DESCRIPTORES: ENFOQUE DE GÉNERO EN LA ......2019/09/11 · El enfoque de género en la...
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S E C C I Ó N D E A P E L A C I Ó N
DESCRIPTORES: ENFOQUE DE GÉNERO EN LA JURISDICCIÓN ESPECIAL PARA LA
PAZ. -Su aplicación debe tener lugar en cualquier decisión judicial de la JEP-. VIOLENCIA CONTRA
LA MUJER. -Es imperativo que quienes administran justicia apliquen el enfoque de género-.
ENFOQUE DE GÉNERO. -Exigencias en trámite de Apelación, aún sin avocar conocimiento-.
REVICTIMIZACIÓN- Su prohibición en la Jurisdicción Especial para la Paz-. UTILIZACIÓN DE
ESTEREOTIPOS QUE PRETENDEN JUSTIFICAR LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER. -
Exigencias del Derecho Internacional de los Derechos Humanos-.
ACLARACIÓN DE VOTO
DE LA MAGISTRADA SANDRA GAMBOA RUBIANO
SENTENCIA TP-SA-AM 110 de 2019
Bogotá D.C., 20 de mayo de 2020
Radicado expediente: 2018340160500635E
Interesado: José Rodolfo TORRES HURTADO
Con el respeto acostumbrado por las decisiones mayoritarias de la Sección de
Apelación (SA), dejo consignados los argumentos por los cuales me aparto
parcialmente de la decisión adoptada mediante la Sentencia TP-SA AM 502 de 11 de
septiembre de 2019.
Planteamiento
1. En la Sentencia respecto de la cual aclaro el voto, la Sección decidió confirmar la
Resolución SAI-AOI-SUBA-016 de 12 de mayo de 2019, proferida por la Sala de
Amnistía o Indulto (SAI). En dicha resolución la Sala de Justicia negó el beneficio de
amnistía de iure al señor José Rodolfo TORRES HURTADO. Aunque comparto la
conclusión arribada, hay un asunto de vital importancia que me obliga a
pronunciarme en este aspecto pues en mi consideración se está desconociendo uno de
los enfoques centrales en la Justicia Transicional por parte de la Sección.
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Aclaración de voto magistrada Sandra
Gamboa Rubiano
Radicado expediente: 2018340160500635E
2. En esta oportunidad me refiero a la obligatoriedad del enfoque de género como
eje transversal y sus implicaciones en el tratamiento jurídico que se debe dar a nuestras
providencias. De ahí que metodológicamente esta aclaración aborde: (i) el enfoque de
género en la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), las exigencias constitucionales y
del Derecho Internacional de los Derechos Humanos (DIDH) al respecto; (ii) la
prohibición de revictimización en esta la Jurisdicción Especial; y finalmente me
pronunciaré sobre (iii) las exigencias del enfoque de género dentro del caso concreto.
El enfoque de género en la Jurisdicción Especial para la Paz y las exigencias
constitucionales y del DIDH
3. El parágrafo 1 del artículo transitorio 1 del AL 1 de 2017, impone que el Sistema
Integral de Verdad, Justicia, Reparación y Garantía de No Repetición (SIVJRNR) tenga
un enfoque territorial, diferencial y de género “que corresponde a las características
particulares de la victimización en cada territorio y cada población y en especial a la protección
y atención prioritaria de las mujeres y de los niños y niñas víctimas del conflicto armado”.
Pero a renglón seguido precisa que dichos enfoques se deberán aplicar a todas las
fases y procedimientos del Sistema, y en lo que corresponde al enfoque de género,
centrando su atención en las mujeres que no solo han participado, sino que también
han padecido los rigores del conflicto1.
4. Esta norma responde al reconocimiento que, desde el Derecho Internacional y el
Derecho Constitucional, se ha hecho sobre la importancia del enfoque de género en
cuestiones como las decisiones judiciales. Dicha exigencia emerge de la aceptación de
que la violencia contra la mujer constituye una realidad social e histórica, luego
entonces, que ha sido construida2.
5. En efecto, la jurisprudencia constitucional ha señalado, en síntesis, lo siguiente
sobre la materia: (a) Las mujeres han sido víctimas de una violencia estructural3,
incluyendo experiencias de revictimización por parte de los operadores jurídicos que
1 Ver, entre muchas otras, Corte Constitucional, Auto 092 de 2008, MP Manuel José Cepeda Espinosa;
Sentencia T-025 de 2004, MP Manuel José Cepeda Espinosa. 2 Señala la Convención de Belém Do Pará en su preámbulo: “la violencia contra la mujer es una ofensa a la
dignidad humana y una manifestación de las relaciones de poder históricamente desiguales entre mujeres y hombres”. Organización de Estados Americanos, Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer “Convención de Belém Do Pará. Ver así mismo, Corte Constitucional, Sentencia T-878 de 2014, MP. Jorge Iván Palacio Palacio; Sentencia C-082 de 1999, MP Carlos Gaviria Díaz. 3 Corte Constitucional, Sentencia T-027 de 2017, MP Aquiles Arrieta Gómez; Sentencia T-590 de 2017, MP
Alberto Rojas Ríos.
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“llegan a confirmar patrones de desigualdad, discriminación y violencia”4. Dentro de dichas
prácticas de discriminación se encuentran tanto la naturalización de la violencia a
través de la inaplicación de enfoques de género, así como de “la reproducción de
estereotipos”5. (b) las mujeres también son víctimas de violencia intrafamiliar, así como
de violencia sexual, y constituyen sujetos de especial protección constitucional6. (c) Por
lo anterior, se precisa adoptar acciones afirmativas y medidas de protección
especiales, como clara afirmación del derecho a la igualdad7. Dentro de estas medidas
constituye un deber constitucional de las y los operadores jurídicos, interpretar y
aplicar el derecho a los casos concretos, con enfoque diferencial de género desde el
estándar internacional8. (d) El tribunal constitucional ha establecido que incluso
resulta procedente la acción de tutela para analizar el lenguaje utilizado en las
decisiones judiciales, buscando la modificación o la exclusión de determinadas
expresiones de las providencias, debido a que esa pretensión no encuadra en ninguna
las causales del recurso de casación9. (e) Los instrumentos internacionales ratificados
por Colombia constituyen fuente formal internacional de protección a la mujer contra
la violencia y deben ser aplicados en la administración de justicia10. (f) Existe todo un
conjunto normativo internacional, como la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing,
que reitera el compromiso nacional e internacional de erradicar toda forma de
4 Corte Constitucional, Sentencia T-590 de 2017, MP Alberto Rojas Ríos.
5 Corte Constitucional, Sentencia T-012 de 2016, MP Luis Ernesto Vargas Silva. Dicha cuestión ha sido
reiterada, entre otros, en la Sentencia T-590 de 2017, MP Alberto Rojas Ríos. 6 Corte Constitucional, Sentencia T-027 de 2017, MP Aquiles Arrieta Gómez. En relación con las mujeres
víctimas de violencia sexual, la Corte Constitucional ha señalado que son titulares, entre otros, del derecho a “ser
tratadas con respeto y consideración en espacios de confianza para evitar una segunda victimización”. Corte
Constitucional, Sentencia T-126 de 2018, MP Cristina Pardo Schlesinger, pars. 4.5.5, 4.5.8 a 4.5.11. Asimismo, se
ha anotado que evitar la revictimización de la mujer, constituye un deber que hace parte del mínimo de condiciones
para asegurar el acceso a una justicia con perspectiva de género. Corte Constitucional, Sentencia T-735 de 2017,
MP Antonio José Lizarazo Ocampo, considerando 4.4. La jurisprudencia interamericana ha señalado la necesidad
de que las instituciones aseguren reacciones estatales efectivas y no revictimizantes. Corte IDH. Caso López Soto y
otros vs. Venezuela. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 26 de diciembre de 2018. Serie C No. 362, párr.
224. Ver, asimismo: Caso J. Vs. Perú. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 27 de
noviembre de 2013. Serie C No. 275; Caso Fernández Ortega vs. México. Excepción Preliminar, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 30 de agosto de 2010, Serie C No 215, párrs. 196 y 205; Caso VRP, VPC y
otros vs. Nicaragua, párr. 171. 7 Corte Constitucional, Sentencia T-878 de 2014, MP Jorge Iván Palacio Palacio.
8 Corte Constitucional, Sentencia T-590 de 2017, MP Alberto Rojas Ríos; Sentencia T-012 de 2016, MP Luis
Ernesto Vargas Silva. En la sentencia T-338 de 2018, la Corte Constitucional solicitó a la Sala Administrativa del Consejo Superior de la Judicatura, “difundir por el medio más expedito posible esta sentencia, a todos los despachos judiciales de la Nación, para que, apliquen un enfoque diferencial de género al momento de decidir cualquier asunto a su cargo, y de esa manera, el Estado colombiano pueda avanzar en el cumplimiento de sus obligaciones internacionales de prevención, investigación y sanción de la violencia contra la mujer”. 9 Corte Constitucional, Sentencia T-126 de 2018, MP Cristina Pardo Schlesinger; Sentencia T-590 de 2017.
10 Corte Constitucional, Sentencia T-241 de 2016, MP Jorge Ignacio Pretelt Chaljub.
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violencia y discriminación contra la mujer; y desde luego, el enfoque de género como
obligación de la administración de justicia11.
6. En este sentido, la jurisprudencia constitucional ha advertido que la utilización
de estereotipos de género para adoptar decisiones judiciales constituye una
vulneración de los derechos de las mujeres dentro de los procesos judiciales12,
siendo deber de quienes administran justicia, erradicar cualquier tipo de
discriminación contra la mujer13.
7. Ahora, para suprimir la utilización de estereotipos de género en las decisiones
judiciales, el tribunal constitucional exige medidas como las siguientes: (a) analizar el
acervo fáctico, jurídico y probatorio con fundamento en interpretaciones sistemáticas
de la realidad, reconociendo la histórica discriminación contra las mujeres y la
consecuente necesidad de un trato diferencial14; (b) no adoptar decisiones con sustento
en dichos estereotipos15; (c) evitar la revictimización al cumplir con la función judicial
como parte de la garantía de no repetición16; y (d) “considerar el rol transformador o
perpetuador de las decisiones judiciales”17.
8. Como uno de los referentes internacionales de esta protección, e incorporada en
el bloque de constitucionalidad, se encuentra la Convención Americana para prevenir,
sancionar y erradicar la violencia contra la mujer “Convención de Belém do Para”18. Dicho
instrumento establece que los estados parte (entre ellos nuestro país), reconocen que
esa violencia que históricamente se ha ejercido sobre la mujer, constituye una violación
de los derechos humanos y las libertades fundamentales, que además limitan de
manera total o parcial a la mujer el reconocimiento, goce y ejercicio de tales derechos
y libertades. De esta forma, la Convención resalta que la violencia contra la mujer19 no
11 Corte Constitucional, Sentencia T-590 de 2017, MP Alberto Rojas Ríos.
12 Corte Constitucional, Sentencia T-878 de 2014, MP Jorge Iván Palacio Palacio.
13 Corte Constitucional, Sentencia T-012 de 2016. Ver, asimismo, las siguientes decisiones: T-027 de 2017;
T-145 de 2017, MP María Victoria Calle Correa y T-184 de 2017, MP María Victoria Calle Correa. 14 Corte Constitucional, Sentencias T-590 de 2017; T-012 de 2016;
15 Corte Constitucional, Sentencias T-590 de 2017; T-012 de 2016;
16 Corte Constitucional, Sentencia C-541 de 2017, MP Iván Humberto Escrucería Mayolo; Sentencia T-590 de
2017; SU-648 de 2017, MP Cristina Pardo Schlesinger, Considerando 5.3.3; Sentencia T-241 de 2016, MP Jorge Ignacio Pretelt Chaljub; y Sentencia T-012 de 2016. 17 Corte Constitucional, Sentencia T-590 de 2017; Sentencia T-012 de 2016;
18 Aprobada por la Ley 248 del 29 de diciembre de 1995, declarada exequible mediante la sentencia C-408 de
1996. 19 Definida como cualquier acción o conducta, basada en su género, que tenga la potencialidad no solo
de causar su muerte sino también un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico a la mujer, de manera pública como privada.
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solo ofende a la dignidad humana, sino que además es una manifestación de esas
relaciones de poder entre hombres y mujeres, que históricamente han sido desiguales.
9. Dentro de los deberes que este instrumento impone a los Estados Partes a
quienes, en su artículo 7 se encuentra la condena de todas las formas de violencia en
contra de la mujer, mientras que en su artículo 8 les conmina a “b. modificar los patrones
socioculturales de conducta de hombres y mujeres, incluyendo el diseño de programas de
educación formales y no formales apropiados a todo nivel del proceso educativo, para
contrarrestar prejuicios y costumbres y todo otro tipo de prácticas que se basen en la premisa
de la inferioridad o superioridad de cualquiera de los géneros o en los papeles estereotipados
para el hombre y la mujer que legitimizan o exacerban la violencia contra la mujer”.
10. Dadas esas premisas, resulta lógico que ellas se evidencien en escenarios como
las decisiones que emanan de los órganos de la justicia penal ordinaria y la especial.
La exigencia de no invisibilizar las potenciales cuestiones de violencia contra la
mujer como mecanismo contra la revictimización
11. Se reitera lo señalado en otras aclaraciones de voto, que la jurisprudencia
interamericana ha señalado la necesidad de que las instituciones aseguren reacciones
estatales efectivas y no revictimizantes20. Así, coincide con la jurisprudencia
constitucional en advertir la existencia de un deber del Estado de prevenir y de no
incurrir en la revictimización21, exigencia que se inscribe dentro de la garantía de las
víctimas a la no repetición22, así como en el marco del cumplimiento del deber de
diligencia debida por los Estados23. Se trata asimismo de “un deber ético de quienes
integran el sistema de justicia, minimizar [el] sufrimiento al momento de cumplir con las
20 Corte IDH. Caso López Soto y otros vs. Venezuela. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 26 de
diciembre de 2018. Serie C No. 362, párr. 224. Ver, asimismo: Caso J. Vs. Perú. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 27 de noviembre de 2013. Serie C No. 275; Caso Fernández Ortega vs. México. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 30 de agosto de 2010, Serie C No 215, párs. 196 y 205; Caso VRP, VPC y otros vs. Nicaragua, párr. 171. 21 De conformidad con las Reglas de Brasilia, la victimización primaria se refiere a los efectos negativos del hecho
punible y la victimización secundaria se refiere a los daños sufridos por la víctima como consecuencia de su contacto
con el sistema de justicia. XIV Cumbre Judicial Iberoamericana (2008) Reglas de Brasilia sobre el acceso a la
justicia de personas en condición de vulnerabilidad. 22 En efecto, bajo la jurisprudencia constitucional “[u]na vez se ha cometido un delito en contra de una persona,
una de las primeras obligaciones que tiene el Estado es la de garantizar la no repetición del hecho y evitar que se
genere su revictimización a través de medidas concretas y oportunas”. Corte Constitucional, Sentencia T-772 de
2015. MP Jorge Pretelt Chaljub. 23 La Corte IDH, ha señalado, por ejemplo, con fundamento en la Convención de Belém do Pará, que existe un
deber de diligencia debida reforzada en relación con las víctimas de violencia sexual dentro de los procesos penales.
Corte IDH. Caso VRP, VPC y otros vs. Nicaragua. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 8 de marzo de 2018. Serie C No. 350, párrs. 141, 155 a.
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diligencias judiciales”24. Bajo esta obligación, se extienden exigencias en relación con las
víctimas en general25, y respecto de las víctimas en el contexto del conflicto armado,
en particular.
12. El deber del Estado de prevenir y de no incurrir en la revictimización, se trata de
una exigencia reforzada respecto de situaciones especiales como las de niñas, niños y
adolescentes26 y las mujeres27. La doctrina internacional con fundamento en el DIDH
y en particular, las Reglas de Brasilia, sintetiza múltiples factores de vulnerabilidad
que resultan de relevancia y de utilidad para establecer el reconocimiento de
obligaciones reforzadas de no revictimización. Entre ellos se encuentra la consideración de
víctimas que pertenecen a pueblos étnicos28, de mujeres, así como de víctimas y sus
familiares de graves violaciones de los derechos humanos29.
13. En el contexto de la JEP, la exigencia de no revictimizar debe acatar el principio
de centralidad de las víctimas. Las providencias de la JEP deben observar el máximo
respeto posible por las víctimas, su dignidad, memoria y derechos.
Las exigencias del enfoque de género en el caso concreto
24 Corte Constitucional, Sentencia T-126 de 2018, MP Cristina Pardo Schlesinger, considerando 4.5.9.
25 Se entiende el concepto víctima bajo una noción amplia, propia del DIDH, que llega incluso a quienes hayan
intentado prevenir la victimización. Naciones Unidas, Asamblea General, Declaración sobre los Principios
Fundamentales de Justicia para las Víctimas del Delito y del Abuso de Poder, Resolución 40/34 (1985), segundo
párrafo del literal A. Entre otros, la jurisprudencia interamericana ha reconocido una noción amplia de la noción de
víctima. Ello ha tenido una importante repercusión, por ejemplo, en casos de Desaparición forzada de personas.
Ver, entre otras; Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH), Caso Bámaca Velásquez vs. Guatemala.
Sentencia de 25 de noviembre de 2000. Serie C No. 70; Caso Blake vs. Guatemala. Fondo. Sentencia de 24 de enero
de 1998. Serie C No. 36. Caso Blake vs. Guatemala. Reparaciones y Costas. Sentencia de 22 de enero de 1999.
Serie C No. 48. 26 En estos casos el acompañamiento debe tener lugar de forma ininterrumpida desde que el Estado tenga
conocimiento acerca de la violación de los derechos “hasta que los servicios dejen de ser necesarios”. Corte IDH.
Caso VRP, VPC y otros vs. Nicaragua, párrs. 164, 165 y 170. 27 En relación con las mujeres víctimas de violencia sexual, la Corte Constitucional ha señalado que son titulares,
entre otros, del derecho a “ser tratadas con respeto y consideración en espacios de confianza para evitar una
segunda victimización”. Corte Constitucional, Sentencia T-126 de 2018, MP Cristina Pardo Schlesinger, pars. 4.5.5,
4.5.8 a 4.5.11. Asimismo, se ha anotado que evitar la revictimización de la mujer, constituye un deber que hace
parte del mínimo de condiciones para asegurar el acceso a una justicia con perspectiva de género. Corte
Constitucional, Sentencia T-735 de 2017, MP Antonio José Lizarazo Ocampo, considerando 4.4. La jurisprudencia
interamericana ha señalado la necesidad de que las instituciones aseguren reacciones estatales efectivas y no
revictimizantes. Corte IDH. Caso López Soto y otros vs. Venezuela. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 26
de diciembre de 2018. Serie C No. 362, párr. 224. Ver, asimismo: Caso J. Vs. Perú. Excepción Preliminar, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 27 de noviembre de 2013. Serie C No. 275; Caso Fernández Ortega vs. México.
Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 30 de agosto de 2010, Serie C No 215, párrs.
196 y 205; Caso VRP, VPC y otros vs. Nicaragua, párr. 171. 28 Corte IDH, Caso Coc Max y otros (Masacre de Xamán) vs. Guatemala. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia
de 22 de agosto de 2018, Serie C Nº 356, párr. 35. 29 Andreu-Guzmán, Federico y Courtis, Christian, (2008) Comentarios sobre las 100 Reglas de Brasilia sobre
acceso a la justicia de las personas en condición de vulnerabilidad. En: Ministerio Público de la Defensa, Reglas
de Brasilia sobre Acceso a la Justicia de las Personas en Condición de Vulnerabilidad, Buenos Aires, Defensoría
General de la Nación (pp. 21-29).
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14. Ingresando en el caso concreto, y más explícitamente en los hechos que dieron
lugar a la condena del señor José Rodolfo TORRES HURTADO en la Jurisdicción Penal
Ordinaria “como coautor penalmente responsable por el delito de lesiones dolosas agravadas
con circunstancias de mayor punibilidad por razón de su intervención en un ataque con
sustancia química en contra de una mujer que contaba con características morfológicas
similares a las de su expareja sentimental, persona a la que inicialmente iba dirigida la agresión
que estuvo motivada por conflictos de carácter personal. 30
15. A mi juicio, no era posible que la judicatura omitiera aludir a la necesidad de que
la SAI revisara manifestaciones como las efectuadas por el Juez penal Ordinario donde
señaló que los hechos tuvieron lugar por motivos “de conflictos de carácter personal”
“estrictamente personales”. De igual manera, en un segundo aparte se dice
“Adicionalmente, presentó [el defensor] algunas manifestaciones en relación con los hechos
por los cuales el interesado fue condenado penalmente, en el sentido de señalar que tales hechos,
por constituir un grave ataque de género, sino además por la ausencia del factor personal que
habilitar cualquier prerrogativa al interior del SIVJRNR”31
16. Además de ello, el tema se llevó a la mínima expresión dentro de la providencia,
hecho al cual le hice un llamado a la Sección mayoritaria, por ser de la mayor
importancia, sin embargo, a criterio de la mayoría, no es asunto, que deba tratarse o
incluir con más amplitud.
17. Debe tenerse en cuenta que estas manifestaciones fueron realizadas lustros
después de que el Estado Colombiano hubiera adoptado la Convención de Belém do
Pará y contraído obligaciones de no sólo de condenar todas formas de violencia contra
la mujer, sino también de fomentar la educación y la capacitación del personal en la
administración de justicia, para la erradicación de este tipo de violencia de género.
18. Es pertinente recordar que la calificación y pretensión de justificación de los
hechos constitutivos de violencias contra la mujer, bajo la afirmación de móviles
“personales” y de vinculación con lo “pasional”, constituyen frecuentes mecanismos de
revictimización y de repetición de dichas conductas. En este sentido, ha resaltado la
Corte Interamericana de Derechos Humanos respecto de este tipo de etiquetamientos
en hechos como el que fue motivo de conocimiento a raíz del recurso de apelación:
30 Tribunal para la Paz, Sección de Apelación, Sentencia TP SA AM 110 de 2019, párr. síntesis del caso. 31 Ibidem pie de página 6.
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19. Desde esa arista y en el entendido de que los funcionarios judiciales ya debían
conocer el lenguaje que se debe manejar en temas de enfoque de género, no por el
simple prurito de hacerlo, sino porque con ello se propicia mejores condiciones para
el ejercicio de los derechos, insistí que en la decisión mayoritaria se incluyera la alusión
a este tema, como una labor propedéutica de las decisiones judiciales, ya que es la
administración de justicia bien sea ordinaria o especial, la primera obligada a cumplir
estos compromisos y divulgar su desarrollo en temas como el de violencia de género
en contra de la mujer. En relación con ello ha encontrado la Comisión Nacional de
Género de la Rama Judicial:
A manera de conclusión, es posible afirmar que el tema de género y lenguaje no es un
tema menor, porque si bien la igualdad de género no se limita al uso del lenguaje, sí
requiere de éste, entre otras cosas, para relacionar al sujeto con el mundo, representarlo,
constituir la identidad individual y colectiva y hacer un análisis de la realidad que
reconozca las especificidades de hombres y mujeres, con propuestas incluyentes e
igualitarias. El lenguaje cambia a medida que cambia la realidad; adicionalmente el
lenguaje tiene un efecto transformador que resulta de alto nivel estratégico.
Es precisamente por lo anterior que el UNFPA considera de capital importancia el papel
del poder judicial en la formación de significados, en esta oportunidad, desde el uso de
un lenguaje consistente con su razón de ser en la administración de justicia, que
reconozca sujetos diversos, garantice el principio de igualdad y el restablecimiento de
los derechos cuando han sido vulnerados, sin importar el sexo, la edad, la etnia, la
condición económica o social, el rol ocupado en la familia o en la comunidad, o su
ubicación en el territorio32.
20. Debe recordarse que la existencia de las violencias contra la mujer como
violaciones de los derechos humanos, subraya no sólo la exigencia de debida
diligencia, sino que implica el deber elemental en cabeza de quienes administran
justicia, no de incurrir, sino de superar dichos estereotipos y prejuicios, que no solo
32“A manera de conclusión, es posible afirmar que el tema de género y lenguaje no es un tema menor, porque si
bien la igualdad de género no se limita al uso del lenguaje, sí requiere de éste, entre otras cosas, para relacionar al
sujeto con el mundo, representarlo, constituir la identidad individual y colectiva y hacer un análisis de la realidad
que reconozca las especificidades de hombres y mujeres, con propuestas incluyentes e igualitarias. El lenguaje
cambia a medida que cambia la realidad; adicionalmente el lenguaje tiene un efecto transformador que resulta de
alto nivel estratégico. //
Es precisamente por lo anterior que el UNFPA considera de capital importancia el papel del poder judicial en la
formación de significados, en esta oportunidad, desde el uso de un lenguaje consistente con su razón de ser en la
administración de justicia, que reconozca sujetos diversos, garantice el principio de igualdad y el restablecimiento
de los derechos cuando han sido vulnerados, sin importar el sexo, la edad, la etnia, la condición económica o social,
el rol ocupado en la familia o en la comunidad, o su ubicación en el territorio.” Comisión Nacional de Género de la
Rama Judicial: El Lenguaje: un elemento estratégico en la construcción de la igualdad; pág. 8.
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siguen teniendo lugar en relación con una supuesta posición en la sociedad, sino que
traspasan hacia la caracterización de su propia muerte:
La violencia contra la mujer se fundamenta en prejuicios y estereotipos de género.
Éstos, a su vez, se desprenden del lugar histórico que la mujer ha cumplido en la
sociedad, generalmente ligado a su función reproductiva y a labores domésticas
como la limpieza y la crianza. Este condicionamiento de la mujer a ciertos espacios
no sólo ha sido social, sino también legal. Así, tradicionalmente el rol que le
correspondía a la mujer la excluía de la participación en espacios públicos, del
estudio y el trabajo y darle la posibilidad de ejercer derechos políticos, lo cual la ha
situado en una posición de inferioridad frente al hombre, reforzado por la
dependencia socioeconómica. Si bien se han dado cambios estructurales que han
permitido un mayor acceso a estos espacios, esta dinámica no ha desaparecido, y en
algunos casos marca las relaciones familiares con el fin de que la mujer cumpla un
rol servicial frente al hombre. Esta asimetría en las relaciones genera presunciones
sobre la mujer, como que es propiedad del hombre, lo cual puede desencadenar
prohibiciones de conducta y violencia física y psicológica, con un mayor impacto en
las mujeres en una condición socioeconómica precaria. Por lo tanto, la violencia de
género responde a una situación estructural, en la medida en que busca perpetuar
un orden social previamente establecido a partir de relaciones disímiles. 33
21. La Corte Constitucional ha reiterado que la protección especial de la mujer que
se observa de manera explícita en la Constitución Política de 1991 ha tenido lugar en
razón a la “discriminación histórica que ésta ha sufrido en las diferentes esferas sociales”. En
dicho contexto, la discriminación contra la mujer se encuentra constitucional e
internacionalmente proscrita y así debió ser expresado en la decisión adoptada a
través del llamado de atención respectivo para indagar sobre esta cuestión.
Por las razones expuestas, aclaro mi voto parcialmente sobre la parte considerativa
de la sentencia.
Con toda consideración,
[Documento suscrito con firma escaneada]
SANDRA GAMBOA RUBIANO
Magistrada
33 Corte Constitucional, Sentencia C-297 de 2016, MP Gloria Stella Ortíz Delgado.