✠ Pida a su párroco, diácono o ministro pastoral que reúna un grupo de su parroquia para visitar una Puerta Santa designada de su diócesis.

✠ Las familias pueden designar una puerta de su casa como “puerta santa”. Coloque una pequeña fuente de agua bendita en la entrada de esta y anime a todo el que entre y salga por ella a hacer la Señal de la Cruz.

✠ Cuando los miembros de la familia necesiten perdón y misericordia, use la entrada a su propia “puerta santa” como una señal de reconciliación y paz. Asegúrese de asistir al Sacramento de la Reconciliación.

✠ Recuerde también que la puerta de toda iglesia católica puede ser una “puerta santa” si así lo decide. En algún momento del año, asista a Misa unos minutos antes y haga de su entrada al santuario parte de su entrada piadosa hacia la presencia de nuestro Señor. O pase por una iglesia durante la semana para sentarse ante la presencia del Señor en oración por un rato.

Acoger la Misericordia de Dios[S]u amor perdura para siempre. Salmo 136

Este año santo es una invitación a experimentar el maravilloso poder de la misericordia de Dios obrando en nuestra propia vida. Haga el viaje y pase por la Puerta Santa este año. Dese a sí mismo los dones que solo Cristo puede dar: los dones de la gracia, la salvación y la paz. Cuando reconocemos la misericordia de Dios, nos damos cuenta de que la misericordia es un don que debe compartirse con las personas de nuestra vida y alrededor del mundo. Vayamos en paz en los días venideros y proclamemos como María Magdalena al dar testimonio de la Resurrección: “He visto al Señor…” (Juan 20, 18).

Tradicionalmente, las cinco condiciones para recibir indulgencias son: experimentar el Sacramento de la Reconciliación, recibir la Sagrada Comunión, rezar por el Papa, rechazar todos los apegos al pecado y pasar por una Puerta Santa (como la de las basílicas patriarcales o alguna otra especialmente designada en su diócesis).

El Año Santo también incluirá otras maneras de experimentar la misericordia sanadora de Dios. El Papa Francisco ha anunciado que enviará “Misioneros de la Misericordia”: sacerdotes que tendrán la autoridad de perdonar pecados como el de profanar la Eucaristía, que normalmente puede ser absuelto solamente por el Papa.

De naturaleza personal¿Qué podemos hacer en nuestras iglesias, hogares y vida diaria para celebrar la Puerta Santa en este Año de la Misericordia?

✠ El Santo Padre ha pedido que se designe una Puerta Santa en cada diócesis del mundo, para que sea posible que todos los católicos puedan hacer un pequeño peregrinaje. La misma gracia asociada a la Puerta Santa de Roma estará asociada a las Puertas Santas locales.

Año del Jubileo extraordinario de la MisericordiaDe diciembre del 2015 a noviembre del 2016

Siguiendo el Año del Jubileo de la Misericordia, el Papa Francisco ha declarado que sean abiertas las Puertas Santas para que los peregrinos pasen

por ellas y sientan la misericordia amorosa de Dios.

Las Puertas Santas

Recursos adicionalesLibrosA Year of Mercy With Pope Francis: Daily Reflections,

editado por Kevin Cotter (Our Sunday Visitor, 2014).

Del Concilio Pontificio para la promoción de la Nueva Evangelización y publicados por Our Sunday Visitor:

Celebrating Mercy Confession: The Sacrament of Mercy The Corporal and Spiritual Works of Mercy Mercy in the Fathers of the Church Mercy in the Teaching of the Popes The Parables of Mercy The Psalms of Mercy The Saints in Mercy               Sitio webMisericordiae Vultus (Bula de Convocación del Jubileo

Extraordinario de la Misericordia), Papa Francisco. w2.vatican.va

De Woodeene Koenig-BrickerCopyright © de Our Sunday Visitor, Inc.

No se permite la reimpresión o reproducción total o parcial de este panfl eto bajo ningún método.

Inventario N.o P1765Níhil Óbstat: Mons. Michael Heintz, Ph.D.

Censor LibrorumImprimátur: ✠ Kevin C. Rhoades

Obispo de Fort Wayne-South Bend

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el amor de Dios que consuela, que perdona y ofrece esperanza”. La Puerta permanecerá abierta hasta el 20 de noviembre del 2016, cuando será cerrada ceremoniosamente y sellada con ladrillos hasta el próximo Año Santo.

Durante el Tercer Domingo de Adviento, también será abierta la Puerta Santa de la Basílica de San Juan de Letrán, la iglesia cede oficial del Papa. En las semanas que le siguen, se abrirán las otras Puertas Santas de Roma. Al mismo tiempo, el Papa Francisco ha pedido que la Puerta de la Misericordia sea abierta en “la Iglesia Madre para todos los fieles, o en la Concatedral o en una iglesia de significado especial...”. Adicionalmente, una puerta similar “podrá ser abierta también en los Santuarios, meta de tantos peregrinos que en estos lugares santos con frecuencia son tocados en el corazón por la gracia y encuentran el camino de la conversión” (MV).

Abrir la puertaEl ritual de abrir la Puerta Santa se remonta al año 1499

cuando el Papa Alejandro abrió la puerta el 24 de diciembre para iniciar el Año Santo 1500. La puerta, que es tapiada con ladrillos al final del Año Santo, es abierta ceremoniosamente por el Papa. Tradicionalmente, el Papa toca la puerta tres veces con un martillo de plata mientras entona: “Abridme las puertas de la justicia”.

Los tres golpes a la puerta son simbólicos. Estos son un recordatorio del golpe de Moisés a la roca para sacarle agua (Números 20, 6-11), del que dio Dios al suelo para liberar a Pablo y a Silas de la prisión (Hechos 16, 25-40) y el del soldado a Jesús en la cruz.

la penitencia, se le permitía al penitente pasar por la “puerta santa” de la iglesia para confesarse y reunirse de nuevo con la Iglesia. Hoy, los peregrinos siguen entrando por la Puerta Santa como una señal de arrepentimiento y del deseo de renovar y volver a comprometerse con su fe.

¿Qué es una Puerta Santa?Cada una de las cuatro basílicas papales de Roma (San

Pedro, Santa María la Mayor, San Juan de Letrán y San Pablo Extramuros) tiene una Puerta Santa. Estas puertas están cerradas por dentro para que no puedan ser abiertas, excepto durante los años santos. Los peregrinos cumplen con ciertas penitencias y luego, cuando pasan por las puertas recién abiertas, pueden obtener la indulgencia plena (se les elimina el castigo temporal del pecado) relacionada al año especial.

El 8 de diciembre del 2015, se abrirá la Puerta Santa de San Pedro para comenzar el Año de la Misericordia. Según dijera el Papa Francisco durante su anuncio del Año Santo: “En esta ocasión será una Puerta de la Misericordia, a través de la cual cualquiera que entrará podrá experimentar

El Papa Francisco ha declarado un Año de Jubileo de la Misericordia: doce meses para

que nos enfoquemos y profundicemos nuestra gratitud hacia la misericordia amorosa de Dios. Como todos los años de jubileo, el Año de la Misericordia comprende el uso de la Puerta Santa; una entrada especialmente designada y que tiene un significado espiritual y simbólico para los católicos.

Durante este Año del Jubileo de la Misericordia, se anima a todos los católicos a

pasar por una Puerta Santa como parte del peregrinaje; ya sea en un viaje a

Roma, o a una de las catedrales o a una de las iglesias especialmente designadas de su propia diócesis. Estos peregrinajes contienen

gracias especiales y permiten que cada uno de nosotros comparta las muchas bendiciones del Año Santo.

“… atravesando la Puerta Santa nos dejaremos abrazar por la misericordia de Dios y nos comprometeremos a ser misericordiosos con los demás como

el Padre lo es con nosotros”. —Papa Francisco,

Misericordiae Vultus

“Yo soy la puerta”

Jesús dijo: “[Y]o soy la puerta” (Juan 10, 7), cumpliendo

así con las palabras del salmista que dijo: “Esta es

la puerta que lleva al Señor, por ella entran los justos”

(ver Salmo 118, 20). Pasar por la Puerta Santa simboliza dejar atrás al mundo exterior y entrar al reino de la salvación. Como dijo el Papa San Juan Pablo II, la Puerta Santa “evoca el paso que cada cristiano está llamado a dar del pecado a la gracia” (Incarnationis Mysterium).

Lo más probable es que la tradición de la Puerta Santa se haya originado en los tiempos en los que los pecadores cumplían penitencias públicas que debían ser ejecutadas antes de que pudieran recibir la absolución. Al completar

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Puerta Santa en la Basílica de San Pedro

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Por qué un Año de la MisericordiaEl Papa Francisco vislumbra un año en el que las personas serán más misericordiosas en su vida y llevarán la misericordia de Dios a los demás. Él confía el año del Jubileo extraordinario a la “Señoría de Cristo” y le pide que derrame su misericordia sobre todo el cosmos. “¡Cómo deseo que los años por venir estén impregnados de misericordia para poder ir al encuentro de cada persona llevando la bondad y la ternura de Dios!” (MV).poder ir al encuentro de cada persona llevando la bondad y la ternura de Dios!” (MV).

Abrir nuestro corazónEste ritual nos invita a cada uno a recordar que Jesús

mismo es la “puerta” a la salvación. Cristo ahora está abierto y nos espera a todos. Durante el Año Santo de la Misericordia, todos estamos llamados a rezar para que nuestras propias “puertas cerradas” de pecado y tentación sean abiertas y que abramos nuestro corazón a aquellos que viven en “… las más contradictorias periferias existenciales…”. El Papa Francisco dice que este año es “¡… el tiempo oportuno para cambiar de vida! Este es el tiempo para dejarse tocar el corazón” (MV).

Una oportunidad para sentir el amor de Dios Un Año Santo nos ofrece a cada uno la oportunidad

de participar y sentir el sanador Sacramento de la Reconciliación. Después de confesar nuestros pecados y de recibir la absolución, tal vez queramos recibir también una “indulgencia plenaria” que disminuya los efectos de nuestro pecado aquí en la Tierra. El Papa Francisco explica que: “Indulgencia es experimentar la santidad de la Iglesia que participa a todos de los beneficios de la redención de Cristo, para que el perdón sea extendido hasta las extremas consecuencias a la cual llega el amor de Dios. Vivamos intensamente el Jubileo pidiendo al Padre el perdón de los pecados y la dispensación de su indulgencia misericordiosa” (MV).

El Papa San Juan Pablo II se prepara para entrar a la Basílica de San Pedro después de abrir la Puerta Santa, en 1983.

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