Desarme Nuclear en El Nuevo Contexto de Seguridad

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TIEMPO DE PAZ

DESARME NUCLEAR EN EL NUEVOCONTEXTO DE SEGURIDAD

INMACULADA MARRERO ROCHAUniversidad de Granada

1.INTR0DUCCI0N

En la actualidad, 188 Es-tados partes del Tratado deNo Proliferacion de ArmasNucleares (TNP) comparten,en teoria, la conviccion deque la desaparicion de las ar-mas nucleares contribuiriaenormemente a crear una so-ciedad internaeional muchomas segura. Y, para la conse-cucion de ese objetivo, 183de ellos se han comprometi-do a no adquirir o fabricararmamento nuclear y a utili-zar la energia nuclear solocon fines pacificos, mientrasque los cinco restantes-Francia, Reino Unido,EE.UU., Federacion Rusa yChina- son paises que, sibien han obtenido el estatutode Estados nucleares en elmarco del TNP, se han com-prometido sobre la base delArt. VI del Tratado a que laexistencia de sus arsenalesnucleares sea transitoria, pa-ra lo que deben emprenderlas acciones oportunas queles lleven a un desarme nu-clear general.

Lo cierto es que la obliga-cion de observancia de estearticulo ha sido recogida demanera reiterada en muchosdocumentos oficiales de losEstados nucleares, de losEstados no nucleares delTNP y de todas las institu-ciones y organismos interna-cionaies que, de alguna ma-nera, incluyen entre sus ob-jetivos contribuir al mante-nimiento de la paz y de laseguridad internaeional. Sinembargo, en los liltimostiempos, la consecucion deun desarme nuclear comple-to como prioridad para ga-rantizar la seguridad interna-eional ha perdido la impor-tancia que mantuvo durantetodo el periodo de GuerraFria y la primera decada dela Post-guerra Fn'a y aparecesubordinado a otras preocu-paciones internacionaies. Eneste sentido, este trabajopretende ahondar en las ra-zones que han situado al de-sarme nuclear, al menos enla practica, en un lugar resi-dual de las relaciones de se-guridad entre los Estados,

analizando, en primer lugar,los problemas que acarreabala consecucion de este obje-tivo desde el inicio de suformulacion y, en segundolugar, las dificultades que sehan anadido como conse-cuencia de la situacion deseguridad que generaron losataques militares contra Iraky la posterior ocupacion desu territorio.

2. PROBLEMAS EN LAFORMULACION Y EN ELPOSTERIORDESARROLLO DE UNPROCESO DE DESARMENUCLEAR GENERAL

La consecucion de un de-sarme nuclear global comoobjetivo adolecfa, desde suformulacion, de una serie deproblemas que se fueronagravando como consecuen-cia de las actuaciones de lassuperpotencias internaciona-ies durante la Guerra Fria yen los aiios inmediatamenteposteriores. Dentro de esaserie de problemas conven-

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drfa destacar los siguientes:a) la propia formulacion delArt. VI del TNP y los verda-deros objetivos de los proce-sos de desarme que se hanconcluido sobre la base deesta disposicion; b) la opi-nion del Tribunal Internacio-nal de Justicia respecto a lalegalidad del uso o amenazacon armas nucleares y; c) losproblemas que presenta lapuesta en practica de un es-cenario de desarme nuclearglobal.

a) El Art. VI del Tratadode No Proliferacion de Ar-mas Nucleares de 1968, dis-pone lo siguiente; "Cadauna de las partes se compro-mete, de buena fe, a empren-der medidas efectivas relati-vas a la cesacion de la ca-rrera de armamento lo antesposible y al desarme nuclear,y a la conclusion de un tra-tado sobre desarme generaly completo bajo un controlinternacional estricto y efec-tivo "

Resulta evidente que laidea de un desarme nuclearglobal, que inunda de reto-rica una gran eantidad dedocumentos oficiales, nosurge de la nada sino queencuentra su principal fun-damento en Art. VI delTNP, un Tratado internacio-nal de caracter universal,firmado por la practica tota-lidad de los Estados de lasociedad internacional, sibien es cierto que solo obli-ga a los cinco Estados par-tes que tienen reconocidoen el propio Tratado su es-

tatuto oficial de Estados nu-cleares -EE.UU., Erancia,Gran Bretana, EederacionRusa y China- , mientrasque el resto renuncia a de-sarrollar programas nuclea-res militares. En consecuen-cia, Estados con arsenalesnucleares que no han firma-do el TNP, como Israel, Pa-kistan, la India y Corea delNorte, tras su retirada delTNP en 2003 no se encuen-tran obligados a cumplir es-ta disposicion.

Ahora bien, la extendidaconviccion de la obligatorie-dad de un desarme global hagenerado una serie de ex-pectativas que resultan muydificiles de satisfacer a par-tir de una disposicion quesolo contiene una obligacionde comportamiento (no deresultado) para la mayoria(pero no para todos) de losEstados nucleares del plane-ta. Y si el Tribunal Interna-cional de Justicia (TIJ), ensu Dictamen de 8 de julio de1996, manifesto que: "(...) laimportancia juridica de estaobligacion va mds alld de lamera obligacion de obser-var una conducta; se tratade una obligacion de lograrun resultado concreto -eldesarme nuclear— proce-diendo de una determinadamanera, a saber, empren-diendo negociaciones debuena fe"\ tambien es ciertoque en el Art. VI del TNPno se recoge ningun tipo deplazos para su cumplimien-to, ni unos procedimientospredeterminados para liegaral mismo.

En mi opinion, el caracterobligatorio que de maneraforzada se ha querido otorgara todo el Art. VI del TNP,como consecuencia de laconviccion que se ha ido ex-tendiendo paulatinamentesobre la posibilidad de con-seguir un desarme nucleargeneral, ha contribuido a im-pedir el desarrollo de un tra-tamiento realista sobre la ne-cesidad de eliminar los ries-gos y amenazas inmediatosque implica la existencia dearmas nucleares.

El mismo analisis de lasiniciativas bilaterales y mul-tilaterales en materia de de-sarme nuclear desarrolladashasta el momento "en nom-bre de un desarme nucleargeneral y total" que, en prin-cipio, se suponen destinadasal cumplimiento progresivode la obligacion recogida enel Art. VI pone de manifies-to que las intenciones quesubyacen a estos acuerdosobedecen a unos interesesque escapan de la estrictaidea de obtener un desarmenuclear global. Este es el ca-so de los acuerdos SALT I ySALT II sobre limitacion dearmas estrategicas defensi-vas u ofensivas, en vigordesde 1972 y 1991, respecti-vamente, que solo revelan elinteres de las dos superpo-tencias por mantener el equi-librio entre sus arsenales nu-cleares para prevenir un en-frentamiento y la destruccionmutua de ambas. De igualmanera, otros importantesinstrumentos en materia nu-clear, como el Tratado

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START I de 1991 o elAcuerdo de Moscii de mayode 2002 entre EE.UU. y laFederacion Rusa ,̂ a pesar deque contienen una reduccionsustancial de los arsenalesnucleares estrategicos deatnbos Estados, se centranmas en mejorar la imagen delos Estados firmantes, garan-tizar la disuasion efectiva,modernizar los arsenales nu-cleares eliminando armasobsoletas o evitar accidentesnucleares (Pigrau Sole,1997)3. Prueba de ello, esque el resto de los Estadosque ostentan el estatuto deEstados nucleares en el mar-co del TNP, Erancia, GranBretana y China, son cons-cientes de los verdaderos in-tereses que hay detras de lasiniciativas de desarme bilate-rales entre EE.UU. y la Ee-deracion Rusa, por lo que nohan emprendido un procesode desarme nuclear paralelo.Tanto para Erancia y GranBretana, que son dos Estadosque tienen arsenales nuclea-res de dimensiones menoresy no se encuentran en una si-tuacion de disuasion activa,como para China, que estadesarrollando una tendenciatotalmente contraria al desar-me, aumentando y moderni-zando su arsenal nuclear*, laopcion del desarme nuclearglobal parece incompatiblecon una polftica de seguri-dad realista, ya que nuncahan interpretado los acuer-dos de desarme entre las dossuperpotencias nucleares co-mo el inicio de proceso dedesarme global al que debie-ran adherirse en el futuro .̂

b) El 8 de julio de 1996,el TIJ respondio a la pre-gunta formulada por laAsamblea General de Na-ciones Unidas: "^Permite elDerecho Internacional recu-rrir a la amenaza o al usode armas nucleares en cual-quier circunstancia?". Ensu dictamen sobre "La lega-lidad de la amenaza o el usode armas nucleares" afirmoque: "(...) el Tribunal nopuede concluir definitiva-mente si la amenaza o el usode armas nucleares seria li-cito o ilicito en circunstan-cias extremas de legitimadefensa, en las que la super-vivencia del Estado estuvie-ra en peligro"^. Natural-mente, esta opinion del TIJelimino cualquier duda razo-nable sobre el caracter legalde la utilizacion que los Es-tados pueden dar a sus arse-nales nucleares: amenazar aotros utilizando una polfticadisuasiva o utilizarlas en ca-so extremo de legftima de-fensa. Esta opinion otorgacierta legitimidad a aquellosque amparandose en razonesde seguridad nacional y su-pervivencia se niegan aafrontar la obligacion de de-sarme recogida en el Art. VIdel TNP o la posponen hastaque las circunstancias de se-guridad hagan innecesariossus arsenales nucleares.Ademas, la opinion del TIJfortalece la posicion de losEstados nucleares externosal TNP y que alegan lasmismas razones de seguri-dad esgrimidas por los Esta-dos nucleares clasicos, quetienen el estatuto nuclear en

el marco del TNP, para justi-ficar el mantenimiento desus arsenales nucleares. Endefinitiva, todos los Estadosnucleares, incluso aquellosque no se encuentran en unasituacion de disuasion activaporque no perciben unaamenaza inminente para suseguridad, no presentan nin-guna intencion de renunciara sus respectivos arsenalesnucleares. Y, ademas, sonconscientes de que el podernuclear les ofrece unas ga-rantfas ultimas de seguridady les proporciona una posi-cion muy solida en la socie-dad internacional aunque,actualmente, no persistan,para algunos de ellos, losmotivos que en su dfa lesllevaron a fabricar armasnucleares. Y es por ello, queseguiran manteniendo laidea de que mientras existanotros Estados nucleares, susarsenales podrfan ser nece-sarios en el futuro.

Por ultimo, la opinion delTIJ tambien hace un flacofavor a las organizaciones einstituciones internacionalesen materia de no prolifera-cion y desarme nuclear, quesiempre han contado con laincompatibilidad del uso oamenaza con armas nuclea-res, al menos, con el princi-pio 2.4 de la Carta de Nacio-nes Unidas y con las normasde Derecho InternacionalHumanitario, como un im-portante argumento para pre-sionar a los Estados nuclea-res con objeto de que em-prendan nuevos procesos dedesarme.

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c) La consecucion del es-cenario de desarme nuclearglobal que recoge el Art. VIdel TNP cuando se refiere a"(...) la conclusion de un tra-tado sobre desarme generaly completo bajo un controlinternaeional estricto y efec-tivo", exigirfa superar unaserie de problemas de carac-ter polftico, tecnico-politicoy estrictamente tecnico. Laeliminacion de los obstacu-los de caracter politico im-plicaria una desaparicionprogresiva y generalizada detodos los motivos que lleva-ron a los Estados nucleares adecidir que el arma nuclearera el instrumento mas ade-cuado para garantizar su se-guridad. Para ello deberia-mos pensar en un contextode seguridad muy distinto,en el que ninguno de los Es-tados nucleares se sintieseamenazado y en el que la po-sesion de armas nuclearesconllevase mas inconvenien-tes que ventajas.

Para la superacion de losobstaculos de caracter tecni-co-politico seri'a necesarioque el proceso de desarmeimplicase una desnucleari-zacion general de manerasimultanea. Esta situacionresulta difi'cil de imaginar silos Estados con mayor pesoen la sociedad internaeionalno se decidiesen a tomar lainiciativa. Pero, puestos aser francos, por muy impor-tante que sea el apoyo eco-nomico, moral e, incluso,politico que estos Estadospueden prestar a ciertas or-ganizaciones e instituciones

internacionaies cuyos obje-tivos se centran en la noproliferacion y, sobre todo,en la lucha por el desarmenuclear global, sin lugar adudas, ninguno de ellos ac-ceden'a a renunciar a sus ar-senales nucleares hasta queel resto de los Estados nu-cleares de la sociedad inter-naeional lo hiciese. Lo cier-to es que habrfa que confiaren la buena fe de todos y,sobre todo, buscar una for-mula para que los mecanis-mos de control previstos enese proceso de desnucleari-zacion global fuesen con-sensuados por todos y lleva-sen a cabo su tarea de ma-nera eficaz y objetiva. Ade-mas, todos los Estados de-berian aportar un inventariodetallado sobre el niimero ytipos de armas nucleares yde sistemas de lanzamientode los que disponen en susterritorios nacionales y losdesplegados en otros territo-rios y, naturalmente, presu-mir que la informacion queaportan es veraz.

Por ultimo, el hecho deque ninguno de los Estadosaccediera a renunciar a susarsenales nucleares si la re-nuncia no se produce porparte de todos y de forma si-multanea plantea dos obsta-culos de caracter tecnico. Enprimer lugar, un proceso dedesnuclearizacion paraleloresultaria casi imposible, yaque los niveles de nucleari-zacion de los actuales Esta-dos nucleares son muy dife-rentes y el tiempo que se re-queriria en cada caso es muy

distinto. Y, en segundo lugar,si el primer obstaculo consi-guiese salvarse, se planteariael problema, no menos im-portante, de desensamblar,transportar, conservar o des-truir tantas armas nucleares.Pero lo cierto es que los mis-mos Estados nucleares sonconscientes de que esto nova a ocurrir, ni a corto ni amedio plazo y que lo mejores concentrarse en impedirque el niimero de Estadosnucleares aumente a travesde las medidas de no prolife-racion y anti-proliferacionmas efectivas.

Todos los elementos anali-zados con anterioridad nosllevan a concluir que la obli-gacion de alcanzar un desar-me nuclear global recogidaen el Art. VI del TNP arras-tra una serie de debilidadesen su propia formulacion, alas que las potencias nuclea-res clasicas y los nuevos Es-tados nucleares han sabidosacar partido, aiiadiendo ele-mentos que hacen cada vezmas complicado su cumpli-miento y evadiendo asf susresponsabilidades. Han si-tuado el desarme global co-mo un objetivo utopico eirrenunciable que desvi'a laatencion de la sociedad in-ternaeional sobre los verda-deros intereses de los Esta-dos nucleares y hacen impo-sible un analisis realista ypractico capaz de afrontar demanera objetiva los peligrosmas urgentes que conlleva laexistencia de armas nuclea-res para la seguridad interna-eional.

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3. LA INFLUENCIA DELCONTEXTO DESEGURIDAD SURGIDODE LA f OST-GUERRAIRAOUf EN LACONSECUCION DELDESARME NUCLEARGENERAL

El contexto internacionalque ha generado la Guerrade Irak ha contribuido a ana-dir nuevas dificultades parala eonsecueion de un desar-me nuclear generaF. El cli-ma de incertidumbre, des-confianza e inseguridad quehan creado los ataques mili-tares y la posterior ocupa-cion del territorio de Irak noresulta ser el mas adecuadopara promover y afrontarnuevas medidas encamina-das a la eonsecueion de undesarme nuclear general, te-niendo en cuenta que solo ensituaciones de estabilidad re-sulta posible desarrollar me-didas de confianza mutuaque concluyan en compromi-sos de desarme. En este sen-tido, convendria analizar demanera mas concreta las di-ficultades que las circunstan-cias actuaies de seguridadanaden a las que ya acarrea-ba la promocion, desarrolloy conclusion de iniciativasde desarme nuclear que de-sembocasen en la desapari-cion de las armas nucieares.

a) La primera de esas difi-cultades se deriva del enor-me despliegue de recursosacademicos, diplomaticos,economicos y militares queactualmente acapara el terro-rismo internacional como

amenaza para la seguridad.Resulta evidente que la doc-trina de la AdministracionBush sobre las amenazas pa-ra la seguridad ha caladohondo en las agendas de po-lftica exterior de muchos Es-tados y en la actividad de lasorganizaciones internaciona-les, que no han escatimadoen esfuerzos en desarrollardebates y propuestas en ma-teria de terrorismo interna-cional (Brown, Cote, Lynn-Jones y Miller, 2004)1 Noen vano, la estrategia de se-guridad de la Union Europeaotorga un lugar primordial aesta amenaza para la seguri-dad'; una buena parte de laactividad de la AsambleaGeneral y del Consejo de Se-guridad en los liltimos tresafios se ha concentrado enaspectos relacionados con elterrorismo internacional'"; yen los trabajos realizados enel marco de estructuras decooperacion y organizacio-nes internacionales especia-lizadas en materia de no pro-liferacion y desarme nuclear,como el OIEA (OrganismoInternacional de la Energi'aAtomica), la Comision deDesarme, el Comite Zang-ger, el Arreglo Wassenaar oel Grupo de SuministradoresNucieares, es cada vez masfrecuente la asociacion entrearmas nucieares y terrorismointernacional".

Esta situacion ha conlleva-do una perdida de indepen-dencia y de identidad propiade las armas nucieares comopeligro para la paz y la segu-ridad internacional. Es cada

vez mas frecuente que s61ose atienda al peligro que re-presentan las armas nuciea-res cuando se trata de Esta-dos nucieares que pueden te-ner lazos con grupos terroris-tas internacionales conoci-dos, como los Estados gam-berros, y que en consecuen-cia podrfan acceder a transfe-rirles armamento o materia-les nucieares, facilitando laposibilidad de un ataque te-rrorista catastrofico en el quese utilizasen materiales nu-cieares o las llamada bombassucias (Eerguson y Potter,2004)'2. En definitiva, laexistencia de las armas nu-cieares ahora solo resulta pe-ligrosa en manos de determi-nados grupos terroristas o delos Estados que los patroci-nen o les vendan armamentoo materiales nucieares (Len-non, 2004)'^ Esta asociacionentre armas nucieares y te-rrorismo internacional hajustificado y potenciado eldisefio y la puesta en practicade medidas unilaterales decontra-proliferacion o anti-proliferacion, que consistenen un conjunto de accionespolftico-diplomaticas, econo-micas e, incluso, militaresencaminadas a asegurar quelas capacidades militares nu-cieares de un Estado que ha-ya logrado burlar los contro-les de no proliferacion, nolleguen nunca a ser utiliza-das. Todo ello en detrimentode medidas de desarme mul-tilaterales e institucionaliza-das dirigidas a todos los Es-tados nucieares de la socie-dad internacional (Martfnez,Isidoro, 1998, p. 87)'".

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b) El segundo factor queha contribuido a la falta deprogresos en materia de de-sarme nuclear es la perdidade autoridad que estan su-friendo las instituciones yorganismos internacionalesespecializados en no prolife-racion y desarme como con-secuencia de la aplicacion demedidas unilaterales en ma-teria de contra-proliferaciono anti-proliferacion, espe-cialmente despues de laGuerra de Irak. En algunoscasos esta perdida de autori-dad se ha producido comoconsecuencia del desplaza-miento de las institucionesinternacionales cuando estasno han querido avalar lasmedidas unilaterales pro-puestas por algunos Bstados.Un claro ejempio de este ti-po de situaciones podemosencontrarlo en el despreciodemostrado por algunos Es-tados, en particular EE.UU.y sus aliados en su decisionde atacar Irak, hacia los tra-bajos e informes realizadospor el OIEA y la Comisionde Naciones Unidas para laVerificacion y el Control(UNMOVIC) tras sus labo-res de inspeccion en el terri-torio de Irak, bajo el manda-to de Resolucion 1441 adop-tada por el Consejo de Segu-ridad el 8 de noviembre de2002. En estos informesnunca se confirmo la exis-tencia de armamento de des-truccion masiva en Irak, pe-ro, sin embargo, fueron su-bordinados a las informacio-nes y analisis desarrolladospor los servicios de inteli-gencia estadounidenses y

britanicos, que despues re-sultaron ser falsos. Ademas,las labores de inspeccion enel territorio iraqui despuesde su ocupacion han sido re-alizadas por expertos esta-dounidenses y britanicos.

En otras ocasiones, la in-dependencia, legitimidad yobjetividad de las institucio-nes internacionales resultaseriamente cuestionadas. Es-te es, por ejempio, el caso delas presiones que EE.UU. es-ta ejerciendo en el seno delOIEA para que la Junta deGobernadores de este Orga-nismo denuncie rotundamen-te la existencia de un progra-ma nuclear clandestino enIran, y asf tener la oportuni-dad de proponer medidas co-ercitivas en el marco Conse-jo de Seguridad que puedanavalar un futuro ataque mili-tar contra Iran. La falta deautonomfa y autoridad delOIEA resulta todavfa masevidente cuando, hasta elmomento, solo ha sido capazde contrarrestar las presionesestadounidenses con la ayu-da de las iniciativas diplo-maticas unilaterales de Eran-cia, Gran Bretafia y Alema-nia, encaminadas a conven-cer a Iran de que abandonesus planes nucleares a cam-bio de unos incentivos eco-nomicos-energeticos'^.

Por ultimo, baste sefialarotro ejempio en el que se haproducido un desplazamientototal de las instituciones in-ternacionales para gestionarla renuncia nuclear de un Es-tado a traves de meeanismos

unilaterales disefiados parauna situacion concreta. Estees el caso de Corea del Nor-te, que ha rechazado las ins-pecciones del OIEA en su te-rritorio y se retiro del TNPen julio de 2003, pero que fi-nalmente ha accedido a parti-cipar en unas rondas de ne-gociaciones multilateralescon otros Estados interesadosen proporcionarle los incenti-vos necesarios para que re-nuncie a su programa nuclearmilitar, todo ello al margende la intervencion directa decualquier organizacion inter-nacional (Newnham, 2004)'^.

En conclusion, la situa-cion de seguridad que hangenerado las medidas unila-terales de anti-proliferacionpuestas en practica por laAdministracion Bush confir-ma el desprecio de EE.UU. yde sus aliados mas proximoshacia las instituciones inter-nacionales en materia de noproliferacion, ademas de ladesconfianza por parte delresto de los Estados de la so-ciedad internacional y, espe-cialmente, de los destinata-rios de dichas medidas sobrela independencia y autoridadde las instituciones y organi-zaciones internacionales".Ante esta situacion, resultadiffcil pensar en un marcoinstitucionalizado capaz deemprender con autoridad yexito iniciativas efectivasque concluyan en el inicio deun proceso de desarme, en elque siempre sera necesarioun clima de transparencia yde confianza en las institu-ciones, que hoy no existe.

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c) En tercer lugar, la inter-pretacion arbitraria y discri-minadora que EE.UU. y susaliados hacen sobre el gradode peligro que representa ca-da uno de los Estados queposeen arsenales nucleares almargen del TNP o Estadoscon intenciones de desarro-llarlos, y la conveniencia deaplicarles unilateralmentemedidas de anti-prolifera-cion en detrimento de la au-toridad y legitimidad de lasinstituciones internacionalesha contribuido a generar unclima de inseguridad que haagravado la precaria estabili-dad de algunas regiones delplaneta y ha reavivado losdilemas de seguridad exis-tente. Ademas, pasar de serEstado apto para poseer ar-mas nucleares a Estado noapto depende, principalmen-te, de la evolucion de las re-laciones que dicho Estadomantenga con EE.UU. y desus meritos en el marco de lacoalicion contra el terroris-mo internacional. Este es,por ejempio, el caso de Indiao Pakistan, que despues dehaber sufrido sanciones polf-ticas y economicas por la re-alizacion de pruebas nuclea-res y por su negativa a for-mar parte del TNP como Es-tados no nucleares, y asf re-nunciar a sus arsenales nu-cleares, una vez que decidie-ron colaborar con EE.UU. enla lucha contra el terrorismointernacional han desviado laatencion sobre los peligrosque hace escasamente dos otres afios representaban parala sociedad internacional. Enefecto, las armas nucleares

de estos dos Estados e, in-cluso, las deficientes condi-ciones de seguridad de susrespectivos arsenales pare-cen haber dejado de repre-sentar un problema para laseguridad internacional.

El disefio de medidas arbi-trarias de no proliferacion yanti-proliferacion, que pue-den ser, incluso, de caractermilitar, nada tiene que vercon los procesos de desarmevoluntario encaminados a re-ducir progresivamente el nu-mero de arsenales nuclearesa los que se refiere el Art. VIdel TNP, sino que solo se li-mitan a clasificar a los Esta-dos nucleares que estan pre-parados para poseer un arse-nal nuclear y a los que, porel contrario, no lo estan.Ademas, esta clasificacionse realiza sin utilizar crite-rios derivados de la gestionque hacen de sus arsenalesnucleares y de las medidasde seguridad que poseen pa-ra impedir accidentes, roboso lanzamientos no autoriza-dos, sino sobre la base delapoyo mas o menos incondi-cional que han demostrado ala polftiea exterior de la Ad-ministracion Bush. En estecontexto, se ha producidouna revalorizacion del armanuclear como instrumento dedisuasion y muchos de losnuevos proliferadores nucle-ares, como Iran o Corea delNorte, han decidido que noes el mejor momento para eldesarme y han preferidomantener, en el caso del pri-mero, una situacion de nu-clearizacion latente o no

confirmada y, en el segundocaso, un arsenal nuclear mi-litar de pequenas dimensio-nes con las correspondientesmedidas de lanzamiento paradisuadir un ataque militarcomo el efectuado contraIrak (Lennon y Eiss, 2004)"*.Sin embargo, Estados conintenciones nucleares perosin recursos para desarrollar-las en un plazo razonablehan optado por renunciar asus pretensiones y han sidobien recibidos en la coali-cion contra el terrorismo in-ternacional lideraba porEE.UU., como en el caso deLibia, a pesar de su largo cu-rrfculum como patrocinadorde grupos terroristas y pro-motor de actos terroristas".En definitiva, parece que elcontexto internacional actualsolo ha avivado los deseosde nuclearizacion de algu-nos, consolidado los de otrosy legitimado los de los nue-vos aliados de EE.UU.

4. CONCLUSIONES

La proliferacion de nue-vos Estados nucleares y laposibilidad de atentados te-rroristas nucleares se hanconvertido en argumentosutiles para que las potenciasinternacionales justifiquen elreiterado retraso en el cum-plimiento de sus compromi-sos en materia de desarme yno aportar soluciones alter-nativas que aumenten las ex-pectativas de solucion delproblema. Todos los Estadosnucleares y, especialmente,los Estados que tienen el es-

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tatuto nuclear en el TNP sonconscientes de la utilidadque continua teniendo el ar-ma nuclear para conferirlesel maximo poder militar alque se puede aspirar y hacerfrente a cualquier tipo depresiones politicas y econo-micas que provengan deotros Estados. Por ello, hansabido desarrollar los mejo-res argumentos para justifi-car el mantenimiento de susarsenales nucleares y la utili-dad de los mismos, no solopara su defensa nacional, si-no, tambien, para contribuiral mantenimiento de la paz yde la seguridad internaciona-les, y la mejor excusa de laque disponen en la actuali-dad son las incertidumbresque despierta el fenomenode la proliferacion nuclearunido al terrorismo interna-cionaF".

El hecho de que exista unminimo niimero de Estadoscon pequefios arsenales nu-cleares, o la simple sospechade que existen otros Estadoscon intenciones de fabricararmas nucleares o, incluso,grupos no gubernamentalescon fines terroristas interesa-dos en adquirir armamentonuclear, resulta tan conve-niente para las potencias nu-cleares clasicas que, verda-deramente, provoca seriasdudas acerca de si las politi-cas de no proliferacion y deanti-proliferacion que se hanaplicado, y que se seguiranaplicando, no son el resulta-do de una operacion politicaque pretende, por un lado,exagerar los riesgos que im-

plica la proliferacion nuclearen Estados gamberros y, porotro, falsear el diseno de me-didas adecuadas capaces deproducir una progresiva des-nuclearizacion de los prolife-radores post-bipolares y que,en consecuencia, obligasen alas potencias nucleares clasi-cas a emprender los pasosoportunos para un indeseadoproceso de desarme nucleartotal.

Esta situacion les permiteposponer de manera indefi-nida sus obligaciones en ma-teria de desarme nuclear, altiempo que pueden desarro-llar politicas de anti-prolife-racion puntuales que real-mente estan encaminadas asatisfacer intereses naciona-les de muy diverso tipo yque convierten al objetivo dedesarme nuclear en algo irre-nunciable pero inalcanzablepor el momento. En definiti-va, la consecucion de un de-sarme nuclear general y totalse ha convertido en un obje-tivo utopico que muchos re-claman, que no todos dese-an, pero, sobre el que todosestan convencidos de la im-posibilidad de llevarlo a ca-bo. Partiendo de esta situa-cion, resulta conveniente di-senar un nuevo proyectodestinado, en primer lugar, aque el armamento nucleardeje de suponer un verdade-ro peligro para la poblacionde los Estados que lo pose-en, para la region en la queestos estan insertados y, endefinitiva, para el conjuntode la sociedad internacionaly, en segundo lugar, a que se

produzcan las circunstanciasmas propicias para el co-mienzo de un desarme nu-clear global. Pero, cualquierproyecto de esas caracteristi-cas conlleva, en mi opinion,la necesidad de asumir unaserie de premisas.

En primer lugar, resultaimprescindible desechar losproyectos y acciones unilate-rales de no proliferacion oanti-proliferacion, ya queademas de ser poco transpa-rentes y objetivos solo ofre-cen soluciones temporales yparciales de eficacia muydudosa. Y, por el contrario,patrocinar, en un marco ins-titucional legitimado, medi-das encaminadas a reducirlos riesgos de robos, acci-dentes nucleares y lanza-mientos no autorizados, queson los que verdaderamentepreocupan a gran parte delos Estados y a los indivi-duos de la sociedad interna-cional, hasta que no se denlas circunstancias de seguri-dad internacionales mas pro-picias para emprender unproceso de desarme nuclearglobal. La segunda premisaconsiste en asumir que laproliferacion nuclear debetratarse partiendo de las mo-tivaciones en las que los pro-liferadores fundamentan susdeseos de nuclearizacion.Para hacer frente a estas mo-tivaciones nucleares es nece-sario actuar sobre los dile-mas de seguridad post-bipo-lares en los que estan inser-tados estos Estados, y que sehan agravado como conse-cuencia de la politica hege-

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monica norteamericana y dela aplicacion de medidasunilaterales al margen de lalegalidad internaeional, do-tando a los nuevos Estadosnucleares de las garantias deseguridad pertinentes con elfin de despojarlos de los ar-gumentos que pueden alegara nivel interno para justifiearla nuclearizaeion por razonesde superviveneia. Natural-mente, esta operacion tam-bien debe realizarse en unmarco institueionalizado. Pa-ra ello seria conveniente for-talecer el TNP y el OIEA,que constituyen los unicosforos de cooperacion capaci-tados y legitimados, por suearacter casi universal y porsu experiencia en el ambitode la proliferacion nuclear ydesarme nuclear, para adop-tar esa serie de medidas diri-gidas a promover la confian-za mutua entre los prolifera-dores nucleares post-bipola-res y, al mismo tiempo, pro-porcionarles las condicionesde seguridad oportunas enmateria nuclear militar. Estasen'a la linica forma de quelos Estados nucleares y nonucleares del TNP y toda lasociedad internaeional acce-diera a la informacion nece-saria sobre las condiciones,las earaeteristicas y, en defi-nitiva, sobre los peligros querealmente conllevan los arse-nales nucleares de los nue-vos proliferadores nucleares.Como ultima premisa, es su-mamente importante que lospasos que desarrollen losnuevos Estados nuclearespara resolver sus dilemas deseguridad y sus carencias

teenicas en seguridad nucle-ar vayan acompafiados de uncompromiso paralelo en ma-teria de desarme al que, conposterioridad, se adhieranlos Estados nucleares partesdel TNP. Naturalmente, estaoperacion resulta imposiblesin un verdadero eonvenci-miento de su viabilidad yuna gran voluntad politicapor parte de las potenciasnucleares bipolares y deotros Estados con un granpeso en la soeiedad interna-eional.

NOTAS

' Apartados 99-102 del Dictamendel TIJ sobre la Legatidad de la ame-miza o el iiso de annas nucleares de 8de julio de 1996 (Doc A/51/218).

' Sobre este tratado y su contenido,vease SOKOV, Nikolai: "The DumaRatifies The Moscow Treaty", CNSReports, May 16, 2003 (http://cns.miis.edu/pubs)

' PIGRAU SOLE, A.: El regimende no proliferacion de las armas nu-cleares, McGraw Hill, Madrid, 1997,p. 177.

'' Sobre el programa nuclear chinoy sus ambiciones en la sociedad inter-naeional, consultese IAIN JOHNS-TON, A.: "Is China a Status Quo Po-wer?", International Security, Vol.27, N" 4, 2003, pp. 5-56.

' En efecto, durante las sesionespreparatorias de la Conferencia parala Revision del TNP que tendra lugaren 2005, muchos de los Estados nonucleares del TNP pusieron de mani-fiesto la falta de progresos por partede los Estados nucleares del Tratadopara eliminar sus arsenales nucleares.Ante estas acusaciones, EE.LILi. y laFederacion Rusa senalaron que elAcuerdo de Moscu constitui'a un granavance en desarme. Sobre esta cues-ti6n ya hemos sefialado los interesesque subyacen a este tipo de acuerdos.Francia aleg6 sus avances en el des-mantelamiento de material fisible,que naturalmente le sobra y ya no ne-cesita, y en la eliminaci6n de las ins-

talaciones para el desarrollo de prue-bas nucleares, que se ha comprometi-do a no realizar al firmar el Tratadode Prohibieion Total de Pruebas Nu-cleares (CTBT). El Reino Unido hizouna exposicion sobre sus progresos enmateria de investigacion sobre des-mantelamiento nuclear, muy util paraEstados que han renunciado a sus ar-senales nucleares, aunque este no seaSU caso. Por ultimo, China se Iimit6 areprochar al resto de los Estados nu-cleares su falta de actuaciones en ma-teria de desarme para poder justificarla suya. Vease, NPT Briefing Book,CNS, Mountbatten Centre for Interna-tional Studies, 2004, pp. 23 y ss.

* Vease el apartado E del Dictamensobre la legatidad de la amenaza o eluso de armas nucleares de 8 de juliode 1996 y consultense los siguientestrabajos sobre el razonamiento jurfdi-co seguido por el TIJ en este dicta-men: Antoni, PIGRAU SOLE: "Elempleo de armas nucleares ante elDerecho Internaeional Humanitario",en Jorge Pueyo Losa y Julio Jorge Ur-bina. El Derecho Internaeional Hu-manitario en una Sociedad Interna-cionai en transicion, Torculo Edi-cions, Santiago de Compostela, 2002,pp. 253-318; Nicholas GRIEF: "Le-gality of the Threat or Use of NuclearWeapons", International and Compa-rative Law Quarterly, Vol. 46, N° 4,1997, pp. 681-688; Umberto LEAN-ZA, Luigi SICO: "Uso e minaccia diuso di armi nucleari in due recenti pa-reri della Corte internazionales diGiustizia", La Comunitd Internazio-nate. Vol. 52, N° 4, 1997, pp. 653-672; Dapo AKANDE: "Nuclear Wea-pons, Nuclear Law? Deciphering TheNuclear Weapons Advisory Opinionof The International Court", The Bris-tish Yearbook of International Law,Oxford, 1998, pp. 165-217; Marfa Jo-se CERVELL HORTAL: El DerechoInternaeional ante las armas nuclea-res, Ed. Diego Mari'n, Murcia, 1999,pp. 19 y ss. y Prosper WEIL: "Theavis consultatif sur la liceite de la me-nace ou de I'emploi d'armes nucleai-res: deux lectures posibles". LiberAmicorum Mohamed Bedjaoui, KluerLaw International, The Hague, 1999,pp. 545-554.

' Sobre las consecuencias de laGuerra de Irak para la sociedad inter-naeional en general, vease PRESS-BARNATHAM, G.: "The WarAgainst Iraq and International Order:

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From Bull top Bush", IntenialionalStudies Review, Vol. 6, N° 2, 2004.pp. 195-212.

» BROWN, M., COTE, O., LYNN,S. y MILLER, S. (Eds.): New GlobaiDangers, The MIT Press, Cambridge,2004.

' SOLANA, J: Estrategia de Segu-ridad Europea: Una Europa mds se-gura en un mundo mejor, ConsejoEuropeo de Bruselas, diciembre de2003, ISS-BU, Paris.

'° Veanse las siguientes Resolucio-nes de la Asamblea General en mate-ria de terrorismo internacional:A/RES/58/187, A/RES/58/174,A/RES/58/81,A/RES/58/48,A/RES/57/220, A/RES/57/219,A/RES/57/83, A/RES/57/27,A/RES/56/160, A/RES/56/88,A/RES/56/1.

Veanse, tambien, las siguientes Re-soluciones del Consejo de Segtiridadsobre la misma materia:S/RES/1566(2004), S/RES/1540(2004),S/RES/1535(2004), S/RES/1530(2004),S/RES/1526(2004), S/RES/1516(2003),S/RES/1465(2003), S/RES/1456(2003),S/RES/I455(2OO3), S/RES/1452(2002),S/RES/I45O(2OO2), S/RES/I44O(2OO2),S/RES/I438(2OO2), S/RES/I377(2OO1),S/RES/1373(2001).

" Sobre las competencias, partici-pantes y actividades de cada una deestas estructuras de cooperaci(5n, en elInventory of International Nonprolife-ration Organizations and Regimens,Center for Nonproliferation Studies,Monterrey Institute of InternationalStudies, 2004.

'• Sobre la prioridad de afrontar losriesgos que implica el terrorismo nu-clear, vease EERGUSON, Charles yPOTTER, William: The Four Facesof Terrorism, Monterrey Institute-Center for Nonproliferation Studies,2004.

'•• Sobre la proliferaci6n de armas

nucieares en manos de Estados gam-berros y grupos terroristas como lamayor amenaza para la seguridad, ve-ase LENNON, Alexander T.: Con-temporary Nuelear Debates, The MITPress, Cambridge, 2004.

'•* Ricardo Martfnez Isidoro mantie-ne que: "La contraproliferacion cons-tituye una accion defensiva, coordina-da con otros ambitos, de caracter fun-damentalmente estrategico-militar ensu planteamiento y conjunto-combina-da en su ejecucion, que trata de anu-lar las capacidades de las armas dedestruccidn masiva, asi como impedirsu utilizacion, protegiendo el territo-rio, la poblacion y lasfuerzas del can-didato-defensor o de su coalicion "(Ricardo MARTINEZ ISIDORO: "Lacontraproliferacion, una vision mili-tar", Un estudio sobre el futuro de lano proliferacion, Ministerio de Defen-sa, Madrid, 1999, pp. 89 y ss).

" Sobre las continuas presionesque sufre el OIEA por parte deEE.UU. para que defmitivamente cer-tiflque que Iran ha incumplido el TNPy que esta fabricando armas nuciea-res, y sobre la labor diplomatica deFrancia, Gran Bretaria y Alemania,consultese DU PREEZ, Jean y LO-RENZO SOBRADO, Marfa: "IAEABoard Gives Iran Yet Another Chan-ce", CNS Research Stories, Septem-ber, 27, 2004:

(http://cns.miis/edu/pubs).'" NEWNHAM, Randall E.: "Nu-

kes for Sale Cheap? Purchasing PeaceWith North Korea", InternationalStudies Perspectives, Vol. 5, N° 2,2004, pp. 164-178. Sobre el procesomultilateral de negociaciones destina-do a conseguir la renuncia nuclear deCorea del Norte y sobre el papel quedesempefia cada una de las partes enla negoeiacidn, en MOLTZ, James C.y Q U I N O N E Z , C. Kenneth: "GettingSerious about Multilateral Approach

to North Korea", The Nonprolifera-tion Review, Vol. 11, N° 1, 2004, pp.136-144.

" Sobre la validez de las medidasde anti-proliferacion, se recomiendael discurso del Subsecretario de De-sarme de Naciones Unidas, JayanthaDhanapala, que tuvo lugar en el Cen-ter for Nonproliferation Studies el 14de abril de 2004 titulado "(,Funcionala Anti-proliferacion?". En su exposi-ci6n puso de manifiesto la ineficaciade estas medidas puntuales y arbitra-rias para hacer frente a los riesgos queimplica la proliferaci6n de armas nu-cieares y aposto por el fortalecimientode las instituciones internacionales enesta materia y el cumplimiento delTNP.

" Sobre los cambios en su situa-cion de seguridad que han sufridoIran, Irak y Corea del Norte y la ac-tuacion de la Administracibn Bush alrespecto, en LENNON, Alexander yEISS, Camille (Eds): Reshaping Rou-ge States, The MIT Press, Cambridge,2004.

" Sobre la progresiva adhesi6n deLibia a todos los instrumentos inter-nacionales en materia de no prolifera-cion y las inspecciones que esta reali-zando el OIEA en su territorio, en In-ventory of Internationst Nonprolifera-tion Organizations and Regimens,Center for Nonproliferation Studies,Monterrey Institute of InternationalStudies, 2004, pp. 43 y ss.

°̂ Sobre las dificultades que arras-tra el cumplimiento del Art. VI delTNP, que seran discutidas en el mar-co de la Conferencia de Revisi6n delTNP que tendra lugar en 2005, en"The Roadmap to 2005: "Where DoWe Want to Go and How Should WeGet There .̂ ". Report on the Workshopon the Nuclear Non-ProliferationTreaty, Annecy, France, 7 and 8March, 2004.

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