Diabetes Perro

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    Directora dePublicaciones

    cientficas, Grupode Comunicacinde Royal Canin

    Director del Programade investigacin

    nutricional,Centro de Investigacin

    de Royal Canin

    Directora deComunicaciones

    cientficas,Royal Canin

    USA

    Pascale Pibot Vincent Biourge Denise Elliott

    Nutricin

    E n c i c l o p e d i a d e l a

    Clnica Canina

    Close window to return to IVIS

    Este libro es reproducido en el sitio web de IVIS con el permiso de Royal Canin. IVIS agradece a Royal Canin por su apoyo.

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    Diabetes Mellitus canina:Estrategia nutricional

    Linda FLEEMANBVSc, MACVSc

    Jacquie RANDBVSc (hons), DVSc,

    Dipl ACVIM

    1 - La diabetes canina . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 205

    2 - Cmo alimentar al perro diabtico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 214

    Preguntas frecuentes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 223

    Bibliografa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 225

    Ejemplos de comidas caseras adaptadas

    al tratamiento de la diabetes mellitus en el perro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 228Informacin nutricional de Royal Canin . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 230

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    La diabetes mellitus es una enfermedad endocrina bastantecomn en los perros y requiere un tratamiento durante todala vida. La dieta es una parte importante del tratamiento

    y es esencial que las recomendaciones nutricionales se basen

    en estudios clnicos fiables. La primera parte de este captulo

    se dedica a la comprensin de la patognesis de la diabetes canina,

    algo indispensable para el estudio de las diferentes aproximaciones

    nutricionales. El estudio del tratamiento del mismo tipo

    de diabetes en el hombre proporciona ciertas bases a las

    recomendaciones nutricionales. La segunda parte analiza con

    detalle los resultados de los estudios nutricionales realizados

    en el perro, con la intencin de establecer las recomendaciones

    concernientes al aporte de fibras, carbohidratos, grasas, protenas

    y micronutrientes para los perros diabticos. El resumen final

    utiliza el sistema de graduacin de la Asociacin Americanade la Diabetes (ADA) basado en una clasificacin cientfica

    de las recomendaciones nutricionales para la diabetes canina.

    Diabetes

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    Diabetes Mellitus canina:

    Estrategia nutricional

    Linda FLEEMANBVSc, MACVSc

    Linda Fleeman se licenci con honores en la Universidad de Queensland y realiz los programas de formacin de Residencia Clnica en Medicina

    de Pequeos Animales en la Universidad Murdoch y en la Universidad de Melbourne, en Australia. Actualmente participa en un proyecto

    de investigacin clnica de doctorado, sobre el tratamiento y el manejo nutricional de la diabetes en los perros. Actualmente, es profesora

    de Nutricin Clnica de Pequeos Animales en la Universidad de Queensland. La Dra. Fleeman es la primera autora de numerosas

    publicaciones centradas en la diabetes canina y ha intervenido regularmente en conferencias nacionales e internacionales sobre este tema.

    Jacquie RANDBVSc (Hons), DVSc, Dipl ACVIM

    La Dra. Rand obtuvo su ttulo en la Universidad de Melbourne (Australia) en 1975 y trabaj en clnica privada durante 8 aos antes

    de terminar una residencia y un doctorado en la Universidad de Guelph (Canad). Actualmente es Catedrtica en Medicina de Animalesde Compaa en la Universidad de Queensland y, adems, Directora del Centro de Salud para Animales de Compaa. Jacquie Rand

    es reconocida a nivel internacional en materia de diabetes felina y en investigacin sobre nutricin. Es autora de ms de 100 artculos,

    70 resmenes y 6 captulos de libro. Actualmente dirige un equipo de diez estudiantes de postgrado que trabajan en la investigacin

    sobre la diabetes, la obesidad y la nutricin de los animales de compaa.

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    1 - La diabetes caninaPrevalencia de la diabetes mellitus en los perros

    La diabetes mellitus es una de las alteraciones endocrinas ms frecuentes, afecta a perros mayores o demediana edad y su prevalencia est aumentando. Hace treinta aos, se diagnosticaba diabetes a 19 decada 10000 perros que visitaban las clnicas veterinarias (Marmor et al., 1982; Guptill et al., 2003). En1999, la prevalencia se haba multiplicado por tres: la diabetes afectaba a 58 de cada 10000 perros queacudan a las clnicas veterinarias (Figura 1) (Guptill et al., 2003).

    Consecuencias clnicas de la diabetes en los perros

    La deficiencia de insulina tiene como consecuencia una alteracin del metabolismo de los carbohidra-tos, de las grasas y de las protenas. El metabolismo glucdico anormal se traduce en una hiperglucemiay una glucosuria y es el responsable de la poliuria-polidipsia y de la formacin de las cataratas que seobservan en los perros diabticos. La hiperlipidemia, la produccin de cetonas y las alteraciones hep-ticas observadas en estos perros son consecuencia de las alteraciones en el metabolismo de las grasas.La reduccin de la utilizacin de la glucosa, los aminocidos y los cidos grasos tiene numerosas yvariadas consecuencias: letargia, prdida de peso, menor estimulacin del centro de la saciedad, malacalidad del pelaje y disminucin de las defensas, caractersticas, todas ellas, tpicas de los perros diab-ticos que no estn en tratamiento.

    > Formacin de cataratas

    La formacin de cataratas es la complicacin ms frecuente, y una de las ms importantes, asociada ala diabetes de los perros (Beam et al., 1999) (Figura 2). Son irreversibles y pueden evolucionar conbastante rapidez (Figura 3). Aproximadamente, el 30% de los perros diabticos presentan ya unadisminucin de la visin cuando se presentan en la consulta (Graham & Nash, 1997a). En la mayorade los perros diabticos, las cataratas se desarrollan en los 5 o 6 meses siguientes al establecimiento deldiagnstico y en 16 meses, aproximadamente el 80% de los perros presentan un grado significativo decataratas (Beam et al., 1999). El riesgo de desarrollar cataratas parece no tener relacin con el nivel de

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    FIGURA 1 - AUMENTO DE LA PREVALENCIA DE LA DIABETES MELLITUS CANINA(Reimpresin de Guptill et al., 2003, con la autorizacin de Elsevier.)

    Nmero de casos

    Prevalencia

    HospitalariaCasos por cada10000 perros

    Ao

    Prueba X2

    de tendencia lineal = 570,492;p < 0,00001 (Prevalencia hospitalaria)

    Aumento de la prevalencia de DM durante el periodo de estudio. El nmero de institucionesen las que se recogieron datos fue menor entre 1995 y 1999 (16 instituciones en 1994, 13 en 1995,12 tanto en 1996 como en 1997 y 11 tanto en 1998 como en 1999), por lo que el nmero de casos

    al ao es menor en estos aos.

    a: Catarata avanzada en un

    perro mayor. Existe hiperemia

    a nivel de la esclertica, indicandouna leve uveitis.

    b: Uveitis severa en un perro

    diabtico. El ojo est enrojecidoy doloroso con importante presenciade secrecin ocular mucopurulentay sinequias posteriores.

    FIGURA 2 - CATARATA DIABTICAASOCIADA A UVEITIS

    EN UN PERRO

    RIESmith

    Diabetes Mellitus canina VMDB 1/1/70 31/12/1999 (N=6.860)

    Casos de DM/10.000 perrosNmero de casos de DM

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    hiperglucemia, sin embargo aumenta con laedad (Salgado et al., 2000). Por lo tanto, no esprobable que el manejo de la dieta influya en laproporcin o la gravedad del desarrollo de lascataratas en los perros diabticos.

    > Enfermedades concurrentes

    Los perros diabticos que siguen un tratamien-to tienen similares expectativas de superviven-cia que los perros no diabticos de la mismaedad y sexo, aunque el riesgo de fallecimientoes ms elevado durante los 6 primeros meses deltratamiento (Graham & Nash, 1997b). Lamayora de los perros diabticos son perrosmayores o de mediana edad, por lo que sonpropensos a sufrir las enfermedades que, nor-malmente, afectan a este grupo de edad. Porconsiguiente, muchos de ellos sufren problemasconcurrentes que necesitan ser tratados a la vezque la diabetes. Cuando la diabetes coincidacon otra enfermedad, las necesidades nutricio-nales ligadas a dicha enfermedad sern priori-tarias si el perro est siendo tratado con

    insulina. Cualquiera que sea la dieta suminis-trada, normalmente, se puede mantener el control de la glucemia gracias a la insulina exgena.

    Si la enfermedad concomitante produce una prdida de apetito temporal, generalmente se recomien-da administrar la mitad de la dosis normal de insulina para disminuir el riesgo de hipoglucemia. Losperros diabticos con falta de apetito comen ms fcilmente si su propietario les ofrece en sus propiasmanos una comida muy apetitosa. Si una enfermedad concomitante ms grave origina una anorexiaprolongada, el perro diabtico debe ser hospitalizado para estabilizar su glucemia, iniciar un tratamientocon insulina de accin rpida e instaurar una fluidoterapia con suero intravenoso enriquecido conglucosa y potasio (Feldman et al., 2004; Church, 1997).

    Hipoglucemia inducida por la insulina

    Una hipoglucemia grave producida por una sobredosis de insulina puede causar daos irreversibles enel cerebro e incluso la muerte, por lo que uno de los objetivos ms importantes del tratamiento de losperros diabticos es evitar la hipoglucemia inducida por la insulina. La nutricin desempea aqu unpapel importante para prevenir este riesgo. Una hipoglucemia grave puede aparecer en un perrodiabtico alimentado ad libitum que recibe insulina a intervalos irregulares (Whitley et al., 1997). Losalimentos comerciales para perros, con frecuencia, inducen un aumento postpandrial de la glucosa en

    plasma en slo 90 minutos tras su consumo (Nguyen et al., 1998a) y se deben programar perfectamen-te las comidas para que la actividad mxima de la insulina exgena coincida con el periodo postpan-drial (Churc, 1982). De este modo, el perro debe ser alimentado en las 2 horas siguientes a la admi-nistracin de la insulina lenta o en las 6 horas siguientes a la administracin de la insulina protamina

    zinc (Stenner et al., 2004) (Figura 4). En la prctica es posible alimentar al perro inmediatamente des-pus de ponerle la inyeccin de insulina. De este modo, a la mayora de los dueos de perro les resul-ta bastante ms fcil seguir el tratamiento en casa y al mismo tiempo se consigue en seguida un buencontrol glucmico. Adems, muchos propietarios prefieren hacerlo as porque sienten que su perro reci-be una recompensa por la inyeccin.

    Debido a que el tratamiento diario con insulina tiende a ser fijo para los perros diabticos, es impor-tante poder predecir la respuesta glucmica despus de cada comida. Lo ideal sera que cada comidatuviera los mismos ingredientes y la misma cantidad de caloras y que se le proporcionara al animal alas mismas horas cada da. Es fundamental que la dieta administrada resulte palatable para asegurarse

    FIGURA 3 - DESARROLLO DE CATARATAS DIABTICAS EN UN PERRO(Segn Fleeman & Rand, 2000)

    a: Perro mestizo, de 11 aos de edad,fotografiado poco despus del diagnsticode diabetes mellitus.

    RIESmith

    b: El mismo perro, tres meses despus.Las cataratas diabticas se desarrollaroncon rapidez y los propietarios del perro

    comunicaron que se haba producidouna repentina prdida de visin.

    RIESmith

    c: El mismo perro tras efectuar una intervencinquirrgica mediante facoemulsificacin

    para eliminar la catarata del ojo derecho.RIESmith

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    FIGURA 4 - FARMACODINAMIA Y FARMACOCINTICA EN 9 PERROS SANOS, NO DIABTICOS,TRAS UNA INYECCIN SUBCUTNEA DE DOS PREPARADOS: UNO DE ACCIN LENTA

    (CANINSULIN, INTERVET) Y OTRO DE INSULINA PROTAMINA ZINC (PZI VET, IDEXX)

    (Stenner et al., 2004)

    En los perros diabticos tratados con insulina, lo ideal sera programar las comidas de manera que la actividad mximade la insulina exgena tenga lugar durante el periodo postpandrial. La farmacodinamia y farmacocintica de dos preparados comercialesde insulina para veterinaria, una insulina de accin lenta (Caninsulin, Intervet) y otra insulina protamina zinc (PZI VET,IDEXX), indican que el mximo efecto hipoglicemiante se produce durante las 2 primeras horas tras la administracin de la inyeccinsubcutnea en el caso de la insulina lenta y en las 6 horas siguientes a la inyeccin subcutnea de insulina protamina zinc.Los alimentos comerciales para perros, normalmente, provocan un aumento postpandrial de la glucosa plasmtica en menosde 90 minutos tras el consumo, por lo que se puede proporcionar la comida a los perros en la media hora siguiente a la administracinde la insulina lenta o en las cuatro horas y media siguientes, en el caso de la insulina protamina zinc. Una solucin factiblesera alimentar al perro justo despus de la inyeccin de insulina. De este modo, se simplifica considerablemente el tratamientoen casa para la mayora de los propietarios, permitindoles obtener fcil y rpidamente un buen control de la glucemia.

    Concentraciones sricas medias de Glucosa e Insulina en funcin del tiempo en los perrostratados con Insulina de accin lenta

    Tiempo (horas)

    Tiempo (horas)

    Concentraciones sricas medias de Glucosa e Insulina en funcin del tiempo en los perrostratados con Insulina Protamina Zinc

    Glucosa srica (mg/dL) Insulina srica (U/mL)

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    Glucosa srica (mg/dL) Insulina srica (U/mL)

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    una ingesta suficiente de comida. El principal determinante de la respuesta glucmica postpandrial enlos perros es el contenido en almidn de la comida (Nguyen et al., 1998b) por lo que se debe tener uncuidado especial para asegurar que la fuente y el contenido de almidn en la dieta sean constantes.

    El objetivo principal es evitar la sobredosis de insulina. Todas las personas que tienen un perrodiabtico deben ser conscientes del peligro potencialmente mortal, ya que puede convertirse rpida-mente en una emergencia grave. Si se derrama un poco de insulina durante la inyeccin, nunca deberellenarse la jeringuilla, aunque parezca que el perro no ha recibido su dosis completa. Si el propieta-rio alguna vez no est seguro de si tiene que dar una dosis de insulina o no, la opcin ms segura es nohacerlo, pues las consecuencias de saltarse una sola dosis de insulina son insignificantes. Si aparecenligeros signos de hipoglucemia, el propietario debe darle de comer al perro su alimento habitual. Si elperro no quiere o no puede comer, se puede administrar oralmente un jarabe concentrado en glucosacomo los comercializados para personas diabticas. Una vez que el perro se recupere, se le debe dar decomer lo antes posible y hablar con su veterinario antes de la siguiente inyeccin de insulina. En estas

    circunstancias, normalmente se reduce al 50% la dosis de insulina.

    Un estudio demostr que el 94% de los perros diabticos son tratados con xito administrndoles dosdosis de insulina al da (Hess & Ward, 2000). Cuando los perros diabticos reciban insulina una slavez al da, las dosis de insulina eran ms elevadas y los episodios de hipoglucemia ms frecuentes (Hess& Ward, 2000). Aunque algunos consideran que los tratamientos con una sla inyeccin diaria deinsulina son ms simples y ms prcticos, la mayora de dichos tratamientos implican dos suministrosde comida al da, uno poco antes de la inyeccin de insulina y el otro durante el pico de la actividadinsulnica, aproximadamente unas 8 horas ms tarde. Teniendo en cuenta la duracin habitual de lajornada laboral, en realidad podra ser ms cmodo para la gente proporcionar la segunda comida 12horas despus de la primera. Los propietarios con experiencia no suelen tener problemas con la admi-nistracin de las inyecciones de insulina y si aceptan una pauta de dos comidas al da, no supone muchoms esfuerzo ponerle la inyeccin de insulina al mismo tiempo. Como consecuencia, muchos clnicosrecomiendan las pautas de tratamiento que implican administrar una misma dosis de insulina a la vezque se les suministra una misma cantidad de comida cada 12 horas.

    Comprender la patognesis de la diabetes canina

    La clasificacin actual de la diabetes mellitus humana se basa en la patognesis de la enfermedad y

    proporciona, por lo tanto, una base racional para la comprensin del tratamiento. La adopcin de estoscriterios para la diabetes canina proporciona unos beneficios similares a los veterinarios. La diabeteshumana se divide en: tipo 1, tipo 2, otros tipos especficos de diabetes y diabetes de gestacin (TheExpert Committee on the Diagnosis and Classification of Diabetes Mellitus, 1997). Actualmente no haycriterios internacionalmente aceptados para la clasificacin de la diabetes canina. Si los criterios esta-blecidos para la diabetes humana se aplicaran a los perros, al menos el 50% de los perros diabticosseran clasificados dentro del grupo de la diabetes de tipo 1. El resto, probablemente, tienen otros tiposespecficos de diabetes derivadas de una alteracin pancretica, de una resistencia crnica a la insuli-na (diabetes tipo 2) o presentan una diabetes inducida por el diestro.

    > Diabetes tipo 1La diabetes tipo 1 parece ser la forma ms frecuente de diabetes en los perros y se caracteriza por unadestruccin de las clulas del pncreas que lleva a una deficiencia absoluta de insulina. En el hom-

    bre, esto se produce normalmente por mecanismos autoinmunes mediados por clulas y est asociadoa mltiples predisposiciones genticas y a factores ambientales poco definidos (The Expert Committeeon the Diagnosis and Classification of Diabetes Mellitus, 1997). La mayora de los perros diabticos pre-sentan una deficiencia absoluta de insulina (Besch et al., 1985; Fischer et al., 1985; Soon-Shiong et al.,1992; Montgomery et al., 1996). A menudo se desconoce la etiologa de la destruccin de las clulas ,

    aunque ciertas pruebas permiten pensar que, en aproximadamente el 50% de los perros diabticos, est

    causada por una respuesta inmunitaria mediada, parecida a la de la diabetes tipo 1 humana (Sai et al.,1984; Alejandro et al., 1988; Hoenig & Dawe; 1992, Elie & Hoenig, 1995; Davison et al., 2003a, 2003b).

    Aunque la predisposicin gentica parece ser un requisito previo, existen varios factores ambientalesque podran actuar como factores desencadenantes de una respuesta autoinmune frente a las clulas .

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    Diabetes

    Cada vez hay ms pruebas a favor

    de la existencia de una base genticaen la diabetes canina: una asociacincon los alelos del complejo mayorde histocompatibilidad que contieneel gen del antgeno del leucocitodel perro sugiere en gran medidaque la respuesta inmune desempeaun papel importante en la patognesisde la diabetes mellitus (Kennedy et al.,2003; Davison et al., 2003a; Rand etal., 2004).

    Los propietarios de perros diabticosdeben ser conscientes de que larutina en el tratamiento con insulinay en la alimentacin tiene querespetarse. Dos dosis fijas de insulinaal da asociadas a un alimentopalatable que proporcione siempre

    la misma fuente y la misma cantidadde almidn, administrado siemprea la misma hora puede reducirel riesgo de hipoglucemiaen los perros diabticos.

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    Una vez iniciado, el proceso sigue su curso por las vas patognicas normales (Kukreja y Maclaren, 1999).En el perro como en el hombre, la incidencia de la diabetes tipo 1 sigue aumentando, (Onkamo et al.,1999), tendencia que se ha explicado a causa de un mayor contacto con los factores ambientales per-judiciales (Onkamo et al., 1999). Hay una incidencia estacional muy significativa en el diagnstico dela diabetes tipo 1 humana (Gamble & Taylor, 1969; Fleegler et al., 1979) y de la diabetes canina (Gam-ble y Taylor, 1969; Fleegler et al., 1979), incidencia que presenta un pico en invierno que sugiere quelas influencias ambientales tambin tienen gran importancia en la progresin de la enfermedad justoantes del diagnstico.

    La velocidad de progresin hacia la deficiencia absoluta de insulina es bastante variable en el hombre.Puede ser rpida en los nios pequeos y mucho ms lenta en las personas de mediana edad o mayo-res. Este ltimo grupo puede presentar la diabetes autoinmune latente del adulto (LADA), que es unaforma particular de diabetes tipo 1 autoinmune, caracterizada por una destruccin progresiva de lasclulas durante meses o aos y sin estar asociada a la obesidad (Zimmet et al., 1994). Se reconocen

    diferentes patrones de anticuerpos segn la forma en que comience la enfermedad, de manera aguda o

    lentamente en las formas progresivas (diabetes autoinmune latente del adulto o LADA) de la diabeteshumana tipo 1 (Zimmet et al., 1994; Seissler et al., 1998), lo que indica que estas dos formas de la enfer-medad presentan una patognesis distinta.

    No se ha estudiado en los perros la velocidad de la progresin hacia la deficiencia absoluta de insuli-na, pero los factores epidemiolgicos son muy parecidos a los de la forma LADA de la diabetes tipo 1en el hombre: son personas normalmente no obesas y suelen ser mayores o de mediana edad. La mayo-ra de los perros afectados tienen ms de 7 aos de edad y la aparicin de los signos clnicos es tpica-mente insidiosa, con una duracin que puede ir desde unas semanas hasta varios meses (Ling et al.,1977). Las similitudes entre la diabetes canina y la LADA deben ser tenidas en consideracin.

    > Otros tipos de diabetes canina

    Relacin entre la diabetes y la pancreatitis en los perros

    En, aproximadamente, el 28% de los perros diabticos, la diabetes se desarrolla por un dao pancre-tico importante, debido probablemente a una pancreatitis crnica, (Alejandro et al., 1988) por lo queeste tipo es el ms habitual de los otros tipos especficos de diabetes en los perros. Se est investi-gando la prdida de clulas en perros no diabticos que padecen una pancreatitis crnica y los hallaz-

    gos preliminares sugieren que algunos presentan una reduccin de la funcin de las clulas y parecen

    ser prediabticos (Watson y Herrtage, 2004). La prueba de la inmunorreactividad de la lipasa pancre-tica canina (cPLI) del suero es un buen indicador de la inflamacin pancretica en los perros (Steiner,2003). Se ha detectado un aumento de la cPLI en 5 de 30 perros (el 17%) con diabetes recientemen-te diagnosticada, sin embargo ninguno de estos animales tena una concentracin de cPLI que supera-ra el valor diagnstico de pancreatitis (Davison et al., 2003b).

    En perros que padecan desde hace tiempo diabetes y que no mostraban signos clnicos de enfermedadpancretica exocrina, los niveles de cPLI fueron diagnsticos de pancreatitis en 2 de 12 perros (17%).Otros 4 perros (33%) registraron aumentos de cPLI sin alcanzar valores diagnsticos; y otros 2 perrosms (17%), mostraron evidencias analticas de insuficiencia pancretica exocrina (datos sin publicar).

    Esto indica que la insuficiencia pancretica exocrina subclnica es frecuente en los perros diabticos.El vnculo existente entre la diabetes canina y la pancreatitis merece una especial atencin ya que lareaccin autoinmune contra las clulas , la inflamacin pancretica y la regulacin de la respuesta

    inmune gastrointestinal podran estar ligadas a la patognesis de la enfermedad. Es probable que elsistema inmunitario a nivel gastrointestinal desempee un papel fundamental en la patognesis de ladiabetes tipo 1 humana; de hecho, cada vez ms datos sugieren que las personas afectadas tienenproblemas inmunitarios a nivel intestinal. (Vaarala, 1999, Akerblom et al., 2002). El intestino delgadoy el pncreas, probablemente, estn unidos desde un punto de vista inmunolgico, as como lo estnanatmicamente, y estn influenciados por factores ambientales como la microflora intestinal, las infec-

    ciones y los factores relacionados con la dieta (Vaarala, 1999).Se ha propuesto que la hipertrigliceridemia, que es una alteracin habitual en perros diabticos (Linget al., 1977), puede ser un factor favorecedor de la pancreatitis canina (Williams, 1994). La obesidadafecta a entre un cuarto y un tercio de los perros que se presentan en las consultas veterinarias (Edney

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    Diabetes

    Teckel adulto con un exceso de peso

    Desde 1960 no existen datos epidemiolgicospublicados (Krook et al.) que estudienla relacin entre la diabetes caninay la obesidad, por lo que la relacin

    entre ambas, actualmente,no est reconocida.

    Clouquer

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    y Smith, 1986) y tambin est relacionada con un incremento del riesgo de pancreatitis (Hess et al.,1999). Otros factores como alimentos con alto contenido en grasas, lipemia y alteraciones en el meta-bolismo lipdico, estn implicados como agentes etiolgicos potenciales en los perros con pancreatitisasociada a la obesidad (Simpson, 1993) y, posiblemente, desempean un papel en el desarrollo de lapancreatitis en los perros diabticos. Se puede encontrar informacin ms detallada sobre la pancrea-titis canina y la hiperlipidemia en los captulos 5 y 7 de esta enciclopedia.

    Papel de la resistencia a la insulina en la diabetes canina

    La diabetes inducida por estados de resistencia a la insulina constituye el caso menos frecuente de losotros tipos especficos de diabetes canina.

    Enfermedades como el hiperadrenocorticismo (Peterson, 1984) y la acromegalia (Selman et al., 1994)

    producen una resistencia a la insulina y pueden inducir la diabetes en los perros. Entre las causasiatrognicas de la resistencia insulina que podran conducir a una diabetes inducida se encuentran lostratamientos crnicos con corticosteroides (Campbell & Latimer, 1984). Sin embargo, como la mayo-ra de los perros no desarrollan diabetes por un tratamiento crnico con corticosteroides o por un hipe-radrenocorticismo espontneo, la aparicin de diabetes podra ser el resultado de una reduccin de lafuncin de las clulas como consecuencia de un proceso inmunolgico o de pancreatitis crnica.

    Aunque la obesidad produce resistencia a la insulina en perros, no existen datos publicados queindiquen claramente que la obesidad es un factor de riesgo para la diabetes canina.

    Se ha demostrado claramente que la obesidad es un factor de riesgo para la diabetes tipo 2 en los gatosy en las personas. En cambio, no hay estudios bien documentados que demuestren de forma convin-cente que la diabetes tipo 2 tenga una entidad significativa como enfermedad en los perros. La obesi-

    dad origina resistencia a la insulina en los perros (Rocchini, 1999; Villa et al., 1999, Mittelman et al.,2002), la cual conduce a una hiperinsulinemia y a un deterioro de la tolerancia a la glucosa (Mathewset al., 1984, Henegar et al., 2001). Estos efectos son especialmente pronunciados cuando la obesidadest inducida por una alimentacin con un contenido elevado en grasas saturadas (Truett et al., 1998).Los perros alimentados con una dieta con alto contenido en grasas desarrollan una resistencia a la insu-lina no compensada por el aumento de la secrecin de insulina, lo cual tiene como consecuencia unaintolerancia a la glucosa ms grave (Kaiyala et al., 1999). A pesar de las pruebas de que la obesidad pro-duce una intolerancia a la glucosa, parece que son muy pocos los perros que desarrollan una diabetescomo consecuencia de la resistencia a la insulina inducida por la obesidad.

    Diabetes asociada al diestro y a la gestacinLa diabetes de gestacin es otra categora de diabetes reconocida en las muje-res. Se define como una intolerancia a la glucosa que aparece o se reconocepor primera vez durante el embarazo (The Expert Committee on the Diagnosisand Classification of Diabetes Mellitus, 1997). Si la diabetes persiste tras finali-zar la gestacin, entonces se la vuelve a clasificar ya sea dentro del tipo 1, deltipo 2 o de otro tipo especfico de diabetes. Hacia el da 30-35 de gestacin,las perras sanas presentan una menor sensibilidad a la insulina (McCann,1983), y se agrava en la ltima etapa de la gestacin (Concannon, 1986). La

    fase ltea del ciclo sexual de la perra, cuando no hay presencia embrionaria,tiene una duracin similar a la de la gestacin (9 semanas) y los perfileshormonales durante el diestro y durante la gestacin son bsicamente losmismos (Johnston, 1980, Concannon, 1989, Feldma et al., 2004b). El aumentode la progesterona induce una intolerancia a la glucosa y una diabetes mani-fiesta durante el diestro de algunas perras (Eigenmann et al., 1983, Scaramalet al., 1997). La progesterona tambin estimula las glndulas mamarias delas perras para que produzcan hormona del crecimiento, que es un potenteinductor de la resistencia a la insulina (Selman et al., 1994).La influencia peridica de la resistencia a la insulina asociada al diestro puede

    contribuir al mayor riesgo de desarrollar diabetes que presentan las hembras encomparacin con los machos, (Marmor et al., 1982; Guptill et al., 2003).En la Tabla 1 se resume una clasificacin de la diabetes canina basada en los conocimientos actuales

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    Ladiabetescanina

    Diabetes

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    Si se diagnostica diabetes a una perra ya sea durantela gestacin o el diestro, probablemente se podra comparar a ladiabetes de gestacin humana. Si la diabetes persiste despus delparto o una vez finalizado el diestro, deber reclasificarse como

    diabetes tipo 1 u otro tipo especfico de diabetes.

    Lanceau

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    Diabetes

    TABLA 1 - CLASIFICACIN DE LA DIABETES MELLITUS CANINA BASADA EN LOS CONOCIMIENTOS ACTUALES DE SU PATOGNESIS

    Forma de diabetesmellitus canina

    Forma anloga dediabetes mellitus humana

    Proporcin estimadade perros diabticos

    Patognesis Caractersticas clnicas

    Diabetes tipo 1

    Diabetes autoinmunelatente del adulto(LADA), variedadde la diabetes tipo I

    50%

    Destruccin autoinmune de las clulas del pncreas

    Predisposicin gentica relacionada conel Complejo Mayor de histocompatibilidaddel perro a travs del gen del antgenodel leucocito

    Es muy posible que sean los factoresmedioambientales los que la desencadenanal interactuar con el sistema inmunitariointestinal de los individuos

    con predisposicin

    Perros mayores o de medianaedad.

    No est asociada a la obesidad. Deficiencia absoluta

    y permanente de insulina

    Dao extensodebido a unapancreatitiscrnica

    Otros tipos especficosde diabetes

    30% Pancreatitis crnica que induce

    una destruccin masiva del tejidopancretico endocrino y exocrino

    Es caracterstico que la diabetesaparezca muchos meses antesque la insuficiencia exocrina.

    Deficiencia absolutay permanente de insulina

    Diabetes asociadaa estados deresistencia a lainsulina

    Otros tipos especficosde diabetes

    20%

    Enfermedad concurrente o tratamientoque produce una resistencia a la insulina.

    Algunos perros que desarrollan una diabetesasociada con estados de resistenciaa la insulina pueden tener una funcinreducida subyacente de las clulas debidoa una destruccin autoinmuneo a una pancreatitis crnica.

    Se produce en perroscon resistencia a la insulina

    a causa, por ejemplo,de un hiperadrenocorticismoo un tratamiento concorticosteroides.

    Deficiencia absoluta o relativade insulina.

    Diabetes asociadaa la fase de diestro

    Diabetes de gestacin

    La prevalencia dependede la proporcinde perras enterasen la poblacin.

    La progesterona induce resistenciaa la insulina

    La progesterona tambin estimula

    la produccin de hormona del crecimientopor la glndula mamaria, lo cual aumentaan ms la resistencia a la insulina

    Es posible que haya una reduccinsubyacente de la funcin de las clulas debido a una destruccin autoinmuneo a una pancreatitis crnica.

    Se produce en perras enterasdurante la fase de diestro

    o en la gestacin. Deficiencia absoluta

    o relativa de insulina. La diabetes puede remitir

    cuando finaliza el diestroo la gestacin.

    No descritaen perros

    Diabetes tipo 2 0%

    Alteracin de la secrecin de insulina

    y resistencia a la insulina. La obesidad es un factor de riesgo. Aunque en los perros no se han descrito

    casos de diabetes tipo 2 pura, la resistenciaa la insulina o la obesidad puede producirsntomas de diabetes pura en perros,con una destruccin de clulas asociadaa otras formas de diabetes, tales comola pancreatitis crnica.

    -

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    de su patognesis.

    Perspectivas nutricionales basadasen la patognesis de la diabetes canina

    El hecho de conocer la patognesis de la diabetes en el perro proporciona una base lgica para com-

    prender los asuntos relativos al manejo nutricional de esta enfermedad. La Asociacin Americana dela Diabetes (ADA) ha propuesto unas recomendaciones nutricionales para el tratamiento y la pre-vencin de la diabetes humana basadas en los resultados de un amplio metaanlisis (Franz et al., 2002a).

    El hecho de tener en cuenta dichas recomendaciones para los pacientes humanos con tipos de diabe-tes comparables a la diabetes canina proporciona una perspectiva racional para establecer recomenda-ciones dietticas para los perros diabticos.

    > Los carbohidratos de la dieta y la diabetes tipo 1

    Las recomendaciones con respecto al aporte de carbohidratos de la dieta para las personas diabticas

    del tipo 1 proporcionan una perspectiva adecuada para los perros diabticos, porque al menos el 50%de ellos, parece tener una enfermedad similar. Es particularmente interesante considerar la actual reco-mendacin sobre el consumo de fibra en la dieta para las personas con diabetes de tipo 1. Tras dcadasinvestigando los efectos de la fibra de la dieta sobre la respuesta glucmica y lipmica de los diabticos,la recomendacin actual es promover el consumo de fibra en todas las personas y que quienes pade-cen diabetes tipo 1 no necesitan ms fibra que los no diabticos (Franz et al., 2002a). Esto sugiere quepodra no ser ms beneficioso alimentar a un perro diabtico con una dieta alta en fibra, en compara-cin con las dietas tpicas formuladas para el mantenimiento de los adultos y con una cantidad defibra moderada.

    Con respecto a los efectos glucmicos de los carbohidratos en las personas diabticas, existen pruebasslidas de que la cantidad total de carbohidratos en las comidas y aperitivos es ms importante que lafuente o el tipo de carbohidrato (Franz et al., 2002a). Adems, existe una estrecha relacin entre ladosis de insulina necesaria antes de comer y la respuesta glucmica postpandrial al contenidoglucdico de la comida, independientemente del ndice glucmico, del contenido en fibras y grasas ode las caloras de la comida (Franz et al., 2002a). Puesto que los perros diabticos son tratados, habi-tualmente, con dos dosis fijas de insulina al da, es lgico proporcionar una cantidad constante decarbohidratos en las comidas suministradas cada da.

    > Las grasas de la dieta y la diabetes tipo 1

    En los pacientes humanos con diabetes se reduce la ingesta de grasas saturadas y de colesterol para dis-minuir el riesgo de enfermedad coronaria (Franz et al., 2002a). Puesto que no se reconoce la enferme-dad coronaria como una entidad clnica significativa en los perros, las recomendaciones para los pacien-tes humanos sobre la grasa de la dieta, probablemente no se pueden extrapolar a los perros diabticos.En la mayora de las personas diabticas del tipo 1, una insulinoterapia eficaz hace que los niveles delpidos en el suero vuelvan a la normalidad y, generalmente, que disminuyan las concentraciones detriglicridos plasmticos (Franz et al., 2002a). Por el contrario, en los individuos obesos con diabetestipo 1, puede resultar beneficioso restringir las grasas saturadas, aadir a la dieta grasas monoinsatura-

    das, reducir ligeramente el peso y aumentar la actividad fsica (Franz et al., 2002a). Las mismas reco-mendaciones podran ser beneficiosas para los perros diabticos obesos.

    > Las protenas de la dieta y la diabetes tipo 1

    La composicin proteica de la dieta recomendada para las personas con diabetes es la misma que la quese recomienda a la poblacin no diabtica (Franz et al., 2002a).No obstante, en caso de microalbu-minuria o proteinuria persistente, la restriccin de protenas podra ayudar a ralentizar la progresin dela nefropata diabtica (EASD, 1995).

    > Diabetes e insuficiencia pancretica exocrinaAproximadamente el 60% de las personas diabticas del tipo 1 presentan la funcin pancretica exo-crina disminuida y ahora se reconoce que la diabetes secundaria a una insuficiencia pancretica exo-

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    crina, podra ser ms frecuente de lo que antes se crea (Hardt et al., 2000). A pesar de ello, la ADAno proporciona ninguna recomendacin diettica con respecto a los pacientes diabticos con insufi-ciencia pancretica exocrina concomitante. Las personas diabticas con hipertrigliceridemia tienen unmayor riesgo de pancreatitis aguda por lo que actualmente se recomienda restringir las grasas de su dieta(Athyros et al., 2002).

    > Recomendaciones dietticaspara la diabetes de gestacin

    El informe de la ADA con respecto a la diabetes de gestacin (Franz et al., 2002b), indica que una res-triccin de los carbohidratos de la dieta disminuye los niveles maternos de glucosa postpandrial (Majoret al., 1998). De la misma manera, las perras con resistencia a la insulina asociada al diestro podranbeneficiarse de una dieta restringida en carbohidratos. Esto, posiblemente, reducira los picos de glu-cemia postpandrial y ayudara a atenuar la hiperinsulinemia asociada al diestro, de modo que preser-vara la funcin de las clulas y disminuira el riesgo de diabetes manifiesta. Existen evidencias en per-

    sonas, de que al reducir la ingesta total de grasas, especialmente grasas saturadas, se puede mejorar lasensibilidad a la insulina y disminuir as el riesgo de diabetes asociada a la resistencia a la insulina (Franzet al., 2002a). El hecho de proporcionar una dieta con restriccin de grasas a perras con resistencia ala insulina asociada al diestro, podra mejorar la sensibilidad a la insulina y disminuir el riesgo de dia-betes manifiesta. Puesto que se recomienda una restriccin de grasas y carbohidratos al mismo tiempopara estos animales, una dieta con un alto contenido en protenas parece ser la mejor eleccin.

    Es importante sealar que nunca se debe aconsejar una dieta con restriccin de nutrientes para lahembra gestante, a menos que existan pruebas cientficas slidas de que representa un beneficio tanto

    para la madre como para el feto.

    > Recomendaciones dietticaspara diabticos de edad avanzada

    No existen recomendaciones nutricionales particulares para las personas diabticas mayores, por lo quedeben extrapolarse de los conocimientos de la poblacin general (Franz et al., 2002a). Aunque lasnecesidades energticas son menos importantes para las personas mayores que para los adultos ms jve-nes, conviene sealar que en los ancianos, la desnutricin es ms probable que la sobrealimentacin,y que por lo tanto, se debe ser prudente al prescribir dietas de adelgazamiento (Franz et al., 2002a).

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    No existen recomendacionesnutricionales basadas en estudios

    para los perros diabticos mayores.Y debiera tenerse precaucina la hora de prescribir dietas bajasen caloras a los perros mayores

    porque pueden provocar un excesode prdida de condicin corporal.

    Lanceau

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    TABLA 2 - CMO ALIMENTARAL PERRO DIABTICO:

    Sistema de clasificacin basado en las evidencias cientficas

    Sistema empleado para clasificar las evidencias cientficas sobre

    las recomendaciones nutricionales para los perros diabticos1. Nivel de clasificacin

    ms elevadoEnsayos clnicos realizados de formaaleatoria y controlada en perros diabticos

    Otros ensayos clnicos realizadosen perros diabticos

    Ensayos clnicos realizados de forma aleatoriay controlada en perros no diabticos

    4. Menor nivelde clasificacin

    Opinin de expertos, experiencia clnicay conceptos fisiopatolgicos

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    2 - Cmo alimentaral perro diabtico

    Un enfoque basado en pruebas

    Lo ideal sera que las recomendaciones sobre cmo alimentar a los perros diabticos estuvieran basa-das en los datos obtenidos a partir de los resultados de ensayos clnicos, realizados de forma aleatoria ycontrolada, que documenten claramente el valor clnico significativo de la dieta probada. Puesto quese carece de ello, los clnicos deben evaluar los datos disponibles e interpretarlos en base a la ampliaexperiencia clnica y al conocimiento de los conceptos fisiopatolgicos actuales. Como ayuda, en lasiguiente revisin los datos se han clasificado en varias categoras (Tabla 2):1. Ensayos clnicos realizados de forma aleatoria y controlada en perros diabticos;2. Otros ensayos clnicos realizados en perros diabticos;3. Ensayos clnicos realizados de forma aleatoria y controlada en perros no diabticos;

    4. Opinin de expertos, experiencia clnica y conceptos fisiopatolgicos.

    Objetivos generales del tratamientonutricional para perros diabticos

    Datos basados en la opinin de expertos,

    en la experiencia clnica y en los conceptos fisiopatolgicos

    El alimento suministrado a los perros diabticos debe proporcionar la suficiente energa para alcanzary mantener una condicin corporal ptima. Los perros cuya diabetes est mal controlada tienen dis-

    minuida la capacidad para metabolizar los nutrientes absorbidos en el tracto gastrointestinal y elimi-nan glucosa por la orina, por lo que necesitan ms caloras para su mantenimiento que los perros sanos.La dieta debera ser equilibrada en nutrientes y suficientemente palatable para que se consuma toda laracin. Las comidas deben distribuirse de tal manera que la actividad mxima de la insulina exgenase corresponda con el periodo postpandrial (Church, 1982). Puesto que las inyecciones de insulinasiguen generalmente un protocolo diario fijo, es importante poder predecir la respuesta glucmica trascada comida. Por consiguiente, cada comida debera tener, aproximadamente, los mismos ingredientesy contenido calrico y debera administrarse a las mismas horas todos los das. Los propietarios deperros diabticos deben estar informados de que la rutina en la administracin de la dosis de insu-

    lina y en el suministro de comida es muy importante para estabilizar la diabetes.

    La fibra alimentaria y la diabetes canina

    > Fibra alimentaria total

    Datos basados en pruebas clnicas

    realizadas con perros diabticos

    Algunos estudios sobre perros diabticos indican que las dietas con alto contenido en fibra pueden estarasociadas a un mejor control de la glucemia. Sin embargo, estos estudios han comparado dietas con

    alto contenido en fibra (56-73 g/1000 kcal y 15% MS) con dietas de bajo contenido en fibra (16-27 g/1000 kcal) sin incluir una comparacin con una dieta control formulada para el mantenimientode perros adultos. Por lo que no ha quedado demostrado claramente el beneficio clnico de proporcio-

    nar a los perros diabticos un alimento con alto contenido en fibra en comparacin con otro de man-tenimiento para animales adultos.

    Por otra parte, las dietas con bajo contenido de fibra, generalmente, contienen una mayor cantidad dealmidn, lo cual puede dar lugar a error al comparar las respuestas glucmicas de los perros diabticoscon las dietas con alto y bajo aporte de fibra. Independientemente de la composicin de la dieta alta

    en fibra o de la duracin del periodo controlado, no se han encontrado diferencias significativas, encuanto a las necesidades diarias de insulina (Nelson et al., 1991; Graham et al., 1994; Nelson et al.,1998; Nelson et al., 2000; Kimmel et al., 2000; Graham et al., 2002) o en cuanto al nivel de triglicri-dos en ayunas (Nelson et al., 1991; Graham et al., 1994; Nelson et al., 1998; Nelson et al., 2000;

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    Granos de Psyllium

    La cscara es rica en muclagono fermentable y soluble en agua.

    LaboratoriodeRoyalCanin

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    Kimmel et al., 2000; Graham et al., 2002), entre el grupo de perros diabticos alimentados con una dietacon bajo contenido en fibra y el grupo cuyo alimento tena un alto contenido en fibras.

    Lo ms destacado es que parece existir una importante variacin individual en las respuestas de losperros diabticos a la fibra de la dieta. En un estudio (Nelson et al., 1998) en que se utilizaba una dieta

    con alto contenido en fibra (64,4 g/1000 kcal) se observ una mejora significativa de todos los ndicesdel control glucmico, incluida una reduccin de las necesidades diarias en 9 de los 11 perros queparticiparon. Los otros 2 perros, tuvieron un mejor control de la glucemia con la dieta de bajo conte-nido en fibra (27,0 g/1000 kcal equivalente a un 11% en un alimento de 4000 kcal/kg).

    En otro estudio llevado a cabo con 12 perros diabticos (Nelson et al., 2000), el mejor control gluc-mico se produjo: en 6 perros con una dieta, a base de soja, con una cantidad moderada de fibra (8%de fibra total sobre MS); en cuatro perros, con una dieta, basada en celulosa, con un alto contenido enfibra (16% de fibra total sobre MS); en un perro, con una dieta, basada en celulosa, con una cantidad

    moderada de fibra (8% de fibra total sobre MS); y no se pudo clasificar la respuesta glucmica del perrorestante. En las personas se produce una situacin similar porque las dietas con alto contenido en fibrasno tienen el mismo efecto en todos los diabticos (EASD, 1988). Adems, las dietas con un alto con-tenido en fibra, a veces se pueden asociar a efectos secundarios indeseables: poco sabor, dificultad paramantener el peso, pelo apagado y sin brillo, vmitos, heces voluminosas, flatulencias, diarrea o estre-imiento. La tolerancia individual a la fibra de la dieta depende de un gran nmero de factores, entrelos que se encuentra la calidad de la fibra.

    Datos basados en un ensayo realizado

    de forma aleatoria y controlada en perros diabticos

    Se estudi de forma aleatoria y controlada la influencia de los alimentos enlatados, altos en fibra y conmoderada cantidad de almidn, sobre las necesidades de insulina y en el control glucmico de losperros con diabetes estabilizada (Fleeman & Rand, 2003) Las dos dietas del ensayo tenan una canti-dad elevada de fibra (50 g/1000 kcal) y moderada de almidn (26% de EM), pero diferan en su con-tenido graso (31% y 48% EM). La dieta control era un alimento comercial para el mantenimiento delos perros adultos que tena una cantidad moderada de fibra (35 g/1000 kcal), baja de almidn (2,3%EM) y alta de grasa (61% EM).El control diabtico se realiz cada dos semanas e inclua una revisin del historial, un examen fsicoy la medicin del nivel glucosa en sangre cada 2 horas durante 12 horas. Se ajust la dosis de insulina

    siguiendo criterios estandarizados para controlar la glucemia. Al final de cada periodo de alimentacinde dos meses, se evalu el control glucmico mediante los niveles plasmticos de fructosamina, dehemoglobina glicosilada, as como a travs de medidas seriadas de la glucosa en sangre durante 48 h.

    No se encontr ninguna diferencia significativa entre las dietas en cuanto a las necesidades de insuli-

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    +

    El control de la glucemia es estadsticamente similarcuando los perros diabticos son alimentados condiferentes cantidades de fibra de diferentes fuentes,aunque los resultados sugieren que una combinacin

    de fibras solubles e insolubles, como la soja o la pulpade remolacha, puede ser preferible a fibra insoluble,como la celulosa, en las dietas bajas en fibra (fibra totalalimentaria 8% sobre MS) (Nelson et al., 2000)

    FIGURA 5 - UNA MEZCLA DE PULPA DE REMOLACHA Y CELULOSA

    Pulpa de Remolacha

    Celulosa

    La fibra insoluble y no fermentablees muy bien tolerada, incluso a elevadosniveles en el alimento.

    La fibra fermentable alimentariaestimula la secrecin de insulinaen los perros no diabticos.Sin embargo, un exceso de fibra

    fermentable puede produciruna alteracin osmticaque incremente la humedad fecal.

    216

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    na o a la respuesta glucmica. Por lo que se concluy que para perros diabticos estabilizados, las dietasricas en fibra y moderadas en almidn no ofrecen ninguna ventaja significativa en cuanto a las nece-sidades de insulina o al control glucmico frente a los alimentos comerciales formulados para el man-tenimiento de perros adultos con una cantidad moderada de fibra y baja de almidn.

    > Distintos tipos de fibra alimentaria Datos basados en conceptos fisiopatolgicos

    Fibra soluble: Las fibras alimentarias pueden clasificarse por su grado de solubilidad, el cual es un refle-jo de sus propiedades en un medio acuoso. Las fibra solubles (goma de guar y psyllium) tienen una grancapacidad de retener agua y en el intestino forman una solucin viscosa en forma de gel.Los perros alimentados con dietas muy viscosas, pueden tener una absorcin ms rpida de la glucosapostpandrial, resultando una mayor absorcin de glucosa postpandrial y son ms susceptibles de pade-cer una diarrea de tipo secretora que los perros alimentados con dietas menos viscosas (Nelson &Sunvold, 1998).

    Los alimentos de viscosidad (solubilidad) intermedia contribuyen a ralentizar el trnsito gastro-intes-tinal y favorecen el mantenimiento de la homeostasis de la glucosa en el perro. Las fibras solubles, aexcepcin del Psyllium, generalmente son tambin fermentables.

    Las fibras alimentarias tambin se caracterizan por su grado de fermentabilidad, as como de su solubi-lidad. Las fibras fermentables son fcilmente degradadas en el perro por la microflora intestinal paraproducir cidos grasos de cadena corta que son absorbidos a travs de la mucosa intestinal.

    TABLA 3 - RESUMEN DE LAS PRUEBAS ACTUALES RELATIVAS A LAS FIBRAS ALIMENTARIAS Y A LA DIABETES MELLITUS CANINA

    Perspectiva obtenida de las recomendacionesactuales y basadas en datos clnicos sobre la fibraalimentaria para la diabetes de tipo 1 humana

    El meta anlisis de todos los datos disponibles muestra que las personas con diabetes tipo 1no necesitan ms fibras alimentarias que las personas no diabticas.

    Recomendaciones basadas en datos clnicos

    con respecto a la diabetes canina y a la fibraalimentaria total

    El aumento neto de los niveles de fibra alimentaria en comparacin con un alimento estndar demantenimiento para un perro adulto, no aporta ningn beneficio clnico evidente al perro diabtico.

    Al margen de la composicin de la dieta alta en fibra o de la duracin del control de los perrosdiabticos, no se ha encontrado una diferencia significativa en las necesidades diarias de insulina

    entre los grupos de perros diabticos alimentados con dietas pobres en fibra. En algunos perros diabticos la glucemia es ms fcil de controlar cuando consumen

    un alimento con un nivel elevado de fibras, sin embargo existe una importante variacinindividual en las respuestas a la fibra alimentaria.

    Recomendaciones basadas en datos clnicoscon respecto al tipo de fibras alimentariasproporcionadas a los perros diabticos

    En el perro no diabtico, la administracin de alimentos con diferentes tipos y cantidadesde fibras no est asociada a variaciones significativas en la exploracin fsica,las concentraciones sricas de glucosa y de insulina durante la prueba de la toleranciaa la glucosa oral, las concentraciones sricas de triglicridos o los contenidosen colesterol HDL, LDL y VLDL.

    En el caso de los perros diabticos alimentados con dietas altas en fibra, se observauna tendencia a mejorar el control glucmico y a disminuir los efectos secundarios cuandodicho alimento est enriquecido con una mayor cantidad de fibra insoluble que de fibra soluble.

    En los perros diabticos alimentados con dietas con un contenido moderado en fibra,es preferible una mezcla de fibras solubles e insolubles como la soja o la pulpa de remolachaa emplear fibras insolubles solas (como la celulosa).

    Resumen

    La recomendacin de fibra alimentaria ms adecuada para los perros diabticos, serauna dieta formulada con un contenido moderado en fibra (p. ej., 35 g/1.000 kcal)aportando una mezcla de fibras solubles e insolubles, como la soja o la pulpa de remolacha.

    Es necesario seguir investigando para demostrar los beneficios clnicos de este tipode formulacin para los perros diabticos en comparacin con los alimentos formuladospara el mantenimiento de los perros adultos.

    2-Cmoalimentaralperrodiabtico

    Diabetes

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    2-Cmoalimentaralperrodiabtico

    Las fibras alimentarias fermentables estn asociadas con el aumen-to de la capacidad del intestino para transportar la glucosa, de lasntesis del pptido anlogo al glucagn de tipo 1 (GLP-1) y de lasecrecin de insulina en los perros no diabticos (Massimino et al.,

    1998). El efecto general es una reduccin significativa del reabajo la curva de la concentracin de glucosa en sangre frente altiempo, durante la prueba de tolerancia a la glucosa oral. Comoel perro diabtico carece de la capacidad de incrementar la secre-cin de insulina y aumenta el transporte de la glucosa a nivelintestinal, se hace necesario investigar si sera beneficioso unadieta con altos niveles de fibra fermentable o si por el contrario,

    este tipo de dieta contribuira a la intolerancia a la glucosa.

    Fibra insoluble y no fermentable: Los perros no pueden digerir lasfibras insolubles que forman parte de su alimento y las excretan enlas heces. Al contrario que las fibras solubles, las fibras insolu-bles como la celulosa purificada tienen poco efecto fisiolgicosobre el intestino de los perros y pueden tolerar niveles relativa-mente altos en el alimento (Bauer & Maskell, 1995).

    Datos basados en un ensayo realizado

    de forma aleatoria y controlada en perros

    no diabticosUn estudio realizado de forma aleatoria y controlada en perros nodiabticos sobre los efectos dealimentos que contenan distintos tipos de fibras (goma de guarmuy soluble y muy fermentable, celulosa poco soluble y poco fer-mentable y fibra de remolacha mixta soluble-insoluble moderada-m e n t efermentable) en tres concentraciones diferentes, ha ayudado aesclarecer alguno de los aspectos relativos al efecto glucorreguladorde la fibra alimentaria en el perro (Hoenig et al., 2001) (Figura 5).Las diferentes dietas probadas fueron obtenidas sustituyendo un3,5% (sobre MS) de almidn de maz de la dieta control, por lasfuentes de fibra anteriormente citadas. Los niveles de fibra alimen-taria total variaban entre un 4,9% y un 17,2% sobre MS. (Hoeniget al., 2001).

    En comparacin con las dietas control (cantidad total de fibra alimentaria 3,5% y 4,4% sobre MS),no se encontraron diferencias significativas entre las diferentes dietas probadas, en los resultados fsi-cos, ni en las concentraciones de glucosa e insulina en sangre durante la prueba de tolerancia a la glu-

    cosa oral; ni tampoco en las concentraciones sricas de triglicridos o en el contenido en colesterolHDL, LDL y VLDL. Las nicas observaciones significativas en comparacin con la dieta control fue-ron la disminucin de la concentracin srica de colesterol en los perros que reciban pulpa de remo-lacha y la elevacin de dichos niveles en los que reciban fibra de celulosa. Aunque no fue valoradoobjetivamente, se apreci que el pelo de los perros se volva ms opaco y sin brillo cuando consumanlas dietas modificadas en fibra. Los autores creen que este hecho puede ser debido al efecto inhibidorde la fibra sobre la absorcin de vitaminas y minerales.

    Datos basados en varios ensayos clnicos

    realizados en perros diabticosCuando se suministraba a los perros una sola comida a la que se le haba aadido fibras solubles o fibrasinsolubles, se observaba una reduccin ms marcada del pico de la hiperglucemia postpandrial con ladieta que contena fibra soluble (Blaxter et al., 1990) aunque la composicin de la fibra de la dieta nose describi y probablemente no eran comparables (Davis, 1990).

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    La digestibilidad de los granos de loscereales enteros (en este caso arroz) esmenor que la del mismo cereal molido.

    Cantidad de comida equivalente a 50 gr de carbohidratos ingeridosen 13 minutos.

    Los niveles de glucosa en sangre se miden en las siguientes2 y 3 horas: medida del rea Bajo la Curva (ABC)Prueba realizada en 8-10 individuosndice glucmico (IG) = relacin entre la integral de la curvay el control (100% de glucosa)Clasificacin:< 55: IG bajo55-70: IG medio> 70: IG alto

    En el hombre el IG no representa necesariamente una guaprctica para la evaluacin de la comida, ya que los resultados

    pueden ser conflictivos en funcin de la composicin del alimento,el mtodo de procesado, la coccin, etc. Las respuestas tambinpueden variar entre individuos. En los animales los resultadosson ms fiables porque la dieta puede ser mejor controlada.

    FIGURA 6 - QU ES EL NDICE GLUCMICO?

    glucemia

    tiempo

    glucosa (estndar)

    comida(testada)

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    En otros estudios con perros alimentados durante 1 o 2 meses con dietas ricas en fibra soluble o en fibrainsoluble [34 g/1000 kcal de fibra soluble frente a 60 g/1000 kcal de fibra insoluble (Nelson et al., 1991);10 g/1000 kcal de fibra soluble frente a 73 g/1000 kcal de fibra insoluble (Kimmel et al., 2000)], latendencia hacia un mejor control glucmico y menos efectos secundarios se obtena con las dietas que

    tenan ms cantidad de fibra insoluble. En concreto, se registraron unos niveles de hemoglobina glico-silada (Nelson et al., 1991) y de fructosamina (Kimmel et al., 2000) significativamente ms bajos. En laTabla 3 se resumen los datos actuales con respecto a la fibra alimentaria y la diabetes mellitus canina.

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    TABLA 4 - RESUMEN DE LAS PRUEBAS ACTUALES SOBRE LOS CARBOHIDRATOS ALIMENTARIOS Y LA DIABETES MELLITUS CANINA

    Perspectivas alcanzadas a partirde las recomendaciones actuales(basadas en pruebas) sobrelos carbohidratos de la dietapara la diabetes de tipo 1 humana.

    El meta anlisis de todas las pruebas disponibles revela una gran asociacin entre las necesidades de insulinay el contenido en carbohidratos del alimento, sin importar el ndice glucmico, la fuente o el tipo de carbohidratoo el perfil de la composicin de otros macronutrientes.

    Recomendaciones, basadasen pruebas, con respectoa la diabetes canina

    y los carbohidratosalimentarios totales

    En los perros no diabticos, la cantidad de almidn presente en la dieta es el principal determinante de la respuestaglucmica postpandrial sin importar la fuente o el tipo de carbohidrato ni el perfil de la composicin de otrosmacronutrientes. Existe un gran nmero de alimentos comerciales para perros con contenidos de almidn

    entre un 0,4 y un 52,7% MS

    Recomendaciones, basadasen pruebas con respecto al tipode carbohidratos proporcionadosen la dieta de los perros diabticos

    En la mayora de los alimentos comerciales para perros, los efectos del procesado tienen una mnima influenciasobre la respuesta glucmica postpandrial y la mayor infuencia potencial es la de la fuente de carbohidratos utilizada.

    En los perros no diabticos, con una dieta basada en el sorgo se obtuvo la respuesta ms baja en la glucosapostpandrial.

    En los perros no diabticos, una dieta basada en la cebada produjo la menor respuesta postpandrial de insulina. En los perros no diabticos, con una dieta basada en el arroz se obtuvieron respuestas postpandriales

    significativamente mayores de glucosa y de insulina.

    Resumen

    Puesto que los perros diabticos son habitualmente tratados con dosis diarias fijas de insulina, es importanteproporcionar una cantidad ms regular de carbohidratos en las comidas que se les proporciona cada da.

    Se debe evitar el arroz en las dietas de los perros diabticos; el sorgo y la cebada parecen ser fuentesde carbohidratos ms idneas.

    Es preciso seguir investigando para demostrar los beneficios clnicos de estas formulaciones para los perrosdiabticos y para las perras diabticas en fase de diestro en comparacin con los alimentos comercialesformulados para el mantenimiento de los perros adultos.

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    Los carbohidratos alimentariosy la diabetes canina

    > Cantidad total de carbohidratosalimentarios

    Datos basados en ensayos realizados

    de forma aleatoria en perros no diabticos

    En los perros no diabticos, se ha observado que la cantidad de almidn de la dieta es el principal deter-minante de la respuesta glucmica postpandrial, sin importar la fuente o el tipo de carbohidrato, ni elperfil de composicin de otros macronutrientes. Esto se demostr con 15 alimentos comerciales dis-tintos, cuyo contenido en almidn variaba desde 0,4% a 52,7 % sobre MS (Nguyen et al., 1998b). Aun-que no se han realizado estudios similares en perros diabticos, existen datos fiables de que, en perso-nas diabticas, existe una fuerte relacin entre las necesidades de insulina y el contenido en carbohi-

    dratos de la comida, independientemente del ndice glucmico (Figura 6), de la fuente o el tipo de car-bohidratos o del perfil de la composicin de otros macronutrientes (Franz et al., 2002a). Lo mismopodra ocurrir en los perros diabticos.

    > Distintos tiposde carbohidratos alimentarios

    Datos basados en conceptos fisiolgicos

    La respuesta glucmica postpandrial a los carbohidratos de la dieta puede estar influenciada por el tipo

    de carbohidrato y por la manera en que ha sido procesado. La digestin de los carbohidratos del ali-mento se produce en el intestino delgado de los perros y tiene como resultado la descomposicin delalmidn en glucosa, fructosa y galactosa. La respuesta glucmica postpandrial depende directamentede la absorcin de la glucosa, puesto que tanto la fructosa como la galactosa son metabolizadas por elhgado para convertirse en glucosa. De este modo, el tipo de almidn contenido en los carbohidratosdel alimento podra influir en la respuesta glucmica postpandrial. Las fuentes de carbohidratos que, aldescomponerse durante la digestin, produzcan predominantemente glucosa podran originar unamayor respuesta glucmica postpandrial.

    En los estudios efectuados en perros para valorar la digestibilidad de distintas fuentes de glcidos de la

    dieta (Murray et al., 1999; Bednar et al., 2000; Twomey et al., 2002), se ha demostrado que el modo deprocesamiento, as como la fuente de carbohidratos, influyen de manera significativa en la digestibili-dad (Bednar et al., 2000). Por ejemplo, la harina de cebada resulta unas cinco veces ms digestible enlos perros que el grano de cebada, mientras que la harina de arroz es casi diez veces ms digestible queel grano de arroz blanco (Bednar et al., 2000). El almidn contenido en el alimento de los perros, gene-ralmente, est sometido a mltiples tratamientos sucesivos: molienda del grano en harina, tamizado ycoccin al vapor (Murray et al., 1999). El proceso de extrusin gelatiniza el almidn y lo hace an msdigestible (Camire, 1998), de modo que la digestibilidad del almidn puede alcanzar el 100% para lamayora de las fuentes glucdicas incluidas en los alimentos secos que se comercializan para perros(Murray et al., 1999; Twomey et al., 2002). Hay algunas evidencias de que los agentes gelificadores

    empleados en los alimentos comerciales enlatados para perros podran aumentar tambin la digestibi-lidad de forma similar (Karr-Lilienthal et al., 2002). Por lo tanto, en la mayora de los alimentos comer-ciales para perros, la tecnologa de la fabricacin tiene, probablemente, una influencia mnima sobrela respuesta glucmica postpandrial. La principal influencia potencial sobre la respuesta glucmicapostpandrial procede probablemente de la fuente de carbohidratos de la dieta.

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    Datos basados en un ensayo realizado

    de forma aleatoria en perros no diabticos

    Se sabe poco sobre las respuestas glucmicas de los perros diabticos a las diferentes fuentes de carbo-hidratos de la dieta. No obstante, un estudio llevado a cabo en perros no diabticos para examinar los

    efectos postpandriales de cinco dietas con un contenido en almidn equivalente (30 % sobre MS) pro-

    cedente de distintas fuentes de cereales, demostr marcadas diferencias en la respuesta de la glucosa yde la insulina (Sunvold & Bouchard, 1998; Bouchard & Sunvold, 2001). La dieta basada en arroz pro-dujo un pico postpandrial significativamente mayor de glucosa y de insulina en sangre. El sorgo,generalmente, daba lugar a la menor glucemia postpandrial, mientras que la cebada produca lamenor respuesta de insulina. Estos resultados constituyen una base interesante para futuros estudiossobre los efectos de los cereales en los perros diabticos. Pero se necesitan ms estudios antes de poderextrapolar los resultados y de dar recomendaciones especficas. Hay que ser precavidos cuando los resul-

    tados de los estudios realizados en perros no diabticos sirven como base para realizar recomendacio-nes clnicas a los perros diabticos. El tratamiento con insulina exgena, generalmente aconsejado paralos perros diabticos, tiene un efecto considerable sobre el metabolismo glucdico y sobre la respuestaglucmica postpandrial. Tambin merece la pena sealar que los estudios realizados en las personas handemostrado una notoria variabilidad en la respuesta glucmica a distintos tipos de cebada (Liljeberg etal., 1996) y de arroz (Jarvi et al., 1995). Es posible que en los perros suceda lo mismo.

    En la Tabla 4 se resumen los datos actuales con respecto a los carbohidratos de la dieta y la diabetesmellitus canina.

    La grasa alimentariay la diabetes canina

    > Datos basados en la opinin de expertos,en la experiencia clnica y en los conceptos fisiopatolgicos

    A pesar de que el metabolismo lipdico se encuentra alterado cuando hay una carencia de insulina enlos perros, son pocos los datos publicados sobre la influencia de la grasa alimentaria en los perros dia-bticos. En los pacientes humanos, la diabetes se asocia a desrdenes lipdicos aterognicos que pre-disponen a padecer enfermedades coronarias (Stamler et al., 1993). Las dietas con un contenido grasorestringido disminuyen la morbilidad y la mortalidad de las enfermedades cardiovasculares en las per-sonas diabticas. Aunque la aterosclerosis y la enfermedad coronaria no constituyen normalmente unproblema clnico en los perros diabticos, la aterosclerosis s aparece asociada con la diabetes caninaespontnea (Sottiaux, 1999; Hess et al., 2003). Tal vez tenga mayor importancia clnica la diabetessecundaria a una insuficiencia pancretica exocrina que parece ser ms habitual en los perros, mientras

    TABLA 5 - RESUMEN DE LAS PRUEBAS ACTUALES SOBRE LA GRASA ALIMENTARIAY LA DIABETES MELLITUS CANINA

    Perspectivas alcanzadas a partirde las recomendaciones actualesy basadas en pruebas, sobre lasgrasas de la dieta para la diabetestipo 1 humana.

    El principal objetivo de la restriccin de grasas en la dieta en la diabetes humana es disminuir el riesgode enfermedad coronaria.

    La importancia de sta afeccin apenas es significativa en el perro, por lo que este tipo de recomendacin no seraaplicable al perro diabtico.

    Recomendaciones, basadasen pruebas con respectoa la diabetes canina y al nivelde grasas de la dieta.

    La diabetes secundaria a una insuficiencia del pncreas exocrino es frecuente en el perro, y un estado diabticopodra ser un factor de riesgo para la pancreatitis. Las dietas bajas en grasas (< del 20% de la energa metabolizableo EM) se recomiendan cuando existe pancreatitis crnica, puesto que es difcil identificar a los perros con pancreatitissubclnica, sera prudente no sobrepasar el 30% de las caloras en forma lipdica en todos los perros diabticos.

    Sin embargo, los resultados de un ensayo clnico realizado de forma aleatoria y controlada en perros diabticosdemostraron que una restriccin de las grasas (un 31% de la EM en comparacin con el 48% de la EM) puedemejorar el perfil de lpidos pero podra contribuir a una prdida de peso indeseable.

    Resumen

    Aunque faltan elementos clnicos a favor de la restriccin de grasas en el alimento de los perros diabticos(< del 30% de la EM), ste tipo de dieta puede estar aconsejada cuando existe un riesgo de pancreatitis crnica.

    Para evitar una prdida de peso indeseable, no se deben recomendar de forma rutinaria las dietas con un contenido

    graso restringido (< del 30% de la EM) a los perros diabticos con deficiente condicin corporal.

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    que el estado diabtico podra ser un factor de riesgo para la pancreatitis.

    Como causas de la pancreatitis canina se han propuesto las dietas con un alto contenido graso y lahipertrigliceridemia (Simpson, 1993; Williams, 1994) y se recomiendan las dietas con un bajo conte-nido en grasa (< 20% de la EM) para los perros con pancreatitis crnica. Puesto que es difcil diag-

    nosticar una pancreatitis subclnica a los perros diabticos (Wiberg et al., 1999), sera prudente consi-derar la posibilidad de limitar el contenido graso (p. ej., < 30% de la EM) a todos los perros dia-bticos. Esto podra tener el beneficio aadido de mejorar la sensibilidad a la insulina en los animalesque presentan resistencia a la insulina asociada a la diabetes y de disminuir el riesgo de diabetes duran-te la fase de diestro de las perras. Sin embargo unos niveles importantes de restriccin energtica pue-den llevar a una prdida de peso no deseada.

    > Datos basados en un ensayo realizadode forma aleatoria y controlada en perros diabticos

    El citado ensayo, realizado de forma aleatoria y controlada para evaluar la influencia de las dietas enla-tadas con alto contenido en fibra y moderada cantidad de almidn, sobre las necesidades de insulina y

    La Asociacin Americana de la Diabetes (ADA) utiliza un sistema de clasificacinpara catalogar los principios cientficos de sus recomendaciones nutricionales.- El nivel ms alto, A, se asigna cuando los principios

    de sus recomendaciones se apoyan en los resultados obtenidosde numerosos estudios correctamente realizados

    - B equivale a un nivel de confianza intermedio- C es un nivel ms bajo- El nivel E se basa en las recomendaciones establecidas por consenso

    de los expertos.

    Este sistema puede utilizarse para clasificar los datos cientficos actualesque sirven de base para la elaboracin de las recomendacionesnutricionales para la diabetes canina.

    Nivel B- Una valoracin realizada de manera controlada en perros no diabticos

    de las dietas con distintas cantidades y tipos de fibra, indica queel aumento del consumo de fibra no influye de forma significativaen la homeostasis de la glucosa, en comparacin con las dietas tpicasformuladas para el mantenimiento de los perros adultos.

    - Varios estudios efectuados en perros diabticos indican que las dietasricas en fibra, podran mejorar el control de la glucemia en comparacincon las dietas con un bajo contenido en fibra. No obstante, unacomparacin realizada de manera aleatoria y controlada no identificningn beneficio cuantificable en cuanto a las necesidades de insulinao el control glucmico de los perros diabticos, en comparacincon una dieta convencional para el mantenimiento de perros adultoscon un moderado contenido en fibra (datos de la categora C).

    - Parece existir una importante variacin individual en los perrosdiabticos con respecto a la influencia del nivel de fibra alimentaria.

    - Las dietas ricas en fibra no disminuyen significativamentela hipertrigliceridemia de los perros diabticos, pero pueden ayudara disminuir las concentraciones sricas de colesterol.

    - Los suplementos mediante cpsulas de cromo no mejoranel control de la glucemia de los perros tratados con insulina.

    Nivel C- En los alimentos bajos en fibra destinados a perros diabticos, sera

    interesante emplear una mezcla de fibras solubles e insolubles (como

    la fibra de soja o la pulpa de la remolacha) en vez de slo fibra insoluble.- Una comparativa realizada con perros no diabticos permiti

    constatar que una dieta basada en el arroz produca una elevacinpostpandrial significativamente mayor de la glucemia y la insulinemia,mientras que una dieta basada en el sorgo disminua el picohiperglucmico y una basada en cebada produca una respuestamenor de insulina.

    - Los perros diabticos podran beneficiarsedel aporte de suplementos dietticos de L-carnitina.

    - Las dietas con un contenido ms bajo en grasa podran produciruna mejora en los perfiles lipdicos de los perros diabticos,pero tambin podran contribuir a una prdida de peso indeseable.

    Nivel E- La dieta proporcionada a los perros diabticos debe ser palatable

    para garantizar un consumo espontneo suficiente.- La dieta suministrada a los perros diabticos

    debera ser equilibrada desde el punto de vista nutricional.- Las necesidades nutricionales de cualquier enfermedad concurrente

    son prioritarias al tratatamiento nutricional de la diabetes.- Puesto que el tratamiento de los perros diabticos, normalmente,

    conlleva la administracin diaria de dos dosis fijas de insulina, la comidadiaria debiera proporcionar una cantidad constante de carbohidratos.

    - No se ha determinado el aporte proteico ptimo para los perrosdiabticos. Una cierta restriccin de protena en la dieta podra estarindicada slo en los perros diabticos con microalbuminuria o proteinuria.

    RESUMEN DE LAS RECOMENDACIONES DIETTICAS PARA LA DIABETES CANINA

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    P

    reguntasfrecuentes

    Diabetes

    Tienen los perros diabticosuna hiperglucemia postpandrialsignificativa? En caso afirmativo,cunto dura?

    S. En los perros que no son diabticos, los alimentos de mantenimiento estndar normalmenteproducen un aumento de la concentracin de glucosa en sangre en menos de 90 minutos despusde la comida. La deficiente secrecin de insulina endgena en los perros diabticos se traduce en laincapacidad de controlar el aumento fisiolgico de glucosa en la sangre. Por consiguiente, en losperros diabticos, la hiperglucemia postpandrial es ms importante y de mayor duracin que enlos perros no diabticos.

    Cundo se debe alimentara los perros diabticoscon respecto a la administracinde las inyecciones de insulina?

    El tratamiento con insulina exgena tiene un marcado efecto sobre la hiperglucemia postpandrial.Se debe programar perfectamente la administracin de la insulina y el suministro de alimento de

    tal manera que la actividad mxima de la insulina exgena tenga lugar durante el periodo pos-tpandrial. De este modo, se debe alimentar a los perros en las 2 horas siguientes a la administracinsubcutnea de insulina lenta o en las 6 horas siguientes a la de insulina protamina zinc (Figura 4).Una solucin factible sera alimentar al perro justo despus de ponerle la inyeccin de insulina.Esto simplifica de manera significativa el tratamiento en el domicilio por parte de los propietariosy, a la vez, se conseguira en seguida un buen control glucmico. Adems, muchos propietarios pre-fieren hacerlo as como recompensa por la inyeccin.

    Qu se debe hacer si un perrodiabtico no quiere comer?

    Es fundamental que el alimento proporcionado a los perros diabticos sea muy palatable paragarantizar un consumo espontneo suficiente. Si la dieta no es suficientemente palatable, debecambiarse a otra que el perro acepte mejor. Un perro diabtico que no coma bien su racin dealimento debe recibir las inyecciones de insulina inmediatamente despus de comer. Si el perroingiere toda la comida, se puede administrar la dosis completa de insulina. Si el animal se niega acomer, se aconseja la administracin de la mitad de la dosis habitual de insulina para disminuir elriesgo de hipoglucemia. Si un perro diabtico se niega a tomar un alimento que normalmente comabien, se debe considerar la posibilidad de que exista una enfermedad concurrente y se recomiendaacudir al veterinario.

    Se puede alimentar ad libituma los perros diabticos o hayque proporcionarles el alimentoen momentos concretos?

    Lo ideal es que los perros diabticos reciban un nmero determinado de comidas al da. Eltratamiento con dosis diarias de insulina tiende a ser algo fijo para los perros diabticos y laprogramacin de las comidas debe corresponderse con la administracin de insulina para que el picoglucmico se produzca en el momento de mxima actividad de la insulina exgena. De este modo,se debe proporcionar la misma comida cada da a la misma hora. Se ha visto un caso de hipogluce-mia grave en un perro diabtico alimentado ad libitum que reciba insulina en intervalos absoluta-mente irregulares (Whitley et al., 1997). La mayora de los perros diabticos toman fcilmente doscomidas al da, si los alimentos son muy palatables. Para aquellos que sean delicados a la hora de

    comer, se debe suministrar el alimento en el mismo momento de la administracin de insulina yhay que dejar el alimento a su disposicin hasta el momento en que se espera que termine el perio-do de mxima actividad de la insulina exgena.

    Se puede cambiar de un da paraotro las comidas a un perro diabtico?

    Lo ideal es que todas las comidas contengan los mismos ingredientes y la misma cantidad de calo-ras. Este es un aspecto importante para el control de la diabetes en los perros y hay que animar aldueo para que sea consciente. Sin embargo, cada caso debe ser considerado individualmente. Pue-den permitirse algunos cambios en el rgimen de alimentacin sin que se vea comprometida la res-puesta clnica del perro.

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    Preguntas frecuentes

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    s

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    reguntasfrecuentes

    Diabetes

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    Qu contenido en fibrase recomienda para las dietasdestinadas a los perros diabticos?

    Un alimento con alto contenido en fibra no parece aportar beneficio clnico a los perros diabticoscomparado con otro de mantenimiento para animales adultos. Existe una importante variacin

    individual en los perros diabticos con respecto a la respuesta de la fibra alimentaria. Algunosperros diabticos presentan un mejor control de la glucmia cuando se les alimenta con dietas quetienen una mayor cantidad de fibra alimentaria, mientras que en otros no. La respuesta a la fibraalimentaria debe ser valorada individualmente. No se recomienda un aumento del consumo de fibraalimentaria en los perros diabticos delgados o en los perros en los que el alto nivel de fibraprovoque inapetencia o efectos gastrointestinales indeseables. La recomendacin general es quelos perros diabticos deben recibir alimentos con un contenido en fibra moderado (p. ej.,35g/1000kcal), aunque es necesario seguir investigando para demostrar el beneficio clnico de estetipo de alimentos para los perros diabticos en comparacin con los alimentos formulados para elmantenimiento de los perros adultos.

    Se recomienda para los perrosdiabticos una dieta pobreen carbohidratos y rica en protenassimilar a la que se recomiendaactualmente para los gatos diabticos?

    Los perros y los gatos son propensos a dos tipos distintos de diabetes y sus necesidades bsicasnutricionales tambin son distintas. Los perros diabticos presentan una forma de diabetes anlogaa la diabetes tipo 1 humana y fases finales de la pancreatitis, mientras que los gatos diabticostienen un tipo anlogo a la diabetes tipo 2 humana. No hay pruebas que demuestren que la diabetestipo 2 sea frecuente en los perros, por lo que no sera vlido extrapolar informacin de estaenfermedad o de la diabetes felina a los perros. Al contrario que en los perros, una gran parte de losgatos diabticos tienen suficientes clulas para permitir la remisin de la diabetes si se puederevertir la toxicidad de la glucosa y la resistencia a la insulina asociada. En el gato, los ndices deremisin son ms altos cuando se les proporciona una dieta pobre en carbohidratos, pero en el perro

    no sucede lo mismo. Los perros diabticos tienen, generalmente, una deficiencia absoluta deinsulina y necesitan un tratamiento con insulina exgena durante toda su vida. Puesto que elprotocolo habitual de tratamiento para los perros diabticos supone la administracin de dosisdiarias fijas de insulina, es lgico proporcionar una cantidad regular de almidn en las comidascada da.

    Cul es el mejor mtodo paraconseguir que un perro diabticodelgado gane peso y que un perrodiabtico con sobrepeso lo pierda?

    En los perros diabticos hay que ajustar el aporte calrico para conseguir mantener una condicincorporal ideal. Los perros cuya diabetes est mal controlada tienen disminuida la capacidad parametabolizar los nutrientes absorbidos en el tracto gastrointestinal y eliminan glucosa por la orina,por lo que necesitan ms caloras que los perros sanos para mantenerse. La mayora de los perros ya

    han sufrido una prdida de peso en el momento en que se les diagnostica la diabetes, incluso aunquesigan pareciendo obesos. La insulinoterapia pone fin a este estado catablico y la prdida de peso sedetiene rpidamente. En este momento se puede iniciar un programa de control del peso. El pesoy la condicin corporal de los perros diabticos se debe controlar con regularidad y hay queajustar el aporte calrico en cada revisin hasta que se obtenga el peso deseado. Si un perrodiabtico no consigue ganar peso cuando hay un buen control glucmico y una ingesta calricaadecuada, hay que considerar la posibilidad de que exista una enfermedad concurrente como unainsuficiencia pancretica exocrina. A la inversa, una dosis excesiva de insulina es una posible causade obesidad en los perros diabticos, ya que la insulina tiene una accin anablica sobre el tejidoadiposo.

    Qu dieta se recomienda paralos perros diabticos que padezcanuna pancreatitis recurrente o unainsuficiencia pancretica exocrina?

    El tratamiento diettico para la pancreatitis recurrente o para la insuficiencia pancretica exo-crina tiene prioridad sobre el tratamiento diettico para la diabetes. Se puede mejorar el prons-tico si se identifican tempranamente estas condiciones concomitantes en los perros diabticos y seinstaura un tratamiento mdico y nutricional especfico. En el Captulo 5 de esta enciclopedia seencuentran las recomendaciones dietticas para las enfermedades pancreticas.

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    Bibliografa

    Diabetes

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