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patria y nación

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  • PATRIOTISMO Y NACIONALISMO

    Por JOAQUN BLANCO ANDE

    PatriotismoEl trmino patria, derivado etimolgicamente del concepto pater, vaasociado a la nocin de padre. El Diccionario de la Real Academia de laLengua Espaola edicin dei 970 da como primer acepcin del trminopatria, la siguiente: Nacin propia nuestra, con la suma de cosas materialese inmateriales, pasadas, presentes y futuras, que cautivan la amorosaadhesin de los patriotas, definiendo, a su vez, a stos, como las personasque tienen amor a su patria y procuran todo su bien.Como puede observarse, la idea de patria, va unida a la de nacin, de ahque no deba extraar que algunos nacionahstas en Espaa, al amparo delconcepto de las nacionalidades>, introducido en el artculo 2 de nuestraConstitucin del ao 1978, recaben para Catalua, Pas Vasco, tc.,consideradas como tales, en sus Estatutos respectivos, la condicin depatria propia, lo cual, a nuestro modo de ver, es un autntico disparatehistrico.Toda vez que el citado artculo 2 de nuestra vigente Carta Magna, determinataxativamente que Espaa es una sola Nacin, pues comienza diciendo: LaNacin espaola, (en singular, no en plural). En Espaa, al existir una solaNacin, coexiste por lo tanto, una sola patria.Del vocablo patria, se han emitido muchas definiciones, algunas conevidentes connotaciones etimolgicas patria, como hemos dicho, deriva del

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  • latn pater, como las que aportaron Nietsche la patria es la tierra y loshijos, o Charles Maurras la patria es un ser de la misma naturaleza, quenuestro padre y nuestra madre: la patria es lo que une por encima de lo quedivide. Otras, ligan el concepto de patria a las ideas de nacin o pueblo,como las suministradas por Cnovas la patria es la conciencia que cadanacin posee de s misma, o Vzquez de Mella la patria es la concienciay sentimiento ms o menos claro e intenso de esa comunidad moral ehistrica, que en su grado mximo se llama nacin.La idea de patria ha evolucionado a lo largo de siglos, de ah la dificultad dedar una definicin omnicomprensiva de todas las pocas. En la Atenasclsica, el patriotismo era un sentido de fidelidad cvico-religiosa a lastradiciones y las instituciones de la ciudad Scrates es ejecutado porantipatriota, esto es, por negar la divinidad a Palas Atenea, diosa deAtenas. En Roma, el concepto de patria se confunde con la idea defidelidad al Imperio, exista un patriotismo nico para todos los hombresdel mundo civilizado.

    Se suele afirmar que los pueblos brbaros, en tanto en cuanto que erantribus nmadas, no llegaron a tener conciencia de adscripcin a una patriaconcreta, toda vez que se movan con un sentido aterritorial, sustentado enun instinto de lealtad a la horda. Una vez conquistaron el Imperio Romano,fueron decantando un sentimiento de posesin territorial, en el que sevislumbra una tosca apreciacin de la idea de patria.

    En algunos pases como Francia o Reino Unido, las voces de nacin o patria,entraan el mismo significado. En Espaa, el trmino nacin va asociadoms a la idea de colectividad o pueblo, mientras que patria, se liga a unaidea o expresin de sentimiento afectivo, que se decanta en muchosciudadanos y que se materializa en el amor a la bandera, smbolo de launidad del Estado.

    A nivel de calle se suelen confundir o identificar los conceptos de nacin,patria y pas, es normal que esto acontezca. No se puede pedir que todociudadano, por el simple hecho de serlo, sea un experto en CienciasPolticas o en Teora del Estado.Desde una ptica universitaria o acadmica, la diferencia fundamental entreaquellos trminos, estriba en que; el primero, hace referencia ms bien alconjunto de habitantes de un pas regido por un mismo gobierno; el segundose concreta en una especie de sentimiento afectivo respecto al espaciogeogrfico que nos vio nacer, y que se corresponde con la posesin de

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  • cierta ciudadana; el tercero puede considerarse como un vocablo asptico,neutro, referido al territorio.En resumen, la idea de nacin se asocia con la de poblacin, la de patria sevincula con la de la comunidad estatal, y la del pas se liga a una entidad decarcter geogrfico.Resumiendo lo anteriormente explicitado, el vocallo patria se incardinatanto al hecho del nacimiento, como al del lugar donde ste ha tenido lugar.As el Diccionario de Cavarrubias del ao 1610, define la patria comola tierra donde uno ha nacido, y el Diccionario de Autoridades del ao1 734 reitera dicha idea al sealar que patria es el lugar, ciudad o pas enque se ha nacido. En ambos Diccionarios, el concepto de patria estdesvinculado de la idea de sentimiento afectivo hacia el entorno geogrficoque nos vio nacer.Dada la ligazn de la ide de patria con la de Estado, la lealtad y fidelidad ala patria, se extiende, por ende, a la estructura que sirve de coberturajurdica a aquel ente estatal. En suma, la idea de patria, lleva inherente unsentimiento de amor y fidelidad hacia la sociedad polti.ca donde nosincardinamos como ciudadanos. La mxima expresin del afecto hacia laPatria-Estado, se materializa en la entrega de la vida por ella durante unconflicto blico.El patriotismo, como idea y como sentimiento, viene siendo objeto derechazo por algunos pensadores e ideologas:1) A mediados del siglo XIX, en el Manifiesto Comunista del ao 1848 de

    Marx-Engels, se sustenta la tesis de la apatridia del proletariado. Comosiun obrero manual por el solo hecho de serlo, no tuviera o no pudieratener apego a su patr.

    2) El internacionalismo obrero supone, a su vez, una quiebra a laconciencia ciudadana de amor a una patria concreta, y en el intento desustituir la idea de Estado-Patria por la de Internacional obrera, como lapatria del proletario. Esto, la historia lo ha desmentido cuando, en lasltimas guerras, los obreros de distintos pases se han matado entre s,echando por tierra la tesis de que los obreros-hermanos nuncalucharan entre ellos.

    3) La concepcin supranacional europea, en tanto en cuanto mitiga elardor del sentimiento patritico, o las docfrinas de carcter ecumnicoo universalita, intentan saltar o saltan por encima de las fronterasnacionales.

    4) El patriotismo localista o regionalista, toda vez que implica un soslayamiento de la patria de todos, por la idea de la patria de unos

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  • cuantos: esto es, se pretende hacer incompatible el amor al terruocon el amor al Estado-Patria, como si un ciudadano cualquiera nopudiese estimar simultneamente a su provincia y a su Estado.

    La interaccin de los trminos patriota y nacionalista es obvia, habidacuenta que todo ciudadano que ama a su patria es un nacionalista yviceversa. Ahora bien, se pueden descubrir matices entre ambos conceptos.El nacionalismo significa, segn Horace B. Davis preocupacin por losintereses de una comunidad particular, mientras que el patriotismo puedesignificar esto, o bien preocupacin por los intereses de un Estado particular.Ni el nacionalismo, ni el patriotismo, tienen por qu ser necesariamenteagresivos, pero s lo sern especialmente, si toman formas de jingosmo o dechauvinismo, que se consideran viciosas (1).Nacionalismo y patriotismo, son sentimientos que van unidos. Por un lado, elpatriotismo se vertebra a travs del Estado. Por otro, la nacin suscitaadhesiones y afectos, cuyo mximo exponente es el patriotismo. No sepuede entender el nacionalismo sin un pice de sentimientos patriticos, nicomprender un patriotismo que no se apoye en el Estado (2).A juicio de Jos A. Recalde, el nacionalismo no es otra cosa que una de lasformas del patriotismo, la que surge como ideologa de masas de unaestructura social modernizada. La contraposicin entre patriotismo, comoamor a lo propio, y nacionalismo, como oposicin a lo ajeno, primaindebidamente al primer concepto, y ataca, por excesiva generalizaci, alsegundo (3).Segn Fichte, el amor a la patria, ha de condicionar la vida y actividad delEstado, en lo tocante a fijarle un fin ms amplio que el que sueleadscribrsele normalmente. El amor patrio ha de extender la esfera decompetencia del ente estatal, ms all de la mera tutela de la paz interna, dela propiedad, de la libertad personal, de la vida y del bienestar de todos.nicamente para este fin superior y para ningn otro, rene el Estado unpoder armado (4).El canto a la patria ha sido recogido a lo largo de las pginas de la Historiapor la pluma de insignes pensadores. Sin carcter exhaustivo, recogemos

    (1) Davis, Horace B. Nacionalismo y socialismo. Edicin Pennsula, Barcelona, 1975, p. 9.(2) Blanco Ande, Joaqun. El Estado, la Nacin, el Pueblo y la Patria. Editorial San Martn,

    Madrid, 1985, p. 263.(3) Recalde, Jos R. La construccin de las naciones. Editorial Siglo XXI, p. 141.(4) Fichte, G. Discursos a la nacin alemana. Editorial Taurus 1968, p. 149.

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  • algunas de las ms significativas. Deca Homero que slo un vaticinio esbueno: combatir por la patria. Para Tucdides, patria es toda cosa, sumisma naturaleza. A juicio de Platn, no hemos nacido para nosotros, sinopara nuestra patria. Ovidio afirmaba que el amor a la patria es ms fuerteque todas las razones del mundo. Sneca sentenciaba que ninguno amaa su patria porque es grande, sino porque es suya. Maquiavelo sealabaque ningn hombre de honor censurar a quien procure defender a supatria, de cualquier manera que la defienda. El propio Voltaire lleg a decirQu amada es la patria para todo corazn bien nacido! Napolen puntualizque la primera virtud es la devocin a la patria. Por ltimo, Lord Byronapostill que el que no ama a su patria no puede amar nada.Desde la ptica de una eficaz poltica de defensa, el amor a la patria es unsentimiento que hade anidar generosamente en la masa de ciudadanos. Esun hecho constatado en numerosas guerras, que un soldado, no experimentado, pero que ame profundamente a su patria, se crece en el combate y escapaz de superar a su oponente ms tcnico, pero tibio y aptico en elcampo de batalla (5). En este sentido, el Decreto de la Asamblea Legislativafrancesa de 11 de julio de 1 792, enfervoriz al pueblo francs con estaspalabras: Numerosas tropas avanzan hacia nuestras fronteras, todos losenemigos de la libertad se arman contra nuestra Constitucin. Ciudadanos,la patria est en peligro. Un ejemplo histrico vale ms que mil palabras.Dicha convocatoria patritica hizo el milagro no slo de levantar en masa alpueblo francs contra la invasin extranjera, sino tambin de contenerla,infligiendo los bisoos patriotas de la Revolucin severas derrotas a tropasexperimentadas, mandadas por prestigiosos generales.Para concluir, es oportuno puntualizar que en el espaol es detestable unahiperbolizacin del amor a la patria chica, en detrimento dl inters superiordel amor a la patria grande. Ese amor al terruo es laudable, en tanto encuanto no se superpone, no obstaculiza, ni difumina el amor a la patria detodos. Esa obsesin localista es una consecuencia del plegamiento deEspaa a finales del siglo XIX sobre s misma; pero tambin revela egosmoy desinters por los dems compatriotas, cuando no falta de cosmopolitismoy visin pacata del mundo que nos toca vivir (6).En principio, el nostlgico amor a la pairia pequea, asociado a lasindelebles huellas de la niez, es un sentimiento romntico positivo; ahorabien, se trueca en mezquindad y pobreza, como reconoci el prestigioso

    (5) Blanco Ande, Joaqun. Op. cit. p. 258.(6) Blanco Ande, Joaqun. Op. CII. p. 264.

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  • historiador Menndez Pidal, si las experiencias y las ideas generosas de lajuventud no lo extienden a la patria grande, la patria a secas, como el amorpatrio degenera tambin en una delimitacin, si la mayor madurez delhombre no lo comparte con el de la patria universal, con el de todo el pasdel que recibe alguna benfica inspiracin de la vida superior (7).

    Nacionalismo

    Nacionalismo en EspaaComnmente se tienen en Espaa por conceptos idnticos, los deregionalismo, nacionalismo y separatismo. Dicha idea por simplista, eserrnea, toda vez que cabe establecer las siguientes diferencias. Elregionalismo espaol, lo entendemos como aquella postura de defensa delHecho diferencial primordialmente del cataln, vasco, gallego y enmenor medida del valenciano y andaluz as como de los idiomasperifricos prexistentes, y de la forma de ser de los habitantes de ciertosterritorios espaoles, tanto por lo que respecta a la cultura propia, como a latutela de las viejas tradiciones e instituciones, etc...En suma, el regionalismo es la idea poltica que concibe a Espaa comoEstado plural, no centralista, ni uniformista. El regionalismo, as concebido,no es ni separatista, ni secesionista, ama a Espaa, de ah que no pretendaromperla en mil pedazos, tiene simplemente una concepcin no unitaristadel Estado. Dicha idea se encuentra en el regionalismo gallego Braas,Murgua, Rosala de Castro, Pondal, etc...; en el cataln Torrs i Bages, Pratde la Riva, Camb, etc....El nacionalismo, por el contrario, es un regionalismo con espritu derevancha, con resentimiento, con autntica obsesin centrifuguista. No secontenta, en ltimo trmino, con la idea del Estado plural, no uniformista, nicentralista. Se declara nacin, previo paso por la idea regional, que luegoabandona por quedrsele pequea en sus aspiraciones a fin de tenerargumentacin jurdica y poltica con la que poder racionalmente invocar sumxima aspiracin: el Estado propio. Dicho nacionalismo lo encarn, sobretodo, el fundador del PNV, Sabino Arana, inventor del trmino Euzkadi y dela ikurria a quien los nacionalistas vascos reconocen como su padre. Stnacionalismo destila odio hacia Espaa, es por tanto independentista.

    (7) Menndez Pidal, R. Los espaoles en la historia. Espasa Calpe, Madrid, 1971. pp. 144-145. 54

  • En sus escritos de Vizcaya independiente, lleg a afirmar que los vizcanosno eran espaoles por su historia, sus leyes, sus instituciones, etc. Comoocurre en ocasiones a lo largo de la historia, una mentira repetida miles deveces termina por ser aceptada como una verdad, como es el caso delplanteamiento sabiniano.Una cosa es que los vascos no hayan sido, ni sean, castellanos y otra cosabien distinta es que no hayan sido, ni sean, espaoles. Su rotundadeclaracin, de que el espaol-maketo-es nuestro moro, nuestro enemigosintetiza el odio fantico de aqul ex carlista bilbano, que coloc lamecha en su da del barril de plvora en que se ha convertido la organizacin terrorista de ETA. Sus soflamas incitan al tiro en la nuca, porantiespaoles.El separatismo constituye la actitud de aquellos nacionalistas a los que noles basta con el reconocimiento del hecho diferencial, peculiaridadlingstica, el respeto de sus tradiciones y cultura... Los separatistasespaoles, que es el caso que ms nos debe preocupar, quieren rse deEspaa, fundamentalmente por su creencia de que el territorio donde hannacido y habitan no es Espaa, caso de muchos vascos y catalanes.Consideran que Espaa les ha invadido y, por tanto, pretende hacer creer alos dems, que nuestras Fuerzas Armadas all radicadas son un verdaderoEjrcito de ocupacin. Rechazan la unidad de Espaa por estimar que,histricamente, la unificacin emprendida y lograda entre las coronas deCastilla y Aragn, por los Reyes Catlicos, estaba apoyada en una simpleunin personal, derivada del matrimonio y, en consecuencia, como talcontrato, fue una unin rescindible por la voluntad popular de cualquiera delas partes.Olvidan o quiz pref ieran pretnderlo los que as piensan, que en dichaunin, slo tenan capacidad y legitimacin, los Monarcas suscribientes, nosus pueblos respectivos, toda vez que entonces la soberana era encarnadapor aqullos y no por sus sbditos. El pueblo accede a la condicin desoberano con la Revolucin Francesa, y no en los tiempos de Fernando eIsabel, cuando se impuso en toda Europa la Monarqua absoluta, y dondetodos los habitantes eran sbditos, pero no ciudadanos.Separatismo y nacionalismo, marchan de consuno. Todo nacionalista quese precie es separatista, no cabe duda, de lo contrario sera todo menosnacionalista. Lo que ocurre es que los nacionalistas se escinden, no por lameta final, que siempre es la misma: la independencia, sino por el mtodo aseguir para obtenerla. As coexisten en Espaa nacionalistas que aspiran a

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  • la independencia por vas pacficas, caso de CIU, PNV, EE, etc. o pormtodos violentos o terroristas, caso de ETA, o en su da Terra Lliure, hoyautodisuelta. Como los dos modelos nacionalistas tienen un mismo credoideolgico y un mismo origen, procuran desprestigiarse recprocamentesiempre que las circunstancias lo permiten, salvo en poca de elecciones,donde hay que atraer a los votantes del partido hermano.

    As, por ejemplo, en el Pas Vasco, los dirigentes del PNV partido que enel ao 1 959 sufrag los primeros gastos del local y personal que utiliz ETA,no lo olvidemos llaman a los de ETA violentos, pero no se atreven allamarlos por su verdadero nombre terroristas, toda vez que suscentenares de asesinatos con tiro en la nuca o con coche bomba, notienen parangn criminal en todo el nacionalismo europeo, salvo el del IRAirlands.

    Pero tengamos siempre presente nosotros, los amantes de la unidadespaola, que dichos nacionalismos separatistas perifricos espaoles,cualquiera que sea la diferencia de mtodo que sigan, les une, siempre, unacosa: prescindir de Espaa, concepto que por otra parte rehsan utilizar,como si les quemase los labios, sustituyndolo por el de Estado espaol,con lo que dejan caer un mensaje subliminal, estar a la fuerza en un Estadoque no es el suyo, habida cuenta, insistimos en ello, que estos nacionalistasno se consideran ni se sienten espaoles.Y esto hay que entenderlo por mucho que nos duela y decirlo sintapujos. Otra cosa es que dichos nacionalistas lleguen a convertir enrealidad sus objetivos separatistas. No slo a Espaa, sino a la CEE, no lesinteresa lo ms mnimo, y ms en nuestro caso, un cambio de fronteras, conla creacin de nuevos Estados en el sur de Europa, con todos los problemasque esto conlleva. Pensemos, slo hipotticamente, que Espaa accedieraa darles la independencia a los nacionalistas vascos. Una vez obtenida, seiban a quedar tranquilos con 7.000 km2 o por el contrario continuara elterrorismo, para anexionarse Navarra, parte de Cantabria, La Rioja, etc?En el caso de los nacionalistas radicales catalanes, por ejemplo, ngelColom, de Ezquerra Republicana, declar en rueda de prensa en Madridseptiembre del ao 1991 que la independencia de Catalua debacomprender todo el actual territorio cataln, ms el Roselln francs, laComunidad Valenciana, las isls Baleares y parte de Cerdea, donde sehabla cataln Alghero.. Se pueden decir hoy en da semejantesbarbaridades? Indebidamente s, en un sistema democrtico como elnuestro o cualquier otro que se aprecie de serlo. Ese no es el problema, la

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  • cuestin est en que a quin lo dice, no slo no se le da por un soador,ni fantstico, sino que tiene cierta clientela segura en prximas elecciones.

    Tipos de nacionalismo en Europa Occidental

    El trmino nacionalismo es equvoco, no unvoco, toda vez que coexistendiversos tipos que no siempre coinciden en sus objetivos, actitudes y metasfinales. Hay nacionalismos unitivos, como el americano de la segunda mitaddel siglo XVIII, en las que trece ex colonias inglesas se rebelan contra lametrpoli, sentando las bases de lo que dos centurias despus sera la nicasuperpotencia mundial. En ese modelo haba que incluir al nacionalismoespaol de principios del siglo XIX, que dar lugar a la gesta memorable dela guerra de Independencia de inequvoco signo patritico y en la que elentonces primer Ejrcito el mundo saldra derrotado, por vez primera, portodo un pueblo alzado en armas.Asimismo, son tipos de nacionalismo unitivos, los supuestos alemn eitaliano de mediados del siglo pasado, donde la nacin italiana por un ladode la mano garibaldiana y el apoyo de Cavour y la germana, por otro,de la mano de Bismarck, consiguen unificar lo que artificialmenteestaba separado, esto es, la Nacin y el Estado. La tesis manciniana, esdecir de Pasquale Estanislao Mancini, rector de la Universidad de Turn, deque toda la nacin demanda un Estado, o lo que es lo mismo, su teora delPrincipio de las Nacionalidades, sentada en el ao 1851, iba a fructificaraos despus en la praxis poltica de aquellos dos pases de gran tradicinhistrica.

    Sin embargo, al lado de aquel nacionalismo, que une y no rompe, se decantaotro tipo, cuya meta obsesiva es quebrar una unidad que est labrada por lahistoria, abstraccin hech en este caso, de los nacionalismos colonialesque pretenden recuperar la identidad y soberana perdidas mediante unaguerra en la que se impuso la metrpoli respectiva. Nos referimos, claroest, a los nacionalismos no de origen colonial y de tinte separatista.Ejemplos histricos y recientes en Europa no faltan. Veamos los mssignificativos. En Italia, smbolo en su da de la unidad del Imperio Romano,la patria de Maquiavelo, Dante, Petrarca, Miguel ngel, Rafael, Leonardo,Tiziano, Verdi, Puccini y tantos otros, pese a que a principios de septiembredel ao 1991, su ministro de Asuntos Exteriores, Giannide Michelis, afirmrotundamente que las fronteras de nuestro pas no se tocan, lo cierto esque los 280.000 germano-parlantes del Alto Adigio territorio del Norte queno perteneci a Italia hasta el ao 1 91 9, y vinculado histricamente a

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  • Austria reivindican, bien su adscripcin al vecino citado, o, al menos,mayores cotas de autonoma.Alemania, uno de los pases de mayor sentimiento unitario como pueblo ynacin, y con una incuestionable identidad comn de raza y lengua, no selibra de aquel virus, como es el caso del pueblo serbio 100.000 personasde origeneslavo que habitan en eIInd de Brandeburgo si bien ste limitasus reivindicaciones a aspectos puramente folclricas: trajes tradicionales yfiestas ancestrales.En el Reino Unido no todo est atado y bien atado, ni mucho menos unido,pese a su denominacin actual. Aunque el frente autonomista escocsparece hallarse en estado de hibernacin por efecto de una recuperacineconmica su ndice de desempleo es ms bajo que la media britnicaque ha debilitado las ansias independentistas, no es menos cierto, que en elUlster, las pasadas conversaciones de pacificacin, conocidas como PlanBrooke, han fracasado estrepitosamente merced a la radical oposicin delos unionistas probritnicos.En Holanda, la nica minora nacional, la de Frisia integrada por unas600.000 personas, de las que dos terceras partes hablan un idioma, mediocamino entre el alemn y el ingls no parece plantear demasiadosproblemas al Gobierno Central. Su sentimiento nacionalista se concreta enel rea lingstica y cultural, estando bien encauzado, habida cuenta que,desde el ao 1937, el frisio se ha incardinado como enseanza primariaobligatoria en el modelo educativo de la provincia.En la culta Blgica, con poco ms de 30.000 km, se baten dos rcords. Por unlado la suma de ministros del Gobierno Central, de las tres comunidades ydos regiones, la colocan a la cabeza del mundo, por poseer ms altosdignatarios por kilmetros cuadrados y, de otro, es el ms genuinorepresentante del pas de la sempiterna querella lingstica. Su federalismoe instituciones complejas pretende hacer frente al reto de preservar elequilibrio entre dos comunidades distanciadas por la historia y la cultura:Flandes, antao pobre y dominada lingsticamente por una burguesa quese vanagloriaba de expresarse en francs, constituye a a sazn la zona msprspera de los Pases Bajos, mientras que la Valonia francfona vive depasados recursos y aoranzas de tiempos mejores trados por la pujanza delcarbn y la siderurgia.En Espaa, desde finales del siglo XIX, se decantan nacionalismosperifricos, el cataln y el vasco, que si bien en la actualidad estnencauzados mediante la batuta de dos Gobiernos moderados y pragmticos,

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  • como son los de CIU y PNV en coalicin en ocasiones con PSE-PSOE, ocon EE y EA no es menos cierto que, peridicamente, los lderesrespectivos siembran la intranquilidad en el resto de Espaa, con declaraciones marcadamente independentistas o de autodeterminacin.

    Lo inslito del planteamiento secesionista de los citados nacionalismos denordeste y norte espaol tiene, a nuestro juicio, los siguientes agravantes:1) La unidad de Espaa como Estado moderno arranca desde la segunda

    mitad del siglo XV, constituyendo por tanto, una de las ms antiguas deEuropa al par que la de Francia, Inglaterra y Portugal. Cmo se puede,pues, parangonar histricamente el supuesto vasco-cataln, con el delos pases Blticos, que slo conocieron la independencia entre las dosGuerras Mundiales? Cmo se puede buscar similitudes con elnacionalismo del Alto Adigio italiano, que siempre perteneci a Austria,hasta que en el ao 1 91 9 se adjudic a Italia. Los independentistasvascos y catalanes pretenden asemejar sus reivindicaciones separatistascon los casos de Eslovenia y Croacia, sin pensar que stas constituanparte del Imperio Austro-Hngaro hasta la Primera Guerra Mundial ycomo consecuencia de la derrota de los tres Imperios en aquella litis,Alemania, Austria y Turqua fueron desmembradas por el Tratado deVersalles, obligndoles a ceder territorios a otros pases, que en elsupuesto eslovano y croata se adjudicaron a Serbia para crear el Estadoartificial y nuevo de Yugoslavia junto con Bosnia-Herzegovina, Montenegro, Macedonia, y las regiones de Kosovo y Volvodina.

    Uno comprende, leyendo las pginas de la historia cosa que algunosseparatistas no hacen o lo que es peor, pretenden tergiversarla que lamayora de los espaoles no deseamos la ruptura de la unidadespaola, tan trabajosamente lograda en su da por los Reyes Catlicosy que eslovenos y croatas, que nunca formaron Estado con los serbios,pretendan independizaise de stos, mxime cuando a la fuerza se lesoblig a abandonar al Imperio Austro-Hngaro, y a unirse con el Estadoque desat con el asesinato por pistoleros serbios, del futuro Emperadorde dicho Imperio en el ao 1914, en Sarajevo, el inicio de la PrimeraGuerra Mundial.

    Aquella particin del Imperio Central europeo como la de Alemania yTurqua fue tan funesta y denigrante, que trajo consigo una SegundaGuerra Mundial. Unir artificialmente a los vencedores serbios desencadenantes de la guerra con los vencidos eslovenos y croatas,miembros del Imperio Austro-Hngaro, y vctimas del magnicidio serbio,

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  • ha sido uno de los mayores errores cometidos por las potenciasvencedoras en el ao 1 91 8, como la historia reciente nos lo confirma.

    2) Catalua y sus 6.000.000 de habitantes representa la regin msindustrializada y prspera de Espaa, el Pas Vasco con poco ms de2.000.000 de habitantes, y unos 7.000 km2 menos extensa. .que laComunidad autnoma de Madrid ha bajado significativamente surenta per cpita, desde que el terrorismo etarra ha espantado alinversor, aunque todava sigue siendo pieza esencial en el mecanismoeconmico espaol. La hipottica separacin de Espaa de esas dospartes tan entraables de nuestro territorio, redundara, lgicamente, enperjuicio de todos y, en primer lugar, de los independentistas. Ladeclaracin reciente septiembre de 1 991 del ministro de AsuntosExteriores, Fernndez Ordez, acerca de las reivindicaciones catalanovascas nos parece muy inteligente: Espaa pondra su veto para queCatalua y Pas Vasco, como Estados independientes, formasen partede la CEE y la OTAN.Su seria advertencia a los lderes independentistas no cay en sacoroto, bajando aquellos el tono de sus reivindicaciones y, en concreto,Jordi Pujol, que el 11 de septiembre del ao 1 991 da de la Diadacatalana declar que Catalua es una nacin y tiene derecho a laautodeterminacin, al mismo tiempo que su Gobierno es partidario deejercerlo dentro de la Constitucin y rechazando la secesin. Noentendemos semejante ambigedad calculada. Cmo se puedeejercer el derecho de autodeterminacin lase sin eufemismos,independencia dentro de nuestra Carta Magna, si sta no prevsemejante hiptesis? Cmo se puede decir, consecuentemente, quese rechaza la secesin, si antes se afirma que Catalua tiene derechoa la autodeterminacin?Toda estrategia catalana y vasca se han basado, hasta ahora, enconfiar en que la unidad poltica europea diluya los Estados actuales yque sean las naciones y las regiones las unidades basadas de unafutura Europa de los Pueblos. La soberana nacional soberana entodo caso relativa frente a Bruselas se obtendra sin necesidad deplantear un proceso independentista (8). El, a nuestro modo de ver,legtimo derecho croata a la secesin, ya estamos viendo los sufrimientosen prdida de vidas humanas y materiales que le est irrogando en lasactuales circunstancias. Esto es una cuestin que deben tener siempre

    (8) Pasior, caries... Los otros espaioies (El Pas, pp. 11 -19, 1991). 60

  • los independentistas bien presente. Ningn Estado, ningn gobierno,con un mnimo decoro poltico, va a facilitar las cosas para que suterritorio se rompa.Una lucha por la independencia no es un camino de rosas. Merece lapena intentar marcharse a costa de muchos muertos y el descenso delnivel de vida que comporta toda guerra fraticida? El ejemplo bltico deconcesin de la independencia, sin apenas sangre derramada, por partede la extinta Unin Sovitica, slo se explica por varias razones:a) Los pases Blticos fueron anexionados por la fuerza en el ao 1940

    por la Unin Sovitica, previo pacto con el III Reich.b) Dichos pases, aunque por poco tiempo perodo entre guerras

    mundiales fueron independientes.c) La Unin Sovitica ha dejado de ser una superpotencia y, lo que es

    peor, est en franca descomposicin poltica y en bancarrota total,que le obliga a demandar alimentos y medicinas con queabastecerse para el duro invierno que se aproxima.

    d) Los dirigentes polticos de la Unin Sovitica y en concreto,Gorbachov que pasar a la Historia como el autor de laperestroika y democratizacin de la Unin Sovitica, as como elartfice de la liquidacin de la guerra fra y el Pacto de Varsoviason conscientes que, tras la imagen siniestra del perodo estalinista,ya no es de recibo masacrar a los pueblos que en su da, por lafuerza de las armas, fueron anexionados y que ahora deseanrecuperar su libertad e independencia primigenias. Slo estosextremos explican que el Ejrcito sovitico, el sviet supremo y losmximos lderes del Kremlin dieran muy a su pesar va librepara la independencia lituana, estona y letona, declarando nulo elAcuerdo de Anexin del ao 1 940.

    e) La Unin Sovitica, con ms de 22.000.000 de km2 la sexta parteterrestre del planeta Tierra contina siendo, pese a la independencia de los pases Blticos, que slo totalizan 1 70.889 km2, elmayor Estado sin solucin de continuidad, que jams haya existido.Dichas repblicas, demogrficamente hablando, con sus 7.944.000habitantes tampoco tienen un particular peso epecfico en elmontante poblacional de la Unin Sovitica.

    Su situacin estratgica de cara al mar Bltico, y su mayor nivel de vidarespecto de la media ponderada de la Unin Sovitica deben hacer sumarcha ms dolorosa, si cabe. Lo peor de la ruptura est en elprecedente que se sienta de cara a las otras repblicas que ya handclarado su deseo de independizarse de Mosc, como Ucrania,Bielorrusia, Armenia, Moldavia, etc.

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