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1 DETERMINACIÓN DE LA CARGA PARASITARIA EN MUESTRAS FECALES DE OSO ANDINO (Tremarctos ornatus) EN LA REGIÓN OCCIDENTAL DEL PARQUE NACIONAL NATURAL (PNN) CHINGAZA LAURA DANIELA QUINTERO ROMERO PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA FACULTAD DE CIENCIAS CARRERA DE BIOLOGÍA BOGOTÁ D.C. 2019

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DETERMINACIÓN DE LA CARGA PARASITARIA EN MUESTRAS FECALES DE OSO

ANDINO (Tremarctos ornatus) EN LA REGIÓN OCCIDENTAL DEL PARQUE NACIONAL

NATURAL (PNN) CHINGAZA

LAURA DANIELA QUINTERO ROMERO

PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA

FACULTAD DE CIENCIAS

CARRERA DE BIOLOGÍA

BOGOTÁ D.C. 2019

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DETERMINACIÓN DE LA CARGA PARASITARIA EN MUESTRAS FECALES DE OSO

ANDINO (Tremarctos ornatus) EN LA REGIÓN OCCIDENTAL DEL PARQUE NACIONAL

NATURAL (PNN) CHINGAZA

LAURA DANIELA QUINTERO ROMERO

____________________________________

Concepción Judith Puerta Bula Ph. D

Decana Facultad de Ciencias

__________________________________

Jorge Hernán Jácome Reyes Ph.D.

Director Carrera de Biología

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DETERMINACIÓN DE LA CARGA PARASITARIA EN MUESTRAS FECALES DE OSO

ANDINO (Tremarctos ornatus) EN LA REGIÓN OCCIDENTAL DEL PARQUE NACIONAL

NATURAL (PNN) CHINGAZA

LAURA DANIELA QUINTERO ROMERO

____________________________________

Angela Parra Romero, Biol.

Directora

____________________________________

Adriana Del Pilar Pulido Villamarin, MSc.

Codirectora

____________________________________

Ivan Mauricio Vela Vargas, Biol.

Codirector

____________________________________

Jairo Pérez Torres, Ph. D

Jurado

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NOTA DE ADVERTENCIA

“La Universidad no se hace responsable por los conceptos emitidos por sus alumnos en sus trabajos

de tesis. Sólo velará porque no se publique nada contrario al dogma y a la moral católica y porque

las tesis no contengan ataques personales contra persona alguna, antes bien se vean en ellas el

anhelo de buscar la Verdad y la Justicia”

Artículo 23, Resolución N° 13 de julio de 1946

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Agradecimientos

Quiero agradecerle a:

A mi familia por ser mi apoyo incondicional, a mis padres y mi hermana que son todo para mí y

que gracias a su esfuerzo, compañía, dedicación, consejos y amor me hacen ser quien soy. Por

enseñarme que en la vida todo es posible con esfuerzo y dedicación, gracias por luchar día tras día

para que mis sueños se vayan cumpliendo. A Luna por su compañía y por ser mi ángel guardián. A

Roberto por su cariño y a mis otros ángeles que me protegen desde el cielo.

A Diego por estar en los momentos más difíciles de este proceso, por hacerme mejor persona, por

todo su cariño y respaldo para cumplir nuestros sueños, porque siempre me haces sonreír, gracias

por cruzarte en mi camino.

A Adriana Pulido por ser mi mentora y mi apoyo en esta etapa, que además de ayudarme en cada

paso para la realización de esta tesis, creyó en mí y me brindo su constancia, dedicación y amor a

lo que hace. Le agradezco por sus exigencias y por su comprensión en cada fase que pasamos

juntas.

A Adriana nuevamente y a Rubiela por sus consejos y por permitirme hacer parte de su grupo de

investigación, por su acompañamiento constante y su permanente orientación.

A Angela por permitirme trabajar con el oso, por todos sus consejos y apoyo en campo, por

ayudarme durante este proceso de formación, colocando lo mejor de sí para que todo saliera bien.

A Jairo por su apoyo en mi formación académica durante la carrera y sus enseñanzas como profesor

que hacen querer más la carrera, A Mauricio por su respaldo y enseñanzas en campo.

A las personas que estuvieron en esta etapa y pusieron su granito de arena: Alejandra, Nicolás,

Laura, Paula, Kevin, Richie, Víctor, María Del Mar, Andrea, Omar, David, Juan David y a los

profesores que aportaron en mi formación.

A Parques Nacionales Naturales, en especial a los funcionarios de Chingaza, Julián y Oscar por el

apoyo durante los muestreos.

A todos mil gracias.

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TABLA DE CONTENIDO

1. Introducción ......................................................................................................................10

2. Justificación y planteamiento del problema ......................................................................12

3. Referentes contextuales .....................................................................................................14

3.1 Oso andino u osos de anteojos (Tremarctos ornatus) ...................................................14

3.2 Parásitos Gastrointestinales (PGI)................................................................................18

4. Objetivos: ..........................................................................................................................23

4.1Objetivo general ...........................................................................................................23

4.2Objetivos específicos ....................................................................................................23

5. Metodología ......................................................................................................................24

5.1Consideraciones éticas..................................................................................................24

5.2 Área de estudio.............................................................................................................24

5.3 Fase de campo y Obtención de muestras fecales .........................................................25

5.4 Procesamiento de la muestra .......................................................................................26

5.5 Análisis de datos ..........................................................................................................28

6. Resultados .........................................................................................................................29

7. Discusión ...........................................................................................................................34

8. Conclusiones .....................................................................................................................39

9. Recomendaciones ..............................................................................................................39

10. Bibliografía .......................................................................................................................40

11. Anexos...............................................................................................................................49

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TABLAS

1. Tabla 1 Prevalencia y grado de infestación por PGI en Oso Andino del PNN Chingaza ....30

2. Tabla 2 Medidas morfométricas de la especie Ascaris spp. en muestras de oso andino en

Chingaza............................................................................................................................31

3. Tabla 3 Medidas morfométricas de la especie Baylisascaris spp. en muestras de oso

andino.................................................................................................................................32

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TABLA DE FIGURAS

1. Figura 1. Imágenes de protozoos gastrointestinales reportados en la familia Ursidae, que

incluye Eimeria spp. e Isospora spp. ................................................................................20

2. Figura 2. Ilustraciones de Tremátodos reportados en la familia Ursidae, que incluye

Prouterina sp., Echinostoma sp..........................................................................................21

3. Figura 3. Ilustraciones de Céstodos gastrointestinales (GI) reportados en la familia Ursidae,

que incluye Taenia spp. y Diphyllobothrium spp. ............................................................22

4. Figura 4. Imágenes de Nemátodos intestinales (GI) reportados en la familia Ursidae, que

incluye Ascaris spp., Toxocara canis y Ancylostoma spp. .................................................22

5. Figura 5. Puntos en los que fueron recolectadas las muestras de materia fecal de oso andino

en el PNN Chingaza y su área de amortiguación................................................................25

6. Figura 6. Recolección de muestras fecales en campo durante el monitoreo a áreas

protegidas. .........................................................................................................................26

7. Figura 7. Características macroscópicas de muestras fecales de T. ornatus en estado

silvestre de la parte occidental del PNN Chingaza............................................................29

8. Figura 8. Morfología de estructuras parasitarias halladas en las muestras analizadas (40x).

A. Baylisascaris spp. con dos mórulas B. Baylisascaris spp. con tres mórulas C. Ascaris

spp. D. Trichomonas spp. E. Blastocystis spp. F Trichostrongylus spp. G. Ancylostoma spp.

H. Strongylus spp. I. Ooquiste de coccidia sin identificar J. Trofozoito de protozoo ciliado

K. Fasciola spp. L. Especie indeterminada de Tremátodo M. Huevo de Nematodo no

identificado (20x) N. Trofozoito de protozoo ciliado con medidas O. Especie

indeterminada de Tremátodo.............................................................................................30

9. Figura 9. Medidas morfológicas de parásitos frecuentemente encontradas en las muestras

procesadas de oso andino A. Ascaris spp. B Baylisascaris spp. con dos mórulas y C.

Baylisascaris sp con cuatro mórulas (40X) ......................................................................31

10. Figura 10. Morfología de A. Cryptosporidium spp y B. Microsporidios encontrados en la

materia fecal de oso andino del PNN Chingaza mediante la tinción de Ziehl-Neelsen

modificado (100X) ............................................................................................................32

11. Figura 11. Puntos donde fueron recolectadas las muestras de materia fecal de oso andino

en el PNN Chingaza y su área de amortiguación con sus estructuras parasitarias

asociadas............................................................................................................................33

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Determinación de la carga parasitaria en muestras fecales de oso andino (Tremarctos

ornatus) en la región occidental del Parque Nacional Natural (PNN) Chingaza

Resumen

El oso andino Tremarctos ornatus, también conocido como oso de anteojos, es la única especie de

la familia Ursidae, que habita en Suramérica a lo largo de la Cordillera de los Andes. Para establecer

la presencia de parásitos gastrointestinales (PGI) en osos, se obtuvieron un total de 18 muestras de

materia fecal, colectadas en diferentes puntos del Parque Nacional Natural (PNN) Chingaza, y se

analizaron mediante técnicas coprológicas cualitativas y cuantitativas como la técnica de flotación,

la técnica de sedimentación y la tinción de Ziehl-Neelsen modificada. En promedio, los resultados

mostraron una prevalencia de parasitosis del 83,33% (n=15), de las cuales el 100% presentaba más

de una especie parásita (parasitosis mixtas). Se identificó la presencia de Cryptosporidium spp. en

el 100%, Ascaris spp. en el 55,55%., Baylisascaris spp en el 38,88%, “protozoos” del grupo de

Microsporidios en el 16,66%, Trichostrongylus spp. en el 11,11%, Strongylus spp. en el 16,66% y

Blastocystis spp., ooquistes de Coccidia sin identificar nemátodo, estructuras compatibles con

Fasciola spp. y tremátodo indeterminados cada uno con un 5,55%. Además, se detectó la presencia

protozoos ciliados y flagelados como Trichomonas spp., que posiblemente hacen parte de la

microbiota normal intestinal. La presencia de parásitos como Blastocystis spp., Baylisascaris spp.,

Ascaris spp. y Criptosporidium spp. en osos sugiere una posible rotación de especies parásitas entre

otros hospederos silvestres e incluso el humano.

Palabras claves: oso andino, parásitos gastrointestinales, salud animal.

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1. Introducción

El oso andino Tremarctos ornatus también conocido como oso frontino, oso de anteojos, careto,

mashiramo, osos de las nubes y manaba, es la única especie de la familia Ursidae, que habita en

Suramérica a lo largo de la Cordillera de los Andes (Figueroa, 2012), atravesando cerca de 260,000

km2 por países como Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia, donde aproximadamente el

18.5% del rango ocupado por el oso se encuentra legalmente protegido (48.390 km2).

Específicamente en Colombia este rango de protección se encuentra cercano al 17%. El oso se

distribuye en las tres cordilleras y en 22 de los 59 Parques Nacionales Naturales del país (González

et al, 2017), es un área que corresponde principalmente a zonas de bosque andino, subandino y

páramo, de estas, la región andina ocupa el 24.5% de la superficie del país (Etter & Wyngaarden

2000). En Cundinamarca el oso se encuentra en los Parques Nacionales Naturales (PNN) Chingaza

y en Sumapaz, lugares que cuentan con remanentes en buen estado de conservación de coberturas

vegetales. El PNN Chingaza cuenta con 76.600 ha. en la jurisdicción de once municipios; sus

características geográficas, climatológicas y paisajísticas, se extiende a zonas consideradas como

Reserva Forestal Protectora y a espacios sin categorías de manejo especial (Parra, 2011), lo que

convierte al parque en un núcleo a tener en cuenta para la conservación de T. ornatus (Vela et al,

2017). Como se mencionó, a pesar de tener una amplia distribución en Suramérica, su territorio ha

sido fuertemente intervenido por actividades humanas, a tal punto que muchos de sus hábitats

sufren fragmentación (González et al, 2017).

Por otro lado, el oso andino se encuentra incluido en la lista de la unión internacional para la

conservación de la naturaleza (IUCN) y a nivel nacional por la resolución 0192 de 2014 del

Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, se encuentra clasificado como una especie

vulnerable, debido a que diferentes estudios han demostrado que el hábitat del oso se ha reducido

cerca de un 42% en el norte de Suramérica principalmente en países como Colombia, Venezuela y

Ecuador (Kttan et al. 2004). Adicionalmente, esta especie se ha expuesto a las constantes amenazas

como el incremento poblacional de campesinos, la agricultura con cultivos anuales, corredores de

transporte y servicio como carreteras, el cambio climático que genera cambios en el hábitat del oso

(IUCN , 2019), la caza, la ganadería, la minería (Rudas et al. 2007), todo ello llevando a la

fragmentación y pérdida y/o restricción del hábitat (Peyton et al, 1998), generando también

impactos severos en los medios físicos y biológicos, como son las modificaciones en el ciclo del

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agua y los elementos químicos del suelo, además de la temperatura y la erosión (Meffe & Carroll,

1994).

Desde una perspectiva ecológica, los animales silvestres cumplen un papel primordial en el

ecosistema, el oso andino por ejemplo contribuye a la diseminación de semillas en los bosques,

además a nivel biológico muchas especies son conocidas como bioindicadores y otras actúan

directa o indirectamente en la ecología de agentes infecciosos y en ocasiones esta interacción puede

generar impactos (p.ej., eventos de mortalidad, persistencia del agente infeccioso en el ecosistema,

entre otros) intra e interespecífico afectando la salud humana y animal.

Con respecto a los agentes infecciosos, y específicamente a los parásitos, no se conoce el número

de especies que presentan forma de vida parasítica en este hospedero, sin embargo, se ha estimado

que al menos el 50% de las especies que existen en el planeta son parásitos (Price 1980); dado que

estos son agentes causales de enfermedad, tanto en la fauna silvestre, como en hombre y en los

animales domesticados, lo que podría traer consigo un impacto socioeconómico y de salud pública

(Hoberg, 1977). Por lo anterior, es importante, conocer sobre los parásitos que infectan un

hospedero o grupos de hospederos pues representa un indicio para las relaciones tróficas de un

ecosistema, por lo que identificando de qué organismos se alimenta el hospedero y a cuáles sirve

de alimento, se podría completar su ciclo de vida, para lograr poder valorar el riesgo de aparición

de posibles enfermedades (Brooks et al. 2001).

La presencia de parásitos gastrointestinales (PGI), puede causar efectos de potencial amenaza para

las especies dado que ocasionalmente podrían desencadenar extinciones o declinaciones locales

que afectan las tasas de crecimiento, reproducción y provocan reacciones inmunológicas (Azpiri et

al, 2000). Estas afecciones pueden causar a su vez enfermedades infecciosas que generan amenazas

en poblaciones pequeñas de otros animales e incluso al ser humano, ya que estas pueden convertirse

en zoonosis (Woodroffe, 1999). No obstante, existe poca información sobre posibles enfermedades

infecciosas, especialmente las de tipo parasitario, relacionados con el oso andino o de anteojos;

aunque se han reportado algunos PGI que afectan esta especie, como lo son protozoos (Blastocystis

spp., Cryptosporidium spp. y Giardia spp.) y nemátodos (Strongyloides spp. familia Ascarididae

y familia Ancylostomatidae) (Figueroa, 2015).

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2. Planteamiento del problema y justificación

El oso andino habita una alta variabilidad de ecosistemas andinos (García-Rangel, 2012) entre los

que se encuentra el Parque Nacional Natural Chingaza (PNN), el cual tiene una gran importancia

para el país por ser el abastecedor de agua para la ciudad de Bogotá y por poseer una alta diversidad

de mamíferos por unidad de área en todo el país (Andrade et al. 1992, López & Montenegro 1993).

En él, habitan especies tan importantes como el oso de anteojos (Tremarctos ornatus), el venado

cola blanca (Odocoileus goudotii), el churuco y especies de felinos y zorros (Pérez-Torres &

Correa, 1995; Correa & Pérez-Torres, 1996).

EL PNN Chingaza es una de las áreas protegidas, pues hace parte del sistema de conservación

establecido desde el año 1977 con el objetivo de mantener la diversidad biológica, los bienes y

servicios ambientales esenciales para el bienestar humano (PNN, 2009). Sin embargo, existen

riesgos para la conservación del área, tales como asentamientos humanos y actividades productivas

realizadas dentro del parque que generan conflicto para la protección de ecosistemas y especies

vulnerables como el oso andino (Madden 2004). Colombia enfrenta grandes amenazas en la

mayoría de las zonas protegidas, principalmente porque su distribución concuerda con las regiones

de mayor densidad humana y desarrollo económico en el país, restringiendo la distribución del oso

a remanentes de bosques y páramos naturales con ecosistemas en proceso de regeneración

(Rodríguez et al. 2003).

Las zonas intervenidas reducen las áreas de acción de los osos y aumentan la posibilidad de

interacción con poblaciones humanas cercanas (Parra, 2011). Por otro lado, debido a que los

mamíferos del orden Carnívora, al que pertenece el oso, poseen tasas de fecundidad bajas y

requieren amplios rangos de acción para sobrevivir (Weaver et al. 1996), son especies vulnerables

a grandes cambios como la degradación de su hábitat (Payán, 2004). Las zonas intervenidas se

encuentran en el área de amortiguación de Chingaza, que son zonas usadas por el oso, lo cual

conlleva a generar escasez o baja calidad de alimentos por lo que se ve afectada la condición

fisiológica del animal, y resultan en un balance energético negativo perdurable, que puede acarrear

en algunos casos a la muerte por inanición (Ojasti & Dallmeier, 2000).

Por otro lado, la presencia de patógenos también lo hace una especie vulnerable. Se cuenta con

pocas investigaciones del oso andino, especialmente en lo relacionadocon su salud y ecología

intestinal, uno de los aspectos poco estudiados en este mamífero han sido las parasitosis, situación

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que causa una alteración fisiológica y que conduceal hospedero a un procesoinfeccioso (Thomas et

al, 2000). Aunquela mayoría de las infecciones parasitarias gastrointestinales son asintomáticas,

afectando mayormente a los animales jóvenes (Müller et al., 2005), pueden generar cambios

morfológicos como la disminución en la coloración del pelaje y afección del consumo de alimentos

(Suzán et al., 2000), generando ocasionalmente malnutrición que, acompañada de condiciones

climáticas adversas, lesiones o vejez, pueden agravar la enfermedad y en casos extremos mortalidad

en las poblaciones (Ojasti & Dallmeier, 2000).

Debido a que el oso andino se encuentra en la lista de especies vulnerables por la Unión

internacional para la conservación de la Naturaleza (IUCN) y sus estudios son escasos en temáticas

relacionadas con posibles enfermedades crónicas e infecciosas como las parasitarias, ecología e

impacto en la salud. (Luzuriaga, 2014), es necesario un estudio detallado sobre su carga parasitaria.

Por lo anterios, una comprensión y manejo apropiado de la situación coproparasitológica de las

poblaciones de T. ornatus del PNN Chingaza es indispensable para disminuir las amenazas sobre

las poblaciones de úrsidos (Woodroffe 1999). El presente trabajo, es la primera aproximación a los

parásitos gastrointestinales (PGI) en esta especie en ecosistemas de alta montaña en Colombia. Lo

que permitirá, a corto plazo, emprender vigilancia en sistemas naturales mediante muestreo no

invasivo para la caracterización de enfermedades infecciosas que puedan llegar a afectar la salud y

la conducta de algunos organismos en condiciones de vida silvestre.

Pregunta de Investigación

¿Cuáles son los parásitos intestinales presentes en oso andino (Tremarctos ornatus) en el Parque

Nacional Natural (PNN) Chingaza?

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3. Referentes contextuales

3.1 Oso andino u oso de anteojos (Tremarctos ornatus)

En el mundo existen ocho especies de osos, estas se encuentran agrupadas en la familia Ursidae,

las especies agrupadas en esta familia se encuentran distribuidas en casi todo el planeta a excepción

de Oceanía (Vela et al., 2011), esta familia se encuentra compuesta por: El oso panda (Ailuropoda

melanoleuca), el oso bezudo (Melursus ursinus), el oso malayo (Helarctos malayanus), el oso

negro asiático (Ursus thibetanus), el oso pardo (Ursus arctos), el oso polar (Ursus maritimus), el

oso negro americano (Ursus americanus) y el oso andino (Tremarctos ornatus) (González et al,

2017).

No se tiene un consenso sobre la historia evolutiva de la familia Ursidae, sin embargo, estudios

moleculares señalan procesos de especiación al interior de la familia, cuyo primer linaje que

divergió fue el del oso panda, seguido por la rama del oso andino que, a diferencia de las seis

especies restantes de osos, estos se agrupan en la subfamilia Ursinae, que divergió en el Plioceno

debido a un evento de radiación (Goldman et al., 1989; Thenius, 1990; Zhang & Ryder, 1994; Waits

et al., 1999; Yu et al., 2004; Krause et al., 2008).

A nivel filogenético algunos autores consideran que T. ornatus se encuentra agrupado en la

subfamilia Ailuropodinae que es el grupo hermano del resto de especies de oso; sin embargo, otros

discrepan de ello, porque los caracteres cráneo-mandibulares, moleculares y comportamentales de

esta especie plantearon relaciones más fuertes entre el oso panda, lo que los agrupa en un grupo

aparte (Sacco & Valkenburgh, 2004). Por ello el oso negro asiático, el oso polar y el oso negro

americano fueron ubicados dentro de los géneros Selenarctos, Thalarctos y Euarctos (Ewer 1973;

Eisenberg 1981; Zhang & Ryder 1994; Juárez & Varas, 2011).

El oso andino, se encuentra dentro de la subfamilia Tremarctinae en la cual también se encuentran

otras formas fósiles. Es la única subfamilia de osos endémica en el continente americano y

comprende 4 géneros (García-Rangel, 2012) con su clado basal que contiene Plionarctos y

Tremarctos, también conocidos como "osos de anteojos o andinos"; y los que se conocen con el

nombre común de “osos de cara corta", en los que se incluyen los géneros Arctodus y Arctotherium

(McLellan & Reiner 1994, Soibelzon et al. 2005, Soibelzon & Rincón 2007; Del Moral & Lameda,

2011).

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En cuanto a la taxonomía del oso andino, fue descrito y clasificado por primera vez por Frédéric

Cuvier (1825) a partir de un individuo hallado en un puerto chileno. Para el momento fue

considerado como una nueva especie del género Ursus y designando ornatus como su nombre

específico, debido a sus marcas faciales (Mondolfi 1971). Más adelante Gervais (1855) creó el

género Tremarctos, para separar este taxón de otras especies de osos (García-Rangel, 2012)

basándose en diferencias de su función craneal y análisis dental (Mondolfi, 1971), lo que colocó al

oso andino dentro de la subfamilia Tremarctinae (García-Rangel, 2012). Comparados con los

demás úrsidos el oso andino es de tamaño medio, los machos adultos miden entre 1.5 y 2.0 m y

pesan entre 140 y 175 Kg (Mondolfi 1971, Peyton 1980,).

Como características generales, el oso pertenece al orden Carnívora, tiene extremidades anteriores

más largas que las posteriores, camina sobre las plantas de sus manos y pies (plantígrados), su peso

varía entre 60 y 175 kg y llega a medir entre 1,20 y 2,20 m de longitud (Peyton, 1999; García-

Rangel, 2012; Rodríguez-Páez et al. 2016); presenta dimorfismo sexual, por lo que las hembras son

diferentes a los machos, llegando sólo a dos tercios de la talla y el peso de éstos (Vela et al., 2017).

Además, son de cuello corto, orejas redondas pequeñas y premolares reducidos (García-Rangel,

2012), su pelaje es de color negro o café oscuro, con pigmentaciones particulares en la parte del

rostro, usualmente de color blanco; sin embargo, estos pueden variar entre amarillo y café (Arias,

2017). Presentan una coloración blanca característica que se extiende desde el hocico hasta el

pecho, característica fenotípica más distintiva ya que su patrón es altamente polimórfico (García-

Rangel, 2012).

Son considerados osos de cara corta debido a que tienen la mandíbula muy corta con respecto al

cráneo, debido a estas características morfológicas se ha llegado a concluir que la dieta del oso es

principalmente omnívoro y mayormente herbívoro, ya que además de plantas consume proteína

animal, por lo que presenta una estructura mandibular adaptada para imprimir bastante fuerza y

triturar el material vegetal que consume, por lo que en algún momento fue considerado como

especie hermana del oso panda; aunque esta hipótesis fue descartada debido a la historia evolutiva

distintiva de los osos en el continente americano (Stucchi & Figueroa, 2013).

Entre las características morfológicas más distintivas se encuentran: la longitud de los incisivos,

premolar con bordes más romos en comparación con la de los otros úrsidos (Kurten, 1996), la

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presencia de surcos o canales y la ausencia de crestas o puntas en los dientes premolares y molares.

Además, el poco desarrollo de los dientes caninos, son características de animales que consumen

mayormente hojas o frutos de las plantas (Stucchi & Figueroa, 2013).

Se adaptan a una variedad de condiciones ambientales a lo largo de su distribución y rango

altitudinal (Peyton 1999; Sánchez, 2008), cumpliendo con un rol importante en sus ecosistemas

como dispersores de semillas dentro de los bosques, debido a que consumen muchos frutos que

transportan de un bosque a otro (Rivadeira, 2008). A pesar de que se encuentra dentro del grupo de

los carnívoros, T. ornatus posee una dieta principalmente omnívora (Rivadeneira & Canedo, 2008),

basada en frutos carnosos como las uvas camaronas (Macleania rupestris), los cedrillos (Brunellia

colombiana), el mortiño colorado (Hesperomeles goudotiana), las bromelias del género Puya o

Greigia y palmas.

Entre las familias de plantas que consume el oso andino se encuentran: Araceae, Arallaceae,

Arecaceae, Asteraceae, Blechnaceae, Bromeliaceae, Cactaceae, Cyatheaceae, Choranthaceae,

Clusiaceae, Cyclanthaceae, Dicksoniaceae, Heliconiaceae, Malvaceae, Orchidaceae, Lauraceae,

Piperaceae, Poaceae, Simplocaceae y Zingiberaceae (Figueroa & Stucchi, 2009). Debido a los altos

niveles de consumo de frutos por parte de esta especie y a los estudios que han demostrado que el

tracto digestivo del oso no destruye o daña las semillas, esta especie es catalogada como uno de los

mamíferos más importantes que contribuye a la dispersión de semillas en ecosistemas altoandinos

(Janzen & Martin, 1982; Rivadeneira-Canedo, 2001).

Sus hábitos oportunistas, hacen que su dieta sea variada y esté basada en los recursos que encuentra;

las bromelias (Bromeliaceae) y las palmeras (Arecaceae) constituyen su alimento básico, plantas

de las que obtienen su alimento principalmente de tejidos meristemáticos a pesar de que también

considera en su dieta los tallos suculentos, la savia, la corteza e incluso las flores (Ríos-Uzeda et

al, 2009). Además de plantas y algunos frutos, el oso también se alimentan ocasionalmente de

proteína animal dentro de los que incluye: insectos, aves, algunos mamíferos y carroña (Rivadeira,

2008, Figueroa, 2012; Gonzales et al, 2016)). Insectos como abejas, larvas de coleópteros o algunas

lombrices (Suárez, 1985) y mamíferos pequeños, tales como conejos y roedores o mamíferos de

mayor tamaño como venados y eventualmente, ganado (Peyton, 1989).

En relación a su ecología, el oso andino posee comportamientos solitarios, sin embargo, los osos

andinos conforman grupos sociales rudimentarios cuando la disponibilidad de alimentos se

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concentra, ya que varios individuos podrían beneficiarse cuando los recursos son escasos, pero

probablemente significativos; teniendo en cuenta su tamaño y la energía necesaria para sobrevivir

en este tipo de ecosistemas (Parra et al, 2019). Las hembras comienzan su madurez sexual entre los

cuatro y siete años, su época de celo puede durar entre una y dos semanas (Stirling, 1993). El

período de apareamiento dura cerca de una semana, tiempo en el que los osos pueden realizar

múltiples copulaciones (Bracho, 2002). El cortejo en el oso andino involucra juegos y peleas,

generalmente se reportan entre marzo y octubre, que son los meses en el que maduran los frutos y

se tienen mayores precipitaciones. Sin embargo, estos se pueden adaptar a reproducirse en

diferentes épocas del año (Dathe, 1967).

Su distribución se extiende desde Venezuela hasta Bolivia a lo largo de la cordillera, con más de

4600 km de largo y 200 a 650 km de ancho (García-Rangel, 2012), su rango altitudinal se extiende

desde los 200 a los 4750 m sobre el nivel del mar (msn); incluso se reportó que este puede tener

rangos más bajos como ocurre en Perú (Peyton 1998; Rodríguez et al. 2003; Goldstein 2015;). Su

hábitat natural lo constituyen los distintos bosques que conforman los biomas de la montaña andina

desde bosques húmedos hasta bosques secos y zonas de chaparral desértico y espinoso, la Serranía

de la Macarena y la Cordillera Oriental hasta los 4.000 metros de altura (Peyton, 1989; Stirling,

1993; Castellanos, 1996). La extensión del área de distribución del sur es controversial, esto debido

a la falta de datos concluyentes en su rango de distribución, que hace difícil desarrollar planes

precisos para el monitoreo de cambios en las poblaciones de oso andino (Cosse et al, 2014).

En la zona de los Andes, el oso prefiere el bosque andino y el páramo. La cordillera de los andes

se divide en dos: el primer cordón atraviesa Colombia (área de distribución fragmentada del Oso

Andino) llegando hasta la frontera con Panamá (Hershkovitz, 1957; Peyton, 1999), la segunda

bifurcación se extiende hasta el centro-occidente venezolano, donde la especie encuentra su límite

nororiental de distribución en la Sierra de Portuguesa (Mondolfi, 1989; Yerena, 1994; Lameda,

2006), pero también está presente más al norte, en la Sierra de Perijá en los límites políticos de

Colombia y Venezuela (Viloria et al., 1995). En Colombia, se distribuye en el departamento de

Cundinamarca en los municipios de Cabrera, Guatavita, Manta, Machetá, Fómeque, Gachalá,

Gachetá, Ubalá, Gama, Guasca y Junín, de acuerdo con los últimos registros reportados por

Corpoguavio (2009) y por la CAR (2009). Su distribución ha quedado reducida a los complejos de

páramos de Chingaza y Sumapaz (Vela et al., 2017).

Page 18: DETERMINACIÓN DE LA CARGA PARASITARIA EN …

18

3.2 Parásitos Gastrointestinales (PGI)

Los parásitos son unas de las principales causas de mortalidad en todas las especies de fauna

silvestre (Azpiri et al, 2000). Las enfermedades causadas por parásitos son consecuencia; entre

otros factores, de los altos índices de perturbación como deforestación y contaminación tienen un

papel fundamental en el metabolismo del individuo, ya que los parásitos juegan un papel clave en

la vida del hospedero (Calonge & Pérez, 2018) pues ejercen presión de selección significativa sobre

ellos (Hart 1990; Zhang et al. 2010). Al restringir la inversión de recursos en su hospedero, los

parásitos afectan su crecimiento, supervivencia o reproducción (Hart 1990; Mooring et al. 2002;

ter Hofstede & Fenton 2005; Zhang et al. 2010).

La mayoría de los parásitos encontrados en la familia Ursidae tienen una preocupación veterinaria

o medica limitada, esto debido a que los osos viven en áreas remotas en las que se tienen pocas

densidades de poblaciones humanas. La presencia de parásitos y la alta carga parasitaria disminuye

la coloración del pelaje e incluso el olor corporal puede modificarse, provocando que sean

rechazados por otros miembros del grupo (Scott, 1988). En la naturaleza, los animales silvestres

habitan extensas áreas, lo que disminuye la probabilidad de ingerir huevos, ooquistes y/o quistes

de parásitos (Darabus et al., 2014); sin embargo, las conductas sociales de un individuo enfermo o

parasitado pueden alterarse de muchas formas respecto de los animales sanos, e influir asimismo

sobre la diversidad biológica (Azpiri et al, 2000).

Es posible determinar la presencia de parásitos en un individuo por medio del examen coprológico,

este brinda información confiable sobre la diversidad parasitaria, es una técnica no invasiva que

permite el estudio de poblaciones de especies que se encuentran protegidas lo que permite una

evaluación del estado de salud (Figueroa, 2015). Permite la identificación de gran parte de los

parásitos ya que la mayoría de estos son localizados en el tracto gastrointestinal por lo que es

posible identificar desde formas adultas hasta huevos embrionados, quistes y larvas, lo que podría

ser una estrategia para emprender vigilancia en sistemas naturales mediante muestreos no invasivos

para caracterizar infecciones parasitarias que fomenten el manejo y la conservación de las

poblaciones de osos andino y de los hábitats en donde se distribuyen.

Se tienen pocos datos sobre endoparásitos de estos mamíferos en vida silvestre. La familia Ursidae

está compuesta principalmente por carnívoros, comprende 5 géneros y 8 especies, el linaje se divide

en dos que comprenden el género Ailuropoda (A. melanoleuca) y la segunda en la que se encuentra:

Page 19: DETERMINACIÓN DE LA CARGA PARASITARIA EN …

19

el género Ursus y Melursus (oso perezoso) y el género Tremarctos (oso andino). Hasta ahora se

reportan endoparásitos en 7 de las 8 especies de úrsidos (Samuel et al., 2001).

Dentro de los parásitos que afectan a los osos, se reportan parásitos para Ursus americano, dentro

de los cuales se encuentran parásitos en el digestivo como los céstodos (Diphyllobothrium y

Taenia), tremátodos (Alaria sp) y algunos nemátodos (Ancylostoma, Baylisascaris y Trichinella),

parásitos encontrados en animales de vida libre e “in situ”. Tremátodos como Dicrocoelium

lanceatum, Nanophyetus salmincola y Echinostoma revolutum se han reportado en animales en

vida libre, aunque N. salmincola igualmente fue reportada por Simms et al. (1931), Farrell (1968),

Poelker & Hartwell (1973) en U. americanus en cautiverio.

Otros estudios relacionados con los parásitos en diferentes especies de úrsidos, se encontraron

diferentes tipos; Por ejemplo, en osos negros americanos Ursus americanus se encontraron cuatro

tipos de parásitos: protozoarios, céstodos, acantocéfalos y nemátodos (Crum et al, 1978). También

mencionan la presencia de tremátodos y rickettsias. Por otro lado, en osos grizzli se encontró una

variedad de parásitos dentro de los cuales se encontraron algunos zoonóticos como Trichinella

spiralis (Crum et al, 1978).

En una recopilación de Zhang y colaboradores en el año 2011, sobre los parásitos encontrados en

úrsidos, los osos panda presentaron algunos individuos altamente parasitados con ascáridos y otros

tipos de helmintos (Baylisascaris shroederi, Toxascaris seleactis, Ancylostoma ailuropodae,

Strongyloides sp.) y el parásito más común fue Baylisascaris schroederi (Rogers & Rogers, 1974).

Asimismo, en otros osos como Ursus maritimus se evidenciaron varios nemátodos (Trichinella

spiralis, Hacmonchus contorus, Dochmius ursi, Baylisascaris transfuga) y céstodos

(Diphyllobothirum latum, Bothriocephalus sp.) (Rogers & Rogers,1974).

Finalmente, para osos como Ursus arctos, Helarctos malayanus y Melursus ursinus se reportan

algunos parásitos en común de los grupos de céstodos y los nemátodos (Luzuriaga, 2014; Rogers

& Rogers,1974). Sin embargo, difieren en sus especies (Figura 2.), por lo que se recomienda que

para el diagnóstico y recolecta de muestras se debe implementar guías y protocolos.

3.2.1 Protozoa

Los protozoos son organismos unicelulares eucariotas, que están rodeados por la membrana celular;

este tipo de organismos, han sido caracterizados como endoparásitos (Alcantar, 2008).

Page 20: DETERMINACIÓN DE LA CARGA PARASITARIA EN …

20

Las coccidias, pertenecen al phylum Apicomplexa, a la clase Sporozoea, subclase Coccidia y orden

Eucoccidiida. Dentro de los géneros que comprenden esta familia se encuentran: Cryptosporidium

spp., Eimeria spp., Isospora spp., Sarcocystis spp. y Toxoplasma gondii. En osos negros, se

reportan Eimeria albertensis e E. borealis. Por otro lado, en osos pardos los ooquistes de coccidia

encontrados E. ursi e Isospora fonsecai (Yakimoff & Matschoulsky 1940). En U. maritimus se

presentó otros tipos de parásitos como: Eimeria albertensis y Eimeria borealis (Rogers &

Rogers,1974).

Figura 1. Imágenes de protozoos gastrointestinales reportados en la familia Ursidae, que incluye

Eimeria sp., Isospora sp., y Cryptosporidium sp.

En el oso andino (T. ornatus) el protozoo reportado fue Cryptosporidium spp. con una prevalencia

del 14.3%, Blastocystis spp. y Giardia spp. con un porcentaje similar del 3.6% provenientes de Perú

encontrados en las heces de oso de vida silvestre (Figueroa, 2015).

3.2.2 Tremátodos

Son un grupo heterogéneo de gusanos planos (platelmintos) de cuerpo no segmentado; son parásitos

que pueden afectar a diferentes clases de vertebrados e invertebrados, algunos parásitos que hacen

parte de este grupo son: Fasciola spp., Clonorchis spp., Epistorchis spp., Fasciolopsis spp.,

Heterophyes spp., Metagonimus spp., Echinostoma spp., Paragonimus spp y Schistosoma spp.; que

se pueden encontrar principalmente en los conductos biliares o pancreáticos, en el intestino delgado

y en el pulmón (Quiroz, 2002).

Se reportan algunos tremátodos en los Úrsidos, en el oso Selenarctos thibetanus se identificó

Dicrocoelium lanceolatum con una prevalencia del 66,66% (Bromlei, 1965); en osos grizzlis se

Eimeria albertensis Eimeria borealis Eimeria ursi Isospora fonsecai

(Hair & Mahrt, 1970; Levine,

1981; Virginia, 1981)

(Hair & Mahrt, 1970;

Levine, 1981; Virginia,

1981)

(Yakimoff & Matschoulsky,

1935; Levine, 1981; Virginia,

1981)

(Yakimoff & Matschoulsky,

1935; Levine, 1981; Virginia,

1981)

Page 21: DETERMINACIÓN DE LA CARGA PARASITARIA EN …

21

encontraron Echinostoma revolutum (Simms et al. 1931, Farrell 1968, Poelker & Hartweel, 1973),

en el oso negro Ursus americanus se reportó Heterobilharzia americana y Pharyngostomoides

procyonis (Forrester, 1992). En U. maritimus se encontró Nanophytus salmicola (Rogers &

Rogers,1974).

Figura 2. Ilustraciones de Tremátodos reportados en la familia Ursidae, que incluye Prouterina

spp., Echinostoma spp., y Paragonimus spp.

Por otro lado, para T. ornatus existe un registro de un trematodo llamado: Paragonimus kellicotti

que fue reportado en Perú (Bracho,2015).

3.2.3 Céstodos

Constituyen un grupo de gusanos planos segmentados del phylum Platyhelminthos, entre los

órdenes que presentan organismos parásitos se encuentran: Pseudophyllidea y Cyclophyllidea:

En el orden Cyclophyllidea de manera general en Ursus americanus y en el oso polar U. maritimus

se encontraron: Taenia. pisiformis, T. krabbei, T. hydatigena, Anacathotaenia olseni (Rogers &

Rogers,1974). T. saginata fue reportada por (Jonkel & Cowan, 1971) en osos negros, al igual que

T. pisiformis (Rausch et al.,1956). En Helarctos malayanus se encontró a Pentorchis arkteios

(Meggitt, 1927).

Mientras del orden Pseudophyllidea, los únicos céstodos han sido del género Diphyllobothrium, el

cual es adquirido por los osos al ingerir pescado con plerocercoides (Rausch 1954).

Diphyllobothrium latum, D. cordiceps y D. cordatum en Arctos middendorffi, osos grizzli y oso

negro (Rogers & Rogers,1974).

Prouterina meeseofti Echinostoma revolutum Paragonimus kellicotti

(Foreyt et al, 1996) (Chantima, et al 2013) (Johannese & Nguyen, 2016)

Page 22: DETERMINACIÓN DE LA CARGA PARASITARIA EN …

22

Figura 3. Ilustraciones de Céstodos gastrointestinales (GI) reportados en la familia Ursidae, que

incluye Taenia spp. y Diphyllobothrium spp.

3.3.4 Nemátodos

Es el grupo más numeroso de parásitos, incluye diferentes hospederos que van desde otros animales

hasta incluso el ser humano, a diferencia de los Platelmintos los nemátodos tienen cuerpos

cilíndricos que no son segmentados, presentan cutícula que les sirve como protección (Quiroz,

2002). Dentro de estos se puede encontrar: Ascaris spp., Strongyloides spp., Trichuris spp.,

Trichinella spiralis, Oesophagostomum spp, entre otros. Algunos de los nemátodos reportados en

Ursidos son: Baylisascaris transfuga, B. multipapillata, Uncinaria yukonensis, U. rauschi,

Thelazia californiensis, Gongylonema pulchrum, y Dirofilaria ursi (Rogers & Rogers, 1974).

B. transfuga se ha encontrado en osos negros salvajes en Ontario (Sprent 1950; 1951) también se

encontró en grizzli otros nemátodos como Toxocara canis y T. mystax fueron encontrados en otros

individuos en cautiverio en Alemania (Couturier, 1954). En osos perezosos, se reportan

Ancylostoma braziliense, A. ceylanicum, A. cani y A. malayanum, (Baylis & Daubney 1922). Este

último nemátodo también presente en un oso negro en la India (Lane, 1916).

Ascaris spp. Toxocara canis Ancylostoma spp.

(Figueroa, 2015) https://i.pinimg.com/736x/e5/1c/7d/e51c7dfc

c7b96382ffd82e4214188e10.jpg

(Figueroa, 2015)

Figura 4. Imágenes de nemátodos intestinales (GI) reportados en la familia Ursidae, que incluye

Ascaris spp., Toxocara canis y Ancylostoma spp.

Taenia. pisiformis Taenia hydatigena Diphyllobothrium latum

https://www.sciencedirect.com/topics

/immunology-and-microbiology/taenia-

pisiformis

https://quizlet.com/74082847/taenia-

hydatigena-flash-cards/

(Santos & Faro, 2005)

Page 23: DETERMINACIÓN DE LA CARGA PARASITARIA EN …

23

En efecto se tiene poca información sobre la aparición de parásitos en los osos andinos. En

ejemplares en cautiverio, los parásitos internos reportados para esta especie más comunes fueron

nemátodos como Ascaridios (Wolff, 1989) Toxocara canis y Baylisascaris transfuga (Schaul,

2006). En otro estudio realizado por Luzuriaga en el año 2014 en Ecuador se identificaron algunos

parásitos asociados a este Úrsido, entre estos se encontraron: Ancylostoma, Ascaris, Entamoeba

spp. y algunas coccidias (Luzuriaga, 2014) que también fueron reportadas en un individuo en el

estudio de Wolff, 1989. En osos de vida silvestre, Goldstein (1989) encontró nemátodos de la

subfamilia Strongyloidea con una prevalencia del 25% en Venezuela y Figueroa en el año 2015 en

Perú, reporta tres nemátodos dentro de los que encontró Strongyloides spp. con una prevalencia del

25%, una especie indeterminada de Ascaridae (Baylisascaris spp. o Toxocara spp.) en un 21.4% y

una especie indeterminada de Ancylotomatidae (Ancylostoma spp. o Uncinaria spp.) con 10,7%.

4. Objetivo

4.1 Objetivo general

Determinar la presencia de parásitos gastrointestinales en osos andinos silvestres (Tremarctos

ornatus) del Parque Nacional Natural Chingaza y su área de amortiguación.

4.2 Objetivo específico

4.2.1 Identificar las especies parasitarias en oso andino (Tremarctos ornatus) del Parque Nacional

Natural Chingaza y su área de amortiguación.

4.2.2 Determinar la prevalencia de los diferentes parásitos gastrointestinales en oso andino

(Tremarctos ornatus) en el Parque Nacional Natural Chingaza.

Page 24: DETERMINACIÓN DE LA CARGA PARASITARIA EN …

24

5. Metodología

5.1 Consideraciones éticas

El manejo de los animales y la obtención de las muestras de materia fecal se realizó durante el

periodo de la realización del estudio, las muestras de oso andino fueron obtenidas del suelo, previo

consentimiento informado y autorización de Parque Nacionales Naturales. El proyecto cuenta con

respaldo de esta entidad teniendo en cuenta el decreto número 2257 del año 1986 (artículo 49) y la

resolución número 8430 del año 1993 (título IV: en el que se establece las consideraciones éticas

sobre bioseguridad) y el capítulo I: en el que se tiene en cuenta aspectos relacionados con la

investigación en microorganismos patógenos o con material biológico que pueda contenerlos, de

conformidad con las actividades relacionadas con la investigación, la prevención y el control de

la zoonosis). De manera especial se tuvo el aval de investigación por parte de Parques Nacionales

Naturales mediante el memorando*20192000003783* del 04 de abril de 2019, mediante el cual el

PNN Chingaza solicita un aval de investigación para el proyecto de la referencia, la Subdirección

de Gestión y Manejo de Áreas Protegidas (SGM) y se permite comunicar:

Mediante Resolución 351 de 20121 Parques Nacionales Naturales adoptó el “Lineamiento

Institucional de Investigación del Sistema de Parques Nacionales Naturales” en el cual se establece

que la investigación en PNN debe propender por la generación de información para el

establecimiento de la línea de base de los valores objeto de conservación (VOC), elementos

priorizados en los procesos de conservación de las áreas, las presiones, y el levantamiento de

información clave para el manejo de acuerdo con los vacíos o necesidades de información

priorizados por el área protegida, la Dirección Territorial y el Nivel Central como limitantes para

la gestión. De igual manera, en el mencionado lineamiento se establecieron cinco líneas estratégicas

de investigación las cuales son priorizadas y consolidadas por las áreas protegidas a través del

portafolio de proyectos de investigación. Dicho portafolio corresponde entonces a un documento

anexo al plan de manejo en el cual las áreas protegidas presentan las líneas de investigación

priorizadas, así como las necesidades o vacíos de información reconocidos durante la formulación,

reformulación o actualización de los planes de manejo.

5.2 Área de estudio

El presente estudio se llevó a cabo en el sector occidental del Parque Nacional Natural (PNN)

Chingaza y algunos puntos en su área de amortiguación (Figura 5.).

Page 25: DETERMINACIÓN DE LA CARGA PARASITARIA EN …

25

Chingaza se encuentra ubicada en la Cordillera Oriental de los Andes colombianos, al nororiente

de Bogotá, entre los 73º30’ y los 73º55’ de Longitud Oeste y los 4º20’ y 4º50’ de Latitud Norte.

Cuenta con una extensión de 76.600 ha. con alturas que van desde los 800 hasta los 4.020 msnm

(PNN Chingaza, 2016). El parque tiene áreas montañosas de alta pendiente, aproximadamente entre

los 400 y 500 metros sobre el nivel del mar, 76.600 ha. distribuidas en la jurisdicción de once

municipios, de los cuales siete pertenecen al departamento de Cundinamarca: Fómeque, Guasca,

La Calera, Choachí, Gachalá, Junín y Medina, y cuatro al departamento del Meta: San Juanito, El

Calvario, Restrepo y Cumaral (Parra, 2011).

Figura 5. Puntos donde fueron recolectadas las muestras de materia fecal de oso andino en el

PNN Chingaza y su área de amortiguación.

El área de amortiguación corresponde a los datos tomados en la Fundación La Reserva La Laja

Chingaza, enmarcada como reserva natural. Ubicada en la cordillera oriental, en el departamento

de Cundinamarca, municipio de Fómeque y cabecera alta de la vereda Hato Viejo (Linares, 2009;

Suancha, 2017), con un total de 245 ha., de las cuales el 30% es bosque maduro en estado de

sucesión avanzada y el 50% bosques secundarios en estado de recuperación (Linares, 2009;

Suancha, 2017).

5.3 Fase de campo y Obtención de muestras fecales

Debido a la preferencia espacial del oso andino, en este estudio se recolectaron muestras fecales

según la disponibilidad de lo encontrado en campo durante el monitoreo a áreas protegidas,

teniendo en cuenta áreas focales como senderos en los que frecuenta el oso donde es posible

evidenciar senderos con presencia de sus rastros, los cuales incluyen comederos, señales de marcaje

Page 26: DETERMINACIÓN DE LA CARGA PARASITARIA EN …

26

y presencia de heces (Figura 6.). A partir de estas últimas se recolectó del suelo tomando la parte

más fresca y la porción media, evitando la porción superficial que entra en contacto con el ambiente

y la porción profunda que entra en contacto con el suelo, lo anterior con el fin de evitar

contaminaciones externas. Finalmente, luego de su recolección, la muestra fue envasada en un

recipiente hermético para evitar contaminaciones y se le realizó el respectivo marcaje (etiqueta del

número de muestra, la fecha de recolección, la hora y el lugar). Por último, la muestra se preservó

en refrigeración a 4 ° C entre 24 y 48 horas después colectada. hasta su procesamiento en los

laboratorios de la Universidad Javeriana.

Figura 6. Recolección de muestras fecales en campo durante el monitoreo a áreas protegidas.

5.4 Procesamiento de la muestra

Las muestras fueron analizadas por métodos coprológicos, se llevó a cabo un análisis macroscópico

y microscópico. El primero, mediante la observación directa evidenciando características propias

como el color, el olor y la presencia de estructuras parasitarias macroscópicas. Finalmente, se

evaluó microscópicamente la presencia de huevos de helmintos u ooquistes bajo el objetivo de 40x

(Paredes et al, 2013) mediante el uso de tres técnicas diferentes.

Técnica de flotación de Mc Master:

Es una técnica semi-cuantitativa que se emplea para la determinación de helmintos u ooquistes de

protozoarios en materia fecal (Rodríguez & Cob-Galera, 2005), el principio de esta la técnica se

basa en la utilización de una solución sobresaturada de cloruro de sodio y sacarosa (Sln Mc Master);

la densidad de esta mezcla permite que los huevos, larvas, ooquistes y quistes de parásitos presentes

en las muestras floten a la superficie (Rodríguez & Cob-Galera, 2005) y queden en la lámina

cubreobjetos colocada en la superficie del tubo de ensayo (Thienpont et al., 1979).

Page 27: DETERMINACIÓN DE LA CARGA PARASITARIA EN …

27

Para la aplicación de esta técnica se colocaron tres a cinco gramos de muestra de materia fecal en

un recipiente, se adicionó solución Mc Máster. Luego, se mezcló la solución hasta homogenizarla,

esta fue filtrada a través de dos gasas por medio de un embudo y se recolecto el filtrado en un tubo

de ensayo formando un menisco (Paredes et al, 2013). Sobre este menisco se colocó una laminilla

portaobjetos y se dejó durante aproximadamente 30 minutos (Paredes et al, 2013) y finalmente se

examinaron las láminas bajo microscopio a 40X.

Técnica de sedimentación:

Principalmente la técnica de sedimentación fue utilizada para la observación de quistes de

protozoos, huevos y larvas de helmintos intestinales (Pajuelo G et al, 2006). Los huevos de

parásitos como los de algunos Tremátodos (F. hepatica), decantan en el fondo del recipiente.

Teniendo en cuenta lo anterior, la técnica fue implementada de la siguiente manera: Se depositaron

en un recipiente de cinco a diez gramos o cantidad posible de muestra de materia fecal, se adicionó

suficiente agua destilada y se mezcló hasta que la muestra se homogenizara. Se filtró la solución a

través de dos gasas por medio de un embudo, luego se recolectó el filtrado en tubos de ensayo sin

llenarlo completamente, estos se centrífugaron por 10 minutos a 1.500 revoluciones por minuto

(r.p.m), se descartó el sobrenadante y analizó el sedimento bajo microscopía 40X.

Técnica de Ziehl-Neelsen modificado:

Esta técnica fue empleada para el diagnóstico de coccidias intestinales (Shoeb, 2005), debido a la

creciente importancia de coccidias como: Cryptosporidium, Isospora y Cyclospora (Rigo &

Franco, 2002), como parásitos oportunistas. La técnica de Ziehl Neelsen modificada es esencial

para la observación morfológica de los protozoos anteriormente mencionados. Con el sedimento

obtenido en la técnica de sedimentación, se realizó un extendido en una lámina portaobjetos, este

se fijó con calor y se llevó a cabo la tinción modificada, adicionando fucsina fenicada a toda la

lámina por ocho minutos, se lavó con abundante agua y se adicionó alcohol ácido hasta

decoloración completa, posteriormente se adicionó azul de metileno por tres minutos, y se lavó con

abundante agua. Finalmente, las láminas secas se analizaron al microscopio bajo aumento de 100

X. (Plonait & Bickhardt, 2001; Del Coco et al., 2008; Pulido-Villamarín et al., 2012).

Page 28: DETERMINACIÓN DE LA CARGA PARASITARIA EN …

28

5.5 Análisis de Datos

A partir de las pruebas de flotación, sedimentación y Ziehl-Neelsen modificada se realizaron

conteos de estructuras parasitarias por preparación (Ooquistes/p ó Huevos/p). Utilizando la

clasificación realizada por Rodríguez et al., 2010, se estableció que la infestación era baja o ligera

cuando se presentaban entre 50-100 Ooquistes o huevos por preparación (Oo-H/p), media o

moderada al encontrar de 101-500 Oo H/p y alta o severa cuando esta era mayor a > 501 Oo H/p.

Los resultados de positividad poblacional se expresaron en porcentajes de prevalencia, aplicando

la siguiente fórmula:

𝑝 =𝑛ú𝑚𝑒𝑟𝑜 𝑡𝑜𝑡𝑎𝑙 𝑑𝑒 𝑐𝑎𝑠𝑜𝑠 𝑒𝑥𝑖𝑠𝑡𝑒𝑛𝑡𝑒𝑠 𝑒𝑛 𝑒𝑙 𝑚𝑜𝑚𝑒𝑛𝑡𝑜

𝑡𝑜𝑡𝑎𝑙 𝑑𝑒 𝑙𝑎 𝑝𝑜𝑏𝑙𝑎𝑐𝑖ó𝑛 𝑒𝑛 𝑒𝑙 𝑚𝑜𝑚𝑒𝑛𝑡𝑜 𝑡 (𝑥100)

Los datos obtenidos a partir de las estructuras parasitarias detectadas se analizaron a través de

estadística descriptiva.

A partir de mínimo 10 huevos hallados por muestra y con ayuda del microscopio Nikon Eclipse

E400, se obtuvieron medidas de diámetro y longitud de los huevos, el grosor de la cubierta,

diámetro y longitud de cada mórula en el huevo. A partir de lo cual se determinó la varianza, la

media, la desviación estándar, y su coeficiente de variabilidad con el programa Past. Medidas que

fueron comparadas con la bibliografía reportada.

Page 29: DETERMINACIÓN DE LA CARGA PARASITARIA EN …

29

5. Resultados

Durante el periodo establecido entre los meses de Febrero a Abril de 2019, se obtuvieron y se

analizaron un total de 18 muestras de osos andinos de la región occidental del PNN Chingaza y su

área de amortiguación. Se evaluaron las características macroscópicas de cada una de las muestras

(Figura 7.) y se detectó que en general todas presentaron:

Figura 7. Características macroscópicas de muestras fecales de T. ornatus en estado silvestres de

la parte occidental del PNN Chingaza.

A partir de la población analizada, se detectó una prevalencia de parásitos del 83,33% (15/18), y se

identificaron diferentes estructuras parasitarias (Figura 8) pertenecientes a los nemátodos: Ascaris

spp., Ancylostoma spp., Strongylus spp., Baylisascaris spp. y Trichostrongylus spp.; Protozoos

como: Cryptosporidium spp., Microsporidios sin identificar, Trichomonas spp., Blastocystis spp. y

trofozoito de protozoo ciliado. Se encontró además Tremátodos como Fasciola spp. y un huevo

que no se logró identificar. Adicionalmente, se determinó que el 100% de las 15 muestras positivas

presentaban parasitosis mixtas.

Consistencia Blanda

Color Verde, café con trozos de tejidos vegetales

Olor “Sui generis”

Otros No se evidenció la presencia de moco y/o sangre

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30

Tabla 1. Prevalencia y grado de intestación por PGI en oso andino del PNN Chingaza.

Muestras fecales de oso andino

Infestación

Estructuras Prevalencia n Baja o Ligera

(50-100 Oo H/p)

Media o Moderada

(101 -500 Oo H/p)

Alta o severa

(>550 OoH/p)

Cryptosporidium spp. 100,00% 18 61,10% 33,30% 5,50%

Ascaris spp. 55,55% 10 90% 10% 0%

Baylisascaris spp. 38,88% 7 100% 0% 0%

Trichomonas spp. 38,88% 7 0% 100% 0%

Strongylus spp. 16,66% 3 100% 0% 0%

Microsporidios sin

identificar 16,66% 3 100% 0% 0%

Oooquiste de Coccidia sin

identicicar 16,66% 3 100% 0% 0%

Trichostrongylus spp. 11,11% 2 100% 0% 0%

Ancylostoma spp. 5,55% 1 100% 0% 0%

Blastocystis spp. 5,55% 1 0% 100% 0%

Protozoo ciliado* 5,55% 1 100% 0% 0%

Fasciola sp. 5,55% 1 100% 0% 0%

Tremátodo indeterminado 5,55% 1 100% 0% 0%

La prevalencia específica por tipo de parásito se presenta en la tabla 1, donde se evidencia que la

prevalencia más alta fue para Cryptosporidium spp., seguido por Ascaris spp. y Baylisascaris spp.

Page 31: DETERMINACIÓN DE LA CARGA PARASITARIA EN …

31

Figura 8. Morfología de estructuras parasitarias halladas en las muestras analizadas (40x). A.

Baylisascaris spp. con dos mórulas B. Baylisascaris spp. con tres mórulas C. Ascaris spp. D.

Trichomonas spp. E. Blastocystis spp. F Trichostrongylus spp. G. Ancylostoma spp. H.

Strongylus spp. I. Ooquiste de coccidia sin identificar J. Trofozoito de protozoo ciliado K.

Fasciola spp. L. Especie indeterminada de Tremátodo M. Huevo de Nematodo no identificado

(20x) N. Trofozoito de protozoo ciliado con medidas O. Especie indeterminada de Tremátodo.

Se realizaron mediciones sobre las estructuras parasitarias más frecuentes en las muestras

analizadas (Tabla1.) y se detectaron 53 huevos de Ascaris sp. Las medidas de la longitud y diámetro

del huevo fueron de 825,6 x 580,8 µm (Tabla1.), con un grosor para su pared de 65,5 µm. A

diferencia de otras especies como Baylisascaris spp., Ascaris spp. solo presenta una mórula con un

tamaño promedio de largo 493,3µm y 383,1µm de ancho, adicional a estas medidas se calculó la

desviación estándar y el coeficiente de variación tanto de la longitud, diámetro y grosor del huevo

y el diámetro y longitud de la mórula (Tabla1).

Page 32: DETERMINACIÓN DE LA CARGA PARASITARIA EN …

32

Tabla 2. Medidas morfométricas de la especie Ascaris sp. en muestras de oso andino en el PNN

Chingaza.

Figura 9. Medidas morfológicas de parásitos frecuentemente encontradas en las muestras

procesadas de oso andino A. Ascaris spp. B Baylisascaris spp. con dos mórulas y C.

Baylisascaris sp con cuatro mórulas (40X).

Asimismo, se tomaron medidas de 20 estructuras parasitarias de Baylisascaris sp. del cual se

obtuvieron las siguientes medidas (Figura 9 B y C): diámetro y longitud del huevo completo, grosor

de la membrana y longitud y ancho de cada mórula. Como resultado se obtuvo un promedio del

huevo completo con longitud: 811,0µm x diámetro:613,1µm y un grosor de pared 61,7µm

(Tabla2.). Debido a que se encontraron cantidades diferentes de mórulas (dos, tres y cuatro

mórulas) (Figura9.), además de las dos mórulas mencionadas en la tabla 2 se tomaron medidas se

obtuvieron medidas a las restantes.

A

.

B

.

C

.

Page 33: DETERMINACIÓN DE LA CARGA PARASITARIA EN …

33

Tabla 3. Medidas morfométricas de la especie Baylisascaris sp. en muestras de oso andino.

En el estudio se encontró que el 100% de las muestras analizadas de oso andino presentaron el

protozoo Cryptosporidium sp (Figura 10). la estimación de la infestación con mayor número dentro

de estas fue de ligera o baja con un porcentaje de 61,1% seguido de la infestación mediana o

moderada con un 33,3% y finalmente las muestras afectadas de manera severa o alta en un 5,5% lo

que equivale a una muestra con aproximadamente 610 ooquistes por preparación. Adicionalmente,

se detectaron otras estructuras que podrían ser compatibles con protozoos tipo microsporidios, estos

fueron hallados en un 16,66% con una estimación ligera para su infestación.

Figura 10. Morfología de A. Cryptosporidium sp y B. Microsporidios encontrados en la materia

fecal de oso andino del PNN Chingaza mediante la tinción de Ziehl-Neelsen modificado (100X).

Geográficamente, la presencia de los PGI fue establecida de acuerdo con el sitio de muestreo

(Figura 11); sin embargo, esta es una aproximación descriptiva pues el sitio donde se logró obtener

mayor cantidad de muestras fue La laguna del Arnical y la laguna de Chingaza, cada una con 7

Page 34: DETERMINACIÓN DE LA CARGA PARASITARIA EN …

34

muestras. En La Laguna de Chingaza se encontraron parasitosis mixtas de: Cryptosporidium spp.,

Baylisascaris spp., Ascaris spp., trofozoíto de protozoos ciliados, tremátodo sin identificar y

Trichomonas spp. estas últimas que podrían corresponder a microbiota normal intestinal.

Resultados similares a los encontrados en la Laguna del Arnical: Trichomonas spp., Ascaris spp.,

Trichostrongylus spp., Strongylus spp., trofozoíto de protozoos ciliados, Tremátodos como

Fasciola spp y un huevo compatible con nemátodo. En lugares como Dormideros se reportó

Baylisascaris spp. y Blastocystis spp. En puntos como la Laja que fue en punto más cercano a la

zona de amortiguación del parque se encontró: Baylisascaris spp. y Ascaris spp. En los seis lugares

en que se muestreó se encontró parasitosis mixtas como se puede evidenciar en el mapa (Figura11).

Figura 11. Puntos donde fueron recolectadas las muestras de materia fecal de oso andino en el

PNN Chingaza y su área de amortiguación con sus estructuras parasitarias asociadas.

Page 35: DETERMINACIÓN DE LA CARGA PARASITARIA EN …

35

6. Discusión

En Colombia, no se han realizado estudios epidemiológicos sobre este tema y por esta razón aún

se desconocen los datos acerca de la prevalencia de los parásitos en osos andinos y sobre como

estos pueden afectar las dinámicas de las poblaciones de esta especie. Este estudio es la primera

aproximación sobre los parásitos encontrados de osos andinos en Colombia, los resultados

obtenidos coinciden con lo reportado a nivel internacional respecto a la presencia de parásitos como

Blastocystis sp., Cryptosporidium spp., Ascaris spp. y Baylisascaris spp. Sin embargo, estas

especies difieren en el hallazgo de Trichomonas spp, coccidias y microsporidios, los cuales no

habían sido identificados anteriormente en muestras de osos. No obstante, parásitos como: Giardia

sp. y Uncinaria sp. antes reportados por Figueroa, 2015, no fueron detectados en el presente

estudio.

Dentro de los protozoos encontrados en muestras de materia fecal se encuentran microsporidios,

agrupados dentro del phylum Microsporidia, que es un gran grupo de eucariotas unicelulares

parásitos intracelulares obligados que infectan una amplia gama de invertebrados y vertebrados

(Weiss, 2005). Muchos de estos organismos son patógenos, es un grupo es muy diverso ya que

comprende 150 géneros que se agrupan aproximadamente en 1200 especies (Albelo,2013), 14 de

ellas descritas como productoras de enfermedad en humanos (Albelo,2013). Las especies que se

han encontrado afectan algunos mamíferos y se distribuyen en 7 géneros (Enterocytozoon,

Encephalitozoon, Anncaliia, Nosema, Pleistophora, Trachipleistophora y Vittaforma) y

microsporidios no clasificados (denominados colectivamente Microsporidium). Aunque se

estudian como protozoos, en la actualidad existen evidencias genéticas, estructurales y metabólicas

suficientes para ubicarlos dentro del reino Fungi (Albelo,2013).

En Perú, se reportó una mayor prevalencia parasitaria de la familia Strongyloidididae (25%)

seguida por Ascarididae (21,4%) y Cryptosporidiidae (14,3%), con una prevalencia total del 57,1%

(Figueroa, 2015), porcentaje similar al obtenido en el presente estudio. En otros estudios en osos

andinos en cautiverio reportan especies como Toxocara canis y Baylisascaris transfuga (Schaul,

2006), coccidias (Wolff, 1989), Strongyloidea (Golstein, 1989).

En efecto, como se menciona anteriormente los registros son poco comunes, por lo que parásitos

como Blastocystis sp. encontrados en esta investigación y en la de Figueroa 2015, son frecuentes

en el tracto digestivo humano y no se habían encontrado en otros animales en estado silvestres,

Page 36: DETERMINACIÓN DE LA CARGA PARASITARIA EN …

36

solamente se tenía información de su presencia en animales como caninos y felinos domésticos

(Yoshikawa, 2012) y un león en cautiverio (Stenzel et al., 1993).

En el presente estudio se encontró la forma del quiste de Blastocystis spp. (Figura 8.) el cual es un

parásito polimórfico con formas tales como: vacuolar, granular, ameboide y la forma de quiste que

se conoce comúnmente (Parija & Jeremiah, 2013). La forma reportada en la presente investigación

fue la forma vacuolar de Blastocystis que tiene una gran vacuola colocada centralmente que muestra

una gran variación en el tamaño (Figura 8y9), su vacuola ocupa la mayor parte del espacio celular

lo que limita al citoplasma y a otros partes intracelulares, por lo que se forma un extremo muy

delgado (Parija & Jeremiah, 2013)., su morfología es muy diversa por lo que el tamaño de este

parásito va desde los 3μm hasta los 120μm (Lee & Stenzel, 1999). Igualmente, es un protista

eucariota unicelular y anaeróbico que vive en el tracto intestinal de diversos hospedadores como

los humanos, animales de granja, aves, roedores, reptiles y otros mamíferos (Yoshikawa et al.,

2004; Clark et al., 2013).

Ramírez y colaboradores en el año 2014, reportaron alta prevalencia en diferentes animales

muestreados en Colombia, los resultados muestran que Blastocystis en aves tuvo una prevalencia

del 90%, para el ganado bovino su prevalencia fue del 80%, en perros del 37%, en zarigüeyas fde

62.5%, en ratas 30% y 100% en monos aulladores. Al igual que una alta prevalencia en humanos

(45%), esta prevalencia es muy similar en Suramérica en donde se ha encontrado que otros Países

reportan porcentajes similares que van del 40% al 70% (Jiménez et al., 2012; Requena et al., 2003;

Nascimento & Moitinho, 2005). Lo que son valores altos si se compara con Europa o países

industrializados donde las prevalencias suelen oscilar entre el 10% y el 25% (Tan, 2008).

De acuerdo con lo anterior, se sugiere que el organismo pudo ser obtenido por el oso mediante

ingestión de alimentos o agua contaminada con quistes de materia fecal de humanos y otros

animales que pudieron estar infectados, lo que facilitaría la exposición a Blastocystis en las zonas

que frecuenta el individuo en el PPN Chingaza. Esto debido a que los animales en vida silvestre

ingieren normalmente el agua de ríos y arroyos, lo que posibilita su ingestión (Carver et al. 2012),

posiblemente r ello, se evidencia una mayor variabilidad de parásitos en lugares como La Laguna

de Chingaza y La laguna del Arnical. Otra de las formas en las que se sugiere el contagio, pudo ser

debido a la ingesta de roedores o ganado que contenían los quistes (Peyton, 1980) hacia las zonas

de amortiguación del parque. Por lo hallado en el presente estudio y por los reportes antes

mencionados, se podría pensar y sugerir una posible rotación de hospederos.

Page 37: DETERMINACIÓN DE LA CARGA PARASITARIA EN …

37

Otros de los parásitos encontrados y que ha sido reportado anteriormente en úrsidos es el género

Baylisascaris que pertenece al orden Ascaridida, el cual incluye numerosos nemátodos, que son

comunes en parásitos relativamente específicos de hospedero. Se ubican en el intestino delgado de

carnívoros, omnívoros, herbívoros, marsupiales carnívoros o roedores. A propósito de estos

hallazgos, en estudios anteriores (Rogers & Rogers, 1974) en úrsidos, no se reporta este género en

los osos de anteojos o andinos, pero se menciona que en osos panda sólo se ha encontrado ascáridos

como Baylisascaris schroederi (Rogers & Rogers, 1974).

Dentro de las características generales de Baylisascaris spp. los huevos embrionados, se detectan

la materia fecal es fresca, estos se encuentran en el medio ambiente y se vuelven infecciosos luego

de 2 a 4 semanas (Sakla et al., 1989; Papini & Casarosa, 1994). Tiene un ciclo de vida heteroxeno

(Sapp et al. 2017), y se considera que todas las especies de Baylisascaris tienen el potencial para

causar larvas migratorias viscerales, oculares y neurales en un rango en diferentes hospederos que

van desde mamíferos o aves hasta el ser humano, por lo tanto, representan riesgo zoonótico

(Štrkolcová et al, 2018). Las especies que han tenido importancia a nivel zoonótico son: B.

procyonis, B. columnaris y B. transfuga, las cuales se encuentran implicadas como agentes

etiológicos de larva migratoria (Schaul, 2006).

En diferentes especies de oso se encuentra Baylisascaris transfuga (Papini et al. 1996; Foster et al.

2004; Guerrero & Castellanos 2016; Sapp et al. 2017), se encuentró a B. schroederi en el panda

gigante Ailuropoda melanoleuca (McIntosh, 1939), B. ailuri encontrado en el panda rojo Ailurus

fulgens (Wu, He & Hu, 1987), y B. venezuelensis descrito en el oso de anteojos T. ornatus (Pérez

et al, 2016). Del mismo género, Baylisascaris procyonis es el parásito más importante en los

prociónidos (Procyonidae), este parásito afecta principalmente a mapaches y kinkajous (Potos

flavus), mamíferos en los cuales ocasionalmente se produce sintomatología, contrario a lo que

ocasiona este parásito en humanos ya que representa un riesgo porque puede afectar el sistema

nervioso o entrar al organismo como larva migrans ocular (Flores, 2016). Cuando las infecciones

por Baylisascaris transfuga son severas, pueden generar disminución de la condición corporal y

obstrucciones a nivel intestinal (Flores, 2016).

A pesar de que los tratamientos en osos en cautiverio son efectivos, presenta infecciones comunes,

siendo difícil su erradicación del ambiente, especialmente en los recintos de animales en cautiverio,

ya que los huevos pueden mantenerse infectivos por varios meses y la limpieza y desinfección

Page 38: DETERMINACIÓN DE LA CARGA PARASITARIA EN …

38

rutinarias son ineficientes para su destrucción (Papini & Casarosa, 1994; Testini et al., 2011; Miller

& Fowler, 2015).

Los parásitos encontrados en úrsidos pueden ser utilizados como indicadores de infección de otros

animales de vida silvestre, domésticos y el hombre (Rogers & Rogers, 1976). En individuos en

cautiverio los parásitos internos encontrados con mayor frecuencia fueron los de la subfamilia

Strongyloidea en Venezuela (Goldstein, 2989), el estudio de Figueroa, 2015 igualmente se registró

con prevalencias de (25%), encontrando ordenes comunes como Rhabditida y Ascaridida, en las

muestras analizadas en el presente estudio, se detecminó una prevalencia del 16,66% por lo que

comparada con el estudio realizado por Figueroa que indican una alta ocurrencia, la encontrada en

este estudio es mucho más baja, lo que podría ser explicado porque este parasito había sido

reportado anteriormente en animales silvestres de las familias Canidae, Felidae y Mustelidae

(Vieira et al, 2008; Beltrán-Saavedra et al, 2009 y Figueroa, 2015); Teniendo en cuenta su ciclo de

vida, su principal mecanismo de infección podría está asociado con la ingesta de huevos infectantes

que se encuentran en el suelo o sobre las plantas que suelen consumir, lo podría ser desencadenar

una importante fuente de transmisión zoonótica, y que podría causar lesiones a nivel intestinal

(Goldstein, 1989).

Otros parásitos reportados en estudios anteriores fueron: Balantidium coli, Eimeria spp. e Isospora

spp, parásitos comunes en cánidos jóvenes silvestres (Miller & Fowler, 2015); pero no hallados en

el presente análisis. Por otro lado, en el presente estudio, se determinó una prevalencia del 100%

para Cryptosporidium spp., este ha sido reportado anteriormente en animales silvestres de la familia

canidae, felidae y procynidae. Se cree que las infecciones por este parásito se han dado por

transmisión de humanos y ganado vacuno por medio de fuentes de agua contaminadas (Xiao et al,

2000). Estudios anteriores reportan su presencia en osos polares, osos pardos y en el malayano,

además de estos registros de osos en cautiverio, Cryptosporidium spp. se encontró en otros osos

como el oso negro americano y el oso pardo en estado silvestre (Rademacher et al, 1999; Ducan et

al; 1999; Figueroa, 2015). Este parásito se encontró distribuido en gran parte del parque, esto

posiblemente atribuido a que se puede encontrar en afluentes como lagunas, ríos o charcos y a que

se ha encontrado reportado en la mayoría de mamíferos.

Existen otros factores que afectan a las poblaciones de oso andino, dentro de los cuales se

encuentran las interacciones con los humanos (Figueroa, 2015). Durante los últimos años las 3562

Page 39: DETERMINACIÓN DE LA CARGA PARASITARIA EN …

39

ha de los ecosistemas de páramo, bosque andino y subandino que hacen parte del PNN Chingaza

se han modificado en un 30% debido al establecimiento de asentamientos humanos y de prácticas

agropecuarias (PNN Chingaza, 2005; Parra, 2011), estas interacciones influyen en la interacción

entre las poblaciones humanas cercanas al área protegida, con individuos de oso que hacen un uso

de hábitat de ecosistemas dentro y fuera del parque (Poveda, 1999, Jiménez, 2011; Parra, 2011) al

observar el mapa con los lugares en los que se encontró las estructuras parasitarias en las muestras

de oso andino recolectadas en el PNN Chingaza (Figura11) se observa una mayor cantidad de

estructuras hacia las fuentes de agua especialmente en La laguna de Chingaza y en la Laguna del

Arnical, esto puede estar relacionado con que una de las mayores transmisiones según los ciclos de

vida que es por medio de la ingestión de agua o alimentos que se encuentran contaminados con

materia fecal de otras especies de mamíferos dentro de las cuales también se encuentra el hombre.

La implementación de actividades antrópicas en las zonas de páramo y bosque andino, el manejo

inadecuado del ganado (Parra, 2011) y las presiones sobre el hábitat del oso andino son importantes

a tener en cuenta sobre si existe alguna transmisión de tipo zoonótico, parásitos como Fasciola spp.

podrían estar relacionados con esto y a pesar de que su prevalencia fue del 5,55% es un aspecto a

tener en cuenta en relación al conflicto entre el sistema ganadero en la zona de amortiguación y

otras áreas del PNN Chingaza.

Las infecciones parasitarias en poblaciones son un factor que influye en la distribución y

abundancia de diversos animales en estado silvestre (Ash et al., 2010), lo que puede modular

dinámicas en poblaciones, al igual que la disponibilidad de comida o depredación (Scott, 1988).

De los parásitos encontrados en las diferentes especies de osos, algunos son indicadores de

infecciones en otros animales en estado silvestre o incluso en animales domésticos y el ser humano

(Rogers & Rogers, 1976) por lo que es indispensable difundir el conocimiento sobre este tipo de

parásito con el fin de generar medidas preventivas para prevenir la rotación de rotación de parásitos

transmitidos por zoonosis (Pérez et al., 2008; Mendoza et al, 2015).

A pesar de que no se tiene evidencia de que los parásitos son la principal causa de mortalidad en

úrsidos, se sabe que pueden llegar a tener efectos que son adversos en el organismo que se encuentra

parasitados (Rogers & Rogers 1976, Zhang et al. 2011). Un ejemplo es el suborden Strongylida

que muestra tener efectos en los organismos, generando afecciones en el intestino (Goldstein, 1989)

o Ancylostoma que induce anemias que pueden matar al hospedero (Goldstein, 1989).

Page 40: DETERMINACIÓN DE LA CARGA PARASITARIA EN …

40

7. Conclusiones

• Se determinó una prevalencia del 83,33% de parásitos gastrointestinales (GI) en las

muestras analizadas de oso andino en los diferentes puntos del Parque Nacional Natural

(PNN) Chingaza.

• Se obtuvo una prevalencia del 100% para Cryptosporidium spp, 55,55% para Ascaris spp.

y 38,88% para Baylisascaris spp., entre otros.

8. Recomendaciones

Debido a la falta de estudios sobre la carga parasitaria en el mamífero T. ornatus en la

composición de la materia fecal es difícil identificar los patógenos parasitarios procesos

zoonóticos de importancia en salud pública.

Por la dificultad en el reconocimiento de las especies se recomienda además de un estudio

morfológico, un estudio molecular que permita la identificación de patógenos a nivel de

género y especie.

Realizar estudios de mayor duración que permitan detectar la presencia de parásitos

gastrointestinales, para obtener un mayor número de muestras de materia fecal que permita

identificar las estructuras parasitarias de osos andinos (T. ornatus) en diferentes épocas del

año con el fin de establecer un (n) más amplio y compara si existe alguna relación con esta

variable.

Realizar proyectos de educación que permitan sensibilizar a la población sobre los

problemas y consecuencias de la transmisión vía zoonótica.

Debido a que existen pocos estudios al respecto, se recomienda realizar un atlas

parasitológico con el fin de comparar las estructuras parasitarias de esta especie, con

respecto a otras especies de úrsidos encontrados anteriormente.

Page 41: DETERMINACIÓN DE LA CARGA PARASITARIA EN …

41

9. Bibliografía

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10. Anexos

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