Dialnet-TiempoYConstruccionBiograficaEnLaSociedadDeLaIncer-3990980

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NÓMADAS 42 * Profesora de Sociología de la Cultura del Departamento de Sociología y Ciencias Sociales. Universidad Milano-Bicocca, Italia. [email protected] ** Licenciada en Ciencias de la Educación con especialización en Evaluación educativa. TIEMPO Y CONSTRUCCIÓN BIOGRÁFICA EN LA “SOCIEDAD DE LA INCERTIDUMBRE”: REFLEXIONES SOBRE LAS MUJERES JÓVENES Carmen Leccardi * Traducción María Valentina Turrini ** La dimensión del tiempo no constituye solamente un medio esencial en la regulación y coordinación de la vida social. Por su trámite y anchas posibilidades se vislumbran sus relaciones entre ésta última y el plano de la subjetividad. Sobre la base de esta concepción teórica, el artículo se centra en la trayec- toria de la construcción biográfica de las mujeres jóvenes du- rante un período histórico, caracterizado por intensas transformaciones en el modo de representar y vivir el tiempo, ligado a aquello que está sucintamente definido como “socie- dad de la incertidumbre” (Z. Bauman) Desde este punto de vista se reflexiona sobre la riqueza de la experiencia temporal de las vidas juveniles, ligada en primer lugar a la capacidad de reconocer el tiempo plural que plasma la existencia humana (relacionada con el tiempo de la naturaleza), a través de la narración subjetivamente construida. The dimention of time doesn´t simply constitute a medium for regulation and coordination of social life. Through its transit and ample possibilities there are revealed relations between these and the level of subjectivity. This article focuses on the trajectory of biographic construction by young women during a period of their lives characterized by intense transformations in the way time is represented and lived, and linked to what has been called the “society of uncertainty” (Z. Bauman). From this angle, a reflection is made on the richness of tem- poral experience in young women, linked in the first place to the capacity to recognized plural time in human existence and to cosmic and natural processes of time.

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Sobre temporalidades

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  • NMADAS42

    * Profesora de Sociologa de la Cultura del Departamento de Sociologa y Ciencias Sociales.Universidad Milano-Bicocca, Italia. [email protected]

    ** Licenciada en Ciencias de la Educacin con especializacin en Evaluacin educativa.

    TIEMPOY CONSTRUCCIN

    BIOGRFICA EN LASOCIEDAD DE LAINCERTIDUMBRE:

    REFLEXIONES SOBRE LASMUJERES JVENES

    Carmen Leccardi *

    Traduccin Mara Valentina Turrini **

    La dimensin del tiempo no constituye solamente un medioesencial en la regulacin y coordinacin de la vida social. Porsu trmite y anchas posibilidades se vislumbran sus relacionesentre sta ltima y el plano de la subjetividad. Sobre la basede esta concepcin terica, el artculo se centra en la trayec-toria de la construccin biogrfica de las mujeres jvenes du-rante un perodo histrico, caracterizado por intensastransformaciones en el modo de representar y vivir el tiempo,ligado a aquello que est sucintamente definido como socie-dad de la incertidumbre (Z. Bauman) Desde este punto devista se reflexiona sobre la riqueza de la experiencia temporalde las vidas juveniles, ligada en primer lugar a la capacidad dereconocer el tiempo plural que plasma la existencia humana(relacionada con el tiempo de la naturaleza), a travs de lanarracin subjetivamente construida.

    The dimention of time doesnt simply constitute a mediumfor regulation and coordination of social life. Through its transitand ample possibilities there are revealed relations betweenthese and the level of subjectivity. This article focuses on thetrajectory of biographic construction by young women duringa period of their lives characterized by intense transformationsin the way time is represented and lived, and linked to whathas been called the society of uncertainty (Z. Bauman).From this angle, a reflection is made on the richness of tem-poral experience in young women, linked in the first place tothe capacity to recognized plural time in human existence andto cosmic and natural processes of time.

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    Introduccin

    El anlisis de la dimensin tem-poral representa, como sabemos, uninstrumento particularmente eficaz,bien sea para construir un mapa delcomplejo campo de los cambios enlos cuales estamos colocados, o paraponer a punto un cdigo eficaz parasu interpretacin. (Adam, 1995;Leccardi, 1991; Nowotny, 1989). Alinterior de estos cambios reviste granimportancia, hoy, la transformacinde los cursos de vida siempre en di-reccin a una mayor individualiza-cin (Beck y Erdmann Ziegler, 1997;Kohli, 1994) que acompaa el sur-gir de formas y estilos inditos deconstruccin de la subjetividad y delas biografas.

    En tal contexto, la referencia alas categoras temporales comomedium interpretativo se revelatil desde un doble punto de vis-ta. En primer lugar porque estastransformaciones llevan consigouna redefinicin de los modosde vivir y de representar el tiem-po. En segundo lugar, porquetanto la subjetividad como las cons-trucciones biogrficas son estructurastemporales por excelencia: la subjeti-vidad como la capacidad de interven-cin creativa sobre el mundo yrecurso de sentido construido a par-tir de la conciencia de la limitacinde la naturaleza humana (Gadamer,1987); la biografa como forma denarracin que une en llave temporaluna serie de eventos con un campode significados, de un lado; de finali-dades y fines, del otro (Kerby, 1991).

    Estas notas pretenden enfocar lastransformaciones, en esta fase hist-rica, de las construcciones biogrficasde las mujeres jvenes, considern-dolas a la luz de sus caractersticas

    temporales. Tales construcciones apa-recen, efectivamente, como el resul-tado de la interrelacin entre tres asestemporales: el tiempo interior, eltiempo biogrfico y el tiempo hist-rico-social. El primero, el tiempo in-terior, expresa la dimensin de lasubjetividad y es inseparable delcarcter corpreode la exis-tencia hu-m a n a .Puede serconside-rado el

    funda-mento de todas

    las dems dimensionestemporales humanas. El tiem-

    po biogrfico se entiende, de acuer-do con Luckmann (1993), como elproceso a travs del cual el sujeto dasignificado al curso de su propia vidasobre la base de esquemas interpre-tativos sacados del stock de conoci-mientos socialmente disponibles enun determinado momento histrico.En estos esquemas el sujeto se apoyapara construir un puente entre su pro-pio tiempo interior y el espacio tem-poral que lo trasciende, el tiempohistrico-social en primer lugar. Esteltimo puede ser considerado el pro-ducto de las actividades sociales his-tricamente determinadas y elinstrumento que consiente en coor-dinarlas (Sue, 1994). Juntos, tiempointerior, tiempo biogrfico y tiempo

    histrico-social dibujan lascoordenadas al interior delas cuales se construyela dimensinde la

    expe-riencia:

    la posibili-dad de cruce

    reflexivo de lo vi-vido en la base de la

    capacidad de prepararuna propia narracin biogr-

    fica, y de colocarla dentro de lasms amplias duraciones sociales1. Encuanto forma de interpretacin y deconciencia de s mismo, la experien-cia es una dimensin exquisitamen-te ligada al tiempo interior(Jedlowski, 1994). Paralelamente, sinembargo, llevando la marca de losprocesos sociales de cambio2 se pue-de afirmar que una parte al menos desus contenidos sea plasmada por eltiempo histrico-social. El tiempobiogrfico, a su vez, puede ser consi-derado como el fruto de la intersec-cin entre la autorreflexin del sujetoy su exigencia de ponerse en relacincon el tiempo de las institucionessociales.

    El cuadro de fondo en el cual elproceso de construccin biogrfica tie-ne lugar hoy est caracterizado por unaumento constante de la incertidum-bre social, ligada al futuro opaco ycolectivamente ingobernable que la

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    risk society delinea (Beck, 1992)3. Talproceso implica la puesta en accinde estrategias individualizadas de con-traste. En las palabras de Bauman(1995, 113): La incertidumbre debeser superada ahora gracias a los pro-pios recursos; la escasez de los moti-vos- a-causa-de-los cuales debe poderser compensada por motivos-para-los-cuales auto producidos. So-bre las estrategias que lasmujeres jvenes ponen en ac-cin para hacer frente a esta in-certidumbre fijaremos laatencin en forma especfica.

    La transicinsiempre mslarga, e incierta,hacia la edadadulta

    La tendencia hacia el alar-gamiento de la fase de vidajuvenil representa hoy un datoincontrovertible en las trans-formaciones del curso de vidade las sociedades occidentalescontemporneas (Galland,1991; Cavalli y Galland,1993). No slo se entra siem-pre ms tarde, sino, a diferen-cia de lo que ocurri por lomenos hasta la mitad del sigloXX, los ritos cannicos de en-trada el final de los estudios,el inicio de la vida profesional, elabandono de la casa de los padres, elmatrimonio, aparecen entre ellosde-sincronizados. De acuerdo con elprogresivo acercamiento de las cons-trucciones biogrficas de los dos g-neros (Sorensen, 1990), el modelode ingreso retardado y de-sincroni-zado en la vida adulta tiene, entreotras, caractersticas siempre msandrgenas (du Bois-Reymond,1998). Adquieren paralelamente

    importancia los modelos biogrficos,siempre ms distantes de trayectoriaslineales de vida4, que envan a la lla-mada choice biography (Beck, 1992;Fuchs, 1983), caracterizada, bien poruna fuerte individualizacin o bien si-multneamente, por una acentuacinde los lineamientos de risk biography(Furlong y Cartmel, 1977), conecta-

    dos estos ltimos a la necesidad cons-tante de cumplir estas elecciones enun contexto social caracterizado porprocesos de volver menos tradicio-nal y de una difusa incertidumbre porel futuro (Adam, 1996).

    En su complejo, entonces, estarealidad enfatiza los aspectos desubjetivismo biogrfico, dandogrande importancia a la responsabi-lidad individual en la definicin de

    las elecciones y, ms en general, asig-nando un papel de primer plano a lacapacidad de elaborar proyectos. Esteltimo aspecto, sin embargo, entra enclara contradiccin con otra carac-terstica de nuestro Zeitgeist, ligada ala contradiccin de los horizontestemporales colectivos: la necesidadde evitar compromisos a largo plazo,

    de eludir lo fijo a favor de lofluido, de aislar el presentetanto del pasado como del fu-turo (Feixa Pmpols, 2001).

    Los jvenes viven enton-ces la transicin hacia laedad adulta en un clima so-cial en el cual el derecho aelegir la propia identidad estacompaado de la dificultadde individuar puntos de refe-rencia, en su construccin,capaces de restarse a la inde-terminacin (Bynner, Chi-sholm y Furlong, 1997). Enlneas se puede afirmar que loimperativo de la eleccin noest para ellos sostenido porla certeza de que las decisio-nes personales estarn en gra-do de incidir de forma efectivaen los xitos biogrficos futu-ros (Leccardi, 1999). Para ga-rantizar un buen resultado ala transicin, ellos deben en-tonces ser capaces de elaborarlas condiciones de incerti-

    dumbre en las cuales se encuentranviviendo transformndolas en un re-curso para la accin.

    Futuro breve:las mujeres jvenes yla multiplicidad de lostiempos de vida

    Podemos individuar diferencia-ciones con base en el gnero para

    Baltasar de Castiglione, Rafael, s.f., Pars, El Louvre

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    afrontar los problemas ligados a latransicin hacia la edad adulta en lasociedad de la incertidumbre?5 Larespuesta va articulada sobre la basede un anlisis de las aceleradas trans-formaciones que han caracterizado laconstruccin biogrfica femenina enlos ltimos cuarenta aos del siglo XX(Duby y Perrot, 1992). El aumentodel nivel de escolaridad alcual se liga la nueva capa-cidad de autonoma econ-mica de las mujeres; unaconstruccin de la identidaddesligada de trayectos un-vocos, centrados exclusiva-mente en la esfera privada devida; la posibilidad / necesi-dad de contar siempre msconsigo mismas en la defini-cin de trayectorias del tiem-po biogrfico; bajo el perfilsubjetivo, estos procesosimplican que las mujeresdesarrollan hoy que debendesarrollar un creciente n-mero de esperanzas, de deseos,de proyectos de vida no refe-ridos slo a la familia, sino ala propia persona. Ellas debenproyectar sus propias seguri-dades existenciales, en primerlugar en sentido econmico,eventualmente tambin sin elhombre (Beck-Gernsheim,1994, 122-23).

    Esta transformacin de los hori-zontes existenciales de las mujeres noha sido sin embargo acompaada deuna complementaria modificacin delos horizontes masculinos, en direc-cin a asumir una substancial res-ponsabilidad en la gestin de lostiempos familiares. La doble presen-cia es, por ahora, una caractersticaespecfica de la construccin biogr-fica femenina. Alrededor de ella seestructura la narracin biogrfica que

    la gran mayora de las mujeres jve-nes escoge perfeccionarproyectndose al futuro. Esta narra-cin - es la tesis que aqu se quieresustentar , no anticipa sin embargoslo contradicciones existenciales ens poco resolubles y apenas a vecesnegociables; ni slo aspectos de so-brecarga temporal, de burn-out, en la

    gestin del tiempo cotidiano. Ellaconsiente tambin, en forma positi-va, en conceptuar la riqueza parti-cular de la experiencia del tiempo demuchas mujeres, los modos y las for-mas con las cuales ellas sincronizantiempos diferentes, creando ex novo,a partir de la multiplicidad de lostiempos existenciales, un sistematemporal unitario. En lneas ms ge-nerales, el anlisis de los caracteresde esta narracin permite reflexionar

    sobre las modalidades a travs de lascuales las mujeres jvenes enfrentan,y en algunos casos voltean, la incer-tidumbre social en la cual su transi-cin a la edad adulta se verifica. Pararecolectar en todo su alcance los tra-zos innovadores de estas modalida-des es tambin oportuna una brevedigresin sobre el carcter especfi-

    camente gendered de la expe-riencia temporal.

    La literatura feminista hasacado a luz, en estos aos, di-ferentes aspectos de talexperiencia (ver Adam, 1995;Davies, 1990; Forman y Sow-ton, 1989; Jurczyk, 1998;Kristeva, 1981; Leccardi yRampazi, 1993; Leccardi,1996b; Odih, 1999; Paolucci,1998; Saraceno, 1987). En re-ferencia a nuestro tema, essobre todo necesario subrayarel carcter pluralista e inter-dependiente de la representa-cin del tiempo que emerge delanlisis sobre la doble respon-sabilidad, en la esfera familiary en el mundo del trabajo re-munerado, de las mujeres adul-tas con cargas familiares. Lametfora de la red, en la cualcada punto contribuye en lamisma medida a componer eldibujo global se adapta bienpara ilustrar este trazo. Tiem-

    pos pblicos, tiempos familiares,tiempos subjetivos, tiempos biolgi-cos y tiempos csmicos6 no solo con-viven en su experiencia, sino queparticipan en su totalidad, a travs delas recprocas interconexiones, en laproduccin de sentido y en la cons-truccin del universo simblico deestas mujeres (Leccardi, 1996b).

    En tal sentido, desde algunos an-lisis feministas (ver Balbo, 1991) la

    Retrato de mujer joven, Petrus Christus, h. 1465, Berln

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    dimensin plural del tiempo exis-tencial de las mujeres los tiempos devida es conscientemente asumida,junto con las ambivalencias de la vi-vencia temporal que ella genera,como trazo para valorizar en sentidoespecfico. A travs de l, se vuelvede hecho visible aquello de que el pre-dominio de una visin recortada deltiempo tiende en cambio a ocultar elcarcter no determinado, capaz deautogeneracin del tiempo de vida, lanatural coexistencia, en su interior, detiempo para s y de tiempo para el res-to. El sujeto que ella delinea no es elSujeto universal como tal fuera deltiempo y del espacio sino un sujetosexual y carnal, al que la multiplici-dad de los tiempos concretos de la vidacotidiana le permite enfocar juntocon sus contradicciones. El aspectode trabajo del tiempo cotidiano esen consecuencia ennoblecido, mien-tras se subraya la inconsistencia deuna visin como tiempo que simple-mente se repite, un tiempo crticosiempre igual a s mismo7. Paralela-mente se subrayan los trazos intrn-secamente creativos del tiempocotidiano, y los contenidos siemprediferentes que l difunde.

    En forma tpica, esta experienciadel tiempo nos enva a una dimen-sin de frontera, a la travesa de unainfinidad de territorios sin conside-rar nunca alguno de ellos como lameta definitiva. No existe aqu, nisiquiera un orden establecido del re-corrido, o una jerarqua interna es-table. Las prioridades temporales soncambiantes y negociables segn lasdiversas fases del curso de vida de lasmujeres y de sus diferentes priorida-des de accin. Desde el punto de vis-ta positivo, tal experiencia seala laimportancia de las formas de controlsubjetivo sobre el sofisticado meca-nismo de las interdependencias tem-

    porales con el fin de garantizar unequilibrio (por ser constantementereconstruido), entre los diferentesmbitos y tiempos de vida.

    Si bien no dependiente an delas curvaturas de la doble responsa-bilidad familiar /laboral, la ubica-cin del lmite del tiempo de vidade las mujeres jvenes, su estarcontemporneamente al interior yal exterior de varias lgicas tempo-rales, consideradas todas igualmen-te significativas, aparece del anlisisde sus estrategias de construccinbiogrfica. Algunas investigacionesque han estudiado tales estrategiascon particular inters en la dimen-sin del proyecto8, han sacado a laluz este trazo. A pesar del escenariobastante incierto en el cual se ins-criben las decisiones de las mujeresjvenes, ambas investigaciones su-brayan su grande voluntad de ejer-cer formas de control sobre su propiofuturo. Un reciente survey sobre lacondicin de los jvenes en Italia(Buzzi, Cavalli y de Lillo, 1997) con-firma esta orientacin activa hacia unfuturo incierto por parte de las muje-res jvenes. En la relacin con el de-venir, ha sido de hecho notado(Cavalli, 1997, 30), las mujeres jve-nes aparecen particularmente com-prometidas, ms que sus coetneos delotro sexo, en la definicin de estrate-gias capaces de garantizar el mximonivel posible de auto-determinacin.Es de anotar, no obstante, que ellasno parecen sufrir de sentimientos deomnipotencia, no cultivan, en otraspalabras, la idea de que todo depen-de de m, que todo puede ser tenidobajo control. La capacidad de compa-rarse en forma dctil y reflexiva conla dimensin de la incertidumbre y dellmite aparece como uno de los as-pectos ms interesantes de su relacincon el futuro.

    Hay que tener en cuenta, de to-dos modos, que para las mujeres j-venes el futuro se presenta inciertotambin desde el punto de vista msespecficamente de gnero. La incer-tidumbre ligada a la anticipacin deltiempo de la maternidad tiempobiogrfico central tanto como aquelde la vida profesional, est por ejem-plo, bien claro en su horizonte. Dehecho, las mujeres jvenes sabenbien que la maternidad requiere lacompleja re-estructuracin de lasprioridades esenciales, y que con fre-cuencia impone la renuncia a otrosproyectos de vida. Este aspecto, porconsiguiente, contribuye notable-mente a plasmar una dimensin cen-tral en la construccin biogrfica delas mujeres jvenes: la anticipacinen el presente de una probable, futu-ra discontinuidad biogrfica. Por otraparte, si bien la maternidad represen-ta siempre ms para las mujeres unespacio de eleccin consciente, elcomponente inconmensurable y ens indecible de este tiempo, su cuali-dad exquisitamente subjetiva, estbien presente para ellas.

    Todo ello conduce a una especiede paradigma biogrfico. Por un ladoformular un proyecto de vida, instru-mento por excelencia para poder con-trolar el futuro, se vuelve para lasmujeres jvenes ms que nunca esen-cial. Por otro lado, sin embargo, lamaternidad se sustrae desde otrospuntos de vista, a diferencia del otrotiempo biogrficamente crucial,aquel del trabajo remunerado, al re-gistro de aquello que es posible pro-yectar: de hecho, deja espacio a loinesperado, lo imprevisto, lo indeci-ble, a aquello que se pone fuera deun marco de racionalidad.

    En un plano diferente perocomplementario se debe anotar,

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    como recuerdan Geissler y Oechsle(1996), que el concepto de conti-nuidad biogrfica ha sido ms quetodo vinculado, en los ltimos dossiglos, a la figura de un individuode sexo masculino capaz de cons-truir una relacin estable, que es

    parte esencial de la identidad, conel universo del trabajo remunera-do. En una sociedad como la mo-derna, que ha hecho del tiempo detrabajo remunerado el centro deltiempo social y, conjuntamente,del tiempo de vida, el proyectobiogrfico es posible en primer lu-gar gracias a una proyeccin decontinuidad biogrfica fundada enla relacin no incierta con esteuniverso. Si bien hoy, como es re-conocido, esta real idad estmodificndose rpidamente, estadimensin de continuidad tiendean, en cierto sentido, a ser dadapor descontada en la construccinbiogrfica de los hombres jvenes.La doble presencia, observadacon anterioridad, queda por el mo-mento como una prerrogativafemenina.

    La gran mayora de las mujeresjvenes rechaza en cambio la tra-dicional idea de continuidad bio-grfica femenina, fundada en lacoincidencia entre tiempo de vida y

    tiempo familiar (y sobre bases bienfundadas: la pareja es hoy por defini-cin vacilante y con la cada de lastasas de fecundidad el tiempo delmaternage stricto sensu se reduce).Entonces, a menos que una identifi-cacin tout-court con el modelo

    biogrfico masculino de una solapresencia, esta mayora debe estaren grado de preparar modalidades ac-tivas de cotejo con una ms quepredecible discontinuidad biogrfica.

    Bajo este perfil, una de las estra-tegias compartidas por un buen n-mero de mujeres jvenes, aquella dealejar la idea de futuro a largo plazo,que conlleva la previsin y pausas enel tiempo biogrfico, para concentraren cambio energas y capacidad deproyectar en la dimensin del pre-sente extendido, el rea temporalque bordea el presente sin coincidirsin embargo con el presente simul-tneo9. Cottle (1976), quien fue elprimero en captar la centralidad deesta dimensin en la experiencia deltiempo de un nmero significativo demujeres, lo define como aquel espa-cio temporal que se extiende a lolargo de una particular actividad (ge-neralmente de carcter institucional:en el caso de las mujeres jvenes, li-gada por ejemplo a la escuela y / o eltrabajo), para concluirse cuando esa

    actividad se lleva a trmino. Salta in-mediatamente a los ojos el carcterauto-determinado del presente exten-dido, unido al campo temporal de laintencionalidad. De hecho es el su-jeto quien decide las actividades enlas cuales empearse y a travs de las

    cuales expresarse. Es siempre y soloel sujeto quien es responsable de sudesarrollo y de sus resultados. Cadauna /o es en conjunto responsable de,y entendedor de, aquello que sucedeen el interior de esta rea temporal.El presente extendido es tambin elreino de la previsin los esfuerzospersonales producen efectos previ-sibles en tiempos previsibles y delauto-gobierno la extensin de estepresente se detiene all donde se in-terrumpe la percepcin de la posibi-lidad de una intervencin autnomay creativa sobre los hechos. Esto espercibido como tiempo continuo; enesta zona temporal no solo el pasa-do, el presente y el futuro estn con-tenidos en igual medida en lasactividades emprendidas, mas lacontinuidad se alcanza tambin enel plano interior, como capacidad desometer al propio dominio el tiem-po de vida.

    A travs de la definicin de unacapacidad de proyectarse temporal-mente ms reducida, un futuro bre-

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    ve (Leccardi, 1996 a) que coincideen el plano de las intenciones conel presente extendido, un buen n-mero de mujeres jvenes delineaentonces una estrategia activa paraafrontar dudas y previsiones, futu-ras discontinuidades biogrficas. Ladimensin del proyecto entendi-do como resultado del entrecrucede dos ases del tiempo y de las me-tas personales, no se desvanececompletamente del todo en el ho-rizonte, pero es ms bien redefinidaa la luz de las nuevas condicionesque el tiempo histrico dibuja. Enun mundo en el cualel devenir se presen-ta siempre menoscomo fruto de las de-cisiones del presente,y siempre menosgobernable en sentidocolectivo, la orien-tacin que aqu surgepara restringir la am-plitud temporal delos proyectos, paraconsiderar los obje-tivos a ms largo tr-mino constantementere-negociables, paraafrontar en formadctil (y no omnipo-tente) su definicin,representa una moda-lidad vencedora paraafrontar un futuropara todos objetiva-mente incierto.

    A modo deconclusin

    Si reflexionamosatentamente, el nexoque une la construc-cin biogrfica ca-racterizada por la

    adhesin que no renuncia a la ideade un futuro breve con la concien-cia de la multiplicidad de tiempos devida es ms clara de cuanto aparece aprimera vista. La discontinuidadbiogrfica a la cual esta particular for-ma de proyeccin pretende hacerfrente, est de hecho directamenteunida a la imposibilidad de trazar je-rarquas netas y fijas entre los diver-sos planos de experiencia como lapluralidad de los tiempos de vidamanda. Todos estos tiempos, en suconjunto, contribuyen de hecho a ladefinicin de la identidad.

    Como se record al inicio de es-tas notas, esta reconocida pluralidaddel tiempo de vida incorpora tam-bin, a travs de la mediacin cor-prea, los tiempos naturales ycsmicos, ligndolos a la dimensinms profunda y secreta de la subjeti-vidad. Ella estructura, en paralelo,el tiempo biogrfico, dibujndolocomo tiempo poli cntrico, enrique-cido por lgicas tambin conflicti-vas, pero siempre dominables atravs de una narracin subjeti-vamente construida. Finalmente, enla base de la redefinicin de los

    modos y de las formasde la capacidad deproyectarse en unapoca de desencantocolectivo en relacincon la idea de unfuturo abierto ycontrolable, la con-ciencia de la multipli-cidad de los tiemposde vida se sintonizacon el plano del tiem-po histrico-social, ypuede constituir unantdoto para las in-quietudes especficasde la sociedad de laincertidumbre.

    El anlisis condu-cido a lo largo de losases del tiempo inte-rior, del tiempo bio-grfico y del tiempohistrico-social nospermite enfocar laparticular cualidad delas transformacionesde la construccinbiogrfica de las mu-jeres jvenes, y derazonar sobre susnuevos recorridos deexperiencia. Al mis-

    Rogier van der Weyden, h. 1460, Washington, National Gallery

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    mo tiempo, ella nos revela el nexoque une esta construccin a los dospolos de crecimiento de la capaci-dad de reflexionar por un lado, dela pluralidad de los tiempos de vida,por otro.

    Citas

    1 Nuestra experiencia se construye seaa travs del mundo externo sea a tra-vs del mundo interno: una concien-cia reflexiva puede favorecer la rela-cin circular entre ellos y, de tal for-ma, puede arraigar la persona en supresencia, escribe Melucci (1998,181).

    2 Sobre las transformaciones de la ex-periencia de Erfahrung a Erlebnis verlas observaciones de Benjamin (1962).La experiencia moderna, segn estaperspectiva, sera siempre ms frag-mentada, puntiforme, incapaz de se-dimentacin.

    3 Mathieu (1995) define este proceso conel trmino fuertemente evocativo deinscurisation.

    4 Para comprender estas tendencias senecesita tener presentes las transforma-ciones, que especialmente en los dosltimos decenios han incursionado confuerza, junto con las normas de edad,reas sociales neurlgicas como el tra-bajo y la familia. Para una crtica a laformacin de un concepto de la juven-tud vese en particular, Wyn y White(1997).

    5 El trmino sociedad de la incertidum-bre copia el ttulo de una reciente co-leccin de ensayos de Zygmunt Bauman(1999).

    6 Los ritmos que golpean la vida delcuerpo femenino, estn regidos por unatemporalidad astral que los une, a tra-vs de invisibles consonancias, con elciclo de las estaciones, las fases de laluna, el giro de las mareas, el alternar-se del da y la noche, anota VegettiFinzi (1990, 214).

    7 Vea, a este respecto, las observacionesde Adam (1995).

    8 La referencia es a dos investigacionesde carcter cualitativo hechas, respec-tivamente, en Italia (Leccardi, 1996)

    y en Alemania (Geissler y Oechsle,1996), entre el final de los aos ochen-ta y el inicio de los noventa. En Italiauna anterior investigacin dirigida porel mismo equipo haba analizado laexperiencia del tiempo (incluida laexperiencia del futuro) de un grupo dehombres jvenes (Cavalli, 1988). Vertambin Leccardi (1990).

    9 Sobre el presente extendido como re-sultado de la re-elaboracin conceptualdel futuro impuesta por las transforma-ciones temporales contemporneas,con especial referencia al rol que jue-gan las nuevas tecnologas electrni-cas, ver Nowotny (1989).

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