Diario de la juventud cubana - Siempre Fidel · 2019. 8. 13. · al deber de respaldar la onza Troy...

4
Suplemento Especial de Juventud Rebelde martes 13 de agosto de 2019 Siempre Fidel I Perfil que se recorta sobre el azul del cielo; paloma en pleno vuelo que quiere descansar. Asombro de palomas y paloma de asombro, se le posó en el hombro Piquito de Coral. (Esa paloma blanca de la canción de cuna junto a la barba bruna, ¿quién la podrá olvidar?) II El Comandante, como un gigante, tiene unas leguas de siete botas: digo, unas botas de siete leguas. Vuelan gaviotas, galopan yeguas y los aviones son más veloces que los ciclones. Fidel, barbudo, llega primero; Fidel, ligero con sus botazas de guerrillero. Así en Oriente o en Vueltabajo, en horas buenas o en horas malas. En todas partes, Fidel presente: en el trabajo o entre las balas. Como si fueran hechos de alas sus zapatones de combatiente. Poema Fidel, de Mirta Aguirre Javier Parra, España

Transcript of Diario de la juventud cubana - Siempre Fidel · 2019. 8. 13. · al deber de respaldar la onza Troy...

Page 1: Diario de la juventud cubana - Siempre Fidel · 2019. 8. 13. · al deber de respaldar la onza Troy con el valor en oro de su papel moneda. Tal medida decretada por Nixon violaba

SSuupplleemmeennttoo EEssppeecciiaall ddee Juventud Rebelde mmaarrtteess 1133 ddee aaggoossttoo ddee 22001199

Siempre Fidel

IPerfil que se recorta

sobre el azul del cielo;paloma en pleno vueloque quiere descansar.Asombro de palomas

y paloma de asombro,se le posó en el hombro

Piquito de Coral.(Esa paloma blanca

de la canción de cunajunto a la barba bruna,

¿quién la podrá olvidar?)

IIEl Comandante,como un gigante,

tiene unas leguas de siete botas:digo, unas botas de siete leguas.

Vuelan gaviotas,galopan yeguas

y los avionesson más veloces que los ciclones.

Fidel, barbudo, llega primero; Fidel, ligero

con sus botazas de guerrillero.

Así en Orienteo en Vueltabajo,

en horas buenas o en horasmalas.

En todas partes, Fidel presente:en el trabajo

o entre las balas.Como si fueran hechos de alassus zapatones de combatiente.

Poema Fidel, de Mirta Aguirre Javier Parra, España

Page 2: Diario de la juventud cubana - Siempre Fidel · 2019. 8. 13. · al deber de respaldar la onza Troy con el valor en oro de su papel moneda. Tal medida decretada por Nixon violaba

SSuupplleemmeennttoo EEssppeecciiaall1133 ddee aaggoossttoo ddee 2200119902

Escribir es una forma de ser útil si consideras quenuestra sufrida humanidad debe ser más y mejoreducada ante la increíble ignorancia que nos envuel-ve a todos, con excepción de los investigadores quebuscan en las ciencias una respuesta satisfactoria.Es una palabra que implica en pocas letras su infi-nito contenido.

Todos en nuestra juventud oímos hablar algunavez de Einstein y, en especial, tras el estallido de lasbombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki, quepuso fin a la cruel guerra desatada entre Japón yEstados Unidos. Cuando aquellas bombas fueronlanzadas, después de la guerra desatada por el ata-que a la base de Estados Unidos en Pearl Harbor,ya el imperio japonés estaba vencido. Estados Uni-dos, el país cuyo territorio e industrias permanecie-ron ajenos a la guerra, pasó a ser el de mayor rique-za y mejor armado de la Tierra, frente a un mundodestrozado, repleto de muertos, heridos y hambrien-tos. Juntos, la URSS y China habían perdido más de50 millones de vidas, sumadas a una enorme des-trucción material. Casi todo el oro del mundo fue aparar a las arcas de Estados Unidos. Hoy se calcu-la que la totalidad del oro como reserva monetariade esa nación alcanza 8 mil 133,5 toneladas dedicho metal. A pesar de ello, haciendo trizas los

compromisos suscritos en Bretton Woods, EstadosUnidos,declaró unilateralmente que no harían honoral deber de respaldar la onza Troy con el valor en orode su papel moneda.

Tal medida decretada por Nixon violaba los com-promisos contraídos por el presidente FranklinDelano Roosevelt. Según un elevado número deexpertos en esa materia, crearon así las bases deuna crisis que entre otros desastres amenaza golpearcon fuerza la economía de ese modelo de país.Mientras tanto, se adeuda a Cuba las indemniza-ciones equivalentes a daños, que ascienden acuantiosos millones de dólares como denunciónuestro país con argumentos y datos irrebatiblesa lo largo de sus intervenciones en las NacionesUnidas.

Como fue expresado con toda claridad por el Parti-do y el Gobierno de Cuba, en prenda de buena volun-tad y de paz entre todos los países de este hemisfe-rio y del conjunto de pueblos que integran la familiahumana, y así contribuir a garantizar la supervivenciade nuestra especie en el modesto espacio que noscorresponde en el universo, no dejaremos nunca deluchar por la paz y el bienestar de todos los sereshumanos, con independencia del color de la piel y elpaís de origen de cada habitante del planeta, así

como por el derecho pleno de todos a poseer o nouna creencia religiosa.

La igualdad de todos los ciudadanos a la salud, laeducación, el trabajo, la alimentación, la seguridad,la cultura, la ciencia, y al bienestar, es decir, los mis-mos derechos que proclamamos cuando iniciamosnuestra lucha más los que emanen de nuestros sue-ños de justicia e igualdad para los habitantes denuestro mundo,es lo que deseo a todos; los que porcomulgar en todo o en parte con las mismas ideas,o muy superiores pero en la misma dirección, les doylas gracias, queridos compatriotas.

Fidel Castro RuzAgosto 13 de 20151 y 23 a.m.

La realidad y los sueñosEl 13 de agosto de 2015, justo cuando cumplía 89 años, el Comandante en Jefe Fidel Castro escribióesta Reflexión, que dada su actualidad y trascendencia regalamos nuevamente a nuestros lectores

Confiar en los

jóvenesFotos: Archivo JR

Page 3: Diario de la juventud cubana - Siempre Fidel · 2019. 8. 13. · al deber de respaldar la onza Troy con el valor en oro de su papel moneda. Tal medida decretada por Nixon violaba

por RROOBBEERRTTOO FFEERRNNÁÁNNDDEEZZRREETTAAMMAARR [email protected]

ME encontraba en Matanzascuando los sucesos del 5 deagosto de 1994. Esa nocheoí por radio la intervenciónde Fidel. Y a la tarde del díasiguiente, ya en la Habana,me enteré de los detallesdel incidente y vi las imáge-nes relativas a él. Una alga-zara contrarrevolucionariahabía sido disuelta como saly agua no solo por la rápidaintervención de activos ciu-dadanos, sino por la del pro-pio Fidel, quien se había pre-sentado en el lugar, y habíacaminado desarmado porlas calles, siendo vitoreadoincluso por algunos de losque momentos antes grita-ban consignas hostiles y es-grimían palos o piedras. Na-turalmente, en muchos cau-só perplejidad esa imagendel gobernante máximo deun país descendiendo de suvehículo y echándose a an-dar en medio de un tumulto

que nadie sabía en lo que ibaa parar. A mí me trajo a lamemoria un recuerdo de mu-chos años atrás, el recuerdode la primera vez que oí a Fi-del hablar en público, en laUniversidad de La Habana.

Era a finales de la décadadel 40 del siglo pasado, comohay que acostumbrarse a decir.Estudiantes universitarios ha-bíamos ocupado el recinto denuestra Alma Mater en señalde protesta ante un alza delprecio del transporte en losvehículos públicos. Deambulá-bamos, sin mucho sentido, so-bre todo por la Plaza —enton-ces llamada Cadenas—, frentea la cual no habían desarmadoaún el escenario de maderaque se empleaba para las re-presentaciones del Teatro Uni-versitario. De repente, a dichoescenario se subió Fidel Castroy se dirigió a nosotros los estu-diantes. Aunque él era ya alum-no de Derecho «por la libre» (esdecir, que no asistía a los cur-sos regulares), visitaba con fre-cuencia la Universidad, dondeera bien conocido. Se sabía,

por ejemplo, de sus interven-ciones en acontecimientoscomo el de Cayo Confites en1947, intento al cabo frustradode invadir la República Domini-cana para deponer al tirano Tru-jillo; y el Bogotazo, que en1948 conmovió a Colombiatras el asesinato de Gaitán.Además, en Cuba Fidel solíaparticipar en lo que en la juven-tud de Roa y Pablo de la Torrien-te llamaban las tánganas uni-versitarias. Era pues un joveninquieto y batallador, a quien sehubiera podido aplicar el versomartiano «¿En pro de quiénderramaré mi vida?» Yo lo habíavisto en otras ocasiones, casisiempre rodeado de mucha-chas, pero ni había conversadocon él, ni lo había oído hablaren público. Lo haría por vez pri-mera ese día. Admirador comoera y soy del mundo griego(estudiaba Filosofía y Letras),me llamó la atención, al verloerguido en el escenario dondese representaban obras delteatro clásico, algo en que creoque no había reparado antes:su perfil, que recordaba al que

por EEUUSSEEBBIIOO LLEEAALL [email protected]

LO más difícil que hay es tratar de valo-rar el impacto de una personalidad en laconciencia de sus contemporáneos.Pertenece a los biógrafos la tarea deordenar las anécdotas y testimonios delas cuales surja —ojalá sea con pasióny verdad— la semblanza de los héroes.

De cualquier forma, lo que desarma yconmueve es la grandeza que se levanta—como una luz— de los hechos cotidia-nos. Por lo breve que es el espacio de lavida, resulta más asombroso cuandopodemos llenarlo, cabalmente, de obras.

En el caso del hombre que nos ocupa,nos hemos acostumbrado a que la socie-dad y el Estado sean presididos por unciudadano de excepción. Su ejecutoriano admite discusión, y ya pertenece porentero al devenir futuro. Corresponderá ala historia pronunciar su veredicto.

Para un observador acucioso, no se-ría difícil hallar fotos, manuscritos y re-cortes de prensa que esbozaran el ins-tante cuando aconteció el llamado de lavocación, que vino forjándose desde lainfancia y la adolescencia.

Henos aquí ante el político, el orador,el hombre público... Si se le despoja detodo atributo militar o protocolario, esta-mos ante un carácter, cuyo acervo senutre de la Biblia o Escritura Sagrada, elideario martiano y el pensamiento revo-lucionario universal.

Con un verbo adornado por la llamadel carisma, ha vivido bajo la urgenciade los profetas y posee un concepto

«ignaciano» de la disciplina, que ha ejer-citado en la lectura, la meditación y lavigilia.

Aunque aprecia la buena mesa —y situviese tiempo, gustaría de preparar in-geniosas recetas— come poco, cadavez menos, o para ser más exacto, lonecesario.

Sabe tanto del extraño significado delvino y los laberintos que lo conducen alalma, que puede descubrir sus cualida-des y virtudes como si recitase los ver-sos de Omar Khayyám.

Pero deja a un lado lo uno y lo otropara paladear como un elixir un sorbo deleche, un jugo de la fruta bomba o unataza de caldo con veinte vegetales.

Su frugalidad ha podido alarmar a susíntimos colaboradores, porque jamásesta se corresponde con agotadoras jor-nadas de labor que, en largos períodos,concluyen al alba.

Lee por deber y por placer, nadie osainterrumpir esa abstracción. Las alas desu imaginación le llevan a la ficción lite-raria, al campo de batalla o a los esce-narios más remotos de la historia.

Admira la antigüedad y sus héroes.Somete a crítica la república aristocráti-ca de Pericles, y siendo un idealista, ensentido puro, su ser ha sido fiel al razo-namiento aristotélico, a la deducciónsocrática, o a la elocuencia insuperadade Demóstenes.

Más allá de la imagen propagada poravasalladores discursos y alocuciones,es capaz de poner en pie a un selectoauditorio, con una oración de diez minu-tos o unas pocas cuartillas.

En la mesa puede charlar horas.Pero, en las butacas del locutorio escu-cha con paciencia, interroga y espera lasrespuestas de su interlocutor.

Entonces,permanece callado al extre-mo de haberse grabado en la madera enque se apoya la mano, el imperceptiblegolpecillo del dedo.

No le agrada perder en nada. Suentrenamiento se basa en la informa-ción, la duda cartesiana, la deducción...hasta hallar lo exacto o lo razonable-mente aproximado a la verdad. Fruto deello, es su memoria.

Ama la soledad y creo que, vivir casisiempre acompañado, resulta el peorsacrificio que la Revolución le ha obli-gado a aceptar. Su casa, su familia, suvida... es el deber. Es humano, falible...nada olvida, casi todo lo excusa o loperdona, excepto la traición. Es severocon el desorden, pulcro en detalle.Nadie debe tocar sus cosas, que sonpocas y útiles.

Apegado a sus propias tradiciones, elrecuerdo de la casa paterna en tierrasremotas ejerce sobre él la seducción deldistante y anónimo punto de partida; lesobrecoge el destino, pero se sabe hijode la providencia que no anticipa loshechos, ni la vida, ni la muerte.

El triunfo es siempre iniciación y, cuan-do otros creen todo perdido, en su opi-nión, apenas ha comenzado. Ama y cuidade los suyos —imperceptiblemente— pe-ro su vida personal, solo a él pertenece.

Rechaza y admira a Napoleón, cuyoconcepto de lucha ha asumido: estarinformado de los pasos del adversario,

prever, organizar, entrenar... Escoge elcampo de batalla, ataca primero, derrotapor separado a los coaligados o a losconspiradores y, en el punto más débil,concentra con energía el fuego de susarmas.

Raigalmente martiano, reserva parael Héroe Nacional cubano un culto queforjó en los años de su primera juventud.Como de la fuente de agua cristalina,recuerda pasajes, versos y epístolas; lellama con propiedad Apóstol.

En años críticos e inolvidables heestado entre sus amigos y discípulosmás próximos.

Pero de tantísimas impresiones esco-jo la del 5 de agosto de 1994 cuando,guiado por su instinto —que rechazatodas las formas de cobardía— encabe-zó un pequeño destacamento para saliral paso a un motín promovido por la mar-ginalidad en la Ciudad de La Habana.

Previamente, había advertido a loscompañeros que nadie usara lasarmas sin una orden suya; para luego—prescindiendo de ellas y a pechodescubierto— encarar a la plebe queretrocedió ante el estupor de los que leacompañábamos. Avanzó resueltamen-te y se detuvo al pie del monumento alGeneral Maceo, como quien viene apagar un tributo; sin haberse derrama-do una sola gota de sangre de nuestrosadversarios.

1122 ddee jjuunniioo ddee 22000011LLuuiiss BBááeezz:: Absuelto por la historia,, LLaa

HHaabbaannaa,, OOffiicciinnaa ddee PPuubblliiccaacciioonneess ddeell CCoonn--sseejjoo ddee EEssttaaddoo,, 22000055,, pppp.. 5588--6600..

El ideario martiano

se nos ha trasmitido, como elde algunos personajes de LaIlíada: por ejemplo, los que ilus-tran el correspondiente artículode Martí en La Edad de Oro.Pero mucho más me llamaronla atención las escasas y sin-gulares palabras que nos diri-gió. Al parecer, algunos líderesestudiantiles del momentoestaban en contubernio con elgobierno, y trataban de sofocarla protesta universitaria. Fidella defendió con pasión y depronto exclamó que el sol eramuy fuerte (nos encontrába-mos al mediodía) y no facilitabaque estuviéramos allí, por loque proponía que siguiéramosintercambiando ideas mientrasmarchábamos en señal de de-sacuerdo hacia el Palacio Pre-sidencial. A continuación de locual bajó del estrado y encabe-zó el inesperado desfile.

Cuando comenté con algu-nas personas cómo el Fidel del5 de agosto de 1994 me habíarecordado al de aquella anéc-dota lejana que probablementeél había olvidado, no faltaronlos que encontraron traída por

los pelos mi evocación: ¿Aca-so no se trataba del héroedel Moncada, de la Sierra, deGirón, de centenares de ha-zañas? Por eso, y por muchomás, me satisfizo tanto escu-char el discurso que Fidelpronunció en el Aula Magnade la Universidad de LaHabana el año siguiente, el 4de septiembre de 1995, alcumplirse medio siglo del ini-cio de sus estudios en dichaUniversidad, aquel discursoen que Fidel proclamó: «Fueun privilegio ingresar en estaUniversidad (...) porque aquíaprendí quizás las mejorescosas de mi vida, porqueaquí descubrí las mejoresideas de nuestra época y denuestros tiempos, porqueaquí me hice revolucionario,porque aquí me hice martia-no, y porque aquí me hicesocialista».

2211 ddee mmaayyoo ddee 22000011LLuuiiss BBááeezz:: Absuelto por la

historia,, LLaa HHaabbaannaa,, OOffiicciinnaa ddeePPuubblliiccaacciioonneess ddeell CCoonnsseejjoo ddeeEEssttaaddoo,, 22000055,, pppp.. 114488--114499..

Un recuerdo

SSuupplleemmeennttoo EEssppeecciiaall1133 ddee aaggoossttoo ddee 22001199 03

Page 4: Diario de la juventud cubana - Siempre Fidel · 2019. 8. 13. · al deber de respaldar la onza Troy con el valor en oro de su papel moneda. Tal medida decretada por Nixon violaba

SSuupplleemmeennttoo EEssppeecciiaall1133 ddee aaggoossttoo ddee 2200119904

Editor:Yuniel Labacena Romero

Corrección: Equipo de correctores

Diseño: Equipo de diseñadoresSSuupplleemmeennttoo EEssppeecciiaall

1133 ddee aaggoossttoo ddee 22001199