ver de una forma más cercana. Creo que pasa por eso de diferente. Y que después también lo puedan llevar adelante ellos, que lo puedan interpretar lo

mejor posible y que lo puedan realizar. Tampoco se trata de juzgarlos si lo hacen bien o mal, si no la idea es que puedan entender para qué sirven los ejercicios que se llevan a cabo”.

“Yo creo que lo que hemos hecho ha servido y por ahí utilizar el ejemplo desde lo que nos pasó a nosotros, cómo lo multiplicamos y cómo lo resolvimos nosotros mismos, los nadadores se dan cuenta de que les pasa lo mismo, les suceden las mismas cosas y que tratan de resolverlo en la medida que pueden. Muchos entrenadores nos han elogiado porque venimos a decirles lo que por ahí ellos le dicen pero que no les llega tanto. Y por ahí nosotros se lo decimos de una manera más llana y les puede llegar. Es como un soporte para esos entrenadores realmente, porque el mismo nadador se da cuenta que está muy bien llevado por su entrenador. Venimos a acompañar ese vínculo. No a desterrar nada”, confesó Eduardo Otero, en relación a las devoluciones positivas que reciben de los entrenadores, quienes no los consideran como una competencia, si no que comprenden su importancia para los más jóvenes y su compromiso con esta discipli-na que tantas satisfacciones le ha dado a lo largo de sus carreras deportivas.

Más aún, cuando los protagonistas de estas clínicas intentan transmitir el deporte como una escuela de vida. “Yo creo que hay que tratar de que, en general, la sociedad, nuestros jóvenes hagan depor-te. Después está en la elección de cada uno la disciplina que quieran llevar a cabo. A nosotros nos toca transmitir la natación pero tam-bién tratamos de poder radicar eso de que es necesario hacer deporte por diferentes cuestiones, por la calidad de vida, por la educación, por la formación, por los valores que se transmiten. Creo que después también eso es lo que te queda interiormente para el futuro, más allá de la medalla o el resultado que puedas sacar”, comentó Meolans, con la experiencia de un hombre que vivió toda su vida vinculada a la natación y que sabe de qué habla cuando menciona las palabras meda-lla o resultado.

Consultado sobre si considera mayor su llegada sobre los jóve-nes, en relación a las explicaciones de los habituales profesores de los chicos, Meolans reconoció: “La verdad que no sé. Pero si es de esa forma estaría bárbaro para nosotros. Si se puede llegar más, que pue-dan captar el mensaje es cumplir un objetivo realmente, hacerlo bien y hacer entender para qué sirve realizar deporte. Después, la idea es que todo eso que se transmite, lo puedan transmitir los profesores y que lo puedan captar de la misma forma”.

“La idea es seguir recorriendo. Esta es la clínica número 77 que hacemos del historial, y creo que la número 22 del año, y puntual-mente tratando de ir a cada lugar donde nos llaman, tratando de estar, de planificarlo bien. Puntualmente ahora vamos a una provin-cia que no habíamos ido que es La Pampa. Y Creo que nos quedan dos o tres provincias que no hemos estado y muchas que hemos repetido. Y la verdad que eso nos llena de satisfacción. No imaginá-bamos este presente, poder estar haciendo un aporte en la nata-ción, un deporte que tanto nos dio”, completó Otero, feliz con lo laburo realizado en las diferentes clínicas que brindaron hasta aquí y con la ilusión de continuar evangelizando el país, y por qué no Sud-américa, con una de las disciplinas más lindas: la natación.

L-os rayos de sol rebotan en los anteojos oscuros de los presen-tes. El calor se hacía agobiante, mientras el sol se encontraba en su punto más alto. La primavera parecía vencida por el verano.

Pero ahí estaban ellos. Ansiosos y expectantes. Cientos de periodis-tas, dirigentes, políticos, jugadores y jóvenes esperando al deportis-ta más representativo que ha tenido la ciudad. En el mismísimo lugar que se formó como jugador.

Guillermo Vilas, el mejor tenista argentino de todos los tiempos, fue homenajeado en el Club Náutico de Mar del Plata, su hogar Deportivamente Hablando, a 35 años de la conquista de su pri-mer Grand Slam: Roland Garros 1977. El aniversario fue la excusa para una emotiva ceremonia que culminó con la presentación de la escultura Vilas, el revés argentino, realizada por el artista plástico cordobés Daniel Masi, ubicada en los jardines del Club Náutico. Loca-ción que merecía una obra de tal magnitud para recordar eterna-mente al ídolo máximo.

Se trata de una escultura de hierro a escala natural con la figura de Vilas que representa el mítico revés con top spin del zurdo, con una resolución abstracta por su estilo expresionista. Con 1,80 metros de alto y más de 100 kilogramos, la figura sugiere un impo-nente retrato de Willy.

Ocho meses tardó el autor en terminar la obra. Pero valió la pena. “Significa mucho para mí. Más que, al haber hecho dos en oca-siones previas, un retrato y una maqueta en las que estaban todos sus números inscriptos, siempre me faltaron ganas puestas en la obra. Y ésta es la primera obra que me dan tanto tiempo para traba-

jarla y es tan importante al considerar que es una escultura tamaño natural de Guillermo. Eso significa mucho para mí”, expresó Daniel Masi a esta publicación, respecto de su flamante escultura.

El artista plástico cordobés explicó que “lo que trato de transmi-tir con esta obra es el revés que elegí , dentro de todas las fotos que dispuse para hacer. Es un revés tranquilo justamente por la tranquili-dad que puede tener Guillermo por la cantidad de logros que ha obte-nido a lo largo de su vida y de su carrera. Yo no quería un revés a la defensiva, ni siquiera que esté exigido. Lo quería disfrutando. Enton-ces, hice ese revés”.

No es casualidad que Daniel Masi se atreva a representar en sus obras a un personaje de la categoría de Vilas. Los dos tienen una misma pasión, una característica en común que permite esta extraordinaria conexión entre artista y el protagonista de la obra: el tenis también formó parte de la vida del cordobés.

“Cuando empecé a jugar tenis tenía 12 años y el gran ídolo era Guillermo. En ese momento estaba en los últimos años de su carrera pero me impactó muchísimo. Después fui profesor de tenis hasta hace poco tiempo y marcó toda mi carrera. Fue un ejemplo de esfuerzo, de trabajo y de talento”, confesó Masi su gran aprecio a Vilas, sobre todo por su incursión en esta disciplina desde la juven-tud. Por eso, esta oportunidad de representar a su ídolo, con una obra de tales características, le da un valor agregado: “Esta obra, al ser la escultura lo que lo representa, es culmine porque yo tuve la posibilidad de hacerlo tal cual es, quizás modelándolo en barro. Pero elegí esta técnica justamente para transmitir lo que yo quería del movimiento y de la persona de Guillermo”.

Se nota la pasión depositada por el artista en su obra. Y el propio homenajeado captó el mensaje. “Me encantó la figura. Es muy linda. Está muy bien hecha. La verdad que tenía un miedo bárbaro”, comentó Guillermo Vilas, un poco en serio y un poco en broma, ante los presentes que se acercaron a vivir este momento único en la vida del ex tenista. Y añadió: “Estoy contento de haber venido porque

siempre estoy contento de venir al club. Muchas veces cosas que suceden nos apartan y otras nos acercan. Si alguien no entendió lo que dije basta con escuchar los discursos”.

Fiel a su estilo, pícaro y sin pelos en la lengua, envío mensajes entre líneas a los oportunistas de turno o aquellos que históricamente no han valorado su relevancia para el tenis nacional y sus grandes logros internacionales. Aún así recibió el cariño de Susana Salerno, titular del Club Náutico Mar del Plata, autoridades de la Asociación Argentina de Tenis, el intendente comunal, Gustavo Pulti, concejales municipa-les, dirigentes deportivos, el periodista Eduardo Puppo -propulsor del homenaje-, amigos de antaño y público en general.

“Vos Guillermo conseguiste algo que para mí es trascendente. Vos trascendiste las fronteras de este club, de Mar del Plata, de la pro-vincia, de la Nación. Pero fundamentalmente lograste transformar la cultura del deporte y que el tenis entre por puerta grande cultural-mente a la Argentina como deporte popular. Ése es el mayor agradeci-miento”, abrió la ceremonia Susana Salerno, presidente del Náutico Mar del Plata., en relación al rol fundamental que cumplió Guillermo para el progreso del tenis en nuestro país, tal como lo conocemos actualmente.

Por su parte, el titular de la Asociación Argentina de Tenis, Artu-ro Grimaldi, mencionó la creación del Salón de la Fama argentino, que funciona desde 2012, y le leyó unas palabras a Guillermo: “Por tu consagratoria trayectoria profesional, tanto en el ámbito del cir-cuito masculino como en representación de nuestro país en la Copa Davis, te hacés merecedor de la más alta distinción del Salón de la Fama, que es la categoría de platino-diamante, y esa ceremo-nia la vamos a realizar en el Buenos Aires Lawn Tennis Club, unos minutos antes del final de la Copa Peugeot”.

Más allá de los discurso protocolares, los regalos emotivos y las humoradas propias del carisma de Vilas, lo importante es la obra que quedará instalada en los jardines del Club Náutico para la inmortalidad. “Significará un nuevo atractivo tanto para los aman-tes del deporte de todas las épocas como para el club que lo vio nacer tenísticamente”, recita una gacetilla de la organización.

Y en Deportivamente Hablando adherimos a esa frase. Con una escultura de semejante magnitud en uno de los puntos tradiciona-les de la ciudad, cómo no acercarnos al Club Náutico, apreciar el arte y dejar volar nuestra imaginación con los encantos del revés argentino.

Con su boina calada y un traje a medida; un temple de acero, una memoria enroscada en varios recuerdos y unos ojos que destilaban melancolía o nostalgia, “Willy” regaló a chicos y

grandes, firmas y fotos. Un banquete extra para un día de homenaje. Mar del Plata agasajaba a su niño prodigio. El mundo se rindió a sus pies en una época donde no había héroes. Así surgió él, abanderado y pionero para los tenistas sudamericanos. Un loco que se aventuró a un mundo desconocido. Y que abrió las puertas a su gloria eterna.

Aquella tarde, al cumplirse 35 años del primer título individual de Grand Slam, Vilas quedó inmortalizado en una estatua a escala natu-ral realizada por el artista cordobés Daniel Masi, que utilizó el estilo expresionista y el hierro como material.

Ese título era nada más y nada menos que Roland Garros 1977. El tenista marplatense se sumergió en la historia y recordó aquel tor-neo. “Venía de perder y jugar un mal partido en Roma. Estaba total-

mente destruido anímicamente. Después armé toda una historia para retomar. En ese momento yo trabaja con Tiriac. Y él tuvo una idea muy genial que yo enseguida la adopté y así seguimos. Después gané el torneo. Pero no había nada que dijera que iba a ganar Roland

Garros. Me acuerdo de todo, porque tengo todos los elementos que utilicé durante ese torneo. Los tengo todos guardados en mi casa en el museo”, confesó.

Su mirada seguía perdida en un horizonte de canchas de tenis. Sin embargo, volvió a recordar y acotó que “Yo quería ganar los Grand Slams. Era un candidato a ganar los Grand Slams. Había perdi-do una final con Borg pero ya había ganado el campeonato de Más-ter. Que es un torneo muy difícil. Yo sabía que podía hacerlo. Pasaba el tiempo y me agobiaban esas ganas de ganar otro. Al final lo logré. Lo logré de una manera muy abultada y realmente le puse todo para que las cosas salgan bien”.

“No tuve tiempo de entrar. Pero ya había visto la escultura. Me habían mostrado lo que iba a estar inscripto. Quería una escultura fija. Porque en otros lugares no lo hicieron y salí más enojado que contento. Les dije que pongan lo que piensan de mí, si no me gusta-ba, no venía. Entonces creo que escribió lo más lindo que me han escrito en Argentina en mi carrera. Y en las afueras, lo comparo cuando me metieron en el salón de la fama, el verdadero que es el norteamericano, el que yo quería estar. Ahí escribió un amigo mío. Y me pareció las dos introducciones escritas mejores hechas. La que hizo Pupo y el del salón de la fama americano”, a Guillermo lo marcó a fuego este homenaje. Luego agregó: “Del resto de los homenajes no tengo participaciones que me acuerde, evidentemente no me gustaron”.

“Willy” es veraz, sin miedo al qué dirán los demás: Auténtico y rotundo. Mar del Plata le abrió los brazos. La gente fue cálida y admi-ró su persona. Él opinó sobre su recepción y dijo: “La verdad que Mar del Plata tuvo una injerencia dentro del tenis absoluto y después la perdió. Ahí hubo un corto circuito que nunca lo entendí. Pero yo ape-nas vi que podía jugar bien me fui afuera y no volví prácticamente

porque los viajes tenían miles de paradas y era complicado. Realmente toda mi infancia la manejé en Mar del Plata. Ahora estoy acostum-brado que la gente se acerque porque me conoce. Generalmente, la gente reconoce a quien quiere, no es algo raro. La gente siempre te trae cosas y recuerdos. Yo creo que los deportistas son las personas más admiradas que hay en el mundo. Porque hacen cosas que te conectan con vos también. Para mí es una cosa habitual. Recién vinie-ron los cancheros para que les firme. A estos cancheros nunca los vi”.Guillermo Vilas se explayó con simpleza en todas las notas que le hicieron. No esquivó ninguna pregunta y contestó con altura. En el aire flotaba ese tema que, sin dudas, al marplatense no le desvela el sueño: La Copa Davis y su participación como capitán.

“No tengo ese sueño en absoluto. Mi sueño era ganar los Grand Slams, ser campeón argentino, ser campeón del Club Náutico. Todo ese tipo de cosas. La Copa Davis es algo que la gente que maneja el tenis, te ofrece de forma espontánea. Si no me lo dan de esa manera, si lo hacen porque no tienen a otra, no sirve. Es un homenaje que les hacen a los jugadores. Como le hicieron a Santana, Panatta, a todos los que han sido capitanes en sus respectivas selecciones. Ésa es la idea, hasta que eso no se dé en Argentina, yo no voy a ser capitán de Copa Davis”, finalizó con un tono como si estuviese harto de este tema.

Así finiquitó esa nota breve pero concisa. Sin caer en demagogia ni en “cholulismo” barato. Su figura abruma a todos. Fue y será el mejor tenista argentino de todos los tiempos. La leyenda está viva. Trovador, bohemio y urbano. Tres características que podrían describir a un gigante del tenis como lo es Guillermo Vilas. Así de simple.

“-No se trata de ganar, se trata de la rela-

ción que estableces contigo, con tu familia, amigos y compañeros. Se trata del proceso que eres capaz de experimentar y superar. No se trata de una victoria final en un podio. Se trata de LA VICTORIA DE CADA DÍA, de superar el dolor al no rendirte en la dificultad. Tanto dolor para ser más fuertes en el interior, mejor persona, mejor ser humano. No se trata de un gran intento por ser mejor que los demás, se trata de ser poderoso por ti mismo en medio de la adversidad...”, Osvaldo Leal Labrada.

Las palabras del primer párrafo, corres-pondientes a una canción escrita por un judoca, se encuentran trazadas como epígra-fe en una de las fotos que tiene Alejandro Sais en su red social. Esto describe el mensaje que quiere dar el profesor marplatense que da clases en el Club Talleres, ubicado en Magalla-nes 3878.

Como toda historia tiene un comienzo, la de Alejandro no es la excepción a la regla. “Mis inicios en el judo fueron en el Club

Talleres con el sensei Jasinsky. Fue él quien trajo el judo a esa parte del puerto. Era muy chico y no entendía mucho de qué se trata-ba. Sólo me llamaba la atención como se vestían. Empecé a entrenar en 1974. Luego falleció y dejó el lugar bacante. Entonces, yo dejé de hacer judo. En el año ´78 retoma las clases, también uno de los grandes referente del judo en Mar del Plata: Jorge Omar Juri. Luego competí por mucho tiempo represen-tando al club y a mi ciudad. Y al maestro Juri como profesor”, señaló.

“El judo en Argentina es un deporte que tiene unas raíces muy directas con la escuela tradicional de Japón. Es un deporte que tiene muchos campeones y una trayectoria muy larga. Lo que pasa es que nuestra cultu-ra no es de judo. Sino que es más de fútbol, automovilismo, boxeo, en la parte deporti-va”, apuntó sobre el populismo en otros deportes. Y agregó que “hay mucha desin-formación con respecto al judo”.

-¿Cómo fueron tus inicios cómo entrenador?

-Como entrenador fue muy curioso. Yo dejé por mucho tiempo el judo. En 1987 cuando me caso dejo de practicarlo, por razones personales y ya era grande. Volví después de 25 años. Me llama el profesor Juri que estaba dando clases cerca de casa. Me dice “por qué no venís” y lo pensé por mis hijos. Yo soy padre de tres hijos. El más grande practicaba fútbol. La nena que salió campeona nacional de judo hacía patín. Y el más chico que hoy no está, pero siempre sigue en el recuerdo, fue quien me hizo retomar el judo. Yo pienso que él, inconscien-temente, me llevó nuevamente a este arte para que yo pueda soportar el dolor después de su pérdida.

Alejandro hizo referencia a su hijo menor Martín Facundo Sais. Al nombrarlo, inevita-blemente, con un dolor entendible, se llena-ron los ojos de lágrimas. Bebió un sorbo de agua y siguió recordando esa hermosa anéc-dota que lo mantiene en pie: “Mi mujer me dice qué iba hacer con el judogi -vestimenta tradicional-. Entonces él ve que lo saco. Y cuando lo abro, se le iluminan los ojos. Me dice `papá, ¿en serio esto es tuyo? ¿Vos hacías esto?´A él le gustaba mucho el animé, la lectura y las artes marciales. Y justo encontró el deporte que quería hacer”.

-¿Qué beneficios puede aportar la práctica de judo a los más jóvenes?

-El judo no es tan solo un deporte. El judo es un sistema de educación que incluye el deporte. En Japón fue un sistema educativo obligatorio en las escuelas. Por su disciplina, porque lo primero que se le enseña a los chicos es el respeto. Con el tiempo aprendí que el judo no sirve para pelear, si no para educar. Dicen que el judo es muy agresivo. Pero también es agresivo jugar al fútbol y pegar una patada o una trompada a alguien. La UNESCO (La Organización de las Nacio- nes Unidas para la Educación, la Ciencia y la

Cultura) declaró el judo como el mejor deporte inicial formativo para niños y jóve-nes de 4 a 21 años. Eso dice mucho. Tiene su parte lúdica y su parte defensiva. Si bien este deporte no es muy popular en nuestro país, todo los días lucho para que eso cam-bie. Quiero dar a conocer que no es agresi-vo. Es un deporte de contacto pero sin lastimar a alguien.

-En una entrevista a Gonzalo Torres de Olazábal mencionó que había poco apoyo al judo en Argentina.

-Acá no le dan mucha importancia. Uno de los principales motivos por el cual el judo debería estar dentro de los colegios, es porque todos los ejercicios de psicomotri-cidad enseñados a tiempo, más la disciplina, ayudan mucho al individuo. Por eso digo que hay mucha información y desinforma-ción con respecto al judo. A mí no me gusta hablar de otras artes. Pero hay un punto

donde las artes marciales se transformaron en artes comerciales. Y eso me molesta y mucho. Al que lo siente como yo le molesta. Esto se creó en el mundo para educar. En

Argentina no se vive del judo. Pero sí hay mucha rivalidad contra el judo de otras artes. Por lo menos así lo siento yo. El tema es el celo. El maestro en una de sus memorias dice: “Lo que tenés que cuidarte es del celo, porque los celos son destructivos”. Los celos son naturales de las personas. Los profesores ven como los chicos de otras artes se asombran cuando ven a otros chicos haciendo los ejercicios de judo. El judo es más vistoso para

el chico. No digo que es mejor. El chico lo que quiere a los cinco años es revolcarse, divertir-se. Es la edad en la que no tiene miedo a lastimarse.

El 29 de noviembre se cumplieron 106 años de judo en Argentina. Una disciplina olímpica que se fue expandiendo por todo el mundo. Su origen es en Japón. Fue creado por el maestro Jigoro Kano en 1882. El maestro Kano recopiló la esencia técnica y táctica de dos de las antiguas escuelas de jiu-jitsu. Luego fundó su escuela, el Kodokan. “El judo es uno de los primeros deportes olímpicos. Antes no había ningún arte marcial porque lo

consideraban agresivo. Así mismo el boxeo. La idea del Comité Olímpico no era incluir deportes agresivos. Después se fueron incluyendo”, manifestó Sais.

-¿Por qué el judo no se incluye en los Juegos Bonaerenses?

-Los problemas son presupuestarios y políticos. Y el judo está ausente porque una de sus premisas es que el judo no debe politi-zarse. Nuestro maestro siempre decía que la política y la religión tenían que estar aparta-das de la enseñanza del judo para poder crecer. Como te dije, el problema es presu-puestario porque tienen prioridad otros deportes. Hay muchos judocas que están yendo a las escuelas, chicos de la provincia que practican este deporte aparte. Habría que hacerle ver a las autoridades que hay otros deportes. Yo sé que a veces es imposi-ble porque no dan los tiempos o el dinero. Pero se podría organizar y estructurar con

los mismos selectivos que hacen la federa-ciones nuestras para los Torneos Evita. Y ahí que queden selectivos para los Juegos Bonaerenses. Esos chicos estarían represen-tando cada uno a sus lugares. Con el fútbol se puede hacer porque tenés chicos para armar. Sin embargo, en el judo habría que nuclear a cada provincia para hacer un grupo grande. Por mi parte está la predisposición y la del club. Faltaría si a las autoridades les interesaría este proyecto a futuro.

-¿Cómo es el nivel de judo en Mar del Plata?

-Tenemos muy buen nivel de judo en Mar del Plata. Estoy en este momento en la Asociación Marplatense de Judo y veo a los chicos que tenemos en el club Talleres y en ESAM. Veo que hay muy buen nivel en términos generales. Lo que no hay es la cantidad que era cuando nosotros practicá-bamos. Cuando nosotros practicábamos fue algo muy bueno. Era un grupo muy grande, como ahora, de profesores que

tenían muchos alumnos. Nosotros en Talle-res éramos cien haciendo judo, algo insospe-chado en algún momento. Hoy puedo decir que tengo un plantel de 37 alumnos. Y me miran como diciendo “cómo hacen”. Tener un grupo de ese tamaño hoy en día es mucho. Así es la historia del judo. Son 106 años en Argentina. Son muchos años en el mundo.

Alejandro Sais, además hace ocho meses da clases de judo a chicos con síndro-

me de down. Siendo así el Club Talleres la única institución que da judo, al menos en Mar del Plata, a chicos con capacidades diferentes. Este gesto humaniza más a la figura de este profesor que da su vida por el deporte que ama. Y es así que el 11 de noviembre compitió en el Master de vetera-nos en Miami. Donde terminó décimo quin-to. “Vengo de entrenar y voy a volver hacer-lo porque me tocaron el orgullo. Quiero volver a intentarlo”, afirmó con seguridad.

Esa “segunda posibilidad”, como dice él, fue una experiencia inolvidable. Su retorno a los tatamis internacionales lo marcaron a fuego. Con su voz quebrada, expuso en carne viva sus sensaciones: “Mucha emo-ción. Mucha adrenalina que corre por el cuerpo. Quizás fue uno de los factores que más en contra me jugaron a mí. Porque hace mucho que no competía. Uno a veces está más enfocado en otras cosas que en la lucha. Y en ese momento hay que poder separar todo y concentrarte en eso. Porque el que está enfrente lo quiere tirar a uno. No me gusta poner excusa. Como siempre le digo a los chicos: `Ganamos, perdemos o nos cae-mos. ¿Qué hacemos?´ Y los chicos me res-ponden:`Nos levantamos y seguimos´. Por-que esa es una de las enseñanzas del judo. De tanto de que te caes te tenés que saber levantar para poder seguir. Mi hijo el menor, que hoy no está, me trajo al judo para que pueda levantarme y seguir cada día”.

I-nvitado para el 25° aniversario de la peña Ricardo Bochini de nues-tra ciudad, Javier Cantero visitó Mar del Plata, un día antes del clásico frente a River -que finalizó igualado en dos- y fue recibido

por la Comisión de Deportes en el Honorable Concejo Deliberante, como gesto de apoyo a la política institucional que lleva a cabo en el club que preside, el Club Atlético Independiente de Avellaneda. Can-tero, sin la intención de hacer ruido mediático ni de ganarse enemigos, enarboló una bandera en contra de los violentos, los barras bravas que tanto mal le hacen al fútbol argentino, en su caso, a su amado Inde-pendiente. Una bandera fácil de levantar pero difícil de mantener en lo alto. Una batalla solitaria, enviciada por el poder y los intereses de políticos y sindicalistas que desgastan a cualquiera que se atreva a desafiar al sistema. Cantero actúa con convicción y no analiza dar un paso atrás en la lucha. Por el contrario, se mantiene firme en su postura, opuesta a los intereses de los hinchas radicales -si es que pueden llamarse hinchas- y caracterizados.

“Empecé simplemente por una cuestión de convicción y para barrer un poco dentro de mi club. Hubo un espejo en todos los clubes. Me sorprendió realmente”, apuntó Javier Cantero a Deportiva-mente Hablando, mientras salía del edificio comunal. El titular de una de las instituciones más grandes no esperaba la magnitud de las repercusiones que generó su medida, una decisión que el grueso de los aficionados que comúnmente asisten a los estadios desean ferviente-mente, para ponerle fin a la violencia, derivada de intereses económi-cos y políticos, y al miedo en los escenarios deportivos.

El mismo Cantero, sin querer queriendo, se metió en un terreno

complicado “porque los hilos conductores de las barras habitual-mente terminan en la política o en los sindicatos”, según el dirigen-te. Y aseguró que “muchos de los barras necesitan tener trascen-dencia. Cuando uno los nombra, los fotografía y demás, lo único que logra es que los hinchas terminen sacándose fotos con ellos. No es muy positivo. Pero es un sistema democrático, la prensa puede hacer lo que quiera”.

Cantero respeta la labor periodística pero no concibe la idea de hacer públicas las figuras de los violentos, muchos de ellos delin-cuentes con extensos prontuarios que asustan a cualquier hijo de vecino. Con su mediatización, lo único que se logra es fortalecer su poder, su ego y su influencia en los hinchas jóvenes, quienes los adoptan como ídolos ficticios, referentes de la tribuna que “dejan la vida” por los colores que aman.

Pero en esta lucha, aunque mediáticamente pareciese que sí, Cantero no está solo. Lugar que visita, lugar en el que recibo apoyo de los hinchas genuinos, sin importar colores ni rivalidades. Quizás los dirigentes no se atreven a unirse públicamente al conflicto, pero piensan igual a él, al menos aquellos que quieren hacerle bien al fútbol. Y dentro de la estructura de la entidad de Avellaneda, Cantero cuenta con el apoyo incondicional de su grupo de trabajo.

“Como siempre en cualquier equipo hay cosas que funcionan bien, otras que no funcionan tan bien y hay que modificarlas. Permanentemente hay que estar rectificando”, indicó sobre la tarea de la dirigencia roja. Y volvió a depositar toda su confianza en Florencia Arietto, Jefa de Seguridad de Independiente, quien había

presentado su renuncia luego de algunos sucesos enca-bezados por los violentos de siempre, ocurridos semanas atrás en el estadio Libertadores de América. “Si la barra le pone una bandera en contra de ella quiere decir que ella está haciendo las cosas bien. Es la mejor publicidad. El otro día en broma le dije ´creo que la mandaste a poner vos así continuas en el cargo´”, expresó sobre la continui-dad en el cargo de Arietto, una mujer que se la observa muy convencida y seria, en las entrevistas radiales y televisivas.

Si bien la lucha contra los violentos ocupa un lugar de privilegio en la agenda de Cantero, el presidente de Independiente no dudó en afirmar que la permanencia en primera “es la prioridad de acá a junio del año que viene”. Y es lógico. Cantero es consciente que “si las cuestiones futbolísticas no funcionan, todo lo que hagamos va a caer en el saco roto”.

Se termina el año y arranca una nueva temporada de verano. Con el fin del ciclo lectivo 2012 y las primeras jornadas de calor, se renuevan las expectativas para la tradicional Colonia

de Vacaciones del Instituto Albert Einstein Club, conocido como IAE Club, que se prepara para la 14° edición de la misma y esperan superar el número de inscriptos de años anteriores.

“Este año tenemos una gran expectativa. Tenemos más inscrip-tos que al año pasado a esta altura de la fecha. Y creo que vamos andar muy bien. El espacio está acorde para una buena actividad. Y los espacios al aire libre están arreglados para hacer una buena salida. El grupo de docentes ya está coordinado como para arrancar. Nos faltan las últimas puestas a punto pero creo que estamos bien. La idea es empezar el 17 de diciembre”, enfatizó Roberto Daconte, Coordinador General de la Colonia.

La entidad ubicada en la calle Saavedra al 3050 apuesta fuerte a la escuela de verano y trece años de experiencia en la materia lo avalan. El comienzo para 14° edición está pactado para el 17 de diciembre, mientras que el cierre sería el 21 de febrero, sujeto a cambios según el arranque del ciclo lectivo 2013. La colonia funcio-nará de lunes a viernes de 9 a 13 horas. Y estará dividida en tres grupos: niños de 2 a 5 años, de 6 a 8 años y de 9 a 13 años. Las actividades serán coordinadas por Maestras Jardineras o Profeso-res de Educación Física, según la edad de los niños.

En el caso de los más pequeños, las actividades incluyen tres estímulos de natación por semana, recreación, juegos, educación física, vida en la naturaleza y actividades estéticas expresivas. En el grupo de 6 a 8 años, los chicos disfrutarán de juegos de iniciación deportiva, vinculados al hándbol, hockey, básquet, fútbol y vóley.

Sumado a tres actividades acuáticas semanales en la pileta del club. Los más grandes, por su parte, también tendrán hándbol, básquet, hockey, fútbol y vóley, más natación tres veces por semana. Todos los grupos harán excursiones semanales, actividades especiales y vida en la naturaleza.

Respecto a la diagramación de la Colonia, Roberto explicó que “hay un cronograma de horarios que hay que llevarlo a cabo porque no podríamos ordenarlos. Son muchos chicos, estamos hablando de entre 250 y 300 chicos. Tenemos una división que es primaria y jardín. Hasta salita de cinco están en un lugar de la institución y después los más grandes en otro. Coordinamos los días de salida. Cuando sale un grupo, no sale el otro. Cuando entra un grupo a la pileta, el otro no entra. Cuando hay talleres para uno, no hay para el otro”.

“Apuntamos a la recreación y el deporte. Después hay otros talleres que se hacen en horarios diferentes que son de expresión, talleres de manualidades, de cocina y otros más. Queremos que los chicos se sientan sin tanta presión cuando dejan el colegio y la pasen bien más allá de todo. Y el deporte apunta a la asociación y nosotros seguimos esa línea”, dijo Roberto Daconte sobre el objetivo de la 14° Colonia de Verano del IAE Club.

En relación a las diferentes actividades adicionales, que hacen distintiva a la Colonia del IAE, Roberto comentó: “Cada chico entra a la pileta. Y cada semana tienen estímulos de salidas a distintos lugares. Por ejemplo, un día se pueden ir a un balneario en la playa, otro día se va a una unidad recreativa como lo es San Francisca de Asís. Otro día van al Mini-Zoo, otros a museos. Distintas actividades para ir alternando. Y acá cuentan con espacio físico muy importante

como son las aulas, el gimnasio, aulas de plástica, de música, el natatorio”.

Los chicos, los verdaderos protagonistas de las actividades, se muestran interesados y expresan su veredicto. “Ellos piden hacer deportes. Los más grandes piden hacer deportes, preguntan y se anotan. En la natación hay un poco de recreación dentro del agua. Y está apuntado al juego. La idea es que se despeje un poco la cabeza y tenga sus momentos. También tiene sus momentos libres para hacer lo que quiera dentro de un espacio. Porque es la forma de que puedan crear, con la profesora de plástica. La mayoría son maestros jardineros y profesores de educación física”, puntualizó.

Y esa libertad, variedad y posibilidad de elección, los chicos y los padres la valoran: “Es así que repiten y siguen viniendo. Van pasando los años y seguimos manteniendo los mismos alumnos. Además de los más chicos que se van agregando a los que van egresando porque es hasta doce años. Están conformes. Es un lugar donde están contenidos. Donde están seguros. Donde el papá deja a su hijo y se siente seguro, contenido, no peligra de nada. Genera seguridad el IAE. Hay vigilancia, tiene unas instalaciones hermosas. El tema de

la natación todos los días es fundamental”.“Los docentes que están coordinando -hay dos coordinadores

por cada nivel- están trabajando en este momento. Están progra-mando las actividades que van hacer durante los dos meses. Es lo que estamos armando en estas semanas para arrancar ya con todo. La idea es hacer actividades distintas, innovar. Que los chicos no

tengan siempre lo mismo. Porque a un chico le das siempre lo mismo y se aburre”, expresó Roberto, convencido del nuevo rumbo que tomará la colonia. Y es todo un desafío para él porque será la primera vez que se hace cargo de la misma: “La conducción antes de la colonia estaba a cargo de dos profesores de renombre del colegio. Y la llevaron muy bien hasta ahora. La tomamos nosotros este año y vamos a ver qué pasa. Esperemos tener una buena repercusión”.

Desde el IAE Club, pese a las cómodas instalaciones que utilizan para las actividades apuntan a la recreación al aire libre. Por esa razón, todas las semanas hacen excursiones, que incluyen vida en la naturaleza, y actividades especiales. “Vamos hacer una pernoctada para los chicos de salita de cinco acá en la institución. Y para los demás, de primaria, se puede hacer un campamento en enero o febrero, generalmente uno a fin de mes para cerrar la colonia”, señaló Roberto sobre una de la posibles salidas, un clásico de la Colonia de la institución.

“Generalmente, todas las actividades que son extras al club, así sea un evento de fin de semana, convoca genta al club después. Porque al papá le gusta el lugar, ven acordes las instalaciones para que venga su hijo. Ven un ambiente cálido. Entonces, se vuelcan a traer a su hijo para que haga actividades. Hay chicos que arrancan haciendo básquet y después hacen otro deporte. Pero generalmen-te los chicos de la colonia, terminan en invierno con otra actividad dentro del club”, reconoció Roberto Daconte el valor de la Escuela de Verano para la vida social y deportiva del IAE Club, una entidad joven pero que convoca diariamente a chicos y chicas de todas las edades.

Todo sea por el bienestar de los cientos de niños que asistirán, a partir del 17 de diciembre y hasta los últimos días de febrero, a la 14° edición de la Colonia de Verano del IAE Club: “Las expectativas son muy buenas. Estamos terminando de cerrar algunos contratos para hacer salidas al aire libre y estamos muy contento de cómo venimos. Creo que vamos andar muy bien. Esperemos tener suerte, trabajar bien y que los chicos se encuentren al final de la colonia con una sonrisa”.

Es el hombre que ha ganado más Campeonatos del Mundo de Fórmula 1, el alemán que ostenta la totalidad de los récords y, quizá, el piloto más importante de la historia…

El heptacampeón tiene un inicio común al de resto: conduciendo karts antes de aprender a leer, deslumbrando en categorías inferio-res, hasta que un experto descubre que puede formar parte de la élite. El hombre que confió en él desde el inicio de su carrera fue Willi Weber, su mánager.

Debutó en la Fórmula 1 en 1991 a los mandos de un Jordan-Ford, en el Gran Premio de Bélgica, sustituyendo al piloto belga Bertrand Gachot, que estaba en prisión. Tras hacer una gran clasifi-cación, un problema en el embrague lo obligó a retirarse en la prime-ra vuelta. Pero impresionó a Flavio Briatore, patrón de la escudería Benetton, y fue fichado. El equipo Jordan era una escudería que estaba caída en desgracia, trabajando con procedimientos desfasa-dos que la alejaban de los equipos de punta. En 1992, Schumi ganó su primer GP en Bélgica, en el mismo circuito donde arrancó el año anterior.

En 1994 ganó ocho carreras y, a pesar de llevar un coche inferior al de sus rivales, los Williams, ganó su primer título. Así comenzó a escribir las primeras palabras de su amplio pergamino. El cambio de motor de Benetton en 1995 (de Ford a Renault) hizo que Schuma-cher ganase el título con más facilidad, sumando nueve victorias.

Un año más tarde, firmó para la escudería Ferrari. La marca italiana y el piloto alemán estrecharon un vínculo positivo que con el trascurso del tiempo los dejaría en la inmortalidad. En 1998, Michael ya acarició el título mundial. Venció en seis carreras, pero en Suzuka,

reventó un neumático, dejando el título en manos de un tal Mika Häkkinen. En el ́ 99, un fuerte accidente en el Gran Premio del Reino Unido en Silverstone lo apartó de la F1 durante media temporada, pero consiguió junto a su compañero de equipo Eddie Irvine el campeonato de constructores para Ferrari.

La humanidad estaba a las puertas de un nuevo siglo y también ante el nuevo Rey del automovilismo mundial. Fue así que “Schummy” logró ganar nueve carreras y le arrebató el trofeo a Hakkinen por 19 puntos. Pero este deportista hambriento de gloria no se conformó. Obtuvo cuatro títulos más de Formula 1, llegando a los 5 consecutivos y coronándose como el máximo campeón con 7 trofeos. Pasándolo al mítico argentino Juan Manuel Fangio que guarda en su haber cinco coronas.

En 2006, tras ganar el Gran Premio de Italia, anunció su retirada de la Fórmula 1 al final de la temporada, con 37 años. Sin embargo, cuando las pistas ya lo comenzaban a extrañar, el alemán retornó a su amor eterno tres años después. Pero estaba vez sería para la escudería Mercedes GP.

Su segunda etapa estuvo marcada por accidentes y errores como el que cometió recientemente en Singapur al provocar un choque . Sus únicos logros en estos tres años fueron el tercer lugar que consiguió en Valencia en junio, su único podio, y la pole position en Mónaco.

Al anunciar su segundo y definitivo retiro, reconoció que no cumplió con el objetivo que se había fijado de lograr en Mercedes "desarrollar un coche capaz de pelear por el título mundial". "No hay duda de que no puedo ofrecer a nadie una perspectiva a largo plazo.

Pero también está claro que puedo seguir muy feliz con mis logros en la Fórmula 1", señaló.

La característica más destacada de Michael era su habilidad para conducir con lluvia, aunque existen otros factores que lo sitúan por encima de otros pilotos, como su capacidad para soportar la presión, exigir lo máximo a su coche en momentos críticos y conseguir vueltas rápidas cuando la estrategia lo exigía.

Sin embargo, lo más llamativo de Schumi es su actitud; aunque es común entre los grandes cam-peones la obsesión por ganar, él lo llevó al extremo, elevando la exigencia, los sacrificios, hasta pasar por encima de rivales, reglamento e incluso hasta sus compañeros… Gracias Michael y hasta luego.

El fútbol ya no es lo que era cien, cincuenta o treinta años atrás. Ni aquí, ni en Europa, ni en la China. Especialmente cuando se hace referencia al fútbol profesional, que convoca a millones de

aficionados alrededor del globo a los estadios o a prenderse a la pantalla chica para seguir el desempeño de sus equipos. Si bien el deporte ha tenido algunos cambios o nuevas maneras de mirar y entender el juego, pese a que muchos crean lo contrario, estas líneas enfatizan en todo aquello que rodea al fútbol y a sus protagonistas y que, más de una vez, tiene incidencia en la cancha.

Los más talentosos, aquellos que se diferencian del resto por sus habilidades futbolísticas y por su simpatía con los fanáticos, son las estrellas de rock modernas. Son las caras de las principales marcas que impulsan grandes campañas publicitarias con sus figuras y embolsan importantes cifras en sus cuentas en concepto de marke-ting y publicidad, sumado a sus suculentos sueldos.

Hasta allí todo bien. Pero a cambio, los jugadores hacen pública parte de su vida privada, aún ante la negativa de ellos. En este juego de dar y ceder, la televisión, la prensa y las marcas imponen un ritmo muy difícil de mantener. Incluso para los hinchas que captan ese mensaje y lo adoptan como propio a la hora de exigir resultados.

El periodismo deportivo se fusionó con el mundo de la farándula y encontró una arista para explotar. Dinero, botineras, infidelidades, negocios turbios, entre otras cosas, llenan varias páginas de diarios y revistas, que le dan poca importancia deporte. Todo vale cuando hay dinero de por medio.

Y la prensa que se dedica al juego, al fútbol en este caso, recurre a temas extrafutbolísticos y al sensacionalismo -en la victoria y en la derrota- para hacer más vendible el producto. Hay una evidente exageración de los acontecimientos. Se eleva a los protagonistas a un pedestal difícil de escalar y se defenestra a quienes no responden a sus intereses.

No todos los periodistas son así. Pero sí los suficientes -generalmente trabajan para medios hegemónicos- para generar presiones a los futbolistas, que se suman a las habituales. En el fútbol argentino, por ejemplo, cada vez son más las presiones. Desde las deficiencias del sistema hasta al exitismo de los aficionados. Los torneos cortos no van de la mano con los proyectos a largo plazo y lo más común es ver una danza de entrenadores por diferentes clubes en poco tiempo. Las excepciones pueden ser el All Boys de Romero, el Vélez de Gareca y el Boca de Falcioni, quien terminaría su mandato en las próximas semanas. Ante el mínimo contratiempo, siempre el primero en volar es el cuerpo técnico. Por eso, los entre-nadores tienen la enorme responsabilidad y la presión de obtener resultados favorables en el corto plazo, acortando los tiempos de trabajo.

Otra característica de nuestro fútbol, con un fuerte tinte irracio-nal, es la desbocada exigencia que se impone en clubes con menos tradición o que no encuadran entre los denominados grandes. Si bien los objetivos suelen ser la autosuperación o la pelea por el título, muchos dirigentes e hinchas olvidan los orígenes y la historia de los

clubes. Y ni hablar cuando un equipo pelea por salvarse del descenso con el sistema de los promedios -a esta altura inentendible- que resulta confuso para muchos y deriva en un caldo de malestar y broncas acumuladas que estalla con la furia de los fanáticos, y no de los vio-lentos de siempre que cuidan su parte del negocio, si no los hinchas auténticos que son estimulados a reaccio-nar.

Poca paciencia. Escasez de tiempo para trabajar. Periodistas buitres al acecho. Dirigente con pocos códigos que no cumplen sus palabras. Hinchas que descargan sus frustraciones personales en las gradas y exigen ganar. Técnicos que se olvidan de los valores esenciales del juego. Y hasta jugadores que se descui-dan entre ellos. Circunstancias que se presentan y se multiplican cuando se trata del seleccionado nacional. Nunca el fútbol, sobre todo el argentino, tuvo tantas presiones como ahora.

El tipo estaba sentado en la mesa que daba al ventanal. Lo vi cruzando la calle, estaba con el habano en la boca y tintineando el vaso. Supuse

que era la forma de pedirle mas Jack Daniel's al gallego. Lo hizo infinidad de veces adelante mío. Doy fe que su garganta no soportaba un solo segundo sin el agua de vida de Tennessee. La lluvia de noviembre no hacía más que levantar el calor acumulado en el asfalto.

Noviembre mortifica los ánimos de mucha gente en las grandes urbes. El gringo no debía ser la excepción. Encima era un cabrón de colección. Entré por la puerta doble de madera que daba al frente del bar simulando que no lo había visto. A estos seres con egos grandes les encanta que uno finja sorpresa al verlos, aunque sospechen la impostura de uno, pensé. Lo hice. Aparenté alegría cuando nuestras miradas se cruzaron. Exclamé: ”¡¡ Paul, nice to see you again!!”. Él se sonreía abriendo ampliamente la boca, mientras sus dientes color marfil sostenían el habano. Parecía Marlon en El Padrino. Se limitó a darme la mano y a indicar con la palma izquierda que me sentara.

-Oou Peter… My spanish is very good, do you remember?Asentí. -¿Y cómo va Boca? –dijo.-Más o menos. Pero ya va a levantar, supongo. -Okey, Peter. Estuve leyendo el guión. Su sonrisa no se esfumaba de su rostro. Tantos años de

conocerlo me aseguraba una devolución, por lo menos. La historia era por demás vendible. El personaje también. No me podía decir que no. Además me sentía seguro de hacerla. Me había forjado en el under, hice renombrados films con pocos recursos… “¿Cómo no me iba a salir bien con todo a disposición?”, me pregunté. Fue en ese instante. Lo dijo de un tirón. “Es muy Naif, Peter. Yo voy a invertir millones en el film y el final no es acorde al personaje”.

Esbocé balbuceante una serie de argumentos para defender la idea: “Justamente, Paul. Piénselo. El Pincha, excentricidades, Boca, Selección, penales, proscripción, lesión, gol a River, Real Madrid, muro que le rompe la rodilla en España, vuelta, temas personales, más títulos, Riquelme, diluvio, Perú, mundial… Y una despedida de las que hacen ustedes, bien de Superbowl. El protagonista hablando en la Bombonera, con todos llorando”.

El productor chasqueó los labios escépticamente, acercó su cabeza, apoyó ambos codos en la mesa y me susurró: “Le falta fuerza al final. El último partido en el templo no puede ser un empate con Banfield, con todo respeto. Y con Luchetti comiéndose un gol. La dejo en carpeta, mi estimado Peter. Pensá otro final. Es el séptimo arte, remember. Aunque sea biográfico podemos ficcionar”. Se paró y se fue. Así era el. Me palmeó el hombro y dijo: “See you soon”.

Ese domingo no fui a la cancha. Me levanté, volqué algo de antiácido al vaso -para apagar el fuego de la fiebre del sábado por la noche-, y prendí la tele. La caja boba devolvía los últimos instantes de Boca y Godoy Cruz en la Bombonera. Los mendocinos ganaban dos a uno y el local necesitaba el empate para entrar en la Copa. “No se le va la vida a nadie porque Boca no juegue la Copa”, pensé en voz alta.

Mientras estaba colgado mirando la cantidad de centros que los xeneizes tiraban con desesperación, un raro estupor entró por mis pupilas y se fue extendiendo por el cuerpo. Mientras Acosta desbordaba a un marcador y levantaba la cabeza, yo lo vi. De saco y corbata. Metió un cabezazo de pique al suelo que desató el estallido. Miró a la 12, se besó el antebrazo con el tatuaje tan sentidamente querido y se golpeó el pecho. La escena la había visto infinidad de veces, en vivo y en directo. Explicó que el cariño lo había desbordado, que los cantos, los aplausos, el trapo de “mi único héroe” lo habían llevado a obrar de esa forma. No pudo evitar hacer lo que hizo toda la vida. Disfrazarse de héroe, de protagonista, de Titán, bah… De más está decir que lo echaron. No importó. Era el último capítulo. Paul ya tenía el final.