DESARROLLO DE LAS EMOCIONES EN EL SER HUMANO

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UNIVERSIDAD PRIVADA ANTENOR ORREGO FACULTAD DE MEDICINA HUMANA ESCUELA ACADEMICA PROFESIONAL DE PSICOLOGIA TÍTULO “EL PROCESO EMOCIONAL EN EL SER HUMANO” AUTORES: Carré Elías, Melissa Cruzado Hurtado, Erika Honorio Lezama, Gabriela DOCENTE: Dra. Silva Ramos, Lidia Mercedes

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UNIVERSIDAD PRIVADA ANTENOR ORREGO

FACULTAD DE MEDICINA HUMANA

ESCUELA ACADEMICA PROFESIONAL DE PSICOLOGIA

TÍTULO

“EL PROCESO EMOCIONAL EN EL SER HUMANO”

AUTORES:

Carré Elías, Melissa

Cruzado Hurtado, Erika

Honorio Lezama, Gabriela

DOCENTE:

Dra. Silva Ramos, Lidia Mercedes

TRUJILLO - PERÚ

2015 – II

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“EL PROCESO EMOCIONAL EN EL

SER HUMANO”

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INDICE

INTRODUCIÓN

MARCO TEORICO

1. CAPITULO I: CONCEPTUALIZACIÓN DE LA EMOCIÓN

1.1. Definición de la emocion

1.2. Análisis historico de la emocion

1.3. Emociones básicas

2. CAPITULO II: TEORIAS DE LA EMOCION

2.1. Teoria de James Lange (los sentimientos son un producto fisico)

2.2. Teoria de Cannon – Bard (los sentimientos son un producto cognitivo)

2.3. Teorias de Schachter – Singer

3. CAPITULO III: VARIABLES IMPLICADAS EN LA EMOCION

3.1. Posiciones evolucionistas

3.2. Variables psicofisiológicas.

3.3. Estructuras neurológicas centrales

3.4. Aspectos conductuales

3.5. Variables cognitivas

3.5.1. Procesos de valoración cognitiva

3.5.2. Atribución de causalidad

3.5.3. "Control de evaluación de los estímulos"

3.5.4. Imágenes mentales

3.5.5. Procesamiento de información emocionalmente relevante

4. CAPITULO IV: FUNCIONES DE LAS EMOCIONES

4.1. Funciones adaptativas

4.2. Funciones sociales

4.3. Funciones motivacionales

5. CAPTÍTULO V: CLASIFICACION DE LAS EMOCIONES

5.1. Emociones primarias

5.1.1. El miedo

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5.1.2. La ira

5.1.3. La tristeza

5.1.4. El asco

5.1.5. La felicidad

5.1.6. La sorpresa

5.2. Emociones estructurales o secundarias

5.2.1. La ansiedad

5.2.2. La hostilidad

5.2.3. El amor/cariño

5.2.4. El humor

6. CAPÍTULO VI: ESTRUCTURAS CEREBRALES VINCULADA A LAS

EMOCIONES

6.1. Tres cerebros en uno

6.2. Cerebro emocional

6.3. Amigdala: protagonista en las emociones

6.3.1. Aprendiendo a que temer

6.3.2. Superando el miedo

6.3.3. Vía lenta, vía rápida

6.3.4. Coloreando la cognición

6.4. Memoria y emociones

6.5. El rol de la corteza en los fenómenos cerebrales

6.5.1. El papel del cortes pre frontal

6.5.1.1. Corteza frontal pre frontal

6.5.1.2. Corteza orbito frontal

6.5.1.3. Corteza dorso lateral

7. CAPITULO VII: DESARROLLO EMOCIONAL EN EL SER HUMANO

7.1. Formacion de las emociones

7.2. Las emociones en los niños

7.3. Las emociones en los adolescentes

7.4. Las emociones en los adultos

7.5. Las emociones en los adultos mayores

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8. IMPORTANCIA DE LAS EMOCIONES

8.1. Emociones y enfermedad

8.2. Emociones y salud

9. INVESTIGACIONES ACTUALES

10. CONCLUSIONES

11. ANALISIS CRITICO

12. BIBLIOGRAFIA

13. ANEXOS

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INTRODUCCIÓN

Las emociones se han estudiado, principalmente, por el papel adaptativo que han jugado a

través de la evolución del hombre.

Gracias a las emociones se produce una activación que nos proporciona la energía necesaria

para responder, rápidamente, a un estímulo que atente a nuestro bienestar físico o psicológico,

permitiendo así, nuestra supervivencia. Sin embargo, en los últimos años, se ha descubierto que

las emociones pueden ser, también, perjudiciales para la salud, influyendo en la contracción de

ciertas enfermedades, perdiendo, en este sentido, su valor adaptativo.

En cada instante experimentamos algún tipo de emoción o sentimiento. Nuestro estado

emocional varía a lo largo del día en función de lo que nos ocurre y de los estímulos que

percibimos. Otra cosa es que tengamos siempre conciencia de ello, es decir, que sepamos y

podamos expresar con claridad que emoción experimentamos en un momento dado.

Según sea la situación que provoca la emoción, escogemos unas palabras u otras como 'amor',

'amistad', 'temor', 'incertidumbre', 'respeto', etc., que, además, señala su signo (positivo o

negativo). Y según sea la intensidad de la emoción escogemos palabras como 'nada', 'poco', '

bastante', 'muy', etc. y así, componemos la descripción de una emoción.

En consecuencia, podemos reconocer en toda emoción dos componentes bien diferenciados.

Por un lado, un componente cualitativo que se expresa mediante la palabra que utilizamos para

describir la emoción (amor, amistad, temor, inseguridad, etc.) y que determina su signo

positivo o negativo. Por otro lado, toda emoción posee un componente cuantitativo que se

expresa mediante palabras de magnitud (poco, bastante, mucho, gran, algo, etc.), tanto para las

emociones positivas como negativas.

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CAPITULO I

CONCEPTUALIZACION DE LA EMOCION

1.1. DEFINICION DE LA EMOCION

Según Bisquerra (2000), "Las emociones son reacciones a las informaciones

(conocimientos) que recibimos en nuestras relaciones con el entorno. La intensidad está en

función de las evaluaciones subjetivas que realizamos sobre cómo la información recibida

va a afectar a nuestro bienestar. En estas evaluaciones subjetivas intervienen

conocimientos previos, creencias, objetivos personales, percepción de ambiente

provocativo, etc. Una emoción depende de lo que es importante para nosotros. Si la

emoción es muy intensa puede producir disfunciones intelectuales o trastornos

emocionales (fobia, estrés, depresión)".

Según Vallés (2000), expone las notas que intervienen en la definición de emoción: "La

emoción involucra al pensamiento, al estado psicofisiológico, al afecto y a la acción

(reacción) expresiva."

Según Rafael Bisquerra (2000), las emociones se clasifican en negativas, positivas,

ambiguas, basandose en el grado en el que las emociones afectan al comportamiento del

sujeto

1.2. ANÁLISIS HISTORICO

El termino emoción viene de “emotio-onis” y significa estar agitado. Inicialmente se

utilizó para significar movimientos como la migración. Es decir, movimientos de un lugar

a otro. Posteriormente el significado se amplió para designar un movimiento o una

agitación en sentido físico, y se extendió a las agitaciones políticas y sociales. Finalmente,

el termino llego a significar un estado agitado o excitado en un individuo (Young, 1975)

Esta idea de emoción parece implicar que una persona sufre un movimiento, es decir, un

cambio de un estado implicar que una persona sufre un movimiento, es decir, un cambio

de un estado a otro, por ejemplo, de estar triste a alegre.

La emoción está íntimamente ligada a la motivación. Las dos palabras “motivación” y

“emoción” etimológicamente proceden de la misma raíz. Pero mientras que una de

ellas se utiliza para explicar las conductas o acciones y sus posibles causas, la otra se

refiere a los sentimientos y a los aspectos somáticos y expresivos que acompañan a los

mismos, y no necesariamente a implicaciones en la conducta y la acción. A pesar de

estas diferencias, desde los inicios de la psicología de la emoción se ha reconocido que

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las emociones tienen diversos efectos sobre la iniciación, intensidad y duración de

determinadas conductas y acciones.

En la psicología de la emoción además del término emoción se usan otros, como

afecto, sentimiento y humor. No siempre se delimitan y definen claramente estos

términos, Como señala Plutchik (1980), en la practica la distinción de los mismos suele

hacerse en función de variaciones en intensidad o duración de un estado. Por humor se

entiende en el lenguaje coloquial un estado más bien prolongado, no pasajero, de una

emoción poco intensa. Emoción y humor parecen estar relacionados, ya que la

emoción pude afectar al humor. El l humor tiene efectos más grandes y prolongados

que la emoción sobre la conducta. Las emociones, en cambio están ligadas a objetos y

características del entorno y les corresponde un rango de conductas relativamente

limitadas. El termino sentimiento, dentro de la psicología de la emoción, parece

referirse a la percepción del estado subjetivo, es decir, se trata de un concepto de la

conciencia informa sobre la relación del propio organismo en función de la relevancia

biológica y social de los estímulos. Por tanto emoción y sentimiento no se

contraponen, sino que el sentimiento es una parte integrante de la emoción. El término

afecto tiene su origen en la teoría psicoanalítica y se refiere a un estado subjetivo, a

veces también a un estado inferido inconsciente. “Un afecto (escribe Freud EN 1920)

comprende en primer lugar una inervación motora determinada o descargas y, en

segundo lugar, dos tipos de sensaciones: por un lado, la percepción de las acciones

motoras efectuadas y, por otro lado, las sensaciones directas de placer y displacer”.

La motivación es la fuerza que activa y dirige el comportamiento y que subyace a toda

tendencia por la supervivencia. Las investigaciones actuales centran principalmente

su atención a los factores que activan y dan energía a la conducta.

Las emociones son reacciones subjetivas al ambiente que van acompañadas por

respuestas neuronales y hormonales. Generalmente se experimentan como agradables

o desagradables y se consideran reacciones adaptativas que afectan nuestra manera

de pensar.

1.3. BASES BIOLOGICAS

Bases Biológicas De La Emoción Existe influencia de una pequeña estructura conocida

como la amígdala. En los seres humanos, la amígdala es un racimo de células

interconectadas que se asientan sobre el tronco cerebral; son dos y se ubican a cada

lado del cerebro. En el ser humano, la amígdala es relativamente grande si se la

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compara con la de otros animales. Estas estructuras límbicas se encargan

principalmente del aprendizaje y el recuerdo del cerebro –es el depósito de la memoria

emocional, si se separa la amígdala del resto del cerebro, esto desencadenará una

incapacidad para apreciar el significado emocional de los acontecimientos "ceguera

afectiva".

De la amígdala dependen las emociones primarias. Las lágrimas en los seres humanos,

por ejemplo, son desencadenas por la amígdala. Las investigaciones realizadas por el

neurólogo Joseph LeDoux han demostrado que la amígdala puede ejercer el control

sobre lo que hacemos, aún mientras el cerebro racional procesa una solución.

La amígdala funciona como una especie de central de monitoreo de alarmas, y en caso

de presentarse una situación de emergencia, se conecta con los centros cerebrales más

importantes y ordena el desencadenamiento de todas las funciones de respuesta

defensiva y focaliza la atención cerebral en la elaboración de estrategias de

supervivencia. Las investigaciones de LeDoux han demostrado la sorprendente

eficiencia del sistema perceptivo humano; las señales del ojo y del oído viajan primero

al tálamo y luego a la amígdala; una segunda señal viaja hacia el cerebro pensante.

Este proceso permite generar respuestas inmediatas sin tener que depender de los

cuidadosos cálculos y razonamientos del cerebro racional. "La amígdala puede

albergar recuerdos y repertorios de respuestas que efectuamos sin saber exactamente

por qué lo hacemos, porque el atajo desde el tálamo hasta la amígdala evita

completamente la neocorteza. Este desvío parece permitir que la amígdala sea un

depósito de impresiones y recuerdos emocionales de los que nunca fuimos

conscientes" (Goleman, 1995)

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CAPITULO II

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2. TEORIAS DE LA EMOCION

Las principales teorías de la emoción consideran a ésta un sentimiento bien fisiológica, bien

cognitivo o bien o como un producto de la interacción de factores físicos y mentales. En la

próxima figura se muestran descripciones gráficas de las tres teorías más importantes.

2.1. Teorías de James-Lange (Los sentimientos son un producto físico)

Dos científicos que trabajaron al mismo tiempo, el psicólogo Carl Lange (1885),

llegaron a puntos de vista tan parecidos, que podemos considerar sus contribuciones de

forma conjunta. Esencialmente, ambos dudaron de la suposición tradicional de que

primero se vive algún suceso (por ejemplo, que se nos acerque un ladrón), se siente

acto seguido la emoción (el miedo) y luego experimentados las sensaciones

fisiológicas relacionadas con esta emoción (el corazón late más deprisa, la respiración

se acelera, las palmas de las manos sudan, etc.) y nos comportamos de la manera que

creemos más adecuada a la situación (luchamos, gritamos, nos desmayamos o

corremos). Tanto James como Lange arguyeron a favor de una inversión de esta

secuencia, es decir, que la base de las emociones deriva de nuestra percepción de las

sensaciones fisiológicas, como los cambios en el ritmo cardíaco y la tensión arterial y

las contracciones de los músculos viscerales y el esqueleto.

De acuerdo con esta teoría, cuando le insultan no se siente enfadado y luego

experimenta los síntomas fisiológicos de la ira, sino al contrario, su corazón y

respiración aumentan de velocidad y sus músculos se tensan, y entonces interpreta

estos cambios corporales como “estoy enfadado”. Esta teoría sostiene que las

respuestas fisiológicas son diferentes para cada emoción, lo cual no siempre es verdad.

En suma, aunque la teoría posee cierto grado de validez, no oferta una explicación

completa de la experiencia emocional. La retroalimentación (“feedback”) de las

respuestas fisiológicas no es necesaria para experimentar una emoción, aunque pueda

ser importante. Tal como explicaré más adelante, Schachter y Singer (1962)

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demostraron como la retroalimentación de nuestras respuestas fisiológicas puede

contribuir para producir una respuesta emocional más intensa.

2.2. Teorías de Cannon-Bard (Los sentimientos son un producto cognitivo)

En 1927 Walter Cannon argumentó en contra de la posición de James-Lange,

argumentación que fue luego ampliada por Philip Bard (1938). Mediante la

investigación de laboratorio, mostraron que las reacciones fisiológicas que acompañan

a diferentes emociones son las mismas en una emoción u otra. En otras palabras,

cuando una persona está nerviosa, enfadada, tiene miedo o está enamorada, aumenta el

ritmo cardíaco, la velocidad de la respiración y los músculos se tensan. Así, se

dependiéramos únicamente de nuestras respuestas fisiológicas, no seriamos capaces de

distinguir una emoción de otra. Afirmaron, además, que el individuo normalmente no

es consciente de los cambios internos (como las contracciones de los órganos

viscerales, por ejemplo de los riñones y el hígado) y que incluso los animales que por

intervenciones quirúrgicas no fueron capaces de experimentar estas sensaciones

fisiológicas manifestaron reacciones emocionales típicas. Propusieron que la

experiencia emocional y la activación fisiológicas ocurren al mismo tiempo, no una

detrás de otra. ¿De qué forma? De acuerdo con Cannon y Bard, cuando tropezamos

con un ladrón, los impulsos nerviosos llevan esa información a dos lugares importantes

del cerebro: la corteza, el área donde tienen lugar los procesos más sofisticados de

pensamiento, le dice que el ladrón constituye una amenaza para su seguridad personal,

y el darse cuenta de esto, este pensamiento, basta para producir el miedo. Al mismo

tiempo, el tálamo produce diversos cambios fisiológicos inespecíficos (o sea, no son

específicos de una emoción determinada, sino que se producen como respuesta a

cualquier emoción). Nos referimos a estos cambios como la reacción de “estrés” o la

reacción de “lucha o fuga”. Esta reacción le prepara para gastar energía y prevenir un

daño potencial. Si más adelante descubre que la persona amenazadora no era un

ladrón, sino sólo alguien que quería preguntarle algo, ambas áreas se calmarán: la

corteza hará desaparecer sus sensaciones de miedo y el tálamo suspenderá la reacción

fisiológica.

Esta teoría integró la investigación sobre el papel del tálamo en la emoción. Su mayor

defecto residía en su incapacidad para reconocer la complejidad de las experiencias

emocionales y el modo en que éstas pueden ser influidas por la forma interprete el

individuo el “feedback” fisiológico.

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2.3. Teorías de Schachter-Singer (Las emociones dependen de una doble apreciación

cognitiva: como evaluamos el suceso y como identificamos lo que está pasando en

nuestro cuerpo)

La opinión de que la emoción supone una actividad puramente cognitiva llegó a ser la

explicación comúnmente aceptada hasta los años 60, cuando los innovadores

psicólogos Stanley Schachter y Jerome Singer (1962) cuestionaron que las respuestas

fisiológicas no tuvieran ninguna importancia.

Schachter y Singer dirigieron unos experimentos del mayor interés. Administraron a

un grupo de individuos epinefrina, una hormona producida por la corteza de las

glándulas suprarrenales y que produce una activación autonómica, aumento del ritmo

cardíaco y de la tensión arterial. Luego los colocaron en situaciones que le s inducían a

sentirse contentos o tristes. Mientras tanto, habían dicho a la mitad de los individuos en

cada una de las situaciones (contento/triste) que la inyección de tal sustancia causaría

determinados efectos fisiológicos; la otra mitad no fueron informados de tales efectos.

En general, los resultados del experimento confirmaron la hipótesis de los

investigadores. Los individuos que habían sido informados de los posibles efectos de la

inyección no indicaron estar particularmente contentos o enfadados y se comportaron

en consecuencia. Por lo visto, atribuían su activación fisiológica a los efectos de la

sustancia, mientras los individuos que no sabían nada sobre los efectos de ésta, notaron

su activación, intentaron encontrar una explicación y concluyeron que debería estar

causada por una emoción. Al buscar una emoción “disponible”, encontraron la

explicación a mano y ajustaron su emoción a la situación en cuestión.

Aunque investigadores posteriores no han apoyado por completo la teoría de Schachter

y Singer, sí han confirmado algunos aspectos. Por ejemplo, parece seguro que el

incremento de la activación (que puede producir la inyección de una sustancia como la

epinefrina, el ejercicio físico o hallarse en una situación que produce miedo) puede

intensificar una emoción que ya existe (Reisenzein, 1983). Se ha encontrado

considerable apoyo a las conclusiones de Schachter y Singer sobre el aumento de las

reacciones emocionales cuando se experimentan aumentos en la activación que no se

pueden atribuir a ninguna otra fuente. En cambio, la investigación posterior no ha

apoyado su conclusión de una disminución de los niveles de activación conduzca

automáticamente a una reducción de la intensidad emocional (Reisenzein, 1983). En

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otras palabras, la activación puede aumentar la intensidad de la emoción, pero no la

causa necesariamente.

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CAPITULO III

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3. VARIABLES IMPLICADAS EN LA EMOCION

Al igual que en el caso de la motivación, una de las razones de la variedad de modelos

teóricos acerca de la emoción se debe al hecho de que cada orientación incide

especialmente sobre algunas de las variables que la componen, sobre las cuales se

establecen los diversos desarrollos conceptuales y procede al estudio de las mismas

mediante procedimientos metodológicos alternativos. Vamos a centrarnos en algunos de

los aspectos que consideramos de interés, recordando en cada caso los acercamientos

teóricos más representativos. De una forma similar a la clasificación de Plutchik (1980),

las principales variables que vamos a describir se han abordado desde perpectivas: a)

evolucionistas (con Darwin como principal punto de referencia), b) psicofisiológicas

(seguidoras de la tradición de James), c) neurológicas (cuyos desarrollos teóricos

arrancan de Cannon), d) conductistas (que enfatizan procesos de condicionamiento

como Watson pusiera de manifiesto a principios de siglo), e) teorías de la activación

(con diferentes autores, de los que Lindsley quizá sea uno de los más representativos) y

f) cognitivas (desarrolladas a partir de los experimentos de Schachter y, en la

actualidad, unas de las más representativas).

3.1. Posiciones evolucionistas.

Una de las características principales de la emoción, como bien han puesto de

manifiesto las teorías evolucionistas, es la función adaptativa de las emociones,

tanto como facilitadoras de la respuesta apropiada ante las exigencias ambientales,

como inductoras de la expresión de la reacción afectiva a otros individuos. Así,

según la primera de estas funciones, la cólera facilitaría el ataque, mientras que el

miedo favorecería la huida o la inmovilidad corporal defensiva, por ejemplo.

Respecto a la segunda de las funciones, la expresión de cólera puede servir para

amedrentar a otro individuo en una situación comprometida, mientras que la

expresión de miedo podría ser útil para apaciguar una reacción intensa por parte de

un agresor. Uno de los postulados principales de esta orientación es el de la

existencia de emociones básicas, necesarias para la supervivencia y que derivan de

reacciones similares en los animales inferiores. El resto de emociones ("emociones

derivadas") se generan por combinaciones específicas de aquéllas (Plutchik, 1984).

En las emociones básicas el componente innato es mucho más patente, lo que se

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refleja en la similitud de expresión en todos los individuos de la misma especie. En

lo que se refiere a la expresión emocional, tanto histórica como teóricamente, el

objeto de estudio de mayor interés ha sido la expresión facial de las emociones. La

universalidad de la expresión y el reconocimiento facial de las emociones se ha

tomado como indicador de la existencia de patrones innatos de respuesta

emocional, evidencia de la continuidad filogenética de las emociones (Darwin,

1872/1984) y, principalmente, como constatación de la existencia de una serie de

emociones básicas cuyo reconocimiento sería universal en la especie humana y

fruto de las cuales derivarían el resto de reacciones afectivas. En este aspecto el

legado de Darwin es palpable tanto a nivel conceptual como metodológico (Chóliz

y Tejero, 1995).

Las teorías evolucionistas asumen los principios darwinistas de que

a) las emociones cumplen un papel fundamental en la evolución, facilitando

las respuestas adaptativas que exigen las condiciones ambientales.

b) Que existen una serie de emociones fundamentales de las cuales derivan el

resto de las emociones secundarias.

c) Que dichas emociones aparecen en todos los seres humanos y tanto la

expresión como el reconocimiento de las mismas es innato y universal. Para

demostrar tales asertos los procedimientos experimentales son los mismos

que ya utilizara Darwin hace más de cien años, a saber, el estudio de la

expresión emocional en niños y ciegos de nacimiento (que no han podido

aprenderlo de otras personas), o el estudio de la expresión y reconocimiento

de las emociones en individuos de diferentes culturas. Según Plutchik

(1991)

Las implicaciones de la teoría de Darwin respecto a la psicología de la emoción

podrían resumirse en cinco preguntas relativas a la expresión de las emociones:

¿cuál es la naturaleza precisa de la expresión que estamos observando?

¿de qué otras respuestas se ha desarrollado a nivel ontogenético?

cuál es el origen filogenético de la misma?

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¿qué estados internos y estímulos específicos interaccionan para

producir tal conducta (causa proximal)?

Qué implicaciones tiene para la supervivencia (causa final)?. Según el

propio Plutchik, aquellas disciplinas que pretenden dar respuesta a

alguna de estas cuestiones representan la herencia de Darwin. No

obstante, tal y como hemos comentado anteriormente, es un hecho

controvertido tanto la existencia de emociones básicas como el que la

expresión y reconocimiento de las mismas sea innato y universal

(Ekman, 1994; Izard, 1994; Ortony y Turner, 1990; Russell, 1994).

3.2. Variables psicofisiológicas

La importancia de las variables psicofisiológicas arranca de la concepción de James

(1884) de que la emoción aparece como consecuencia de la percepción de los

cambios fisiológicos producidos por un determinado evento. En el caso de que no

existan tales percepciones somáticas la consecuencia principal sería la ausencia de

cualquier reacción afectiva. Además, las emociones similares se caracterizarían por

un patrón visceral y fisiológico similar, bien es cierto que dando pie a cierta

especificidad individual. El postulado principal de los modelos psicofisiológicos,

que se derivan de la hipótesis de James-Lange, presupone que cada reacción

emocional se podría identificar por un patrón fisiológico diferenciado (Ax, 1953), o

al menos existirían algunos de ellos que caracterizarían a las emociones similares

entre sí. Esta pretensión se fundamenta teóricamente en el fraccionamiento

direccional (Lacey, 1967; Lacey y Lacey, 1980), fenómeno caracterizado por el

hecho de que ante una reacción determinada unas variables autonómicas

manifiestan los efectos de activación simpática, mientras que la reacción de otras se

distingue por una respuesta parasimpática, lo que favorece la aparición de patrones

de respuesta diferenciados para cada reacción afectiva. Las investigaciones sobre

este particular han sido numerosas y todavía son de actualidad, algunas de las

cuales han puesto de relieve patrones fisiológicos de respuesta característicos de

diferentes emociones (Levenson, Ekman y Friesen, 1990; Cacioppo y cols., 1993).

Así, por ejemplo, en lo que se refiere a la frecuencia cardiaca, las emociones

negativas (miedo e ira) producen incrementos mayores en la misma que las

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positivas, como la alegría. Si analizamos las diferencias entre las propias

emociones negativas, las reacciones de ira, miedo y tristeza suelen manifestar

incrementos más elevados en frecuencia cardiaca que las de asco. Por su parte, y

referente a la conductancia, los incrementos más significativos aparecen en las

reacciones de tristeza, miedo, ira y asco, mientras que emociones como la alegría

producen variaciones mínimas en dicha respuesta. Por último, en cuanto a la

temperatura digital, la ira es la que suele generar incrementos más elevados,

mientras que el miedo se caracteriza por un descenso en esta respuesta. El hecho de

que no hayan podido establecerse diferencias entre todas las emociones puede ser

reflejo de que se precisan otro tipo de registros fisiológicos menos utilizados en la

investigación experimental en este campo, tales como respiración, o porque de

hecho sea posible distinguirlas por la expresión facial, pero no en base a las

reacciones vegetativas. Estos resultados podrían explicarse mediante la hipótesis de

la especificidad autonómica, en concreto, mediante la existencia de programas

psicobiológicos para cada emoción que, una vez puestos en marcha, activan los

diferentes componentes (motores, autonómicos, etc.). La existencia de tales

programas psicobiológicos facilitaría la realización de conductas adaptativas

relacionadas con cada una de las emociones, tal y como hemos señalado

anteriormente. No obstante, los resultados no son concluyentes, además de que los

estudios presentan serias dificultades metodológicas (Schmidt-Atzert, 1981).

Solamente podemos argumentar que es posible que existan patrones fisiológicos

diferentes de respuesta en función de las reacciones emocionales, pero no podemos

concluir que dichos patrones de respuesta sean consistentes para un tipo de

reacción emocional determinada. Otro de los tópicos relevantes en esta área es la

asunción de que existen diferencias individuales en el patrón de respuesta

fisiológicas, de forma que la reacción individual característica ante distintas

exigencias ambientales puede ser la responsable de la susceptibilidad a

determinados trastornos. Wenger y Cullen (1972) señalaron que puede establecerse

un índice del equilibrio entre las dos ramas del sistema nervioso autónomo, al que

denominó balance autonómico, que estaría directamente relacionado con la

aparición de trastornos psicosomáticos. Muy relacionado con este índice está el

concepto de estereotipia individual, la evidencia de que cada individuo puede

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mantener de forma consistente patrones fisiológicos de respuesta característicos

ante determinadas exigencias ambientales o estados emocionales. Si se trata de

patrones de respuesta excesivos (por su elevada intensidad o frecuencia) y

potencialmente peligrosos (por la disfunción que generan), ello puede conducir a la

aparición de trastornos orgánicos si es expuesto frecuentemente a dichas

situaciones, a pesar de que tales condiciones no generen alteración alguna en otras

personas que no manifiestan este patrón de respuesta. Un ejemplo de estereotipia

individual es el modelo de predisposición psicobiológica de Bakal y Kaganov

(1977), del que una de las derivaciones más interesantes es la explicación de la

génesis de cefaleas. Según esta hipótesis, quienes padecen cefaleas tienden a

presentar un patrón de respuesta de evitación no sólo ante los estímulos

potencialmente peligrosos, o aversivos, sino también ante los neutros (que deberían

generar una respuesta de orientación) (Vallejo y Labrador, 1983). El procedimiento

de investigación de dicha predisposición que se ha realizado más frecuentemente es

exponer a diferentes personas (con trastornos psicosomáticos y sin trastornos

psicosomáticos) a diferentes estímulos que produzcan característicamente, bien una

respuesta de orientación, bien una de defensa. El patrón psicofisiológico

desadaptativo que generaría las disfunciones somáticas debería ser el hecho de

reaccionar desadaptativamente, manifestando respuesta de evitación en los casos en

que debiera responder simplemente con reacciones de orientación. A pesar de lo

sugerente de esta hipótesis, nosotros no obtuvimos resultados concluyentes en un

estudio similar (Chóliz, Ibáñez, Capafóns, Aliaga y Sáez, 1989). La metodología

utilizada en las investigaciones de tradición psicofisiológica consiste en evaluar los

cambios producidos a nivel de la actividad del sistema nervioso central, autónomo

o somático en diferentes condiciones experimentales de inducción de reacciones

emocionales. Los sistemas de respuesta más utilizados han sido la respuesta

electrodermal (Shagass, 1972; Palmero y Jara, 1993), actividad gastrointestinal

(Davis, 1986), reactividad cardiovascular (Blascovich y Katkin, 1993), actividad

muscular, o respiratoria (Chóliz, 1993). En la misma línea, Andreassi (1995)

analiza recientemente la asimetría en el EEG durante la experiencia de diversas

emociones. Palmero (1993) ofrece una descripción más extensa de las modalidades

Page 21: DESARROLLO DE LAS EMOCIONES EN EL SER HUMANO

de evaluación psicofisiológica más utilizadas en Psicología de la Motivación y

Psicología de la Emoción.

3.3. Estructuras neurológicas centrales

Es de sobras conocida la controversia que generó la teoría de James-Lange y las

críticas de Cannon a las mismas, fundamentalmente en lo que se refiere al papel de

las vísceras en la reacción emocional, así como al hecho de que la ausencia de

sensaciones visceroceptivas no produce ausencia de reacción emocional y a la

evidencia de que las sensaciones son mucho más lentas que la emoción evocada.

Todo ello cuestionaría el hecho de que dichas reacciones fisiológicas fueran un

antecedente de la reacción emocional. Las reacciones fisiológicas y viscerales no

definirían la cualidad de la reacción emocional, sino en todo caso la intensidad de

la misma, preparando al organismo para una eventual respuesta que requiriera un

gasto energético de importancia. Se trataría de una respuesta similar a todas las

emociones, en la que la única diferencia entre las mismas sería la intensidad con la

que reaccionan, pero no en un patrón de respuesta diferenciado. La rama simpática

del sistema nervioso autónomo sería la responsable de preparar al organismo para

un gasto energético elevado, mientras que el parasimpático restablecería el

equilibrio. Es lo que se ha venido a denominar teoría emergentista de las

emociones (Cannon, 1931), que establece que lo verdaderamente relevante en la

génesis de la emoción es la actividad del sistema nervioso central, en concreto la

regulación que establece el tálamo, tanto sobre la corteza en la génesis de la

experiencia cualitativa de la emoción, como sobre el sistema nervioso periférico,

para la movilización de energía. Las aportaciones teóricas más relevantes que se

derivan de esta concepción se agrupan en torno a la teoría de la activación general,

que argumenta que existe un único estado de activación general que caracterizaría a

todas las emociones. Las diferencias entre unas y otras sería cuestión de grado.

Aunque posteriormente los estudios de Lacey (1967) pondrían de manifiesto que

puede existir disociación entre los principales sistemas de respuesta

(fraccionamiento de respuesta, especificidad individual y estereotipia individual),

la teoría de la activación general ha servido como marco teórico de diferentes

modelos de la emoción, de los que los de Lindsley (1951), Hebb (1955), o Malmo

Page 22: DESARROLLO DE LAS EMOCIONES EN EL SER HUMANO

(1959) son algunos de los más representativos. Según estas primeras

aproximaciones teóricas, la relación entre activación y emoción vendría definida

por la existencia de un proceso único de activación en el que los sistemas cortical,

autonómico y somático estarían perfectamente coordinados y que sería el

responsable de la cualidad de las diferentes reacciones afectivas.

Consecuentemente con estos planteamientos teóricos, a nivel metodológico los

estudios se han caracterizado por la selección de alguna variable fisiológica

(generalmente respuesta electrodermal o frecuencia cardiaca) como indicadora del

nivel de activación general y registrar la relación entre ésta y las diferentes

reacciones emocionales (Fenz y Epstein, 1967; Lader, 1975). Los modelos

neurológicos han evolucionado desde los planteamientos iniciales de la

unidimensionalidad de la activación, a la existencia de al menos dos sistemas de

activación (Swerdlow y Koob, 1987). El primero de ellos estaría organizado por el

córtex cerebral, implicaría a las estructuras cerebrales superiores y determinaría

especialmente procesos cognitivos y rendimiento. El otro sistema de activación

implicaría estructuras subcorticales y estaría directamente relacionado con el estado

emocional. Algunas de las aportaciones más relevantes del sistema emocional de

activación han puesto de manifiesto tanto la relevancia de determinados centros

cerebrales en la producción de reacciones emocionales, tales como el cerebro

reptiliano y cerebro mamífero antiguo (MacLean, 1949, 1986; Leven, 1992), como

de las estructuras responsables de las cualidades hedónicas del refuerzo en el

sistema límbico (Olds y Milner, 1954), o en el hipotálamo (Rosenzweig y Leiman,

1992). En la actualidad parece asumido que, pese a que las estructuras

subcorticales son de especial relevancia en los sistemas emocionales básicos, el

papel del córtex no solamente se ciñe a ejercer efectos inhibidores sobre dichas

reacciones afectivas, sino que está involucrado principalmente en la experiencia

emocional, especialmente en lo que hace referencia a los procesos cognitivos

característicos de la emoción (Panksepp, 1991; Pribram, 1973). De hecho,

actualmente se conocen con precisión la relación entre los parámetros de

condicionamiento de reacciones emocionales tales como el miedo y los procesos

neurales implicados que pueden ser de utilidad para establecer modelos

neurológicos mucho más completos de la experiencia emocional (LeDoux, 1995).

Page 23: DESARROLLO DE LAS EMOCIONES EN EL SER HUMANO

Como puede suponerse, los procedimientos metodológicos de estudio utilizados

desde las orientaciones neurológicas de la emoción han ido evolucionando

conforme se desarrollaban técnicas de registro cada vez más sofisticadas en

biomedicina. En general, tienen como objetivo el registro de la actividad de las

diferentes estructuras nerviosas involucradas en una determinada reacción

emocional de diferente intensidad, con la finalidad de establecer las regiones

concretas responsables de cada emoción en particular. Los dos procedimientos

habituales son la inducción experimental de la reacción emocional que

pretendamos, al tiempo que se registra la actividad de las áreas del sistema

nervioso, o bien el estudio de dicha actividad en sujetos con alteraciones o

trastornos afectivos (depresión, trastornos por ansiedad, etc.). En ambos casos se

valen de las técnicas propias de la neuropsicología, tal y como hemos comentado

anteriormente, con las que encontramos estudios que utilizan tanto el registro

eléctrico de áreas corticales mediante EEG, potenciales evocados, o

magnetoencefalografía (Hari y Lounasmaa, 1989), como la aplicación de las más

modernas técnicas de neuroimagen, tales como Tomografía Axial Computerizada,

Tomografía por Emisión de Positrones y Resonancia Magnético Nuclear (Martin y

Brust, 1985).

3.4. Aspectos conductuales

En la tradición conductista las emociones se entienden como respuestas

condicionadas que se generan cuando un estímulo neutro se asocia con un EI que

es capaz de elicitar una respuesta emocional intensa. Las primeras elaboraciones

teóricas, puestas de manifiesto por Watson (Watson y Rayner, 1920; Watson,

1925), dieron pie a otras aportaciones como la teoría de los dos factores (Mowrer,

1947) en la que se defiende que la adquisición y consolidación de la respuesta

emocional (en este caso fobias) se desarrolla en dos etapas, una primera de

adquisición de la RC mediante condicionamiento clásico y una segunda de

consolidación, en la que la conducta de evitación de los EC's produce un alivio de

la RC, respuesta que se mantiene mediante reforzamiento negativo. Posteriormente,

Rescorla y Solomon (1967) desarrollan la teoría moderna de los dos procesos, en la

Page 24: DESARROLLO DE LAS EMOCIONES EN EL SER HUMANO

que se pone de manifiesto cómo puede producirse una reacción emocional tanto en

el proceso de condicionamiento clásico, como en el operante, en función de si los

Ed's, o EC's indican presencia o ausencia de contingencias aversivas o apetitivas.

El valor de este modelo estriba en que pueden establecerse predicciones acerca de

los efectos de dicha reacción emocional en la conducta operante, concretamente

cómo la reacción emocional puede fortalecer o debilitar la conducta establecida

previamente. Las predicciones de este modelo se han corroborado a nivel

experimental con los paradigmas de estudio de la respuesta emocional

condicionada (REC) y automodelamiento (Rachlin, 1988). Estas investigaciones

son especialmente relevantes por cuanto se circunscriben a un área de investigación

de gran relevancia y actualidad en condicionamiento, como es la interacción entre

condicionamiento clásico y operante y los efectos que ambos procedimientos de

aprendizaje ejercen el uno sobre el otro. En dicha interacción las reacciones

emocionales juegan un papel de extraordinaria relevancia, puesto además de

manifiesto por el hecho de que desde las formulaciones teóricas del aprendizaje se

asuma que dicha interacción no solamente se produce a nivel externo, sino también

a nivel interno (Millenson y de Villiers, 1972). En la tradición conductista, el hecho

de poder predecir cómo puede verse afectada la operante en función de la reacción

emocional, hace que las emociones pierdan la consideración (para dicha

orientación) de causas internas, ficticias e imaginarias de la conducta, para

convertirse en un proceso digno de estudio por sus efectos en el comportamiento

(Chóliz, 1994d). Para finalizar, debemos destacar que, ni la respuesta emocional

condicionada ejerce su influencia solamente como inhibidora del condicionamiento

(si bien la supresión condicionada es posiblemente el área experimental donde se

han realizado mayor número de investigaciones), ni el papel del condicionamiento

operante se ciñe exclusivamente a la reducción de la RC de miedo o de ansiedad.

Por poner solamente unos ejemplos, el hecho de que puedan reforzarse

positivamente las respuestas emocionales viene constatándose desde las primeras

investigaciones sobre biofeedback y condicionamiento de respuestas emocionales

(Kimmel, 1967; Miller, 1969). La respuesta emocional puede aprenderse incluso

por aprendizaje vicario (Bandura y Rosenthal, 1966), mantenerse aún en

condiciones que debieran producir extinción de la RC, tal y como se pone de

Page 25: DESARROLLO DE LAS EMOCIONES EN EL SER HUMANO

manifiesto en el modelo de incubación de ansiedad (Eysenck, 1968, 1985; Chorot,

1989), al tiempo que las modificaciones en el proceso de contingencia pueden

acarrear severas alteraciones emocionales, como se evidencia en las

investigaciones sobre indefensión aprendida (Seligman, 1975: Abramson, Seligman

y Teasdale, 1978). A nivel metodológico, los trabajos desde esta perspectiva han

utilizado como paradigma experimental los procesos de condicionamiento,

especialmente el condicionamiento clásico. Digamos que hasta la aparición de las

técnicas de biofeedback (Miller, 1969) uno de los axiomas fundamentales era que

el operante y el respondiente diferían incluso en los procesos implicados. Uno de

los ejemplos paradigmáticos era la suposición de que las respuestas viscerales y

glandulares, reguladas por el sistema nervioso autónomo no son susceptibles de ser

condicionadas de forma operante (Skinner, 1938; Mowrer, 1947). Dada la relación

entre la actividad de dichas respuestas y las reacciones afectivas, así como el hecho

de la incomodidad del concepto de emoción en el análisis experimental de la

conducta (Skinner, 1953), durante décadas el condicionamiento clásico, y no el

operante, ha sido el procedimiento de elección en la investigación sobre emoción y

condicionamiento. Todo cambió cuando a principios de la década de los sesenta,

Neal E. Miller y su equipo de la Universidad de Rockefeller realizaron una serie de

experimentos que supusieron un hito en la comprensión de la relación entre

procesos de condicionamiento, emociones y salud. Independientemente de si la

modificación de la respuesta se establecía con la mediación del sistema nervioso

central y de la musculatura esquelética, o no, lo cierto es que se puso de evidencia

el hecho de que podía condicionarse de forma operante respuestas gobernadas por

el sistema nervioso autónomo, tales como frecuencia cardiaca, presión sanguínea,

temperatura, o nivel de secreción de orina. Por otro lado, las técnicas de

biofeedback demostraron su utilidad no solamente en la modificación de trastornos

somáticos, sino también en alteraciones emocionales. Según Vila (1984), la

aplicación de las técnicas de biofeeback en la intervención ante alteraciones

emocionales se basa en el hecho de que es el procedimiento más eficaz en la

modificación del patrón fisiológico de la reacción emocional. Servirá tanto para

modificar o eliminar las reacciones fisiológicas características de las alteraciones

Page 26: DESARROLLO DE LAS EMOCIONES EN EL SER HUMANO

emocionales, como para la inducción de patrones fisiológicos propios de estados

emocionales adaptativos.

3.5. Variables cognitivas.

Según algunos autores la emoción es una consecuencia de los procesos cognitivos.

Las diferencias entre los diferentes acercamientos teóricos estriba en el papel que le

otorgan a determinado proceso en la génesis de la reacción emocional (Cano,

1995a, 1995b) como, por ejemplo, la evaluación de la situación y de las estrategias

de coping (Lazarus, 1991a, 1991b), expectativas y conformidad con normas

sociales (Scherer, 1984, 1992), a la atribución de causalidad (Weiner, 1986), o a las

diferencias en procesamiento de la información emocionalmente relevante

(Mathews y MacLeod, 1994). En las aproximaciones cognitivas iniciales de la

emoción se defendia que la reacción ante una situación es de tipo fisiológico,

consistente en un incremento difuso y generalizado de la activación.

Posteriormente, la interpretación cognitiva de dicha reacción fisiológica es la que

determinará la cualidad de la emoción (Marañón, 1924; Schachter y Singer, 1962;

Mandler, 1975). En cualquier caso la emoción necesariamente surgiría como

consecuencia de los dos factores que hemos señalado: activación e interpretación

cognitiva. La magnitud de la reacción fisiológica determinaría la intensidad de la

reacción emocional, mientras que los procesos cognitivos darían razón de la

cualidad de la misma. Posteriormente, Arnold (1960) señalaría que los procesos

cognitivos no surgen solamente después de haberse producido una reacción

fisiológica y como interpretación de la misma, sino que se produce una evaluación

primaria de la situación ambiental antes incluso de la propia reacción fisiológica.

Se trata de una primera interpretación global del estímulo como bueno o malo (es

decir, agradable/desagradable, beneficioso/peligroso, etc.). Más recientemente,

Mandler (Mandler, 1982; MacDowell y Mandler, 1989) argumenta que, si bien las

dos variables principales implicadas en la génesis de la reacción emocional son el

arousal y la interpretación cognitiva, son estas últimas las que determinan la

emoción. El arousal solamente sería el sustrato. La relevancia del arousal sería muy

limitada, ya que las personas solamente son capaces de distinguir entre un arousal

elevado y otro bajo, pero no el nivel de otras variables fisiológicas concretas, de

Page 27: DESARROLLO DE LAS EMOCIONES EN EL SER HUMANO

forma que el grado de activación ejercería un papel indiferenciado únicamente en

el grado de intensidad de la emoción. Incluso la propia activación podría producirse

por una incongruencia en los esquemas cognitivos (ocurrencia de un hecho

inesperado o no ocurrencia de un evento previsto). Esta activación, a su vez, instiga

a una interpretación cognitiva de la situación que es la que determinaría la cualidad

de la emoción. Así pues, desde Marañón a Mandler, los autores que defienden

posiciones cognitivas han ido otorgando progresivamente un papel de mayor

relevancia a los procesos cognitivos que el simple etiquetado de una reacción

fisiológica, e incluso han destacado que lo verdaderamente necesario para que se

produzca una emoción son los procesos cognoscitivos implicados. De entre todos

los procesos cognitivos, los más destacables son los siguientes:

3.5.1. Procesos de valoración cognitiva

Lazarus (1977, 1993) desarrolla su modelo teórico de las emociones basándose

en la teoría cognitiva del estrés que había establecido con anterioridad

(Lazarus, 1966). Según postula este modelo, en un primer momento se evalúan

las consecuencias positivas o negativas de una situación determinada

(valoración primaria). Posteriormente se analizan los recursos que se poseen

para hacer frente a dicha situación (valoración secundaria). La cualidad de la

reacción emocional es consecuencia directa de los procesos de valoración

cognitiva (Lazarus, 1982) y cada evaluación conduce a un tipo de emoción,

manifestada por una tendencia a acción y expresión características. Para

Lazarus no es adecuado plantear si la emoción precede a la cognición o si es

consecuencia de la misma. La relación es bidireccional y ambas están

intrínsecamente unidas, ya que la cognición es una parte fundamental de la

emoción, que le proporciona la evaluación del significado

3.5.2. Atribución de causalidad.

Según Weiner (1980, 1985, 1986; 1992, 1993) la reacción emocional puede

analizarse siguiendo la secuencia atribución-emoción-acción. Específicamente,

después de la ejecución conductual acontece una valoración primaria ceñida a

las consecuencias agradables o desagradables de la misma. Surgiría una

primera emoción preliminar. En un segundo momento, y esto es lo

Page 28: DESARROLLO DE LAS EMOCIONES EN EL SER HUMANO

verdaderamente relevante para Weiner, se analizan las causas de dicho

resultado. En función de dicha atribución de causalidad emerge la emoción

más elaborada. Dicha emoción será la que ejerza ulteriormente un papel

motivacional en la conducta posterior. A continuación resumimos las

atribuciones causales más importantes y el estado emocional evocado en

función de la consecución, o no, del objetivo de la conducta.

3.5.3. "Control de evaluación de los estímulos

Según Scherer (Scherer, 1984, 1988, 1992; Pittam y Scherer, 1993) los

estímulos internos o externos se evalúan jerárquica y organizadamente en una

serie de pasos, o fases. Como consecuencia de dicho proceso de evaluación

emergen las emociones correspondientes. Dado el valor adaptativo de las

emociones y el papel que ejercen en la supervivencia, se entiende que dicho

control se ejecute de forma jerárquica y ordenada. La secuencia es la siguiente:

1. novedad del estímulo (lo que supone una primera valoración de la

peligrosidad del evento).

2. dimensión placentera-displacenteras.

3. si propicia la consecución de una meta o una necesidad.

Page 29: DESARROLLO DE LAS EMOCIONES EN EL SER HUMANO

4. capacidad de enfrentarse a la situación y consecuencias sobre el

organismo.

5. la compatibilidad con las normas sociales o personales. Cada una de las

emociones puede analizarse en función de esta secuencia de

evaluación. Las que han sido estudiadas con mayor profundidad de

acuerdo con este esquema son: alegría, tristeza, vergüenza, ira, asco y

miedo.

3.5.4. Imágenes mentales

Lang (1977, 1979, 1990) postula que las imágenes mentales pueden entenderse

como una estructura proposicional que incluye componentes perceptivos y

semánticos. Semejante estructura proposicional de la imagen es la que induce

las reacciones fisiológicas que acompañan a las emociones, de forma que

puede utilizarse el entrenamiento en imaginación para el control de diferentes

procesos o alteraciones emocionales (Lang, 1979), dado que las respuestas

fisiológicas inducidas están directamente relacionadas con el tipo de imagen

entrenada.

3.5.5. Procesamiento de información emocionalmente relevante.

(Mathews y MacLeod, 1994). Los estados emocionales (tanto normales como

patológicos) están relacionados con patrones característicos de procesamiento

de la información emocionalmente relevante (Mathews y MacLeod, 1994).

Así, por ejemplo, la excesiva atención a la información amenazante puede

generar reacciones de ansiedad, de la misma forma que la incapacidad para

eliminar los pensamientos intrusivos negativos autorreferentes genera

episodios depresivos. Las diferencias individuales en el procesamiento de

información emocionalmente relevante es el componente cognitivo de la

vulnerabilidad diferencial a trastornos emocionales, de las cuales el fracaso de

las técnicas que intentan eliminar la información amenazante bajo condiciones

de estrés es una de las principales causas originarias de las alteraciones

afectivas. Para finalizar centraremos nuestra atención en una de las

controversias teóricas más destacables en el estudio de la emoción, como es el

Page 30: DESARROLLO DE LAS EMOCIONES EN EL SER HUMANO

debate generado acerca de la relevancia de la cognición y de los fundamentos

fisiológicos en la génesis de emociones, o de la primacía de una sobre otra.

Quienes defienden posturas cognitivistas argumentan que los procesos

cognitivos son necesarios para que se produzca una emoción, que sin dicha

actividad cognoscitiva no se produciría emoción alguna y que cualquier

reacción que se evocara carecería del componente afectivo (Schachter y

Singer, 1962; Lazarus, 1984; Averill, 1982; Arnold, 1960). Para quienes

defienden posturas biologicistas, la emoción puede evocarse sin tener en

cuenta los aspectos cognitivos, y ello se pone de manifiesto en los casos en los

que se estimulan ciertas estructuras subcorticales, como el sistema límbico, o

en los que se generan emociones por el mero hecho de una expresión facial

característica, tal y como defiende la hipótesis del feedback facial (Tomkins,

1962, 1963, 1980). En este aspecto, la controversia más conocida quizá sea la

que se estableció entre Zajonc (1980, 1984) y Lazarus (1982, 1984), en lo que

se refiere a la relevancia de los procesos cognitivos en la emoción. Mientras

que para Lazarus lo esencial son los procesos de valoración y reevaluación,

para Zajonc los procesos cognitivos no siempre son necesarios y pueden

producirse reacciones afectivas sin el concurso de los mismos, apelando

simplemente a reacciones fisiológicas. Después de una lectura de réplicas y

contrarréplicas, convenimos con Cano (1995a) que en ocasiones en sus

contraargumentos parece que no están tratando de los mismos fenómenos, que

manejan conceptos distintos y metodologías de estudio diferentes, pero que

cuando abordan una misma cuestión las coincidencias son mucho más

abundantes que las discordancias, al tiempo que la diferencia fundamental

estriba simplemente en la relevancia que otorgan a cada uno de los procesos,

primando en un caso los aspectos cognitivos y en otro los

Fisiológicos y conductuales.

Page 31: DESARROLLO DE LAS EMOCIONES EN EL SER HUMANO

CAPITULO IV

Page 32: DESARROLLO DE LAS EMOCIONES EN EL SER HUMANO

4. FUNCIONES DE LA EMOCIONES

Todas las emociones tienen alguna función que les confiere utilidad y perite que el

sujeto ejecute con eficacia las reacciones conductuales apropiadas y ello con

independencia de la cualidad hedónica que generen. Incluso las emociones más

desagradables tienen funciones importantes en la adaptación social y el sujeto personal.

Según Reeve (1994), la emoción tiene tres funciones principales:

Funciones adaptativas

Funcione sociales

Funciones motivacionales

4.1. FUNCIONES ADAPTATIVAS

Quizá una de las funciones más importantes de la emoción sea la de preparar al

organismo para que ejecute eficazmente la conducta exigida por las condiciones

ambientales, movilizando la energía necesaria para ello, así como diciendo la

conducta (acercando o alejando) hacia un objetivo determinado. Plutchik (1980)

destaca ocho funciones principales de las emociones y aboga por establecer un

lenguaje funcional que identifique cada una de dichas reacciones con la función

adaptativa que le corresponde. De esta manera será as fácil operatividad este

proceso y poder aplicar convenientemente el método experimental para la

investigación en la emoción. La correspondencia entre la emoción y su función se

refleja en el siguiente cuadro:

LENGUAJE SUBJETIVO LENGUAJE FUNCIONAL

Miedo Protección

Ira Destrucción

Alegría Reproducción

Tristeza Reintegración

Confianza Afiliación

Asco Rechazo

Anticipación Exploración

Sorpresa Exploración

Page 33: DESARROLLO DE LAS EMOCIONES EN EL SER HUMANO

La relevancia de las emociones como mecanismo adaptativo ya fue puesta de

manifiesto por Darwin (1872/1984), quien argumento que la emoción sirve para

facilitar la conducta apropiada, lo cual le confiere un papel de extraordinaria

relevancia en la adaptación. No obstante, las emociones son uno de los procesos

menos sometidos al principio de selección natural (Choliz y Tejero 1995), estando

gobernados por tres principios exclusivos de las mismas. Los principios

fundamentales que rigen la evolución en las emociones son el de hábitos útiles

asociados, antítesis y acción directa del sistema nervioso.

Los autores más relevantes de orientación neo-darwinista son Plutchik (1970),

Tonkín (1984), Izard (1984) y Ekman (1984). Como veremos más adelante, los

investigadores que se centran en el análisis de las funciones adaptativas de las

emociones ponen especial interés en el estudio de las funciones adaptativas de las

funciones adaptativas de las emociones ponen especial interés en el estudio de la

expresión de las emociones, análisis diferencial de las emociones básicas, estudios

transculturales de las mismas y funciones específicas que representan.

4.2. FUNCIONES SOCIALES

Puesto que una de las funciones principales de las emociones es facilitar la

aparición de las conductas apropiadas, la expresión de las emociones permite a los

demás predecir el comportamiento asociado con las mismas, lo cual tiene un

indudable valor en los procesos de relación interpersonal. Izard (1989) destaca

varias funciones sociales emociones, como son las de facilitar la interacción social,

controlar la conducta de los demás, permitir la comunicación de los estados

afectivos, o promover la conducta pro social. Emociones como la felicidad

favorecen los vínculos sociales relaciones interpersonales, mientras que la ira

pueden generar respuestas de evitación o de confrontación. De cualquier manera, la

expresión de las emociones puede considerarse como una serie de estímulos

discriminativos que facilitan la realización de las conductas apropiadas por parte de

los demás.

Page 34: DESARROLLO DE LAS EMOCIONES EN EL SER HUMANO

La propia represión de las emociones también tiene una evidente función social. En

un principio se trata de un proceso claramente adaptativo, por cuanto que es

socialmente necesaria la inhibición de ciertas reacciones emocionales que podrían

alterar las relaciones sociales y afectar incluso a la propia estructura y

funcionamiento de grupos y cualquier otro sistema de organización social. No

obstante, en algunos casos, la expresión de las emociones puede inducir en los

demás altruismo y conducta pro social, mientras que la inhibición de otras producir

malos entendidos y reacciones indeseables que no se hubieran producido en el caso

de que los demás hubieran conocido el estado de emocional en el que se encontraba

(Penneabre, 1993). Por último, si bien en muchos casos la relevancia de las

experiencias emocionales es saludable y beneficiosa, tanto porque reduce el trabajo

fisiológico que supone la inhibición (Penneabaker, Colder y Sharp, 1990) como por

el hecho de que favorece la creación de una red de apoyo social ante la persona

afectada (House, Landis y Umberson, 1988), los efectos sobre los demás pueden

llegar a ser perjudiciales, hecho este que esta constatado por la evidencia de que

aquellos que proveen apoyo social al afligido sufren con mayor frecuencia

trastornos físicos y mentales (Coyne, Kessler, Turnbull, Wortman y

Grenden,1987)

4.3. FUNCIONES MOTIVACIONALES

La relación entre emoción y motivación es intima, ya que se trata de una

experiencia presente en cualquier tipo de actividad que posee las dos principales

características de la conducta motivada, dirección e intensidad. La emoción

energiza la conducta motivada. Una conducta cargada emocionalmente se realiza

de forma más vigorosa. Como hemos comentado la emoción tienen la función

adaptativa de facilitar la ejecución eficaz de la conducta necesaria en cada

exigencia. Así, la cólera facilita las reacciones defensivas, la alegría la atracción

interpersonal, la sorpresa la atención ante estímulos novedoso, etc. Por otro, dirige

la conducta, en el sentido que facilita el acercamiento o la evitación del objetivo de

la conducta motivada en función de las características alguedónicas de la emoción.

Page 35: DESARROLLO DE LAS EMOCIONES EN EL SER HUMANO

La función motivacional de la emoción seria congruente con lo que hemos

comentado anteriormente de la existencia de las dos dimensiones principales de la

emoción: dimensión de agrado-desagrado e intensidad de la reacción afectiva.

La relación entre motivación y emoción no se limita al hecho de que en toda

conducta motivada se producen emociones, sino que una emoción puede

determinar la aparición de la propia conducta motivada, dirigida hacia determinado

objetivo y hacer que se ejecute con intensidad. Podemos decir que toda conducta

motivada produce una reacción emocional y a su vez la emoción facilita la

aparición de unas conductas motivadas y no otras.

Page 36: DESARROLLO DE LAS EMOCIONES EN EL SER HUMANO

CAPITULO V

5. TIPOS DE EMOCIONES

5.1. Emociones primarias

5.1.1. El miedo

Definición:

Sentimiento producido por un peligro presente e inminente, por lo que se

encuentra muy ligado al estímulo que lo genera (diferenciarlo de la ansiedad).

Características:

• Es una señal emocional de advertencia de que se aproxima un daño físico o

psíquico.

Page 37: DESARROLLO DE LAS EMOCIONES EN EL SER HUMANO

• Implica una inseguridad respecto a la capacidad para soportar o manejar la

situación amenazante:

la intensidad de la respuesta emocional depende de la incertidumbre sobre los

resultados.

Rachman distingue entre:

Miedo Agudo:

Provocado por estímulos tangibles y disminuye cuando el desencadenante

desaparece o es evitado

(miedo a las serpientes).

Miedo crónico:

Es más complejo en cuanto a las situaciones que lo desencadenan, puede estar

asociado a fuentes tangibles o no (el miedo a estar sólo).

1. Los principales desencadenantes del miedo son la percepción de daño o de

peligro, tanto de carácter físico como psicológico. Mediante el

condicionamiento clásico, estímulos originalmente neutros, que se asocian

repetidamente con señales de daño real (EI), terminan por producir una RC

que es también una respuesta emocional de miedo, y aunque estos EC carezcan

objetivamente de peligro, se convierten en nuevos desencadenantes de miedo

específicos de cada persona.

En muchos casos, éste proceso se presenta como adaptativo y garante de la

supervivencia, sin embargo en otras ocasiones, es responsable de producir

reacciones de miedo ante situaciones sin significación, dando lugar a las fobias

(miedos irracionales y persistentes).

De forma general, el miedo es producido por todos aquellos acontecimientos

que son interpretados como amenaza en los procesos de valoración primaria y

ante los que se da una ausencia de estrategias de afrontamiento adecuadas en el

proceso de valoración secundaria de Lazarus.

Page 38: DESARROLLO DE LAS EMOCIONES EN EL SER HUMANO

Con el miedo se produce una reducción de la eficacia de los procesos

cognitivos u obnubilación, focalizándose la percepción casi con exclusividad

en el estímulo temido.

2. El procesamiento cognitivo del miedo se inicia ante una situación que

sucede con mucha rapidez, de forma muy abrupta e inesperada. Ante esta

situación la persona produce una valoración en la que estima tener una baja

capacidad de control y de predicción futura de la situación.

Todo el suceso emocional resulta disonante y contrario con los planes en

curso. Y el suceso presenta un alto grado de urgencia en movilizar acciones o

afrontamientos, tanto focalizados en el suceso como sus propias

consecuencias.

La persona valora que tiene muy poca capacidad para afrontar el suceso, ya

que se escapa de su control. Estima que no es posible el adaptarse a las

consecuencias y sufrimiento que generaría tal acontecimiento.

3. Efectos:

Subjetivos:

Se trata de una de las emociones más intensas y desagradables que existen.

Generan aprensión desasosiego y malestar.

Su característica principal es la sensación de tensión nerviosa, de preocupación

y recelo por la propia seguridad o por la salud, habitualmente acompañada por

la sensación de pérdida de control. Sensación de una cierta tendencia a la

acción evitativa.

Fisiológicos:

Los principales efectos se producen sobre el SNA en forma de respuestas

puntuales o fásicas, y se concretan en importantes elevaciones de la frecuencia

cardiaca (las mayores: de la presión arterial sistólica y diastólica, aumento de

la fuerza contráctil cardiaca, conductancia de la piel) reducciones del volumen

Page 39: DESARROLLO DE LAS EMOCIONES EN EL SER HUMANO

sanguíneo y de la temperatura periférica que provocan palidez produciendo la

típica reacción de miedo de quedarse helado.

Sobre el SN somático: elevaciones de la tensión muscular, aumento de la

frecuencia respiratoria

(respiración artificial e irregular) Þ sensación de agarrotamiento.

Funcionales o afrontamiento:

La principal es la facilitación de respuestas de escape o evitación de la

situación peligrosa. Si la huida no es posible o no es deseada, el miedo también

motiva a afrontar los peligros.

En cualquier caso la respuesta funcional intenta fomentar la protección de la

persona. El miedo es la reacción emocional más relevante en los

procedimientos de reforzamiento negativo, ya que facilita el aprendizaje de

nuevas respuestas que apartan a la persona del peligro.

En la respuesta de miedo (atención casi exclusiva al estímulo temido), el

organismo responde rápidamente ante el mismo, movilizando una gran

cantidad de energía de esta manera el organismo puede ejecutar respuesta de

manera mucho más intensa que en condiciones normales.

Sin embargo, si la reacción llega a ser excesiva, la eficacia disminuye, ya que

la relación entre activación y rendimiento mantiene la forma de U invertida.

Por último, el miedo puede desembocar en ataques de pánico que son

condiciones extremas de bloqueo, que se muestran acompañadas de una

actividad fisiológica inusual que implica hiperventilación, temblores, mareos y

taquicardias, así como sentimientos altamente catastrofistas y de pérdida total

del control de la situación.

5.1.2. La ira

Definición:

Page 40: DESARROLLO DE LAS EMOCIONES EN EL SER HUMANO

Reacción de irritación, furia o cólera causada por la indignación y el enojo de

sentir vulnerados nuestros derechos. Izard describe la ira como una respuesta

emocional primaria, que se presenta cuando un organismo se ve bloqueado en

la consecución de una meta o en la satisfacción de una necesidad.

Características

• Se la ha considerado como una emoción moral: se produce ante situaciones

de rotura de compromisos, promesas, expectativas, reglas de conducta y todo

lo relacionado con la libertad personal.

• Es un sentimiento displacentero que genera un impulso apremiante por

eliminar o dañar al agente causante.

• Posee un importante componente motivacional. Es junto con el miedo las dos

emociones más intensas y pasionales, y potencialmente la más peligrosa ya

que su propósito funcional es el destruir las barreras del entorno. En

situaciones extremas puede llegar a generar reacciones de odio y violencia,

tanto verbal como física.

1. Los desencadenantes más habituales se refieren a situaciones en que somos

heridos, engañados o traicionados. Las situaciones desencadenantes tiene que

ver con el ejercicio de un control físico o psicológico en contra de nuestra

voluntad.

Es decir, tienen que ver con situaciones en las que nos vemos bloqueados o

impedidos al alcanzar una meta, que consideramos que nos pertenece o que

tenemos derecho a ella.

Los principales desencadenantes tienen que ver con ser testigos de abusos que

cometen otras personas, intrusión de extraños en nuestros intereses,

degradación personal, traición de la confianza o frustración de una

motivación.

Page 41: DESARROLLO DE LAS EMOCIONES EN EL SER HUMANO

Otros desencadenantes: estimulación aversiva, física, sensorial o cognitiva, o

la falta de un mínimo de estimulación como ocurre en la inmovilización o la

restricción física o psicológica.

2. El procesamiento cognitivo de la ira se inicia ante desencadenantes que se

presentan con una alta novedad, es decir, que aparecen súbitamente y de modo

inesperado. El grado de familiaridad con la situación es bajo así como el grado

de control y de predictibilidad.

Los acontecimientos desorganizan los planes de la persona: el suceso es

totalmente disonante con las metas del sujeto, no está de acuerdo con las

normas socialmente aceptables. En lo que se refiere a la valoración de la

posibilidad de afrontar la situación, se considera que el agente causante de la

misma es otra persona y que el motivo causante de la misma es la mala

intención.

En tales condiciones, la persona valora que tiene un alto grado para controlar

las consecuencias, que tiene capacidad para afrontarlo y, además, que podría

convivir con la situación y adaptarse a las

consecuencias.

3. Efectos

Subjetivos:

Sentimientos de irritación, enojo, furia y rabia. También va acompañada de

obnubilación, incapacidad o dificultad para la ejecución eficaz de los procesos

cognitivos. (Focalización de la atención en los obstáculos externos que

impiden la consecución del objetivo o que son considerados responsables de la

frustración).

La ira a su vez produce una sensación de energía o impulsividad, actuar física

o verbalmente de forma intensa e inmediata, para solucionar de forma activa la

Page 42: DESARROLLO DE LAS EMOCIONES EN EL SER HUMANO

situación problemática. Se experimenta como una experiencia aversiva y

desagradable.

Actividad fisiológica.

Efectos importantes sobre el SNA (la que más fluctuaciones produce):

elevaciones de la frecuencia cardiaca; de la presión arterial sistólica y

diastólica; de la salida cardiaca. Efectos también sobre el SN somático:

aumentos en las secreciones hormonales, especialmente en la adrenalina, lo

que proporciona un incremento de la energía y posibilita el acometer acciones

enérgicas.

Por último, se produce una elevación en la actividad neuronal, caracterizada

por una elevada y persistente tasa de descarga neuronal

Afrontamiento:

La ira sirve a una variedad de funciones adaptativas, incluyendo la

organización y regulación de procesos internos, psicológicos y fisiológicos,

relacionados con al autodefensa, así como para la regulación de conductas

sociales e interpersonales.

La ira produce una importante movilización de energía para las reacciones de

autodefensa o de ataque, caracterizadas por un alto vigor, fuerza y resistencia.

Su principal afrontamiento es, por lo tanto, un impulso para atacar (no toda

agresión es una respuesta de ira, puede servir para razones instrumentales).

Finalidad funcional: eliminación de los obstáculos que impiden la consecución

de los objetivos deseados, inhibir las reacciones indeseables de otras personas

y evitar el enfrentamiento. Si no se consigue reducir la ira, se producen

reacciones de descarga emocional (gritos, maldiciones, golpear objetos, etc).

La ira es un energizante del comportamiento. Se interrumpe la conducta que se

está realizando, por agitación e interferencia cognitiva. Produce expresión

Page 43: DESARROLLO DE LAS EMOCIONES EN EL SER HUMANO

emocional negativa hacia otros, de defensa en contra de la amenaza y de

vulnerabilidad por la externalización del conflicto.

La gran presión social que se realiza sobre los comportamientos agresivos,

hace que se potencien otros afrontamientos alternativos como:

a) es la ira hacia dentro, acciones no para solucionar el problema sino para

suprimir la propia emoción, la persona se irrita consigo misma

b) Ira hacia fuera: La ira se expresa hacia otras personas u objetos del entorno.

El afrontamiento se focaliza en la emoción y no en la resolución de la situación

c) Control de la ira: se refiere a los intentos de controlar los aspectos relativos

a la expresión de la ira, es decir, el afrontamiento se focaliza en que las demás

personas no perciban su estado emocional.

5.1.3. La tristeza

Definición.

Es una emoción que se produce en respuesta a sucesos que son considerados

como no placenteros y que denota pesadumbre o melancolía.

Características

• Aunque se considera una emoción displacentera, no siempre es negativa ya,

que existe una gran variabilidad cultural, incluso en algunas culturas no existen

palabras para definirla.

• La tristeza es realmente un estado de ánimo más que una emoción aguda.

Smith y Lazarus dicen que la gente utiliza el término "triste" de forma

indiferenciada para describir sus reacciones emocionales ante una gran

variedad de circunstancias dañinas.

• La respuesta emocional de tristeza es distinta del miedo (es una respuesta a

un suceso que ya se ha pasado, mientras que el miedo anticipa un evento que

va a suceder) y distinta de la ira (la tristeza se presenta cuando nadie es

culpable)

Page 44: DESARROLLO DE LAS EMOCIONES EN EL SER HUMANO

• La tristeza está asociada muchas veces al llanto, para ello hay una secuencia

relativamente precisa que es la responsable de que este se produzca. Así,

cuando se producen preocupaciones afectivas,

se teme su incumplimiento y bruscamente si se cumple tal predicción, brotan

las lágrimas.

• Se produce ante la perdida de un deseo apremiante, que se sabe imposible de

satisfacer.

1. Los desencadenantes son la separación física o psicológica, la pérdida o el

fracaso; la decepción; las situaciones de indefensión (ausencia de predicción o

de control).

La tristeza aparece después de una experiencia en la que se genera miedo,

debido a que la tristeza es el proceso oponente del pánico y de la actividad

frenética. También se produce por la ausencia de actividades reforzadas,

conductas adaptativas y ante el dolor crónico.

2. El procesamiento cognitivo se produce ante situaciones que carecen de

sorpresividad y tiene una baja familiaridad para la persona. Se produce una

valoración de la situación como importante para las relaciones y el orden. El

suceso obstruye los planes de la persona.

Y presenta una baja urgencia en movilizar afrontamiento ante el suceso y sus

consecuencias. Valoración de la posibilidad de afrontar la situación Se

entiende que es una negligencia.

Por lo tanto, la persona valora que tiene muy bajo control sobre las

consecuencias y que no tiene capacidad para afrontarlas. Cierta capacidad para

adaptarse a las consecuencias.

3. Efectos

Efectos subjetivos.

Page 45: DESARROLLO DE LAS EMOCIONES EN EL SER HUMANO

Sentimientos de desánimo, melancolía, desaliento y pérdida de energía. Se

focaliza la atención en las consecuencias de la situación en el ámbito interno.

Estados de desconsuelo, pesimismo y desesperación que desencadenan

sentimientos de autocompasión.

La tristeza puede inducir a un proceso cognitivo característico de depresión

(esquemas depresivos y errores en el procesamiento de la información), que

son los factores principales de su desarrollo.

Actividad fisiológica.

SNA: moderadas elevaciones de la frecuencia cardiaca, ligeros aumentos de la

presión arterial tanto sistólica como diastólica (cambios parecidos a los

producidos por la alegría). SN Somático: elevación en la actividad

neurológica, que se mantienen de forma prolongada.

Investigación de Cacioppo, Klein y Hatfield sobre comparaciones entre pares

de emociones: Tristeza y repugnancia (> fc en la tristeza), tristeza y asombro

(> fc en tristeza).

Los efectos de estos cambios fisiológicos son el de una disminución de la

energía y el entusiasmo por todo tipo de actividades, y cuanto más se

incrementa la tristeza y se enlentece el metabolismo corporal más nos

acercamos a la depresión.

Afrontamiento.

Reduce la actividad en todo tipo de tareas, ya que está asociada con una

reducción de la capacidad de atención, que se focaliza hacia dentro. Además

de esta forma se previene el que se produzcan traumas y se facilita la

restauración de energía.

Page 46: DESARROLLO DE LAS EMOCIONES EN EL SER HUMANO

Cunningham considera que la tristeza tiene la función de fomentar el auto-

examen constructivo, para lo que se produce una disminución de la actividad

(valoración de otros aspectos de la vida que antes de la pérdida no se les

prestaba atención).

Otra de las funciones es actuar como una llamada de ayuda (despierta simpatía

y la atención de los demás), funciones de cohesión con otras personas,

especialmente con aquellos que se encuentran en la misma situación.

Puede generar ayuda de otras personas, así como apaciguamiento de

reacciones de agresión por parte de los demás, empatía, o comportamientos

altruistas.

5.1.4. El asco

Definición.

Es la respuesta emocional causada por la repugnancia que se tiene a alguna

cosa o por una impresión desagradable causada por algo.

Características

• Es una emoción compleja que implica una respuesta de rechazo de un objeto,

de un acontecimiento psicológico o de valores morales repugnantes.

• Es una de las reacciones emocionales en las que las sensaciones fisiológicas

son más patentes.

• La mayoría de las reacciones de asco se generan por condicionamiento

interoceptivo.

• Está relacionado con trastornos del comportamiento, tales como la anorexia y

bulimia.

1. Los desencadenantes son los estímulos desagradables, fundamentalmente

los químicos, los potencialmente peligrosos o los molestos, como por ejemplo

comida descompuesta, los olores corporales....También producen reacciones

Page 47: DESARROLLO DE LAS EMOCIONES EN EL SER HUMANO

de asco toda una gama sensorial de estímulos condicionados aversivamente,

mientras que los estímulos incondicionados suelen ser olfativos o gustativos.

2. El procesamiento cognitivo se produce ante desencadenantes de una baja

familiaridad y con un bajo nivel de predictibilidad. El suceso es valorado como

muy desagradable. Y todo el proceso es considerado como importante para el

bienestar del cuerpo.

La probabilidad de las consecuencias se esperaban ya antes de que el suceso

ocurriera.

En lo referente al afrontamiento se produce un grado medio de urgencia para

afrontar el suceso y las consecuencias del mismo.

En lo que tiene que ver con la valoración de la posibilidad de afrontar las

condiciones que ha producido el asco, se estima que no es posible adaptarse a

sus consecuencias, y se busca el rechazo del objeto o situación

desencadenante.

3. Efectos

Efectos subjetivos.

Necesidad de evitar o alejarse del estímulo desencadenante. Si el estímulo es

oloroso o gustativo, aparecen sensaciones gastrointestinales desagradables,

como nauseas.

Efectos fisiológicos.

SNA: una muy moderada elevación de la frecuencia cardiaca, del nivel de la

conductancia de la piel y ciertas reducciones en el volumen sanguíneo y en la

temperatura periférica.

Page 48: DESARROLLO DE LAS EMOCIONES EN EL SER HUMANO

También se producen efectos sobre el sistema somático, como elevaciones en

la tensión muscular general, elevación en la frecuencia respiratoria y aumento

de la reactividad gastrointestinal.

Afrontamiento

Es el rechazo de objeto o situación desencadenante de la emoción. Para ello se

produce la generación de respuestas de escape o evitación.

Los estímulos suelen estar relacionados con la ingesta, de forma que la

cualidad fundamental es olfativa u olorosa, si bien los estímulos condicionados

pueden asociarse a cualquier otra modalidad perceptiva (escenas visuales,

sonidos...); o también puede producirse ante cualquier otro tipo de

estimulación que no tenga por qué estar relacionada con problemas

gastrointestinales, como son las reacciones de asco ante alimentos nutritivos y

en buen estado.

El asco tiene una finalidad funcional, potenciar los hábitos saludables,

higiénicos y adaptativos.

5.1.5. La felicidad

Definición

Estado de ánimo que se complace en la posesión de algún bien. Es la forma en

que se evalúa la vida como un conjunto, o los conceptos más significativos de

la misma, tales como la familia o el trabajo, y que tiene un amplio impacto en

la vida en todo su conjunto.

Características

• La felicidad favorece la recepción e interpretación positiva de los diversos

estímulos ambientales. No es fugaz, como el placer, sino que mantiene una

relativa estabilidad.

• La felicidad facilita la empatía, lo que favorece la aparición de conductas

altruistas. Así mismo, favorece el rendimiento cognitivo, la solución de

Page 49: DESARROLLO DE LAS EMOCIONES EN EL SER HUMANO

problemas, la creatividad, el aprendizaje y la memorización. Aunque es una

reacción paradójica, ya que, los estados muy intensos de alegría pueden

enlentecer la ejecución e incluso pasar por alto algún elemento importante en

solución de problemas y puede interferir con el pensamiento creativo.

1. Los desencadenantes son los éxitos o logros, la consecución de los objetivos

que se pretenden. También se produce por la congruencia entre lo que se desea

y lo que se posee, y en la comparación con las demás personas.

2. El procesamiento cognitivo la situación de muy baja sorpresividad y con un

cierto grado de control. El agrado intrínseco de la misma es muy alto. Las

expectativas de que las consecuencias realmente pasaran eran muy altas. El

suceso ayuda a lograr las metas previstas y es concordante con los planes de la

persona.

Valoración de la posibilidad de afrontar la situación: El motivo causante se

entiende que es la intención propia o de otras personas. Se valora muy

altamente la probabilidad de vivir en tal situación.

3. Efectos

Efectos subjetivos:

Incluye episodios de episodios de alegría. Es un estado placentero y deseable

de sensación de bienestar y tranquilidad. Produce aumentos en la autoestima y

la autoconfianza. Incrementa las sensaciones de reposo y fomenta la

disponibilidad para enfrentarse a nuevas tareas.

Efectos Fisiológicos:

Efectos en el SN autónomo moderados son una elevación de la frecuencia

cardiaca, subidas moderadas de la presión arterial sistólica y diastólica, de la

conductancia de la piel y ciertas reducciones en el volumen sanguíneo y en la

temperatura periférica. Efectos en el SN somático. Aumento de la actividad del

Page 50: DESARROLLO DE LAS EMOCIONES EN EL SER HUMANO

hipotálamo, el septum y el núcleo amigdalino. Esta actividad cerebral inhibe

los sentimientos negativos y aumenta el caudal de energía disponible.

Afrontamiento.

Incremento en la capacidad para disfrutar de la vida. Genera actitudes positivas

hacia uno mismo y los demás, favorece el altruismo y empatía. Establece

nexos y favorece las relaciones interpersonales. Sensaciones de vigorosidad,

competencia, trascendencia y libertad. Favorece procesos cognitivos y de

aprendizaje, curiosidad y flexibilidad mental.

5.1.6. La sorpresa

Definición:

Reacción causada por algo imprevisto o extraño. Como consecuencia de ello la

atención y la memoria de trabajo, se dedican a procesar la estimulación

responsable de la reacción.

Características

• Es la emoción más breve de todas cuantas hemos estudiado. Se produce de

forma súbita ante una situación novedosa o extraña y desaparece con la misma

rapidez con que apareció. Además, suele convertirse también rápidamente en

otra emoción, la que sea congruente con la situación estimular desencadenante

de la sorpresa.

• Junto con la reacción emocional se produce un incremento general de la

actividad cognitiva, lo que permite identificar, analizar y valorar las

condiciones desencadenantes de la misma.

1. Desencadenantes: estímulos novedosos, de una intensidad entre débil o,

todo lo más, moderada; la aparición de acontecimientos inesperados o fuera de

contexto; aumentos bruscos de la intensidad en la estimulación; la interrupción

de una actividad en curso.

Page 51: DESARROLLO DE LAS EMOCIONES EN EL SER HUMANO

2. El procesamiento cognitivo la situación sucede con tanta rapidez o muy

abruptamente que la persona valora tener una baja capacidad de control y muy

baja capacidad de predicción. Presenta un alto grado de urgencia para afrontar

tanto el suceso como sus consecuencias.

En lo que se refiere a la valoración de la posibilidad de afrontar la situación, el

agente causante de la sorpresa es otra persona o una circunstancia natural.

3. Efectos

Efectos Subjetivos.

Su duración viene determinada por el tiempo que tarda en aparecer la emoción

posterior, a la que facilita su movilización. El principal efecto subjetivo es de

"mente en blanco", ya que es una reacción afectiva indefinida, aunque

agradable. Sensaciones de incertidumbre. Las situaciones que provocan la

sorpresa se recuerdan no tan agradables como la felicidad, pero mucho más

agradables que emociones como el miedo, la ira o la tristeza.

Efectos fisiológicos:

En SN autónomo: desaceleración fásica de la frecuencia cardiaca, una

vasoconstricción periférica, pero por el contrario una vasodilatación cefálica y

un aumento brusco y fásico de la conductancia de la piel. Se produce una

dilatación pupilar muy puntual en el tiempo.

Efectos en SN somático, se produce un incremento momentáneo de la

actividad neuronal, detectable por una desincronización habitualmente sin

embargo, si se produce una respuesta inespecífica o prolongada la

desincronización se torna tónica e involucra a toda la corteza cerebral.

Afrontamiento.

La sorpresa prepara para afrontar de forma efectiva los acontecimientos

repentinos e inesperados. Facilita procesos atencionales, las conductas de

Page 52: DESARROLLO DE LAS EMOCIONES EN EL SER HUMANO

exploración y el interés o curiosidad por situaciones novedosas. Dirige los

procesos cognitivos a la situación que se ha presentado.

Facilita la aparición de la reacción emocional y conductual apropiado ante

situaciones novedosas.

Elimina la actividad residual en el sistema nervioso central que pueda interferir

con la reacción apropiada ante las nuevas exigencias de la situación.

5.2. Emociones estructurales o secundarias

5.2.1. La ansiedad

Definición:

Estado de agitación, inquietud y zozobra, parecida a la producida por el miedo,

pero carente de un estímulo desencadenante concreto (miedo sin objeto),

aunque, a veces, está asociada a estímulos concretos (ansiedad social). La

distinción entre ansiedad y miedo podría concretarse en que la reacción de

miedo se produce ante un peligro real y la reacción es proporcionada a éste,

mientras que la ansiedad es desproporcionalmente intensa con la supuesta

peligrosidad del estímulo que no está presente físicamente.

Características

• A la ansiedad se la ha llegado a denominar como "ángel de la guarda", su

origen y principal función de carácter adaptativo.

• Se distinguen dos tipos de reacciones de ansiedad. La ansiedad inespecífica,

que no está que está asociada a estímulos determinados y la ansiedad

específica que está suscitada por un estímulo concreto que puede ser real o

simbólico, pero que obviamente no esté presente ni sea inminente, (si estuviera

o lo fuera se trataría de miedo).

• La ansiedad es, a su vez, el componente patológico de los llamados trastornos

por ansiedad, que están relacionados con una reacción de miedo desmedida e

inapropiada. Es la reacción que produce la mayor cantidad de trastornos

mentales, conductuales y psicofisiológicos.

Page 53: DESARROLLO DE LAS EMOCIONES EN EL SER HUMANO

1. Los desencadenantes de la ansiedad no son estímulos que puedan dañar

directamente a la persona, sino que son reacciones aprendidas de amenaza.

Están determinados por características personales (notables diferencias

individuales).

Las expectativas de peligro pueden generarse a partir de tres procesos de

aprendizaje distintos: por medio de condicionamiento clásico, por medio de

aprendizaje observacional y mediante la transmisión de información que

contribuya a la aparición de expectativas de peligro; son los "tres caminos

hacia el

miedo de Rachman.

En el caso de la ansiedad patológica, el mero recuerdo de situaciones

desagradables o simplemente pensar en el futuro con un cierto temor, son

desencadenantes típicos de estas reacciones, que se han convertido en no

funcionales o patológicas dada la inexistencia de una amenaza real.

2. El procesamiento cognitivo de la ansiedad se produce habitualmente ante

situaciones que se

presentan o tienen lugar lentamente y que, por lo tanto, pueden ser previstas.

Estas situaciones se valoran como muy importantes para el bienestar tanto

físico como psíquico de la persona, y contrarias a las metas que pretende

alcanzar la persona.

Se valora también, que ante ésta situación, es necesario un cierto grado de

urgencia en actuar.

En lo que se refiere a la valoración de la posibilidad de afrontar la situación, se

estima que el agente causante de la misma es otra persona o una circunstancia

de carácter natural. Por lo tanto, la persona valora que tiene una escasa

capacidad para afrontar o actuar ante el suceso. Sin embargo, se aprecia una

Page 54: DESARROLLO DE LAS EMOCIONES EN EL SER HUMANO

cierta capacidad para poder vivir en tales situaciones y poder conllevar sus

consecuencias.

3. Efectos:

Efectos subjetivos:

Tensión, nerviosismo, malestar, preocupación, aprensión e incluso puede

llegar a sentimientos de pavor o pánico. Dificultades para el mantenimiento de

la atención y la concentración, juntamente con pensamientos de tipo intrusivo.

Actividad fisiológica:

Los efectos fisiológicos sobre el sistema nervioso autónomo y somático son

similares a los producidos por el miedo (menos intensos). Produce también

dilatación pupilar y aumento en la sudoración.

Por último, se produce un importante aumento de la actividad suprarrenal, que

se concreta en elevaciones en la secreción de adrenalina y noradrenalina, y

reducciones en los niveles de catecolaminas.

Aumento de secreción de glúcidos y lípidos al flujo sanguíneo (La percepción

de estos efectos se convierte en desencadenante).

Todos estos cambios en la actividad fisiológica pueden ser tan marcados que

hacen que la persona llegue a percibirlos, es decir, puede producir sensaciones

tales como taquicardias, mareos, ruboración, tensión estomacal o sudoración.

La percepción de tales alteraciones fisiológicas se convierte a su vez en

desencadenante de la propia ansiedad.

Afrontamiento:

Estado de hipervigilancia que permite realizar un alto grado de exploración del

medio ambiente (se amplifican las informaciones amenazantes, desatendiendo

las irrelevantes).

Page 55: DESARROLLO DE LAS EMOCIONES EN EL SER HUMANO

Estrechamiento de la atención cuando los estímulos relevantes comienzan a ser

procesados.

5.2.2. La hostilidad

Definición

Actitud social de resentimiento que conlleva respuestas verbales o motoras

implícitas. Plutchik la considera como una mezcla de ira y disgusto, asociada

con indignación, desprecio y resentimiento, y Saul como una fuerza motivante

(consciente o inconsciente), dirigida a injuriar o destrozar algún objeto,

estando acompañada usualmente la hostilidad por el sentimiento o emoción de

ira.

Características

• La hostilidad es un sentimiento mantenido en el que se dan lugar el

resentimiento, la indignación, la acritud y la animosidad. Es una actitud cínica

acerca de la naturaleza humana en general. Y en situaciones puntuales puede

llegar al rencor y la violencia, aunque lo más frecuente es que la hostilidad sea

expresada en modos muy sutiles, que no violen las normas sociales.

• La hostilidad implica creencias negativas acerca de otras personas, así como

la atribución de que su comportamiento es antagónico o amenazador para

nosotros. La atribución hostil se refiere precisamente a la percepción de otras

personas como amenazantes y tienden a producir reacciones agresivas contra

ellas.

1. Los desencadenantes de la hostilidad son la violencia física y el sufrir

hostilidad indirecta. Se desencadena cuando percibimos o atribuimos en otras

personas, hacia nosotros o hacia personas queridas de nuestro entorno,

actitudes de irritabilidad, de negativismo, de resentimiento, de recelo o de

sospecha.

Podríamos decir que la hostilidad es una emoción "contagiosa".

Page 56: DESARROLLO DE LAS EMOCIONES EN EL SER HUMANO

2. El procesamiento cognitivo de la hostilidad se produce ante situaciones que

suceden lentamente y ante las que se posee un cierto grado de predicción. El

suceso obstruye los planes previstos por la persona. Y, por último, presenta un

relativo grado de urgencia para afrontar tanto el suceso como sus

consecuencias.

En lo que se refiere a la valoración de la posibilidad de afrontar la situación, el

motivo causante de la misma es la intención o la negligencia de otra persona.

En tales condiciones la persona valora que las consecuencias pueden ser

controladas y cierto grado para afrontar la situación así como para adaptarse a

ella..

Por último, se estima que lo sucedido no está de acuerdo con las normas

sociales y personales que podrían considerarse como aceptables.

3. Efectos

Efectos subjetivos

La hostilidad implica usualmente sensaciones airadas. Incluye varios el enojo,

el resentimiento, el disgusto o el desprecio.

Barefoot describe el componente subjetivo de la hostilidad como sentimientos

negativos hacia otros, la conducta de los demás pueda ser interpretada como

antagonista o amenazante, y puede servir como justificante de la hostilidad que

se posee hacia las conductas antagonistas de otros.

Hace una distinción entre cinismo (creencias negativas acerca de la naturaleza

humana en general) y atribuciones hostiles (creencias de que la conducta

antagonista de otros está dirigida específicamente hacia nosotros mismos).

Actividad Fisiológica

Page 57: DESARROLLO DE LAS EMOCIONES EN EL SER HUMANO

Son básicamente similares a los de la ira, pero más moderados en intensidad y,

a cambio, más mantenidos en el tiempo y resistentes a la habituación.

Afrontamiento:

Estado de humor negativo, caracterizado por expresiones de irritabilidad. La

manifestación de la hostilidad es similar a la de la ira pues está muy

relacionada con agresión.

Page 58: DESARROLLO DE LAS EMOCIONES EN EL SER HUMANO

CAPITULO VI

6. ESTRUCTURAS CEREBRALES VINCULSDAS A LAS EMOCIONES

Tal como hemos visto en la presentación de este trabajo, hoy día se asume que

cualquier experiencia emocional posee sus propios mecanismos y correlatos cerebrales

que en algunos casos pueden verse solapados (a fin de cuentas, es la pauta general en el

funcionamiento cerebral). El conocimiento sobre estos procesos es cada vez más

Page 59: DESARROLLO DE LAS EMOCIONES EN EL SER HUMANO

profundo y las nuevas técnicas neurofisiológicas y de neuroimagen están

proporcionando nuevos indicios sobre el funcionamiento, tanto normal como

patológico, de los fenómenos emocionales. Es cierto que este conocimiento es mucho

mayor en el caso de las que anteriormente hemos catalogado como emociones

primarias, seguramente debido a la posibilidad que estas proporcionan de ser estudiadas

comparativamente mediante experimentación animal y a la mayor robustez que les

confiere su universalidad. No obstante, las nuevas herramientas de carácter no invasivo

que se están desarrollando van a proporcionar valiosísima información que permitirá

una mejor comprensión de los mecanismos neurobiológicos que sustentan las

reacciones emocionales secundarias, más complejas y derivadas de las prácticas

socioculturales

6.1. Tres cerebros en uno

Ya en la década de los 70, MacLean, en un intento por explicar los fenómenos

emocionales y sus mecanismos cerebrales asociados, desarrolló el concepto de sistema

límbico y propuso un esquema de estructuración cerebral que contemplase los distintos

niveles de complejidad que poseen estos procesos: es la conocida como hipótesis del

cerebro triple. Dicha hipótesis, de carácter evolucionista, se basa en la idea de que el

cerebro de los mamíferos superiores actuales (entre los que nos encontramos los

humanos) ha experimentado una serie de cambios progresivos en los que se han ido

englobando las configuraciones cerebrales específicas de los antepasados comunes

desde los que se presupone fueron evolucionando. De esta manera, el autor propuso la

existencia de una estructuración cerebral compuesta por tres superestructuras o cerebros

que, organizados jerárquicamente, conformarían nuestro cerebro actual.

1. Cerebro reptil (protorreptiliano u homeostático)

Comprendería el tronco cerebral, por lo que se trataría principalmente de un cerebro

homeostático e instintivo que regula funciones básicas para la supervivencia del

organismo.

Su funcionamiento sería autónomo y estereotipado, conllevando pautas de

comportamiento reflejas e inflexibles.

Page 60: DESARROLLO DE LAS EMOCIONES EN EL SER HUMANO

2. Cerebro paleo mamífero (emocional o límbico)

Este cerebro comprendería el conjunto de estructuras que conocemos como sistema

límbico que sustentan la mayoría de los fenómenos emocionales.

La principal función de esta estructura, según Rains (Rains, 2004), sería la

integración de la experiencia actual y reciente con los instintos básicos activados por el

cerebro reptil. De esta manera, se obtendría un mecanismo de supervivencia menos

autónomo que, aunque seguiría siendo automático, sería activado por estímulos

ambientales, liberando al organismo de la expresión estereotipada de los instintos y

dotándolo de mayor capacidad de interacción con su medio.

3. Cerebro neo mamífero (neo cortical o racional)

Comprendería las diferentes áreas neo corticales filogenéticamente más recientes.

Estas estructuras serían capaces de regular emociones específicas creadas a partir de las

percepciones e interpretaciones del ambiente en función de los objetivos del propio

organismo.

Una de sus funciones, por tanto, sería la regulación de respuestas emocionales, lo que

propiciaría un comportamiento mucho más flexible, basado en interpretaciones

complejas y en el uso de capacidades de planificación a largo plazo, y que implicaría la

capacidad de responder de manera no contingente a determinados estímulos para

resolver de forma adecuada problemas complejos (principalmente surgidos en contextos

sociales).

En condiciones normales estos tres cerebros trabajan conjuntamente (y junto al resto del

organismo) para generar un único comportamiento integrado que posibilite la mayor

adaptación posible a las circunstancias ambientales. No obstante, en situaciones críticas

para la supervivencia, los sistemas primigenios pueden “raptar” los recursos cerebrales

del resto de sistemas en pro de la homeostasis del organismo. Esto es posible debido a

la existencia de jerarquías neuronales (Perna, 2005). Estas jerarquías se sustentan en la

mayor proporción de conexiones nerviosas que se proyectan desde los sistemas

primigenios hacia los más recientes, que las conexiones que existen en dirección

inversa. De esta manera, la capacidad de reclutamiento que poseería el cerebro reptil

sobre el emocional y el neo cortical sería mucho mayor que la que éstos poseerían sobre

Page 61: DESARROLLO DE LAS EMOCIONES EN EL SER HUMANO

el cerebro homeostático. Este hecho explicaría cómo pueden darse los “raptos”

comentados en situaciones críticas. Sin embargo, esta circunstancia no quiere decir que

las estructuras recientes no tengan la capacidad de influir en el funcionamiento de las

más antiguas, todo lo contrario, ya que es precisamente la capacidad de influencia y

regulación del sistema emocional y neo cortical lo que permite un comportamiento

flexible y adaptado en la mayor parte de las situaciones cotidianas.

6.2. Cerebro emocional

Tradicionalmente se ha asociado el conjunto de estructuras que conforman el sistema

límbico con el sustrato cerebral que posibilita la experimentación de los diferentes

fenómenos emocionales, por lo que a dicho sistema se le ha llegado a denominar el

cerebro emocional. El primero en describir este sistema cerebral fue Paul Broca, quien,

en 1878, lo denominó “Lóbulo Límbico”, comprendiendo las estructuras del giro

cingulado, giro subcalloso, giro parahipocámpico y la formación del hipocampo. Más

adelante, James Papez (1937), basándose en la experiencia clínica, propuso su conocido

circuito neuronal con el que intentaba explicar cómo interactúan procesos subcorticales

(principalmente hipotalámicos, que mediarían las respuestas autónomas y conductuales

simples; vía del sentimiento) y corticales (principalmente cingulados, que mediarían la

experiencia emocional consciente y las acciones complejas basadas en emociones; vía

del pensamiento) para producir respuestas y experiencias emocionales coordinadas.

Además, Papez hipotetizó que este circuito poseía una elevada reverberación de la

información entrante, característica que se encontraría en la base de los extensos

periodos de activación autónoma y mental que las emociones pueden provocar (Papez,

1937).

No obstante, como se apuntó anteriormente, el autor al que se le atribuye el

acuñamiento del término “Sistema Límbico” es Paul MacLean (1952), quien describe

un conjunto formado por estructuras corticales (de la zona medial) y subcorticales que

se encuentran en el limbo o frontera entre telencéfalo y diencéfalo, relacionadas

fundamentalmente con la expresión, regulación y control de las emociones.

Page 62: DESARROLLO DE LAS EMOCIONES EN EL SER HUMANO

Veamos de manera esquemática algunas de las funciones vinculadas a las reacciones

emocionales que cumplen las estructuras principales de este limbo:

Núcleo amigdalino: regulación de la conducta emocional innata y base de las

respuestas y aprendizajes emocionales. Especialmente vinculado a las experiencias

generadoras de miedo y a conductas agresivas.

Hipotálamo (cuerpos mamilares): principal conexión con el sistema nervioso

autónomo y endocrino vía hipófisis y centros tronco encefálicos. Rector de las

expresiones motoras emocionales básicas.

Hipocampo: principal estructura asociada al aprendizaje y memoria espaciotemporal,

cumpliendo un papel fundamental, como veremos más adelante, en el condicionamiento

contextual.

Área septal: vinculada al reforzamiento de conductas de supervivencia. Motivación

sexual, cuidado de la prole, etc.

Núcleo anterior del Tálamo: principal distribuidor de la información derivada de los

estímulos emocionales hacia la corteza ventromedial pre frontal (radiaciones tálamo-

corticales) y hacia estructuras subcorticales como el hipocampo y la amígdala.

Circunvolución cingulada: se propone como una de las zonas donde se realiza la

integración de la información emocional con la cognoscitiva. El cíngulo anterior se

relaciona con el control o dirección de la atención, con las conductas de anticipación, la

monitorización de acciones que median reforzadores negativos y con la modulación de

estados cognitivos y afectivos.

Aunque este esquema del sistema límbico como sustrato organizador de las emociones

resulta especialmente atrayente (estructuras agrupadas en base a consideraciones

anatómicas desde una perspectiva evolucionista), diferentes autores (Kotter, 1992)

proclaman la insuficiencia de dichos argumentos y la falta de consenso sobre los

criterios a tener en cuenta para la inclusión de estructuras en este sistema. Además, en

la actualidad, cada vez se apoya con mayor fuerza el papel fundamental de la Corteza

Pre frontal en la integración de la información sensorial y emocional crítica para la

toma de decisiones y la conducta social adaptativa, así como para la interpretación,

expresión y modulación de las emociones. Una posible solución a este problema con el

concepto de sistema límbico puede ser, como ya apuntamos al definir el concepto de

Page 63: DESARROLLO DE LAS EMOCIONES EN EL SER HUMANO

emociones, estudiar los diferentes subsistemas neurofisiológicos y funcionales que

intervienen en cada una de las reacciones emocionales con identidad propia.

6.3. Amígdala: protagonista en las emociones.

Este núcleo cerebral juega un papel central en las reacciones emocionales básicas y,

especialmente, en las experiencias de miedo, tanto innatas como aprendidas. Al haber

sido elegida esta respuesta emocional como modelo experimental (principalmente por

ser una de las universalmente reconocidas, ser básica para la supervivencia, y ser fiable

y fácil de provocar experimentalmente) este núcleo ha sido estudiado en profundidad

(Rains, 2004).

De manera esquemática, la amígdala implementa respuestas rápidas e inconscientes,

poco precisas pero eficaces, que la han erigido como un núcleo generador de

adaptaciones a corto plazo vitales para la supervivencia del organismo. Esta estructura

está formada por un conjunto de varios núcleos que tradicionalmente se agrupan en tres:

1) núcleos cortico mediales, 2) núcleos baso laterales, y 3) núcleo central. Los núcleos

cortico mediales reciben información aferente olfativa, mientras que los basolaterales

reciben aferencias visuales, auditivas, gustativas y táctiles. Finalmente, como se puede

apreciar en la figura 5, el núcleo central coordina la información eferente que dará lugar

a las variadas respuestas emocionales tanto autónomas (simpáticas y parasimpáticas),

como endocrinas y conductuales.

6.3.1. Aprendiendo a qué temer

La amígdala es el principal núcleo cerebral relacionado con las respuestas de miedo.

Estas respuestas pueden ser activadas de manera incondicionada por determinados

estímulos que han adquirido ese valor a lo largo de la filogenia de la especie. Pero

además de estas respuestas innatas, diversos estudios apoyan que el complejo

amigdalino es central en el recuerdo de las experiencias de miedo y en el aprendizaje de

nuevos estímulos a los que pueden asociarse a través de interconexiones con el

hipocampo y el córtex pre frontal que modularán la expresión de estas memorias una

vez aprendidas.

Page 64: DESARROLLO DE LAS EMOCIONES EN EL SER HUMANO

Interconexiones sensoriales y motoras de la amígdala relacionadas con el

condicionamiento clásico de estímulos amenazantes. CS: estimulo condicionado, US:

estímulo incondicionado, las proyecciones excitatorias son indicadas por las puntas de

flecha y las proyecciones inhibitorias por los círculos abiertos. Interfaz sensorial: la

información aferente llega a través de los núcleos del tálamo [MG y PIT] hasta el

núcleo lateral [LA], y también proyecta directamente a la división intermedia del núcleo

central [Cem]. Los estímulos del contexto alcanzan el LA y los núcleos basales [BA]

vía hipocampo [HIP]. Interfaz motora: el miedo condicionado [CR] es mediado por las

proyecciones de CEm hacia la sustancia gris periacueductal ventral [vPAG], mientras

que las respuestas del miedo incondicionadas [UR] son mediadas por la PAG dorsal.

IC: núcleo intercalado, CEI: división lateral del núcleo central.

Este entramado de conexiones muestra el mecanismo por el que las neuronas de la

amígdala son capaces de aprender y recordar experiencias amedrentadoras a través de

mecanismos de plasticidad sináptica en los núcleos LA y CE. Así, se ha comprobado

que lesiones en la amígdala no eliminan la memoria explícita de una experiencia

aversiva (dependiente sistemas declarativos hipocámpicos) pero interrumpen la

memoria requerida para producir las respuestas automáticas y somáticas dependientes

del complejo amigdalino. Además, los indicios experimentales apuntan a que la

amígdala juega un importante papel facilitador en el almacenamiento de memorias

emocionales relacionadas con experiencias aversivas en otras áreas cerebrales. El

mecanismo celular que sustenta estos aprendizajes parece estar relacionado con

procesos de potenciación a largo plazo (PLP), ya que se ha comprobado que el

aprendizaje conductual de experiencias del miedo inducido por la PLP, provoca

cambios isomórficos en las sinapsis de la amígdala.

6.3.2. Superando el miedo

Los mecanismos apuntados en el apartado anterior configuran el sustrato

neurobiológico de las memorias de miedo, por lo que disfunciones en dicho sistema

pueden estar en la base de trastornos del espectro ansioso como las fobias o el trastorno

Page 65: DESARROLLO DE LAS EMOCIONES EN EL SER HUMANO

de ansiedad generalizada. Así, saber cómo suprimir estas memorias de miedo

aprendidas puede tener una gran relevancia clínica.

Uno de los mecanismos más importantes en la supresión de respuestas condicionadas es

la Extinción. Los datos provenientes de investigaciones neurofisiológicas sugieren que

durante la extinción lo que ocurre es un nuevo aprendizaje, esta vez inhibitorio, que

oculta las memorias de miedo sin borrarlas, dejándolas latentes o inactivas. Para ello

utiliza algunos de los mecanismos del condicionamiento excitatorio comentados más

otros que inhiben la respuesta del sistema. Este aprendizaje, a diferencia del excitatorio,

es más inestable, presentando los conocidos efectos de recuperación espontánea con el

paso del tiempo y de especificidad situacional (no es efectivo si cambian las claves

situacionales donde se aprendió).

Al principio, el sistema fortalecido de respuesta al estímulo condicionado (EC) sigue

activándose. Sólo con la práctica el sistema aprende que tras el EC no ocurre nada y

empieza a inhibir la respuesta en esas circunstancias. Para ello necesita la participación

del hipocampo y la corteza pre frontal. Por lo tanto, se trata de un aprendizaje

inhibitorio dependiente del contexto con una presumible utilidad adaptativa, puesto que

mientras en el aprendizaje de respuestas excitatorias se observan procesos de

generalización de respuestas a estímulos y contextos similares al original, en la

extinción se aprenden respuestas de inhibición circunscritas al contexto

espaciotemporal de adquisición (en otro momento y en otro lugar se mantendrían las

respuestas de miedo, haciendo válido el dicho popular de “más vale prevenir que

curar”)

Circuito cortical e hipocampal involucrado en la extinción de memorias de miedo

Pavlovianas. Izquierda: El estímulo condicionado recluta circuitos pre frontales [PFC] e

hipo campales [corteza perirrinal, PRH] que regulan la respuesta amigdalar. La PFC

puede actuar inhibiendo la amígdala mediante interneuronas del núcleo lateral [LA] o

excitando neuronas intercaladas [IC] que inhiben directamente la respuesta de la

neuronas de Cem. Derecha: La especificidad de contexto de la extinción se cree que es

conferida por el hipocampo [HIP]. Desde esta perspectiva, el HIP detecta los

desemparejamientos entre el CS y el contexto. Este desemparejamiento generaría la

Page 66: DESARROLLO DE LAS EMOCIONES EN EL SER HUMANO

inhibición del circuito PFC, lo que reduciría la influencia inhibitoria de la PFC en la

expresión de los miedos renovando la respuesta de miedo.

Tal y como observamos en la figura 9, en los casos de aprendizaje de extinción de

respuestas, de mayor complejidad cognitiva, nos encontraríamos ante una presumible

red ejecutiva controlada por el hipocampo, que regularía la actividad del circuito pre

frontal-amigdalino en función del contexto en el que se presenten los estímulos

6.3.3. vía lenta, vía rápida

Como ya apuntara Papez allá por los años 30, la información relacionada con los

estímulos emocionales parece seguir un curso doble hacia el principal centro encargado

de su procesamiento: la amígdala.

Vía directa tálamo-amígdala:

Sustenta el condicionamiento simple de estímulos.

Equivalente en todos los vertebrados que la poseen.

Sistema de evaluación primario. Lleva a cabo un procesamiento muy rápido de la

información que habilita la posibilidad de dar respuestas casi instantáneas a eventuales

estímulos peligrosos. Esta misma rapidez imposibilita la elaboración de respuestas

complejas, siendo estas poco precisas pero, a fin de cuentas, enérgicas y eficaces.

Todo este proceso se realiza por debajo del umbral de la consciencia

Vía indirecta cortical (tálamo-corteza-amígdala):

Permite ir más allá de las reacciones emocionales automáticas, sustentando

aprendizajes más finos que la vía directa (como el condicionamiento discriminativo).

Sería la vía de mayor peso en los mamíferos de más reciente evolución, relegando la

vía directa a un segundo plano al proporcionar a la amígdala información mucho más

detallada de los estímulos.

Aporta mayor precisión a través de análisis no contingentes de la información

emocional, más profundos y elaborados, que permiten la acción voluntaria y

Page 67: DESARROLLO DE LAS EMOCIONES EN EL SER HUMANO

planificada, así como la inhibición de las respuestas amigdalinas automáticas,

proporcionando mayor capacidad adaptativa en contextos complejos y sociales.

El tránsito por estructuras corticales (preferentemente pre frontal) permitiría que

parte de este proceso se realizara conscientemente.

Además de estas dos vías, tal como vimos en el punto anterior, habría que tener en

cuenta una tercera de igual importancia:

Vía hipocampo-amígdala:

Sustenta el condicionamiento contextual

En el hipocampo se realiza la integración de las configuraciones de estímulos

particulares en contextos significativos que mediarán las repuestas amigdalinas.

6.3.4. coloreando la cognición

El papel de la amígdala en las respuestas emocionales no sólo se limita a un disparador

pasivo dependiente del control cortical e hipocampal. En realidad, su rol se acerca más

al de una interfase en la que se integra información acerca del ambiente con las

preceptivas respuestas emocionales (pudiendo procesar información en paralelo desde

diversos canales). De este modo, la amígdala posee una amplia capacidad de influencia

sobre gran variedad de procesos corticales que puede llevarse a cabo de varias maneras:

1. Influencia directa:

Recibe información sensorial altamente procesada, proyectando a su vez hacia todos

los niveles del procesamiento cortical sensorial.

Percepción, sistemas de memoria, lenguaje, atención... la información emocional

puede influir sobre prácticamente cualquier función cognitiva.

2. Excitación a través de neurotransmisores:

Liberados en áreas extensas de la corteza desde los sistemas del tronco encefálico.

Juegan un papel muy relevante en funciones como la atención sostenida a estímulos

peligrosos

Page 68: DESARROLLO DE LAS EMOCIONES EN EL SER HUMANO

Uno de ellos es el núcleo basalis, el cual es activado por la amígdala cuando detecta

un peligro y libera acetilcolina en la corteza cerebral.

Este sistema configura también un circuito reverberante que excita de nuevo la

amígdala, autoperpetuando su propia activación.

3. Retroalimentación corporal:

Proveniente la activación conductual, autónoma y endocrina.

Contribuye a la percepción de las emociones, ya que estas poseen patrones

específicos de activación corporal (por ejemplo, el feedback facial), a la intensidad que

se le asignará a las mismas y a la calidad de la respuesta emocional.

Aporta información a los procesos de razonamiento y toma de decisiones, punto

claramente relacionado con la hipótesis de los marcadores somáticos.

6.4. Memoria y emociones

Del mismo modo que se hace la diferenciación entre memoria declarativa (explícita) y

memoria procedimental (implícita), podríamos hacer una diferenciación similar en

cuanto a los procesos amnésicos emocionales. De esta manera tendríamos:

Memoria de emoción:

• sería un tipo de memoria consciente y explícita.

• Recuerdo de una emoción que se experimentó en el pasado pero que no va unido a la

activación visceral que generó.

• mediada por los sistemas de memoria hipocámpico y diencefálico.

Memoria emocional:

• es implícita y puede ocurrir sin contenido consciente (probablemente en relación con

las percepciones que denominamos “intuiciones”).

• Rememoración de la activación emocional sin recuerdo consciente del evento pasado

que la generó.

• mediada por el sistema de memoria amigdalar.

Page 69: DESARROLLO DE LAS EMOCIONES EN EL SER HUMANO

Esta diferenciación se ha podido establecer tras apreciar que lesiones del sistema

hipocampal alteran el recuerdo explícito de los estímulos y las situaciones que generan

las reacciones emocionales que, no obstante, se ponen en marcha ante dichos estímulos

(el sujeto no es capaz de declarar el proceso de aprendizaje por el cual ha llegado a

adquirir esas respuestas emocionales, no es consciente de ello), mientras que las

lesiones del sistema amigdalar alteran el condicionamiento, las reacciones emocionales,

mas no el recuerdo explícito de los estímulos que las generarían (el sujeto es capaz de

declarar la situación de aprendizaje pero carece de la información visceral asociada que

debería de guiar sus respuestas emocionales). Cuando la lesión se presentaba en ambas

estructuras, no se daba ninguno de los dos procesos de adquisición (Bechara, 1995). Por

lo tanto, nos encontramos ante un claro ejemplo de disociación entre conocimientos

explícitos (recuerdo consciente de la relación entre el estímulo y sus consecuencias) e

implícitos (activación emocional ante los estímulos peligrosos).

Esta disociación entre información explícita e implícita, consciente e inconsciente,

puede estar en la base de muchas alteraciones psicopatológicas. Sin embargo, en

condiciones normales ambos procesos funcionan conjuntamente en la generación del

comportamiento. De este modo, la información saliente de estos dos sistemas paralelos

ingresa en la memoria de trabajo donde son integrados en una experiencia unificada

La activación paralela de estos sistemas puede dar lugar a interacciones recíprocas de

manera que las memorias explícitas pueden activar las memorias emocionales y

provocar reacciones emocionales asociadas (el recuerdo de situaciones en las que nos

hemos sentido felices pueden provocar sensaciones de felicidad). Del mismo modo, las

activaciones emocionales pueden activar el sistema hipocámpico y evocar estímulos y

situaciones asociados a dichas sensaciones (cuando nos sentimos tristes es más probable

que recordemos situaciones en las que también nos sentimos tristes).

Según Rains, este hecho podría estar en la base de fenómenos como el de congruencia

del estado de ánimo con la memoria (tendencia a recordar mejor la información cuando

se está en un estado anímico similar al que se experimentó cuando se adquirió la

información). Por otra parte, estos mecanismos también podrían estar en la base de la

idea que sustenta que la activación emocional intensa potencia la formación de

Page 70: DESARROLLO DE LAS EMOCIONES EN EL SER HUMANO

recuerdos vívidos y resistentes al olvido. De hecho, diferentes estudios de laboratorio

apoyan esta última idea que puede ser explicada tanto por mecanismos cognitivos como

el procesamiento preferente de la información emocional debido a su gran relevancia

social y personal, como por mecanismos neurobiológicos basados en el papel

neuromodulador de las hormonas vinculadas a la activación emocional (como, por

ejemplo, la adrenalina y las hormonas corticoides relacionadas con las reacciones de

estrés).

6.5. el rol de la corteza en los fenómenos emocionales

Hasta ahora hemos prestado especial atención a las estructuras subcorticales y límbicas

relacionadas con los procesos emocionales. Sin embargo, al lector no se le habrá

escapado la gran importancia que progresivamente han ido adquiriendo diferentes

estructuras corticales, sobre todo en la medida que ha ido avanzando el conocimiento

sobre el funcionamiento de los sistemas pre frontal. Así, hoy día sabemos que la corteza

cerebral juega un papel muy importante en diversos aspectos de las emociones:

Expresión de las emociones. Como, por ejemplo, la prosodia afectiva del lenguaje o

la ejecución de las expresiones faciales.

Interpretación. De componentes como la comentada prosodia afectiva, las

expresiones faciales, comprensión del humor o la comprensión de situaciones

emocionales (tanto verbales -semántica emocional- como no verbales, de gran

importancia para el comportamiento social adaptado).

Regulación y monitorización de las respuestas emocionales.

Experiencia consciente de éstas (los sentimientos).

En general el hemisferio derecho parece estar más especializado en la expresión e

interpretación de las emociones. Sin embargo, las evidencias empíricas que se poseen

apuntan a que el hemisferio izquierdo también interactúa en dichas funciones. De esta

manera, los procesos corticales que intervienen en las reacciones emocionales

constituyen el extremo superior de un continuo de la capacidad expresiva e

interpretativa de dichas reacciones en cuyo extremo inferior se encontrarían los

condicionamientos sustentados por el sistema amigdalar.

Page 71: DESARROLLO DE LAS EMOCIONES EN EL SER HUMANO

6.5.1. El papel del córtex pre frontal

En ambientes sociales complejos, como en los que el ser humano se desenvuelve en la

actualidad, puede ocurrir que las reacciones emocionales determinadas por la vía rápida

tálamo-amígdala no sean adaptativas e, incluso, sean contraproducentes. A pesar de ser

respuestas muy rápidas y efectivas, en contextos sociales complejos con frecuencia

suelen ser necesarias acciones más deliberadas que tengan en cuenta otros factores

ambientales y personales, así como la habilidad para anticipar, planear y monitorizar las

conductas en marcha y las futuras. La evidencia científica apunta a que son las

estructuras pre frontales las principales encargadas de organizar el comportamiento y la

toma de decisiones implementando dichas capacidades, convirtiéndose así en el

dispositivo controlador del cerebro emotivo, fundamental en la regulación emocional, la

comprensión de situaciones complejas y el comportamiento social adaptativo.

En condiciones normales ambos hemisferios trabajarán de manera complementaria en la

regulación y control de las emociones. Sin embargo, investigaciones como la de Canli y

cols. (Canli, 1998) sugieren que cada división hemisférica muestra una vinculación

diferencial con las reacciones emocionales de valencia positiva y negativa:

Derecha: dominante en el control del tono emocional, con un mayor procesamiento

de las emociones de valencia negativa, como el miedo o la ira, y mayor vinculación con

aspectos automáticos relacionados con la supervivencia inmediata. Promueve conductas

de alejamiento, timidez, depresión, etc.

Cuando las lesiones pre frontales están focalizadas en este hemisferio es frecuente

que aparezca un síndrome psicopático (hipercinesia, desinhibición conductual, actitud

pueril y jocosa, agitación, impulsividad, irritabilidad, falta de juicio social, auto

indulgencia), principalmente por afectación orbitaria. Asimismo, son frecuentes

sentimientos de euforia injustificados y anosognosia.

Izquierda: es dominante respecto al contenido e interpretación de las emociones

positivas. Lleva a cabo un control cognitivo de los estados emocionales a través del

lenguaje. Promueve conductas de aproximación, vigilancia, control y superación de

estados disfóricos y media en las respuestas del sistema inmunitario.

Page 72: DESARROLLO DE LAS EMOCIONES EN EL SER HUMANO

Lesiones pre frontales focalizadas en este hemisferio (preferentemente dorso

laterales) pueden generar un síndrome pseudodepresivo (hipocinesia, apatía, falta de

impulso, reducción del habla, indiferencia, falta de planificación, inercia psíquica y

ausencia de motivación).

6.5.1.1. Corteza Frontal medial

Las áreas de esta región frontal reciben información sensorial altamente procesada de

todas las áreas sensoriales corticales y, además, mantienen conexiones recíprocas con la

amígdala y con muchas de las áreas hacia las que ésta proyecta. Por tanto, esta zona pre

frontal parece ser una interface entre la corteza sensorial y la amígdala donde se integra

la representación del mundo con sus matices emocionales.

La corteza frontal medial y la amígdala se influyen mutuamente, regulando y

modulando sus respectivos efectos. De esta manera, las respuestas a corto plazo

activadas por la amígdala pueden ser inhibidas por la corteza frontal medial. No

obstante, la amígdala también puede superar esta inhibición y regular a su vez el

funcionamiento de la corteza frontal medial, estimulando la organización de secuencias

de acción a largo plazo basadas en las emociones (planificación, conducta sostenida,

auto monitorización, etc.). Por tanto, el resultado de estas interacciones puede generar

inhibición o potenciación tanto de las respuestas amigdalinas como de las respuestas

frontomediales más a largo plazo con base en la información emocional.

Una zona que frecuentemente se relaciona con la corteza frontal medial es la comentada

corteza paralímbica cingulada anterior. Esta región se relaciona con procesos de control

de la propia conducta. Entre ellos se incluyen procesos evaluadores y de inhibición de

respuestas asociados a la anticipación de las posibles consecuencias según la

experiencia previa del sujeto (principalmente en relación con recompensas negativas,

siendo más especifica la activación orbitofrontal cuando se trata de recompensas

positivas) (Martínez, 2006). Por tanto, estas zonas mediales se relacionan con el control

conductual y la capacidad de evaluar riesgos y esfuerzos que constituyen,

probablemente, la base de la motivación consciente de la conducta. Así, las lesiones de

esta región (síndrome pre frontal medial o cingulado anterior) se caracterizan por

Page 73: DESARROLLO DE LAS EMOCIONES EN EL SER HUMANO

presentar sujetos apáticos, con afectación de sus capacidades volitivas, pérdida de la

espontaneidad y falta de iniciativa e interés.

6.5.1.2. Corteza Orbito frontal

Esta región del córtex pre frontal parece ser la interface o compuerta de la información

emocional, proveniente de la amígdala, hacia la memoria de trabajo sustentada por las

regiones dorsolateral y cingulada anterior. Al igual que la región medial, posee

conexiones recíprocas con la amígdala y los sistemas sensoriales, implementando una

integración de la representación del mundo y del procesamiento emocional, por lo que

sería razonable considerar que esta zona pre frontal sustentaría una especie de memoria

de trabajo emocional crucial para el razonamiento, la toma de decisiones y el

comportamiento social adaptativo. Las lesiones de esta región (síndrome pre frontal

orbitario) se caracterizan por presentar a un sujeto desinhibido, con un comportamiento

impulsivo e irritable, alteración del juicio, distractibilidad, conductas de dependencia

del medio, posible moría y euforia, así como los patrones de psicopatía o sociopatía

adquirida comentados con anterioridad.

6.5.1.3. Corteza Dorsolateral

Esta región pre frontal se relaciona con la organización temporal de la conducta,

atención selectiva, flexibilidad cognitiva, el habla, la formación de conceptos o el

razonamiento entre otras [que son, en general, las capacidades que se suelen medir en

los tests clásicos de función ejecutiva], pero su implicación en las experiencias

emocionales es menos específica que la de las zonas comentadas hasta ahora. No

obstante, dado su papel fundamental en la consecución de la experiencia consciente a

través de la memoria de trabajo activa [recordemos la necesidad de este hecho para

considerar los sentimientos], no podemos dejar de hacerle mención. Veamos por tanto

cuales serían los requisitos necesarios para la experimentación consciente de las

emociones:

1. Memoria de Trabajo [MT]: Integra información a corto y largo plazo para interpretar

la situación actual, dirigiendo procesos atencionales, perceptuales, amnésicos y

ejecutivos. Según LeDoux, los estados de consciencia ocurren cuando el mecanismo

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responsable del conocimiento consciente, la memoria de trabajo, se percata de la

actividad que está teniendo lugar en los mecanismos de procesamiento inconsciente y la

integra.

2. Información entrante de la amígdala hacia la MT: como hemos comentado, esto

sucede, muy probablemente, vía corteza orbitofrontal.

3. Excitación cortical: activada por las influencias de la amígdala sobre regiones

troncoencefálicas. Sirve para enfocar la atención sobre los estímulos emocionales y para

la perpetuación de las respuestas amigdalares.

4. Retroalimentación desde el cuerpo: esencial para la experiencia emocional y la toma

de decisiones.

Así, podríamos decir que los sentimientos (experiencia consciente de las reacciones

emocionales) son el resultado de la representación de todos los procesos emocionales en

la memoria de trabajo donde se integran con la información actual y pasada para

generar una percepción coherente que será de utilidad para guiar el comportamiento de

manera adaptada al ente

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CAPITULO VII

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7. IMPORTANCIA DE LA EMOCIONES

Sentir las emociones, o tener sentimientos, es equivalente a disponer de una guía de

actuación, o dicho de otro modo, tener una brújula vital que nos orienta para tratar

de obtener el máximo beneficio de las relaciones con el mundo. Saber sentir debe

ser un objetivo de la educación, y desde luego, de cualquier psicoterapia. Pero para

saber sentir es condición necesaria saber expresar lo que sentimos, porque ello

implica tomar contacto con el sentimiento, nombrarlo, comprenderlo y comunicarlo.

Parafraseando a Aristóteles, aprender a expresarnos con la persona adecuada, en el

grado exacto, en el momento oportuno, con el propósito justo y del modo correcto.

Aprendemos a sentir. Un modo muy directo de hacerlo es regulando la expresión o

comunicación de los sentimientos, en función del valor que confiere la cultura a los

acontecimientos que los suscitan y a la propia respuesta expresiva. Así, a lo largo de

la historia, se han exagerado determinadas expresiones (por ejemplo, la ira, cuando

se trataba de controlar el propio miedo y exhibir superioridad ante un enemigo) o

bien, se han ocultado casi por completo (por ejemplo, la tristeza, cuando se trataba

de reflejar la valentía y fortaleza de carácter).

Las deficiencias en la educación emocional se reflejan comúnmente en los

problemas de autoestima, en la dificultad para contactar íntimamente con los demás,

en la hipersensibilidad a las críticas, en las adicciones – a sustancias y afectivas-, en

la ausencia de empatía e inmoralidad, etc. En general, en la base de todos los

trastornos psicológicos.

Entre los problemas más comunes que las personas pueden tener con las emociones,

encontramos:

Reaccionar con una intensidad inadecuada o incoherente con el valor de la situación

(exagerada expresión emocional o baja expresión).

Respuesta emocional distinta o incongruente con la situación desencadenante.

Una experiencia muy limitada de sentimientos.

Una buena expresión emocional permite:

Sentir la realidad y actuar con coherencia.

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Comunicar honestamente el valor o significado de los hechos, transmitiendo una

guía clara a los demás sobre nosotros y la relación.

Estimular la empatía en los demás.

Obtener refuerzo a nuestra experiencia o por el contrario, ayuda para definir mejor

la realidad.

Desarrollar un concepto, una estima y sentido de sí mismos.

Sentir y expresar, son las dos caras de una misma moneda.

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