Dia de Muertos

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¿Alguna vez ha pasado por tu mente como nació la celebración del día de muertos? ¿No? Bueno, es hora de traer a la vida a alguien que nos puede contar. Catrina, Catrina, sal a jugar con nosotros (la narradora invita a los niños a llamar con ella) La noche es fría, oscura y fantasmal. Los arboles bailan al ritmo de la música tenebrosa que solo los espíritus pueden escuchar. Aquel esqueleto que sale de su tumba, lenta y perezosamente es la representación de la muerte, se la conoce como Catrina y es la muchacha más famosa de México. El esqueleto elegante al andar, vestida de fiesta y con una sonrisa en su rostro, camina por el cementerio, buscando un par de almas para salir a festejar. Se detiene frente a una tumba, buscando el alma en su interior y como si tirara de una cuerda invisible, levanta el alma de su sueño eterno. ¿Quién es él? Es un niño. Su nombre es Daniel y murió hace poco tiempo. Ojalá pueda reunirse con su familia muy pronto. La catrina y Daniel siguen recorriendo el panteón, buscando un alma más que se una a la fiesta, Daniel mira curioso cada lápida, mientras la catrina escoge una muy vieja y polvorosa. Tirando de los hilos invisibles, levanta el alma de la tumba ¿Quién es ella? Oh, sí, ya logro verla con claridad. El segundo esqueleto que sale de su tumba, tambaleándose, se llama Juana, Juana la loca. Fue la reina española que trajo las festividades de los muertos a México. Esperemos que no cause muchos problemas mientras esta aquí. Juana la loca se une a la catrina y a Daniel. Al parecer La muerte quiere pasear con alguien más. Sigue buscando entre las lápidas más viejas y se detiene frente a una llena de flores frescas, vuelve a hacer su truco de los hilos invisibles, llamando al alma hacia la superficie. El alma se levanta perezosa y somnolienta. Su nombre es Itzel y es uno

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¿Alguna vez ha pasado por tu mente como nació la celebración del día de muertos? ¿No? Bueno, es hora de traer a la vida a alguien que nos puede contar.

Catrina, Catrina, sal a jugar con nosotros (la narradora invita a los niños a llamar con ella)

La noche es fría, oscura y fantasmal. Los arboles bailan al ritmo de la música tenebrosa que solo los espíritus pueden escuchar. Aquel esqueleto que sale de su tumba, lenta y perezosamente es la representación de la muerte, se la conoce como Catrina y es la muchacha más famosa de México.

El esqueleto elegante al andar, vestida de fiesta y con una sonrisa en su rostro, camina por el cementerio, buscando un par de almas para salir a festejar. Se detiene frente a una tumba, buscando el alma en su interior y como si tirara de una cuerda invisible, levanta el alma de su sueño eterno. ¿Quién es él? Es un niño. Su nombre es Daniel y murió hace poco tiempo. Ojalá pueda reunirse con su familia muy pronto.

La catrina y Daniel siguen recorriendo el panteón, buscando un alma más que se una a la fiesta, Daniel mira curioso cada lápida, mientras la catrina escoge una muy vieja y polvorosa. Tirando de los hilos invisibles, levanta el alma de la tumba ¿Quién es ella? Oh, sí, ya logro verla con claridad. El segundo esqueleto que sale de su tumba, tambaleándose, se llama Juana, Juana la loca. Fue la reina española que trajo las festividades de los muertos a México. Esperemos que no cause muchos problemas mientras esta aquí.

Juana la loca se une a la catrina y a Daniel. Al parecer La muerte quiere pasear con alguien más. Sigue buscando entre las lápidas más viejas y se detiene frente a una llena de flores frescas, vuelve a hacer su truco de los hilos invisibles, llamando al alma hacia la superficie. El alma se levanta perezosa y somnolienta. Su nombre es Itzel y es uno de los nativos Mexicanos, observen su ropa desgastada; al parecer era una niña indígena, muy sonriente y feliz.

La muerte aplaude dos veces para terminar de despertar a sus muertos y sonríe enormemente al ver que todos ya están dispuestos a festejar con ella.

-Bienvenidos, bienvenidos. Saludos a los chicos, los grandes, los gordos, los flacos, los feos y los más feos, porque no veo a nadie bonito por aquí- dice La muerte, fanfarrona –es momento de divertirnos. Al final de la noche, debemos seguir el camino de luces y el olor de las flores para regresar al mundo de los muertos. Pero hoy, tenemos toda la noche para divertirnos.

-podemos asustar a los vivos y hacer que salgan corriendo y gritando espantados- sugirió Itzel.

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-buena idea –asiente, Juana la loca, dando saltos de emoción- Puedo quitarme la cabeza, eso espanta aún más.

-Yo puedo imitar aullidos de lobo, eso es aún más terrorífico que tu truco de quitarte la cabeza- Respondió Itzel imitando los aullidos de un lobo.

-¿ah sí? pues yo soy Juana la loca, doy más miedo que tu- dijo Juana, enojada.

-no es cierto, yo asusto más- respondió Itzel, sonriendo burlona.

-¡niñas, compórtense! –Gritó la catrina, al ver la cara de susto del pobre Daniel- No vamos a espantar a nadie. Para eso no se hizo este día. Solo vamos a disfrutar con los vivos, visitar nuestras familias y llenarnos de dulces hasta reventar. Visitaremos los altares que hacen en nuestro honor y veremos a quien van a sacrificar hoy en la plaza del pueblo.

-¿sacrificio?- preguntó Daniel, espantado y confundido- Nosotros no sacrificábamos a nadie el día de muertos. Solo comíamos golosinas y dejábamos flores en las tumbas de nuestros muertos.

-¿ya no hay sacrificios?- pregunto horrorizada la muerte- pero era la mejor parte del día de muertos.

-Esa era una tradición horrible. Ahora hay mejores tradiciones. Ya no sacrificamos a nadie y llenamos altares con comida deliciosa, compartimos en familia y recordamos a aquellos que ya no viven –explicó Daniel

-Siempre han existido hermosas tradiciones que los vivos hacen para honrarme a mí- dijo la muerte, muy sonriente- Antes sacrificaban un alma inocente para mí y ahora hacen altares de colores y llenos de dulces deliciosos, solo para mí.

-No mientas a los niños, Catrina –la reprendió Juana la loca- esos presentes no son solo para ti. Cada familia lo hace para agasajar a sus muertos y demostrarles que aún no han sido olvidados.

Itzel sonrió como la niña alegre que solía ser y les dijo: -no importa para quien sea el banquete y los adornos, lo que importa es que tanto los vivos como los muertos podemos disfrutar de él. Y como no nos dejaran espantar a nadie esta noche, les propongo que invitemos a todos a jugar y festejar con nosotros. ¿Qué les parece?