Detección molecular de Helicobacter pylori como ...

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Detección molecular de Helicobacter pylori como prospectiva para su identificación a partir de cuerpos de agua MARÍA DEL MAR ÁLVAREZ QUINTERO VALERIA CEBALLOS TORO Trabajo de investigación como requisito para optar al título de Microbiólogo ASESOR Dra. Adalucy Álvarez Aldana CO-ASESOR Dr. Fernando Rafael Siller López Universidad Libre Seccional Pereira Facultad de Ciencias de la Salud Programa de Microbiología 2018

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Detección molecular de Helicobacter pylori como prospectiva para su

identificación a partir de cuerpos de agua

MARÍA DEL MAR ÁLVAREZ QUINTERO

VALERIA CEBALLOS TORO

Trabajo de investigación como requisito para optar al título de Microbiólogo

ASESOR

Dra. Adalucy Álvarez Aldana

CO-ASESOR

Dr. Fernando Rafael Siller López

Universidad Libre Seccional Pereira

Facultad de Ciencias de la Salud

Programa de Microbiología

2018

TABLA DE CONTENIDO

Página

1. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA Y PREGUNTA DE

INVESTIGACIÓN

6

2. JUSTIFICACIÓN 7

3. MARCO TEÓRICO

3.1. Reseña histórica 8

3.2. Microbiología del microorganismo

3.2.1. Taxonomía 8

3.2.2. Morfología 9

3.2.3. Genoma 9

3.2.4. Características bioquímicas 10

3.2.5. Factores de virulencia 11

3.2.5.1. Flagelina 11

3.2.5.2. Ureasa 11

3.2.5.3. Adhesinas 12

3.2.5.4. VacA y CagA 12

3.3. Epidemiología 13

3.4. Enfermedades asociadas a la infección

3.4.1. Dispepsia 13

3.4.2. Gastritis 14

3.4.3. Úlcera péptica 14

3.4.4. Cáncer gástrico 14

3.4.5. Linfoma gástrico tipo MALT 15

3.5. Ruta de transmisión

3.5.1. Ruta iatrogénica 15

3.5.2. Ruta fecal-oral 15

3.5.3. Ruta gastro-oral 16

3.5.4. Ruta oral-oral 16

3.6. Mecanismos de supervivencia en el agua

3.6.1. Forma viable no cultivable (VBNC) 16

3.6.2. Formación de biopelículas 17

3.6.3. Asociación con amebas de vida libre (FLA) 18

3.7. Dosis infectiva 19

3.8. Métodos de detección 19

3.8.1. Cultivo 20

3.8.2. Histología 20

3.8.3. Test rápido de ureasa 20

3.8.4. Detección de antígeno en heces 20

3.8.5. Test de aliento con urea 20

3.8.6. Serología 21

3.8.7. Métodos de reacción en cadena de la polimerasa 22

3.8.7.1. PCR de punto final 22

3.8.7.2. PCR en tiempo real 24

4. OBJETIVOS

4.1. Objetivo general 25

4.2. Objetivos específicos 25

5. METODOLOGÍA

5.1. Elaboración de un manuscrito de revisión de tema sobre el papel del

agua en la ruta de transmisión de H. pylori

26

5.2. Análisis de los cebadores usados para la detección molecular de H. pylori 26

5.3. Detección del gen ureA de H. pylori por PCR en tiempo real 27

5.4.Detección del gen ureA de H. pylori por PCR de punto final 27

5.5. Preparación de diluciones a partir de ADN de cepas de referencia 28

5.6. Determinación de la concentración de las diluciones 28

5.7. Límite de detección de ADN de H. pylori 29

6. RESULTADOS Y DISCUSIÓN

6.1. Manuscrito de revisión sobre el papel del agua en la ruta de

transmisión de H. pylori

30

6.2. Análisis de los cebadores usados para la detección molecular de H. pylori 31

6.3. Comparación de dos metodologías moleculares para la detección de H.

pylori

32

6.4. Diluciones obtenidas a partir de ADN de cepas de referencia

36

6.5. Determinación de la concentración de las diluciones 36

6.6. Límite de detección de ADN de H. pylori 37

7. CONCLUSIONES 42

8. PERSPECTIVAS A FUTURO 43

9. AGRADECIMIENTOS 44

10. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 45

ÍNDICE DE TABLAS

Página

Tabla 1. Métodos de detección de H. pylori 19

Tabla 2. Cebadores utilizados para la detección molecular de H. pylori mediante

PCR.

26

Tabla 3. Componentes de la mezcla de reacción para la PCR en tiempo real 27

Tabla 4. Componentes de la mezcla de reacción para la PCR de punto final 27

Tabla 5. Resumen de algunos artículos relacionados con el papel del agua en la

transmisión de H. pylori.

30

Tabla 6. Resultado cuantificación de la PCR en tiempo real para detectar el

número límite de copias de ADN por μl de H. pylori.

34

Tabla 7. Concentración esperada de las diluciones realizadas a partir del ADN de

la cepa de referencia 12908 frente a las concentraciones obtenidas mediante

fluorómetro.

36

Tabla 8. Resultado cuantificación de la PCR en tiempo real para detectar el

número límite de nanogramos de ADN por μl de H. pylori.

39

ÍNDICE DE FIGURAS

Página

Figura 1. Patrón de crecimiento exponencial de las copias de ADN mediante PCR 23

Figura 2. Fragmento de la secuencia del gen ureA de H. pylori con la secuencia

de los cebadores ureA-F/ureA-R

31

Figura 3. Características de los cebadores ureA-F/ureA-R específicos para el gen

ureA de H. pylori.

32

Figura 4. Electroforesis en gel de agarosa al 3% y el producto amplificado por

PCR de punto final.

33

Figura 5. Resultado PCR en tiempo real para detección de cepa de referencia

12908 y el límite de detección de copias de ADN por μl de H. pylori.

33

Figura 6. Electroforesis en gel de agarosa al 3% y el producto amplificado por

PCR en tiempo real.

35

Figura 7. Resultado PCR en tiempo real para detectar el límite de nanogramos de

ADN por μl de H. pylori.

39

Figura 8. Electroforesis en gel de agarosa al 3% y los productos amplificado por

PCR de punto final y PCR en tiempo real.

40

1. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA Y PREGUNTA DE INVESTIGACIÓN

La infección por Helicobacter pylori puede generar ciertas enfermedades, entre ellas gastritis

crónica, enfermedad ulcero-péptica y puede ser asociado a carcinoma gástrico y a linfoma del

tejido linfoide asociado a mucosas (MALT, del inglés mucus-associated lymphoid tissue

lymphoma). Es importante mencionar que la infección por este microorganismo presenta una alta

tasa de morbilidad, pero una baja tasa de mortalidad y es curable con terapia antimicrobiana.

Diversos estudios han intentado identificar otros reservorios aparte de la mucosa gástrica humana

y otra posibles rutas de transmisión ya que las más comunes son oral-oral, gastro-oral y fecal oral.

Por esta razón se ha estudiado el agua como posible vehículo para la diseminación de la infección

dado que, en los últimos años, se ha detectado la presencia de H. pylori en distintos tipos de aguas

como en pozos, ríos, biofilms asociados a tuberías y a redes de distribución. Esta posible ruta

aumenta la probabilidad de contraer la infección por parte de la comunidad, por lo que se ha

aumentado la realización de estudios epidemiológicos que pretenden determinar si la prevalencia

de H. pylori se asocia con el tipo de fuente de agua, apoyándose fuertemente la idea de que esta

puede actuar como ruta de transmisión tal como se mencionó anteriormente.

En los últimos años se ha evidenciado un alto interés por parte de la comunidad científica en la

identificación y análisis de H. pylori a través de muestras distintas a su hábitat gástrico normal, sin

embargo la elevada sensibilidad de H. pylori a las condiciones ambientales y de cultivo hacen

difícil su recuperación a partir de muestras no gástricas, como es el caso del agua. Todo esto genera

una gran incertidumbre en científicos e investigadores ya que el limitado conocimiento sobre el

agua como ruta de trasmisión de la bacteria y su dosis infectiva en esa matriz hacen que no pueda

haber una difusión certera de la información respecto a este tema, lo cual resulta determinante en

el consiguiente desarrollo de la enfermedad, ya que si estos hallazgos no son transmitidos a la

comunidad no se adoptarán medidas de precaución al respecto. Siendo así, es necesario la

realización de más estudios al respecto.

En el marco del desarrollo del proyecto “Estandarización de un método molecular para la detección

de Helicobacter pylori a partir de agua” financiado en la convocatoria 08, se planteó la

investigación denominada “Detección molecular de Helicobacter pylori como prospectiva para ser

utilizada en cuerpos de agua”, para contestar las siguientes preguntas de investigación: ¿Cuál es el

límite de detección de ADN de H. pylori mediante un método molecular?, ¿Existen diferencias en

el límite de detección según el tipo de método molecular (PCR en tiempo real y PCR de punto

final)?

2. JUSTIFICACIÓN

Gran parte de las investigaciones en H. pylori se realizan a partir de muestras directas de pacientes

humanos. No obstante, en los últimos años se han realizado trabajos que muestran hallazgos de la

bacteria en fuentes no gástricas, sin embargo la información respecto a estas investigaciones es

muy limitada.

La alta tasa de infección por H. pylori en las naciones en desarrollo, está estrechamente relacionado

con factores socioeconómicos, como la pobreza, malas condiciones sanitarias y el hacinamiento

en hogares lo que indica que la transmisión de la infección se puede reducir mediante la mejora

de las condiciones higiénico sanitarias de la población y el uso regular de agua potable.

La vía de transmisión de H. pylori no es bien conocida, y al parecer el agua juega un papel

importante. Se ha observado la presencia de H. pylori en aguas subterráneas, depósitos de

almacenamiento de agua potable, muestras de aguas residuales y en agua contaminada que también

puede ser un foco de contaminación de este microorganismo, debido a la contaminación fecal de

lugares en donde el agua no es tratada y los individuos la consumen así. Estas poblaciones

presentan una tasa mucho más alta de infección por este patógeno proporcionando sospechas de

que el agua si tiene un papel importante transmisión de la infección. Se dice que H. pylori puede

ser inactivada por cloro, pero otros estudios demuestran que este patógeno puede sobrevivir en

bajas concentraciones de cloro en su estado viable no cultivable y puede formar biofilms para

volverse más resistentes al tolerar el efecto biocida del cloro en sistemas de distribución de agua.

Esta situación se agrava aún más sabiendo que H. pylori suspendido en agua tiene muy bajo poder

de cultivo comparado con otros patógenos de origen acuático. Motivo por el cual el uso de técnicas

moleculares permite detectar la presencia de ADN de H. pylori sin importar su viabilidad, siendo

entonces el método de detección más adecuado. Este estudio es de gran importancia a nivel de

salud pública y ecología de H. pylori en cuanto su distribución en el ambiente, además, aporta en

el conocimiento, el estudio y entendimiento sobre la detección, transmisión e infección con H.

pylori.

3. MARCO TEÓRICO

3.1. Reseña histórica

Los primeros aportes sobre microorganismos en la mucosa gástrica fueron hechos a finales del

siglo XIX y las primeras observaciones relacionadas con Helicobacter pylori fueron hechas por

Bizzozero en 1893, quien comprobó la presencia de bacterias Gram-negativas en las células

parietales y glándulas gástricas de perros (1); a principios del siglo XX anatomistas y patólogos

reportaron la presencia de microorganismos en forma espiral en el estómago de animales, y poco

después, bacterias similares fueron observadas en el estómago de humanos con enfermedad ulcero

péptica y cáncer gástrico (2). En 1979 el patólogo Robin Warren observó por primera vez la

bacteria en una muestra de mucosa gástrica con gastritis crónica activa. En el año 1981, el

gastroenterólogo Barry Marshall colaboró con los microbiólogos para encontrar una técnica de

cultivo adecuado que favoreciera el crecimiento de la bacteria (3). Warren y Marshall aislaron por

primera vez, la bacteria desde la superficie del epitelio gástrico en el año 1983. Un año después,

Marshall demostró que esta bacteria podía colonizar el estómago humano e inducir inflamación de

la mucosa gástrica al ingerir un cultivo bacteriano que le produjo gastritis, la cual curó con sales

de bismuto y metronidazol (4).

Esto dio pie para debatir respecto a que los factores como el estrés y el estilo de vida eran las

principales causas de la enfermedad ulcero-péptica y se estableció que la bacteria causaba más del

90% de las úlceras duodenales y el 80% de las úlceras gástricas. Se continuaron realizando estudios

al respecto, algunos de los cuales tenían el objetivo de promover información sobre este

microorganismo a nivel del continente europeo, sus técnicas de diagnóstico y métodos de

investigación clínica y básica. Finalmente, Warren y Marshall fueron galardonados con el Premio

Nobel de Medicina y Fisiología del 2005 por el “Descubrimiento de la bacteria Helicobacter pylori

y su papel en la gastritis y enfermedad ulcero péptica” (3), revolucionando la gastroenterología.

3.2. Microbiología del microorganismo

3.2.1. Taxonomía

Inicialmente H. pylori fue llamada Campylobacter pyloridis (5), pero tras un análisis de las

secuencias de ADNr 16S se comprobó su divergencia con otras cepas de Campylobacter y se

confirmó el hallazgo de un nuevo género “Helicobacter”, para el año de 1989 se renombró como

Helicobacter pylori (6).

H. pylori pertenece al dominio Bacteria, filo Proteobacteria, clase Epsilonproteobacteria en la

subdivisión Thiobacteria, familia Helicobacteraceae y género Helicobacter. Esta familia también

incluye los géneros: Wolinella, Flexispira, Sulfurimonas, Thiomicrospira y Thiovuluml (7).

Las especies del género Helicobacter pueden ser subdivididas, en gástricas y entero-hepáticas.

Ambos grupos demuestran un alto nivel de especificidad de órgano. Las especies gástricas son

incapaces de colonizar el tracto gastrointestinal inferior o el hígado y las entero-hepáticas la

superficie de la mucosa gástrica. H. pylori hace parte de las especies gástricas, que se han adaptado

a condiciones inhóspitas como la encontrada en la superficie de la mucosa gástrica (8).

3.2.2. Morfología

H. pylori es un bacilo Gram negativo, con morfología espiral cuando se encuentra en la mucosa

gástrica dado que dicha forma facilita su movilidad en la viscosidad del moco gástrico; es menos

espiral cuando crece en medios artificiales y puede pasar de la forma bacilar a la forma cocoide en

cultivos prolongados o sometidos a situaciones no favorables para su crecimiento como exposición

a O2, antibióticos y cuando se encuentra en el agua (9), se ha asumido que estas formas son

indicativas de un estado latente y ayudan a la supervivencia del microorganismo en el ambiente.

La estructura cocoide es considerada la forma persistente de H. pylori y es denominada VBNC

(estado viable pero no cultivable) (10). La forma vegetativa oscila entre 0,5 a 1,0 µm de ancho y

de 3 µm de largo (11), no forma endosporas y posee de 2 a 6 flagelos unipolares de

aproximadamente 3 µm de longitud (12).

Varios estudios han señalado que los cambios en la morfología de H. pylori están estrechamente

relacionada con los genes implicados en la síntesis de peptidoglucano. Iniciando por la división de

los enlaces peptídicos por acción de Csd1, Csd2 y Csd3.S eguido de esto, los enlaces intrapéptidos

también se escinden por acción secuencial de Csd3, de una DL-carboxipeptidasa desconocida y

Csd4, que permite una relajación inicial del peptidoglicano en la zona de torsión, perdiendo la

forma helicoidal. A continuación, los monómeros que han sido sometidos a la acción enzimática,

son reconocidos por diferentes transglicosilasas líticas, como Slt y MltD, que se eliminan para la

posterior inserción de nuevos monómeros. Finalmente, la inserción de nuevos monómeros en el

peptidoglicano y la elongación, se realiza mediante PBP1, PBP2 y proteínas de membrana (MreC).

Esto aumenta la longitud de las cadenas de glucanos y los enlaces cruzados (13).

3.2.3. Genoma

La primera secuencia del genoma completo de H. pylori se publicó en 1997, esta secuencia

correspondió a la cepa 26695 aislada de un paciente de Reino Unido que presentaba gastritis. El

genoma de la cepa 26695 está incluido en un cromosoma circular de 1’667.867 pb el cual contiene

1.587 genes (14, 15). Las propiedades del genoma son constantes, con un tamaño de genoma

aproximadamente de 1,6 kbp, un contenido promedio de GC del 39% y aproximadamente 1.500–

1.600 secuencias de codificación predichas por cepa. Los datos de los análisis de transcriptoma,

metiloma y proteoma han proporcionado información importante sobre la regulación de los genes

y las propiedades de virulencia de H. pylori. El genoma de H. pylori es altamente metilado y exhibe

una variación específica de la cepa. El análisis del transcriptoma primario reveló una complejidad

inesperada en la regulación génica de H. pylori. Muchos sitios de inicio de la transcripción se

ubicaron dentro de los operones y opuestos a los genes anotados que significan desacoplamiento

de policistrones y transcripción antisentido. H. pylori codifica más de 60 ARN pequeños, incluido

el ARN 6S que antes se consideraba ausente. Los ARN pequeños son mediadores importantes de

la regulación postranscripcional bajo estrés y durante la virulencia (16).

La diversidad genética de H. pylori y la presencia de genes específicos en cada cepa ha hecho

difícil identificar el orden de los genes en el cromosoma; algunos estudios han demostrado que la

diversidad nucleotídica de genes ortólogos entre aislamientos independientes de H. pylori es muy

alta y que es muy raro encontrar dos cepas con la misma secuencia de genes, se ha demostrado que

la recombinación entre alelos de genes dentro de la población de la bacteria es extremadamente

común; sin embargo debido a la redundancia en el código genético, es más alta la divergencia en

los genes que en las respectivas proteínas codificadas (7).

Otros estudios basados en el análisis de microarreglos ADN, reportaron la existencia de genomas

centrales con 1.091 o 1.281 genes (17, 18), se ha descrito que este núcleo de genes es

indispensables para la colonización de la mucosa gástrica del huésped y que 33 de ellos son

indispensable para la viabilidad de la bacteria; una de las mayores diferencias entre el contenido

de genes de la cepas de H. pylori es la presencia o ausencia de una región de 40 Kb de ADN

cromosomal conocido como isla de patogenicidad (Cag -PAI) (19).

3.2.4. Características bioquímicas

Las especies de Helicobacter son quimioorganótrofas y tienen un metabolismo respiratorio. La vía

de la glucolisis-gluconeogénesis probablemente compromete los principales medios de producción

de energía, como también los puntos de inicio de muchas vías de biosíntesis. Presentan

parcialmente las vías metabólicas Entner-Doudoroff, de pentosas fosfato, y el ciclo de ácidos

tricarboxílicos, sin embargo la vía del glioxilato está ausente. Esta bacteria oxida glucosa (20), no

hidroliza gelatina, almidón, caseína o tirosina. Produce gran cantidad de enzimas como oxidasa,

ureasa y catalasa las cuales son muy útiles para su identificación microbiológica (7); fosfolipasas

y alcohol deshidrogenasas le permiten modificar las barreras de la mucosa y acceder a través del

epitelio gástrico (21), fosfatasas y ATPasas esenciales para la generación de energía, síntesis y

transporte de iones y productos celulares (22).

3.2.5. Factores de virulencia

H. pylori genera una fuerte respuesta inmune, humoral y celular en toda la mucosa gástrica,

principalmente actúan los neutrófilos y luego se amplía la respuesta inflamatoria por la interacción

de linfocitos, células mastoides, macrófagos y células no inmunes las cuales liberan gran

cantidad de mediadores químicos. Frente a esto, H. pylori posee factores de virulencia que la

ayudan a continuar la colonización del epitelio gástrico superficial, la profundidad de las criptas y

el espacio entre las células epiteliales (9).

3.2.5.1. Flagelina

La movilidad para H. pylori es fundamental para colonizar la mucosa gástrica, posee entre dos y

seis flagelos monopolares, característica inusual que es distinta del resto de proteínas flagelares,

las cuales son homo poliméricas. Cada flagelo está compuesto por dos flagelinas (FlaA y FlaB).

FlaB se localiza en la base del flagelo, mientras que FlaA, se encuentra en el exterior. Además, la

morfología espiral o helicoidal de la bacteria facilita su movilidad en la viscosidad del moco

gástrico, y produce una proteasa que digiere el moco facilitando su avance (9).

3.2.5.2. Ureasa

El jugo gástrico normal posee un pH inferior a 4 el cual le confiere un carácter bactericida y por

tanto capaz de eliminar a muchas de las bacterias que llegan al estómago con la ingesta de

alimentos; conociéndose al estómago como la “barrera ácida”. Siendo así, la colonización de la

mucosa gástrica por H. pylori, implica su capacidad para sobrevivir en ese ambiente ácido. La

clave para la adaptación al pH gástrico reside en la producción de ureasa. Esta enzima “urea

amidohidrolasa” cataliza la hidrólisis de urea para proporcionar amonio y carbamato, el cual se

descompone para producir otra molécula de amonio y ácido carbónico, con lo cual neutraliza el

ambiente de las células gástricas colonizadas. La ureasa representa alrededor de un 5% del total

de las proteínas celulares de H. pylori, se localiza en el citosol y en su superficie, aunque esta

última puede tratarse de un mecanismo no específico para la exportación de la enzima (23).

La ureasa es producida por numerosas especies de bacterias. Además se ha demostrado como un

potente factor de virulencia para algunas especies, como Proteus mirabilis, Staphylococcus

saprophyticus y Helicobacter pylori. La ureasa es fundamental para la colonizaicon de mucosa

gástrica por parte de H. pylori además es un potente inmunógeno que provoca una respuesta

inmune vigorosa. Esta enzima se utiliza para la identificación taxonómica y para el diagnóstico y

seguimiento después del tratamiento. (24). El amoníaco producido por la ureólisis aumenta el pH

gástrico, proporcionando así un ambiente permisivo para la colonización del estómago, la nueva

estructura dodecamérica de la enzima le permite que permanezca activa en la superficie celular a

un pH gástrico ácido. Dentro de esta estructura los 12 sitios activos se agrupan dentro del interior

de la cubierta proteica. Esto puede permitir una alta concentración local de amoníaco dentro de la

enzima que puede proteger a los grupos quelantes de níquel de la protonación. Esta proteína

participa en el paso 1 de la ruta secundaria que sintetiza CO2 y NH a partir de la urea. Las proteínas

que se sabe que están involucradas en esta ruta son: ureA (subunidad alfa), ureB (subunidad beta)

(25).

3.2.5.3. Adhesinas

La colonización de la mucosa lleva implícito como paso previo la capacidad de la bacteria para

adherirse al epitelio gástrico, lo cual es esencial para la inducción de gastritis. Esta adherencia

ocurre mediante la interacción entre las adhesinas de la bacteria y los receptores del hospedero que

están representados por algunas proteínas de la matriz extracelular. Generando lesiones que se

caracterizan por la pérdida de las microvellosidades del epitelio gástrico en el sitio de adhesión, lo

que conduce a la formación de una estructura similar a un pedestal de unos 5 nm de diámetro, con

uniones estrechas entre la bacteria y la superficie celular. La adhesión a la mucosa gástrica es

necesaria para la inducción y liberación de citocinas proinflamatorias (23).

3.2.5.4. VacA y CagA

VacA (Vacuolization Associated Gen) fue nombrado asi por su capacidad para inducir la

formación de vacuolas en células eucariotas. La diferencia en las capacidades de vacuolización

está determinada por las variaciones en las tres regiones del gen vacA: la señal (s1 y s2), las

regiones intermedias (i1 e i2) y las regiones medias (m1 y m2). Una combinación de diferentes

secuencias en las 3 regiones conduce a múltiples alelos y determina la actividad de vacuolización.

La actividad de vacuolización es alta en genotipos s1/m1, intermedia en genotipos s1/m2 y ausente

en genotipos s2/m2.

CagA (Cytotoxin Associated Gen) es una oncoproteína que se inyecta en las células huésped a

través de una estructura de pilus llamada sistema de secreción tipo IV (T4SS). El locus del gen

que codifica CagA y T4SS se denomina isla de patogenicidad Cag (Cag PAI). Después de ser

inyectado en las células huésped, este gen altera las vías de transducción de señales intracelulares

que facilitan la transformación maligna de las células epiteliales gástricas. Existe evidencia directa

de que CagA es una proteína que necesita de fosforilación para conferir la oncogénesis. Además,

CagA y T4SS aumentan la inflamación gástrica a través de la señalización NFκB y el aumento de

la secreción de IL-8 que predisponen a la inestabilidad genética y carcinogénesis. CagA también

puede causar cambios epigenéticos, como la hipermetilación de histonas, que conducen a la

regulación negativa de los genes supresores de tumores o microRNAs (26).

3.3. Epidemiología

H. pylori afecta aproximadamente el 50% de la población mundial (27, 28), es adquirida en la

niñez y persiste durante mucho tiempo si no es tratada con terapia antimicrobiana (29), las

condiciones por las que se presenta la infección no están establecidas, se cree que esta está

influenciada por las variaciones geográficas, factores genéticos, edad, sexo, condiciones socio-

económicas, bajo nivel sociocultural, precarias condiciones higiénico –sanitarias, entre otras (30).

En el mundo se observa mayor prevalencia en los países en desarrollo que en los desarrollados

(80-90% vs 30-50%) (31, 4), los que se encuentran en desarrollo se caracterizan por altas tasas de

infección durante la niñez a diferencia de países desarrollados, donde la tasa de infección infantil

es baja con tendencia de aumento en función de la edad (32).

La prevalencia de la infección puede variar entre países de un mismo continente, incluso entre

regiones de un mismo país y se ha relacionado con el nivel de virulencia de la cepas y factores v

asociados s al huésped, es por esto, que la infección puede iniciar desde edades muy tempranas sin

presentar sintomatología aparente y puede pasar toda la vida sin tratamiento (33) o generar

rápidamente enfermedades asociadas. Por ejemplo, hay reportes en la literatura de mayor

prevalencia de las cepas citotóxicas (cagA+, cagE+ y vacA s1/m1,) en pacientes con cáncer,

metaplasia y ulcera en comparación con la observada en pacientes con gastritis no atrófica (34), lo

que ha caracterizado los vacA s1/m1 y cagA como marcadores de virulencia (35, 36).

3.4. Enfermedades asociadas a la infección

La infección por H. pylori es muy variable ya que puede estar influenciado por factores

dependientes tanto del microorganismo como del huésped, dichos factores determinan la evolución

de la infección hacia un estado crónico asintomático o el desarrollo de manifestaciones clínicas

(37).

La colonización por H. pylori no supone una enfermedad en sí misma, pero si ha sido asociado a

enfermedades como dispepsia, gastritis crónica, ulcera péptica, linfoma gástrico tipo MALT, y

cáncer gástrico. Los síntomas más comunes son alteraciones dispépticas transitorias (náuseas,

vómitos o sensación de plenitud), inflamación de la mucosa e hipoclorhidria. La inflación de la

mucosa y la gastritis se correlaciona con la excreción de ácido durante la colonización; cuando se

presenta hipoclorhidria se puede observar pangastritis con inflamación crónica, atrofia de la

mucosa, metaplasia intestinal y acaba desencadenándose un cáncer gástrico (2).

3.4.1. Dispepsia

La dispepsia se ha definido como dolor abdominal persistente o molestias centradas en la parte

superior del abdomen en pacientes que no tienen una clara explicación de los síntomas, la

patogenia es desconocida, pero se le han atribuido alteraciones de la percepción visceral, secreción

de ácido gástrico, y la motilidad, además puede indicar la presencia de enfermedades graves, como

úlcera péptica o cáncer gástrico (38). Esta enfermedad se ha considerado un enorme problema de

salud pública por la prevalencia y el elevado consumo de recursos que provoca (39). En la

actualidad se ha descrito que el 1% de pacientes infectados tienen riesgo de contraer la enfermedad

(40).

3.4.2. Gastritis

La gastritis se presenta como un dolor epigástrico, náuseas y vómito (9), se caracteriza por una

inflamación crónica activa de la mucosa gástrica guiada por monocitos, linfocitos y neutrófilos;

su severidad está determinada por la densidad de las células inflamatorias que infiltran la lámina

de la mucosa y sub-mucosa. Una de las características de esta enfermedad en la edad pediátrica

es la mayor presencia de linfocitos y células plasmáticas y una afectación más leve que la que tiene

lugar en el adulto (41). H. pylori puede causar gastritis antral predominante (asociada con una

mayor producción de ácido estimulada por la comida), lo que predispone a la úlcera duodenal o

pangastritis (asociado a una baja producción de ácido gástrico), lo que predispone a la ulceración

gástrica y adenocarcinoma gástrico (42). Tras la evolución de la gastritis crónica se puede generar

gastritis crónica atrófica; la mucosa gástrica se deteriora presentándose alteración de las células

epiteliales, reducción en la secreción de pepsinógeno I (PGI) y II (PGII) y una mala absorción de

los metabolitos esenciales como la vitamina B12 y finalmente un desencadenamiento en

metaplasia intestinal (43).

La gastritis crónica atrófica se ha relacionado con la presencia de H. pylori, porque las células

foveolares poseen receptores para esta bacteria. Se ha descrito que entre el 1- 10% de paciente

infectados tienen riesgo de desarrollar gastritis crónica con úlceras gastroduodenales (40).

3.4.3. Ulcera péptica

La ulcera péptica es una brecha en la mucosa gástrica o duodenal que va hasta la submucosa, las

infracciones poco profundas son llamadas erosiones y aunque a veces son insignificantes pueden

ser precursores de ulceras, las dos principales causas de esta enfermedad son la infección por H.

pylori y los medicamentos anti-inflamatorios no esteroideos. La relación de la enfermedad con H.

pylori se explica a través de algunos genes de virulencia como vacA que esta presenten en casi

todas las cepas de la bacteria, sin embargo, la actividad de la esta citotoxina es positiva en un 40-

60% de los pacientes infectados con esta bacteria y solo alrededor del 15 % de los individuos

infectados desarrollan la enfermedad (42).

3.4.4. Cáncer gástrico

El cáncer gástrico se ha descrito como un proceso de varios pasos el cual empieza con gastritis

crónica a través de la atrofia glandular, metaplasia y displasia, atrofia gástrica y metaplasia

intestinal. H. pylori ha sido clasificado por la organización mundial de la salud como carcinogénico

tipo 1 por su asociación con cáncer gástrico. Se cree que las interacciones de la bacteria con la

célula madre gástrica inducen a daños moleculares en la célula (44). Este microorganismo posee

una relación asociativa con el adenocarcinoma gástrico no cardial y el 0,1-3% de los pacientes se

encuentran en riesgo. La enfermedad también ha sido asociado con la edad, esta hipótesis se

explica por la acumulación de lesiones en la células madres, evadiendo el control homeostático y

dando como resultando cáncer (40).

3.4.5. Linfoma gástrico tipo MALT

El tracto gastrointestinal es el sitio más frecuente de los linfomas primarios extra nodales no

Hodgkin y en el estómago está localizado más de 75% de este tipo de tumores (45). Los linfomas

gástricos tipo MALT son tumores derivados de la zona marginal de los folículos linfoides, su

asociación con H. pylori es tan grade que la erradicación de la bacteria se convirtió en un estándar

para el manejo de estos tumores (46). La erradicación de la infección causa la regresión de la

mayoría de los linfomas MALT gástricos localizados (45). El riesgo de contraer la enfermedad es

2,8 veces mayor en personas infectadas con H. pylori ; Se dice que entre el 72 y 98% de los

pacientes con Linfoma gástrico tipo MALT están infectados con la bacteria; sin embargo, la

erradicación de la bacteria solo cura la enfermedad en un 70 a 80% de los casos (4).

3.5. Rutas de transmisión

Las rutas de transmisión de H. pylori aún son poco conocidas pero las más aceptadas son las vías

iatrogénica, fecal-oral, gastro-oral y oral-oral; aunque también se ha descrito que la bacteria puede

ser transmitida a través de algunos alimentos, animales y agua (48).

3.5.1. Ruta iatrogénica

La transmisión iatrogénica constituye una ruta por la cual personas pueden ser infectadas por

medio de elementos que han estado en contacto con heces, secreciones orales y jugos gástricos

contaminados por H. pylori (49). Esta ruta se ve protagonizada principalmente por material médico

utilizado en la detección del patógeno, como es el caso de los endoscopios, los cuales son puestos

en contacto con la mucosa gástrica de una persona infectada para luego ser utilizado con otra (50).

3.5.2. Ruta fecal- oral

Esta ruta de transmisión hace referencia a las enfermedades adquiridas cuando las partículas

fecales de un hospedero se introducen en la boca de un huésped, las principales causan son : agua

contaminada con heces y no tratada antes de consumir, alcantarillado deficiente, los alimentos

manipulados con heces, o cualquier objeto que haya estado en contacto con estas. La evidencia

acerca de la transmisión del patógeno por esta ruta se encuentra basada en estudio realizados donde

se ha podido cultivar H. pylori de heces humanas. Esta ha sido aislada a partir de heces de niños,

en adultos su detección es menos frecuente (49).

3.5.3. Ruta gastro-oral

Esta ruta hace referencia a la incidencia de H. pylori en los jugos gástricos, los cuales por medio

del vomito tienen contacto con otras personas las cuales pueden infectarse. Existen altas tasas de

infección en niños, entre los cuales los vómitos y el reflujo gastro-esofágico son comunes y más

frecuentes que en los adultos, además del contacto con otros objetos que son llevados a la boca

(23). Esta es una ruta no posee mucha relevancia en comparación de las fecal- oral y oral- oral, sin

embargo, el aislamiento de la bacteria en el jugo gástrico y vomito de personas infectadas, hace

que la ruta gastro- oral sea una fuente posible de transmisión de H. pylori (51).

3.5.4. Ruta oral-oral

Muchos científicos tienen la hipótesis de que la ruta oral-oral de transmisión de H. pylori es la más

probable, sobre todo en los países desarrollados. Esta se da a través del contacto con saliva

infectada por el patógeno, se encuentra presencia de H. pylori en lesiones de la cavidad oral y en

la placa dental. Esta transmisión se logra a través de contacto íntimo, al compartir alimentos y

utensilios contaminados y contacto con la placa dental, la cual es un importante reservorio,

perpetuando el ciclo infeccioso de la bacteria (52).

Hace algunos años pocas investigaciones implicaban el agua como vehículo de transmisión de H.

pylori, pero hoy en día hay suficiente evidencia de la presencia de esta bacteria en el agua a nivel

mundial, por lo que se puede implicar al agua tratada y no tratada como posible vehículo de

transmisión (53).

La hipótesis de que el agua es una vía de transmisión de H. pylori está respaldada por dos tipos de

estudios; los epidemiológicos que han demostrado una mayor prevalencia de la infección en países

en vía de desarrollo que padecen problemas relacionados con la distribución sanitaria del agua a

la población y los estudios que han detectado o aislado H. pylori de diversas fuentes de agua. Por

este motivo, son varios los estudios que se han centrado en determinar el potencial del agua como

fuente de transmisión de H. pylori y su capacidad de producir la infección clínica.

3.6. Mecanismos de supervivencia en el agua

3.6.1. Forma viable no cultivable

Muchas especies de bacterias entran en el estado viable no cultivable (VBNC) cuando están

expuestas a condiciones estresantes como inanición, bajas temperaturas y en general condiciones

ambientales desfavorables, siendo esta una estrategia de adaptación para la supervivencia a largo

plazo. A diferencia de las células normales que son cultivables en medios adecuados y se

convierten en colonias, las células VBNC son células a pesar de estar vivas que pierden su

capacidad de crecer en medios de cultivo en los que normalmente crecen. A pesar de esto, las

células VBNC no se consideran células muertas debido a que tienen su membrana intacta que

contiene la información genética en perfecto estado, además de ser metabólicamente activas (54).

La capacidad de ingresar al estado VBNC puede ser ventajosa para la bacteria, pero poco favorable

para la salud humana ya que bajo los métodos convencionales de cultivo no es posible su

detección, por lo que si en una muestra todas o algunas bacterias se encuentran en estado VBNC,

la cantidad total de bacterias viables será subestimada o no se detectará (55) y tratándose de un

patógeno humano, podrá infectar a la persona que consuma el agua en la cual no pudo ser

detectado.

Se ha demostrado la viabilidad y la capacidad de cultivo de H. pylori en agua hasta por 75 horas a

10°C. Así mismo, se determinó que el total de células no disminuía por períodos mucho más largos

de tiempo en condiciones adecuadas (2 años a 4°C) (56).

Varios estudios han señalado que los cambios en la morfología de H. pylori están estrechamente

relacionada a los genes implicados en la síntesis de peptidoglucano. En primer lugar, ocurre la

división de los enlaces peptídicos por acción de Csd1, Csd2 y Csd3. Luego, los enlaces

intrapéptidos también se escinden por acción secuencial de Csd3, de una DL-carboxipeptidasa

desconocida y Csd4, que permite una relajación inicial del peptidoglicano en la zona de torsión,

perdiendo la forma helicoidal. A continuación, los monómeros que han sido sometidos a la acción

enzimática, son reconocidos por diferentes transglicosilasas líticas, como Slt y MltD, que se

eliminan para la posterior inserción de nuevos monómeros. Finalmente, la inserción de nuevos

monómeros en el peptidoglicano y la elongación, se realiza mediante PBP1, PBP2 y proteínas de

membrana (MreC). Esto aumenta la longitud de las cadenas de glucanos y los enlaces cruzados

(13).

La forma espiral se ha asociado con la capacidad de moverse en un medio viscoso, como el moco

gástrico. Esto significa que la forma helicoidal puede ser innecesaria en ambientes acuáticos ya

que puede implicar un costo energético innecesario para la bacteria (13), siendo este otro posible

motivo que justifique el cambio de su morfología

3.6.2. Formación de Biopelículas

La formación de biopelículas en el ambiente ha sido propuesto como una estrategia de H. pylori

para sobrevivir en los sistemas de distribución de agua (56).

Las biopelículas son comunidades microbianas embebidas dentro de una matriz orgánica

polimérica autoproducida y adherida a superficies vivas o inertes, son sólidas y presentan canales

por donde fluye el agua y los nutrientes a las zonas más profundas. Los primeros análisis de la

producción de biofilms por parte de bacterias, como H. pylori, se llevaron, mediante estudios de

microscopía electrónica, observándose la presencia de formas espirales, cocoides y degenerativas.

La formación de la biopelícula conlleva un proceso de cinco fases: 1) Adsorción reversible de la

bacteria a la superficie; 2) Unión irreversible a la superficie; 3) Fase inicial de maduración con

crecimiento y desarrollo microbiano; 4) Producción del exopolímero y, 5) Desarrollo final de la

colonia con dispersión de células colonizadoras (57).

Cuando H. pylori se adhiere a una superficie, comienza la activación del quorum sensing así como

los mecanismos de formación de los biofilms. Se ha trabajado con biofilms en sistemas de tuberías

y tanques de almacenamiento y algunos autores creen que así es como H. pylori puede ser viable

en el agua (58) debido a que, al ubicarse en la parte interna de estos tanques y tuberías, las hace

inaccesibles y difícil de alcance por los desinfectantes (59).

En Colombia se evaluó la presencia de H. pylori en muestras de agua y biopelículas de los grifos

de instituciones educativas oficiales de la ciudad de Medellín a través de una técnica de reacción

en cadena de la polimerasa (PCR) de punto final, identificando la bacteria por cultivo en 11.2% y

PCR en 2.1% de las muestras (53). En este caso, el cultivo tuvo mejor rendimiento que la PCR

probablemente porque los componentes de las biopelículas actuaron como inhibidores de la PCR

(60), por los genes utilizados para la amplificación o por la técnica de procesamiento de muestras

(53).

La capacidad de H. pylori para crecer y formar biopelículas in vitro e in vivo podría ser una ventaja

para la especie para evitar lesiones causadas por factores estresantes químicos, como la terapia

antimicrobiana in vivo, o el estrés inducido por la privación de nutrientes en el medio ambiente

(56).

La presencia de las biopelículas de H. pylori en agua se ha verificado mediante PCR, sondas de

ADN e hibridación fluorescente in situ (FISH). Así mismo, se ha presentado evidencia in vitro que

sugiere que las interacciones con bacterias específicas (por ejemplo, Mycobacterium chelonae)

dentro de una biopelícula de múltiples especies puede contribuir a la viabilidad de H. pylori (61).

Es necesario tener en cuenta que aunque una población disponga de aguas municipales potables y

de grifos adecuados, la calidad del agua de la potabilización no es la misma en todas partes, además

el estado del acueducto como daños previos que exponen al agua potable a contaminación con

materia fecal, la antigüedad del acueducto y la presencia de biopelículas en las tuberías, deben

estudiarse como factores predictores de contaminación del agua (53).

3.6.3. Asociación con amebas de vida libre (FLA)

Se ha demostrado previamente que las amebas de vida libre (FLA), como Acanthamoeba,

Naegleria, Vermamoeba o Balamuthia, pueden actuar como huéspedes de algunos patógenos

bacterianos capaces de resistir la digestión amebiana. Dentro de ellas, las bacterias sobreviven y

son más resistentes a las condiciones ambientales que normalmente las matarían. Por lo tanto, FLA

actúa como "caballo de Troya" para ARB, permitiendo la supervivencia bacteriana y/o la

transmisión a susceptibles hospedadores (62, 63).

Recientemente, un estudio in vitro ha indicado que H. pylori puede sobrevivir dentro de

Acanthamoeba castellanii después de resistir un tratamiento de desinfección por cloración. FLA

proporciona refugio para H. pylori, lo que le permite sobrevivir bajo diferentes tratamientos y

hacer posible su transmisión a humanos. El análisis de qPCR de las muestras mostró la presencia

de ADN de H. pylori intracelular en 28 (50,9%) de las muestras de aguas residuales y en 11

(91,7%) de las muestras de agua potable. Así mismo, se indicó que no se pudieron recuperar

colonias por cultivo de las muestras de FLA positivas, debido a que la bacteria podría haber

adquirido su estado VBNC, ya que mediante DVC-FISH se observó su viabilidad después del

tratamiento con hipoclorito (62, 64).

3.7. Dosis infectiva

La dosis infectiva estimada para el ser humano se encuentra entre 104 - 1010 UFC/L (65, 66).

Al realizar una evaluación cuantitativa del riesgo microbiano (QMRA), se determinó un nivel

máximo de H. pylori en agua potable de un organismo por litro (<1 organismo/L). Igualmente se

determinó la mediana de H. pylori en agua potable para el rango anual de riesgo de infección en

6.84 x 10-02/L para humanos (67).

3.8. Métodos de detección

En la Tabla 1 se presentan los métodos de detección más comunes para H. pylori, los cuales son

descritos a continuación:

Invasivos No invasivos

Directos Cultivo En diferentes muestras (Jugo

gástrico, saliva, heces) Histología

Técnicas moleculares Antígeno en heces

Indirectos Ureasa rápida Prueba de aliento

Serología

Tabla 1. Métodos de detección de Helicobacter pylori (8)

3.8.1. Cultivo

Habitualmente se le considera una técnica difícil sin embargo bajo ciertas precauciones la mayoría

de los laboratorios consiguen el crecimiento del microorganismo de una manera eficiente. El

cultivo, además de método diagnóstico, tiene la ventaja de tipificar el organismo y determinar su

sensibilidad frente a agentes antibacterianos, lo que tiene importancia desde el punto de vista

epidemiológico para conocer posibles resistencias frente a regímenes terapéuticos. La

especificidad del cultivo es del 100%, no obstante, su sensibilidad es menor a la de otras técnicas

diagnósticas (68).

3.8.2. Histología

Esta técnica consiste en la observación de microorganismos en forma espiral en los cortes

histológicos de las biopsias. La localización de H. pylori es característica en plena barrera mucosa.

Es un método de diagnóstico bastante sencillo y tiene la gran ventaja, de proporcionar

simultáneamente información precisa sobre los cambios morfológicos de la mucosa gástrica (68).

3.8.3. Test rápido de ureasa

La capacidad de H. pylori para producir grandes cantidades de ureasa ha servido para desarrollar

un método rápido y sencillo de diagnóstico. Para su realización se coloca una muestra gástrica en

un tubo con urea y un indicador que cambia la coloración del medio al variar el pH. Si la muestra

contiene ureasa (y por tanto H. pylori) se hidroliza la urea y se forman iones amonio, que aumentan

el pH de la solución, generándose un cambio de color. La rapidez del resultado depende del

número de bacterias presentes en la muestra, siendo suficiente una mínima cantidad de

microorganismos para que la prueba sea positiva (69).

3.8.4. Detección de antígenos en heces

La eficacia diagnóstica de esta prueba de antígeno en heces es alta tanto para el diagnóstico

primario de infección por H. pylori como para el monitoreo de erradicación (sensibilidad y

especificidad del 80-95%). La prueba de antígeno en heces es simple y fácil de usar en la práctica

clínica, su única limitación es la manipulación fecal. Su sencillez, rapidez y economía hacen de

esta técnica una prometedora alternativa para el diagnóstico «no invasor» de la infección (70).

3.8.5. Test de aliento con urea

La prueba del aliento se basa en la capacidad de la ureasa producida por H. pylori para hidrolizar

una solución de urea previamente marcada, bien con 13C o con 14C. El CO2 marcado se absorbe,

se difunde a la sangre, es transportado a los pulmones y de allí excretado a través del aliento

espirado. Tras un ayuno nocturno se recoge una muestra basal de aire espirado, después se

administra una solución de ácido cítrico con el fin de retrasar el vaciamiento gástrico, seguida de

una solución acuosa con la urea marcada (8).

3.8.6. Serología

Las pruebas serológicas para el diagnóstico de la infección por H. pylori se basan en estudiar la

presencia de anticuerpos específicos frente a antígenos de este microorganismo que aparecen como

consecuencia de la respuesta inmunitaria tanto local como sistémica, que se produce tras la

infección. Por ello, estas técnicas indican únicamente una exposición previa al microorganismo,

pero no discriminan entre personas con infección activa y enfermedad e individuos sanos

previamente expuestos a la infección (69).

Uno de los principales problemas para aceptar el agua como posible reservorio de H. pylori es la

incapacidad de aislar y detectar la especie de las muestras de agua mediante técnicas

convencionales. Por lo tanto, la aplicación de este tipo de métodos es vital para la detección rápida,

sensible y específica de H. pylori en entornos acuáticos es de suma importancia.

El principal desafío cuando se realiza un muestreo ambiental es la incapacidad de demostrar la

existencia de H. pylori viable en el agua, que potencialmente puede colonizar el estómago o el

duodeno porque los métodos moleculares utilizados para detectar las bacterias en el medio

ambiente son incapaces de distinguir entre bacterias muertas; sin embargo, han surgido técnicas

como la DVC-FISH (Hibridación fluorescente in situ en combinación con la incubación de conteo

viable directo) la cual que permite la detección específica de células viables y tiene la ventaja de

no ser inactivado por inhibidores de muestras (71).

Ensayos de anticuerpos fluorescentes indirectos (IFA) utilizan anticuerpos específicos que

permiten la enumeración de células tanto cultivables como no cultivables y las formas espiral y

cocoide, pero no puede detectar genes marcadores de virulencia como cagA lo cual no lo hace muy

útil al momento de querer confirmar la presencia de H. pylori a través de estos genes de virulencia

(72). Además de las anteriores técnicas, existen otras como la amplificación isotérmica medida

por bucle (LAMP por sus siglas en inglés) que es un mecanismo más rápido y fácil. Esta técnica

es una reacción de amplificación de una etapa, que puede producir una gran cantidad de copias en

menos de una hora en condiciones isotermas. La ventaja más importante de este método es que no

necesita desnaturalización del ADN (73). Además, se puede realizar sin un termociclador y los

resultados pueden observarse a simple vista. También se utiliza la citometría de flujo, la cual es

una técnica analítica que tiene el potencial de hacer una distinción entre los cuatro estados

fisiológicos de las bacterias: reproductivamente viable, metabólicamente activa, intacta y

permeabilizada. Puede determinar las proporciones de los estados VBNC y VC y las células

muertas, en función de la integridad de la membrana de la bacteria (74).

3.8.7. Métodos de reacción en cadena de la polimerasa

3.8.7.1. PCR de punto final

En 1987, Kary Mullis y Fred Faloona publicaron el artículo titulado “Síntesis específica de ADN

in vitro mediante una reacción en cadena catalizada por polimerasa” donde describen un método

por el cual una secuencia de ácido nucleico puede amplificarse exponencialmente in vitro, siendo

posible alterar la secuencia amplificada o agregarle nueva información. Para lograr la

amplificación se hace necesario conocer con detalle los extremos de la secuencia para sintetizar

oligonucleótidos que hibriden con ellos, y que esté disponible una pequeña cantidad de la

secuencia para iniciar la reacción. El producto de dicha reacción es una molécula de ADN de doble

cadena (dsADN) con los extremos correspondientes a los extremos 5' de los oligómeros empleados

(75). Después de la publicación de este artículo, en 1993 el Dr. Mullis ganó el Premio Nobel de

Química por su descubrimiento de la metodología de Reacción en Cadena de la Polimerasa (PCR)

(76).

La PCR es una técnica simple para copiar un fragmento de ADN en el laboratorio con reactivos

fácilmente disponibles. Debido a que el número de copias aumenta exponencialmente, se pueden

hacer más de 100 mil millones en unas cuantas horas. Se trata de un proceso cíclico donde, con

cada ciclo, el número de fragmentos de ADN se duplica (77).

Esta técnica, como su nombre lo indica, se fundamenta en la polimerasa, una enzima termoestable

obtenida a partir de Thermus aquaticus (Taq). El método utiliza un par de cebadores

oligonucleotídicos sintéticos, cada uno hibridando a una hebra de un fragmento de interés de ADN

de doble cadena (dsADN), con el par abarcando una región que se amplificará exponencialmente.

Los cebadores recocidos actúan como un sustrato para la ADN polimerasa (Taq), creando una

hebra de ADN complementaria a través de la adición secuencial de deoxinucleótidos (dNTP) que

han sido agregados a la mezcla de reacción. Experimentalmente, el proceso consiste en tres pasos

básicos:

I. Desnaturalización por calentamiento a 94 o 95°C.

II. Alineamiento del cebador a las hebras de ADN monocatenario (ADNss) de 55 a 65°C.

III. Extensión de imprimación a 72ºC (78).

En el primer paso (desnaturalización) la doble hélice de ADN se separa formando dos hebras. Para

ello se realiza una incubación de la muestra a altas temperaturas (93-97ºC). La renaturalización se

producirá cuando la temperatura disminuya; en el segundo paso (hibridación), los cebadores se

unen a las zonas 3´ complementarias que flanquean el fragmento que se quiere amplificar, esto se

realiza gracias a la bajada de la temperatura (50-65ºC). Finalmente en la tercera etapa (elongación)

se produce la síntesis de una cadena sencilla (produciéndose un fragmento de doble cadena por la

complementariedad) en la dirección 5´→ 3´ mediante la enzima DNA polimerasa, la cual incorpora

los deoxinucleótidos fosfato presentes en el medio siguiendo la cadena molde. Es importante

mencionar que los productos obtenidos tras la tercera etapa son de dos tipos: un producto corto y

un producto largo. El producto corto tiene una longitud definida por los extremos 5´ de los

cebadores y contiene exactamente la secuencia que se desea amplificar; es el fragmento que se

almacena de manera exponencial durante la reacción. Por otra parte, el producto largo es aquel

que incorpora las cadenas de ADN originales de la muestra y cuyos extremos 3´ no están definidos.

Sin embargo, al final de la PCR, la cantidad de producto corto sintetizado es muy superior en

comparación con el producto largo, por lo que generalmente para posteriores estudios a partir del

producto de la PCR, se desecha (79).

Al repetir estos pasos varias veces, generalmente de 30 a 40 ciclos, la secuencia objetivo del ADN

resultante se amplifica exponencialmente (Figura 1), dando como resultado miles de millones de

copias del llamado "amplicon".

Figura 2. Patrón de crecimiento exponencial de las copias de ADN mediante PCR.

Esta PCR de punto final clásica es una reacción de ausencia/presencia porque mide la formación

de productos de ADN después de un número de ciclos determinado, lo que arroja información

cualitativa sobre la presencia o ausencia de un determinado gen, pero no revela información sobre

la cantidad existente de ADN. Esta técnica de PCR se ha convertido en una de las herramientas

más influyentes en las ciencias biológicas y médicas (78).

Para poder evidenciar el resultado de la PCR de punto final es necesario realizar un corrido

electroforético, mediante el cual es posible separar fragmentos de ADN en función de su tamaño,

visualizarlos mediante una sencilla tinción y determinar así el contenido de ácidos nucleicos de

una muestra, teniendo una estimación de su concentración y grado de entereza. Pudiendo confirmar

así que el amplicón sea del tamaño esperado (80).

A lo largo de los años se han descrito numerosas adaptaciones y aplicaciones de la PCR de punto

final clásica, incluida la PCR múltiple, PCR o cuantitativa (qPCR), PCR con transcriptasa inversa

(RT-PCR), PCR semicuantitativa, PCR competitiva cuantitativa, entre otros.

3.8.2.2. PCR Tiempo real

En la PCR a tiempo real, los procesos de amplificación y detección se producen de manera

simultánea. Además, mediante detección por fluorescencia se puede medir durante la

amplificación la cantidad de ADN sintetizado en cada momento, debido a que la emisión de

fluorescencia en la reacción es proporcional a la cantidad de ADN formado. Esto permite conocer

y registrar en todo momento la cinética de la reacción de amplificación. Los termocicladores para

llevar a cabo la PCR a tiempo real incorporan un lector de fluorescencia, el cual puede ser de dos

tipos: agentes intercalantes y sondas específicas marcadas con fluorocromos

- Agentes intercalantes: Son fluorocromos que aumentan la emisión de fluorescencia

cuando se unen a ADN de doble hélice. El incremento de ADN en cada ciclo se refleja en

un aumento proporcional de la fluorescencia emitida. El más empleado es el SYBR Green.

- Sondas de hibridación específicas: Son sondas marcadas con dos tipos de fluorocromos,

un donador y un aceptor. El proceso se basa en la transferencia de energía fluorescente

mediante resonancia (FRET) entre las dos moléculas. Las más utilizadas son las sondas

TaqMan, beacons y FRET (81).

Entre las ventajas de la PCR en tiempo real está el uso de la fluorescencia para detectar los

productos de la PCR; para diferenciar no solo un resultado positivo de uno negativo, sino también

para poder cuantificar los organismos durante la curva de crecimiento. Además de esto; una ventaja

revolucionaria es que el tubo con los productos de PCR no tiene que abrirse para realizar un corrido

electroforético y observar el amplicón ya que el análisis se realiza en el instrumento durante la

PCR (76).

4. OBJETIVOS

4.1. Objetivo general

Detectar Helicobacter pylori por métodos moleculares como prospectiva para su identificación a

partir de cuerpos de agua.

4.2. Objetivos específicos

• Elaborar un manuscrito de revisión sobre el papel del agua en la ruta de transmisión de H.

pylori.

• Comparar dos metodos moleculares para la detección de H. pylori.

• Establecer el límite de detección de ADN de H. pylori.

5. METODOLOGÍA

5.1. Elaboración de un manuscrito de revisión de tema sobre el papel del agua en la ruta de

transmisión de H. pylori

Se realizó una búsqueda amplia y sistemática de la literatura en las bases de datos PubMed y

Science Direct utilizando los términos Helicobacter pylori, water, detection methods, VBNC y

cocoid form, para lo cual se empleó el conector booleano AND y se restringió la bibliografía a

artículos originales y algunos de revisión publicados en los últimos 5 años.

5.2. Análisis de los cebadores para la detección molecular de H. pylori

Para la detección molecular de H. pylori se utilizaron los cebadores ureA-F y ureA-R debido a que

estos presentan una homología del 100% con el gen ureA específico de H. pylori. Por tal motivo

y mediante el Software GeneRunner versión 6.5.51., se buscó confirmar la especificidad de los

cebadores para amplificar el gen ureA y verificar tanto el tamaño del amplicón a obtener como la

homología señalada anteriormente.

En la tabla 2 se describen los cebadores, sus secuencias respectivas y la fuente bibliográfica de los

mismos.

Tabla 2. Cebadores utilizados para la detección molecular de H. pylori mediante PCR.

Gen Cebador Secuencia Artículo

ureA ureA- F 5’- CGTGGCAAGCATGATCCAT -3’ Schabereiter-Gurtner C,

Hirschl AM, Dragosics B,

Hufnagl P, Puz S, Kova´ch

Z, et al. Novel Real-Time

PCR Assay for Detection of

Helicobacter pylori

Infection and Simultaneous

Clarithromycin

Susceptibility Testing of

Stool and Biopsy

Specimens. Journal of

Clinical Microbiology.

2004; 42(10): 4512–4518.

ureA-R 5’- GGGTATGCACGGTTACGAGTTT -3’

5.3. Detección del gen ureA de H. pylori por PCR en tiempo real

La mezcla de reacción de 15 μl se preparó como se indica en la tabla 3, usando el ADN de la cepa

de referencia NTCC 12908.

Tabla 3. Componentes de la mezcla de reacción para la PCR en tiempo real

Componentes Concentración Volumen

Luna® Universal Probe qPCR Master Mix

(Biolabs. Inc, New England)

2X 7,5 μl

Cebador ureA-F 10 μM 0,375 μl

Cebador ureA-R 10 μM 0,375 μl

Sonda ureA-S 10 μM 0,3 μl

Agua 5,45 μl

ADN 1 μl

La reacción de amplificación se realizó con una desnaturalización preliminar a 95°C durante 15

min, seguida de 60 ciclos de amplificación a 95°C durante 5s con una temperatura transitoria de

20°C/s; la alineación se realizó de 60°C a 57°C durante 15 ciclos con una temperatura transitoria

de 0,2°C y la extensión final ocurrió a 72°C durante 6s, con un solo paso de adquisición de

fluorescencia al final de la extensión. Esto se realizó en un equipo Rotor-Gene Q de Qiagen. Los

datos se analizaron utilizando el programa Rotor Gene Q Series Software.

5.4. Detección del gen ureA de H. pylori por PCR de punto final

La mezcla de reacción de 25 μl se preparó como se indica en la tabla 4 usando el ADN de la cepa

de referencia NTCC 12908.

Tabla 4. Componentes de la mezcla de reacción para la PCR de punto final

Componentes Concentración Volumen

PCR Buffer II (sin MgCl2)

(Applied Biosystems, Austin, TX)

10X 2,5 μl

dNTPs (BioLabs Inc, New England) 10 mM 0, 5 μl

Cebador ureA-F 10 μM 0,63 μl

Cebador ureA-R 10 μM 0,63 μl

Solución de MgCl2

(Applied Biosystems, Austin, TX)

25mM 2 μl

Taq Polimerasa

(Thermo Fisher Scientific)

5U/μl 0,04 μl

Agua 17,7 μl

ADN 1 μl

La reacción de amplificación se realizó con una desnaturalización preliminar a 95°C durante 4

min, seguida de 30 ciclos de amplificación a 95°C durante 30s, alineación a 55°C durante 30 s y

elongación a 72° durante 30 s. Se realizó una extensión final a 70°C durante 7 min y una etapa

extra de enfriamiento a 4°C durante 59 min. Esto se realizó en un Termociclador convencional

Swift™ MiniPro, ESCO.

Luego se realizó separación electroforética de los productos amplificados a 100 voltios por 120

minutos, en un gel de agarosa al 3% en buffer de corrido TAE 1X. El marcador de peso molecular

usado fue Hyperladder™ 50 pb (Bioline). El gel fue teñido con SYBR safe y las bandas se

evidenciaron en transiluminador bajo luz ultravioleta.

5.5. Preparación de diluciones a partir de ADN de cepas de referencia

Se utilizó un ADN control: AMPLIRUN® Helicobacter pylori DNA CONTROL (Vircell,

14MBC049001) obtenido a partir de la cepa de referencia es la ATCC 26695, el cual tenía una

concentración de 18.000 copias/µl. A partir del ADN control se realizaron diluciones 1:10 hasta

alcanzar una concentración teórica de 1.8 copias/µl.

Por otro lado, se utilizó ADN de la cepa de referencia NTCC 12908, el cual se encontraba a una

concentración de 16 ng/µl. A partir de este ADN se realizaron diluciones hasta alcanzar una

concentración teórica de 1 ng/µl.

5.6. Determinación de la concentración de las diluciones

Las diluciones realizadas a partir de las dos cepas de referencia (ATCC 26695 y NTCC 12908)

fueron cuantificadas mediante dos metodologías: espectrofotometría y fluorometría.

Para la cuantificación mediante espectrofotometría, se utilizó un Espectrofotómetro Multiskan Go,

usando la placa μDrop™ (Thermo Scientific™) y se analizó mediante Soft Skant Software 5.0 for

microplate readers. El procedimiento consistió en colocar 2 µl de cada dilución por duplicado en

la placa μDrop y un blanco, que podía ser TE 1X o agua; una vez depositadas todas las muestras,

se introdujo la placa en el espectrofotómetro, el cual realizó la lectura y arrojó los datos obtenidos.

Para la cuantificación mediante fluorometría, se utilizó el Fluorometro QubitTM 4 Fluorometer de

Invitrogen (Thermo Fisher Scientific, Singapore, 739256). En este caso se inició preparando la

solución de trabajo, para la cual se diluyó 1:200 el reactivo QubitTM dsDNA BR Reagent

concentrado en DMSO (Life Technologies Corporation, Eugene, 97402) en el Buffer Qubit TM

dsDNA BR Buffer (Life Technologies Corporation, Eugene, 97402). Igualmente se prepararon las

dos soluciones estándar Qubit TM dsDNA BR Standard #1 (Life Technologies Corporation,

Eugene, 97402) y Qubit TM dsDNA BR Standard #2, (Life Technologies Corporation, Eugene,

97402). Estas soluciones al igual que las muestras se prepararon a un volumen final de 200 μl,

agregando, para el caso de los estándares 10 μl de cada uno y 190 μl de la solución de trabajo y

para el caso de las muestras, 2 μl de cada una y 198 μl de la solución de trabajo. Luego cada tubo

fue insertado de manera individual (primero los estándares), se tomó la lectura y se registraron los

datos obtenidos.

5.7. Límite de detección de ADN de H. pylori

El límite de detección se abordó por ambas metodologías moleculares (PCR en tiempo real y PCR

de punto final); así mismo, se abordó mediante dos estrategias, las cuales fueron el límite de

detección de copias de ADN/µl y de nanogramos de ADN/µl de H. pylori.

Para abordar estas dos estrategias se utilizaron las diluciones realizadas a partir de las dos cepas

de referencia (ATCC 26695 y NTCC 12908).

Una vez confirmadas mediante cuantificación las concentraciones de las anteriores diluciones, se

procedió a realizar las reacciones en cadena de la polimerasa, utilizando para ambas los cebadores

ureA-F/ureA-R bajo las condiciones descritas en los numerales 5.3 y 5.4. Todos los ensayos se

realizaron por triplicado, para los dos métodos moleculares y para las dos unidades de medición

utilizadas.

Posterior a esto se utilizó la siguiente fórmula (82) mediante la cual fue posible obtener tanto el

número de copias de ADN a partir de la cantidad de ADN en nanogramos, como la cantidad de

nanogramos de ADN a partir del número de copias; esto último al despejar la fórmula como se

muestra a continuación:

Número de copias de ADN =cantidad de ADN (ng) ∗ 6.022x10ˆ23

longitud del ADN ∗ 1x10ˆ9ngml

∗ 650 Daltons

Despeje de la fórmula de tal manera que el valor a obtener sea la cantidad de ADN en nanogramos,

así:

Cantidad de ADN (ng) =Número de copias de ADN ∗ longitud del ADN ∗ 1x10ˆ9

ngml

∗ 650 Daltons

6.022x10ˆ23

6. RESULTADOS Y DISCUSIÓN

6.1. Manuscrito de revisión sobre el papel del agua en la ruta de transmisión de H. pylori

En la tabla 5 se describen algunos de los artículos consultados y un breve resumen de los hallazgos.

Diferentes trabajos han logrado detectar H. pylori en cuerpos de agua, siendo capaz de resistir y

tolerar las prácticas de desinfección normalmente empleadas en el tratamiento del agua potable.

Igualmente se han descrito algunos mecanismos que le permiten sobrevivir a H. pylori en

ambientes adverso para ella, entre ellos está la forma viable no cultivable a la cual pasan cuando

están expuestas a condiciones estresantes o diferentes a las que están acostumbradas, siendo esto

una estrategia de adaptación para la supervivencia a largo plazo. Este mecanismo de supervivencia

es el más estudiado ya que se ha demostrado que H. pylori en su forma cocoide presente en agua

conserva una serie de factores de virulencia encargados de la colonización e invasión de la mucosa

gástrica; por ejemplo, mantiene detectable los niveles de ureasa, continúa la síntesis de proteínas

en pequeñas cantidades y produce también pequeñas cantidades de ADN; demostrando que estas

células no cultivables son formas infecciosas. En el tejido gástrico, por ejemplo, las formas

cocoides (VBNC) pueden permanecer latentes durante mucho tiempo y retener los factores de

virulencia, por lo que también pueden ayudar a los fracasos del tratamiento y a la recurrencia de

la infección y de las enfermedades gastroduodenales. Otra característica importante que le permite

a la bacteria sobrevivir en agua es su capacidad de adherirse a diferentes materiales y formar

biopelículas.

Se encuentra que uno de los principales problemas para aceptar el agua como posible reservorio

de H. pylori es la incapacidad de aislar rutinariamente la especie de las muestras de agua mediante

técnicas convencionales de cultivo microbiológico. Por lo tanto, la aplicación de métodos

moleculares para la detección rápida, sensible y específica de H. pylori en entornos acuáticos es

de suma importancia. El artículo de revisión se presenta como Anexo 1.

6.2. Análisis de los cebadores usados para la detección molecular de H. pylori

GeneRunner mostró un alineamiento específico de los cebadores ureA-F/ureA-R con la secuencia

del gen Ureasa (Figura 2) de H. pylori, así mismo arrojó el tamaño en pares de bases (pb) del

amplicón, corroborando la longitud de 77pb.

Tabla 5. Resumen de artículos analizados en el manuscrito generado de revisión del tema sobre

el papel del agua en la transmisión de H. pylori.

Figura 2. Fragmento de la secuencia del gen ureA de H. pylori con la secuencia de los cebadores

ureA-F/ureA-R resaltada. En la parte inferior derecha se muestra en un recuadro el tamaño del

fragmento a amplificar. Fuente: GeneRunner.exe

Figura 3. Características de los cebadores ureA-F/ureA-R específicos para el gen ureA de H.

pylori. Fuente: GeneRunner.exe

Mediante el mismo software fue posible analizar los cebadores directamente en Primer-BLAST,

donde estos hicieron BLAST con el genoma de la cepa de referencia 26695 de H. pylori presentado

una homología del 100% con el gen ureA específico de la misma. Igualmente se confirmó la

información obtenida en GeneRunner como la longitud del amplicón y las posiciones de inicio y

fin de cada uno de ellos; además arrojó información adicional como la temperatura de melting

(Tm), el porcentaje Guanina/Citosina (GC%) y la complementariedad. En la Figura 3 se muestran

en detalle los cebadores ureA-F/ureA-R

La PCR es una herramienta de suma importancia utilizada en muchas investigaciones. Es necesario

conocer la reacción y adecuar sus condiciones antes de hacer uso extensivo de ella; uno de los

pasos fundamentales es contar con los cebadores o primers y con las características específicas de

cada uno de ellos. Esto permitirá sortear exitosamente uno de los pasos primordiales para obtener

la mejor calidad y cantidad del producto a amplificar. El diseño cuidadoso de cebadores es uno de

los aspectos más importantes para obtener los resultados esperados; cebadores mal diseñados

pueden amplificar otros fragmentos de ADN distintos a los buscados (amplificación inespecífica).

Por este motivo, el uso de GeneRunner, un programa de utilidad en genética molecular que permite

introducir una secuencia de ADN, observar su cadena complementaria, encontrar una subsecuencia

dentro de esa secuencia, ver las enzimas de restricción y más (83), fue de gran ayuda para verificar

la homología, la especificidad en el alineamiento y la longitud del fragmento obtenido usando los

primers ureA-F/ureA-R como se puede observar n la Figura 3.

6.3. Comparación de dos metodologías moleculares para la detección de H. pylori

Al observar los resultados obtenidos para la PCR de punto final (figura 4) y PCR tiempo real

(figura 5) se demostró que fue posible amplificar la cepa de referencia NTCC 12908 bajo estas dos

metodologías. El resultado obtenido para PCR en tiempo real se evidenció igualmente mediante

corrida electroforética para confirmar el tamaño del amplicón. Como se puede observar en la

figura 6.

Figura 4. Electroforesis en gel de agarosa al 3% y el producto amplificado por PCR de punto final

de 77 pares de bases. El carril 1 representa el marcador de peso molecular de 50 pb (Hyperladder

50 pb), el carril 2 es el control del mix, el carril 3 es el producto de la PCR de punto final de la

muestra 12908 y el carril 4 es el control negativo adicionando agua.

Figura 5. Resultado PCR en tiempo real para detección de cepa de referencia 12908 y el límite de

detección en copias/μl. Los colores de las muestras se detallan en la tabla 6. Fuente: Rotor-Gene

Q Series Software 2.3.1 (Build 49) Copyright 2013 QIAGEN GmbH

Tabla 6. Resultado cuantificación de la PCR en tiempo real para detectar el número límite de

copias de ADN por μl de H. pylori. Fuente: Rotor-Gene Q Series Software 2.3.1 (Build 49)

Copyright 2013 QIAGEN GmbH.

No. Color Nombre Tipo Cp Concentración

Teórica

(copias/μl)

Concentración

Real (copias/μl)

1 H2O NTC

2

18.000 cp/ul Standard 28.19 18,000.0 16,149.7

3

18.000 cp/ul Standard 28.30 18,000.0 15,122.4

4

1.800 cp/ul Standard 32.07 1,800.0 1,780.3

5

1.800 cp/ul Standard 31.85 1,800.0 2,017.4

6

180 cp/ul Standard 35.26 180.0 290.5

7

180 cp/ul Standard 35.81 180.0 211.9

8

18 cp/ul Standard 40.97 18.0 11.3

9

18 cp/ul Standard

18.0

10

1,8 cp/ul Standard

1.8

11

1,8 cp/ul Standard

1.8

12

12908 Unknown 16.79

10,495,006.3

13

12908 Unknown 16.60

11,679,004.3

14

H2O NTC 10.17

448,871,718.2

Figura 6. Electroforesis en gel de agarosa al 3% y el producto amplificado por PCR en tiempo

real de 77 pares de bases. El carril 1 representa el producto de la PCR en tiempo real de la muestra

12908, el carril 2 es el control del Mater Mix, el carril 3 es el control negativo adicionando agua y

el carril 4 es el marcador de peso molecular de 50 pb (Hyperladder 50 pb).

El diagnóstico por PCR de H. pylori tiene una sensibilidad y especificidad de 95% y su principal

ventaja es que se puede detectar el microorganismo sin importar la viabilidad de la bacteria en las

muestras. La especificidad de esta técnica viene dada por el uso de oligonucleótidos sintéticos,

específicos para determinado gen y que facilitan la amplificación de una secuencia nucleotídica,

que a su vez es específica para H. pylori; es por esta razón que en los últimos años se ha diseñado

una variedad de pruebas diagnósticas para esta bacteria por medio de PCR, basándose en:

oligonucleótidos provenientes de diferentes genes, entre ellos el gen de la ureasa A (ureA) (84).

Al utilizar los primers ureA-F y ureA-R para amplificar un fragmento específico del gen ureA se

obtuvieron resultados óptimos como se puede ver en las figuras 4 y 5, ya que si fue posible

amplificar el ADN la cepa de referencia NTCC 12908 por las dos técnicas, confirmando que se

trataba del amplicón de 77pb en el gel de agarosa al 3%. Aunque los resultados fueron los

esperados para las dos metodologías es importante realizar una comparación que permita

identificar los pros y contra de cada técnica para elegir la más adecuada; la PCR de punto final

mide el producto de PCR acumulado al final de los ciclos; sin embargo, esta no cuantifica, pero la

comparación de la intensidad de la banda amplificada en un gel con los estándares de una

concentración conocida puede proporcionarle resultados semicuantitativos. Por otro lado, la PCR

en tiempo real mide el producto amplificado a medida que se produce; esta técnica cuantifica al

recopilar los datos obtenidos durante la fase de crecimiento exponencial (log) cuando la cantidad

del producto de la PCR es directamente proporcional a la cantidad de ácido nucleico de la plantilla

(85).

Entre las desventajas de la PCR de punto final se encuentran su baja precisión, baja sensibilidad,

baja resolución, no es automatizada, solo discrimina basándose en el tamaño, los resultados no se

expresan como números y se debe realizar un tratamiento post-PCR. Entre las ventajas de la PCR

en tiempo real se encuentra un aumento en el rango de detección, no se necesita un procesamiento

posterior a la PCR, recopila datos en la fase de crecimiento exponencial, un aumento en la señal

de fluorescencia es directamente proporcional a la cantidad de amplicones generados. Por lo

anterior, la PCR de punto final es recomendada para amplificación de ADN en secuenciación,

genotipado y clonación y la PCR en tiempo real se recomienda para cuantificación de la expresión

génica, verificación de micromatrices, control de calidad y validación de ensayos, detección de

patógenos, genotipado de polimorfismos de un solo nucleótico (SNP), variación del número de

copias, análisis de microARN, cuantificación viral, experimentos de ARN de interferencia (85).

6.4. Diluciones obtenidas a partir de ADN de cepas de referencia

A partir de la cepa de ATCC 26695 que se encontraba a una concentración 18.000 copias/µl, se

obtuvieron las siguientes diluciones: 1.800 copias/µl, 180 copias/µl, 18 copias/µl y 1.8 copias/µl.

Por otro lado, usando ADN de la cepa de referencia NTCC 12908, la cual se encontraba a una

concentración de 16 ng/µl se obtuvieron las siguientes diluciones 16 ng/µl, 13 ng/µl, 10 ng/µl, 7

ng/µl, 4 ng/µl y 1 ng/µl.

6.5. Determinación de la concentración de las diluciones

Tabla 7. Concentración esperada de las diluciones realizadas a partir del ADN de la cepa de

referencia 12908 frente a las concentraciones obtenidas mediante fluorómetro.

La cuantificación del ADN usando el método de fluorometría no permitió detectar la concentración

de las copias/μl ya que el kit con el que se prepararon los estándares de detección, permitía una

cuantificación entre 2 y 1000 ng y las copias/μl se encontraban en un rango no detectable. Por el

Concentración esperada Concentración calculada

16 ng/µl 15.3 ng/µl

13 ng/µl 13.0 ng/µl

10 ng/µl 9.8 ng/µl

7 ng/µl 7.6 ng/µl

4 ng/µl 5.3 ng/µl

1 ng/µl 2.2 ng/µl

contrario, para el caso de las diluciones realizadas a partir del ADN de la cepa patrón 12908, se

pudo medir la concentración y así compararla con la concentración teórica a la que se pretendía

llegar en nanogramos/μl. Estos resultados se muestran en la tabla 7. Por otro lado la cuantificación

del ADN usando el método de espectrofotometría arrojó unos resultados muy inconsistentes, ya

que las muestras con mayor concentración de ADN, arrojaban un resultado negativo e inferior a

aquellas muestras de menor concentración,

Existen diversos métodos para estimar la concentración de ácidos nucleicos en una preparación.

Si la muestra es pura (no contiene cantidades significativas de contaminantes como proteínas,

fenol, agarosa o incluso otros ácidos nucleicos), su medición mediante espectrofotometría es la

más adecuada. Por el contrario, si la cantidad de ADN o ARN es muy pequeña, o si la muestra

contiene grandes cantidades de impurezas, la cuantificación puede llevar a cabo por la intensidad

de fluorescencia. Debido a su rapidez, simplicidad y ausencia de daño, la cuantificación de ADN

por espectrofotometría ha sido ampliamente utilizada. Sin embargo, esta técnica es poco sensible,

y para la mayoría de los espectrofotómetros se requiere una concentración de ADN de al menos 1

µg/mL (86). El método de cuantificación por fluorometría se basa en tintes de base de

fluorescencia que se unen específicamente al ADN, ARN o proteína y el método de cuantificación

por espectrofotometría se basa en mediciones de absorbancia UV (mide la absorbancia a 260 nm

y la relación 260nm/280nm. Un aspecto importante es que la fluorometría mide con precisión tanto

el ADN como el ARN de una misma muestra, en cambio la espectrofotometría no es capaz de

distinguir una de la otra (87).

Las diferencias entre la técnica de fluorometría y espectrofotometría se basan en que el fluorómetro

cuantifica con precisión el ADN en muestras con concentraciones tan bajas como 10

picogramos/μl; claro está que esto depende del equipo utilizado, ya que el utilizado en esta

investigación media en un rango entre 2 y 1.000 ng/μl. Por el contrario, el espectrofotómetro no

se recomienda para concentraciones por debajo de 2 nanogramos/μl, ya que cuando se miden

concentraciones inferiores, presenta una alta variación en los resultados (87).

6.6. Límite de detección de ADN de H. pylori

Límite de detección de copias/μl de H. pylori por PCR en tiempo real

El límite de detección de copias de ADN por μl de H. pylori obtenido mediante PCR en tiempo

real fue de 11.3 copias/μl como se señala en la figura 5 y se describe en la tabla 6. Se esperaría que

el límite de detección fuera de 18 copias/μl en base a las diluciones hechas; sin embargo como ya

se sabe que la PCR en tiempo real cuantifica, esta arrojo el valor real de la concentración mínima

que se detectó el cual fue de 11.3 copia/μl como se mencionó anteriormente. En la tabla 6 se

presenta el nombre de cada muestra y el color al que corresponde en la gráfica, el ciclo en el que

empezó a emitir fluorescencia la concentración teórica y la concentración real o calculada por el

equipo. En este límite de detección de copias de ADN por μl de H. pylori obtenido mediante PCR

en tiempo real, el valor de Cp (ciclo del proceso de amplificación en el que se supera un umbral

establecido de fluorescencia o valor “threshold”) (88) fue de 40.97 para la muestra correspondiente

a la concentración de 11.3 copia/μl como se observa en la figura 5 señalado con una flecha. Este

valor concuerda con los valor de Cp obtenidos en otro estudio que detectó el gen ureA para H.

pylori, los cuales variaron entre 40.0 y 44.4 (89).

En los últimos años se han realizado estudios que determinan el límite de detección de H. pylori

en agua bajo la concentración de UFC/ml, observándose en uno de los casos que los cebadores

usados lograron detectar desde 3.0 x 103 UFC en un litro de agua (90) sin embargo, las UFC se

limitan a unidades de mayor tamaño, lo cual puede ser perjudicial al momento de detectar la

bacteria en agua, ya que esta puede encontrase en concentraciones muy pequeñas, inferiores

incluso a una célula, por lo cual la detección de la bacteria mediante copias de ADN amplia el

rango detección y así evita pasar por alto las concentraciones mínimas de la bacteria en agua, lo

cual podría evitar problemas de salud pública a los que conlleva la infección por H. pylori.

Barrera et al., obtuvieron en su investigación que el límite de detección de la técnica de PCR en

tiempo real para Granulovirus en muestras de larva, suelo y en un bioplaguicida fue de 1,25 x 105

copias del gen (125.000 copias del gen), lo que equivale a 6,4 x 10-4 ng (0,00064 nanogramos) de

ADN (91), siendo este un valor superior al límite de detección obtenido en el presente proyecto.

Por otro lado, en un estudio basado en la detección molecular de Legionella spp a partir de muestras

ambientales mediante qPCR (PCR cuantitativa en tiempo real), se obtuvo que el límite de

detección fue de 25 copias por 10 μl de la muestra, lo que equivale a 2,5 copias/μl (0,0000094 ng)

(92), siendo este valor un poco más similar, pero sin embargo inferior al límite de detección que

obtuvimos para H. pylori mediante la misma metodología.

Límite de detección de copias de ADN por μl de H. pylori por PCR de punto final

La PCR de punto final no pudo detectar ninguna de las muestras estándar de copias por μl debido

a que esta técnica es poco sensible y no amplifica valores tan pequeños. Por este motivo, otros

estudios han implementado y recomiendan la PCR en tiempo real como la técnica más adecuada,

sensible y específica para determinar concentraciones dadas en cantidad de copias de ADN.

Aunque se dice que la PCR de punto final o convencional presenta un límite de detección más alto

de lo deseable, como se pudo comprobar en este estudio; el estudio realizado por Moreno y

Agudelo, presentan unos resultados que divergen por completo, ya que mediante una PCR

convencional simple obtuvieron un límite de detección para Leptospira interrogans de 0,012 ng,

lo que equivale a 2.38×103 copias (2.380 copias de ADN) (93), siendo estos valores mucho

menores a los que se obtuvieron mediante esta técnica

Límite de detección de ng/μl de H. pylori en PCR en tiempo real

Figura 7. Resultado PCR en tiempo real para detectar el límite de nanogramos de ADN por μl de

H. pylori. Los colores de las muestras se detallan en la tabla 8. Fuente: Rotor-Gene Q Series

Software 2.3.1 (Build 49) Copyright 2013 QIAGEN GmbH.

Por otra parte, en la figura 7 es posible observar que todas las muestras correspondientes a las

diluciones dadas en nanogramos de la cepa patrón 12908 fueron amplificadas por la PCR en tiempo

real, razón por la cual no es posible establecer un límite de detección mínimo utilizando las

diluciones que son descritas en la tabla 8. Al no poder establecer el límite de detección de

nanogramos de ADN por μl de H. pylori usando las diluciones de ADN de la cepa de referencia

se aplicó la formula descrita en la metodología (numeral 5.5) utilizando los valores de las copias

de la tabla 6 para obtener el equivalente en nanogramos de las 11,3 copias/μl ya que este fue el

valor mínimo detectable. Al realizar la conversión, se determinó que el límite de detección de

nanogramos de ADN por μl de H. pylori obtenido mediante PCR en tiempo real fue de 0,000020

ng/μl.

Tabla 8. Resultado cuantificación de la PCR en tiempo real para detectar el número límite de

nanogramos de ADN por μl de H. pylori. Fuente: Rotor-Gene Q Series Software 2.3.1 (Build 49)

Copyright 2013 QIAGEN GmbH.

No. Color Nombre Tipo Cp Concentración

Teórica

(copias/μl)

Concentración

Real

(copias/μl)

1 12908-16ng/ul Standard 13.35 16 9

2

12908-13ng/ul Standard 12.71 13 18

3

12908-10ng/ul Standard 13.02 10 13

4

12908-7ng/ul Standard 13.76 7 6

5

12908-4ng/ul Standard 14.00 4 5

6

12908-1ng/ul Standard 15.74 1 1

7

MMix NTC 56.73

Límite de detección de nanogramos de ADN por μl de H. pylori por PCR de punto final

Figura 8. Electroforesis en gel de agarosa al 3% y los productos amplificado por PCR de punto

final y PCR en tiempo real de 77 pares de bases. Los carriles 1, 2, 3, 4, 5 y 6 representan los

productos de la PCR de punto final, los cuales equivalen a 16 ng/μl, 13 ng/μl, 10 ng/μl, 7 ng/μl, 4

ng/μl y 1 ng/μl respectivamente, el carril 7 es el control negativo adicionando agua y el carril 8 es

el marcador de peso molecular de 50 pb (Hyperladder 50 pb). Los carriles 9, 10, 11, 12, 13 y 14

representan los productos de la PCR en tiempo real, los cuales equivalen a 16 ng/μl, 13 ng/μl, 10

ng/μl, 7 ng/μl, 4 ng/μl y 1 ng/μl respectivamente

Como se puede ver en la figura 8 el límite de detección de nanogramos de ADN por μl de H. pylori

obtenido mediante PCR de punto final fue de 5 ng/μl , debido a que fue la cantidad más baja de

ADN que se logró amplificar mediante la mencionada metodología. Se esperaría que el límite de

detección fuera de 4 ng/μl en base a las diluciones hechas; sin embargo, cuando se realizó la PCR

en tiempo real utilizando las diluciones en nanogramos/μl, este arrojo el valor real de las

concentraciones, obteniendo que la concentración mínima que se detectó fue de 5 ng/μl (tabla 6).

En esta figura también se evidencian los tamaños de los amplicones obtenidos mediante PCR en

tiempo real (Figura 5) los cuales se encuentran ubicados al lado derecho después del marcador de

peso molecular. Aunque para esta metodología no es necesario realiza corrido electroforético, se

realizó para verificar el tamaño de los amplicones.

Se puede notar que en la figura 8 es difícil visualizar las bandas amplificadas; sin embargo, al

momento de observar directamente el gel en el transiluminador, fue posible visualizar las 5 bandas,

donde la última indicaba la mínima cantidad que se detectó y se señala con una flecha.

Este fenómeno de que las bandas de ADN no se ven nítidamente en el gel puede ser causado

porque el ADN se ha degradado, porque la cantidad o la concentración de ADN en las muestras

cargadas al gel eran insuficientes; porque las moléculas de ADN al ser de un tamaño pequeño se

difundieron durante la tinción o debido a un gel de agarosa muy grueso, por lo cual se recomienda

evitar la contaminación con nucleasas, aumentar la cantidad de ADN, y preparar geles más

delgados (94, 95).

Por otra parte, la PCR de punto final no amplificó ninguna de las muestras estándar de copias por

μl, por lo cual se calculó a través de la página scienceprimer.com (se fundamenta en la misma

fórmula descrita en la metodología, numeral 5.5), el equivalente en copias de los 5 nanogramos

(concentración real), debido a que esa fue la cantidad mínima detectable mediante PCR de punto

final como puede confirmarse a través de la electroforesis en la figura 7. Fue así como se determinó

que el límite de detección de copias de DNA por μl de H. pylori obtenido mediante PCR de punto

final fue de 2,7 x 106 lo que corresponde 2.700.000 copias/μl.

Finalmente se puede decir que, aunque las técnicas de PCR en tiempo real y PCR de punto final

tienen una alta sensibilidad (mayor en el caso de la PCR en tiempo real), presentan la desventaja

de no poder discriminar entre células viables y no viables. Por este motivo y para lograr la

detección de células viables mediante estas dos metodologías, se han desarrollado diferentes

alternativas, como el uso del agente intercalante de ADN fluoróforo propono monoazida (PMA),

el cual es un colorante fotorreactivo de alta afinidad que se une preferentemente a dsDNA. Es

impermeable a las membranas celulares intactas y, por lo tanto, penetra solo a través de las

membranas dañadas de las células muertas para intercalarse en el ADN, evitando su amplificación

(96). El uso de este agente intercalante le confiere un valor agregado a la técnica, en especial

cuando se trata de detectar H. pylori en agua, debido a que, además de buscar detectar la presencia

de la bacteria, lo ideal sería detectar la presencia de células viables, ya que al estar metabólicamente

activas y con todos sus factores de virulencia, son capaz de causar enfermedad en las personas que

consuman el agua. Al poder confirmar la presencia de células viables en una cantidad tal que sea

infecciosa para el humano, se podría confirmar definitivamente el agua como mecanismo de

transmisión para H. pylori.

7. CONCLUSIONES

Se establecieron las condiciones de la PCR tiempo real y de punto final para la detección del gen

ureA utilizando los cebadores ureA-F y ureA-R de Helicobacter pylori y se comprobó su

especificidad.

Se logró determinar el límite de detección en nanogramos de ADN por μl de H. pylori para PCR

en tiempo real y para PCR de punto final.

Se logró determinar el límite de detección en copias de ADN por μl de H. pylori para PCR en

tiempo real y para PCR de punto final.

Se determinaron las diferencias entre cuantificación por método espectrofotométrico y

fluorométrico.

Se determinaron las diferencias entre PCR en tiempo real y PCR de punto final.

8. PERSPECTIVAS A FUTURO

En esta investigación se abordó una primera fase que consistió en la escogencia del método

molecular de reacción en cadena de la polimerasa y el límite de detección; se propone una segunda

fase mediante la cual se contamine agua con la bacteria bajo condiciones controladas de laboratorio

y una tercera fase para investigar directamente en cuerpos de agua la detección de H pylori.

Probar nuevas condiciones para la PCR con el fin de optimizar el límite de detección para poder

hallar concentraciones más pequeñas de la bacteria.

Estandarizar una metodología molecular que pueda ser utilizada por entidades públicas que

suministren agua potable a la población para la detección de H. pylori con el fin de disminuir los

casos de incidencia de la infección que puedan ser adquiridos a través del agua.

9. AGRADECIMIENTOS

Agradecemos a Dios, quien nos ha llenado de fortaleza y sabiduría en cada momento de este largo

trayecto.

A nuestras madres, Martha Liliana Ceballos y Nancy Quintero, quienes han velado por nuestro

bienestar y educación, siendo nuestro apoyo en todo momento.

A nuestras familias, por ser acompañantes en tiempos duros de trabajo y ahora de satisfacción en

el cumplimiento de una nueva etapa.

A la Universidad Libre seccional Pereira y a cada uno de los docentes que hicieron parte de nuestro

proceso educativo; gracias a ellos, la formación que hemos tenido en los últimos 5 años de nuestras

vidas ha sido de suma importancia.

Agradecemos especialmente a la Doctora Adalucy Álvarez Aldana y al Doctor Fernando Siller

López por su paciencia, dedicación y apoyo, por dedicar gran parte de su tiempo y compartir su

valioso conocimiento académico, profesional y personal; porque siempre nos motivaron a seguir

adelante con este proceso y nos facilitaron el acceso a herramientas fundamentales en la

elaboración del proyecto.

A nuestros compañeros, los cuales conocimos y nos han acompañado a lo largo de estos años,

convirtiéndose en personas muy importantes para nosotras.

A esas personas que aunque hoy no nos acompañan, se sienten orgullosos de ver lo que hemos

logrado a través de todo este recorrido.

Nuestra gratitud para todos ellos y la recompensa que, de aquí en adelante, día a día, pondremos

nuestro mayor empeño para ser unas excelentes profesionales y unas personas que siempre darán

lo mejor de sí mismas.

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ANEXO 1

Manuscrito de Revisión

El agua como ruta de transmisión de Helicobacter pylori

Valeria Ceballos-Toro*, María del Mar Álvarez-Quintero*, Adalucy Alvarez-Aldana!

Resumen: Helicobacter pylori es un bacilo móvil Gram negativo cuya morfología es espiral. Se

considera catalasa, oxidasa y ureasa positiva. Es una bacteria de distribución mundial cuya prevalencia

varía de acuerdo a las características epidemiológicas de la población. Las rutas de transmisión

descritas son: oral-oral, gastro-oral y fecal-oral; aunque también se ha descrito su transmisión a través

de alimentos, animales y agua. Para la realización del siguiente artículo de revisión se realizó una

búsqueda en las bases de datos PubMed y Science Direct utilizando los términos Helicobacter pylori,

water, detection methods, VBNC y cocoid form. Obteniendo como resultado que existe una alta

prevalencia de esta bacteria en países en vía de desarrollo que cuentan con condiciones deficientes de

saneamiento, por lo que el agua se convierte en uno de los canales por el cual viaja la bacteria, se

mantiene con vida, llega al estómago del ser humano y lo coloniza. H. pylori sobrevive en agua gracias

a varios mecanismos como es su cambio a forma cocoide (VBNC), su capacidad para formar biofilms

y de asociarse con amebas de vida libre. Debido a su presencia en forma viable pero no cultivable es

difícil de detectar en las muestras de agua, por lo que es necesaria la utilización de métodos moleculares

como PCR, FISH y LAMP, sin embargo, estas técnicas deben mejorarse para poder detectar la

viabilidad de las células para que sean métodos 100% efectivos, lo cual beneficiará la salud pública.

Palabras clave: Helicobacter pylori, agua, detección, riesgo sanitario.

Abstract: Helicobacter pylori is a Gram negative mobile bacillus. Its morphology is spiral and is

considered catalase, oxidase and urease positive. It is a bacterium of worldwide distribution whose

prevalence varies according to geographical distribution, ethnicity, race, socioeconomic factors,

hygiene and sanitation. There are several distribution routes but the best known are oral-oral, gastro-

oral and fecal-oral; it has also been described that the bacteria can be transmitted through food, animals

and water. For the realization of the following review article, a search was made in the databases

PubMed, PubMed Central and Science Direct using the terms Helicobacter pylori, water, detection

methods, VBNC y cocoid form. Obtaining as a result that there is a high prevalence of this bacterium

in developing countries that have poor sanitation conditions, so that water becomes one of the channels

through which the bacteria travels, stays alive, arrives to the stomach of the human being and colonizes

it. H. pylori survives in water thanks to several mechanisms such as its change to coccoid form

(VBNC), its ability to form biofilms and to associate with free-living amoebas. Due to its presence in

a viable but not cultivable way, it is difficult to detect in water samples, so it is necessary to use

molecular methods such as PCR, FISH and LAMP, however, these techniques must be improved in

order to detect the viability of the cells to be 100% effective methods, which will benefit public health.

Key words: Helicobacter pylori, water, detection, health risk

*Estudiantes de séptimo semestre. Semillero Obvio-Microbio. Programa de Microbiología. Universidad

Libre Seccional Pereira !Docente investigador Programa de Microbiología. Universidad Libre Seccional Pereira

Introducción

Helicobacter pylori es un bacilo móvil Gram negativo, microaerófilo, su morfología típica

es en espiral de aproximadamente 3.5 x 0.5 µm. Bioquímicamente es ureasa1, oxidasa y catalasa

positivo; se encuentra colonizando el estómago de aproximadamente la mitad de la población

mundial y es la causa de gastritis, úlceras pépticas, cáncer gástrico y linfoma de células B2.H.

pylori fue la primera especie bacteriana probada para causar cáncer y está clasificado como un

carcinógeno del grupo I por el Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer

(IARC)3.

Es una bacteria de distribución mundial cuya prevalencia varía de acuerdo a la distribución

geográfica, etnia, raza, factores socioeconómicos, de higiene y saneamiento. La infección puede

presentarse a cualquier edad pero se presenta con mayor frecuencia en edades tempranas, donde

puede permanecer asintomática o hacerse sintomática en la adultez; no produce inmunidad de

memoria y suele darse la reinfección4, 5.

Las rutas de transmisión de H. pylori aún son poco conocidas pero las más aceptadas son

las vías oral-oral, gastro-oral y fecal-oral; aunque también se ha descrito que la bacteria puede ser

transmitida a través de alimentos, animales y agua6.

Hace algunos años pocas investigaciones implicaban el agua como vehículo de transmisión

de H. pylori, pero hoy en día hay suficiente evidencia de la presencia de esta bacteria en el agua a

nivel mundial, por lo que se puede implicar al agua tratada y no tratada como posible vehículo de

transmisión7.

La hipótesis de que el agua es una vía de transmisión de H. pylori está respaldada por dos

tipos de estudios; los epidemiológicos que han demostrado una mayor prevalencia de la infección

en países en vía de desarrollo que padecen problemas relacionados con la distribución sanitaria del

agua a la población y los estudios que han detectado o aislado H. pylori de diversas fuentes de

agua8, 9. Por este motivo, son varios los estudios que se han centrado en determinar el potencial del

agua como fuente de transmisión de H. pylori y su capacidad de producir la infección clínica10.

La presente revisión tiene como objetivo compilar la información actual con relación a la

presencia de Helicobacter pylori en aguas; las metodologías de detección y su cambio morfológico

de forma espiral a forma cocoide en el agua así como su patogenicidad al encontrarse en este

estado.

Metodología

Se realizó una búsqueda amplia y sistemática de la literatura en las bases de datos PubMed

y Science Direct utilizando los términos Helicobacter pylori, water, detection methods, VBNC y

cocoid form, para lo cual se empleó el conector booleano AND. La búsqueda arrojó como resultado

797 y 12.614 artículos respectivamente, de los cuales 136 y 3.360 correspondían a trabajos no

mayores a 5 años de publicación, el cual fue un criterio de aceptación, ya que se restringió la

bibliografía a artículos originales publicados en los últimos 5 años y algunos artículos de revisión.

2

Se seleccionaron artículos sobre los métodos de detección de H. pylori en agua, sobre el cambio

de forma espiral a forma cocoide (viable no cultivable) que sufre la bacteria en el agua y en general

sobre evidencias del agua como mecanismo de transmisión de la bacteria H. pylori.

Discusión

La primera asociación entre el agua y la infección por H. pylori fue sugerida en Perú en

1991 cuando se observó que los niños peruanos que consumían agua no tratada, tenían mayor

prevalencia de H. pylori9, 11 y aun hoy en día Perú tiene una prevalencia

Resultados

En la tabla 1 se describen algunos de los artículos consultados y un corto resumen de los

hallazgos.

Tabla 2. Breve resumen de algunos artículos relacionados con la transmisión de H. pylori a través

del agua

3

estimada del 45,5%; encontrándose en agua potable la mayor cantidad de la bacteria, equivalente

a 1.6 x 106 copias del genoma/L. Un estudio publicado en este año arrojó que el agua potable en

Lima está contaminada con H. pylori el 20.3% del tiempo, resultando positivas 49 de 241

muestras13.

Diferentes estudios han mostrado la prevalencia de esta bacteria en países en vía de

desarrollo, esto relacionado con las circunstancias socioeconómicas y la calidad de vida llevan a

la falta de acceso a agua potable de calidad, a un saneamiento adecuado, a medidas higiénicas

estrictas y a una buena atención en salud, permitiendo estas situaciones que el agua contaminada

sea uno de los canales por el cual viaja la bacteria, se mantiene con vida, llega al estómago del ser

humano y lo coloniza6, 13, 14.

En las poblaciones del Norte de Europa y América del Norte, alrededor de un tercio de los

adultos se encuentran infectados por la bacteria, mientras que en Europa del Sur y Este, América

del Sur y Asia, la prevalencia de H. pylori a menudo es superior al 50%, siendo estos últimos

países en desarrollo que aun cuentan con servicios de saneamiento deficientes15.

En este punto aparece otro posible factor detrás de las diferencias geográficas y económicas

en la incidencia de la infección y son las fuentes mejoradas que permiten el acceso al agua de estas

poblaciones, las cuales consisten en métodos artesanales que aplican las personas que no tienen

suministro continuo de agua, como lo son el agua entubada en el hogar, pozos de sondeo,

manantiales de arenas de cavado bien protegidos, agua de lluvia y fuentes de agua públicas o

externas, las cuales pueden llegar a ser fuentes directas de H. pylori como arroyos y aguas

superficiales contaminadas por contaminación fecal, industrial y doméstica16, 17, 18.

H. pylori ha sido detectada en varias fuentes de agua, incluyendo lagos, ríos, agua del grifo, agua

de pozo, aguas de riego, agua de mar, agua mineral, agua de unidades dentales, agua potable y sus

sistemas de distribución como lo han demostrado diferentes estudios realizados en Colombia, Perú,

Estados Unidos, España, Costa Rica, Irán, Pakistán, entre otros19.

Aunque algunos estudios han encontrado que el agua clorada carece de la bacteria, se dice

que arrojaron esta conclusión debido a que se basaron en la falta de recuperación utilizando

métodos de cultivo estándar, ya que muchos otros autores han demostrado que H. pylori es capaz

de resistir y tolerar las prácticas de desinfección normalmente empleadas en el tratamiento del

agua potable20, 21. Se dice que el cambio de morfología permite a las células evadir el tratamiento

con cloro del agua utilizada para el consumo humano22.

En un estudio realizado en España se expuso el patógeno a una concentración de 0.96 mg/L

de cloro libre durante varios tiempos control, observando que H. pylori perdía su capacidad de

crecimiento sobre medios de cultivo pasados 5 minutos. Sin embargo, mediante las técnicas

moleculares FISH y PCR observó que un porcentaje elevado de las células pasaban a forma viable

no cultivable, demostrando así que la bacteria puede sobrevivir a concentraciones elevadas de

cloro libre y que los tratamientos de desinfección en aguas potables podrían ser ineficientes para

la eliminación de éste patógeno de las redes de distribución23.

4

Aunque varios estudios epidemiológicos proponen el agua como un intermediario en la

transmisión fecal-oral de H. pylori20; se ha encontrado que la detección de esta bacteria en muestras

de agua no siempre se correlaciona con la presencia de bacterias fecales indicadoras (E. coli o

Enterococcus). Es más, se ha demostrado que H. pylori es más resistente a la cloración que E. coli.

Lo cual puede constituir un grave problema de salud pública, ya que a menudo se intenta predecir

la seguridad de los cuerpos de agua en función de los niveles de bacterias indicadoras fecales

cuando el agua tratada no está necesariamente exenta de H. pylori24, 25.

Aparte de ser resistente al cloro, H. pylori es resistente al ozono19 y a la radiación UV como

tratamiento terciario, hecho que pudo deberse al alto caudal de agua tratado en el estudio, el cual

no permitió una penetración total de la radiación ultravioleta durante un tiempo suficiente, o bien

que el sistema de radiación UV no se encontraba en buenas condiciones de mantenimiento23.

Se han descrito algunos mecanismos que le permiten sobrevivir a Helicobacter pylori en

un ambiente adverso para ella como es el agua. Entre ellos encontramos la conversión a su forma

cocoide (forma viable no cultivable) (Fig 1), su capacidad para adherirse a diferentes materiales y

agregarse junto con otras bacterias para forma estructuras complejas en tuberías u otras superficies

en contacto con agua (biopelículas) y también para sobrevivir dentro de amebas de vida libre

(FLA).

Fig 1. Cambios morfológicos en Helicobacter pylori. Forma espiral (flecha negra larga), forma V (flecha

negra corta), forma U (flecha blanca corta) y forma cocoide o viable no cultivable (flecha blanca larga) 26.

Forma viable no cultivable - VBNC

Muchas especies de bacterias entran en el estado viable no cultivable (VBNC) cuando están

expuestas a condiciones estresantes como inanición, bajas temperaturas y en general condiciones

ambientales desfavorables, siendo esta una estrategia de adaptación para la supervivencia a largo

plazo. A diferencia de las células normales que son cultivables en medios adecuados y se

convierten en colonias, las células VBNC son células vivas que pierden su capacidad de crecer en

medios de cultivo en los que normalmente crecen. A pesar de esto, las células VBNC no se

consideran células muertas debido a que tienen una membrana intacta que contiene la información

genética en perfecto estado, además de ser metabólicamente activas27.

5

La capacidad de ingresar al estado VBNC puede ser ventajosa para la bacteria, pero

representa un riesgo para la salud humana ya que bajo los métodos convencionales de cultivo no

es posible su detección, por lo que si en una muestra todas o algunas bacterias se encuentran en

estado VBNC, la cantidad total de bacterias viables será subestimada o no se detectará28 y

tratándose de un patógeno humano, podrá infectar a la persona que consuma el agua en la cual no

pudo ser detectado.

Se ha demostrado la viabilidad y la capacidad de cultivo de H. pylori en agua hasta por 75

horas a 10 °C. Así mismo se determinó que el total de células no disminuía por períodos mucho

más largos de tiempo en condiciones adecuadas (2 años a 4 °C) 29.

Varios estudios han señalado que los cambios en la morfología de H. pylori están

estrechamente asociada a los genes implicados en la síntesis de peptidoglucano. En primer lugar,

ocurre la división de los enlaces peptídicos por acción de Csd1, Csd2 y Csd3. Luego, los enlaces

intrapéptidos también se escinden por acción secuencial de Csd3, de una DL-carboxipeptidasa

desconocida y Csd4, que permite una relajación inicial del peptidoglicano en la zona de torsión,

perdiendo la forma helicoidal. A continuación, los monómeros que han sido sometidos a la acción

enzimática, son reconocidos por diferentes transglicosilasas líticas, como Slt y MltD, que se

eliminan para la posterior inserción de nuevos monómeros. Finalmente, la inserción de nuevos

monómeros en el peptidoglicano y la elongación, se realiza mediante PBP1, PBP2 y proteínas de

membrana (MreC). Esto aumenta la longitud de las cadenas de glucanos y los enlaces cruzados30.

La forma espiral se ha asociado con la capacidad de moverse en un medio viscoso, como

el moco gástrico. Esto significa que la forma helicoidal puede ser innecesaria en ambientes

acuáticos y también puede implicar un costo energético innecesario para la bacteria30, siendo este

otro posible motivo que justifique el cambio de forma.

Por mucho tiempo se consideró que muchos de los problemas que se han encontrado en la

recuperación de formas viables de H. pylori en el agua, se debe a que estas pasan a formas cocoides

o VBNC. Desde un punto de vista más amplio, ahora se acepta que lo que ocurre es que estas

bacterias no se logran cultivar bajo métodos rutinarios y convencionales de laboratorio29 sino que

son necesarios métodos de detección molecular.

Formación de Biopelículas

La formación de biopelículas en el ambiente ha sido propuesto como una estrategia de H.

pylori para sobrevivir en los sistemas de distribución de agua22.

Las biopelículas son comunidades microbianas embebidas dentro de una matriz orgánica

polimérica autoproducida y adherida a una superficie viva o inerte; son sólidas y presentan canales

por donde fluyen el agua y los nutrientes a las zonas más profundas. Los primeros análisis de la

producción de biofilm por parte de bacterias, como H. pylori, se llevaron, mediante estudios de

microscopía electrónica, observando formas espirales, cocoides y degenerativas. La formación de

la biopelícula conlleva un proceso de cinco fases: 1) Adsorción reversible de la bacteria a la

superficie; 2) Unión irreversible a la superficie; 3) Fase inicial de maduración con crecimiento y

6

desarrollo microbiano; 4) Producción del exopolímero y, 5) Desarrollo final de la colonia con

dispersión de células colonizadoras31.

Cuando H. pylori se adhiere a una superficie, comienza la activación del quorum sensing

así como los mecanismos de formación de los biofilms. Se ha trabajado con biofilms en sistemas

de tuberías y tanques de almacenamiento y algunos autores creen que así es como H. pylori puede

ser viable en el agua25 debido a que al ubicarse en la parte interna de estos tanques y tuberías, las

hace bastante inaccesibles y difícil de alcanzar por los desinfectantes32.

En Colombia se evaluó la presencia de H. pylori en muestras de agua y biopelículas de los

grifos de instituciones educativas oficiales de la ciudad de Medellín a través de una técnica de

reacción en cadena de la polimerasa (PCR) directa convencional, identificando la bacteria por

cultivo en 11.2% y PCR en 2.1% de las muestras7. En este caso, el cultivo tuvo mejor rendimiento

que la PCR probablemente porque los componentes de las biopelículas actuaron como inhibidores

de la PCR11, por los genes utilizados para la amplificación o por la técnica de procesamiento de

muestras7.

La capacidad de H. pylori para crecer y formar biopelículas in vitro e in vivo podría ser

una ventaja para la especie para evitar lesiones causadas por factores estresantes químicos, como

la terapia antimicrobiana in vivo, o el estrés inducido por la privación de nutrientes en el medio

ambiente22.

La presencia de las biopelículas de H. pylori en agua se ha verificado mediante PCR,

sondas de ADN e hibridación fluorescente in situ (FISH). Así mismo, se ha presentado evidencia

in vitro que sugiere que las interacciones con bacterias específicas (por ejemplo, Mycobacterium

chelonae) dentro de una biopelícula de múltiples especies puede contribuir a la viabilidad de H.

pylori33.

Es necesario tener en cuenta que aunque una población disponga de aguas municipales

potables y de grifos adecuados, la calidad del agua de la potabilización no es la misma en todas

partes, además el estado del acueducto como daños previos que exponen al agua potable a

contaminación con materia fecal, la antigüedad del acueducto y la presencia de biopelículas en las

tuberías, deben estudiarse como factores predictores de contaminación del agua7.

Asociación con amebas de vida libre (FLA)

Se ha demostrado previamente que las amebas de vida libre (FLA), como Acanthamoeba,

Naegleria, Vermamoeba o Balamuthia, pueden actuar como huéspedes de algunos patógenos

bacterianos capaces de resistir la digestión amebiana (bacterias resistentes a amebas, ARB). Dentro

de ellas, las bacterias sobreviven y son más resistentes a las condiciones ambientales que

normalmente las matarían. Por lo tanto, FLA actúa como "caballo de Troya" para ARB,

permitiendo la supervivencia bacteriana y/o la transmisión a susceptibles hospedadores34, 35.

Recientemente, un estudio in vitro ha indicado que H. pylori puede sobrevivir dentro de

Acanthamoeba castellanii después de resistir un tratamiento de desinfección por cloración. FLA

proporciona refugio para H. pylori, lo que le permite sobrevivir bajo diferentes tratamientos y

7

hacer posible su transmisión a humanos. El análisis de qPCR de las muestras mostró la presencia

de ADN de H. pylori intracelular en 28 (50,9%) de las muestras de aguas residuales y en 11

(91,7%) de las muestras de agua potable. Así mismo, se indicó que no se pudieron recuperar

colonias por cultivo de las muestras de FLA positivas, debido a que la bacteria podría haber

adquirido su estado VBNC, ya que mediante DVC-FISH se observó su viabilidad después del

tratamiento con hipoclorito34, 36.

Virulencia de las formas cocoides de H. pylori

Para determinar si H. pylori representaba un riesgo significativo para la salud pública, era

necesario realizar una evaluación cuantitativa del riesgo microbiano (QMRA), la cual fue realizada

por Ryan et al., quienes sugirieron un nivel máximo del contaminante en agua potable de un

organismo por litro (<1 organismo/L). Igualmente se determinó la mediana de H. pylori en agua

potable para el rango anual de riesgo de infección en 6.84 x 10-02/L para humanos37.

Históricamente el cambio en la morfología (de bacilo espiral a cocoide) ha planteado dudas

sobre si H. pylori es realmente viable e infeccioso en el agua, sin embargo se han realizado pocos

estudios al respecto en humanos, pero si se ha demostrado la viabilidad infecciosa de esta forma

de H. pylori en ratones, tanto a través de agua como de sonda nasogástrica38.

En el estudio realizado por Boehnke, se suministraron a ratones SS1 concentraciones

estáticas variables de H. pylori en agua de: 1.29 x 105, 106, 107, 108 y 109 UFC/L, estableciendo

como concentración mínima infecciosa de H. pylori en agua para esta cepa de ratones 106 UFC/L.

Además, se sugirió que la dosis infecciosa en humanos puede ser menor que para los ratones

porque H. pylori no es un habitante normal del ratón39, coincidiendo con los resultados de la

QMRA mencionada previamente y con otros estudios que establecieron la dosis infectante

estimada para el ser humano en 104 - 1010 UFC/L 11, 38.

Por otra parte, Guimarães et al, realizaron un estudio que pretendía evaluar el efecto de la

exposición al agua en varios mecanismos de H. pylori que inducen una respuesta en las células del

huésped, para lo cual se utilizó la línea celular epitelial gástrica humana AGS y se obtuvieron

importantes resultados, como que después de 24h de exposición al agua H. pylori pierde su

capacidad de cultivo (Fig 2) al cambiar su morfología a forma cocoide la cual es viable pero no

cultivable; así como la capacidad de inducir la producción de IL-8 por las células AGS; su adhesión

a las células se ve disminuida en un 40% y se limita la influencia de la bacteria sobre la apoptosis

de la célula huésped40. Sin embargo, es importante aclarar que en otros estudios, la bacteria ha

perdido su capacidad de cultivo a las 48 h e incluso a las 72 h30.

8

Fig 2. Efecto de la exposición al agua en la capacidad de cultivo de Helicobacter pylori. Después de la

exposición al agua, la suspensión bacteriana fue sembrada en placas con agar tripticasa soya y se incubo

por 7 días a 37°C en condiciones de microaerofilia. Las unidades formadoras de colonias (UFC) fueron

contadas para evaluar la capacidad de cultivo40.

Aquellas cepas que modulan su habilidad para adherirse a diversas células in vitro también

manipulan su habilidad para causar infección in vivo en modelos animales, mediando diversas

matrices y adhesinas bacterianas29.

En dos estudios realizados en Irán, los genotipos más comúnmente detectados entre los

aislamientos de H. pylori en agua potable fueron vacAs1a (83.3%), vacAm1a (66.6%), vacAs2

(50%) y cagA (50%)8, y en agua mineral embotellada fueron vacAs1a (100%), vacAm1a (87.5%),

cagA (62.5%) e iceA1 (62.5%)41, lo cual indica que en muestras de agua, H. pylori en su forma

cocoide conserva una serie de factores de virulencia encargados de la colonización e invasión de

la mucosa gástrica, demostrando que estas células no cultivables son formas infecciosas42.

Además de expresar los genes anteriores, la forma cocoide mantiene detectable los niveles

de ureasa, continúa la síntesis de proteínas (menos del 1% de la cantidad de proteínas sintetizadas

por la forma bacilar), aunque en pequeñas cantidades y produce pequeñas cantidades de DNA26,

32.

Igualmente se ha indicado que la forma espiral coexiste con células mucosas inalteradas o

con daños diversos, mientras que la cocoide está estrechamente asociada con las células mucosas

gástricas gravemente dañadas. La forma espiral está asociada con la gastritis activa crónica y la

forma cocoide se asocia con mayor frecuencia a la gastritis crónica inactiva en pacientes adultos

sintomáticos. La forma espiral induce una mayor expresión de proteínas proapoptóticas (Fos,

Gadd45a y Myc), mientras que la cocoide induce una mayor proteína antiapoptótica (survivina),

la cual se relaciona frecuentemente con el desarrollo de cáncer, lo que sugiere que la forma cocoide

puede desempeñar un papel en la carcinogénesis gástrica, además se encontró que la abundancia

de la proteína inductora del factor de necrosis tumoral alfa (TNF-alfa) aumenta en la forma

cocoide43, sugiriendo que lo que sugiere que la forma viable no cultivable de H. pylori encontrada

en agua puede ser más virulento que la espiral y contribuir a la patogénesis grave como es el cáncer

gástrico.

9

En el tejido gástrico, las formas cocoides (VBNC) pueden permanecer latentes durante

mucho tiempo y retener los factores de virulencia, por lo que también pueden ayudar a los fracasos

del tratamiento y la recurrencia de la infección y de las enfermedades gastroduodenales26. La

recurrencia de la infección es posible debido a la ocurrencia de recombinación genética con otras

cepas de H. pylori que podrían estar presentes en el mismo huésped, lo que da como resultado una

mayor diversificación genética la cual puede ayudar a la bacteria a adaptarse a un nuevo huésped

después de la transmisión40.

Así como existen múltiples estudios que demuestran la presencia y la capacidad infectiva

de H. pylori en agua; en otro estudio realizado por Boehnke et al con la cepa de ratones SS1 y H.

pylori, ninguno de ellos mostró signos de infección, lo cual puede ser explicado debido a que la

variabilidad genética de las cepas de H. pylori es amplia, por lo que es posible que algunas cepas

carezcan de la capacidad de persistir en el agua y por el contrario se transmitan únicamente a través

de otras rutas, como las vías de persona a persona o vía fecal-oral44.

Métodos de detección

Uno de los principales problemas para aceptar el agua como posible reservorio de H. pylori

es la incapacidad de aislar rutinariamente la especie de las muestras de agua mediante técnicas

convencionales de cultivo microbiológico. Por lo tanto, la aplicación de métodos moleculares para

la detección rápida, sensible y específica de H. pylori en entornos acuáticos es de suma

importancia.

Usualmente cuando se logra cultivar H. pylori a partir de muestras ambientales como el

agua, no es posible aislarse completamente debido al crecimiento de la microbiota competitiva en

un agar selectivo, demostrando que los medios de cultivo actualmente disponible no son lo

necesariamente útiles para el aislamiento de las bacterias del medio ambiente en especial H. pylori.

Cuando muestras de la presunta colonias se analizan, células Gram-negativas exhiben una

morfología típica de la bacteria pero se mezclan con otros bacilares que no son H. pylori45. Para

favorecer la eliminación de esta microbiota competitiva se han desarrollado técnicas alternativas

como son la separación inmunomagnética (IMS) y el tratamiento ácido23.

El principal desafío cuando se realiza un muestreo ambiental es la incapacidad de demostrar

la existencia de H. pylori viable en el agua, que potencialmente puede colonizar el estómago o el

duodeno porque los métodos moleculares utilizados para detectar las bacterias en el medio

ambiente son incapaces de distinguir entre bacterias muertas; sin embargo, han surgido técnicas

como la DVC-FISH (Hibridación fluorescente in situ en combinación con la incubación de conteo

viable directo) que permite la detección específica de células viables y tiene la ventaja de no ser

inactivado por inhibidores de muestras, así como la implementación del agente intercalante PMA

a la técnica qPCR10. Esta última sigue siendo un desafío, ya que solo demuestra la integridad de la

membrana y puede conducir a una sobreestimación de la población de bacterias viables en algunas

condiciones de inactivación42.

La prueba de qPCR para H. pylori presenta por si sola varias ventajas: no se basa en el

cultivo; muchas muestras pueden analizarse rápidamente (hasta 384 muestras en 2 h); se eliminan

10

muchas de las fuentes de error humano del proceso de análisis y disminuye el potencial de

contaminación46. Sin embargo, debe tenerse en cuenta que la mayoría de los resultados positivos

de qPCR podrían deberse al ADN de células no viables, por lo que este método no es adecuado

para determinar el potencial infeccioso de una muestra10.

Por su parte, la PCR convencional es el método más utilizado hasta el momento, siendo

más sensible y específico, pero tiene algunas limitaciones, como numerosos ciclos térmicos,

costoso termociclador y un método de identificación y manifestación del producto lento y difícil2.

Cuando se utiliza la PCR como método de detección, es necesario realizar un tratamiento

previo o enriquecimiento que aumente la sensibilidad de la prueba mejorando así las tasas de

detección debido a que existen inhibidores de la enzima Taq polimerasa presentes en el agua (por

ejemplo, en las aguas residuales los ácidos húmicos) que pueden producir resultados falsos

negativos45.

La viabilidad de H. pylori en muestras de agua puede evaluarse mediante PCR de

transcripción inversa (RT-PCR), y ensayos de anticuerpos fluorescentes indirectos (IFA). La

prueba IFA utiliza anticuerpos específicos que permiten la enumeración de células tanto

cultivables como no cultivables y las formas espiral y cocoide, pero no puede detectar genes

marcadores de virulencia como cagA lo cual no lo hace muy útil al momento de querer confirmar

la presencia de H. pylori a través de estos genes de virulencia47.

Además de las anteriores técnicas, existen otras como la amplificación isotérmica medida

por bucle (LAMP por sus siglas en inglés) que es un mecanismo más rápido y fácil. Esta técnica

es una reacción de amplificación de una etapa, que puede producir una gran cantidad de copias en

menos de una hora en condiciones isotermas. La ventaja más importante de este método es que no

necesita desnaturalización del ADN2. Además, se puede realizar sin un termociclador y los

resultados pueden observarse a simple vista46. También se utiliza la citometría de flujo, la cual es

una técnica analítica que tiene el potencial de hacer una distinción entre los cuatro estados

fisiológicos de las bacterias: reproductivamente viable, metabólicamente activa, intacta y

permeabilizada. Puede determinar las proporciones de los estados VBNC y VC y las células

muertas, en función de la integridad de la membrana de la bacteria46.

Es importante resaltar que la transmisión por agua también ha sido sugerida para otras

especies de Helicobacter como H. mustelae, H. muridarum, H. felis, H. canadensis, H. pullorum,

H. canis y H. cetorum. Utilizando para su detección la técnica PCR rRNA 16S y 23S, descubriendo

que el uso de 16S era más específico para los resultados esperados48.

Para la detección molecular se han utilizado diversos genes como ureC32 que se ha

demostrado que es único y esencial para el crecimiento de H. pylori21 rRNA 16S (cebadores Hp1,

Hp2 y Hp3)49, glmM25, ureA, cagA, vacA19, iceA, oipA, cagE and baba241.

A medida que los instrumentos para la secuenciación de ADN se vuelven más extendidos

y convenientemente portátiles, y mientras que el costo de la secuenciación continue disminuyendo,

la metagenómica probablemente se convertirá en la tecnología principal utilizada en microbiología

11

ambiental y ecología microbiana para la detección de H. pylori y otras bacterias en muestras

ambientales46. No obstante, por el momento sigue siendo necesario adaptar algunos los métodos

moleculares para detectar la viabilidad de H. pylori en los suministros de agua50.

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