Desapego La Verdadera Libertad

download Desapego La Verdadera Libertad

of 6

description

Reportaje

Transcript of Desapego La Verdadera Libertad

El xodo existencial es por derecho un recorrido ligero, prspero y jubiloso que slo sugiere una mochila llena de sueos, cuotas precisas de voluntad, grandes espacios de regocijos y la entraable faena a emprender. Y donde las expectativas son slo la sazn para abrazar las bienaventuranzas de un recorrido sagrado, escogido y privilegiado. Eso es desapego.Por Alejandra Vallejo Buschmann*Si nos apegamos al cuerpo, le restamos fuerza al espritu. Si nos apegamos al amor, volar hacia otros destinos, en la libertad necesaria que precisa el amor para ser veraz y benfico. Si nos apegamos al dinero, la abundancia busca otra puerta que est disponible. Si nos apegamos a la vida, nos negamos a la evolucin.Cuando suelto el control y la necesidad de poseer, viajo sin mayores equipajes en la liviandad de la confianza que da saber que todo llega, pasa y se repite, en un eterno ensayo destinado a alcanzar nuestra libertad final, que acontece en la unin de mi otro complementario y la fusin con la fuente generadora primera.Suena complejo y quizs lo es, sobre todo cuando tenemos que cargar con infinidad de creencias e influencias erradas, que no aportan a que podamos caminar la vida, libres de estas mltiples necesidades.Pero todo tendra nuevos vestigios si el asentir fuese: Me desapego y todo llega. Me desapego y reafirmo esperanzas. Me desapego y las sincronas se acercan a m, buscando coincidencias. Me desapego y todos los anhelos se hacen presentes, escuchando un llamado ms poderoso que el deseo, que tiene que ver con la coherencia que me precisa.

Plena solturaSi pudisemos acceder a una definicin para comprender los alcances del desapego, podramos decir que es: no tener necesidades limitantes, ni la sed que desborda en inagotables requerimientos para ser feliz, a pesar de que la felicidad no tiene requisitos. Es una actitud de plena soltura frente al ir y venir de las situaciones y los afectos. Ir y venir que no es desinters, sino ms bien una potente generosidad que le dice al externo: cuando ests, te disfruto; cuando no ests, me disfruto y me embebo en las rutas de la existencia y sus variados paisajes.Lo contrario? La angustia de querer poseer y retener. La necesidad de pertenecer. La impotencia de no poder dominar. La frustracin de no obtener lo que los deseos egocntricos reclaman desde las necesidades descontroladas y las profundas heridas existenciales, que acosan con sus llamados desde las honduras de las carencias subconscientes.La finalidad? La certeza en mi dominio interno que aporta a la serenidad del sabernos ser y estar. La autocontencin que no amerita disponibilidades. La libertad de no necesitar ms que lo que me provee, mi propio origen generador. Y la gratitud que abraza con gentileza lo que mi mano alcanza y aquello que mi aura toca.Buddha nos dijo:Nada en la Tierra -sea esposa o hijo, fama y honor, amor o riquezas- es digno de perseguirse, porque todo cuanto existe, cuando nos aferramos a ello, resulta insuficiente.

El dilema de los apegosY ese es el gran dilema de los apegos, que nunca parecieran estar cubiertos. Como pozo sin final, no hay manera de lograr satisfaccin, pues son justamente sus principios los que contradicen su beneficio; la generacin innecesaria de estmulos que llenan lo que no soy capaz de gestar, en mi ineludible responsabilidad humana y espiritual.Es entonces un apropiado ejercicio el preguntarse: De qu lado estoy? Estoy en la libertad de saber que todo est ah para disfrutar y compartir, en un vaivn de ocasiones y participaciones? O en la vereda del que espera que desde afuera le den las seales y las aprobaciones para sentirse bienaventurado?Las cosas no llenan los vacos o los deberes trascendentes. Se establecen de este modo nuestras desolaciones cuando ponemos el poder de todas nuestras alegras en las manos de entidades extranjeras.Materialidades, situaciones, personas y la vida misma van y vienen. Es all donde otra premisa de las filosofas espirituales nos exhorta a permanecer aqu y ahora.Y las expectativas exacerbadas, que no son ms que el deseo de dominar los sucesos, sealan otra forma de apego autorreferente que deja a la luz, sin piedad, mi tirano interno y la crueldad de mis rigideces. Dos ejemplos de frenticas carestas, que al no ser atendidas en la prontitud de mis antojos, generan la prdida de la elocuencia que evita las ansias de controlar mi cronologa, cohibiendo mi talento para rendirme con mucho coraje a su llamado existencial inusitado e intil de ignorar.

Apetito desbordadoPor otro lado, el apego nos habla asimismo de menesteres recnditos no acogidos, desde aquellos requisitos bsicos que garantizan nuestras estabilidades ms frreas, para dar paso a las verdades futuras que tienen la capacidad de formar un ser humano ntegro, sereno y lleno de vivencias que apoyan la totalidad de la dicha.Para los budistas, quienes han hecho del desapego uno de sus fundamentos, las races estn en desequilibrios mentales que de una u otra manera hemos construido al dejarnos llevar y alimentar un desbordado apetito por ciertas entidades. El resultado, insatisfaccin, vaco, soledad y endeudamiento de nuestra soberana.Esta filosofa sugiere como herramienta primordial, al considerar bsicamente el apego como una disfuncionalidad mental, la prctica y el aprendizaje de mtodos meditativos.Silencio interiorLa disciplina, la contemplacin, el silencio interior llevan a la mente a recuperar sus habilidades intuitivas y a moderar sus asociaciones enfermizas, para poder usarla en su estado original de sabidura y sacar el mximo provecho a todas sus indudables y loables aptitudes generadoras de creatividades y nuevos estados de conciencia.Meditacin que lleva tambin a la serenidad que propicia el reconocimiento de la verdadera fuerza espiritual, que apoya la continuidad de nuestra fuerza divina en el plano fsico y en reciprocidad, la integracin de la conviccin del concepto de unidad que hace que sepamos a ciencia cierta y reconozcamos en todos los espacios de nuestra existencia que nunca estamos solos, que somos una parte significativa de un todo superior inconmensurable y, por ende, no hay abandono, no hay separacin ni ausencias, y que la vacuidad que nos complementa no es vaco de falta de presencia, sino ms bien el vaco que est a la espera y dispuesto para el movimiento creativo personal y unitario.

Rompamos hoy esas cadenas que nos sofocan e inhiben que seamos tan originales como fuimos creados, llenos de mltiples colores, cada uno diseado para componer un tejido con hilos infinitos de insospechados ocasos, atiborrados de nuevas miradas y recorridos que le dan subsistencia a un despliegue que no admite que uno de sus actores se quede rezagado u inactivo, frente a tanto por concebir y tantas conquistas por resolver.Entender esto es de pronto tener la lucidez de ver que en este movimiento es imposible apegarse a algo, pues sus amplios brazos y sus mltiples propsitos son tan inagotables que no hay tiempo para demorar ni interrumpir, ni menos retrasar el asombroso desenlace de una cronologa que no acepta exclusiones y, por lo tanto, no da cabida al desamparo de ninguno de sus protagonistas.Entonces, no hay motivos ni excusas para apegarse a algo pasajero, en el contexto de un xodo infatigable en el retorno a la autntica morada.La nueva visinEl propsito es, desde esta nueva visin: Aprovechar las cercanas para perpetuar inolvidables huellas de bienestar. Usar los tiempos de aprendizajes para aplicarse con pasin y gratitud. Gozar cada vivencia y sus incontables detalles, quedndonos slo con lo gratificante. Y amar profundo sin mella de egosmo, como una oportunidad trascendente de formar lazos eternos que le dan continuidad a la felicidad que, ms que felicidad, es el xtasis del adagio hacia la inspiracin sobrehumana, mstica, sublime.Y una plegaria brota, para sellar mi nuevo albedro:Desde mi inquebrantable autonoma e indudable saber y reconocerte como maestro, hoy te libero con amor, para vivirte desde ahora a travs de nuestra sagrada individualidad, que forma los pilares de nuestras inestimables cercanas.