MEDIÁT CAfiebre

Desde que apareció, los medios de comunicación

se obsesionaron con la gripe AH1N1, cuyos

efectos han sido mínimos, en comparación con

históricas enfermedades que afectan la salud de

millones de peruanos.¿Por qué la gripe AH1N1

cobra tanta atención, y la larga lista de niños muertos por el frío no es más que una simple

estadística?

¿Cuántos muertos vale una noticia?

POR: Cristóbal Samardzich y Manuel Venero

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El Apocalipsis llegó al mun-do el 24 de abril. Ese día, la Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó

sobre la nueva influenza AH1N1. Los medios de comunicación comenzaron así un despliegue sin precedentes que hasta ahora no termina y que generó un pánico mundial como si se tratara del fin del mundo. En el Perú no po-día ser de otro modo, y la cobertura fue tremenda y sensacionalista. Co-

legios privados suspendiendo clases, combis vaciándose al menor estornu-do de uno de sus pasajeros…incluso el mismísimo presidente pidiéndonos que no seamos tan cariñosos en nues-tros saludos. Un clima de paranoia propagándose más rápidamente que la propia gripe.

Ecos PasivosA esta (sobre) abundancia de infor-mación se sumó su pésima calidad.

En todos los medios, las noticias pu-blicadas siempre eran o repeticiones de comunicados de prensa enviados por el Ministerio de Salud, entrevistas elementales a posibles infectados e in-formación hipotética de nuevos focos de contagio. Peor aún, la mayoría con titulares similares. En palabras de Ro-lando Pérez, miembro del Instituto de Estudios de la Comunicación, los me-dios “se convirtieron en ecos pasivos de las fuentes oficiales”.

Fotomontaje: Cristóbal Samardzich

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CoNTrovErSIA

Al respecto, Rosa María Alfaro, pre-sidenta de la Asociación de Comuni-cadores Sociales CALANDRIA, ex-plica que al conocerse la expansión inicial de la gripe “los periodistas tenían muy poca información como para cuestionar a las autoridades de salud acerca del peligro real, así como sobre la efectividad las medi-das tomadas”. Por esa razón los me-dios, con las excepciones de siempre, fueron muy poco críticos en situa-ciones como el inútil control sanita-rio en los aeropuertos y, más bien, sembraron miedo mediante titulares apocalípticos e informaciones que alimentaban el morbo y amplifica-ban el miedo, como el reclamo de desatención de la colegiala infectada, y la abrumadora compra de masca-rillas en las farmacias. Ni hablar de la responsabilidad que se dio a los cerdos en la propagación de la epide-mia, una farsa que generó una severa caída en el precio de esta carne.

Obviamente, pocos ayudaron a mantener la calma y a informar ade-cuadamente sobre lo que realmente necesitábamos saber de la gripe: las causas, consecuencias, el riesgo real y las medidas de prevención a tomar. Tampoco se informó claramente sobre las mascarillas (¿realmente servían?) y, más grave aun, sobre la eficacia de los antigripales, especial-mente en una sociedad tan acostum-brada a la automedicación como la nuestra. “Con el tratamiento que se dio a la gripe –dice Alfaro-, en vez

de informar sobre cómo protegerse, los medios crearon un ambiente de pánico casi generalizado; y en lugar del análisis informativo, se colocó la opinión sentida, como siempre”.

¿Y los otros problemas?Pero, ¿qué tan peligrosa para los pe-ruanos era entonces la gripe AH1N1? Muy poca. En los Estados Unidos y México, por ejemplo, al poco tiempo de su aparición disminuyó su nivel de amenaza. El Dr. Elmer Huerta, oncólogo reputado y Presidente de la Sociedad Americana de Cáncer, in-tentó ayudar a tomar perspectiva del verdadero “riesgo” al que estábamos expuestos, pero casi nadie lo tomó en serio. “Esta famosa gripe AH1N1 no es más que una gripe común y co-rriente. Tiene un índice de mortali-dad de 0.4%”, es decir, de cada 1000 personas infectadas, solo 4 fallecen. “Hay más probabilidades de morir atropellado por una combi que de enfermarse y mucho menos morir por la gripe AH1N1”, detalló en cla-ro intento de que pisemos tierra.

Por esos mismos días, el periodista Ricardo Uceda reveló que existen “35,000 tuberculosos a nivel nacio-nal, y una incidencia de más de 100 enfermos por cada 100,00 habitan-tes”, ubicándonos como “el país con mayor incidencia después de Haití”. Anualmente se reportan 900 muertes

por esta enfermedad, lo cual da 2.5 muertos por día. Comparando, des-de que la OMS dio la alerta sobre la gripe AH1N1 hasta el cierre de esta edición, ya han muerto más de 200 personas por tuberculosis en nuestro país. Y ninguna por la famosa gri-pe. De igual manera, la desnutrición crónica infantil (niños menores de 5 años) llega al 27% en el Perú, cifra que no ha cambiado en una década.

Ni hablar del frío que afecta especial-mente a las zonas alto andinas, don-de ya han muerto más de 200 niños menores de cinco años producto de infecciones respiratorios (IRAS). Y recién comienza el invierno.¿Cuánta relevancia le daban los medios a ese drama real? Mínima, según un aná-lisis que el Dr. Huerta realizó en base a América TV. En Punto Seguido realizamos un monitoreo de los prin-cipales medios televisivos e impresos durante dos semanas, y llegamos a la misma conclusión (ver Tabla 1 ).

De igual manera, Marco Sifuentes, conocido periodista y autor del blog Útero de Marita (www.utero.pe), aplicó el indicador de “noticias por muerto” (news death ratio), difundi-do por el experto Hans Rosling. Este asume que, a mayor el número de muertos, más importante es el asunto y por ende la noticia debería recibir mayor corbetura.

Pura repetición. Los medios solo reproducían declaraciones de fuentes oficiales como el ministro de Salud, Óscar Ugarte. Pocos cuestionaron las medidas tomadas por el gobierno.

Diferencia abrumadora. La gripe AH1N1 recibió siete veces más cobertura que el friaje.(Monitoreo: 27/05/09 - 10/06/09)

Tabla 1. Número de noticias periodísticas por tema

Medios

Impresos

Internet

Televisivos

ToTAL No. NoTICIAS

Friaje

26

23

14

63

Gripe AH1N1

91

341

20

452

Foto

: Cri

stób

al S

amar

dzic

h

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Los resultados son indignantes, pues de acuerdo a este indicador, tan solo existen 0.52 noticias por cada niño muerto por el frío. ¡Y murieron 119! En cambio, la gripe AH1N1 ni siquie-ra puede calcularse, dado que, duran-te el monitoreo, no hubieron muertos y, por ello, según la lógica, no debería haber noticia alguna. Pero veamos qué pasa si cambiamos el denomina-dor a infectados...

Obtenemos un promedio de 11.3 noticias por contagiado de gripe; en cambio, aunque hubieron mas de un millón de niños con IRAS debido al frío, tenemos un triste promedio de 0.000056 noticias por cada niño in-fectado. Un contraste que revela indi-ferencia. Y eso que nuestro monitoreo se dio en el poco tiempo en que el frío estuvo en la agenda mediática; de no ser así, la diferencia hubiera sido mu-

LA LÓGICA TELEVISIVA

Para Hugo Coya, dos aspectos de-finen la relevancia de una noticia: “El interés público, la necesidad de informar sobre un hecho que puede afectar a la mayoría de la población; y el interés del público, lo que quieren ver, la calata del día, el ampay de Magaly, etc. En el caso de la gripe AH1N1, ambos componentes existían inicialmen-te. Después, el primero se fue per-diendo, para quedar solo el inte-rés del público, la cuestión media morbosa. Eso también hay que cubrir, porque da ráting. El ráting está muy satanizado hoy, pero es la mejor muestra de que hay inte-rés por un tema. Al final, el canal es una empresa que quiere ganar, y hay que dar a los televidentes lo que les interesa”.

En esta forma de ver el periodis-mo, la lógica de la televisión debe ser así, e inevitablemente el show y el morbo siempre serán protago-nistas. Rosa María Alfaro explica: “para el canal, su público es su consumidor. Debe satisfacerlo y mantener el tema para no perder a su público, porque a más públi-co, más publicidad y más dinero.”

Sin embargo, Coya sí reconoce la superficialidad de varias notas pe-riodísticas de su noticiero, pues se quedan en la descripción (sensa-cionalista) del hecho, y no profun-dizan, no explican el por qué del acontecimiento. Cuando el tema del frío apareció con fuerza en los medios tradicionales, las cró-nicas escandalosas “en vivo desde Puno” afloraron: En “Enemigos Íntimos”, la música fúnebre de “Requiem for a Dream” acompa-ñaba las caras tristes de niños. En América TV, el reportero usaba frases de novela de terror como “se le encrudecen los huesos”. ¡Llegó a preguntarle a un niño si tenía frío! El pequeño respondió un tímido “sí”, y el reportero pre-guntó: “¿Y cómo haces?”

¿O solo para ser noticia por un día? ¿Por qué los medios no cubren estos temas y sí la gripe AH1N1?

Agenda malévolaPara Rosa Maria Alfaro, la respues-ta es simple: la agenda de los medios “está dominada por el acontecimien-to, el escándalo del día. La pobreza o el frío pueden ser problemas tan fuertes como la gripe, pero no salen porque son un status quo, una cons-tante, y los acontecimientos del día, excepcionales, fuertes, llaman más la atención. Es por eso que la noticia del frío recién sale cuando los niños se mueren.” Es decir, si no hay muertos, no hay impacto. Si no hay impacto, no es noticia. Una verdad vieja del pe-riodismo, pero no por eso inmune de ser cuestionada. Por eso buscamos a algunos responsables de lo que se pu-blica en la prensa y la televisión.

Marco Méndez, editor de cierre de la sección política de El Comercio, fue honesto y crítico del alarmismo de su diario, del cual esperaba una cobertu-ra mucho más profesional: “El titular que usaron: “No hay rincón del mun-do donde la gripe porcina no pueda llegar”, realmente me sorprendió. Yo esperaba ese titular de “Ojo”, pero no de mi diario”. Y agregó que, según él, el tema de los niños muertos por el frío iba a entrar en agenda recién

cho mayor. Y solo hemos contabiliza-do los niños; en total suman ya más de 1,200 muertos por el frío.

La información que daba cuenta de niños muertos por el frío recién en-tró en la agenda pública gracias a la iniciativa de los blogs (ver recuadro Una agenda paralela). Días antes, los medios peruanos se habían limitado a repetir una noticia de la agencia Reuters (Increíble ¡una cadena inter-nacional puso la tragedia en agenda!). Sin embargo, ninguno profundizó el tema. Simplemente lo publicaron y adiós. ¿133 muertes no era suficiente?

Tabla 2. “Noticias por muerte”

Triste. Los 40 contagiados por la gripe re-ciben 202 mil veces más atención mediática que el millón de infectados por el frío. (Monitoreo: 27/05/09 - 10/06/09)

No. de casos(infectados)

Noticias/caso

IrAS*(niños menores

de 5 años)

1,125,000

0.000056

Gripe AH1N1(cualquier peruano)

40

11.3

Foto

: Cri

stób

al S

amar

dzic

h

En vez de informar sobre cómo protegerse, los medios

crearon un ambiente de pánicoal estar más cerca al invierno, por ser ese “un tema estacional”. Más de 100 niños ya habían muerto antes de que El Comercio publicara noticias sobe el frío. ¿Realmente había que esperar a que comience el invierno?

Por su lado Hugo Coya, productor ge-neral del área de prensa de América TV, sí defendió la cobertura de su ca-nal. “América Noticias fue el primero en dar la información sobre los niños muertos por el frío, semanas antes que cualquier comunicado oficial y a pesar que el propio ministro de salud mini-mizó totalmente los hechos”, aclaró.

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CoNTrovErSIA

“Siendo así –le preguntamos-, ¿por qué le dieron tanta relevancia a la gripe AH1N1 que no mataba a na-die en el Perú?”. “Por tres razones –respondió-. Primero. la novedad. Segundo, la intriga, pues frente a la gripe AH1N1, no sabíamos qué iba a pasar, no había vacuna. Tercero, el peligro, lo más importante en este caso. El virus podía llegar a todo el Perú, mientras que el friaje solo afecta a ciertas zonas del país. Si no mereciera tanta atención, ¿porqué la teleconferencia mundial que convo-ca la OMS para anunciar una pan-demia y se vuelve la primera plana en todos los diarios del mundo?”.

En ese sentido, para Coya las decla-raciones del Dr. Huerta minimizaron un peligro latente. Lo respaldó el Dr. Ben Goldacre, experto mundial, al declarar que “en las enfermedades epidemiológicas los márgenes de error son muy amplios y es extrema-damente difícil realizar pronósticos claros. La gripe aviar y otros eran riesgos, riesgos que nunca se mate-rializaron, pero aún así eran riesgos.”

Rosa María Alfaro también cree que, por su importancia, merecía bastante cobertura, pero reiteró sus cuestionamientos a la forma en que esta se realizó. Y es que muchos me-dios aprovecharon la ocasión para, mediante noticias sensacionalistas, explotar comercialmente esa posibi-lidad de peligro, inflando el verda-dero riesgo y aumentando peligrosa-mente el nivel de desinformación en la población. He ahí el problema.

Apoyo a los niños del sur. Los caricaturistas fueron fundamentales para hacer más explícita la crítica a los medios y al gobierno por el abandono en el que se encuentran quienes mueren de frío.

LA OTRA AGENDA

Mientras los medios tradiciona-les se peleaban por la primicia de la gripe, en Internet el blog “El hígado de Aquiles” inició la campaña “Basta de Indife-rencia, Queremos cobertura”. Aquiles, cuenta que intentaba “llamar la atención, pues quie-nes mueren de frío están total-mente abandonados. Solo por-que son pobres no son portada de ningún diario. A los medios más les importa lo que dicen los Jonas Brothers o Hugo Chávez.”

Esta campaña rebotó en blogs populares como Útero de Mari-ta. Aportes geniales de famosos caricaturistas como Molina, He-duardo y Karry la difundieron aún más. Al poco tiempo, más de 80 blogs apoyaban la causa, y numerosos grupos en Facebook coordinaban donaciones.

Hugo Coya reconoce la presón de los blogs: “fueron decisivos en modificar la agenda. Los direc-tores de todos los canales y dia-rios ven blogs siempre. Al ver las críticas que les hacían, han di-cho ‘mira cómo nos están cues-tionando, hay interés, la gente está preocupada por el tema, pongámoslo.’ ” Así, se demostró que el poder de las comunidades virtuales, compuestas por ciuda-danos, aumenta cada día.

Hacia fines de junio, en solo en diez días se triplicó el número de conta-giados por la gripe AH1N1. Una noticia que, si seguimos la lógica de los medios, sería imprescindible cubrir. Sin embargo, esta vez los medios dejaron de lado al virus y bombardearon a su audiencia con homenajes póstumos al reciente-mente fallecido Michael Jackson y especulaciones sobre el asesino de Alicia Delgado. ¿Qué pasó? ¿Acaso la gripe ya no era tan importante? ¿O las otras noticias vendían más?

Una inconsistencia que demuestra, una vez más, que las razones por las que un tema entra en la agenda pública son, principalmente, comer-ciales. La pregunta clave al decidir el contenido de una noticia es “¿Cuán-to ganaré con este titular o esta ima-gen?” Eso explica también por qué -en otro problema comunicacional que bien valdría una indagación como esta- en el reciente conflicto del gobierno con las comunidades amazónicas, los medios tuvieron que esperar a una masacre, como la pro-ducida en Bagua el 5 de junio, para poner el tema en agenda. Así, bien cabe preguntarse, ¿cuántos deben morir en el Perú para que un proble-ma social se convierta en noticia?

Nota: Al cierre de esta edición, se con-firmaron las dos primeras muertes por la gripe AH1N1 en el Perú. Sin embar-go, las muertes por otras enfermedades siguen siendo muy superiores y reciben una cobertura mínima. Por ello, la críti-ca se mantiene.

Caricaturas: de izquierda a derecha: Andrés Edery, Karry (Julio Carrión), Miguel Det

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