Descriptivo)
-
Upload
ramon-ibarra -
Category
Documents
-
view
916 -
download
4
Transcript of Descriptivo)
INSTITUTO TECNOLÓGICO DE CELAYA
INGENIERÍA BIOQUÍMICA
FUNDAMENTOS DE INVESTIGACIÓN
RECUERDOS EN MI CAJÓN TEXTO DESCRIPTIVO
PRESENTA:
CRUZ BADILLO DIOCELINA
CELAYA, GTO. NOVIEMBRE 2011
RECUERDOS EN MI CAJÓN
CBD
FUNDAMENTOS DE INVESTIGACIÓN
2
Recuerdos en mi cajón
Oscuridad total. Abro los ojos, todo es aun borroso para mí. Un ventilador de techo
se asoma a mi vista, girando con cierta sutileza, invitándome a seguir sus giros,
sus tambaleos. En cualquier momento sucumbirá al desgaste ¡no cabe duda!, pero
sigue girando y girando mientras yo lo requiera, mientras yo lo necesite; es como
si dependiera de mí, irónico.
Un aparato pareciera tener más voluntad que mucha gente que conozco; miro mi
cama, una cama matrimonial sencilla con apenas sábanas blancas, lisas y
tranquilas, solo donde yo duermo parece que existe el desorden y la aspereza. Mi
cuarto hoy parece abandonado, inmaculado, solo inspira agonía y desconsuelo.
Las paredes gritan por una nueva capa de pintura, es como si todo mí alrededor
quisiera una renovación total.
No tengo ganas de levantarme hoy, no estoy deprimida, tan solo no quiero
hacerlo. Quizá tan solo deba quedarme así como estoy y pensar cómo es que he
llegado aquí, ¡sí! eso es, esa es una buena idea. No sé por dónde comenzar,
nunca he sido muy buena pensando en las cosas que ocurren a mí alrededor. A lo
mejor si miro las cosas de mi habitación pueda recordar algo, al fin y al cabo es mi
cuarto debería representar algo de mí todo aquello que lo habita.
Lo más cercano que tengo es un pequeño buró, uno corriente, sencillo, apenas se
asoma un cajón con una pequeña agarradera metálica oxidada. Cada vez que la
toco siento como se carcome poco a poco. Por encima del pequeño mueble hay
una modesta lámpara, con tan solo una base metálica redonda y un foco en el
extremo superior; nunca había notado lo llano y vacío que eran las cosas de mi
habitación. Abro el cajón, este lanza un rechinido como si tuviera décadas sin
abrir, la madera roza entre sí; solo lo abro hasta la mitad, meto mi mano
expectante, sin ver siento como la obscuridad la invade dentro de un lugar en el
cual no sé qué pueda encontrar.
Con el tiempo he olvidado a recordar todo aquello del pasado, todo aquello que he
ido acumulando. Una foto, una tan pequeña que apenas abarcaría la palma de mi
mano; rectangular, sus colores hacen idea del tiempo que esa foto ha estado
abandonada dentro de ese cajón.
Con mi mano retiro un poco de polvo para apreciarla mejor. Dos rostros se
asoman en ella. Una pareja. Una sonrisa nace como por instinto de mi rostro,
queda tan marcada en el como si se hubiera esculpido en mármol, al parecer mi
cara ha olvidado a sonreír o al menos de esa manera tal vez.
RECUERDOS EN MI CAJÓN
CBD
FUNDAMENTOS DE INVESTIGACIÓN
3
Es un instinto humano el sonreír al ver a tus padres una vez más, ahí estaban los
dos, mi padre con su cabellera muy rizada, negra, ojos oscuros, penetrantes,
nunca he podido mirar por demasiado tiempo esos ojos, es como si se
introdujeran en lo más profundo de mi ser y me retara a hacer lo mismo, pero
quedo indefensa sin saber qué hacer. En la foto no presenta barba, tan solo un
bigote normal, no muy abundante ni muy corto, sería la moda de la época quizá,
su tez es morena clara, algo un poco común del lugar de donde es él. A su lado
su esposa, mi madre, tan hermosa como siempre, no cabe duda que habrá sido la
más bella de su pueblo en su juventud, su cabellera rizada, castaña oscura. Su
expresión solo esboza paz y tranquilidad. Ojala esa imagen siguiera al menos
igual. Ahora solo hay uno.
Recuerdo haber estado enfrente de la entrada a mi casa, sin expresión alguna, la
entrada parecía tan tranquila, en paz, como si invitara a entrar y realizar un
desastre, al menos estaría más alegre el lugar, pero así era casi siempre por aquí,
no había muchas novedades que observar o escuchar. Introduje mi llave gastada
en la cerradura, di vuelta; casi podía escuchar como el mecanismo funcionaba por
sí mismo como se recorría el cerrojo por cada vuelta que daba a la llave y por fin
abrió.
Entre a mi casa como de costumbre, acalorada por el clima, al inicio me costó
intentar ver con la misma claridad de la calle, mis ojos aún no se aclimataban a la
luz de los interiores pero no hacía falta demasiado para lo que veían mis ojos. Ahí
estaba mi madre, recargada en una de sus mejores amigas en esos días, el
esposo de la señora la acompañaba también. No comprendía por que tanto llanto
salía de sus ojos, caminado de un lado a otro como no saber a dónde ir, como si
quisiera buscar un refugio para sí misma.
Me llamó por mi nombre, con voz quebrada, el solo escucharla así me hizo
quebrarme por dentro; pero no me dijo nada, no podía, su amiga se limitó a
decirme que mi padre había tenido un accidente en su auto. Cosa que en el futuro
sabría que era mentira; y no porque así lo haya querido ella, si no por falta de
información. Solo recuerdo desplomarme, todo se oscureció a mí alrededor y me
abrazo el esposo de la amiga de mi madre. Todo pareció adelantarse en mi
mente, era como ver una película de cine de los 60’s con el encargado del
proyector dando vueltas a la manivela a propósito como si fuera algo censurado
para la audiencia.
En imágenes solo pasaron partes del velorio, el entierro, mi expresión no
cambiaba mucha. Era muy joven para comprender, las personas intentaban
hacerme sentir bien pero era imposible, quizá la negación era demasiado
poderosa, solo me sentaba y observaba las multitudes que iban y venían con esa
RECUERDOS EN MI CAJÓN
CBD
FUNDAMENTOS DE INVESTIGACIÓN
4
seria expresión en sus rostros a dar el pésame, el apoyo, etc.; lo común que se
hace en ese tipo de situaciones, después se les ve siempre más relajados,
haciendo gestos entre sus amigos, platicando de lo que le ha pasado, quizá eso
era lo más reconfortante para mí, ver la normalidad, la que yo nunca podría
alcanzar.
El entierro es aún más claro en mi cabeza, me bañe y me cambie de ropa para
ese día. Mis ojos parecían clamar por horas de sueño, por un poco de agua fresca
que los despertara de aquel mal sueño. El aire parecía corresponder con dicha
situación, olía a muerte por donde fuera, al menos así era para mí. El cementerio
era seco, aun así crecía vegetación, ese si sería un milagro pensé para mí mismo
porque la tierra parecía árida en ese lugar y es comprensible, habría visto tantas
penas, llantos, muertos que cualquiera en vida no soportaría en un largo tiempo.
Todo paso rápido, quizá la frustración de nunca haber visto el cuerpo nos habría
hecho un poco escépticos ante tal suceso, pero no cabía duda que había ocurrido.
El calor era abrumador, era tan fuerte como mi tristeza, creo si me hubiera puesto
un espejo frente a mí ni siquiera hubiera hecho el intento por mirarme. Tantas
dudas que aclarar y tan pocas respuestas a la vez.
Todo es nublado y confuso de nuevo, mi ventilador comienza a rechinar pero el
calor comienza a hacerse protagonista en mi habitación así que no puedo
detenerlo. Tomo algo distinto de mi cajón, una pequeña foto, está un poco más
grande que la anterior; se asoma otra pareja, pero ahora yo formo parte de esta,
es mucho más reciente, incluso podría reflejarme aun en ese rostro; y ahí él esta,
tan dulce como hasta ahora (creo seria nuestra primera cita como pareja si mi
memoria no me falla) Cabello liso, ojos cafés oscuros, muy cautivadores, mejillas
carnosas, había encontrado un buen chico.
Por un instante me detuve de ver esa foto, el tiempo parecía ir más lento, el calor
disminuía, por algún motivo sabía que esa foto era importante quizá no decisiva
pero importante. Pienso, pienso y por fin recuerdo, él fue mi primera lección de
remordimiento.
Todo el tiempo que pase con él lo recuerdo de buena manera, muchas veces
íbamos al parque, nos sentábamos juntos, platicábamos lo que habíamos hecho,
las cosas de rutina que platica una pareja, siempre tenía esa sonrisa marcada en
su rostro, era agradable sin lugar a dudas. Pero por algún motivo un día mi ser no
pudo quererlo más, quizá como yo y él hubiéramos querido; ese día me senté en
una banca pública, observaba un pequeño payaso que hacia figuras
impresionantes con globos (una flor, una jirafa, el clásico perrito, hasta vehículos,
figuras abstractas). Era todo un espectáculo visual aquello, él iba vestido con una
RECUERDOS EN MI CAJÓN
CBD
FUNDAMENTOS DE INVESTIGACIÓN
5
peluca de rastas verdes, su maquillaje correspondiente al oficio, su típica nariz
roja, sus pantalones con tirantes bastantes amplios de color amarillo con rayas
horizontales rojas. Y claro no puede faltar el calzado enorme rojos obligatorios en
todo payaso. A pesar de su destreza pocas personas iban a comprarle, era una
pena total que vendiera su habilidad por tan solo 15 pesos y aun así las personas
no llevaran a sus hijos.
Yo hubiese ido si no estuviera tan atrapado en mi propio tiempo y mente, sabía
que mi amor por el chico no aumentaría, me lo recriminé. Mucho tiempo las
personas esperan encontrar alguien así, inclusive algo menor para durar mucho
tiempo, yo lo tenía y quizá no lo apreciaba aun así, no podía mandar a mi corazón
quererlo más de lo que ya podía. Eso termino, al parecer de manera tranquila,
creo sabía que yo no podía quererlo más, la decepción la sentí como si yo fuese
él, incluso la tristeza me invadió por un buen rato. Es agradable recordarlo en esa
foto al fin de cuentas.
Sigo mi expedición en mi cajón, ahora me topo con un dibujo hecho a mano, una
chica esta dibujada ahí, el dibujo es bueno, tiene su estilo, me gusta. Es mucho
más viejo que la última foto que saque. Algunas frases de cariño y felicitaciones se
remarcan en el dibujo, era un regalo de una amiga en mi cumpleaños. No suelo
recibir muchos regalos he de decir, aprecio mucho los que me dan algunos por
más sencillos que puedan ser. Quizá por eso ese dibujo aún lo conservo, tenía
muchos años que no lo veía, hace cuatro que fue realizado si mi memoria no me
falla.
Fui por ella la noche de mi cumpleaños, era verano, el calor estaba presente como
de costumbre, llevaba una blusa manga corta verde, unos jeans sencillos y tenis.
Su casa tenía una puerta metálica blanca con un par de ventanas a los lados, una
apuntaba a su sala y otra mucho más pequeña a su cocina. Cuando llame a su
puerta salió un poco sorprendida, creo acababa de terminar su obra, platicamos
un poco y luego me retire de aquel lugar caminando hacia mi casa. Eran tiempos
en los que me gustaba caminar por mucho tiempo incluso por las noches; mi
cumpleaños 16 creo fue.
Tengo sed, es suficiente para hacer mover mi cuerpo y levantarme de mi cama.
Camino descalzo, el suelo se siente frio muy frio, demasiado raro para la
temporada. Tomo un vaso de vidrio pequeño, abro el refrigerador e introduzco
agua fría dentro de él; regreso a mi cama mientras doy otro trago de agua, me
siento y lo dejo en el suelo. Regreso a acostarme, todo parece mucho más fresco
ahora, mi ventilador comienza a rechinar mucho más, espero soporte el tiempo
que siga en mi habitación.
RECUERDOS EN MI CAJÓN
CBD
FUNDAMENTOS DE INVESTIGACIÓN
6
Tantas personas que conocí. Y yo aquí sin hacer nada, acostada en mi cama,
ahora me levanto de ella, decidida a cambiar mi día, a realizar algo mejor, al fin de
cuentas “Eso desean quienes viven estos tiempos, pero no les toca a ellos decidir.
Solo tú puedes decidir qué hacer con el tiempo que se te ha dado”. Buena manera
de recordar a Tolkien. Eso hare, pero mientras necesito reparar mi ventilador…