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Conocimientos geográcos en la Edad Media Geographical Knowledge in the Middle Ages Rafael Cid Rodríguez UNED, Centro Asociado de Sevilla

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  • Conocimientos geogrficos

    en la Edad Media

    Geographical Knowledge in the Middle Ages

    Rafael Cid RodrguezUNED, Centro Asociado de Sevilla

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    Revista de Humanidades, 16 (2009), p. 91 - 104. ISSN 1130-5029

    Conocimientos geogrficos en la Edad Media

    Geographical Knowledge in the Middle Ages

    Rafael Cid Rodrguez

    UNED, Centro Asociado de [email protected]: 29 de agosto de 2009Aceptado: 30 de octubre de 2009

    Resumen

    Los conocimientos geogrficos durante gran parte de la Edad Media carecieron del rigor cientfico propio de la poca clsica, derivando hacia el mbito de lo legendario, lo religioso y lo simblico. Tras la conmocin acaecida por las invasiones germnicas y la cada del Imperio Romano, tuvo lugar un cambio rpido y radical en las formas de vida y de pensamiento de los europeos que coincidi con un paulatino afianza-miento de la religin cristiana. Esta nueva situacin provoc un cambio de enfoque a la hora de abordar los conocimientos geogrficos y muchos escritos antiguos que-daron amontonados y olvidados en las vitrinas de los scriptoriums monsticos. Sin embargo, precisamente este carcter religioso del periodo medieval servira a su vez como impulsor del conocimiento de nuevas tierras con las miras puestas en la con-quista del mundo conocido a favor de la predicacin y la evangelizacin.

    Palabras clave: conocimientos geogrficos, Edad media, cartografa, descubrimien-tos geogrficos

    Abstract

    Geographical knowledge for much of the Middle Ages lacked the scientific rigor of the classical period itself, leading to the area of legend, religion and symbolism. After the commotion that occurred by the Germanic invasions and the fall of the Roman Empire, there was a rapid and radical change in lifestyle and thinking of the Euro-peans, which coincided with a gradual strengthening of the Christian religion. This new situation led to a shift of focus to address the geographical knowledge and many old writings were forgotten in the crowded and windows of monastic scriptoriums. However, precisely this religious character of the medieval period, in turn, serve as an engine of knowledge of new lands with sights set on conquering the known world for preaching and evangelism.

    Keywords: geographical knowledge, Middle Ages, cartography, geographical discoveries

    Ref. Bibliogrf. CID RODRGUEZ, Rafael. Conocimientos geogrficos en la Edad Media. Revista de Humanidades, 16 (2009), p. 91-104 ISSN 1130-5029

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    1. UN MUNDO POR DESCUBRIR

    Para los europeos, existan muchas lagunas en su concepcin de la realidad geo-grfica. Los escasos medios tcnicos les impedan viajar y conocer lo suficiente. Tanto frica como el Oriente eran para ellos parajes misteriosos donde las leyendas y las supersticiones circulaban libremente. Con las invasiones de turcos y mongoles, los europeos comienzan a tener conciencia de la existencia de un Oriente extenso. Por otro lado, el Atlntico era otro gran desconocido, era el mar tenebroso, una barrera llena de peligros: Nadie sabe lo que hay en ese mar, ni puede averiguarse, por las dificultades que oponen a la navegacin las profundas tinieblas, la altura de las olas, la frecuencia de las tempestades, los monstruos que lo pueblan y la violencia de sus vientos. Hay sin embargo en este ocano un gran nmero de islas habitadas y otras desiertas; pero ningn marino se atreve a penetrar en alta mar, limitndose a costear.1

    Deformaciones de la realidad o invenciones sern durante algunos siglos medie-vales una constante fruto del desconocimiento geogrfico. Tanto Occidente como Oriente tendrn un conocimiento ms o menos exacto de su hbitat pero una carencia

    1. MENNDEZ-PIDAL, Gonzalo. Hacia una nueva imagen del mundo. Madrid: Real Aca-demia de la Historia, 2003, p. 99.

    Mapamundi de Ptolomeo

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    casi absoluta el uno del otro. Centrndonos en el Mediterrneo, vemos cmo la ciencia geogrfica olvid pronto a Ptolomeo (siglo II) y cmo de los tratados matemticos se pas a las representaciones fantsticas. A los Padres de la Iglesia les repugnaba la idea de una Tierra esfrica y se burlaban de la nocin de las antpodas. Entre los siglos VIII y X, los rabes fueron los verdaderos continuadores de la tradicin griega. Determi-naron la posicin de numerosas zonas e inventaron instrumentos para medir la altura de las estrellas. Precisamente seran los musulmanes quienes transmitiran ms tarde a Europa sus conocimientos y los que fueron adquiriendo por el contacto con otras culturas como la china o la india (brjula, lgebra, etc.). Tambin los normandos, con sus incursiones piratas desde el norte de Europa, se adentraron en tierras desconoci-das. Este sera el caso de Erick el Rojo que lleg hasta Groenlandia y estableci all colonias temporales o los casos de Bjarni Herjulfsson y Leif Ericsson (siglo X) a los que parte de la historiografa les atribuye un temprano descubrimiento de Amrica, aunque sin ninguna trascendencia posterior.

    En la historia de la Geografa medieval tenemos que sealar una inflexin impor-tante en torno al siglo XIII, dando lugar a un antes y un despus. En la primera etapa, y superadas las teoras de Cosmas Indicopleustes, San Isidoro de Sevilla (siglo VI) y Beda el Venerable (siglo VII) se admitira la esfericidad de la Tierra al tiempo que numerosos descubrimientos geogrficos iran enriqueciendo la percepcin cientfica de nuestro entorno.

    Entre los principales gegrafos del siglo V podemos sealar a Paulo Orosio, a quien debemos el primer mapa conocido aunque con notables imprecisiones referen-tes a frica y a Asia meridional. En la misma poca encontramos a Macrobio, filsofo latino conocido por sus teoras sobre el ocano y la existencia de un doble continente austral. En el siglo VI encontramos a Cosmas Indicopleustes, incansable viajero y comerciante que lleg hasta la India y que posteriormente elabor una interpretacin sobre la forma del mundo, que consideraba plana, imitando a un paralelogramo de doble longitud que latitud. Todo el conjunto estara a su vez rodeado por un gran ocano con cuatro golfos: Mediterrneo, Caspio, Prsico y Arbigo. Al Oriente, ms all del de este ocano, situaba el paraso terrenal. Cosmas describe la India y men-ciona China. De esta forma, daba una idea aproximada de la ubicacin de ambas, idea que luego se perder. Precisamente, la situacin de la India, del todo inexacta durante mucho tiempo, fue la causante de que tras el Descubrimiento de Amrica se hablase de las Indias.

    En la siguiente centuria destac con luz propia San Isidoro de Sevilla que divide de la Tierra en Asia, Europa y frica aunque admitir tambin la existencia de una cuarta parte detrs del Ocano interior, al medioda, desconocida para nosotros por los ardores del Sol, en cuyos confines viven los fabulosos Antpodas2. La geografa descriptiva de San Isidoro fue considerada como obra fundamental durante la Edad

    2. ISIDORO, Santo. Arzobispo de Sevilla. Etimologas. Texto latino, versin espaola y notas por Jos Oroz Reta y Manuel-A. Marcos Casquero ; introduccin general por Manuel C. Daz y Daz. Madrid : Biblioteca de Autores Cristianos, 2004, Libro XII.

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    Media. Por su parte, el telogo e historiador ingls Beda el Venerable (siglo VIII) -a la sazn Doctor de la Iglesia Catlica-, inspirado por las Sagradas Escrituras recalc la idea de la Tierra como centro del Universo y del hombre como centro de la Creacin. En el siglo IX, el monje irlands Discuil nos informa ya del paradero de las islas Fero y de Islandia. Ms adelante, Moiss de Corena (siglo X) afirma que el mar Caspio no es el mismo que el mar de la India, mientras que Adam de Bremen en su Crnicade los Obispos (1072-76), informa con precisin sobre la geografa de los pases del norte de Europa.

    Sin embargo todos estos saberes geogrficos, que con el paso de los siglos van perfeccionndose, an dan muestras de innumerables carencias. Ello se traduce en la presencia casi continua de numerosas alusiones a la fantasa de los autores. As, nos hablan repetidamente de dragones y monstruos que pueblan los mares, de la imposi-bilidad de vivir en el frica ecuatorial por sus elevadas temperaturas, de los pigmeos que habitan la India o de las islas situadas en el Atlntico y de su notable carga de misterios (la Atlntida, la isla de San Brandn, etc.)

    En el siglo XII empezara ya a vislumbrarse el camino de los futuros descubri-mientos geogrficos. Se admitira la esfericidad de la Tierra y la habitabilidad de las zonas trridas. Juan de Sacrobusto, gegrafo ingls de la poca escribi: La redondez en sentido de norte a sur se prueba por el hecho de no ser visibles las mismas estrellas en todas las latitudes (...). Si la Tierra fuese plana, no podra ocurrir esto3. Tambin

    3. SACROBUSTO, Juan de. Tractado de la Sphera. En: GONZLEZ-ALLER Hierro, Jos Ignacio (comp.). Obras clsicas de nutica y navegacin. Madrid: Fundacin Histrica Tavera, Digibis, D.L. 1998

    Esquema macrobiano del mundo en un medalln francs de 1461

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    da como ejemplo el hecho de que las velas de un barco, vistas desde la orilla, van des-apareciendo conforme ste se adentra en el ocano. Pensaba adems, que una parte de la zona trrida sera inhabitable a causa del calor al igual que otra zona, la ms cercana al Polo, tambin lo sera por sus bajas temperaturas.

    Importante fue sin duda la tarea de Alfonso X el Sabio, que vivi en el siglo XIII. Este rey castellano recopil todos los conocimientos geogrficos, como tambin de otras tantas cosas, de la Edad Media. Aqu se podr leer: la Tierra es un cuerpo esfrico suspendido en el espacio. Otro autor de este mismo perodo fue Vicente de Beauvais que tambin comparte la idea de la esfericidad terrestre aunque fija como lmite oriental de Asia a la India. Por su parte, Alberto el Grande conocer el mar Bltico y sus costas, mientras el franciscano Rogerio de Bacon recopilar noticias hasta entonces desconocidas del interior de Asia tomadas de Guillermo de Rubruck. Tambin el mismo Dante se pronunci sobre estas cuestiones y defenda, conforme a la teora de numerosos cartgrafos, la existencia de un continente separado por el mar ms all de las Columnas de Hrcules.

    Otro aspecto significativo para el conocimiento global de nuestra geografa ven-dra de la mano de los viajeros por el continente asitico. La mayora de las expedicio-nes terrestres a este continente estuvieron motivadas por los grandes acontecimientos promovidos por Gengis Kan. La primera embajada europea que visit la corte de los trtaros estuvo a cargo de Juan de Plano Carpini, fraile minorista que fue enviado como legado apostlico por el Papa Inocencio IV con la intencin de alcanzar una alianza con el emperador mongol. Carpini inici su periplo en 1245, atravesando Bohemia, Polonia y Cracovia, sigui el curso del ro Dnieper y alcanz la corte del Gran Kan llegando a Karakorum en 1246. Desgraciadamente para el papado la ten-tativa de alianza fracas, pero Carpini suministr importantsimos datos geogrficos de las tierras visitadas. Por este mismo motivo tambin fue primordial el viaje que realiz el ya sealado Guillermo de Rubruck. Este fraile franciscano de origen belga parti en 1255 por mar desde Constantinopla hasta el extremo nordeste del mar de Azof, luego se encamin hacia el ro Volga y desde all a la corte del Gran Kan.

    No obstante, el relato ms importante de la poca es el que nos suministra el veneciano Marco Polo a finales del siglo XIII. Durante 26 aos recorri Asia visi-tando Armenia, Persia, la India y el imperio trtaro donde residi 17 aos. Su narra-cin incluye datos de muy diversa naturaleza. Describe pases, regiones, ciudades, rutas comerciales, riquezas y modos de vida muy diferentes a los europeos. Aunque tambin nos refiere leyendas ms o menos fantasiosas que tuvo la oportunidad de escuchar, como la del reino cristiano del Preste Juan, en general su obra contribuy a la destruccin de muchos relatos fantsticos y a un conocimiento real y desmitificado del continente asitico. La brillante descripcin de Marco Polo da idea de las riquezas naturales de los pueblos de Oriente, de las perspectivas de posibles alianzas con ellos y de un inmenso campo comercial que se les brindaba desde el momento en que Asia empezaba a ser un territorio ms cercano.

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    Segn lo visto hasta ahora, el siglo XIII ser el ms importante a tenor del peso cualitativo de los descubrimientos acontecidos al tiempo que por la competencia de sus gegrafos. La reactivacin que conoce el comercio en esta centuria dar paso a un hecho fundamental en la historia de los descubrimientos geogrficos: ser el conoci-miento de Asia, el inters por llegar a ella, la bsqueda de mejores y ms cortas vas de comunicacin para obtener mayores ventajas comerciales (especias, metales precio-sos, seda, plantas tintreas, etc.) y como culminacin de todo ello en el siglo XV- el hallazgo de un nuevo continente y poco ms tarde la circunvalacin del globo terres-tre. De este modo quedara concluida una importante etapa en la historia de los des-cubrimientos geogrficos con la conciencia clara de vivir en un mundo comunicado.

    2. LA CARTOGRAFA CRISTIANA

    En los siglos XII y XIII nace la cartografa que da a los seres humanos el dominio del mar y control del mundo. No obstante, el mapa ms antiguo que conocemos se debe a Paulo Orosio, hallado en un manuscrito del siglo VII. Otros mapas sealados son los de San Isidoro y el de San Beato, ambos del siglo X. Del norte de Europa nos llega el conocido como anglosajn (siglo X) y el de Holdingham (siglo XIII). Todos ellos vienen acompaados de sus correspondientes leyendas, de inscripciones, figuras de ciudades y monstruos.

    Estructura de un Mapamundi medieval, tal y como aparecen en las

    Etimologas de Isidoro de Sevilla (560-636)

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    Existen tambin cartas marinas, mapas que se construan sobre principios cientfi-cos, a saber, la distribucin de las distancias astronmicas entre los puntos sealados en l. Caracterstico de estas cartas es el sealar los caminos martimos. No se conoce ningn mapa nutico anterior al siglo XIII. Precisamente en este ltimo siglo apare-cieron dos cartas marinas: la hispano-rabe y la pisana de 1270 (exclusivamente del Mediterrneo).

    En el siglo XIV encontramos a Marino Sanuto, cosmgrafo veneciano que realiz cinco viajes a Asia y elabor un mapa mundi ubicando la Tierra Santa en el centro habitable del orbe. Sanuto sealaba tambin la franja cercana al ecuador como inha-bitable por sus altas temperaturas. De esta misma poca es el franciscano Odorico de Portenau, que en 1326 realiz un viaje misionero adentrndose en el corazn de Asia y llegando hasta Cambalu. Fue el primer europeo que vivi en el Tibet. En su relato introdujo fbulas y exageraciones. Pascual de Vitoria visit la Rusia meridional y fray Juan de Marignolli lleg a Pekn en 1342. Este ltimo afirm haber pasado muy cerca del paraso. Otro autor, Mendeville apunta la posibilidad de rodear la Tierra y relata que la circunval un normando. Finge haber hecho un viaje por Persia, la India y China, pero ms bien se trata de una recopilacin de otros viajeros anteriores. Sus escritos ejercieron una importante influencia sobre Cristbal Coln y sus concep-ciones geogrficas. Cartgrafos del siglo XIV fueron Pedro de Visconti, genovs que realiz un mapamundi donde se recoge el extremo oriental de Asia; el propio Marino Sanuto que en 1320 confeccion otro mapamundi; y Jehuda Cresques (1350-1427), autor del famoso mapa cataln de 1375 y uno de los grandes monumentos cartogr-ficos de la Edad Media-, que recoge de forma bastante exacta frica, Asia y Europa. Cresques se convirti al Catolicismo y paso a llamarse Jaime Ribes. En Mallorca form una escuela de cartografa y cosmgrafos muy reputada.

    Ya en el siglo XV podemos sealar a Pedro de Ailly quien en 1440 compuso su clebre tratado Imago Mundi uno de los libros de cabecera de Cristbal Coln; a Abraham Zacuto, astrnomo al servicio de Portugal, que form parte de una expedicin cientfica a Guinea; y a Juan de Monte Regio, estudioso de la geometra y la astronoma. Una obra fundamental de esta poca fue escrita por Antonio de Nebrija4. Se trata de una recopilacin de todos los conocimientos geogrficos que se tenan hasta entonces. Aqu se afirman datos tales como que la mayor parte del planeta Tierra est formada por agua o que existen tres mares ms desconocidos en ese momento- como eran el Atlntico occidental, el Atlntico austral (mar Eti-pico) y el ndico. Inters tambin merece la obra de Nicolo Conti que procede a la descripcin del Asia meridional aunque sin llegar a China- que sirvi de gua hasta el siglo XVI.

    4. CODOER MERINO, Carmen ; GONZLEZ IGLESIAS, Juan Antonio (coords.). Anto-nio de Nebrija, Edad media y Renacimiento. En: Actas del Coloquio Humanista: Antonio de Nebrija, Universidad de Salamanca: Ediciones Universidad de Salamanca , 1994, p. 371-378. ISBN 84-7481-784-6.

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    A finales de la Edad Media, Constantinopla segua siendo el gran centro comer-cial entre Oriente y Occidente. All recalaban las sedas de China, las porcelanas y las apreciadas especies de la India. Luego, comerciantes venecianos, genoveses y catala-nes procedan a su distribucin por todo el occidente europeo. Pero en el siglo XV irrumpe un acontecimiento que acarrear consecuencias impredecibles. Los turcos invaden la Europa oriental y toman Constantinopla en 1453. Hasta entonces, tres eran las rutas comerciales con el oriente asitico. Una terrestre -la conocida como ruta de la seda, que una China, Samarcanda y Constantinopla- y dos martimas (India, Mesopotamia y mar Negro; y China, India, mar Rojo y mar Mediterrneo respectivamente). Todas ellas quedaron a merced de los turcos que, al sumarse a los intermediarios ya existentes, aumentaron considerablemente el precio de las mer-cancas que circulaban por estas importantes arterias comerciales. En este orden de cosas, y teniendo cerrado el paso tradicional, espaoles y portugueses se lanzaron a la bsqueda de rutas alternativas bordeando las costas de frica. De este modo, un desconocido continente africano comenz a abrirse a los europeos.

    Hasta la poca de don Enrique el Navegante no se haba avanzado en la costa atlntica africana ms all del cabo de Bojador, pero varios archipilagos se haban incorporado poco a poco a las cartas de navegacin. Las islas Canarias, conocidas desde la Antigedad, no haban sido visitadas hasta el ltimo tercio del siglo XIII. En 1351 aparece en algunos mapas la isla de Madeira y en 1431 fueron tambin redes-cubiertas las islas Azores. Los navegantes italianos fueron los artfices de muchos de estos descubrimientos.

    Mapamundi de Abraham y Jafuda Cresques (S.XIV)

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    En el siglo XV los portugueses recorrern las costas africanas. En 1415 conquis-tan Ceuta, en 1431 llegan a las Azores, en 1434 doblan el cabo Bojador, en 1441 alcanzan el cabo Blanco, en 1445 ya estn en cabo Verde, en 1447 llegan a Sierra Leona, en 1457 a Senegal, y en 1472 consiguen atravesar el ecuador terrestre. Pero sus logros no terminan aqu. En 1482 edifican en Costa de Oro, en 1483 llegan a la isla de Fernando Po, 1484 al ro Congo, en 1487 Bartolom Daz doblar el cabo de Buena Esperanza y, a finales de la centuria, los portugueses alcanzarn la India.

    En el mbito cartogrfico poco a poco se ir contorneando frica y cada vez de forma ms contundente se perfilar su costa oriental. Es importante la labor realizada por Andrs Bianco quien en su mapamundi de 1436 y prolongando los lmites de Ptolomeo, Marino de Tirso y varios gegrafos rabes, dibujar la cara oriental del con-tinente africano. Valseca, discpulo de Ribes, ya representa en sus cartas Ro de Oro, aunque su trabajo todava no presenta escalas en latitudes y longitudes. Su rosa de los vientos tiene 16 rumbos. Importante es tambin el mapa de los Borgia -segunda mitad del siglo XV- o el mapa de Mauro (1459) que recogen todos los conocimientos geogrficos de aquel tiempo. Como vemos, paso a paso sern ms numerosos este tipo de mapas, seal inequvoca del progresivo dominio de los seres humanos sobre el Ocano. Sin embargo, todava nos queda un mundo por descubrir.

    3. LOS GEGRAFOS RABES

    A partir de la muerte de Mahoma en 632, el Islam se difunde rpidamente. En este caso, al igual que ocurriera tiempo atrs con el cristianismo, un fenmeno reli-gioso se convertir a la postre en elemento catalizador de los saberes geogrficos. Los musulmanes rpidamente procedieron a describir las diversas porciones de sus territorios. Por otra parte, las peregrinaciones sagradas a la Meca requeran un amplio conocimiento de los itinerarios por parte de los fieles.

    Los rabes, aprovechando los conocimientos desarrollados por los autores grie-gos principalmente en Aristteles y Ptolomeo-, consiguieron una Geografa ms avanzada que la definida por los clsicos, a quienes adems daran a conocer en Occi-dente. Desde el siglo IX tenemos ya ejemplos notables del quehacer de los gegrafos rabes. As, contamos con la Geografa de Alfragano que afirmaba cosas tales como que la Tierra con toda sus partes terrestres y martimas es a modo de esfera. Pero aun pensaba que nuestro planeta era el centro del universo. Otros destacados autores fueron Ibn Fossban -que describe el imperio ruso-, e Ibn Hankal que relata con gran perfeccin la vida comercial de las ciudades rabes y sus pases.

    En el siglo X encontramos a Massudi, que recorri casi toda Asia y que afirmaba tambin la esfericidad de la Tierra, y en el siglo XII tenemos a otro erudito legen-dario -Albiruni- que describe la India. Pero sin duda, el ms completo gegrafo de toda la Edad media fue sin duda Mohamed Al-Adrisi. Nacido en Sabtah, la actual ciudad espaola de Ceuta, entonces perteneciente al imperio almorvide, Al-Idrisi recorri numerosos territorios para terminar recalando en la ciudad siciliana de

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    Palermo. All, para la corte del rey Rogerio II construy un globo celeste y un gran mapamundi de plata (1154) orientado en sentido inverso al utilizado actualmente (el norte abajo y el sur arriba), acompaado de un libro -denominado Geogra-fa- donde se recoge el mundo conocido hasta entonces. As, por ejemplo, inclua datos precisos sobre la Europa cristiana, mencionando los pases y las ciudades ms importantes (los actuales Espaa, Francia, Pases Bajos, Alemania, Irlanda, Suecia, Finlandia y Rusia). Con respecto al mundo oriental, los conocimientos de Al-Idrisi presentan algunas carencias y tuvo que subsanarlos recurriendo a otros tratadistas rabes. Seal que la Tierra era esfrica y que en el hemisferio norte viva toda la poblacin (en el sur haca demasiado calor). Otra figura importante fue Ibn Al-Wardi (S.XIII) que escribi una geografa del Asia anterior y del norte de frica. Por su parte, en el siglo XIV encontramos al viajero que ms pases tuvo ocasin de visitar, Ibn Batuta, que recorri casi toda Asia, buena parte de frica y Espaa. Sus relatos nos han aportado una precisa visin del comercio y de las costumbres de todos los lugares que visit.

    En general, los gegrafos rabes fueron buenos conocedores de su propio territo-rio al tiempo que presentaban ciertas lagunas hecho del todo comprensible- sobre el occidente cristiano. Sin duda, al estudiar la geografa terrestre desde los planos fsico y matemtico contribuyeron en gran medida a la medicin del grado del meridiano.

    Mapamundi perteneciente a la Tabula Rogeriana (S.XII)

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