RACIONALISMO

RACIONALISMODESCARTES

Haba observado yo con bastante frecuencia que las obras compuestas de varias piezas y hechas por varias personas, no son tan perfectas como las ejecutadas por una persona. Las construcciones edificadas por un solo arquitecto son ms bellas y sistemticas que las levantadas por varios, aprovechando paredes o cimientos que estaban destinados a otros fines. Las antiguas ciudades que en un principio fueron caseros y poco a poco han ido transformndose hasta llegar a su estado actual, son mucho ms irregulares que esas poblaciones que, creadas por una exigencia ms o menos imperiosa o con un fin ms o menos importante, se han desarrollado en muy poco tiempo, por obra de los esfuerzos armonizados de una sola generacin. Las calles de las de las primeras son desiguales y tortuosas, como si fuera el azar y no la voluntad de los hombres, el que las ha colocado as. Las calles de las segundas, son ms simtricas, trazadas con arreglo al mismo plan.

Del mismo modo los pueblos que se han ido civilizando poco a poco y haciendo sus leyes a medida que los crmenes lo exigan, no estn socialmente tan bien organizados como aquellos otros que desde el principio se reunieron en asambleas y decidieron observar las constituciones de algn sabio legislador. ()

Siguiendo la corriente de las ideas, pensaba yo que las ciencias de los libros por lo menos aquellas cuyos razonamientos no son ms que probables y por tanto carecen de demostracin- se forman con ideas de diversas personas; por eso no estn tan cerca de la verdad como los juicios que puede hacer naturalmente un hombre de buen sentido, sobre las cosas y sobre los hechos que se presentan a su consideracin.

Digo esto porque yo me propuse arrancar de mi espritu todas las ideas que me ensearon, para sustituirlas con otra si mi razn las rechazaba o para reafirmarme en ellas si las encontraba a su nivel. Crea firmemente que por este medio obtendra mejores resultados que edificando sobre viejos fundamentos y apoyndome en principios aprendidos en mi juventud, sin examinar si eran verdaderos.

Renato Descartes, Discurso del mtodo, Segunda Parte.