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Desarrollo económico comunitario y las empresas sociales: pilares de una ética empresarial comunitaria José I. Vega Torres ETHOS GUBERNAMENTAL 182 Introducción o comunitarias (en adelante empresas sociales) se reconocen a nivel global como alternativas viables en el contexto del tercer sector para promover un desarrollo más inclusivo y enfocado en el bienestar colectivo, en contraste con los modelos de desarrollo económico tradicionales centrados en el capital y el lucro personal (EMES European Research Network y UNDP, 2008; Community Wealth Ventures et al., 2010). En Puerto Rico, las empresas sociales se sitúan como actores protagónicos de la economía social (Pérez, 2006). Además, las empresas sociales forman parte del desarrollo económico comunitario (Meléndez y Medina, 1999; Santiago y Vega, 2007). Estas empresas sociales representan modelos empresariales de autogestión, con gran potencial para generar nuevas empresas y empleos, aún en tiempo de crisis, como bien ha argumentado Custodio-Collazo (2013) en varios artículos publicados recientemente por la Revista de Negocios del periódico El Nuevo Día. Las empresas sociales voluntariamente adoptan una ética empresarial afín con los postulados del desarrollo económico comunitario (en adelante DEC). La experiencia nos demuestra que al no centrarse en el lucro personal como objetivo fundamental de su gestión, han evidenciado tener una mayor disposición a resistir el embate de la recesión económica, reteniendo los empleos

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Desarrollo económico comunitario y las empresas sociales:

pilares de una ética empresarial comunitaria

José I. Vega Torres

ETHOS GUBERNAMENTAL 182

Introducción

o comunitarias (en

adelante empresas sociales) se reconocen a nivel global como

alternativas viables en el contexto del tercer sector para promover

un desarrollo más inclusivo y enfocado en el bienestar colectivo,

en contraste con los modelos de desarrollo económico tradicionales

centrados en el capital y el lucro personal (EMES European

Research Network y UNDP, 2008; Community Wealth Ventures et

al., 2010).

En Puerto Rico, las empresas sociales se sitúan como actores

protagónicos de la economía social (Pérez, 2006). Además, las

empresas sociales forman parte del desarrollo económico

comunitario (Meléndez y Medina, 1999; Santiago y Vega, 2007).

Estas empresas sociales representan modelos empresariales de

autogestión, con gran potencial para generar nuevas empresas y

empleos, aún en tiempo de crisis, como bien ha argumentado

Custodio-Collazo (2013) en varios artículos publicados

recientemente por la Revista de Negocios del periódico El Nuevo

Día.

Las empresas sociales voluntariamente adoptan una ética

empresarial afín con los postulados del desarrollo económico

comunitario (en adelante DEC). La experiencia nos demuestra

que al no centrarse en el lucro personal como objetivo fundamental

de su gestión, han evidenciado tener una mayor disposición a

resistir el embate de la recesión económica, reteniendo los empleos

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y manteniendo activos los servicios que brindan a la sociedad.

Esta resistencia a la recesión económica, junto con su disposición a

una ética empresarial más inclusiva y justa, las convierte en foco

obligado del debate para formular políticas públicas e iniciativas

privadas que promuevan el desarrollo de su potencial para ayudar

en el proceso de generar un crecimiento económico sostenido en la

Isla, mediante la promoción de un modelo empresarial afín con el

ideal democrático de equidad social. De hecho, como bien señalan

Rivera y Klicksberg (2005) la desigualdad social es considerada

hoy por el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo,

y la Organización de las Naciones Unidas, entre otros organismos

internacionales, como una de las causas centrales de la pobreza

(Rivera y Klicksberg, 2005).

Para que una legislación, y la política pública que la ejecuta,

demuestre efectividad, es conveniente fundamentarla en una

investigación profunda y responsable del sector, como bien señala

la otrora Comisión Especial sobre el Tercer Sector (2004). Nos

resulta imprescindible, pues, mediante este escrito, provocar una

reflexión documentada sobre fundamentos teóricos y prácticos del

concepto del DEC y las empresas sociales y su implementación en

el Estado Libre Asociado de Puerto Rico (en adelante ELA de PR).

Método y Objetivos

La literatura académica que deriva de investigaciones sobre el

tercer sector en Puerto Rico es muy limitada. Sólo un núcleo

reducido de comentaristas académicos ha abordado la temática del

empresarismo social, y muy pocos desde una perspectiva para

provocar una reflexión sobre este modelo empresarial como

José I. Vega Torres

ETHOS GUBERNAMENTAL 184

vehículo para promover un desarrollo económico más equilibrado,

y con valores centrados en el bien común vis a vis el lucro

personal. Nuestra investigación de índole conceptual y descriptiva

comprende investigación jurídica, revisión de literatura

internacional, revisión de fuentes secundarias de información, el

estudio de casos y entrevistas a informantes claves. El objetivo es

describir el DEC y las empresas sociales en el contexto del ELA de

PR para resaltar las características que les distinguen como pilares

de una ética empresarial comunitaria.

Desarrollo económico comunitario: una opción justa para

promover empresas y empleos

Desarrollo económico comunitario es un término que se

popularizó en la Isla a raíz del establecimiento de la Oficina de las

Comunidades Especiales (OCE), adscrita a la Oficina del

Gobernador en el año 2001. No obstante, su divulgación en Puerto

Rico se remonta más bien al establecimiento en el 1997 del

Consorcio para el Desarrollo Económico Comunitario (CDEC) de

la Fundación Comunitaria de Puerto Rico (FCPR). Es la FCPR

quien a través del Consorcio y el auspicio de Meléndez y Medina

(1999), cataliza los esfuerzos de la pasada década para que se

propulsen de manera coherente y con fundamentos teóricos,

iniciativas concretas que pudiéramos catalogar como de

Sin embargo, los primeros

esfuerzos para estimular el desarrollo económico en comunidades a

través de la Isla, los podemos atribuir a los programas de acción

comunal de la década de los 70 que fueron financiados con fondos

provenientes del gobierno federal.

Desarrollo económico comunitario y las empresas sociales

185 2013-2014

En una adaptación de la definición esbozada por Meléndez y

Medina (1999), definimos DEC como una estrategia para el

desarrollo de los recursos humanos y físicos de una zona

geográfica, mediante la organización de los residentes para

planificar e implantar iniciativas que redunden en un incremento

del capital comunitario y el bienestar socioeconómico de la

comunidad. Por comunidad, en este contexto, nos referimos a un

colectivo de personas que comparten un conjunto de intereses,

características o necesidades tales como, ubicación geográfica, un

elemento de desventaja socioeconómica, o distintas combinaciones

de estos factores. Pueden ser los residentes de un barrio o sector

de bajos ingresos, o un grupo de agricultores orgánicos,

pescadores, artesanos, personas con discapacidades o trabajadores

desplazados, entre otros. Esto amplía el concepto más allá de los

límites puramente geográficos, frecuentemente asociados con el

término de comunidadi.

El capital comunitario, por otro lado, es un concepto que integra

cinco tipos de capital: el financiero, el físico, el social, el humano y

el ambiental. Este concepto, según descrito inicialmente por Rivas

y Lobato (2001), lo hemos adaptado y expandido al desarrollar el

marco teórico para el Certificado en Desarrollo Económico

Comunitario que fuera ofrecido desde el 2003 al 2009 por la

División de Educación Continua y Estudios Profesionales

(DECEP) del Recinto Universitario Mayagüez (RUM) (Rivas y

Lobato, 2001; Vega, 2005). La implantación de iniciativas que

podemos clasificar en términos de desarrollo económico

comunitario tienen el objetivo de impactar de manera positiva en

estos cinco tipos de capital, que al integrarse componen el acervo

José I. Vega Torres

ETHOS GUBERNAMENTAL 186

total del capital de una comunidad. El enfoque del DEC en

promover una distribución equitativa de la riqueza más allá del

aspecto financiero o físico, se debe primordialmente al énfasis en

el rendimiento social y a su naturaleza autogestionaria. En el

diagrama 1 contrastamos los paradigmas del DEC vis a vis los del

desarrollo económico tradicional.

La literatura que hemos revisado, y la experiencia adquirida a

partir del 1986 a través de la dirección del Centro de Negocios y

Desarrollo Económico (antes Centro de Desarrollo Económico) del

RUM, y como coordinador del Certificado en Desarrollo

Económico Comunitario de la DECEP del RUM, me hace concluir

que la doctrina del DEC puede servir como fundamento para un

movimiento empresarial alternativo en la Isla, como argumenta la

profesora Correa (Correa, 2003). En la región de Latinoamérica, la

doctrina del DEC se considera equivalente al desarrollo económico

local que promueve la descentralización de la riqueza y los

recursos entre los más desventajados, según la Comisión

Económica para América Latina y el Caribe de la ONU

(Alburquerque, 2004).

Desarrollo económico comunitario y las empresas sociales

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Diagrama 1. Contrastes entre el desarrollo económico

comunitario y el desarrollo económico tradicional

Desarrollo Económico

Comunitario

(DEC)

Desarrollo Económico

Tradicional

(DET)

Visión Ciudadanos buscando

oportunidades.

Inversionistas buscando

ganancias.

Perspectiva Enfoque en la operación

estratégica a largo plazo

y sostenible.

Enfoque en maximizar la

ganancia en el corto

plazo.

Objetivos

comunitario.

y

activos para los

miembros de la

comunidad.

recursos comunitarios en

procesos sostenibles.

solidaridad y

sostenibilidad

operacional.

inversionista.

y beneficios son

colaterales a la búsqueda

de ganancia.

recursos comunitarios

que resulten más

lucrativos.

los mercados externos.

Recursos Comienza con recursos

locales (humanos,

naturales, físicos y

dinero).

Comienza con recursos

externos considerados

necesarios para alcanzar

sus fines.

José I. Vega Torres

ETHOS GUBERNAMENTAL 188

Podemos resaltar como elementos fundamentales de los

esfuerzos compatibles con el enfoque de DEC, los siguientes:

1. Los beneficios serán eminentemente para la comunidad

participante.

2. Serán esfuerzos autogestionarios que por definición

resultarán de un apoderamiento comunitario y por ende se

amplia participación ciudadana.

3. Contemplan la transformación comunitaria y creación de

riqueza a través de incrementar el capital comunitario,

prestando atención a la justicia social.

4. Implican beneficios económicos y sociales, por lo cual se

derivarán impactos cuantitativos y cualitativos.

Peritaje Complementa la

experiencia y talentos

locales con recursos

externos que se

consideren necesarios.

Complementa los

expertos externos con la

experiencia y talentos

locales que estén a su

alcance.

Uso de la

Ganancia

La ganancia se distribuye

entre los trabajadores y se

reinvierte en comunidad.

La ganancia se

distribuye entre los

dueños, ya sean activos o

ausentes.

Resultados Resulta en una

distribución más

equitativa de la riqueza.

Concentra la distribución

de los beneficios entre

unos pocos.

Desarrollo económico comunitario y las empresas sociales

189 2013-2014

5. Mayormente, los resultados se evidenciarán a mediano y

largo plazo, siempre pendiente de una perspectiva

sostenible.

El DEC tiene su mayor potencial como estrategia promotora de

empresas y empleos, a través de la creación de empresas sociales.

Estos emprendimientos, por autodeterminación, abrazan los

principios de una ética empresarial menos egoísta que aspira al

beneficio común, y como hemos establecido, se distancian de los

paradigmas del desarrollo económico tradicional que persigue,

como norte, la maximización del lucro individual. L

Empresarial® , como la denomina Romaguera (2006), de estas

iniciativas se fundamenta más en el deseo de atender una necesidad

de la comunidad (meta social), que en capitalizar una oportunidad

de mercado (meta financiera).

Concepto de las empresas sociales o comunitarias

Como bien señalan varios autores, las empresas sociales

implantan la visión del empresariado socialii, ejemplifican una

iii y son

consideradas como empresas de interés social bajo el Modelo de

Apoderamiento y Autogestión para las Comunidades Especialesiv

de Puerto Rico.

En el libro Cómo Iniciar, Desarrollar y Administrar un Negocio

Pequeño en Puerto Rico definimos como empresas sociales o

comunitarias aquellas iniciativas empresariales organizadas,

primordialmente, de forma colectiva, para la producción y venta de

productos y servicios en el mercado. Este tipo de pequeña o

mediana empresa, también denominadas PYMES, además de tener

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ETHOS GUBERNAMENTAL 190

las usuales metas de rendimientos financieros y competitividad

inherentes a las empresas tradicionales, pretenden mejorar las

condiciones socioeconómicas de la comunidad donde operan,

mediante la creación de oportunidades económicas, ingresos y

empleos, y estrategias de reinversión comunitaria, transparencia y

solidaridad, entre otras políticas gerenciales. Con frecuencia,

dichas empresas se administran de forma democrática y persiguen

como objetivo principal generar empleos estables para las

personas, por lo general de bajos ingresos, que las integran.

Observamos que a nivel mundial no existe consenso entre

académicos, empresarios, líderes comunitarios y servidores

públicos sobre una definición universal del concepto de empresa

social (Weerawardena y Sullivan, 2006). Inclusive, con frecuencia

el término empresa social y empresario social se usan

indistintamente aunque el primero se basa en el contexto

organizacional, que es donde se centra este artículo, y el segundo

se refiere al empresario fundador (Weerawardena y Sullivan,

2006). De hecho, existen ciertas diferencias sutiles en los

abordajes del concepto, que se identifican en los Estados Unidos o

Europa. Por ejemplo, en los Estados Unidos la literatura

demuestra que una definición popular es la que promulga la

Alianza para el Empresarismo Social que establece que una

empresa social es:

advances a social mission through market-based strategies. These

strategies include receiving earned income in direct exchange for

a (Community Wealth Ventures,

Inc. et al., 2010)

Desarrollo económico comunitario y las empresas sociales

191 2013-2014

Por otro lado, en Europa una definición conceptual de gran

arraigo es la propuesta por la Red Europea de Investigación EMES

que establece:

ocial enterprises may be defined as private, autonomous,

entrepreneurial organizations providing goods or services with an

explicit aim to benefit the community. They are owned or managed

by a group of citizens and the material interest of capital investors

economic risk taking related to ongoing socioeconomic

are structured in order to exclude profit as the m EMES

European Research Network y UNDP, 2008).

La tradición estadounidense identificada, enfatiza como rasgos

emblemáticos aspectos tales como la generación de ingresos

recurrentes y estrategias comerciales para lograr una misión social.

Típicamente, dicho emprendimiento se realiza en el contexto de

una corporación sin fines de lucro, aunque no de manera exclusiva,

y se han observado muy pocos cambios en términos de la

evolución de las posibles formas jurídicas que pueden adoptar las

empresas sociales en las pasadas décadas (Kerlin, 2006). En esta

tradición, no se observa como un aspecto primordial la forma de

gobernanza de la entidad, ni su conformidad con una fórmula

definida mediante legislaciónv.

En la tradición Europea, que se nutre de decenas de siglos de

evolución, observamos un énfasis en aspectos tales como la

autogestión y un modelo de organización colectivo, con una

gobernanza democrática a tono con la filosofía cooperativista que

se originó en el continente europeo. Según la Red Europea de

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ETHOS GUBERNAMENTAL 192

Investigación EMES, en Europa también se observa en los pasados

años una tendencia hacia definir de manera estatutaria las empresas

sociales. Entre los países que han adoptado legislación a tales

efectos, se encuentran los siguientes: el Reino Unido, donde se les

denomina compañías de interés general ; Italia, donde se les

conoce como cooperativas sociales ; en España se reconocen

como cooperativas de iniciativa social o de inserción laboral ; y

Francia, donde se les llama sociedades cooperativas de interés

colectivo . Aunque la popularidad de

adopción de estas diversas alternativas varía de país en país, dicho

reconocimiento jurídico ha resultado efectivo en clarificar aspectos

cruciales sobre lo que se espera de una empresa social (Galera &

Borzaga, 2009). En nuestra revisión de literatura y el examen de

reportes de la Red Europea de Investigación EMES y la Alianza

para el Empresarismo Social en los Estados Unidos, hemos

identificado unas características que consideramos emblemáticas

de las empresas sociales a nivel internacional. Enumeramos en la

Tabla 1 las seis características emblemáticas que hemos

identificado, categorizadas por su dimensión económica o social.

Desarrollo económico comunitario y las empresas sociales

193 2013-2014

Tabla 1. Rasgos emblemáticos de empresas sociales en los

Estados Unidos y Europa

Dimensión Características

Económica

1. Actividad económica recurrente

para producir bienes o servicios

que se venden en el mercado.

2. Son autónomas del gobierno y

controladas por ciudadanos

privados.

3. Comprometidas con generar

empleos y oportunidades

económicas equitativas.

Social

4. Hacen explícito su compromiso con

una misión social y el bien

colectivo.

5. Adoptan formas de gobernanza

democrática y/o estilos gerenciales

participativos que no responden al

capital.

6. El rendimiento social y el bienestar

de la gente se antepone a la

maximización de ganancias y el

lucro personal.

José I. Vega Torres

ETHOS GUBERNAMENTAL 194

Tanto en Europa o como en los Estados Unidos las empresas

sociales, al tener un compromiso con una ética empresarial que

persigue simultáneamente un rendimiento económico y social, son

emprendimientos afines a los paradigmas del DEC.

Las empresas sociales en Puerto Rico

Reconocimiento jurídico

Aunque no existe en el ELA de PR una definición por decreto

legislativo de lo que es una empresa social, encontramos que las

agencias, para interpretar ciertos tipos de legislación, han

establecido definiciones que son compatibles con nuestra

categorización. Por ejemplo, la Compañía de Fomento Industrial

en su reglamento para implantar la ley de incentivos contributivos

significa una

organización, corporación, corporaciones de trabajadores,

cooperativas de producción, microempresa comunitaria, iniciativa

de negocio o incubadora que además de producir un bien tenga un

impacto social y económico dentro de la comunidad donde ésta

reside, y que cumpla con los requisitos establecidos por el Director

Ejecutivo de la Compañía de Fomento Industrial mediante este

De hecho, hemos identificado alrededor de ciento veinticinco

PYMES que protagonizan los esfuerzos por promover el DEC y

comprenden, en esencia, la economía social en el contexto del

ELA de PR. Estas empresas se han organizado principalmente

bajo las figuras jurídicas de una corporación sin fines de lucro

(INC), una cooperativa de trabajo asociado o industrial (COOP),

o una corporación especial propiedad de trabajadores (CEPT).

Desarrollo económico comunitario y las empresas sociales

195 2013-2014

La Corporación sin Fines de Lucro (CSFL) es una corporación

sin autoridad para emitir acciones de capital y cuyos ingresos, si

algunos, no deben distribuirse entre sus miembros, directores y

oficiales. Dentro de este grupo existe una gran diversidad de

corporaciones sin fines de lucro activas que en el presente, superan

las veintidós mil, y que incluyen las iglesias y sus afiliadas, entre

otras. Las CSFL, según la ley vigente, se identifican incluyendo

las siglas Inc. o Corp. en su nombre, aunque más lógico sería

añadirle las siglas C.S.F.L., para poderlas distinguir de los otros

tipos de corporaciones, como ya hemos señalado en otros escritos.

A nuestro juicio, se observan dos modalidades de gestar

iniciativas empresariales sociales: 1) las corporaciones

empresariales sin fines de lucro personal (término propuesto por

Santiago y Vega en el 2007) y 2) las corporaciones de desarrollo

comunitario o CDCs (término derivado de la literatura anglosajona

y definido por el Consorcio Nacional para el Desarrollo

Comunitario). Las corporaciones empresariales corresponden a

aquellas CSFL de carácter eminentemente empresarial, dedicadas a

la producción de un bien o servicio, como actividad principal, y

enfocadas en lograr la autosuficiencia económica y proveer

empleos estables. Un buen ejemplo de este tipo de entidad lo

representa el caso de Las Flores Metalarte en Coamo, que se

dedica a la manufactura de muebles para promover empleos para

sus integrantes. Por otro lado, las corporaciones de desarrollo

comunitario, son aquellas CSFL que desarrollan dentro de su gama

de actividades algún proyecto empresarial como una fuente

recurrente y relevante de ingresos para sufragar las actividades

derivadas de sus fines sociales. Esto implica una dependencia

José I. Vega Torres

ETHOS GUBERNAMENTAL 196

recurrente de donativos y subvenciones para su sostenibilidad

financiera sin que logren, o aspiren, a alcanzar la autosuficiencia

plena. En este segundo grupo, que es más numeroso, podemos

hacer referencia al Programa de Educación Comunal de Entrega y

Servicio de Humacao (Proyecto P.E.C.E.S.)vi y a las

organizaciones comunitarias desarrolladoras de vivienda conocidas

como C.H.D.O. (Community Housing Development

Organizations), por sus siglas en inglés.

La cooperativa es una asociación autónoma de personas que se

han unido voluntariamente para hacer frente a sus necesidades y

aspiraciones económicas, sociales y culturales comunes, por medio

de una empresa de propiedad conjunta y democráticamente

controlada. Aunque existen diversos tipos de cooperativas, y al

presente suman entre doscientas y trescientas activas, dependiendo

de la fuente consultada, son las categorizadas específicamente

como de trabajo asociado las que consideramos más afines con el

concepto de empresa social. Una cooperativa de trabajo asociado

o industrial tiene como propósito la ejecución en común de tareas

de servicios o profesionales, con el objetivo de proporcionarse

fuentes de trabajo estables y convenientes, en las que sus socios

trabajadores dirigen todas las actividades de la misma, con el fin de

generar actividades productivas que les permitan recibir beneficios

de tipo económico y social. Este tipo de organización deberá, por

disposiciones de ley, incluir las siglas COOP en su nombre legal

según registrada en el Departamento de Estado. Con frecuencia,

este tipo de sociedad cooperativa se gesta para que los trabajadores

se organicen y puedan rescatar empresas que enfrentan peligro de

cierre (Pérez, 2010). Pérez (2010), en su libro, ofrece detalles de

Desarrollo económico comunitario y las empresas sociales

197 2013-2014

diferentes empresas operando bajo esta forma de organización

legal a través de la Isla.

Las Corporaciones Especiales Propiedad de Trabajadores

(CEPT) se regulan, al igual que las CSFL, por la Ley General de

Corporaciones de 2009. Las CEPT surgen de la experiencia

cooperativa de la provincia de Mondragón en el País Vasco,

situado en el noroeste de España. Según la intención legislativa,

constituyen un híbrido entre la corporación tradicional y el modelo

cooperativo según se identifica en la Tabla 2: Comparación de las

distintas posibles formas legales de organizar una empresa social

en PR. Los grupos de personas que se organicen como tal, pueden

constituirse como una corporación especial de trabajadores para

llevar a cabo una nueva actividad económica o la privatización de

los servicios públicos. Por otro lado, aunque no se trate de una

nueva actividad económica, podrán constituirse como corporación

especial de trabajadores otras corporaciones tradicionales que estén

en peligro de cierre, o las corporaciones sin fines de lucro que

deseen hacer la conversión (Carrión, 2002).

Al registrarse en el Departamento de Estado, este tipo de

corporación deberá añadir las siglas P.T. a su nombre legal. Un

buen ejemplo de una CEPT que opera en la actualidad es la Tienda

de Juan del Pueblo, P.T. ubicada en Toa Alta, la misma incluye

entre sus objetivos proveer alternativas de autoempleo para

personas con expediente delictivo. Como señalan Reyes (2013) y

Pérez (2006), también pudieran reconocerse como empresas

sociales o comunitarias, ciertos tipos de micro empresas que hemos

denominado como micro empresas comunitarias de autogestión

individual.

José I. Vega Torres

ETHOS GUBERNAMENTAL 198

Estas iniciativas empresariales se organizan como un negocio

de propietario individual, no están reguladas por una ley en

específico, y no requieren registrarse ante el Departamento de

Estado, lo que dificulta su identificación y conteo. En la Tabla 2:

Comparación de las distintas posibles formas legales de organizar

una empresa social en PR, presentamos una comparación de las

diferentes alternativas reconocidas jurídicamente para organizar

una empresa social en el ELA de PR, en distintos aspectos que

pueden contribuir a la adopción y eventual ejecución de una ética

empresarial de inclusión y participación igualitaria.

Tabla 2. Comparación de las distintas posibles formas legales

de organizar una empresa social en PR

Aspecto

Posibles Figuras Jurídicas

CEPT Cooperativas

de Trabajo

Asociado

(COOP)

Corporación

Sin Fines de

Lucro

(INC.)

Micro

Empresa

Comunitaria

Autogestión

Individual

Marco legal Cap. 16 LGC

de 2009

Ley General

Sociedades

Cooperativas

de 2004

LGC de

2009

No existe

una ley

particular.

Naturaleza Con fines de

lucro

Sin fines de

lucro

Sin fines de

lucro

Con fines de

lucro

Modelo

organizativ

o

Colectivo/

Mínimo de 3.

Colectivo/

Mínimo de 5.

No hay

mínimo.

Una sola

persona.

Administr Trabajadores/ Asamblea de Junta de Propietario

Desarrollo económico comunitario y las empresas sociales

199 2013-2014

ación/

control de

la entidad

as dueños/as

Estructura

Democrática.

Socios

Estructura

democrática.

Directores

Estructura

democrática

opcional.

individual

Estructura

democrática

opcional.

Distribució

n de

Ganancias/

Sobrantes

Máximo 70%

entre

miembros.

Mínimo de

20% para

capitalizar la

empresa.

Mínimo de

un 10% a la

comunidad.

Asamblea de

Socios decide

si sobrantes

se destinan

para

capitalizar la

empresa o si

se pagan

dividendos a

los socios.

Un 10% para

el fondo

social.

No hay

distribución

de

entre los

miembros,

sólo se

remuneran

por servicios

prestados.

Sobrantes

se deben

reinvertir en

beneficio del

.

Según

disponga el

propietario a

tono con

filosofía de

empresa

comunitaria.

Exenciones

de

impuestos

Automática

con

incorporación

Automática

con

incorporación

Deben

solicitarse

luego de

incorporarse

.

Las que

apliquen en

planilla

personal.

Tenencia

del

Patrimonio

Trabajadores/

as dueños/as

Socios/as de

trabajo

asociado

Es público Propietario

individual

El principal beneficio del reconocimiento jurídico es que el

Estado, en reciprocidad a su colaboración en contribución al

bienestar general y al fortalecimiento de la democracia, les

dispensa como se desprende de la Tabla 2, un trato fiscal

preferente mediante exenciones contributivas. Estos beneficios

José I. Vega Torres

ETHOS GUBERNAMENTAL 200

contributivos son piedra angular para lograr la sostenibilidad

financiera de las empresas sociales en el largo plazovii.

En el caso de las cooperativas y las corporaciones propiedad de

trabajadores, estas exenciones se reconocen automáticamente con

la incorporación en el Departamento de Estado. Sin embargo, en

el caso de las CSFL éstas deben solicitarse en un proceso

administrativo, luego de la incorporación, al Departamento de

Hacienda y al Servicio de Rentas Internas Federal. La entidad que

, según la denominan Colombo y

Hall (1995), será objeto de un riguroso análisis por partes de las

agencias concernidasviii. Su manifiesta vocación pública, y el trato

preferente del que son objeto por parte del Estado, nos lleva a

considerar a las empresas sociales como instituciones semi-

públicas, en particular las que disfrutan de la exención caritativa,

sujetas entonces al escrutinio público aunque desde su perspectiva

de entidades privadas.

En el curso de nuestra investigación, y luego de la consulta a

diversas fuentes, hemos podido cuantificar el posible número de

empresas sociales activas reconocidas jurídicamente como CSFL,

CEPT y Cooperativas de Trabajo Asociado según se presentan en

la Tabla 3: Posible Universo de Empresas Sociales o Comunitarias

en Puerto Rico a Junio de 2013. Entre las fuentes consultadas

figuran: el Centro de Negocios y Desarrollo Económico del

Recinto Universitario de Mayagüez, el Registro de Corporaciones

del Departamento de Estado, la Fundación Comunitaria de Puerto

Rico, la Comisión de Desarrollo Cooperativo, el Departamento de

Hacienda, el Servicio de Rentas Internas Federal, la Liga de

Cooperativas, la Corporación para la Supervisión y Seguros de

Desarrollo económico comunitario y las empresas sociales

201 2013-2014

Cooperativas de Puerto Rico (COSSEC), el Portal

www.EmpresaSocial.uprm.edu y varios colegas investigadores del

tercer sector en la Isla.

Tabla 3. Posible Universo de Empresas Sociales o

Comunitarias en Puerto Rico a Junio de 2013

CEPT Cooperativas

Industriales

Corporaciones

sin Fines de

Lucro

Total

No. de

Empresas 20 8 98 126

Nótese que hemos excluido las micro empresas comunitarias, ya

que al presente no existe un registro, privado o público, donde

podamos identificarlas para poderlas cuantificarix. En el Apéndice,

presentamos la lista del universo de posibles empresas sociales

activas registradas en el Departamento de Estado, con la intención

de que otros investigadores interesados en el tema contribuyan a la

tarea de refinarla, y puedan utilizarla como marco de referencia

para estudios empíricos futuros.

Características emblemáticas

A nuestro parecer, la mejor manera de cualificar una empresa

social es por el resultado de sus acciones o dicho de otro modo

conoceréis . Es decir, que independiente de la

adopción en su génesis de alguna de las figuras jurídicas descritas,

es en la subsiguiente operación donde podrán demostrar que

José I. Vega Torres

ETHOS GUBERNAMENTAL 202

cumplen con las características emblemáticas que distinguen este

tipo de emprendimiento de las empresas comerciales tradicionales

(Vega, 2013). Este cumplimiento nos parece que es mejor que se

ejecute por voluntad propia, aunque reconocemos la necesidad

tanto de mejorar, en ciertas instancias, como de alinear las leyes

existentes unas con otras, como bien señala el profesor Carlos Díaz

Olivo (Díaz, 2000). En nuestra experiencia, y en base a los

parámetros descritos en la literatura internacional, las entidades

que aspiren a ser reconocidas como empresas sociales afines a la

doctrina del DEC cumplirán en mayor o menor grado con los

criterios enumerados en el Diagrama 2. Criterios que ilustran la

ética empresarial comunitaria de las empresas sociales en Puerto

Rico, y explicados a continuación.

Diagrama 2. Criterios que ilustran la ética empresarial

comunitaria de las empresas sociales en Puerto Rico.

Demuestran

Promueven

Capitalizan

Cultivan

Solidaridad Autogestión

Rendimiento económico y social Reinversión comunitaria

Financiamiento No-Tradicional Capital humano y social

Transparencia y rendición de cuentas

Desarrollo económico comunitario y las empresas sociales

203 2013-2014

Las empresas sociales se espera que demuestren un

compromiso con una ética de solidaridad, lo que implica que los

resultados de la gestión, sean pérdidas o sobrantes, se compartan

en igualdad de condiciones y prevalecerá el interés colectivo o fin

común vis a vis el lucro personal. Por ejemplo, en el caso de Las

Flores Metalarte, Inc. aludido anteriormente, esta filosofía implicó

que para afrontar los embates de la recesión económica los

trabajadores decidieron en conjunto reducir la jornada de trabajo y

aumentar productividad antes de despedir compañeros de trabajo.

Otras dimensiones de este criterio pueden incluir que no se

observará una disparidad tan grande entre los salarios de los

obreros y la alta gerencia, como en las empresas capitalistas

tradicionales; y que con frecuencia las empresas sociales colaboran

entre ellas, inclusive cuando ello implique una disminución en el

rendimiento financiero a corto plazo para sus socios o gestores.

Esta ética empresarial, sin duda, contrasta con el modelo

económico neoliberal al que estamos acostumbrados.

Por otro lado, las empresas sociales también demostrarán ser

auto gestionadas, o el resultado de la gestión de un grupo de

ciudadanos que deciden actuar en concierto para lograr la solución

de un problema o necesidad en común. Si bien pudieran recibir

incentivos o apoyo proveniente del sector gubernamental, o de

entes privados, la iniciativa y las soluciones ejecutadas serán

determinadas y controladas por la comunidad (Santana, Santiago &

Rivera, 2007). Por ello, con frecuencia se alude a que la

proliferación de empresas sociales es imprescindible en los

tiempos que vivimos, donde el modelo del Estado Benefactor está

en crisis (Rodelgo-Bueno, 2004). Según se desprende de la

José I. Vega Torres

ETHOS GUBERNAMENTAL 204

literatura sobre el tema del concepto de autogestión, el mismo

también implica la expectativa de que las empresas que lo asuman

integren el componente de propiedad colectiva, y que estas

persigan algún modelo de organización o gobernanza democrática.

Nos parece que este último criterio se ilustra en los principios

de la economía social y la normativa vigente del movimiento

cooperativo en la Isla. En resumen, la Fundación Iberoamericana

de la Economía Social define que las organizaciones que

componen la economía social tienen, entre otras características

comunes: la primacía de la persona y del objeto social sobre el

capital; la adhesión voluntaria y abierta; el control democrático por

sus miembros; la conjunción de los intereses de los miembros

usuarios y del interés general; la defensa y aplicación de los

principios de solidaridad y responsabilidad; la autonomía de

gestión e independencia respecto a los poderes públicos; y que la

mayor parte de los excedentes se destinan a la consecución de

objetivos a favor del desarrollo sostenible, el interés de servicios a

los miembros y el interés general (Pérez, 2006). Por otro lado,

reafirmando el precepto de su contribución al fin público o común,

el Artículo 3.0 de la Ley General de Sociedades Cooperativas de

2004 icas privadas

de interés social, fundadas en la solidaridad y el esfuerzo propio

para realizar actividades económico-sociales, con el propósito de

satisfacer necesidades individuales y colectivas, sin ánimo de

Sin lugar a dudas, las empresas sociales deberán promover

simultáneamente un rendimiento económico y social. Por ello, la

competitividad comercial y la generación de sobrantes en el

Desarrollo económico comunitario y las empresas sociales

205 2013-2014

contexto de una actividad empresarial que genere ingresos de

forma recurrente, integran el motor para cumplir su misión social.

Está proscrita la maximización del rendimiento financiero para

unos pocos, en detrimento de la distribución equitativa de la

riqueza según el esfuerzo de los miembros, socios o trabajadores

dueños.

Con frecuencia dicha condición esta explícita y

voluntariamente consignada en los documentos constitutivos de la

empresa, tales como el certificado de incorporación y los estatutos

o reglamento corporativo. De igual manera, las políticas

operacionales que se establezcan contribuirán a una cultura

corporativa que promueva la reinversión comunitaria, la

responsabilidad social con el entorno, y un compromiso con lo

local, y el desarrollo sostenible.

Como se desprende del Diagrama 2: Criterios que ilustran la

ética empresarial comunitaria de las empresas sociales en Puerto

Rico, existe también la expectativa de que las empresas sociales,

para lograr un desempeño financiero que propenda la continuidad

de sus operaciones, capitalice su acceso a fuentes de

financiamiento no tradicionales tales como subvenciones,

donativos, inversiones sociales, incentivos o subsidios

gubernamentales (sin comprometer su autonomía), el voluntariado

y más recientemente, fuentes que se han hecho

viables gracias a los adelantos tecnológicos como el

d x. Igualmente, por su naturaleza comunitaria,

estarán particularmente dispuestas a capitalizar sus recursos

humanos y las redes de solidaridad y confianza que nutren el

capital social, que a su vez resulta vital para el éxito de la

José I. Vega Torres

ETHOS GUBERNAMENTAL 206

autogestión como herramienta dirigida a crear sociedades más

prósperas y democráticas (Daubón & Carrasquillo, 2002).

Desde una perspectiva ética, es lógico esperar que las empresas

sociales -como consecuencia natural de su fuerte vocación pública-

cultiven una cultura organizacional compatible con la

transparencia y rendición de cuentas, y la sujeción al escrutinio

público, en el contexto de nuestra sociedad democrática. Esto

requiere de políticas y operaciones que estimulen estilos de

gerencia participativa, que eviten el conflicto o la apariencia de

conflictos de intereses. Además, anticipa la conducta de actores

comprometidos con el diseño y la evaluación de mecanismos para

compartir con todos los públicos concernidos los resultados

financieros de la gestión empresarial. Ante todo, supone que los

mismos demostrarán un cumplimiento verificable de la misión

social de la organización. Un ejemplo de cómo esto se puede

traducir a la práctica, lo encontramos en el concepto del

,

que aplica a las CSFL exentas que disfrutan de la exención

caritativa previamente mencionada en este trabajoxi.

En la praxis, es razonable esperar que las diversas empresas

sociales locales identificadas y operantes en la actualidad, cumplan

en mayor o menor grado con las características que hemos

articulado como emblemáticas de una ética empresarial

comunitaria. Sin embargo, un mérito de todas es que por decisión

propia han optado por contribuir a promover un desarrollo

económico más equitativo o comunitario. En esta postura, radica

un extraordinario potencial para que el sector adopte estándares

voluntarios que hagan viable la proliferación de más empresas

Desarrollo económico comunitario y las empresas sociales

207 2013-2014

sociales, y un desarrollo económico más alineado a los valores

éticos con una mínima intervención gubernamental, ya sea por la

vía legislativa o de la Oficina de Ética Gubernamental de Puerto

Rico, entre otros posibles mecanismos.

Cabe mencionar, que ya se han experimentado en el ELA de PR

esfuerzos en dicha dirección, cuando la Fundación Comunitaria de

Puerto Rico (FCPR) en colaboración con el Non Profit Evaluation

Resource & Evaluation Center (NPERCI), ambas corporaciones

sin fines de lucro, impulsaron un programa de certificación

voluntaria para las CSFL promotoras de DEC. Observamos que la

práctica de promover códigos de conducta o estándares

operacionales voluntarios, en contraposición con una mayor

regulación e intervención gubernamental, cobra cada vez más

adeptos en los Estados Unidos y en Europa.

Conclusión

Como doctrina, el desarrollo económico comunitario (DEC)

representa un enfoque apropiado para promover una ética

empresarial comunitaria. Ya sean adoptados voluntariamente o

requeridos por la forma jurídica de operación, los postulados del

DEC promueven el desarrollo de los recursos humanos y físicos

mediante el apoderamiento y la participación ciudadana, de modo

que el capital o la riqueza generada se distribuya equitativamente,

o se reinvierta en beneficios para la comunidad. Una de las

consecuencias directas en la profesión de estos postulados es la

creación de las empresas sociales.

Las empresas sociales alineadas con la filosofía del DEC

representan a su vez modelos empresariales viables para la

José I. Vega Torres

ETHOS GUBERNAMENTAL 208

creación de empresas y empleos estables, aún en tiempos de crisis

económica. Esto se debe a que, independientemente de su

formación jurídica, demuestran un compromiso solidario en la

distribución de la riqueza, la atención a las condiciones sociales de

la comunidad, y el diseño e implantación de las decisiones

económicas. La autogestión comunitaria que distingue a estas

empresas las mueve, generalmente, a promover estilos de

gobernanza democrática, y a construir una cultura empresarial

transparente, que les facilita acceder a fuentes de financiamiento

no tradicionales. Finalmente, estas empresas sociales crean o

fortalecen sociedades más prósperas y justas que sirven de pilares

que propulsan la ética empresarial comunitaria.

El reconocimiento jurídico contribuye a una mayor precisión en

cuanto a las expectativas que pudieran tenerse de las empresas

sociales, y tiene beneficios importantísimos para la sostenibilidad

financiera de sus operaciones. Intentar construir una definición

legal, aunque resulte un ejercicio complejo por la diversidad de

aspectos a considerar, resultaría provechoso en particular en el

contexto de la cualificación para incentivos y subsidios

gubernamentales.

Implicaciones Futuras

Conviene generar una discusión y movilización de los diferentes

sectores: el gubernamental, el corporativo capitalista, la academia

y el propio sector de las empresas sociales con el fin de analizar y

desarrollar mecanismos de política pública e iniciativas

pertinentes para potenciar de manera concertada su desarrollo

óptimo. Resultaría beneficioso para el país incluir en la discusión

Desarrollo económico comunitario y las empresas sociales

209 2013-2014

de los valores éticos, la enseñanza de empresarismo en las

instituciones educativas, el concepto del DEC, la creación de

empresas sociales y los esfuerzos para promover el desarrollo de

PYMES. A tales efectos, un estudio empírico de las empresas

sociales en la Isla debe realizarse para poder elaborar un perfil más

preciso de las mismas; me refiero a un instrumento para poder

cualificar las empresas y obtener datos que permitan la

formulación de iniciativas para su desarrollo.

José I. Vega Torres

ETHOS GUBERNAMENTAL 210

Notas

i Por ejemplo la Ley General de Corporaciones de Puerto Rico de

1996 derogada por la LGC de 2009 en su capítulo XIX, Artículo

19.04, definía a una organización de base comunitaria como toda

lucro para ofrecer servicios a la comunidad, o toda organización no

gubernamental, designada internacionalmente por las siglas

O.N.G., cuya constitución esté fundada en un esfuerzo solidario de

una comunidad social particular y con la participación de

miembros de esa comunidad, por ejemplo, un barrio, un sector con

identidad y personalidad propia, una comunidad de las

ii Definido en el reporte del Global Entrepreneurship Monitor

2011, como cualquier actividad de una empresa existente, la

creación de una nueva empresa o el autoempleo con metas sociales

establecidas, la comunidad como su base y donde el beneficio que

se obtiene se invierte en la actividad misma, la empresa misma o la

comunidad. El profesor José Rodelgo Bueno también describe con

detalles el concepto en su libro Empresariado social: del estado

benefactor a la sociedad de bienestar mientras que el profesor

Rafael Torrech en su columna del Periódico El Nuevo Día titulada

iniciativas en gestación u operando en el Municipio Autónomo de

Caguas.

iii El término lo acuña José Celso Rivera, socio fundador de La

Tienda de Juan Del Pueblo, P.T., en una entrevista publicada por el

Periódico El Nuevo Día en abril de 2005.

Desarrollo económico comunitario y las empresas sociales

211 2013-2014

iv En Puerto Rico, bajo la denominación de Comunidad Especial se

agrupan sectores vulnerables o barrios cuyos habitantes viven en

condiciones económicas y sociales desfavorables. Existen al menos

686 comunidades especiales designadas como tal.

v Existe al presente una clasificación en el Servicio de Rentas

public

benefit corporation

reporte Social enterprise: A portrait of the field. En Puerto Rico no

se ha legislado todavía para reconocer este tipo de corporación

aunque en el Estado de Delaware, de donde deriva nuestra

legislación corporativa, entra en vigor en agosto de 2013 un

estatuto que las define según reseñado recientemente por el portal

www.bcorportions.net .

vi Refiérase al Portal www.empresasocial.uprm.edu para una

descripción detallada de estos casos y a la Revista de Negocios de

El Nuevo Día del 23 de Junio de 2013.

vii La firma consultora Estudios Técnicos y el estudiante graduado

Hiram Vargas han documentado el costo evitado al gobierno de las

operaciones de beneficio público de las organizaciones sin fines de

lucro. De igual forma el estudiante graduado David Guzmán

demostró la importancia de la exención contributiva en la

generación de sus ingresos.

viii Esta exención puede ser revocada inclusive con carácter de

retroactividad si se encuentra que la CSFL no ha cumplido con los

requisitos establecidos para disfrutarla como demuestra el caso de

sobre ingresos de las corporaciones sin fines de lucro en Puerto

Colegio de Abogados de Puerto Rico.

José I. Vega Torres

ETHOS GUBERNAMENTAL 212

ix De nuestra experiencia en el Centro de Negocios y Desarrollo

Económico del RUM y reportajes recientes publicados en el

Periódico TRAZOS podemos identificar algunos exponentes de

este grupo de micro empresas entre las que destacan La Chiwinha

en el pueblo de Rio Piedras y Morrillo Cycle y Water Sports y

Ecotours que ubican en la Reserva Natural de Punta Santiago en

Humacao.

x

portal www.antrocket.com.

xi El expediente público de una CSFL exenta bajo la sección 501 c

3 del Código de Rentas Internas Federal debe estar accesible para

inspección de cualquier ciudadano. Este expediente, según la

normativa federal, debe contener todos los documentos radicados

para solicitar la exención, salvo ciertas excepciones, y las planillas

anuales requeridas para mantenerla vigente.