Dialnet-ElLibroDeEsterEnLasVeresionesDramaticasDeLopeDeVega-136063

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El Libro de Ester en las versiones dramáticas de Lope de Vega y Felipe Godinez GERMÁN VEGA GARCíA-LUENGOS 1. Los dramaturgos esparioles del siglo xvii, poseedores de una nueva y fértil fórmula teatral, aprovecharon todo tipo de fuentes, orales y escritas, para elaborar sus piezas dramáticas. Por supuesto que la Biblia no fue ajena a estas dramatizaciones; antes al contrario, tenemos un buen n ŭmero de muestras de esta conversión de la materia biblica en materia de autos sacra- mentales y comedias. El enseñar deleitando, que conduce muchos de los in- tentos dramáticos y literarios en general del Siglo de Oro, encuentra cumplido eco en episodios como los de la Casa de David, Jose, Moises, Rut, Judit, Job, etc., en los que al contenido doctrinal se les ariade una subyacente fuerza dramática. En esta temática nuestros autores lograron algunas de las mejores obras del siglo xvri: La venganza de Tamar y La mejor espigadera de Tirso de Molina, Los cabellos de Absalán y La cena de Balasar de Calderón de la Barca... y por supuesto La hermosa Ester, obra que merece, en opinión de Menendez Pelayo, «la palma entre todas las comedias biblicas de Lope» Sin embargo, no hay una consonancia entre el interes que tuvieron los autores del Siglo de Oro por incorporar estas historias a su teatro y el escaso nŭmero de estudios y ediciones criticas que se han centrado sobre ellas. De todos los episcdios del Antiguo Testamento, el del Libro de Ester es uno de los que ofrece mayores posibilidades de dramatización, por m ŭlti- ples razones. Razones que van desde la teatralidad inherente al argumento a la acomodación de sus temas a las preocupaciones politicas, filosóficas y lite- rarias del momento: el regimen de privanza y la institución real, el tema de la Fortuna y la mutabilidad consustancial a la condición humana... Sin olvidar, por supuesto, las cuestiones de tipo moral y religioso: la providencia de Dios, el enfrentamiento del Bien y del Mal, de la humildad y de la so- berbia... y otros más especificos, derivados de la consideración de Ester como 1 Obras de Lope de Vega, publicadas por la Real Academia Española, III, p. LX. —14—

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  • El Libro de Ester en las versiones dramticasde Lope de Vega y Felipe Godinez

    GERMN VEGA GARCA-LUENGOS

    1. Los dramaturgos esparioles del siglo xvii, poseedores de una nuevay frtil frmula teatral, aprovecharon todo tipo de fuentes, orales y escritas,para elaborar sus piezas dramticas. Por supuesto que la Biblia no fue ajenaa estas dramatizaciones; antes al contrario, tenemos un buen nmero demuestras de esta conversin de la materia biblica en materia de autos sacra-mentales y comedias. El ensear deleitando, que conduce muchos de los in-tentos dramticos y literarios en general del Siglo de Oro, encuentra cumplidoeco en episodios como los de la Casa de David, Jose, Moises, Rut, Judit,Job, etc., en los que al contenido doctrinal se les ariade una subyacente fuerzadramtica. En esta temtica nuestros autores lograron algunas de las mejoresobras del siglo xvri: La venganza de Tamar y La mejor espigadera de Tirsode Molina, Los cabellos de Absaln y La cena de Balasar de Caldern de laBarca... y por supuesto La hermosa Ester, obra que merece, en opinin deMenendez Pelayo, la palma entre todas las comedias biblicas de Lope

    Sin embargo, no hay una consonancia entre el interes que tuvieron losautores del Siglo de Oro por incorporar estas historias a su teatro y el escasonmero de estudios y ediciones criticas que se han centrado sobre ellas.

    De todos los episcdios del Antiguo Testamento, el del Libro de Esteres uno de los que ofrece mayores posibilidades de dramatizacin, por mlti-ples razones. Razones que van desde la teatralidad inherente al argumentoa la acomodacin de sus temas a las preocupaciones politicas, filosficas y lite-rarias del momento: el regimen de privanza y la institucin real, el temade la Fortuna y la mutabilidad consustancial a la condicin humana... Sinolvidar, por supuesto, las cuestiones de tipo moral y religioso: la providenciade Dios, el enfrentamiento del Bien y del Mal, de la humildad y de la so-berbia... y otros ms especificos, derivados de la consideracin de Ester como

    1 Obras de Lope de Vega, publicadas por la Real Academia Espaola, III, p. LX.14

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    prefiguracin de Maria, en consonancia con la apropiacin del Texto hebreopor el Cristianismo. En este sentido, algunos de los pasajes del relato biblicohan sido aprovechados en varias piezas dramticas a lo largo del Setecientoscomo base de propuestas inmaculistas.

    El objetivo del presente trabajo es acercarse al diferente tratamientoteatral de este texto biblico en dos comedias de estrecha proximidad tempo-ral: La hermosa Ester de Lope de Vega y La Reyna Ester, obra indita deFelipe Godinez. Igualmente se pretende clarificar algunos puntos de historialiteraria datacin, influjos, atribuciones... con ellas relacionados.

    2. El Libro de Ester pertenece a los libros histricos del AntiguoTestamento y ocupa un lugar en la Biblia Vulgata entre el de Judit, de espi-ritu semejante, y el primero de los IVfacabeos. Su propsito, dejando apartesu dudosa historicidad, es la de exaltar el nimo el pueblo escogido entiempos de tribulacin, mostrando cmo Dios no lo abandona, escucha sussplicas y provee la forma de salvarlo.

    Al comienzo del relato, Asuero, rey de los persas, cuyos dominios seextienden ,desde la India hasta Etiopia, repudia a su esposa Vasti, aconse-jado por sus sabios y principes, al negarse sta a acudir a un festin en el queel rey pretendia mostrar su hermosura a todos sus sbditos (Cap. 1).

    Asuero es nuevamente aconsejado para que re na a las virgenes msbellas y escoja a una como reina. Entre las que acuden a la eleccin se en-cuentra Ester, joven judia hurfana de padres que habia sido adoptada porMardoqueo. Cuando a Ester, a quien su tio le habia prohibido confesar sulinaje, le llega el turno de presentarse ante el rey, halla gracia a sus ojosy es convertida en reina. Mardoqueo, por su parte, que cotidianamente acudea la puerta del palacio para interesarse por su sobrina, se entera de que doseunucos quieren matar al rey; los delata, y se recoge su hazaria en el librode las crnicas (Cap. 2).

    El rey Asuero eleva al poder a Amn, a cuyo paso todos doblan larodilla menos Mardoqueo. Cuando el privado se entera y lo comprueba,se enfurece; pero teniendo en poco matarle slo a el, urde el extermino detodos los hebreos. El rey le concede su deseo y los beneficios de la matanza(Cap. 3).

    Mardoqueo, informado del edicto y presa de una gran consternacin,pone al tanto a su sobrina y la insta a que visite al rey para rogar por supueblo, a pesar de la ley que prohibe verlo sin ser llamado (Cap. 4).

    Pasados tres dias de ayuno y oracin, Ester se presenta ante Asuero,que extiende hacia ella su cetro en serial de gracia. Alentada para que mani-

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    fieste su voluntad, le pide al rey que junto con Amn asista a su mesa.Acuden ambos, y Ester les convida de nuevo para el da siguiente. Amn,lleno de gozo por lo que el considera sumo honor, se tropieza con Mardo-queo, que una vez ms no se arrodilla a su paso. Encolerizado, y no valo-rando todas sus riquezas y honores ante esta afrenta, acepta el consejo desus allegados de levantar una horca de 50 codos y pedir al rey la autoriza-cin para colgar en ella al judo (Cap. 5).

    Cuando Amn va a hacer su peticin, se encuentra con que Asueroquiere premiar la delacin de Mardoqueo, de la que ha tenido noticia leyendoen una noche de desvelo el libro de las crnicas. Precisamente Amn va a serencargado .de su ensalzamiento por las calles de Susa, con la frmula que elmismo, creyendo que los honores eran para s, ha propuesto al rey. Los malospresagios se ciernen sobre el privado (Cap. 6).

    Durante el banquete, Ester descubre que es juda y pide justicia al reycontra Amn. Asuero se ausenta del festn dubitativo. Al regresar, ve a Amnprecipitado sobre el lecho de la reina pidiendo por su vda. Creyendo quepretende violentarla, ordena su ejecucin en la misma horca que tena dis-puesta para Mardoqueo (Cap. 7).

    En el resto de los captulos de la parte protocannica se redondea eltriunfo e la causa juda y de sus protagonistas. El rey da a Mardoqueoel puesto y las prerroga tivas de mn. Se escriben cartas para neutralizarel edicto de exterminio, autorizando a los hebreos a defenderse y vengarsede sus enemigos el mismo da que Amn tena destinado para hacerlos pere-cer, el 13 del mes de Adar. En el da siguiente se instituye la fiesta de Purimen memoria de este suceso (Est. 8, 1 - 10, 3) 2.

    2 El texto de la Biblia Vulgata p resenta dos Dartes: una protncannica, conservada enlengua hebrea, la cual constituye el n cleo de la histgria, que acabamos de sintetizar (Est.1, 110. 4); y una segunda parte deuterocannica, slo conservada en griego (Est. 10,5-16, 24).

    Las Dorciones deuterccannicas freron tradcidas por S. Jernimo del texto grie go delos LXX, y aadidas a continuacin de las Drotocannicas. Lo ms notorio ore diferenciaa las dos partes es la ausencia de al"siones a Dios en el texto conservado en hebreo, aunauesu presencia subyazca. Las porciones deuterocannicas tienen como fin aclarar v aadirdatos a las primeras, siendo un punto importante el concerniente a encarecer la piedad delos protagonistas.

    De algunas Dartes de la historia poseemns dos versiones: el eDisodio de la delacin porMardoqueo de los dos eunucos que pretendian Triatar al rev (Est., caD. 2 y 12) la inter-vencin de Esther ante Asrero como paso previo para pedir la salvacin de los judios(Est., cap. 5 y 15). En este ltimo caso, la parte deDterocannica da un mavor patetismo aesta escena en aue Ester comparece ante el rev, a pesar de la pena de rrwerte que pesabasbre el que eto osase. Es la versin anrovechada Dor Godinez, difiriendo asi esta escenade su comedia de la correspondiente en Lope, que sigue la fuente protocannica.

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    3. El Libro de Ester ya haba prestado su materia a dos autos delsiglo xvi, contenidos en el denominado Cdice de Autos Viejos de la Biblio-teca Nacional de Madrid: Auto del rey Asuero cuando descompuso ay Auto del rey Asuero cuando ahorc a Amn.

    En el siglo xvii y con posterioridad a las dos obras que analizaremos,Lope de Vega vuelve a introducir a Ester, junto con Amn y Asuero, en elsegundo acto de La limpieza no manchada 3 , escrita por encargo de la Urn-versidad de Salamanca para exaltar en 1618 la concepcin inmaculada deMara. En esta comodia, cuyo carcter es ms bien el de una extensa loaa lo divino, en opinin de Menendez Pelayo, Ester es preservada por partedel rey Asuero de la ley general que bajo pena de muerte impeda que alguiencompareciese a su presencia, figurando as la gracia de Dios que excepta delpecado original a Mara.

    Felipe Godnez, por su parte, tambien volver a dramatizar esta historiadel Antiguo Testamento en Amn y Mardoqueo, comedia publicada en laQuinta parte de comedias escogidas de los meiores ingenios de Espaa (Ma-drid, 1653), sobre cuya problemtica nos ocuparemos ms adelante.

    Con este mismo ttulo de Amn y Mardoqueo, Antonio Enrquez Gmez,de origen judo al igual que Godnez, y asimismo objeto de las actuacio-nes inqusitoriales, debi de escribir otra comedia de la que no se conservarastro 4.

    4. La hermosa Ester es una de las obras dramticas de Lope de data-cin y fijacin textual ms precisas 5 . En efecto, poseemos dos textos de granautoridad:

    Un manuscrito tendo por autgrafo.

    Una edicin de las presuntamente revisadas por el propio autor.

    3 M. Menendez Pelayo ha incluido esta comedia en las Obras de Lope de Vega edi-tadas por la R. A. E. Su reimpresin se encuentra en el t. CLXXXVII de la B. A. E.,pginas 153-192.

    4 La Barrera y Leirado cita esta obra de Enriquez GOmez en su Catlogo bibliogrficoy biogrfico del teatro antiguo espaol (Madrid, 1860), siguiendo a J. Amador de los Rios("Antonio Enrquez Gmez", Estudios... sobre los judos de Espaa, Madrid, 1848,pp. 569-607). Amn y Mardoqueo va incluida en el apartado de obras del autor que pro-meti y no lleg a publicar (p. 140).

    Constance H. Rose en su trabajo Tres retratos de Ester (comunicacin leida en el I Con-greso Internacional sobre Lope de Vega y los orgenes del teatro espaol, Madrid, 1980)opina oue esta comedia de Enriquez Gmez es la atribuida a Felipe Godnez, con el mismottulo, en la Quinta Parte (Madrid, 1653). Volveremos sobre esta cuestin ms adelante.

    5 S. G. MORLEY y C. BRUERTON, The Chronology of Lope de Vega's Comedias,M. L. A., New York; pp. 8 y 25.

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    El manuscrito, conservado en el British Museum de Londres, nosproporciona el lugar y la fecha de su finalizacin: Madrid, 6 de abril de 1610.La censura y licencia para su representacin son de Toms Gracin de An-tisco, fechadas el 10 de mayo de ese mismo ario. Las primeras representa-ciones debieron de correr a cargo de la comparia de Hernn Snchez deVargas, que ese ario hizo las fiestas del Corpus en Madrid 6 , como sepuede inferir de la advertencia representla el famoso Snchez connotable autoridad y acierto que figura en el segundo texto de alto gradode fiabilidad que tenemos de la obra: el que va inserto en sptimo lugaren la Dcimoquinta parte de Comedias de Lope de Vega Carpio... (Madrid,1621) 7 . Al frente de este texto impreso figura una dedicatoria a doria AndreaMara del Castillo, seriora de Benalura.

    Las dos versiones son las aprovechadas por Marcelino Menndez Pelayopara su edicin de la comedia en el tomo III de la coleccin de las obrasdramticas de Lope de Vega publicada por la Real Academia EspariolaLa edicin de 1621 es la tomada como base, por ser la ltima versin querevis Lope, aunque se da cuenta escrupulosamente, en notas a pie depgina, de las escasas variantes del manuscrito de 1610. La principal dife-rencia estriba en la ausencia de un pasaje de 26 versos en el manuscrito(HE, III, 170 a). En contrapartida, ste ariade una redondilla (HE, III,172 b) y completa, con un verso, otra defectuosa del impreso (HE, II, 160 a).El resto de las diferencias afectan a palabras, debindose preferir en la ma-yora de los casos, por mtrica y por sentido, la lectura del manuscrito.

    5. Poco tiempo despus de escribir Lope La hermosa Ester 9, debiFelipe Godinez de componer su comedia sobre el mismo asunto, La ReynaEster, que plantea una serie de problemas de identificacin y atribucin.

    Normalmente se han venido dando tres ttulos a una pretendidamentenica comedia de Felipe Godnez: La Reyna Ester, Amn y Mardoqueo y

    6 C. PREZ PASTOR, Nuevos datos acerca del histrionismo espaol en los siglos XVI yXVH, Madrid, 1901; pp. 117-118. Idem, segunda serie, publicados con un indice por Geor-ges Cirot, Bulletin Hispanique, IX, 1907. dcc. n. 100 y 101.

    7 Tambien e Madrid y en el rnismo ao, hay una reimpresin de esta DeimaquintaParte.

    8 Su reimpresin en la B. A. E. (t. CLIX, Madrid, 1963; pp. 135-179) es el texto quemanejaremos y por el cual citaremos, sealando, tras las siglas HE, el acto, el n mero dela pgina, y si se trata de la primera columna (a) o de la segunda (b).

    F. C. Sinz de Robles sigue fielmente el texto de M. Menendez Pelayo, para la edicinde la tragicomedia de Lope de Vega en Obras escogidas (t. III, 3.' edic., Aguilar, Madrid,1974; pp. 105-136).

    9 Precisamente, la datacin de esta comedia de Godinez es uno de los objetivos delpresente trabajo, y de ello nos ocuparemos ms adelante con detenimiento.

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    La horca para su dueo 1 Cuando en realidad el primero y el segundo res-ponden a obras totalmente diferentes, aunque muy posiblemente se debanambas al mismo autor, y el tercero no aparece asociado, y nicamente a lasegunda comedia, Amn y Mardoqueo, sino en las ediciones que de ella sehacen en los siglos xvill y xix.

    La segunda versin teatral de Godnez sobre la historia de Ester fueimpresa por primera vez en Madrid, en 1653, con el nico ttulo de Amny Mardoqueo, inserta en la Quinta parte de comedias escogidas de los meio-res ingenios de Espaa, ocupando el segundo lugar de las doce comedias quecomponen el volumen (pp 48-79)

    No hay, que conozcamos, ninguna atribucin del ttulo de La horca parasu dueo a Felipe Godnez en el siglo xvii, y, sin embargo, aparece frecuen-temente citada esta denominacin en ocumentos teatrales, piezas de ttulosde comedias, etc., a lo largo de este siglo. Generalmente los estudiosos suelenasociar estas alusiones con Godnez, ya exclusivamente ", ya en disputa conLope 12 Pues bien, tal ttulo se debe casi con seguridad a este ltimo, y,sin otros datos fehacientes que apoyen a Felipe Godnez, con Lope de Vegahay que relacionar las menciones de La horca para su dueo en el sigloxvrt 9 . Para estas afirmaciones nos basamos en una variante del manuscritolondinense de La hermosa Ester, que premeditadamente se omiti en su mo-mento para recogerla a propsito de esta cuestin Mientras el impreso de1621 cierra la obra de esta manera:

    Porque emos fin con estoa la soberbia de Amny humildad de Mardoqueo

    el autgrafo de Lope propone como ltimo verso en lugar del transcritodrriba:

    Y la horca para su duerio

    10 Con esta triple titulacin aparece en: C. A. de la BARRERA y LEIRADO, Opus cit.,p 172; A PAZ Y MELIA, Catlogo de las piezas de teatro que se conservan en el departa-mento de manuscritos de la Biblioteca Nacional, t. I, Madrid, 1934, p. 471, n. 3112;jr . SIMON DAZ, Bibliografa de la literatura hispnica, t. X, Madrid, 1972, p. 661, n 5476.Asimismo, se repite en la mayora de los estudios y manuales que citan obras de Godnez.

    As lo hacen, por ejemplo, Hugo A. Rennert y,Amrico Castro en su "Bibliogra-fa de las comedias de Lope de Vega" (en Vida de Lope de Vega, Madrid, 1919, p. 487.Es la opinin ms generalizada.

    12 A RESTORI, Piezas de ttulos de comedias, Messina, 1903; p. 26.13 En una crenta de gastos de la cofrada del Santsimo Sacramento de Horche (Gua-

    dalajara), se alude a una copia de una ccmedia de este ttulo en 1613 (apudPREZ PASTOR, Opus cit (B. H.), p. 378, doc. n. 118). Asimismo, es mencionado estettulo en el verso 179 de la Loa sacramental de los ttulos de las comedias de Lope de Vega(1631-1635), y en el Entrenzs del DGctor Carlino (1642-1648) (apud A RESTom, Opuscit.)

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    Es costumbre muy extendida acabar las comedias con la mencin delos ttulos e incluso de los sobrettulos por los que son conocidas. En oca-siones estos finales sirven para encontrar textos presuntamente perdidos,de los que slo se conserva la alusin al ttulo, y que en realidad han sobre-vivido con otra denominacin, y a veces con otra atribucin 14.

    De la primera comedia de Godnez poseemos un solo texto. Se tratade un manuscrito con fecha de 1613, en el que nicamente figura en el encabezamiento de las tres jornadas el ttulo de La Reyna Ester. Esta es la obraque se pretende analizar junto a la de Lope ".

    El manuscrito en cuestin se halla en la Biblioteca Nacional de Madridcon el nmero 17.120, procediendo de la biblioteca Ducal de Osuna. Constade 62 hojas (4.), y se trata de una copia bastante defectuosa debida avarias manos, ninguna de las cuales pareze ser la del poeta. Tiene el carcterde texto para uso de comediantes, figurando al comienzo de la tercera jor-nada un reparto que corresponde a la compaa de Balbn (44 v), la cualrepresentara la obra en Sevilla hacia 1613 16 . Denota los defectos propiosde este tipo de copias: tachaduras, corre2ciones, estrofas y versos incomple-tos, cambios de orden, alteraciones en la distribucin lnea-verso... Por eltipo de errores parece ser traslacin de un anterior texto escrito, dictadoa los copistas. Un nmero total de 430 versos, pertenecientes a distintasescenas, estn recuadrados. Hay una escena claramente truncada (RE, III,51 v) y otras presumiblemente incompletas o suprimidas, a juzgar por diver-sas menciones a hechos que previamente no aparecen en la copia. Entreestas anomalas es patente la ausencia del final; si bien, por el sentido, esmuy probable que al texto propiamente .dramtico slo le falten una o dosredondillas de despedida. La obra se corta al termino de la hoja 62, cuandola historia presenta todos los sintomas de darse .por finalizada. Debera dellevar una hoja ms, que le sera arrancada, y que, aparte de redondearnosel final feliz, podra aportar provechosos datos documentales.

    A pesar de las amputaciones patentes y posibles, se trata de una comedil,de considerable magnitud, con un nmero total de 3.459 versos conservados.Por su amplitud y versificacin pertenece al grupo de primeras obras del

    14 Segn Menendez Pelayo (B. A. E., t. CLVIII, p. 282), hay una edicin de La her-mosa Ester en el siglo XVIII que Ileva el trulo de La horca para su dueib. Por otra parte,con esta misma denominacin, H. A. RENNERT y A. CASTRO (Opus cit., p. 487) nos dancuenta de una suelta (Durn e Ilchester) de la comedia de Godnez, atribuda a Lope.

    15 Las citas del texto de esta comedia sern transcripcin fiel del manuscrito. Lleva-rn las siglas RE, mencionando, a continuacin, el acto y la hoja (con especificacin de lacara: r. o v.) en que se encuentran.

    16 ver C. MENNDEZ ONRUBIA, "Hacia la biografa de un iluminado judo: FelipeGodnez (1585-1659), Segismundo, tif 25-26, 1977, pp. 89-130; p. 94.

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    autor, junto con Ludovico el Piadoso y El soldado del cielo, San Sebastin.Las tres comedias se conservan en manuscritos de 1613. Las tres son lasnicas de Godnez que superan los 3.000 versos, presentando semejanzasen el uso y porcentajes de las distintas formas mtricas 17.

    6. Las dos versiones dramticas del Libro de Ester que analizamospresentan grandes diferencias. Diferencias en el tono en que la historia esdramatizada. Diferencias en el trabajo sobre los elementos de la fuente, tantoen su modificacin, como en la adicin de otros nuevos. Diferencias, por queno, en su categora artstica.

    La hermosa Ester" de Lope no precisa que nos detengamos en su parte

    17 Hasta el momento el ms completo estudio, del que ten gamos noticia, sobre lavida del interesante y enigmtico dramaturgo que fue Felipe Godnez, se debe a CarmenMenendez Onrubia (opus cit.). En el se recore la mayora de los escasos datos que losdocumentos y testimonios de la poca han dejado lle gar hasta nosotros. Dada la eriguabase documental. mucho debe conjeturar la autora del trabajo para recomponer su biagra-fa. Sobre algunas conclusiones a las que Ilega con respecto a La Reyna Ester, y que debenser cuestionadas. volveremos ms adelante. No conocemos ms estudios que traten sobreesta comedia de Godnez que el de Menendez Onrubia, y el ya citado de Constance H. Rose,que an permanece inedito.

    Los ms slidos y amplios documentos biogrficos sobre Felipe Godnez son los rela-cionados con su proceso inquisitorial, donde se revela su condicin de judeo-converso (fue-ron dados a conocer por Adolfo de CASTRO, "Noticias de la vida del doctor Felipe Go-dnez", Memorias de la Real Academia Espaola, VIII, 1902, pp. 277-283). Este aspecto esel que prima, tanto en algunas de las escasas referencias de su .s contemporneos, como enlos estudios actuales en los que se trata o mencinna al autor. 1.11 este sentido se pronunciaQuevedo en varias ocasiones, as como Lope de Vega. Sin embargo, tamblen hay alusioneselogiosas sobre su persona y obra dramtica en Perez de Montalbn, Enrquez Gmez, Anto-nio Ulloa Pereira, y en el mismo Lope. Sobre todos estos aspectos remitimos al artculo deMenendez Onrubia.

    18 Esta comedia biblica de Lope de Ve ga ha suscitado diversos esmdios, la mayorparte de ellos de literatura comparada. Adems del que le dedica M. Menendez Pelayoen su edicin de la R. Academia Espaola, ya mencionado, hay que citar los siguientes:A. FARINELLI, Grillparzer und Lcpe de Vega, Berlin, 1894, op. 171-193 (traducido al esoa-ol por Enriaue Massaguer con el ttulo de Lcpe de Vega en Alemania, Barcelona, 1936,pp. 181-200); W. KfICHLER, "Esther bei Lope de Vega, Racine und Grillparzer", Jahr-buch fr Philolorie, I, 1925, pp. 333-354. A. D. H. FISHLOCK, "Lope de Ve ga's La hermcsaEster and Pinto Delg.clo's P-ema de la Reyna Ester: a Comparative Study", Bulletin of His-panic Studies, XXXII, 1955, pp. 81-90: en este interesante trabajo, el autor pone de maniflestola huella de Lope en el poema en octavas del escritor de estirpe judaica, Joan Pinto Delgado; J.O. VALENcm, Pathos y Tab

    en elTeatro Bib.'ico del Siglo de Oro, Madrid, 1977: analiza,'juntocon otras cuatro piezas dramticas, La hermosa Ester (pp. 63-73). Desde una orientacin psico-filosfica, intenta sondear en las cinco comedias el tema del incesto, con el fin dedeterminar su estructura interna. Tampoco se descuidan los aspectos de interpretacin li-teraria. E. GLASER, "LoPe d Vega's La hermosa Ester", Safarad, XX, 1960. pp. 110-135:se trata del trabaio ms extenso e importante de los que se han centrado en esta obra deLope; la cual, para el autor, "constitues a landmark in the history of the Spanish theater;for the first time Biblical material is treated in accordance with the dramatic formula ofthe conzedia" (p. 110). Glaser intenta mostrar el trabajo de Lope sobre el texto bblico

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    episdica. Esta se ajusta, en terminos generales, a la lnea argumental que elrelato bblico desarrolla en los siete primeros captulos, sintetizando al finalel resto de los captulos protocannicos, que se refieren al triunfo del pueblohebreo y a la exaltacin de sus protagonistas. De las porciones deuterocan-nicas, Lope toma buena parte de lo concerniente a la piedad y mviles reli-giosos de Ester y Mardoqueo, as como la referencia al papel providencialde Dios, ausentes en la parte protocannica. Tambin aprovecha Lope algu-nos detalles como el suerio de Mardoqueo (Est. 11, 5-11), que tan perfec-tamente se acomoda al explayamiento lirico y a la tcnica prefiguradora dela dramtica lopista 19

    Lope dramatiza esta impresionante historia bblica en un tono gravey elevado, subrayando su grandeza pica, inundando de lirismo determinadospasajes y manipulando levemente la materia de la fuente para que la intrigaevolucione con un admirable equilibrio a lo largo de los tres actos.

    Hay nicamente dos pasajes totalmente extrarios a la historia bblicaen el texto (I, 147 b - 149 a; II, 158 b - 160 a). En ambos, los villanos Sel-vagio y Sirena testimonian, en tono eglgico, sentimientos de pasin y celos.Su conexin con la lnea argumental central es muy laxa. En cuanto al conte-nido, la funcin que desemperian es la de servir de contrapunto al tema ya los personajes de la accin principal. Si Ester acepta formar parte en laeleccin de reina para servir de instrumento de la Providencia en la salva-cin de su pueblo:

    Yo har, to, lo que mandas,si dices que Dios lo ordena,y ojal que fuese yo,aunque tan indigna sea,por quien el pueblo cautivoya que .del todo no vuelvaa la gran Jerusalen,menos castigo padezca.

    (HE, I, 147 a)Sirena abandonar a Selvagio, en la escena subsiguiente, nicamente impulsadapor la ambicin y la vanidad:

    buen nrnero de escenas, para al final concluir sefialando las dos significaciones de la tra-gicomedia: el castigo de la soberbia v el premio de la humil:lad (concordando en esto conFarinelli), y la prefiguraciOn mariana.

    19 Juan O. Valencia (Optit cit., p. 65) considera el SUCE19 de Mardoqueo invenciOn deLope, fiel a su calidad de poeta, con el fin de crear un suspenso en el desarrollo drmaticode la acciOn.

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    Jues no es,cuando tan cerca me vesde ser reina, hacer de modoque pierda un imperio todoque pone el tiempo a mis pies?

    (HE, I, 147 b)

    Desde un punto .de vista formal, ambas escenas cumplen una importantefuncin dramtica: la de dejar correr el tiempo entre la convocatoria de don-cellas para la eleccin y la eleccin misma, en el primer acto; y entre la pro-vsin del decreto contra los judos y los intentos de Mardoqueo para con-trarrestarlo, en el segundo. Adems de su funcionalidad con respecto altratamiento dramtico del transcurso del tiempo, la incidencia de esta ltimaescena sobre la intriga es notable. Lope somete la accin principal a unapausa justo en el momento en que el nudo acaba de apretarse, en el centrogeomtrico y dramtico de la obra, separando simtricamente sus dos ver-tientes, ascendente y descendente.

    En esos dos pasajes, que adems son el eco de esa frmula lopista dela variedad, el tema amoroso profano de buen nmero de sus comediases utilizado como accesorio de un tema ms elevado, logrando Lope algunosde los momentos ms lricos de su obra y alcanzando el tema del menos-precio de corte y alabanza de aldea una de las formulaciones ms hermosas.

    El resto de los elementos ariadidos no tienen ese carcter postizo ytotalmente extrabblico del anterior. Hay un caso notable de cmo Lope,conservando el espritu de la historia fuente, manipula su argumento, confines dramticos y doctrinales. Se trata de la escena en que, despues de habersido acusado Amn y haberse retirado el rey dubitativo, Mardoqueo ha en-trado a ver a Ester, para, en un dilogo con ella, ensalzar su papel salvador.Este pasaje, que no se ajusta a la fuente, en la que Mardoqueo no aparecehasta despues de la muerte del privado, cumple una doble funcin: contribuira la exegesis religiosa y dilatar la accin, precipitada ya hacia su final.

    Es interesante constatar cmo esta dilacin de la llegada del desenlacese ve reforzada por un uso sutil de la versificacin. Lope acude a un recursoque deba de causar un efecto notorio en el espectador de la poca, acostum-brado a captar los cambios mtricos. Al comienzo del banquete que Esterda al rey y a Amn se establece el uso del romance en -o. Con esta formamtrica, Ester acusa al privado, el rey se enfurece... La obra parece que esta punto de finalizar. Presentimiento que se ve subrayado adems por la utili-zacin del romance, que empieza ya a ser tomado como serial del cercano

  • EL LIBRO DE ESTER... 219

    fin de una comedia 20 . De pronto, el rey se va confuso... Cesa el romance.Van a seguir tres formas estrficas distintas antes del ansiado castigo delperverso privado: Amn se lamenta, cmo no, en dcimas (HE, III, 175 b);Ester y Mardoqueo conversan en tercetos encadenados (HE, III, 175 b -176 a); siguen, por fin, las quintillas hasta que Amn es conducido a Jahorca (HE, III, 176 a - 177 b). Ces la tensin; el final ya se sabe en loque para. Se reemprende el interrumpido romance en -o, que nos condu-cir, y ahora s, hasta el fin.

    Aunque slo nos hayamos detenido en este punto concerniente a laversificacin, hay que dejar constancia del uso modlico que de ella haceLope en toda la obra, cambiando de metro en 35 ocasiones y empleandohasta diez modelos estrficos diferentes, en su afn por evitar la monotonay ajustar la forma a la situacin dramtica 21.

    Otras adiciones cumplen la funcin de completar la pintura moral delos protagonistas. Si Amn representa, ante todo, la soberbia y la ira, quele arrastran, en un uso desptico del poder, a la suprema aberracin deordenar el exterminio de todo un pueblo, Lope ariade ms notas sobre suscualidades de gobernante. As, cuando Amn aparece por primera vez en elacto segundo rechaza, irascible y despectivo, las peticiones de sus s bditos(11, 152 a - 152 b). Hay, pues, una insistencia sobre su despotismo, actitudpoltica tantas veces corporeizada en las tabla a lo largo del Setecientosespariol, reflejando una inquietud de p blico y dramaturgos 22.

    La distribucin de los distintos episodios del relato bblico en los tresactos se acomoda fielmente, sin forzar su secuencia, al esquema plantea-miento - nudo - desenlace.

    Es modlico el manejo dramtico de la fuente en el primer acto, queabarca desde el repudio de Vast hasta la eleccin de Ester como reina(Est. 1, 1 - 2, 16), dadas las dificultades de un tratamiento teatral concen-trado del tiempo y de la accin. Lope lo consigue distribuyendo la materiaen seis ncleos. En los cuatro primeros alterna la presencia de Asuero yEster, para hacerlos confluir en el ltimo, el de la eleccin, tras la pausa

    20 De las diecinveve comedias de Lope que aparecen datadas entre 1605 y 1610 enla tabla de obras autenticas y fechables que dan Morley y Bruerton (Opus cit., pp. 24-26),quince acaban en romance.

    21 Aparte de las norrnas versificatorias parciales de su Arte Nuevo, la obra teatralde Lope presenta unas determinadas directrices de acomodacin del metro a la forma (di-logo, soliloquio, relacin...) y al contenido de cada situacin dramtica (amores, celos,quejas...). Esto es lo que denomina "potica invisible" Dieco Marn, autor de un valiosotrabajo sobre esta faceta del teatro de Lope (Uso y funcin de la versificacin dranztica enLope de Vega, Castalia, Valencia, 1962).22 Sobre otras adiciones y modificaciones del texto bblico, ver E. GLASER, Opus cit.

  • 220 GERMAN VEGA GARCIA-LITENGOS

    dilatoria que impone el episodio de Selvagio y Sirena. Mediante estos cam-bios de marco y de accin, se consigue ajustar, para su presentacin en unacto, el dilatado perodo temporal que la fuente presenta, y que debe supo-nerse para la verosimilitud y coherencia interna de la obra.

    El segundo acto nos lleva desde el versculo 17 del captulo segundohasta el final del quinto del Libro de Ester. Los sucesos que aqu se relatanse prestan mucho ms que los anteriores a una compaginacin del tiempointerno y externo. A esta acomodacin se aplica el poeta, aunque para ellotenga que acercar acontecimientos que la Biblia extiende durante arios. Sinembargo, esta concentracin no violenta la evolucin lgica y psicolgica desucesos y personajes. El nico bache temporal que no puede eludir entreque se urde el decreto de exterminio y su publicacin y conocmiento porparte de Mardoqueo lo mitiga introduciendo, como se ha visto, una nuevaescena de Selvagio y Sirena. En las dos fases en que queda dividido el acto,la continuidad de la accin y del tiempo queda remarcada por la trabaznde las distintas escenas; entre ellas no hay nunca una renovacin total delos personajes, como en mltiples ocasiones ha ocurrido en la jornada anterior.

    En el acto tercero Lope recoge la historia al comienzo del captulo 6,utilizando ste y el siguiente en su integridad, y sintetizando los restantes.Este ltimo acto an presenta una mayor circunscripcin temporal. Al fin elautor puede hacerse eco de su propia y reciente recomendacin

    Procurando, si puede en cada uno (acto),no interrumpir el trmino del da.

    En La hermosa Ester es patente la pretensin por parte de Lope deque la historia transcurra teatralmente sometida a un determinado canon detiempo. Aunque, salvo en el acto tercero, no se consigue no interrumpirel trmino del da, todos ellos manifiestan una laboriosidad conducente aconstreriir temporalmente la historia.

    Este tratamiento resulta evidente si nos fijamos en los datos temporalesbblicos:

    El sueo de Mardoqueo tiene lugar en el ario segundo del reinadode Asuerc (Est. 11, 2).

    En el tercero es repudiada Vast (Est. 1, 3). El turno de Ester para ir a la presencia del rey es en el ario sp-

    timo (Est. 2, 16). El decreto de exterminio de los hebreos se sita en el ario doceavo

    (Est. 3, 7).

  • EL LIBRO DE ESTER...

    -221

    Ester, al igual que el resto de las doncellas, debe pasar doce mesesde preparativos en la casa de las mujeres antes de comparecer anteel rey para la eleccin (Est. 2, 12).

    Tres das pasa la heroina en ayuno y oracin antes de presentarseante Asuero para intentar la salvacin de su pueblo (Est. 4, 16; 5, 1y 15, 4).

    Lope no slo omite la alusin a estos hitos cronolgicos 23 , sino quetampoco los tiene en cuenta. El desarrollo de la accin de su tragicomedia,que sustancialmente es la misma de la hstoria bblica, no pierde verosimi-litud y gana dramatismo, intentando sujetarla, en la medida de lo factible,a la norma clsica de la unidad de tiempo.

    Otros elementos son igualmente sometidos a un proceso de concentra-cin:

    Los dos banquetes, a los que son invitados por Ester Asuero yAmn, se reducen a uno solo (Est. 5,4 y 5, 8) 24.En el pasaje en que Ester es informada del decreto contra su puebloy de las medidas a tomar, se restringen las idas y venidas del men-sajero entre ella y Mardoqueo (Est. 4, 5-16).Lope concentra en su final, tras la condena a muerte del arroganteAmn, los sucesos que el texto bblico relata del captulo 8 en ade-lante y que se refieren al triunfo de la causa juda.Una notoria muestra de concentracin y economa teatral nos la dael autor con su trabajo sobre los personajes. Lope modifica la multi-plicidad y actuacin eventual de los de la fuente bblica, reduciendosu nmero y dndoles una continuidad funcional a costa de lossuprimidos.

    En definitiva, Lope ha sabido manipular los datos de la historia con elfin de potenciar su virtualidad dramtica, sometiendolos a un proceso deconcentracin o de dilatacin (patente este ltimo en la adicin de elementosque se vio con anterioridad).

    23 Slo una fecha del texto bblico es mencionada: cuando el rev quiere oir los librosde crnicas, Egeo lee "los servicios del mes de Tebeth, en el ario setnimo" (HE, III, 166b).En el ribro de Ester esta es la fecha en que se celebra la eleccin de Ester como reina(Est. 2,16).

    24 Edward Glaser (Opus cit., pp. 126-127) subraya el acicrto dram4tico de esta con-centracin en la comedia de Lope: "Lope's consummate mastery of the dramatic formreveals itself even more clearl y

    in the manner in which he transposes to the stage theconfused closing chapters of the Book of Esther. The two banquets of the Bible are con-densed into one and thus the action gains in coherence and speed".

  • ,222 GERMAN VEGA GARCIA-LIIENGOE

    Una de las principales caracteristicas de la comedia espariola, de la queLope es promotor y ms excelso representante, es la del acercamiento de lashistorias al marco espacio-temporal del espectador: la espariolizacin delugares, costumbres, etc. La hermosa Ester suprime o modifica algunos de lospuntos exticos del relato que puedan diferir en exceso o malsonar a la men-talidad de un espariol del Setecientos. A este proceso son sometidos algunosdatos del banquete que da Asuero a sus s bditos en el capitulo 1, las refe-rencias a los eunucos... Estas modificaciones y supresiones se encuentranconcentradas sobre todo en torno a la eleccin de la nueva reina (Est. 2,1-15): nada se deja traslucir sobre las costumbres persas respecto a la poli-gamia, los preparativos de las doncellas, las concubinas del rey, etc. Por lamisma razn, pero en proceso inverso, Lope ariade notas y elementos queacercan el relato biblico a los intereses de su poca: referencias al despotismoy a la figura del privado, alusiones a la inestabilidad de la fortuna...; temastodos ellos de gran incidencia en la literatura espariola del momento, y queperfectamente pueden encontrar un paradigma en esta historia de Amny Mardoqueo.

    En la misma linea est la relacin de Ester con Maria, haciendose ecode un tpico en la exegesis cristiana de la Biblia. El paralelismo que se esta-blece entre amlas es ms o menos evidente en algunos puntos de la obra:exclama Ester tras ser elegida reina:

    Mi alma, a Dios alaba y engrandece. (HE, I, 150 b)clara replica del inicio del Magnificat mariano (Lucas 1, 47); con palabrasde Amn concluye el acto primero:

    Lo que mujer dari, mujer lo sana. (HE, I, 151 a)que establecen una relacin simblica cuadrangular, vuelta a repetir enacto segundo (pg. 162 a), entre Vasti, Eva, Ester y Maria. Este paralelisrnoconsigue an una mayor transparencia, a manera de recapitulacin doctrinal,en el baile que cierra la representacin:

    Hoy salva a Israella divina Ester.Hoy, Ester dichosa,figura sagradade otra Ester guardadapara ser esposa,

  • EL LIBRO DE ESTER... -223

    ms pura y hermosa,de ms alto Rey. 25

    (HE, III, 178 b)As, respetando el espritu del relato bblico, aunque aclimatndolo en

    parte a las preocupaciones, moralidad y religiosidad propias y de sus espec-tadores; y aprovechando su dramatismo, aunque manipulndolo, mediante laconcentracin y la dilatacin de la accin, en aras de la intriga, Lope de Veganos da una esplndida muestra de su tcnica y capacidad teatrales.

    7. Muy distinto es el trabajo de Felipe Godnez, en el que la modifi-cacin de los datos de la fuente y la adicin de elementos extrarios son exa-geradas. Todo esto se puede comprobar a primera vista en la sintesis delargumento de La Reyna Ester que viene a continuacin:

    Asuero, con la anuencia de un Amn que aparece desde el principiocomo su intimo consejero y amigo, repudia a Vast, quedando sumido en lamelancola. Para distraerlo, Amn, que por medio de su criado y alcahuetePirro pretende en amores a la noble Zars, le aconseja salir de caza al campo,y as de paso l podr verse con la amada en su aldea.

    All habitan tambin Ester y Mardoqueo. El rey, de caza, melanclicoy sediento, se encuentra con la joven hebrea camino de la fuente. Requerida

    en amores por Asuero, Ester da muestras de su recato y honestidad recha-zndolo.

    Como el rey no puede vivir sin mujer y sigue acordndose de Vast,Amn le aconseja que tome esposa entre las doncellas ms hermosas de Per-sia. Una vez encargado este trabajo al principe Egeo, el cortejo real decideir a aposentarse a casa de Mardoqueo, el noble aunque hebreo msrico del lugar.

    En la escena siguiente, Ester relata a su to un suerio en el que ellaapareca como reina y como instrumento de la salvacin de su pueblo. Ves-tida con sus mejores galas se va a orar y meditar.

    El cortejo real, con Amn a la cabeza, llega a casa de Mardoqueo, ycomienzan los roces entre los dos. Egeo comunica al judo los planes del reyrespecto a la eleccin y su deseo de que Ester participe tambin. La hermosacandidata, sumida en la oracin, es encontrada por Egeo, y en una escena,remedo de la anunciacin del ngel Gabriel a Mara, en la que no se descui-

    25 En este sentido prefigurativo hace hincapie Edward Glaser, aduciendo aquellas es-cenas y palabras en que ms claramente se pone de manifiesto la ecuacin Ester-Mara.Es este, segn el autor, uno de los significados ltimos de la comedia de Lope, adems delconcerniente al triunfo de la humildad sobre la arrogancia, que apunta Arturo(E. GLASER, Opus cit., pp. 130-135).

  • 224 GERMAN VEGA GARCIA-LIIENGOS

    dan ni los detalles plsticos de sus representaciones pictricas, le profetizaque hallar gracia ante el rey y ser su esposa.

    En la siguiente escena, Seleuco y Leoncio, dos principes de Persia, ma-nifiestan su intencin de matar a Asuero, por vengar a su pariente Vast.Mardoqueo les oye y toma la resolucin de evitarlo.

    Zares viene a visitar al rey. El soberbio Amn, que pretende impresionara su amada haciendo gala de la pompa con que todos le sirven, es nueva-mente afrentado por Mardoqueo, que se niega a lavarle las manos de rodillas.La sangre del privado arde en deseos de venganza.

    Parten todos a la corte, donde el hebreo tendr tambien un puesto.Una vez en Susa, se presentan ante Asuero como candidatas a reina Hiplitay Casandra, villanas graciosas, que protagonizan escenas de bufonada. Tam-bien comparece Zares. Cuando el rey parece estar decidido a casarse con estaltima, aparece Ester, hermosa, tmida, humilde y presentando la obedienciacomo su principal gracia. Asuero queda prendado de su hermosura y de susvirtudes. Con la intriga del fallo se suspende la eleccin y se cierra el actoprimero (v. 1.108).

    Se reemprende la comedia con la expectacin de conocer la voluntad delrey. Ester es la elegida como reina y esposa. Egeo pide a Asuero la manode Zares, pero este se la otorga a Amn que tambin ha manifestado estedeseo. Es primero de marzo, y el rey tiene por costumbre ir en ese da altemplo de Marte.

    Es aqu, en el templo, donde Seleuco y Leoncio intentan perpetrar elregicidio. Mardoqueo delata la traicin, y son apresados. Cuando los culpadosestn rogando piedad, el templo se derrumba. El rey lo toma como un malpresagio y piensa que el fin de su reinado est cerca. La traicin de losdos deudos de Vast pierde importancia, por lo que se les conmuta la penade muerte por la de destierro.

    A continuacin, en varias escenas de palacio, Ester se muestra comoguardiana de la eficacia y la moralidad de la casa real, despidiendo a la genteociosa y malvividora. El hogar del rey debe servir de modelo por el que serijan los dems hogares.

    Asuero, apesadumbrado, ha mandado reunir a los sabios de su cortecon el fin de indagar sobre los malos presagios. Comienza Egipho refiriendouna profeca y su explicacin: Asuero ser el ltimo de los reyes persas;los reinos sometidos sacudirn el yugo y le matarn; le suceder uno de losprincipes sublevados. Mardoqueo, acto seguido, niega la validez de ese vati-cinio, porque va en contra de una profeca de Daniel, seg n la cual an faltaun cuarto y ltimo rey persa (Dan. 11, 2). Por ltimo, otro de los sabios,

  • EL LIBRO DE ESTER... 225

    griego de origen, refiere la profeca enunciada por Egipho a Alejandro MagnJ.Una vez despedidos todos, Amn da al rey una interpretacin que culpa alpueblo judo; por lo que le aconseja que sea exterminado. Asuero acepta yotorga a su privado plenos poderes.

    En la escena siguiente, Mardoqueo hiere una vez ms el orgullo deAmn. Este prepara una horca de 50 codos, donde piensa ahorcar al judo,tras pedir permiso al rey antes del amanecer. Esa noche Asuero no ha logra-do conciliar el suerio, desvelado a causa de la profeca. Buscando diversin,pide a Egeo que le lea el libro de los servicios de sus vasallos. En l constala delacin de Mardoqueo, que an resta sin premiar. Como en la historiabblica, Amn propone, creyendo que los honores son para si, la forma enque debe ser recompensado. Con el ensalzamiento de Mardoqueo por lascalles de Susa, finaliza la segunda jornada (v. 2.390).

    Se abre el ltimo acto con un nuevo altercado entre Amn y Mardoqueo.ste le niega la reverencia, y aquel, enfurecido, le derriba en el suelo y leenseria la provisin contra los judos firmada por Asuero; adems le hacesaber que l morir un da antes que el resto de su pueblo. Aparece Ester,y Mardoqueo le comunica el peligro que se cierne sobre su raza, instndolaa que con su llanto obligue al rey a revocar la sentencia. l, por su parte,ruega tambin a Zars y a Egeo que medien ante Amn (escena incompleta).

    Ester, temerosa de hablar al rey, dada la prohibicin que hay en estesentido, quiere consultar los libros de devocin para reconfortarse. Losautores a los que acude van a corporeizarse. El profeta Daniel aparece enescena para explicar su profeca del captulo 11: Alejandro arrancar la mo-narqua de los persas a Daro, hijo de Asuero y Ester; no es, por tanto, elpueblo judo el enemigo de la corona. A continuacin se le aparece Davidpara asegurar que su descendencia no podr perecer porque de ella nacerel Mesas. Toca el turno a la sibila Cumea que augura siglos dorados. Porltimo, entra en escena el ngel Gabriel que la alienta en su misin media-dora, alegando que l mismo, llegado el da, anunciar la maternidad delMesas a una virgen concebida sin pecado original, que con la esposa delrey / no a de entenderse la ley / aunque sea original; as, ella tampocodebe temer la disposicin que prohibe ver a Asuero, su esposo.

    En la siguiente escena el rey se muestra iracundo e inflexible ordenandola muerte del judo Simn, que ha entrado hasta donde est l para pedirleclemencia. Acto seguido, Ester accede a su presencia y se desmaya ante lacolrica reaccin del monarca, que an no la ha reconocido. Al percatarsede que es su esposa, extiende su cetro y solcito la atiende. Alentada por-15-

  • 226 GERMAN VEGA GARCIA-LIIENGOS

    Asuero a que manifieste su deseo, Ester pide que l junto con Amn acudana comer con ella.

    Mardoqueo ha ido a casa de Zars a suplicar por su pueblo. Ella y Egeointentan convencer a Amn, pero ste, sumamente enorgullecido por la invi-tacin de la reina, se ratifica en su determinacin. Habiendo visto que elprivado no se vuelve atrs y habiendo odo que Ester se dedica a dar ban-quetes al enemigo de su pueblo, Mardoqueo considera fallidos todos susintentos, encomendndose a Dios como ltima esperanza.

    Precedido por los chistes de los graciosos y las canciones de los m si-cos, tiene lugar el banquete. El desarrollo de los acontecimientos es el quenarra la Biblia, culminando con la conduccin de Amn a la horca de Mar-doqueo, y ocupando ste su lugar en la privanza. Igualmente, se dispone lasalvacin y triunfo de los hebreos.

    La obra se redondea con un final feliz, tpico de la comedia espariola:Egeo se casar con Zars, Fileno con Hiplita... Precisamente cuando seest arreglando el matrimonio ide los dos villanos graciosos se trunca la pieza(v. 3.459).

    Godnez, como vemos, es mucho ms libre que Lope a la hora de omitiry, sobre todo, de inventar y modificar el texto bblico.

    Ya la cuestin de los personajes nos da una idea clara de la rlivergenciaentre las dos comedias. Si Lope, aun operando con el principio de economadramtica que ya hemos apuntado, ajusta sus personajes, con mnimas excep-ciones, a los de la Biblia, en caractersticas, funcionalidad e incluso denomi-nacin 26 , una nutrida parte de los que introduce Godnez no se encuentranen la fuente (Fileno, Salicio, Hiplita, Casandra, Pirro, Tebaldo, Simn,Ciro, Daniel, David, la sibila Cumea, el ngel Gabriel...), y la mayora delos que aparecen presentan cambios sustanciales en su funcin y caracters-ticas (Mardoqueo, Zars, Egeo...), e incluso en sus nombres (Seleuco yLeoncio).

    26 Obviamente, los nombres de los personajes principales de la comedia de Loneestn calcados de los de la Biblia (Asuero, Amn, Ester, Mardoqueo, Vast), pero tambienmuchos de los secundarios: Tares y Bagatn (as aparecen citados los traidores que preten-den matar al rey en Est. 2,21 y 6,2), Egeo (eunuco encareado de la casa de las mujeres,nombrado en Est. 2,3), Marsanes, Adamata y Setar (nombres de tres de los siete sabiospersas consultados por Asuero en Est. 1,14), Zares (asi se llama la esposa de Amn en Est.5,14 y 6,13). El nombre de Bassn que aparece en la primera escena, no tiene una exactareplica en el texto bblico, aunque aparece el de un eunuco con cierto paralelismo(Bazatha; Est. 1,11). As pues, quedaran nicamente sin referencia bblica: Selvaeio,Sirena, Isaac y Sela. Este ms estrecho seguimiento del texto bblico por parte de Lope,se puede apreciar hasta en detalles mnimos, como, por ejemplo, la denominaci n de losmeses: mientras Lope mantiene las de la fuente, Godnez ias actualiza.

  • EL LLBRO DE ESTER... 227

    Fijmonos en los dos hroes judos. Godnez pormenoriza en la pinturade su talante religioso y moral, a la vez que redistribuye los papeles quejuegan en la historia. Se va a hacer un especial hincapi en el de Ester, endetrimento del de Mardoqueo. Aqui tenemos una clara diferencia con Lope.En La hermosa Ester, Mardoqueo acta como principal impulsor de la sal-vacin de su pueblo, con su sobrina como instrumento. Este seria el esquema:

    Dios --> Mardoqueo --> EsterAs aparece claramente formulado en el acto primero:

    No repliques; que ya sabesque debes esta obedienciaal cielo, porque sin dudapor ti mi remedio ordena;

    es bien que al cielo y a mi,hermosa Ester, obedezcas.

    (HE, I, 146 b)Lope se ajusta al espritu del relato bblico, donde encontramos testimonioscomo el siguiente: Ester, conforme a su mandamiento, no haba descubiertosu patria, ni su pueblo. Porque Ester observaba puntualmente cuanto l[Mardoqueol le mandaba: y todo lo haca del mismo modo que acostumbrabahacerlo, cuando siendo pequeita la criaba (Est. 2, 20).

    En cambio, en La Reyna Ester esta funcin salvadora es asumida, enbuena medida, directamente por Ester. Este desplazamiento parcial del pro-tagonismo se puede constatar en una serie de modificaciones introducidaspor el autor respecto a la fuente. As, el sueo proftico sobre las angustiasy salvacin del pueblo hebreo es traspasado de Mardoqueo a Ester, apartede descifrarse su simbolismo (Est. 11, 5-10; RE, I, 11 v). Igualmente,Ester es la que decide, ante el asombro de su to, tomar parte en la eleccinde reina; con lo que se produce una situacin inversa a la que plantea Lope(HE, I, 146 b; RE, I, 15 v). De ella tambin surge la decisin de no con-fesar su linaje, sin que tenga Mardoqueo que mandrselo (Est. 2, 10 y 2, 20;RE, II, 26 v).

    Godnez, a travs de las palabras y de las acciones, se encarga de darnosun retrato de Ester aureolado de virtudes:

    Su pureza y honestidad quedan patentes en el episodio en que reque-rida en amores por el rey, lo rechaza. A la vez, en esta escena campestre sepone de manifiesto su extremada belleza.

  • 228 GERMAN VEGA GARCIA-LIIENGOS

    Inmediatamente se nos va a hablar de su fervor religioso y de suentrega a la oraciOn y meditaciOn de los libros devotos.

    Hay una insistencia continua en su humildad y obediencia, motivosprincipales, junto con el de su hermosura, por los que es proclamada reina.

    Pero tambien Ester es la mujer fuerte que acusa a Amn o que poneorden y concierto en una corte pululada por hombres ociosos y faltos demoral; cuya referencia a una realidad contempornea, por otra parte, esevidente.

    Godnez vuelca sus conocimientos bblicos y religiosos sobre su come-dia, en un afn por ampliar su contenido doctrinal y por racionalizar y justi-ficar dramticamente algunos episodios que considera poco consistentes enla historia sacra. El contenido bblico del Libro de Ester es complementado,en unas ocasiones, mediante la alusiOn verbal tal es el caso del uso delcaptulo 11 de Daniel por parte de Mardoqueo para negar la validez delvaticinio de la destrucciOn de la monarqua de Asuero, en otras, inclusomediante la corporeizacin de pasajes y personajes del Antiguo y del NuevoTestamento, en un manejo del anacronismo y de la alegora que nos remitena los autos sacramentales. En este sentido, lo ms notable es la escena enque Egeo y Ester reflejan verbal y plsticamente al ngel Gabriel y a Maraen el pasaje de la Anunciacin, tal como se refiere en Lucas, 1, 26-38 (RE,I, 14 v-15 r). Asimismo, tenemos en el acto tercero las intervenciones delprofeta Daniel, el rey David, la sibila Cumea y el ngel Gabriel, para recon-fortar el nimo de Ester con antelaciOn a su comparecencia ante Asuero(RE, III, 51 v-54 v).

    Por otra parte, Godnez acomoda su dramatizaciOn a los moldes y es-quemas de la comedia espariola del Setecientos; empleando, en buena me-dida, aquellos que son ms propios de los asuntos profanos que de los reli-giosos. Si Lope ha pretendido y conseguido, como se ha visto, mantenerel tono grave de la historia en todos sus momentos, Godnez no duda enmezclar, y no siempre con acierto, lo trgico y lo cOmico, recurriendo paraello a buen nmero de tOpicos de la comedia al uso. Esto es claro en lo querespecta a la figura del donaire: ausente prcticamente en Lope la notade humor no aparece ni siquiera en los villanos Selvagio y Sirena, presen-te, e incluso multiplicada, en cuanto al n mero de personajes que entraranen esta categora, en Godnez. Nunca, en el resto de las obras conservadasde este autor, tantos personajes tendrn la misiOn de intentar hacer rer alespectador. No sOlo es de notar su n mero, sino su pertenencia a distintostipos dentro de su categora generica de graciosos: la pareja de villanos

  • EL LIBRO DE ESTER... 229

    mal avenidos (Hiplita y Fileno), otros villanos (Salicio y Casandra), y elcriado truhn y alcahuete (Pirro). En cuanto a los recursos de que hacengala, conducentes a provocar el regocijo, tambin la gama es amplia: la bufo-nada, el disfraz varonil, los dobles sentidos, etc.

    Si Godnez respeta el espritu bsico del libro, reinterpreta su letra, enaras de una coherencia y justificacin que sirvan para el espectador de come-dias del siglo xvii. Tomemos un ejemplo de esta forma de hacer, como ilus-trativo de lo que constantemente sucede en su obra: el repudio de Vast.

    La obra se inicia con la clera de un rey no obedecido. Godinez va amatizar algunos elementos del episodio a la luz de las teoras que rigen eltratamiento de la figura real en un nutrido nmero de comedias de su po-ca 27 . Los motivos del repudio estriban, ante todo, en la afrenta a la personae institucin reales:

    esto supo esto consientela magestad la personade un monarcha a cuia frenteoffrece imperial coronael occassio y el oriente

    (RE, I, 1 r)En ningn momento se alude a las causas que presenta la Biblia, y que Loperecoge: el castigo de Vast ebe servir como ejemplo para que las mujeresobedezcan a sus maridos:

    Para su gusto al maridoobedezca la mujer.

    (HE, I, 141 a)La frivolidad que puede inferirse de un rey que desea mostrar la hermosurade su esposa a todos sus sbditos, en la comedia de Godnez se transformaen una ms grave invitacin a comer a su lado, sin intencin exhibicionstaexplicita. Igualmente es matizada la impresin de rigor de la condena: Vas no va a ser castigada nicamente por una desobediencia al rey como sucedeen la Biblia y en Lope, sino por su conducta reincidente:

    mill vezes por escusartantos enfados y enojosla e querido repudiaryo comfiesso q[ue] sus ojosno an dado a el rigor lugar

    (RE, I, 1 v)27 ver Richd A. YOUNG, La figura del rey y la institucin real en la comedia lopesca,

    Madrid, 1979.

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    Lope no necesta cambiar ni estos ni muchos otros elementos, dado el mayorgrado de distanciamiento al que somete el relato bblico. En cambio Godnezmanifiesta su inters por acercar los hechos a la idiosincrasia del espectadoty darles una coherencia y una verosmilitud acordes con unos tiempos ds-tintos a los del original.

    En La Reyna Ester hay un intento continuo de racionalizar las causasy consecuencias de los distintos episodios, buscando una trabazn entre todosellos. Por ejemplo: nada se nos dice explcitamente en la Biblia sobre losmotivos por los que se quiere matar al rey; Godnez buscando la interrelacindramtica de episodos y personajes, utiliza como mvil la venganza deVast por parte de sus deudos Seleuco y Leonco, y los hace intervenirdesde el comienzo de la comedia como contrapunto. Godnez no dudaen recoger todas las razones posibles, de exgesis bblica o de mero ingenio,para justificar las actuaciones de los personajes. Centrmonos en uno de losms importantes ncleos de la historia bblica y veamos las soluciones tea-trales, aprovechadas o inventadas, a las que llega el autor: el edicto deextermnio de los judos firmado por Asuero, a propuesta de Amn. eQues, segn la Biblia, lo que incita a Amn a programar la matanza de loshebreos? El tener en poco castigar nicamente en la persona de Mardoqueosu afrenta de no doblar la rodilla ante l (Est. 3, 6) 28 . Lope se ajusta fiel-mente y con exclusivdad a esta razn. Godnez tambin la recoge, perose va a preocupar de multiplicar el nmero y varar la naturaleza de losagravios de Mardoqueo. Los dos antagonistas se han tratado personal-mente en bastantes escenas de la comodia, y esa relacin les ha deparadocontinuos choques. Es interesante resaltar la escena en que aparece Amnen casa de Mardoqueo retratado como un figurn, pretendiendo hacerver a Zars cun importante es su persona, a la que se sirve como se puedeservir a la del rey; es entonces cuando Mardoqueo se niega a echarle, derodillas, el agua para lavarse las manos (RE, I, 17 r-17 v):

    28 En las porciones deuterocannicas del Libro de Ester, se dan una serie de datossobre la figura y el comportamiento de Amn, que difieren sustancialmente de los deltexto protocannico. Estos no son tenidos en cuenta ni por Lope, ni por Godinez. Asi,en Est. 12,6, se dice: "Aman vero filius Amadathi Bugaeus, erat gloriosissimus coram rege,et voluit nocere Mardochaeo, et populo eius, pro duobus eunuchis regis, qui fuerant inter-fecti". Algunos exegetas han querido interpretar el intento de regicidio de los eunucos,como una maniobra de Amn, para apoderarse de la corona. Esto tiene una intima cone-xin con lo que se lee en Est. 16,22: "Qui [Amn] in tanrum arrogantiae rumorem su-blatus est, ut regno privare nos niteretur et soiritu". Las partes deuterocannicas apuntan,pues, hacia la pintura de un Amn, de estirpe macedonia, que consoira contra la personadel rey y la fortaleza del reino, intentando privarle del apoyo de los judios. Estas, como lasanteriores, son palabras de Asuero: "Hoc cogitans, ut illis interfectis, insidiaretur nostraesolitudini, et regnum Persarum transferret in Macedonas". (Est. 16,11).

  • EL LIBRO DE ESTER... 231

    que delante de zaresesto me aia susedidoesta afrenta e resiuidoyo la bengare despuesquita alla un bolcan me abrasa

    La reaccin de Amn es lgica, dada la pintura que de el se nos hace en lacomedia y la situacin en que se ha colocado a los personajes. Para un espec-tador popular sera ms comprensible el enfado de Amn y el acrecentamientode su odio hacia Mardoqueo, en estas condiciones, que en la ms abstractade no ser reverenciado a su paso por un desconocido. Hay, pues, un mayotabundamiento y aproximacin al espectador de los motivos por los que elprivado se considera afrentado por el judo.

    Pero Godnez an ariade un motivo ms, que aprovecha de los exegetasbblicos. En el Libro de Ester se dice de Amn que era del linaje de Agag(Est. 3, 1). En este Agag los comentaristas han querido ver al rey de Ama-lec, muerto por Samuel (I Sam. 15, 1 y ss.). Este odio por razn de estirpessubyace con antelacin al contacto entre los dos antagonistas en La ReynaEster. Dice Amn justo al inicio de su relacin:

    aunq[ue] en rigor de justiciamal con hebreos estoi

    (RE, I, 12 r)Esta animadversin y su causa se plasman con claridad en las palabras

    que el privado dirige a Asuero cuando le est aconsejando el exterminio delos hebreos:

    yagad el Rey de amalegcuyo agrauio me dispiertapor darle el setro a saulsamuel que dizen era prophetale quito el Reyno y le diomuerte violenta

    (RE, II, 37 v)Por que Asuero acepta la proposicin de Amn? En la versin de

    Godnez el rey se encuentra implicado anmicamente en la decisin, en con-traste con la frialdad y falta de reflexin que presenta en los textos bblicoy lopista. En este punto, el autor de La Reyna Ester hace gala de grandesdosis de audacia, ariadiendo el pasaje del templo de Marte, de cuya destruc-cin se deriva una enigmtica profeca. El rey se siente abrumado, aceptandola coherente explicacin que Amn hace de cada uno de sus puntos y queculpa a los judos. A esto hay que agregar la insistencia, en numerososmomentos de la obra, sobre la amistad entre Asuero y Amn, que linda en

  • 232 GERMAN VEGA GARCIA-LITENGOS

    lo patolgico. Esta estrechez de lazos afectivos queda categricamente defi-nida por el mismo rey al comienzo:

    ...amor a hechoq[ue] entre los dos aia un pechopues es uno el coracon

    (RE, I, 1 r)Poco ms adelante, aparece tambien esta otra profesin de fe:

    mi gusto en tus manos dejoque qualquiera es buen consejocomo tu aman me lo des

    (RE, I, 5 v)An se podran ariadir 'ms formulaciones semejantes. Con todos estos

    presupuestos, resulta ms lgico y coherente que el rey acepte la matanza.Esta es su contestacin a Amn:

    ...vengatus agravios y asiguramis reselos y sospechas

    (RE, II, 37 v)Este modus operandi est continuamente presente en Godnez, ale-

    jando su comedia de la de Lope.Desde un punto de vista artstico, La Reyna Ester es una obra muy

    desigual. Junto a momentos logrados en dramatismo y poesa, conviven otrosde desmayada teatralidad y de gracias burdas. Es la comedia de Godnez unhbrido, en el que lo elevado y'lo vulgar, lo central y lo accesorio, no llegana congeniar en un conjunto armnico. Adolece de unidad en la accin y enel tono: escenas de auto sacramental y escenas de entremes y mojiganga 29son unos pesos muertos difciles de absorber. La mayora de estos fallosson debidos a un abuso de la inventiva, y 'a un excesivo afn de acomodarla historia bblica al gusto y cultura de un auditorio popular y a sus propiasintenciones doctrinales. En este sentido, hay que tachar de antidramticosdiversos pasajes que slo persiguen fines didcticos.

    Se echa de menos ese ritmo en la conduccin de la intriga que Isupodar Lope a su dramatizacin. Quiz el error ms notorio de Godnez, 'en lo

    29 No es el tratamiento de la figura del donaire uno de los puntos fuertes de Godnez,como se tmede apreciar en bastantes comedias suyas, y como queda muy claro en sta: laincidencia de los graciosos en la accin central es prcticamente nula, y, sin embargo, enla mayora de las ocasiones, rebajan la altura de los hechos bblicos a los terrenos de lavulgaridad. Es de destacar, en este sentido, la escena de la eleccin de reina en la cortepersa: las gracias de las labradoras Hiplita y Casandra con la concomitancia, incluso,del rey en algn momento pueden regocijar a un pblico popular, pero es a costa deromper con el tono que a este pasaje nuclear le corresponde (RE, I, 18r-21r).

  • EL LIBRO . DE ESTER... 233

    que a esto se refiere, estriba en haberse separado de la fuente bblica enuno de sus episodios centrales y de mayor dramatismo. Nos estamos refi-riendo al desplazamiento de la glorificacin de Mardoqueo de su puestooriginal en el texto bblico, como n cleo dramtico que presagia y precipitael final, a una posicin intermedia al final del segundo acto en La ReynaEster. Esto hace que gran parte del acto tercero este dedicada a la reitera-cin de motivos que nada aportan para hacer tensar el nimo de los espec-tadores.

    8. A pesar de que la disparidad entre las dos comedias ha quedadobien patente, hay una serie de semejanzas parciales entre ambas que no tieneuna base bblica y que, por lo tanto, nos pueden dar pie a pensar en un pa-rentesco. Buen nmero de estas relaciones son bastante laxas, y por s solasno demostraran nada ms all de la accin del azar y de los tpicos litera-rios y culturales de la poca, pero sumndolas a otras ms estrechas, reafir-man nuestra idea de una relacin superior a la que les confiere la fuentecomn. Pasemos ,revista a las semejanzas ms notorias:

    La introduccin del elemento buclico; si bien, su tratamiento y

    significacin es distinto en cada comedia, adquiriendo mayor imporancia enLa Reyna Ester.

    La concentracin de los dos banquetes que Ester ofrece a Asuero

    y Amn en uno solo.

    La concesin de un papel relevante en la accin dramtica a Egeo,

    ms all de su mnima intervencin en el texto bblico. Protagonizada poreste personaje hay una escena muy semejante en ambas comedias que mereceser notada. Se trata de cuando Egeo (en la Biblia no se dice que sea el) leea Asuero los servicios de sus vasallos 30 . En este pasaje de gran dramatismohay una serie de evidentes paralelismos entre las dos comedias:

    a) En ambas se relatan unos cuantos servicios, todos ellos ya recom-pensado-s, ntes de llegar al de Mardoqueo.

    b) En ambas hay un desfase entre el tipo de recompensas que se hanconcedido a los casos anteriores (bienes materiales: dinero, posesiones, ofi-cios...) y el que se da al del judo (honores y distinciones).

    30 En la Biblia Vulgata se dice "historias et annales" (Est. 6,1). Esta denominacines cambiada, de forma semejante, en Lope ("memorial de los servicios", HE, III, 166b)y en Goclinez libro de los hechos de los vasallos", RE, II, 41r). Las nuevas denomina-ciones se acomodan rnucho ms al tipo de hechos que se van a relatar a continuacin encada una de las dos obras.-16-

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    GERMAN VEGA GARCIA-LITENGON

    c) La coincidencia es an ms fuerte, dejando apenas resquicio parasuponerla producto de la casualidad, si clescendemos a uno de los casosincluidos por ambas obras. En La hermosa Ester, tras un hecho de armas,lee Egeo:

    Celsote present diez caballos,los frenos de oro y de lobomarino, y todos bordadosde rubies y de perlas,los paramentos persianos.

    (HE, III, 167 a)La Reyna Ester, tambin tras un hecho de armas, coincidencia que debe

    de ser fortuita, nos dice:aman presento a su altezados caballos enjaesadosdiole en premio dos estados

    (RE, II, 41 r-41 v) Tambin debe de ser algo ms que una coincidencia la actuacin

    de los msicos en el banquete de Ester. Ambos poetas nos la presentancumpliendo la funcin de contrapunto. En Lope, la letra de su cancin vienea adelantar una de las moralejas de la historia:

    Dios ensalza los humildesy derriba los soberbios.

    (HE, III, 174 b)Godnez, entroncando con las comedias del tema de la Fortuna y de la

    privanza, a menudo unidos, hace presagiar a los m sicos la cada de Amn:

    la pribana es el periascoque sisifo en ombros llebaa espacio sube y llegandose buelbe a bajar apriesa

    (RE, III, 57 v) Tenemos, por ltimo, que hacer mencin de este tema de la Fortuna.

    Su inclusin en las dos comedias no puede proporcionarnos sin ms unaevidencia de parentesco, dado el carcter de tpico que el tema tiene en estapoca y lo iclOneo de la historia bflolica para traerlo a colacin. Sin embargo,si no en todas las partes de las dos obras en las que se trata este tema, sen una de ellas, en concreto, se renen las condiciones necesarias para sos-pechar que existe una imitacin.

    Si bien se han venido considerando el amor y el honor como factoresen tomo a los cuales, casi con exclusividad, gira el teatro ureo, Jes s

  • EL LIBRO DE ESTER... 235

    Gutirrez, en su valioso estudio sobre la Fortuna Bifrons 3', ha subrayadola importancia cualitativa y cuantitativa de este tema. Tras el anlisis de unnutrido grupo de comedias, el autor concluye: La frmula dramtica a quese ajustan estas obras exige siempre la oposicin y el contraste de las dosFortunas [prspera y adversa]. Por eso, no importa que el dramaturgo pre-sente uno o dos protagonistas como ejemplo de la Fortuna, o que quierailustrar las cadas de principes o de privados. En todos estos dramas apare-cen, en un momento u otro, las dos caras de la Fortuna. [...] Cuando losdraMaturgos presentan a dos protagonistas, cada uno de stos suele encarnarun aspecto de la Fortuna. El desarrollo de la obra dramtica implica siemprela mudanza de estas Fortunas en las posiciones de los respectivos protago-nistas 32 Esto ltimo es lo que Jess Gutirrez denomina suertes troca-das. Como vemos, la historia de Amn y Mardoqueo se ajusta ejemplar-mente a estos modelos, tanto en lo que se refiere a la privanza, como a lafrmula de las suertes trocadas.

    De esta idoneidad del relato bblico para sugerir el tema de la Fortunatenemos una muestra en la pieza nmero 17 del Cdice de Autos Viejos,que lleva el ttulo de Auto del rey Asuero cuando ahorc a Amn. En dichoauto figura como personaje abstracto la Fortuna; la cual, con su intervencinal principio, establece el tono alegrico, sugiriendo una interpretacin sim-blica de los hechos histricos que presentar la obra: la loca Fortuna esla responsable de las extravagancias del protagonista. Asimismo, tenemos untestimonio del valor modlico, para los casos de cambio de Fortuna y deprivanza, de esta historia bblica, en la alusin que a ella hace Damin Salu-cio del Poyo en La privanza y caida de don Alvaro de Luna (c. 1599-1603),comedia que constituye un importante eslabn en la transmisin del temade la Fortuna al teatro del Setecientos. Las palabras de un cortesano sirvende contrapunto a la prosperidad del privado de don Juan:

    Dexalde subir, que anstendr ms que descender.Que por estas gradas vansubiendo como arcaduzeslos sedientos auestruzesde las privangas de Amn. 33

    Con todos estos elementos inherentes a la historia prosperidad / ad-versidad, privanza, suertes trocadas... es lgico que surjan los tpicos

    31 La "Fortuna Bifrons" en el teatro del Siglo de Oro, Santander, 1975.32 Ibid., p. 292.33 Citado por J. GUTIRREZ, Opus cit., p. 135.

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    del tratamiento literario de la Fortuna en distintos momentos de las doscomedias. Aunque, en esas dos obras de marcado cariz religioso, lgicamente,no son las veleidades de la Diosa de dos caras las que provocan la cada deAmn, sino la providencia de Dios, que se sirve de la fe y perseveranciade Mardoqueo y Ester para salvar a su pueblo. Si en todas las comediassobre el tema en el teatro del Siglo de Oro, la Fortuna es una convencinliteraria, en las dos que analizamos es mucho mayor el carcter meramenteretrico de sus alusiones.

    Volviendo a la relacin entre La hermosa Ester y La Reyna Ester, ses interesante resaltar, porque acenta las sospechas de un parentesco supe-rior al determinado por la fuente comn, el hecho de que las formulacionesms extensas sobre la Fortuna en ambos textos, aparte de presentar grandessemejanzas conceptuales, estn hechas partiendo de una determinada situa-cin espacial de los protagonistas: uno a los pies del otro (aunque estapostura de los personajes se invierta en ambas obras).

    Lope hace hablar a Amn sobre la Fortuna cuando, a pie, lleva de larienda el caballo de Mardoqueo, en la escena del ensalzamiento de este antela ciudad de Susa:

    uien se vio como me veoa los pies de Mardoqueo,y el subido a tanta altura?

    Sus quejas contra la Fortuna se centran en dos tOpicos: el de la rueda quenose detiene y el de la relacin de balanza entre dos personajes:

    iCun mejor puedo decir,soberbia, en este lugar,que es comenzar a baiarno tener ms que subir!

    Como un peso habemos sidoeste y yo, mas tan pesadode mi parte, que he bajadotanto como el ha subido

    Y aun no se en que ha de pararmi desventura importuna,que no para la fortunacuando comienza a baiar.

    (HE, III, 170 a-170 b)Estas alusiones a la Fortuna de Amn se salen de lo puramente retrico

    en esta ocasin, para intentar cumplir una funcin caracterizadora. Lope noscontrasta dos creencias, dos concepciones de la vida distintas, en las que sus

  • EL LIBRO DE ESTER...

    '237

    tentan sus actos los dos antagonistas. Si Amn increpa a la Fortuna, Mardo-queo, en su parlamento subsiguiente, refiere su ascenso a Dios:

    Mil gracias os doy, serior,que esta vuestra humilde hechuralevantis a tanta alturay a tantos grados de honor.

    (HE, III, 170 b)La situacin espacial de los protagonistas es inversa en La Reyna Ester.

    En el tercer acto, Amn, enfurecido, derriba en el suelo a un Mardoqueoque nuevamente le ha negado la reverencia. Este es el parlamento del judo:

    en tieRa me as deRibadodonde mirandome estasmas esto me a consoladoque no podre bajar maspues lo posible e bajado

    la mudana as de adbertirde la fortuna y sentirpuesto que no a de pararque por fuera a de bajarquando no pueda subir

    y al Rebes pues no podrala fortuna berme yamas abatdo y su Ruedaen ningn tiempo esta quedaRodando me subira

    de suerte que a tu pesarte comensara a abatircomenlando yo a subir

    porque acabes de bajar(RE, III, 47 r-47 v)

    Este discurso de Mardoqueo tiene un mayor carcter retrico que el deAmn en la obra de Lope, al no existir esa coherencia entre las creenciasy las palabras.; pero el paralelismo en las ideas sobre la Fortuna es notable 34.

    34 El concepto de "relacin de balanza" entre los dos anragonistas que expresa Amn

    en la obra de Lope, tiene tambien una clara formulacin en La Reyna Ester, por: boca deAsuero, al final de la comedia:

    en dos balancas estansus dos suertes y asi beoque a subido mardoqueotodo lo que bajo aman

    (RE, III, 60v)

  • 238 GERMAN VEGA GARCIA-LUENGOS

    9. Xundo fue escrita La Reyna Ester? Para Menendez Onrubia, quecae tambien en el error de identficar esta comedia con la que fue impresaen 1653, y repetida en otras siete ediciones en los siglos siguientes, La ReynaEster con bastante seguridad refleja que su composicin debe remontarsea los 13 6 14 arios del autor, cuando a n practicaba el mosasmo en sucomunidad 35 . As pues, la comedia sera escrita en 1598-1599, si aceptamoslas deducciones que pueden hacerse sobre la fecha de nacimiento de Godnez,basadas en el documento biogrfico ms importante que poseemos. Se tratade la Relacin de las personas que salieron al auto pblico de la fe que secelebr por el Santo Oficio de la Inquisicin de Sevilla, en la plaza de SanFrancisco, el da del glorioso apstol Santandres desde ao de 1624 aos 36En esta Relacin se nos dice que Godnez contaba con 39 arios de edad, loque situara su nacimiento entre el 1 de diciembre de 1584 y el 30 de noviem-bre de 1585.

    No hay datos documentales para pensar en una composicin tan tem-prana, y no consideramos de peso los argumentos aducidos por MenendezOnrubia; por lo que nos inclinamos a pensar en una composicin cercana ala fecha del manuscrito y de su casi segura representacin sevillana por lacomparia de Balbn: 1613. La base ms firme para esta suposicin nos la danlos parentescos leves y poco abundantes, s, pero que juzgamos suficien-tes entre La Reyna Ester y La hermosa Ester. Nada hace suponer que seaLope, que parece no necesitar ms fuente que el libro bblico, el que se vierainfluido por una versin de la misma historia no documentada antes de 1610.Adems, estos paralelismos extrabblicos por sus caractersticas y, sobre todo,por el grado de divergencia con la fuente original, manifiestan una paternidadlopista. Y es muy posible que las exageradas diferencias con el texto bblicode la comedia de Godnez, el caso ms notorio entre el buen nmero deobras que el autor dedic a los temas de Sagrada Escritura, vengan impuestaspor un deseo consciente del autor en diferir de la comedia de Lope, repre-sentada poco antes en Sevilla. Efectivamente, Godnez tuvo la oportunidad

    35 OPut cit., p. 93.36 Este texto se halla en el tomo 29 de varios en la Biblioteca Colombiana. En este

    manuscrito y en un fragmento del Tratado y relacin del notario del Santo Oficio, Alonsode Ginete (Montilla, 1625), se apuntan los cargos de que tenemos noticia (sobre alguno delos cuales hablaremos ms adelante). Ambas fuentes fueron publicadas por su descubridor,Adolfo de Castro (Opus cit.). Basndose en ellas fundamentalmente, Menendez Onrubia, ensu valioso trabajo, intenta recomponer los 40 aos andaluces de Felite Godinez. Al anlisisde las acusaciones tambien se dedica Thomas C. Turner en su ediciOn de la comedia deGodinez, La traicin contra su dueo (Castalia, Madrid, 1976). Aunque lo hace con ciertaamplitud, adolece de profundidad. Se detiene, sobre todo, en ia afirmaciOn inmaculista auese hace en La Reyna Etter, obra que, por cierto, tambien identifica con la de Anzn y Mar-doqueo.

  • EL LIBRO DE ESTER... 239

    de asistir a la representacin de La hermosa Ester en 1612; al final del aut-grafo de la comedia de Lope y tras las autorizaciones fechadas en Madriden 1610, se lee: Representese esta comedia de La hermosa Ester, reservandoa la vista lo que fuera de la lectura se ofreciese, fecha en Sevilla a 6 de mayode 1612. Joan de Torres.

    Dos son las razones principales que arguye Menendez Onrubia parapensar en una composicin temprana de la obra de Godnez:

    En cuanto al contenido, la violenta pasin mosaica de muchos desus versos.

    Respecto a la expresin, el estado de lengua arcaizante propio deun sefardita.

    En relacin al primer punto, nos dice la autora que mientras el espec-tador cristiano no encuentra en la obra ms que un tratamiento pico quizdemasiado fiel de un tema bblico 37 , donde los elemenos fundamentales deCristo y la inmaculada concepcin de Mara quedan prcticamente olvidadosI .1; en cambio, el pueblo judo poda gozar a lo largo de la obra, consta-tando cmo Dios no olvida nunca al pueblo escogido... 38 Esta cuestin essumamente resbaladiza y necesita pruebas textuales concretas, e indepen-dientes de la presuncin de una interpretacin subjetiva por parte del pbli-co, porque eso mismo podra decirse de la obra de Lope 38.

    Respecto a que los elementos fundamentales de Cristo y la inmaculadaconcepcin de Mara quedan prcticamente olvidados, hemos de apuntarque, en cuanto a la letra, sin entrar en intenciones ocultas de difcil deter-minacin, La hermosa Ester permanece ms anclada en el Antiguo Testa-mento que La Reyna Ester. Godnez toma incluso partido en una de lasdiscusiones religiosas ms importantes de la poca: la referente a la Inmacu-lada Concepcin; haciendose eco de la opinin del pueblo y de la mayorade las rdenes religiosas (con la excepcin de los dominicos), sensibilizadosen esta problemtica, y mucho ms si se cuenta con la tradicin mariana

    37 Estas afirmaciones encajaran mejor en la obra de Lope que en la de Godnez.Tras el anlisis de La Reyna Ester, y simplemente tras la descripcin de su argumento,pensamos que ha quedado patente su "infidelidad" al texto bblico y el tratamiento esca-samente pico de buen nmero de escenas.

    38 opus cis., p. 94.39 En este sentido, dice Menendez Pelayo de La hertnoia Ester: "Todo el drama de

    Lope [...] respira adems un entusiasmo por la Ley Antigua, una penetracin tan hondadel tenacsimo y perseverante espritu hebreo, de su constancia en la nersecucin y en elmartirio, que verdaderamente maravilla en poeta de tan reconocido abolengo de cristianosviejos y de tan pura y ardiente fe cristiana como era la suya". ,B. A. E., CLVIII, p. 281).

  • . 140 GERMAN VEGA GARCIA-LIIENGOS

    andaluza. La heroina de Godnez encuentra literalmente una ms insistenteproyeccin hacia la figura de Mara que la de Lope 40

    Este papel prefigu-rador se hace ya patente en el primer acto, cuando Egeo le anuncia que serreina, parafraseando las palabras de la Anunciacin:

    dios te salbe hermosa estercontigo es dios y serasentre todas las demasla mas dichosa muger

    (RE, I, 14 v)El sentido traslaticio de esta escena de auto sacramental es aclarado

    al pblico por Mardoqueo a su final:

    seas gran dios glorificadoque aqui se a representadouna sonbra una figurade quando bengan a daraquella alegre enbaxadaa la donsella sagradaen quien dios a de encarnar

    (RE, I, 15 r)En esta proyeccin se reincde con las palabras que el ngel Gabriel

    dirige a Ester al termino de su aparicin en el tercer acto:

    que tu as de librarle dellasiendo figura de aquellade quien dios a de naler

    (RE, III, 54 r)Idea que la propia Ester vuelve a repetir acto seguido (RE, III, 54 v).

    Por el contrario, en la obra de Lope esta prefiguracin, como veamos,slo aparece netamente en el baile final.

    Naturalmente, del espritu de la letra de Lope, cristiano viejo y familiardel Santo Oficio, no vamos a dudar. En cambio, s nos vemos inducidos ahacerlo del espritu de la letra de Godnez, dada su condicin de judode todos cuatro costados, aunque la corteza de esa letra nos remita a lascuestiones cristianas en mayor nmero de ocasiones que la de Lope. Ya lamera eleccin de esta historia bblica por un autor que sabemos judo noslleva a cuestionar sus ltimas intenciones. El Libro de Ester es sumamente

    40 Estamos de acuerdo con Edward Glaser (Opus cit.), e.n que esta proyeccin es unode los sentidos ltimos ms importantes de la obra de Lope, pero tamb:en este sentido esten Godinez, y reLejado con mayor extensin y ms alto grado de transparencia.

  • EL LIBRO DE ESTER :.241

    idOneo para tratar de la opresin de un grupo social, y de la esperanza delos oprimidos. Si nos fijamos en los recorridos que Menendez Pelayo y Fari-nelli hacen por las distintas versiones del libro bblico en la literatura euro-pea, nos daremos cuenta de cmo es una constante esta aplicabilidad de lostextos a los problemas coetneos de segregacin y opresin, por los que pasael grupo social o poltico, en el que se inscribe el autor.

    Por otra parte, la demostracin de la presencia de rasgos que indiscu-tiblemente denoten un ferviente mosasmo en el auor, no implicara elque esta actitud religiosa tuviera que ser ubicada en unos arios concretos.Los documentos conservados no permiten aquilatar tanto sobre la evolucinespiritual de Godnez, como para establecer hitos cronolgicos tan pretendi-damente precisos, que permitan fechar La Reyna Ester.

    Hay motivos para sospechar de las creencias de Godnez, pero no ele-mentos firmes a los que asirse. Esta dificultad puede verse reflejada en loscargos inquisitoriales de los que tenemos noticia, y que se refieren a la obraque comentamos. Se lee en la Relacin del auto de fe de la Biblinteca Co-lombina: Y como tan aficionado a esta ley hizo algunas obras en versode historias del Testamento Viejo como la comedia de La Reyna Ester yLa Harpa de David 41 , en las quales se haban notado algunas proposiciones,en particular que el ngel San Gabriel haba aparecido a la Reyna Esthery le haba dicho que del linage de Israel haba de nacer el hijo de Dios ytener madre sin pecado original. En la primera parte del prrafo, se haceuna afirmacin en la lnea de lo que hoy se dice sobre Godnez en grannmero de manuales. Se procede en sentido deductivo y no inductivo: poIel hecho de escribir sobre temas del Antiguo Testamento, no se puede con-cluir la condicin heretico-judaica de un autor, pues prcticamente todo elParnaso ureo espariol lucira sambenito. Siguiendo el texto de la Relaciny entrando ya en lo que se pueden considerar cargos, se nos dice que en lasdos comedias aludidas hay una serie de proposiciones, pero la nica quese aduce, y es lgico suponer que es porque se la considera la ms importante,no hace suponer una condicin judaica en su sustentador. Se encuentra en

    41 Antonio Mira de Amescua tiene una obra con este titulo. De Godinez se ha con-servado una comedia sobre el episodio del Rey David y Bersabe en, al menos, cinco edi-ciones, donde recibe los nombres de Las lgrimas de David y El rey ms arrenpentido.Quiz sea aventurado identificar esta comedia como hacen Adolfo de Castro. Thomas C.Turner y otros con la aludida en el proceso, ya que oudiera tratarse de un caso semejan-te al de La Reyna Ester y Anzn y Mardoqueo; por otm parte, en las relaciones del auto defe no se nos da ninguna pista en este sentido. Tambien sobre la Casa de David, se le atri-buye a Godinez, en una suelta del siglo XVIII, La venganza de Tamar; siendo, en realidad,la de Tirso de Molina del mismo titulo, con escasas variantes.

  • 242 GERMAN VEGA GARCIA-LIIENGOS

    La Reyna Ester y se trata de la afirmacin sobre la inmaculada concepcinde Mara, puesta en boca del ngel Gabriel (RE, III, 53 r-53 v). Es en estepunto en el que Thomas C. Turner se detiene ms morosamente en su tra-bajo sobre Felipe Godnez, por parecerle de gran repercusin en la vidaautor 42 Sin embargo, pensamos que no acierta ni en la consideracin desu importanca ni en la interpretacin correcta del cargo inquisitorial. Enprimer lugar, no creemos que este punto tenga una importancia por encimade la del resto ,de los cargos que aparecen en las relaciones y que, por otraparte, no pueden enmarcarse con exclusividad dentro de las desvacionesmosaicas. Menndez Onrubia ha profundizado mucho ms sobre la cuestinde las acusaciones el proceso 43 , llegando a la conclusin de que los crite-rios religiosos de Godnez, tal como se reflejan en dichos cargos, son unaamalgama de sus viejas creencias judaicas con determinadas concepcionesreformistas cristianas. Es esta proposicin inmaculista una ms a afiadir aotras que configuran un estado de desviacin religiosa por parte del peniten-ciado. Pero, adems, este cargo presenta unas caractersticas que deben sertenidas en cuenta: creemos que lo ms decisivo no est en el contenido ens de la proposicin, por ms que Turner presuma la presencia de miembrosdominicos en el tribunal, ya que no podra ser considerado hertico, comotampoco podra serlo lo contrario 44 ; ni siquiera sera de importancia su ma-nifestacin pblica, aunque hubiese una prohibicin expresa en este sen-tido de la jerarqua eclesistica 45 . Pensamos que el factor de ms peso

    42 Opus cit., pp. 14-15.43 Opus cit., pp. 89-99.44 En 1482, Sixto IV prohiba, bajo pena de excomuniOn, a los dos bandos litigantes,

    el acusarse de hereja por causa de su opiniOn sobre la concepcin de la Virgen. Postuxaque sigue vigente con posterioridad: tanto Trento, como los Papas Alejandro VI, Po V(1567), Pablo 1T (1616 y 1617), Gregorio XV (1622), confirman las constituciones deSixto IV y prohiben toda discusiOn pblica, e incluso privada, sobre el tema, aunque per-miten a cada cristiano disfrutar de su opinin propia (apud E. WALBERG, "L'Auto Sacramen-tal de Las Ordenes Militares de D. Pedro Caldern de la Barca", Bulletin Hispanique, V,1903, pp . 387-388).

    45 Hay un amplio muestrario de afirmaciones inmaculistas en la literatura de lapoca, hechas por autores que nunca se vieron envueltos en un proceso inquisitorial; verRODRCTIEZ ZAPATA, Cancionero de la Inmaculada Concepcin de la Santisima VirgenMara, Madre de Dios y Seora nuestra..., Sevilla, 1875 (citado por MENNDEZ PELAYO,B. A. E., t. CLVII, p. XLII-XLIII). En esta recopilacin se encuentran hasta 34 composi-ciones poticas de Lope de Vega, que son s lo una muestra de su labor en este sentido.A la alabanza de la Inmaculada ConcepciOn, escribi el Fenix dos coloquios pastoriles:Coloquio pastoril en alabanza de la limpia y pura concepcin de la Virgen Nuestra Seriorasin mancha de pecado original y Segundo coloquio de Lope de Vega entre un portugus yun castellano, un vizcaino, un estudiante y un rnozo de mulas, en defensa y alabanza de lalimpia concepcin de Nuestra Seora...; escritos y representados ambos por la poca en queGodnez compuso La Reyna Ester (fueron reimpresos en Mlaea, en 1615). La pfezams extensa de exaltacin inmaculista del Fenix es su comedia La limpieza no manchada(1618), que ya citamos anteriormente.

  • EL LIBRO DE ESTER... 243

    estriba en el hecho de que sea el ngel San Gabriel al que se haga pronun-ciarse en defensa de una de las posturas de este controvertido tema. Setratara, pues, de acusar el uso de una autoridad sagrada para sustentar unaopinin no reconocida por la Iglesia.

    Por eso, no debe extraarnos demasiado que Godnez, cuando vuelvaa dramatizar la historia de Ester en Amn y Mardoqueo 46 , aproveche abun-dantes materiales e ideas de su primera comedia, y entre ellos no renunciea la defensa de la Inmaculada Concepcin. Eso s, ahora no ser el ngelGabriel el que la haga. Poco peligroso le debi de parecer a Godnez haceresta nueva afirmacin, siendo tan frecuente en los escritos de la poca, ycuando el mismo Lope, tan avenido con la Inquisicin, la haba presentadoen terminos parejos, tambien a propsito de Ester, en la comedia que parala exaltacin de la Inmaculada Concepcin le haba encargado la Universidadde Salamanca en 1618: La limpieza no manchada 47.

    46 Contance H. Rose (Opus cit), como ya hemos dicho, atribuye esta comedia a Anto-nio Enrquez Gmez. No cree aue Godnez, que ya haba sido penitenciado por lasicin, pudiera escribir esta obra en el otoo de su vida. Le parece extrao que la nicaescena conservada de la comedia de 1613 sea, precisamente, la parfrasis de la Anunciacin,que haba sido condenada por el Santo Oficio; condena que no considera rata, dada la irre-verencia que supone el que un eunuco al servicio de la lujuria de Asuero se transmute enel ngel Gabriel. Si bien, la profesora estadounidense agrega que Godnez le parece msingenuo que blasfemo.

    Nosotros pensamos que esta obra publicada en 1653, sin otras pruebas, debe seguir con-siderndose de Godnez (tendremos oportunidad de ocuparnos de ella en otra ocasin). Escierto que presenta notables diferencias con la de 1613: ha ganado en concentracin dra-mtica, en calidad poetica... y, tambien, en debitos lopistas, presentando una mayor afini-dad con La hermosa Ester; sin embargo, en el desa