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LUNES 28 DIARIO DE LA JUVENTUD CUBANA EDICIÓN ÚNICA | 01:00 A.M. | 20 CTS Año 52 | No. 33 Fidel Es cierto que los poetas atrapan instantes de la vida y los fijan en la historia Generalmente el pasado vago y nostálgico O el presente inmediato con sus fuegos sutiles y sus reverberaciones Pero qué difícil atrapar el futuro y colocarlo para siempre en la vida de todos los poetas, de todos los hombres. Poema Fidel , de Miguel Barnet

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LUNES 28

DIARIO DE LA JUVENTUD CUBANA EDICIÓN ÚNICA | 01:00 A.M. | 20 CTSAño 52 | No. 33

Fidel

Es cierto que los poetas atrapan instantes de la vida

y los fijan en la historiaGeneralmente el pasado

vago y nostálgico O el presente inmediato con sus fuegos sutiles

y sus reverberaciones Pero qué difícil atrapar el futuro

y colocarlo para siempre en la vida de todos los poetas,

de todos los hombres.

Poema Fidel, de Miguel Barnet

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LUNES 28 DE NOVIEMBRE DE 2016ESPECIAL02 juventud rebelde

DIARIO DE LA JUVENTUD CUBANAFundado por Fidel el 21 de octubre de 1965

DIRECTORA: Yailin Orta RiveraSUBDIRECTORES EDITORIALES: Herminio Camacho Eiranova,Ricardo Ronquillo Bello y Yoerky Sánchez CuellarSUBDIRECTOR DE DESARROLLO: Yurisander Guevara ZailaSUBDIRECTOR ADMINISTRATIVO:Enrique Saínz Alonso

REDACCIÓN: Territorial y General Suárez, Plaza de la Revolución, La Habana, Cuba. APARTADO: 6344 ZONA POSTAL: La Habana 6CP: 10600

PIZARRA: 7882-0155, 7882-0346, 7882-0789TELÉFONO ATENCIÓN A LECTORES: 7881-8265CORREO ELECTRÓNICO: [email protected]: 0864-1412

INTERNET: www.juventudrebelde.cu

@JuventudRebelde

Periódico Juventud Rebelde

Juventud Rebelde

por EEMMIIRR SSAADDEERR**[email protected]

FIDEL se ha vuelto sinónimo de Revolu-ción, desde las primeras fotos de aque-llos barbudos que habían tumbado undictador en el ya lejano año de 1959.Más todavía para nosotros, en AméricaLatina, para quienes la revolución era unfenómeno distante en el tiempo y en elespacio —en Rusia, en China, conLenin, con Mao—. Fue Cuba y con Fidel,quien planteó para nosotros y para tan-tas generaciones, la revolución comoactualidad y apuntó hacia que la revolu-ción era posible,aquí mismo en nuestrocontinente.

Fidel encarnó a la revolución en Amé-rica Latina, pero también para todo elmundo, porque Cuba levantaba de nue-vo la idea del socialismo, cuando estese había vuelto algo aparentementepetrificado, postergado.

Yo empecé mi militancia política en1959 repartiendo un periódico —AcciónSocialista—, que tenía estampada laimagen de unos barbudos que habíantumbado un dictador —en aquelmomento, de América Central, no sehablaba por aquí todavía de Caribe—,posando como si fueran jugadores defútbol. Luego mi generación se volvió la

generación de la Revolución Cubana,que nos sedujo a tantos, con la convoca-toria de los estudiantes para terminarcon el analfabetismo en Cuba, con lareforma agraria, con la reforma urbana,con la fundación de la Casa de las Amé-ricas, con la soberanía frente al imperia-lismo, con la proclamación de la Revolu-ción como una Revolución Socialista,con la resistencia en contra del intentode invasión de Bahía de Cochinos, fren-te al intento de cerco naval a la Isla, contodo lo que venía de allá, que nos alen-taba y nos apuntaba caminos.

Solo pude ver a Fidel cuando visitóChile,durante el Gobierno de Allende. Ensus varias visitas por ese país, hasta sudiscurso final en el Estadio Nacional.Después, inmediatamente después delgolpe en Chile, pude encontrarme con élpor primera vez, en La Habana, para dis-cutir las consecuencias del golpe.

Inolvidable verlo entrar, enorme, alto,enérgico, simpático, afectuoso. Vercomo él tenía infinita capacidad de oír alas personas, de preguntar mucho,sobre Chile, sobre el golpe, sobre Allen-de,sobre Miguel Enríquez y el MIR,sobreBrasil.

Fidel, sinónimo de Revolución

Tuve el privilegio de convivir con supresencia en la vida cubana por muchosaños, conocer cómo un dirigente se inte-resa por todo lo cotidiano de un país ydel mundo, pronunciarse todo el tiemposobre todos los problemas, ser el másradical crítico de la Revolución, apuntan-do problemas y alternativas, implacablecon los errores,pero siempre apuntandohacia alternativas y despertando espe-ranzas.

Haber presenciado sus discursos enla Plaza de la Revolución tantas y tantasveces es de las experiencias más impre-sionantes que uno pueda tener. En unade esas concentraciones, siempre paramillones de personas, se homenajeabaa los muertos por el acto terrorista quetumbó a un avión cubano, que mató,entre otras personas, a un equipo dedeportistas juveniles cubanos. Contodos los cuerpos presentes en la Plaza,Fidel hizo uno de sus discursos másemocionantes, que concluyó diciendo:«Cuando un pueblo enérgico y viril llora,la injusticia tiembla». Provocó las lágri-mas de aquellos cubanos que se habíandesplazado de todas partes para oírlohablar durante horas al sol.

Fidel siempre sorprendió a todos consu audacia. Desde aquella primera, elasalto al cuartel Moncada, al desembar-co del Granma,hasta sus iniciativas pos-teriores, ya desde el poder, valiéndosesiempre del factor sorpresa de la guerri-lla. Cuando Fidel abrió las puertas detodas las embajadas para que los quequisieran irse de Cuba se fueran. Permi-tiendo que llegaran embarcaciones des-de Miami, para recogerlos. Un gestoaudaz que él supo revertir a favor de laRevolución, como todo lo que él hacía.

Como cuando proclamó que el chicoElián sería recuperado por Cuba,objetivoque parecía imposible pero que él logró.Como cuando él afirmó que Cuba re-cuperaría a sus cinco héroes presos enEUA, lo cual parecía absolutamente in-viable, pero él supo construir, una vezmás, la estrategia victoriosa para conse-guir una vez más lo imposible.

Fidel fue sinónimo de Revolución pormás de 50 años. Quien quisiera saberde Revolución y del Socialismo bastarádirigir sus miradas hacia él. Él, junto conel Che, apuntará para tantas generacio-nes el horizonte del socialismo, de laRevolución, del compromiso militante.

Fidel fue la personificación de la Revo-lución y del Socialismo. Su vida y suspalabras han sonado siempre como lavoz más fuerte, más digna, más vibran-te, con más esperanza, con más corajeque la Historia ha conocido.

**SSoocciióóllooggoo yy cciieennttiissttaa ppoollííttiiccoo bbrraassiilleeññoo

por YYUUNNEETT LLÓÓPPEEZZ [email protected]

DICEN que Fidel ya no está, que los relojes acabaronpor vencer al guerrillero, que la biología y la naturalezanos recordaron que también él era humano; pero elJefe de barba suave crecida en la Sierra y ojos chis-peantes, para vivir por su pueblo, no creyó nunca enrelojes ni leyes físicas.

Y desde hace unos días me encuentro más conFidel. Los corazones rebeldes no saben de infartos, lasideas siempre se han burlado de las ausencias delcuerpo. Fidel está andando por las calles de Cuba, sedetiene y anuda la pañoleta de los niños, aparece enlos sueños, interviene en las conversaciones de los vie-jos y los debates de los jóvenes. Fidel vive en nosotros.

Lo veo aquel 25 de noviembre de 1956, cuando teníapuestas sus botas de bajar luceros,graduó las mirillas delos fusiles y acomodó a la libertad como una niña reciénnacida en su mochila de combatiente. Esa noche,el jovenlíder comenzó desde México el viaje de regreso a Cuba.

Pero este día 25, con la misma luna luego de sesen-ta años; el invierno no fue tan diferente. Con su impa-ciencia victoriosa, el jefe de la expedición no esperó lamadrugada y, asido a su barba de luz, su uniforme ver-de olivo, la estrella de Comandante, los ojos de sushermanos guerreros, la reciedumbre de los ceibosnonagenarios y sus botas de soñar acordonadas,pasa-das las diez emprendió otro viaje...

«El Comandante murió»; murmullan voces disconti-nuas desde la medianoche. «El alma se salva aunquemuera el cuerpo», dice una anciana de muchos colla-res en una esquina.

Hay poca gente en la calle, parece como si los días

se negaran a caminar y como pájaros flechados caenlos minutos. Caras pensativas, serias, y en medio deaquel aire denso con lloviznas interiores en el parque,como una señal de presencia eterna, alguien prendióla radio e inundó todo la voz de Fidel.

Oír su palabra encendida como los hornos del mon-te nos llena de fuerza. Y luego la canción de Sara, comouna invitación para seguir la batalla de la vida, «canto yllanto de la tierra, canto y llanto de la gloria, y entre can-to y llanto de la tierra, nuestra primera victoria».

A los héroes se les recuerda sin llanto. Y veo enton-ces a Fidel en la casita humilde de la Ciénaga, dondeNemesia espera su abrazo de algodón, y está luegosentado a la mesa con los carboneros, como aquellanavidad de 1959.

Ahora no siente siquiera el peso de la mochila y losdías de marcha, sube ágil las pendientes hacia laComandancia de la Plata, donde hay árboles lastima-dos por las balas y hombres sin miedo a las heridas; ydesde allí, dirige su ejército de barbudos.

Fidel caminó siempre después del camino recto yasfaltado, y hasta donde los mulos arriban fatigadosluego de escalar empinadas horas, llevó maestros ymédicos, conversó con los campesinos más olvidadosy con ellos compartió sus ideas de calzar a los niños,proteger a la tierra y sus sembradores, el planeta, lavida, el hombre.

Como las costuras que abuela termina en mis ves-tidos y dan la impresión de que serán eternas, Fidelestá zurcido a esta Isla y a su gente; y hoy nuestro abri-dor de caminos se reparte por Cuba.

Ante la certeza de su mortalidad y la ilusión del espi-ritismo, en el mundo de los vivos sigue andando unhombre con gorra militar, espejuelos de carey gastado,discurso bajo la lluvia, estrategia en los combates, undesafiador de riesgos respetado hasta por los enemi-gos, el guardián de nuestra historia.

La madrugada del 25 fue mucho más larga que mis25 años. Y no fui la única que sintió por las calles deLa Habana el aroma de los cedros y naranjos de Birán,o el humo perfumado de velas y lámparas de gas de laantigua casona de pilotes de caguairán, donde nacierahace 90 agostos quien movió a la Isla más que elciclón de ese año 1926.

Después de un mundo de victorias y desvelos,comoun rumoreo de gotas el cuerpo de Fidel se fue, de pocoa poco. Pero ante esos ojos esperanzadores que ya secerraron y las cenizas del gigante que dormirá en Orien-te, agradezco a la vida que mi «guerrillero del tiempo»nos durara más de 90 almanaques.

Desde ayer, si algún cubano se sintiera un pocohuérfano, respirara ausencia o tuviese el pecho estru-jado; el abuelo de millones de niños, «novio» de todaslas muchachas y padre de los jóvenes se hace viento,despeina los naranjos de Birán y llena el suelo de flo-recillas blancas, emerge de las ideas y nos deja hablarcon su acento redentor, sale de las fotos y nos abraza,nos ilumina.

Hoy su Granma es un país. El capitán ha muerto,pero no se fue. Fidel, con sus botas de bajar lucerossiempre está aquí, sacando para Cuba la libertad de sumochila guerrillera.

Este día 25 el jefe de la expedición no esperó lamadrugada, con su barba de luz, uniforme verde olivoy la reciedumbre de los ceibos nonagenarios, pasadaslas diez dispuso la proa. No fue de Tuxpan a LosCayuelos, navegó desde Cuba hasta la inmortalidad;porque Fidel nunca ha creído en relojes ni leyes bioló-gicas, sigue en el mundo de los vivos con su estrellade Comandante. Fidel está en nosotros.

Vivir en los otros

Impreso en el Combinado de Periódicos Granma.

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ESPECIALLUNES 28 DE NOVIEMBRE DE 2016 03juventud rebelde

MI mamá está sobre la cama y llora.No entiende lo que ha pasado. Quie-re levantarse pero está convalecien-te. Quiere salir a la calle pero está dereposo absoluto. Tiene ganas de ha-blar con la gente que conoce, necesi-ta que alguien le explique. Sientedolor y no es por su pie operado. Mecuenta una y otra vez la historia decuando conoció a Fidel en una visitacasual a su centro de trabajo. Deque él se tomó una fotografía con lasmujeres de allí y que a la semanaenvió copias para todas. De que aella no le gusta mucho la políticapero quería a Fidel. Quiere ver sufoto pero está lejos de su casa, aquíconmigo, y no la tiene. Le enciendoel televisor y se conforma un pococon estar en sintonía con toda Cubay el mundo. Ella es muy emotiva. Llo-ra a cada rato. Le brillan los ojosdemasiado cada vez que escuchauna historia.

Yo todavía no sé bien qué sentir.Ando rara y confundida. Como si solocuando lo repiten por la televisiónpudiera convertirse en algo de ver-dad. No se lo digo a nadie. No pro-nuncio la frase ni la pronunciaré. Esocreo. Un amigo lejano me envía unmensaje. Quiere saber cómo es-tamos aquí. Yo me pregunto cómoestá él allá. Debe ser extraño. Tengoganas de hablar con quienes lo hanidolatrado a mi lado.

Algunas personas me llaman yconverso. Solo una palabra revolo-tea en cada charla. Tremendo, dicela gente como si ese adjetivo resu-miera todo lo que ocurre hoy, lo queocurrirá mañana, lo que sentiremos,pensaremos y haremos por estosdías, por estos meses, por estosaños. Claro que todos somos mor-tales. Pero algunos lo parecenmenos que otros. Claro que todosnos iremos algún día, pero los hay aquienes no imaginamos partiendo.Claro que hay familiares más cerca-nos que cualquier estadista, perohay líderes que están dentro de lavida propia aunque nunca se hayaintercambiado ni una palabra conellos.

No puedo sentir lo mismo que mimamá. No puedo pensar comoquienes cuentan más años. Migeneración, la que nació con el 90,tiene a Fidel como ese hombre tre-mendo del que se dice de todo, delque se cuenta de todo, del que sesiente de todo. Y nosotros hemosido armándonos una imagen deentre lo que recordamos, lo queestudiamos y lo que vivieron los cer-canos a nuestro entorno. Andamosen un camino a medias entre laleyenda y la realidad, salpicado conlos leves momentos en los que lovimos cerca. Y en este mundo

nuevo en el que todo se sabe des-de cualquier latitud, hasta nos llegala rabia enferma de quienes no lehan querido bien y no saben vivircon eso.

Más allá de las subjetividades yrealidades que pueda intentar legarcualquiera a esta generación, estánlos hechos, que nunca mienten. Losque conocemos, los que vivimoscada día, los que nos han formado,los que nos hicieron quienes somos.Y después de todo eso, está el sen-tido común, la capacidad de admirarla coherencia, y Cuba andando rum-bo a un futuro, pero viene construidocon las mismas esperanzas locasde quienes lo dan todo por amor.Eso es lo que nos hace admirar,entender y defender frente a quiensea, que Fidel es grande, es único,es un elegido y se lanzó a hacer loque pocos de quienes lo señalandesde lejos han intentado jamás.

Cualquiera puede saber de suestirpe. Nadie se aventuró a hacerheroicidades cuando el mundo sepintaba eternamente liso. Nadie seburló de los imposibles como él; na-die escribió la historia de los sin his-toria; nadie dijo, si no la primera pa-labra, al menos la definitiva. Por esotodo el que cuestione a los líderes,lo primero que debe hacer es cues-tionarse si lo hubiese hecho mejor. Y,si se respondiera positivamente,pues se impondría entonces con-testarse por qué no lo hizo. Eso pien-so siempre ante quienes hablan porhablar, yo que no tengo tantos cuen-tos para contar como mi mamá y lossuyos.

Ella llora otra vez. Porque este 25Fidel partió a otro viaje, pero sin con-tarnos de su plan. Ya no es el mis-mo joven con el que había que tenerel corazón bien puesto para poderseguirlo. Esta vez se llevó consigotoda una leyenda que empezó aconstruirse mucho antes de aquelnoviembre y que no acaba nunca. Lehubiésemos seguido de nuevo, aun-que él no quiso contarnos. Segurotiene otros planes dentro de suexpedición interminable. ¿Por quéha partido ahora, Comandante?, lediríamos intentando aprender de sumanía de saber y preguntar. Él calla-ría y seguiría andando, haciendo,enseñando con los actos, con sumétodo infalible de conducir hacia eltriunfo mostrando cómo se hace.Entonces nos daríamos cuenta deque esta es otra travesía de lassuyas. Y le seguiríamos. Porqueescogió otra vez un 25 de noviem-bre. Es una buena fecha para salir,llegar, entrar y triunfar. Para reem-prender su viaje infinito y que desdeesta Cuba que soñó nosotros conti-nuemos andando.

El viajeinfinito

por RREEIINNAALLDDOO CCEEDDEEÑÑOO PPIINNEEDDAA [email protected]

FINAL de los 200 metros pecho. Esagosto de 1991. Son los Juegos Pana-mericanos y el complejo Baraguá esta-lla. No se me olvida. Hay un joven cuba-no, un chico de dieciséis años. Le dicenMayito.

Es el favorito sentimental, mas losespecialistas hablan de los norteame-ricanos Diebel y Mayfield, sin olvidar alargentino Minelli. El cubano ha dichoen la mañana clasificatoria que va apor todas. Lo miran incrédulo. Cubajamás ha logrado un título panamerica-no de natación. Lo mejor data del leja-no 1955, en México, cuando ManuelSanguily logra la plata, precisamenteen los 200 metros pecho. ¿Será unpresagio?

Mayito tiene por delante cuatro pisci-nas para estrenar la historia. Fidel seaparece en las finales de la natación deAmérica. Se planta en las gradas. Hin-cha como un aficionado. Comienzan lasbrazadas. En los primeros 100 metros,Diebel va delante, todavía en los 150;pero Mario González lleva un empujeextra.

Desde el público, alguien nada en elaire, bracea. La gorra verde quiere salír-sele. El pecho, revienta…

Los metros finales. ¡Sí! El cubanorebasa a Diebel. No hay quien lo deten-ga. Saca de la alberca un nuevo récordpanamericano. ¡Cuba, qué linda esCuba!,grita el narrador. Las cámaras van

al brazo en alto, al triunfo. Van a Fidel.Van al aplauso.

Es otro escenario. Y otro año. 7mo.Congreso de la Unión de Periodistas deCuba. El panorama internacional escomplejo a finales de 1999. Fidel locompara con un «juego de ajedrez de500 piezas». La metáfora, cuando selanza sobre el cauce de una idea, siem-pre la ilumina.

Integraba la delegación de Santiagode Cuba, junto a varios de mis colegasy profesores. Era un muchacho vehe-mente. El muchacho se ha ido, pero lapasión ha quedado. Hablamos de lanecesidad de argumentos y no de artícu-los patrioteros, de latidos más que deconsignas. Y Martí, siempre de la mano,con su verbo esclarecido: «Dígase la ver-dad que se siente, con el mayor arte conque se pueda decirla».

Todos querían un instante junto alComandante, el suyo; pero las sesio-nes se alargaban, la madrugada se ibaentrando, el cansancio asomaba. Yalos pasos abrían la puerta, cuando elpropio Fidel nos llamó, llamó a Santia-go. Nos arracimamos a su lado, comopudimos. El lente nos dibujó. A algunosapenas se les ve el rostro, pero estánahí, detenidos en ese momento.

Hay momentos así, como un braceoen el aire, como el relámpago de unflash, como un segundo, que no se vanjamás.

Instantes en la memoria

ES mayúsculo el dolor cuando la bande-ra enmudece y se para a mitad del asta.Cuando, cual madre que pierde a unhijo, se aparta desconsolada y solo ati-na a evocar. Cuando, transido de sufri-miento,su escudo palidece hasta fundir-se en la estrella. Cuando se niega asubir el resto de su colina y aferra suscinco franjas a una altura en medianíadesde donde estar más cerca del líderque se despide.

Que la enseña amada muestre suslágrimas tricolores, como aquellas quevertió un infausto mediodía a la vera deDos Ríos, parece solo el principio: en tie-rra, también la gente parece andarincompleta, buscando su otra mitad.

Desde el viernes 25, a cada cubanole falta un trozo: Fidel mismo nos ense-ñó cómo hacernos comandantes.¿Quién puede derrotar a un país peque-ño con once millones de comandantestras un Jefe como él? Nadie ha podido.

Pero ahora que el líder del Moncadatoma a solas otro Granma para irse aSantiago, nos deja con la certeza de queestamos mutilados.

No hace falta palparnos: son fractu-ras del alma. Hay un quiebre dentro deusted y de mí,del otro y de hasta del queno ha llegado aún. Un sismo en la iden-tidad. Un cambio climático. Un calenta-miento espiritual. Nos embarga la pena;podemos proclamarlo porque solo unpueblo que pare héroes semejantes tie-ne derecho a llorar.

Todos los verbos cubanos se quedanen la mitad. En adelante, habremos derecuperar —como los músculos dormi-dos o el nervio sin conexión— las cos-tumbres alegres. El Jefe no nos perdona-ría la amargura perenne. Aunque unpedazo nuestro se ha ido con él, estare-mos intactos: en su cotidiana vuelta,Fidel nos guiará, con la enseña,a lo másalto del asta.

Un pueblo a media asta

por EENNRRIIQQUUEE MMIILLAANNÉÉSS LLEEÓÓ[email protected]

por SSUUSSAANNAA GGOOMMEESS [email protected]

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LUNES 28 DE NOVIEMBRE DE 2016ESPECIAL04 juventud rebelde

por YYAAHHIILLYY HHEERRNNÁÁNNDDEEZZ,, GGLLEENNDDAABBOOZZAA,, RROOBBEERRTTOO MMAARRTTOORREELLLL,, HHÉÉCCTTOORRCCAARRBBAALLLLOO,, DDOORREELLYYSS CCAANNIIVVEELLLL yHHAAYYDDÉÉEE LLEEÓÓ[email protected]

«ESTABA en las áreas del Obelis-co a los Mártires de Pino III,acam-pando con los jóvenes de la rutajuvenil 60 Aniversario del desem-barco del Granma y Día de lasFAR, justo a los 60 años de supartida desde México, cuandosupe de la muerte de Fidel. Todosnos abrazamos y hubo lágrimas,pero un ¡Viva Fidel! también. Enese momento y para toda la vidanos sentimos partícipes de la his-toria de la Patria», recuerda SuselLuis Isalguez, una joven cama-güeyana de 20 años.

Ella creció en Camagüeyescuchando anécdotas donde elComandante era protagonista.«Crecí en un ambiente de lucha,por eso su figura nos enorgulle-ce a todos, aún después de noestar físicamente», comenta.

Susel, alumna de tercer añode la especialidad de Licenciatu-ra en Turismo en la Universidadde Camagüey Ignacio Agramontey Loynaz, confiesa que Fidel, «esel padre de todos los cubanos,igual que Céspedes,porque nun-ca traicionó su única ambición:el amor infinito al pueblo».

Yo podría decir mucho más—insiste— pero mis palabrasno alcanzan para agradecerle porpensar en la mujer. Él se creciópor encima de sus iguales en lamanera de ver a la mujer cu-bana,a la que le dio igualdad dederechos y deberes, y plena par-ticipación en la sociedad nuevaque emergía.

«Entendió magistralmente queen la emancipación de la mujer

estaba también la justeza de laRevolución. Solo por pensar ennosotras hay que admirarlo y res-petarlo por siempre», recalca.

Fidel siempre pensó en los jó-venes, por eso ellos le devuelvenese amor. En todo el país otrosque,como Susel,crecieron con elmagisterio único del Comandanteen Jefe, compartieron con JR elsentir de una pérdida que impul-sa a hacer más por Cuba.

Harold Díaz Pedraza, trovadorcamagüeyano de 36 años, mirasu reloj y comenta, «he amaneci-do junto a mi guitarra,mi hijo y eldolor compartido de amigos yfamiliares.

«Fidel no solo es quien trazóel camino de su pueblo, sinotambién, inteligencia y empeñoque derrumban muros colosa-les. En él se da un encanto, con-vergen cualidades que son inspi-ración para los artistas de ahoray lo serán para los que están pordescubrirse. Él es el artistamayor por crear y soñar una obragigante: el futuro de una patrialibre», reafirma.

Pedraza no habla de Fidel entiempo pretérito, sino en presen-te. «Fidel lleva innato el talentode la determinación,el del riesgosin temer a los reveses, el de laconvocatoria a luchar», agrega.

«Así lo siento», subraya quientoma resuelto la guitarra y junto asu pequeño Harland le canta aFidel «Él, aseguró, es el Himno delos cubanos para el combate».

TAMBIÉN LOS «GUAPOS» LLORANQuien conoce a Nosvis Abreus

Martínez ni puede imaginarse aeste cienfueguero fornido, de 26años, llorando. No es que seainsensible, sino que su fisono-mía va más con un muchacho

rudo, guapo, capaz de aguantar-se cualquier lagrimita.

Pero Nosvis no se avergüenzade confesar cómo cuando supode la muerte de Fidel a la maña-na siguiente,se le salieron las lá-grimas. Al principio le costó creeren aquello que informaba la re-vista especial de la televisión,pero luego supo que era cierto.

«Me conmoví, yo lo admirabadesde niño, era una gran perso-na», me comenta mientras con-versa con un amigo sobre la figu-ra del Comandante en Jefe.

Este joven cuentapropistaasegura que no faltará a lasactividades a realizarse pararendir homenaje póstumo almáximo líder de la RevoluciónCubana.

«Allí estaré, no puedo faltar.Fidel fue una persona grande,que nos dio tremendo ejemplo,por eso hay que recordarlo».

¿Te gustaría parecértele enalgo?, le pregunto. «Sé que esdemasiado general, pero po-dría decirte que en su perso-nalidad, esa manera suya deayudar a los demás, de lucharpor nuestro país. A mí me gus-taba mucho aquella frase querepetía: “Trincheras de ideasvalen más que trincheras depiedras”, y tenía razón».

PORQUE PENSÓ EN LOS JÓVENES«Hoy es un día triste. Fidel

le dio muchas posibilidades alas personas, sobre todo ajóvenes negras y humildes

como yo», dice Yuarlenis Cal-derón, joven pinera de 29años y licenciada en Derecho.

«Si no hubiera sido por él y laRevolución, por mi color de piely condición de mujer no hubie-ra podido estudiar esta carrerade manera gratuita. Eso se loagradeceré siempre.

«Fidel veía en los jóvenes elfuturo de la Patria. Por eso, micompromiso es seguir suspasos, sus ideas, y luchar pormantener lo que él y toda lageneración histórica lograronpara nosotros con sacrificio»,comenta.

Rafael García, joven ingenie-ro industrial que trabaja enEtecsa, también de Isla de laJuventud, todavía no acepta la

El Comandante somos nosotrosLos jóvenes cubanos hablan de Fidel en tiempo presente. No puede ser de otro modo,

él les enseñó que las utopías se hacen realidad y que el destino de la Patria les pertenece

Foto: Tomada de Facebook Foto: Tomada de Facebook

Foto: Tomada de Cubasi

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ESPECIALLUNES 28 DE NOVIEMBRE DE 2016juventud rebelde 05

noticia. Le es imposible creerque el hombre al que Cuba y elmundo le deben tanto huma-nismo y solidaridad ya no estéentre nosotros físicamente,aunque sabe que sus ideas,ejemplo y virtudes nos acom-pañarán para toda la vida.

«Desde el dolor y el agradeci-miento digo: “Yo soy Fidel”.Seguir sus pasos es mi com-promiso. Por él soy revoluciona-rio y militante de la UJC. Graciasa Fidel y a la Revolución me hiceingeniero industrial. Desde mitrinchera daré siempre lo mejorpara mantener y defender ellegado que nos deja. Es unejemplo de humano y de revolu-cionario y sus ideas vivirán porsiempre», afirma.

UN MAESTRO EJEMPLAR DE LAS IDEAS

Vinculado de diversas mane-ras a la labor de las organizacio-nes juveniles en el país durantelos últimos 20 años de su vida,al holguinero Alber CambarCabrera se le dificulta hablar entiempo pasado del legado deFidel a los jóvenes, porque asabiendas de la triste noticia, leparece un tema enraizado en laactuación cotidiana del líder dela Revolución.

«Lo primero que nos brindóFidel fue su prédica con el ejem-plo personal. Pienso entoncesque su legado nos impulsa acontinuar sus sueños de justiciay a trabajar mucho para conquis-tar un mundo mejor.

«La primera vez que vi a Fidelyo era estudiante, en una activi-dad patriótica en homenaje aMartí,en Dos Ríos. Estuve a muypocos metros de distancia de él,le escuché hablar como a unpadre. Mi sueño era saludarle,abrazarlo, pero nunca lo logré.

«El Comandante siemprefue muy especial, lo recuerdosiempre jovial, sonriente, ha-ciendo preguntas. Inculcandoel amor por el estudio, la supe-ración, la investigación, por lalaboriosidad.

«Por eso para mí, el principaldeber de los jóvenes es defen-der todo lo bueno y humanoque se ha logrado dentro denuestro país y en otros sitiosdel mundo en pos del bienestarde la gente, de sus derechos,para que se pueda mantenerfrente a los que todavía odian ydestruyen.

«La defensa de la Revolu-ción se libra en el campo delas ideas, y en eso los cuba-nos contamos con un ejemplarmaestro como Fidel».

UN GRAN SOÑADORQUE NUNCA RENUNCIÓ

Para Dennys Pérez Acanda,presidente de la AHS en Pinar delRío, «Fidel es el gran artista delsiglo XX por la obra que es la Re-volución Cubana. Ejemplo paratodo el mundo, sobre todo paralos países más sufridos,esos quesienten el peso de los de arriba.

«Fidel colocó a Cuba en el mun-do, la hizo sentir. Y ese es el lega-do que nosotros como artistastenemos que defender, siempredesde una obra crítica, rebelde.

«También lo veo como el gransoñador que nunca renunció asu propósito, a la independen-cia, a ayudar a todos los que lonecesitaban sin ningún tipo deinterés. Se esforzó para unificarlos pueblos de América por unacausa justa.

«Ahora que se ha ido, lo pri-mero que debemos sentir esrespeto por la gran obra de laRevolución y mantener lo que seha logrado. Siempre confiómucho en los jóvenes, la Revolu-ción la hizo siendo un joven. Nostoca a nosotros defender la his-toria desde todos los puntos devista, no podemos perder la his-toria porque nos perderíamos anosotros mismos».

«A Fidel nada lo apagará» diceLudey Liudys Izquierdo Carballo,presidenta del Movimiento Juve-nil Martiano en esa provincia:«La muerte de Fidel ha sido ungolpe muy fuerte para todos losjóvenes cubanos, incluso paralos que no lo son y se sientenamigos de Cuba.

«Siempre pienso en la confian-za que tuvo en las nuevas gene-raciones, las tareas que les dio,los programas que llevó a cabocon la batalla de ideas o cuandola liberación de Elián,y todo eso loprotagonizaron los jóvenes.

«Uno piensa que todo lo quehagamos para recordarlo serápoco, para estar a la altura desu figura, para homenajearlo.Creo que nunca podremos

resignarnos y acostumbrarnosa esa pérdida.

«Fidel es Cuba. Nos deja todoel ideario, su obra, los proyectossociales, la idiosincrasia de loscubanos que de cierta maneraestá influenciada por su pensa-miento. Fidel somos nosotros».

VINE A JUGAR PELOTA EN SU HONOR«Siempre lo decía, que los

jóvenes teníamos que preparar-nos porque no solo somos elpresente, sino el futuro de laPatria. Lo expresaba en sus dis-cursos, pero también lo practica-ba. Siempre entre los de su equi-po de trabajo estaban los jóve-nes, como muestra de la con-fianza que tuvo en las más nue-vas generaciones. Así era entodo, un ejemplo».

A Yunier Mora Hechavarría,joven profesor del Inder en Guan-tánamo, parece apretársele elpecho. Dice que siente muchopesar tras el fallecimiento del Co-mandante en Jefe. Que despuésde escuchar la noticia no habíasalido de la casa y que en subarrio la gente está callada y tris-te, como nunca en su vida loshabía visto.

Que ha llorado, pero en verdadno se debe llorar a Fidel, porquenunca va a estar muerto. «Hayque honrar su partida siendo fiela la obra que nos dejó. Defenderlas conquistas por las cualesempeñó su vida al sacrificio»,explica.

«Hoy vine a jugar pelota en suhonor, porque a Fidel le gustaba yfue un gran inspirador del béisbolcubano y del deporte en general.Cuando entré al campo de pelotano me querían dejar batear porquedecían que estaba un poco decaí-do, pero arranqué para el home ydi tremendo batazo por encima dela cerca,pero ni este ni ninguno vaa ser nunca más grande que elpropinado por el Comandantecuando fundó esta Revolución yahora,sin él físicamente,tenemosque hacerla mejor».

Foto: Tomada de Cubasi

Foto: Tomada de Cubasi Foto: Alberto Medina Cruz

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LUNES 28 DE NOVIEMBRE DE 2016ESPECIAL06 juventud rebelde

por HHUUGGOO GGAARRCCÍÍ[email protected]

MATANZAS.— La casona de Tirry 81 noes la misma desde este sábado. Unsilencio inusual inunda la vetusta vivien-da. Ya casi comienza a oscurecer. Aun-que su frágil salud le impide atender lassolicitudes de entrevistas de diversosmedios de prensa, Carilda Oliver Labraaccedió a conversar con Juventud Re-belde sobre los lazos de amistad que launieron a Fidel.

Su esposo nos recibe y acompañahasta la habitación de la poetisa. Él fueel encargado, a las 6:30 de la mañanadel sábado, de ponerla al tanto del dolo-roso suceso. Ella está sentada en unsillón al lado de su cama. Su voz no estan luminosa como en otras ocasiones ysus ojos azules languidecen por las lágri-mas. Su rostro refleja tristeza.

«Al recibir la noticia nos vino encima elestremecimiento de la obra descomunalque ha realizado en una sola vida. Siemprenos hemos preguntado de qué extrañosmateriales cósmicos se conforma un sercuya influencia espiritual ya se extiende amillones de personas.

«Hay mucho de Fidel en cada cubano,hay mucho de Fidel cuando afrontamoscon entereza los obstáculos, cuandomiramos al futuro con esperanza. Sinlugar a dudas, nos ha legado una com-pulsiva necesidad de luchar por la per-fección de nuestra sociedad, de hacer-nos dignos de esa obra que es la propiaRevolución y que como todas las gran-des acciones todavía está en marcha».

Cuando le preguntamos sobre cuándoconoció a Fidel, su memoria se remontó ala época en que él estudiaba en primeraño y ella en tercero de la carrera de Dere-cho en la Universidad de La Habana.

Por la calzada frente a su casa pasóFidel con los rebeldes el 7 de enero de1959,en su avance triunfal hacia la capi-tal. Ahora, al imaginarse que la urna consus cenizas volverá igualmente triunfal atransitar frente a su hogar en el itinerariohacia su destino final en Santiago deCuba, esta mujer solloza, se tapa la caracon las manos, llora conmovida…

Llueve fuerte. Carilda acaricia en suregazo a un gato amarillo. Pensamosque no podría proseguir en medio de suaflicción, sin embargo, toma un aire ycon voz rajada se remonta a marzo de1957, cuando escribió el Canto a Fidel,un verdadero desafío a la sanguinariamaquinaria batistiana.

«Recuerdo con profunda nostalgia lavisita de Fidel a Matanzas y su intercam-bio con nosotros en el Valle de Yumurí,en ocasión de un aniversario del poemaCanto a Fidel. También, el último en-cuentro con él durante una celebración enel Palacio Presidencial y en la cual pudi-mos saludar al amigo de Cuba, GabrielGarcía Márquez. Entonces nos dijo algoque es difícil de olvidar. Hablábamos de

José Martí; él comentaba uno de lospensamientos de nuestro Héroe Nacio-nal. “Toda la gloria del mundo cabe enun grano de maíz, pero lo que no puedeser guardado ni en diez universos es laindestructible necesidad de amar”.

«Entre muchos de los rasgos de supensamiento existe una convicción pro-funda de que es la cultura, definitiva-mente, lo que libera a los pueblos, y estoguarda una profunda relación con suinterés extremo en desarrollar el poten-cial científico y artístico de la Patria.

«A lo largo del tiempo los artistas yescritores hemos disfrutado del privile-gio de dialogar con el resto de la socie-dad, de enriquecer el carácter de lanación con nuestras obras. Para Fidel elarte no es un lujo, es una necesidad,porque en ese arte late la salud de laPatria, porque en ese arte se describecon excelencia la nobleza del cubano.

«No podemos despedirnos, el adióses una palabra que se ocupa del pasa-do, tal vez lo menos tangible se consti-tuya en lo imperecedero, lo casi fugaz,eso que llamamos poesía, lo que ape-nas hemos sentido y evapora su pre-sencia dejando un raro aroma y una leve-dad tremenda. A esto nos atrevemos, atocarlo en el poema, en el poema quenunca es él, y sin embargo, no hay otromodo de tenerlo».

—¿En algún momento el Comandan-te en Jefe habló del poema Canto aFidel?

—Él me dijo, «Carilda, te debo muchoa ti, porque escribiste sobre un hombreque quisiera ser». Era un hombre delica-do y culto.

«La entrevista que le hizo el reporteronorteamericano Herbert Matthews fue loque me motivó a escribirlo, porque tuvela suerte de recibirla y saber que de ver-dad Fidel estaba vivo en la Sierra Maes-tra, hasta había una fotografía del perio-dista con él. Me asombré y en el mismomomento escribí el poema. Era la prue-ba de que estaba vivo y al saber eso, yoque lo conocía, me maravillé, era elapóstol contra el dictador».

—¿Usted pensó en las consecuen-cias?

—No, nada, no me importó, pero mimamá lo leyó y empezó a llorar dicién-dome que si yo me había vuelto loca.Si Batista descubre, me dijo, que unamuchacha tan joven le escribe a esehombre, su terrible enemigo, no te vana dejar viva, porque Batista es un tre-mendo asesino. Aun así, con todosesos peligros, lo envié a la SierraMaestra.

«Me parece imposible que haya muer-to, siempre pensé, y quise, morir prime-ro que él.»

No voy a nombrar a Oriente,no voy a nombrar la Sierra,no voy a nombrar la guerra—penosa luz diferente—,no voy a nombrar la frente,la frente sin un cordel,la frente para el laurel,la frente de plomo y uva:voy a nombrar toda Cuba:voy a nombrar a Fidel.

Ese que para en la tierraaunque la luna le hinca,ese de sangre que brincay esperanza que se aferra;ese clavel en la guerra,ese que en valor se baña,ese que allá en la montañaes un tigre repetidoy dondequiera ha crecidocomo si fuese de caña.

Ese Fidel insurrectorespetado por las piñas,novio de todas las niñasque tienen el sueño recto.Ese Fidel —sol directosobre el café y las palmeras—;ese Fidel con ojerasvigilante en el Turquinocomo un ciclón repentino,como un montón de banderas.

Por su insomnio y sus pesarespor su puño que no veis,por su amor al veintiséis,por todos sus malestares,por su paso entre espinaresde tarde y de madrugada,por la sangre del Moncaday por la lágrima aquellaque habrá dejado una estrellaen su pupila guardada.

Por el botón sin coserque le falta sobre el pecho,por su barba, por su lechosin sábana ni mujery hasta por su amanecercon gallos tibios de horroryo empuño también mi honory le sigo a la batallaen este verso que estallacomo granada de amor.

Gracias por ser de verdad,gracias por hacernos hombres,gracias por cuidar los nombresque tiene la libertad.

Gracias por tu dignidad,gracias por tu rifle fiel,por tu pluma y tu papel,por tu ingle de varón.Gracias por tu corazón.Gracias por todo, Fidel.

(marzo de 1957)

Carilda Oliver Labra

Voy a nombrar toda Cuba,voy a nombrar a Fidel

«Gracias por todo, Fidel», escribió Carilda cuando la Revolución era aún una promesa.Hoy, la poetisa enfrenta el dolor de la pérdida y todavía le agradece al Comandante

por cuidar los nombres que tiene la libertad

Foto: Ramón Pacheco Salazar

Canto a Fidel

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LUNES 28 DE NOVIEMBRE DE 2016 07juventud rebelde ESPECIAL

por NNYYLLIIAAMM VVÁÁZZQQUUEEZZ GGAARRCCÍÍ[email protected]

SUS ojos son varias capas de transpa-rencias. Ha llorado. Los hombres de es-ta Isla han llorado,los héroes de Cuba hanllorado. Las huellas del dolor siguen cla-vadas en su mirada,pero camina firme porla escalinata, rodeado de jóvenes, para eltributo. Gerardo Hernández Nordelo tal vezno tenga tiempo en estos días para el des-plome —hay mucho que hacer para hon-rar a Fidel— pero muy seguramente seráotra vez el propio gigante, como tantasveces en prisión, la fuerza para ese extranecesario, para seguir y hacer.

A lo largo de 16 años muchas vecesesa figura imponente, esa voz poderosay esas manos infinitas fueron asideroconstante. A los tres meses de su llega-da contó que en las horas más duraspensaba en que si algún día tenía laoportunidad, quería contarle a Fidel algu-nas anécdotas de la prisión. Él, que es-taba condenado a dos cadenas perpe-tuas más 15 años de encierro, básica-mente a morir en una cárcel de máximaseguridad, acarició entre sus sueños delibertad el diálogo con el Comandante, pa-ra que supiera cómo los había salvadode tanto, cómo se aferraron a su inocen-cia comprobada, a su ejemplo y a aque-lla promesa suya: «Solo les digo una cosa:¡Volverán!».

Fidel Castro no necesita de fechas,es una presencia más allá del 25 denoviembre de 2016 y se me antoja queen estos días nuestros héroes habrán devolver a las casi cinco horas que tambiénforjaron el material de sus enterezas.

Ocurrió el 28 de febrero de 2015.Como escribiera Fidel, habían pasado73 días desde aquel 17 de diciembreque nos trajo a Ramón,a Gerardo y a Tony,los tres que nos faltaban y que comple-taron por fin a los Cinco. Gerardo recor-daba cuánto se especuló previo al en-cuentro y sobre el porqué no ocurrióantes. Y allí otra huella más de la sensi-bilidad del hombre que anhelaban ver:«él estaba dando un poco más de tiem-po para que nos sintiéramos más cómo-dos con nuestra vida después de haber-nos rencontrado con los familiares».

Como desde el principio, Fidel los cui-daba: «Lo principal a su llegada erasaludar a sus familiares, amigos y alpueblo, sin descuidar un minuto la salud

y el riguroso chequeo médico», escribióel Comandante un día después del en-cuentro.

Gerardo, que para entonces tenía ensu pecho la medalla de Héroe de la Repú-blica de Cuba, que disfrutaba de dormiral calor de su amada y con Gema comple-tando el cuadro de familia; allí, aquellatarde,desparramado en una butaca… encasa,calificó aquel día como«una de las expe-riencias más importantes de mi vida».Sus hermanos también lo sintieron así.

Cada quien se escuda ahora en supropio Fidel y a mí me gusta pensar quenuestros Cinco vuelven al Comandante,al guerrillero que forjó el carácter de todauna generación, pero sobre todo a eseFidel feliz que los recibió en su casa.Quiero pensar que el brillo en los ojos deGerardo al revivirlo es el mejor modo deenjugar sus lágrimas de estos días, lassuyas, las de los Cinco.

«Lo que más me gustó,aparte de tener-lo tan cerca,fue que se trató de un ambien-te nada protocolar,un ambiente familiar,muyanimado,muy acogedor,en una sala rela-tivamente pequeña de su casa,y ahí está-bamos sentados como se sienta uno conun familiar, con un tío, un abuelo,un veci-no, conversando animadamente».

Entonces Gerardo reconoció que esta-ban tensos, así que el líder, con sus casi90 y, como siempre, se hizo cargo de lasituación.

«Bueno,cuéntenme algo de la prisión.¿Había muchos mosquitos?». Esa fue laprimera pregunta de Fidel en el encuen-tro con los Cinco, recordó Gerardo.

«Nos reímos y enseguida comienza acontarnos: “Sí, porque en Isla de Pinosteníamos bastantes mosquitos… Bueno,no me has dicho nada de Gema, no mehas contado nada de Gema…”». Unoimagina la voz del gigante «Y a mí me lla-mó mucho la atención que se acordara dela niña por su nombre»,completa Gerardo.

«Él mismo le pidió a su esposa sihabía alguna botella para hacer un brin-dis,comimos con él y fue bien ameno. Nossentimos como en familia y le dimos lasgracias por todo lo que él representópara nosotros en estos años de lucha,por haber dicho que volveríamos y porhaberlo hecho realidad y él nos dijo: “Loúnico que lamento es que no haya podi-do ser antes”, pero nosotros sabemosque no fue por falta de esfuerzo, ni deempeño de nuestro Gobierno».

Después llegaron las anécdotas,esas que ardía en deseos por contarle yque Fidel escuchó atento.

«El centro de detención de Miami es unedificio de 13 pisos y al lado estaba elinmueble de la Corte donde los jueces vena los presos para los diferentes procesos;los dos edificios se conectan por un sóta-no. Para llevarte de una instalación a otraera largo: te desnudaban en un lado, terevisaban, te ponían la ropa de ir a la Cor-te, te encadenaban e ibas para ese sóta-no, donde hay un parqueo. Los presosvan en fila, encadenados, entrando a laCorte. Un día estábamos formados y yome doy cuenta de que hay un preso enuna de las filas; la fila nuestra iba a tenerque pasar por delante de la suya paraentrar a la Corte. Y yo me doy cuenta deque el tipo tiene una cara de loco del cara-jo, tiene unos espejuelos amarrados conesparadrapo y nos está mirando fijamen-te. Y yo le digo a los muchachos: “Oye,tengan cuidado,porque ese tipo que estáen la esquinita nos está mirando con carade malo y tiene tipo de loco”. No podíahacer nada,porque estaba encadenado yhay 40 guardias, pero por lo menos nospodía escupir o cualquier cosa de esas.

«Cuando pasamos por ahí el tipo nosdice: “¿Ustedes son los cubanos?” Sí, ledigo. Y dice: “Resistan cojones, porqueFidel nunca los va abandonar. Yo vine enel 80, pero soy cubano y …” él siguióhablando y gritando, porque la fila nopuede detenerse. Para nosotros eso fueuna inyección tremenda, una reacciónasí de un cubano, que llevaba casi 20años en ese país… fue algo bien emoti-vo en esos primeros días.

«Y la otra fue también al principio delarresto,contarle cómo fue que nosotros supi-mos de aquellas declaraciones suyas enla Cumbre de presidentes en Portugal,enoctubre de 1998,cuando Lucia Newmanlo entrevista informalmente en un pasillo yle pregunta: “Comandante,¿qué se puededecir de las diez personas que arrestaron?”

Tengo entendido que ellos van a jui-cio; lo que yo pueda decirte los puedeperjudicar, pero si es verdad que ellostrabajaban para Cuba, Cuba nunca losva a abandonar. No son palabras textua-les, pero en esencia fue eso lo que dijo,según recuerda Gerardo.

El hombre que hablaba había vividoen dos tiempos: uno feliz con el Coman-dante cercano y otro lejos de todo lo

suyo, en un ambiente sumamente hos-til, donde también Fidel fue la fuerza telú-rica que sostuvo a los Cinco. Y sus ojosrevelaban el brillo de la emoción, porquelo contaba en un presente de libertad y,mientras hablaba, Adriana pasaba a versi tenía hambre, si quería tomar algo…ya no más la soledad, la incertidumbre,la rutina cruel de la cárcel.

«Estábamos en el hueco y el preso dela celda del frente nos dice: “¿Vieron elperiódico?. Tiren la línea para mandár-selos”». La línea llegó y ellos leyeron.

«Leímos las palabras y luego nos lospasábamos entre nosotros. Ese fue un díaimportantísimo,muy alentador. Desde esedía sabíamos que no había nada que pu-diera doblegarnos o rompernos. Tuve siem-pre el deseo de contárselo y agradecerle».

Volvemos al día que vivieron ellos yque los cubanos vimos en esas imáge-nes hermosas que transmitían el buenambiente, ese espacio de intimidad,como el padre que comparte con susotros cinco hijos varones.

«Conversamos de todo y me gustómucho que para el final de nuestroencuentro llegaron algunos familiaressuyos a visitarlo —sus nietos— y megustó mucho ver la reacción suya conlos niños en su familia: los mimaba, leshacía gracia como cualquier abuelo.

«Las horas se nos fueron volando,casi cinco horas, y él no quería que nosfuéramos. “Ah, ¿pero ya se van?”, pre-guntó Fidel. Si por él hubiese sido, hu-biésemos seguido, pero sabíamos quedebía descansar», recordó Gerardo.

«Fui feliz durante horas ayer. Escuchérelatos maravillosos de heroísmo del gru-po presidido por Gerardo y secundado portodos, incluido el pintor y poeta, al queconocí mientras construía una de sus obrasen el aeródromo de Santiago de Cuba.¿Y las esposas? ¿Los hijos e hijas? ¿Lashermanas y madres? ¿No los va a reci-bir también a ellos? ¡Pues también hay quecelebrar el regreso y la alegría con la fami-lia!»,escribió Fidel el 1ro. de marzo de 2015.

Un Fidel feliz nos salva de su partida.Es cierto, delicado, pone transparenciasen los ojos de Gerardo, de los Cinco, delos hombres y mujeres que amanecenen estos días silentes. Pero el guía queinspira semejantes lágrimas será siem-pre el autor intelectual de esa fuerzatelúrica llamada a impulsarnos a seguiry hacer… a salvarnos.

El hombre feliz que nos salvaNuestros héroes lloran. Gerardo, uno de nuestros Cinco, en esa postura común,

revive en estos días tristes algunos de sus recuerdos íntimos para aliviar el dolor compartido

La cercanía a la que asirse. Foto: Estudios Revolución El día después, los héroes al frente del tributo joven. Foto: Tomada de Facebook

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LUNES 28 DE NOVIEMBRE DE 2016

LA Mesa Redonda de este lunes conti-nuará acercándose a la huella cubana yuniversal que deja Fidel Castro y actuali-zará informaciones sobre el tributo quenuestro pueblo y amigos de diversaspartes del mundo le rinden al líder de laRevolución Cubana.

Cubavisión, Cubavisión Internacional,Radio Habana Cuba y el sitio en YouTubede la Mesa Redonda transmitirán esteprograma a las siete de la noche.

Hoy en la Mesa Redonda

Hasta Siempre Comandante (2)

LA Comisión Provincial de Seguridad Vialde La Habana informa a la población,que en ocasión de realizarse el traslado,en las próximas horas, de las cenizas denuestro Comandante en Jefe Fidel Cas-tro Ruz por el itinerario que rememora LaCaravana de la Libertad en enero de1959, se prohíbe el estacionamiento oparqueo, el día 30 de noviembre a partirde las 06:00 de la mañana y se produ-cirán cierres operativos de tránsito, has-ta que concluya esta actividad en lasvías siguientes de la Capital:

•Paseo desde Ayestarán hasta calle 23.•Calle 23 desde Paseo hasta Malecón.•Malecón desde 23 hasta Prado.•Ave. del Puerto desde Peña Pobre

hasta Fábrica.•Fábrica desde la Ave. del Puerto

hasta la Vía Blanca.•Vía Blanca, desde Fábrica hasta la

Carretera Central.•Carretera Central desde Vía Blanca

hasta la Virgen del Camino.

•Calzada de Güines desde la Virgendel Camino hasta el Puente del Cotorro.

•Calle 101 (Cotorro) desde el Puentedel Cotorro hasta el Puente de la Monu-mental.

•Carretera Central desde la Monu-mental hasta el límite con la provinciaMayabeque.

En tal sentido, la Comisión exhorta alos usuarios de la vía a cumplir con lasdisposiciones establecidas en las pre-sentes Regulaciones, además de mante-nerse atentos a las indicaciones de losagentes de la autoridad que se encuen-tren en el lugar y la señalización corres-pondiente, con el fin de evitar aglomera-ciones innecesarias de vehículos y la ocu-rrencia de accidentes del tránsito, al tiem-po que ofrece disculpas por las molestiase inconvenientes que pudiera ocasionarla aplicación de estas medidas.

CCoommiissiióónn PPrroovviinncciiaall ddee SSeegguurriiddaadd VViiaall ddee LLaa HHaabbaannaa

Regulaciones del tránsito en La Habana en ocasión del traslado de las cenizas

del líder histórico de la Revolución Cubana

LA comunidad cristiana de Cuba,particu-larmente aquella nucleada alrededordel Consejo de Iglesias de Cuba, harecibido la noticia del fallecimiento delComandante Fidel Castro Ruz con unsentimiento de tristeza profunda, miti-gada solamente por la convicción deque seguirá viviendo en el alma de laNación Cubana.

Como movimiento ecuménico, siem-pre sentimos cercano a Fidel por su fir-meza y constancia en la lucha por la uni-dad, la justicia, la paz y el amor hacia elser humano, que son los mismos valo-res y principios de la fe cristiana.

Solamente podremos honrar sulegado desde el compromiso patrióticocon su pensamiento y obra, en la con-vicción de que, como a él, Dios nos

confortará y nos guiará por sendas dejusticia por amor de su nombre, y queel bien y la misericordia nos guiarántodos los días de nuestras vidas (cf.Salmo 23, versos 3 y 6.)

“… Porque este Dios, es Dios nues-tro eternamente y para siempre; Él nosguiará aún más allá de la muerte” (Sal-mo 48:14.)

Con gratitud por su vida, ¡hastasiempre, Fidel!

Fraternalmente,Consejo de Iglesias de Cuba

Joel Ortega Dopico,Presidente.

La Habana,26 de noviembre del 2016.

Mensaje del Consejo de Iglesias de Cuba por el fallecimiento de Fidel

texto y foto LLIISSAANNDDRRAA GGÓÓMMEEZZ GGUUEERRRRAA [email protected]

SANCTI SPÍRITUS.— Al centro de la sala,resguardada en una vitrina que prendede la pared, una camisa blanca y demangas largas, con las marcas aún dela extraordinaria personalidad que la por-tó, se distingue del resto de las prendasde vestir que resguarda la Casa de laGuayabera.

Se muestra inmensa, pulcra, única, asemejanza de quien la exhibió: FidelCastro Ruz.

Llegó a la única colección de su tipoen el país y la mayor del mundo,el 12 dejunio de 2009 y, desde entonces, se con-virtió en una de las reliquias más queri-das y amadas del patrimonio espirituano.

El 14 de junio de 1994, el Coman-dante en Jefe desfiló en Cartagena deIndias, Colombia, durante la 4ta. Cum-bre Iberoamericana, vistiendo la prendanacional de Cuba.

No pocos seres enmudecieron aque-lla jornada al observar al histórico líderdespojado de su legendario uniformeverde olivo.

Así consta en la carta firmada porRolando Alfonso Borges, quien fungiódurante varios años como jefe del Depar-tamento Ideológico del Comité Centraldel Partido Comunista de Cuba y que lle-gó junto a la camisa a predios yayaberos,de manos de Ciro Bianchi y Sylvia MayraGómez, responsables de muchas otrasdonaciones a la cuna de la guayabera.

De acuerdo con Carlo Figueroa, direc-tor de la institución, en una ceremoniasencilla en la Biblioteca Provincial RubénMartínez Villena, muy cerca del balcóndonde el líder histórico le habló al puebloespirituano como parte de la Caravanade la Victoria en enero de 1959, seentregó la pieza a la colección, y por untiempo se mostró en el Museo ProvincialGeneral. Al inaugurarse el 4 de junio de

2012 la Casa de la Guayabera, se posi-cionó en el sitio más importante de lasala de exhibición.

Como muestra de agradecimiento,los integrantes del entonces proyectosociocultural La Guayabera, le enviaronal eterno guerrillero una camisa enminiatura con sus firmas.

Como ya son más de 210 prendaslas que integran la colección —explicaCarlo Figueroa— cada cierto tiempo secambian las que se muestran y de esaforma, se conservan; pero nunca las deFidel, Raúl y Almeida.

«Quienes visitan la institución, seanresidentes aquí o en el extranjero, siem-pre preguntan por esa camisa», añadió.

Para que nadie tenga duda de su suigéneris historia, otro amigo de Fidel y deSancti Spíritus, el reconocido fotorrepor-tero Liborio Noval, obsequió la instantá-nea que él mismo le hiciera, al paso ele-gante y triunfador del Gigante con suguayabera.

POR LOS 90Pero no solo de esa forma Fidel Cas-

tro está presente en la colección de laCasa de la Guayabera. Hace unos me-ses, el artista de la plástica Nelson Do-mínguez solicitó intervenir la camisa queél donara en 2014.

Al concluir, una inigualable obra artísti-ca «floreció» de la prenda de vestir blan-ca de mangas cortas. El rostro de Fidel yla bandera cubana, desde entonces, figu-ran en la espalda de esa guayabera.

Esa fue una de las formas que encon-tró el reconocido pintor, dibujante, ilus-trador, escultor, grabador y ceramistacubano para homenajear la llegada delos 90 del Comandante en Jefe.

Ese valor añadido a la pieza de vestirla ha convertido en centro de atenciónde quienes llegan, diariamente, a laCasa espirituana que cuenta la historiade un gigante en guayabera.

Un gigante en guayaberaNo era frecuente ver a Fidel sin su uniforme

verde olivo, y eso hace más atractiva la camisa que en una colección espirituana preserva

la impronta del Comandante

La guayabera de Fidel es la más querida de la colección, dijo Carlo Figueroa, director de laCasa espirituana.