Diálogos Internos II

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“Diálogos Internos II” La perfección, absolutes e infinitud de Dios, le vuelven inefable e incognoscible asemejándole al “Ain” la “Nada” del Cabalista que sin ser la ausencia de cualquier cosa, es la potencialidad de todo, o la vacuidad del Budismo sobre Dios, que lejos de nombrarle lo asemeja al “vacio” como un estado de incomprensión donde el hombre solo se tiene a sí mismo para comprender o tratar de comprender la divinidad cósmica. El hombre para tratar de comprender aquello que llama Dios, ha tenido que humanizarlo creando algo semejante a la deidad y a sí mismo, sin llegar a comprender que el hombre mismo es un dios pequeño o parcial dentro de un Dios mayor que escapa a su comprensión por ser el hombre parte de un todo mayor y absoluto, y sin comprender tampoco que el absoluto no puede multiplicarse o crear o emanar algo fuera de él sin dejar de ser absoluto, de tal manera, las partes y el todo son uno solo experimentándose en diferentes modos y formas.

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Dilogos Internos II

La perfeccin, absolutes e infinitud de Dios, le vuelven inefable e incognoscible asemejndole al Ain la Nada del Cabalista que sin ser la ausencia de cualquier cosa, es la potencialidad de todo, o la vacuidad del Budismo sobre Dios, que lejos de nombrarle lo asemeja al vacio como un estado de incomprensin donde el hombre solo se tiene a s mismo para comprender o tratar de comprender la divinidad csmica.

El hombre para tratar de comprender aquello que llama Dios, ha tenido que humanizarlo creando algo semejante a la deidad y a s mismo, sin llegar a comprender que el hombre mismo es un dios pequeo o parcial dentro de un Dios mayor que escapa a su comprensin por ser el hombre parte de un todo mayor y absoluto, y sin comprender tampoco que el absoluto no puede multiplicarse o crear o emanar algo fuera de l sin dejar de ser absoluto, de tal manera, las partes y el todo son uno solo experimentndose en diferentes modos y formas.

Dios es lo eterno, absoluto e infinito, por lo tanto, Dios es el todo el cual es inmanente y trascendente a la naturaleza, la cual viene siendo una manifestacin de s mismo, como una extensin de la deidad misma, donde es la parte y el todo a la vez.

Toda accin tiene como origen una necesidad consciente o inconsciente propia de la naturaleza del sujeto de la accin, en cuyo esfuerzo por satisfacerla se descubre a s mismo su propia realidad y potencialidad a realizar.

Universo, Humanidad y Dios son uno solo experimentndose a s mismo en un esfuerzo por conservar y ampliar su propia consciencia.

Lo invisible solo puede ser comprendido a travs de lo visible; El errar es permitido cuando el error lleva una experiencia que te acerque a la verdad.

El hombre solo puede acercarse a comprender lo que Dios es, a travs de l mismo, de tal modo que todo Dios que perciba solo ser un reflejo del hombre mismo, un Dios conceptual limitado y relativo al sujeto que intenta conocerle.

La cbala como una representacin simblica del cosmos como del hombre, tiene cuatro mundos: Atziluth el mundo o plano divino y arquetpico, Briah el mundo espiritual, Yetzirah mundo psquico, y Assiah el mundo de las formas y de la manifestacin; Este es el sendero que debe recorrer el hombre en su ascenso hacia el Padre Dios, el cual permanece incognoscible como el inconsciente de la mente humana.

Entre el universo inmanifiesto, que est compuesto por la triada superna de Kether, Chokmah y Bina, y el universo manifiesto compuesto por los siete restantes sephiroth, se encuentra el gran abismo que separa ambos universos, y sobre este abismo se encuentra la no sephirah Daat, cuya mitad se encuentra en el universo inmanifiesto o divino y la otra mitad en el universo manifiesto; Sobre esta sephirah se ubica el intelecto siendo conocida tambin como la puerta o escalera de Jacob por donde por donde bajan y suben los ngeles. La triada superna u universo inmanifiesto, viene siendo el inconsciente humano, y la sephirah Daat es el subconsciente a travs del cual el universo manifiesto o la mente consciente del hombre logra atisbar algo de los mundos divinos.

Lo anterior viene representado en la carta seis del tarot de Marsella, Los Amantes, la cual se ubica en la Cbala sobre el sendero que une Bina con Tiphareth, sephirah donde se ubican los Cristos, los Dioses Solares y que en ocasiones le llaman el trono de Salomn.

Los Amantes carta donde aparece un hombre que viene siendo la consciencia y mente objetiva, una mujer que orienta su rostro hacia arriba, es el subconsciente, y sobre ellos esta un ngel como la mente csmica o universal, y sobre l un Sol como smbolo del Dios Absoluto; El hombre o consciencia objetiva no puede ver directamente al ngel y mucho menos al Sol, sino que lo observa reflejado en los ojos de la mujer, el subconsciente humano.

Dios para el hombre, es relativo a la mente y consciencia que lo busca.

Este es mi pensar y sentir.

Pax Vobiscum.

Lzaharo Hael.

Nota:

El presente, son reflexiones y meditaciones personales, no representan necesariamente la opinin de la orden.

No escribo para todos, sin embargo, todos son invitados a leer.

Culiacn, Sinaloa. Mxico. El 26 de enero del 2013.