Des Arrollo 1
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DESARROLLO
I.-ASPECTOS PRELIMINARES.
Lo primero es establecer la realidad fundamental objeto de reflexión. Derecho
es una realidad dentro de la vida de los hombres. Mundo del derecho es mundo
de los juristas. Desde la perspectiva del jurista hemos de edificar el sistema. A
la utilidad y servicio del jurista se orienta la filosofía jurídica.
Como consecuencia todo sistema descansa sobre:
Norma- orden impuesta por el poder, concepto clave del sistema
jurídico.
Problemática- interpretación, Validez, Legitimidad, Coactividad.
Dentro de un sistema- Derecho, Ley.
Y también sobre el Fenómeno Jurídico
Conjunto de realidades que tienen relación con el derecho entendido en
sentido realista.
Derecho- algo que debe darse, aparece como lo debido.
Jurídico- Designa lo relativo al derecho, lo que atañe el ius o al derecho.
II.- EL JURISTA Y EL DERECHO.
Jurista es, pues -según Hervada-, quien sabe el derecho, quien tiene el
discernimiento de lo justo en el caso concreto, quien discierne el derecho (ius)
y la lesión del derecho (iniuria) dentro de unas determinadas y particulares
relaciones sociales. Allí donde un oficio requiera esa determinación del
derecho, allí hay oficio de jurista, aunque sólo sea como función auxiliar. El
jurista por antonomasia es el juez, cuya función central y principal es la de
dictar sentencia, decir el derecho. Pero jurista es también el abogado, que dice
lo que, en su opinión, es el derecho de su cliente. Y de jurista es, o tiene una
dimensión de jurista, cualquier oficio o profesión en los que haya que
establecer el derecho en relación a unas personas o instituciones”.
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Etimológicamente Jurista se deriva de ius, que a su vez constituye también la
raíz de otras palabras claves, como iustum (lo justo), iustitia (justicia) y iustus
(hombre justo). En otras palabras, como surge del texto citado, el oficio del
jurista es decir el derecho (iurisdictio), o sea, discernir entre lo justo (ius) y lo
injusto (iniuria) y dicho oficio consiste en un arte (ars iuris).
Ahora bien, la tesis que pretendemos probar en esta pequeña contribución es
que el oficio del jurista (que engloba todas estas perspectivas) se encuentra
íntimamente ligado a la noción misma de derecho, y es dependiente de la
misma. Así es, porque según que sea lo que se entienda por derecho y cual
sea la significación que le dé, así será la concepción del jurista sobre el
derecho por un lado, y la concepción que podemos tener del jurista en sí
mismo por otro. En efecto, como veremos en un breve paneo histórico a lo
largo del presente artículo, en la misma medida en que fue cambiando la
concepción sobre el derecho, fue cambiando la forma de ver y entender la
función del jurista.
III.- EL OFICIO DEL JURISTA.
Jurista viene de ius, que significa derecho. En el Corpus Iuris Civiles aparecen
tres palabras clave para definir jurista:
- Ius. Adjetivo “Iustus”, hombre justo que cumple el ius.
- Iustum, Indica lo cumplido por el hombre justo.
- Iustitia, Virtud del hombre justo.
Primeras páginas de Digesto ---- Derecho y Justicia.
Para Celso, el oficio del jurista era el arte de lo bueno y de los justo. En el
Digesto se describe como la ciencia de lo justo y de lo injusto.
El oficio del jurista trata de un saber para obrar. Jurista es quien discierne el
derecho y la lesión del derecho dentro de unas relaciones sociales.
El entorno de la actividad jurídica así descrito —que tampoco dista del
propuesto en todos los tiempos, con algunas excepciones— remite
necesariamente al carácter éticamente comprometido del oficio del jurista.
Porque toda disputa jurídica, ciertamente con intereses encontrados, implica
tomar muy en serio la idea según la cual estamos tratando con "derechos" y
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"obligaciones", es decir, con cosas reclamadas o exigidas en la medida en que
constituyen una manifestación de la justicia. Quedarnos en los meros intereses
de las partes, sin un ejercicio de sustentación real, o sin un dar cuenta de
aquello que permite afirmar realmente un derecho o una obligación concreta,
es el camino transitable hacia la arbitrariedad. Por eso, y a pesar de tanta
provisionalidad y medios alternativos, los "materiales" del Derecho no
constituyen una rueda suelta o meros lugares comunes que pueden ser usados
de cualquier forma, porque al lado de la dimensión artística están también las
dimensiones tanto prudencial —que obliga a tomar buenas decisiones— como
aquella que condiciona o delimita la actividad jurídica de acuerdo con su propia
justificación y fundamentación. De ahí que, entre todas las posibilidades de
decisión, existen "unas" que pueden ser eventualmente tomadas porque se
ajustan, objetivamente, al Derecho vigente —y por lo tanto son racionalmente
admisibles— en tanto que existen otras que no lo son. Este es el gran reto del
oficio de todo jurista: su capacidad de discernir y deliberar sobre lo que
constituye un débito de justicia —entre diversas opciones posibles— y lo que
constituye un acto arbitrario, sostenido simplemente por un interés o una
ideología particular.
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