Diagnóstico social de las comunas Curepto y Hualañé pos ...1 Trabajador Social, Licenciado en...
Transcript of Diagnóstico social de las comunas Curepto y Hualañé pos ...1 Trabajador Social, Licenciado en...
Revista Doble Vínculo
ISNN 0718-7815, Año 2 - Nº2
53
Operativo Maule UC:
Diagnóstico social de las comunas Curepto y Hualañé pos terremoto 27 de febrero
2010
Francisco Gatica1
Ariel Rosales2
Resumen
La forma regular de proceder luego de ocurrido un desastre, involucra acciones orientadas a satisfacer las necesidades inmediatas de la población sin necesariamente considerarse las intervenciones futuras en ella. La desconexión entre las intervenciones inmediatas y las de mediano y largo plazo, conducen a malgastar los recursos económicos y humanos, sin mencionar lo perjudicial para la población misma. En este sentido, resulta necesaria una intervención que no desconozca la relación entre los distintos momentos, es decir, la consideración del continuum emergencia-desarrollo en la intervención post desastre, para no verse afectado por dichas consecuencias. Bajo esta lógica, el Operativo Maule UC operó en el diagnóstico realizado, donde el equipo metodológico social construyó los índices de emergencia y de potencial de desarrollo.
Este trabajo se centra en la revisión del procedimiento y de los resultados obtenidos de ambos índices, los cuales indican que en las distintas localidades diagnosticadas, existe una alta potencialidad de desarrollo sobre todo en los sectores más vulnerables. Por otra parte, esto se hace posible de ver gracias a la geo-referencia que permite visualizar los lugares exactos con mayor potencialidad y vulnerabilidad – y su inversa – adelantándose a una intervención con miras a la perfección.
Palabras claves: intervención en desastre, trabajo social en desastre, diagnóstico social, desarrollo comunitario, políticas públicas.
1 Trabajador Social, Licenciado en Trabajo Social 2010. Pontificia Universidad Católica de Chile 2 Licenciado en Trabajo Social, magister© en trabajo Social, licenciado© en Filosofía Pontificia Universidad Católica de Chile.
Revista Doble Vínculo
ISNN 0718-7815, Año 2 - Nº2
54
Introducción
De forma regular, la manera de proceder
luego de un desastre involucra acciones orientadas
a satisfacción de necesidades que se suponen
inmediatas como alimentación y cuidados médicos,
sin embargo la acción de muchos organismos frente
a los desastres no reflexiona acerca de las
condiciones que en un mediano plazo puedan
presentar las poblaciones afectadas. Una revisión
preliminar del estado del arte nos sugiere que, si
bien, en un primer momento la asistencia de los
grupos afectados se torna prioritaria, es sólo
sustentable si se sigue con acciones que
mantengan y promuevan los recursos sociales con
los que los individuos y las familias cuentan. Se trata
de compatibilizar la supervivencia inmediata con la
futura, es decir, se busca conjugar la satisfacción de
las necesidades aquí y ahora con estrategias de
desarrollo sustentables en el tiempo. Es en este
sentido que conceptualmente los índices de nivel de
emergencia social y de potencialidad para el
desarrollo creados en este trabajo, se inscriben en
el continuum emergencia-desarrollo (Pérez, 2005).
Sin embargo, corresponde advertir que los índices
aquí presentados no cuentan – paradojalmente en el
caso de Chile, país de desastres recurrentes – con
un instrumental ad hoc a situaciones de emergencia
social derivadas de eventos catastróficos; es decir,
el diagnóstico realizado (con el eventual instrumento
de medición creado para esta ocasión) corresponde
a una primera versión de la intervención en
desastres bajo la lógica que propone Pérez.
Las estrategias de superación de catástrofes
pueden ser muy variadas, dependen del contexto y
de las capacidades de las personas, familias y
comunidades locales. Sin embargo, se consideran
como fundamentales, concurrentemente con
estrategias de intervención directa acordes a la
condición de emergencia social en que se
encuentran sujetos vulnerados post desastre,
estrategias paliativas de minimización de riegos a
mediano y largo plazo, el establecimiento y el
refuerzo de redes sociales formales y tradicionales
articuladas en el marco de un plan de desarrollo
local (Woung y Leung 2008, Miranda et. al. 2010)
Se espera que a partir de la información generada
sobre la base de estos índices sea posible
establecer orientaciones para, en un primer
momento, focalizar la entrega de la ayuda de
emergencia y, seguidamente, para llevar a cabo
acciones desde ya articuladas con lógicas y
acciones que apunten al horizonte del desarrollo de
las comunidades afectadas.
Intervención en desastre
Realizando un primer acercamiento a los
desastres, es necesario concebir las implicancias
naturales, materiales y sociales que tienen. El
paradigma físico-naturalista – que concibe a los
desastres como eventos temporales y
territorialmente segregados, en los cuales la causa
principal se adjudica a procesos físico naturales
(Hewitt en García y García, 2006; Miranda et. Al.
2010) – no resulta el más apropiado para analizar
tales situaciones, sino más bien, es necesario
Revista Doble Vínculo
ISNN 0718-7815, Año 2 - Nº2
55
visualizarlo desde un enfoque que combine tanto lo
físico naturalista, como lo social. De esta manera,
Lavell (en García y García 2006) sostiene que “un
desastre es tanto producto como resultado de
procesos sociales, histórica y territorialmente
circunscritos y conformados”.
Al presenciar un desastre, además de las
incidencias netamente naturales (como terremotos,
huracanes, aluviones, etc.), este afecta al orden
social y a sus estructuras, interfiriendo en las pautas
de conducta cotidianas, en donde diversos actores
adquieren un rol diferente al establecido. Así, no es
puramente la amenaza natural la que produce el
desastre, sino el factor social contextual del
desastre: “aún cuando se trate de amenazas
propiamente naturales, en su concreción como
eventos destructores factuales habrá siempre una
mediación humana” (Campos, 2003: 2).
Por otra parte, no todos los desastres se
toman de igual manera; no conducen a la misma
tragedia, y dependerá en gran porcentaje del
contexto en el cual ocurre. En este sentido, además,
dentro de un contexto determinado existen
importantes elementos diferenciadores entre las
diversas situaciones de emergencia, que se
distinguen por su magnitud de impacto, tanto en lo
social como en lo natural, es decir, tanto por el
número de personas afectadas como la extensión
geográfica y por la gravedad de sus consecuencias.
Uno de los efectos de ciertos desastres naturales es
la ruptura del mundo cotidiano, de lo dado por
supuesto, de los cimientos normativos y simbólicos
sobre los cuales se desarrolla la vida grupal (Fouce
y Sánchez: 2002; Miranda et al: 2010).
Frente al suceso de un desastre de
implicancias naturales y sociales, múltiples son los
factores inmediatos que aparecen en acción. Por
una parte, se encuentra el Estado como principal
actor – como gobierno nacional o local, según el
nivel de descentralización alcanzado y comprendido
– el cual se presenta con la responsabilidad u
obligación directa de dirigir prácticas paliativas con
la intención de mitigar los daños percibidos (Pérez,
2005). Por otra parte, se encuentra la sociedad civil
y el mercado, que frente a una situación de
emergencia, introducen también a su vez, ciertas
medidas voluntarias con la misma finalidad que el
Estado, aunque la forma muchas veces varía.
Una vez canalizada la ayuda de la sociedad
civil y el Estado proveniente de diversas fuentes
(Wong & Leung, 2008), muchas veces nos
encontramos con prácticas poco profesionales que
dificultan, al final de cuentas, todo el proceso de
emergencia y desarrollo a realizar que de por sí
debe estar ligado. Si bien se integran líneas
interesantes para la sobrevivencia y abastecimiento
de la población afectada, las buenas intenciones
provocadas por un estado de ansiedad severa en la
sociedad, generan efectos hasta negativos en el
proceso de intervención. Desafortunadamente, esta
falta de entendimiento sobre el proceso de
reconstrucción social y comunitaria puede conllevar
a la focalización de recursos limitados en prácticas
menos efectivas – o incluso negativas – luego de un
desastre (Yoon, 2006). Por ejemplo, en un estudio
Revista Doble Vínculo
ISNN 0718-7815, Año 2 - Nº2
56
realizado luego de la inundación en Buffalo Creek
en la primera mitad de la década del ’90 en los
Estados Unidos, los planes inapropiados de refugio
y de casas de acogida conllevaron a la destrucción
de las redes informales causando más daños
psicológicos a los sobrevivientes que la misma
inundación (Riad y Norris, 1996, en Yoon 2006). En
este sentido, no todos los tipos de ayuda son
considerables como medidas paliativas efectivas en
la intervención post catástrofe o desastre, pues los
resultados de las intervenciones pueden no
contribuir en nada, o bien, influir de manera
negativa. (Miranda, et. al. 2010)
Por otra parte, resulta de extremada
importancia vincular las prácticas de lo inmediato,
con el mediano y largo plazo. La gestión de
desastres abarca varios tipos de intervención, con
objetivos diferenciados, con un peso y protagonismo
diferente, según la etapa en que se encuentre
(Pérez, 2005). Considerando a Pérez (2005), las
etapas de intervención no sólo se contemplan una
vez ocurrido el desastre, sino que además deben
considerar lo temporalmente previo a él, como lo
son las intervenciones dirigidas a la prevención y a
la preparación (para luego pasar a la mitigación).
Continuando con esta línea, la sociedad civil
como actor dentro de la gestión de desastres, debe
adscribirse bajo los mismos parámetros. La
sociedad civil adquiere un rol fundamental ya que se
presenta activamente en la dinámica social, por lo
menos en el contexto latinoamericano, el cual se
caracteriza por tener un Estado liberal y con una
fuerte privatización (o tendencia hacia ella), lo que
por ende se traduce en un Estado reducido en sus
funciones (Arocena, 1998) y con una escasa
capacidad de hacer frente a desastres que implican
una intervención para la reconstrucción. En esta
situación, la sociedad civil ha adquirido un rol
protagónico en los últimos años, con el constante
crecimiento del tercer sector articulado con el
Estado y el mercado. Particularmente en la gestión
de desastres, la sociedad civil no se presenta como
un obstáculo directamente para la gestión del
gobierno, sin embargo puede caer en los mismos
errores, según el planteamiento basado en Pérez
(esto no en perjuicio de la sociedad civil, sino del
que interviene, siendo incluso hasta el Estado). En
este sentido, sobre todo en el contexto
latinoamericano, los gobiernos, nacionales o locales,
suelen afrontar una escasez de medios materiales y
técnicos, por lo que requieren de ayuda de la
cooperación internacional para el desarrollo (Pérez,
2005), o bien una articulación con la sociedad civil
(Wong y Leung, 2008).
De esta manera, en la articulación de la
emergencia con el desarrollo, el diagnóstico social
adquiere un papel fundamental, pues permitirá
conocer con mayor claridad y exactitud la incidencia
de la catástrofe en un lugar determinado.
Construcción de los índices
Descripción del Operativo Maule UC, comunas
de Curepto y Hualañé. Marzo 2010.
Con el objetivo de apoyar a las comunidades de
Curepto y Hualañé tras los daños ocasionados por
Revista Doble Vínculo
ISNN 0718-7815, Año 2 - Nº2
57
el terremoto del 27 de febrero pasado, un equipo
multidisciplinario conformado por más de 100
estudiantes, 25 profesores y 30 profesionales de la
UC, coordinados por el Centro de Políticas Públicas,
trabajaron durante diez días en dichas localidades.
La ayuda brindada por los profesionales UC se vio
plasmada en la elaboración de un proyecto de
reconstrucción de los daños ocasionados por el
terremoto donde se plantearon los siguientes
objetivos: 1) Generar y sistematizar información
relevante para la toma de decisiones en la
reconstrucción comunal, 2) Identificar las
potencialidades de las personas y familias para
superar la situación de emergencia, 3) Realizar
intervención directa focalizada en los grupos
vulnerables y 4) Apoyar en la atención de salud
hospitalaria y rural.
De esta manera (y luego de 10 días de trabajo), la
primera etapa del operativo Curepto-Hualañé
concluyó el pasado 14 de marzo con la entrega del
diagnóstico, propuestas y recomendaciones, tanto
para el proceso de emergencia, como para el plan
posterior de reconstrucción de tales comunas. Las
áreas abordadas por el equipo fueron Vivienda,
Salud y Social: El objetivo del diagnóstico de
vivienda era la identificación de los daños físicos en
viviendas y construcciones con valor histórico
generados como consecuencia del terremoto, para
lo cual se hizo uso de la ficha técnica de daños
MINVU más una ficha diseñada por los
profesionales UC; por su parte, el diagnóstico social
tenía como objetivo la identificación del estado de
afectación de las familias, sus recursos y activos
como consecuencia del terremoto, y la intervención
directa focalizada en grupos vulnerables. Para esto,
la Escuela de Trabajo Social, en base a una revisión
bibliográfica, creó una ficha social de emergencia la
cual fue aplicada a las familias de ambas comunas3.
Para la aplicación de ambas fichas se contó con
duplas técnico-sociales, compuestas por arquitectos
o constructores civiles y un trabajador social, de
manera de garantizar un diagnóstico lo más
completo posible de cada una de las familias, un
trabajo eficiente y la posibilidad de cruzar estos
datos, además de que cada familia contara con
ambos diagnósticos. Así, y con la ayuda de
profesionales provenientes de la Escuela de
Geografía, fue posible la construcción de
cartografías de las localidades y la geo-
referenciación de los datos obtenidos. El total de
fichas aplicadas en Curepto fue de 1089 y en
Hualañé de 1391, pretendiendo de abarcar a la
población de manera censal.
Tal como se mencionó anteriormente, el objetivo de
este operativo era el de generar y sistematizar
información relevante para la toma de decisiones en
la reconstrucción comunal. En concordancia con lo
que plantea el estado del arte sobre el foco de las
intervenciones en contextos de emergencia social,
con los datos recabados fue posible la creación de
3 Cabe destacar, y como se mencionaba más arriba, que frente a la inexistencia de una forma de diagnosticar bajo la lógica del continuum de emergencia-desarrollo, este trabajo se presenta como una primera versión de una intervención planteada bajo esta lógica. Así, los índices creados para este diagnóstico, articulan estos dos momentos, respondiendo al estado de emergencia, y a su posterior desarrollo. Por otra parte, pensando en el contexto en el cual se realizaría el diagnóstico, la ficha social antes de ser aplicada fue presentada a los respectivos municipios para su aprobación.
Revista Doble Vínculo
ISNN 0718-7815, Año 2 - Nº2
58
un índice de nivel de emergencia social y uno de
potencialidad para el desarrollo, a través de los
cuales no sólo se dio cuenta de la problemática
situación de las familias y de sus necesidades más
urgentes, sino también de las potencialidades,
capacidades, capital social y recursos (materiales y
económicos) con los que estas contaban, además
de la posibilidad (y necesidad) de considerarlas
para formular acciones a mediano y largo plazo que
ayudaran a la reconstrucción de las localidades. De
esta forma, los datos obtenidos en cada uno de los
índices fueron agrupados en las categorías de bajo,
medio y alto, para poder focalizar en la geo-
referenciación los niveles de emergencia y
desarrollo de las distintas localidades.
Definiciones nominales
Con los siguientes índices se pretende observar
simultáneamente la población en situación de
emergencia social y el potencial de desarrollo que
presenten los individuos y las familias que habitan
en las distintas localidades, con la finalidad de
responder a la lógica de emergencia-desarrollo.
El Índice de Emergencia Social está destinado a
identificar a los grupos familiares vulnerables, y a los
miembros de las familias que viven en mayor riesgo
tales como niños y niñas, adultos mayores,
personas discapacitadas, madres adolescentes,
mujeres jefas de hogar y embarazadas. El índice de
emergencia social identificará las situaciones
desfavorecedoras de estados de vulnerabilidad y
desprotección de las familias. Estos estados
requieren de una respuesta inmediata para paliar en
lo posible los efectos de la situación sobrevenida,
proporcionando respuestas sociales que favorezcan
el reestablecimiento de la normalidad que ha sido
dañada o perdida a partir de la situación de
desastre.
El Índice de Potencial de desarrollo4 está
asociado a la identificación de las potencialidades
de las familias, tales como los recursos materiales,
económicos, sociales y humanos que puedan ser
utilizados para el mejoramiento de la calidad de vida
de éstas.
Definiciones operacionales
1. Índice de emergencia social
Las variables a utilizar en la medición del índice de
emergencia social se dividen en cinco dimensiones:
(i) habitabilidad; (ii); (iii) salud y grupos vulnerables;
(iv) recursos financieros; y (v) recursos sociales. La
habitabilidad, corresponde a una dimensión que
observa las condiciones de la vivienda luego del
terremoto, es decir, si cuenta con los servicios, el
equipamiento necesario y los riesgos de habitar en
ella. El número de personas afectadas corresponde
a la cantidad de integrantes que se vieron afectadas
en función de la condición de viviendas inhabitables,
4 El potencial de desarrollo se vincula a un concepto amplio de desarrollo, entendido este como una situación múltiple que abarca aspectos sociales-relacionales, personales (habilidades y capacidades) y económicos (ingresos). El desarrollo es una condición social, en la cual las necesidades auténticas de la población se satisfacen con el uso racional y sostenible de recursos disponibles.
Revista Doble Vínculo
ISNN 0718-7815, Año 2 - Nº2
59
lo que pretende cuantificar cuántas personas han
sido afectadas por el terremoto en la localidad. La
tercera dimensión corresponde al estado de salud
de las familias tanto previa como posteriormente al
terremoto, además de las personas vulnerables que
existen en las familias. En cuarto lugar se considera
el ahorro de las familias. Finalmente, la quinta
dimensión refiere a la existencia de redes sociales
de apoyo básico y el capital humano existente al
interior de cada familia.
Así, las dimensiones del Índice de Emergencia
Social son:
Habitabilidad: se entiende como la relación
entre la presencia de equipamiento básico
(Alojamiento y alimentación), y la condición de
la vivienda en términos estructurales.
Población afectada: Corresponde al número
de personas afectadas en función del la
condición de viviendas derribadas o
inhabitables.
Salud y grupos vulnerables: Refiere a la
presencia tanto de personas con un mayor
grado de vulnerabilidad (embarazadas, adultos
mayores, niños, discapacitados y personas con
enfermedades crónicas), como de personas con
problemas de salud anterior y posterior al
terremoto.
Recursos financieros: Corresponde a los
ahorros en términos monetarios de las familias.
Recursos Sociales: Corresponden al capital
social y capital humano presente en las
familias. Mide la colaboración social entre las
diferentes redes de apoyo, y el uso de las
capacidades presentes en el grupo familiar para
la reconstrucción. Esta dimensión se compone
de dos subdimensiones:
o Capital humano: se entenderá como la
existencia de mano de obra disponible
al interior de la familia para reconstruir o
reparar los daños sufridos.
o Capital Social: se entiende como la
existencia de redes de apoyo básico
(parientes, amigos, etc.) y la presencia
de redes formales e informales
preexistentes (iglesia, junta de vecinos,
hospital, etc.).
Dada la combinación de las variables presentadas,
se establecen tres niveles de emergencia social:
1. Alta: Se define como la condición
donde las familias se encuentran con su
vivienda derribada, sin equipamiento
para la alimentación, con la presencia
de más de un individuo vulnerable al
interior del grupo familiar, baja
presencia de mano de obra cercana
para posibles reparaciones y la
inexistencia de redes de apoyo.
Revista Doble Vínculo
ISNN 0718-7815, Año 2 - Nº2
60
Tabla 1.- Operacionalización Índice de Emergencia Social
Concepto Variables Dimensión
Índice de Emergencia Social
Habitabilidad Equipamiento
Condición de la vivienda
Numero de Población afectada por familia
Salud y grupos vulnerables Grupos vulnerables
Personas con problemas de salud
Recursos financieros
Recurso Social
Capital Humano
Capital Social
2. Media: se refiere a la situación donde las
familias se encuentran con su vivienda
dañada (reparable), con una pequeña parte
de los servicios habilitados, con menos de la
mitad del equipamiento de alimentación y
con la presencia de al menos un individuo
vulnerable dentro del grupo familiar. Este
grado de prioridad incluye la no presencia
de mano de obra cercana y la baja
presencia de redes de apoyo.
3. Baja: hace referencia a la situación en
donde la vivienda de las familias no ha
sufrido daños, cuando los servicio de esta
están habilitados, pudiendo contar o no con
equipamiento de alimentación, con la
ausencia de individuos vulnerables y con la
existencia de redes de apoyo.
2. Índice de potencial de desarrollo
Para medir el potencial de desarrollo se han
considerado variables asociadas a recursos
disponibles de las familias (apoyo de
organizaciones, vehículos, comunicaciones,
etc.); al capital humano presente en las
familias (habilidades u oficios); al capital
social presente en las mismas (relaciones
con instituciones/organizaciones lo que
permite detectar las redes sociales para el
desarrollo a corto plazo); y a la voluntad de
permanencia en la localidad, donde se
pretende observar la voluntad de
permanecer en el lugar de residencia
Revista Doble Vínculo
ISNN 0718-7815, Año 2 - Nº2
61
después de la catástrofe con el objeto de
develar un grado de apego o pertenencia
con el lugar, y con ello establecer focos de
intervenciones sustentables.
Así, las dimensiones del Índice de Potencial
de Desarrollo son:
Capital Humano: Capacidad de
generación de ingresos que deriva de
las competencias laborales de los
integrantes de la familia en edad de
trabajar y de la actividad laboral del jefe
de hogar, es decir, conocer en que
población hay posibilidades para la
generación de recursos.
Capital social: Relación dentro de las
localidades entre las familias y diversas
organizaciones e instituciones de
servicios básicos como educación,
vivienda, salud, etc. Al mismo tiempo
refiere a la presencia de apoyos
cercanos hacia la familia. Se pretende
identificar el grado de relaciones
existentes entre las familias y algunas
instituciones (tanto formales como
cercanas) de cada localidad.
Disponibilidad de recursos: refiere a
la capacidad de las familias para
reparar o reconstruir su vivienda y/o
comunicarse con su entorno. Está
compuesto por dos dimensiones:
o Recursos materiales
disponibles para reparar o
reconstruir la vivienda
(materiales y herramientas de
construcción) y/o para la
generación de ingresos.
o Recursos comunicacionales
disponibles para la información
y posible generación de
ingresos.
Voluntad de permanencia:
Corresponde al grado de apego o de
pertenencia con el lugar de residencia,
considerando los daños causados por la
catástrofe.
Se explora, por tanto, la sociabilidad de un
conjunto humano y aquellos aspectos que
permiten que prospere la colaboración y el
uso, por parte de las familias, de las
oportunidades que surgen en estas
relaciones sociales. Una sociabilidad
entendida como la capacidad para realizar
trabajo conjunto, la de colaborar y llevar a
cabo la acción colectiva. Además permite
observar la presencia de redes, en cuanto
mide el grado de relación entre las familias y
las instituciones (formales y no formales).
Revista Doble Vínculo
ISNN 0718-7815, Año 2 - Nº2
62
Tabla 2.- Operacionalización potencial de desarrollo
Concepto Dimensión Subdimensión
Índice de Potencial de Desarrollo
Capital humano Capacidad de generar ingresos
Actividad laboral (del jefe de hogar)
Capital social
Disponibilidad de recursos Recurso Material Disponible
Recursos comunicacionales
Voluntad de permanencia
Dada la combinación de las variables se
establecen tres niveles de potencial: alto,
medio y bajo.
1. Alto: Presencia de capacidad para
generar ingresos y actividad laboral del jefe
de hogar, presencia de redes (formales e
informales), disponibilidad de recursos
materiales y comunicacionales y existencia
de voluntad de permanencia en la localidad.
2. Medio: Presencia de capacidad para
generar ingresos e inactividad laboral del
jefe de hogar, presencia de redes (formales
e informales), no disponibilidad de recursos
materiales y comunicacionales y existencia
de voluntad de quedarse en la localidad.
3. Bajo: Ausencia de capacidad para
generar ingresos e inactividad laboral del
jefe de hogar, ausencia de redes (formales
e informales), no disponibilidad de recursos
materiales y comunicacionales y no
existencia de voluntad de quedarse en la
localidad.
Revista Doble Vínculo
ISNN 0718-7815, Año 2 - Nº2
63
Presentación de los resultados
Al finalizar el operativo se logró aplicar la ficha social a 1.947 familias en las dos comunas, diagnosticando a
cada una de ellas y construyendo una base de datos la cual fue presentada a cada municipio. Por otra parte, se
logró levantar un mapeo con los resultados de los índices para cada localidad, para así identificar cada uno de
los casos en su lugar de residencia. Este segundo aspecto resultó muy favorable como insumo para las
intervenciones futuras ligadas al desarrollo, ya que permite saber con exactitud el panorama local. De esta
manera, los resultados obtenidos se presentan en el siguiente orden: primero, desde un análisis estadístico
general y segundo, el mapeo obtenido en cada localidad5.
Los resultados del los índices fueron los siguientes:
Tabla 3.- Índice de Emergencia Social
Frecuencia Porcentaje Porcentaje Válido
Bajo 659 33,3 47,9
Medio 675 34,7 49,9
Alto 30 1,5 2,2
Total 1354 69,5 100
Perdidos 593 30,5
Total 1947 100
Fuente: Elaboración propia
Considerando la categorización de la sección anterior de ambos índices, al observar la tabla nº1 se
evidencia que la mayoría, corresponde a la emergencia media con un 49,9% del porcentaje válido. A su vez,
sólo el 2,2% presenta una emergencia de nivel alto, al igual como se presentan en el gráfico.
El 30,5% de los datos perdidos (missing) se debe, mayoritariamente, a que en el momento de pasar por los
predios para aplicar la ficha, no se encontraba nadie en el lugar disponible para responder.
5 Este segundo producto, hubiese sido imposible de conseguir sin el trabajo conjunto con el equipo técnico encargado de
la ficha de infraestructura, y el equipo de geografía encargado de geo-refrerenciar la información.
Revista Doble Vínculo
ISNN 0718-7815, Año 2 - Nº2
64
Tabla Nº4 Índice de Potencial de Desarrollo
Frecuencia Porcentaje Porcentaje Válido
Bajo 131 6,7 9,4
Medio 797 40,9 57
Alto 471 24,2 33,7
Total 1399 71,9 100
Perdidos 548 28,1
Total 1947 100
Fuente: Elaboración propia
Por otra parte, en la tabla nº2, en cuanto al potencial de desarrollo también el nivel medio consiguió la
mayoría. No obstante, a diferencia del Indice de Emergencia Social, un porcentaje muy pequeño presenta un
potencial bajo de desarrollo, por lo que nos encontramos frente a un indicador favorable para la reconstrucción,
ya que por ejemplo, muchos habitantes de las localidades pretenden quedarse en el lugar pese a lo ocurrido.
Ahora, si desagregamos por sectores, se puede visualizar los resultados de los índices de la siguiente forma:
Tabla Nº3: Tabla de contingencia, Sector versus Índice de Emergencia Social
Sector Índice de Emergencia Social Total
Bajo Medio Alto
Curepto 47,9% 48,8% 3,3% 100,0%
Gualleco 46,8% 52,1% 1,1% 100,0%
Hualañe 47,7% 50,7% 1,6% 100,0%
La Huerta 53,2% 46,8% 100,0%
Tabunco 40,5% 59,5% 100,0%
El Molino 71,4% 28,6% 100,0%
Total 48,0% 49,8% 2,2% 100,0%
Fuente: Elaboración propia
Al observar la tabla nº3, considerando la emergencia social, sólo se evidencia una diferencia
significativa entre las localidades de El Molino y La Huerta con respecto al resto, pues, el índice de emergencia
Revista Doble Vínculo
ISNN 0718-7815, Año 2 - Nº2
65
fue más bajo en ellas. Por otra parte, Tabunco se visualiza como un sector con un nivel medio preponderante,
casi llegando al 60%
Por otro lado, respecto del potencial de desarrollo, se visualiza la misma tendencia en todas las
localidades: una mayoría clara en el nivel medio, y un 30% aproximado en el nivel alto.
Fuente: Elaboración propia
A pesar de que no se visualizan diferencias significativas entre las localidades (tabla nº4) respecto a los
resultados de los índices, lo que se buscaba corresponde a la focalización de los lugares más afectados,
independiente de los resultados mirados en términos generales. De esta manera, el trabajo con el equipo de
Infraestructura y con el equipo de Geografía, permitió determinar los lugares de mayor emergencia y de mayor
potencialidad.
Índices geo-referenciados6
Para el caso de la localidad de Curepto (diagramas 1 y 2) no existe a simple vista una correlación entre
ambos índices. Por otro lado, es posible divisar que el nivel de emergencia social Alto se dispersa a lo largo de
todo el predio urbano. En este caso, la información presentada al municipio es de gran relevancia ya que al ser
una localidad de mayor tamaño, es difícil divisar a priori los lugares donde se debe focalizar la información.
6 Para efectos de esta publicación, sólo se mostrará el resultado de las localidades de la comuna de Curepto.
Tabla Nº4: Tabla de contingencia, Sector versus Índice
Potencial de Desarrollo
Sector Índice de Potencial de Desarrollo Total
Bajo Medio Alto
Curepto 7,9% 58,5% 33,6% 100,0%
Gualleco 11,2% 51,0% 37,8% 100,0%
Hualañe 10,1% 55,3% 34,6% 100,0%
La Huerta 9,2% 55,2% 35,6% 100,0%
Tabunco 23,1% 61,5% 15,4% 100,0%
El Molino 85,7% 14,3% 100,0%
Total 9,4% 56,8% 33,8% 100,0%
Revista Doble Vínculo
ISNN 0718-7815, Año 2 - Nº2
66
Diagrama Nº1: Índice de Emergencia Social Geo-referenciado de Curepto
Fuente: Equipo Geografía Operativo
Maule UC 2010
En el diagrama Nº1 se
puede observar los lugares
directamente afectados según
la emergencia social. De esta
forma, para futuras
intervenciones se puede
focalizar la intervención a los
lugares que se designan
prioritarios por el índice. La
gran cantidad de predios en
blanco, refieren a sectores en
que no se pudo cruzar la
información entre el equipo de
infraestructura y el equipo
social, produciéndose una
cantidad significativa de datos
perdidos. Lo mismo se observa
en el diagrama Nº2.
En el diagrama 2, sin embargo,
se observa que la mayoría de
la localidad presenta un nivel medio o alto de potencial de desarrollo, lo que también es significativo para la
reconstrucción post terremoto. Si bien se posee la información de todo el sector que atraviesa a la localidad,
gran parte de la información no pudo ser geo-referenciada debido a los distintos intereses de los equipos.
Por una parte, el equipo de infraestructura consideraba fundamental diagnosticar todo el sector histórico de
Curepto (columna del mapa), mientras que el equipo social consideraba fundamental diagnosticar a toda la
comuna. Por problemas de factibilidad técnica en la cobertura de la localidad, no se pudo obtener la
información geo-referenciada de todo Curepto, dejando la periferia de la ciudad sin información específica
del lugar.
Revista Doble Vínculo
ISNN 0718-7815, Año 2 - Nº2
67
Diagrama Nº2: Índice de Potencial de desarrollo Geo-referenciado de Curepto
Fuente: Equipo Geografía Operativo
Maule UC 2010
En el diagrama Nº2, se observa
que la mayoría de la localidad
presenta un nivel medio o alto de
potencial de desarrollo, lo que
también es significativo para la
reconstrucción post terremoto. Si
bien se posee la información de
todo el sector que atraviesa a la
localidad, gran parte de la
información no pudo ser geo-
referenciada debido a los distintos
intereses de los equipos. Por una
parte, el equipo de infraestructura
consideraba fundamental
diagnosticar todo el sector
histórico de Curepto (columna del
mapa) mientras que el equipo
social consideraba fundamental
diagnosticar a toda la comuna. Por
problemas de factibilidad técnica en la cobertura de la localidad, no se pudo obtener la información geo-
referenciada de todo Curepto, dejando la periferia de la ciudad sin información específica del lugar.
La localidad de Tabunco fue posible cubrirla satisfactoriamente, obteniendo la información geo-referenciada del
100% del predio urbano, tal como se puede visualizar en los diagramas 4 y 5.
Revista Doble Vínculo
ISNN 0718-7815, Año 2 - Nº2
68
Diagrama Nº4 y Nº5: Índice de Emergencia Social e Índice de Potencial de desarrollo Geo-referenciados
de Tabunco
Fuente: Equipo Geografía Operativo Maule UC 2010
En los diagramas 4 y 5 es posible observar
que los lugares con un alto nivel de emergencia
social presentan a su vez un alto potencial de
desarrollo. Este aspecto debe ser considerado por
el Municipio u otras instituciones al momento de
intervenir, ya que justamente al focalizar la
intervención en aquellos sectores donde la
emergencia es mayor se encuentra una mayor
complejidad en la reconstrucción, ya que poseen
como factor positivo el potencial de desarrollo, lo
que permite establecer la hipótesis de que
probablemente son familias que tienen algún
recurso humano predominante, o bien quieren
permanecer en la localidad a pesar de lo ocurrido.
Revista Doble Vínculo
ISNN 0718-7815, Año 2 - Nº2
69
Diagrama Nº6: Índice de Emergencia Social Geo-
referenciado de Gualleco
Fuente: Equipo Geografía Operativo Maule UC 2010
En los diagramas 6 y 7 se pueden observar los
resultados de ambos índices de la localidad de Gualleco.
Si bien se observa que el nivel de emergencia
principalmente es bajo en todo el predio urbano
(diagrama nº6), a su vez se visualiza que el potencial de
desarrollo (diagrama nº7) ostenta también un nivel bajo
en la mayoría de los lugares.
Diagrama Nº7: Índice de Potencial de
desarrollo Geo-referenciado de Gualleco
Fuente: Equipo Geografía Operativo Maule UC 2010
Conclusiones finales
Dos aspectos fundamentales se rescatan
luego de realizado este diagnóstico post
terremoto en la zona sur del país. Por un lado, la
importancia del continuum emergencia-desarrollo
– su integración en el diagnóstico social con la
finalidad de contribuir a acciones paliativas
inmediatas y acciones para la reconstrucción –, y
Revista Doble Vínculo
ISNN 0718-7815, Año 2 - Nº2
70
por otro lado, incorporación de la geo-referenciación para focalizar la intervención.
Respecto al primer punto, como bien se
mencionó en la primera parte de este escrito, la
articulación entre la emergencia y el desarrollo
como intervenciones continuas e interrelacionadas,
no sólo contribuye a la maximización de los
recursos, sino que también contribuye a la
planificación de las prácticas a seguir en materia de
la intervención, actuando de manera responsable
(independientemente del organismo que lo esté
efectuando) para evitar acciones que pueden
resultar perjudiciales. En este sentido, es necesario
evadir las instancias de ansiedad en donde prima la
tendencia de actuar rápidamente en el punto álgido
del desastre, sin poseer una información precisa de
la situación (Pérez, 2005). Así, la generación de
este diagnóstico corresponde a una primera versión
de una intervención planificada bajo esta lógica, ya
que se consideran los aspectos inmediatos a
considerar en una intervención en la emergencia,
como también aquellos aspectos futuros para la
reconstrucción.
Por otra parte, también el trabajo geo-
referenciado se transformó en una técnica muy útil
para la intervención inmediata (emergencia) y, a la
vez, un insumo fundamental para la intervención a
mediano y largo plazo (desarrollo). La posibilidad
que entrega esta técnica es ventajosa en la medida
que pueden ser identificados los casos
específicamente en su ubicación. De esta manera,
la geo-referenciación permite focalizar los recursos
(escasos por lo demás) logrando su maximización.
Referencias Bibliográficas
Arocena, José 1998. “Discutiendo lo local, coordenadas del
debate” Cuadernos del CLAEH, Nº 41, Montevideo.
Campos, A. 2003. “Educación y prevención de desastres”.
[Documento en línea]. Disponible en
http://www.desenredando.org/
Fouce, Guillermo y Sánchez, Esteban 2002. “Intervención
psicosociológica en situaciones de estrés agudo:
consideraciones teóricas y sugerencias para la intervención
en situaciones de emergencia”. Anuario de Psicologá,
Facultad de psicología. Universidad Complutense de Madrid.
García, A. y García, M. 2005. “Concepciones paradigmáticas
subyacentes en el manejo e investigación sobre desastres”.
Miranda, Patricio. Co-Autores: Gatica, Francisco; Atala,
Claudia; Zenteno, Romina. 2010. “De desastres, políticas y
públicos”, en Revista Trabajo Social Nº78, Facultad de
Ciencias Sociales, Pontificia Universidad Católica. Santiago.
Chile
Perez de Armiño, Karlos 2005. “Gestión de desastres”.
Diccionario de Acción Humanitaria y Cooperación al
Desarrollo. Disponible en
http://www.dicc.hegoa.ehu.es/listar/mostrar/119 .
Wong, Hung y Leung, Terry 2008. “Collaborative vs.
Adversarial. Relationship between the State and civil society
in facing public disaster. The case of Hong Kong in the SARS
crisis”. Asian Pacific Journal of Social Work and Development,
Volume 18, Nº2.
Revista Doble Vínculo
ISNN 0718-7815, Año 2 - Nº2
71
Yoon, Intae. 2006, “A Mixed-Method Study of Princeville’s
Rebuilding from the Flood of 1999: Lessons on the
Importance of Invisibile Community Assets”. East Carolina
University.